Está en la página 1de 30

CREADOS COMO DON

Dialogando sobre: el desafió del modelo de persona

“He visto que yo fui creada como un don para quien me


esta a mi lado y quien esta a mi lado fue creado por
Dios como un don para mi. Como el Padre en la
Trinidad es todo para el Hijo y el Hijo es todo para el
Padre”.

para uso interno del Movimiento gen


INTRODUCCIÓN

Hola!

Estas hojas no son un manual de Sicología, ni de moral.

Es una simple invitación al diálogo sobre argumentos que no podemos dejar de lado por
que hacen parte de nuestro ser.

Un diálogo que cada uno debe abrir antes que nada con su conciencia, con aquel Dios
que habita en nosotros, que nos ama inmensamente y personalmente y que nos quiere felices
y realizados.

Un diálogo que se hará siempre más luminoso en la medida que crezca la apertura con
los que condividen el ideal de la unidad y en particular con quienes, por experiencia, pueden
ayudarnos mejor a encontrar respuestas a las preguntas que quedan sin respuesta.

Para escribirlo tuve en cuenta mis estudios de Pedagogía y Sicología, pero sobretodo la
luz de la vida del Ideal.

Un vida que me ha tomado completamente desde chico, de tal modo que recuerdo la
respuesta que con decisión daba a quien me preguntaba quién era un gen 3: “Uno que quiere
construir el mundo unido”. Para mi, tímido y muy individualista, era un signo de la enorme
revolución que el Ideal llevaba en mi vida. Un cambio que incidió tanto de hacerme sentir el
empuje, todavía de gen 3, de querer dar mi vida por esto.

Igualmente no fue fácil hacer que este empuje, por más fuerte que era, llegase a
concretarse en la vida de cada día... El desafío continúa hasta el día de hoy!

Es un desafío que cada uno debe afrontar y que nosotros tenemos la inmensa suerte de
poder afrontarlo juntos.

Y es del camino hecho junto a centenares y centenares de gen 2 de cada parte del
mundo (con los que he vivido en la escuela de Loppiano, en las escuelas breves o en los
Congresos) que nacen estas reflexiones.

Esperé mucho antes de decidirme de ponerlo por escrito por miedo de que tomara
demasiada importancia. De hecho, estoy convencido que el Ideal tiene en sí cada respuesta,
basta vivirlo. Pero pienso también que alguna pequeña indicación, en algunos casos, pueda
ayudar a no quedarse bloqueados y dejar actuar la luz del Carisma plenamente en nosotros.

Reciban lo que les sirve como un pequeño don que está en ustedes hacer fructificar.

Estoy con ustedes en el realizar el desafió de ser personas según el designio de Dios que
nos ha creado como un don para los demás.

Francesco.

Nota. Para los gen de otras religiones o de otra convicciones: por la experiencia con
algunos gen no cristianos me parece que, más allá de algunas expresiones (que cada uno
debe “traducir” en su cultura), el proyecto persona puede ser compartido por todos.
También las referencia que hago con los textos de la Biblia, si son leídos con el corazón
abierto, comunicarán la misma maravillosa realidad sobre la persona humana que pueden
reencontrar en los libros sagrados de cada religión y en la conciencia de cada uno.

francesco@loppiano.it
1) VIVO ENTRE LOS DEMÁS - PIENSO EN MÍ

Un gran Supermercado en el centro de la ciudad. Música de fondo, luces,


carteles de colores... Gente que corre haciendo compras, otros que pasean para
divertirse... Nos rozamos pero no nos conocemos.

Un aula todavía oscura de la universidad. Una gran pizarra, algunas sillas,


amplias ventana no completamente limpias. Cada uno va llegando, controla su lugar
en la lista para el examen y gira nervioso con los apuntes o de los libros para un
último repaso. Algún saludo rápido y poco más.

Cena en familia al final de un día más de trabajo y de estudio. Los titulares


del periódico concentra momentáneamente las miradas. Imágenes de los
bombardeos en Irak con la lista de muertos, heridos y conquistas. Luego noticias
de un Congreso de un partido y sobre la entrega de un premio literario y finalmente
desfile de moda. Mientras tanto se come y se charla del más y del menos.

Larga fila en el semáforo y muchas caras tensas por el inicio de un día


siempre igual. Un muchacho mal vestido se acerca a la ventanilla y hace seña de
querer lavar el vidrio. Afortunadamente se pone en verde y se sigue sin tener que
afrontar por más tiempo aquellos ojos desconocidos.

Miles son las imágenes en las cuales la vida se presenta y se representa cada día. Son miles
de momentos en el día, que vivimos también nosotros y que pueden marcar un paso adelante o
un descanso en nuestro camino hacia el objetivo de la unidad.

Es fácil, de hecho, mas allá de las buenas intenciones, encontrarse viviendo entre las otras
personas, permaneciendo cerrados en el propio mundo: como en una estación de trenes en la
cual se esta con mucha gente pero solos. Cada uno en búsqueda afanosa del propio tren que
esta por partir.

Estamos en medio de un mundo que, sobre todo en occidente (pero, en modo diferentes,
también en otras zonas del mundo), ha hecho del individualismo la naturaleza propia de vida.

Parecemos siempre más cercanos a los demás (a través de los medios de comunicación tan
desarrollados) y sin embargo tan lejanos, por que cada uno piensa en sí mismo, en llegar a ser
alguien, en hacerse un futuro, en encontrar respuestas inmediatas a sus propios deseos.

Una pareja feliz en una mesa de un bar. Él alarga la pierna y ella sonríe. Pero
enseguida la propaganda nos revela que el motivo de esa felicidad es la compra de
un nuevo carro. Cualquiera sea la fuente, la felicidad es un bien que se puede
comprar y que no depende de la relación.

Un cuerpo de mujer cuidado por un producto nos comunica belleza y éxito,


como subraya la voz en off: “Por que yo valgo”. El valor de la mujer está en su
cuerpo que debe ser igual a los modelos de belleza previstos o no en su ser
persona.

Otra publicidad de un carro que nos hace descubrir que uno vive, ignorado,
entre los demás y será tomado en consideración y apreciado solo cuando habrá
comprado algo que para los demás tiene valor. Tampoco él cuenta como persona.
Las publicidades, como es su naturaleza, acentúan lo que la sociedad propone y elevan como
modelo el empuje individualista y egoísta.

Para empujarnos a comprar, deben crear en nosotros una necesidad, un sentimiento de que
algo nos falta, tocando las necesidades muchas veces inconscientes que viven en nosotros,
empujándonos a adherir, no según nuestra conciencia y libertad.

Cuando tomamos una decisión, de hecho, sólo un pequeño porcentaje de nuestro


razonamiento es consciente. Hay algo mucho más fuerte e incontrolable que nos guía y sobre
este particular hace hincapié quien nos quiere convencer.

De este modo yo creo que he decidido comprar una camiseta, pero en verdad lo que me
empujó puede ser el deseo (también inconsciente) de hacerme ver, de ser como los demás, de
ser como el modelo al cual vi que la llevaba.

Sin quererlo me encuentro, poco a poco, moviéndome como las personas que, por más que me
parezcan ridículas, en el fondo me atraen y son aquellas de la pantalla de la televisión o las de
las fotos de las revistas.

¿Y qué tipo de personas son, si las observamos bien? Recordemos las últimas películas que
hemos visto o las propagandas que pasan por la televisión y tratemos de reflexionar sobre eso.

Descubriremos que son personas que piensan en sí mismas y que viven entre los demás sin
entrar en verdadera relación con los otros; personas que son importantes por lo que tienen
(dinero, carro, buen cuerpo, juventud, poder, fama...) y no por aquello que son; personas que
piensan sólo en sí y pueden imponerse a los demás, o que consideran su grupo, país,
cultura, partido, ideales como el único y el mejor, que debe vencer sobre los demás.
2) ESTAR CON - ESTAR CON LOS DEMAS

Sábado por la noche con mi grupo de amigos: clima sereno, alegría, alegría
que nace del simple hecho de estar juntos, del conocerse, de proyectar alguna cosa
linda.

En los caminos del mundo, millones de personas que marchan juntas por la
paz: la necesidad de defender algo grande y que supera el interés egoísta que
empuja a salir de casa, a encontrarse, hacer alguna cosa con los demás.

Encuentro de trabajo de la organización ecológica de mi cuidad: mil ideas e


iniciativas, ganas de hacer algo, deseo de cambiar las cosas.

Aquí hay un estilo de vida: aquella de estar no sólo entre las personas, sino con las
personas. Es la elección de quien va más allá de su pequeño mundo e interés, que va hacia
los otros tratando de conocerlos, de encontrarlos, de ayudarse recíprocamente.

Es un paso importante que realiza una exigencia profunda – profundísima, como veremos –
que está en cada persona.

Pero si miramos bien, la experiencia que hacemos en nuestras unidades gen, o en un


congreso o en una Escuela gen, cuando vivimos verdaderamente el Ideal, es algo diferente,
hay algo más. No es sólo vivir “con” los demás, sino por los demás.

