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El golpe de Rojas y el poder de los militares

Rojas’ coup d’etat and the power of army men

A d o l fo Leó n A t eh o r t ú a C r u z 1

RESUMEN
El ascenso paulatino de los militares en la política, luego del 9 de abril de 1948, llevó finalmente
al poder a Gustavo Rojas Pinilla en 1953. El golpe de estado fue anunciado, consentido y propi-
ciado por parte de la élite civil. No obstante, una vez en el poder, Rojas empezó a alejarse de la
dirigencia tradicional y de los partidos, y convirtió a su gobierno en una dictadura de carácter
más personal que incluso militar. Su propósito no resistió la arremetida de la élite. Gómez y
Lleras lideraron el pacto que finalmente condujo a la caída de Rojas, en 1957, sin una resigna-
ción total por parte de los militares que, fraccionados por momentos, intentaron proseguir en
el poder o restaurar a Rojas. El presente artículo describe, interroga y analiza estos hechos
bajo la óptica del poder de los militares.

PALABRAS CLAVE:
Rojas Pinilla, golpe de estado, dictadura, militares, historia política Colombia.

ABSTRACT
The rising of army men into politics, after April the 9th, 1948, finally gave the power to Gustavo
Rojas Pinilla, in 1953. The coup d’etat was announced, consented and favored on the part of the
civil elite. Nevertheless, once in power, Rojas moved away from the traditional leadership and
parties, and turned his government into a dictatorship of more personal character, different even
from military style. His purpose did not resist the elite´s attacks. Gómez and Lleras headed the pact
that finally concluded in Rojas’ fall, in 1957. This came without the total resignation on the part of
the army men who, sometimes divided, tried to continue in power or restore Rojas. The present
paper describes questions and analyzes those facts under the military point of view.

KEYWORDS:
Rojas Pinilla, coup d´etat, dictatorship, soldiers, Political Colombian History.

Artículo recibido 25 de Febrero de 2010 y aprobado el 30 de abril de 2010


1 Profesor Titular del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional.
adolfoateortua@cable.net.co

Folios • Segunda época • N. o 31 • Primer semestre de 2010 • pp. 33-48 33


Universidad Pedagógica Nacional

1. Un golpe anunciado de Comerciantes –FENALCO–, quien agregó a ello


La necesidad de superar la desbordante situación de su descontento por la limitación del crédito y la
violencia en que se encontraba el país, de recuperar prohibición de las importaciones5.
para el Estado la funcionalidad de sus instituciones La oposición de Gómez a la candidatura de Ma-
y de restaurar la legitimidad del sistema, produjo el riano Ospina, oficializada en abril de 1953, confirmó
golpe militar del 13 de junio de 1953. el temor sobre la continuidad del régimen y acercó
Todos lo pedían o esperaban. De manera directa a los militares a una importante fracción de los
o indirecta, abierta o embozada, la intervención del conservadores. Ospina Pérez era el único dirigente
Ejército empezó a ser apreciada por distintos grupos de ese partido que podía ganar el apoyo liberal y
políticos y económicos. Alfonso López Pumarejo, convocar con legitimidad y fuerza la transformación
en el Partido Liberal, postuló con certeza que si de la situación reinante. Gilberto Alzate lo apoyaba
la violencia no se detenía, podría devorar al país. con la esperanza de sucederlo y los liberales espe-
Estaba seguro de que el freno a la violencia no era raban regresar, al menos, a la legalidad plena y ¿por
posible con Laureano Gómez en el poder: el perió- qué no?, a un nuevo “gobierno de unidad nacional”.
dico “El Siglo” trataba a los liberales de “bandoleros” Ospina, al mismo tiempo, estaba dispuesto a conce-
y el gobierno pedía a la dirección del partido que der la amnistía a todos los guerrilleros y a propiciar
definiera su rechazo a ellos2. El conflicto, en lugar políticas económicas que favorecieran a los gremios
de resolverse, parecía extremarse. de la producción y el comercio. Si Gómez combatía
Los industriales tampoco estaban a gusto con el la candidatura de Ospina, la opción por la inter-
gobierno de Laureano Gómez. Según lo descubrió vención militar adquiría mayor vigencia: sólo ella
Eduardo Sáenz porque los industriales sentían podría recuperar el poder político de los partidos y
que las medidas para combatir la inflación ha- detener la violencia.
bían precipitado “una verdadera crisis con efectos En la Embajada Americana, la perspectiva del
deflacionistas”3. En la Asamblea Nacional, realizada golpe tampoco era desconocida. La Embajada no
en Cali en abril de 1951, la Asociación Nacional de sólo no descartaba su posibilidad concreta a partir
Industriales –ANDI– insistió en la “proximidad del de 1952, sino que … en realidad, lo esperaba: “el
colapso” y su alarma fue trasmitida por el Embaja- deterioro del orden público mortifica en grado ex-
dor americano al Departamento de Estado4. Rafael tremo a los militares”, se dijo en un comunicado6.
Urdaneta, quien reemplazó temporalmente a Lau- Los primeros rumores llegaron a oídos del emba-
reano cuando éste dejó la presidencia por motivos jador en abril de ese año. Ante la crisis ministerial
de salud, hizo todo lo posible para satisfacer las desatada en esa fecha, Urdaneta pensó en nombrar
demandas de los industriales y visitó las instalacio- militares en los ministerios y gobernaciones. De
nes de algunas empresas para constatar su estado. esta manera, el presidente encargado buscaba
Aunque la mejoría económica fue reconocida un adelantarse a los propósitos de algunos oficiales y
año después, los industriales continuaron preocu- neutralizar su disgusto con posiciones burocráticas.
pados por la violencia y la “lucha a muerte entre los La decisión retrocedió por la intervención de Alzate
partidos”. A la queja se sumó la Federación Nacional Avendaño, quien detentaba alguna influencia en los
altos mandos.

2 El Siglo, enero 28 de 1952.


3 Asociación Nacional de Industriales –ANDI–. Acta 481, marzo 31
de 1951. Citada por Eduardo Sáenz Rovner. (2002). Colombia años
50. Industriales, política y diplomacia, p. 103. Bogotá: Universidad
Nacional. 5 Véase, Carlos H. Urán. Rojas y la manipulación del poder. Bogotá:
4 Embajador Beaulac al Secretario de Estado. Abril 27 de 1951. Archivo Carlos Valencia Editores, 1983, pp. 51 y 52.
Nacional de Estados Unidos en adelante, ANEU. FW 721.00/4- 6 Véase Despacho n.° 953 del 21 de abril de 1952. Reporte de la Emba-
2751. jada Americana en Colombia al Departamento de Estado–ANEU–.

