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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Sociales

Doctorado en Ciencias Sociales

SEMINARIO Taller de tesis I: Manuel Díaz Márquez

PLAN DE TRABAJO

Área temática 12. Historia y memoria

Comprende los esfuerzos de aproximación historiográfica a los acontecimientos sociales,


culturales y políticos. En tanto disciplina, la historia supone la provisión de métodos,
perspectivas analíticas y conocimientos que permitan producir y transmitir representaciones y
lenguajes sobre el pasado y el tiempo presente. Integra la historia general, las historias
regionales y nacionales, así como diferentes recortes de objetos, como la historia social, la
historia política, la historia económica, la historia de las ideas y los intelectuales, así como la
historia intelectual y la historia conceptual.

Campo problemático

Historia Social, Historia Cultural, Historia de las Ideas y Estudios sobre Anarquismo. Sociología
de la Cultura.

TÍTULO:

Mediaciones político-culturales alternativas en Argentina a principios del siglo XX. Julio Barcos,
sus proyectos de la Liga de Educación Racionalista y la Universidad de la Cultura Americana.

Pregunta problema

¿Cómo pensó Julio Barcos a los sujetos sociales y su integración política en la década del 20´ y
del 30´ en Argentina?

1.RESUMEN

El interés de esta investigación surge a partir de un problema, las mediaciones político


culturales entre movimientos sociales y partidos políticos en Argentina en la primera mitad del
siglo XX. Este interés nos llevó a recuperar la trayectoria de Julio Barcos. Julio Barcos tuvo una
diversa e intensa actividad político-intelectual, participando tanto en el Anarquismo como en
la U.C.R. Desde 1912 organizó una serie de proyectos políticos y culturales, donde la crítica
hacia el Estado adquirió un valor fundamental. Consideramos que dentro de esta serie de
proyectos existió un horizonte de sentido marcado por la utopía de que la socialización de la
cultura posibilite la democratización del saber y la formación de sujetos colectivos conscientes
de sus derechos sociales y políticos. Esta idea nos llevó a indagar algunos temas presentes en
su obra como, la dimensión continental del discurso libertario, la problemática sexual y el rol
de los sectores populares y los intelectuales en la política. Ante este amplio panorama,
indagaremos en las ideas y en dos de los proyectos culturales alternativos de Julio Barcos para
saber cómo pensó a los sujetos sociales y las mediaciones para su integración política en la
década del 20 y del 30 en Argentina.

2. INTRODUCCIÓN

La presente propuesta de investigación parte de la necesidad de indagar en proyectos


filosóficos, políticos y culturales que plantearon una alternativa programática para pensar a las
personas en momentos de transición política y social. En particular nos proponemos estudiar la
trayectoria de Julio Barcos a través de dos de sus proyectos culturales alternativos.

Julio Barcos, fue un intelectual argentino de la primera mitad del siglo XX, nacido en 1883 en
Coronda, Santa Fe, recibido de maestro normal, entre 1908 y 1910 dirigirá la Escuela Laica de
Lanús y el proyecto de la Escuela Moderna de Buenos Aires (proyectos educativos
desarrollados por el anarquismo fuera del sistema de educación oficial). En 1910 contribuyó a
la creación del primer gremio de maestros del país, la Liga Nacional de Maestros. Después de
generar estos espacios educativos contrahegemónicos a la gestión de la educación oficial, las
ideas de Barcos fueron complejizándose en la segunda década del siglo XX. Aunque como
educador libertario siguió profundizando su postura de suprimir la liturgia patria practicada en
las instituciones educativas, también planteó entonces la posibilidad de luchar dentro del
propio sistema educativo nacional, tratando de llevar a cabo un programa filosófico, educativo,
político y cultural que pudiese reformar el sistema.