Las personas que viven con los demás, aun lo hacen muchas veces, por que es útil. Nos
damos cuenta que solos no podemos vivir bien, que tenemos necesidad de la ayuda de los
demás, del amor de los demás.

Y, por otro lado, no puedo esperar la ayuda de los demás si yo no los ayudo a ellos, tengo que
hacer el sacrificio, también yo, de hacer algo. Esto me lleva a superar el egoísmo que nos
hacer temer que si le damos espacio a los demás, ellos se aprovecharan y nuestro sacrificio
será inútil.

La decisión de sacrificar lo mío para darle espacio a los demás, dependerá de mi modo de ver
a las personas y a la vida. Cuanto más el proyecto de persona está a la base de mis
elecciones, más grande y completo, más estaré dispuesto a sacrificarme para que se realice.
Cuanto más mi ideal de vida es parte de mí, tanto más dejaré otras cosas para que se
concretice.

Mirando , por otro lado , la característica de una persona que verdaderamente quiere vivir por
los demás, descubrimos una novedad importante: aquello que viene en evidencia no es tanto
el sacrificio, sino la alegría del dar.

Igualmente esta persona debe perder parte de su espacio, sus ideas, para acoger a otro, para
ser un don para los demás. Pero lo hace de una prospectiva diferente: no es una persona que
pierde algo para hacer espacio a otra persona que vive con ella; es una persona que tiene
como razón de vida, ser para el otro, y que experimenta que su don no se pierde, sino que es
compartido y que, antes que nada, se realiza justamente en el donarse. Por más que el otro
no responda, será igualmente feliz.

Si el otro, se donara, la alegría será todavía más plena y recibirá lo que había donado
enriquecido de cuanto el otro le ha vuelto a donar.

Se comprende, entonces, porque quien vive el carisma de la unidad está favorecido de


experimentar esto.

El vivir para los demás (y nosotros podemos decir, por la experiencia de unidad hecha, el vivir
en los otros), se expresa, en la gratuidad de estar en relación ( lo estoy porque hace parte de
mi ser, no para buscar algo) y en la consecuente libertad de donar y de recibir el don.
3) EL MODELO DE PERSONA

“Dios creo al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer


los creó”.1

“He escuchado que fui creada como un don para quien está mi lado y quien
está cerca fue creado por Dios como don para mí. Como el Padre en la S. Trinidad
es todo para el Hijo y el Hijo es todo para el Padre” 2

De las características que hablé antes de las personas que viven por los demás se puede ver
un primer modelo que nos hace entender que para ser persona no es importante cuanto se
tiene sino cuanto se es: una persona libre, entera, capaz de donar y de recibir, que crece y
aprende.

Son estas las características que encontramos en tantas teorías sicológicas modernas (que
tienen el nombre de personalidades3) y que, partiendo de tal modelo de persona estudian
como cada uno pueda llegar a realizarse.

Y de este modo hemos llegado a un punto central de nuestra conversación, sin el cual todo el
resto no tiene sentido, no se sostiene. De hecho, si no nos es claro el modelo de persona y si
no lo hacemos nuestro, no tendremos una base para hacer las elecciones en nuestra vida. Por
esto, además de la sicología (y antes que ella) es importante tratar de entender qué piensa
quien más conoce la persona, porque es el Creador.

En la Biblia, en el libro del Génesis (que nos quiere contar como una película como fue la
creación sino decirnos la verdad que desde el comienzo está por debajo de todo) leemos que:

“Dios creó al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó”.

Explicando esta frase en su discurso en el Kirchentag ecuménico, Chiara decía: “Cuando


Dios creó al género humano, plasmó a un hombre y una mujer llamados a la comunión,
llamados a la fecundidad y al uso de todo lo creado, a semejanza de su inmensa paternidad”4.

Por lo tanto ”el amor fraterno es el ADN de cada hombre, justamente porque cada uno es
creado a imagen y semejanza de Dios”, por esto el designio del hombre es vivir en relación,
mirando a la Trinidad que es “El modelo de cada relación”.

Y volviendo al hermosísimo escrito de Chiara de 1949 que hemos puesto desde la primera
página como línea fundamental para nuestra reflexión:

“He sentido que yo fui creada como un don a quien me está cerca y quien está junto a mí fue
creado por Dios como un don para mí. Como el Padre en la Trinidad es todo para el Hijo y el
Hijo es todo para el Padre”.

1
Génesis 1,27
2
Chiara Lubich Scr. Sp./1 Roma 1991, 3°ed., p 34
3
El “personalismo”, constituido como dirección filosófico-político en Francia en manos de E. Mounier, sostiene
“una psicología concreta de todo el hombre, entendido en su situación vital que evidencia tanto la persona
/aspecto individual) como también la comunidad (aspecto social) en una dinámica recíproca” (Diccionario de
psicología, Roma 1982, ed. Paulinas). Entre los psicólogos recordamos: G.W. Allport, A. Maslow, C.M. Rogers...
4
Chiara: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” – Berlín, 31/05/2003
Cada persona tiene por lo tanto una dignidad altísima y sería necesario páginas y páginas
para comprenderla completamente. Es verdad, Chiara con sus lecciones sobre el ’49 nos está
abriendo un poco los ojos y el corazón también sobre esto.

¿Pero cómo hace una realidad infinita, como lo es Dios, a estar contenida en cada persona?

Porque es Amor, Dios es Uno y Trino: es un Dios en tres personas unidas y distintas (Padre,
Hijo y Espíritu Santo). Chiara explica: “El Padre genera al Hijo por amor: saliendo
completamente, por así decirlo, de sí mismo, se hace en cierto modo “no ser” por amor; pero es
precisamente así que es Padre. El hijo, a su vez, como eco del Padre, vuelve por amor al
Padre, se hace también él, en cierto modo, “no ser” por amor, y justamente así es , Hijo...” 5

Pero aquí el discurso sería obviamente largo y no es este el contexto en el cual desarrollarlo. 6

Es que nosotros no somos Dios, que estamos inmersos en el tiempo y en el espacio ¿cómo
podemos realizar el ser uno y ser tres? Muchos estudiosos han tratado de dar respuesta a esta
pregunta con muchos ejemplos.

Me parece que en particular se realiza: en el hecho que cada persona es única e irrepetible
pero no está sola, porque hace parte de un todo que es la humanidad y se realiza por lo tanto
en la apertura hacia los demás, en el don recíproco.

No sólo: cada persona está formada de distintos elementos (cuerpo, psiquis, voluntad,
espíritu....) aunque están unidas en una persona. Sólo la unidad de estos me dice persona (un
cuerpo privado de los otros elementos es un cadáver; una psique sin los otros elementos es
una idea; un espíritu ... es un fantasma).

Me realizaré, por lo tanto, como persona siendo en relación (donando y recibiendo) con los
demás y cuando todos los componentes de mi ser están en armonía entre ellos.

5
Chiara, Laura h.c. en Teología, Universidad de Trnave (Eslovaquia), 23/06/2003
6
Vuelvo a hacer hincapié en las lecciones de Chiara en el Congreso sobre el ´49 y a las intervenciones de los
profesores de la Escuela Abba a los gen, en particular en “Algunas referencias sobre “Jesús Abandonado” de
Peppuccio Zanghí, 29/12/1995.
4) LA PERSONA EN PEDAZOS

Las experiencias, imágenes y sensaciones que recibimos de los medios de


información y de la vida de todos los días, quedan en el “depósito de nuestro
inconsciente” silenciosas como las sombras.

Cualquier sicólogo serio, leyendo la afirmación que acabamos de escribir, sonreiría o se


escandalizaría.

El mundo del inconsciente de la primer intuición de Freud a los estudios más recientes,
necesita un largo y serio análisis. Pero esto, como ya lo hemos dicho, no es un texto de
Sicología y me parece mas útil simplificar la noción para que pueda servir a cualquiera.

Hemos ya visto que el bellísimo designio de Dios sobre cada persona, muchas veces se
ignora o está roto en pedazos por tanto modos de vivir, acentuado por lo medios de
comunicación y por las publicidades que nos presentan, no tanto una persona sino pedazos de
persona: cuerpo, fama, fuerza, sentimiento...

Estamos acostumbrados a ver muchas imágenes (sobretodo en el mundo occidental) y


creemos de estar vacunados.

Pero la influencia de estos modelos y de las experiencias que hacemos es realmente fuerte
por que incide, no sólo a nivel consciente, sino que sobre nuestro inconsciente (que es
después, recuerden, quien influye prepotentemente en nuestras elecciones).

Podemos decir que, como el sol que da en un objeto produce una sombra en el terreno, así
cada experiencia vivida, cada imagen vista, produce en nuestro inconsciente una sombra que
queda ahí sin que nos demos cuenta pero que influenciará nuestro modo de vivir y de ver a
los demás, rompiendo el modelo de persona que quisiéramos realizar.

