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Asma y Educación PDF
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ASMA Y EDUCACIÓN
EDUCADORES EN ASMA
Marzo 2009
ASMA Y EDUCACIÓN
EDUCADORES EN ASMA
Gestión editorial:
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Tlf.: 968 283 040 / Fax: 968 286 070
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I.S.B.N.: 978-84-933-078-2-0
INDICE
INTERÉS DE LA EDUCACIÓN TERAPÉUTICA EN EL ASMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9
Esta educación tiene como objetivo ayudar a los pacientes y sus familias a desarro-
llar los conocimientos necesarios, actitudes, creencias y habilidades para el manejo
efectivo de su enfermedad, siendo uno de los principales trabajos de los equipos clí-
nicos, cuyo objetivo final es potenciar la mejora e intentar alcanzar la calidad de
vida “diana” del niño.
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Pero nos debemos de preguntar: ¿Es eficaz la educación?, ¿Es costo-efectiva?, y ade-
más ¿Quiénes, cómo y donde ser educados?.
El interés de los programas educativos en asma se hace cada vez mas evidente, dado
los resultados de los estudios realizados, que incluso demuestran que más del 50%
de los fracasos se deben al incumplimiento terapéutico, bien por abandono o uso
incorrecto, lo que supone un coste sobreañadido.
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an un ratio coste-beneficio de 13.79 con respecto a los cuidados habituales y los pla-
nes basados en síntomas un ratio de 11.53. Además eran mas coste-efectivos que los
basados en síntomas para la prevención de hospitalizaciones (311 $).
La relevancia del papel de los farmaceúticos en la educación del paciente con asma
esta aumentando dia a dia, sobre todo debido a sus conocimientos terapéuticos.
Gonzalez-Martín y cols evaluan el impacto de un programa de cuidados desarrolla-
do por farmaceuticos. Encuentran que la provisión de cuidados por parte de farma-
ceuticos a niños con asma y a sus padres produce una mejoría en la calidad de vida
de los niños, una mjeoria en sus conocimientos y tratamiento de su enfermedad.
Además, programas educativos guiados por profesores realizados en colegios mues-
tran beneficios permanentes sobre conocimientos, actitudes y calidad de vida en
escolares asmáticos, mejoría de conocimientos y actitudes en los profesores y mejo-
ras de las políticas sobre asma de dichos colegios. Así mismo sesiones educativas
mostrando videos de pacientes con crisis de asma ayuda a reconocer la existencia
de distrés respiratorio en niños asmáticos. Programas educativos canalizados a tra-
vés de profesores demuestran una mejoría de los conocimientos sobre asma de los
mismos, así como una mejora en la política sobre asma en los colegios.
No debemos olvidar que muchos de los componentes de los cuidados del asma
podrían ser inefectivos sin la adecuada educación del paciente. De hecho, la provi-
sión de planes por escrito sin educación para el automanejo y reforzamiento es
improbable que mejore los resultados para el paciente.
Con respecto a cuando debe ocurrir la educación, los momentos importantes serían 13
al diagnóstico de la enfermedad, durante las revisiones periódicas, cuando ocurre
un cambio terapéutico o un evento adverso. Osman y cols consideran una quinta
posibilidad que denominan “revisión oportunista”. Las guías clínicas recomiendan
que la educación debería ser una parte importante del manejo del asma en todos los
niveles asistenciales, tanto en atención primaria como especializada, siendo impor-
tante una adecuada comunicación entre los distintos niveles. Estudios realizados
demuestran la eficacia de la educación cuando es impartida fuera de las visitas regu-
lares, durante las visitas a urgencias, durante las hospitalizaciones, incluso en el
ámbito escolar y en el domicilio del paciente.
Para que los programas educativos tengan éxito deben basarse en una compresión
teórica sólida del cambio de conductas y deben emplear estrategias de automanejo
diseñadas para mejorar el conocimiento, las aptitudes y la actitud hacia el autocon-
trol. Las intervenciones educativas deberían incluir un plan de acción por escrito
individualizado que incluyera recomendaciones de cómo usar la medicación cuan-
do el niño esta bien y cuando este control esta empeorando. Cada vez resulta mas
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Los planes de acción por escrito facilitan la temprana detección y manejo de una
exacerbación clínica. Deben ser individualizados basado en el mejor flujo espirato-
rio máximo (o síntomas sin no se puede realizar la determinación de flujo espirato-
rio máximo), usando 2-4 puntos de acción y recomendando el uso de corticoides
inhalados y orales para el tratamiento de las exacerbaciones.
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Dos grupos de edad en pediatría tienen una serie de peculiaridades, como son sobre
todo los preescolares y los adolescentes. Los programas educativos en preescolares
tienen que ir dirigidos a sus padres y cuidadores. Habitualmente los padres no se
siente bien informados, no disponen de adecuados conocimientos sobre la enferme-
dad y sus manejo, y además reconocen sufrir sentimientos de inseguridad y culpa-
bilidad, lo que afecta incluso su calidad de vida. Los resultados de los programas
educativos dirigidos a padres y cuidadores son prometedores: incrementan sus
conocimientos con respecto a la enfermedad, su autoeficacia y habilidades para el
auto-manejo. Además, estos programas demuestran reducción en los síntomas de
sus hijos y en las visitas a urgencias y hospitalizaciones. Con respecto a los adoles-
centes, Shah y cols encuentran que un programa educativo para asma guiado por
pares resulta en una mejoría de la calidad de vida de adolescentes y reduce la mor-
bilidad de adolescentes con asma.
Como conclusión, los programas educativos son eficaces en pacientes con asma,
probablemente costo-efectivos, aunque son necesarios más estudios que valoren
ampliamente los resultados en salud en estos pacientes a medio y largo plazo. Los
profesionales sanitarios deberían recibir formación para ser educadores y tener la
motivación necesaria para participar activamente en el desarrollo de programas edu-
cativos. Todos los pacientes con asma, y sus familiares y cuidadores deberían ser
educados. Y por último deberíamos aprovechar cualquier oportunidad para incluir a
un paciente en un programa educativo.
BIBLIOGRAFÍA (ORDEN ALFABÉTICO).
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Secuencia Educativa
Hay que reseñar que en el aprendizaje, siendo una función humana por naturale-
za diferente de las otras, la adquisición duradera de los conocimientos no es nada
comparable a la asimilación de los conocimientos que se prescriben, es necesario
tiempo para aprender, y no son los mismos tiempos, ni el mismo camino de un 21
paciente a otro. Esto refuerza la idea que el educador no puede acompañar eficaz-
mente al paciente, es éste el tiene que descubrir el camino.
(Esquema)
DIAGNÓSTICO EDUCATIVO
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cual los dos interlocutores aprenden el uno del otro, intentando comprender los
imperativos y las intenciones de cada uno
Esta etapa, no debe ser comprendida como una simple recogida de información lo
que conduciría a componentes poco favorables para el establecimiento de una
buena comunicación, tal como rellenar un cuestionario ante el paciente o peor:
hacerlo cumplimentar por el propio paciente. Lejos de un interrogatorio policial o
de una conversación sin objeto, el diagnóstico educativo es un momento privilegia-
do de búsqueda de una comprensión mutua, base del futuro contrato de educación.
¿Qué hace?
¿Quién es él/ella?
¿Cuál es su proyecto?
Esta cuestión permite analizar dos variables. La primera relacionada con la necesi-
dad inmediata del paciente. Esta es la fase de adaptación. Se trata de continuar con
la actividad profesional, aprobar un examen, ganar una competición deportiva…
..La segunda, se refiere a la identidad del paciente portador de una enfermedad cró-
nica, su deseo y su capacidad de proyectarse en un futuro más o menos próximo.
Se entiende, que se asigna a la educación un rol al servicio del proyecto de vida del
paciente. Este proyecto, para ser motivante debe tener unas características: ser con-
siderado como importante, útil y valorado por el paciente; ser fácil de poner en mar-
cha, realizable a corto término y observable para favorecer los refuerzos positivos.
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El paciente, puede proponerlo el mismo y son lo profesionales los que deben eva-
luar la factibilidad, el realismo. O bien , sí el paciente está en un estado psicológi-
co que impide la expresión de un proyecto, entonces los educadores podrán plan-
tearlo en función de los datos que hayan recogido.
CONTRATO DE EDUCACIÓN
Por otra parte, un objetivo pedagógico debe responder a dos cualidades fundamen-
tales que son la pertinencia y el realismo.
La pertinencia es el grado de adecuación entre el objetivo de aprendizaje y las
necesidades del paciente. Consiste en hacerle aprender lo que verdaderamente le va
a servir. Exigir al paciente que describa las principales leyes de la fisiología respira-
toria no es pertinente.
Existe una graduación de los objetivos pedagógicos, desde objetivos generales (eje.
prevenir las crisis) hasta objetivos mas precisos u objetivos especificos (ejem: domi-
nar la técnica del peak-flow).
