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5a Temporada

6.- Asterios
Polyp /
David
Mazzucchelli

Abril 2012
Índex:

Club de Lectura: Asterios Polyp / David Mazzucchelli Sins Entido, 2010

L’autor i la seva obra. David Mazzucchelli: el naturalismo expresionista / L. M. Lus Arana ........1
Asterios Polyp / Ressenya / Álvaro Pons ................................................................................................................6
Asterios Polyp / Ressenya / Vicente Funes.............................................................................................................7
La tinta, el espacio, la solidez. La “caligrafía” / Article / Pepo Pérez .......................................................9

Altres

Selecció de novetats de gener i febrer / Secció Còmics d’Adults / Bib. Tecla Sala .....................................10
Recomanacions .......................................................................................................................................................11

Notícies

V Japan Weekend Barcelona a La Farga de L’Hospitalet ...................................................................11


Exposició dedicada a Batllori a Vilanova.....................................................................................................11
César per a Sfar per Le chat du rabbin .........................................................................................................12
Sur la piste du Marsupilami s’estrena a França a l’abril .......................................................................12
El dibujante español Ken Niimura, Premio Internacional de Manga de Japón ...........................12
Arrugas hace historia para la animación en los Goya ...........................................................................12
Més autors convidats al Saló del Còmic de Barcelona..........................................................................13
La Cárcel de Papel s’acomiada.........................................................................................................................13
Adéu a Tretzevents.................................................................................................................................................13
Projecció de Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio a les Fnac de Barcelona .....13
Exposició Fanzines: Art fotocopiat. Des dels anys 80 fins ara, a La Tecla ..................................13
L’autor i la seva obra. David Mazzucchelli: el naturalismo expresionista Luís Miguel Lus Arana

Començarem a apropar-nos al David Mazzucchelli, mitjançant un magnífic i exhaustiu article del Luís Miguel Lus Arana,
titulat David Mazzucchelli: el naturalismo expresionista. Aquest article arriba al moment immediatament anterior a la
publicació d’Asterios Polyp. Us proposem la lectura d’un extens fragment, però trobareu l’article sencer a:
http://www.homines.com/comic/david_mazzucchelli/index.htm.

A lo largo de este ensayo, realizaremos un recorrido por la trayectoria vital y profesional de un atípico autor que, tras
llegar al estrellato dentro del cómic de género con apenas unos pocos cientos de páginas publicadas, decidiría refugiarse
en una cierta clandestinidad underground que le permitiría la ansiada libertad creativa. A través de su reducida obra, David Mazzucchelli ha
desplegado una inusual sensibilidad, que le ha llevado desde la serie negra, tanto dibujada como cinematográfica, hasta la más descarnada
expresión del grabado alemán de Kirchner o Nolde, pasando por la tosquedad de RAW.

I Los comienzos: el Mazzucchelli más clásico

David John Mazzucchelli nace el 21 de Septiembre de 1960 en Providence (EEUU). Criado en una familia de
origen italiano, crecería fascinado por la muy camp serie de televisión de Batman, y sería lector de cómics Marvel
de niño. ('Crecí leyendo Fantastic Four, Spider-man, Avengers, y muchos de los trabajos de Jack Kirby,
Stan Lee, Gene Colan, John Romita Sr. y Jim Steranko. Los primeros personajes que recuerdo que me
gustaran fueron Batman y Capitán América; aún conservo algunos de los dibujos que hice de ellos, así
como una historia de Batman que hice con ceras cuando tenia seis años. Pero con el tiempo los cómics
dejaron de interesarme y deje de leerlos alrededor de 1971 ó 72.') Estas lecturas despertarían una temprana
inquietud por trabajar en el medio, que desaparecería a los once años, en que perdería el interés en los cómics
para centrarse en la pintura y la ilustración, disciplinas a las que se había dedicado desde niño. Con 18 años
ingresaría para estudiar pintura en la Rhode Island School of Design, donde se graduaría con un Bachelor in Fine
Arts. Sería precisamente en la universidad donde redescubriría el cómic superheróico a través de su compañero
de habitación. El cambio de década había llegado, y un joven llamado Frank Miller comenzaba a concitar la
atención de público y crítica con su trabajo en Daredevil. (Mazzucchelli, acerca de los números de Miller en DD:
'Me gustaron mucho. Era la primera vez que alguien cogía a un superhéroe y volvía a contar historias in-
teresantes, como las que yo leía de pequeño').También en la universidad conocerá a la pintora Richmond Lewis, que de compañera
sentimental pasará a convertirse en inseparable partenaire en sus evoluciones gráficas.

A principios de los años 80, David Mazzucchelli, como tantos otros, comenzaría su trabajo en el mundo
del cómic dentro del estrecho corsé del género superheróico. Desde un primer momento, David mostraría
su inclinación hacia el realismo clásico que, dentro de las convenciones de esta particular parcela,
representaría como nadie Neal Adams, pero sobre todo hacia tenebristas como Gene Colan, cuyo estilo
imitará con un éxito relativo en sus primeros trabajos.

Aún como estudiante, David envía un portafolio amateur a Marvel, pero habría de esperar hasta acabar
los estudios de arte para entrar a trabajar en la editorial, realizando el número 121 de Master Of Kung-Fu
(febrero de 1983), que sería entintado por Vince Colletta (“Era malo, lo supe cuando lo acabé y
también sabía que Vince Colletta, el entintador, no podía haberlo empeorado”). Ni autor ni editorial
quedaron satisfechos con el resultado y habría de pasar un año más hasta que dibujante y entintador
volvieran a coincidir en The Further Adventures of Indiana Jones nº14. Esta vez la experiencia resultaría
más positiva, y Marvel le encargaría ese mismo año un número de Star Wars, esta vez bajo las más
adecuadas tintas del veterano Tom Palmer. En él, un primerizo David, aún rendido admirador de Colan,
despliega su mejor dibujo clásico, muy en la línea editorial de la colección, deudora de la estética fijada
por Al Williamson en su adaptación de The Empire Strikes Back. La semejanza con Colan es más que
casual, brindada también en gran medida por el trazo de pincel clásico de Tom Palmer, que entinta con su
habitual energía a un Mazzucchelli aún lejos de las cotas de dramatismo y plasticidad logradas por aquél.
El tradicional balance de negros es efectivo, pero todavía dista mucho del extraordinario manejo de las sombras que mostrará apenas dos años
después.

II Daredevil: la búsqueda del estilo

También habría de realizar el Marvel Team Up Annual nº7 antes de ser aceptado como dibujante regular de
Daredevil. El editor Bob Budiansky decidió incorporarlo a la serie a partir del nº206, en la que permanecería durante
tres años y en los que realizaría un total de 25 números. En su llegada a Daredevil, en mayo de 1984, nos
encontramos con un dibujante culto, ambicioso y trabajador pero lamentablemente inexperto. David produce
páginas correctamente dibujadas, desde un punto de vista académico, pero carentes de expresividad, por no decir
de un estilo propio, un estilo lastrado por figuras estáticas y narrativa pesada, carente de cualquier emoción
plástica. A esto contribuiría sobremanera el inadecuado acabado de entintadores dedicados pero poco compatibles
con su estilo (Danny Bullanadi, por ejemplo, era un entintador detallista y barroco, más apropiado para definir los
nudosos músculos y sucios paisajes de Conan que los urbanos ambientes nocturnos de la Cocina del Infierno.
Bulanadi añade innecesarias texturas a los collages de luz y sombra del Mazzucchelli heredero del cine negro al
que podemos admirar en algunas portadas, realizadas en solitario).

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Durante este tiempo el dibujo de Mazzucchelli sufriría una constante evolución, que se aceleraría en el momento en que comenzara a entintarse
él mismo, en el número 214, (mostrando un trazo heredero del cómic clásico de serie negra de Alex Toth o Chester Gould) y eclosionaría
definitivamente con el regreso de Miller a los guiones, sustituyendo al correcto pero poco emocionante Denny O’Neill.

III Born again: la pasión según Miller

“Creo que hay en él material muy bueno, en algunos aspectos. Y creo que también hay aspectos en que es muy débil, en términos de
dibujo e historia, y del trabajo en general. Pero los puntos positivos, las partes buenas, creo que sobresalen. Y en lo referente a la
historia, una de las cosas más importantes para mí -recuerdo las conversaciones con Frank- era cómo terminarla. Estaba claro que lo
que tratábamos de comunicar es que teníamos un personaje con grandes problemas, así que básicamente pretendíamos matarlo y
devolverlo a una vida mejor. Y esta era la cuestión: ¿qué es ‘mejor’?” (David Mazzucchelli hablando en una entrevista sobre ‘Born Again’.
The Comics Journal nº194).

Abril de 1986 supone la vuelta de Frank Miller al cómic que lo llevó a la fama. A estas alturas, Miller ya ha tratado de
revolucionar el medio dos veces: una (fallida) con la interesante Ronin (1983 - 1984), y otra, con el cómic que se
convertirá, para bien y para mal, en libro de cabecera de toda una generación de autores: The Dark Knight Returns. El
endurecimiento político durante la segunda legislatura del gobierno de Reagan, aplaudido por la mayoría, comienza a
hacer tambalearse la figura clásica del héroe, identificado como la representación de una idea autoritaria del poder que
lo convierte en una figura fascista. Junto a Dark Knight, Watchmen, de Alan Moore, contribuirá a deconstruir el mito del
superhéroe, desde una posición más intelectual, glamourosa y estetizante –y, como es de rigor en Moore, mucho más
literaria– que la espectacular visceralidad del más cyberpunk Miller. Las dos obras mencionadas darán origen a una
época de experimentación formal y argumental -más la primera que la segunda- que saturará el mercado de obras que
oscilarán entre lo realmente interesante y lo absurdamente pretencioso. Para Miller supondrá una etapa de febril
actividad, y en el mismo 1986 publicará otras obras destinadas a convertirse en referentes del género, como serán Lo-
ve & War y Elektra: Assasin, con Bill Sienkiewicz, y Batman: Year One, también junto a Mazzucchelli.

