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Staff
TRADUCCIÓN:
• Jeivi37
• BLACKTH➰RN
• Roni Turner
• Lost Carstairs
• Mare

CORRECCIÓN:
• BLACKTH➰RN

EDICIÓN DE PDF:
• BLACKTH➰RN

Esta traducción llega a ti gracias a Ciudad del


Fuego Celestial, es una traducción sin ánimos
de lucro por fans y para fans, te animamos a
apoyar al autor comprando su obra si ésta
llega a tu país.

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Un agradecimiento especial para Stephanie True Peters por ayudarme con
este libro.

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Índice
• Título (2)
• Staff de traducción (3)
• Dedicatoria (4)
• Índice (5)
• Asgard: Hogar de los Aesir (6)
• Sólo Otra Cabeza Decapitada: Por Odín (9)
• Midgard: Hogar de los Humanos (16)
• Este Es El Porqué Odio Ir A Comprar Ropa: Por Amir Fadlan (17)
• Nidavellir: Hogar de los Enanos (26)
• A Mi Pequeña Luz La Dejaré Brillar: Por Blitzen (29)
• Alfheim: Hogar de los Elfos (35)
• Hablando de Trolls: Por Hearthstone (38)
• Jotunheim: Hogar de los Gigantes (45)
• Mi Física De Octavo Es Actualmente Útil: Por Samirah al-Abbas (48)
• Helheim: Hogar de Hel y los Muertos Deshonrosos (54)
• Buen Perrito: Por Thomas T.J. Jefferson (56)
• Niflheim: Mundo de Hielo y Niebla (64)
• ¡También Tu Cara!: Por Mallory Keen (67)
• Vanaheim: Hogar de los Vanir (75)
• Bueno, Eso Fue Una Sorpresa: Por Halfborn Gunderson (78)
• Muspellheim: Hogar de los Gigantes, Fuegos y Demonios (85)
• Jugando Con Fuego: Por Alex Fierro (88)
• ¡Meta Completada! O Algo Así…: Por Thor (99)
• Glosario (100)

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Sólo Otra Cabeza Decapitada
Por Odin
Traducido por: Jeivi37

Corregido por: BLACKTH➰RN

Mis einherjar tienen un dicho: a veces eres el hacha y a veces eres la cabeza
decapitada. Me encanta, mande hacer remeras para la tienda de regalos del hotel
Valhalla.
Como el Padre de todo, Dios de la sabiduría, Rey de Asir y Soberano de Asgard
soy usualmente el hacha. Fuerte. Poderoso. En control.
Usualmente. Pero una vez, hace no mucho… bueno, solo diremos que las cosas
no fueron bien.
Empezó cuando Hunding, el botones del Valhalla, me informó de un disturbio en
el salón de banquetes del muerto.
“¿Disturbios?” pregunté mientras abría la puerta del salón.
¡Splat!
“Pelea de comida, Señor Odin”
Quité un pedazo de Saerhrimnir crudo de mi nuca “Ya veo”
No era solo una pelea de comida, era una pelea de comida de Valkirias. Arriba
mío había docenas o más de elecciones del menú del muerto volando lanzadas y
bombardeadas mientras se arrojaban unos a otros carne de bestia de banquete,
papas, pan y otros comestibles.
“¡Basta!”

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Mi voz envió una shockeante ola por todo el salón. Toda pelea paró.
“Suelten sus armas.”
Bifes de Saerhrimnir y otras comidas golpearon el piso.
“Ahora limpien este desastre y piensen en lo que hicieron.”
Mientras las valkirias se movían para buscar las mopas, le hice señas a Hunding,
quien estaba cobardemente en una esquina para que me siguiera. “Camina
conmigo.”
Nos abrimos camino por el hotel Valhalla, el eterno hogar de mis einherjar -
mortales que murieron heroicamente. Mis nobles valkirias son las encargadas de
despachar los muertos aquí, donde los valientes guerreros entrenan para pelear
junto a los dioses contra los gigantes en Ragnarok, el Día de Doom. (Si deseas
saber más sobre este programa después de la vida, refiérase a mi folleto
informacional Muriendo para pelear)
Me detuve al final de una escalera de piedra. “Desde la muerte de Gunilla, capitana
de las valkirias, algunas de mis doncellas se han vuelto… indomables.” Toqué mi
cara donde la carne cruda golpeó. “Esperaba que las Valkirias hubieran elegido a
su capitana ellas mismas. Ya que no lo hicieron, tendré que intervenir.”
Hunding se vio aliviado. “¿Tiene al reemplazo de Gunilla en mente, Señor Odin?”
Tristemente, no. Mi primera elección, Samirah al-Abbas, eligió ser mi valkiria
encargada de asignaciones especiales en lugar de capitana. Todavía no tengo una
segunda elección.
“Dile a los guardias reales que traigan candidatos a la Sala Cosa en una hora. Estaré
escaneando los Nueve Mundos desde Hlidskjalf si me necesitas. ¿Y, Hunding?”
“¿Si, Señor Odin?”
“No me necesites.”
Subí las escaleras a mi pabellón y me hundí en Hlidskjalf, el trono mágico desde el
cual puedo ver dentro de los Nueve Mundos. El asiento acuñó mi trasero con su
suave forro de armiño. Tomó unos respiros profundos para enfocar mi
concentración, y entonces mirar hacia los mundos más allá.
Usualmente comienzo con un vistazo de mi propio reino, Asgard, luego circulo a
través de los ocho restantes: Midgard, reino de los humanos; El reino de los elfos
de Alfheim; Vanaheim, dominio del dios Vanir; Jotunheim, tierra de los gigantes;
Niflheim, el mundo de hielo, bruma y niebla; Helheim, reino de los muertos
deshonrosos; Nidavellir, el sombrío mundo de los enanos; y Muspellheim, hogar
de los gigantes de fuego.
Esta vez no pasé de Asgard. A causa de las cabras.

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Específicamente las cabras de Thor, Marvin y Otis. Ellas estaban en el Bifrost, el
puente radioactivo arcoiris que conecta Asgard con Midgard, usando pijamas. Pero
no había señal de Thor, lo que era extraño. Él usualmente mantiene a Marvin y
Otis cerca. Él los mata y come cada día, y ellos vuelven a la vida la siguiente
mañana.
Más perturbador era Heimdall, guardián del Bifrost. Él estaba saltando alrededor
en cuatro patas como un lunático trastornado. “Así que, esto es lo que quiero que
ustedes chicos hagan.” Le dijo a Otis y Marvin entre saltos. “Jugueteen.
Diviertanse. Brinquen. ¿Bueno?”
Separé las nubes. “¡Heimdall! ¿Qué en el Helheim estás haciendo allí abajo?”
“¡Oh, hey, Odin!” La chirriante voz de helio de Heimdall hizo que mis dientes se
sintieran sensibles. Él saludó con su phablet. “Estoy haciendo un tierno video sobre
bebés cabra para mi historia de Snapchat. Los videos de bebés cabras son grandes
en Midgard. ¡Grandes!” Abrió sus manos para demostrarlo.
“No soy un bebé” respondió Marvin de inmediato.
“¿Soy tierno?” Se preguntó Otis.
“¡Guarda esa phablet y ponte a hacer tu trabajo de una vez!”
De acuerdo a la profecía, Gigantes asaltarán el Bifrost como señal de que Ragnarok
estaría sobre nosotros. El trabajo de Heimdall es hacer sonar la alarma con su
cuerno Gjallar - Trabajo que no será capaz de hacer si está haciendo historias de
Snapchat.
“¿Puedo terminar mi video de bebés cabras primero?” Rogó.
“No.”
“Aw.” Se volvió a Otis y Marvin “Supongo que eso es todo, chicos.”
“Finalmente,” dijo Marvin.”Me iré a pastar.” Saltó fuera del puente a una muerte
casi segura y resurrección del día siguiente. Otis suspiró algo sobre el pasto siendo
más verde en el otro lado, entonces saltó después de él.
“Heimdall,” dije “¿Necesito recordarte qué podría pasar si incluso un Jotun se
cuela en Asgard?”
Heimdall inclinó su cabeza. “Emoji de carita pidiendo disculpas.”
Suspiré. “Si, está bien. Yo..”
Un movimiento en el jardín del Hotel Valhalla llamó mi atención. Miré más de
cerca. E inmediatamente deseé no haberlo hecho.
Piernas esparcidas y vistiendo nada más que shorts cortos, Thor estaba doblándose,
retorciéndose y en cuclillas. Atado a su tobillo estaba un aparato que lucía como
un valknut, un diseño de tres triángulos interbloqueados.

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“¿Qué en mi nombre está haciendo mi hijo?” pregunté desconcertado.
“¿Quién, Thor?” Heimdall miró sobre su hombro. “Él está precalentando para
correr por los Nueve Mundos.”
“Una carrera. Por los Nueve mundos,” repetí.
“Sip. Si él registra diez millones de pasos en su FitnessKnut - esa cosa alrededor de
su tobillo - gana aparecer en un cameo en un show de televisión en Midgard. Es
por eso que yo tenía sus cabras. Dijo que lo hacen ir mas lento.”
“¡Eso es ridículo!”
“No en realidad. Esas cabras no son en realidad muy rápidas. A no ser que caigan
en picada, eso es.”
“Lo que quise decir es… olvídalo.” Puse mis manos alrededor de mi boca. “¡Thor!
¡Thor!”
Heimdall se tapó los oídos. “Está escuchando rock”
“¿Rock ‘n’ roll?”
“No, solo rock. Roca, grava, piedras” Heimdall hizo una pausa. “¿O dijo Los
Stones?”
Gracias a mi, un cuervo mensajero se precipitó al pabellón justo entonces para
presentarme en la reunión de guardia real.
“Al fin” murmuré mientras me encaminaba a la Sala Cosa “Un momento de
cordura.”
Abrí la puerta de la sala de conferencias para encontrar a mi consejero de confianza
girando en su silla de cuero reclinable.
“Cualquiera que gire por más tiempo sin enfermarse gana.” gritó uno de los Eriks.
“¡Guardias!” rugí “¡A la orden!”
Mis consejeros empujaron sus sillas a la mesa rápidamente (excepto por Snorri
Sturluson, quien fue hasta el contenedor más cercano y vomitó). Tomé asiento a
la cabeza de la mesa y asentí a Hunding. “Haz entrar a las candidatas.”
La primera nominada fue Freydis, hija de Erik el rojo. Freydis fue una buena
valkiria en su momento. Pero juzgando por su joroba, sonrisa vacante y ojos
lechosos, los años no fueron buenos con ella.
“Erik,” observé “tu hija es literalmente anciana.”
Erik me apuntó con dos lanzas de dedos “anciana es igual a experiencia, ¿Estoy en
lo cierto?”
“No en este caso” agradecí a Freydis por su pasado servicio y la envié cojeando a
su camino.

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La siguiente fue Kara, una bien intencionada y torpe elfa que ríe sin cesar. Ella solo
se volvió valquiria por su muy vieja relación con Helgi, gerente del Hotel Valhalla.
¿Una linda chica? Si. ¿Digna de liderar mis guerreras?
“Ah, no.” repliqué a su mirada esperanzadora.
Boudica, la temible reina de los celtas y una valquiria desde el año 61, fue la
elección de Davy Crockett. Ella irrumpió blandiendo su espada, barrió la
habitación con una impaciente mirada, entonces echó la cabeza hacia atrás y aulló
de rabia.
“¡Me dijeron que habría bocadillos!” Ella decapitó la lámpara de pie más cercana
que encontró.
Me pellizqué el puente de la nariz. “Al menos el próximo candidato no podría ser
peor.”
El siguiente candidato fue peor.
Una vieja decrépita de cabello gris fibroso y sucio con túnicas raídas entró en la
habitación. Su aroma corporal me golpeó al mismo tiempo que el reconocimiento.
Salí disparado de mi asiento y convoqué a Gungnir, mi lanza mágica. “¡Tu!”
La bruja emitió una carcajada flemosa. “Oh, me recuerdas,¿No es así, viejo de un
ojo?”
“¡Te exilié de las valkirias hace siglos!” fulminé con la mirada a mis guardias.
“¿Quien se atreve a traer esta bruja ante mi?”
“Oh, no les grites,” reprendió. “Cuando escuché que estabas eligiendo a una nueva
capitana para las valkirias, no me pude resistir a venir.” Ella tosió algo asqueroso
en su palma y luego se lo limpió en sus ropas.
“Le ruego me perdone, Señor Odin” susurró Hunding, “¿Pero quién es ella?”
“Hladgunnr,” gruñí “Hija de Hel, nieta de Loki. Ella plagó el Valhalla con sus
trucos.”
Hladgunnr gritó alegre “¿Recuerdas esa vez que dejé un rastro de nueces para guiar
a Ratatosk a Laerard?”
“¿Esa fuiste tú?” Snorri clamó. “¡Los insultos de las ardillas agriaron el aguamiel de
Heidrun!” enterró la cara en sus manos. “¡Arruinó la cena!”
“¿Qué puedo decir?” me guiñó un ojo. “Las travesuras son lo mío.” El aire a su
alrededor onduló y ella empezó a encogerse.
Alarmas sonaron en mi cabeza. “Hladgunnr heredó las maneras engañosas de Loki,
no su poder para cambiar de forma.”
Chillando de risa, el impostor se transformó en un águila calva.

