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Oficios con los cuales fui notificado: 10240-DNPR y 15277-DNPR

Cédula de ciudadanía número: 0102151644

Quito, D.M., a 10 de marzo de 2019

Doctora
Martha Alicia Ulloa Durán
DIRECTORA NACIONAL DE PREDETERMINACIÓN DE RESPONSABILIDADES
DE LA CONTRALORÍA GENERAL DEL ESTADO.-
En su despacho.

De mi consideración:

Mediante Oficios No. 10240-DNPR y No. 15277-DNPR, ambos de fecha 31 de enero


de 2019, he sido notificado con una predeterminación de responsabilidad civil
culposa y una predeterminación de responsabilidad administrativa culposa
establecidas en mi contra, por lo que encontrándome dentro del plazo previsto en el
artículo 53, numeral 1 de la Ley Orgánica de la Contraloría General del Estado, doy
contestación a dichas predeterminaciones y presento las correspondientes pruebas
de descargo, de la siguiente manera:

La referida predeterminación de responsabilidad civil culposa: glosa y la


predeterminación de responsabilidad administrativa se han establecido como
resultado del Examen Especial No. DR2-DPA-0037-2018, efectuado a las sentencias
judiciales ejecutoriadas en contra de la Coordinación Zonal de Salud 6, financiadas
con recursos fiscales del Hospital Vicente Corral Moscoso, por el período
comprendido entre el 01 de enero de 2011 y el 31 de agosto de 2017; señalando
además que en los mismos oficios de notificación se detallan los hechos que
ameritan dichas predeterminaciones.

Los oficios de notificación, en su parte pertinente dicen textualmente: Reclamos de


servidores dieron lugar a sentencias judiciales que acarrearon pagos de
recursos económicos (Pág. Inf. 6-22).

En lo que respecta a la predeterminación de responsabilidad civil culposa consta:

Glosa por el total de 1.557,42 USD

Concretamente consta que por 1.557,42, el compareciente con cédula de ciudadanía


0102151644, en calidad de Gerente del Hospital Provincial General Docente Vicente
Corral Moscoso, en el ejercicio de mis funciones, en el respectivo período de
actuación comprendido entre el 9 de noviembre de 2012 y el 7 de abril de 2014,
supuestamente por emitir una resolución sancionadora de suspensión temporal de
funciones a un servidor, que según se dice, no estuvo apegada a las normas legales
y reglamentarias pertinentes, se ha ocasionado un perjuicio económico al referido
Hospital, por el valor de la glosa, por cuanto la Sala Única del Tribunal Distrital de lo
Contencioso Administrativo con fecha 24 de febrero de 2014, emitió una sentencia
que declaró la nulidad del acto administrativo por indebida motivación y ordenó el
pago de una remuneración mensual más los beneficios de ley por los días que el
servidor no asistió a laborar, como se detalla a continuación en el mismo oficio.

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En tanto que en la predeterminación de responsabilidad administrativa culposa,
simplemente consta que se establece la misma en mi contra porque he emitido una
resolución sancionadora de suspensión temporal de funciones a un servidor, que
supuestamente no estuvo apegada a las normas legales y reglamentarias
pertinentes, ocasionando que exista una sentencia de la Sala Única del Tribunal
Distrital de lo Contencioso Administrativo, con fecha 24 de febrero de 2014, que
declaró la nulidad del acto administrativo por indebida motivación y ordenó el pago
de una remuneración mensual más beneficios de ley por los días que el servidor no
asistió a laborar.

Al respecto, señora Directora Nacional de Predeterminación de Responsabilidades


de la Contraloría General del Estado, debo manifestar, en primer lugar que desde el
primer día en que asumí la Gerencia del Hospital Vicente Corral Moscoso de la
ciudad de Cuenca, absolutamente en todas mis actuaciones administrativas observé
y cumplí con las disposiciones de la Constitución de la República, Leyes,
Reglamentos y en general toda la normativa que regía en la institución; y en
segundo lugar, es falso que al emitir la resolución sancionatoria de suspensión
temporal de funciones sin goce de remuneración al servidor responsable del área de
Mantenimiento del Hospital, no lo haya hecho apegado a las normas legales y
reglamentarias pertinentes; por el contrario, se observaron y se cumplieron
estrictamente todas las normas constitucionales, legales y reglamentarias aplicables
al caso, conforme detallaré más adelante; por tales razones la verdad de los hechos
es completamente diferente, según a continuación explico debidamente
fundamentado en las constancias documentales que adjuntaré como prueba de mi
parte.