Según Bloom (1969), las capacidades humanas se reparten en tres áreas taxonómi-
cas a partir de las cuales se pueden clasificar los objetivos pedagógicos:
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- el área cognitiva (conocimientos, razonamientos, decisión);
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26 Estos objetivos de seguridad son considerados comunes para todos los pacientes sin
excepción y deber ser regularmente verificados.
A diferencia del contrato de seguridad, por el cual es el profesional el que asigna los
objetivos, el contrato específico depende, en general, de las necesidades particula-
res del paciente.
Ciertos objetivos pueden estar ligado al tipo de asma del paciente: asma de compo-
nente alérgico predominante, asma en la cual la dimensión emocional es importante.
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Como desarrollar mi propio Plan Educativo
INTRODUCCIÓN
En relación a los objetivos que pretendemos, el programa educativo puede ser más
o menos ambicioso. Algunas iniciativas educativas solo han pretendido mejorar la
técnica inhalatoria de los pacientes, o bien suministrar información sobre la enfer-
medad, los desencadenantes que tienen que evitar y el tratamiento que deben admi-
nistrar. En general todas las experiencias educativas de objetivos limitados no han
sido capaces de proporcionar una mejoría de resultados en salud.
Los programas educativos que se han acreditado como más eficientes para producir
resultados en salud y mejorar la calidad de vida, se han basado en proveer conoci-
mientos, enseñar habilidades para el manejo de medicamentos y herramientas edu-
cativas, planes de acción por escrito y por supuesto, han contado con el paciente
como protagonista de la toma de decisiones (automanejo). Todo ello a través de revi-
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En esta sesión final del curso vamos a mostrar cómo hemos planteado un progra-
ma educativo dirigido a pacientes y sus familias en el que abordaremos los elemen-
tos necesarios; humanos, formativos y materiales.
Objetivos Generales
Objetivos Específicos
2) Aumentar los conocimientos respecto del asma y su tratamiento por parte del
niño y su familia.
4) Evitar la hospitalización.
OBJETIVOS OPERATIVOS.
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Se tienen que tener en cuenta tres tipos de recursos: El personal que intervendrá
como educador, gestión de agendas y material de educación.
Los educadores
Hay que tener en cuenta que todos los participantes en la educación de los pacien-
tes deben estar coordinados, reforzándose unos a otros evitando las contradiccio-
nes. Por eso la coordinación asistencia es esencial.
Sin embargo a pesar de que la educación en asma ha sido desarrollada ampliamente por
enfermeras en otros países, en el nuestro esto no ha ocurrido así, excepto contadas
excepciones, a pesar de que hay muchos centros en los que el personal de enfermería
hace educación diabetológica. En los últimos cursos sobre educación que hemos impar-
tido, cada vez son más numerosos participantes que son profesionales de enfermería.
Aunque sabemos que la educación debe hacerse en cualquier contacto con el sistema
sanitario, consulta a demanda, en urgencias, en las salas de hospitalización…, deben
programarse en los centros de atención primaria agendas para consultas programadas
tanto para pediatras como para personal de enfermería. Un espacio de tiempo adecua-
do asegura un entorno tranquilo para facilitar el acto educativo. En la consulta médi-
ca permitirá realizar una buena historia clínica que es el momento donde se iniciará
la educación y en la consulta de enfermería donde las sucesivas revisiones afianzarán
los conocimientos y habilidades de los pacientes para sus autocuidados. Esta prime-
ra consulta médica debe durar unos 30 a 45 minutos y las sucesivas serán de menor
duración. Las consultas de enfermería serán de aproximadamente unos 20 minutos por
paciente. Otras agendas a crear son las de pruebas funcionales, dado que la espirome-
tría es un elemento educativo de primer orden como veremos más adelante. Los
pacientes deben salir de cada consulta con una nueva cita ya programada.
Recursos materiales.
En la consulta siempre deben estar a mano para su utilización todos aquellos mate-
riales que en un momento u otro pueda necesitarse para la impartir la educación. En 33
la tabla II se exponen los recursos de los que se debe disponer para trabajar con los
pacientes y su entorno.
Tabla II. Recursos necesarios para desarrollar el programa educativo
Placebos de medicación.
• Cartuchos de MDI, Turbuhaler®, Accuhaler®, Aerolizer®, Novolizer ®, Autohaler®
• Cámaras espaciadoras para lactantes
• Nebuchamber®, Babyhaler®, Aerochamber®, Prochamber
• Cámaras espaciadoras para niños mayores
• Nebuhaler®, Volumatic®, Fisonair®, Dynahaler ®, Aeroscopic®
• Medidores de FEM homologados
• Vitalograph®, Airmed®, Personal Best®, Astech®, TruZone ®
Apoyos visuales:
• Dibujos de los bronquios o bien modelos tridimensionales para explicar qué es el
asma
• Herbolario de plantas, gramíneas, etc. o atlas de plantas.
• Vídeos educativos
• Poster de inhaladores
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Además del material que se debe disponer, hay una serie de conocimientos que se
requieren para poner en marcha un programa educativo. Los profesiones interesados
en impartir educación deben buscar aquella formación que se dirija a mejorar sus
conocimientos y aptitudes en educación y a poder ser deberá elegir aquella forma-
ción sobre educación que ya esté formulada para pacientes con asma. Los profesio-
nales que deben llevar a cabo un programa de educación precisan dominar los
siguientes aspectos:
Médico/Pediatra:
Enfermero/a:
4. Estar familiarizado con las técnicas educativas para la enseñanza en los cono-
cimientos y habilidades necesarios para el paciente y su familia.
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5. Saber valorar el diario de síntomas y el nivel de adherencia al plan de tratamien-
to propuesto por su médico.
La asistencia a este curso puede ser el punto de partida para iniciarse en la educa-
ción en asma, para todos aquellos que tengan interés en desarrollar un programa
educativo. No obstante, hay que tener en cuenta que nuestra formación será un pro-
ceso continuo que nunca finalizará y una vez adquiridos unos conocimientos bási-
cos seguiremos aprendiendo y profundizando durante toda nuestra vida profesional.
ESTRATEGIA EDUCATIVA.
La educación del paciente con asma consiste en una combinación de métodos que
incluye enseñanzas, consejos y técnicas de modificación de comportamiento y
supone un proceso interactivo que permite al paciente o su familia, participar acti-
vamente en el cuidado de su salud. El manejo del asma no consiste en una prescrip-
ción escrita; es una estrategia que comienza solicitando la colaboración del enfer-
mo o su familia. Ya desde la primera visita hay que llegar a un acuerdo en lo que
significa un buen cuidado del asma. Se le explica, que para controlar la enfermedad
es necesario que conozca bien la enfermedad y su tratamiento, que aprenda una
serie de técnicas sencillas pero necesarias para manejar la enfermedad y que apren-
da a aplicar estas técnicas para el cuidado del asma.
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El paciente o la familia deben ser conscientes que el éxito en el manejo del asma
recae sobre sí mismo y no sobre el médico, pero no va ser una responsabilidad en
solitario, sino con ayuda de los médicos y enfermeras que le atienden. De ahí que
haya que llegar a un compromiso entre paciente y médico y desde ese momento
todo el equipo (médico-enfermera-paciente) se convierta en colaboradores y aliados
que compartan decisiones y responsabilidades en el régimen de tratamiento.
Los tres elementos clave de esta estrategia educativa son el establecimiento de obje-
tivos educativos globales, la aplicación de varias estrategias metodológicas y el esta-
blecimiento de una serie de actividades a emplear en cada niño según las necesi-
dades observadas.
Objetivos de la educación.
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La educación tiene como objetivo primordial: lograr que los padres y el niño tomen
decisiones autónomas positivas sobre su asma. La toma de decisiones autónomas es
un proceso en el cual la familia, basándose en una información y formación cada vez
más completa y acorde a sus necesidades, asumirá responsabilidades, pondrá en
práctica acciones positivas originando cambios en su entorno sociofamiliar, siempre
favorables para el asma del niño. Se trata de “empoderar” a la familia y al paciente,
dándole protagonismo en sus autocuidados, pero transmitiendo la información nece-
saria para que dicha autonomía en el tratamiento tenga un buen fundamento y corri-
giendo los errores que como en cualquier aprendizaje se pueden cometer. Estas
metas no siempre son plenamente alcanzables, como por ejemplo en caso de asma
grave en determinados pacientes, o por la situación inicial al entrar en el programa
educativo. En dichas situaciones, al menos trataríamos de aproximarnos al logro de
dichas metas, mejorando la calidad de vida diana del niño y su familia.
Estrategias metodológicas.
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Tabla III. Escalonamiento de la educación y fases por las que pasa el paciente
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Adquisición de habilidades
• Medicación inhalada. Las familias deben ser adiestradas para el correcto uso
de la vía inhalatoria. Los diferentes sistemas de inhalación se adaptarán a la
edad y características particulares de cada niño. Así, en los lactantes deben
usarse cámaras espaciadoras con mascarilla. A partir de los 3 años pueden uti-
lizarlas sin la mascarilla y desde los 7-8 años pueden tomar la medicación
mediante sistemas de polvo, sistema tipo jet, sistemas accionados con la ins-
piración como el Autohaler y otros. Es conveniente que use el mismo disposi-
tivo de inhalación, tanto para la medicación antiinflamatoria de fondo como
para la medicación de alivio. Se debe desaconsejar el uso directo del aerosol
presurizado (MDI) en la boca.
