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Módulo 1
Unidad 1
Jaume Puig-Junoy
José Luis Pinto
Uni v e r s i t a t P o mp e u F a b r a
Unidad 1
Los métodos de evaluación económica de medicamentos, tecnologías médicas y programas de salud
Índice
Objetivos ............................................................................................................................................. 3
2. ¿Cuáles son los pasos a seguir para realizar una evaluación económica?. ...... 13
Objetivos
Objetivo general
e
e
El objetivo general de esta unidad didáctica consiste en proporcionar una justificación de la necesidad
de llevar a cabo una evaluación económica de medicamentos o tecnologías médicas en un contexto de
recursos escasos y en aportar el conocimiento básico de los principales métodos y etapas o pasos a
seguir en la realización y diseño de un estudio de evaluación económica de medicamentos, de tecnologías
médicas o de programas de salud.
Objetivos específicos
Este objetivo general se desarrolla a través de tres objetivos específicos alrededor de los cuales se organiza
esta unidad didáctica.
1. Conocer cuales son las razones y el contexto que justifican la necesidad de llevar a cabo
una evaluación económica de medicamentos, tecnologías médicas o programas de salud
como instrumento de ayuda a la toma de decisiones de planificación, de gestión y de tipo
clínico.
1. La necesidad de contar 1
La evaluación económica
La evaluación económica es el nombre genérico de un conjunto de técnicas de análisis, cuyo objetivo inmediato
en su aplicación al sector salud, la valoración de los costes y los beneficios de los medicamentos, las
tecnologías médicas y los programas de salud.
Estados Unidos y el Reino Unido fueron los primeros países que aplicaron estas técnicas como soporte a la
toma de decisiones en el ámbito de las obras públicas: trazado de autopistas, localización de aeropuertos,
obras hidráulicas, etc. A principios de los años setenta, la evaluación económica se introdujo en el campo
sanitario.
En realidad, la finalidad principal de la evaluación económica es la de comparar los pros y los contras de las
distintas opciones entre las que se debe elegir, algo que identificamos con un comportamiento racional
y que, sin duda, la mayor parte de las personas hacemos en la vida diaria. Las técnicas de evaluación
económica constituyen una versión más rigurosa y explícita de lo que un individuo hace, por ejemplo,
cuando compara varias marcas y modelos para decidir la adquisición de un automóvil.
El problema a resolver
La evaluación económica es un conjunto de técnicas para resolver el problema siguiente:
Hay muchas ACTIVIDADES; cada actividad produce diferentes cantidades de cierto resultado deseable,
como, por ejemplo, BENEFICIOS DE SALUD. Cada actividad requiere cantidades diferentes de RECURSOS,
como dinero. No hay recursos suficientes para hacer todas las actividades. El objetivo es ASIGNAR los
RECURSOS disponibles a las ACTIVIDADES para conseguir al MÁXIMO el RESULTADO deseado.
1 La primera sección de esta unidad didáctica está basada en los diálogos figurados del profesor
David M Eddy (Duke University, Durham) con su padre y publicados en JAMA (The Journal of the American Medical Association).
- Que hay muchas actividades que producen beneficios sobre la salud de la población.
- Que no hay recursos suficientes para hacer todas las actividades (recursos escasos o limitados).
En este contexto, resulta necesario establecer prioridades entre las actividades que se pueden realizar,
ya que no hay recursos suficientes para llevarlas todas a cabo. Un criterio racional podría ser el que
se deriva del utilitarismo: asignar recursos de forma que se obtenga el máximo beneficio o utilidad de los
recursos empleados. O, si lo prefiere, maximizar el número de años de vida obtenidos con un presupuesto
dado de recursos.
En realidad lo que te estoy diciendo es algo que casi todo el mundo ya sabe: que no me parece ético que
los aspectos económicos puedan condicionar la toma de decisiones clínicas. La razón es muy simple:
en algunos casos, la toma de decisiones clínicas, basadas en los resultados de las evaluaciones
económicas, podría suponer la prescripción de un tratamiento menos eficaz que otros o simplemente que
no se prescriba ningún tratamiento.
—¿Pones a todos tus pacientes en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) cuando dejan la sala de
recuperación una vez sometidos a una intervención quirúrgica?
—¿A todos ellos? No.
—¿Por qué no?
—Pues, porque no es necesario.
—¿Qué quieres decir con qué “no es necesario”? ¿No hay alguna probabilidad de que el paciente tenga
un infarto de miocardio, un embolismo o alguna otra urgencia y que el hecho de encontrarse en la UCI pueda
salvarle la vida?
—Bueno, supongo que existe alguna probabilidad. Pero si seleccionas a los pacientes cuidadosamente, esta
probabilidad es insignificante.
—Así que estás de acuerdo en que habría algún beneficio. Por lo tanto, ¿por qué no poner a todos los
pacientes en la UCI?
—Bueno, aparte del hecho de que no es un lugar muy agradable para estar, no pondría allí a todos mis
pacientes, porque la magnitud del beneficio sería demasiado pequeña para justificarlo.
—¿Para justificar qué? ¿El coste? ¿Ocupar una cama que podría ser utilizada por otro paciente con
mayor riesgo que podría obtener un mayor beneficio?
—Ya veo adónde vas.
—No ponemos a todos nuestros pacientes posoperatorios en la UCI porque creemos que los beneficios
serían demasiado pequeños para justificar los costes. Reservamos la UCI para los pacientes con un
riesgo bastante elevado de urgencias, lo que supone que los beneficios esperados justifican el coste.
—Pero, ¿y si la gente desea pagar los costes adicionales? ¿O si hubiera camas vacías de sobra en la
UCI? ¿No se deduce de lo que has dicho que si no hubiera límites en estos recursos no habría necesidad
de la evaluación económica?
—Tienes razón. La cuestión clave que determina si se necesitan estudios de evaluación económica es si
los recursos son limitados. Si la gente estuviera dispuesta realmente a gastar cualquier cantidad de
dinero, sin importar cuán grande fuera la cifra, para recibir algún beneficio, sin importar cuán pequeño fuera,
no habría necesidad de la evaluación económica. Todavía necesitaríamos hacer lo que podríamos llamar
un análisis de efectividad para determinar que el tratamiento produce algún beneficio, pero podríamos
ignorar los costes.