En 1912 Barcos organiza la Liga de Educación Racionalista. El núcleo de la Liga de Educación


Racionalista estuvo encabezado por Barcos, quien dirigió las dos publicaciones del colectivo,
acompañado por miembros de las experiencias anteriores y algunos pedagogos adherentes a
la causa del racionalismo. La Liga elaboró un programa cultural donde se conjugaban sumando
todas sus variantes los elementos más irritantes para los poderes tradicionales de la educación
argentina (Puiggrós, 2003). Tomando al racionalismo como eje, liberales, anarquistas,
comunistas, marxistas, kantianos, krausistas, rousseaunianos y pestalozzistas, coincidían en la
educación de la mujer, la coeducación, la laicidad, la libertad de expresión, la autonomía del
niño, la participación de los docentes y el estímulo a la creatividad, entre otros aspectos.

Las ideas de la Liga de Educación Racionalista se enmarcaron en un programa político-cultural


que excedió el ámbito del panfleto político, planteando a la educación en términos complejos.
La educación dejaría de actuar a través del Estado como dispositivo de reproducción ideológica
de las diferencias de clases, para transformarse en el dispositivo cultural principal en la
formación de sujetos sociales. En el análisis de la constitución del sujeto social, se ponía más
énfasis en las formas de opresión cultural que en las relaciones con los medios de producción,
deslizándose de esta manera la crítica hacia una dimensión moralista y universalista. Aunque la
Liga no logró modificar el sistema de educación pública vigente ni creó un sistema de escuelas
racionalistas en el país, tuvo una participación importante en el movimiento magisterial de la
época y mantuvo un ideario político-educativo permitiendo la aparición de nuevas iniciativas
en la década de 1920, como lo fue la fundación de la Internacional del Magisterio Americano
(IMA).

En este periodo es visible una superposición de antagonismos socio-políticos y la lucha


institucionalizada de clases en el Estado argentino entre 1912 y 1930. En el periodo anterior
1880-1912, la oligarquía se edificó sobre un andamiaje en donde el rasgo de duración
estructural en casi todo el subcontinente fue la primacía de la mediación corporativa por sobre
la partidaria. En la mayoría de los países que conocieron la dominación oligárquica, los
periódicos, las corporaciones y los organismos gremiales cumplieron un papel central como
correas de transmisión del poder de la sociedad al Estado (Ansaldi y Giordano, 2012).

Esta conclusión da cuenta de los principales ámbitos de participación política que hubo en el
país en aquel momento. En consonancia con esto Barcos contribuyó en 1910 a la creación del
primer gremio de maestros del país, la Liga Nacional de Maestros. Barcos también participó en
la Primera Convención Internacional de Maestros de América reunida en Buenos Aires en
1928.

Siguiendo el análisis de Ansaldi, a partir de 1890, la burguesía en Argentina ejerció una notable
hegemonía, que fue organicista hasta 1912-1916 y pluralista desde estos años hasta 1930.
Como clase fundamental del bloque histórico existente entre 1880 y 1930, la burguesía fue
dirigente (hegemónica) en los planos económico (modelo agroexportador) y cultural (liberal,
laico, ecuménico y hasta democratizante) y dominante en el político (forma oligárquica de
ejercicio del poder). En tanto organicista, esta hegemonía mostró proclividad a unificar
políticamente a la sociedad o, dicho con mayor precisión, una concepción y una práctica
políticas reductoras de la diversidad y de la multiplicidad a la unidad. Al negar el pluralismo, no
se regulaban las diferencias sino que se las procesaba mediante la uniformidad (cuando era
posible) o la exclusión (toda vez que no se podía uniformar) (Ansaldi y Giordano, 2012).

Estos aportes en Ansaldi y Giordano nos permiten enmarcar la práctica política de Julio Barcos.
Según creemos Barcos, detectó y entendió que las políticas reductoras de la diversidad se
encontraban en el plano cultural hegemonizado por la burguesía dirigente. Comprendió que la
función de la organización de la cultura estaba ordenada en pos de la reproducción simbólica
de las diferencias de clases. En su opinión la organización del campo cultural debería
ordenarse en torno a la democratización del saber y a la formación de sujetos colectivos
conscientes de sus derechos sociales y políticos. El autor formó parte del grupo de funcionarios
y políticos —intelectuales, quizá mejor— que partir de 1912 propugnaron reformas en pro de
la inclusión política y social de las clases subalternas.