Ocurre que el Gerente del Hospital Vicente Corral Moscoso, en funciones anteriores
a mi gestión, mediante memorando No. 2476-DHR-G2012, de fecha 01 de
noviembre de 2012, había dispuesto al Servidor Público 6, Coordinador de Asesoría
Jurídica y al Coordinador Encargado de la Unidad de Talento Humano, que
analizaran una documentación de 142 fojas, donde habían constado, entre otros
documentos, una denuncia presentada por la Coordinadora de Servicios
Institucionales, de fecha 24 de octubre de 2012, señalando además una serie de
supuestas irregularidades cometidas por el Servidor Público 5, responsable de área
de Mantenimiento del Hospital, ordenado que se determinen los procesos legales
correspondientes con el objeto de establecer responsabilidades en contra de dicho
servidor público.

Cumpliendo con dicha disposición, el Servidor Público 6 – Coordinador de Asesoría


Jurídica y el responsable de la Unidad de Talento Humano, mediante Memorando
No. 140-AJVCM-2012, de fecha 07 de noviembre de 2012, habían emitido sus
criterios respecto a las actuaciones del servidor responsable de área de
Mantenimiento del Hospital, en base a la documentación analizada.

Más resulta que en ese estado de cosas, el Gerente del Hospital Vicente Corral
Moscoso en funciones hasta esa fecha, había presentado su renuncia al cargo,
misma que había sido aceptada mediante la Acción de Personal No. TH-12-
00002308, 09 de noviembre de 2012, por lo que la señora Ministra de Salud Pública,
mediante Acción de Personal No. TH-12-0000-2309, de la misma fecha indicada,
procedió a encargarme administrativamente las funciones de Gerente del referido
Hospital, entrando de manera inmediata en el ejercicio efectivo de dicho cargo.

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El primer día que asumí el despacho de la Gerencia del Hospital Vicente Corral
Moscoso, dentro de la abundante documentación pendiente de despachar que había
dejado el anterior Gerente, encontré el Memorando No. 140-AJVCM-2012, de fecha
07 de noviembre de 2012, suscrito por el señor Asesor Jurídico y el Coordinador (E)
de la Unidad de Talento Humano de la institución, en el que dando cumplimiento a lo
dispuesto por la autoridad señalaban sus criterios respecto del análisis de la
documentación y la denuncia presentada por la Coordinadora de Servicios
Institucionales, de fecha 24 de octubre de 2012.

Conforme claramente se podrá comprender, es aquí donde inicia mi intervención en


este caso particular, en calidad de Gerente del Hospital Vicente Corral Moscoso,
donde precisamente observando la normativa constitucional y legal vigente, dando
estricto cumplimiento a lo dispuesto el artículo 91 del Reglamento General de la Ley
Orgánica del Servicio Público, mediante Memorando No. 2555-DHR-2012, en
calidad de acciones previas, remití la información a la Unidad de Administración del
Talento Humano, solicitando se informe sobre la procedencia de iniciar un sumario
administrativo, por lo que el Coordinador Encargado de dicha Unidad, luego de
conocer y analizar los hechos, mediante Memorando No. 1078-UATH-HVCM-2012,
de fecha 23 de noviembre de 2012, consignando los fundamentos de hecho y de
derecho, tal como prescribe la norma reglamentaria citada, una vez analizada la
documentación informó que el servidor responsable del área de Mantenimiento
presumiblemente había incurrido en infracciones contempladas en la Ley Orgánica
de Servicio Público, por lo que sugiriendo que se tenga en cuenta las garantías
constitucionales del debido proceso y dentro de ellas principalmente el derecho a la
defensa, manifestó que era procedente iniciar un sumario administrativo en contra
del servidor presuntamente infractor.

