Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TEMA AUT08.
SISTEMAS NEUMATICOS E HIDRÁULICOS (1)
Universidad de Valencia
Impresión.
ÍNDICE
- Sistemas mecánicos.
- Sistemas oleohidráulicos.
- Sistemas electromecánicos.
- Sistemas neumáticos.
Cada uno de ellos tiene una serie de características que le hacen más apropiado para de-
terminadas aplicaciones.
De una manera muy simple, podemos encuadrar los diferentes sistemas por una mera com-
paración entre ellos, atendiendo a características tales como el coste, los niveles de fuerza que
son capaces de desarrollar, la precisión que se puede conseguir con sus tecnologías, las caden-
cias o ritmos de trabajo que se pueden alcanzar, etc.
Así, en la gráfica anterior, vemos que para niveles de fuerza bajos y medios, los sistemas
neumáticos resultan los más económicos. Es decir, para un mismo nivel de fuerzas, de entre las
distintas alternativas existentes, el sistema neumático es el más económico. Lógicamente esto
debe entenderse como una generalización, que se cumple en la mayoría de los casos.
Otro aspecto importante que condiciona la tecnología a emplear es la precisión que se pue-
de alcanzar en el desarrollo de los movimientos. Unido a la precisión tendríamos el concepto de
“control del movimiento”.
Por último, otro factor cada vez más importante en la lucha por el aumento de la producción
y la eficacia del proceso producido, es la relación entre el coste y el ritmo de trabajo o cadencias
de trabajo que nos permiten los distintos sistemas. Este es, sin duda, el punto fuerte de los siste-
mas neumáticos. Los sistemas neumáticos permiten altas cadencias de trabajo a un bajo coste.
Esta relación tan favorable, es sin duda, la que justifica la elevada implantación de esta tec-
nología en los procesos productivos industriales. Esto permite elevadas producciones, cortos pe-
ríodos de amortización, y mantenimiento económico de las líneas productivas..
1.1.1.. Disponibilidad.
Además, existen equipos portátiles para poder disponer de manera cómoda y económica de
aire comprimido en cualquier localización.
1.1.2.. Almacenamiento.
1.1.4.. Economía.
La instalación tiene un coste relativamente bajo debido al coste modesto de los componen-
tes. Tampoco el mantenimiento es costoso debido a su larga duración sin apenas averías.
1.1.5.. Fiablilidad.
Si la instalación es de calidad, a los sistemas neumáticos apenas les afectan las condicio-
nes externas de suciedad, temperatura, etc.
Los sistemas neumáticos se proveen de aire del entorno, y devuelven ese mismo aire al en-
torno. Hoy en día, para los componentes de la mayoría de los fabricantes, no es necesario dispo-
ner de lubricación, con lo que el aire que se devuelve a la atmósfera es un aire relativamente lim-
pio.
1.1.8.. Seguridad.
El aire comprimido se genera a partir de la propia atmósfera, por lo que nos encontramos
con una mezcla de nitrógeno (aproximadamente el 78%), oxígeno (aproximadamente 21%), ar-
gón, dióxido de carbono, y otros gases en pequeña magnitud.
Así mismo, el aire es un gas, y como tal tiene ciertas propiedades que es interesante cono-
cer.
Los gases, debido a su propia naturaleza no tienen forma definida, ni ocupan un espacio
concreto, sino que pueden encontrarse en distintos estados que es necesario determinar. Así,
para indicar el estado de un gas, es necesario indicar el valor de tres magnitudes interrelaciona-
das y determinantes para conocer el estado en que se encuentra el gas.
Esta ley define el comportamiento de una masa gaseosa fija, a una temperatura determina-
da y constante, y se expresa como : “el volumen ocupado por una masa gaseosa a temperatura
constante, está en razón inversa a su presión”.
La curva que representa los estados de un gas a temperatura constante se denomina “iso-
terma” del gas, y tiene el siguiente aspecto.
P1 ⋅ V1 = P2 ⋅ V2 = cte
De donde:
P1 ⋅ V1
P2 =
V2
2.1.2.. Ley de Gay Lussac.
La ley de Gay Lussac, define que el volumen final de una masa gaseosa, manteniendo la
presión constante, es directamente proporcional a la temperatura absoluta del mismo. Esto es lo
que ocurre en las transformaciones de estado denominadas “isobaras”, en las que el parámetro
que permanece constante es la presión.
V1 V2 V3
= = = cte
T1 T2 T3
V − V0
α =
V0 ⋅ t
De donde:
V = V0 (1 + α ⋅ t )
Lo que permite calcular el volumen V ocupado por un gas de volumen inicial Vo cuando su
temperatura se ha elevado tºK.
La tercera ley hace referencia a las transformaciones en las que el parámetro que permane-
ce constante es el volumen.
P1 P2 P3
= = = cte
T1 T2 T3
Esta variación de presión viene dada por una constante de proporcionalidad β que relaciona
el incremento de temperatura con el incremento de presión experimentado. La expresión a utilizar
sería la siguiente:
P = P0 (1 + β ⋅ t )
Y el valor de esta constante, al igual que la de α, es independiente de la naturaleza del gas,
de la presión inicial y de la temperatura, y se aproxima a:
1
α =β = = 0.00366
273
Todas las relaciones anteriores, se combinan para proporcionar la “ecuación general de los
gases perfectos”.
P1 ⋅ V1 P2 ⋅ V2 P3 ⋅ V3
= = = cte
T1 T2 T3
De esta manera la ley dice: “Si un líquido de peso específico P, fluye horizontalmente por un
tubo de diámetro variable, la energía total en los puntos 1 y 2 es la misma”.
1 1
P1 + δ ⋅ V12 = P2 + δ ⋅ V22
2 2
De donde se obtiene:
1
ΔP = δ (V12 − V22 )
2
El aire comprimido es aire bajo presión. Es muy importante, por lo tanto, conocer los diferen-
tes conceptos asociados a la presión, y las distintas unidades que se emplean para su medida.
La presión es la magnitud que relaciona una fuerza con la superficie sobre la que se aplica.
Fuerza
P=
Superficie
Como en el Sistema Internacional la unidad de fuerza es el Newton, y la unidad de superficie
es el metro cuadrado, la unidad de presión (denominada Pascal), tiene la siguiente expresión:
1 Pa = 1 N/m2.
Dado que en este caso, la unidad de fuerza es muy pequeña, y la unidad de superficie es
muy grande, el cociente de ellos resulta de una magnitud muy poco utilizable en el mundo indus-
trial, lo que obliga a la utilización de múltiplos. (Fundamentalmente el kPa, y el MPa).
Además, también es habitual encontrarnos en la industria con las unidades del antiguo Sis-
tema Técnico, de esta manera, tendremos las siguientes equivalencias:
En cuanto a la presión a medir, hay que diferenciar entre la presión absoluta, y la presión
relativa (o manométrica).
Este concepto es importante porque cuando nosotros utilizamos aire comprimido, obtene-
mos el trabajo de la energía acumulada en forma de presión. Esto significa que el trabajo que po-
dremos desarrollar dependerá de la diferencia de presiones existentes. Como nosotros tomamos y
devolvemos al aire a la atmósfera, sólo consideraremos aire comprimido a aquel que se encuentre
con valores de presión mayores de la atmosférica.
Es por esto, que lo habitual es trabajar con valores de presión relativa a la atmosférica, ya
que este valor de presión nos da idea realmente de la energía acumulada para la generación de
trabajo.
Otro parámetro importante en los sistemas neumáticos es el caudal. Al igual que el fluido
eléctrico, el aire fluye hacia el punto de menor energía. Así, se puede establecer una analogía
entre el fluido eléctrico y aire. Al igual que en electricidad es necesaria una diferencia de potencial
para que fluya, en el aire es necesaria una diferencia de presiones. Así, el símil a la tensión, sería
la presión.
