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El estado como estructura de poder

El estado para que tenga una vitalidad debe tener un gobierno o estar regido hacía algo
para que este Estado pueda vivir en solidaridad; pero como dice Burdeau “pero ella
puede convertirse en una sociedad histórica, si no es estimulada por la fuerza impulsora
que desencadene y controle los movimientos por los cuales es agenciado el organismo
social” en pocas palabra que si este no tiene una organización va a ser un Estado
desordenado y que no podrá avanzar como sociedad, esa fuerza de avanzar es llamada
como -poder político-. Budeau dice que “El poder es una condición del hombre, y la
libertad no es posible sino dentro del orden” además de ello aclara que al momento de
que el Estado no se rige por medio de nada o no se rige por ningún poder esta sociedad
sería según Burdeau “un cuerpo inerte” ya que no va a progresar y por si fuera poco
caerá en decadencia por estar en una completa desorganización. También Duguit nos
plantea un tipo de jerarquía u organización que serían los gobernantes y los gobernados
diciendo “señala desde todo grupo humano desde el más pequeño hasta el más grande,
existen aquellos que mandan y aquellos que obedecen, los que dan las ordenes y los que
las cumplen, los que toman las decisiones y los que las aplican”. Se tiene en cuenta que
se debe saber de dónde nace cada una de las partes del poder, el cómo y por qué llego
forma parte de una idea al Estado como ente del ordenador de la conducta humana, con
la forma de soporte institucional. Burdeau dijo que “todas las sociedades que el mundo
ha conocido, partiendo de las más primitivas han estado dirigidas por un poder a cargo
del cual ha estado la satisfacción de los intereses colectivos del grupo”. La intención de
el al mostrar esta idea es que cada sociedad va a tener su forma de mostrar el poder y
que aun así, encima de este poder pueden estar presentas las creencias, costumbres o
tradiciones de la dicha sociedad o nación.

Además como se conoce las sociedades están en un constante cambio, por lo tanto, las
necesidades del pueblo cada vez son más exigentes, y se puede decir que es donde se
empieza a probar a aquella persona que está al dichoso mando de la sociedad, se pone a
la disposición de las personas. Se dice que el poder individualizado no podía justificarse
como por la fuerza, material o espiritual, de quien lo ejercía ya que este poder se vio
afectado por la ausencia o falta de legitimidad y progreso, a esto Burdeau agrega “el
soberano no es tal si no goza de un título que coloque su autoridad al abrigo de las
potencias rivales” además agrega que “Se ignora de donde surge el derecho de mandar”.
Un ejemplo que se enmarca puede ser que si el jefe debía imponer su autoridad con las
armas en la mano, si un fracaso o una derrota podía eliminarlo o una victoria
consagrarlo, entonces el derecho de mandar residía en su persona.

Por otro lado, la conciencia política que se ha despertado entre los gobernados se resiste
a admitir que toda la organización social repose sobre la voluntad exclusiva e
incondicional de un solo individuo. Si el poder deja de estar incorporado en la persona
del jefe, no podrá, sin embargo, quedar sin titular; necesitara un soporte. Ese soporte
será el Estado, así que para Burdeau “una explicación, una justificación y una
utilización del fenómeno social que es el poder”. Los gobernantes no ejercen, entonces,
un poder que les pertenece personalmente, sino que pertenece al Estado, y la
colectividad puede imponerle a su actividad, a través de los propios mecanismos del
Estado, los limites que considere necesarios.
Duverger distingue entre si la “institucionalización” y el “poder” diciendo así “Advierte
el que si se habla de poder cada vez que una relación humana es desigual, cada vez que
un individuo puede obligar a otro a someterse, el poder está en todas partes y todas las
situaciones tendrán un carácter político.” Y la distinción “La potencia material, que se
manifiesta de diversas maneras, que consiste en obligar a obedecer por la simple presión
que muchas veces es en contra la voluntad del obligado”, Duverger también afirma que
“El poder en la sociedad aparece como un fenómeno tan natural como el agua, el fuego,
el granizo o la lluvia en el universo físico”.

No hay poder legítimo dice Duverger, sino poderes que se juzgan legítimos. Y define la
legitimidad como “la cualidad que presenta un poder de estar conforme a la imagen del
poder que se juzga valedera en la sociedad consideraba”. Por ello para aclarar los
diferentes puntos de vistas de los dos autores Burdeau define la “institucionalización”
para diferenciarlo como “el acto por el cual el fundamento del poder es transferido de la
persona de los gobernantes a una entidad”. En sí, la separación entre el poder y quienes
de hecho ejercen sus atributos y, por otra parte, la aparición del Estado como institución
titular del poder jurídico. Pero no advierte el mismo Burdeau, no es un poder cualquiera
el que puede ser incorporado a la institución estatal, sino tan solo aquel que encuentre
en el medio social la atmosfera favorable a su institucionalización ya que esta se
convierte en una necesidad inevitable.

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