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Servicio – Lección para Universitarios

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9 de enero de
2020

SERVICIO
Esta lección forma parte de la serie de lecciones que conforman el libro «VALORES, 12
lecciones para ayudar a los jóvenes a desarrollar virtudes del carácter» por Félix y Sara Ortiz.

DEFINICIÓN

Si miramos al Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua veremos que define


servicio como:

Favor que se hace a alguien, acción y efecto de servir.

A simple vista podemos observar que el servicio es algo que hacemos en beneficio de
otros. Se le hace a nuestro prójimo para bendecirlo, ayudarlo, suplir una carencia o
necesidad grande o pequeña. Quisiéramos llamarte la atención sobre la palabra “favor”;
el servicio como valor es algo que haces intencional y voluntariamente. Es una decisión
que tomas de beneficiar a otro. Si no fuera así, sería obligación, es decir, algo que puede
generar consecuencias de no ser hecho.

Pero, ¿qué es exactamente el servicio desde la perspectiva bíblica? Es el estado,


condición o cualidad de quien vive como un siervo. Además, un siervo es ante todo uno
que está sometido a otro. Para los cristianos, esto significa sumisión a Dios primero, y
luego sumisión mutua. Es decir, vivimos sometidos los unos a los otros en el contexto de
la comunidad. Es por eso, porque vivimos en una sumisión mutua, que buscamos
satisfacer las necesidades reales de los demás. Dicho de otra manera, el servicio es la
condición o estado de ser un servidor de los demás, de ministrar sus necesidades y no
únicamente las propias. Significa entregarse voluntariamente para ministrar por y para
los demás y hacer lo que sea necesario para lograr lo mejor para el otro.
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Como siempre en la vida cristiana es tan importante la motivación con la que hacemos
algo como las cosas mismas que llevamos a cabo. Una persona puede servir a otros y ser
tremendamente dedicada a satisfacer las necesidades de las personas; sin embargo, su
motivación puede ser totalmente errónea, puede ser la búsqueda y la necesidad de la
aprobación por parte de los demás. Su servicio puede ser una simple estrategia para
buscar influencia, estatus, notoriedad o, cualquier tipo de beneficio. Entonces eso no es
un servicio genuino; estamos hablando de una transacción, un trueque, un cambio, en el
cual nosotros suplimos las necesidades de otro pero esperamos un retorno a cambio,
puede ser aprobación, reconocimiento, estatus, influencia o cualquier otra cosa.

De todos modos creemos que es importante una palabra de precaución. El servicio va


orientado a las necesidades auténticas de las personas, no a sus caprichos o demandas
neuróticas. El servicio como valor no nos obliga a satisfacer demandas que son ilógicas,
irracionales, arbitrarias, etc. Es preciso, pues, tener discernimiento para diferenciar entre
unas y otras y no permitir que las personas usen la culpabilidad o el chantaje emocional
para obligarnos a satisfacer sus “necesidades”.

Hoy en día se valora enormemente el servicio. Incluso se considera que el mejor


liderazgo y el más efectivo es el liderazgo de servicio; pero no siempre ha sido así. En la
antigua Grecia y Roma había legiones de esclavos que se dedicaban a cubrir las
necesidades de los poderosos. Incluso las personas pobres tenían, con frecuencia,
esclavos que estaban a su servicio. Servir era algo innoble e indigno. Recordemos que un
esclavo no era considerado un ser humano, sino una cosa, al mismo nivel que una mesa,
una silla, un animal, etc.

Hablamos de Grecia como la cuna de la democracia y miramos hacia ella con


admiración. En realidad los derechos democráticos solo los tenían los ciudadanos que
eran una minoría. Los extranjeros residentes en la ciudad, aunque fueran libres, carecían
de ellos. Los atenienses, como demuestra el libro de los Hechos, gozaban hablando de
los temas políticos y filosóficos. Se dedicaban a los asuntos de la ciudad. Eso era posible,
nuevamente, porque un ejército de esclavos estaba a su servicio y eran los que
verdaderamente trabajaban.

En definitiva, servicio es la acción intencional de ayudar, beneficiar a otros para que sus
necesidades puedan ser satisfechas.

ETIMOLOGÍA

La palabra servir viene del latín “servire” que, de forma literal, significaba hacer la función
de un esclavo. Servire, deriva de “servus”, esclavo. De aquí provienen muchos términos
que usamos en el idioma castellano tales como: servil, servidumbre, siervo, servicio, etc.