A partir de 1918, Julio Barcos emprende un viaje por algunos países latinoamericanos (Puerto
Rico, Venezuela y Costa Rica), donde se vincula con otros intelectuales fundando la revista
Cuasimodo, de la cual será el principal redactor. En esta publicación lleva a cabo un ensayo
llamado Nuestros Profesores del Idealismo en América que será parte de un libro posterior;
Política para intelectuales. En este ensayo Barcos analizó a un grupo de intelectuales
americanos (Lugones, Rodó, Rojas, Valencia Herrera) centrando la crítica en el modo en cómo
éstos organizan sus discursos y programas culturales en torno a categorías espiritualistas,
vitalistas y nacionalistas. En contraposición, Barcos reivindicaría un modelo de intelectual que,
formado en la exterioridad del sistema (educativo y oficial), pudiese llevar a la práctica ideas
que involucren la modernización en las bases materiales de la construcción del conocimiento.
El arquetipo de este tipo de intelectual será Sarmiento (Barcos, 1931). En Cuasimodo ocuparon
un lugar central en la reflexión, la revolución rusa y la reforma universitaria de 1918. Después
de dirigir esta publicación, Barcos condensa sus reflexiones críticas sobre la cuestión educativa
en el libro Como educa el Estado a tu hijo (Barcos, 1927).

Poco después de publicarse este libro, Barcos participa en la Primera Convención Internacional
de Maestros de América reunida en Buenos Aires en 1928. En la segunda de estas
convenciones, reunida en Montevideo en 1930, los delegados por países, encabezados por
Barcos, elevan la propuesta de creación de la Universidad de la Cultura Americana. La idea de
crear esta Universidad había sido planteada por Julio Barcos anteriormente, al realizar un
homenaje por la muerte de José Ingenieros, afirmando que la mejor manera de honrarlo sería
fundar una “universidad popular o una escuela social” (Barcos, 1931).

El proyecto consistía en crear un sistema universitario que no sólo abarcara al continente


americano en su unidad sino que se contrapusiera a la universidad oficial; “la más estéril para
nuestra democracia” (Barcos, 1931). Este proyecto pretendía profundizar los aspectos
positivos de la reforma universitaria de 1918. Otro de los objetivos principales del proyecto fue
levantar frente a los valores de la ciencia oficial o académica, los de la intelectualidad libre.
Según Roig no “en beligerante actitud sino en complementaria acción para servir a la
educación popular por ambas vías”, la incorporación en el rango de “intelectualidad libre”,
incorporaría a “ciudadanos de la cultura” o “docentes libres” que no viniesen del ámbito de la
cultura intelectual oficializada (Roig, 1998). La Universidad de la Cultura Americana no sólo
quedó creada por la segunda convención reunida en Montevideo, sino que comenzó a ser
organizada en Buenos Aires, Rio de Janeiro, Tegucigalpa y Asunción. En años posteriores, luego
de su paso por el radicalismo argentino, Julio Barcos dejó de participar en estas convenciones,
concentrándose nuevamente en la edición de publicaciones anarquistas.

El campo de esta investigación tiene como antecedentes precisos la reconstrucción de las


prácticas culturales y educativas libertarias en la Argentina moderna. De las investigaciones
que abordan las prácticas culturales y educativas alternativas a las hegemónicas, resaltan los
trabajos de Dora Barrancos, Adriana Puiggrós y Juan Suriano. Barrancos (1990) ha analizado el
discurso y el programa cultural anarquista en relación a la mujer, la familia y el movimiento
obrero. Puiggrós (2003) se ocupó de rescatar la actividad pedagógica del grupo Escuela Nueva
y su participación en el proyecto de la Liga de las Escuelas Racionalistas. El estudio sobre el
movimiento anarquista y su proyección en la dimensión cultural también fue analizado por
Suriano (2001). Consideramos que el aporte principal de sus investigaciones, reside en el
enfoque priorizado para comprender al anarquismo como un movimiento político, ideológico y
social con una marcada impronta cultural.

En cuanto al análisis de proyectos culturales y educativos de proyección continental, debemos


resaltar la indagación llevada a cabo por Arturo Roig, reunida principalmente en su trabajo La
Universidad hacia la democracia (1998). Roig relaciona el proyecto educativo encabezado por
Julio Barcos, con otros iniciados a mediados del siglo XIX, vinculándolo en sus bases ideológicas
con la Reforma Universitaria del año 1918 y la política americanista de Ingenieros y
Vasconcelos.