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Más que los militares, a la Embajada le preocu- abrumados por la magnitud de la situación, un
paban los guerrilleros. Aunque su triunfo era poco grupo de oficiales retirados, en unión con otros de
probable y remoto, la posibilidad de alcanzar cen- servicio activo, empezaron a preparar un golpe con
tros vitales de población y su prolongada existencia el regreso del General Rojas Pinilla. Por eso se exigió
contribuía a la inestabilidad del gobierno y acercaba su retorno y se consultó la decisión con Ospina y
la posibilidad de un movimiento militar o de un Alzate, quienes se mostraron de acuerdo. Según el
golpe cívico-militar para tomarse el poder7. Por esa embajador, Alzate pretendía alcanzar el poder en
razón, la Embajada coincidía con la propuesta de las elecciones inmediatas que los autores del golpe
López Pumarejo y los guerrilleros: amnistía general convocaran10.
y comités bipartidistas en todos los departamentos Para constatar los rumores, el 12 de septiembre
afectados para investigar cada hecho de violencia. de 1952 un funcionario de la embajada se reunió
Sin embargo, en lugar de expresar su respaldo en for- con Alzate. En criterio de este último, los ataques
ma oficial y directa, el embajador intentó divulgar su del 6 de septiembre eran “la angustiosa salida” del
pensamiento a través del Nuncio Apostólico, quien laureanismo para cerrar la posibilidad de un acuerdo
se mostraba de acuerdo. La Embajada estaba con- liberal con la candidatura de Ospina Pérez. En lugar
vencida de que, si el gobierno no se mostraba más de otorgar garantías a los dirigentes liberales y cam-
flexible, el riesgo de una infiltración comunista en la biar su gabinete, el gobierno extremaba las políticas
guerrilla era cada vez mayor. Es más: los guerrilleros de fuerza. Con las dificultades del orden público
del Llano practicaban ya, de manera espontánea e como pretexto, la Asamblea Constituyente elegiría a
inadvertida, algunos “principios comunistas”8. Jorge Leyva como próximo presidente. Para Alzate,
Para Estados Unidos, la certeza del golpe apareció entonces, la situación del país se degradaba hasta
con claridad a raíz de algunas conversaciones entre la anarquía. Las retaliaciones del bandolerismo
Alzate Avendaño y diplomáticos norteamericanos. no se hicieron esperar y por ello, no se excluyó la
El dirigente político tenía la convicción de que sólo a posibilidad de una guerra civil. Agotados todos los
través de una amnistía completa era posible alcanzar intentos por la búsqueda de una salida pacífica, no
el final de la violencia en el país. A ello debía seguir se pudo descartar un golpe militar11.
el levantamiento del estado de sitio, la eliminación Al finalizar 1952, la eventualidad de un golpe
de la censura y los esfuerzos de ambos partidos por de estado no procedía solo de la Embajada en Co-
elaborar un sistema de garantías electorales. Como lombia. El Departamento de Estado observaba al
ello era prácticamente imposible con el gobierno gobierno como una “dictadura oligárquica” frente a
de Gómez y Urdaneta, este debía entregar su lugar la cual “cabría preguntarse si el general Rojas Pinilla
a otro que pudiera lograrlo9. y el ejército continuarían dándole pleno respaldo”.
Tras los hechos del 6 de septiembre de 1952, La frase final era sumamente concluyente: “Rojas y
la posibilidad de un golpe militar se hizo aún más Alzate han sido buenos amigos en el pasado”12.
evidente. Al menos para el embajador norteameri- El periódico “Diario de Colombia”, dirigido por
cano, su emergencia era irreversible. No sólo parecía Alzate Avendaño, convirtió a Rojas en sujeto de
clara la inspiración, dirección y complacencia de los mención y halagos constantes. La frase “General,
incendios contra las casas de los dirigentes liberales ¡salve usted la patria!” se incluyó en sus páginas
y la prensa por parte de la fracción conservadora y apareció en los manifiestos13. Hijo de General y
dirigida por Álvaro Gómez y Jorge Leyva, sino que,
10 Telegramas n.° 149 y 112 del 10 y 11 de septiembre de 1952, respec-
7 Ibídem. tivamente. (1998).Citados por David Fernando Varela S. Documentos
de la Embajada,pp.172-173. Bogotá: Planeta.
8 Despacho n.° 125 de 13 de agosto de 1952. Reporte de la Embajada
Americana en Colombia al Departamento de Estado –ANEU–. 11 Despacho n.° 236 del 15 de septiembre de 1952. Ibíd, p. 174.
9 Despacho n.° 57 del 23 de julio de 1952. Reporte de la Embajada 12 Memorando del 19 de diciembre de 1952. Ibíd, p. 176.
Americana en Colombia al Departamento de Estado –ANEU–. 13 Diario de Colombia, mayo 9 de 1953.

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sobrino de altos oficiales, Alzate se preciaba de su de Correos y Telégrafos, se debió a confrontaciones


“ancestro guerrero” e intentaba utilizar sus parentes- con los generales Bayona Posada y Sánchez Amaya,
cos. El cardenal Crisanto Luque, máximo jerarca de merced a las ínfulas y deseos de poder de Rojas,
la iglesia católica, visitó los cuarteles y pidió que “los quien emitía órdenes al Ejército sin tener en cuenta
militares se prepararan para el golpe de estado”14. al Estado Mayor. Régulo Gaitán fue un intrigante
Según dijo Alzate Avendaño: “Todo estaba previs- permanente contra Rojas.
to” para el golpe. Si Gómez intentaba posesionarse Tal desconfianza motivó la primera decisión de
o destituir a Rojas Pinilla, se caía15. Según Alfredo Gómez que molestó a Rojas. Jefe del Estado Mayor
Vásquez Carrizosa: “La idea del golpe era un secreto en 1950 y Comandante General de las Fuerzas Mili-
a voces”16. tares en 1951, Gómez decidió, a través de Urdaneta,
Incluso el presidente estaba enterado. La des- separarlo del cargo y nombrarlo Representante de
confianza de Laureano Gómez hacia Gustavo Rojas Colombia en la Junta Interamericana de Defensa,
Pinilla tenía antecedentes en dos fuentes. La primera, para confiarle a Régulo Gaitán la dirección de las
cuando el presidente Ospina Pérez pasó por encima Fuerzas Militares19. Rojas comprendió la estrategia
de los coroneles Carlos Perdomo y Miguel Ángel y recibió el apoyo de sus subalternos. La tropa se
Hoyos para ascender a Rojas y nombrarlo director acuarteló y Rojas se entrevistó con Urdaneta para
del Ejército. Más antiguos que Rojas en el cuerpo exponer las causas de su recelo. El cargo no era para
castrense, los dos oficiales tenían superior derecho el general de más alta graduación, sino para un
al importante cargo. Ospina ascendió a Rojas un coronel, como había sucedido siempre. Urdaneta
día antes que a Perdomo y Hoyos, y lo convirtió en desestimó la existencia de propósitos diferentes
general con 24 horas más antiguo que los otros17. al contar con un general en Washington, que ade-
Esta medida, adicional a las preferencias que Ospina más dominaba el inglés y podría colaborar en la
Pérez había demostrado con el oficial a partir del 9 adquisición de armamento. La negativa de Rojas
de abril de 1948, lo señalaba ante Gómez como “os- para trasladarse a Washington fue aplacada con un
pinista” acérrimo. Así se confirmó además cuando doble nombramiento como consejero militar de la
respaldó el cierre del Congreso y evitó una conspi- embajada, algunos dólares adicionales en gastos de
ración planeada contra Ospina dos días antes de la representación, una importante comitiva de ayudan-
elección de Gómez como presidente18. tes, y desplazamientos a Corea según su gusto20.
La segunda fuente era el general Régulo Gaitán. Después de ejercer el cargo en mención, Rojas
Seguidor y amigo íntimo de Gómez, quien trans- Pinilla regresó a Colombia el 25 de septiembre de
mitió su desconfianza frente a Rojas. El raudo paso 1952 y dijo a su arribo: “Vengo a trabajar por la paz
de este último como director del Ejército a Ministro y la seguridad de todos”. Luego recibió múltiples
homenajes de militares retirados, suboficiales y
oficiales21. En diciembre viajó a los Llanos con el
14 Gustavo Rojas Pinilla. (1993). “Las guerrillas en el Llano y otras cosas propósito de visitar las guarniciones militares. En su
más”, tomo II, p.145. En: Revista de Historia, vol. 1, n.° 1, agosto de
1975, p. 7. Bogotá: Banco de la República – Uniandes. concepto, encontró “total adhesión al Ejército” y un
15 Véase Abelardo Forero. (1993). Momentos y perfiles de la historia “dominio de la legitimidad” cada vez mayor22.
de Colombia. Bogotá: Banco de la República, Uniandes.
16 Alfredo Vásquez. (1992). Historia crítica del Frente Nacional, p.75.
Bogotá: Foro Nacional por Colombia. 19 El Siglo, abril 16 de 1951.
17 Véase Ricardo Bayona. (1984). Recuerdos de un ochentón, pp.245- 20 Véase Decretos 908 de 1951 y 449 de 1952 y El Siglo, marzo 2 de
246. Bogotá: Editorial Nelly. 1951. Rojas viajó a Japón y Corea “para entregar la bandera de
las Naciones Unidas al Batallón Colombia” y fue condecorado en
18 Sobre esta conspiración militar no existe información de archivo ni
Estados Unidos “por su contribución a la lucha contra el comunis-
de prensa. Es el propio Rojas quien da razón de ella: “la sublevación
mo”. El Siglo, junio 27, septiembre 27, octubre 6 y noviembre 18 de
iba a tener lugar en diferentes guarniciones. A mí me correspondió
1951.
tomar precauciones para evitar ese golpe de Estado o golpe de
cuartel, cambiando algunos comandantes, y también tropas”. Rojas 21 El Siglo, septiembre 25 y 26, octubre 14 y 24 de 1952.
Pinilla ante el Senado. Bogotá: Periódico el Excélsior, 1959. p. 486. 22 Ibídem, noviembre 11, 13 y 14 de 1952.