Por lo tanto sucederá que, si me repiten que nosotros somos el centro del mundo (mi nación,
cultura, idea, religión), no llegaré a comprender y respetar el modo de vivir y de ver de los
demás. Tendré miedo, los sentiré extraños a mi mundo.

O si me acostumbré a ver imágenes de violencia, perderé el verdadero sentido de la


importancia de la vida, del respeto al otro.

O también si veo imágenes en las cuales la mujer es vista como un objeto, cuando me
encuentre con un amiga, por más que no quiera, estas sombras me empujarán a verla así
también a ella.
5) EL AMOR NOS HACE LIBRES

Recuerdo con emoción los ojos luminosos y las palabras de amor que, en la
inconciencia causada por su grave enfermedad, continuaba a repetir. Había vivido
por años y años el Ideal y en esa situación en la cual, no es posible frenarlas por la
conciencia, se descubren todas las sombras que tenemos dentro, aquellas positivas
en él eran más que las negativas y sobre sus labios afloraban sólo oraciones y
nombres por él queridos: Chiara, Jesús, María.

Hay enfermedades que golpean a las personas ancianas que, además de hacer olvidar
progresivamente todo, arrancan –podremos decir – las “puertas que controlan el depósito del
“inconsciente” por lo tanto, faltando el freno de la conciencia, uno dice cosas violentas, malas.
Son las sombras que tiene dentro que salen con fuerza.

Y no obstante, como describí arriba, muchas veces pude constatar, que personas que habían
vivido el Ideal toda la vida, en esos momentos dejaban transparentar sobretodo amor.

No es que en ellos no existieran sombras negativas, pero aquellas positivas eran más.

Sí, por lo tanto estemos atentos a no llenar nuestro depósito del inconsciente, de aquello que
rompe la unidad de la persona, pero sobretodo nos comprometeremos en realizar experiencias
de amor verdadero, estas proyectarán en nuestro inconsciente las sombras positivas.

Sucederá cada vez que todas las partes de mi persona están en unidad; en cada experiencia
de unidad con los demás diferentes a mí; en cada experiencia de dar y recibir... O sea, cada
vez que viviremos el Ideal.

Poco a poco, así, las sombras presentes en nosotros (construidas por los recuerdos, las
imágenes, las experiencias muchas veces no positivas) serán cubiertas por estas otras
sombras que, siendo producto de la luz del Amor de Dios, serán positivas.

Piensen que lindo: vivir la vida del Ideal plenamente, no cambia solamente nuestra actitud
exterior, sino que nos transforma en lo profundo!

El amor, por lo tanto, tiene una fuerza increíble que nos libera de cualquier
condicionamiento, y nos lleva a realizar el modelo de persona que Dios Amor ha querido para
nuestra felicidad. Basta amar.
6) DECIR SÍ A ESTE MODELO DE PERSONA

“En Sicología se tiene por cierto la necesidad fundamental de una persona y el


ser reconocida en su propia identidad única e irrepetible, de no ser considerada un
número o un objeto.
Normalmente esta seguridad viene de los padres, de la familia, de nuestras
capacidades, de la educación..., por lo cual se siente sí misma, distinta a los demás,
pero todas estas cosas pueden ser relativizadas (los otros no las reconocen, no las
comprenden, no las aprecian, y por esto llegan a un sentimiento de insignificancia y
en la depresión...).
Ahora, el descubrimiento es el buscar la certeza que Dios la ama, la ha querido
(que no está abandonada a su suerte o a un destino incierto), es la base para que
tenga esta seguridad sicológica que da sentido a su vida y un fin en el mundo.
Sólo la certeza que Dios es amor- también – para ella, le da la fuerza de
continuar a salir de sí misma, a vivir, a amar y a buscar comunión social” 7

Sí, como hemos visto, al realizar el modelo de persona nos hace felices y nos hace encontrar
nuestra verdadera identidad, la elección más inteligente que podemos hacer es aquella
de decir que SÍ a este modelo, que en lo concreto será decir:

- decir que sí a nosotros mismos


- decir que sí a cada persona que encontramos

Son dos caras de la misma moneda porque, como hemos visto, la persona tiene en sí los dos
componentes (la identidad y la relación).

Para decir que sí a mí mismo, ya que sé que soy una persona compuesta por diferentes
elementos, tengo que aceptarlos a todos: mi físico, mi carácter, mis límites, mi sexualidad, mi
ser espiritual...Para aceptarlos tengo primero que conocerlos, o sea conocer todo aquello que
me atañe (de un modo serio, con la ayuda de libros y de expertos serios) con la delicada
atención de quien observa lo que Dios ha creado. Cuando lo hubiese conocido y aceptado,
luego podré ver en qué cosa puedo mejorar.

Si por ejemplo, tengo un carácter tímido (como es mi caso), tengo que primero aceptar que
estoy hecho así y tratar de comprender bien mi modo de ser. Luego podré comprender como
aprovechar este aspecto de mi carácter para amar mejor y descubriré que mi ser tímido me
ayuda, por ejemplo, a saber escuchar a los demás (por que estoy mucho tiempo pensando en
tratar de intervenir) y esto es un aspecto fundamental en el hacerse uno...

También si, por el contrario, soy muy extrovertido, tengo que aceptarlo y aprender a aprovechar
esta característica para amar a todos, limando esos excesos que me pueden llevar a ser
invasor o poco atento.

Del mismo modo tengo que aceptar el hecho de ser alto (o bajo), lindo a feo, atlético o
debilucho...

Al aceptar y al tener seguridad en nosotros mismos, nos ayudan los demás con su amor, con
aquello que dicen de nosotros: los padres (“mi hijo es tan inteligente, lindo..”), los maestros
(“Eres el mejor de la clase”), los amigos (“Eres genial”). También si obtenemos buenos
7
Chiara – Laurea h.c. en Literatura y Sicología en Malta 26/02/1999
resultados en el colegio o en la vida nos sentimos animados.

Hay también algunas veces en los cuales nos sentimos poco comprendidos, solos, perdedores
de frente a los modelos que vemos a nuestro alrededor y no es fácil decirse que sí. Una gran
ayuda para nosotros, como dije en el párrafo anteriormente escrito es que hemos descubierto
que, por más que ninguno nos amara, hay alguien que nos ama así como somos, por que nos
ha creado él: es justo el descubrimiento y “la certeza que Dios es amor-también para mí”8
que en todo momento me hace sentir amado y me da la seguridad y la capacidad de amar a mí
también.

Otro modo de decir SÍ a mí mismo es decir SÍ a cada persona que encuentro. Si fui creado
para estar en relación con los demás, para dar y recibir, tengo que antes que nada tratar de
comprender a los demás (con el hacerme uno!): sólo así podré amarlos verdaderamente (en
particular a quien es diferente de mí: de otra cultura, edad, sexo...).

Si por hacer un ejemplo, abrazo con afecto a un chino, lo haré para expresarle mi fraternal
amor, pero él, no acostumbrado en su cultura a esta expresión, reaccionará con molestia. Lo
mismo si le haga una pregunta directa, como les gusta a los latinos: cosa que no va con la
fineza asiática. Y podríamos continuar indefinidamente (no se imaginan la gimnasia que deben
hacer los gen en la escuela gen para la convivencia con personas de todo el mundo).

También con quien pertenece a mi cultura hay diferencias de mentalidad, carácter, educación,
edad, que hacen difícil comprenderse y aceptarse. Por eso, delante de cada gesto, palabra o
actitud del otro que me hiere o me da fastidio, no puedo nunca juzgarlo o tomarlo como un
ataque personal. Tendré, que acogerlo, y preguntarme. ¿por qué hará así? ¿qué querrá
significar eso para él?...

Lo mismo, como veremos más adelante, sucede en la relación con una chica.

Obviamente , para conocer y comprender verdaderamente a los demás y su mundo, es


necesario superar el espíritu de superioridad (que nos hace pensar, por lo menos
inconscientemente, de ser el centro del mundo) y comenzar un diálogo a la misma altura,
reconociendo recíprocamente las diferencias. Es un camino largo y no muy fácil, que se realiza
plenamente sólo si los dos estamos dispuestos a amarnos y por lo tanto a perder para darle
espacio al otro.

Será una gimnasia de escucha, será un cancelar cada juicio para llegar a comprender al otro
por más que este sea una mala persona.

Nos ayuda en este difícil pero esencial trabajo, la fe en el ideal del mundo unido, de un
“mundo común” (como lo expresan tanto pensadores modernos), formado en el principio de la
unidad en la diversidad y de la diversidad en la unidad, donde todo está en relación con todos.