Una vez recibido en informe en referencia, cumpliendo con lo dispuesto en el


numeral 3 de la misma norma reglamentaria citada en el párrafo anterior y
encontrándome dentro del término previsto, mediante providencia de fecha 30 de
noviembre de 2012, a las 15h10 procedí a disponer a la Unidad de Administración
del Talento Humano, el inicio del sumario administrativo en contra del servidor
responsable del área Mantenimiento del Hospital Vicente Corral Moscoso, por haber
incumplido los deberes de todo servidor público establecidos en la Ley Orgánica de
Servicio Público - LOSEP, lo que como consecuencia había afectado gravemente el
orden institucional, ocasionando con dicho incumplimiento graves conflictos al
Hospital, que por estas mismas causas, inclusive en esa fecha, se encontraba
enfrentando una demanda judicial planteada por un contratista, donde dicho servidor
había sido Administrador el Contrato y no había cumplido con sus deberes y
obligaciones que implicaban dicho cargo. Dispuse además en la misma providencia
que para el trámite del sumario administrativo se observaran las garantías básicas
del debido proceso previstas en los artículos 75 y 76 de la Constitución de la
República en concordancia con el artículo 44 de la Ley Orgánica del Servicio Público
y dentro de ellas, en especial el derecho a la defensa.

Con estos antecedentes procedí a expedir la providencia mediante la cual dispuse


que se dé inicio al sumario administrativo, por lo que el titular de la Unidad de
Administración del Talento Humano del Hospital, levantó el auto de llamamiento a
sumario administrativo observando los requisitos previstos en el artículo 92 del
Reglamento General de la Ley Orgánica de Servicio Público; y a partir de ello se
tramitó el sumario administrativo cumpliendo estrictamente la normativa
constitucional, legal y reglamentaria aplicable, siempre concediendo al sumariado su

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derecho a la defensa, actuando apegados al procedimiento previsto en la Sección
3ra.: Del procedimiento del sumario administrativo, que consta del Reglamento
General de la LOSEP.

Habiéndose tramitado el sumario administrativo de manera legal, concluida la


audiencia oral y una vez agotado el procedimiento, el servidor titular de la Unidad de
Administración del Talento Humano del Hospital, cumpliendo con lo dispuesto en el
artículo 97 del Reglamento General de la Ley Orgánica del Servicio Público remitió
a la Gerencia del Hospital el expediente del sumario administrativo y el informe que
constaba en Memorándum No. 1078-UATH-HVCM-2012, de fecha 23 de noviembre
de 2012, con las conclusiones y recomendaciones.

Acogiendo la recomendación dada en dicho Informe de la Unidad de Administración


del Talento Humano, por considerar que en la tramitación del sumario administrativo
el servidor sumariado de modo alguno había logrado desvirtuar los cargos en su
contra, habiéndose por el contrario demostrado las faltas graves cometidas por el
mismo, mediante providencia de fecha 26 de marzo de 2013, a las 09h25 procedí
expedir la resolución disponiendo con la debida y correcta motivación, la aplicación
de la sanción disciplinaria de suspensión temporal en el ejercicio de sus funciones
por treinta días, sin goce de remuneración; disponiendo que la Unidad de
Administración del Talento Humano proceda a elaborar la Acción de Personal
correspondiente y de manera inmediata realice la notificación al servidor sumariado,
conforme dispone el artículo 98 inciso segundo del Reglamento de la Ley Orgánica
del Servicio Público; lo que efectivamente así lo hizo la referida Unidad institucional,
procediendo a notificar al sumariado con dicha resolución mediante la Acción de
Personal No. 368-UATH-VCM-E-2013, de fecha 26 de marzo de 2013, que adjunto.

Inconforme el servidor sancionado interpuso una demanda ante el Tribunal Distrital


de lo Contencioso Administrativo No. 3 con sede en Cuenca, impugnando la sanción
administrativa impuesta, valiéndose de una serie de argumentos infundados pero
que finalmente lograron convencer a la novel jueza ponente que al momento de
dictar sentencia lo único que hizo fue acoger textualmente, sin explicar las razones,
uno de los antojadizos argumentos del demandante, quien en su demanda enunció
sin probar de ninguna manera que la resolución dictada por el compareciente en
fecha 26 de marzo de 2013, a las 09h25, imponiendo la sanción administrativa,
estaba indebidamente motivada.

Durante su tramitación, el juicio en mención sufrió una serie irregularidades


cometidas por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo No. 3, producto
de los tantos experimentos propuestos por el Consejo de la Judicatura de entonces,
que no es oportuno analizar aquí, pero si es muy importante que el Organismo de
Control conozca, sobre todo porque esas irregularidades fueron determinantes para
la expedición de la sentencia; es así que al iniciarse el juicio existía una sola Sala
que le signó con el No. 116-2013, pero luego se habían organizado en dos Salas,
por lo que se habían repartido los juicios, asignándoles otra numeración, que en esa
ocasión a este juicio le habían signado con el No. 01802-2013-0531, al mismo
tiempo entre las dos salas se habían cursado Autos Inhibitorios respecto de este
juicio, es decir negándose las dos salas a conocer y tramitar el mismo; sin embargo,
no se recibieron en la casilla judicial de la institución las notificaciones del cambio de
numeración ni de dichos autos inhibitorios, todo lo cual afectó al derecho a la
defensa institucional, que siempre se reclamó de parte de la defensa del Hospital
Vicente Corral Moscoso, pero que no mereció la atención del Tribunal de lo