• En niños mayores, cuando empiezan a usar el MDI sin cámara se le debe ofre-
cer otro sistema, ya que es muy importante que elijan el sistema que quieren,
especialmente si van a llevar la medicación al colegio. Se debe instruir en
estas técnicas, si aun no las conocían, en la primera visita, y revisarse de forma
periódica.
• Deberán aprender a reconocer cuándo está a punto de acabar el envase, la
forma de limpieza del mismo y las normas de higiene bucal tras su adminis-
tración.
• Modelos educativos, como el Poster de inhaladores© (M. Praena y cols) pue-
den ser útiles para que vean la variedad de medicamentos sobre el que pue-
den elegir, explicar cuando hacemos un cambio de medicación y enseñar la
función de los medicamentos que está usando.
El medidor de FEM puede ser utilizado con fiabilidad desde los 7-8 años, edad a par-
tir de la cual todos los niños deben saber manejarlo en la consulta. Siempre convie-
ne usar el mismo en cada niño y si este tiene el suyo propio debe acudir con él a la
visita. Han de usarse medidores homologado y que disponga de boquilla adecuada
para niños. Para el domicilio solo lo precisan niños con asma moderada, grave, ines-
table o con variabilidad positiva y desde luego los que perciben mal sus síntomas.
• Es preferible hacer la medida del pico de flujo dos veces al día (al levantarse
y 10-12 horas más tarde). Al cabo de 3 meses y si el asma es estable, con el 41
fin de facilitar el cumplimiento, se pueden estudiar otras alternativas:
• Si la variabilidad entre la mañana y la noche es menor del 10% se puede optar
a que realice las medidas solo por la mañana.
• Otra posibilidad es que lo mida dos a tres veces en la semana, que proporcio-
na información sobre la variabilidad, pero no avisa precozmente del deterio-
ro de la función pulmonar.
• Aquellos pacientes que han mostrado una buena relación entre caídas del
pico de flujo y percepción de los síntomas pueden realizar la medición del
FEM, solo cuando perciben signos o síntomas precoces de la enfermedad.
• En todos los casos es conveniente que realicen mediciones mañana y noche
los 15 días previos a la revisión programada, para volver a calcular cuál es su
nuevo máximo valor (éste cambia con el crecimiento del niño).
La familia y el niño deben diferenciar entre los dos grupos de medicamentos para el
asma (antiinflamatorios y broncodilatadores). Para esta explicación pueden retomar-
se los modelos bi y tridimensionales (o el póster de os inhaladores), situando al lado
del tubo rojo el medicamento antiinflamatorio y al lado del tubo obstruido el bron-
codilatador. Debemos resaltar que uno no sustituye al otro y que en caso necesario
se pueden dar una detrás de otro.
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• Deben quedar bien detallados los síntomas por los que iniciar tratamiento,
graduándolos en gravedad (tos, pitos, ahogo, uñas o labios azulados). En caso
de saber emplear el medidor de FEM, se establecerán las cifras de peligro y de
riesgo vital
• Se expondrá el tratamiento que se debe administrar y durante cuánto tiempo. 43
• Se expondrá la valoración de la respuesta al tratamiento y la recomendación
de acudir o no a urgencias según la respuesta obtenida.
• Todo ello debe ser repasado con el paciente y la familia en caso de haber pre-
sentado una crisis, incluso en una de las revisiones programadas para evitar
olvidos.
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Tabla IV. Evaluación de los logros educativos conseguidos por un paciente o su familia
Individualizada La educación dependede entregar una guía sobre todo trabajar sobre conceptos de
las características de la lo que siempre quiso saber asma con relación al asma del
enfermedad de cada niño sobre el asma niño
Coherente Mensajes adecuados al Decir que los antiinflamatorios indicar fundas antiácaros en
estado actual de la ciencia curarán el asma almohadas y colchón en niño
con asma por ácaros
Realista Emitir mensajes adecuados establecer que su asma curará plantear pronósticos con reser-
a la realidad de cada niño en la adolescencia vas y en base a la gravedad y
respuesta a las medidas educa-
tivas y terapéuticas
Clara Se suministraran mensajes utilizar de forma sistemática usar apoyos visuales, combi-
en lenguaje asequible a la lenguaje científico nar ambos lenguajes (“el bron-
familia quio se pone rojo, es decir se
inflama”)
Gradual-progresiva La información debe ser Enseñar todo en una o dos Establecer un plan individual
escalonada y graduada sesiones. de abordaje de contenidos
según las necesidades del educativos
niño
Flexible Los plazos previstos no Si hemos decidido que a las 4 Saber cuando
siempre se cumplen sesiones deben tener un Plan
escrito, pues en la 4ª se hace
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Educadores en Asma
Educación en Asma en el Ámbito Escolar
escaso y con poco apoyo legal atendiendo las posibles complicaciones que pueden
surgir. (4,5)
Desde hace años existen diversos trabajos que analizan la situación y conocimien-
tos del profesorado con respecto al manejo del asma. (9,10). Los resultados de los
trabajos, son similares aunque con diferentes enfoques, según el investigador. Como
ejemplo, en los resultados preliminares de un trabajo realizado a nivel regional (11)
para la exploración de la situación en colegios de nuestra provincia, se destaca: que
una cuarta parte de los 284 profesores encuestados tuvo que atender crisis de asma
de sus alumnos, en el horario escolar, mas de la mitad admitieron no saber los pri-
meros pasos ante una crisis, un 9% no admitía que los niños tomen su medicación
en clase, y casi una cuarte parte reconocieron no poder ayudar al niño a adminis-
trarse su aerosol. No se encontró relación entre los años de ejercicio y la atención a
50 crisis.
Organización en el colegio/instituto
• Los niños-adolescentes con asma deben estar identificados (todos los padres de
niños con asma deben informar adecuadamente al profesorado de la enfermedad
de su hijo y de las medicinas que toman)
• Debe existir un plan de atención en el caso de una crisis de asma, que incluye
una ficha de datos básicos de cada niño con el teléfono de sus padres y la medi-
cación para las crisis que usan habitualmente, y el teléfono al que solicitar asis-
tencia médica o acudir en caso de necesidad.(1,12,13)
• El colegio debe estar libre de tabaco. No fumar en ninguna zona del colegio, ni en
ninguna actividad del mismo, incluidas las actividades lúdicas y extraescolares
Educadores en Asma
Asma y Educación
El niño debe saber avisar al profesor tan pronto note los primeros síntomas. El pro-
fesor debe conocer los primeros pasos a seguir, a través de la ficha del alumno, ade-
más de avisar a la persona encargada de atender la situación y localizar la ficha con
52 los datos del asma del niño.
La tos que aumenta en frecuencia e intensidad, los pitos que se pueden escuchar si
nos acercamos, la respiración rápida y la posición del niño para respirar lo mejor
posible, son signos que debe conocer el profesor.
• Solicitar ayuda médica urgente o desplazar al niño al centro médico más próxi-
mo (por ejemplo si el niño presenta algún síntoma de alarma o si a los 20 minu-
tos de administrar el tratamiento de la crisis el niño está peor). En este caso avi-
sar siempre a los padres y si es posible administrar de nuevo medicación para la
crisis.
La puesta en marcha de forma global de este tipo de planes de acción, trae consigo
una mejora clara del manejo de la enfermedad, analizada en diversos trabajos publi-
cados. El logro de este tipo de planes es precisamente que no sea necesarios los últi-
mos pasos de este protocolo.
ACTUACIÓN FRENTE AL EJERCICIO FÍSICO Y EL DEPORTE
Hay que transmitir la idea que todos los niños asmáticos deben realizar habitual-
mente ejercicio físico. En algunas ocasiones limitarán su actividad hasta que su fun-
ción pulmonar mejore pero sólo durante las crisis. La aparición de síntomas tras el
esfuerzo es un signo de que el asma no está bien controlada y requiere cambios tera-
péuticos, hasta que el niño pueda realizar el ejercicio físico habitual sin presentar
síntomas.(6,16-18)
Se debe informar que deberá tener en cuenta unas normas mínimas: no hacer ejer-
cicio con tos y pitos, iniciar siempre el ejercicio con calentamiento progresivo,
tomar la medicación (si está prescrita) antes de iniciar el ejercicio.
La orientación a los padres hacia los deportes más adecuados según las caracterís-
ticas del asma de su hijo, es también un aspecto importante. El asmático puede
hacer CUALQUIER DEPORTE si mantiene unas normas mínimas para evitar la cri-
sis. Sólo hay un deporte que no puede hacer: el buceo con botellas de aire.