Es en este contexto en el que Miller encuadra su vuelta a la colección, para someterlo a un proceso de caída y
resurrección. Miller se encuentra en plena forma, y ofrece a Mazzucchelli una trama dura que maltrata al personaje,
ofreciéndole la oportunidad de dejar de dibujar figuras superheróicas para adentrarse en los oscuros escenarios de
los bajos fondos urbanos que serán marca de fábrica de éste de ahí en adelante. Miller le proporciona además una
fuerte carga simbólica que éste aprovecha para dar rienda suelta a sus inquietudes pictóricas, como veremos más
adelante. Decidido a redefinir los mitos sobre los que trabaja, Miller se empeña en contar la historia definitiva de un
personaje que ha deambulado sin rumbo fijo desde que lo abandonara años atrás. Prescindiendo de todo aquello
que se ha escrito y dibujado durante este intermezzo, Miller resuelve hacer descender a su criatura a los infiernos
para nacer de nuevo. Born Again comprenderá siete números de la colección regular de Daredevil (227 al 233).
Pese a su pertenencia a una colección regular, la unidad que trasluce la saga, producida por un Miller cada vez
más interesado en narrar historias cerradas, hacen de ella un corpus único, propiciado en gran medida por el ropaje
gráfico tejido por Mazzucchelli.

Ya en los números inmediatamente anteriores a la saga, el dibujo de Mazzucchelli


había comenzado a mutar visiblemente, merced a la oportunidad de entintarse a sí
mismo. Los trazos se vuelven más gruesos, carnosos y expresivos, y el autor se ve
libre del manierista acabado al que sus lápices se habían visto sometidos. Asimismo,
en Born Again, Miller aprovechará la mayor laxitud del Comics Code para tratar temas
que años antes abordaran Denny O’Neil y Neal Adams (Green Lantern / Green Arrow),
esta vez con una mayor crudeza. Las drogas, la delincuencia más vil y la sordidez de
los bajos fondos son el escenario en que se moverá la historia, y David lo aprovecha.
Tras unos primeros números aún híbridos de estilos, el dibujo evoluciona a ojos vista,
y apenas transcurridas cincuenta páginas, la estética de la historia queda fijada,
revelando las que serán reglas básicas del dibujo posterior de Mazzucchelli: el trazo
se rompe, abandonando los delineados contornos propios del género, y se vuelve más expresivo y desgarrado, engordándose y alternándose con
grandes manchas de negro. Precisamente la mancha, a veces pura, a veces un contorno toscamente relleno, otras texturada, salpicada, conferirá
al resultado final ese aspecto oscilante entre la litografía y la fotografía velada que será su sello característico de aquí en adelante.

Mazzucchelli se siente cada vez más cómodo con este nuevo estilo, y lo depura
progresivamente, eliminando líneas y grafismos superfluos, y concentrándose en la
expresividad del trazo, sin por ello escatimar en el detalle. El de Mazzucchelli es un
proceso de desbastado, no una renuncia de partida. No es una opción estilística de
base, -un formalismo per se- sino la solución a un problema de coherencia.
Coherencia que se da incluso en la interacción fondo-figura. No hay diferencia entre el
tratamiento de escenarios y personajes, y la dualidad impresionismo–expresionismo
preside la representación de una Cocina del Infierno más sucia y desvencijada que
nunca. En los fondos, más que en ninguna otra parte, se puede apreciar el germen
del que será el Mazzucchelli de los 90. Resueltos con groseros trazos de pincel,
remiten al tosco expresionismo de City of Glass más que los del cuidadísimo Year
One.

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El dibujo, en un principio deudor del trabajo previo de Miller y Janson, tanto en la
diagramación y concepción de la secuencia (las características figuras congeladas
recortándose sobre subjetivos fondos blancos) como en la textura, pronto cobrará
independencia de aquél, en un Tour de Force creativo que llega a su punto álgido en la
imagen en la que un aterrado Ben Urich colgado del teléfono se transforma en una suerte
de postmoderno grito de Munch. Los detallismos puntillistas han quedado atrás, y el joven Mazzucchelli nos ofrece un pequeño adelanto de lo
que será su trabajo en la década siguiente: un camino hacia la abstracción en el que el feísmo (más a lo Nolde que a lo Grosz) también tiene
cabida en la búsqueda de la expresión.

La utilización que de la iconografía cristiana hace Mazzucchelli es soberbia, ofreciéndonos una espectacular
Pietá, o un evocador Descenso de la Cruz. A lo largo de las casi doscientas páginas de la saga,
Mazzucchelli producirá algunas de las mejores ilustraciones realizadas para el personaje.

Decididamente influido por el legado de Frank Miller, la colaboración con el Miller narrador le exigiría
abandonar el canon gráfico del género para buscar métodos de representación que le permitieran plasmar el
ambiente sucio, opresivo y urbano que las prospecciones de aquél exigían. El trabajo de Mazzucchelli se
vuelve entonces más naturalista, y comienza a remitirnos a autores cada vez más alejados en el tiempo. Así,
a coetáneos como Sienkiewicz o clásicos modernos (Steranko), se sumará la influencia de maestros de la
Edad Dorada como Al Williamson o Alex Raymond. De la mano del mejor Miller, David se zambullirá de lleno
en el género negro que más adelante encumbrará a aquél. El trabajo de Mazzucchelli se volverá
simultáneamente más realista y más abstracto. Chester Gould, Jesús Blasco, Alex Toth... los grandes de la
historieta negra serán incorporados, previa destilación, a un trabajo obligadamente oscuro, de trazos grue-
sos, pero aún sorprendentemente detallado y hasta preciosista en ocasiones. La prueba del magnetismo del
Mazzucchelli de esta época es que, casi veinte años después, este trabajo pervive en la obra de una nueva
generación de autores vinculados al género, como Alex Maleev y Eduardo Risso, John Paul Leon, el pictórico John J.
Muth o, en menor medida, Kieron Dwyer. La carrera hacia la abstracción se había precipitado, y el abandono del
constreñido mundo de los hombres en pijama marcaría el comienzo de una nueva etapa en la que el trabajo de
Mazzucchelli se alejará cada vez más de los parámetros del género, para encaminarse hacia un expresionismo que
nos remitirá a Kirchner, Munch y, sobre todo, al Emil Nolde de 1910.

Tras estos siete números, y cerrado el arco argumental, guionista y dibujante abandonan colección y editorial, con un
Mazzucchelli convertido en la revelación del momento. (Por la saga 'Born Again', ganarían en los Premios Kirby de
1986 el Premio al Mejor equipo artístico (guionista-dibujante) y el de Mejor número de una colección por el 227).

IV Year one. La (re)creación del mito

“Mi educación en cómics prácticamente va hacia atrás, y con una aproximación muy tangencial. Crecí con los cómics de los 60, y de ahí
empecé a retroceder (…). Así que para cuando llegué a Batman estaba muy interesado en Chester Gould y Hergé, y en Alex Toth”.

Tras el éxito de ‘Born Again’, y aprovechando su fin de contrato en Marvel, Mazzucchelli emigra a su rival, DC
Comics, donde volverá a formar equipo con Miller para reformular el origen de Batman en Batman: Year One (A
Batman: año uno li vam dedicar una sessió del nostre club de lectura al 2008: http://b it.ly/AAiWku).

En Junio de 1986 Frank Miller acababa de publicar The Dark Knight Returns, una visión apocalíptica
de un Batman entrado en años que aspiraba a ser la última historia sobre el personaje. Denny O’Neil,
anterior guionista de Daredevil era en aquel entonces editor de Detective Comics, y el propio Miller se presentó voluntario para la tarea de
renovación. Si con su distopía futurista había cerrado el ciclo, acabando con el mito del Hombre Murciélago, ahora reformularía su origen
contando su primer año de vida como tal.

Consciente de sus propias limitaciones, de las exigencias de la historia, o simplemente acomodado


en su nuevo papel de guionista, Miller vislumbró que necesitaba a alguien que pudiera plasmar con
realismo lo que comenzaba a perfilarse como una novela detectivesca de serie negra, y decidió
prolongar su asociación con David Mazzucchelli, que a cambio haría el que sería el mejor trabajo de
su aún incipiente carrera. Será el realismo, o una versión idealizada de éste, al menos, el elemento
que caracterizará la novela de principio a fin. El enfoque realista e igualmente urbano de Miller
permitiría al dibujante crear un mundo que bucearía en el grafismo del cómic clásico de detectives,
más allá de Gene Colan, hasta Gould o Eisner. ('...Tengo muchísimas influencias y estoy
cambiando continuamente, semana a semana. No todas proceden del mundo del comics, la
mayoría vienen de fuera... Si tuviera agallas, dibujaría como Chester Gould'.)