8
Como lo subrayó Chiara durante su discurso en Malta (Laurea en Sicología)
7) CRECER PARA SER

“La ley sicológica de la naturaleza personal es definida también por la ley


espiritual dicha por Jesús: “Quien ama la propia vida la perderá; quien esta
dispuesto a perder la propia vida... la conserva para la vida eterna” (Jn 12.55)
En el proceso de maduración, de hecho, no se llega a un cambio sin el
despego y la renuncia del cambio adquirido anteriormente (el crecimiento para el
niño comporta un sufrimiento, pero necesario para encontrarse mas hombre; la
aceptación del hermano menor implica el sufrido pasaje de una postura de
centralidad – egoísta – a un estadio de socialización, quiere decir la relativizacion del
mismo para integrarse en los demás y trascender en el “nosotros”).
Y se sabe que muchas veces una enfermedad síquica no nace de otra cosa
que del rechazo en el aceptar el sufrimiento que está en el paso (para permanecer
cómodos en la situación ya conocida en la cual uno se encuentra) por miedo a lo
“nuevo” o a los “otros” en los cuales no se ve qué agentes enemigos que pueden
limitarme o también despersonalizarme.9

EL modelo de persona lo tenemos ya en nosotros, pero tenemos que concretizarlo poco a


poco. Una característica del ser persona es, de hecho, también aquella de crecer, de madurar
en el tiempo.

Es necesario por tanto conocer bien la ley del crecimiento, así como lo describe Chiara en los
párrafos anteriores: se crece sólo aceptando el sufrimiento del perder el nivel que se ha
alcanzado.

La primera experiencia de este perder-para-crecer es para todos aquella del nacimiento,


cuando dejamos el calor y el acogedor ambiente materno y enfrentamos la vida.

Otra fundamental, que seguramente recordamos, es cuando tuvimos que dejar nuestro ser
niños y aceptar una verdadera revolución que ha involucrado nuestro cuerpo, nuestro modo de
pensar, de relacionarse, de sentir... para abrirnos al camino del ser hombres.

El último salto será cuando dejaremos la tierra que conocemos y estaremos en Dios
totalmente realizados.

En medio de tantas etapas que nos exigen siempre un nuevo sí, aunque si son siempre
nuevas, pero etapas distintas, sobre las cuales no es posible detenerse.

Para realizar este camino, para repetir en cada etapa nuestro SÍ, es necesario coraje, (ánimo)
paciencia, es un modelo que podemos mirar.

Se necesita coraje porque no es fácil, cada vez que alcanzo un buen equilibrio, dejar mi mundo
tranquilo y lanzarme afuera; no es fácil olvidarme de mí y mirar siempre al otro; no es fácil no
dejarme arrastrar de tantos falsos modelos que rompen el proyecto sobre la persona y buscar
de realizar la unidad de mí mismo.

Por esto el coraje no basta, es necesario tener mucha paciencia. Debemos saber que nos
equivocamos y nos equivocamos, pero que podemos siempre recomenzar. Sabemos cuál es el
punto de llagada, pero se llega gradualmente, momento tras momento (momento presente).
9
Chiara – Laurea h.c. en Literatura y Psicología en Malta 26/02/1999
Y para que el modelo de persona pudiera resultar teórico, sobre todo en los momentos difíciles
un poco lejos, debo poder mirar alguno que lo haya ya realizado. Hay muchas personas que
están en el camino, mucho más adelante que nosotros, que nos podrán animar, pero
particularmente tenemos un modelo seguro que para nosotros es Jesús, el perfecto modelo
de persona, porque hombre – Dios.

En este camino, después, nosotros tenemos una ayuda extraordinaria, de la cual no nos damos
cuenta, la fuerza de la unidad:

Justo porque estamos hechos a imagen y semejanza de Dios que es comunión, desarrollamos
nuestras capacidades en la comunión y cuando tratamos de hacer las cosas solos (por
costumbre, por orgullo o por vergüenza...) es como hacer una carrera de Fórmula uno... en
bicicleta.

Recuerdo mis primeros coloquios como gen 3 cuando, por timidez y por educación, nunca
hubiera comunicado algo de verdaderamente personal a cualquiera y sobre todo no lo hubiera
hecho para no dejar conocer mis dudas o dificultades. Fue un camino largo pero importantísimo
de apertura que me ha hecho descubrir la vida de una manera toda nueva.

Claro que no debemos comunicarle todo a todos. Hay cosas que son reservadas, de
delicadeza también hacia la otra persona involucrada, inoportunas. Lo importante es tener al
menos una persona de confianza con la cual somos totalmente trasparentes y que nos
garantiza la luz de Jesús en medio para afrontar pequeños o grandes obstáculos.

Y si aprendemos a hacerlo regularmente, será nuestra salvación también en los momentos en


los que la situación se hace verdaderamente más fuerte que nosotros. Por ejemplo, así le
sucedió a un gen de Irak, que cuando volvió a Bagdad, cuando terminaron los bombardeos
(que de todas maneras los había sufrido en el pueblito donde estaba refugiado) y viendo
muerte y destrucción por todas partes, sintió prepotentemente entre las lágrimas la convicción
que el mundo unido es una utopía, que el Ideal es una ilusión y nada más. Acostumbrado
desde hace años a la vida gen (incluso estuvo un año en la escuela gen de Loppiano) a poner
en común todo, cuando se encontró con una focolarina le descargó a ella toda la oscuridad que
lo bloqueaba y ha encontrado la luz y la fuerza de ponerse a amar de nuevo, yendo a ayudar al
hospital italiano.
8) UN VERDADERO SÍ EXIGE ALGÚN NO

“Dejo a María que les hable al corazón y repetirles las palabras de su Hijo:
“bienaventurados los puros de corazón porque verán a Dios”; No hay que
ilusionarse: el barro nubla la vista y nosotros gen tenemos que ver a Dios y
llevarlo al mundo”10

Cuando realizamos nuestro ser persona, nos sentimos felices, realizados, porque
experimentamos ya aquí el Paraíso (donde todo es Amor, comunicación de amor).

Por esto, también más allá de cualquier discurso moral, es inteligente decir no a todo aquello
que puede romper la unidad de nuestro ser y que nos hace experimentar el infierno (que es el
no-amor).

En este capítulo nos referiremos a estos NO.

Para algunos serán elecciones ya experimentadas y que les han producido alegría y sentido
de verdadera libertad.
Para otros, será, quizá, sentirse tocados seriamente en algo que los hace estar mal (porque
más allá de las falsas alegrías publicitarias, se está profundamente mal cuando no nos
realizamos como personas).
Para alguno será algo para reflexionar, para enfocar la meta a la que se quiere llegar.

* NO A LO QUE ROMPE EL EQULIBRIO ENTRE EL CUERPO Y EL RESTO DE LA


PERSONA

Un ejemplo de rotura entre el cuerpo y el resto de la persona es cuando el cuerpo se reduce


a un simple objeto que se puede vender y comprar, como la pornografía.

Las imágenes pornográficas tocan cuerdas (fibras) muy profundas de nuestro instinto y
despiertan impulsos que difícilmente disminuirán. Aunque si al comienzo, es natural la
curiosidad (sobre todo una curiosidad en la adolescencia) que lleva a querer ver, se
transforma en un hábito, una costumbre que crea dependencia. Justamente sobre esta
incontrolable necesidad de continuar a ver y ver siempre más, se basa el inmenso mercado de
la pornografía.

Si estoy en la fase de la curiosidad, pensando en la belleza del modelo de persona y en el


riesgo de caer en la dependencia, puedo (y es inteligente) decidir no ver: puedo apagar el
televisor cuando me ofrece imágenes que no respetan la dignidad de la persona; elegir dónde
navegar en Internet, no detenerme delante de determinados carteles...

Alguno, sonriendo, me dirá que soy un retrógrado y un miedoso. Yo puedo replicarle que soy un
hombre libre, que tiene respeto de sí mismo y de los otros y que conoce muy bien y seriamente
y hasta científicamente como funciona la maravilla creada por Dios que es el cuerpo humano.

Si soy ya un poco dependiente puedo recordarme que también una costumbre no buena, no
me quita la libertad y que con la fuerza de la unidad no hay nada que pueda detenerme en el
recomenzar.

10
Chiara, Hacer Justicia, congreso de dirigentes gen, 29/12/1972, en Coloquios con los gen.
Al comienzo será difícil, será necesario hacerlo también varias veces al día, aprendiendo a
vernos nuevos y a creer en nuestras posibilidades.

Después, poco a poco, será más fácil y redescubriremos la belleza de mirar amigas y amigos
sin tener el filtro que me empuja a verlos también a ellos como imágenes que me presentan
también cuerpos y no personas.

El mismo discurso vale también para la prostitución.

* NO A LO QUE ME ENCIERRA EN MÍ MISMO

En mí, existe una natural actitud de encerrarme en mí mismo y de ignorar o combatir a los
otros, pero esto rompe mi unidad con la humanidad que es parte de mi ser.

El sentirme centro del mundo se expresa, muchas veces, a nivel de mis pensamientos que
pueden ser irreales (“si fuera un cantante famoso... o un campeón deportivo... o un
millonario...), violentos (“ A aquel, si pudiera lo estrangularía, ¿qué se cree qué es?. ¿No sabe
quién soy yo...?”), egoístas (“¿Pero es posible que ninguno entienda que soy así?. Que tengo
necesidad de esto. Mientras que esta cosa, ¿para qué quieres que sirva?”), eróticos (“aquella
chica allí, si pudiera...”)...