Por esta razón, se trabajan con valores que representan la “capacidad de paso” de un cierto
elemento para unas condiciones concretas. Debido a la naturaleza del fluido, existen dos for-
mas en las que el aire fluye, dependiendo básicamente de la diferencia de presiones a la que se
haya sometido.
El aire, contiene siempre una cierta cantidad de agua en forma de vapor. Esta cantidad de
agua que el aire es capaz de contener depende únicamente de la temperatura del mismo.
Cuando por alguna circunstancia la cantidad de agua es mayor de la que el aire es capaz de
contener, ésta es expulsada en forma de condensación.
Así, después de una noche fría, en la que las temperaturas han bajado considerablemente,
es fácil encontrarse con “escarcha” en las plantas, ya que al descender la temperatura del aire,
disminuye la cantidad de agua admisible y el resto es condensada.
Existen gráficas y tablas (como la que aparece a continuación) que cuantifican la cantidad
de agua máxima que puede admitir el aire en condiciones estándar ó atmosféricas. Estos valores
reflejan los denominados puntos de condensación o humedad de saturación (hs).
El valor de la cantidad real de agua que hay en el aire, es lo que se conoce como humedad
absoluta (hab), aunque este dato rara vez es conocido.
De esta manera, si el aire tiene una temperatura determinada y una humedad relativa del
50%, nos está indicando que el agua existente es la mitad de la humedad de saturación para esa
temperatura.
Existe un último concepto que determina la humedad existente en el aire que se conoce co-
mo punto de rocío.
Este parámetro, que se expresa como una temperatura, es la temperatura en la cual el aire
pasa a estar saturado, es decir, la temperatura para la cual la humedad absoluta y la humedad de
saturación coinciden, y por tanto la humedad relativa pasa a ser del 100%.
Este es un dato que a menudo crea confusión en la industria, ya que es habitual confundir el
punto de rocío del aire que es capaz de proporcionar el equipo de generación de aire comprimido,
con el punto de rocío de la instalación a la que alimenta.
Es importante indicar que el punto de rocío de un aire, está ligado a las condiciones de pre-
sión, ya que como hemos visto anteriormente, la cantidad máxima de agua que el aire es capaz
de retener es independiente de la presión.
Así, si nosotros tenemos un aire en condiciones atmosféricas con un punto de rocío de 0 ºC,
nos está indicando que la cantidad de agua que contiene es de aprox. 5 g/m3. (ver gráfica) Si no-
sotros comprimimos 2 metros cúbicos de este aire a una presión manométrica de 0.1 Mpa, dis-
pondremos de la cantidad de agua que antes contenían 2 metros cúbicos, en un volumen com-
primido de 1 metro cúbico. Como la humedad de condensación es independiente de la presión,
nos encontramos con un contenido de agua de aprox. 10 g/m3, con lo que el punto de rocío del
nuevo volumen de aire pasa a ser de aprox. 8 ºC.
También a la salida del mismo, es normal disponer deshumidificadores y secadores que me-
joran las características del aire comprimido suministrado.
Sin embargo, antes de utilizar este aire en nuestro sistema, debemos asegurar un correcto
tratamiento del mismo, ya que a lo largo de la propia instalación se pueden generar condensacio-
nes, corrosión, restos varios.
Así, es habitual encontrarnos tres elementos fundamentales que debemos eliminar para ob-
tener un aire de calidad:
La separación de las partículas, así como la mayoría del agua condensada y del aceite se
elimina en los filtros, existiendo diferentes tipos en función del grado de filtraje necesario.
Además, para aplicaciones más críticas con requerimientos de calidades superiores del aire
existen separadores de agua, secadores, desoleadores, etc.
Pero no sólo es necesario disponer del aire limpio, sino que además es necesario adecuar la
presión a la utilización concreta.
También pueden haber casos, (cada vez menos), en los que es necesario lubricar el aire pa-
ra su utilización en determinados componentes que así lo requieren. Fundamentalmente herra-
mienta neumática como amoladoras, atornilladores, motores neumáticos, etc.
3. 1. FILTRAJE.
Como hemos visto, el tratamiento básico del aire es el filtraje. El grado de filtraje necesario
depende de la aplicación concreta, y existen una gran variedad de filtros en el mercado para con-
seguir la calidad adecuada.
Los propios fabricantes suelen orientar sobre la aplicación de sus productos para conseguir
ciertas calidades del aire.
Cada aplicación necesita de unos grados de filtraje diferentes, siendo importante conocer los
requisitos de la aplicación y los diferentes filtros que nos garantizan esta calidad.
SMC recoge en la siguiente tabla una orientación de los elementos necesarios para cada
aplicación tipo, así como la calidad del aire que se obtiene con estos elementos.
La separación de las partículas sólidas y del agua condensada en primera instancia se reali-
za en el filtro.
CARTUCHO FILTRANTE
TORBELLINO
SEPARADOR
ZONA DE CALMA
VASO
PURGA MANUAL
Cuando el aire entra en el filtro, éste choca con el deflector, generando un torbellino que
hace que el aire se proyecte contra las paredes del vaso a gran velocidad.
Debido al choque y a la propia inercia, las partículas de más tamaño y el agua se quedan
adheridos a las paredes laterales de vaso, decantándose hacia el fondo por efecto de la gravedad.
El remolino choca con el separador, obligando al aire a atravesar el cartucho donde quedan
retenidas las partículas menores. En los filtros de SMC el grado de filtraje del filtro estándar es de
5 micras, es decir, todas las partículas de más de 5 micras quedarán retenidas en el cartucho.
El agua que se decanta en el fondo del vaso, se extrae a través de la purga. Esta purga
puede ser manual o automática. En esta última, la apertura de la purga se produce por la acción
de un flotador. Cuando el nivel de agua pasa de un cierto nivel, el flotador abre la purga, drenando
el exceso de agua.
La selección del filtro adecuado se debe realizar atendiendo al caudal que debe filtrar, y a la
pérdida de carga admisible. Lógicamente, el filtrado ofrece una resistencia al paso del aire que
crea una pérdida de carga en la red.
Cada filtro tiene asociada una gráfica que representa el comportamiento del mismo, en la
que se pueden interpretar para cada caudal, la pérdida de carga producida.
Cuando es necesaria una eliminación de partículas de tamaño menor de 5 micras, así como
la eliminación de mayor porcentaje de aceite y agua, se requieren filtros micrónicos.
En estos filtros, no existe deflector de entrada, ya que se parte de un aire prefiltrado. El aire
entra directamente en el interior de cartucho y se ve obligado a atravesárlo.
El polvo queda atrapado dentro de los elementos microfiltrantes. El vapor de aceite y la ne-
blina de agua se convierten en líquido por una acción coalescente dentro del material filtrante,
formando así unas gotas en el cartucho filtrante que se recogen en el fondo del vaso.
Un ejemplo de estos filtros son las series AFM y AM de SMC, los cuales son capaces de
eliminar más del 99,9% de agua y aceite, así como las partículas mayores de 0,3 micras.
El principio de funcionamiento del filtro submicrónico es idéntico del filtro micrónico, diferen-
ciándose en el número de capas del cartucho filtrante.
Así, los filtros submicrónicos de las series AFD, AMD, AME de la firma SMC son capaces de
eliminar el 99,99% de agua y aceite y todas las partículas mayores de 0,01 micras, proporcionan-
do un aire de altísima calidad destinado fundamentalmente a aplicaciones de pintado electrostáti-
co, limpieza y secado de componentes electrónicos, equipos de medición neumáticos de alta pre-
cisión, etc.
3.1.5.. Purgas.
Las purgas son elementos muy importantes en las instalaciones de aire comprimido, ya que
permiten evacuar los condensados que se producen en las mismas, fundamentalmente de agua.