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Laureano realizó, entonces, un nuevo intento por …la lealtad inquebrantable de las Fuerzas Arma-
alejar a Rojas del país y le ofreció un viaje a Alema- das […] se acrecienta y reafirma con el peligro
nia para inaugurar los vuelos de Avianca en la ruta y mientras más poderosa sea la responsabilidad
Bogotá-Frankfurt. En la escalerilla del avión, varios que os corresponda asumir y necesitéis de mayor
oficiales le pidieron desistir del viaje porque durante independencia para gobernar, tened la seguridad
de que la fuerza de las armas, representada por
su ausencia sería llamado a calificar servicios. Al
los generales y por los comandantes de todos los
descender, los subalternos tiraron sus gorras al cielo
grados aquí presentes […] rodea vuestra persona y
y celebraron con vítores la decisión del General Ro-
respalda las actuaciones que buscan con dignidad
jas se hizo consciente de su poder y pidió a Urdaneta la concordia nacional y el imperio de la justicia
el cambio del ministro de guerra José María Bernal, y de la ley…24.
quien fue reemplazado por Lucio Pabón Núñez,
recomendado por el mismo General. El hecho precedió a la detención y tortura del
Según Rojas, cuando Laureano se enteró de su empresario Felipe Echavarría, cuya libertad inme-
permanencia en el país, decidió atacarlo a través del diata pidió Gómez, pero fue desatendida por Rojas
periódico “El Siglo”. El relato del General, no con- y el Ejército. Gómez retomó la presidencia, citó a
firmado por otras fuentes, constituye, de ser cierto, Consejo de Ministros y ordenó el retiro de Rojas.
un hecho grave y concreto de ruptura: Como el Ministro de Guerra no quiso aceptar la
orden y renunció, se nombró en su reemplazo a
…Hablé con el gerente y le dije: “Les prohibo que Jorge Leyva. El general Régulo Gaitán asumiría el
vuelvan a hablar de las Fuerzas Armadas o les cie-
cargo de Rojas.
rro el periódico”. “¿Le cierra el periódico al doctor
Rojas Pinilla daba por supuesta la medida de
Laureano Gómez?”, y le respondí: “Sí, le cierro el
Laureano. Antes de que ocurriera viajó a su finca en
periódico”. Al día siguiente mandé un oficial con
tropa: “Revise la edición, si hay algo contra las Melgar, pero pidió a sus subalternos que le enviaran
Fuerzas Armadas, decomísela”. Y evidentemente, un avión en caso de algún suceso extraordinario.
venía una catilinaria contra mí23. Existen muchas versiones acerca de los hechos y no
es del caso confrontarlas o detenernos a su examen25.
Para entonces, la división del Partido Conserva- Lo previsto del suceso, sin embargo, salta a la vista
dor se hallaba protocolizada. En la efeméride del 9 con el testimonio de Bertha Hernández, la esposa
de abril, Ospina lanzó su candidatura a la reelección de Ospina Pérez. Al conocer que Gómez se había
que fue respondida por Laureano con una vibrante presentado en el Palacio Presidencial, se trasladó
reprensión. El gobierno postulaba a Jorge Leyva y al Batallón Caldas y preguntó por el coronel Navas
no estaba dispuesto a aceptar una nueva adminis- Pardo:
tración de Ospina Pérez. Consciente de la división,
Rojas ejecutó un nuevo acto que desafió a Laureano:
24 Citado por María Eugenia Rojas. (2000). Rojas Pinilla, mi padre.
ofreció un banquete de gala en la Escuela Militar el Bogotá: Panamericana, p. 93.
22 de mayo de 1953 y entregó su bastón de mando 25 Consúltese, por ejemplo: Arturo Alape. La paz, la violencia, testigos
de excepción. (1985). Bogotá: Planeta. César Ayala Diago. El dis-
al designado Urdaneta. La obediencia del Ejército,
curso de la conciliación: análisis cuantitativo de las intervenciones
en tal suerte, se depositaba en Urdaneta y no en de Gustavo Rojas Pinilla entre 1952-1959. Anuario Colombiano de
Gómez. El discurso, sin embargo, fue más elocuente Historia Social y de la Cultura, 1990-1991. Bogotá: Universidad
Nacional, Departamento de Historia. N.°s 18 y 19. María Eugenia
que el simbolismo del acto: Rojas. Gustavo Rojas Pinilla, mi padre. Alejandro Galvis. (1976).
Memorias de un político centenarista. Bucaramanga: Impresores
colombianos. Silvia Galvis y Alberto Donadío. El jefe supremo.
(1988). Bogotá: Planeta. Alberto Montezuma. Comisión Instructora.
El proceso contra Gustavo Rojas Pinilla ante el congreso de Colom-
bia. Documentos compulsados y compilados por Gastón Valencia.
23 Véase: Gustavo Rojas Pinilla. “Reportaje”. Revista de Historia, vol. I, (1960). Bogotá: Imprenta Nacional. Carlos Villar Borda. (1953). El
n.° 1, 1975, p. 16. presidente Libertador. Bogotá: Iqueima.

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Estamos listos –me dijo–, pero no puedo hacer Le escuché a un capitán Benítez que decía: “carajo,
nada sin la orden de mi General. Entonces fue si a mi General le faltan pantalones, aquí hay que
cuando me enteré de que Rojas Pinilla no estaba buscar a otro tipo”. Y un coronel, paisano mío que
en Bogotá, pero que ya venía en camino. “Vamos andaba en esas, se dirigió a mí y me dijo: “doctor
a llamar a todos los comandos”, le dije: “Sí –me Pabón, ¡qué carajo! Nosotros lo apoyamos si Usted
contestó–, “pero no desde aquí, pues este teléfono asume el mando”. Me fui donde Rojas y le dije:
está controlado”. La respuesta del coronel Iván “Carajo, hay que tomar medidas. De pronto esto
Berrío, jefe de la Escuela Militar, y de los otros se desquicia y yo no sé qué va a pasar”, y me dijo:
comandos fue: “estamos listos”26. “no, esperemos”. Y me fui y busqué a Urdaneta
y le dije: “mire lo que está pasando, asuma”. Él
La posición de Rojas, sin embargo, no fue muy decía que no…
coherente. Hizo citar a Leyva al Batallón Caldas y allí
ordenó su detención y fusilamiento junto al general Le dije a Rojas… “aquí no hay más remedio, sino
Régulo Gaitán y sus acompañantes, el general Gus- que tú asumas el poder, si no va a haber el reinado
de la anarquía”. Abrí la puerta del despacho donde
tavo Berrío y los coroneles Ospina y Abondano27.
estaban reunidos el doctor Ospina y el doctor
Sin embargo, acto seguido se trasladó al Palacio
Urdaneta conversando, y les dije: “vengo a comu-
Presidencial y le ofreció el poder a Urdaneta. “A mí
nicarles que el general Rojas acaba de asumir la
no me interesa el gobierno”, le dijo. Pero Urdaneta Presidencia de la República”. El doctor Ospina se
contestó que sólo aceptaría la jefatura del Estado si levantó y con un acento marcadamente antioqueño
Gómez renunciaba. En lugar de proceder militar- me dijo: “Pues ante los hechos cumplidos, no hay
mente, Rojas ordenó, entonces, buscar o esperar a más remedio en casos como este, que aceptarlo”.
Laureano, pero el problema era que no aparecía por Les dije: “Me parece que ustedes deben ser los
ninguna parte. primeros en hacerse presentes y ofrecerle respaldo”.
Me llevé a los dos hasta el sitio donde estaba Rojas
La indecisión de Rojas Pinilla, dice uno de sus bió- y lo sorprendí diciéndole: “El doctor Ospina y el
grafos, llegó a exasperar los ánimos de algunos de doctor Urdaneta vienen a ofrecerte el respaldo al
los presentes. Los oficiales de las diferentes fuerzas saber que has asumido la presidencia”. Rojas si más
deseaban fervorosamente que su comandante y no sabe qué hacer. El general Berrío Muñoz comen-
líder no diera más rodeos y tomara el poder. Uno zó a aplaudir y aplaudió toda la gente y así quedó
de los ansiosos asistentes de aquella noche, que elegido Rojas, muy democráticamente. Le ofrecen
no pudo mantener la discreción y el silencio ante el respaldo, acepta ante la negativa de Urdaneta y la
la irresolución y titubeos del general en esos dra- desaparición de Laureano. Me dicen que le prepare
máticos instantes del Palacio de la Carrera fue el una alocución. Y comienza el diálogo en torno de
coronel de la Fuerza Aérea Alberto Pauwels, dijo: cómo quedará constituido el gabinete29.
“Lamento mucho, mi general, pero usted se toma
el poder o nos lo tomamos nosotros, porque de La prueba reina de que Gómez esperaba el golpe,
aquí en adelante nos van a joder a todos”28. no sólo se encuentra en su desaparición del 13 de
junio, ya que se dedicó a la panadería en casa de su
Luego, la intervención de Lucio Pabón fue defini- consuegro. Está, sobre todo, en su pasaporte: el suyo
tiva. Observó que, con el paso del tiempo, “algunos y los de su familia fueron expedidos y sellados con
militares comenzaban a inquietarse”: visas diplomáticas el 10 de junio. Siete días después