El impacto en el público sería inmediato. Year One se convertiría en la historia canónica de Batman, y
Mazzucchelli, en un maestro de 27 años. Novela dibujada o filme noir congelado, Year One recurre para
su desarrollo a la narración en primera persona de cada uno de los dos protagonistas: Bruce Wayne y
James Gordon. Miller aún no ha entrado en su etapa autoparódica, y los personajes están sólidamente
construidos, sin caer, aunque no siempre, en las estereotipadas caricaturas a lo Philip Marlowe a las
que nos acostumbrará después. Se trata de personajes reales, que viven en un mundo sórdido pero
real, y Mazzucchelli se encarga de retratarlos con un rigor y una verosimilitud que desarman al lector,
transmutado en inesperado espectador de una película de Otto Preminger.

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En Year One Mazzucchelli demuestra que ha superado con creces el legado de Miller ('Hay un nivel de textura y credibilidad que David
aporta a su trabajo que me convence constantemente de que lo que estoy leyendo está pasando. En Batman: Año Uno ha convertido en
tridimensionales cada uno de los personajes, ha convertido en creíble cada situación. Encuentro las mayores virtudes de David en
términos de drama y humanidad. Crea momentos que se viven. Cuando me llegan fotocopias de sus páginas acabadas, me encuentro
hundiéndome en la historia, añadiendo mentalmente pensamientos que tienen los personajes y que no
están en el texto. Cuando David dibuja al comisario Loeb, el comisario de policía corrupto de Gotham City,
llena al personaje de un sentimiento de enfermedad: esas rayas abruptas y bruscas que parecen arrastrarse
sobre la cara del hombre. La cara de Gordon, cuando ha sido golpeado con bates de béisbol en el primer
número, es una máscara de dolor. Frank Miller.'). Los mecanismos, los trucos escénicos, están ahí, pero David
los integra en su propio estilo, manejándolos con una sabiduría que los hace imperceptibles. Establecidas las reglas
geométricas de la página, Mazzucchelli compone con seguridad planchas repletas de escenas complejas, en las
que, por medio de un habilidoso uso de la secuencia, alterna múltiples planos de marcado carácter cinematográfico.
El tempo de la historia es controlado con maestría por medio de viñetas que se suceden o se superponen,
llevándose en ocasiones hasta el borde del papel; el fondo de la página pasa de blanco a negro sin solución de
continuidad y sin que el lector sea consciente. Todo ello hará que esta obra se convierta, junto con Watchmen, en
referencia para toda una generación de autores, como Ferry o Beroy pero también en referente estético para obras
de consagrados maestros, como Wrightson, o depurados estetas como Steve Rude.

El dibujo supone un paso de gigante con respecto a Born Again. Si allí podíamos ver a un joven autor
que crecía número a número, experimentando con un estilo cada vez más personal, en Year One nos
encontramos con un autor en plena madurez. El dibujo se ha vuelto aún más sintético, pero también
más coherente y purista. La voluntariamente tosca resolución de la línea que le daba a las páginas de
Born Again esa especial vibración que encontramos, por ejemplo, en los cuadros de un Egon Schiele,
sigue presente aquí, pero más depurada, dotada de una plasticidad más envolvente, menos
desgarrada. El conjunto del dibujo es más equilibrado, sin por ello perder su fuerza. Confesado
admirador del más esquemático Chester Gould, Mazzucchelli decide sin embargo conjugar la
sofisticación en la planificación de página y viñeta, sombra y figura del Spirit de Will Eisner con la
expresividad de un trazo a lo Toth. Más allá de sus innegables valores intrínsecos, el dibujo de Year
One es un inteligente ejercicio de estilo, que recorre el género negro para ofrecer una lúcida (y
espléndida) síntesis de sus mejores cualidades. Así, aunque los menos veteranos reconocerán en él al
Torpedo de Bernet, en realidad el dibujo de Batman: Year One nos lleva aún más atrás en el tiempo,
recorriendo el camino que lleva desde Colan hasta los Blasco, pero sobre todo Milton Caniff y el
anteriormente comentado Toth (posteriormente esta evolución le llevará más atrás, hasta Roy Crane,
como se comentará más adelante). Caniff será prácticamente mimetizado por Mazzucchelli en términos
tanto de trazo y mancha como también en al diseño de personajes, si bien eliminando sensualidad y
elegancia para lograr ese posmoderno efecto de tosquedad que confiere a Año Uno su particular
realismo.

Y es que este realismo post-fotográfico -que no fotorealista- al que tanto aludimos es sin duda el principal responsable del magnetismo que la
obra ejerce sobre el lector y que la mantiene vigente y actual veinte años después de su primera publicación. En un anticipo de lo que vendrá
después, Year One supone un estado intermedio entre el expresionismo hacia el que Mazzucchelli evoluciona y la versión idealizada del realismo
que Neal Adams instauraría en el género en los 70, y que Bolland recogería con su habitual detallismo en el posterior La Broma Asesina. El
concepto de realismo que tan magistralmente utiliza Mazzucchelli proviene de la revisión moderna de los clásicos de la serie negra arriba
referidos, pero incorporando un grado de sofisticación a la europea deudor de Jacques Tardi, en un proceso de renovación paralelo al que se
estaba produciendo en el cine. Year One vuelve hacia Dick Tracy o Steel Claw una mirada similar a aquella con la que Brian De Palma revisaría
Angel Face o El Halcón Maltés en The Untouchables (Paramount Pictures, 1987).

Pero sin duda uno de los elementos clave en la sensación de realidad


que el libro transmite es su retrato del espacio urbano. Reduciendo sus
elementos al mínimo -citando en más de una ocasión a Hergé-,
Mazzucchelli representa la arquitectura y el paisaje de una ciudad en
sombra, de texturas granuladas, que inmediatamente reconocemos
como real. Year One es el tributo de Mazzucchelli a una estética de otra
época. Así, si los rasgos de Bruce Wayne están tomados prestados de
los de Gregory Peck, igualmente la ciudad de Gotham no puede dejar
de reconocer su deuda hacia el realismo americano, encarnado en el doble homenaje al célebre Nighthawks de Edward Hopper.

V La despedida del género: Chiaroscuro o el ángel caído

'La historia del Ángel (Chiaroscuro) tenía más de Kurtzman, definitivamente. No tiene para nada el aspecto de Kurtzman, pero en lo que
pensaba era en una cierta simplicidad en las formas, un determinado tipo de expresividad.'

Pese a su excelencia, Batman: Año Uno había sido un trabajo difícil de terminar. Mazzucchelli se encuentra agotado, y tiene que hacer frente a un
dilema: por una parte, este trabajo lo había colocado en una envidiable posición en la industria. Por otra, el género ya no le interesaba lo más
mínimo. El convencional realismo que el cómic de superhéroes exige lastraba la evolución gráfica de un dibujante ansioso de explorar otros
caminos. Necesitado de un tiempo para repensar su carrera, David tan sólo realizará dos colaboraciones más en los dos años siguientes. La
primera sería un número de relleno para la colección X-Factor (Mayo de 1987), un anodino y francamente olvidable trabajo a cuya falta de
inspiración colaboraría el tan profesional como poco interesante entintado de Joe Rubinstein.

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La siguiente colaboración, con la que se despediría de los superhéroes, tardaría más de un año en llegar
(Octubre de 1988), y dejaría claro que los intereses del autor han cambiado: 'Chiaroscuro', una historia para el
Marvel Fanfare nº40 (1988) escrita por Ann Nocenti. El dibujo, completamente alejado del canon, se torna aún
más abstracto y caricaturesco. La historia es un pequeño cuento, y paralelamente el trazo se vuelve más Toth (y
más cercano a Gould) que nunca. Si anteriormente fue Richmond Lewis, en este caso será el color del también
pintor y docente David Hornung el que terminará de imprimir su particular halo al dibujo, que alcanzará, merced a
los suaves tonos pastel, una dimensión impresionista de la que hasta ahora había carecido el dibujo de
Mazzucchelli. Chiaroscuro es un cuadro de Van Gogh mucho más que un cómic de superhéroes, y, visto en
retrospectiva, nos hablaba de la llegada del autor a un punto de no retorno. Lo que para la mayoría de los lectores
aparecía como un experimento aislado, una curiosa rareza, sería en realidad un manifiesto sobre los intereses del
autor y el camino hacia el expresionismo que su obra va a seguir.

Tras esto, el autor desaparecería del medio durante casi tres años, hasta que, con la publicación del primer
número de Rubber Blanket (otoño de 1991) definiera los parámetros del que será el Mazzucchelli de los noventa.

David decide tomarse un respiro de los superhéroes y del cómic. Batman y Daredevil le habían propiciado una cierta holgura económica, y forma
un grupo musical con el que recorrerá diversos locales de New York durante un año, dedicándose también a realizar música comercial para
televisión ('Encuentro que la música y todas las demás artes son esencialmente lo mismo. Una vez que comienzas a trabajar en su
campo, te das cuenta de que todas tienen las mismas propiedades y características, especialmente en lo que se refiere al acto creativo.
Todas se basan en las emociones, en el ritmo (...), aunando, en cierta manera, el cerebro y las emociones para la creación.').