Teniendo en cuenta los antecedentes consignados debemos resaltar que hasta el momento no
se ha llevado a cabo una investigación de largo alcance, que analice las dimensiones filosóficas,
políticas y culturales existentes en el pensamiento de Julio Barcos, relacionándolas con las
prácticas educativas y culturales que el autor impulsó. Muchos de estos temas se configuraron
en Barcos desde su temprana participación en el movimiento anarquista adquirieron luego
otros sentidos cuando participó hacia 1928 en la Unión Cívica Radical o en el movimiento por
la Reforma Universitaria de 1918. Consideramos entonces necesario visualizar qué
dimensiones filosóficas, políticas y culturales entraron en debate y análisis en los discursos del
autor, revisando también cuáles fueron las tensiones que generaron respecto a otros discursos
que circularon en la misma época.

Entre los temas centrales que contribuyen a una revisión y debate de estas propuestas está la
posibilidad de dar cuenta sobre el modo en que se pensaron desde prácticas intelectuales
contrahegemónicas la emergencia de sectores sociales subalternos, su integración política y
los proyectos de unidad latinoamericana que intentaron componer esta integración.

3. OBJETIVOS

Objetivo general

Elaborar una perspectiva que contribuya a pensar las mediaciones político-culturales en la


trayectoria de Julio Barcos, partiendo del análisis de sus proyectos de la Liga de Educación
Racionalista y la Universidad de la Cultura Americana.

Objetivos específicos

-Analizar las construcciones discursivas de Julio Barcos en torno a integración política y la lucha
institucionalizada de clases, (ley Sáenz Peña) en la Argentina entre 1916-1930.

-Revisar los debates ofrecidos por Barcos en pos de la crítica a la cultura intelectual
institucionalizada de la Argentina en las primeras décadas del siglo XX.

-Rastrear el alcance del pensamiento de Julio Barcos en los proyectos educativos y culturales
continentales en los cuales participó y los vínculos socio-culturales que fueron estableciendo.

4. MODO DE ABORDAJE

4.1 PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO GENERAL

A lo largo de la tesis, utilizaremos algunas de las herramientas proporcionadas por el Análisis


Crítico del Discurso (ACD). Considerado una teoría y un método al mismo tiempo, el ACD nos
permite considerar al discurso como una práctica social, que debe ser situado en el contexto
del que la/o acciona y del que la/o recibe y que tiene como fin analizar cómo se manifiestan a
través del lenguaje las relaciones de dominación, discriminación, poder y control (Fairclough,
2003).

La perspectiva de Norman Fairclough señala que el ACD comprende tres dimensiones de


análisis: en el nivel micro, la dimensión ―texto que corresponde al análisis lingüístico del texto
en sí. La "práctica discursiva", segunda dimensión, comprende los procesos de producción e
interpretación de los textos que producen la "interacción‖. Por último, la dimensión "práctica
social" que se ocupa del contexto social en el cual se dan los procesos de producción e
interacción, las circunstancias institucionales sociales e históricas de aquella interacción. El
discurso se considera una construcción. Su creación está determinada por la existencia de
textos previos (pre-textos) y debe ser interpretado teniendo en cuenta esos textos.

Como señala Julia Kristeva - a través del concepto de intertextualidad - ―todo texto se
construye como mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto‖
(Kristeva, 1978:190). En este sentido si la intertextualidad no es manifiesta la coherencia del
texto estará provista a partir de los esquemas interpretativos del analista. Las referencias
intertextuales ―revelan el proceso de producción de un texto, indicando los pre-textos que el
productor incorpora en su construcción y los tipos de discurso con los que este texto está de
una forma u otra relacionado‖ (Luzón Marco, 1997:148). Si en cambio es manifiesta, las marcas
de cita evidenciaran las otras voces presentes en el texto.