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Contencioso Administrativo; posteriormente se conoció que este juicio lo tramitaba la
Segunda Sala, misma que finalmente en esas circunstancias dictó la injusta y
absurda sentencia en contra de la institución. Y los experimentos en la función
judicial continuaron, pues en la actualidad existe nuevamente, sólo la denominada
SALA ÚNICA del Tribunal de lo Contencioso Administrativo No. 3.

La sentencia dictada en contra del Hospital accionado, declarando con lugar la


demanda, dispuso tres cosas concretas: 1) Por la supuesta indebida motivación la
nulidad del acto administrativo resolución de fecha 23 de marzo de 2013, dentro del
sumario administrativo No. 001-UATH-2013, mediante la cual el compareciente
resolvió imponer al sumariado la sanción disciplinaria de suspensión temporal en el
ejercicio de sus funciones por treinta días, sin goce de remuneración prevista en el
artículo 43, literal d) de la Ley Orgánica del Servicio Público, en concordancia con el
artículo 87 de su Reglamento General; 2) Que la entidad accionada a través de la
Unidad de Administración del Talento Humano elimine de su carpeta o registro
personal la sanción impugnada; y, 3) Que se le restituya los valores de su
remuneración dejados de percibir por las suspensión de treinta días con todos los
demás beneficios sociales.

Esta es la triste realidad del sistema judicial ecuatoriano, que impide a las
autoridades administrativas imponer sanciones disciplinarias a malos servidores que
en lugar de cumplir a cabalidad sus deberes y obligaciones, más bien con su
accionar causan graves perjuicios a las instituciones públicas; pues cuando se les
interpone una sanción, por más que se lo haga, como en el presente caso
observando y cumpliendo estrictamente con las disposiciones constitucionales,
legales y reglamentarias, ciertos jueces con sus sentencias judiciales levantan
dichas sanciones, respaldando más bien la irresponsabilidad e inoperancia de
algunos malos servidores públicos.

Más allá de ello, el hecho de que la sentencia dictada por la Sala Única del Tribunal
Distrital de lo Contencioso Administrativo No. 3 con sede en Cuenca, en fecha 24 de
febrero de 2014, a las 08h15, dentro del juicio finalmente signado con el No. 01802-
2013-0531, seguido por el servidor responsable de Mantenimiento en contra del
Hospital Vicente Corral Moscoso, haya dispuesto que se le restituya los valores de
su remuneración dejados de percibir por la suspensión de treinta días, no se puede
asumir de plano que se trata de un perjuicio económico al Hospital, puesto que era
su propia remuneración que no se le canceló y que en sentencia se ordenó restituir,
lo cual ni de lejos se puede comparar con otros grandes perjuicios económicos
ocasionados al Estado Ecuatoriano, que sin embargo jamás son recuperados y que
son de conocimiento público.

Con la documentación que adjunto como prueba de mi parte, de la sola lectura


de la resolución expedida por el compareciente, ejerciendo las funciones de
Gerente del Hospital Vicente Corral Moscoso de la ciudad de Cuenca, mediante
providencia de fecha 26 de marzo de 2013, a las 09h25, queda absolutamente
claro que la misma se encuentra debida y legalmente motivada, pues con total
claridad se enuncian en ella las normas legales y reglamentarias en que se
funda y se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho,
cumpliendo estrictamente lo dispuesto en el artículo 76, numeral 7, letra l) de la
Constitución de la República, en concordancia con lo que prescribía el artículo
31 de la Ley de Modernización del Estado, vigente a esa fecha; puesto que en
los ocho considerandos de dicha resolución, se explican con absoluta claridad

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los presupuestos de hecho, es decir las faltas graves cometidas por el
sumariado en perjuicio del Hospital Vicente Corral Moscoso y las razones
jurídicas que habían determinado la decisión del compareciente en mi calidad
de máxima autoridad del referido Hospital, en relación con los resultados del
procedimiento previo, es decir del sumario administrativo; lo que constituye,
en otras palabras, las razones por las que el mal servidor merecía la
imposición de la sanción disciplinaria; donde además se señala la pertinencia
de la aplicación de las normas legales y reglamentarias a dichos presupuestos
o antecedentes de hecho; en esto consiste en definitiva, tanto constitucional
como legalmente, la motivación de las resoluciones de los poderes públicos.