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MONOGRAFÍA ASMA Y EDUCACIÓN. CURSO PARA EDUCADORES EN ASMA. 4ª
EDICIÓN. S/C TENERIFE .Febrero 2007.59-64
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Educación en el ámbito de la Atención Primaria
INTRODUCCIÓN
La educación del paciente asmático es uno de los pilares fundamentales para el con-
trol de la enfermedad. Consiste en un entrenamiento que intenta proporcionar cono-
cimientos sobre asma al paciente y su familia mediante técnicas motivacionales que
faciliten la incorporación de dichos conocimientos, cristalizándolos en actitudes,
habilidades y cambios de conducta positivos. Todo ello proporcionando un senti-
do de la responsabilidad y orientación hacia los autocuidados. Estos autocuidados
permitirán tomar decisiones que conducirán a resultados terapéuticos adecuados
con repercusiones en su calidad de vida.
Asma y Educación
El centro de salud es el escenario idóneo para dar respuesta a este gran volumen de
necesidades planteadas puesto que el pediatra de atención primaria es de fácil acce-
sibilidad, presta una atención continuada al niño desde que nace y conoce mejor su
entorno sociofamiliar. El pediatra de Atención Primaria debe ser el responsable del
diagnostico, seguimiento integral y promotor de la educación en autocuidados
configurándose así como el responsable principal del niño y del adolescente asmá-
tico en colaboración con la Atención Especializada para aquellos casos con dificul-
56 tades para el diagnóstico o el control de la enfermedad.
De manera simplificada podemos decir que hay tres formas posibles de atención al
asma5
La atención al asma viene definida por cómo está organizado el sistema de atención
a la salud de las personas. Ejemplo de ello es del Servicio Nacional de Salud
Británico que presta atención al asma de forma universal, con responsabilidad direc-
ta de todos los profesionales pero fundamentando dicha atención en base a guías
de sociedades científicas y no sobre programas institucionales de atención.
Este modelo preconiza que la población sea atendida por las personas más cualifi-
cadas profesionalmente. Este modelo es el que ha prevalecido hasta la actualidad en
nuestro país. Su limitación es que no tienen en cuenta las prioridades de las familias
y no se plantea la alternativa de generar formación a otros profesionales para capa-
citarlos en una correcta atención en otro escenarios más favorables para el niño y su
familia. En este modelo la atención primaria tiene una responsabilidad secundaria.
El paciente con asma toma contacto con la atención hospitalaria de forma dirigida
y va a ser atendido por diferentes profesionales en función de sus necesidades, 57
debiendo llegar a este nivel de atención correctamente dirigido porque sus caracte-
rísticas de gravedad, comorbilidad o necesidad de exploraciones complementarias
exclusivamente de uso hospitalario así lo indiquen. Este modelo comunitario orga-
nizado enfatiza la coordinación de los recursos asistenciales (sanitarios y sociales) y
considera prioritaria la formación de todos los profesionales implicados.
Los pacientes son atendidos por diferentes profesionales. Para que esa atención sea
adecuada conviene conocer las expectativas de todos los que intervienen en dicha
relación dentro del centro de salud: paciente, pediatra de atención primaria, enfer-
mera. Conociendo las expectativas de todos podremos
• Los pacientes (o su familia) desean una cita única y coordinada para la consul-
ta médica y las pruebas necesarias.
Educadores en Asma
Asma y Educación
• Que no haya demora para saber los resultados de las pruebas realizadas en el
hospital.
• Que se dedique el tiempo necesario para una atención sin prisas, interesándose
por “mi hijo como persona”.
• Que se proporcione información sin prisas, con trato agradable y cercano, sin
comentarios inoportunos ni riñas, permitiendo expresar sentimientos, miedos,
etc.
Expectativas de enfermería
• Que la población reciba información / divulgación sobre asma, para conocer las
medidas preventivas, la detección precoz, y facilitar la aceptación de la enferme-
dad y la integración de los pacientes.
Educadores en Asma
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• Que existan en el Centro de Salud recursos para la educación del paciente con
asma.
Los programas de entrenamiento que permiten que las personas ajusten su trata-
miento mediante el uso de un plan de acción escrito parecen ser más efectivos que
otras formas de autocuidado del asma9. Los programas educativos de automanejo
del asma en niños han demostrado mejorar una amplia gama de mediciones de
resultados. La educación para el automanejo dirigida a la prevención y al control de
ataques debe ser incorporada a la atención rutinaria del asma10.
En todo centro de salud deben existir los medios necesarios para el diagnóstico y
seguimiento de los pacientes con asma. Un paciente o su familia aceptarán el diag-
nóstico con más probabilidad si su médico cuenta con los medios necesarios para
su atención incluyendo una historia clínica estructurada, pruebas de diagnóstico
de la alergia y de función pulmonar.
61
ORGANIZACIÓN DE LA CONSULTA DE ASMA
1. Conocer la prevalencia de asma en la Zona Básica de Salud. Todo niño con cri-
terios de asma debe ser diagnosticado incluido en un programa de seguimiento
y debe ser registrado con un marcador de asma que sirve para identificar el
paciente en las autoauditorías que al menos se harán una vez al año. En ellas se
comprobará si en ese periodo, el asma ha estado activa. En ese caso se realiza-
rán actividades de evaluación funcional y terapéutica, educación y seguimiento.
La prevalencia así obtenida estará basada por tanto en diagnóstico médico
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Es conocido, que los programas en los que la asistencia del asma se organizado ade-
cuadamente, los resultados son mejores que si se hacen acciones no organizadas3,11.
Deben quedar bien establecidos los criterios de derivación, el contenido del infor-
me de derivación con una serie de mínimos que sirva para informar adecuadamen-
te al profesional que recibe el paciente, tanto desde la atención primaria, como
desde la atención especializada. Aunque las guías6,19,22,25 establecen claramente cua-
les son los criterios de derivación, todos sabemos que hay problemas importantes de
diversa índole en este punto. Los programas comunitarios de base territorial6,15 con-
templan indicadores de evaluación que sirven para monitorizar su cumplimiento.
No obstante hay una decidida voluntad por parte de todos los profesionales impli-
cados en la asistencia al paciente con asma, independientemente de sus organiza-
ciones sanitarias. Ejemplo de ello es el Consenso sobre tratamiento del asma en
Pediatría26 en el que aún se sigue trabajando con una participación cada vez mayor
por otros colectivos de profesionales del país y que está pendiente de actualización.
BIBLIOGRAFIA
Educadores en Asma
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volver al índice
Educación en el ámbito del Servicio de Urgencias y
planta de Hospitalización.
Dr. Joan Figuerola Mulet
Pediatra. Neumología Pediátrica
Hospital son Dureta. Palma de Mallorca
La realización de todo este proceso, aunque parezca compleja, puede ser tan senci-
lla como una conversación de la que obtengamos la información deseada. El des-
arrollo de la secuencia educativa nos orientará a la consecución de unas metas u
objetivos que serán consensuados con los padres y el paciente; estos objetivos serán
claros y concretos, y asequibles a cada caso particular7.
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Asma y Educación
68 Sin embargo, entre el año 2006 y 2008, se han publicado varios trabajos muy inte-
resantes que tratan este tema, destacamos:
4. Education interventions for adults who attend the emergency room for acute
asthma.
Tapp S, Lasserson TJ, Rowe B.
Cochrane Database Syst Rev. 2007 Jul 18;(3):CD003000.
Educadores en Asma
Asma y Educación
Entre los estudios que comparan educación con cuidados habituales, la educación se
asocia, con diferencias estadísticamente significativas, a disminución de las medias
de hospitalización, visitas a centros de urgencias y una tendencia a la disminución
de la probabilidad de visitas a un centro de urgencias. La educación no afecta a la
probabilidad de hospitalización ni al número de visitas urgentes a su médico.
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among youths and adults—United States, 2003. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2007
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Educadores en Asma
Asma y Educación
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72
volver al índice
Qué debemos conocer y enseñar sobre Asma
La relevancia del papel de los farmaceúticos en la educación del paciente con asma
esta aumentando día a día, sobre todo debido a sus conocimientos terapéuticos5,6.
Gonzalez-Martín y colaboradores6 evalúan el impacto de un programa de cuidados
desarrollado por farmacéuticos. Encuentran que la provisión de cuidados por parte
de farmacéuticos a niños con asma y a sus padres produce una mejoría en la cali-
dad de vida de los niños, una mejoría en sus conocimientos y tratamiento de su
enfermedad.
Asma y Educación
74 Las parcelas o dominios sobre lo que es preciso enseñar son los siguientes:12-19
Es inútil suministrar una amplia información sobre la fisiopatología del asma, pero
el paciente y su familia deben conocer lo básico:
- Hay que resaltar de forma clara y precisa el término de “asma”, siendo conve-
niente analizar los conocimientos previos que tienen el paciente y su entorno
familiar de la enfermedad. Hay que explicar y hacer reconocer la enfermedad
como inflamación crónica de las vías respiratorias y analizar el concepto de hipe-
rreactividad y broncoconstricción (apoyo visual con modelo de tres tubos o grá-
ficos). Hay que señalar que es una enfermedad crónica (los bronquios están infla-
mados) sobre la que se van a producir reagudizaciones (los bronquios se contraen
y es estrechan) debido a la acción de una serie de desencadenantes (alergenos,
catarros, humo del tabaco, ejercicio, etc).