Esta mirada nos permite construir el orden social discursivo en el que se ubican las locuciones
de Julio Barcos. Así, sorteamos lo que Richard Cleminson (2008) llamó la lectura ―internalista-
de los estudios que se enfocan en las dimensiones culturales del anarquismo. El autor crítica
esta mirada ―…que lee las actuaciones del anarquismo como si emanaran dentro del propio
movimiento sin dar cuenta de las condiciones en que se realizaban (Cleminson, 2008:11)

Siguiendo a Fairclough y también a Cleminson, hemos intentado vincular analíticamente las


prácticas en las que estuvo involucrado Julio Barcos con gran parte de los fundamentos
discursivos de su filosofía política.

Asimismo, el ACD más allá de ser una herramienta de análisis metodológico, nos interesa la
posición ―crítica‖ de esta perspectiva. Más allá de la vigilancia epistemológica y la autocrítica,
la noción a la que se refiere el adjetivo ―crítico‖ es que quien investiga asume una posición
explícita de compromiso con ciertas cuestiones sociales y políticas―…y lo hacen no sólo como
ciudadanos, sino también en tanto que, precisamente, investigadores‖ (van Dijk, 1999: 23-24).

Consideramos tomar a la conciencia de clase como herramienta analítica para comprender que
caracterización hace Julio Barcos del Estado y de los partidos operantes en aquel momento,
U.C.R y conservadores. Para ello trabajaremos esta categoría desde las herramientas
metodológicas del marxismo sociológico, en pos de revisar los conflictos, como también los
debates historiográficos que existieron en torno a la integración política de la clase obrera en
la Argentina de principios de siglo XX. Intentaremos indagar así en que consideración tenía el
autor acerca de la maduración política de los sectores obreros en la Argentina entre 1916 y
1930.

Para construir aquel contexto socio-político en el que intervino Barcos trabajaremos desde
variables interpretativas que ayuden a comprender la superposición de antagonismos socio-
políticos y la lucha institucionalizada de clases en el Estado argentino entre 1912 y 1930.

Revisaremos entonces la conceptualización sobre conciencia de clase llevada a cabo por Olin
Wright y E.P Thompson para luego analizar trabajos de investigación socio-históricos
específicos. En tal sentido se trabajarán textos de Waldo Ansaldi, Julio Godio, Juan Carlos Torre
y José Arico. Para darle orden a esta investigación, realizaremos un recorrido por los nudos
temáticos presentes en la perspectiva de estos autores para después establecer relaciones
causales e hipótesis derivadas en la comparación entre los diferentes análisis.
Hemos de destacar para nuestro análisis el aporte metodológico de la sociología histórica. El
cual fue tenido en cuenta a la hora de trabajar las construcciones discursivas Barcos en torno a
integración política y la lucha institucionalizada de clases en la Argentina (1916-1930).

La opción por la sociología histórica deviene de entender la complejidad de nuestro objeto de


estudio, por ello consideramos fundamentales los aportes que podría efectuar en estos
campos:

- Análisis de la dialéctica histórica del conflicto que enfrenta a seres humanos incluidos en
relaciones sociales distintas, contradictorias, opuestas y/o antagónicas (Ansaldi y Giordano,
2012). Estudio de construcciones sociales e históricas resultantes de conflictos desplegados en
tiempos y espacios precisos.

Pensamos a esta variable como fundamental para identificar y analizar la organización de un


bloque histórico como el que entendemos fue el del sistema cultural (estatal)

argentino del periodo 1880-1930. Consideramos que esta estrategia de investigación socio-
histórica nos puede permitir conocer propuestas diferentes propuestas de orden que
circularon en aquel momento, cada una con sus valores, sus normas, sus fundamentos y sus
sujetos sociales fundamentales. De esta manera podremos reflexionar acerca de los proyectos
culturales del autor y dimensionar las proyecciones de la crítica del Estado presentes en sus
discursos.

- Perspectiva analítica no estadocéntrica. (Wallerstein, 1996).