29 Citado por Arturo Alape. (1985). La paz, la violencia, testigos de


26 María Clara Ospina. (1988). Doña Bertha. Bogotá: Planeta.
excepción, p. 114. Bogotá: Planeta. La versión de Pabón es corro-
27 Según el testimonio de Rojas, fue su propia hija, María Eugenia, borada, en lo fundamental, por Urdaneta. Según éste: “Pabón creó
quien le hizo desistir del propósito. el hecho, al comunicar públicamente que Rojas asumía el mando”.
28 Jorge Serpa Erazo. (1999). Rojas Pinilla. Una historia del siglo XX, Véase: Arturo Abella. (1973). Así fue el 13 de junio, p.84. Bogotá: Aquí
pp. 19, 194. Bogotá: Planeta. Bogotá.

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viajaron a Nueva York y se iniciaron los trámites los civiles y no los uniformados quienes dijeron la
para dotar a los hermanos Enrique y Álvaro Gómez última palabra el 13 de junio de 1953. Incluso el
de visas de trabajo en Estados Unidos30. El propio discurso con el cual Rojas anunció a los colombianos
Álvaro Gómez dijo después, desde el exilio, que el su decisión de asumir el gobierno fue redactado por
golpe “estaba decidido desde hacía por lo menos un civil: Lucio Pabón Núñez.
un mes y estaba prácticamente dado” 31. Para el Los militares no estaban preparados para tomar-
Departamento de Estado, el golpe de Rojas “tenía se el poder ni lo buscaron: se lo encontraron. La
el apoyo conservador y la mirada benévola de los mejor prueba de ello es la manera como se nombró
liberales; podría significar el regreso de Colombia a al gabinete ministerial y su composición misma. De
la democracia y no sería peor que el de Gómez con acuerdo con el comandante de la FAC, coronel Al-
respecto a la persecución de los protestantes”32. berto Pauwels, la designación de los ministros “fue
una encerrona de Ospina dominando al general Ro-
2. El golpe de rojas: jas: Ospina se aprovechó de la situación y le nombró
¿el poder de los militares? todo el gabinete al general Rojas”34. En efecto, según
El derrocado presidente, Laureano Gómez, no com- coinciden los testimonios, la nominación fue hecha
prendió que los límites de su autoritarismo lindaban por Ospina y Alzate en reunión con Rojas. Se entre-
con los intereses del Estado y de grupos privilegiados garon algunas carteras a los militares y las demás se
históricamente consolidados. Tampoco entendió reasignaron a los ministros de Gómez y Urdaneta; a
que toda la estructura del sistema peligraba si con- ospinistas y laureanistas que pasaron al gobierno de
tinuaba su política de represión y desafío contra Rojas sin inmutarse y a los políticos conservadores
los guerrilleros liberales. Entonces, inspiradas por que Ospina sugirió. La influencia de Ospina fue
la oposición conservadora, respaldadas por Ospina tan decisiva que incluso el general Gustavo Berrío,
Pérez cuya candidatura presidencial había vetado quien había acompañado al general Régulo Gaitán
Gómez, impulsadas por Alzate y con el beneplácito y a Jorge Leyva al Batallón Caldas con el objeto de
de la élite liberal cuyos líderes se encontraban en el reconocerlos como superiores, fue puesto preso y
exilio, las Fuerzas Armadas en cabeza del general estuvo a punto de ser fusilado, pero terminó nom-
Gustavo Rojas Pinilla consumaron el golpe de Es- brado ministro. Berrío había sido el Comandante del
tado que la dirigencia civil les pidió a gritos. Batallón Guardia Presidencial durante el gobierno
Los militares asumieron el poder sin proyecto de de Ospina y era su amigo íntimo. Según Arturo Abe-
gobierno, sin programa, sin perspectiva propia. Al lla, “uno solo de los altos funcionarios del gobierno
rechazar lo que consideraron una afrenta contra su quedó por fuera: el presidente titular Laureano
comandante y sus fuerzas, se encontraron de cara Gómez”35. El propio Alzate terminó decepcionado:
al gobierno porque los civiles a quienes se lo ofre- Ospina le ganó el pulso frente a Rojas y optó por
cieron no quisieron aceptarlo. Osaron quebrantar la aceptar su retiro a la Embajada en España36. Para
Constitución porque, una vez dado el primer paso, algunos oficiales, con el gabinete designado, Rojas
ya no tenían alternativa. Como dijo Rojas, tuvieron resultaba “más conservador que militar”37.
que “hacerse cargo del gobierno del país”33. Sin em-
bargo, tal como coinciden los testimonios, fueron 34 Alberto Pauwels. Reportaje realizado y citado por Jorge Serpa
Erazo. op. cit., p. 196.
35 Arturo Abella. Así fue el 13 de junio. (1973), p. 52. Bogotá: Ediciones
Aquí Bogotá,
30 David Fernando Varela S., op. cit, p. 216.
36 Según Antonio Escobar, Alzate Avendaño fue el único de los partici-
31 Álvaro Gómez H. (1999). Pensando en tí, Margarita, p. 98. Bogotá:
pantes civiles en el golpe que quedó insatisfecho: “…estaba fuera
Fundación Álvaro Gómez Hurtado.
de sí. ¿De qué le servía el golpe de cuartel? La revuelta no había
32 Memorando del asistente del Secretario de Estado para Asuntos sido para él, como lo creyó inicialmente”. En el salón de los virreyes.
Inter-americanos, al Secretario de Estado. Washington, junio 15 de Testimonio civil de un golpe militar. Bogotá: Kelly, 1957. p. 101.
1953. ANEU. 721.02/6-1553. 37 Gabriel Puyana García. “Vivencias de un ideal”. (2001), p.146. En:
33 El Tiempo, junio 13 de 1957. Relatos que pueden ser historia. Bogotá: Editora Guadalupe.

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Universidad Pedagógica Nacional

A pesar del gabinete 100% conservador, los Americana calificó de “mal redactada y vaga”, “des-
siguientes anuncios del nuevo gobierno militar tinada a silenciar la oposición al régimen”41.
auguraron la reconciliación nacional: indulto y La reestructuración del poder judicial fue anun-
amnistía para detenidos políticos y alzados en ar- ciada por Rojas con el reemplazo de la Corte Supre-
mas, libertad de prensa, diálogo entre los partidos y ma de Justicia. El Partido Liberal aprobó la medida
“restablecimiento de las condiciones necesarias para porque ganó con ella la posibilidad de recuperar
realizar elecciones puras”38. La Asamblea Nacional altas posiciones en las funciones del Estado: la mitad
Constituyente le reconoció el carácter presidencial de los magistrados designados, incluidos Antonio
a Rojas y éste lo asumió investido de legitimidad. Rocha y Darío Echandía, fueron liberales42. Para
Las palabras de Darío Echandía, históricamente Alzate, por el contrario, era peligroso que el poder
presentes, definieron la acción de Rojas como un judicial quedara bajo tutela del ejecutivo43.
“golpe de opinión”: Sin embargo, la luna de miel entre Rojas, los
partidos políticos y la prensa –a excepción del pe-
No fue vuestro gesto el producto de la ambición riódico “El Siglo”-, continuó sin mayores tropiezos.
rapaz, sino el abnegado sentido del deber. Tomas- Ni siquiera la masacre contra los estudiantes durante
teis el mando en virtud de un golpe de opinión, los días 8 y 9 de junio de 1954, logró modificar las
pues vuestros esfuerzos no fueron encaminados a
actitudes de la élite política frente al gobierno mili-
destruir un estado de derecho sino a establecerlo,
tar. Por el contrario, con respecto al asesinato de los
no a imponer la fuerza sobre la legalidad sino a
estudiantes, dijo el periódico “El Tiempo”:
cambiar la anarquía por el orden39.