- Enseñar cuáles son los síntomas del asma: tos, sibilancias (“pitos”), disnea (difi-
cultad para respirar), dolor u opresión torácica.
- Enseñar a identificar las crisis: aparición de signos de dificultad respiratoria y
especialmente reconocer síntomas de gravedad (disnea intensa, dificultad para
hablar o caminar, cianosis, obnubilación).
- Enseñanza del reconocimiento precoz de una crisis: éste es uno de los aspectos
más importantes en el manejo del asma. Cuanto más precozmente se trate una
reagudización mejor será el pronóstico de la misma y probablemente, de la enfer-
medad en general. Se puede definir una exacerbación como aquel episodio,
agudo o subagudo, en el que los síntomas de asma aparecen o empeoran si ya
existían. Si se acepta que la mejor terapia es la prevención, resulta razonable
enseñar al paciente y a su familia cuáles son los desencadenantes más frecuen-
tes de una crisis para poder evitarlas en la medida de lo posible. Aunque hay
aspectos individuales que siempre hay que tener en cuenta a la hora de enseñar,
los signos y síntomas del inicio de una crisis que el paciente y su familia deben
aprender a reconocer son los siguientes: tos, sobre todo nocturna, menor toleran-
cia del ejercicio, aparición o aumento de la dificultad respiratoria, aumento de la
necesidad de medicación de rescate (broncodilatadores) y disminución de los
valores de FEM. Así mismo, deben aprender aprender a valorar la intensidad de
los síntomas, ayudados, cuando sea posible, con medidas objetivas como es la
medición del FEM. 75
Educadores en Asma
Asma y Educación
En los niños, las infecciones víricas constituyen el primer desencadenante de las rea-
gudizaciones, situación que habrá de tenerse en cuenta a la hora de tomar medidas
preventivas, sobre todo en los primeros años, como podrían ser, entre otras, la reco-
mendación de no asistir a guarderías, al menos temporalmente.
No hay que olvidar la explicación sobre medidas preventivas para evitar el posible
broncoespasmo inducido por el ejercicio. Aunque la actividad deportiva puede pro-
vocar broncoespasmo, debe evitarse su contraindicación y debe ser considerada
como altamente recomendable. Para ello, además de cumplir con el plan terapéuti-
co, conviene evitar ambientes excesivamente fríos y con elevada concentración aler-
76 génica, procurando practicar deportes menos asmógenos (natación en espacios abier-
tos, por ejemplo), efectuando un calentamiento previo adecuado, adaptándose al
ejercicio de forma progresiva. Es preciso reconocer los síntomas relacionados con el
broncoespasmo inducido por el ejercicio sin confundirlos con la baja forma física.
El niño y su familia han de saber para qué sirven los antiinflamatorios (modificado-
res) y los broncodilatadores (aliviadores o de rescate) y conocer sus diferencias, así
como los posibles efectos secundarios. Se informará que estos últimos (“los de color
azul”) son los medicamentos que van a aliviar rápidamente en el momento en que
se encuentre mal (con tos y/o con pitos), mientras que los primeros son los que se
deben tomar a diario, sin interrupción. Hay que explicar el concepto de medicación
a demanda o de rescate frente al tratamiento continuado.
Una vez que el paciente y su familia han aprendido a diferenciar el papel de los dife-
rentes fármacos prescritos, se ha de enseñar su correcta administración así como los
beneficios de la vía inhalatoria sobre la oral. La vía inhalatoria es la de elección para
la mayoría de los fármacos que se usan en la terapia antiasmática, por lo que es
imprescindible que los niños y sus padres conozcan y dominen el manejo de esta
técnica.
El médico o educador tiene que explicar con un lenguaje sencillo, sin tecnicismos,
las maniobras necesarias para posteriormente hacer demostraciones de la técnica en
la propia consulta. Hay que mostrar los diferentes dispositivos, su funcionamiento,
las características específicas, su mantenimiento, limpieza, etc. Se puede mostrar la
técnica con gráficos, dibujos etc., pero es mejor hacerlo con envases placebo por-
que permite enseñar y comprobar la técnica in situ, corrigiendo los posibles errores.
En visitas sucesivas se debe revisar periódicamente la técnica inhalatoria, sobre todo
si hay una mala evolución de la enfermedad o aparecen efectos secundarios.
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Autodiario de síntomas:
En el autodiario de síntomas, el paciente y/o sus padres registrarán todos los datos
posibles: los síntomas, incluyendo los despertares nocturnos atribuibles al asma,
asistencia a urgencias, días de absentismo escolar, tolerancia al ejercicio físico, uso
de medicación de rescate y el motivo, etc. Para facilitar la adherencia, es convenien-
te ofrecer al paciente y/o sus padres un calendario ya confeccionado, sencillo y fácil
de rellenar, en que se incluyan las variables más importantes que queremos monito-
rizar. Hasta aproximadamente los 6 años, el diario de síntomas constituye la forma
más adecuada de autocontrol. A partir de esa edad, la medición del flujo espirato-
rio máximo (FEM) puede ser un instrumento beneficioso que refuerce el valor del
diario, sobre todo en determinados pacientes.
La medida del FEM, si bien tiene un valor muy relativo como elemento diagnóstico
y de clasificación de la gravedad22, en ocasiones sí ha demostrado su utilidad para
la detección precoz de una crisis y para estudiar la variabilidad o identificar desen-
cadenantes específicos23. Sin embargo, mide básicamente el calibre de las grandes
vías aéreas y es esfuerzo-dependiente. Corresponde al flujo máximo obtenido en
una espiración forzada y tiene una correlación limitada con el FEV124. Es un instru-
mento valioso en el manejo del asma para el propio paciente ya que le permite rela-
cionar sus síntomas con una medida objetiva. Existen diferentes aparatos en el mer-
cado que suministran valores a veces poco reproducibles por los que se aconseja
utilizar siempre el mismo. Para interpretar correctamente los valores es preciso tener
en cuenta dos factores: la variabilidad circadiana (valores más bajos por la mañana)
y la variabilidad individual que está en relación con la edad, talla y sexo del pacien-
te. Si bien inicialmente podremos considerar los valores teóricos para su compara-
ción, a continuación se aconseja usar como valor de referencia el mejor valor per-
sonal en su mejor situación clínica. Es necesario enseñar la técnica del medidor del
FEM y comprobar que el paciente lo hace correctamente.
Teniendo en cuenta lo expuesto, el uso del medidor del FEM debe quedar restringi-
do a determinados pacientes, por encima de los 6-7 años, con características de
asma inestable o grave, en los denominados malos perceptores y/o en los casos cuyo
plan de acción se base en esta medida. En la actualidad, lo más frecuente es utili-
zar esta herramienta para monitorizaciones de corta duración, 2 a 3 semanas, cuan-
do hay un mal control del asma, en las descompensaciones, cuando se introducen
cambios terapéuticos, o simplemente para establecer el mejor FEM personal. Con
menos frecuencia, aunque con igual trascendencia, se utiliza de forma regular en los
asmáticos graves y en el asma lábil, en los que han tenido reagudizaciones severas,
en aquellos que no son capaces de percibir una obstrucción grave o en aquellos que
lo utilizan como instrumento de autocontrol. Normalmente se aconseja su descrip-
ción y aprendizaje a partir de una segunda visita cuando no se aprecia mejoría tras
un tratamiento aparentemente correcto. Es necesario enseñar la técnica de forma
práctica y no sólo con impresos o verbalmente. Es aconsejable entregar a la familia
instrucciones escritas, con indicaciones de cómo cumplimentar el diario, cómo
interpretar los valores y cómo actuar según los mismos una vez conocido su mejor
valor personal. 79
La valoración de la calidad de vida es algo que debe formar parte de cualquier con-
sulta con niños asmáticos. Hay que hacerlo en la primera visita (momento del diag-
nóstico) y en las sucesivas, pudiéndose utilizar, con todas sus limitaciones, cualquie-
ra de las escalas de calidad de vida publicadas. Entre las escalas más empleadas se
Educadores en Asma
Asma y Educación
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tionnaires: measures of quality of life for children with asthma aged 4-16 years. Qual Life
Res 1994; 3: 215-24.
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Material Didáctico para la Educación en Asma:
Maletín educativo. Como explicar los conocimientos
sobre asma.
las técnicas (inhalación, medida del FEM, etc) y es una mera transmisión de conoci-
mientos. Ciertos pacientes tienen un nivel de conocimientos muy elevado sobre el
asma pero presentan frecuentemente comportamientos inadecuados durante la apa-
rición de una crisis. Adquirir conocimientos es indispensable pero insuficiente.