Así, existen puntos de las instalaciones en los que es conveniente prever un punto de des-
carga, bien porque sea un punto con riesgo de condensaciones, (bajantes, calderines, acumulado-
res, etc), o bien porque se provoque el drenaje del agua en ese punto. (bajantes, finales de línea
muerta, etc)
En estas purgas son importantes las características de caudal de descarga (cuánto volumen
son capaces de evacuar), y la resistencia a la suciedad.
En ocasiones, la mala calidad del aire hace que exista gran cantidad de agua condensada
en el aire. En estas ocasiones, los filtros estándar se ven rápidamente saturados por efecto de la
cantidad de agua que tienen que desalojar haciendo imposible su total eliminación.
Además esto provoca la rápida obstrucción de filtros, provocando grandes pérdidas de carga
en la instalación.
Para eliminar ese exceso de agua de la instalación existen los separadores de agua. Estos
son unos filtros específicos que se montan generalmente antes de la unidad de mantenimiento de
la máquina.
Como ejemplo la serie AMG de SMC está diseñado específicamente para este cometido.
Estos elementos secan el aire por acción de una membrana de fibras huecas que son per-
meables al vapor del agua, y por una diferencia de presión provocada entre el interior y el exterior
de las fibrasl
De esta manera cuando el aire húmedo entra en las fibras huecas sólo el vapor de agua se
permeabiliza a través de la membrana y sale al exterior por la diferencia de presión que existe
entre el vapor de agua que se encuentra dentro y fuera de las fibras.
El aire comprimido se convierte en aire seco y sale al exterior del secador. Parte de este aire
seco pasa a través de un pequeño orificio y es purgado al exterior de las fibras huecas. El vapor
de agua permeabilizado en el exterior de las fibras huecas es descargado a la atmósfera a través
de este aire de purga.
De esta manera se mantiene de forma constante la diferencia de presión entre ambos lados
de la membrana manteniendo el proceso de forma constante.
Es importante reseñar que este producto tiene un pequeño consumo de aire (que constituye
la purga).
Pero como principales ventajas tiene que no necesita alimentación eléctrica, no genera vi-
braciones ni calor, y además no es peligroso para el medio ambiente, ya que no contiene ningún
tipo de fluido refrigerante.
3. 2. REGULACIÓN DE LA PRESIÓN
Otro factor importante es controlar la presión del aire comprimido para poder adecuarla a la
aplicación concreta a realizar.
POMO REGULACIÓN
MUELLE
CONDUCTO ALIVIO
DIAFRAGMA
CAMARA DE COMPENSACION
SECUNDARIO
VALVULA
Cuando actuamos sobre el pomo, comprimimos el muelle, ejerciendo una fuerza sobre el
diafragma que origina la apertura de la válvula. Esto hace que el aire pueda pasar al secundario y
por tanto al circuito sobre el cual queremos controlar la presión.
El paso del aire al circuito hace que la presión aumente. Como el secundario y la cámara de
compensación se encuentran comunicados, la presión del secundario es la misma que tenemos
en la cámara de compensación.
Esta presión, actuando sobre la superficie del diafragma, supone una fuerza que se opone a
la del muelle, llegando un momento en que se equilibran, y por tanto la válvula se cierra.
Cuando por algún motivo la presión en el secundario aumenta, o hemos modificado el tara-
do del regulador descomprimiendo el muelle, la fuerza ejercida sobre el diafragma hace que éste
se levante, permitiendo que el aire escape por el alivio.
Sin embargo, un regulador de presión construido según el dibujo anterior no funcionaría co-
rrectamente debido a que la velocidad del aire en el secundario origina una succión por el orificio
que comunica el secundario y la cámara de compensación, provocando que la presión en la cá-
mara de compensación sea menor que en el secundario.
Es por esto que el regulador de presión debe ser “compensado”. Este regulador tiene una
conducción en este orificio que elimina el efecto de la velocidad del fluido.
Así, si observamos una gráfica de un regulador cualquiera, se diferencian tres zonas muy
claras en las que el regulador se comporta de manera diferente.
Existe una primera zona, para caudales bajos, en los que la presión que puede mantener en
el secundario disminuye rápidamente.
Esto se corresponde con una etapa en la que la válvula, por su sección de paso,
Esto hace que existan ciertas aplicaciones en las que no nos resulte adecuado, como cuan-
do, por ejemplo, lo montamos en la entrada de un actuador en el cual hay que prever que el aire
pueda salir.
Por este motivo, existen variantes de reguladores de presión que montan un dispositivo que
permite que el aire del secundario escape cuando desaparece la presión en la entrada del regula-
dor. Estos son los reguladores de presión con antirretorno.
Esta construcción permite la rápida evacuación del aire cuando la presión en la entrada del
regulador desaparece.
Para evitar los inconvenientes del muelle en la regulación para ciertas aplicaciones, como
por ejemplo en los reguladores de alto caudal, en los que por el tamaño del regulador deberíamos
emplear muelles muy rígidos, o muy largos en función del rango de regulación necesario, existen
los reguladores de presión pilotados internamente.
En estos reguladores, el muelle principal es sustituido por un regulador que controla la pre-
sión de la cámara que se haya en la cara superior del diafragma principal. De esta manera, el re-
gulador sólo controla un pequeño volumen y un caudal prácticamente despreciable.
Si además, como vemos en la figura, existe una diferencia de secciones importante, noso-
tros con un regulador pequeño podremos controlar grandes caudales y un amplio rango de pre-
siones.
De esta manera el operador sólo tiene que regular un muelle pequeño y con la sensibilidad
apropiada.
Dado que tanto el filtro como el regulador son dos componentes que a menudo se emplean
juntos, parece lógico intentar unirlos en un único elemento.
Estos elementos resultan muy cómodos y su utilización es muy amplia dentro de la industria.
Los multiplicadores de presión son unos elementos que nos permiten elevar la presión de
utilización por encima de la de la red. Lo habitual es tener factores de multiplicación de 1:2 , es
decir, que obtenemos como presión de salida el doble de la que alimentamos en la entrada, pero
también se pueden llegar a factores de multiplicación de 1:4.
Siguiendo el esquema, observamos que el elementos consta de dos émbolos unidos, que
delimitan 4 cámaras, las cámaras “externas” se denominan cámaras de conducción, y las cámaras
“internas” son cámaras de amplificación.
Como se observa, la entrada de aire está conectada directamente a las cámaras de amplifi-
cación a través de los antirretornos 1 y 2, que sólo permiten la entrada del aire en la cámara.
Además, el aire pasa a través de la válvula de conmutación a las cámaras de conducción, cam-
biando de cámara alternativamente en cada carrera de los émbolos.
Además tenemos los antirretornos 3 y 4, que sólo permiten la salida del aire de las cámaras
de amplificación.
Al final de esta carrera, ha quedado llena la cámara de amplificación del lado B, y por acción
de la válvula de conmutación se presuriza la cámara de conducción del lado B, y se despresuriza
la cámara de conducción del lado A. Además, tenemos el aire entrando directamente en la cáma-
ra de amplificación del lado A, con lo que volvemos a tener el doble de superficie, consiguiendo
así multiplicar la presión.
Debido a la creciente automatización de los procesos, cada vez se hacen necesarios un ni-
vel de control más elevado además de rápidos ajustes del proceso en función de diferentes pará-
metros que se deben realizar directamente desde el controlador del automatismo.
Con lo visto hasta ahora, la regulación de la presión se realiza de manera manual, siendo el
operador de la máquina el que, a través del pomo establece la presión deseada.
Existen multitud de procesos en los que esto no es permisible, siendo necesario variar la
presión de forma automática a lo largo del proceso, o en función de ciertas variables del mismo.
En estos casos se utilizan las válvulas proporcionales de presión, también conocidas como
transductores de presión, que son capaces de trasladar una señal analógica de control en un nivel
de presión a la salida.
Esto permite un control remoto de la presión desde el puesto de control de una manera
flexible, rápida y precisa.