VI Los años 90: Rubber Blanket y City of glass

Entre 1989 y 1990 Mazucchelli comienza a dibujar historias al margen de las editoriales. Desde la publicación de
Batman: Year One, su status de estrella es incontestable, y le llueven las ofertas para realizar oscuros cómics de
sangre y violencia que, lamentablemente, no le interesan lo más mínimo. Hastiado del género, David quiere contar
historias que requieren de un contexto muy especial para ser publicadas. Así, tras volver del Salón de Grenoble,
realiza ‘Near Miss’ (la que será su primera historia publicada tras su etapa ‘mainstream’), y la envía a RAW. En 1991,
y tras la amable negativa de Spiegelman, Mazzucchelli decide utilizar el crédito que le habían dado sus recientes
éxitos en el cómic comercial y lanzar su proyecto más personal hasta la fecha: la antología Rubber Blanket. ('...Al
volver a los Estados Unidos, la primera historia que hice fue 'Near Miss', que fue la primera historieta de
Rubber Blanket, y mi primera historieta nueva en año y medio o así. La quería publicar en la revista RAW, pero
no conocía a Art Spiegelman (editor de RAW), y tampoco sabía si el sabia quién era yo. Le mandé la historia,
pero dijo que no tenia sitio para mí, pero que me conocía y le gustaba mi trabajo... Y eso fue todo. Fue enton-
ces cuando Richmond Lewis (colorista de Año Uno), Ted Stearm, David Hornung (colorista de Sandman Mystery Teather) y yo
decidimos publicarla. Y así nació Rubber Blanket. Decidimos sacar uno al año porque yo no sabia a qué velocidad podría dibujar con
mi nuevo estilo'). Se trataba éste de un ambicioso experimento en el que, junto a las historias del propio autor se publicaban las incursiones en
el cómic de otros artistas: escultores, pintores... Rubber Blanket supondría el
enfrentamiento del autor con el exigente mundo de la edición, impresión y
distribución, y así, pese a lo enriquecedor del aprendizaje, David abandona el
proyecto en 1993, desalentado por lo costoso del proceso y el poco tiempo
que éste dejaba para la creación. Los tres números publicados dejarán, sin
embargo, varias joyas, como son ‘Air’, ‘Discovering America’ o ‘Big Man’. El
dibujo adquiere un trazo progresivamente más expresionista, y el color deja
paso a la bicromía, remarcando la paulatina deriva del autor hacia la
abstracción y la economía gráfica.

En 1992, y con la llegada de Tina Brown a la dirección, la publicación The New


Yorker cambiaba de orientación, y comenzaría a reclutar autores de
vanguardia del RAW de Art Spiegelman (y a él mismo). Será por mediación de
Spiegelman que Mazzucchelli conocerá a Paul Karasik, con quien realizará un
trabajo que atraerá hacia sí la atención de un público ajeno al cómic: la
adaptación de City of Glass, de Paul Auster. En 1992 Spiegelman y su mujer
Near Miss (Rubber Blamket #1, 1991) Françoise Mouly se encontraban inmersos en el desarrollo de la línea de
novelas gráficas Neon Lit, que, publicada por Avon Books, pretendía adaptar al
cómic novelas con un cierto savoir noir. Atraído, esta vez sí, por el más reciente trabajo de Mazzucchelli, decide desdecirse de su anterior
negativa y ofrecerle a éste el encargo. El poco narrativo libro de Auster se revela un hueso duro de roer, y David, enfrascado en el tercer número
de Rubber Blanket, produce cuatro rápidas páginas de compromiso que no terminan de funcionar. Es
aquí cuando Spiegelman resuelve incorporar al proyecto a Paul Karasik, un antiguo ex-alumno suyo en la
New York School of Visual Arts. No era la primera vez que Karasik afrontaba la traslación al cómic del
texto de Auster, y su utilización de la naturaleza icónica de las imágenes, así como su sentido del ritmo
visual, sentarían la base sobre la que David desarrollaría las páginas definitivas. El equipo, apadrinado
por Spiegelman, se reuniría una sola vez con Auster. Cuando en 1994 City of Glass salió a la calle, esta
vez como novela gráfica, el escritor quedó impresionado por el resultado.

Esta obra marcaba además el alejamiento definitivo de las convenciones del estilizado realismo que le
había hecho popular, y que, desde los primeros 90 (algo antes, en realidad), había decidido dejar atrás en
su particular búsqueda de la expresión. De hecho, para quien conociera la obra anterior de Mazzucchelli
en el campo del cómic mainstream, City of Glass podía resultar un plato difícil de degustar, paradójica-
5
mente, por su ascetismo. Poco quedaba allí del plástico ilustrador de Born Again o Year One. En City of Glass, Mazzucchelli renunciaba a
cualquier estridencia que pudiera malograr la estructura y el ritmo ideados por Karasik, diluyendo la presencia del dibujante bajo una estética que
sólo era propiedad de la historia. Mazzucchelli conseguía en esta obra un prodigio de síntesis entre expresión gráfica y comunicación, logrando
además un perfecto equilibrio entre imagen y palabra escrita que en la edición en inglés resultaba aún superior, gracias a la rotulación del propio
autor.

Tras la realización de City of Glass, la carrera de Mazzucchelli en el


cómic sufrirá una ralentización paralela a su incorporación en 1993
como colaborador habitual a The New Yorker, revista para la que
realizará una historia: ‘Monday in the Park’, y numerosas ilustraciones y
portadas. Al margen de éstas, Mazzucchelli producirá unas pocas
historias cortas, publicadas en revistas de corte independiente como
Zero Zero, Nozone o la japonesa Manga Surprise. Ecléctico, minoritario
y difícil de rastrear, Mazzucchelli es, ya por estas fechas, un autor de
culto, más apreciado por el lector de cómics europeo que por el público
americano, lo que propiciará que estos trabajos aislados sean
recopilados junto con otros anteriormente aparecidos en Rubber
Blanket. Así, desde la aparición de La Soif, en 1997, la francesa
Editions Cornellius, la italiana Coconino Press, y la asturiana El
Wendigo, publicarán en sus respectivos países los álbumes La
géométrie de l’obsession (1997) Big Man (1998), Discovering America
(2001) y Phobia (2003), recogiendo historias realizadas hasta 1996. En
estos años, David se encontrará de nuevo con Spiegelman, para cuya
antología infantil Little Lit realizará la historia ‘The Fisherman and the
Sea Princes’ (enero de 2000), adaptando la leyenda japonesa de Urashima Taro. Pocos meses después, en Agosto de ese mismo año, viajará a
Japón becado por la Japan/U.S. Friendship Commission Creative Artist Fellowship, donde permanecerá durante seis meses, dedicándose a
estudiar la narrativa gráfica en las artes tradicionales japonesas y en el manga, y conociendo a algunos de sus autores. De esta misma época
datarán las historias cortas ‘Still Life’ (2000) -Zero Zero nº27-, publicada en Japón por Kodansha, y ‘The Boy Who Loved Comics’ (2001),
aparecida en The Comics Journal Special nº1.

Actualmente, David Mazzucchelli vive en Manhattan, habiendo trabajado hasta diciembre de 2005 como profesor asociado en la Rhode Island
School of Design (RISD), donde ha dirigido los cursos Advanced Comic Book Illustration, The Comic Book Narrative y The Comic Book
Storytelling, e impartiendo asimismo clases en la School of Visual Arts de New York.

A partir del 2006 va abandonar la seva activitat docent per acabar, i publicar finalment, Asterios Polyp.

Bibliografía de David Mazzucchelli publicada en España y catalogada

Born Again. (Guión de Frank Miller). Planeta DeAgostini, Barcelona.


Batman: Año Uno. (Guión de Frank Miller) Planeta DeAgostini, Barcelona.
Ciudad de Cristal. (Guión de Paul Karasik, sobre la novela de Paul Auster) Colección: Panorama de Narrativas. Anagrama, Barcelona.
Asterios Polyp. Sins Entido, Madrid.

Asterios Polyp / David Mazzucchelli Álvaro Pons

L’article de Lus Arana arriba justament fins el moment en que el David Mazzucchelli abandona la seva activitat docent per acabar el còmic del
qual ara mateix comencem a parlar: Asterios Polyp, la culminació de l’evolució que hem vist a l’article anterior. La següent ressenya és de l’Álvaro
Pons i la trobareu aquí: http://www.lacarceldepapel.com/2010/11/05/asterios-polyp/.

Una buena parte de la afición exigía a David Mazzucchelli que su nueva obra en solitario, Asterios Polyp,
fuese la gran novela gráfica del siglo XXI, la revolución definitiva, una especie de punto de inflexión sin retorno
en el noveno arte. Razones había: no es un autor prolífico, pero es obvio que su obra está jalada de títulos
indispensables que hablan de un autor inquieto, al que Frank Miller empujó en su evolución de forma
drástica. Born Again, Batman Year One o Ciudad de Cristal, por no hablar de la sugerente experiencia de
su revista Rubber Blanket, es un palmito suficientemente importante como para sentirse en condiciones de
exigir mucho a una obra que ha tardado quince años en ver la luz. Sin embargo, es profundamente injusto: si
no nos dejamos llevar por la impaciencia de la expectación, parece obvio que a la vista de la obra anterior, a
este reto en solitario se le debería exigir que fuese una evolución de sus propuestas en Rubber
Blanket pasadas por el tamiz experimental que ejercitó junto a Karasik en Ciudad de Cristal. Con ese
planteamiento, mucho más pausado y prudente, la lectura de Asterios Polyp toma una perspectiva
completamente distinta, el de una obra sugerente y abierta, con no pocos aciertos y sorpresas, en la que
Mazzucchelli aborda un doble objetivo: por un lado, ahondar (que no innovar) en el análisis de las posibilidades
formales del medio; por otro, plasmar en una obra sus inquietudes personales, sus dudas y miedos privados sobre temas universales. Conjugar
ambas cosas era complejo, así que lo más sensato era no pillarse los dedos y partir de una estructura argumental clásica y de probada validez,
condiciones que durante casi 3000 años ha cumplido el largo viaje de Ulises para volver a su querida Itaca, un camino iniciático que se muestra
como andamiaje perfecto sobre el que el autor reflexionará sobre temas tan variados como la creación, la religión, la muerte y las relaciones
personales.