Ha de adecuarse a las características del estadio del desarrollo cognitivo del niño y
de su familia y ser participativa (conocer y respetar los puntos de vista del niño y su
familia) favoreciendo la motivación a aprender e induciendo a la participación acti-
va con el fin de que vaya asumiendo el control autónomo de la enfermedad.13
85
Debe adaptarse a la edad del paciente. Hasta los 3 años se dirigirá a la familia, a
partir de esta edad será compartida familia-niño y a partir de los 8-9 años, y siem-
pre en la adolescencia, hay que integrar al niño como persona independiente y autó-
noma en el proceso de acuerdos y toma de decisiones, fomentando y reforzando sus
capacidades para que se sienta verdaderamente responsable de su cuidado.10,14
Educadores en Asma
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- Facilitar el recuerdo:
+ Facilitar elementos recordatorios: pegatinas en la nevera, envase del fármaco
en la mesa.
+ Sugerir mantener rutinas: lavar los dientes tras la toma del corticoide; bronco-
dilatador en la cartera del colegio.
+ Entregar folletos explicativos que recuerden cómo realizar las técnicas si lo
han olividado.
- Demostrar el manejo de la técnica.
- Ensayar la actuación correcta ante una situación concreta: “¿Qué harías si
comienzas con dificultad para respirar?”
- Pedir alternativas para solucionar el problema: “¿Qué crees que podemos hacer
para que no olvides la medicación y no tengas pitos?”
- Reforzar positivamente: felicitar por los objetivos conseguidos animando a con-
tinuarlos (“Me alegro de que hayas utilizado muy bien la medicación para el ali-
vio de los síntomas”)
- Repetir, repetir, repetir:
+ En todos los contactos con el paciente y de diferentes formas: oral, escrito y visual.
+ Decir al paciente que repita con sus palabras las instrucciones dadas y repetir
puntos clave al final de cada sesión educativa y ofrecer un resumen escrito. Esto
88 nos permite comprobar que ha comprendido los conceptos y el tratamiento.
3- La comunicación médico-paciente:
Recurso materiales:
1- Material educativo
+ Material para ensayos: enseñanza-aprendizaje de la técnica
- Placebos de medicación
- Diferentes dispositivos de inhalación: turbuhaler, accuhaler, novolizer, autohaler, MDI, Jet.
- Cámaras espaciadoras: aerochamber, babyhaler, prochamber, optichamber, nebuchamber, 89
volumatic, nebuhaler,
- Medidores de FEM homologados: pueden ayudar a reconocer un empeoramiento en pacien-
tes con mala percepción de síntomas e incluso puede servir para aprender a valorar la mejoría de una
crisis de asma.
+ Apoyos gráficos, visuales:
- Modelo bidimensional o tridimensional del bronquios
- Folletos con dibujos explicativos
- Vídeos, CDs.
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Información escrita: se entregará a todos los niños y sus familias un plan de acción escri-
to
Instrumentos pedagógicos:
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Terapia Inhalada
Margarita López-Seyller
DUE. Unidad de Neumología Infantil. Hospital Universitario Clínico San Carlos. Madrid
L
Pediatra de A.P. Centro de Salud El Castrillón. A Coruña
- Permite una mejor distribución del fármaco dentro de las vías aéreas.
- El fármaco actúa directamente sobre el lugar deseado.
- La actuación del medicamento es más rápida.
- Al conseguir una distribución y penetración del medicamento más eficaz, las
dosis que se deben utilizar del mismo son inferiores.
- Presenta menores efectos secundarios que los reportados por otras formas de
medicación y, en particular, la vía parenteral.
- Comodidad, en general, en el transporte y utilización de los aerosoles.
Tamaño, forma y densidad de las partículas2. Los aerosoles forman partículas de dis-
tintos tamaños, clasificándose en función del diámetro de masa media aerodinámi-
co (DMMA). Las partículas con un DMMA superior a 5 micras se depositarán en la
orofaringe y vías aéreas superiores y las de 1-5 micras en la región alveolar y peque-
ñas vías. Las partículas menores de 1 micra de diámetro se expulsan con la espira-
ción. El tamaño de las partículas influye también en la manera de depositarse las
partículas: impactación por inercia (propio de las partículas mayores de 5 micras; se
produce en las vías aéreas superiores y está favorecida por flujos elevados, mayores
de 100 l/min), sedimentación por gravedad (propio de las partículas de 2-5 micras;
se produce en los bronquios distales y de pequeño tamaño y se potencia con flujos
inspiratorios bajos, menores de 30 l/min), difusión browniana (característica de par-
tículas menores de 1 micra, exhaladas con la espiración y sin implicación terapeú-
tica).
Calibre y anatomía de la vía aérea. Según el tamaño de la garganta y la vía aérea del
paciente el paso de la medicación va a ser diferente. Hay diferencias incluso entre
un preescolar y un niño mayor3. En los lactantes la respiración a través de la nariz se
comporta como un filtro de partículas grandes. En los pacientes con asma grave el
calibre basal de la vía aérea altera profundamente el perfil de absorción temprana.
Factores funcionales:
• Flujo inspiratorio: el flujo ideal es entre 30-60 l/min. Un flujo inspiratorio lento
(20-40 l/min) mejora el depósito pulmonar cuando se inhala con un MDI porque
el flujo laminar que se genera, facilita la entrada del medicamento a las vías más
distales.
95
• Apnea postinspiración: debe ser de unos 10 segundos. Es necesaria para una
correcta sedimentación de las partículas en las vías aéreas.
SISTEMAS DE INHALACIÓN
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1- Inhaladores
2- Nebulizadores
2- La válvula dosificadora, pieza clave de este sistema inhalatorio, que permite libe- 97
rar en cada pulsación una dosis controlada y reproducible del fármaco micronizado.
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Los pMDI son inhaladores cómodos pero difíciles de utilizar correctamente, debido
principalmente a la alta velocidad que tienen las partículas del aerosol cuando salen
de la boquilla. Este aspecto plantea 4 problemas:
- La activación del aerosol dentro de la boca seguida por una inhalación a través
de la nariz.
Más del 50% de los niños cometen alguno de los errores descritos al utilizar terapia
inhalada con MDI. Esto conlleva un reducido efecto clínico de las medicaciones
98 prescritas cuando se compara con las cámaras espaciadoras o los inhaladores de
polvo seco. Por tanto, todas las prescripciones de un pMDI en el niño deben ser
acompañadas por reiteradas y cuidadosas instrucciones del uso correcto del inhala-
dor, seguido por una demostración de los niños de la técnica inhalatoria. Los pMDI
no son la mejor elección para niños si se disponen de otros dispositivos alternativos.
En niños menores de 6 años no cabe esperar que aprendan un uso eficiente del
pMDI convencional. El uso de un MDI activado por la respiración (Autohaler) puede
reducir el tiempo de aprendizaje, abolir las dificultades de coordinación y, por tanto,
mejorar las dosis en las vías intrapulmonares en pacientes con este problema. A
pesar de eso, el efecto frío y el problema de la inhalación nasal no es solucionado.
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ria permite asegurarnos de que está tomando la medicación porque podemos ver
su movimiento y la válvula espiratoria permite que exhale el aire sin volver a rein-
troducirlo en la cámara, evitando el desplazamiento del medicamento. Cuanto
mayor sea el espacio muerto entra la cara del paciente y la cámara, menor será
la cantidad de fármaco disponible para inhalar7.
- Número de disparos: sólo se debe efectuarse una pulsación para cada inhala-
ción y realizar las respiraciones tras cada disparo, espaciando éstos de 30 segun-
100 dos a un minuto. Varias pulsaciones seguidas en la misma dosis de inhalación no
incrementan el depósito pulmonar del fármaco, pudiendo perderse hasta un 30%
de la dosis administrada.
La cámara espaciadora recibe la dosis de aerosol generada por el disparo del cartucho,
y las moléculas, enlentecidas en su velocidad de salida, son más fácilmente incorpo-
radas al flujo inspiratorio del paciente. De esta forma se consigue favorecer la evapo-
ración del propelente, disminuir la masa media aerodinámica de las partículas gene-
radas, reducir la impactación orofaríngea y aumentar el depósito bronquial del fárma-
co. Además, las partículas de mayor tamaño sedimentan por gravedad en el suelo de
la cámara, evitando su depósito bucal y su absorción por la mucosa digestiva.
- Tamaño grande: se pueden emplear en niños a partir de 5-6 años que son capaces
de colaborar de forma adecuada e inhalar a partir de una boquilla, aunque algunas
de ellas llevan acopladas una mascarilla facial que facilita la administración en niños
más pequeños. Son de un tamaño de 700 a 800 ml: Volumatic®, Nebuhaler®,
Fisonair®, Inalventus®, Ildor®, Aeroscopic® (única que trae incorporada una mas-
carilla facial). Todas estas cámaras tienen una válvula unidireccional que precisa por
parte del niño un determinado esfuerzo y volumen inspiratorio para abrirla.
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Dependiendo del número de dosis del fármaco que proporcionan, pueden dividirse
en dos grupos: inhaladores de polvo monodosis y multidosis.