—¿Cómo afecta eso a tu ejemplo sobre la UCI?
—Si llenamos la UCI, simplemente construiremos una sala anexa al hospital y añadiremos más camas.
Para conseguir el dinero, celebraremos en el hospital una fiesta para obtener fondos y conseguiremos el dinero
para ampliar la UCI. Mientras estamos en ello, buscaremos algo más de dinero de manera que podamos poner
personal con formación sanitaria en cada bloque de pisos del vecindario para responder a urgencias tales
como ataques de corazón y apoplejías.
—¡Venga! Estás llevando esto hasta el extremo.
—Sí, lo estoy haciendo, porque ahí es donde podemos llegar a un acuerdo sobre los principios. Has
establecido correctamente el principio de que, si a la gente realmente no le importa el coste de la salud y
quiere hacer todo lo que sea posible para maximizar la calidad o el beneficio sin importarle el coste,
no habrá necesidad de comparar los beneficios de un tratamiento con su coste. Pero existe otro principio,
según el cual, si hay límite en los recursos y si el número de posibles tratamientos supera los recursos
disponibles, debe utilizarse algún método para determinar qué tratamiento debe obtener prioridad. Es para
esto para lo que están diseñados los estudios de evaluación económica.
a) ¿Valen o compensan los beneficios y riesgos de un tratamiento a cualquier coste que la gente
tenga que pagar?
b) Si hay muchos tratamientos entre los cuales escoger y no hay recursos suficientes para
todos, ¿qué tratamientos deben recibir prioridad?
Responder a ambas cuestiones requiere estimar no solo los beneficios (y perjuicios) del tratamiento sino
también sus costes.
3. ¿Por qué no hay que dar prioridad a los tratamientos según la cantidad de
beneficio que proporcionan?
Imagina que eres responsable de la salud de un grupo compuesto por mil personas. Tu objetivo es maximizar
su salud medida mediante años de vida. Para no complicar la cuestión en este punto, imagina que todo
el mundo está de acuerdo en esta medida de resultado (los años de vida) y que incluye todas las
características de los tratamientos y los resultados que la gente cree que son importantes.
Ahora supongamos que hay diez tratamientos diferentes que podrían cubrirse. Para los pacientes en particular
que son candidatos para cada tratamiento, estos ofrecen los beneficios (años de vida) que te presento en la
tabla siguiente (segunda columna de la izquierda). Por conveniencia, he colocado en la lista los tratamientos
en orden de la cantidad de beneficio que proporcionan.
1 9,5 3.000 20
2 9,0 3.800 15
3 8,6 2.300 30
4 8,3 1.000 5
5 7,5 5.200 70
6 6,8 950 40
7 5,4 3.000 84
8 4,3 2.200 18
9 4,0 875 65
10 3,8 300 50
La columna “coste” muestra el coste de cada tratamiento individual. La columna “número de pacientes”
muestra el número esperado de pacientes que necesitará cada uno de los tratamientos en el próximo año.
Ahora vas a suponer que dispones de un presupuesto de 600.000 u. m. Como fácilmente puedes comprobar,
no puedes administrar todos los tratamientos porque te costarían casi un millón de unidades monetarias.
¿Qué tratamientos vas a cubrir?
actividad
1) Calcule el número de años de vida que se pueden ganar con cada uno de los diez tratamientos,
teniendo en cuenta el beneficio individual que proporcionan y el número esperado de pacientes
sometidos a cada tratamiento.
2) Calcule el coste total de cada tratamiento teniendo en cuenta el coste individual de tratamiento y el
número esperado de pacientes sometidos a cada tratamiento.
3) Puesto que los tratamientos ya están ordenados en función del beneficio individual que proporcionan
a cada paciente, ya se encuentra en condiciones de decidir qué tratamiento puede atender con el
presupuesto que tiene asignado.
4) Una vez haya definido los tratamientos que puede atender, fácilmente podrá obtener el número de
años de vida que podrá ganar con este presupuesto.
Si lo desea, cuando haya realizado todos los cálculos correspondientes a los dos primeros pasos,
puede verificar sus resultados comparándolos con los que le ofrece la tabla siguiente:
Pregunta 1
Si decide dar prioridad a los tratamientos en función de su beneficio individual (años de vida ganados
para cada paciente tratado) con independencia del coste, indique cuáles serán los tratamientos
excluidos.
Suponga que un tratamiento no se puede financiar únicamente para una parte de los pacientes sino
que debe financiarse o no en su totalidad.
1) El tratamiento 10.
2) Los tratamientos del 7 al 10, y agotaría completamente el presupuesto.
3) Los tratamientos del 7 al 10 y me quedaría un saldo no asignado en el presupuesto de 7.000 u. m.
4) Los tratamientos 8 al 10.
Pregunta 2
¿Cuántos años de vida habría ganado siguiendo el criterio del máximo beneficio individual con este
presupuesto de 600.000 u. m.?
Pregunta 3
Con este criterio de decisión sobre los tratamientos a cubrir, ¿cuántos pacientes se van a quedar sin
tratamiento?
1) 397 pacientes.
2) Más de la mitad de los pacientes.
3) 180 pacientes.
4) Menos de 180 pacientes.
Consultar la solución a las actividades en la versión online.
actividad
ACTIVIDAD 2. Maximizar la cantidad de beneficio utilizando la
relación entre los costes y los beneficios
Intente aplicar un criterio distinto al anterior. Es cierto que, por ejemplo, el tratamiento 1 es el que
ofrece el mayor beneficio que puede conseguir cualquier paciente. Sin embargo, tenga en cuenta que,
aplicando el criterio de asignar recursos en función del máximo beneficio individual con independencia
del coste, ha llegado a la conclusión de que se denegaba tratamiento a más de la mitad de los
pacientes de la lista que le he ofrecido.
Pregunta 1
Calcule el coste por año de vida ganado correspondiente al tratamiento 1 de la lista. (Consulte la tabla
de la actividad 1).
1) 3.000 u. m.
2) 60.000 u. m.
3) 315,8 u. m.
4) 3,15 u. m.