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Quizás se podría pensar que hay un exceso de ambición y de trascendentalidad en este
punto de partida, pero Mazzucchelli acierta a la hora de plantearlos desde ese alter ego que
es Asterios Polyp, un arquitecto dedicado a la docencia que no ha conseguido que ninguno
de sus proyectos vea la luz, una descripción que puede aplicarse fácilmente al propio autor,
dedicado también a la enseñanza y que durante quince años apenas ha publicado pequeñas
colaboraciones a la sombra de su esperado proyecto personal. Cansado de la vida de pulcro
diseño que vive, un acontecimiento fortuito será el pistoletazo de un viaje de su ego ficcional,
que se irá articulando como espacio para un torrente de pensamientos e ideas, a veces aparentemente inconexas, otras simuladamente hiladas,
pero que poco a poco se van configurando como un ideario personal, un reflejo de la propia personalidad del autor a través de sus reflexiones
filosóficas. Sin embargo, pese a la evidente conexión personal, Mazzucchelli se sigue refugiando en las sombras: el concepto de dualidad que
sobrevuela en todo momento el libro alcanza su máxima expresión en la propia plasmación de la obra. Si habitualmente el narrador del relato es
el anclaje del autor dentro de la ficción, en Asterios Polyp esa voz actúa de contrapunto paradójico de sí mismo, toma la forma de Ignazio, el
hermano gemelo muerto de Asterios para que el autor se enfrente a su alter ego, poniendo en duda sus propias ideas, en ejercicio no exento de
una sana ironía que alcanzará la calificación de sarcasmo salvaje en un inesperado final que certifica el cómico absurdo, todo un non-sense, de
la existencia.

Ideas y conceptos para los que Mazzucchelli construye un vasto edificio formal, en el que hará gala de paciencia
para encajar todos los recursos narrativos que la historieta pone a su disposición. No le hace falta inventar
ninguno, tan sólo toma el amplio catálogo que tiene para ir encadenándolos según sus necesidades: el uso del
color como elemento atmosférico, la tipografía como vehículo de narratividad gráfica propia, el estilo del trazo
como configurador de personajes, la composición en todas sus formas… Todos viejos conocidos, pero que
Mazzucchelli configura con acierto hasta dar un indudable aspecto de novedad. Como el cocinero que es capaz
de romper la tradición pese a trabajar con los ingredientes de siempre, el dibujante demuestra hasta qué punto
los recursos gráficos de la historieta se pueden conjugar sin limitación para seguir sorprendiendo. El elegante uso
de una paleta de primarios básicos (cyan, magenta y amarillo), donde no hay lugar para el negro y sí para un rojo
pasional y violento que estará reservado sólo al oponente natural de la dualidad del hombre, a lo femenino, que
comienzan como delimitadores temporales pero que poco a poco irán mutando, recombinándose hasta generar
colores reales a medida que Asterios va configurando una identidad. El color, esa característica de la naturaleza que sólo está en la percepción
humana, actúa así como medida de la identidad de la realidad. Pero, también, en ese uso de la tipografía y el trazo tanto como definidores de la
personalidad de sus personajes, que son caracterizados únicamente desde el grafismo sin necesidad de
descripciones literarias, como descriptores de situaciones y sentimientos, en un ejercicio de economía
narrativa que apuesta por el dibujo como la voz de la historieta. Y, por supuesto, la composición, donde
Mazzucchelli hace un repaso histórico casi canónico, desde Herriman o King hasta Steranko, Miller o McCloud,
por solo citar algunos., y que tendrá su máximo desarrollo en un capítulo que, a mi entender, justifica por sí
sólo toda la obra: un capítulo mudo en el que en apenas ocho páginas Mazzucchelli plasma como sólo la
historieta puede hacer la esencia de la convivencia, del cariño y el amor. Todo, sin olvidar el uso de la
decoración y el diseño como elementos de ambientación de obligado cuidado.

El resultado final es un sugestivo libro en el que si bien el exquisito cuidado y trabajo de lo formal puede
apabullar, no es más que un andamiaje preciso y necesario para el más cercano e interesante ejercicio de
exhibicionismo intelectual y sentimental que realmente constituye la base de Asterios Polyp. No es la obra
maestra que muchos esperaban, pero es sin duda uno de los mejores libros que se podrán leer este año. (Hay
que hacer mención especial a la labor editorial, que tenía ante sí un reto importantísimo de traducción,
maquetación e impresión que se resuelve con la máxima nota en una edición perfecta).

Asterios Polyp / David Mazzucchelli Vicente Funes

La segona ressenya que us proposem va aparèixer al nostre butlletí Còmic Tecla, concretament al número 33, que us el podeu descarregar aquÍ:
http://bit.ly/xG8eGh.

En la última escena de “La ventana indiscreta”, Alfred Hitchcock resumía con un majestuoso travelling la naturaleza de la conquista amorosa.
Para quien no la recuerde le refresco la memoria: un James Stewart con las dos piernas escayoladas convalece en una silla de ruedas mientras,
en el sofá contiguo, su novia (una impecable Grace Kelly) lee un libro sobre alpinismo de los que le gustan a su chico. Pero en cuanto éste se
duerme, la supuesta aventurera aparca las escaladas al Himalaya para recuperar la revista de moda que tenía abandonada sobre el asiento.

En estos tiempos de exacerbada corrección política y paridad, las acusaciones de misoginia y


machismo le lloverían al orondo genio; pero no cabía mejor conclusión para una intriga que
servía como mera excusa (como siempre en Hitchcock) para el asunto que realmente le
interesaba: un estudio sobre las tácticas de cortejo y caza según la política de sexos vigente
en aquella época. Esa habilidad del director inglés para definir la psicología de sus
personajes, establecer sus relaciones, entrelazarlas en una trama de suspense, y todo ello
“creando formas”, es el motivo de que siga siendo una fuente en la que beber por los siglos
de los siglos.

El nombre de Hitchcock nunca ha de tomarse en vano, y el haberlo invocado para hablar de Asterios Polyp me resulta pertinente por varias
razones que exculpan cualquier atisbo de blasfemia. Primero, porque Asterios Polyp, esperada y deseada novela gráfica de David Mazzucchelli,
nos llega envuelta en redobles de tambores de genialidad, y para el que esto escribe, una vez desaparezca el estruendo, esta obra va a perdurar
sin necesidad de elevar a su autor a los altares, pero sí de consagrarlo como un imprescindible aunque fuera por este único título. Segundo,
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porque obras como ésta son las que hacen que el cómic sea reconocido como arte, tal y como a Hitchcock y a otros tantos directores del
Hollywood clásico, los jóvenes de la Nouvelle Vague los reivindicaron allá por los 50 como artistas, y no meros entretenedores. Y tercero, porque
no hace falta inventar nada (mucho se habla de la alargada sombra de Chris Ware) para sacar los mejores réditos a los progresos que el lenguaje
secuencial ha ido acumulando durante los últimos años.

Pero vayamos al meollo de la cuestión, y éste no es otro que una historia de amor. La
excusa o mcguffin en este caso sería la arquitectura, puesto que ésta es la profesión del
protagonista; y aunque en ningún momento se le vea ejercer su trabajo (más allá de la
docencia), también podría tomarse este arte como tema central, porque claramente va de
arquitectura. De la construcción de una nueva mirada en el protagonista, del andamiaje que
sustentará su nueva vida, y de la deslumbrante representación gráfica de una relación
amorosa. Si el mago del suspense creaba formas que otros imitarían, Mazzucchelli
despliega un catálogo de recursos estilísticos y narrativos sin atisbo de petulancia, pero con
la seguridad de un talento que controla los resortes del lenguaje que maneja. Para los que
continuamente estamos haciendo proselitismo de las bondades del cómic es una obra
redonda; para otros en cambio puede que resulte algo incómoda, por lo que supone de
aldabonazo que certifica la tan contestada etiqueta de novela gráfica, y porque es desde
ya, un must para todo gafapasta que se precie. Pero las bibliotecas, como oportunistas sin
escrúpulos que somos, debemos parasitar cualquier moda-fenómeno-hito con tal de infectar el virus de la lectura, y con títulos como Asterios
Polyp, francamente, lo tenemos un poco más fácil.

Sin ningún ánimo de didactismo, Mazzucchelli da una obra que parece un muestrario para estudiar los recursos del cómic, de la sintaxis que lo
separa de las artes de las que se supone tan deudor. El uso narrativo del color, la composición de las viñetas, la distribución de espacios en las
páginas, las tipografías, los bocadillos, nada queda al albur. Todo está medido, el autor nunca se pavonea gratuitamente, y todo efecto queda
supeditado a la historia que está contando. Y pese a ese control narrativo, el resultado deviene bello sin caer nunca en el esteticismo más hueco
(sin olvidar la primorosa edición de Pantheon Books, que Sins Entido ha respetado tal cual en la edición española). Los recursos son obvios,
quizás, pero tan inteligentemente explotados que seducen a la primera.

Y llegados a este punto, nada mejor que compartir una experiencia reciente como ejemplo práctico
de lo que digo. En un curso de iniciación al cómic dirigido a bibliotecarios, que impartí, Asterios Polyp
fue la obra que mejor sirvió para enamorar a los presentes (sin que ni siquiera la leyeran al no
haberse publicado en castellano). En sucesivas diapositivas fui desmenuzando algunas páginas,
para explicar cómo en el cómic la necesaria economía narrativa se convierte en un aliado
inmejorable en las manos adecuadas.

