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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE SALUD Y DESARROLLO HUMANO
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA
ÉTICA DEL PSICÓLOGO

ASPECTOS BÁSICOS DE LA BIOÉTICA

Profesor: Estudiante:
Avelino Rodríguez Andrea Avendaño C.I: 26.336.151

San Joaquín, 20 de febrero de 2020


INTRODUCCIÓN

La historia de la ética es tan antigua como la historia del hombre


mismo. Desde el inicio de la vida de la especie Homosapiens, la idea de lo
bueno, lo malo, lo justo, el deber y la virtud circulaba en la mente de los
primeros hombres, determinando y justificando las acciones que tomaban
al desempeñar sus tareas de supervivencia y al vivir en comunidades. Así,
los primitivos aplicaban un conjunto de valores y principios tácitos que, en
caso de ser infringidos, suponían un castigo, aplicándose este sistema en
posteriores civilizaciones como las sociedades egipcias, mesopotámicas y
griegas, en función de establecer normas para regular el comportamiento.

En base a esto, grandes pensadores griegos filosofaban acerca del


modelo de ‘‘hombre virtuoso’’ y los códigos morales que éste debía seguir.
Sócrates (V a.C), fue el primero en utilizar el concepto «ética», señalándolo
como la ciencia del comportamiento moral de las personas en sociedad.
Homero (VIII a.C) acuñó el término «ethos», refiriéndose a un ideal heroico
caracterizado por ideas como la felicidad, el honor y la superación. A su vez
Hipócrates (460 a.C – 370 a.C), diseña el ‘‘Juramento Hipocrático’’, guía
obligatoria que orienta a los médicos al respetuoso empleo de su praxis.

Más adelante en el tiempo, a medida que el mundo enfrentaba


cambios políticos, culturales y sociales, el concepto de ética que ofrecían
filósofos medievales, renacentistas y contemporáneos se adaptaba al
contexto en el cual fueron postulados, añadiendo el carácter religioso en
algunas descripciones. En el caso de la era posmoderna, fue introducido
un nuevo concepto, el cual podría considerarse como el “puente” entre
las ciencias de la vida en todos sus alcances, y la ética clásica. Este
término es conocido popularmente como «bioética».
Inicios de la bioética y su relación con los derechos humanos

La bioética que, según Hottois, se desarrolló en los Estados Unidos


muy cercana a la ética médica, centrada en el individuo y la investigación
en seres humanos, tiene un antecedente como idea y vocablo en 1927. La
paternidad de la palabra bioética, que siempre se le ha atribuido a Van
Rensselaer Potter, en realidad la utilizó por primera vez Fritz Jhar, años
antes de ser usada por Potter, en 1970.

En el año 1927, el teólogo alemán Fritz Jahr publicó un editorial en


la revista ‘Kosmos’ titulado Bio-ética: Una panorámica sobre la relación
ética del hombre con los animales y las plantas. Años más tarde, en 1934,
Jahr publicó otro de sus trabajos donde retomó la noción de la ‘Bio-ethik’.
La idea de Fritz era sencilla: anhelaba destacar la importancia de un
‘‘imperativo bioético’’ que orientase correctamente nuestro comportamiento
respecto a todos los seres vivos.

Asimismo, Potter (1911-2001) escribió, en 1970, el artículo “Bioética:


La ciencia de sobrevivir” y en este utilizó la palabra bioética, la cual empezó
a consolidarse. Potter, con una visión positiva del progreso científico y
técnico, concibió la bioética como una disciplina intelectual formal, un saber
superior de la naturaleza biológica del hombre y del mundo, para el bien
social, a partir de una necesidad sentida de la reflexión ética de los valores
de la sociedad global, la naturaleza y la biosfera, con el propósito de hacer
frente al problema de la supervivencia de la humanidad y como una
conexión entre la ética clásica y las ciencias de la vida.
De esta manera, podemos decir que la bioética basa sus principios
en el respeto hacia los demás seres vivos; en el caso de la especie humana,
específicamente bajo la orientación de los derechos inherentes a cada
individuo. Estos han sido definidos por incontables autores, siendo uno de
estos el filósofo Ángelo Papacchini (1945), quien nos dice:

Los derechos humanos son reivindicaciones de unos bienes


primarios considerados de vital importancia para todo ser humano,
que concretan en cada época histórica las demandas de libertad y
dignidad humanas. Estas reivindicaciones van dirigidas en primera
instancia al Estado, y están legitimadas por un sistema normativo o
simplemente por el reconocimiento de la Comunidad Internacional.

En la cita anterior podemos reflexionar en que la oficialización y


legitimidad internacional de los derechos humanos es una forma de
asegurar la práctica de éstos, además de dar a conocer a las personas que
existen leyes que defienden su integridad y que la vulneración de estos
bienes primarios es un acto de injusticia que debe ser penado. De este
modo, se crea consciencia acerca de la libertad de pronunciamiento y
demanda de los individuos ultrajados para que sus derechos sean
respetados y para que las autoridades o demás cuerpos que componen la
estructura del Estado procedan a establecer justicia.

Desde otro ángulo, hallamos la definición dada por el político y


catedrático, Gregorio Peces-Barba (1973), donde afirma:

Los derechos humanos son una facultad que la norma atribuye de


protección a la persona en lo referente a su vida, a su libertad, a la
igualdad, a su participación política y social, o a cualquier otro
aspecto fundamental que afecte a su desarrollo integral como
persona, en una comunidad de hombres libres, exigiendo el respeto
de los demás hombres, de los grupos sociales y del Estado, y con
posibilidad de poner en marcha el aparato coactivo del Estado en
caso de infracción.