La guerrilla liberal del Llano respondió al llama- Comprendemos que de esta situación, profun-
damente deplorable, no puede culparse jamás al
do del gobierno y cesó hostilidades el 22 de junio de
gobierno que tantas pruebas ha dado de su volun-
1953. Su segunda ley, promulgada cuatro días antes,
tad de concordia y que ha hecho de la paz, de la
murió con su autor, el abogado Alvear Restrepo,
libertad y de la justicia, emblema de sus actos44.
en circunstancias no muy claras y en medio de la
negociación para deponer las armas. El 7 de julio,
500 combatientes de Antioquia, al mando de Juan 41 Embajada de Estados Unidos al Departamento de Estado, octubre
de Jesús Franco, entregaron sus armas ante el general 28 de 1954. ANEU. 721.32/10-2854, RG. 59.
42 El Espectador, noviembre 30 de 1953.
Pío Quinto Rengifo, nombrado por Rojas goberna-
43 Diario de Colombia, noviembre 30 de 1953.
dor de ese departamento. Las entregas siguieron en
44 El Tiempo, junio 10 de 1954. La investigación adelantada por los
cadena hasta que más de dos mil hombres, enca- agentes de seguridad del gobierno ubicó la responsabilidad de la
bezados por Guadalupe Salcedo, rindieron filas y masacre en “agentes provocadores del comunismo y del laureanis-
mo”. Con base en ese informe, la justicia concluyó que la “causa
sueños al gobierno militar. A cambio, sólo algunos próxima” residía en la “provocación grave y agresiva que algunos
recibieron un crédito que pagaron totalmente en estudiantes hicieron a la policía el día 8, y, al ejército, el 9 de junio”,
y que la “causa remota” debería buscarse en la “instigación de
breve tiempo. agentes enemigos del orden que buscan a todo instante producir
La libertad de prensa no llegó a estrenarse. A sólo el cambio brusco de las actuales instituciones”. Consúltese Pedro
Luis Belmonte. Antecedentes históricos del 8 y 9 de junio. Bogotá:
dos semanas del nuevo gobierno, la Oficina de infor- Imprenta Nacional, 1954. En ese sentido, puede afirmarse con
mación y propaganda del Estado –odipe– determinó sarcasmo que la investigación pudo ahorrarse. Al día siguiente
la continuación de la censura40. Poco después quedó de los hechos el general Duarte Blum afirmó a El Espectador que
“comunistas y laureanistas buscaban la caída del gobierno” y los
al arbitrio del gobierno en una ley que la Embajada señaló como responsables de la masacre. Cabe la pregunta: ¿acaso
los manifestantes dispararon? Como corolario, la Universidad Na-
cional tuvo por primera y única vez en su historia un rector militar:
José Manuel Agudelo, coronel, entonces titular de la cartera de
38 El Tiempo, junio 13 de 1957.
comunicaciones. Sobre el contingente militar que disparó contra
39 Ibídem, julio 25 de 1953. los estudiantes, el general Raúl Martínez Espinosa aclara que no
40 Silvia Galvis y Alberto Donadío. (1988). El Jefe Supremo, p.265. se trató del “Batallón Colombia”. Sus destacamentos regresaban
Bogotá: Planeta. al país una vez cumplido su servicio en guerra y eran licenciados

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Facultad de Humanidades

La reelección de Rojas fue aprobada por la Asam- partamentales y Consejos Municipales por cuerpos
blea Nacional Constituyente en 1954. Aunque Rojas administrativos.
prometió la dejación del poder �������������������
“una vez se devuel- Las relaciones con industriales y comerciantes
van al país los valores de la democracia”, el hecho fueron muy fluctuantes y estuvieron signadas por
originó los primeros choques entre el liberalismo la negociación constante. En busca de fondos para
y el presidente. La Asamblea decidió su conforma- atender sus proyectos, Rojas creó el impuesto de-
ción paritaria y colocó en manos del gobierno la nominado “Cuota de Rehabilitación y Fomento”,
elección de 22 representantes liberales. De una lista equivalente al 20 % de los tributos liquidados en
suministrada por las directivas del Partido Liberal 1952. La Andi aceptó a regañadientes, pero negoció
y compuesta por 152 nombres, Rojas escogió 15 y plazos para su pago. Al fin y al cabo, la entrega de
eligió los otros 7 según su albedrío. Para los dirigen- los guerrilleros del Llano, lo justificaba.
tes liberales, “la reelección de Rojas pudo ser más La tolerancia de industriales y comerciantes no
elegante”45. En las siguientes sesiones, la Asamblea fue igual frente a las nuevas normas tributarias y la
aprobó el voto femenino y, basándose en las normas inclusión de un impuesto sobre las acciones en las
impulsadas por el general McCarthy en Estados sociedades anónimas, decretado a partir de 1954
Unidos, decretó la ilegalización del “comunismo para cubrir el déficit fiscal, impulsar la construcción
internacional”46. de vivienda y financiar a las Fuerzas Armadas: los
Poco a poco el presidente reelegido se fue alejan- índices en las bolsas de valores se derrumbaron y
do de sus socios. Minoritario en la Asamblea, debido el Ministro de Hacienda llamó al acuerdo. Las me-
a los miembros que participaban en ella por fuera didas tributarias se moderaron pero se mantuvo el
sus directrices, el liberalismo decidió su retiro de los gravamen sobre las sociedades anónimas.
altos cargos y mostró su disgusto por la suspensión Las tensiones continuaron con el anuncio pos-
de elecciones y el reemplazo de las Asambleas De- terior de nuevos impuestos y fuertes presiones de
industriales y comerciantes para suspenderlos. Las
decisiones gubernamentales recibían a menudo
tan pronto se efectuaba el proceso de desacuartelamiento. No
el epíteto de demagógicas y se les asimilaba a los
conservaban entidad orgánica ni eran asignados a otras unidades. dictados del gobierno peronista en Argentina. La
Los oficiales y suboficiales se distribuían en los cuerpos de tropa
del país, pero ninguno actuó en la mañana del 9 de junio. El último
injerencia del Estado en la economía molestaba a
cuerpo compacto de Ejército arribó al país el 30 de noviembre de los productores, a los comerciantes y a los cafeteros,
1954. Según Valencia Tovar, la fracción militar que recibió la orden cuya bonanza también fue gravada. La táctica de Ro-
de contener la manifestación, la componían soldados traídos de
diferentes unidades del país. Dicho personal se entrenaba para jas consistió en implementar por decreto los tributos
servir en Corea, cuando ya el armisticio acordado en julio del año y negociar después algunas concesiones cuando
anterior no exigía tanta preparación de combate. Su explicación de
los hechos resulta original: “a un soldado se le disparó el arma. El éstos fueran cuestionados por los empresarios.47
proyectil, al rebotar en el asfalto, hirió al sargento reemplazante de Rojas se mostró en diversas ocasiones inflexi-
la sección, que cayó a tierra. La tropa se sintió atacada y el fuego
se desencadenó sin orden”. El Tiempo, junio 25 de 2004. El relato que ble con los gremios, pero cedió a favor de ellos en
la Embajada Americana despachó al Departamento de Estado muchos otros casos. A pesar de sus medidas, las
señaló a los soldados de “disparar contra los estudiantes que se
replegaron y se dispersaron. Entre los soldados habían mujeres y,
ganancias de los empresarios mantenían sus índices
de acuerdo con varios observadores, estaban desarmados”. Junio y sus balances eran satisfactorios. Por otra parte, la
10 de 1954. ANEU. 721.00 (W)/6-1054, RG 59.
creación del Banco Hipotecario Popular, el “Secre-
45 El Espectador, agosto 4 de 1954.
tariado de Acción Social” –SENDAS–, la policía
46 La decisión fue aplaudida por la Embajada de Estados Unidos:
“nuestro programa de perseguir subversivos, y aprobar una legisla- femenina y la fundación del Instituto Nacional de
ción anticomunista, ha tenido influencia en el gobierno colombiano”. Abastecimiento –INA–, le trajeron respaldo popular.
“La posición del presidente Rojas es sumamente clara”. En el mismo
documento criticó a El Tiempo por cuestionarla: “no entienden los
métodos ni el peligro de la penetración comunista”. Septiembre 14
de 1954. ANEU. 721.3/9-1454, RG. 59. En aplicación a lo resuelto por 47 Véase Eduardo Sáenz Rovner. Colombia años 50. (2002), p.156.
la Asamblea, Colombia negó el ingreso del poeta Pablo Neruda. Industriales, política y diplomacia. Bogotá: Universidad Nacional.