Mazzucchelli hace que todo colabore a la hora de transmitir los sentimientos de sus personajes.
Sobre el uso de los colores, reserva los tonos azules para el protagonista masculino, a tono con su
carácter monolítico y fríamente cerebral; y el rojo para el personaje femenino. En este sentido, las
escenas de pelea de la pareja son clarificadoras. No sólo acentúa estas tonalidades como
representativas de sus personalidades opuestas, sino que la impotencia de ella se expresa
intensificando el rojo y difuminando los contornos de su figura. Mientras, la incapacidad para
empatizar de él se mantiene monocorde en ese tono azulado, y conforme avanza el abismo entre los
dos, su cuerpo comienza a perder también las formas, pero para definirse con más rotundidad al
transformarse en puras formas geométricas. Diálogos, dibujo, colores, bocadillos, todo corre paralelo
hacia la máxima expresividad. Los puntos de vista de la narración van saltando de un personaje al
otro, aunque esté claro por el devenir de la historia, a favor de quien se posiciona el autor.

Pero los ejemplos no se agotan aquí. Para no aburrir sólo mencionaré otros recursos como la utilización de diferentes tipografías y formas de los
bocadillos según el personaje (cuadrado en el caso de él, y redondo en el caso de ella, bastante evidente pero muy eficaz); la vida propia que
tienen los rabillos de los bocadillos en una escena crucial, que mucho me guardaré de desvelar; o composiciones que intensifican la narración sin
subrayarla, ni exagerar dibujo o diálogos (el episodio del gato en el semáforo, la rotura del coche en plena nevada, los planos de detalle de la
vida cotidiana de la pareja, el foco cenital que se desplaza sobre la chica…). La elegancia de Mazzucchelli se mantiene en todo momento en
formas y tono, y abarca al concepto global de la obra al haberse ocupado también él del diseño de la edición y encuadernación.

Al hilo de esto, Asterios reafirma algunos de los vaticinios que sobre cómic y libro electrónico se están
lanzando últimamente. Sin duda el cómic más comercial (manga, superhéroes) tiene un futuro
inmediato marcadamente digital, pero la novela gráfica (en una pose algo romántica y decadente), tiene
una pervivencia impresa mientras aspire a convertirse en una experiencia estética total. Una
experiencia que relacione contenido y continente (como es el caso de Asterios) convirtiéndolo en un
fetiche artístico que se desea poseer y tangir. Y no sólo por los coleccionistas más irredentos (tan
comunes en la afición), sino por cualquier tipo de lector, afín o no al cómic.

Huyo por principio de calificativos como imprescindible, obra maestra u obligatorio al recomendar algo,
y en este caso más que nunca; porque desentonarían ante la sutileza y la clase con que Mazzucchelli
nos da una lección de buen gusto a la hora de seducirnos. Valga la espontaneidad de una bibliotecaria
asistente al curso que antes mencioné, y que al ver la proyección de algunas viñetas escogidas y
descubrir los trucos narrativos del autor, no pudo dejar de exclamar: ¡qué bonito!

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La tinta, el espacio, la solidez. La “caligrafía” Pepo Pérez

“Cuando dejó el trabajo comercial [en los tebeos de superhéroes], David Mazzucchelli no produjo realmente
ningún tipo de cómics durante un año. Necesitaba volver a pensar qué tipo de tebeos le gustaban. Se dio cuenta
de que los tebeos en los que había estado trabajando eran muy diferentes de las películas, las novelas o el arte
que amaba. Se tomó un tiempo para explorar los cómics underground y los europeos. Empezó a trabajar en
historietas cortas como "Near Miss". Quería trabajar en un estilo diferente, y hacerlo en blanco y negro. Usar
aquellos dos colores le obligó a hacer un dibujo de mucho contraste. Acudió a los libros para niños y manuales
que usaban el blanco y negro. Habló de imprimir el negro como un tono de gris (...) Quería hacer una revista
donde las historias pudieran existir en un contexto que les ayudara a encajar. Él y su mujer eligieron el título
RUBBER BLANKET de un término de la litografía offset. Un "rubber blanket" es el nombre que se da a la cubierta
de goma de un tambor. La cubierta coge la tinta y la aplica al papel. El título de la revista venía a decir: ‘todo esto
va del proceso de impresión’".

A pesar de que David Mazzucchelli ha declarado que no iba a dar entrevistas sobre ASTERIOS POLYP, para
que el cómic hable por sí mismo, he aquí la transcripción de una conversación durante una mesa redonda en el
Discovering America, Rubber
Blanket #2, 1992 MoCA de Nueva York con Dan Nadel: http://squallyshowers.wordpress.com/2009/07/17/david-mazzucchelli-at-
mocca/. Ente otras cosas, Mazzucchelli también comenta que su trabajo para Marvel y DC en los ochenta le hizo
aprender mucho sobre la importancia de la claridad en la narración, y que fue un gran entrenamiento para aprender cómo contar las historias,
porque eran tebeos "dirigidos sobre todo a niños", por lo que era necesario enfatizar la claridad para contarlas con éxito.

Durante la conversación Mazzucchelli también habla de su interés por representar el espacio, algo que le vino de leer comic books de chaval,
sobre todo de Ditko y Kirby, a pesar de que los paisajes urbanos de ambos eran cualquier cosa menos realistas. No fue hasta que se mudó de
joven a Nueva York cuando se percató de que el espacio urbano real no era para nada como "el espacio creado para la actividad superheroica.
Los superhéroes nunca podrían hacer lo que hacen en un espacio urbano real".

Además de esto, Mazzucchelli menciona la influencia del cine negro en sus tebeos de superhéroes
(buscaba con su trabajo de sombras una "ilusión de solidez"), la de Kirby en su historieta BIG MAN
para RUBBER BLANKET, y ahora la de Chester Gould y algunos dibujantes de manga en ASTERIOS
POLYP. Cuando abordó el trabajo de BATMAN AÑO UNO, Mazzucchelli recibió dos ficheros gigantes
del editor, Denny O’Neil, con fotocopias de los dos primeros años de Batman, 1939 y 1940, para que
los usara como referencia. A Mazzucchelli aquella concepción visual de Batman le pareció muy
estilizada para su gusto, de modo que se concentró en usar lo que había aprendido durante sus
estudios artísticos sobre realismo. Quería dibujar a Batman como si "un tipo real llevara el traje". Quería
hacerlo "creíble". Por esa razón, intentó representar un hombre que fuera capaz de escalar la pared de
un edificio llevando botas y una capa pesada.

De todos modos, si recibiera el mismo encargo hoy, lo haría de manera distinta. Conforme avanzaba en La influència de Kirby es fa notar a Big
su carrera, Mazzucchelli se dio cuenta de que el ilusionismo perdía importancia en su dibujo, frente al Man, Rubber Blanket #3, 1993
proceso de convertir la línea en una especie de caligrafía. De ahí también su paso de usar el pincel, ca-
racterístico de su trabajo hasta un determinado momento, a entintar con plumas de caligrafía entre otras herramientas, como en ASTERIOS
POLYP (2009).

También comenta todo lo que aprendió de Paul Karasik cuando adaptaron CIUDAD DE CRISTAL, de Paul Auster, particularmente de su
planteamiento de usar metáforas visuales para trasladar las ideas al cómic, puesto que se trataba de una novela muy poco visual. Mazzucchelli
venía de representar cosas más físicas, como en BIG MAN, y Karasik hacía historietas más abstractas sobre ideas, usando diagramas y
alegorías visuales. Y ambos se encontraron en esa intersección para adaptar al cómic CIUDAD DE CRISTAL. Sobre BIG MAN, por cierto,
comenta que surgió de lo siguiente: durante meses, Mazzucchelli no paró de dibujar una figura gigante en su cuaderno de bocetos, y se dio
cuenta de que necesitaba hacer una historia con él. BIG MAN fue un intento de hacer una historieta con una estructura tipo fábula que estuviera
envuelta con un contenido emocional. Sobre su experiencia en la autoedición con la revista RUBBER BLANKET, aprendió que necesitas unos
"brazos fuertes" porque siempre hay un montón de material que acarrear. También se dio cuenta de que sus historietas se iban haciendo más y
más largas. Fueron de las 9 páginas al comienzo a las 24 y luego a las 34. Quería más y más espacio y se percató de que el cuarto número de
RUBBER BLANKET iba a ser una historia larga. Aquel cuarto número terminó convirtiéndose en las 300 páginas de la novela gráfica ASTERIOS
POLYP.

Finalmente, Mazzucchelli cita como referencias literarias a García Márquez, Faulkner y Hemingway, entre otros. Y como
referencias pictóricas, a nombres como Léger, Matisse, Picasso, Frida Kahlo o Velázquez. O dibujantes como Saul
Steinberg. La mayoría de ellos, artistas interesados en investigar cómo representar el espacio.

En aquest article, el Pepo Pérez ha comentat una conversa que va mantenir el David Mazzucchelli amb el Dan Nadel, a
una taula rodona en el MoCA de Nova York: http://pepoperez.blogspot.com/2009/07/la-tinta-el-espacio-la-solidez.html.

En aquesta mateixa conversa, el Mazzucchelli comenta dos aspectes que van jugar un paper molt important en la creació
d’Asterios Polyp. El primer va ser la decisió d’estructurar la narració en capítols curts; això li va permetre veure l’estructura del
llibre. El segon, va ser la nacionalitat grega del personatge, la qual cosa feia adient prendre L’Odissea com a model. La resta del treball va
consistir a resoldre els problemes que sorgien, desprès de que aquestes dues coses havien estat establertes.