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“Utgard-Loki” Una corriente de miedo se dispersó entre mis guardias cuando me
escucharon nombrar al actual rey de los gigantes de las montañas. terminé el
asunto empujando a Gungnir al ave. “¿Cómo lograste entrar a este mundo?”
El águila se burló. “Una inesperada oportunidad se presentó. Y la tomé.”
Hice una mueca. “Heimdall y su video de bebés cabra.”
“¡No soy un bebé!” Gritó Marvin desde algún lugar fuera del hotel.
“¿Y Hladgunnr?” demandé.
“Ella vino a mi cuando la exiliaste. Horrible, pero un gran recurso de información,
hasta el final. Su final, eso es.” Utgard-Loki señaló con un ala a través de su cuello.
“Es impresionante que ella fuera tan fácil. ¿Humillarte en frente de tus guardias?
Eso fue un bonus extra.”
Escuché demasiado. Retrocedí y arrojé mi lanza. Nunca falla, aún así Gungnir pasó
junto al águila.
Utgard-Loki graznó de risa. “El poderoso Odin, ¿Frustrado por un poco de magia
de distorsión? ¡Este es un buen día!”
Parpadeé y vi que el águila ya no estaba en la mesa - quizás nunca lo estuvo - sino
en una ventana abierta. Me saludó con un ala, y voló hacia las distantes montañas
de Jotunheim.
Me hundí en mi asiento. “Vacíen la sala.”
Los guardias hicieron una rápida retirada. En el silencio que le siguió, un
pensamiento se coló en mi mente: a veces eres el hacha, a veces eres la cabeza
decapitada.
Nunca me había sentido más decapitado en mi vida. No me gustó. Así que decidí
ser el hacha.
“Hunding, para de merodear en el pasillo y entra aquí.”
El botones asomó su cabeza por la puerta. “No estaba merodeando,” dijo a la
defensiva. “Estaba quieto.”
“Entra. Necesito que hagas tres cosas. Primero: Encuentra la forma de rastrear el
Fitness Knut de Thor. Avísame de su paradero en todo momento.”
“¿No va a recorrer los mundos en orden?”
Hice mala cara. “El sentido de orientación de Thor es terrible. Es mas probable
que su camino sea errático. Para continuar. Segundo: Ten escuadrones de einherjar
de ataques de lanzamiento sorpresa en el Bifrost. Quiero saber que Heimdall está
en guardia.”
“Muy bien, señor. ¿Y la tercera cosa?”

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“Infórmales a los guardias que a partir de mañana, no estaré disponible por un
tiempo.” Transformé mi apariencia de un robusto dios de la sabiduría de un ojo a
una hermosa mujer de dos ojos vestida con cota de malla. “Estaré viviendo con
mis valkirias para decidir por mí mismo cuál de ellas merece ser capitana.”
Hunding levantó una poblada ceja. “¿Una idea de Utgard-Loki, Señor Odin?”
“La sabiduria puede provenir de cualquier recurso solo si uno busca lo suficiente.”
Hice una pausa, pensando. “Pongamos eso en una remera. Y, ¿Hunding?”
“¿Mi señor?”
Me transformé nuevamente a mi propia forma. “Descarga videos de cabras bebés
en mi phablet. Debo saber a qué viene tanto escándalo.”

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Este Es El Porqué Odio Ir A
Comprar Ropa
Por Amir Fadlan
Traducido por: BLACKTH➰RN

“Amir, te ves horrible.” Mi prometida, Samirah al-Abbas, observaba mi vestimenta con


incrédulo horror.

“¿En serio?” Miré hacia abajo para verme. “¡Pero es un esmoquin!”

“¡Un esmoquin azul pastel!”

“Con una camisa arrugada que combina y un corbatín de moño flojo,” dije en defensa.
“Mi tío me lo prestó. Creo que impresionará a tus abuelos, ¿tú no?”

“¡Es el cincuenta aniversario de bodas de Jid y Bibi!” farfulló Sam. “No puedes usar…”

“Samirah.” Mi padre emergió de la cocina. “Te está tomando el pelo.”

Los ojos castaño-rojizos de Sam ardieron peligrosamente, y de pronto me di cuenta que


jugarle una broma a una Valkiria no era la mejor idea que haya tenido.

“Estaba por ir a la tienda de Blitzen ahora mismo.” La tranquilicé precipitadamente.


“Escogeré algo apropiado, lo prometo.”

“Iré contigo, sólo para asegurarme,” dijo Sam.

Mi padre se aclaró la garganta y levantó sus cejas.

“No te preocupes, papá,” le dije. “Blitz estará ahí para ser nuestro chaperón.”

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“Bueno saberlo,” respondió mi padre. “Pero en realidad iba a sugerirte que te cambiaras
antes de irte.”

“Oh. Cierto. Dame cinco minutos.”

Corrí escaleras arriba hacia mi habitación y empecé a desvestirme. Luego me congelé. Por
el rabillo del ojo, vi una sombra moverse fuera de mi ventana. Alguien estaba en la salida
de emergencia. Los cabellos de mi nuca se erizaron. Con mi corazón bombeando, caminé
de puntillas y abrí la cortina una pulgada.

Una paloma se abalanzó hacia mi cara. Brinqué hacia atrás, me tropecé y aterricé sobre
mi trasero.

“Estúpido pájaro,” murmuré. Rápidamente cambié el esmoquin por jeans descoloridos y


una playera blanca, entonces me apresuré a bajar las escaleras.

Sam estaba en su celular. Odín, me articuló. Escuchó por un momento, colgó el teléfono
y me dio una mirada de disculpa. “Tengo que irme. Una extracción de último minuto
einherji. No debería tomar mucho tiempo. Te veré en Blitzen's ¡No compres nada hasta
que llegue ahí!”

La encaminé hacia la puerta. Sam miró de izquierda a derecha, luego saltó al aire y se fue
volando.

“Nunca me acostumbré a eso,” murmuré.

A diferencia de la mayoría de los mortales, puedo ver a través del glamour, la fuerza
mágica que enmascara la realidad. Puedo agradecer —o maldecir— a Magnus Chase por
hacer eso posible. El pensó que era mejor que supiera de la vida de Valkiria de mi
prometida. Me pregunté que habría pensado mi padre de la repentina desaparición de
Sam. ¿Un servicio de Uber súper rápido, tal vez?

Tener mi mente abierta de este modo no era siempre divertido. Por ejemplo, en mi
camino hacia Blitzen’s, pasé a Thor. Lo vi como realmente era: un sudoroso musculoso
pelirrojo en shorts de cuero que dejaban poco a la imaginación. Aunque por la forma en
la que otros peatones se movían al otro lado apresuradamente, es posible que ellos hayan
vislumbrado un poco del Thor real también.

Blitzen’s Best, la tienda de ropa, operada por y propiedad del amigo enano de Sam, ayudó
a borrar la imagen de Thor de mi mente, no soy mucho del tipo que se preocupa por su
vestimenta excesivamente—sólo dile no al look hipster con chongo es mi lema—pero los
coloridos diseños de Blitz me hablaron. Sin embargo, no parecían llamar a nadie más.
Estaba solo en la tienda.

“Hey, Blitz, ¿estás aquí?”

Un hombre delgado con ojos muy juntos, cabello irregular castaño claro y un escaso
bigote emergió de la parte trasera de la habitación. Enroscó sus manos contra su pecho,
como un roedor en sus patas traseras. “El enano no está justo ahora,” me informó en una
voz delgada y melodiosa. “Soy Stan, ¿Puedo ayudarlo con su compra?”

Para mí, comprar ropa significaba agarrar el tamaño correcto de jeans de una pila
desequilibrada. No estaba acostumbrado a tener la oferta de un vendedor para ayudarme,
y nunca supe que Blitz tuviera un empleado. Pero nuevamente, estaba en la calle

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Newbury, casa de las más exclusivas boutiques de Boston, donde los clientes esperaban
servicio personalizado. Así que seguí la corriente, cautelosamente.

“Claro, supongo.” Seleccioné un par de pantalones azul oscuro de un estante cercano.

“Voy a ir a una fiesta de 50 aniversario, así que estoy buscando algo especial para
ponerme.”

“Especial. Sí.” Tomó los pantalones de mis manos y los regresó al estante.

“Éstos no son especiales.”

Estaba muy seguro de que Blitzen no estaría de acuerdo, pero no dije nada.

Stan retorció sus manos al tiempo que sus ojos alerta observaban mi figura.

“Tal y como lo pensé. Es elegante. Alto, pero no demasiado alto. Sus piernas son
delgadas.” Levantó su mirada hacia mí. “Tengo algo especial que le quedará como una
segunda piel. Espere aquí.”

No voy a mentir. Cuando Stan desapareció en la parte trasera de la habitación, casi huyo.
El tipo me dio seriamente una vibra extraña. Pero la fiesta era esa noche. Si no conseguía
nada en esta tienda, terminaría usando el esmoquin azul. Mejor correr el riesgo.

La rareza de Stan por encima de la ira de Sam.

Stan regresó con un par de pantalones café claro de piel. Acarició el material, que no era
como ninguna piel que haya visto antes. “Pruebe estos.” Extendió sus brazos sin dejarme
otra opción más que agarrar los pantalones. “Póngaselos y nunca se los va a quitar.”

“Uh, espero que te refieras a que nunca voy a querer quitármelos,” corregí.

“¡Los usará para siempre!"

La voz de Stan tomó un margen febril el cual hizo que me arrepintiera de no haber huido.
Decidí apaciguarlo al probarme los pantalones, luego exclamaría que no me quedaban,
eran muy caros o algo, y salir de ahí rápido.

Levanté los pantalones para examinarlos en las luces brillantes del vestidor.

Parecía que se acomodaban al cuerpo, como skinny jeans, afilados en el talón y ajustado
a través de las caderas y muslos. La particular piel era ligera y se sentía como de papel.

Eran de quitaipón, sin cremallera, solamente un único botón de marfil en la cintura.


Saliéndose del único bolsillo frontal había un trozo de papel amarillo arrugado con un
símbolo garabateado en tinta café rojiza.

“Todavía no se los ha puesto.”

Casi salto fuera de mi piel. Stan estaba justo afuera de la cortina, no lo había escuchado
aproximarse.

“Uh, un segundo.” Metí el papel de regreso al bolsillo, pateé mis sneakers y me quité los
jeans. Mi celular se cayó al piso. Me debatí textearle a Samirah para decirle que se apurara,
luego recordé que estaba haciendo su cosa de Valkiria. Puse mi teléfono de regreso en los
jeans y los coloqué en el banco del vestidor. Entonces me paré sobre los pantalones
ajustados, los jalé hacia arriba y pegué el botón.

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¡Vvvtttt! Con un sonido como el de la boquilla de una aspiradora aspirando un pedazo
de papel, de pronto los pantalones se acomodaron alrededor de mi cuerpo.

“¡Hey! ¿Qué demonios?”

La cortina se abrió. Stan se paró ahí, circulando sus manos en el aire. “Te los pusiste. De
buena gana. Con tus propias manos.”

“Sí, y ahora me los estoy quitando. Inmediatamente. ¡Con fuerza!” mis dedos escarbaron
el botón, pero no se desabrochaba. Empujé mis pulgares dentro de la cintura y traté de
introducirlos. La piel se pegó a mi como si estuviera pintada. Tiré de los talones, clavé mis
dedos en los costados. Los pantalones no cedían o se desgarraban.

“El bolsillo. ¡Revise los bolsillos!” Stan observaba los pantalones, lo cual no hizo nada
para disipar mi creciente alarma.

“No hay nada en él salvo un viejo pedazo de papel.”

Stan dio un paso adelante. “Revise. Otra vez.” Enunció cada palabra en una voz que ya
no era delgada y melodiosa, sino trastornada y peligrosa. “¡Ahora!”

“¡Okay okay, relájate! Estoy checando.” Deslicé mi mano dentro y parpadeé. MisMis
dedos tocaron una moneda. Medio dólar, a juzgar por el tamaño. La retiré y tragué saliva.
“¿Esto es… oro?”

Stan sacó sus manos enroscadas. “Démelo.”

Aturdido, la lancé en las palmas de sus manos.

“El bolsillo,” susurró Stan. “Otra vez.”