La presión de alimentación pasará a través de la válvula principal dando lugar a una presión
en la salida. Esta presión es captada y convertida en señal eléctrica por el sensor de presión 8, el
cual realiza una realimentación al circuito controlador 9. El controlador realizará un balance entre
la señal de mando y la presión de salida, asegurando que ésta última permanezca proporcional a
la señal de mando.
En este caso, la presión del diafragma se consigue a través de dos válvulas, una que se
alimenta de la presión de entrada, y otra que está comunicada a la atmósfera.
Estas válvulas abren un amplio abanico de aplicaciones tales como control de la presión en
las pistolas de soldadura, en las boquillas de pintura, control de frenos neumáticos para el control
de la tensión en bobinas, ensayos de calidad, manipulación ingrávida de distintas cargas, etc.
En los sistemas automáticos, cada vez es más necesario abastecer de información al con-
trolador. Al igual que ocurría con las válvulas proporcionales, donde teníamos la necesidad de
que fuese el propio controlador el que estableciese el nivel de presión oportuno, también es nece-
sario que el controlador verifique el nivel de presión ó consumos de caudal del proceso.
Mientras que un presostato es capaz de darnos una información relativa a la presión, pero
sin conocer la presión real, un transductor de presión nos hace una conversión entre la presión
real y una señal eléctrica proporcional.
Así, un presostato sería algo similar a un “interruptor” que conmuta para un cierto valor de la
presión (generalmente regulable), y que se utiliza para comprobar un nivel mínimo o máximo de
presión.
Hoy e día, y debido a la implantación de la electrónica, es muy difícil para ciertos elementos
hacer una clasificación pura entre presostatos y transductores, ya que nos encontramos con pre-
sostatos digitales, que integran un display en el que se visualiza la presión real, e incluso con sali-
das analógicas proporcionales a la presión medida, integrando pues ambos productos en uno.
SMC cuenta con la opción de sensor remoto convencional, y con el denominado controlador
multicanal, en el cual se pueden conectar hasta 4 sensores distintos en un mismo display, consti-
tuyendo un importante ahorro de elementos e instalación.
3.3.2.. Flujostatos.
De la misma manera que es interesante conocer el dato de presión de un sistema, cada vez
es más habitual necesitar información con respecto al caudal.
Existen aplicaciones en las que es muy importante asegurarse de que existe un caudal mí-
nimo circulando, (secado de componentes electrónicos), o uno máximo.( inspección de fugas).
Para compensar el efecto de la temperatura del fluido, el flujostato monta un primer sensor
que mide la temperatura en la entrada.
Las principales ventajas de este tipo de flujostato son la ausencia de partes móviles, y que la
absorción de calor es proporcional a la masa de aire que circula, siendo posible medir el caudal
independientemente de la presión y la temperatura.(dentro de los rangos permisibles)
Las familias PF2A y PFM de SMC abarcan un rango de caudales desde 0 a 12000 Nl/min,
configurando la mayor gama del mercado.
Aunque cada vez menos habitual, la lubricación del aire comprimido puede ser necesaria
para ciertas aplicaciones.
Antiguamente todos los elementos neumáticos precisaban para su funcionamiento que el ai-
re suministrado tuviese una cierta cantidad de aceite en suspensión para permitir la lubricación de
las partes internas.
Hoy en día, la mayoría de los elementos montan una grasa especial que asegura su correc-
to funcionamiento a lo largo de toda su vida útil.
Además, debido a las cada vez más exigentes normativas de conservación medioambiental,
(ISO 14000), y los restos de aceite generados en los escapes a la atmósfera de los elementos, el
uso de los lubricadores se ha restringido a la utilización de cierta herramienta neumática.
En un lubricador (proporcional) se crea una caída de presión entre la entrada y la salida, di-
rectamente proporcional al caudal unitario y se hace subir el aceite del vaso al visualizador del
goteo.
Con un tamaño fijo de restricción, un caudal unitario muy alto provocaría una caída de pre-
sión excesiva y produciría una mezcla de aire / aceite que contendría demasiado aceite y que
inundaría el sistema neumático.
Para solventar estos problemas, los lubricadores tieneen secciones transversales auto-
reguladas para producir una mezcla constante.
El aire que entra por la alimentación sigue dos caminos: fluye por la paleta amortiguadora
hacia la salida y también entra en el vaso del lubricador por la válvula de retención.
Cuando no hay caudal, existe la misma presión sobre la superficie del aceite en el vaso, en
el tubo del aceite y en el visualizador del goteo. Por consiguiente, no hay movimiento de aceite.
Cuando le aire fluye por la unidad, el retractor del visualizador de goteo provoca una caída
de presión entre la entrada y la salida. Cuanto más elevado es el caudal, más grande es la caída
de presión.
Puesto que el visualizador del goteo está conectado por un orificio capilar a la zona de baja
presión inmediatamente después del mismo, la presión es inferior a la del vaso.
Esta diferencia de presión fuerza la subida del aceite en el tubo, por la válvula de retención
del aceite y el regulador de caudal hasta el visualizador.
Una vez en el visualizador, el aceite se infiltra por el orificio capilar en la corriente de aire
principal de mayor velocidad. El aceite se rompe en partículas minúsculas, se atomiza y mezcla
homogéneamente con el aire debido al torbellino creado por la paleta amortiguadora.
Cuando trabajamos con herramientas neumáticas, éstas requieren mayor cantidad de lubri-
cación, y sobre todo, en ciertos momentos como por ejemplo al ponerse en marcha después de
un tiempo.
En estos casos se utiliza la lubricación por inyección, que básicamente es una bomba que
aporta pequeñas cantidades de aceite cuando reciben una señal neumática.
Existen dos tipos de centrales de lubricación en función del caudal y del tipo de conexión en
la red.
En este modelo la diferencia de presión entre la entrada y la salida se hace con un regulador
de presión adicional, el cual asegura una diferencia de presión regulable de manera prácticamente
independiente del caudal de paso.
Este tipo de centrales de lubricación ofrecen las mismas características de micro niebla que
el anterior, pero además ofrece las ventajas de ser apropiada para mayores caudales, y de no
crear ninguna pérdida de carga e la instalación.
Esto es así, porque se monta en paralelo con la red a la que aporta el aceite, y las partículas
de aceite son inyectadas gracias ala sobre-presión que se genera con el multiplicador de presión
incorporado.
4. VÁLVULAS DISTRIBUIDORAS.
Así, las válvulas nos permiten presurizar y despresurizar diferentes partes del circuito a vo-
luntad.
Según su forma constructiva, nos encontramos con válvulas de asiento (o de clapet), válvu-
las de corredera, y válvulas rotativas. Veamos de manera rápida las características de cada una.
En este tipo de construcción, las secciones de paso generalmente son orificios circulares, y
el cierre se produce por un elemento que se desplaza perpendicularmente a la superficie del orifi-
cio.
Así, en estas válvulas, la superficie de cierre suele ser una corona circular. Estas válvulas
tienen la ventaja de que el material de cierre no sufre deslizamiento, y por tanto la vida suele ser
mucho mayor.
También tiene como ventaja que para las válvulas 2/2 y 3/2 permite construcciones muy
sencillas. Además también permite respuestas rápidas, ya que la superficie de paso se abre de
manera casi instantánea.
En estas válvulas, la conmutación se realiza por la acción de una corredera que se desliza
en el interior de un cilindro sobre el que se le practican los orificios de paso.
Éstas válvulas permiten una construcción sencilla y económica de las válvulas 5/2 y 5/3, pe-
ro tienen como inconveniente el desplazamiento del elemento de cierre que provoca desgaste, y
la apertura progresiva de las secciones de paso.
En estas válvulas, la interconexión entre las distintas vías se realiza con un disco que, en
función de la posición adoptada comunica unas vías con otras.
Es muy apropiada para mandos manuales, ya que el movimiento de la palanca es muy có-
modo para el operador.
