Vistos: En autos rol Nº 2.937-07 del Cuarto Juzgado Civil de Valparaíso, la Inmobiliaria Barón Limitada, representada por el abogado Juan Carlos Osorio Johannsen, deduce demanda en juicio sumario de constitución de servidumbre de tránsito, en contra de Empresa Portuaria de Valparaíso, representada por don Harald Oscar Jaeger Karl, a fin que se declare que el Lote 8, de propiedad de la demandada, queda gravado a favor del Lote B de dominio de la demandante, con una servidumbre de tránsito amplia, irrestricta y perpetua, la que se ejercerá sobre una franja de terreno que debe corresponder a la actual huella o trazado que la actora ha utilizado durante casi veinte años, que corresponde al paso bajo nivel, puente y rotonda actualmente existentes en el lugar y que la demandante ya utilizaba desde mucho antes de la adquisición del Lote D por parte de la empresa demandada y que la demandante deberá pagar por concepto de compensación por la franja de terreno destinada a servidumbre de tránsito, la suma de dinero que el tribunal determine, previo informe pericial. Con costas. La demandada, al contestar, solicita el rechazo de la acción deducida en su contra, argumentando que existe impedimento legal para la constitución de un gravamen conforme a lo dispuesto en el artículo 11 de la ley Nº 19.742, a lo que agrega que el Lote 8 posee otro acceso, según lo que explica. El tribunal de primera instancia, en sentencia de veintiséis de diciembre de dos mil ocho, escrita a fojas 379, acogió la demanda, en consecuencia, declara que el Lote D, de propiedad de la demandada queda gravado a favor del Lote 8, de propiedad de la demandante, con la servidumbre de tránsito solicitada, la que se ejercerá sobre la franja de terreno que debe corresponder a la actual huella o trazado que la actora ha utilizado durante 20 años, que comprende el paso bajo nivel, puente y rotonda actualmente existentes en el lugar, dejando para la etapa de cumplimiento incidental la determinación de la compensación que debe pagar la demandante a la demandada de acuerdo a o dispuesto en el artículo 847 del Código Civil, sin costas. Se alzaron ambas partes y una de las salas de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, en fallo de doce de junio de dos mil nueve, que se lee a fojas 490, revocó la sentencia de primer grado y, en su lugar, rechaza la demanda interpuesta, con costas. En contra de esta última decisión, la demandante deduce recurso de casación en el fondo, por haberse incurrido en infracciones de ley que han influido, en su concepto, sustancialmente en lo dispositivo del fallo, pidiendo que este tribunal la invalide y dicte la de reemplazo que corresponda con arreglo a la ley. Se trajeron estos autos en relación. Considerando: Primero: Que la actora acusa la vulneración de los artículos 847 del Código Civil y 11 de la Ley Nº 19.742. El recurrente, luego de señalar lo que pidió en la demanda y lo dispuesto en el artículo 847 citado, sostiene que la prueba rendida acreditó el cumplimiento de los requisitos legales establecidos en la norma para hacer procedente la servidumbre legal de tránsito. Expone que adicionalmente se comprobaron en la inspección personal realizada por el tribunal y con el informe pericial y así quedó establecido en los motivos decimocuarto a vigésimo reproducidos de la sentencia de primer grado. Continúa señalando que el artículo 847 del Código Civil, se ubica en el Libro II que trata ote De los bienes, de su dominio, posesión, uso y goce?, en el Título XI ?De las servidumbres? y en el Capítulo 2º sobre las ?Servidumbres Legales?, lo que deja en evidencia que es la norma especialísima aplicable a este caso particular, ya que la demanda versa sobre una servidumbre de tránsito legal y no existe en nuestro ordenamiento jurídico otra norma más específica o que sea más aplicable. No obstante ello, en la sentencia se dice que ese artículo 847 no es aplicable al asunto, por lo tanto, se incurre en el error de dejar de aplicar esa disposición que claramente establece que un predio destituido de comunicación con el camino público por la interposición de otros predios, tiene derecho a imponer a los otros la servidumbre de tránsito. En el segundo capítulo, la recurrente argumenta que se aplica el artículo 11 de la Ley Nº 19.542 que no era aplicable y no lo es porque la norma rige cuando se trata de servidumbres voluntarias y no puede serlo cuando se trata de servidumbres legales, las que existen por mandato legal, se constituyen por el solo ministerio de la ley y no por un acto voluntario del propietario del inmueble, por lo tanto, lo que hace el juez es constatar su existencia, verificando el cumplimiento de los requisitos necesarios para su procedencia; la fuente de la servidumbre es la ley y no la sentencia judicial. Tal aserto resulta indubitado al tenor de las formas verbales utilizadas por el legislador en los incisos segundo y tercero del artículo 11 de la Ley Nº 19.542 ?no se podrán enajenar ni gravar? y ?podrá enajenarse y gravarse con autorización del directorio?, lo que claramente se refiere a un acto jurídico y, por lo tanto, voluntario encaminado a constituir un derecho real a favor de un tercero. Agrega que esta norma no deroga las del Código Civil sobre servidumbres