Saqué una segunda moneda de oro. Luego una tercera y una cuarta. Tan pronto como
removía una, otra tomaba su lugar. En cuestión de segundos, monedas se derramaban de
las manos de Stan hacia el piso. Se agachó y empezó mover sus dedos hacia la pila
brillante. Me orillé hacia el frente de la tienda. “Okay, bueno, esto ha sido divertido y
obviamente estás ocupado, así que si me pudieras decir cómo quitarme los pantalones,
me iré por mi camino.”

“No puede irse,” dijo Stan, aún jugando al Sr. Monedero* con las monedas. “No mientras
esté usando el nábrók.”

“¿Nábrók? ¿Qué significa eso?

Stan me echó un vistazo y sonrió lentamente. “Necropants”**

Palidecí. Había visto suficientes dramas criminales para saber que el prefijo necro significa
muerte. “Sólo para ser claro, ¿Nábrók significa pantalones de la muerte?” Tragué
fuertemente.

“¿Los pantalones me van a matar?”

“No. Me malentendió.”1

*Mr. Moneybags en el original, money significa dinero y bag significa bolsa, sin embargo no encontré una palabra en
inglés que se llamase moneybag, lo más parecido al significado en español sería “monedero”
**Decidí dejar la palabra como venía en el libro originalmente, por estética.

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El alivio me recorrió el cuerpo. “Por un momento pensé…”

“Nábrók son pantalones hechos con la piel de una persona muerta.”

Tapé mi boca con mi mano para evitar vomitar.

“Estos necropants han estado en mi familia por generaciones,” dijo Stan.

“Fueron creados por mi ancestro, un poderoso hechicero especializado en magia negra.


El símbolo en el papel es un hechizo poderoso escrito con la sangre del difunto. El
hechizo… hace monedas de oro. Para siempre.”

“¡Entonces toma el papel!” Lloriqueé. “No lo quiero.”

”¡Tonto!” Stan se paró. “El hechizo debe permanecer en el bolsillo. Es activado solamente
cuando un descendiente varón del hombre muerto de buena gana y por su propia mano
se pone los pantalones.”

“¿Un descendiente varón?” Horror recorría mis venas. “¿Quieres decir que estos son…?”

“Hechos con la piel de tu ancestro, sí.”*

“¡Ahhhh!” Desesperadamente clavé mis uñas en los pantalones. No quería usar a mi


tatarabuelo o a cualquier otra persona. Pero eran invulnerables. Los ojos de Stan brillaron.
“Te he estado observando, Amir Fadlan, esperando mi oportunidad para dártelos.”

Recordé la sombra cruzando mi ventana y una vez más, casi vomito. “¿Dónde está Blitzen?
¿Qué has…?”

¡Ding-a-ling!
La campana encima de la puerta de la tienda tintineó. “¿Amir? ¿Blitzen? ¿Alguien?”
preguntó una voz. “Cielos, podría robar este lugar y nadie lo sabría.”

Aguanté mi respiración. Alex.

Alex Fierro era un einherji de género fluido del Hotel Valhalla y el medio hermano** de
Samirah. Sonaba como hombre en este momento—y un poco confundido.

“Conoces a esta persona.” Me dijo Stan como una declaración, no como una pregunta.
“Si valoras su vida, vas a permanecer callado. Yo también sé usar magia negra.”

Me dio una mirada de advertencia, retomó su actitud complaciente, y se apresuró hacia


el frente. “Buenas tardes. ¿Puedo serle de ayuda?”

Tenía una visión limitada de Alex a través de la cortina. En su llamativa vestimenta y su


cabello teñido de verde, parecía más en casa en Blitzen’s Best de lo que yo jamás podría.
Pero él no me vió, y yo no me atreví a llamar su atención.

Stan, obviamente, tenía más sorpresas desagradables bajo la manga.

“¿Quién eres?” preguntó Alex. “¿Dónde está Blitz?”

* A partir de aquí Stan comienza a tutear a Amir.

** En inglés dice “sibling”, que es una palabra neutra para referirse tanto a hermano como a hermana.

21
“Soy Stan. El enano se ha ido a su apartamento para recuperar suministros de moda
necesarios.”

Alex apoyó un codo sobre el mostrador. “¿Stan, huh? Bueno, Stan, estoy buscando a un
chico que vino aquí a comprar una vestimenta para un aniversario 50 de bodas. Alto,
delgado, y atractivo, con un ligero aroma a falafel. ¿Ha venido aquí?”

“No he visto a esa persona.”

“Bueno, quizás podría coger algo para él. Diablos, yo también podría conseguir unas cosas
para mí.”

“No. Estamos cerrando ahora. Buen día.” Stan se movió hacia la puerta y la abrió para
Alex.

“¡Chist, aguanta un momento, amigo!* Debo llamar a su prometida primero.” Alex sacó
su celular y marcó un número. Un tono de llamada apagado sonó de mis jeans en el
banco del vestidor… el tono de llamada para Alex. Me estaba llamando al celular. Pero
si lo contestaba, Stan podría poner un hechizo en…

“Whoops, número equivocado.” Alex colgó y marcó nuevamente.

“¿Samirah? Sí, estoy en la tienda de Blitz. Este tipo Stan dice que el enano no está y que
Amir no ha estado aquí. Tampoco me venderá nada porque están cerrando, como, justo
ahora.”

Alex escuchó por un momento, luego se rió. “Oh, definitivamente trae eso, así cuando lo
veas, podrás dejarle tenerlo.”

¿A qué se refiere Alex con “eso”? Me pregunté.

Alex colgó “Ella no está para nada feliz.”

“Va a salir ahora.”

“Sí, sí.”

Alex empujó el mostrador y se paseó hacia afuera. Stan aseguró la puerta y regresó al
vestidor. Sin advertencia, agarró mi brazo y lo torció por detrás de mi espalda. El dolor
explotó en mi hombro.

“Es hora de irse.”2

“¿Ir a dónde?”

“No tienes que preocuparte de eso, mi mascota,” dijo Stan, “porque eso es exactamente
lo que eres ahora—mi mascota.” Ir a cualquier lado con él se veía como una muy, muy
mala idea. Por otro lado, se veía como un plan fabuloso. “¡Espera! ¿Qué hay del oro?
¿No deberíamos—deberías—traerlo?”

Stan se rió. “El nábrók dará un abundante suplemento. Sin fin.”

“¿No puedo al menos ponerme mis jeans? Me quedarán encima de los—los necropants.”

*Sheesh, hold your horses, pal! en el original, la frase “hold your horses” es usada para decirle a alguien que se
detenga un momento y considere cuidadosamente su decisión u opinión sobre algo.

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Casi pierdo mi almuerzo diciendo la palabra. “Y esconderlos de ojos curiosos”

“¿Quién se daría cuenta?” se burló Stan.

“Heimdall.” El nombre del guardián apareció en mi cabeza. Con su mirada de alto rango,
podía reconocer problemas en los Nueve Mundos—cuando no estaba mirando su
phablet. “Él y yo tenemos una conexión especial. Incluso se tomó una selfie conmigo.”

Stan se detuvo, considerando. “Muy bien.” Soltó mi brazo. “Pero no intentes nada tonto.”

Naturalmente, intenté algo tonto. En lugar de ponerme mis jeans, cogí el arma más
cercana—mi sneaker izquierdo—y lo lancé a su cabeza.

Con un ágil y rápido movimiento, Stan atrapó mi sneaker con una mano y recapturó mi
brazo con la otra “¿Un zapato?” gruñó. “¿Quién lanza un zapato? ¡Honestamente!” Me
empujó a través de la cortina y luego se detuvo en seco.

Sam se paró en medio de la tienda. Con una lanza de luz brillante y un casco encima de
su hijab verde, parecía extremadamente peligrosa. Si nuestra religión no lo prohibiera,
habría tenido que besarla.

“Déjalo ir.” La voz de Sam radió con poder de Valkiria. “Amir me pertenece.”

Mi corazón se hinchó con orgullo. Sentía como si pudiéramos conquistar el mundo entero
juntos y—

“No más,” se burló Stan. “Mientras use el nábrók, está atado a mí.”

Oh.

Sam se vió confundida por un segundo. Apunté hacia mis pantalones. Ella asintió y dijo,
“Bueno, ¡Entonces solamente tendremos que desatarlo!” Escuché un sonido silbante atrás
de mí. Stan se puso rígido y aventó mi brazo como una papa caliente. Me di la vuelta
para encontrar a Alex sosteniendo un extremo de su garrote dorado como una correa.

El otro extremo estaba enrollado alrededor de Stan, amarrando sus brazos a sus costados.

Stan escupió una sarta de maldiciones.

“¡Oh, cierra la boca!.”* Sam agarró un par de argyles** y los puso dentro de la boca de
Stan.

Alex, mientras tanto, ojeó mis piernas. “Lindos pantalones.”

“Sí, no realmente.” Le dije la disgustante verdad acerca de mi atuendo.

“Asqueroso,” dijo Alex.3

“Hay más.” Les enseñé el papel con el hechizo.

Sam hizo una mueca. “Magia negra. Odio la magia negra. Sin embargo, la magia blanca…

*Oh, put a sock in it! en el original, es una frase utilizada para decirle a alguien que se calle, un modismo netamente
de los países de habla inglesa.

**Calcetines con diseño de rombos

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Tocó la punta de su lanza con el papel y se desvaneció en una nube de sangre roja. “La
magia blanca me viene muy bien.”

Stan dejó salir un aullido amortiguado de furia.

“Oye, Amir.” Alex señaló los necropants. “Vamos a pelarlos.”

“¡Alex!” lloró Sam, sonrojándose

Alex rodó los ojos. “Me refiero a que se los quitemos—en la habitación de atrás,
obviamente,” añadió cuando Sam se sonrojó en un tono aún más profundo de rojo.”

“Aquí tienes la correa de Stan.”

Le dio a Sam el extremo de su garrote, tomó su lanza y me siguió dentro del vestidor.
Alzó sus cejas al ver la pila de monedas de oro, luego se volteó hacia mí. “Quédate
quieto.”

“¿Qué estás— ¡Hey!”

Con tres rápidos y demasiado cercanos movimientos de la punta de la lanza, Alex cortó
los pantalones de mis piernas. Supongo que la magia blanca superó a la negra una vez
más. Las piezas se desmoronaron en piel muerta, que lentamente se desintegró en polvo.

“Huh. Eso no es algo que veas todos los días,” dijo Alex. Luego miró hacia mis bóxers e
hizo una cara. “O eso.” Me lanzó mis jeans y se volteó para que pudiera vestirme con
algo de privacidad.

“¿Qué te alertó—sobre Stan, quiero decir?” pregunté.

“Un par de cosas,” respondió Alex. “Se refirió a Blitzen como el enano y clamó que tú
nunca habías estado aquí. Conociendo lo aterrorizado que estás de Sam—“

“¡No lo estoy!”

“—Pensé que no era propio de ti saltarte la excursión de compras. Así que, puse a prueba
su historia y te llamé al celular. Cuando escuché mi tono de llamada, supe que estaba
mintiendo acerca de ti estando aquí. ¿Pero la pista más grande? Se negó a venderme
cualquier cosa. O sea, vamos.” Él hizo un gesto a su chaleco rosa de cachemira y apretados
pantalones de color verde lima. “Un verdadero vendedor de ropa habría visto signos de
dólares en el momento en el que caminé dentro de la tienda.” Empujó las monedas de
oro con su bota rosada.

“Pero supongo que tenía todo el dinero que necesitaba.”

“Y más de donde vino eso.” Me estremecí. “Me iba a usar como su cajero automático
privado. Para siempre.”

“Viejo.” Alex dejó caer una reconfortante mano en mi hombro. “Eso habría apestado.”

“Si ustedes chicos están listos,” llamó Sam, “Me gustaría marcarle a Blitzen, asegurarme de
que está bien. Quiero hablar con Odín también. Él sabrá qué hacer con esta persona
repugnante.”

“Un momento.” Recogí las monedas del suelo. “Estoy tomando éstas para el Chase
Space,” le dije a Alex, refiriéndome al albergue para niños sin hogar de nuestro amigo
Magnus. “Donación anónima para los niños. Excepto por esta.” Puse una moneda en el

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mostrador, dentro de la caja registradora, luego agarré los pantalones azul oscuro, una
camisa rosa de seda y un chaleco de cachemir a juego. Samirah escogió mi corbata.

“Aún pienso que me veo genial en ese esmoquin azul,” le dije mientras empacábamos mis
compras.

“Oh, Amir.” Ella sonrió dulcemente y se inclinó cerca, haciendo latir mi corazón. “Si
vuelves a usar eso otra vez,” susurró, “Te desollaré vivo.”