Como ejemplo vemos una válvula de 4 vías, en la que se representa la construcción y las
distintas posiciones del disco interior para conseguir las distintas posiciones, así como las cons-
trucciones de centros cerrador, y de centros a escape.
La misión de las válvulas, es cambiar la conexión entre las vías, para permitir las maniobras
oportunas. Como mínimo nos encontraremos válvulas de 2 posiciones (o más).
La naturaleza de la orden necesaria para conmutar la válvula nos permite otra clasificación
de las válvlas.
Accionamientos manuales:
Estas válvulas se suelen emplear en pequeños útiles sencillos, y suelen ser bastante eco-
nómicas.
También se suelen emplear en ambientes en los que existe riesgo de explosión y en los que
es desaconsejable el empleo de la electricidad.
Pedal
Cuando se utiliza la acción de una bobina para provocar el cambio de la válvula, se llaman
electroválvulas, y pueden ser de acción directa o servopilotadas.
Las válvulas de acción directa suelen ser de tamaño pequeño, ya que toda la fuerza necesa-
ria la debe realizar la fuerza electromotriz provocada por la bobina.
Señal OFF
Señal ON
Como principales ventajas suelen tener, tiempos de respuesta bajos, ya que la excitación de
la bobina es rápida, y el poder trabajar con circuitos a baja presión en incluso con vacío.
En estas electroválvulas, la bobina solamente se utiliza para abrir una válvula auxiliar de pe-
queño tamaño que direcciona el aire comprimido hacia un émbolo que es el que realiza la conmu-
tación de la corredera.
Esto permite actuar válvulas de gran tamaño con pequeños consumos eléctricos.
El principal inconveniente de estas válvulas es que no pueden trabajar con presiones bajas,
ya que requieren una presión mínima para poder conmutar.
Este problema se puede solventar disponiendo de una toma exterior por la que se alimenta-
ría la válvula auxiliar. Este tipo de válvulas se denominan de pilotaje externo y permiten trabajar a
baja presión e incluso con vacío.
El primero de los números nos indica el número de conexiones, orificios o “vías” que la vál-
vula interconexiona.
- Monoestables. Son aquellas que tienen una posición que prevalece. Es decir, que tie-
nen una posición en la se mantendrá siempre que no exista una acción que le obligue a
cambiar. Además, retornará a esa posición una vez que haya desaparecido la acción
que le hace cambiar.
- De 3 posiciones. Estas son unas variantes particulares de válvulas que sí tienen una
posición de preferencia, (la central), pero además pueden tener otras dos posiciones
más, las cuales retornan a la posición central una vez desaparece la acción de cambio.
Esta válvula es de dos vías, (una entrada y una utilización), que se pueden combinar de dos
maneras.
Lógicamente estas dos posiciones suelen ser abierta o cerrada. Pero lo normal es que estas
válvulas sean monestables, teniendo una posición de reposo. En función de si la válvula en esta
posición de reposo está abierta o cerrada, tenemos válvulas 2/2 N.A. (normalmente abierta), o
válvulas N.C. (normalmente cerrada)
NC
NA
Estas válvulas tienen una vía adicional. Como hemos visto las válvulas 2/2, (conocidas tam-
bién como válvulas de corte), pueden abrir o cerrar una conducción.
El cometido de las válvulas 3/2 es abrir el paso de presión a la salida en una posición, y
descargar esa utilización a la atmósfera al tiempo de cierran la alimentación, en la otra posición.
Al igual que las válvulas 2/2, suelen ser monoestables dando lugar a las 3/2 N.A. y las 3/2
N.C.
NC
NA
Con las válvulas vistas hasta ahora, nosotros presurizábamos o despresurizábamos una
única utilización. Cuando tenemos actuadores de doble efecto, (que son la inmensa mayoría),
necesitamos controlar dos cámaras. Es en este caso cuando empleamos válvulas 4/2 y 5/2 fun-
damentalmente.
En estas válvulas tenemos las mismas 5 vías que en las 5/2, pero disponemos de una posi-
ción adicional (la central), que puede ser de tres tipos distintos, dando nombre a la válvula.
Así, tendremos:
5/3 centros cerrados. En las que la posición central se suele utilizar para
realizar paradas intermedias o de emergencia.
5/3 centros a escape. Que nos permiten despresurizar las dos cámaras
del cilindro.
Existe otro tipo de electroválvulas que permite hacer montajes en bloque muy compactos
debido al ahorro de espacio que brindan.Estas válvulas son las dobles 3/2, y consisten en dos
válvulas 3/2 montadas sobre el mismo cuerpo. (ocupando el espacio de una sola).
A continuación vemos la simbología asociada a estas válvulas para las distintas combina-
ciones posbiles.
Las aplicaciones para este tipo de válvulas son las mismas que para las 3/2.
Las opciones de montaje de una válvula pueden también ser determinantes para una aplica-
ción.
Este es el tipo básico, en el cual la válvula se monta de forma individual, bien sobre su mis-
mo cuerpo o bien sobre una placa base.
Este tipo de montaje es ventajoso cuando la situación física de los elementos hace que no
sea posible (o rentable) agrupar las válvulas en un bloque común.
Además, en cuanto al montaje, también es más cómodo fijar un único bloque que cada una
de las válvulas de forma independiente.
Existen montajes de este tipo con las salidas por el cuerpo de la válvula o por la placa base.
La ventaja del montaje con las salidas por la placa base, además del ahorro en racordaje, es
que es posible sustituir una válvula sin necesidad de desconectar los tubos neumáticos.
El inconveniente de los montajes sobre placa base como los vistos en el punto anterior, ra-
dica sobre todo en la falta de flexibilidad del montaje.
La placa base utilizada está mecanizada para un número de válvulas determinado, siendo
necesario prever espacios adicionales (tapados con tapas), para posibles futuras ampliaciones.
De esta manera estaremos limitados a los espacios que hayamos previsto ampliar.
-Las válvulas apilables. En las que las salidas son por la propia válvula, y que son muy
apropiados para montajes de pequeño número de electroválvulas..
-Los montajes con placas base apilables. Esta configuración permite las ventajas de los
montajes en placa base con las salidas por la misma base, pero además permite una mayor flexi-
bilidad.
En los montajes anteriores, no se ha mencionado nada del cableado eléctrico de las bobinas
en el caso de montar electroválvulas.
La evolución en lo que a flexibilidad de montaje se refiere tiene hoy día como máximas ex-
ponentes las familias SV y VQC de la firma SMC, en las que todas las placas apilables disponen
de conectores eléctricos que se conectan entre ellas en el momento de su montaje.
Como se ha visto, las tendencias en cuanto a los montajes de electroválvulas siempre bus-
can un ahorro de tiempos de montaje, de instalación, evitar el riesgo de equivocaciones, et.
Los buses de campo permiten grandes ahorros en las instalaciones automáticas, no sólo
porque la instalación física de los elementos es mucho menos costosa, (el número de cables se
disminuye radicalmente), si no también por las ventajas de control que permite.
Es por esto, que los fabricantes de electroválvulas se han visto obligados a “comunicar” sus
montajes con los distintos protocolos de comunicación, para permitir la inclusión de sus elementos
en estas líneas automáticas.
Hoy en día, existen multitud de opciones en cuanto a los distintos protocolos, posibilidad de
incorporar sólo las electroválvulas, incorporar además señales de entrada externas, etc.
Para la correcta selección de una válvula son muchos lo factores a tener en cuenta. Por su-
puesto tendrá que desempeñar la función requerida, con el tipo de accionamiento conveniente, la
opción de montaje más apropiada, etc.
De todos los factores a tener en cuenta, tal vez el que más importante es el caudal. La co-
rrecta selección de una válvula precisa del entendimiento de la información sobre caudal suminis-
trada por el fabricante.
-Factor kv. Factor de referencia, sin unidades, obtenido en mediciones con flujo de agua. El
kv es igual a 1 cuando, un litro (1 dm3) de agua por minuto pasa por el elemento con una pérdida
de presión de 1 bar.