CONDUCTAS

Sin conductas que lo muestren un valor es una simple palabra. Cuando lo practicamos,
es decir, lo incorporamos en nuestra forma de vivir, ese valor se convierte en una virtud;
virtud que se expresa por medio de una serie de conductas. ¿Cuáles serían algunas de
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las conductas de una persona de servicio? Vamos a verlas.

Al leerlas, como ya te hemos dicho en otras ocasiones, piensa en tu propia vida.


Aprovecha para hacer una evaluación de hasta qué punto están presentes en tu
experiencia personal. Valora de 0 (esta conducta no está en absoluto presente en mi
vida) a 10 (esta conducta está totalmente incorporada en mi vida) Reflexiona sobre las
conductas. Ya sabes que a nosotros nos encanta la palabra reflexionar. Proviene del latín
y significa, literalmente, inclinarse hacia atrás para, de ese modo, poder ganar distancia y
perspectiva.

Toma distancia, examina tu vida desde fuera. No solamente te dará una valoración de
cuán desarrollado está ese valor en tu vida, sino que también te dará pautas acerca de,
en caso de que sea necesario, puedes comenzar a trabajar para incorporarlo.

Recuerda nuevamente otra utilidad que tiene esta simple evaluación es que puede serte
provechosa cuando estés trabajando con tus muchachos y muchachas para que ellos
mismos se puedan puntuar, y tú puedas orientarlos y desafiarlos en el desarrollo de esas
conductas.

1. Ve el servicio como un privilegio y no como una obligación.

Cuando servimos imitamos el ejemplo de aquel que afirmó venir no para ser servido
sino para servir. En el Reino de los Cielos la grandeza se mide en términos de servicio. A
mayor servicio, mayor grandeza y no podemos olvidar que el servicio siempre está
orientado a otros.

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2. No piensa únicamente en sus necesidades, sino también en las de aquellos


que le rodean (físicas, materiales, espirituales, emocionales, intelectuales,
sociales etc.) y toma la iniciativa de ministrarlas.

Servimos porque al hacerlo nos estamos uniendo al Señor en su deseo de bendecir a la


humanidad, paliar el dolor y el sufrimiento de las personas y hacerles la vida más fácil.
Jesús tomó la iniciativa y, del mismo modo, lo hacemos nosotros.

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3. No se siente superior como consecuencia de su servicio, no se compara con


otros.

La humildad y el servicio van de la mano. Cuando servimos no tenemos una actitud de


superioridad moral sobre aquellos a los que servimos o los que no sirven. Estamos
agradecidos de poder cumplir las expectativas que Dios tiene sobre nosotros.

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4. No busca reconocimiento, promoción o reconocimiento por medio del
servicio. Dios es su principal audiencia.

De nuevo, servimos desinteresadamente, sin esperar nada a cambio. El servicio no es


una estrategia para conseguir mayores cuotas de poder y/o influencia o el aplauso y
reconocimiento de otros. Cuando afirmamos que nuestra primera y principal audiencia
es Dios, queremos decir que lo que hacemos lo llevamos a cabo buscando el aplauso del
Señor, no de los hombres. Si éste último viene ¡perfecto! pero no es nuestra motivación.

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5. No está preocupado por su estatus personal.

Servir no es ser servil. Cuando sirvo y me pongo al servicio de los demás y sus
necesidades, mi estatus, identidad y valor como persona no están en juego ni se
resienten. Eso es posible porque mi fuente de dignidad, valor e identidad proviene de
quién soy en Cristo.

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EJEMPLO BÍBLICO

Jesús

Sin duda nadie como Jesús es un ejemplo de servicio. Queremos mostrarlo desde tres
dimensiones diferentes: su encarnación, sus enseñanzas y su vida.

Comencemos por la encarnación. Para ello necesitamos referirnos al pasaje de las


Escrituras que lo expresa con el mayor dramatismo e intensidad, Filipenses 2:5-11

Comportaos como lo hizo Cristo Jesús, el cual, siendo de condición divina no quiso hacer de
ello ostentación,sino que se despojó de su grandeza, asumió la condición de siervo y se hizo
semejante a los humanos. Y asumida la condición humana, se rebajó a sí mismo hasta morir
por obediencia, y morir en una cruz. Por eso, Dios lo exaltó sobremanera y le otorgó el más
excelso de los nombres, para que todos los seres,
en el cielo, en la tierra y en los abismos, caigan de rodillas ante el nombre de Jesús, y todos
proclamen que Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre.