En tanto los pensamientos como los sentimientos, llegan sin que yo los quiera. Son instintivos y
muy fuertes y es casi imposible bloquearlos. Prueben después, cuando se les ocurra un
pensamiento (por ejemplo: “estoy enamorado”) y decir: “no quiero pensar”. Es la mejor manera
para que el pensamiento crezca y se agigante.

Entonces, ¿qué hacer?. ¿Dejarse llevar por los pensamientos?. No!. No tenemos que darle
espacio a estos pensamientos, ni buscar de bloquearlos con fuerza (pocos lo logran). Tenemos
que hacer como se hace con el viento o con el agua: conviene desviarlos, usando la misma
fuerza para llevarlos en otra dirección.

Probé mil veces y muchos otros han probado y aunque nos haga reír, funciona. Pongamos
algunos ejemplos:

Voy por la calle y veo una chica muy bonita y mi primer pensamiento es aquel de construir una
relación pura con ella. Debo entonces tomar este pensamiento, a menudo fuerte e imprevisto, y
acompañarlo hacia mi objetivo: “Es normal que yo pruebe una reacción así, soy un hombre y
todavía no he alcanzado el pleno equilibrio de mi ser; pero lo que siento no me debe impedir de
amar verdaderamente a esta chica, aunque me guste demasiado. Y esto quiere decir respetarla
y buscar de tener con ella una relación de respeto que me lleve adelante en el maravilloso
proyecto del mundo unido y no para atrás. Y el pensamiento, poco a poco tomará menos
fuerza.

Otro día estoy con un gen y él hace justo esa cosa que no logro soportar y se lo he dicho mil
veces. Mi primer pensamiento es que quisiera darle un golpe. Si trato de bloquear este impulso
diciéndome que no es posible porque soy un gen, el pensamiento volverá con más fuerza y con
muchas buenas razones para justificarse. Si al contrario, acepto con humildad que mi manera
de ver a los otros no es todavía tan perfecta y que, por suerte, en el arte de amar al enemigo,
poco a poco me encontraré a ver aquel gen con un ojo distinto.

Otra forma de encerrarme en mí mismo es aquel de construirme mi mundo con el uso excesivo
de alcohol o con drogas. Antes que un mal para mi salud es un mal contra mi ser persona,
porque no me deja enfrentar la vida real y nublando mi conciencia, me quita este aspecto
esencial que es la libertad. Y así me hace menos mal.

Lo mismo pasa cuando uso mi cuerpo solo para mí mismo (con un excesivo cuidado solo para
hacerme ver) y en particular el uso del aspecto de la sexualidad que es la genitalidad para
buscar un placer para mí mismo, como con la masturbación.

La característica propia de la sexualidad, como hemos visto, es justamente la de la relación y


esto no sucede en la masturbación. Puede suceder que, particularmente en la adolescencia,
uno descubra este modo de darse placer como un aspecto de un conocimiento de su propio
cuerpo que esta cambiando. Pero es obvio que es un momento pasajero que nos debe hacer
ver el verdadero fin de la sexualidad.

En este mundo tan erótico, muchas veces la masturbación llega a ser, una habito difícil de
superar.
¿Cómo hacer para superar ésta, como las otras formas de encierro en mí mismo?

El camino es justo el ir en la dirección opuesta: es esa de ser más abierto, hablando con
quien te puede ayudar y lanzándote a amar a los demás. Este es el primer paso esencial que
podemos y tenemos que hacer (venciendo estúpidas vergüenzas e ideas absurdas que
algunos problemas los tengo solo yo).

Y luego: vivir el Ideal, que antes que nada quiere decir creer en el Amor de Dios que es Padre,
me ama, que no sólo perdona (en particular en la confesión) sino que olvida y me ve
verdaderamente nuevo (y verme así también yo mismo). Es el creer en su amor que me da la
fuerza de recomenzar.

Pero también el vivir mejor los siete colores que me llevarán a tener un estilo de vida
equilibrado y siempre en la dimensión del amor, por lo tanto de apertura.

Después obviamente, será inteligente estar atentos al ambiente en el cual me muevo (para no
almacenar imágenes, ideas...) y para no dejarme tomar por hábitos.

Todo esto no tengo que hacerlo solo por mí, sino con la conciencia de poder hacer un don, para
ayudar también a los demás a descubrir este modelo de persona y el positivo del cuerpo
cuando está en armonía con todo nuestro ser.

* TAMBIÉN CUANDO ES DIFÍCIL Y DOLOROSO

En tantos años de camino junto a los jóvenes y menos jóvenes de todo el mundo, he
experimentado muchas veces que difícil es encontrar la luz para salir de ciertas
situaciones, que doloroso es haber comprendido qué es lo importante en la vida y no llegar a
superar las dificultades que se encuentran.

Esto lo sé por que soy consciente de cuanto me cuesta a mí a veces también un pequeño
paso y porque he pasado meses y años junto a algún amigo pudiendo solo donarle mi
compañía, mis oraciones y sin llegar a veces a ayudarlo a hacer el más mínimo progreso.

Es verdad que también están las veces, y son muchas, en las cuales luego de esfuerzos y
caídas, se llega juntos a la alegría de una conquista que hacia aparecer el modelo de persona
más bello y más grande que antes.
En este contexto quisiera abrir un discurso, el cual sería necesario por lo menos un libro: es el
de la homosexualidad. Lo quisiera hacer en punta de pie, consciente de todos los discursos
que se hacen sobre este argumento hoy día (por lo menos en occidente) y de las situaciones
personales que he conocido y que me llevaron a comprender, a luchar, a sufrir, a rezar con
quien vive esta situación.

Antes que nada una sugerencia para todos: no tener en cuenta las cosas que se ven en los
periódicos, TV, Internet, textos seudo científicos... . Si en el pasado, lamentablemente,
estúpidos prejuicios habían llevado a una discriminación cruel de las personas homosexuales,
hoy se quiere de todas las maneras presentar la homosexualidad como una de las posibles
variantes de la sexualidad (y esto bajo la mirada de una dimensión muy parcial de la persona
y de enormes intereses económicos).

Por lo complejo que es el fenomeno 11, la cosa más inteligente para hacer (que es también la
única, de parte de quien quiere amar y respetar a cada persona) es aquella de no juzgar
nunca a quien vive esta situación. Una persona homosexual es antes que nada (y
principalmente) una persona, con la dignidad de haber sido creado por Dios. No podemos
permitirnos el juzgarla y mucho menos de hacerla objeto de burla o risa o de discriminación.

Es más, como son personas que muchas veces sufren mucho, por lo tanto tendríamos que
amar y respetar en modo especial.

Si conozco un persona homosexual que me pide mi parecer, obviamente, hacer como con
cualquiera que vive en un modo diferente al mío (sea hetero u homosexual) y ofrecer mi modo
de ver al ser persona. Lo haré de un modo más o menos explícito, según la relación que he
construido con él, tratando siempre de hacerme uno y de ofrecer mis experiencias solo por
amor y sin algún juicio, pero tampoco con una ingenua justificación por su modo de vivir. Si
luego esta persona quisiera de algún modo ser ayudada para comprender mejor la situación
es mejor aconsejarle algún experto seguro (preguntando a personas del Movimiento) que lo
pueda ayudar más que ustedes.

En la actual situación de grandes publicaciones de la homosexualidad y en un mundo en el


cual muchas veces no es fácil sentirse bien, aceptados y seguro de sí mismo, le puede
suceder a alguno de sentir una cierta atracción homosexual. Muchas veces son
pensamientos o sensaciones que pasan velozmente pero que podrían dejar en nosotros
dudas o temores.

Puede ser que uno haya tenido, no por una elección libre, relaciones homosexuales de varios
tipos que pueden acentuar dudas e incertidumbres.

Hay también quien, luego de un camino de búsqueda, muchas veces solitario, se convencen
de tener una tendencia homosexual y, siendo cristianos y gen, se preguntan cómo harán
para realizarse en la vida.

Quizás alguno habrá pasado de la tendencia al tener relaciones homosexuales y se


encuentra en una situación de continua tensión entre lo que tendría que vivir y un impulso que
parece ya incontrolable.

Y todo esto con un inimaginable sentido de soledad, de dolor, de culpa, de rabia, de

11
Si, por ejemplo, van y leen estudios serios, la primer cosa que de ve clara es que aún no se estaáen grado de
indicar con precisión ni siquiera las causas de la homosexualidad y que el problema lo simplifican a favor de una u
otro causa.
incertidumbre por el futuro...

A cada uno de estos quisiera, como primer cosa, asegurarles que estoy con ellos. Que no
están solos. Que aquel Dios que ha creado al hombre a Su imagen ha creado a cada uno de
ellos y los ama.