Se trata de cápsulas con una sola dosis del fármaco. Estas cápsulas son introducidas
en el dispositivo y luego perforadas por agujas o seccionadas al dar media vuelta al
dispositivo, antes de iniciar la inhalación. Tienen la ventaja que el paciente ve si el
medicamento desaparece de la cápsula con la inhalación asegurando que lo ha reci-
bido. Los más conocidos son: Spinhaler®, Rotahaler®, Inhalador Frenal®, Atrovent
inhaletas®, Aerolizer®. Los fármacos disponibles para este sistema de inhalación son:
budesonida, formoterol, cromoglicato disódico y bromuro de ipratropio.
Precisan ser cargados para cada dosis que están todas contenidas dentro del dispo-
sitivo. El flujo inspiratorio ideal es de 30-60 L/min y el depósito pulmonar llega a
102 alcanzar un 25-35% de la dosis administrada.
1- Turbuhaler®
Está equipado con un indicador de dosis de forma que un indicador rojo en una ven-
tana señala si el envase está próximo a vaciarse. En los diseños más recientes se ha
incorporado un contador con cifras, que indica las dosis restantes.
2- Accuhaler®
3- Novolizer®
Se activa por la inspiración incluso a flujos bajos (35 l/min). Tiene un reservorio
recargable de polvo seco. Al cargarlo aparece una ventana verde que indica que está
listo para su uso. Cuando se realiza una inhalación correcta el indicador pasa a 103
color rojo. Contiene un indicador de dosis que avisa del contenido restante.
Nebulizadores
Son aparatos que se emplean para administrar fármacos en forma de una fina nie-
bla, para que puedan ser inhalados fácilmente a través de una mascarilla facial o de
una boquilla. El tiempo de administración no debe ser superior a 10 minutos.
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tente con control manual, convencional dosimétrico) siendo los más empleados
los convencionales de débito continuo.
Su empleo ha quedado reducido a los Servicios de urgencias para tratar crisis asmá-
ticas moderadas o graves que requieren nebulización continua.
La elección del tipo de inhalador viene determinado por varios factores: nivel cultu-
ral y económico, situación familiar y escolar y la edad. Este último es el factor más
determinante en Pediatría. La elección del dispositivo de inhalación debe adecuar-
se la edad del niño, su capacidad de aprendizaje, el grado de colaboración y las
características de su aparato respiratorio.
A la vista de los estudios existentes y las recomendaciones de las distintas socieda-
des científicas se considera razonable recomendar9:
- Niños de 0-3 años de edad: MDI con cámara espaciadora más mascarilla
- Niños de 4-6 años edad: MDI con cámara más boquilla o mascarilla
Técnica inhalatoria
5- Repetir los pasos para cada dosis con intervalos de 30 segundos a un minuto
entre dosis.
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5- Repetir los pasos para cada dosis con intervalos de 30 segundos a un minuto
entre dosis.
2- Situar la boquilla en la boca, apretándola firmemente con los labios del niño.
6- Repetir los pasos para cada dosis con intervalos de 30 segundos entre dosis.
1- Turbuhaler
¡OJO!: debido a que estos preparados no contienen aditivos, los pacientes no notan
nada y si están acostumbrados a los inhaladores MDI pueden pensar que no reciben
medicamento alguno.
Cuando aparece una marca roja en la ventanilla lateral es que quedan 20 dosis.
Cuando la marca roja ocupa la parte inferior de la ventanilla es que el inhalador está
vacío.
2- Accuhaler
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3- Aerolizer
10- Abrir el inhalador y comprobar que la cápsula está vacía. Si queda polvo, vol-
ver a inhalar.
4- Novolizer
109
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Ventajas Inconvenientes
pMDI - Pequeños y ligeros - Escasa coordinación disparo-inhalación
- Buena percepción de la inhalación - Elevado depósito en orofaringe
- Dosis exacta y reproducible - Efecto freón-frío (cierre glotis,
- Esterilidad del fármaco broncoespasmo)
- Poco sensible a la humedad - Efecto adverso sobre la capa de ozono
- Conservación fácil - La dosis liberada puede cambiar si no se
- Baratos agita bien el dispositivo
pMDI con - Evitan el problema de la - Gran tamaño y poca manejabilidad
cámara coordinación disparo-inhalación - Incompatibilidad entre diferentes cámaras
- Obtienen un depósito pulmonar y dispositivos
mayor (20%) que en los pMDI sin - Necesidad de limpieza periódica
cámara: enlentecen el flujo y
disminuyen el tamaño de las
partículas
- Disminuye el impacto orofaringeo:
menos efectos secundarios locales
- Facilidad de empleo
DPI - Dosis administrada del fármaco - Precisan flujo inspiratorio alto (30-60
uniforme l/min), limitando su uso en menores de 6
- Eficacia clínica superior a los pMDI años y pacientes con grado severo de
(depósito intrapulmonar: 30-35%) obstrucción.
- Pequeños, ligeros y de fácil manejo. - No se pueden utilizar en pacientes
- No usan gases propelentes inconscientes o ventilados
contaminantes (ecológico) - Elevado impacto orofaríngeo.
- Informan de las dosis disponibles - Escasa percepción del fármaco (puede
disminuir la adherencia al tratamiento)
- La espiración en la boquilla dispersa la
dosis precargada.
Nebulizadores - Posibilidad de administrar fármacos - Escaso control de la dosis del fármaco
en dosis altas o en combinación. inhalado: más efectos secundarios por
- Facilidad de inhalación: el paciente mayores concentraciones plasmáticas
respira a volumen corriente y - Riesgo de hiperreactividad bronquial
flujos bajos. (broncoconstricción paradójica) por
- Compatible con distintas formas de soluciones hipotónicas o frías
oxigenoterapia y ventilación asistida. - Menor depósito pulmonar que en los otros
- Humidificación de las vías aéreas. dispositivos (10%)
- No utilizan propelentes - Requiere más tiempo para su
administración
- Poco transportable y precisa fuente externa
de energía
- Coste elevado
- Limpieza y mantenimiento adecuados
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Educadores en Asma
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BABYHALLER NEBUCHAMBER
112
AEROCHAMBER OPTICHAMBER
PROCHAMBER
CAMARAS ESPACIADORAS TAMAÑO GRANDE
(gran volumen)
NEBUHALER VOLUMATIC
113
AEROSCOPIC FISONAIR
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TURBUHALER ACCUHALER
114
NOVOLIZER AEROLIZER
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Adherencia/Concordancia en el Tratamiento
Con toda probabilidad, una de las razones de esta situación es el elevado grado de
incumplimento del régimen terapéutico y/o la inadecuada realización de las técni-
cas de inhalación cuando se utilizan los dispositivos al efecto7,8.
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CONCEPTOS
Antes de analizar y desarrollar este tema conviene aclarar los diferentes términos y
conceptos que se utilizan en la literatura y que pueden llevar a cierta confusión.
En el ámbito del proceso educativo quizás sea más correcto hablar de concordancia,
aunque el término adherencia sea el más utilizado en las publicaciones. En ambos
casos se requiere la existencia de una adecuada relación médico/paciente/familia,
elemento importantísimo como predictor de la adherencia-concordancia. Esta rela-
ción se basa en la conjunción de dos elementos clave como son la comunicación y
la asociación o alianza. Una buena comunicación es vital para hacer una adecuada
valoración de la capacidad de los pacientes y de los padres para adherirse al trata-
miento y para identificar las posibles barreras a la misma.
Así pues, la concordancia es un concepto dinámico que está influido por distintos
factores como pueden ser la diferente medicación prescrita, la duración del trata-
miento, el intervalo de tiempo entre consultas, el diario del paciente, la situación
familiar etc. En este contexto es evidente que el manejo farmacológico es sólo un
aspecto del fenómeno, siendo necesario incluir otros elementos como por ejemplo
las medidas de control ambiental, el manejo del plan de autotratamiento, la adecua-
ción de las técnicas de inhalación, las revisiones periódicas, etc.13,14
De forma genérica se puede decir que en alrededor del 40-50% de los casos de
asma no se cumple el tratamiento prescrito por el médico, aunque hay trabajos que
aportan cifras más dispares, entre el 15 y 70%, tanto en niños como en adul- 117
tos15,16,17,22,23,24,25,26,27,28,29,30. Estas diferencias son debidas a que los estudios se han reali-
zado en diferentes poblaciones y con distintos instrumentos de medida, siendo pre-
cisamente esto último uno de los problemas básicos de esta cuestión.
MÉTODOS DE EVALUACIÓN
Existen varias formas de evaluar la adherencia9,14. Se sabe que el paciente y/o la fami-
lia tienden a sobreestimarla, pero también es cierto que la valoración que el médi-
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Asma y Educación
co suele hacer de la misma tampoco suele ser ajustada, llegando a identificar como
incumplidores, como mucho, a la mitad de ellos.
- Indirectos:
Es muy importante evaluar la adherencia en todas y cada una de las visitas, ya que
en un mismo paciente puede variar a lo largo del tiempo. Hay que hacerlo en todos
los casos, incluídos los leves y de buena evolución, ya que se pueden detectar
pacientes incumplidores que van bien, lo que constituye un dato de gran valor para
clasificar con más exactitud el grado de control y gravedad de la enfermedad.