Pregunta 2
Calcule el número de años de vida ganados por cada 1.000 u. m. asignadas al tratamiento 5 de la
lista. (Consulte la tabla de la actividad 1).
Pregunta 3
¿Cuál es el tratamiento que permite ganar más años de vida por unidad monetaria gastada?
1) El tratamiento 5.
2) El tratamiento 10.
3) El tratamiento 2.
4) El tratamiento 4.
Pregunta 4
Si usted decide cubrir los tratamientos empezando por el que permite ganar más años de vida a
cambio de una unidad monetaria y siguiendo por orden descendente hasta agotar el presupuesto,
¿cuáles serían los tratamientos excluidos?
Pregunta 5
Si usted decide cubrir los tratamientos empezando por el que permite ganar más años de vida a
cambio de una unidad monetaria y siguiendo por orden descendente hasta agotar el presupuesto,
¿cuántos años de vida ganaría con el presupuesto asignado?
Pregunta 6
Con este criterio de decisión sobre los tratamientos a cubrir, ¿cuántos pacientes se van a quedar sin
tratamiento?
1) 397 pacientes.
2) Menos del 18% de los pacientes.
3) 2.403 pacientes.
4) Menos de 400 pacientes.
El coste de oportunidad
El concepto económico de coste no es el valor del presupuesto gastado (aproximadamente las 600.000
u. m.). El concepto económico de coste no tiene que ver con el valor financiero de los recursos
gastados sino con el coste de oportunidad: el valor de los beneficios que se dejan de obtener al tomar
una decisión en lugar de haber tomado otra.
Pregunta 7
Usted está interesado en tomar una decisión sobre la utilización de un nuevo medicamento (FEMURFORTE2)
para evitar fracturas de cadera con el fin de aplicar este medicamento en la población que frecuenta su
hospital.
El destinatario de las conclusiones de su estudio de evaluación económica va a ser el gerente del Hospital
Virgen de las Angustias.
Evaluación económica
Las fracturas de cadera reducen de forma notable la calidad de vida y son una causa importante de
hospitalización en personas mayores, especialmente mujeres, que va seguida en muchas ocasiones de una
pérdida importante de autonomía e incluso del ingreso en residencias asistidas. Estos problemas se pueden
reducir mediante el tratamiento preventivo con el nuevo fármaco que usted se propone evaluar.
2 Se trata de un fármaco hipotético que no existe en la realidad, a pesar de que algunas de sus características pueden estar relacionadas
con algunos fármacos comercializados.
Así pues, para realizar una evaluación económica es necesario presentar las alternativas a nuestra disposición.
Si no se hiciera esto, no estaríamos propiamente ante una evaluación, sino ante una descripción, que podría
ser descripción de costes, descripción de resultados, o descripción de costes y resultados.
En primer lugar, como director médico del Hospital Virgen de las Angustias usted se encuentra ante una
pregunta ya bastante bien definida y que requiere tomar una decisión: se trata de evaluar el nuevo
medicamento FEMURFORTE como método de prevención de las fracturas de cadera en mujeres
mayores de 65 años de la zona de influencia del Hospital Virgen de las Angustias.
Lo primero que le recomiendo es definir las alternativas que se pretenden evaluar. Le sugiero que tenga en
cuenta dos recomendaciones sobre la elección y definición de alternativas que se desprenden de la literatura:
4
Primera recomendación
La tecnología o medicamento objeto de evaluación ha de ser claramente definida y
descrita en todos sus aspectos, siendo imprescindible precisar el lugar de aplicación, el
personal encargado de desarrollarla, la planificación temporal y, lo que es muy importante,
4
la población objetivo a la que se dirige. La población objetivo se definirá sobre la base
de criterios como el sexo, la edad, el ámbito geográfico o la condición médica de los
individuos.
Segunda recomendación
Cuando exista evidencia de diferencias en los efectos o los costes de la tecnología o el
medicamento para diferentes subgrupos de la población objetivo, estos subgrupos han
4
4
de ser identificados y, si se estima oportuno, han de constituir los sujetos de análisis o
evaluaciones separadas, que se añadirán a la efectuada para el conjunto de la población
objetivo.
Usted dispone de dos posibles estrategias de aplicación del nuevo fármaco. Una consiste en aconsejar
dicho tratamiento de forma universal, por ejemplo, a todas las mujeres después de los 65 años (estrategia
universal). La segunda estrategia, en cambio, consiste en hacer un cribaje previo, mediante la realización de
una densitometría, con el fin de detectar a aquellas mujeres que tienen más riesgo de sufrir osteoporosis
y, por tanto, más probabilidad de sufrir fracturas en el futuro. En esta segunda estrategia, el nuevo fármaco se
administraría únicamente a las mujeres con mayor riesgo de fractura (estrategia selectiva).
Las alternativas ante las que usted se encontraría serían, pues, las siguientes:
Toda evaluación económica es una comparación entre opciones o cursos de acción que se derivan de
elegir dichas opciones. En teoría, al evaluar un programa o tecnología médica, es preciso compararlo
con todas las acciones técnicamente posibles. Evidentemente, esta es la forma de garantizar que la opción
que se elija sea la más eficiente en términos absolutos. Si se compara una nueva tecnología con tan solo
una de las ya existentes que sea muy poco eficiente, la nueva aparecerá como muy eficiente, puesto
que la eficiencia es un concepto relativo. Sin embargo, es obvio que este resultado no legitimaría la
decisión de promover la difusión de la nueva tecnología, sin antes haberla comparado con las restantes
tecnologías disponibles más eficientes.
En el caso de la evaluación del nuevo medicamento para prevenir fracturas de cadera, las opciones de
referencia hubieran podido ser, en el caso de existir:
a) Todos los medicamentos sustitutivos del evaluado de entre los existentes en el mercado.
b) El medicamento más eficiente de los anteriores.
c) El medicamento más prescrito.
d) El tratamiento quirúrgico.
e) La opción de no hacer nada.
Le propongo que reexamine la lista de las diferentes alternativas que usted desea comparar a la hora de
llevar a cabo la evaluación económica.