Luego aconsejarles, como he dicho muchas veces en estas páginas, de abrirse con alguno
que tengan confianza, alguien del Movimiento, un experto seguro...

Mi experiencia con tantos amigos fue el descubrir que a veces era sólo un fantasma que
había crecido por la soledad y que escapó a la luz de la unidad; otras veces que era una
tendencia homosexual pero que no impedía el poder realizarse como persona y de poder
donar mucho al mundo.

Con algunos hemos hecho un largo camino, doloroso y luminoso al mismo tiempo, de
situaciones en donde libertad y dignidad parecían estar muertas pudiendo llegar a la alegría
de descubrirse capas de construir la propia vida, no a pesar de la homosexualidad, sino con la
homosexualidad, por que nada nos puede impedir el vencer aquello que no nos hace libres y
realizados y ser un don para los demás según el modelo de persona que Dios quiere.

Están también aquellos por los cuales no pude hacer otra cosa que rezar y sufrir y estar allí.
Pero estoy seguro que el amor de Dios sabrá encontrar otros caminos para poder
encontrarlos y hacerlos felices.
9) HOMBRE Y MUJER LOS CREO

“Da mucha impresión constatar que Dios, entre las tantas riquezas que ha puesto
para que el hombre viva... ha dado también en el corazón de los jóvenes y de las
jóvenes el amor, el amor humano, el amor recíproco entre ellos...”12

En el subrayar el sí que debo decir a los demás, habíamos dicho que el conocerse es la base
indispensable. No puedo amar verdaderamente a quien no conozco.

Para construir relaciones verdaderas con las muchachas es necesario, por lo tanto,
conocerlas, sobretodo en lo que es diferente de nosotros, para respetarlas y para no caer en
equívocos.

Reconocer que hombre y mujer son diferentes no quiere decir que uno vale más que el otro o
viceversa. Contra esta presunción (que va contra la dignidad que cada persona en sí tiene,
como ya hemos visto) existieron justas luchas y aún es necesario hacer mucho (no sólo en las
culturas en las que consideran a la mujer inferior, sino también en la que la consideren igual
pero luego se aprovechan mucho de ella en otros modos).

El tener valores iguales, no elimina las diferencias que existen, por el contrario, el don grande
que se puede tener recíprocamente, la riqueza que nace de la unidad.

Yo soy hombre y mujer en todo mi ser. Dios nos ha creado con una gran fuerza que nos empuja
hacia el otro (en particular hacia quien es diferente a mí) que se identifica con la palabra
sexualidad. Esto compromete a todo nuestro ser persona (yo soy hombre o mujer en el físico,
en el modo de pensar, en los sentimientos, en la sicología, en el alma...).

Diferentes, por lo tanto, no sólo en lo físico, la fuerza, las emociones, sino que también en la
resistencia al dolor, los sueños del futuro, el tipo de razonamiento, el criterio con el cual se
toman las decisiones...

Es en la unidad entre los diferentes modos que se expresa plenamente la belleza del
modelo de persona.

Por ejemplo: el hombre puede poner al servicio la mayor fuerza física (que tiene) pero tiene la
necesidad de la mayor resistencia al dolor y a las tensiones, que es propio de la mujer (más
acostumbrada, también por las experiencias físicas de la menstruación, del embarazo, del
parto...) a soportar. Y sin embargo el mejor modo de tomar buenas decisiones pondrá junto a la
firmeza del hombre ( que piensa, calcula y luego no cambia de idea...ni en el momento que se
da cuenta que esta equivocado) y el dinamismo de la mujer (que intuye, se adapta a los
continuos cambios... pero a veces sin poder detenerse). Etc.

Sólo de estas dos vanalísimos ejemplos se comprende que es necesario tiempo para
conocernos nosotros y ellas.

Esto también va a veces en contraposición y no entusiasma mucho a los Gen 3 que quisieran
comenzar temprano una relación como hacen sus compañeros, quisiera subrayar muchísimo la
importancia de la amistad. Es una exigencia falsa aquella de tener que declarar de mi
propiedad la chica que me gusta: “Es mi chica!”. Hace parte del traje, al menos en muchos
12
Chiara en el Congreso Gen, 22/12/1991
países, pero... muchas veces impide que se puedan crear relaciones verdaderas de amistad
entre los chicos y las chicas que den el tiempo para conocerse y comprenderse
verdaderamente sin estar demasiado comprometidos (como es con una relación a dos).

Sucederá lo mismo, por más que me haya propuesto crear relaciones de amistad y de unidad
(por ejemplo con las gen), de afrontar una experiencia que se repetirá muchas veces, aquella
del enamorarse.

Es una realidad fuerte, que señala el pasaje del mundo de la propia familia a un mundo que
construimos con otra persona, pero que es siempre una fase de pasaje.

Cuando se está enamorado, todos lo hemos experimentado, se está literalmente fregado (o


cocinados), es decir no se está en grado de conocer verdaderamente al otro. Podremos decir
que el estado de fusión nos tiene tan cercanos que no nos podemos mirar. Y por esto estamos
convencidos de haber encontrado la muchacha más linda, más inteligente, más... del mundo.
Si permanecemos en esta fase, no llegaremos al verdadero amor (en el cual existe también la
distinción que permite conocerse y llegar a donarse recíprocamente).

Es importante saber afrontar bien el enamoramiento, por que es una experiencia que
tendremos muchas veces, también cuando habremos escogido un camino y sus compromisos
(como el matrimonio o el focolar...). Por lo tanto es evidente que si el enamoramiento puede ser
el primer paso en la relación con una muchacha, no lo tiene que ser obligatoriamente. Depende
de la situación.

Cuando habremos superado este pasaje y hemos tomado la “distancia” justa, descubriremos
que quizás no sea la muchacha más bella del mundo, pero estaremos libres de elegirla como
aquella que me gusta a mí.

Y en ese momento empezará un largo camino del cual hablaremos más adelante.
10) UNA NUEVA CORRIENTE

“...ustedes están destinados a renovar el mundo. Habrá también otros que lo


quieren y lo sabrán hacer. Pero lo tenemos que hacer también nosotros” 13

Renovando nuestro SÍ a la persona, y nuestro NO a lo que quiere romper este maravilloso


proyecto, no sólo nos realizamos, sino que podemos cambiar el mundo.

Chiara, siempre en su intervención al Kirchenteg ecuménico, decía:

“Jesús ha traído sobre la tierra “la ley del Cielo”, aquella que él vivía en el seno del Padre”. La
consecuencia para nosotros es que sólo “viviendo este amor recíproco que nos da el modelo
de Jesús, los cristianos hacen presente que son creados a imagen de Dios: Padre, Hijo y
Espíritu Santo”.

“Quien vive de este modo – termina Chiara – recompone y hace presente la imagen de Dios
que en él existe y se transforma en una bendición para la sociedad que nos rodea”.

Es lo que muchas veces Chiara ha dicho a los gen, en particular donando la realidad del
Paraíso que podemos vivir desde ahora aquí sobre la tierra.

Es muy grande la confianza que Chiara deposita en la segunda generación. Y no sólo ella.
Basta pensar en lo que el Papa dice a los jóvenes cada vez que los encuentra, en particular en
la Jornada Mundial de la Juventud donde los definió “centinelas de la mañana”, “sal y luz”
que transforma el mundo.

Tenemos por lo tanto una gran responsabilidad: hemos descubierto y experimentado cómo
ser personas realizadas y que se puede vivir ya aquí en la tierra como en el paraíso. Tenemos,
podríamos decir, la receta para la verdadera felicidad. Sería un delito tenerla sólo para
nosotros. Por esto tenemos que donarla a todos.

Si el ir contra la corriente fue una de las metas que ha caracterizado a los gen 2 desde sus
inicios, hoy la segunda generación está llamada a crear una nueva corriente.

Con nuestra vida podemos dar testimonio de personas libres, felices, sin complejos... y
hacer ver a los demás la belleza del proyecto de Dios sobre las personas y la alegría que dan
las relaciones verdaderas de amistad entre muchachas y muchachos.

Es un verdadero desafío para el Movimiento Gen y para el Movimiento Jóvenes por un Mundo
Unido. Un desafío no fácil, pero fascinante y verdaderamente revolucionario, por el cual vale la
pena comprometerse a fondo.

13
Chiara en el Congreso gen, 22/12/1991
11) PARA ELEGIR UN CAMINO

“...el Gen es el futuro de la Obra... esta abierto a todas las vocaciones de la


Obra... esperando que Dios lo llame: “Ven aquí, ve allá...” 14

Continuando nuestro camino en esta vía del amor, madurando, superando dificultades y
obstáculos, diciendo y repitiendo nuestro SÍ al amor verdadero... nos encontraremos, sin ni
siquiera tenerlo que buscar, en el lugar que Dios desde siempre pensó para nosotros y
continuaremos mostrando a Dios con nuestra vida en el matrimonio o en la virginidad.