legales, ni impide a los jueces declarar la existencia de tales servidumbres, aún cuando se trate de inmuebles de propiedad de una empresa portuaria. Sostiene que en el caso de conflicto de leyes de igual jerarquía, en el caso, prevalece la norma del Código Civil, ya que la materia debatida es la constitución de una servidumbre de tránsito legal y el artículo 11 de la Ley Nº 19.542 regula constitución de gravámenes en general sobre inmuebles en recintos p ortuarios, por lo tanto, no se refiere a las servidumbres en particular, además alude a un gravamen voluntario y no legal como es el caso del artículo 847 del Código Civil. Por otra parte, alega el recurrente, la Ley Nº 19.542 no es aplicable, lo que queda en evidencia al verificar su fecha de entrada en vigencia y la de adquisición por parte de la demandada del Lote D, así como la fecha en que el citado Lote D habría sido declarado recinto portuario. Añade que la sentencia judicial que acoge una demanda de constitución de servidumbre legal es declarativa, por cuanto se limita a constatar una situación preexistente, lo que significa que la servidumbre como tal existe desde hace más de 20 años, como se estableció en el fallo de primer grado y la demandada adquirió el Lote D el 17 de octubre de 2006 y la declaración de recinto portuario se produjo el 2 de mayo de 2007 y la Ley Nº 19.542 entró en vigencia el 19 de diciembre de 1997. Así cualquiera que sea la fecha que se considere, la servidumbre legal ya existía y la sentencia de primera instancia se limitó a constatarla, por lo tanto, no es posible que una ley posterior a una declaración de recinto portuario posterior prevalezca sobre una servidumbre legal de tránsito preexistente como la que corresponde al Lote 8 de la demandante. El demandante finaliza su presentación describiendo la influencia sustancial en lo dispositivo de fallo de los errores de derecho que denuncia. Segundo: Que, en la sentencia atacada, se fijaron como hechos los que siguen: a) se encuentra establecido la efectividad que el Lote 8 de propiedad de la demandante se encuentra destituido de toda comunicación con el camino público más próximo, Avenida España, por impedirlo el Lote D, de propiedad de la demandada, predio que es imprescindible atravesar para conectar el referido camino público con el Lote 8. b) ha quedado demostrado que el acceso que une el Lote 8 con el Lote 10, a nivel de la red ferroviaria de Merval, es inviable, por múltiples razones detalladas en el informe pericial agregado a los autos, declaradas por los testigos de la demandante y constatadas por el tribunal en la inspección personal. c) con la prueba rendida, la demandada acreditó que el Lote D de su propiedad, se encuentra ubicado dentro del recinto portuario, al haber sido incorporado a él a través del Decr eto Supremo Nº 33, de 2 de mayo de 2007, que fijó los nuevos deslindes de dicho recinto, encontrándose incorporados los usos de suelo correspondientes en los instrumentos de planificación territorial. Tercero: Que sobre la base de los hechos narrados precedentemente, los jueces del fondo, por aplicación del artículo 11 de la Ley Nº 19.542 y considerando que las limitaciones establecidas en dicha ley son plenamente aplicables al inmueble cuyo gravamen se solicita, justificadas en la función social asignada a la actividad portuaria, determinada por el interés general de la nación en el desarrollo de dicha actividad; en consecuencia, dicha norma establece de modo absoluto reglas para la enajenación y gravamen de los inmuebles pertenecientes a las empresas portuarias, de modo tal que al encontrarse establecidas en una ley especial, como lo es la citada Ley Nº 19.542, su aplicación prevalece a las normas de carácter general que establece el Código Civil, por lo tanto, el artículo 847 de esta última codificación no resulta aplicable porque el inmueble no puede ser gravado por servidumbre alguna, sino en la forma que la propia Ley Nº 19.542 dispone, motivos por los cuales rechazaron la demanda de constitución de servidumbre de tránsito intentada en estos autos. Cuarto: Que, por consiguiente, la controversia se ha concentrado en determinar el recto sentido y alcance de la disposición contenida en el artículo 11 de la Ley Nº 19.542, de 19 de diciembre de 1997, que Moderniza el Sector Portuario Estatal, el que dispone: ?Los recintos portuarios sólo podrán ser modificados por decreto supremo expedido por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, a petición de la empresa respectiva.? ?Los bienes inmuebles de propiedad de las empresas situados en el interior de sus recintos portuarios no se podrán enajenar ni gravar en forma alguna y serán inembargables en los términos señalados en el artículo 445 Nº 17 del Código de Procedimiento Civil.? ?Los bienes inmuebles de propiedad de las empresas situados fuera de los recintos portuarios podrán enajenarse y gravarse, con autorización del directorio de la empresa, con el voto favorable de, a lo menos, cuatro de sus miembros, en los directorios de cinco miembros, y de dos, en los directorios de tres miembros. e ?Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso segundo, el Directorio, previa autorización del Presidente de la República otorgada por decreto supremo expedido por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones podrá, por la mayoría de sus miembros, enajenar o gravar bienes de los recintos portuarios que no sean necesarios para la operación portuaria y que no estén destinados o puedan destinarse al atraque de naves y a la movilización de sus cargas, pasajeros y/o tripulantes.?. Quinto: Que, al respecto, es dable señalar que en la historia fidedigna del establecimiento de la ley aparece que en el proyecto original del Ejecutivo, el citado artículo 11 estaba compuesto sólo por la redacción del actual inciso segundo y que los restantes fueron incorporados por indicación de algunos parlamentarios y sin mayor debate que permita esclarecer el espíritu del legislador en la prohibición de que se trata, por lo tanto, para dilucidar lo que interesa no queda sino estarse al contexto general de la ley en examen y a sus objetivos, así como a la naturaleza del bien inmueble de propiedad de la demandada y que se pretende gravar con una servidumbre de tránsito. Sexto: Que, como se advierte de la transcripción de la norma decisoria litis, la ley distingue para los efectos de hacer procedente la enajenación y gravamen de los bienes inmuebles que sean de propiedad de las empresas que se crean por la citada Ley Nº 19.542, entre aquéllos que se ubican al interior del recinto portuario y los que se sitúan fuera de ese lugar. Respecto a los primeros establece la regla general de la imposibilidad de enajenarlos o gravarlos de forma alguna y, en el caso de los segundos, tales actos jurídicos pueden realizarse con la autorización del directorio que la administra otorgada con el quórum que se señala en la disposición anotada en el motivo anterior. Sin embargo, a propósito de los bienes inmuebles que se localizan en el interior del recinto, el artículo 11 de la Ley Nº 19.542 prevé una excepción, la que se consigna en su inciso tercero, esto es, la circunstancia de ser susceptibles de enajenación o gravamen, decisión que debe adoptarse por la mayoría de los miembros del directorio y contar con la previa autorización del Presidente de la República. Pero esos bienes inmuebles que se ubican dentro del recint o portuario, para que puedan ser objeto de los referidos actos jurídicos deben reunir dos características, a saber, no ser necesarios para la operación portuaria y no estar destinados ?o tener la calidad que pudiera hacer procedente esa destinación- al atraque de naves y a la movilización de sus cargas, pasajeros y/o tripulantes. Séptimo: Que, en el caso, se ha establecido que se trata de un bien inmueble ubicado dentro del recinto portuario; sin embargo, no se ha demostrado ni así se ha establecido que se trate de un bien que esté destinado o pueda destinarse al atraque de naves y a la movilización de sus cargas, pasajeros y/o tripulantes, de modo que ha de tenerse por cierto que no reviste esta última índole, lo que además se ve confirmado por el mérito de los antecedentes, de los que aparece que se trata de un almacén y depósito de contenedores. En consecuencia, podría ser susceptible de enajenación o gravamen, previa decisión adoptada por la mayoría de los miembros del directorio y con la previa autorización del Presidente de la República, cuestiones estas últimas que no han sido asentadas en el fallo impugnado, ni discutidas por los litigantes. Por consiguiente, nada puede decidirse respecto de la imposición de un gravamen que, en el evento que fuera procedente, requiere del cumplimiento de determinadas exigencias, respecto a las cuales nada se ha discutido en autos. Octavo: Que, por otra parte, corresponde señalar que el gravamen de que se trata requiere de un título, de modo que aún cuando haya existido un goce inmemorial, la legislación aplicable es la que se encuentre vigente al momento en que se solicita la constitución del gravamen y, en la especie, lo ha sido la Ley Nº 19.542, que establece la prohibición latamente examinada con las excepciones y contraexcepciones ya referidas, a las que deben estarse los litigantes para los efectos pretendidos, en la medida en que se trata de una ley especial que regula la actividad que se ejerce en el recinto donde se pretende imponer el gravamen, no pudiendo sino hacer regir la regla contenida en el artículo 13 del Código Civil. Por estas consideraciones y lo dispuesto, además, en los artículos 764, 765, 766, 767, 768, 771, 772 y 783 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza, sin costas, el recurso de casación en el fondo deduci do por la demandante a fojas 493, contra la sentencia de doce de junio de dos mil nueve, que se lee a fojas 490. Redacción a cargo del Ministro, señor Patricio Valdés Aldunate. Regístrese y devuélvanse, con sus agregados. Nº 4.891-09. Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señor Patricio Valdés A., señoras Gabriela Pérez P., Rosa María Maggi D., Rosa Egnem S., y el Abogado Integrante señor Patricio Figueroa S. No firma el Abogado Integrante señor Figueroa, no obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, por estar ausente. Santiago, 17 de mayo de 2011.
Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.
En Santiago, a diecisiete de mayo de dos mil once, notifiqué
en Secretaria por el Estado Diario la resolución precedente.