Ahora le sugiero que tenga en cuenta los efectos de considerar un dato hipotético adicional. Suponga
que en la actualidad todas las mujeres mayores de 65 años se encuentran sometidas a tratamiento con el
fármaco FemurPlus3 que representa el tratamiento convencional (o statu quo). Así pues, en realidad usted
dispone de tres tipos de opciones o alternativas para evitar fracturas de cadera en mujeres mayores de 65
años: no aplicar ningún tipo de tratamiento preventivo, aplicar el tratamiento farmacológico convencional o
bien aplicar el tratamiento con el nuevo fármaco.
Las alternativas ante las que usted se encontraría en este caso (existencia de un tratamiento farmacológico
convencional y tratamiento universal con el nuevo fármaco) son, pues, las siguientes:
Por el momento, vamos a suponer que la única duración posible del tratamiento es de 10 años.
actividad
ACTIVIDAD 3. La elección de las alternativas con las que
comparo el nuevo fármaco para prevenir fracturas de cadera
Le propongo emplear una medida de efectividad del nuevo fármaco FemurForte para prevenir
fracturas de cadera: el número de fracturas de cadera evitadas. Así, usted puede expresar
el resultado del fármaco en términos del número de fracturas evitadas y, si conoce el coste del
tratamiento farmacológico, podrá calcular el coste por fractura evitada.
Los costes y los resultados de las cuatro alternativas disponibles aplicadas a una población de
1.000 mujeres se resumen en la tabla siguiente:
3 Se trata también de un fármaco hipotético que no existe en la realidad, a pesar de que algunas de sus características pueden estar
relacionadas con algunos fármacos comercializados.
Ahora le sugiero que realice algunos cálculos siguiendo los pasos que le propongo:
PRIMER PASO: Calcule el coste medio por fractura evitada en cada una de las cuatro
alternativas.
Coste medio
El coste medio se obtiene como resultado de repartir los costes totales de cada alternativa
entre el número de unidades de efectividad conseguidas, o sea, fracturas evitadas en este
caso. Coste medio = costes totales / número de fracturas evitadas.
¿Desea revisar los cálculos que ha realizado? Puede hacerlo consultando la tabla siguiente:
SEGUNDO PASO: Calcule el aumento de costes que supondría pasar de la alternativa “sin
tratamiento preventivo” a la alternativa “estrategia universal con FemurForte”, así como el que
supondría pasar de la alternativa “estrategia universal con FemurPlus” a la alternativa “estrategia
universal con FemurForte”.
TERCER PASO: Repita los cálculos del paso anterior, pero calculando el aumento de costes
que supondría en ambos casos pasar a la alternativa “estrategia selectiva con FemurForte”.
CUARTO PASO: Repita los cálculos de los dos pasos anteriores, pero calculando ahora la
variación en el número de fracturas evitadas en lugar del aumento de costes.
¿Desea revisar los cálculos que ha realizado? Puede hacerlo consultando la tabla siguiente:
Sin
tratamiento
preventivo 0 0
Estrategia
universal 100.000 10
100.000 10
FemurForte
Estrategia
universal
50.000 9
FemurPlus
Estrategia
universal 50.000 1
100.000 10
FemurForte
La ratio coste-efectividad incremental es una medida del coste por unidad adicional de efectividad
(fractura de cadera evitada, en este caso) que se consigue al pasar de una alternativa de
prevención de las fracturas a la otra. Se calcula como la ratio entre la variación en el coste
al pasar de una alternativa a la otra (numerador) dividido por la variación en la efectividad
(número de fracturas evitadas). En el caso que nos ocupa la ratio coste-efectividad
incremental es precisamente el coste por cada nueva fractura de cadera evitada con una de
las alternativas farmacológicas en comparación con otra de las alternativas que se toma como
referencia para el cálculo incremental.
Pregunta 1
1) 100.000 u. m.
2) 50.000 u. m.
3) 10.000 u. m.
4) Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.
SEXTO PASO: Ahora le sugiero que calcule el coste adicional por fractura evitada (ratio coste-
efectividad incremental) al pasar de las estrategias “sin tratamiento preventivo” y “estrategia
universal con FermurPlus” a la estrategia selectiva con el nuevo fármaco “estrategia selectiva con
FemurForte”. Si lo desea, puede consultar de nuevo la tabla de presentación de datos iniciales
de costes y resultados de las alternativas.
Pregunta 2
Le aconsejo que deje de considerar como una alternativa posible la estrategia selectiva con el
nuevo fármaco (FemurForte). ¿En qué le parece que me estoy basando para reducir a 3 el
número de alternativas a tener en cuenta en la comparación?
Después de realizar una revisión sistemática de la literatura sobre la eficacia y efectividad del
fármaco convencional aplicado de forma universal en la actualidad a la población de referencia
del Hospital Virgen de las Angustias (FemurPlus), le sugiero que modifiquemos nuestra información
sobre la eficacia del mismo.
Un ensayo clínico reciente y más riguroso del fármaco convencional (FemurPlus) ha permitido
aportar nueva evidencia sobre su eficacia. Los nuevos resultados indican que su eficacia es
muchísimo menor de lo que se había supuesto hasta este momento. Con un coste de 50.000 u.
m. únicamente consigue evitar una fractura de cadera.
Pregunta 3
Teniendo en cuenta los nuevos datos sobre eficacia, calcule el coste por fractura adicional
evitada al pasar del fármaco convencional (FemurPlus) al nuevo fármaco aplicado de forma
universal (FemurForte). Si lo desea, puede consultar de nuevo la tabla de presentación de
datos iniciales de costes y resultados de las alternativas.
Las alternativas son múltiples, pudiendo adoptarse la perspectiva de la institución concreta (por ejemplo, el
Hospital Virgen de las Angustias) que aplicará la nueva tecnología, la del financiador de la misma, la de los
pacientes y sus familias o la de la sociedad en su conjunto. Esta última, la perspectiva social, es sin duda
la más amplia, pues supone la consideración explícita de todos los costes y todos los resultados con
independencia de quién incurra en los primeros o se beneficie de los segundos.
Cuando un estudio de evaluación económica tiene como finalidad informar de la asignación de recursos
en términos amplios, la perspectiva analítica más apropiada es la perspectiva social. De este modo se
asegura que todos los costes y resultados relevantes se computan, incluidos los costes soportados por
el propio paciente y su familia en forma de una menor disponibilidad de tiempo para el trabajo y/o el ocio,
por ejemplo. De igual modo, la perspectiva social implica la valoración de los costes en términos de costes de
oportunidad, así como la utilización de la población en general como fuente de obtención de las preferencias
en relación con los resultados de salud.