* EL CAMINO DEL MATRIMONIO

El matrimonio hoy, en particular en el mundo occidental, es una elección que da miedo, que
aparece como la más superada e inútil. Para ser honestos es necesario decir que está crisis,
no es tanto o sólo la elección del matrimonio (o de la virginidad) sino cualquier elección. El
mundo cambia muy velozmente, no hay valores de referencia, basta mirarse a nuestro
alrededor (en la simple búsqueda de los parientes y amigos) para ver cuántos matrimonios se
derrumban después de poco tiempo. Los medios de comunicación subrayan esta tendencia y
aumentan el miedo también en quien lo ve como un punto importante de llegada.

Si queremos, mirarnos honestamente a nuestro alrededor, descubrimos que hay también una
infinidad de parejas y de familias felices y realizadas y es particularmente estimulante que
nos pudieran contar algo nuestros focolarinos casados o los millones de personas que dan vida
al Movimiento Familias Nuevas.

Tratemos entonces, mirando al modelo de persona, de comprender qué es en profundidad el


matrimonio. Y lo hacemos partiendo de las palabras pronunciadas por Jesús en respuesta a
una pregunta que le habían hecho: “...han leído que el Creador desde el principio los creó
hombre y mujer y dice: Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su
mujer y los dos serán una sola carne? De modo que no son más dos, sino una sola carne.
Aquello que Dios ha unido, no lo separe el hombre”. 15

Es un texto sintético y fundamental que nos dice que el matrimonio no es sólo un acuerdo
hecho en la sociedad para ordenar la vida social: el matrimonio tiene la razón de ser desde los
inicios, está en el proyecto de Dios que nos ha creado hombre-mujer para ser una solo cosa
(en el lenguaje semítico la palabra ”carne” significaba la unicidad de la persona).

Tomar el camino del matrimonio quiere decir, por lo tanto, realizar un designio de Dios que
nos permite expresar la unidad original, que está impresa en nosotros creados “a imagen y
semejanza” de Dios, en el modo más completo posible aquí en la tierra: unidad de dos
personas en todos sus componentes.

No sólo: es también un participar con Dios a la creación, por que con esta unión podemos
nosotros mismos dar origen a nuevas vidas, que tendremos que saber acoger y seguir por
años con este cuidado que tendría Dios mismo.

Una visión como ésta del matrimonio por un lado te anima (por que es una realidad

14
Chiara al Congreso gen, 22/121991
15
Cfr. Mt 18.3-9
maravillosa), pero también podría acentuar en algunos el temor de tener un compromiso de
este tipo, para siempre.

Por esto es necesario prepararse y es importante el tiempo de noviazgo. No en todas las


culturas se define del mismo modo el periodo de matrimonio, pero más allá de la
denominación, es sobre este tema que quisiera hablar brevemente.

Hay una muchacho y una muchacha que, superada la fase del enamoramiento han comenzado
a construir una relación entre ellos y se descubren hechos el uno para el otro. No pueden saber
si el camino de ellos será el casarse, pero mientras tanto quieren vivir bien esta nueva realidad.

Es este el periodo en el cual es necesario hacer de todo para conocerse realmente, para
crecer juntos, para aprender a ser recíprocamente el uno, un don para el otro.

Las diferencias, de las cuales hemos hablado antes, serán el terreno para explorar, aprender a
amar, armonizar. Es necesario aprender a comprender el modo de razonar, sentir, decidir del
otro/a, y comprenderlo completamente. Y será necesario hacer comprender el nuestro. Luego
estará el paso sucesivo que requerirá la capacidad no sólo de conocerse y aceptarse en las
propias diferencias sino también llegar a razonar, sentir y decidir juntos (primero en las
pequeñas cosas y luego, poco a poco, en las grandes... como podría ser aquella de decidir
casarse).

Esta creciente comunión tendrá que, obviamente llegar a todo lo que tengamos de profundo, a
nuestro espíritu, a los valores en los cuales creemos... para descubrir aquellas bases
fundamentales comunes sobre la cual se podrá construir un camino juntos.

Estando todos estos aspectos y también obviamente el del cuerpo, será necesario desde un
comienzo un diálogo abierto y honesto sobre cómo queremos vivir este aspecto de la
sexualidad. Se piensa de conocer todo del propio cuerpo y del cuerpo de la mujer, pero, para
ayudarse a vivir bien en este aspecto, es fundamental un diálogo sobre qué cosa siente y
prueba cada uno y sobre lo que les puede molestar o crear dificultad.

Es evidente que un camino así prevé dificultades, errores, incomprensiones. Por esto será
importante comprometerse a recomenzar, a volver sobre las dificultades buscando juntos
los motivos y como superarlos.

No siendo hechos para encerrarnos, ni siquiera en una relación entre dos, también en este
periodo, en el cual uno estará justamente, un cierto periodo de tiempo con su enamorada, será
muy importante continuar a vivir en unidad con los demás, para hacerse iluminar por la luz de
Jesús en medio.

No siempre una relación por más que fuera bien encarada está destinada a durar. Quizá se
descubrirá que no es la persona justa, o no es el momento apropiado o el camino justo... A
veces lo descubrimos nosotros y trataremos de comunicarlo con el mayor amor posible; otras
veces se nos dirá y tendremos que aprender a no detenernos de frente a una desilusión, por
el contrario a reorganizarnos. Si hemos vivido por amor, permanecerá en nosotros la
experiencia positiva y también a veces es necesario un poco de tiempo para “reorganizarnos”,
estaremos en la paz.

Hay, a este punto, un discurso que siempre en los diálogos con los gen toma un cierto espacio
y que es el de las relaciones físicas en este periodo de noviazgo: “¿Si tenemos que crecer en
el conocimiento reciproco en todos los aspectos, lo tenemos que hacer también en aquel
físico? ¿Y hasta que punto llegar?”; “¿Hay motivos, más allá de los morales, para no tener
relaciones prematrimoniales?”; “¿Si uno ya ha tenido relaciones prematrimoniales, que cosa
puede o debe hacer?”; “¿Y si la muchacha no tiene mis mismas ideas sobre la pureza?”; “¿Qué
decirles a mis amigos?”...

Aquellos que tenemos que decirles a los amigos es la última cosa en la cual debemos pensar.
De hecho nada de lo que digamos tendrá credibilidad si ellos no lo ven realizado en nosotros.
Si nos ven libres y felices podremos también, si ellos lo preguntan, explicar nuestra visión de la
persona (porque sólo con esa base el resto del discurso permanece en pie). Si ellos
comprenden, se podrá explicar mejor como tratamos de vivir, las dificultades que encontramos,
las alegrías que nos trae vivir así.

Para responder a las otras preguntas en necesario, además de tener claro el modelo de
persona, observar más atentamente aquello que expresamos con nuestro cuerpo y su relación
con los otros componentes nuestros.

Un pensamiento se expresa a través de las palabras (escritas o pronunciadas), un sentimiento


a través de gestos o de palabras, una elección de un valor a través de comportamientos
adecuados... Nuestro cuerpo se expresa particularmente con los gestos, pero también con
nuestro modo de vestir.

Para comprender el significado de una palabra, debo conocer el idioma y el contexto cultural en
la cual es pronunciada. También para comprender los gestos debo conocer el ambiente en la
cual la persona esta injertada. Un gesto de un saludo será, según la cultura, un abrazo
caluroso, un beso, un apretón de manos, una reverencia.

Un gesto producirá, además, un resultado diferente según el momento en el cual es realizado


y de la sensibilidad de quien lo recibe. Cuanta delicadeza y atención tenemos que tener por lo
tanto con nuestros gestos, en particular en una relación de noviazgo en el cual queremos ser
siempre y solo amor para el otro.

La palabra que digo es verdadera si estoy en unidad con todo mi ser (si le digo a una persona:
“Qué la alegría verte!” y dentro mío el sentimiento y pensamiento es opuesto, digo una mentira
y rompo mi relación con esta persona y también conmigo mismo).

Igualmente un gesto es verdadero si corresponde a aquello que queremos y pensamos. Hay


gestos entre un hombre y una mujer que expresan, en cada cultura, una relación particular
entre ellos (por más que sean con modalidad diferente en el modo de manifestarlo). Estos
gesto son tan vanalizados que corren el riesgo de perder el significado. Si los miramos con
honestidad, comprenderemos que un abrazo puede expresar amistad y cercanía pero que una
beso en la boca nos dice que es una relación de pareja. ¿Y que expresan dos cuerpos que se
unen? Se declaran de pertenecer el uno para el otro.

Si antes del matrimonio, tengo una relación física con una muchacha, digo con mi cuerpo que
somos completamente el uno para el otro, pero en verdad es una mentira, porque luego vuelvo
a casa de mi madre. Mi pensamiento, mi sentimiento, la realidad de mi alrededor me dicen que
no es verdad, no es aún posible.