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Universidad Pedagógica Nacional

La perspectiva apuntaba, entonces a organizar y di- Lleras, los hijos de Eduardo Santos también habían
rigir el sindicalismo con la creación de la ‘Confede- comprado boletas para distribuir entre sus simpa-
ración Nacional de Trabajadores’ –CNT–, e impulsar tizantes con ese objetivo.
su propio movimiento político: el ‘Movimiento de Para entonces, el carácter transitorio del gobier-
Acción Nacional’ –MAN–. no de Rojas se convirtió en indefinido; no se auto-
El reto fue inaceptable para los partidos, quienes vislumbraba como puente para facilitar el retorno
giraron a la oposición. Para los liberales, el régimen de la democracia y los partidos, sino como gobierno
se acercaba al totalitarismo y para el conservatismo perenne con el apoyo militar y en busca del respaldo
la decisión de un nuevo movimiento con los so- popular. La Asamblea Nacional Constituyente no
cialistas era descalificable. Rojas se entronizaba en fue convocada para 1955 y la oposición se agudizó.
el poder e incumplía su promesa de permanencia La situación económica tampoco ayudó a Rojas: el
transitoria. La Iglesia, por otra parte, sentía amena- precio del café cayó en el mercado internacional
zada su influencia en la Unión de Trabajadores de y la balanza de pagos se desequilibró, la inflación
Colombia –UTC–, y la élite económica se declaraba se disparó, el peso se devaluó frente al dólar y la
sorprendida por los anuncios de un movimiento reserva de divisas cayó. Rojas ganó la enemistad de
“conservador, liberal y socialista contra las oligar- los bancos con su política fiscalista y las facilidades
quías resentidas” que se inspiraba en el binomio de crédito que impuso en los bancos estatales, pero
“pueblo-fuerzas armadas”. tuvo que ceder ante las ingentes presiones. El Banco
Las contradicciones se agudizaron y los perió- Mundial y el FMI le obligaron a reducir las impor-
dicos liberales sufrieron de nuevo la censura hasta taciones oficiales, a aumentar el encaje bancario y
llegar al cierre48. Una torpeza hirió de gravedad al a prohibir los almacenes de depósito por parte de
régimen: la arremetida brutal de un poderoso núcleo los bancos, entre otras medidas. La oposición de los
de detectives contra los asistentes a una corrida de empresarios arreció.
toros. El suceso, a menudo, ha sido ampliamente Tras el fracaso del MAN y de la CNT, Rojas lanzó
referido por las fuentes sin recordar su preámbulo. como estrategia, el impulso a la ‘Tercera Fuerza’50.
Ocho días antes, el público taurino aplaudió el Fue su respuesta al “Frente Civil” acordado por el
ingreso de Alberto Lleras Camargo y abucheó a la liberalismo y la fracción laureanista del Partido
hija de Rojas. Según algunos autores, Rojas decidió Conservador, que amenazaba con arrastrar en con-
“enseñar una lección al público” y orientó adquirir tra del gobierno a toda la élite política y económica.
un grueso número de entradas para sus agentes en Prácticamente aislado, Rojas tuvo que acudir a las
la próxima corrida. En efecto, éstos la emprendieron Fuerzas Militares como sostén de primer orden. A
contra los presentes el 5 de febrero de 195649. Lo que ellas, precisamente, las involucró en la construcción
sólo se conoció muchos años después, es que para del movimiento e instruyó al Ministro de Guerra,
la primer corrida, aquella en donde se aplaudió a a los gobernadores y a los alcaldes militares para
que tomaran parte activa en su organización51. El
48 Los episodios en torno a la censura y cierre de los periódicos El general Rafael Calderón fue nombrado “Jefe del
Tiempo y El Espectador, así como la aparición de periódicos como Estado Mayor de la Tercera Fuerza”, al tiempo que
El Intermedio y El Independiente, son minuciosamente narrados por
Silvia Galvis y Alberto Donadío. El Jefe Supremo. (1988), pp.293-380. varios oficiales se convirtieron en sus propagan-
Bogotá: Planeta. La censura del periódico El Relator de Cali, es distas e impulsores. Los más altos oficiales juraron
menos mencionada por la bibliografía nacional. Ella se debió a las
denuncias que el periódico presentó ante las acciones de León “luchar hasta la muerte por la supremacía de la
María Lozano en Tulúa. La Embajada de Estados Unidos descalificó Tercera Fuerza”.
el cierre de El Tiempo y el Secretario de Estado Asistente para
América Latina expresó personalmente su disgusto y el de la prensa
norteamericana al general Rojas. ANEU. 721.11/9-355 y FRUS 1955-
1957, vol. II, p. 892. En diversas ocasiones, Estados Unidos expresó
también su rechazo por la persecución a los protestantes. 50 Carlos H. Urán. Op. cit., p. 90.
49 Silvia Galvis y Alberto Donadío. op. cit., pp. 467 – 471. 51 La República, junio 29 de 1956.

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Facultad de Humanidades

Aunque el hecho empezó a generar malestar en de contrabando: “el destructor llevaba mal amarrada
algunos sectores de las Fuerzas Militares, su com- una carga política y moral”53.
promiso gubernamental parecía contar con bases
más profundas que el simple “espíritu de cuerpo”. 3. La caída
En primer lugar, los oficiales del Ejército habían El “Frente Civil” ya no tenía reversa. Buscando
copado ya los principales espacios clientelistas de la definiciones concretas, Lleras Camargo se reunió
política tradicional. Ahora, con la ‘Tercera Fuerza’ y con Laureano Gómez en la ciudad de Benidorm. El
los llamados ‘Planes de Rehabilitación’, dependían propósito: impedir la reelección de Rojas y acelerar
de los militares los empleos y las obras públicas, su caída. La declaración, suscrita el 24 de julio de
así como la prestación de indispensables servicios 1956, recomendó una “acción conjunta destinada
del Estado. En segundo lugar, no pocos oficiales, a conseguir el rápido regreso a las formas institu-
incluida la familia presidencial, parecían ajenos a cionales de la vida política y a la reconquista de la
la corrupción52. libertad y las garantías”. En forma novedosa, los dos
La más importante constancia histórica de ello jefes políticos separaron a Rojas del conjunto de las
quedó plasmada en Relato de un Náufrago, una serie Fuerzas Armadas, buscando la neutralidad o apoyo
de artículos escrita para el periódico El Espectador de estas últimas:
por Gabriel García Márquez en abril de 1955 sobre
el naufragio de ocho miembros de la tripulación El retorno a la normalidad jurídica, vivamente
del destructor “Caldas” de la Armada Nacional. La ansiado por todos los partidos, traerá el retorno
embarcación no expulsó a los marinos en medio de de las Fuerzas Armadas a la misión que desem-
peñaron con honor y satisfacción general en el
una tempestad; el bandazo de la nave se debió a la
tiempo inmediatamente pasado, como guardia-
carga mal estibada que viajaba en cubierta. ¿Carga
nes de los intereses internacionales y del orden
en un destructor? Sí: neveras, televisores y lavadoras
interno y como ejecutores fieles de la autoridad
escogida por el pueblo. La situación actual des-
truye todo equilibrio entre el jefe omnipotente
52 Según el proceso posterior adelantado en el Senado contra Rojas, el e irresponsable de la clase armada y el resto del
patrimonio bruto de su familia pasó de $190.000 en 1952, a $ 8.000.000,
aproximadamente, en 1956. En su defensa, Rojas lo atribuyó a los pueblo, y aún todavía, entre tal jefe y el conjunto
“obsequios” que la ciudadanía le entregaba a lo ancho y largo del de la fuerza pública, porque pone a oficiales y
país. Los acusadores señalaron a Rojas por vender carne de sus
soldados al servicio ciego de una sola persona que
hatos a las Fuerzas Armadas y de obtener provecho con millonarios
préstamos en la banca pública sin garantías suficientes. Rojas arrogándose la totalidad del poder desprestigia
Pinilla ante el Senado. El proceso, vol. II, pp. 31-43. Aunque la con sus procederes autocráticos a la institución
censura de prensa no permitió las denuncias frente a las irregula-
que dice representar y quita a la disciplina militar
ridades, el imaginario popular fue creando infinidad de formas para
expresar la inconformidad frente a hechos palmarios. El humor, por el nobilísimo carácter que tiene cuando no está
ejemplo, fue una de ellas: “Papá, papá, dice María Eugenia: tengo dedicada al servicio personal de un hombre, sino
tierra en las uñas. Cérquela, mija, cérquela, qué espera, responde
el general”. Consúltese, al respecto “El 10 de mayo o de cómo
a la tutela de las libertades y los derechos de todos
los chistes, las parodias y los cuentos tumbaron una dictadura”. los ciudadanos54.
Medellín: (s.p.i.), 1957. Revistas extranjeras como Time suplieron a
los medios nacionales. Según la publicación del 16 de julio de 1956,
Rojas se había convertido en el primer ganadero del país con nueve
grandes haciendas y miles de cabezas de ganado. Con respecto a
los militares, dijo en febrero 5 de 1957: “se rodearon de toda clase
de comodidades, como equipos importados de televisión, alimentos
enlatados y un club de oficiales fabulosamente lujoso… Encontra- 53 Gabriel García Márquez.(1987). Relato de un náufrago. Bogotá: Oveja
ron fácil la obtención de préstamos para sus negocios, recibieron Negra. Según Tad Szulc: “Las denuncias sembraron inconformidad
comisiones al efectuar negocios militares y usaron los obreros del en importantes círculos militares para quienes Rojas deshonraba a
gobierno en sus haciendas”. Alberto Donadío ha dedicado un libro las Fuerzas Armadas con su inmoralidad y deshonestidad”. Entre
a la corrupción durante el gobierno de Rojas: El uñilargo. (2003). ellos se contaba el general Luis Ordóñez. Véase: Twilight of the
Medellín: Hombre nuevo editores. Para Diego Montaña, la dictadura tyrants. (1959), p. 229. New York: Henry Holt.
develó a los militares como “agresivos latifundistas”. Colombia, país 54 Declaración de Benidorm. Laureano Gómez y Alberto Lleras, julio
formal y país real. (1963). Buenos Aires: Platina. 24 de 1956.