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A Mi Pequeña Luz La Dejaré
Brillar
Por Blitzen
Traducido por: Roni Turner

Corregido por: BLACKTH➰RN

La recolección de suministros de mi apartamento en Nidavellir era mi primer punto del


día. Me sentía un enano gruñón en una silla a propulsión. Y ahí estaba, deslizándome a
través de las oscuras calles de mi hogar con Eitri Junior, mi viejo enemigo (y me refiero a
viejo, el tipo estaba a un paso de fosilizarse), en una candente persecución.
Aparentemente, seguía mosqueado porque le vencí en un concurso de manualidades
reciente. O porque gané saboteando su trabajo. De cualquier manera, era un perdedor
dolorido.

“¡Te estoy alcanzando!” jadeó. “Estoy… ¡Aahhh!”

El grito de Junior se unió al chirrido de la goma quemándose. Se subió en mí en un suspiro,


aferrándose a los reposabrazos de la silla como si su vida dependiera de ello. Tal vez lo
hacía ya que parecía estar fuera de control. Corrección: estaba definitivamente fuera de
control. ¡Boom! Junior chocó de cabeza con una forja apagada. La silla rebotó hacia atrás
y se desplomó, las ruedas girando y escupiendo chorros de suciedad. Junior parecía
aturdido pero ileso. Los enanos vinieron corriendo por todas las direcciones. Era mi
oportunidad para escapar. Seguía necesitando algunas cosas de mi apartamento, pero no
fui. Si Junior me seguía de nuevo ese sería el primer lugar donde buscaría. Lo que haría si
me encontraba… bueno, digamos que los enanos vengativos normalmente dan hachazos
y nunca preguntan, y no llevaba mi cota de malla.

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Corriendo de un callejón a otro, zigzaguee por un laberinto de calles desconocidas. En un
momento dado caí de cara en un charco de barro, destrozando completamente mi
chaqueta color lavanda. Cuando finalmente paré a recuperar el aliento, estaba en una
parte de Nidavellir que nunca había visto antes. Me recordaba a una extraña zona del
centro de Boston la cual advertí a Magnus que evitase. Me puse mi collar y comencé a
caminar. Preguntar por la dirección hacia mi vecindario era imposible. Los pocos enanos
que me crucé evitaron mirarme a los ojos o se burlaban de mi chaqueta embarrada y
empapada. Siendo honesto, se hubiesen burlado aunque estuviese limpia. Ningún gusto
por la moda tenían los enanos. Llegué a una taberna sin ventanas. Se escuchaban sonidos
amortiguados y ruidosos desde el interior. No diría que fuese un santuario, pero era mejor
que vagabundear por las calles sin rumbo. Me sumergí dentro.

El interior estaba tenuemente iluminado incluso para los estándares de Nidavellir, excepto
por la fila de máquinas pachinko. Una mezcla entre el juego de pinball vertical y el
dispensador de chicles a monedas, brillaban y destellaban con luces de colores estridentes
que chocaban horriblemente con la oscura madera y la decoración a cuadros rojos. Ver
esos juegos me trajo dolorosos recuerdos de alguien con quien una vez estaba conectado,
y esperaba que siguiese desvinculado. Y luego estaba el olor, me tomó toda mi fuerza de
voluntad no presionar mi pañuelo de bolsillo a mi nariz mientras me sentaba en el bar. El
camarero se paró al final abrillantando el interior de una taza de latón. Levanté un dedo
para llamar su atención.

“Ey, colega, ¿podría decirme cómo llegar a la plaza Kenning desde aquí?” Escupió dentro
de la taza y continuó limpiándola con su asqueroso trapo —. Juega, bebe o lárgate.

“¿Jugar? Oh, te refieres a pachinko. La cosa es que no soy un gran jugador.”

“Juega, bebe o lárgate.”

“Tampoco soy un gran bebedor.”

“Juega, bebe o…”

La puerta se abrió de un golpe y cuatro duendes con cara de pocos amigos entraron. Mi
corazón se desplomó. Era uno de los amigotes de Junior. Me deslicé del taburete.

“¿Sabes qué? Creo que jugaré.” Me apresuré hacia una máquina escondida en una esquina
e inserté una moneda. La pantalla se puso negra. “¿Qué coj…?”

Un enano extremadamente bajo pero de apariencia fuerte emergió de las sombras. El


cable de la máquina colgaba de su mano.

“Me debes un cuarto,” dije de mal humor.

El minúsculo y fornido hombre se acercó y amenazó mi estómago con el ceño fruncido.


“Alguien quiere verte,” dijo. Dirigí mis ojos a la entrada del bar, donde un secuaz de
Junior estaba interrogando al camarero.

“Si es ese tipo no estoy interesado.” El enano corpulento me fulminó con la mirada,
entonces pateó una puerta escondida al lado de la máquina y entró. “Ahora vuelvo.”

Me hubiese negado, sin embargo el camarero dijo: “Sí, está aquí. Ahora juega, bebe o
lárgate.”

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“Vale. Atrás. Ahora.” Corrí hacia la salida. La puerta se cerró con un silencioso “click”
detrás de mí.

La habitación trasera estaba tan tenuemente iluminada como el bar. Una gran mesa de
madera de roble, bellamente tallada, claramente una pieza única, ocupaba la mayor parte
del espacio. Detrás había una silla de cuero labrada a mano con remaches de latón, a mi
espalda.

“Um, ¿hola?” me aventuré. “¿Querían verme?”

La silla rotó con una lentitud agónica. Contuve el aliento esperando a ver quién se sentaba
en ella. Estaba vacía.

“Ja-ja, muy gracioso. Me han pillado, quienes quiera que sean.” Una carcajada brotó de
la pared lateral. Una luz resplandeció de repente, iluminando un gran acuario. No había
peces en él igualmente. Solo una cabeza barbuda cortada oscilando de arriba abajo en el
agua al lado de un cofre del tesoro de plástico.

Chillé. “Mimir. Debería haberlo sabido.”

Mimir, un viejo dios y mi antiguo jefe, tuvo un cuerpo hace tiempo. Entonces intentó
tirar de uno rápido en el Vanir. Le dio un sabio consejo a Honir, el dios de la indecisión,
y les hizo pensar que era un erudito. Cuando los Vanir descubrieron el engaño decapitaron
a Mimir. Él sobrevivió de cuello hacia arriba gracias a la magia de Odin y las aguas de la
sabiduría de las raíces de Yggdrasil. Generalmente puede ser encontrado allí todavía,
repartiendo información a los suplicantes a cambio de su servidumbre. Había sido su
sirviente durante unos años (una larga historia), pero incluso ahora que era libre, algunas
veces se me aparecía en otros cuerpos en agua, normalmente para hacerme la vida
imposible. La cabeza se meció hasta la superficie.

“Ey, Blitz,” dijo Mimir, “hace tiempo que no nos veíamos. Toma asiento. Tenemos cosas
que discutir. Por eso te he traído aquí.”

“¿Qué quieres decir con traerme aquí?” Mimir rió burbujeante.

“Un pequeño sabotaje a tu silla de ruedas, una pequeña y mágica manipulación a


determinados callejones, badabing, badaboom, y aquí estás. Así que toma asiento y
escucha.” Me erguí totalmente en mi metro sesenta y cinco.

“Odin me liberó de tu servicio, ¿te acuerdas?” Mimir chapoteó enojado.

“Sí, sí, sí. La cosa es que los mundos pueden tener un problema si no haces lo que te digo.
¿No estás interesado en lo que te voy a decir?” Resoplé mientras me sentaba en la silla de
cuero. ¿Por qué yo?

“Te escucho.”

“Bien. ¿Has oído alguna vez de un enano llamado Alviss?”

“No.”

“Es un mal bicho. De todas formas, está conspirando para matar a Thor debido a que se
suponía que Alviss iba a casarse con la hija de Thor, Thrud. Solo que Thor cambió de
opinión en el último momento y petrificó al chico. Alguien curó a Alviss con un poco de

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agua, así que ahora ha vuelto a la normalidad y está cabreado. Cuando se enteró de que
Thor se dirigía a Nidavellir en su carrera por los Nueve Mundos…”

“¿La carrera de Thor por…?” levanté una mano. “Da igual. Es Thor. Debería saberlo mejor
a preguntar.”

“Como decía, Alviss está planeando su venganza.” Mimir flotó hacia abajo hasta el cofre
del tesoro y, utilizando su mentón, apretó el botón para abrirlo. Salió una carta, la cual
agarró con sus dientes y trajo a la superficie ofreciéndomela. La retiré cautelosamente de
entre sus dientes. Era un mapa plastificado de Nidavellir.

“¿Ves esa X?” preguntó Mimir. “Mis fuentes dicen que Alviss atacará allí. Estate ahí. Párale.
Estimo que tienes dos horas para idear un plan que salve al dios del rayo.”

“¿Yo, salvar a Thor?” me burlé. “¡Se puede cuidar él solito!” Mimir escupió. “¡No lo
entiendes! Debes hacer el trabajo sin que Thor se de cuenta que estuvo en peligro. Eso
significa contacto cero con el dios del rayo. No puedes ni decir su nombre. Si se entera
sobre Alviss, podría enfadarse lo suficiente como para atacar a todos los enanos, ¡boom!”

Antes de que pudiese preguntar más, como sus fuentes no podían soportar a Alviss, Mimir
tiró de una clavija del fondo del tanque con sus dientes y fue tragado por el desagüe,
dejándome con un mapa chorreante con el que no tenía ni idea de qué hacer. Y seguía a
un cuarto de la máquina pachiko. Al menos recuperé mi apartamento sin peligro, gracias
a las indicaciones del minúsculo enano matón. Una vez dentro, estudié el mapa. Reconocí
la ubicación de la X, un escarpado acantilado que daba a un río en el cual una vez me caí
con mi amigo Hearthstone. Nos bañamos en la fuente de sabiduría de Mimir, y fue como
ambos acabamos a su servicio por primera vez. Saber la ubicación de la X era una ventaja
en aquella situación. La desventaja es que la única manera que se me ocurría de parar a
Alviss, a parte de matarle o mutilarle, cosa que no iba a hacer; ya tenía enemigos
suficientes en Nidavellir, sería replicar lo que Thor hizo y petrificar a Alviss de nuevo.
Entonces podría revivirle con agua fresca otra vez cuando el dios del rayo estuviese fuera
de peligro.

Había solo un fallo: la petrificación requería luz solar, cosa que en Nidavellir faltaba.

Bueno, dos fallos: si la luz solar me tocaba, me convertiría en una estatua también. Una
bien vestida, pero incluso…

Me paseé por el apartamento. Me preparé un tentempié. Paseé un poco más. Revisé la


hora. Entré en pánico. Paseé un poco más.

—Luz solar. ¿De dónde voy a sacar luz solar?

Busqué inspiración en la habitación. Elegí un expand—o—duck, mi figura metálica hecha


a mano que impedía a mis enemigos creciendo hasta un gran tamaño y aplastándolos.
¿Resolvería mi problema con Alviss, de todas formas? No lo creía.

Mientras lo sostenía, mi vista se posó sobre la cama de bronceado de Hearthstone. Mi


amigo élfico solía utilizarla simulando la luz solar para mantenerse sano cuando me
visitase. Miré al pato y a la cama y viceversa. De repente, los engranajes de mi cerebro
comenzaron a girar.

“¿Y si construyo una versión más pequeña de la cama de bronceado…” pregunté al pato,
“…pero modifico la luz para que en vez de un brillo suave y cálido saliese disparado un

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rayo de luz concentrada y potente cuando lo abriese? ¿Eso funcionaría, verdad?” Hice el
saludo del pato, y me puse manos a la obra.

Cuarenta y cinco minutos después, había confeccionado a mano una perfecta réplica de
la cama de Hearth. Cuando abriese la compuerta, lejos de mi cara, un estallido de brillante
luz refulgía. Rápidamente lo cerré de nuevo.

“Probablemente no seré un gran vendedor en Nidavellir” reconocí, “pero con suerte dará
el pego.”

Sin más tiempo que perder, seleccioné un atuendo de ninja a la moda de mi armario,
vaqueros negros ajustados y una sudadera negra de cachemira con un bolsillo frontal para
la mini cama, y me apresuré a la orilla del río. Me escondí entre las sombras. Pero Alviss
no aparecía o las fuentes de Mimir se equivocaban, porque nadie, ni un enano enfadado
ni un dios caminante aparecieron. O eso pensé. Scritch scritch.

Nidavellir es un mundo subterráneo con techos de cúpulas cavernosas en vez de cielo. El


sonido rasposo vino por encima de mí. Miré hacia arriba y vi un enano colgando de una
estalactita. Un extremo de una cuerda estaba atado alrededor de su cintura. El otro estaba
amarrado a una segunda estalactita lejos enfrente de él y directamente encima de la calle
por donde Thor probablemente correría. Atorado al cinturón de Alviss había un garrote
más grande que él.

No debías ser un genio para darte cuenta de su plan: columpiarse como un péndulo y
golpear a Thor en la cabeza.