Los aportes de la nueva historia política fueron observados en un principio como


potencialmente valiosos para el aparato metodológico de la investigación comentada. Si bien
desde esta perspectiva se ha puesto foco recientemente a algunas zonas poco transitadas de
ese campo, consideramos que confluyen con el resultado de completar los estudios clásicos
sobre la actuación de líderes y partidos lo que a nuestro parecer sigue siendo una lectura que
tiene solo al Estado como eje. Consideramos a la sociología histórica (como bien lo analizó
Wallerstein) como una perspectiva analítica no estadocéntrica. Aunque el papel del Estado siga
siendo importante para explicar los procesos, este aparece como una categoría analítica que
expresa relaciones sociales (Ansaldi y Giordano, 2012). El estudio del Estado en estos términos
resulta muy importante para nuestra investigación ya que el autor seleccionado condensa sus
reflexiones críticas sobre la cuestión educativa en el libro Como educa el Estado a tu hijo (Julio
Barcos, 1927). El énfasis principal de este texto se encuentra en explicar cómo las formas de
opresión cultural inciden en la construcción de sujetos sociales.

- Estrategia metodológica interpretativa. Basada en la posibilidad de aproximar la estructura


con la acción y el enfoque estructural con el cultural (Skocpol, 1979).

Creemos interesantes los aportes que pueda brindar la sociología histórica como campo donde
confluyen varios campos institucionalizados como son los estudios culturales y estudios de
género. Una de las obras de Julio Barcos a estudiar en el proyecto es La libertad sexual de las
mujeres de 1921. Los programas culturales organizados por el autor intentaban articulaban
desde la teoría y la práctica con sectores sociales subalternos en donde la dominación quedaba
muchas veces solapada. Las mujeres por ejemplo quedaron recluidas y excluidas: fueron
objeto de reclusión en el hogar y de exclusión de la libertad de trabajo, aunque no del trabajo
en sí mismo (Giordano 2003c y 2004).
Una de las cuestiones planteadas en el proyecto de investigación era qué función ético-social
tuvo la representación de saberes científicos dentro de programas culturales que articulaban
desde la teoría y la práctica con sectores sociales subalternos. Coincidimos con la sociología
histórica llevada a cabo por Ansaldi y Giordano en que la categoría gramsciana hegemonía
puede aportarnos algunas pautas para desarrollar la cuestión planteada.

Pensamos que en un discurso (como fue el libertario) que se presenta como alternativo y
crítico al rol hegemónico del Estado en la dimensión cultural y política, necesita ser entendido
desde la posibilidad de pensar los grupos y sus funciones, como así también los ámbitos donde
se ejerce la dominación. El concepto gramsciano de hegemonía resulta clave para explicarlo. La
situación de hegemonía significa un orden social y político definido por el predominio de la
sociedad civil (ámbito del consenso) sobre la sociedad política (ámbito de la coerción); por lo
tanto la primacía de la dirección ideológica por encima de la dominación política. Es una
cuestión de rango, pues ambas coexisten, no hay ni pura hegemonía ni pura dominación, se
trata de un espació de tensión entre consenso y disenso.

En el ejercicio de la hegemonía Gramsci distinguió tres grupos a los que llamó clases: clase
fundamental –dirige el sistema hegemónico–, clases auxiliares –base social de la hegemonía,
ámbito de producción y reproducción del personal encargado de las funciones intelectuales
del ejercicio de la hegemonía– y clases subalternas –históricamente excluidas del sistema
hegemónico durante mucho tiempo–(Gramsci, 1975).

Consideramos que estas categorías y sus indagaciones nos pueden servir para identificar que
sujetos fueron aludidos en los discursos (tanto en tono de denuncia como exaltación) como así
también pensar a los programas culturales que pretendían discutir la dirección ideológica del
orden social y político hegemónico de entonces.

Nuestro autor entendía que algunas reformas políticas y culturales servirían para lograr una
democratización del saber y a la formación de sujetos colectivos conscientes de sus derechos
sociales y políticos. En tal sentido revisaremos los aportes de Terán y Roig para pensar el saber,
en particular nos interesan para revisar los debates ofrecidos por Barcos en pos de la crítica a
la cultura intelectual institucionalizada de la Argentina en las primeras décadas del siglo XX.

El período de análisis que abarca este estudio está delimitado por las producciones de Julio
Barcos en las cuales se tratan los siguientes temas a analizar; sindicalismo, trabajos sobre
sexualidad, alcances de una filosofía moral para la liberación política y la proyección
continental de un proyecto educativo y cultural alternativo.