Este es el primer motivo por el cual, más allá de cualquier discurso moral, las relaciones
prematrimoniales no me llevan a realizar el modelo de persona porque rompo la unidad de mi
ser (el cuerpo no está en unidad con el resto) y la unidad con la otra persona (no le expreso la
verdad).
No sólo esto. La relación física sexual me implica tanto, también porque está ligada a la esfera
del placer (que es una cosa buena, creada por Dios, pero que debe llegar como resultado y no
buscado por sí mismo), que no ayuda a conocerse verdaderamente. Sucederá de hecho que,
delante a la dificultad que tenemos que encontrar en un camino de a dos, nos dejamos tomar
por esta relación física y olvidamos los problemas, evitando o escapando a los momentos de
poder confrontar. Y los mismos problemas, crecidos, los reencontraremos luego en el
matrimonio y podrán ser causa de daños graves.

Una relación basada en el poseso del otro (por más que sea excusa de ser expresión de el
amor) no acostumbrada a la actitud de aquel único capaz de construir unidad en el tiempo: el
saber perder por amor. Acostumbrados a buscar el placer para uno mismo, será difícil luego
también de casados saber renunciar por amor (cuando el otro/a no lo desea, por motivos de
salud...).

Por otro lado, una relación prematrimonial niega el aspecto de la apertura a la vida y muchas
veces nos lleva a situaciones delicadas: niños no deseados, abortos...

Este camino no es fácil, en el cual será necesario recomenzar muchas veces, estará la ayuda
que nace de la fuerza de la unidad entre los enamorados (novios) y con la comunidad que los
rodea.

Y será un tiempo riquísimo de descubrimientos, de alegrías, de conquistas y de recomienzos


que llevará a construir una ”casa sobre la roca” que, fortificada por el don del sacramento del
matrimonio, no se derrumbará por más que haya tempestades, realizando aquel maravilloso
designio que Dios ha querido pensando en la unidad del hombre y la mujer.

* EL CAMINO DE LA VIRGINIDAD

Luego de todo lo que hemos dicho del extraordinario designio de Dios sobre el matrimonio que
expresa aquí sobre la tierra la plena unidad entre la relación del hombre–mujer (unidad total del
ser personas con todos sus componentes: espíritu, cuerpo, sentimiento, alma, relación con los
demás...), alguno nos podría preguntar: ¿por qué hay personas llamadas a la virginidad?

En el modelo de persona que ya conocemos muy bien, hemos visto que viene de Dios (que nos
ha creado a su imagen) y se realiza plenamente cuando haremos el último salto en nuestro
camino de crecimiento, dejando esta tierra. El primer motivo, por lo tanto, por el cual hay
personas llamadas a la virginidad es justamente el hecho que la vida no termina aquí en la
tierra. La virginidad a la cual Dios llama (es una llamada Suya!), será por lo tanto anticipo de
Cielos Nuevos en el cual no existirán esposo o esposa.

Mirando nuestro modelo Jesús, que haciéndose hombre nos trajo la vida del Cielo, nos
parece evidente. Jesús no se casó (y en su época y en su cultura era casi inadmisible) por
más que tenía un altísimo sentido del matrimonio como hemos visto) y una relación con las
mujeres, y por lo que se sabe un poco revolucionario (no las trataba como seres inferiores
como era la costumbre, al contrario igual que a los discípulos que eran hombres). Él nació de
María, virgen también ella, por más que eligió como lugar en el cual vivir una familia
(subrayando de este modo el valor del matrimonio).

Ciertamente Jesús y María se presentan como personas realizadas plenamente y esto se


contrapone con la mentalidad común en tantas partes del mundo según la cual es necesario
vivir una vida sexualmente activa para ser completos y no tener frustraciones. Y ciertamente
conocemos muchas personas llamadas por Dios a la virginidad que nos dan, como Jesús y
María, el mismo testimonio.

Si queremos afrontar la cosa desde el punto de vista de nuestra conversación (no entrando en
el campo especifico de la teología–espiritual), es necesario subrayar que las personas
llamadas a la virginidad pueden ser plenamente realizadas porque con la virginidad no
renuncian a la sexualidad (que es, como hemos visto, un aspecto fundamental que expresa la
apertura) sino que sólo a un aspecto de ella (si bien importante) que es la genitalidad.

La virginidad no puede ser renuncia a la sexualidad, a la apertura, por miedo, para encerrarse...
Quien hace así llega a ser una persona frustrada y no realizada.

Será, al revés, vivir la sexualidad en el completo don de sí a Dios y, por él, a los hermanos,
realizándose como personas en manera plena: personas abiertas, en continuas relaciones de
don recíproco hacia Dios y hacia quien pasa a su lado, que saben amar a todos sin límites
(renunciando, sí, a esas expresiones físicas que son propias, como hemos visto, del
matrimonio).

Del amor de ellos maduran muchísimos frutos: no sólo obras, sobretodo personas que reciben
de la paternidad y madurez espiritual ayudas para la vida de ellos, como es muy evidente
mirando a Chiara o pensando a cuantos nos han ayudado en nuestro camino.

Un fruto y también un testimonio que dan a quien está casado: los vírgenes, con su sola
existencia, recuerdan la meta hacia la cual todos tendemos y subrayan la raíz del amor que
unirá marido y mujer, un amor que viene de Dios y tiene cualidades precisas (como Chiara nos
enseñó con el arte de amar).

El ser llamados por Dios a un camino así es un don precioso. Pero ¿cómo comprender si es
nuestro camino, cómo estar seguros? ¿y cómo ir preparándose?

No retomo en estas páginas las bellísimas respuestas que Chiara ha dado tantas veces a los
gen sobre este argumento (si no las conocen pídanlas en el focolar que se las hagan ver)
reporto solo algunos puntos de reflexión.

Todas las persona sienten el empuje natural hacia el matrimonio. También las personas
llamadas por Dios a la virginidad la sienten y se pueden enamorar. Estas personas de muchas
maneras (a edades diferentes, con modos diferentes), sienten también otra llamada. De modo
que puede suceder, por ejemplo, que uno se sienta llamado por Dios a donarse todo a él, en el
camino del focolar; o bien sienta el atractivo por ese estilo de vida; o intuya que su vida esta
hecha para contribuir a realizar la unidad y que lo quiera hacer totalmente...

El hecho de haberlo sentido, por lo menos una vez, algo así es seguramente un signo de
posible llamada (ya que naturalmente uno no lo sentiría).

Es necesario luego verificar si es verdaderamente una llamada de Dios y para esto es


necesario, como hemos dicho en el caso del noviazgo, conocer y crecer juntos. En este caso
no es sólo conocer y crecer en la relación con Dios (cosa que cada persona puede hacer) sino
que también conocer más en profundidad el camino que él nos indica para realizar en esta
tierra esta elección totalitaria de Dios. Y se lo puede hacer, en el caso de la vocación al focolar,
yendo más frecuentemente al focolar, aumentando la comunión con los focolarinos
(preguntando sus experiencias e historias, poniendo en común dificultades y
descubrimientos...), sobre todo viviendo con los focolarinos la vida de focolar en los siete
aspectos.

Mientras tanto la vida continua y habrá que afrontar todas las diferentes etapas, superar
dificultades, de tener que decir siempre nuestro SÍ (al modelo de persona) y otros tantos NO (a
todo aquello que lo destruye), de recomenzar con serenidad en cada caída.

La vida gen (como decíamos para quien esta de novio) es el mejor camino, si es vivida
plenamente, para seguir la llamada de Dios hasta el día en el cual, superados los miedos (que
tienen que llegar) y dificultades, el sí a este camino se concretará.
12) UNA VIDA SOLA

“...el paraíso es una casa que se construye acá y se va a vivir en el más allá”. 16

Los deseos infinitos que Dios ha depositados en nuestros corazones y en los corazones de
cada persona pueden ser saciados solo en una medida infinita.

Es el descubrimiento que cada uno hace encontrando el Ideal: Dios Amor llena todo vacío,
colma cada deseo, es en la apertura hacia Dios que se realiza plenamente nuestro ser abiertos
al otro.

Cualquier otra relación obtiene valor y es contenida en esta relación.

Será así para aquellos que sientan la llamada a donarse totalmente a Dios, realizando en la
apertura a él y hacia todos los que encuentre el propio ser persona y anticipando aquí en la
tierra la realidad que será en el cielo, donde estaremos todos en Dios.

Será así para aquellas parejas que sabrán amarse con la medida del amor con la cual Dios
nos ha amado y participaran de este modo a Su designio de unidad y de dar la vida.

Tenemos una sola vida en la cual podemos realizar el maravilloso designio que Dios tiene
sobre cada uno de nosotros.

Es un proyecto fantástico que no podemos dejar de ofrecérselo a todos.

De la comprensión y concretización del verdadero proyecto de persona querido por Dios


depende el futuro de nuestro mundo, la alegría nuestra y la de todos.

Un proyecto que es sólo una etapa de aquel camino que continuara en el cielo: un cielo que
podemos ya vivir aquí en la tierra, amando.

16
Chiara Lubich, La parábola del cuerpo, Roma 2000, Citta Nova

También podría gustarte