Esto presentaba a mi plan dos problemas inesperados. Uno, no estaba seguro de cómo de
lejos mi rayo de sol llegaría. La oscuridad de Nidavellir podría tragárselo antes de que
llegase a Alviss en el techo. Tendría que esperar a que descendiese. Eso implicaba apuntar
a un objetivo en movimiento. El problema número dos, asumiendo que petrificaría al
enano, tenía que estar seguro de que se balancearía ante o sobre Thor, no en él. También
se presentaba un tercer problema. El suelo empezó a moverse con golpes comedidos, lo
que significaba que se me acababa el tiempo.

“Thor.” El eco del susurro de un Alviss furioso retumbó en las paredes de la cueva. Con
mi corazón martilleando saqué la mini cama. Las pisadas se sentían más cerca. Thor tronó
al girar en la distancia. La imagen de él en sus pantalones ceñidos y curtidos casi me hizo
enamorarme de Alviss.

“Roca, roca. Roca, roca, roca. Roca, roca. Roca, roca, roca” musitó Thor en un fuerte
monótono.

Con mis ojos pegados a Alviss me agaché. Thor se estaba acercando. Jadeé un par de
veces para mentalizarme. Entonces…

“¡Aaaiiiii!” Con un grito triunfante, Alviss se soltó de la estalactita. Al mismo tiempo. me


lancé sobre la trayectoria de Thor. Me encogí, giré y tuve una horrible visión de sus partes
de dios cubiertas de cuero un segundo antes de que se tropezase conmigo.

“Roca. Roca. Roca, roca, ¡whoa!”

Thor salió despedido hacia delante justo cuando Alviss le sobrevoló, balanceándose en la
verja. El garrote del enano pasó pasó con un zumbido a través del aire. Thor se erguió y
continuó.

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“Roca. Roca, roca, roca…”

Habría roto la norma de contacto cero, pero el dios del rayo parecía ajeno a mi presencia,
así que no se había hecho daño.

Mientras el enano asesino… “¡Noooooo!” Fallido su garrote, Alviss alcanzó el punto alto
del giro y literalmente regresó de espaldas gritando. Abrí la mini cama. ¡ Zot! El grito de
Alviss irrumpió. Observé como el grito del ahora enano petrificado retornaba. Sé lo que
es estar petrificado. Apesta. Por tanto tenía toda la intención de liberar a Alviss en su
siguiente paso y de hundirlo en el río para curarlo. Pero antes de que pudiese, la estalactita
unida a la cuerda se partió. La velocidad de Alviss le llevó al borde de la cima. Aterrizó
con un chapoteo del agua de abajo.

“Oops.” Miré de cerca y entonces saludé con la mano despectivamente.

“Ah, estará bien.”

“¡Blitzen!” Junior apareció de repente. Se apoyó contra mi con su andador propulsado y


un montón de amigos.

“¡Atrápenle, chicos!”

“¡Ha! ¡Come algo ligero, Junior!”

Desaté el poder de la mini cama. Tristemente, en vez de un rayo láser que te convierte en
piedra, un débil brillo envolvió a Junior como una suave sábana. La batería se había
gastado. Una fina corteza se formó alrededor de él. No era nada parecido a una dramática
e instantánea petrificación, pero era suficientemente llamativo para hacer que el resto de
enanos se detuviesen. Eso me hizo pensar en cómo me verían. ¿Un enano cuyas armas
artesanas petrificaban a otros enanos? Nada guay.

“¡Escucha!” grité. “Mi problema es con Junior, no contigo. Cuando se deshaga de su


petrificación, dile que quiero hablar.”

Puse la mini cama en el suelo y le enseñé mis manos vacías mientras lentamente me echaba
hacia atrás. Podría haber sido un poderoso momento si no me hubiera caído del barranco
hacia el río. Mientras me revolcaba en la basura de las aguas revueltas de la orilla, tres
cosas me ocurrieron. Una, Junior nunca, nunca me perdonaría. Dos, mi sudadera de
cachemira estaba destrozada. Y tres… Mimir me debía mucho más de un cuarto.

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Hablando De Trolls...
Por Hearthstone
Traducido por: Mare

Corregido por: BLACKTH➰RN

¿Listo para el próximo?

Leí de los labios de T. J. la pregunta y asentí. Él deslizó rápidamente una carta con una
palabrota escrita a mano sobre la mesa, entonces me miró con alegre anticipación.

Sonriendo débilmente, abrí mi mente y me concentré en la piedra runa dagaz en mi mano.


La magia fluía a través de mi como el agua a través de una corriente de guijarros. La piedra
ardía, y firmé un hechizo. Sentí el sonido de vibraciones en el aire, luego T.J. cayó de
vuelta en su cama, sacudiéndose de risa.

Le eché un vistazo y firmé con una palabra: Recupérate.

"Bien. Lo siento " T. J. sonrió. "Es solo que… escuchar malas palabras en un aire como ese
me hace reír todo el tiempo".

Nunca escuché el sonido de las voces. Rara vez he pronunciado un sonido aparte de la
ocasional inhalación aguda. La comunicación nunca fue un problema, sin embargo. Mis
amigos íntimos, Blitzen, Magnus y Sam, sabían LDSE —lenguaje de señas élfico— entonces
conversábamos fácil. Cuando era necesario ellos lo traducirían para mi.

Pero ahora yo estaba pasando mas tiempo en el Hotel Valhalla. Muchos einherjar
(espíritus guerreros muertos en batalla) no sabían ni se veían interesados en aprender LDSE
(excepto T.J. quien sentía que necesitaba aprender más maldiciones para mantenerse al
día con Halfborn y Mallory).

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Biltz, Magnus y Sam, no estaban siempre alrededor para traducir, y yo tenía un intenso
desagrado en escribir abajo para que otros lean. Por mis razones.

Entonces, se me ocurrió una manera diferente para comunicarme: usando la magia de la


runa dagaz, el símbolo significa nuevos comienzos y transformaciones, para convertir mis
signos en palabras habladas.

Toqué las yemas de mis dedos bien apretadas: Más.

T.J. asintió y me lanzó otra carta. Justo cuando abrí mi mente, rompió mi concentración
tocando mi pierna, señaló una delgada línea dorada alrededor de mi muñeca y preguntó,
"¿Por qué está haciendo eso?”

El brazalete fue un regalo de Inge, una encantadora hulder, un ser de bosque, como un
duende, con cola de vaca, poderes mágicos menores. Inge sirvió una vez a mi familia en
Alfheim, fue esclavizada, precisamente. La liberé de ese servicio el primer momento que
pude. A cambio, ella me había hecho un brazalete con mechones de su cabello, ella y la
banda estaban conectadas por la magia, así me lo explicó. Si alguna vez estuviera en
problemas, el brazalete podría enviarle una señal a ella. Asimismo, yo podría saber si ella
necesitaba ayuda si el brazalete tintineara.

El brazalete estaba tintineando.

Alarmado, me puse de pie en un salto y metí la runa dagaz en mi billetera. T. J. tomó mi


brazo. "¡Hearth! ¿Está todo bien?"

Sacudí la cabeza y me liberé.

T. J. merecía más explicaciones, pero no había tiempo. Tenía que llegar a Alfheim.

Tomé mi bolsa de runas y crucé rápidamente hacia el dormitorio de Magnus. Adentro


había un atrio con acceso directo a Yddgrasil, el árbol del mundo.

Me metí entre las ramas y trepé hasta la entrada más cercana a mi mundo natal.

La última cosa que vi fue a T.J. mirándome confundido.

Luego estaba flotando a través de una intensa luz solar en mi mundo. Muy por debajo en
la hierba estaba ahogada entre escombros el que una vez fue el hogar de mi infancia.
Quise cambiar la dirección lejos de mi casa, no porque lamentara su destrucción, al
contrario, el lugar conjura nada más que recuerdos infelices, pero yo sabía que Inge podría
estar en cualquier otra parte.

Y dónde quiera que estuviera, ella estaba en problemas.

El brazalete transmitía eso con su frenético parpadeo. Ella fue capturada, y esclavizada
como una vez lo fue por mi familia.

Aterricé en un perfecto pedazo de hierba de un pintoresco parque. Sombra de árboles,


estanque de patos, setos recortados, todo a mi alrededor gritaba perfección, como la
mayoría de las cosas en Alfheim.

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Le di una patada a un divot, solo para dejar una mancha, luego partí en busca de Inge.

Solo había un problema, Alfheim era enorme. Los estados ricos como mi mansión familiar
eran separados por kilómetros de espacios verdes abiertos. Elegante, barrio ordenado con
viviendas más pequeñas fila tras fila, tan lejos como se podrá ver.

Me tomaría semanas localizarla yendo puerta tras puerta, incluso si encontrara la casa
correcta, no era probable que los propietarios admitieran que ella estaba ahí.

Entonces hice una suposición inteligente y atravesé el parque hacia el barrio más rico,
supuse que estaba en el camino correcto cuando las luces del brazalete comenzaron a
parpadear más rápido. Solo para estar seguro, cambié la dirección. El parpadeo paró. La
pequeña luz se normalizó cuando volví a mi curso original. Hice un gesto de victoria con
el puño y me apresuré.

El brazalete me llevó a una reluciente mansión blanca rodeada de exuberantes jardines,


céspedes bien cuidados, un muro de mármol pulido rematado con fragmentos brillantes
de vidrio. Desafortunadamente, tenía una cabaña de guardia fuera de las enormes puertas
de hierro por lo que trepar aquel muro estaba fuera de discusión. Entonces estaba
escondiéndome alrededor para encontrar otra manera de entrar, porque, mientras estaba
ahí pensando, los dos guardias me vieron. Ellos eran viejos conocidos, policías elfos
Wildflower y Sunspot. Y por conocidos, quiero decir no amigos. ¿Por qué la policía
patrulla esta mansión? Me preguntaba. Entonces vi sus uniformes bastante simples del club
del flaco billy, ellos ya no eran policías, pero si guardias de seguridad privada. Después de
la última vez que vi a Sunspot y Wildflower, mi padre había desatado una manada de
nøkks salvajes sobre ellos, debieron haber perdido sus insignias, valió la pena haber venido
a Alfheim para ver eso.

Tomé el enfoque directo y caminé hacia la puerta como si tuviera todo el derecho de
estar ahí. Los ojos de los guardias se ensancharon con reconocimiento. Lo noté con
satisfacción y una pizca de miedo. Sunspot se lanzó a la cabaña de guardia. Wildflower,
mientras tanto, sacó un megáfono y se lo puso en la boca. Asumí que me estaba gritando,
pero ya que su boca estaba cubierta, no podría decir qué me estaba diciendo. Y si, él sabía
que tenía problemas de audición. El hecho de que el usará el megáfono para comunicarse
con una persona sorda debería decirte algo sobre él. Sin romper el paso, saqué a gebo, la
runa de regalo, de mi bolso y la lancé a Wildflower. Se estremeció cuando la piedra rebotó
en su frente. Luego parpadeó, se enderezó y me ofreció el megáfono. Escondí el megáfono
bajo mi brazo, tocando con las puntas de mis yemas de mi barbil a y cantando gracias
cuando pase junto a él hacia la puerta. Sunspot se mantuvo en la cabaña de guardia,
probablemente temblando en sus zapatos alquilados de policía. Presione una runa lagaz
contra la cerradura, debí haberle puesto un poco de energía mágica extra, porque era una
puerta entera forjada en hierro, no solo la cerradura, licuado en un charco de metal
fundido.

Whoops Culpa mía.

A mitad de camino hacia la mansión, alcancé mi runa dagaz. Planeé amplificar mi IDS
(idioma de señas) para hablar con el megáfono y pretender ser un gigante que tenía que
recoger a su Inge perdida hace mucho tiempo.

40
Ese plan se vino abajo cuando el suelo comenzó a temblar. La maldición de T.J. Destel o
a travez de mi mente cuando miré detrás de mí y vi la causa de los temblores.

Sunspot debio haber pedido refuerzos. Era un trol enorme y horrible. (¿Cómo tal criatura
poco atractiva era permitida y mucho menos empleada, en Alfheim? No lo sé).

El protector solar cubría cada centímetro de él y tenía el mismo logotipo de la empresa


de seguridad. Incluso debajo de su mono blanco lúgubre, me di cuenta de que tenía un
pecho enorme y piernas igualmente musculosas, y pude ver sus dientes amarillos y ojos
inyectados en sangre a través del escudo de plástico teñido que colgaba de su capucha,
cubriéndole la cara. Sus gruesos dedos enguantados se flexionaron como si quisieran
rodear y apretar mi cuello.

El trol me cargó como un rinoceronte enojado. Un rinoceronte enojado bastante lento,


pero aún así. Dejé caer el megáfono y busqué en mi bolsa de runas la protección de la
piedra algiz. Retrocediendo salvajemente, lo arrojé contra las enormes botas de trabajo
del troll.