- Factor Kv. Idéntica definición pero utilizando como unidades las del Sistema Internacional,
por tanto en vez de dm3/min, utiliza m3/s.
-Factor Cv. Utilizado en los países anglosajones, cuya definición coincide con la del factor
kv, pero cambiando las unidades (US Gallons a 60ºF) con una pérdida de carga de 1 PSI.
-Factor f. Idéntica definición que el factor Cv pero utilizando distinta unidad de volumen (el
Imperial-Gallons).
Observamos que todos se refieren al paso de agua por un elemento. Esto es simplemente
poco fiable, ya que no representa el comportamiento de un válvula con un fluido compresible co-
mo es el aire.
Por esto, es recomendable utilizar factores específicamente definidos para la medición con
aire, por ejemplo el caudal nominal Qn, y la sección equivalente S.
conducción y que provoca la misma restricción en el fluido (caudal y pérdida de carga) que el con-
junto de elementos considerados.
Todos estos factores representan la capacidad de paso de una válvula para unas condicio-
nes determinadas, (las del ensayo), pero no resultan útiles cuando de lo que se trata es de cono-
cer el comportamiento de la válvula para condiciones distintas.
El caudal real que circulará por una electroválvula depende fundamentalmente de la diferen-
cia de presiones entre la entrada y la salida. Cuando mayor sea esta diferencia de presiones, ma-
yor será el caudal que pase, aunque la sección permanezca constante.
Lógicamente, la diferencia de presiones que permite la circulación del aire, provoca un au-
mento en la velocidad de este que hace que, a partir de ciertos valores el aire llegue a una “velo-
cidad crítica” a partir de la cual ya no aumenta el caudal aunque la diferencia de presiones aumen-
te.
Siendo:
P1 = presión de entrada.
P2 = presión de salida.
Si tomamos como ejemplo el punto de ensayo para establecer el caudal nominal (Qn), es
decir, una presión en la alimentación de 6 bar y una presión a la salida de 5 bar, y buscamos la
intersección de ambas líneas, vemos que el caudal es de aprox. 55 Nl/min. Dado que la gráfica
corresponde a una sección equivalente de 1mm2, este valor debe corresponder con el valor del
coeficiente de conversión entre unidades que aparece en la gráfica de coeficientes. Efectivamen-
te, el factor teórico de conversión es de 54,44.
Además de las válvulas y electroválvulas distribuidoras existen otras muchas válvulas nece-
sarias para el control de los actuadores ya que nos permiten controlar el flujo en su recorrido, limi-
tando su velocidad o sentido, o bién realizar alguna función concreta y definida de utilidad.
5.1.1.. Antirretorno.
La válvula antirretorno permite la circulación del aire en un único sentido. Esto es interesante
en algunas aplicaciones como mantener la presión en un tanque o circuito, o también proteger de
contrapresiones a ciertos elementos.
El aire, al fluir, levanta la válvula de cierre que se mantenía cerrando el orificio de paso por
la acción de un muelle. El muelle debe ser bastante liviano para no crear una pérdida de presión
grande.
En el sentido contrario de circulación del aire, éste mismo hace que se cierre el asiento.
La regulación se realiza por medio de una aguja cónica regulable, que en su regulación re-
duce la sección efectiva de paso al aire.
El aire se fuerza a pasar por la restricción debido a un antirretorno en paralelo que impide el
paso en el sentido en que queremos regular, pero lo permite en el sentido contratio.
Esta es una válvula que dispone de un antirretorno que se puede abrir por la acción de una
señal neumática.
Cuando la longitud de tubería entre el actuador y la válvula de control es muy grande, el aire
tiene dificultades para salir a la atmósfera a través de toda la longitud de tubo.
También se puede utilizar para expulsar a la atmósfera una cierta contrapresión en el circui-
to.
El funcionamiento se basa en una membrana que tiene orificios de paso en forma de corona
permitiendo el paso del aire desde IN hasta CIL. Cuando el aire llega desde IN, lo primero que
hace es empujar la membrana obligándola a tapar el orificio de salida hacia EX.
Cuando queremos evacuar rápidamente la presión existente en la toma CIL, hacemos des-
cender la presión en IN.
Cuando la presión que actúa desde CIL, es capaz de levantar aunque sea levemente la
membrana, el aire escapa rápidamente por EX.
También conocida como válvula “O”, esta válvula posibilita presurizar una línea desde dos
líneas distintas.
Realiza la función lógica “O”, es decir, la salida se activa si está activa cualquiera de sus dos
entradas.
La válvula de simultaneidad realiza la función “Y”, es decir, sólo se activará su salida cuando
las dos entradas tengan señal.
Estas válvulas tienen dos entradas y una salida. Para que se active la salida, es necesario
no sólo que las dos señales de entrada estén presentes, sino que se tienen que activar con un
retardo máximo de 0,5 segundos. (así se evita el riesgo de falsear alguna de las señales)
Cuando se realizan controles puramente neumáticos, además de las funciones lógicas men-
cionadas, es importante conseguir temporizaciones y retardos.
6. ACTUADORES LINEALES.
A continuación veremos a grandes rasgos los tipos de actuadores más generalmente utiliza-
dos en la industria.
6. 1. CILINDROS CONVENCIONALES.
En este apartado veremos las características generales a todos los tipos de cilindros, y fun-
damentalmente los cilindros normalizados.
Los cilindros de simple efecto tienen como característica fundamental, que incorporan un
muelle (o algún otro elemento elástico), que les fuerza a mantener una posición de manera mecá-
nica.
Esta característica es útil cuando es interesante mantener una posición sin presencia de aire
comprimido. En función de si el muelle está en la cámara delantera o trasera, existen cilindros con
vástago retraído o con vástago extendido.
Son aptos para aplicaciones de pestillos, topes, amarre de piezas (asegurando el amarre sin
aire), etc.
Su construcción es más cara que un cilindro de doble efecto, y además para la misma carre-
ra ocupan más espacio.(tienen que permitir la ubicación del muelle.
Otro inconveniente es que las carreras que admiten son más limitadas, y que debido a la
constante del muelle, éste ofrece una resistencia que aumenta conforme el cilindro realiza la ca-
rrera.
El control de este tipo de cilindros se realiza con una válvula del tipo 3/2, ya que únicamente
hay que controlar una cámara.
La construcción de los cilindros de doble efecto es idéntica a la de los de simple efecto, pero
prescindiendo del muelle.
Son los más utilizados con mucha diferencia, ya que no tienen las limitaciones de los cilin-
dros de simple efecto.
Cuando la velocidad o carga hacen que la energía cinética sea elevada, la utilización de la
amortiguación elástica resulta insuficiente.
En estos casos se utiliza la amortiguación neumática. Esta amortiguación se aloja en las cu-
latas. En el moviendo normal del émbolo, el aire escapa directamente por la conexión neumática.
La sección de paso en esta caso es grande, permitiendo la rápida evacuación del aire, y por
tanto una velocidad de desplazamiento alta.
Para la correcta selección del cilindro es necesario tener en cuenta diferentes factores. Fun-
damentalmente tendremos en cuenta los siguientes parámetros:
-Fuerza a realizar.
-Energía cinética.
Conocida la fuerza a realizar, el primer paso es determinar el diámetro del cilindro a em-
plear.
Para esto hay que tener en cuenta las condiciones del movimiento, la presión de trabajo, la
disposición de la carga, etc.
Siendo :
En cilindros que trabajan a compresión, deberemos tener en cuenta los límites de utilización
debidos al fenómeno de
En la tabla siguiente (página siguiente) podemos obtener la carrera máxima (cm) admisible
para evitar fenómenos de pandeo
en los cilindros, en función del tipo de fijación y de la carga a que está sometido el cilindro.