Imaginemos por un momento que nosotros somos Dios, ¿cómo sería nuestra entrada en
el mundo? ¿Cómo entraban en una ciudad los poderosos del tiempo de Jesús? ¿Cómo
continúan haciéndolo ahora? Jesús podía haber optado por una entrada espectacular,
reforzada por todo tipo de fenómenos naturales y despliegues de su poder y autoridad.
En definitiva, haciéndonos ver y dejando patentes su poder y autoridad sobre todo el
universo.

¡Nada más lejos de la realidad! Pablo, al escribir a los filipenses nos indica que lo hizo de
forma humilde, incógnita y, aquí viene la palabra clave, tomando la condición de siervo,
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es decir de aquel que sirve. Pudiendo optar por cualquier otro rol optó por el de siervo.
Al hacer esto está rompiendo todos los moldes culturales y sociales porque, como ya
sabemos, el siervo representa la categoría más baja, despreciada y sin valor de la
sociedad. Jesús dignifica el siervo y el servicio con su encarnación.

Jesús enseñó acerca del servicio. Nosotros vivimos en un reino, el Reino de España. En la
antigüedad el rey era la cabeza de todo el sistema social acompañado por la nobleza. Las
personas adquirían su condición de nobles por servicios que prestaban a la corona,
generalmente de tipo militar. Como premio recibían títulos nobiliarios tales como
duques, condes, barones, hidalgos, etc. Eso les otorgaba un lugar privilegiado en la
sociedad por encima, por decirlo así, del común de los mortales, todos los cuales
estaban a su servicio.

Jesús indica que en el Reino de los Cielos también existe una nobleza a la que se accede,
no por grandes gestas, sino por el servicio a los demás. A mayor servicio, mayor estatus e
importancia en el Reino de Dios:

Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean
de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será
así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que
quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo. (Mateo 20:25-27)

Tiene todo el sentido cuando el mismo rey afirmó que Él no había venido para que los
otros lo sirvieran, sino al contrario, para servir a otros:

Porque así también el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar
su vida en pago de la libertad de todos. (Marcos 10:45)

Vale la pena notar que Jesús rompe todos los paradigmas de la época y establece una
nueva escala de valores. El Señor eleva la condición del siervo y del servicio, lo dignifica y
lo establece como el rasgo que debe identificar al liderazgo cristiano y a sus discípulos.
En definitiva, no es posible ser un seguidor de Jesús sin incorporar el servicio como un
valor en nuestras vidas.

Observemos ahora la vida de Jesús. Los evangelios nos lo muestran sirviendo de forma
continuada las necesidades de las personas de su entorno. Una lectura, por muy
superficial que sea, nos permitirá verle ayudando a las personas, alimentándolas,
sanando sus enfermedades, resucitando a los que habían muerto, liberando a los que
estaban poseídos por demonios. Pero también lo podremos observar ministrando
necesidades emocionales, espirituales, intelectuales y sociales. En ocasiones, como
indican los evangelios, estaba desbordado por la presión de las personas y tenía que
marchar con sus discípulos a lugares desiertos para poder reponer las fuerzas físicas,
emocionales y espirituales.

Jesús estaba totalmente despreocupado por su estatus personal. No consideraba


indigno o impropio de su categoría nada de lo que hacía sirviendo a la gente. Tampoco
buscaba el aplauso de las personas o su reconocimiento. Muchas son las ocasiones en
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las que pidió a los que habían sido beneficiados por uno de sus milagros que guardaran
absoluto silencio al respecto. Cuando las personas quisieron hacerlo rey (puedes
encontrar el episodio en Juan capítulo 6), Jesús se negó en redondo consciente de que
simplemente se movían por intereses materiales.

El Señor sólo estaba preocupado y buscaba la aprobación del Padre, no de las personas
(Mateo 17:15). En esto, como en tantas cosas, nos marca una pauta, servimos a las
personas buscando el aplauso del Padre únicamente.

Llegados a este momento te invitamos a que repases las conductas que expresan el
valor del servicio, las que leíste unas líneas más arriba, mira de qué modo Jesús con su
vida ilustra cada una de ellas.

PREGUNTAS PARA PENSAR

1. ¿Por qué Jesús decidió entrar en el mundo de una forma tan anónima, sencilla,
humilde?

2. Cuándo piensas en servir, siervo y servicio, ¿Qué ideas vienen a tu mente, qué
asociaciones haces, son positivas o negativas? ¿Por qué?

3. Para ti, en la práctica, ¿Buscas servir a otros o que te sirvan a ti?

4. ¿Qué significa que la grandeza en el Reino de los Cielos se mide por la intensidad
del servicio?

