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Antivalores que más afectan a los colombianos

Este es el gran problema actual de la sociedad colombiana. En el pasado la corrupción vivía


confinada al ámbito de una descomposición marginal que, ciertamente, estaba lejos de
incidir sobre el suceso público. Ahora está en el centro de la vida cotidiana. Desde los años
ochenta el ex presidente Turbay advirtió que era preciso reducirla a sus justas proporciones.
El narcotráfico había traído consigo la cultura del dinero fácil y con ella una contaminación
creciente que, a todo parecer, se está tornando incontenible.
Suena a humor negro, pero la corrupción no solo se generalizó, también se democratizó.
Invadió a casi toda la cúpula pública y privada –los carteles de la contratación, por ejemplo,
son imposibles sin el concurso de los dos sectores- y se extendió a casi toda la base de la
sociedad. El mal ejemplo cunde. Es preciso acometer una especie de reingeniería que
incluya una pedagogía de la ética y un rediseño de las instituciones. La responsabilidad
dirigente es gigantesca, pero el compromiso de cada colombiano también. Si el país no
asume ese reto, se va a consumir en la cultura de los antivalores.
El compromiso frente a los valores
 El respeto construye nuestras relaciones:

Este puede ser el valor más importante ya que lo adquirimos en nuestra infancia. El respeto es
nuestra base para relacionarnos con las personas y nuestra vía para compartir intereses en cualquier
entorno ya sea en el trabajo, con la familia, las amistades y los estudios.

Pero debemos alcanzar una conciencia plena expresada a través del trabajo, pero no cualquier
trabajo, sino en lo referido en cómo actuar en el mundo. Aquel que es capaz de poner al servicio
de toda la comunidad en que participa, con toda su voluntad, para lograr así, una sociedad
más justa fraterna y más solidaria.

 La justicia como marco de nuestras relaciones:


La justicia en este caso se aplica reglamentos aceptados por la sociedad y su enfoque con el
bien común. La justicia busca mantener un equilibrio entre la armonía entre las personas y
entre personas e instituciones ya sean las que implementan la ley o las que genera empleo.

 Responsabilidad y compromiso:
Estamos regidos bajo una serie de obligaciones y respondemos ante las consecuencias ya
sean positivas que están generan en los ámbitos del trabajo, la familia y los amigos, aquí se
ve la responsabilidad que debemos tener ante nuestros deberes, mientras que nuestro
compromiso es aceptar un trabajo y realizar cumpliendo las reglas ya establecidas

 La libertad
Es la capacidad que tenemos para realizar una actividad por voluntad propia, pero siempre
está la lucha constante de liberar de las sombras de aquellos que nos quieren atar a ellos
para no vernos triunfar. Este es uno de los valores por los que más luchamos pues sin ella,
es difícil que puedan desarrollarse la honestidad, la responsabilidad, la justicia o el respeto
en nuestras sociedades.

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