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18 de agosto de 1961: La entrevista

de Frondizi con el “Che” Guevara


Hasta sus más desilusionados críticos aseguran que uno de los temas
en que Arturo Frondizi fue fiel al programa con que asumió la presidencia en
1958 fue la política exterior. Uno de los momentos en que esta situación se
hizo patente fue la entrevista que mantuvo con Ernesto “Che” Guevara, el 18
de agosto de 1961.
La política exterior del frondizismo estuvo orientada a dar fuerza a una
alianza continental con Brasil y todo el bloque latinoamericano. Tanto fue
así que la administración norteamericana mantuvo un permanente temor a que
se desarrollara una política de integración regional que la excluyera.
En el caso puntual de Cuba, que todavía no se había declarado
socialista ni tenía intenciones de quedar subordinada al bloque soviético,
Frondizi denunció operaciones que tendían a aislar al gobierno revolucionario
cubano y recibió a sus máximos representantes. Sucedió en mayo de 1959,
cuando Fidel Castro, entonces primer ministro, visitó Buenos Aires, para
participar de una reunión de trabajo de la OEA; también, cuando dos años más
tarde lo visitó el entonces ministro de Industria cubano, Ernesto Guevara. La
política exterior fue considerada por Frondizi como uno de los asuntos que no
eran negociables.
El gobierno cubano procuraba evitar el cerco norteamericano, sin
quedar completamente subordinada al bloque liderado por la URSS. La ayuda
que pudiera recibir de Argentina y Brasil, que todavía mantenían gobiernos no
reaccionarios, era fundamental. Pero en el caso de Frondizi, requería del “Che”
la renuncia a extender la revolución fuera de sus fronteras, o a solventar grupos
guerrilleros en otras naciones.
Tras la entrevista, Frondizi debió afrontar uno de los más virulentos
planteamientos militares. Sus explicaciones no satisficieron a los altos
comandantes, mientras
se agitaban cuarteles y se
movían tropas. Al mismo
tiempo, la gran prensa
hizo gala del mismo sentir
anticomunista, acusando
al gobierno de entregar el
país a la Cuba de Castro.
Su derrocamiento
sobrevendría pocos
meses después.

Luego de sellar un
decisivo pacto con Juan
Domingo Perón, Arturo
Frondizi triunfó en las
elecciones presidenciales del 23 de febrero de 1958. Durante su gestión, el
presidente radical se propuso promover el desarrollo de las industrias
básicas -siderurgia, petróleo y maquinarias- recurriendo a la inversión
extranjera. Luego obtuvo un crédito del Fondo Monetario Internacional,
condicionado al aumento de tarifas, del precio del petróleo y al despido de
empleados públicos, lo que le valió la ruptura de la alianza con Perón. En
política exterior, el líder radical se opuso a la exclusión de Cuba del sistema
interamericano e, intentando oficiar de mediador entre Estados Unidos y el
bloque socialista, el 18 agosto de 1961, se entrevistó con Ernesto “Che”
Guevara, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba. Tras la reunión, debió
afrontar un planteo militar, evidencia del malestar que existía en las Fuerzas
Armadas. Pocos meses más tarde, el 29 de marzo de 1962 Frondizi sería
derrocado. A continuación, transcribimos el testimonio del ex presidente radical
sobre la entrevista con el “Che”.

Fuente: Testimonio de Arturo Frondizi en Menotti, Emilia, Arturo Frondizi,


Buenos Aires, Editorial Planeta, 1998.
“Llevado a mi presencia, tuvimos una charla absolutamente a solas, que duró
aproximadamente unos setenta minutos. Cuando abordamos el tema de la
posibilidad de elaborar algún tipo de status de convivencia con Estados
Unidos, me hizo notar que lo consideraba improbable por la resistencia de los
grupos más duros del país del Norte; pero que, de todas maneras, si yo lo
consideraba conveniente, explorara la posibilidad, pues él estaba de acuerdo
en buscar, en la medida de lo posible, alguna salida al aislamiento. Si el statu
quo entre los Estados Unidos se acordaba a través de la gestión de América
latina, Cuba permanecería en el sistema interamericano. De lo contrario
deberían los Estados Unidos negociarlo con la Unión Soviética, y Cuba
integraría entonces el sistema del Pacto de Varsovia, como efectivamente
sucedió. Mi interlocutor opinaba no obstante que el camino de América pasaría
en algún momento por un enfrentamiento total con Estados Unidos. Creía que
en pocos años América latina se transformaría en un gigantesco Vietnam.
Nosotros expusimos nuestra tesis sobre la integración y el desarrollo. Guevara
aparecía algo desencantado con respecto al curso de la revolución cubana,
sobre todo porque descreía ya de las posibilidades de una industrialización
acelerada por falta de medios de
financiamiento. Cuando salió de la
entrevista, en un comentario marginal
que hizo en el reducido grupo de los que
habían participado del trámite, confesó
risueñamente que habían tenido que
“encañonar” a los rusos para que les
financiaran una acería con capacidad
para 700.000 toneladas. Nunca más lo
volví a ver. Pocos meses después yo
sería derrocado; él encontraría la muerte,
años más tarde, en la selva boliviana,
empeñado en el estéril intento de
“fabricar” una revolución en un medio que
desconocía y ante un pueblo sufrido que,
como todos los del mundo, aspira a su
rendición, pero para hacerla por sí
mismo, con sus formas propias de
participación y movilización.”
Fuente: elhistoriador.com.ar

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