El punto de partida es el año 1905, cuando aparece un artículo firmado por Barcos en la revista
Futuro. El año de finalización de la periodización es 1951, cuando Barcos prologaba la obra El
civilizador. Síntesis del pensamiento vivo de Sarmiento. El núcleo central de nuestro corpus
comprenderá las publicaciones en las cuales participó Barcos y en las que se manifiestan sus
ideas por acerca de la integración política de los sujetos sociales en la Argentina. Trabajaremos
con las revistas Cuasimodo, Insurrexit, La Escuela Popular, Renovación y Hombre de América
Fuerte y Libre e Ideas y Figuras. También, analizamos sus intervenciones en el periódico La
Protesta y las obras Libertad Sexual de las Mujeres, La libertad del pueblo es Ley Suprema,
Política para intelectuales, Almafuerte genio profético y La doble amenaza.

Consideramos a Barcos como organizador y activista de actividades que permitían desarrollar


espacios de sociabilidad común que fortalecían la identidad de clase y la formación cultural de
las clases populares. Revisaremos su participación en actividades ácratas alternativas, a saber
las llamadas kermeses o los más convencionales actos culturales y de propaganda organizados
en los centros culturales ácratas del momento.

4.2 TAREAS

• Construcción de los criterios para el armado del corpus documental.

• Relevamiento y clasificación de documentos históricos.

• Relevamiento, análisis y sistematización de la literatura vigente sobre democratización


y lucha de clases institucionalizada en Argentina 1912-19130.

• Revisiones periódicas del proceso de investigación y escritura a través de la discusión


en reuniones de grupo de investigación.

• Publicación y revisión periódica de los adelantos a partir de la presentación en


congresos y jornadas.

• Sistematizar los resultados del análisis y organizarlos, dando cuenta de este proceso en
informes parciales y trabajos escritos, que permitirán avanzar en la elaboración del desarrollo
de nuestro proyecto de tesis doctoral.

4.3 Cronograma:

Primer año:

Objetivo A: lectura y sistematización bibliográfica: febrero, marzo, abril.

Objetivo B: elaboración del corpus de documentales: abril, mayo, junio, julio, agosto.

Objetivo C: Análisis de contenido de documentos: agosto, septiembre, octubre, noviembre y


diciembre.

Segundo año:

Objetivo A: lectura y sistematización bibliográfica: febrero, marzo, abril.

Objetivo B: elaboración del corpus de documentales: abril, mayo, junio, julio, agosto.

Objetivo C: Análisis de contenido de documentos: agosto, septiembre, octubre, noviembre y


diciembre.

Tercer año:

Objetivo A: lectura y sistematización bibliográfica: febrero, marzo, abril.

Objetivo B: elaboración del corpus de documentales: abril, mayo, junio, julio, agosto.

Objetivo C: sistematización de los resultados del análisis: agosto, septiembre, octubre,


noviembre y diciembre.
5. BIBLIOGRAFÍA

Se presenta una selección bibliográfica de las fuentes y bibliografía general, acotada al espacio
de esta presentación, que será ampliada en el curso de la investigación.

*Fuentes primarias y publicaciones periódicas

Barcos, Julio (1913), Plan de una Escuela Integral, en La Escuela Popular, Bs. As., Nº 10.

Barcos, Julio (1915), La felicidad del pueblo es ley suprema. Bs. As., Otero, Barcos, Julio (1921),
La libertad sexual de las mujeres. Bs. As, Moro.

Barcos, Julio (1923), La doble amenaza, réplica a Leopoldo Lugones. Bs. As., Tognolini.

Barcos, Julio (1927), Cómo educa el estado a tu hijo. Bs. As., Editorial Acción.

Barcos, Julio (1931), Política para intelectuales. Bs. As., Editorial Claridad.

La Escuela Popular. Revista Liga de Educación Racionalista. Bs. As., 1912-1914.

Cuasimodo, Revista Decenal Latinoamericana. Panamá, Bs. As., 1920-1922.

* Bibliografía general

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política en Argentina. La reforma electoral de 1912, en Anales (Nueva Época).

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científica, Bs. As., Fondo de Cultura Económica.

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