Así, vemos que, una vez más, se reitera la necesidad de una


organización superior que respalde el cumplimiento de los derechos
humanos, los cuales nacen con cada persona y deben ser respetados. De
esta forma, la entidad de la que se habla enmarcaría los derechos humanos
aplicables en todos los países del mundo, dejando la responsabilidad del
cumplimiento de estos a los Estados, estableciendo así un sistema
organizado y normativo que busque resguardar a cabalidad los derechos
de los ciudadanos en todo el mundo.

La Organización de las Naciones Unidas como organismo defensor


de los derechos humanos

Luego da la pérdida humana y patrimonial que produjo la Segunda


Guerra Mundial, delegados de cincuenta países se reunieron para crear un
cuerpo internacional que fuese capaz de promover la paz y evitar cualquier
atisbo de guerra futura, dando como resultado el Acta Constitutiva de la
nueva Organización de las Naciones Unidas, entidad que publicaría la
Declaración Universal de Derechos Humanos en el año 1948,
consolidándose como plan de acción global en defensa de la libertad y la
igualdad de todas las personas en todos los lugares del mundo.

Este documento declarativo fue adoptado por la Asamblea General


de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III). En esta se recogen,
en sus 30 artículos, los derechos humanos considerados básicos, a partir
de la carta de San Francisco (26 de junio de 1945). Estas libertades
contenidas en la DUDH incluyen el derecho a no ser sometido a tortura, el
derecho a la libertad de expresión, el derecho a la educación y el derecho
a buscar asilo. La Declaración Incluye derechos civiles y políticos, como los
derechos a la vida, a la libertad y a la vida privada. También incluye
derechos económicos, sociales y culturales, como los derechos a la
seguridad social, la salud y a una vivienda adecuada.

Finalmente, es preciso destacar que los derechos humanos son un


tema transversal en todas las políticas y los programas de la Organización
de las Naciones Unidas tanto en ámbitos sobre desarrollo, asistencia
humanitaria, paz y seguridad, así como en asuntos económicos y sociales.
Por ello, prácticamente todo órgano de la ONU y organismo especializado
se ve envuelto, de alguna forma, en la protección de los derechos humanos.
Algunos ejemplos de ello son el derecho al desarrollo, que es la base de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible; el derecho a la alimentación,
defendido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura; los derechos laborales, defendidos y protegidos por la
Organización Internacional del Trabajo; la igualdad de género, proclamada
por ONU Mujeres; los derechos del niño, de los pueblos indígenas y de las
personas con discapacidad.
CONCLUSIÓN

La bioética no es más que el estudio sistemático de la conducta


humana en los campos de las ciencias biológicas y de la atención de la
salud, en la medida en que esta conducta se analiza a la luz de los
principios y valores morales. Estos principios tienen gran relación con los
derechos humanos, los cuales son aplicados obligatoriamente a todos los
hombres y mujeres del mundo, sin distinción de género, orientación sexual,
etnia o creencia religiosa, velando así por el derecho a vivir libremente, a
formarse académicamente, a gozar de sistemas de salud y demás
características que generan unas condiciones de vida adecuadas.

Sin duda alguna estos derechos se cumplen en nuestra sociedad


casi siempre. Donde reside el problema del incumplimiento es en los países
subdesarrollados o también llamados países del tercer mundo, donde la
mayoría de los habitantes y trabajadores no conocen que existen unos
derechos, que poseen por el simple hecho de ser humanos. Este
desconocimiento hace que los individuos sean explotados y abusados,
manteniendo condiciones inhumanas en sus trabajos, en los lugares donde
son atendidos y en las comunidades donde habitan.

Los Derechos Humanos, no sólo sirven para impedir estas


injusticias, sino que fueron creados como un proyecto de vida en común,
porque aunque todos somos diferentes, en el fondo todos somos iguales.
Los Derechos Humanos intentan regular la convivencia entre todos los
seres humanos, y que la relación entre estos sea buena. Simplemente es
un tema de conciencia colectiva, es decir, que si respetamos a los demás,
cada día también respetamos los derechos humanos y la bioética.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Jahr, F. (1927). BioEthik: Eine Umschau über die ethischen Beziehungen


des Menschen zu Tier und Pflanze. Kosmos: Handweiser für
Naturfreunde. 24 (1): 2-4.

Organización de las Naciones Unidas. (1948). Declaración Universal de los


Derechos Humanos.

Papacchini, (1945). La Filosofía y derechos humanos. Editorial: Universal


del Valle. Colombia.

Peces-Barba, G., et al. (1973). Textos básicos sobre derechos humanos.


Editorial UCM. Madrid.

Potter, VR. (1970). Bioethics, the science of survival. Perspectives in


Biology and Medicine. Vol 14. No 1, 127-153.

Truyol y Serra, (1979). Los derechos humanos. Editorial: Tecnos. Madrid.

Uliaque, J. (s.f). ¿Qué es la bioética? Bases teóricas y objetivos.


[Documento en línea]. Disponible:
https://psicologiaymente.com/salud/bioetica. [Consulta: 2020,
febrero 19].

Vásquez, C. (s.f). Declaración Universal de los Derechos Humanos.


[Documento en línea]. Disponible: https://www.es.amnesty.org/en-
que-estamos/temas/derechos-humanos/declaracion-universal-
derechos-humanos/. [Consulta: 2020, febrero 19].

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