Un escudo de energía brillante surgió. El troll rebotó como un auto chocante y aterrizó
en su carnoso trasero. El suelo se estremeció tan violentamente que casi me caigo.

No se quedó abajo mucho tiempo. Con un rugido tan poderoso que sentí las vibraciones
del sonido, golpeó su puño a través del escudo y volvió a atacarme.

Lo golpeé con todo lo que tenía. Isa, la runa de hielo, lo detuvo convirtiendo el camino
de ladrillos de la mansión en una pista de patinaje. Él pisoteó con sus botas,rompiendo el
hielo y los ladrillos debajo. Tiré el símbolo de uruz sobre su cabeza y dejó caer un buey
muy sorprendido encima de él. Él movió el animal se fue como un trozo de pelusa y lo
envió volando, con las piernas en jarras, hacia un estanque cercano. Utilizando mi piedra
hagalaz, lo golpeé con un granizo del tamaño de una toronja; entonces le soplé llamas
que convoque con mi runa kenaz. Pero él seguía viniendo.

Después de usar tantas runas, me estaba acercando al agotamiento. Me lancé alrededor


de una esquina de la casa y me escondi en un rosal cercano para recuperar el aliento.
Todavía espinoso, pero seguro, me dió tiempo para buscar en mi memoria la debilidad
de un troll.

Pero me quedé en blanco . Mientras me agachaba en el monte, esperando que el trol me


matara, los nombres con los que mi padre solía llamarme resonaban en mi mente. Sin
palabras. Desgracia. Estúpido.

Estaba en peligro de caer en una espiral de vergüenza cuando me golpeó. Nombres. La


mejor arma contra un trol es aprender su verdadero nombre. Como una contraseña,
pronunciarlo en voz alta desbloquea el camino más allá de las defensas naturales del troll:
su gruesa piel, su cráneo más grueso, su mal aliento.

De acuerdo, pensé. Ahora, ¿cómo hago para que me diga su nombre? Preguntar no
funcionaría. Incluso si entendía LDSE (lenguaje de señas élfico) , dudaba que fuera lo
suficientemente estúpido como para responder mi pregunta. Entonces recordé dónde
estaba, no el rosal, sino Alfheim.

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A los trolls les gustaba sentirse superiores a los demás, una habilidad que mi padre había
perfeccionado con fuerza.

Innovador. Quizás un troll que vivía aquí también lo haría. Si pudiera hacer que se jactara
sobre sí mismo, podría dejar escapar su nombre.

Toqué la banda de Inge en busca de coraje y salí del monte. El troll tronó, los brazos
extendidos y los dedos enguantados alcanzando mi cuello. Yo alcé mis manos en señal de
rendición. Mi corazón golpeó dos latidos antes de que él balara sus patas carnosas.

"¿Qué engaño es esto?" rugió él.

Fingí confusión, señalé mis oídos y sacudí la cabeza.

El trol se burló. "Oh, sí. El elfo sordo que puede hacer magia. He oído hablar de ti. Mocoso
del señor Alderman, ¿verdad?

A través de la lectura de labios y algunas conjeturas, entendí lo que dijo, pero yo arrugué
mi frente como si estuviera completamente desconcertado.

El troll me rodeó, aún sospechando. Sus ojos se dirigieron a mi bolsa de runas. Con un
movimiento sorprendentemente rápido, me lo arrebató de las manos. "¡Ja! Ahora estás
sordo y sin poder!” Sonriendo, colgó la bolsa fuera de mi alcance. Me encogí
apropiadamente pero seguí mirando sus labios.

"¡Oh si!" Se metió la bolsa en el cinturón. "Que tiene dos pulgares y derrotó a la poderosa
Hearthstone?” Se señaló con el pulgar. "¡Este troll! Y ahora este trol se va a divertir un
poco".

Reorganizó su expresión a una de simpatía y se inclinó hacia adelante, con las manos en
las rodillas, para mirarme a los ojos. "Voy a pretender tener dudas sobre matarte. Primero
ganaré tu confianza" El cogió una rosa y la sostuvo para mí alentadoramente. Fingí una
mirada de creciente esperanza y la tomé.

El troll sonrió y me dio unas palmaditas en la cabeza. "¿No es lindo? Lo que incluso es más
lindo es cómo voy a matarte". Imitó abrir botella con tapa de rosca y engullir su contenido
"Te arrancaré la cabeza del cuello y luego beberé toda tu sangre. Ñam ñam", chasqueó los
labios y me ofreció beber un sorbo de la botella.

Sonriendo vacilante, acepté e imité tomar un trago. Por dentro, pensé, me estaba
muriendo.

Pretender beber tu propia sangre de tu cuerpo decapitado, tiene ese efecto.

"¿Y sabes qué haré después de eso?" el troll continuó. "Montaré tu cabeza en un palo y lo
abrocharé a mi chaleco para que todos sepan que yo, Siersgrunnr ¡el Magnífico, superó al
famoso elfo sordo que maneja magia! "

Casi me delato entonces, y no solo porque el troll había dicho su nombre. Masomenos
traducido, Siersgrunnr significa trasero de queso. Intenta leer los labios leyendo eso y no
reír.

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En cambio, metí mi mano en mi bolsillo y agarré la runa dagaz. Con la otra, me señalé a
mí mismo y luego a la puerta abierta. ¿Me puedo ir?.

"¿Quieres irte? Oh, claro, claro. No me Importaría matarte cuando estes de espaldas".
Hizo un movimiento para espantarme para apresurarme.

Con el corazón palpitante, caminé unos pasos hacia la salida. No tenía intenciones de
irme. Solo quería acercarme al megáfono.

La runa dagaz se estaba calentando en mi palma. Era ahora o nunca. Giré de vuelta para
enfrentar al troll. Abriendo mucho los ojos, apunte a algo sobre su hombro. El truco más
antiguo del libro y él cayó por eso.

En una secuencia fluida, agarré el megáfono, presioné el botón de ENCENDIDO y lancé


Dagaz en el aire, y deletree el nombre del trol en IDSE (idioma de señas élfico) como
fuego rápido (de manera veloz) .

"¡Siersgrunnr!"

Trasero de queso se dió la vuelta, su rostro retorciéndose de miedo repentino. Él sabia


que estaba más débil ahora que su nombre había sido pronunciado. "¿Quién-quién dijo
eso?"

Solté el megáfono y tiré dos pulgares hacia mí. Entonces me lancé, avancé y agarré mi
bolsa de runas. La piedra tiwaz la runa de Tyr, el dios de la guerra prácticamente saltó a
mis dedos. La usé para transformar el rosal en un club con espinas clavadas. Un golpe lo
sacó de rodillas. Un segundo golpe lo dejó inconsciente. Una vez que se dieron cuenta de
que ya no podían esconderse detrás de Trasero de queso por más tiempo, Wildflower y
Sunspot corrieron desde la cabaña de guardia, a su bil y club en listo. Pero la doble
amenaza de mi bolsa de runas y el club con púas los envió corriendo de vuelta a la puerta
y a las colinas más allá.

Mi pulsera brillaba.

Inge.

Subí a la casa por los escalones frontales y golpeé la puerta con el garrote.

Quién estuviera adentro debe haber visto todo. La puerta se abrió, Inge estaba
empujando, y luego se cerró de nuevo.

Inge saltó a mis brazos.

Después de un momento, me alejé y dije: ¿Estás bien?

Ella asintió y volvió a decirlo. “Estuviste brillante. Estaban aterrados. Ellos—” De repente
se congeló y me miró en estado de shock. Los temblores sacudieron el suelo.

¿Se había despertado el troll? Me di la vuelta y empujé a Inge detrás de mí.

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Entonces me relajé. El troll seguía acostado donde lo había dejado. Los temblores fueron
de una fuente diferente, pero igualmente inquietante: Thor.

"¡Hola, señor Elf, señorita Hulder!" llamó mientras trotaba.

Hola Thor, dije. Bonitos pantalones cortos.

Thor se detuvo y señaló sus auriculares. “¡Lo siento, estoy escuchando rock! Tal vez
deberías usar el megáfono”.

O simplemente podría hablar más fuerte.

"¿Añadir rizos a los bíceps para un entrenamiento de cuerpo completo?"

Thor levantó su martillo Mjolnir ¡Una sugerencia que vale la pena, señor ElIf! ¡Bueno,
adiós!"

Thor tronó.

Por lo general, me iría de Alfheim con la misma rapidez. Esta vez, sin embargo, no me
importó quedarme un poco más, tal vez fue el éxito de la magia dagaz o la derrota de un
troll sin ayuda.

Pero sospecho que la cara sonriente de Inge tuvo algo que ver con eso.*4

*Nota de correctora: YA CÁSENSE CARAJO, DESDE “EL MARTILLO DE THOR” VENGO ESPERANDO QUE AUNQUE SEA SE
BESEN

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Mi Física De Octavo Es
Actualmente Útil
Por: Samirah al-Abbas
Traducido por: Lost Carstairs

Corregido por: BLACKTH➰RN

“ASUMO que sabes el por qué te he convocado aquí, Samirah.” Odin se recostó en su
silla de escritorio y me miró expectante.

Me obligue a no retorcerme. “Um, si es sobre como le marqué a tope durante la


adquisición del Einherji ahora mismo, lo puedo explicar. Miré, ella hizo muchísimas
trampas, y mi teléfono estaba en mi bolsillo trasero y-“

Odin me silenció con una mano levantada. ”Admito que escuchar tu lucha fue…
inquietante. Como un montón de gruñidos y maldiciones. Eso me recuerda a mi seminario
de entrenamiento de supervivencia con Oso Grislie. Quien no es, de paso, un oso de
verdad. Pero” divagó. Él se inclinó más allá de encima de su escritorio. “Tengo un nuevo
trabajo para ti.”

Una emoción subió por mi columna vertebral. Desde que me convertí en la valkiria de
Odin en cargo de misiones especiales, he ido en misiones verdaderamente peligrosas. No
dudaba de que la siguiente resultaría igual de desafiante.

“Lo que sea, Lord Odin,” respondí fervientemente, “Soy tu Valkiria.”

Él asintió con satisfacción. ”Excelente.” Abrió una carpeta y deslizo una fotografía
desgastada a través del escritorio para mí. “Dime, ¿Qué ves aquí?”

Estudié la imagen cuidadosamente. “Es un huevo.”

Cerró su mano, incitándome a continuar.

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“Un huevo rojo. En un nido”

“Exacto. Pero no es cualquier huevo” Cogió un mando y pulso un botón. Una pantalla
de video bajo del techo mejorado con lanza y se paró en el lugar. Él pulso otro botón.
Imágenes de lobos, gigantes, dioses, y armas se mostraron en la pantalla. Luego un título:
Las señales del Ragnarok: Domínalas si las sabes, domínalas si no.

Gemí por dentro. Me había sentado mediante el video instruccional de Odin cuando me
convertí por primera vez en Valkiria. Miré por segunda vez después que ayudara a re-
encadenar al temido asesino Fenris Wolf en Lyngvi, la isla del brezo. Luego una más
después de haber ayudado inadvertidamente a mi padre Loki, un malvado tramposo, a
escapar de su prisión. ¿Y luego Loki fue nuevamente capturado? Si- tuve que ver eso de
nuevo.

Para mi gran alivio, Odin había vigilado en el pasado las señales tempranas: la muerte de
su amado hijo Balder, los tres años de interminable nieve y hielo conocido como
Fimbulwinter, y los lobos quienes tragaron al sol y a la luna. Se detuvo en la foto de tres
gallos.

“De acuerdo a todos los sucesos, una señal del Ragnarok es el canto de estos gallos.” El
rodeó cada pájaro con un puntero laser para identificarlos.

“Gullinkambi, el que fue capturado justo aquí en Asgard. Fialar, el cual sus huevos están
en Jotunheim. Y Sin Nombre, la futura gallina asquerosa de Hellheim.”

Levante mi mano tentativamente. ”¿Perdóneme, señor, solo para aclarar- el nombre del
gallo es Sin nombre?”

“No tiene nombre, así que se le llamo Sin nombre”

“Oh.”

Odin se levantó y se paseó por la habitación.” En un reciente escaneo de los nueve


mundos, he confirmado que Gullinkambi y Sin nombre siguen en forma de huevo, cosa
que es bueno- MUY bueno- porque es poco probable que anuncien el Ragnarok mientras
estén en sus cascaras. “Su penetrante ojo azul se movió hacia mí. “Es el tercer huevo el
que me tiene preocupado.”

Cogí la foto. “El huevo de Fialar. En Jotunheim.”

“Esa foto fue tomada hace tres meses por- bueno, no necesitas saber eso. Pero ahora los
gigantes de tierra han bloqueado mi visión del nido con su magia de distorsión. Sospecho
que están escondiendo algo de mí. Aquí es donde tu entras.”