També va decidir la tipografia i mida de les lletres que omplen les bafarades de cadascú dels personatges abans de començar a dibuixar, o ni
tant sols considerar, el contingut gràfic de l’obra.
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Selecció de novetats a la Tecla Sala – Gener / Febrer Còmics d’Adults

Œ C Ada. Adamov, Philippe. Dayak. Glénat, 2011.


Œ C Bel. Bellstorf, Arne. Baby’s in black: La historia de Astrid Kirchher y Stuart Sutcliffe. Sinsentido, 2011.
ΠC Ben. Bendis, Brian Michael + Maleev, Alex. Scarlet #1. Panini, 2011.
Œ C Ber. Berberian, Charles. Juke Box. La Cúpula, 2011.
ΠC Bla. Blain, Christophe. En la cocina con Alain Passard. Astiberri, 2011.
ΠC Bou. Bou, Quim. Orn #5: Vilanova. Dolmen, 2011.
Œ C Bro. Brown, Chester. Pagando por ello: memorias en cómic de un putero. La Cúpula, 2011.
Œ C Bru. Brubaker + Tan + Clayton. Patrulla X: Ascensión y Caída del Imperio Shi’ar. Panini, 2011.
Œ C Bus. Busiek, Kurt. Astro City: Héroes locales. Norma, 2010.
ΠC Cai. Cailleaux, Christian + Giraudeau, Bernard. R97: Los hombres en tierra. Dibbuks, 2011.
Œ C Cas. Cassarel + Escandell, Juan. El sargento Furia. Glénat, 2011.
Œ C Coo. Cooke, Darwyn. Parker: La Compañía. Astiberri, 2011.
ΠC Cul. Culbard, Ian. El Retrat de Dorian Gray. Estrella Polar, 2011.
Œ C Des. Desberg, Stephen + Marini. El Escorpión #9: La máscara de la verdad. Norma, 2011.
Œ C Die. Dieter + Lepage. Névé. Glénat, 2011.
Œ C Far. Farmer, Joyce. Un Adiós Especial. Astiberri, 2011.
Œ C Gim. Giménez, Carlos. Todo Barrio. RHM: Debolsillo, 2011.
ΠC Ji. Ji-Sang, Sin. Sad love story #5. Panini, 2008.
Œ C Lee. Lee, Stan + Kirby, Jack. Capitán América: La leyenda viviente. Panini, 2011.
Œ C Lee. Lee, Stan + Kirby, Jack. Los Cuatro Fantásticos: La edad dorada. Panini, 2011.
Œ C Lui. LuisD. Borra. La Cúpula, 2011.
Œ C Lus. Lust, Ulli. Hoy es el último día del resto de tu vida. La Cúpula, 2011.
ΠC Met. Meter, Peer + Yelin, Barbara. Veneno. Sinsentido, 2011.
ΠC Moe. Moebius. Arzak: el vigilante. Norma, 2011.
Œ C Oes. Oesterheld, Héctor. El Eternauta: Segunda Parte. Norma, 2011.
ΠC Pau. Pau. La Saga de Atlas & Axis. Dibbuks, 2011.
Œ C Rel. Diversos Autors. Relatos extraños. Panini, 2010.
Œ C Sco. Scott, Jerry. Zits #13: Ya estás poniendo esa cara otra vez. Norma, 2011.
ΠC Sea. Seagle, Steve + Clark, Scott. Warblade: Especies en peligro. Planeta DeAgostini, 1996
Œ C Spi. VV.AA. Spiderman: El hombre araña #1. Planeta DeAgostini, 2004.
ΠC Str. Straczynski + Garney + Reinhold. Spiderman: De vuelta al negro. Panini, 2011.
Œ C Tho. Thomas, Roy + Sepúlveda, Miguel Ángel. La Ilíada: Adaptación del poema épico de Homero. Panini, 2011.
ΠC Tho. Thompson, Craig. Habibi. Astiberri, 2011.
ΠC Ura. Urasawa, Naoki. Billy Bat #3. Planeta DeAgostini, 2011.

Teoria del Còmic


Œ C 087.6 Gon. González, H. Danzando con la realidad: Las creaciones meta-artísticas de Alejandro Jodorowsky. Dolmen,
2011.
Œ C 087.6 Rie. Riera Pujal, Jordi. El Còmic en català: catàleg d’albums i publicacions (1939-2011). Glénat, 2011.
Œ C 741.5(Her) God. Goddin, Philippe. L’Art d’Hergé, el creador de Tintín #3. Zendrera Zariquiey, 2011.

10
Aquest mes el personal de la biblioteca et recomana

• Dani: C Fio. Fior, Manuele. Cinco mil kilómetros por segundo. Sins Entido, 2011.
• David: C Met. Meter, Peer + Yelin, Barbara. Veneno. Sins Entido, 2011.
• Joan: Migoya, Hernán + Muñoz, Bernardo + Olmos, Diego. Nuevas Hazañas Bélicas. Glénat, 2012.
• Jordi: C Ben. Bendis, Brian Michael + Maleev, Alex. Scarlet #1. Panini, 2011.
• Silvia C Bro. Brown, Chester. Pagando por ello: memorias en cómic de un putero. La Cúpula, 2011.

Fior logra plasmar en Cinco Uno de los crímenes más ¿Cómo habría sido Hazañas Es una de esas lecturas que Lo que este conocido
mil kilómetros por espeluznantes de la historia Bélicas, intenta imaginarse cuando llegas a la última dibujante canadiense hace,
segundo un bello y de Europa, que sirve de Migoya, si en lugar de tratar página te deja una grata y que ha retratado en esta
sosegado retrato de la base al guionista Peer conflictos ajenos, hubiera sensación en el cuerpo que novela gráfica (y
descomposición del amor, Meter para crear una hablado del que hubo en justifica el hecho de por qué autobiográfica), es
de cómo la distancia va sorprendente reconstrucción nuestro país durante la uno se gasta tanto dinero en abandonar la búsqueda,
Espoco
unaa poco
de esas sagas la
deshaciendo de la sociedad de la época y Guerra Civil y durante algún este vicio cada mes con lo para él frustrante, de una
míticas
pasiónque se dejar
para debenuntener
retrato sus remordimientos por tiempo después? mal que esta la vida, relación sentimental, del
Cen todas las estanterías
desenfocado de aquel mirar hacia otro lado, amor romántico, en pos del
cómics,amor,
de primer porquepintado
significócon sexo con las prostitutas.
antes yy afecto,
un cariño un después
pero sinenesa
más importante
el esencia de de los
definición (Properament a La Tecla)
grupos de héroes
imposible de toda
del amor. http://blog.rtve.es/comic/201
la historia del cómic, Los 2/01/veneno-peer-meter- http://siguealconejoblanco.c
http://www, .lacarceldepapel.c
Vengadores con lo reconstruye-la-historia-de- om/comics/criticas/scarlet- http://cultura.elpais.com/cult
om/2011/10/17/cinco- la-envenenadora-de- http://www.entrecomics.com de-brian-michael-bendis-y- ura/2011/12/16/actualidad/1
milkilometros-por-segundo/ bremen.html /?p=73687 alex-maleev/ 323990011_850215.html

Notícies

V Japan Weekend Barcelona a La Farga de L’Hospitalet

Via La Hora de las Tortas (http://www.eslahoradelastortas.com/?p=18157):

Un año más, Jointo Entertainment SL se prepara para uno de sus eventos bandera, el Japan Weekend Barcelona, que se
celebrará del 9 al 11 de marzo en La Farga de l’Hospitalet de Llobregat, esperando batir récords de asistencia.

El mundo del manga, el anime y la cultura japonesa se dan cita una vez más en Japan Weekend Barcelona, que en esta
edición cambia de escenario para trasladarse a la que es conocida como una de las cunas de la fiebre nipona en España:
La Farga de l’Hospitalet.

I encara més anime a Barcelona: Cicle d’anime al CEO de Barcelona (via Actualidad Cómic: http://www.actualidadcomic.com/2012/02/23/ciclo-
de-anime-en-el-ceo-de-barcelona/) i Proto anime cut, a l’’Espai Culturual Caja Madrid de Barcelona, amb projeccions, exposicions, taules
rodones i conferències (via El blog ausente: http://absencito.blogspot.com/2012/03/proto-anime-cut.html?nte%29).

Exposició dedicada a Batllori a Vilanova

Via Comicat (http://www.comicat.cat/2012/02/exposicio-dedicada-batllori-vilanova.html?):

L'exposició ens aproximarà a la figura de Antoni Batllori i Jofré, dibuixant i l·lustrador (1915-1999) que va
publicar el seu primer dibuix al "Calendari del Patufet" l'any 1930 de la mà de Joan Junceda, va
col·laborar a les revistes "En Patufet", "Esquitx", "TBO", etc. Va impulsar el còmic en català. Il·lustrà
llibres, realitzà exlibris i intervingué en muntatges de pel·lícules de dibuixos animats.

Produïda i patrocinada pel Fons Batllori i Jofré, l'Ajuntament de Teià i L'Oficina de Patrimoni Local de la
Diputació de Barcelona.