5. ¿Qué significaría en la práctica buscar únicamente el aplauso de Dios por nuestro


servicio?

6. ¿Por qué servir es tan difícil, por qué nos cuesta tanto?

UN EJEMPLO CONTEMPORÁNEO

Te sugerimos dos ejemplos contemporáneos que ilustran de maravilla el valor del


servicio. Uno es Albert Schweitzer, teólogo, médico, pacifista y músico de origen alemán.
Trabajó como misionero en África y fue reconocido en el año 1952 con el Premio Nobel
de la Paz.

El otro ejemplo es la madre Teresa de Calcuta, monja católica nacida en la actual


república de Macedonia. Dedicó toda su vida al cuidado de las personas más vulnerables
y despreciadas de la India. También fue galardonada en el año 1979 con el Premio Nobel
de la Paz.

Motiva y desafía a los jóvenes con los que estás trabajando a buscar información escrita
y audiovisual acerca de ambas personas, haciendo énfasis en la forma en que ilustran el
valor del servicio y las conductas con él asociadas.

APLICACIÓN PRÁCTICA
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PROYECTO PERSONAL

El proyecto personal siempre está relacionado con las conductas que demuestran que
un valor es real en la vida de una persona, es decir, se ha convertido en una virtud.
Queremos animarte a que uses la sencilla evaluación que hemos colocado al final de
cada una de las conductas para que los jóvenes con los que estás trabajando puedan
evaluarse a la luz de estas.

El proyecto personal consiste en ayudarles a qué piensen cuál de las diferentes


conductas que muestran que el servicio es un valor, es real en su vida cotidiana y cuál de
ellas quieren priorizar en desarrollarla. Las siguientes preguntas pueden ayudarles en
esa dirección:

1. De todas las conductas que expresan el servicio ¿Cuál el prioritaria para ti


desarrollar?

2. ¿Qué cosas prácticas pueden ayudarte para desarrollarla?

3. ¿Cuándo lo vas a hacer?

4. ¿Cómo lo vas a hacer?

5. ¿A quién le vas a decir el compromiso que has tomado para que te ayude a
cumplirlo?

Cuando les decimos a otros los compromisos que vamos a tomar estos adquieren más
fuerza.

PROYECTO DE GRUPO

Este proyecto de grupo puede ser realmente apasionante. Recuerda que el servicio
siempre va dirigido al prójimo y tiene como finalidad favorecerlo, bendecirlo, ministrar
una necesidad. Como escuela o iglesia estáis en un entorno único y singular. Te
animamos a que, juntamente con tus jóvenes, arméis un proyecto de servicio a vuestra
comunidad. Estas preguntas pueden servirte para comenzar a desarrollarlo.

1. ¿Qué necesidades hay en nuestra comunidad? (Materiales, espirituales,


emocionales, sociales, físicas, etc.)

2. ¿Cuáles de las necesidades identificadas nos pueden generar oportunidades de


servir porque están a nuestro alcance?

3. ¿Cuándo vamos a hacerlo?

4. ¿Qué podríamos hacer?

5. ¿Cómo podríamos hacerlo? ¿Qué pasos prácticos deberíamos dar para hacer de
ello una realidad?

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6. ¿Qué recursos humanos, materiales o de otro tipo vamos a necesitar?

7. ¿Quién podría ayudarnos?

RECURSOS ADICIONALES

https://www.youtube.com/watch?v=TPdInSGCcMI&frags=pl%2Cwn

Un documental sobre la vida del doctor Schweitzer. Como siempre, nuestra


recomendación es que lo veas previamente y puedas decidir si es adecuado para tus
jóvenes y el cómo y cuándo usarlo.

https://www.youtube.com/watch?v=6x0OIgSgr1o&frags=pl%2Cwn

Otro documental, en este caso sobre la vida de Teresa de Calcuta y su trabajo con los
más desfavorecidos en aquella ciudad de India.

https://www.youtube.com/watch?v=HianSu9ZzkY

https://www.youtube.com/watch?v=FsHuyn4AVJI&frags=pl%2Cwn

Dos sencillos y cortos videos que explican muy bien qué es el servicio y las características
de una persona que lo vive.

https://www.youtube.com/watch?v=P23m49PSNZI&frags=pl%2Cwn

Típico vídeo motivacional sobre servir a otros. Puede serte útil.

Esta lección forma parte de la serie de lecciones que conforman el libro


«VALORES, 12 lecciones para ayudar a los jóvenes a desarrollar virtudes del
carácter» por Félix y Sara Ortiz.
Adquiere el libro completo aquí

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