MOTIVOS DE LA NO-ADHERENCIA
Son múltiples y relacionados con diversos factores. Algunos autores han intentado
clasificar las distintas categorías de falta de adherencia en dos grandes grupos42:
Esta distinción, que pudiera parecer poco importante, tiene su utilidad ya que per-
mite identificar las causas y centrar la intervención posterior. Así, en el caso de falta
de adherencia no intencional (por ejemplo el olvido) el manejo habrá de ser dife-
rente que en el caso de que sea intencional (por ejemplo por corticofobia)13.
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Una vez que se hace el diagnóstico la actitud puede ser tan dispar como la de nega-
ción de la enfermedad o de aceptación de la misma. Del mismo modo, la manera
de negar o aceptar su dolencia puede ser diferente. Por ejemplo, la negación puede
ser absoluta (miedo?), o simplemente, puede ser una mala percepción de la enfer-
medad ó el rechazo a los médicos y/o al tratamiento. Si, por el contrario, se acep-
ta el diagnóstico se puede hacerlo de forma resignada o de forma activa, participa-
tiva. En este sentido la motivación es un elemento clave.
La edad también influye ya que mientras que el niño pequeño depende de la acti-
120 tud de sus padres, el adolescente, con mayor autonomía, dependerá de sí mismo.
Algunos autores señalan que el grado de severidad no guarda relación con la adhe-
rencia, pero otros han encontrado cierta relación con el asma leve e incluso con el
severo. Más trascendente es quizás el carácter crónico de la enfermedad y el estig-
ma social que ello pudiera implicar.
Cada vez señalados como más decisivos a la hora de valorar el comportamiento del
paciente y de su familia. Problemas en el entorno familiar, diferencias de criterio de
los padres, la ansiedad, disfunciones psicológicas (depresión..)46 y el déficit intelec-
tual son factores que se oponen a la adherencia. La adolescencia es una época de
riesgo especial que requiere una mayor supervisión.
Hay dos elementos clave para enfocar esta cuestión. El primer paso para mejorar la
adherencia es su identificación, para lo cual es necesario que el profesional sanita-
rio tenga conciencia de su existencia y la motivación suficiente para establecer una
estrategia de cambio44,48. Y en segundo lugar, mediante el cambio de modelo o enfo-
que del problema. Un cambio tanto en el concepto como en las palabras en el sen-
tido de pasar de la idea de cumplimiento a la de adherencia y concordancia47.
121
Con todas las salvedades expuestas, la identificación de la adherencia se puede rea-
lizar utilizando uno o varios de los diferentes métodos que se han señalado previa-
mente. Una vez reconocido el problema, hay que tratar de identificar las causas o
factores responsables de esa conducta. Para ello el profesional sanitario (Pediatra,
Enfermera, Educador/a etc.) deberá valorar diferentes aspectos como: la situación
familiar, social y cultural del paciente, el nivel de conocimientos y comprensión del
niño/a-adolescente y de sus padres, sus creencias, sus actitudes, su motivación, sus
hábitos, el grado de percepción de la enfermedad (gravedad y vulnerabilidad), sus
expectativas y eficacia en el tratamiento, sus preferencias, sus habilidades (ej. técni-
ca inhalatoria), su grado de confianza, la presencia de problemas especiales (ansie-
dad, depresión….), la existencia o no de apoyo familiar (amigos) o social, etc. En
una palabra, aplicar el primer paso del proceso educativo que no es otro que el rea-
lizar el diagnóstico educativo. Una vez identificados los factores más importantes
será preciso incidir en ellos para tratar de modificarlos. Pare ello es clave desarrollar
una buena relación con el paciente y sus padres través de la comunicación, escu-
cha activa, apoyo y respeto.
A pesar de las dificultades para acertar en las estrategias más adecuadasxlix, se están
realizando múltiples esfuerzos para conseguir las herramientas más eficientes que
permitan mejorar la adherencia50,21,38.
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Aunque siempre hay que individualizar, tratando de resolver las barreras o causas
concretas de falta de adherencia, es aconsejable tener presente algunas recomenda-
ciones que pueden contribuir a mejorar la misma (tabla 1).
Como resumen se puede decir que el tratamiento eficaz del asma requiere, entre
otras cosas, de la combinación de la farmacología y de la asociación-colaboración
entre el paciente, los padres y el profesional sanitario. Una prescripción eficaz ha de
tener en cuenta las creencias, expectativas y la conducta del paciente y la familia.
Estos deben tener una idea clara de la razón para tomar una medicación a diario. La
noción de que la persistencia es necesaria, incluso en ausencia de síntomas, es par-
ticularmente importante. También es crucial conocer y valorar las preocupaciones
de los padres, así como aquellas barreras que, en la práctica, se oponen a una
correcta adherencia al régimen terapéutico. Si no somos capaces de identificarlas
será imposible conseguir superarlas.
123
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Tabla 2. Medidas generales para mejorar la comunicación con los pacientes y sus familias7,60
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128
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Automanejo: Plan De Accion
Podríamos definir un plan de acción por escrito como una guía educativa, individua-
lizada, para ayudar al niño, familia y/o educadores en el manejo y control de los sín-
tomas del asma. Debe ser basado en metas pactadas, comprensible –o sea, redacta-
do de forma sencilla–, realista y revisado periódicamente.
Una revisión realizada por Toelle BG y Ram FSF para Cochrane destaca que los
ensayos clínicos disponibles son demasiado pequeños y los resultados pocos e
Asma y Educación
Una explicación de estos resultados sería que para cambiar la conducta del trata-
miento del asma y mejorar los resultados de la salud se requiere un enfoque coor-
dinada entre la educación del paciente, la provisión de estos planes y la existencia
de revisiones periódicas. Haciéndolo así se producen una reducción del 40% en las
130 hospitalizaciones y del 20% en las visitas a urgencias.
Pero ¿Qué debe contener un plan de acción por escrito para ser efectivo?. Gibson
PG y Powell H publican en Thorax un metaanálisis sobre los componentes que
deben formar parte de dichos planes. Encuentran que los planes basados en el mejor
flujo espiratorio máximo personal, que usan 2-4 puntos de acción, y recomiendan
tanto corticoides inhalados como orales para el tratamiento de las exacerbaciones
mejoran los resultados en salud.
Este entrenamiento es importante porque con frecuencia el niño ha estado solo y 131
“debe tomar las primeras decisiones” ante el inicio de una crisis: ponerse el aerosol,
parar de jugar, llamar a un adulto...
2. Actitud ante el inicio de una crisis: dependerá de si el niño está solo, en el cole-
gio o en casa, de la edad del niño, si habitualmente tiene acceso a la medicación o
no. La información más importante que se debe transmitir ante el inicio de los pri-
meros síntomas de una crisis es:
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Debe contener los aspectos de la enfermedad para lograr con los padres/cuidado-
res un manejo adecuado. Estos aspectos son los siguientes:
• Nº visitas a Urgencias
• Nº dias de absentismo escolar
• Nº noches con síntomas
• Nº exacerbaciones
Ejemplos de plan de acción por escrito podrían ser los siguientes: ver esquemas.
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Global Strategy for Asthma Management and Prevention. 2008. Disponible en: www.ginas-
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adultos (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2005 Número 4.
Oxford: Update Software Ltd. Disponible en: http://www.update-software.com.
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Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus, 2006 Número 4. Oxford: Update
Software Ltd. Traducida de The Cochrane Library, 2006 Issue 4. Chichester, UK: John
Wiley & Sons, Ltd.).
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Seguir tratamiento de
El niño no tiene síntomas
mantenimiento
Valores de FEM normal:
------------------------------------------------
-------------------------------
-
------------ --------------------------------------------
------------------------------------------
Plan de acción:
El niño tiene alguno de estos Usar broncodilatador: -------------------
síntomas:
Fatiga/ahogo
Pitos en el pecho dosis-----------------------------------------
Crisis de tos
Despertar por la noche Si es necesario puede repetir el
No puede jugar o hacer deporte, tratamiento cada 20 minutos hasta
dificultad para el ejercicio físico. 3 veces en una hora y valore como
En lactantes, además: dificultad se encuentra su hijo para saber lo
respiratoria (retracciones), llanto débil, que tiene que hacer a continuación
dificultad para alimentarse.
FEM:------------------------------------
134
Si no mejora: Si ha mejorado:
Tratamiento a seguir hasta que le –Continuar con el broncodilatador:
vea el médico: Dosis Frecuencia
– Broncodilatador :----------------------- ----------------------------------------------------
--------------------------------------------- -----
– Antiinflamatorio:------------------------ Continúe con su tratamiento de fondo
---------------------------------------------- (si su pediatra se lo ha recomendado)
Contacte con su pediatra
Si empeora de nuevo pase al ----------------------------------------------------
siguiente apartado ------
FEM:-------------------------------- Consulte con su pediatra
Su hijo está peor, si tiene fatiga y pitos muy intensos y/o dificultad para respirar
muy marcada y/o tiene habla entrecortada y/o cianosis (amoratamiento)
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136
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