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Universidad Pedagógica Nacional

Como se sabe, la oposición obtuvo un severo 4. El último embate


impulso con la insólita explosión del 7 de agosto de La composición de la Junta Militar que le sucedió en
1956 en la ciudad de Cali. Originada en un descuido el cargo fue decidida por el propio Rojas: Gabriel Pa-
del Ejército, que parqueó camiones cargados con rís, Rafael Navas, Luis Ordóñez, Deogracias Fonseca
explosivos en la calle sin aviso alguno, fue tratada y Rubén Piedrahita. La historia debate si la Junta fue
por Rojas como “sabotaje de la oposición”. creada con el propósito de restablecer al General
Según algunos autores, la magnitud del hecho cuando las condiciones de gobernabilidad lo permi-
produjo manifestaciones de descontento en las tieran, o si fue instaurada de manera momentánea
Fuerzas Militares55. No obstante, la confianza de en el poder para asegurar la realización inmediata
los uniformados ante Rojas fue advertida de nuevo de elecciones presidenciales, como el mismo Rojas
por el General París en enero de 1957: “Rojas Pinilla, lo ordenó en su alocución de retiro.
presidente 1958-1962, por decisión inmodificable de Lo cierto es que Rojas escogió a sus más leales
las Fuerzas Armadas”56. El “Frente Civil” creció en comandantes y aseguró en puestos claves de las
afectos y a él se unieron Ospina, Urdaneta y Gui- Fuerzas Armadas a sus seguidores. Diversos testi-
llermo León Valencia. La Iglesia, con su cardenal monios describen la confianza del General por su
Crisanto Luque asumió una posición beligerante regreso y el disgusto por la deslealtad y la traición
contra Rojas. El 20 de marzo de 1957 se firmó el de “los quíntuples” cuando finalmente avalaron el
pacto definitivo contra la reelección de Rojas. Los retorno de los partidos al escenario de la política
partidos políticos liberal y conservador se compro- nacional y del poder.
metieron a: Rafael Navas Pardo, el hombre fuerte del go-
bierno más cercano a Rojas, y Luis Ordóñez, el
Crear un gobierno civil que se ejerza a nombre de comandante del servicio de inteligencia, fueron
los dos partidos, que los represente por igual, en señalados mucho tiempo después por el presidente
el cual ambos colaboren y que esté sostenido por de la Junta, Gabriel París, de intentar un golpe de
una sólida alianza que no permita su naufragio ni
cuartel a mediados de 1957. En su concepto, sin
lo deje inclinarse hacia la hegemonía57.
embargo, no era un golpe para restaurar a Rojas:
Navas encabezaba el intento para asumir el poder
Los expresidentes en su totalidad, las direcciones
con toda su ambición58. Las intenciones de Navas
de los partidos liberal y conservador, los gremios
fueron abortadas cuando los demás miembros de
y la iglesia, exigieron la salida de Rojas. Un sector
la Junta descubrieron el montaje de una emisora
del conservatismo y la llamada “Dirección Nacional
clandestina y ordenaron la detención de oficiales
Liberal Popular”, continuaron apoyando a Rojas,
afectos a Navas59.
junto a la Confederación de Trabajadores de Co-
Alberto Duarte Blum, el Comandante del Ejército
lombia –CTC– y diversos sindicatos de base. Sin
en época de Rojas y Ministro de Justicia, fue separado
embargo, el bloqueo económico, la movilización
de su cargo por la misma Junta, que lo relacionaba
estudiantil y, por último, el paro patronal y bancario
con rumores de revuelta en noviembre de 1957 para
promovido por Fenalco y la Andi, con la orientación
impedir la votación del plebiscito que aprobó al
de Alberto Lleras, alcanzaron su objetivo el 10 de
Frente Nacional. En marzo de 1958, tres capitanes;
mayo de 1957.
Gabriel Puyana, Guillermo Rodríguez y José Jaime
Rodríguez, procuraron liderar un golpe que instau-

55 Willy, Muri. (1975). L’armée colombienne, étude d’une institution


militaire dans ses rapports avec la societé en transition. 1930-1974, 58 París, Gabriel. Declaraciones concedidas al periódico El Tiempo,
p.71. Thèse, Université de Paris V. Lecturas Dominicales, octubre de 1996.
56 Diario Oficial, enero 26 de 1957. 59 Téllez, Edgar y Sánchez, Álvaro.(2003). “Ruidos de sables”. Bogotá:
57 Pacto del 20 de marzo. Alberto Lleras y Mariano Ospina, 1957. Planeta.

