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699109
Sandra Castro
Zipaquirá Cund
2019
Leamos la ciudad
En este texto se planteará la idea central de La ciudad y sus signos, (2002), pp. 515-536 de
Para empezar, es importante destacar el concepto central del texto, el cual, es mostrar como la
ciudad se asemeja a un lenguaje del cual nosotros seremos los lectores, una ciudad que puede
encapsular momentos históricos y reflejar eso en sus huellas, características del paso del tiempo.
La ciudad, así como una persona, está hecha de sueños, vivencias, momentos importantes, luchas,
problemas sociales, conflictos, decisiones económicas y políticas, que sumados conforman una
Además, no podemos olvidar, que así como hay diferentes tipos de libros, hay personas
diferentes y por consiguiente, con las ciudades pasa lo mismo, es lógico que al interpretar algo
cada persona lo haga de forma diferente y esto se debe a muchos factores en concreto como: su
cultura, su raza, sus creencias, su educación, su forma de vida y hasta su situación económica, por
consiguiente, ese valor que encuentra cada persona por una ciudad será diferente hasta en lo más
mínimo y es eso lo que hace a un lugar interesante, esa diversificación de pensamientos que
construimos entre todos, ella reflejará todo lo que somos y en el instante que esto cambie, el
entorno y las memorias se van a desvanecer y quedaran como simples recuerdos de esa ciudad.
Del mismo modo, en el momento que la ciudad tenga cambios drásticos en su aspecto, esto
también influirá en las personas que la habitan, puesto que, cada persona tiene esas memorias o
paisajes familiares antes mencionados, por ejemplo: alguna vivencia, hasta por el simple hecho de
que una persona haya crecido y haya conformado su núcleo social en ese lugar, ya será importante
para ésta de alguna u otra forma y acá es donde tenemos un punto clave, “los significados pasan,
No debemos olvidar, que así como nosotros conocemos eso que han llamado clases sociales, la
ciudad también lo refleja y es que, este espacio evidencia a sus habitantes hasta en lo más mínimo,
por ejemplo: no es lo mismo estar en una calle conocida del norte de Bogotá al estar en una calle
conocida del Sur de ésta o de sus cerros, hay lugares donde con el simple hecho de ver las fachadas
de sus viviendas podremos conocer algo de las personas que la habitan y así como lo mencionan
en el libro, las ciudades pueden ser más explicitas que el lenguaje, pueden expresar mucho más
que las palabras y al mismo tiempo puede ser más hostil y cruda que otra cosa.
Por consiguiente, ahora vemos como es que las personas somos cada vez menos sociables,
desconfiados y vemos a los demás con un obstáculo que debemos sobrepasar a como dé lugar, esto
se debe a esos cambios hechos en la ciudad, en gran parte, por los grandes mandatarios que quieren
a las personas en sus casas y que pasen de ser ciudadanos, a ser un numero en el rating de sus
canales de televisión que sólo fingen crear una realidad frente a una pantalla.
Conclusión
Para terminar, pienso que el escritor de este libro trata el tema de una manera muy clara e
impactante, siendo concreto y coherente en los argumentos que plantea, lo que para mí concierne,
genera esa necesidad de replanteamiento y cambio en las personas, hace que analicemos la ciudad
de una forma diferente, donde somos parte de ella y por consiguiente debemos tener ese sentido
de pertenecía, ya que, es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestros días, somo quienes
construyen esa estética urbana y por eso mismo tenemos que luchar por conservar esos espacios
momento que valoremos eso será muy tarde y nuestra ciudad estará diluida en sólo recuerdos.