Mi corazón latió con excitación. ¡Odin me estaba mandando a luchar contra los JOTUNS
EN JOTUNHEIM! Salté y convoqué a mi lanza de luz. Ardió con anticipación. “¡No le
fallaré, señor! ¡Me haré cargo de esos gigantes y miserable brujería!”

“Ah. No.” Odín me entrego una cámara Valkiria de visión corporal. ”Necesito que tomes
una nueva foto del huevo. Así puedo ver si está comenzando a eclosionar”

Mi lanza se atenuó. “Oh.”

Él levantó una ceja. “Es un trabajo importante. Probablemente lleno de peligros.”

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“Oh claro” Asentí.” Tomar una foto de un huevo en un nido podría ser… obviamente.
Me pondré en marcha, entonces”

“Toma una monta si lo deseas. Pero necesitaras ser discreta. No quiero que los gigantes
sepan que hayas estado allí. Y este aviso, Samirah: Tu hijab mágico no podrá ser usado en
Jotunheim. En sus tierras, los gigantes pueden ver a través de ese tipo de magia”

Mi hijab tenía la habilidad de camuflarme a mí y a otras personas. Estar escondidos de los


enemigos ha estado de nuestra mano en el pasado. Aunque parece que esta vez no.

Asentí para mostrar mi entendimiento, entonces partí con la foto y la cámara de visión
corporal.

Minutos después, estaba volando sobre las tierras de los gigantes de tierra en un caballo
hecho de niebla. Yo había sido destinada a Jotunheim antes y usaba puntos de referencia
familiares, como las ruinas desmoronadas donde una familia de gigantes particularmente
apestosos solía vivir, para orientarme. Cuando no vi ningún huevo o nido en esa zona,
extendí mis parámetros de busca.

Finalmente, vi el nido encaramado a la cima de una colina rodeada de un bosque.


Concordaba con la de la foto que Odin me había enseñado- un trabajo de paja, palos
hierba y lo que esperaba que no fuera pelo humano- pero era mucho más grande en
persona, más o menos del tamaño de una piscina grande. La cesta del nido era profunda.
Si el huevo estaba dentro, no podía verlo. Incline el caballo hacia abajo y desmonte en
un claro apartado. El caballo miró hacia los árboles y volvió a ascender al cielo.

No podía culparlo. Los árboles eran increíblemente siniestros- totalmente negro y


nudosos, con gruesas enredaderas espinosas que se retuercen en sus ramas. Cuando pasé
una enredadera balanceándose en el viento, recordé el nombre del bosque de un viejo
libro de imágenes de Jotunheim: Gallows-wood. Me estremecí y seguí caminando hacia
la colina.

Agárrate, Sam, me regañé. Ellos solo son- Oh Helheim, maldecí cayendo en cuclillas.

Llegando del lado más alejado de la montaña estaba un gigante. Tenía la altura de un
rascacielos. Músculos abultados debajo de su camiseta y pantalones oscuros. Sus entradas
canosas estaban pegadas a su cráneo. Curiosamente, tenía un arpa dorada colgando de su
cinturón en vez de un arma.

Crucé los dedos y esperé que él tan solo pasara de largo. Pero se sentó en el nido como
una madre gallina, poniendo cuidadosamente el arma al lado de él.

“¡Toca!” ordenó. El arpa inmediatamente empezó una melodía. El gigante aclaro su


garganta y canto solo.

“Soy el Eggther,

Protector del huevo.

Si te atreves acércate,

Romperé tu pierna”

Mi boca se secó. ¿Me había visto?

“Sacarte los ojos

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Y golpearte en la garganta.

Exprimirte entero en una taza

Para hacer un flotador de cerveza de sangre.”

A pesar de la horrorosa canción, me relajé. El “Tú” en la canción del Eggther no se refería


específicamente a mí. Esperaba.

Mientras, me hallaba en un dilema. Mientras el trovador de Gallows-wood se sentará en


el huevo, yo no podía tomar la foto. Con la conmovedora canción del Eggther sonando
en mis oídos- Bash miam, squish, splat/ Golpear y patear hasta que estés plano- Retrocedí
silenciosamente hacia los árboles para considerar mis opciones. Uno: Podía regresar al
Valhalla y explicarle a Odin por qué fallé. Dos: Podría preguntar al cuidador que posara
para una foto con el huevo. Tres: Podía intentar destrozar al cuidador antes de que él lo
hiciera primero.

Me estaba inclinando hacia la opción dos cuando el cuidador paro de cantar y empezó a
roncar. Me arriesgue a echar un vistazo. Él cayo dormido, con la barbilla en su pecho y
una línea de goteo de baba de su boca. Desafortunadamente, estaba todavía sentado en
el huevo. Eso estropeaba la opción tres, por ahora podría golpearlo fácilmente, pero no
podría sacar su cuerpo del nido. Soy fuerte pero no tan fuerte.

Entonces mi mirada aterrizó en el arpa. Viéndola me recordó a un antiguo cuento de


hadas, “Jack y la habichuela mágica”. El gigante en esa historia tenía un arpa de oro que
se tocaba sola, también. Cuando Jack le robó el arpa, esto alerto al gigante tocando con
mayor fuerza. (Siempre odie el arpa por eso.) Estaba dispuesta a aportar que el arpa del
Eggther haría lo mismo.

Hice un plan. Usando las enredaderas, me escabulliría, robaría el arpa, y saldría disparada
con ella. Mi caballo de niebla podría haber sido ideal para esta parte, pero podía volar
por mí misma por ráfagas cortas. El arpa cantaría- espero- el gigante se levantará y la
perseguirá- probablemente- y yo tiraré el arpa, volveré, tomaré la foto del huevo, y
volveré a Asgard.

Asombrosamente, todo fue según el plan-hasta que no lo hizo. ¿El problema? Las arpas
de oro son pesadas. Como, muy, muy pesadas. Cuando tiré de la cuerda para elevarla,
no cedió Afortunadamente, no tocó, tampoco, aunque si note un zumbido somnoliento.
Lo tomé como una buena señal, cuando, lo moví, no toco una alarma.

Me retiré de nuevo a los Gallows-wood para pensar en el problema.

¿Sabes cuándo pensabas que no volverías a usar las mates y la ciencia fuera de la escuela?
Bueno, una lección de física de octavo sobre mover objetos pesados con una cuerda salvo
el día. Básicamente, un objeto pesado puede ser elevado uniendo un extremo de una
cuerda al objeto, la otra a un objeto fijo e inamovible, y entonces tirar del punto central
de la cuerda.

Un extremo de mi cuerda de enredadera estaba ya alrededor del arpa. Até el otro


alrededor de un árbol robusto al pie de la colina. Envolví mi hijab alrededor de mi cintura
como un arnés, atando la cuerda en el centro, y retrocedí hasta que la cuerda formó una
V tirante. Según la física, si tiraba lo suficientemente fuerte el arpa se movería.

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“Esto no es nada”, murmuré.

Me posicione en el interior de la V ya que así podía mantener un ojo en el arpa y otro en


el gigante. Entonces utilicé el arnés como ancla de un equipo de tira y afloja. Mis piernas
empujándolas contra el suelo, mis músculos tensos.

El arpa se sacudió ligeramente, hizo un sonido siniestro, y luego volvió a su sitio.

Maldiciendo, lo intenté de nuevo. Mi pie se resbaló y caí. Sobando mi coxis, me di una


rápida charla de ánimo.

¡Vamos, al-Abbas!¡Puedes hacer esto! Tú puedes-

Paré mi medio-charla. Algo venia alrededor de la montaña. Algo grande y peludo y


rápido. Algo en unos pantalones de cuerpo muy ajustados. Y estaba viniendo directo
hacia mí.

“¡Thor!” Grité frenéticamente. “¡Para! ¡O al menos toma un desvió!”

Él no me oyó. Arañé frenéticamente el nudo de mi hijab. Se soltó una fracción de segundo


antes de que Thor arremetiera. En un movimiento puse mi hijab de vuelta a encima de
mi cabeza y me lancé a un lado. Su pie cogió la cuerda, pero no freno el paso.

¡Twang!

La cuerda se tensó, sacando el árbol de la tierra como un corcho de la botella de


champaña. El arpa salió volando del nido al mismo tiempo.

“Bueno, funcionó” dije.

Como esperaba, el arpa empezó a tocar una alarma frenética. El volumen incrementaba
a la vez que rebotaba por el suelo detrás de Thor y dejaba al Eggther atrás. El Eggther
despertó.

“¡Hey!” grito. “¡Eso es mío!” Salto y lo persiguió.

Volé en el aire para asegurarme que el gigante estuviera enfocado en el dios del trueno
en vez de en mí. Desde mi posición ventajosa, me dieron una vista muy extraña: Thor
resoplando, el árbol y el arpa rebotando detrás de él, el Eggther intentando coger el
instrumento en el aire mientras soltaba amenazas. Si quieres verlo, siéntete libre de mirar
el video que tomé “accidentalmente” con la cámara de visión Valkiria.

Con el Eggther fuera del camino, eche un vistazo al huevo. Ninguna rotura en su brillante
y roja cáscara. No era una experta en pájaros, pero me figuraba que eso significaba que
Fialar no eclosionaría pronto. Estaba tentada en volar de vuelta a Asgard con él y así
podríamos tener un vistazo al futuro gallo de la fatalidad.

Pero sabía que eso no haría ninguna diferencia. Fialar eclosionaría en Jotunheim como se
había predicho, y crecería algún día, y Ragnarok vendría.

Así que, hice lo que me mandaron a hacer.

“¡Di queso!”

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Buen Perrito
Por Thomas “T.J.” Jefferson Jr.
Traducido por: Jeivi37

Corregido por: BLACKTH➰RN

“Lo dije antes y lo volveré a decir” me tiré de nuevo al sofá maltratado del salón de estar
del piso diecinueve y me di palmadas en el estómago. “Vale escabullirse por la pizza de
Santarpio.”

Me serví otra porción.

“Ajam. Has tenido suficiente.” Mallory dejó caer la tapa de la caja de pizza sobre el resto
y se levantó. “Le llevaré esto a Halfborn. Ha estado metido en su habitación todo el día
haciendo quién sabe qué. Probablemente olvidó comer, el gran tonto. Los veo después.”

Le di un saludo perezoso, luego me estiré en el sofá con satisfacción, mi confiable rifle y


mi bayoneta de acero de hueso a mi lado. El calor del fuego chisporroteante me envolvió
como una suave manta. Mis párpados caían. Me dormí y, como mi madre solía decir, caí
en el mundo de ensueño.

Al menos, allí es donde creí ir. Pero el desolado terreno rocoso, la escalofriante humedad,
el bajo gemido traído por el viento - parecía demasiado real para ser sólo un sueño. Real,
y aterrador. De alguna manera entré en otro mundo. Escuché que comer pizza antes de
dormir provoca pesadillas, pero no creo que pudiera transportar a una persona.

Entonces escuché un grito.

“¡Yendo!”

Me volteé para ver a Thor cargando contra mi como una locomotora desbocada. Brazos
agitados y un short de cuero de la pata Daisy que subía hasta donde no da el sol. Sueño
o no, no era tan estúpido como para quedarme en medio del camino de eso. Salté hacia
un lado mientras él pasaba junto a mi, entonces me alejé incluso más para evitar ser

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golpeado por algo rebotando detrás de mí. Un árbol - ¿Y era eso un arpa? - en una cuerda
atada a su tobillo, tan cerca como pude ver.

"Bueno" murmuré "Eso acaba de pasar."

Ví a Thor zigzagear por un paisaje hostil a base de afloramientos dentados. De repente


hubo un agudo ladrido. Un enorme sabueso emergió desde el tope del acantilado de una
cueva, muy por encima de Thor. Tan grande como un camión Mack, de pelaje negro con
manchas rojas, miró hacia abajo al inadvertido dios y sus juguetes en una cuerda, jadeando
con una sonrisa de perro boca abierta en su cara. Ladró de nuevo - felizmente, creo -
entonces corrió tras de Thor y el árbol. Motas rojas cayeron de su cuerpo mientras baja
por la empinada pendiente.

De repente me di cuenta de lo que eran las manchas rojas: sangre. El hocico del sabueso,
su pelaje y sus patas estaban manchados en sangre.

Reconocimiento hizo click en mi mente cuando vi primero desaparecer a Thor y al sabueso


detrás de él. Tropecé hacia atrás contra la roca más cercana y me senté de golpe en el
suelo.

“Garm” dije en voz alta a mi mismo. “El perro guardián de Helheim. Y…”

“El asesino de tu padre.”

Una mujer me habló al oído. Me giré. Un caleidoscopio de colores giró y retorció ante
mis ojos. Cuando se aclaró yo ya no estaba en un árido paisaje lunar sino en un gran salón
junto a un trono hecho de troncos carbonizados. Cortinas grises colgaban del techo hasta
un pulido piso de marmol negro. Estatuas grotescas de bronce, los cuerpos contorsionados
en posturas de agonía,dolor y terror se alineaban a una pared. Más estatuas se alineaban
a la pared opuesta, pero éstas fueron hechas para expresar alegría, amor y humor. Elegí
mirar hacia ese lado.