Exposició oberta del 24 de març fins al 20 d'abril a la Biblioteca Municipal Joan Oliva i Milà. Plaça de la Vila, 13. Vilanova i la Geltrú.
(http://www.vilanova.cat/jsp/agenda/detall.jsp?id=14852)

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César per a Sfar per Le chat du rabbin

Via Entrecomics (http://www.entrecomics.com/?p=73966):

Joann Sfar, que ya recibiera un premio César al mejor primer film por su película Gainsbourg (vida heroica) en la edición
de los premios de 2011, ha sido de nuevo galardonado con un César, esta vez en la categoría de mejor película de
animación, por Le chat du rabbin, la película basada en su serie de cómic y dirigida por él mismo y Antoine Delesvaux.

Aquesta pel·lícula ja ha arribat a Catalunya. La va estrenar La Mostra Internacional de Cinema d’Animació de Catalunya
(ANIMAC), a Lleida, el passat 1 de març: http://www.animac.cat/mostra/llargmetratges-1/el-gat-del-rabi. Esperem que
arribi molt aviat al circuit comercial espanyol.

Sur la piste du Marsupilami s’estrena a França a l’abril

Una altra adaptació al cinema que esperem que arribi a Espanya. De moment l’estrenen a França al mes
d’abril. Via Entrecomics (http://www.entrecomics.com/?p=73716):

El próximo mes de abril se estrena en Francia Sur la piste du Marsupilami, una película de Alain
Chabat, basada en el popular personaje de André Franquin.

Qui no pugui esperar fins que ens arribi la peli (si és que ens arriba) o no conegui encara el personatge i ho
vulgui fer haurà de passar per la secció infantil de La Tecla.

El dibujante español Ken Niimura, Premio Internacional de Manga de Japón

Via El Mundo.es (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/17/comic/1329470333.html):

El dibujante español J.M. Ken Niimura, de 30 años, ha sido galardonado con el Premio Internacional de Manga de Japón por 'Soy una
Matagigantes', una obra "sobre la capacidad para superar cualquier problema u obstáculo", indicó hoy a Efe el autor.

Niimura, de padre japonés y madre española, ha sido reconocido con el máximo galardón de esta quinta edición del
certamen, organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, que eligió su obra de entre 145 trabajos de 30
países. "Es una alegría inmensa", aseguró Niimura poco antes de recibir en Tokio el premio, que recompensa un libro en
el que ha trabajado durante dos años junto con el guionista norteamericano Joe Kelly.

'Soy una Matagigantes' (distribuida en España por Norma Editorial) narra las aventuras de Barbara Thorson, una niña
solitaria, inteligente y soñadora que crea un mundo de fantasía como vía de escape del mundo real, en el que deberá
enfrentarse a gigantes, armada con un martillo de guerra nórdico.
El trobareu a La
Ressenya a Ramen para dos: http://ramenparados.blogspot.com/2009/08/resena-soy-una-matagigantes.html Tecla

Arrugas hace historia para la animación en los Goya

Nunca antes un largometraje de animación había estado nominado en el apartado de mejor guión para los Goya. Arrugas se lo ha llevado frente
a las adaptaciones de 'La voz dormida', 'La piel que habito' y 'Katmandú'. Doblete para esta cinta que se convirtió también en la mejor cinta de
animación, categoría en la que competía con 'Elephant in the Black Box', 'Carthago Nova' y 'Papá, soy una zombi. (Via El Mundo.es:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/20/comic/1329728017.html). Si voleu veure el vídeo del lliurament del Goya al Paco Roca, el trobareu
aquí: http://www.rtve.es/alacarta/videos/premios-goya/mejor-guion-adaptado-premios-goya-2012/1326918/ i si voleu llegir l’entrevista al Paco a
Las Províncias: http://www.lasprovincias.es/v/20120221/culturas/productora-almodovar-sento-bien-20120221.html

El Paco va expressar el seu agraïment pels Goyas obtinguts al seu bloc: http://www.pacoroca.com/blog/los-goyas-de-arrugas.

I si us pregunteu si són merescuts aquests Goyas, doncs, sembla que es queden curts. Segons Peter Bradshaw, crític de
cinema de The Guardian, Arrugas és una de les cinc millors pel·lícules de l’any 2011. (Via Tu Blog de Cine:
http://www.tublogdecine.es/noticias/arrugas-es-una-de-las-5-mejores-peliculas-de-2011-segun-the-guardian/41790).

I a més, el Paco continua acumulant premis per aquest còmic (via Guia del Cómic:
http://zapping.guiadelcomic.es/post/18145092256/paco-roca-recoge-en-japon-un-premio-por-el-faro-
y): Tras recibir el Goya al mejor guión adaptado, Paco Roca voló a Tokio para recoger el “Excellence
Award” concedido por sus obras El faro y Arrugas, traducidas ambas al japonés en un tomo integral
editado en agosto de 2011. Este reconocimiento, dotado con un premio en metálico de 300.000
yenes, lo concede el 15º Japan Media Art Festival organizado por el Ministerio de Cultura de Japón.

Sembla que vam encertar quan vam escollir Arrugas pel nostre club de lectura al 2009. ¿Us en recordeu del dossier?: http://bit.ly/ACDOyE.

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Més autors convidats al Saló del Còmic de Barcelona

Via Comicat (http://www.comicat.cat/2012/02/mes-autors-convidats-al-salo.html?):

El 30è Saló Internacional del Còmic de Barcelona augmenta la seva llista de grans autors convidats:

Baru, el multipremiat autor francès i una de les estrelles de la BD actual, autor de La autopista del sol i ¡A todo
volumen, Bruno! ha confirmat la seva assistència al Saló del Còmic. El segon convidat confirmat és Greg Rucka,
responsable de revitalitzar el gènere negre i un dels guionistes més prestigiosos del moment, amb quatre premis
Eisner en el seu palmarès. El tercer, Mark Buckingham, guanyador de varis Eisner i dibuixant de l’aclamada
sèrie Fábulas. També tindrem a Greg Capullo, l’artista que va substituir a Todd McFarlane al capdavant de Spawn i
que actualment és el responsable del llançament de la nova sèrie de Batman.

A causa de problemes amb la seva agenda, Guy Delisle avança la seva visita a Barcelona per a participar en unes jornades que organitza
l'Institut Francès de Barcelona, entitat col·laboradora del Saló. Del 18 al 20 d'abril estarà present en diverses activitats.

La Cárcel de Papel s’acomiada

Álvaro Pons ha decidit deixar-nos i abandona la seva activitat al món del còmic (http://www.lacarceldepapel.com/2012/02/02/hasta-siempre/):

Todas las cosas tienen un principio y un final. Llevaba mucho tiempo meditando esto, pero creo que ahora ha llegado el momento: se acabó mi
paso por el mundo de los tebeos. Se cierra este espacio de La Cárcel de Papel que me ha dado tantas satisfacciones durante nueve años y dejo
de colaborar en prensa (con la única excepción de la vinculación que tengo con la Cartelera Turia de Valencia) o eventos relacionados con el
tebeo. Durante muchos años, casi veinte, he convertido mi hobby, mi pasión, en casi una segunda profesión. Y creo que debo volver a buscar
esa sensación de disfrutar de la lectura de tebeos como lector raso, con la única preocupación de gozar de su lectura. Creo sinceramente que en
estas cosas se debe dejar paso a los que vienen detrás y, sobre todo, ser consciente de las limitaciones de uno mismo. El comisariado de la
exposición sobre tebeos españoles en Angoulême, uno de los proyectos más ilusionantes en los que he trabajado, es un perfecto broche final a
mi trayectoria. No dejaré la vinculación académica, pero como algo muy reducido. Han sido unos años maravillosos y, sin duda, me quedo con
más amigos de los que merezco. Vuelvo a ser, simplemente, un lector de tebeos. Gracias a todos y hasta siempre.

¡Hasta pronto, Álvaro!

Adéu a Tretzevents

Via Comicat (http://www.comicat.cat/2011/12/adeu-tretzevents.html?):

Tretzevents ha tancat portes. L’últim número que s'ha publicat, es el 903 corresponent al mes de desembre de
2011. Estava editada per Publicacions de l'Abadia de Montserrat i la direcció era de Montse Ginesta.

L'editora parlava de la disminució del suport econòmic de la Generalitat com a causa del tancament, a la que
podem afegir unes vendes d'exemplars, que son molt justetes per poder mantenir una publicació. Cavall Fort
que aquest mes ha complert 50 anys reconeix una tirada de 15.000 exemplars. Tretzevents parlava d'una
tirada l'any 2008 de 8.000 exemplars, que segurament aquest any 2011 s'hauran vist reduïdes per causa de la
crisis. Publicacions de l'Abadia segur que ha intentat buscar alternatives al tancament de la revista i evitar la
desaparició de una capçalera històrica, però no ha estat possible.

Projecció de Las Aventuras de Tintín: el secreto del unicornio a les Fnac de Barcelona

• Fnac Arenas, el 20 de març, a les 19:00 hores.


• Fnac La Maquinista, el 20 de març, a les 18:30 hores
• Fnac Diagonal Mar, el 21 de març, a les 18:00 hores.

Consulteu les agendes de programació de la Fnac: http://www.clubcultura.com/agenda-fnac

Exposició Fanzines: Art fotocopiat. Des dels anys 80 fins ara, a La Tecla
Propera trobada del club de lectura:
A partir del 13 de març, podreu gaudir a la Biblioteca Tecla Sala
d’aquesta exposició de Miquel Puig i la Biblioteca Josep Badia i
Dimarts, 24 d’abril – 19:30 Moret, de l’Ametlla del Vallès. Més informació:
Asterios Polyp, de David Mazzucchelli
http://bit.ly/zYSTmJ

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