La adopción de una perspectiva social no impide la obtención de resultados desde diferentes puntos de
vista. Así, es posible –y deseable– ofrecer la información de forma desagregada con la finalidad de que
el usuario del análisis pueda calcular los costes y beneficios que se derivarían de adoptar perspectivas de
análisis más limitadas, como la del sistema nacional de salud, la del sector público en su conjunto, etc. En
tales casos, la asunción de un punto de vista parcial ha de ser consistente en los dos lados de la
evaluación, el de los costes y el de los efectos o resultados.
La recomendación de adoptar la perspectiva más amplia posible –es decir, la perspectiva social– es la más
frecuente en la literatura, si bien existen excepciones. Así, el National Institute for Clinical Excellence (NICE),
del Reino Unido, recomienda que la evaluación se conduzca desde la perspectiva del Servicio Nacional de
Salud y los Servicios Sociales, computándose como costes los recursos empleados con cargo al presupuesto
de ambas instituciones y como resultados los beneficios clínicos y relacionados con la salud, valorados,
eso sí, desde el punto de vista de la sociedad.
Las modalidades de evaluación económica se pueden agrupar en dos grandes categorías, dependiendo de la
forma en que se midan y valoren los resultados o beneficios derivados de las alternativas objeto de análisis.
Si se opta por cuantificar los resultados en unidades monetarias –igual que los costes– nos encontramos
ante un análisis coste-beneficio.
Si, por el contrario, la medida y valoración de los resultados se realiza en unidades no monetarias, el
tipo de evaluación desarrollado será un análisis coste-efectividad, que en el caso de utilizar años de
vida ajustados por calidad (AVAC) como unidad de medida de los resultados se considera una modalidad
de evaluación con identidad propia: el análisis coste-utilidad.
El análisis coste-beneficio
En un análisis coste-beneficio (ACB) los resultados se valoran en unidades monetarias. Todos los efectos de
un tratamiento o tecnología sanitaria se expresan en una unidad común que es el dinero. Este método
permite la comparación directa de los resultados con los costes, pudiendo determinarse el valor neto del
programa por diferencia entre ambas magnitudes. Así, cuando los beneficios de un programa superen a
los costes –es decir, el valor neto sea positivo–, estará económicamente justificada su adopción. En caso
contrario, será preferible buscar un destino alternativo a los fondos.
El análisis coste-beneficio
El análisis coste-beneficio (ACB) valora los beneficios de los programas en unidades monetarias,
permitiendo una comparación directa entre los costes y los resultados de la que resulta el cálculo
del beneficio neto.
El análisis coste-efectividad
Bajo la denominación análisis coste-efectividad (ACE) se incluyen todos aquellos estudios de evaluación
económica que optan por valorar los resultados en unidades no monetarias (unidades físicas o naturales).
Estas unidades van desde medidas de resultados intermedios de carácter clínico (milímetros de mercurio de
presión arterial, miligramos por decilitro de tasa de colesterol en sangre) o más genéricas (casos detectados
en un programa de cribaje), hasta medidas de resultado final, tales como muertes evitadas, años de vida
ganados, etc.
El objetivo final es la obtención de una ratio coste-efectividad que exprese el coste por unidad de resultados
asociado a cada programa: coste por año ganado, coste por caso detectado, etc.
El análisis coste-efectividad
El análisis coste-efectividad (ACE) compara los costes adicionales que supone una tecnología con
los resultados incrementales que proporciona, medidos estos últimos en unidades no monetarias
(unidades físicas o naturales) que van desde medidas clínicas muy específicas hasta medidas más
genéricas, como años de vida ganados o casos detectados.
actividad
Eficacia
La eficacia mide la probabilidad de que un individuo en una población definida se beneficie
de la aplicación de una tecnología médica o un medicamento a la resolución de un problema
de salud determinado, bajo condiciones ideales de actuación. Se establecerá habitualmente de
forma experimental y tiene validez universal.
Efectividad
La efectividad también pretende medir la probabilidad de que un individuo, en una población
definida, se beneficie de la aplicación de una tecnología médica o un medicamento, pero en las
condiciones reales de aplicación por el médico. Su establecimiento, por tanto, no tendrá validez
universal.
Veamos un ejemplo para ayudar a distinguir entre la eficacia y la efectividad, antes de preguntarnos
por la importancia que puede tener para la evaluación económica la utilización de datos de eficacia
o de efectividad sobre los resultados de la tecnología médica o el medicamento.
Cierta medicación antihipertensiva tiene una eficacia relativa, establecida en un ensayo clínico
aleatorio controlado, pues la probabilidad de que un enfermo controle su hipertensión arterial al
tomarlo son muchas, en concreto de un 76%. Sin embargo, sabemos que la precisión diagnóstica
por parte del médico fue del 95% y el fármaco solo se prescribió correctamente a un 66% de los
enfermos diagnosticados que lo necesitaban. Además, el 65% de los pacientes observaron el
tratamiento y el programa tuvo una cobertura del 90% de la población.
Pregunta 1
1) Un 76%.
2) Un 28%.
3) Un 66%.
4) Un 55%.
En segundo lugar, puesto que en los estudios de evaluación económica debemos utilizar
información sobre los resultados de las tecnologías médicas y de los medicamentos, ¿debemos
utilizar información sobre su eficacia o sobre su efectividad? Tal como usted puede deducir
del caso que acabamos de ver, la elección de una u otra medida de resultado puede ocasionar
tremendas diferencias en los resultados del estudio de evaluación económica.
La recomendación de emplear datos de resultados que sean una medida de efectividad o bien
de eficacia tiene sus fundamentos en el tipo de decisiones para las que deba servir la evaluación
económica.
Usted, como director médico del Hospital Virgen de las Angustias, ¿debería emplear datos de
efectividad o de eficacia del nuevo fármaco FemurForte para prevenir fracturas de cadera
en población anciana?
