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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

SEDE: VALLE DE LA PASCUA

SECCION P1

ESTUDIO DE CASO

Participante:

Kevin Sánchez

C.I: 26.844.198

Valle de la Pascua, Marzo 2019


Estudio de Caso clínico.

José es un niño de 9 años que acude a nuestra consulta por presentar,


desde hace aproximadamente cuatro meses, dificultades en el sueño
consistentes e interrupciones frecuentes del mismo, acompañados de
requerimientos a su madre para que acuda a su habitación, o bien acude el
niño a la habitación de la madre donde le pide que le permita acostarse con ella
porque tiene miedo a estar solo.

Los antecedentes familiares revelan que es el hijo único de una pareja


separada hace 14 meses, con abandono paterno del régimen de visita y
cambio de provincia del mismo desde hace 8 meses. Desde ese entonces,
José ha hablado por teléfono con su padre en cuatro o cinco ocasiones.

Durante los últimos 10 meses la madre convive con una nueva pareja en
el domicilio familiar, aunque en los últimos 5 meses la relación se ha
deteriorado. Desde hace 3 meses, la nueva pareja ya no convive en el domicilio
familiar. La madre de José refiere estar pasando “un mal momento” desde la
separación de la primera pareja, y en los últimos 10 meses se encuentra en
tratamiento psiquiátrico por presentar un síndrome depresivo.

En los antecedentes personales médicos, no existen hallazgos


significativos. La primera entrevista, encaminada a explorar todos los apartados
psicológicos del menor, se determina que no existe dificultad para conciliar el
sueño y que cuando José se despierta no presenta pesadillas. El despertar es
sigiloso y se dirige a su madre con voz débil y temblorosa. En algunas
ocasiones, la madre se ha despertado y lo ha visto de pie junto a su cama sin
decir nada. No ha habido oposición a que el niño duerma en la cama de la
madre cuando éste lo ha requerido y tampoco a acudir a su cuarto cuando la
llamaba y le pedía que lo acompañase durante la noche en su cama.

En los últimos meses, el comportamiento general ha cambiado. “José no


era así hace un año”. En clase no presta atención a las explicaciones y es difícil
conseguir que se concentre en los deberes. Su impulsividad ha aumentado,
con peleas frecuentes con los compañeros de clase porque le cuesta esperar
su turno. “Aunque siempre ha sido un niño con mucha energía, en los últimos
meses no conoce la tranquilidad.”

Su madre refiere que en reposo mueve y balancea las extremidades y


adopta posiciones inverosímiles en el sillón. En ocasiones, se levanta y se
sienta varias veces sin un objetivo claro, incluso cuando está comiendo o
viendo una película de su agrado. El rendimiento escolar se ha deteriorado
aunque en la última evaluación no ha repetido ninguna asignatura. Su maestra
comenta que si sigue así no tardará en empezar a repetir.
En relación al estado de ánimo, la madre comenta que es un niño alegre
aunque últimamente está más irritable y ya no la ayuda en las tareas
domésticas.

La observación y la conversación con José no revelan hallazgos


significativos más allá de los comentados por su madre. El dibujo que realiza
durante la consulta presenta gran cantidad de borraduras, y realiza
exclamaciones frecuentes del tipo “me equivoqué otra vez” o “esto está mal”. El
cuestionario que rellena la madre, el cuestionario de cualidades y dificultades
(SDQ), se sitúan en el límite anormal para la subescala de hiperactividad y la
subescala de síntomas emocionales.

a) Determine las ALTERACIONES DE LAS FUNCIONES MENTALES que


presenta el paciente según lo reportado en el caso. (25 ptos)

El sujeto parece presentar alteración de la atención, para ser más precisos, una
marcada perdida de la atención. Además, estos problemas de atención vienen
acompañados de alteración en la conciencia.

También presenta alteración en la memoria, más específicamente en lo referido


a la memoria inmediata, se refiere a la memoria de aquello que se ha
presentado hace apenas unos segundos antes. Esto es resultado de la baja de
atención.

Otra posible alteración es en el área afectiva, pues parece presentar labilidad


emocional (rápidos cambios emocionales o emociones que se desencadenan
de manera exagerada por estímulos insignificantes).

b) Determine el tipo de TRASTORNO (HIPOTÈTICO) que puede presentar


basado en los criterios diagnósticos del DSM V. Sustente teóricamente su
análisis con los criterios de diagnósticos del trastorno que se evidencian
en el caso. (50 ptos)

Según los diagnósticos del DSM V, el paciente presenta déficit de atención


con hiperactividad; el cual es uno de los tipos de trastorno del neurodesarrollo
caracterizado por:

Inatención:

• Presentación clínica de falta de atención

• No presta atención a los detalles o comete errores por descuido.

• Tiene dificultad para mantener la atención.

• Parece no escuchar.
• Tiene dificultad para seguir las instrucciones hasta el final.

• Tiene dificultad con la organización.

• Evita o le disgustan las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.

• Pierde las cosas.

• Se distrae con facilidad.

• Es olvidadizo para las tareas diarias.

Hiperactividad:

• Mueve o retuerce nerviosamente las manos o los pies, o no se puede quedar


quieto en una silla.

• Tiene dificultad para permanecer sentado.

• Corre o se trepa de manera excesiva; agitación extrema en los adultos.

• Dificultad para realizar actividades tranquilamente.

• Actúa como si estuviera motorizado; el adulto frecuentemente se siente


impulsado por un motor interno.

• Habla en exceso.

• Responde antes de que se haya terminado de formular las preguntas.

• Dificultad para esperar o tomar turnos.

• Interrumpe o importuna a los demás

También parece tener un trastorno del sueño, sin embargo, este posee
características incompletas de los criterios establecido por la DSM V para los
trastornos del sueño. Razón por la cual se establecería como: Trastorno del
sueño no especificado.

c) ¿Qué otros datos exploraría en un examen mental o en la entrevista


para confirmar o rechazar la hipótesis diagnóstica? (25 ptos)

Lo primero sería obtener más información con respecto al estado de


sueño, con la finalidad de determinar si posee realmente un trastorno del
sueño.

Luego, vendría la obtención de datos referentes a la organización que


posee el sujeto en su hogar, en su habitación y demás lugares que suele
frecuentar. También datos sobre cómo es la comunicación que tiene con su
madre, familiares y amigo, es decir, información sobre el lenguaje y las manías
que pueda tener en su forma de hablar.

Y, por supuesto, realizar actividades que permitan poner a prueba la


memorización y atención del individuo. Estas podrían ser: memorización de
números en orden discordante, pedirle que pronuncie los días de la semana de
forma normal e invertida, entre otras.

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