• La presión con la que entraremos en la tabla no será la presión a la que esté trabajando el
cilindro, sino la presión teórica mínima necesaria para vencer la carga a compresión.
• En el caso de que para un diámetro y carga determinados obtengamos una carrera admi-
sible menor que la necesaria, deberemos recurrir a un cilindro de diámetro mayor.
Cuando la carga se monte directamente sobre el propio vástago del cilindro, (cosa nada re-
comendable), es necesario comprobar las cargas por flexión que se le aplican. Cuando se monta
una carga en el vástago directamente, se generan una cargas en el casquillo de la culata delante-
ra y en el émbolo, para compensar el momento flexor aplicado.
Al igual que las características de pandeo, estos límites dependen de la construcción interna
del cilindro.
Por último deberemos comprobar que la energía cinética admisible por el cilindro, es ade-
cuada para la aplicación. En caso contrario, deberemos montar algún sistema de amortiguación
externo, o recurrir a un diámetro mayor.
Debido a las necesidades productivas, cada vez se ha recurrido a una mayor variedad de
diseños y aplicaciones que permiten obtener mejoras en cuanto al espacio ocupado, al número de
posiciones, el nivel de fuerza a desarrollar, etc.
En este cilindro, el vástago sale por los dos extremos del cilindro. Esto es apropiado para di-
ferentes aplicaciones.
Por ejemplo, este cilindro no tiene el inconveniente de tener diferentes secciones de empuje
para los dos sentidos.
En esta construcción se unen dos émbolos a un mismo vástago, consiguiendo casi el doble
de la sección de empuje con lo cual la fuerza que se puede realizar aumenta considerablemente.
Este tipo de montajes se emplea cuando es necesario aumentar la fuerza pero se tienen
problemas de espacio que impiden la utilización de un diámetro de cilindro mayor.
Los actuadores neumáticos funcional realizando un movimiento fijo y constante. Este des-
plazamiento se corresponde con la carrera. Sin embargo a menudo es necesario poder detenerse
en 3 o 4 posiciones.
Estas aplicaciones se pueden resolver de una manera sencilla y económica mediante la uti-
lización de los cilindros multiposicionales.
Este montaje no es recomendable para las aplicaciones en vertical hacia abajo, ya que el
propio peso de la carga puede hacer problemático el control.
En ciertas aplicaciones, existen problemas de espacio para la ubicación de los cilindros con-
vencionales.
En estos casos, se puede recurrir a los cilindros de ejecución compacta. Estos cilindros es-
tán optimizados en cuanto al espacio que ocupan con respecto a la carrera que desarrollan. En
estos cilindros se prescinde de la amortiguación neumática (ya que no tiene culatas), y también se
hacen mínimos las longitudes de guiado de vástago y émbolo.
Debido a estas limitaciones, estos cilindros no son apropiados para carreras largas (salvo
que se tenga un cuidado estricto con la velocidad), aplicaciones con cargas en el vástago, etc.
El problema del espacio puede ser no sólo en cuanto a longitud, sino que también puede
haber problemas de diámetro. Es en estos casos, cuando se requiere la utilización de cilindros
planos.
Debido a la construcción plana del émbolo, este cilindro tiene la característica adicional de
se antigiro.
Esto facilita su montaje en cualquier tipo de útil. Sirva como ejemplo la serie CU de SMC.
Los cilindros de ejecución compacte (sin culatas), tienen como principal inconveniente el te-
ner que renunciar a la amortiguación neumátia.
Esto posibilita trabajar a mayores cadencias de funcionamiento, trabajar con mayores car-
gas, mayor precisión en los finales de carrera, mayor durabilidad de la máquina, etc.
1.- Cuando el émbolo se retrae, el aire de escape se evacua por A y por A' hasta que la jun-
ta del émbolo H atraviesa el conducto de aire A.
2.- Cuando la junta del émbolo H ha pasado el conducto de aire A, el aire de escape se eva-
cúa sólo por A'. La sección indicada con líneas diagonales se transforma en una cámara de amor-
tiguación, y se obtiene un efecto de amortiguación.
3.- Cuando se suministra aire para la salida del émbolo, la válvula antirretorno se abre y el
émbolo sale sin retraso.
Este sistema ha sido incorporado a los cilindros compactos (serie RQ), a los cilindros de
montaje universal (serie CU) y a los cilindros de vástagos paralelos (serie CXS).
Los cilindros de vástagos paralelos tienen como principal ventaja la fuerza de empuje, que al
ser doble émbolo es muy superior a otros del mismo diámetro, y el hecho de incorporar una guía
en los vástagos que le posibilita para el montaje directo de las cargas.
La sección de este tipo de cilindros también permite un gran ahorro de espacio, ya que la al-
tura es muy reducida.
Es muy apropiado para la realización de pequeños manipuladores pick and place, debido a
su ejecución compacta con la guías incorporadas.
En este caso, una cuña actuada por un muelle, (ayudada con aire en el momento del blo-
queo), hace que unas zapatas abracen el vástago fuertemente evitando así su desplazamiento.
Este cilindro se emplea también para aplicaciones en las que es importante asegurar que el
cilindro no pueda descolgarse o recogerse si accidentalmente hay una pérdida de presión neumá-
tica.
Pueden darse casos, en los que el espacio disponible no permite la utilización de un cilindro
convencional con vástago.
Por su construcción, un cilindro con vástago necesita como mínimo (lógicamente siempre es
más), un espacio de al menos dos veces la carrera, ya que el cuerpo que aloja el vástago tiene
que permitir alojarlo dentro.
Además existen aplicaciones de carreras largas, (de más de 1 metro) en las que la utiliza-
ción de cilindros con vástago convencional es problemática debido a problemas de flexión o pan-
deo del vástago.
Para estas aplicaciones existen los llamados cilindros sin vástago. En ellos, un carro se
desplaza a lo largo del propio cuerpo del cilindro, ocupando sólo un poco espacio más de la carre-
ra útil que realiza.
La forma en que este carro es movido da lugar a dos grandes grupos de cilindros sin vásta-
go.
Esta construcción sin fugas resulta apropiada para conseguir paradas intermedias de mane-
ra más o menos duraderas y de una manera fiable.
Debido a la ausencia de vástago, las dos cámaras tienen la misma sección con lo que la
fuerza que el cilindro es capaz de hacer es independiente del sentido.
Esto es así, porque ante esfuerzos muy grandes, como los provocados por ejemplo ante un
enganchón, el émbolo y el carro se pueden llegar a “desacoplar”, quedando el carro suelto.
Estos cilindros tienen las ventajas en cuanto al espacio y la posibilidad de carreras largas
propios de los cilindros sin vástago, pero la construcción hace posible la unión mecánica del carro
y el émbolo, impidiendo así la posibilidad de desacople.
En estos cilindros, el perfil del cilindro está abierto en su cara superior, permitiendo así la
unión física del émbolo y el carro.
Estos cilindros tienen como inconveniente que la estanqueidad de las cámaras no es perfec-
ta, dificultando por ejemplo las paradas intermedias provocadas con el cierre de ambas cámaras,
ya que éstas acaban vaciándose.
6. 3. CILINDROS ESPECIALES.
Por esto, los fabricantes desarrollan productos especiales para la realización de aplicacio-
nes concretas, que presentan considerables ventajas respecto a las soluciones actuales.
Estas ventajas hacen que este producto sea una mejor solución que la utilización de cilin-
dros tándem.
Esto lógicamente implica mucho espacio ocupado. Además el control de este tipo de cilin-
dros resulta complicado.
Para solventar estos problemas, SMC presenta la serie RZQ. En estos cilindros, se puede
conseguir una parada intermedia de manera precisa, y sin aumentar la longitud total del cilindro.
Este cilindro permite conocer la posición en la que se encuentra de una manera directa, gra-
cias al dispositivo de lectura de carrera que incorpora.