Con estos datos, usted sabe que con el nivel actual de calidad de la atención que se puede
prestar en su hospital, la efectividad del nuevo fármaco no será superior al 40%, si bien, si usted
consiguiera mejorar esta calidad, la efectividad podría ser superior e incluso llegar a acercarse
al 80%. Las decisiones de asignación de recursos que usted puede tomar hoy deben tener en
cuenta, tal como indica la recomendación de la literatura, la efectividad como medida de resultado.
Ahora bien, esta efectividad reducida en comparación con la eficacia (40%), ¿es imputable al
medicamento o bien a la práctica clínica en su hospital y centros de salud? Parece evidente que
el nuevo fármaco presenta una elevada capacidad de contribuir a reducir fracturas de cadera (el
80% son prevenibles con el nuevo fármaco).
Desde el punto de vista del director de marketing del laboratorio que comercializa el medicamento,
lo relevante tiene que ser la eficacia del medicamento, por lo que nos solicitará que esta sea
la medida de resultado que debamos tener en cuenta para calcular, por ejemplo, el coste por
fractura adicional de cadera evitada al adoptar el nuevo medicamento. La elección de la medida
Pregunta 2
1) Para evaluar el coste por fractura evitada que soportará el Hospital Virgen de las Angustias si
adopta el nuevo medicamento.
2) Para evaluar el coste por fractura evitada que soportará el financiador público del sistema de
salud si adopta el nuevo medicamento.
3) Para evaluar el coste por fractura evitada que soportará el conjunto de la sociedad si se adopta
el nuevo medicamento.
4) Para evaluar la eficiencia (cambios en el coste por fractura evitada) atribuible exclusivamente
al nuevo fármaco con independencia de la calidad de la práctica clínica que se produzca en cada
entorno geográfico concreto.
actividad
Edad Número de
fracturas
66-70 800
71-75 900
76-80 2.700
81-85 1.800
>85 años 1.900
La estrategia universal de tratamiento con FemurForte (el fármaco nuevo) consigue una reducción
en el número de fracturas de cadera del 40% para todas las edades a partir de los 65 años. En
cambio, la efectividad del tratamiento universal con FemurPlus (el fármaco convencional) es algo
más reducida ya que solo consigue reducir el número de fracturas en un 30%.
Pregunta 1
Pregunta 2
Calcule el número de fracturas de cadera evitadas con el tratamiento con el nuevo fármaco
(aplicación universal de FemurForte) en comparación con la alternativa sin prevención. Señale la
respuesta correcta.
Pregunta 3
Calcule el número de fracturas de cadera evitadas con el tratamiento con el nuevo fármaco
(aplicación universal de FemurForte) en comparación con la alternativa de tratamiento con el
fármaco convencional (aplicación universal de FemurPlus). Señale la respuesta correcta.
El análisis coste-utilidad
Dado que la mayor parte de las intervenciones en el ámbito de la salud producen efectos no solo
en términos de mejora en la esperanza de vida –cantidad de vida–, sino también en relación con las
condiciones en que se disfruta de dicha vida –calidad de vida–, las medidas de resultados citadas en el
apartado anterior pueden no captar en su totalidad los beneficios asociados a un programa sanitario. Los
años de vida ajustados por la calidad (AVAC) constituyen una medida de los resultados comprehensiva,
pues incorporan en una única medida las dos dimensiones relevantes del beneficio de un tratamiento: la
mejora en la supervivencia y las ganancias en calidad de vida.
Los valores que se utilizan para ponderar o ajustar los años de vida ganados en función de la calidad reflejan
las preferencias de los individuos en relación con los diferentes estados de salud y pueden medirse
directamente o bien tomarse de otros estudios en caso de que esta opción se considere metodológicamente
consistente. Los estudios que utilizan los AVAC como unidad de medida de los beneficios reciben
indistintamente la denominación específica de análisis coste-utilidad (ACU) o bien la genérica de análisis
coste-efectividad con la particularidad de que las ratios coste-efectividad se concretan en la expresión: costes
adicionales por AVAC ganados.
El análisis coste-utilidad
El análisis coste-utilidad (ACU) es una modalidad del ACE que utiliza como unidad de valoración
de los resultados los años de vida ajustados por la calidad (AVAC), una medida compuesta
que conjuga las dos principales dimensiones de los resultados de un tratamiento sanitario: las
ganancias en cantidad de vida y las ganancias en calidad de vida.
actividad
Para calcular los años de vida ajustados por calidad (AVAC) que se pueden ganar con la adopción
del nuevo fármaco FemurForte resulta necesario conocer los efectos del mismo tanto sobre la
esperanza de vida como sobre la calidad de vida relacionada con el estado de salud. Vamos pues
a sustituir la medida de resultado que hemos utilizado hasta este momento en el contexto de un
análisis coste-efectividad (el número de fracturas de cadera evitadas) por el número de AVAC.
La medida de los efectos sobre la calidad de vida y el cálculo de los AVAC se tratará con detalle en
la unidad didáctica 3 de este módulo. Ahora voy a suministrarle directamente a usted información
sobre el valor que tiene la calidad de vida en distintos estados de salud relacionados con la
fractura de cadera con el fin de facilitarle el cálculo de los AVAC que se pueden ganar cuando se
evita una fractura.
Vamos a emplear una escala de valoración de utilidad de la calidad de vida relacionada con el
estado de salud (CVRS) que puede tomar valores negativos y valores positivos con un valor
máximo situado en 1. El valor 0 va a corresponder a la calidad de vida del estado de salud
“muerto”, mientras que el valor 1 corresponde al estado de “salud perfecta”. Así pues, un valor
negativo indica que el estado de salud tiene una valoración peor que la muerte.
Una paciente de 65 años que ha sufrido una fractura de cadera y que ha requerido una intervención
quirúrgica inmediata manifiesta que la utilidad de la calidad de vida relacionada con el estado de
salud durante el año siguiente a la intervención es esta:
La evolución de la utilidad de la calidad de vida para este paciente que ha sufrido una fractura de
cadera estaría representada por el gráfico siguiente:
1–
0,8 –
0,746
0,6 –
AVAC
0,4 – perdidos
0,2 – 0,26
0–
-0,2 – -0,166
-0,4 –
-0,594
-0,6 –
Posintervención 3 meses 6 meses 9 meses 12 meses
Veamos cómo podríamos calcular la pérdida de años de vida ajustados por calidad para este
paciente durante los 3 primeros meses, es decir, entre el momento posintervención hasta los 3
meses. En el momento post intervención el paciente declara un coeficiente de calidad de vida de
-0,594, mientras que a los 3 meses este coeficiente es algo menor (-0,166).