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rara una nueva Junta compuesta por los coroneles Fuerzas Armadas entran a la política, lo primero
Alberto Ruiz Novoa, Gabriel Revéis Pizarro y Ge- que se quebranta es su unidad porque abre la
rardo Ayerbe Chaux. El movimiento, que consultó a controversia en sus filas. El mantenerlas apartadas
Lleras Camargo, fue desalentado por su rechazo. En de la deliberación pública no es un capricho de la
abril de 1957, varios coroneles propusieron a Navas Constitución, sino una necesidad de su función.
Si entran a deliberar entran armadas.
Pardo que continuara en el poder. En su criterio, los
civiles no estaban preparados para asumir el man-
La política mina la moral y la disciplina de las
do y libraban una campaña para desprestigiar a las
Fuerzas Armadas que al transgredir el límite de
Fuerzas Armadas. El entonces mayor Álvaro Valencia
sus funciones entran a la política y la dañan. La
Tovar se opuso a la idea, y Navas Pardo opinó que no dañan porque nadie las invita a entrar a la política,
estaba dispuesto a perpetuarse en el gobierno. sino con el ánimo de que echen bala por su cuenta,
El último intento se ejecutó el 2 de mayo, dos pongan los muertos, destruyan a sus enemigos
días antes de las elecciones presidenciales, encabe- y defiendan intereses ajenos a las conveniencias
zado por el Comandante del Batallón Número 1 de generales de la República. Al término de las ex-
Policía Militar, coronel Hernando Forero Gómez, tralimitaciones, las Fuerzas Armadas regresan a
quien creía contar con el apoyo de Ordóñez y Na- su oficio primitivo rodeadas de adversarios, sin
vas, del Director de la Policía Quintín Gómez, del prestigio, sin gloria y sin amigos.
Comandante de la Fuerza Aérea Alberto Pawels, y
de numerosas guarniciones del país. Rojas Pinilla, Yo no quiero que las Fuerzas Armadas decidan
entre tanto, esperaba el desenlace de los hechos en cómo se debe gobernar a la nación en vez de que
Santo Domingo, para trasladarse de inmediato a lo decida el pueblo, pero tampoco que los políti-
Bogotá y reasumir el poder. cos decidan cómo se debe manejar a las Fuerzas
Armadas en su función técnica, en su disciplina,
El plan del golpe consistió en detener a los cinco
en sus reglamentos, en su personal. Las dos inva-
miembros de la Junta, al Comandante del Ejército
siones son funestas, pero en cualquier caso salen
Iván Berrío, y al virtual presidente Alberto Lleras
perdiendo las Fuerzas Armadas60.
Camargo, controlar militarmente a Bogotá, garanti-
zar el inmediato regreso de Rojas y obtener el apoyo
Se abrieron así las puertas de un nuevo pacto y
de los militares en todo el país. Sin embargo, falló
una nueva relación entre civiles y militares que se
porque no pudieron localizar al almirante Rubén
profundizarán a lo largo del Frente Nacional.
Piedrahita y porque el oficial de policía, encargado
de detener a Lleras, defeccionó y terminó entre-
gándolo por error a una patrulla leal del Batallón 5. Conclusiones
Guardia Presidencial. En 1953, en el momento en que Gustavo Rojas
Con el fracaso del movimiento y el asilo político Pinilla produce el llamado “golpe de opinión” en
de la mayoría de los participantes, entre los cuales Colombia, trece de los veinte Estados latinoame-
se encontraba el posteriormente célebre teniente Al- ricanos se hallaban bajo el poder marcial. Algunos
berto Cendales, Alberto Lleras Camargo fue elegido más, como Bolivia, tenían un presidente civil pero
presidente con 2.482.984 votos, frente al candidato de facto. En muchos de ellos, la constitución se en-
opositor al Frente Nacional, Jorge Leyva, quien ob- contraba interrumpida o no contemplaba procesos
tuvo 614.816 sufragios. Con ese abultado resultado, de elección y sucesión presidencial. Al generalizar
la legitimidad rodeó al nuevo presidente quien, días las circunstancias, el golpe de Estado propinado
más tarde, el 15 de mayo dirigió a los militares el por Rojas ha sido analizado muchas veces como
recordado discurso del Teatro Patria: parte de la irrupción que los militares protagoni-

La política es el arte de la controversia por exce-


lencia. La milicia, el de la disciplina. Cuando las 60 Citado por Tellez y Sánchez. Op. cit., pp. 26 y 27.

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zan con respecto a la política y el poder en todo militar descontenta frente a un ejército anacrónico
Latinoamérica. incapaz de castigar la corrupción del cacicazgo re-
Sin embargo, vale la pena detenerse en una breve gional y de asumir la renovación de las instituciones
referencia a otros procesos seguidos por ejércitos del públicas. Los militares apoyan el “Estado Novo” de
continente cuya semejanza se busca con el carácter Getulio Vargas y sus proyectos de modernización e
de la jefatura y concepción de Rojas, para captar de industrialización. Juegan, a partir de esta coyuntura,
inmediato sus visibles diferencias. un papel “moderador” sobre la crónica inestable del
En el caso de Argentina, a diferencia de Colom- sistema político. Derrocan gobiernos sin asumir en
bia, los militares parecen haber sido formados para ningún caso el poder y se movilizan en función del
una misión social y política de trascendencia. Preci- “progreso” del país64. Inmersos en este proceso, de-
samente, una investigación de Alain Rouquié perci- sarrollan una sofisticada ideología corporativa que
be desde 1918 las “fórmulas audaces y prematuras” fundamenta la doctrina de seguridad nacional y los
que constituirán el “leitmotiv” del intervencionismo insta a dirigir el Estado por encima de los civiles, a
militar. Es más, en un discurso concreto del director partir de 1964.
del Colegio Militar de Buenos Aires, Rouquié en- En Colombia, por el contrario y tal como opina
cuentra en 1920 los elementos de un mesianismo Marco Palacios (autor y analista político), el término
subyacente al posterior activismo militar61. “militar” que califica al gobierno de Rojas requiere
En las filas de los oficiales argentinos creció la precisiones. “La legitimidad inicial del régimen pro-
autoconcepción de una casta militar compuesta vino de su proyecto de pacificación y reconciliación
por los “elementos más puros de la sociedad”62, nacional”65. Además, el gobierno se instaló sobre las
cuyo sueño será materializado por el nacionalismo bases partidistas del conservatismo ospino-alzatista,
popular peronista. Por consiguiente, en lugar de las en tanto que la élite liberal aduló a Rojas con los
élites, el 17 de octubre de 1945, fue una enorme masa títulos de “Salvador de la Patria” y “Libertador”. La
de “descamisados” quien exigió en la histórica Plaza incertidumbre de Rojas por acceder o no al poder
de Mayo la presencia del coronel Juan Domingo fue resuelta, como atrás se dijo, con la participación
Perón en el poder. Los militares argentinos, desde dramática pero fundamental de los civiles, quienes
entonces, comprendieron que tenían la capacidad además decidieron las cabezas de los ministerios.
para asumir por sí solos el poder, aplastando a los Si bien el gasto militar y de policía creció
partidos tradicionales, si contaban con el apoyo durante su período, el gobierno de Rojas no fue
popular63. tampoco una dictadura recalcitrante. Proscribió
El “tenientismo” de 1922 en Brasil, por su parte, al Partido Comunista, pero no persiguió con saña
expresa el surgimiento de una nueva y joven élite y a muerte a sus militantes. Cerró los periódicos
El Tiempo y El Espectador, pero permitió que El
Intermedio y El Independiente aparecieran en su
61 ��������������������������������������������������������������������
Alain Rouquié. (1978). Pouvoir militaire et societe politique en Re-
publique Argentine. Paris, Presses de la Fondation Nationale des reemplazo. Cuando recién se perfilaba con proyec-
Sciences Politiques. Op. cit., p. 73. to político propio, recibió la oposición de todos
62 Juan R. Beltrán. “Misión del oficial frente a los problemas sociales los sectores que lo habían entronizado y se inició
contemporáneos”. En: Revista Militar, septiembre de 1936, p. 499-
513. Buenos Aires. su derrumbe.
63 Finalmente, la tendencia será llevada al extremo por el golpe De modo que, si bien el gobierno de Rojas perfiló
de Onganía el 28 de junio de 1966: “se disolvió el parlamento –el a los militares en funciones políticas que no habían
presidente concentró en sus manos los dos poderes–y también los
partidos políticos, cuyos bienes fueron confiscados y vendidos, para
confirmar lo irreversible de la clausura de la vida política”. Cf. Luis
Alberto Romero. Breve historia contemporánea de Argentina. (1994).
México, FCE. Más consistente con el nuevo papel de los militares 64 Véase Alfred Stepan. (1971). Brasil: los militares y la política. Buenos
será el golpe del 24 de marzo de 1976, ejecutado por Videla, Massera Aires: Amorrortu Editores.
y Agosti, reconocidos hoy por su intento de silenciar a la sociedad 65 Marco Palacios. (1995). Entre la legitimidad y la violencia. Colombia,
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Facultad de Humanidades

disfrutado hasta entonces, no perdió la decisoria in- mayo de 1957, por orden patronal, bancos y fábricas
fluencia civil, partidista y eclesiástica que le dio ori- cerraron. Los estudiantes se manifestaron en la calle
gen. Cuando ciertos rasgos peronistas aparecieron y paralizaron el transporte urbano. Entonces, sin
en el General con la organización del Movimiento de resistencia, Rojas depositó el gobierno en una junta
Acción Nacional –MAN– y la creación de una nueva integrada por cinco generales de extracción conser-
central sindical, la Confederación Nacional de Tra- vadora que propició el regreso del bipartidismo en
bajadores –CNT–, las mismas facciones civiles que medio de constantes dudas y conatos de restauración
lo llevaron al gobierno le declararon la oposición. En de Rojas o golpes de cuartel.

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