El vástago tiene practicadas unas inserciones magnéticas, que al pasar por el campo mag-
nético de la cabeza de medición alteran el mismo, generando unas señales que, una vez tratadas
se mandan como pulsos.
Cada uno de los pulsos supone 0,1 mm ó 0,01 mm dependiendo de la serie escogida.
Esta característica, unida al contador de alta frecuencia que se ofrece, posibilita una gran
cantidad de aplicaciones tales como inspección, medición, clasificación. Discriminación, etc.
Otra aplicación que se repite con cierta frecuencia, es el paso de cargas que se desplazan
sobre transportadores.
A continuación vemos una sección de un cilindro concebido para tal fin. En él podemos ver
que el vástago está reforzado, y que monta en su interior un amortiguador hidráulico que recibe el
golpe de la carga.
Vemos que el amortiguador recibe el contacto de un balancín. Este balancín es muy impor-
tante porque permite que si accidentalmente sale el cilindro cuando la carga todavía no ha pasa-
do, no pase nada.
Generalmente, los actuadores neumáticos realizan el trabajo para mover masas, pero no
“soportan” el peso de las masas que mueven, es decir, cuando empleamos un actuador, debemos
disponer además de algún sistema que soporte tanto el peso como los posibles momentos que se
produzcan por la geometría de las masas.
Es por tanto muy habitual disponer para la mayoría de los movimientos de actuador y guía
formando un conjunto. De ahí que los fabricantes de actuadores ofrezcan las mesas lineales como
solución completa del movimiento.
Las mesas incorporan tanto el actuador para generar el trabajo del desplazamiento, como el
sistema de guiado completo.
Además suelen ofrecer como accesorios tanto la detección magnética como topes regulado-
res de la carrera, e incluso amortiguadores hidráulicos.
Dependiendo de la aplicación para la que van destinadas las mesas tienen configuraciones
distintas.
Los cilindros sin vástago con guías persiguen el mismo objetivo que las mesas, es decir,
proporcionar la solución completa al movimiento.
La diferencia fundamental estriba en que las mesas abarcan un rango de cargas y carreras
mucho menores, aunque con mayores precisiones.
7. ACTUADORES DE GIRO.
En las aplicaciones convencionales no sólo son necesarios movimientos lineales, sino que
es muy habitual tener que realizar giros.
La elasticidad del aire hace que no sea fácil conseguir un buen control de la velocidad, limi-
tando los tiempos en los que es admisible que el actuador de giro trabaje.
La aptitud del actuador de giro para una aplicación concreta depende fundamentalmente de
su construcción. Vemos a continuación los distintos tipos constructivos y las características, venta-
jas e inconvenientes de cada uno.
La transmisión se hace con una sola cremallera, y empujando con un émbolo en cada senti-
do. Esto hace que, debido a que los engranajes y las cremalleras tienen una pequeña holgura
funcional, cuando el émbolo llega al final de la carrera, el piñón tenga una pequeña holgura (entre
1 y 2 grados) en las posiciones finales.
Inconvenientes:
- Debido a la construcción interna, el ángulo de giro es fijo y con una tolerancia muy gran-
de.
Para intentar solventar los inconvenientes principales del actuador de giro de piñón - crema-
llera, de han desarrolaldo los actuadores de doble piñón - cremallera.
En estos actuadores, son dos las cremalleras que proporcionan el movmiento de giro al pi-
ñón, permitiendo fundamentalmente un ahorro de espacio en altura muy considerable.
Además, también son conocidos como actuadores de “juego nulo”, ya que en este caso,
cuando una cremallera hace tope, la otra sigue empujando sobre el piñón, manteniendo el contac-
to entre ambos, eliminando así la holgura.
Otra ventaja de este tipo de actuadores es la posibilidad de ajustar las posiciones finales,
mediante topes regulables.
Otra ventaja importante de estos actuadores es que permiten giros de hasta 360º.
Los pares de salida efectivos son menores que en los actuadores de giro de piñón - crema-
llera convencionales.
Los actuadores de giro de paleta son de una construcción mucho más económica que los de
piñón – cremallera. Su construcción se muestra a continuación, y en ella puede verse que bási-
camente se trata de un eje al que se le ha unido una pala sobre la que actúa el aire.
En estos actuadores el par de salida efectivo depende de la superficie de la pala (que multi-
plicada por la presión dará la fuerza que actúa), y de la disposición de la misma.
Ventajas:
-No tiene holguras en los extremos, y además el par disponible en los extremos es el máxi-
mo.
Al igual que veíamos en los actuadores lineales, normalmente las aplicaciones de actuado-
res de giro requieren la utilización de un sistema de guía que soporte los esfuerzos de las cargas
aplicadas a las que se les transmite el movimiento.
Por ese motivo, firmas como SMC completan su gama de actuadores de giro con las llama-
das “mesas de giro”, las cuales están preparadas para alojar directamente la masa a girar sin ne-
cesidad de incorporar sistemas externos de soporte.
En las mesas también nos encontramos con las mismas diferencias en cuanto al sistema de
generación del movimiento.
Las mesas de giro de doble piñón – cremallera ofrecen las ventajas de este tipo de actuado-
res de giro, ampliadas por la incorporación de una mesa con rodamientos angulares incorporados
para resistir las solicitaciones de la carga.
Debido a que pueden soportar mayores cargas, suelen ofrecer la posibilidad de incorporar
amortiguación hidráulica.
Como ejemplo de este tipo de mesas, nos encontramos con la serie MSQ de la firma SMC.
También existen mesas en las que el movimiento de giro se consigue con un actuador de gi-
ro de paleta.
Otra ventaja fundamental de estas mesas, es la precisión en el giro y en los elementos que
se puedan fijar sobre su plato, ya que disponen de referencias de montaje y posicionamiento que
permite la correcta ubicación de los elementos.
7. 6. ACTUADOR ROTO-LINEAL
Muy pocos son los fabricantes que ofrecen esta configuración de actuador, en la que se
combinan los dos movimientos principales, es decir, el movimiento de giro y el de traslación.
Lógicamente esta configuración es relativamente compleja, pero las posibilidades que ofrece
son muy amplias, ya que permite la realización de “manipuladores” sencillos de manera práctica-
mente inmediata.
En primer lugar, el émbolo y el vástago están montados con rodamientos intermedios, lo que
permite que el giro del vástago quede aislado del émbolo, librando así a las juntas de movimientos
de giro.
Además, el vástago tiene sección hexagonal y recibe el par de giro desde el actuador de
doble piñón – cremallera con un agujero de esta misma forma.
Esta sección tiene como principal ventaja, que al ser 6 los lados de apoyo, los puntos de
contacto entre ambos elementos son 6, con lo que la presión superficial a la que se les somete es
menor que en el caso de secciones cuadradas.
7. 7. ACTUADOR DE 3 POSICIONES
En las aplicaciones de giro, obtener una parada intermedia con precisión, es mucho más
complicado que en las aplicaciones de desplazamiento lineal.
SMC presenta la solución a esta problemática con un elemento único. Su serie MSZ permite
obtener 3 posiciones dentro de un rango de 190º, siendo éstas completamente regulables desde
su posición central.
Además, el control se realiza de manera sencilla, mediante una única electroválvula de 5 ví-
as, 3 posiciones y centros a presión.
Cada una de las dos cremalleras tiene asociado un émbolo – tope, regulable que limita la
posición final de la cremallera en uno de los sentidos.
De esta manera, la misma señal de control que nos permite transmitir la presión al la crema-
llera correspondiente, nos activa el tope.
Como principal ventaja, además del fácil control de las posiciones, se obtiene la alta repetibi-
lidad en las posiciones conseguidas, ya que al tratarse de topes mecánicos la posición es siempre
la misma.
La manera más directa de acotar la energía cinética admisible por el actuador de giro es
precisamente relacionar la inercia de la carga con el tiempo de giro, de esta manera se tienen en
cuenta tanto la inercia como la velocidad de giro.