O sea, en promedio durante este primer trimestre el paciente ha tenido una calidad de vida de
-0,380. Este resultado se obtiene de: (-0,594 + [-0,166]) /2 = -0,380. Así pues, durante 3 meses
(0,25 años) ha sufrido una pérdida de calidad de vida equivalente a 1,38 (distancia desde el
coeficiente del estado de salud promedio del trimestre, -0,38, hasta el coeficiente del estado de
salud perfecta, la unidad). Así pues el número de AVAC será igual al tiempo que ha permanecido
en este estado de salud multiplicado por el coeficiente de CVRS: 0,25 años x 1,38 = 0,345 AVAC.
Pregunta 1
Calcule la pérdida de años de vida ajustados por calidad que la fractura de cadera supone para
este paciente.
1) 0,737 AVAC.
2) 1 AVAC.
3) 0,59 AVAC.
4) 0,26 AVAC.
Le recuerdo que tal como hemos establecido con anterioridad, en comparación con la alternativa
sin tratamiento preventivo, el nuevo fármaco FemurForte aplicado de forma universal permite
evitar 3.240 fracturas. En cambio, el fármaco convencional FemurPlus, en comparación con la
alternativa sin tratamiento preventivo, permite evitar 2.430 fracturas. Vamos a suponer que las
utilidades de la calidad de vida relacionada con el estado de salud de la paciente que hemos visto
son idénticas para todos los individuos.
Pregunta 2
Calcule el número de AVAC ganados con la estrategia de tratamiento universal con el nuevo
fármaco (FemurForte) en comparación con la alternativa sin tratamiento preventivo.
1) 3.240 AVAC.
2) 2.387,9 AVAC.
3) 2.430 AVAC.
4) 1.790,9 AVAC.
Pregunta 3
Calcule el número de AVAC ganados con la estrategia de tratamiento universal con el fármaco
convencional (FemurPlus) en comparación con la alternativa sin tratamiento preventivo.
1) 3.240 AVAC.
2) 2.387,9 AVAC.
3) 2.430 AVAC.
4) 1.790,9 AVAC.
Pregunta 4
Calcule el número de AVAC ganados con la estrategia de tratamiento universal con el fármaco
nuevo (FemurForte) en comparación con la alternativa de tratamiento universal con el fármaco
convencional (FemurPlus).
1) 597 AVAC.
2) 2.387,9 AVAC.
3) 2.430 AVAC.
4) 1.790,9 AVAC.
En la literatura sobre evaluación económica –particularmente en las guías elaboradas en algunos países
para orientar los estudios de evaluación– es habitual encontrar referencias a otras modalidades de
evaluación diferentes de las citadas hasta ahora. En concreto, se suele incluir entre las técnicas analíticas
el análisis de minimización de costes (AMC).
El AMC es un caso particular del análisis coste-efectividad en el que los resultados o beneficios de las
alternativas que se consideran son esencialmente idénticos. Es casi imposible encontrar dos tecnologías
cuyos efectos sean exactamente los mismos, aunque el supuesto de que los resultados son esencialmente
iguales puede constituir una aproximación razonable en determinadas ocasiones. En el caso de que se
considere plausible dicho supuesto, el AMC sería la técnica adecuada, y la decisión únicamente
atenderá a las diferencias en costes.
Minimización de costes
En el supuesto –poco frecuente– de que la tecnología evaluada y la utilizada como término de referencia
para el análisis incremental proporcionen resultados esencialmente idénticos, puede resultar apropiado
realizar un análisis de minimización de costes (AMC), limitando la comparación a los recursos
empleados o consumidos por cada programa.
Análisis incremental
Se ha dicho que la evaluación económica implica la comparación de dos o más alternativas, de ahí que las
ratios coste-efectividad y coste-utilidad hayan de ser calculadas de manera incremental, esto es, por cociente
entre la diferencia en los costes de los tratamientos y la diferencia en los resultados. En consecuencia, las
ratios coste-efectividad se han de expresar en términos de costes adicionales por cada reducción unitaria de
los milímetros de presión arterial, costes adicionales por cada nuevo caso detectado, o por cada año de vida
adicional ganado a resultas de poner en práctica un programa en lugar de otro.
actividad
Ahora creo que usted ya está en condiciones de empezar a calcular el coste por cada año de
vida ajustado por calidad (AVAC) ganado con el nuevo fármaco para prevenir fracturas de cadera
(FemurForte).
Antes de proseguir voy a recordarle algunos datos de interés y que hemos acumulado en el
desarrollo de este estudio de evaluación económica:
Pregunta 1
Calcule el coste incremental por AVAC ganado si se adoptara el nuevo fármaco FemurForte en
sustitución del fármaco convencional (FemurPlus), ambos aplicados de forma universal a todas
las mujeres mayores de 65 años.
Pregunta 2
Examine la tabla siguiente construida a partir de los cálculos que hemos realizado hasta este
momento:
Desde el punto de vista de la toma de decisiones en el Hospital Virgen de las Angustias, indique
cuál de los dos valores del coste incremental por AVAC le parece el más relevante.
Tratamiento de la incertidumbre
Los costes y los beneficios computados en el análisis pueden no conocerse con certeza, por razones
diversas. Esta incertidumbre puede afectar al valor numérico de los parámetros (parámetros no observados,
ausencia de consenso teórico, etc.) o puede afectar al modo en que estos se combinan, es decir, a la forma
funcional del modelo. Dado que la incertidumbre puede alterar notablemente las conclusiones, es importante
identificar las fuentes de incertidumbre e incorporarla al modelo.