Tanto la predeterminación de responsabilidad civil culposa: glosa, que se me ha


notificado con Oficio No. 10240-DNPR, como la predeterminación de
responsabilidad administrativa culposa, notificada con Oficio No. 15277-DNPR,
ambos de fecha 31 de enero de 2019, lamentablemente como consecuencia de no
haber analizado en forma debida la documentación relacionada durante el examen
especial practicado por el Organismo de Control,
sencillamente acogen lo que dice la írrita sentencia dictada por la Sala Única del
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo, al decir que existe indebida
motivación en la resolución dictada por el compareciente, lo cual conforme
demuestro con documentos es completamente falso, por lo que me opongo e
impugno dichas predeterminaciones de responsabilidades establecidas en mi contra,
con las que sin fundamento alguno se pretende causar un grave perjuicio en contra
de mis derechos.

Habiendo explicado con absoluta claridad, con el debido respaldado de la


documentación que adjunto y principalmente con la copia certificada de la resolución
que se cuestiona, lo único evidente es que, contrariamente a la sentencia expedida
por la Sala Única del Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo No. 3, en
fecha 24 de febrero de 2014, a las 08h15, la resolución expedida por el
compareciente en fecha 26 de marzo de 2013, a las 09h25, cuando desempeñaba
las funciones de Gerente del Hospital Vicente Corral Moscoso de la ciudad de
Cuenca, se encuentra constitucional y legalmente motivada; razón por la que no
tiene fundamento la predeterminación de la responsabilidad civil, ni la administrativa
establecidas en mi contra.

Para demostrar lo manifestado, como prueba de mi parte adjunto la siguiente


documentación en copias certificadas:

1.- En una foja la Acción de Personal No. TH-12-00002308, de fecha 09 de


noviembre de 2012, mediante la cual se acepta la renuncia del anterior Gerente del
Hospital Vicente Corral Moscoso, quien fue el que inició el trámite por el que hoy se
pretende establecer en mi contra una injusta responsabilidad civil y otra
administrativa.

2.- En una foja la Acción de Personal No. TH-12-00002309, de fecha 09 de


noviembre de 2012, mediante la cual la Ministra de Salud de entonces procedió a
encargarme administrativamente las funciones de Gerente del Hospital en
referencia.

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3.- En ciento noventa y nueve fojas el expediente completo del sumario
administrativo seguido en contra del servidor responsable del área de Mantenimiento
del Hospital, donde consta que se ha cumplido el debido proceso.
4.- En seis fojas la resolución expedida por el compareciente, mediante
providencia de fecha 26 de marzo de 2013, a las 09h25, la misma que se
encuentra debida y legalmente motivada; y, la Acción de Personal No. 368-
UATH-VCM-E-2013, de fecha 26 de marzo de 2013, con la que se notificó al
servidor sumariado la sanción impuesta.

5.- En tres fojas la copia auténtica de la sentencia dictada por la Sala Única del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo No. 3 con sede en Cuenca, en fecha 24 de
febrero de 2014, a las 08h15, dentro del juicio seguido por el servidor sancionado en
contra de la institución; con lo que demuestro que dicha sentencia si carece de
motivación ya que solo acoge el argumento del demandante y no explica las razones
por las que afirma la jueza ponente, que en la resolución impugnada existe la
supuesta indebida motivación.

La referida documentación adjunto en doscientas diez fojas y pido que se tenga


como prueba de mi parte.

Por las razones expuestas y que demuestro con la documentación que acompaño, la
predeterminación de responsabilidad culposa: glosa y la predeterminación de
responsabilidad administrativa, establecidas infundadamente en mi contra, no tienen
razón de ser, por lo que comedidamente solicito a usted Señora Directora Nacional
de Predeterminación de Responsabilidades de la Contraloría General del Estado,
que se digne dejarlas sin efecto y como consecuencia se disponga la anulación de la
glosa.

Las notificaciones posteriores las recibiré en mi correo electrónico


ggaon1970@hotmail.com

Atentamente,

Dr. Patricio Giovanni Gaón Rodríguez,


C.C. No. 0102151644

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