El problema principal de los estudios de coste-efectividad está en interpretar las ratios en el contexto de la
toma de decisiones sobre asignación de recursos. Es decir, la dificultad radica en decidir cuándo “merece
la pena” aplicar una tecnología sanitaria nueva –en el sentido de no haber sido puesta en práctica antes– a
Por ejemplo, supongamos que la nueva tecnología B consigue una reducción de la presión arterial superior a
la vigente tecnología A, a cambio de un coste también superior. Supongamos que del ACE resulta una
ratio incremental para la tecnología B, comparada con la A, de 2.000 € por cada mmHg de reducción de
la presión arterial diastólica. ¿Debe la tecnología B reemplazar a la A?
La respuesta no es sencilla, pues, para empezar, se ignora el efecto que una disminución unitaria de la
presión arterial –resultado intermedio– tendrá sobre la esperanza y la calidad de vida de los pacientes –
resultado final–. Lo mismo es aplicable al caso en que los resultados de diferentes estrategias o técnicas
de diagnóstico se midan en forma de casos detectados: ¿Es “valioso” para la sociedad un nuevo sistema
de detección precoz de una enfermedad que supone un coste adicional de 500 € por cada nuevo caso
detectado en relación con el sistema actualmente en uso?
Incluso en el supuesto de que los beneficios se valoren a través de medidas de resultado final, la interpretación
de las ratios coste-efectividad en el ámbito de la toma de decisiones no es fácil: ¿se debe aplicar un programa
sanitario que incrementa la esperanza de vida cuando el coste incremental por cada año de vida es de
5.000? ¿Es tal vez demasiado 5.000 €? ¿Cuál es el coste que a la sociedad le resulta razonable pagar por
ganar un año de vida en un paciente?
Análisis coste-utilidad
La utilización de AVAC, y la consiguiente obtención de ratios coste/AVAC, supone una ventaja a la hora de
interpretar los resultados, en la medida en que permite una mayor comparabilidad entre diferentes estudios.
Si bien no existe un criterio a priori para determinar cuál es el coste “razonable” de un AVAC, sí es posible
comparar el coste por AVAC obtenido en nuestro estudio con los calculados y publicados en otros ejercicios
de evaluación económica, lo que puede ayudar al responsable de tomar la decisión a valorar si la ratio
coste/AVAC es comparativamente baja o alta.
De hecho, algunos autores se han atrevido a sugerir valores concretos de coste/AVAC para orientar la
toma de decisiones que se sitúan, en el caso de los Estados Unidos, en torno a los 50.000 US$ y, en el caso
de Canadá, entre los 20.000 y los 100.000 Can$, considerada esta última cifra el tope más allá del cual la
adopción de la tecnología sanitaria evaluada no estaría socialmente justificada.
Ahora vamos a tratar de diseñar, analizar e interpretar de forma crítica un estudio de evaluación
económica que utilice el método del análisis coste-efectividad. Para ello, vamos a ver el diseño y la
utilidad del análisis coste-efectividad (ACE) en la práctica clínica de la atención primaria de salud.
Los médicos del centro de atención primaria se han reunido con usted, el coordinador del centro de
salud, con el objeto de adoptar una posición común y fundamentada en la mejor evidencia disponible sobre
la prescripción de AINE para el alivio sintomático en pacientes con artrosis.
Usted propone al equipo de atención primaria que, después de analizar las principales opciones
disponibles, se analice cuál de las tres siguientes alternativas de tratamiento farmacológico debiera ser la
más recomendable en su centro de salud:
Para ayudar a tomar una decisión sobre la mejor práctica clínica, usted les sugiere que tengan en cuenta
tanto la efectividad como el coste de cada uno de los tratamientos, es decir, les propone que tengan en
cuenta la relación coste-efectividad.
Como instrumento de ayuda para tomar decisiones les propongo que revisen un estudio que sobre el mismo
tema han publicado unos colegas suyos:
actividad
Pregunta 1
1) No. Las alternativas comparadas son complementarias ya que el principal beneficio del fármaco
rofecoxib es que reduce el riesgo de complicaciones.
2) Sí, puesto que los autores del estudio justifican la utilización del medicamento más eficiente de
los anteriores.
3) Sí, puesto que la alternativa 1 refleja el protocolo actual del centro de salud.
4) Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.
Pregunta 2
Pregunta 3
Pregunta 4
Con los datos presentados en este estudio, ¿qué información adicional necesitaría para poder
llevar a cabo un análisis coste-utilidad?
Pregunta 5
1) Coste de hospitalización.
2) Rofecoxib.
3) Omeprazol.
4) Desplazamiento en ambulancia.
Pregunta 6
Indique cuál es la alternativa que en el artículo se utiliza como tratamiento de referencia con
relación al cual se comparan las dos restantes alternativas en el análisis incremental:
1) La alternativa 3.
2) La alternativa 2.
3) La alternativa 1.
4) La alternativa 1 y la 2.
Pregunta 7
A partir de los datos de la tabla 6 del artículo, calcule la proporción de aumento en el presupuesto
de farmacia del centro de salud en este tipo de pacientes en el caso de adoptar la alternativa 3 en
sustitución de la alternativa 1:
1) Un 95,8%.
2) Un 1,3%.
3) Un 0,35%.
4) Un 25,4%.
Pregunta 8
La modelización de los efectos de las tres alternativas sobre los costes y sobre los resultados
corresponde a qué número de pacientes:
1) 2.000 pacientes.
2) Menos de 150 pacientes.
3) Más de 200 pacientes.
Pregunta 9
Pregunta 10
1) 39.707,07 €.
2) 37.833,71 €.
3) 9.458,43 €.
4) 18.858,2 €.
Pregunta 11
Cuando los autores de esta evaluación económica analizan el “impacto sobre el presupuesto del
centro” (página 446):
Pregunta 12
Compare el coste por ESGI grave evitado con la alternativa 2 en comparación con la alternativa 1
y el coste de tratamiento de un ESGI grave con la práctica clínica recomendada por el protocolo
actualmente vigente en el centro.
1) El coste de tratamiento de un ESGI grave es mayor que el coste de evitarlo con la alternativa 2.
2) El coste de tratamiento de un ESGI grave es casi el mismo que el coste de evitarlo con la
alternativa 2.
3) El coste de tratamiento de un ESGI grave no llega al 10% del coste de evitarlo con la alternativa
2.
4) El coste de tratamiento de un ESGI grave es cinco veces mayor que el coste de evitarlo con la
alternativa 2.