Una figura encapuchada en un saco de armiño apareció en el trono.La voz de la mujer


habló de nuevo. “No estás soñando, einherji, estás teniendo una visión. Estás aquí en
mente, no en cuerpo, y viendo hechos recientes que elegí que vieras.”

Ella se quitó la capucha y sonrió.

“Oh” dije “Hel.”

He visto mi cuota de horrores durante la Guerra entre los Estados. Cuerpos en


descomposición destrozados por aves carroñeras.Soldados sin piernas mirando con ojos
muertos hacia el cielo. Restos hinchados y anegados flotando en aguas estancadas.

La mitad derecha de la cara de Hel los superó a todos. Dientes ennegrecidos, ojo con
catarata, cráneo golpeado, un agujero abierto en la oreja. Ni siquiera la belleza de su lado
izquierdo - y era ese tipo de belleza que caes-muerto-en-el-acto - podía superar el horror
de su mitad macabra.

Ella chasqueó sus dedos esqueléticos. Puertas dobles al final de la sala de abrieron de par
en par. Dos demonios arrastraron a una mujer fantasmal encadenada hasta el trono y la
forzaron a arrodillarse. La mujer levantó la cabeza y fulminó con la mirada a Hel.

Contuve el aliento.

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La mujer era mi madre - mi dulce madre, quien me cantaba antes de dormir y olía a pan
de maíz caliente y manteca. No la había visto por más de cien años.

Sofoque un sollozo. “Mamá.” La mirada de mi mamá no se apartó de Hel, y recordé que


mi cuerpo estaba en el sofá del hotel. Verla después de tanto tiempo, y que no me viera
ni escuchara… casi me rompió el corazón.

Hel notó mi reacción y sonrió.”Oh, bien. Todavía tienes sentimientos por ella.”

“¿Sentimientos por quién?” demandó mi madre. “¿A quién le estás hablando?”

Hel la ignoró. “Así que no querrás que ella sufra.” Me dijo.

Miré a Hel con aborrecimiento. “¡Por supuesto que no!”

“¿Quién va a sufrir?” exclamó mi madre.

“Entonces ven a mi, einherji” dijo Hel “En la carne. Tengo un trabajo que solo un hijo
Tyr puede hacer. Oh, y no le digas ni a un alma... o ella lo pagará.”

Hel inclinó su cabeza. Los demonios jalaron las cadenas en direcciones opuestas. El cuerpo
de mi madre tenía espasmos de dolor. Pero sus ojos nunca dejaron la cara de Hel, y nunca
lloró.

Yo si lo hice.

Desperté en el sofá empapado en sudor, con el grito todavía en mi garganta y la visión


de mi madre sufriendo en mi mente.

“Aguanta, mamá. ¡Voy en camino!”

Agarré mi rifle y mi bayoneta, corrí por el pasillo y golpeé la puerta de Alex. “¡Necesito
acceso a los árboles!” brame. Cuando Alex abrió la puerta, pasé de largo y abrí el tronco
del Árbol del Mundo, buscando una rama que me llevara a Helheim.

“¡Yark!”

Ratatosk, la malvada ardilla gigante, estaba al acecho. Dejó salir una corriente de insultos
que me golpearon como el cuerpo golpea la mente.

No pudiste ayudarla cuando estaba en vida. No la salvarás ahora que está muerta. Tus
amigos se burlan de ti por esconderte detrás de esa bayoneta. Ellos piensan que eres
estúpido. Débil. Ignorante.
Seguí moviéndome a pesar del bombardeo, mis pensamientos se hundieron más y más
profundo en un pozo negro de desesperación.

Repentinamente, los insultos cesaron. Caí a través de una apertura en una rama al gran
salón de Hel - esta vez de verdad. Hel estaba en su trono, pero mi madre y los demonios
no estaban en ningún lugar a la vista.

“Veo que has descubierto la llave: La desesperación que induce Ratatosk le ayuda a uno
a tener acceso a mi mundo.” dijo la diosa. “Ahora, arrodillate ante mi einherji.”

Vacilé, pero hice como la diosa de la muerte deshonrosa me mandó. Por el bien de mi
madre.

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Ella me estudió. “¿Estás al tanto de que mi perro del infierno, Garm, devorará a tu padre,
Tyr, cuando Ragnarok sea desatada?”

Asentí.

“Como engendro de Tyr, tienes su sangre en tus venas.”

Asentí nuevamente, preguntándome a dónde iba con todo esto.

“Bueno, Garm a huído.” dijo. “Tú, hijo de Tyr, eres el único que puede encontrarlo. O
más bien” ella me dio una horrorosa sonrisa. “ él te encontrará a ti.”

“No entiendo.”

“El por qué, es muy simple.” me dijo. “Mi sabueso del infierno olerá la sangre de Tyr y
vendrá corriendo.”

Me aferré a mi rifle. “Así que básicamente me estás usando como la carnada.”

“Más bien como un blanco móvil.” rectificó Hel.

“¿Por qué yo?” Me atreví a preguntar. “¿Por qué no sólo, no lo sé, lo hace aparecer de
nuevo en su cueva usted misma?”

“Garm puede ser… esquivo.” dijo evasivamente. “Él ha huido antes, y los intentos de
traerlo de vuelta a casa con magia o demonios fallaron.”

Estaba por sugerir que ella usara un silbato para perros del infierno, pero lo pensé mejor.

“Si no le molesta que pregunte, ¿Por qué mejor no lo deja perdido?”

La expresión de Hel se ensombreció. “¿Y arriesgarme a dejar que se corra el rumor de que
mi perro está más allá de mi control? No. Sólo hay una solución. Tienes que atraerlo de
vuelta a su cueva.

Fruncí el ceño. “Déjame adivinar. Si me rehúso, torturas a mi madre. Si le digo a alguien


que Garm no volvió cuando lo llamaste, torturas a mi madre.”

“Oh si. Y Thomas… T.J… Si piensas que matando a Garm detendrá al sabueso de matar
a tu padre, piénsalo de nuevo. No puedes detener el destino. Ahora, ¡Vete!”

Las puertas dobles se abrieron. Puse mi rifle en mi hombre y salí a buscar un perro perdido
por las tierras de las muertes deshonrosas.

¿Una cosa que mi previa visión falló en revelar? Los residentes condenados de Helheim.
Mientras cruzaba el paisaje, sus formas fantasmales se arremolinaron y me rozaron, como
si sintieran que yo no pertenecía a su vida del más allá. Muchos fueron a la deriva cuando
los ignoré. Pero un fantasma se rehusó a dejarme solo. Me picaba repetidamente con algo
puntiagudo.

“Escucha, pálido” Interrumpí, girándome para confrontarlo. “No se cual es tu problema,


pero…”

Mi voz murió cuando vi quién había estado irritándome: el dios Balder. El hijo de Odín
y Frigg, Balder ha sido grandemente amado y, supuestamente, invulnerable a toda forma
de ataque. Pero él tenía una única debilidad: el muérdago. Loki engañó al hermano ciego

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de Balder, Hod, para matar a Balder con una flecha de muérdago - la misma flecha con
la que estaba ahora molestandome.

“Uh, hola.” dije. “En cualquier momento en que quieras parar de hacer eso está bien por
mí.”

Balder sonrió, y repentinamente entendí por qué los mundos habían llorado su muerte.
Joven y apuesto, con una mata de cabello marrón oscuro, brillantes ojos azules, con
hoyuelos a cada lado de su sonrisa traviesa, Balder irradiaba calidez y buen humor. Estar
cerca de él me hacía sentir feliz. Claro y simple como eso.

“¡Hola! tu eres el chico de Tyr, ¿Verdad?”

No debería estar sorprendido de que él pudiera hablar - después de todo, yo también


estoy muerto y puedo hablar más que bien - pero casi salté de mi propio cuerpo cuando
lo escuché.

“Lo siento por haberte picado con la flecha.” Balder continuó “No tenemos muchos
visitantes con cuerpo aquí abajo. Es por eso que te seguí. Pero cuando tu no reaccionaste
de inmediato, no estaba seguro de que fueras real.”

Me froté el adolorido brazo. “Soy real.”

“Estoy agradecido” dijo Balder con otra cálida sonrisa. “Siempre admiré a Tyr. No porque
dejara que ese lobo Fenrir le arrancara la mano, pero por como se manejaba con odin y
Thor.”

Asentí para mostrara que entendía. Hace mucho, mucho tiempo atrás, Tyr fue el dios
principal de la guerra. Aunque con el tiempo, Odín y Thor ganaron popularidad y lo
dejaron de lado. Mi padre pudo haber montado un ataque para recuperar su posición,
pero él reconoció la agitación que una guerra civil pudo haber causado. Así que en vez
de eso se hizo a un lado y dejó que Odín y Thor permanecieran en el poder.

“Además” agregó Balder. “Tyr fue uno de los pocos dioses que no me tiraron cosas para
probar mi invulnerabilidad. Siempre aprecié eso.”

“¿Lo suficiente como para salvarlo de ser devorado por Garm?” pregunté esperanzado.

Balder sacudió su cabeza. “No puedo detener a Garm de matar a tu padre más de lo que
puedo detener esta flecha de muérdago de matarme.”

“Si no te molesta que pregunte, ¿Por qué todavía tienes esa cosa?”

Balder hizo una mueca. “Traté de deshacerme de esta cosa cuando llegué por primera vez
aquí. Lo quemé, lo enterré, lo estrellé contra una roca, lo perdí accidentalmente a
propósito. Nada funcionó. Siempre reaparece aquí.” Él apuntó a su pecho. “Ahora, solo
lo llevo a todos lados. En mi mano.” aclaró “De lo contrario, se interpone en el camino.”

“Mmm, puedo ver como sería. ¿Y alguna vez el veneno del muérdago te hizo enfermar?”

Él me miró con sorpresa. “¿Veneno?”

“Bueno, si” dije, igualmente sorprendido de que él no lo supiera. “El muérdago es


venenoso. Estaba este viejo sabueso que solía estar cerca de mi regimiento. Un día comió
un poco de muérdago y…” terminé.

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“Y ¿qué?” Balder preguntó con ansiedad. “El perro no murió, ¿o si? Odio las historias de
perros que mueren.”

“No, pero…” mi mente empezó a dar vueltas. “Empezó a caminar de una manera
graciosa, y a babear y a vomitar.” me volví a él. “Balder, necesito tu ayuda.”

Le dije acerca de Germ, Thor, y la petición para encontrar el perro de Hel y salvar a mi
madre de la tortura.

Balder sacudió su cabeza. “Lo siento, hijo de Tyr. Quiero ayudarte, pero Hel nunca me
permitiría que intervenga.”

“No tú. Eso” apunté a su flecha. “Si Garm la come, podría detenerlo. No matarlo.”
agregue rápidamente. “Sólo incapacitarlo.”

“Es verdad que Garm no sería asesinado. No aquí, en el reino de Hel. Pero si él ingiere el
muérdago,” dijo “¡Quizá no se sienta con ganas de ingerirte!”

“Es un extra” estuve de acuerdo.

Un fuerte aullido cortó a través del silencio. Un segundo después, saltó a la cima de la
colina. él olfateó el aire y giró su enorme cabeza en mi dirección. El sabueso de Helheim
me había olfateado.

Tomé la flecha de Balder. “¿No tendrás un arco contigo, de casualidad?”

“Lo siento. Es lo que tengo.”

“Cierto. Entrega especial será entonces.” agarré mi rifle con una mano y la flecha con la
otra. “¡Deséame suerte!”

“¡No puedo! ¡Hel no lo aprobaría!”

No esperé que Garm viniera por mí más de lo que esperé que por Johnny Reb en la
guerra. Gritando a todo pulmón, corrí con todas mis fuerzas hacia el sabueso del infierno.

Garm gruñó y se lanzó. Su ensangrentada mandíbula se abrió de par en par, dándome


una cercana y personal vista de su úvula. Me lancé hacia él, intentando empujar la flecha
de muérdago en su boca. Sus mandíbulas se cerraron antes de que pudiera, casi atrapando
mi mano cuando lo hicieron.

Entonces mi entrenamiento para la batalla en el hotel Valhalla me golpearon a toda


velocidad. Me giré antes de que pudiera dar otra mordida, entonces pinché con mi
bayoneta su parte trasera. Él gritó suficientemente fuerte como para despertar a los
muertos. Liberé mi bayoneta de acero de hueso y salí corriendo en busca de refugio
mientras él giraba en círculos, tratando de lamer su herida.

Divisé una zanja y salté dentro. Me apoyé contra un lado, y planeé mi próximo ataque.
Había llegado tan lejos como para evitar la mordida cuando fui envuelto en una ráfaga
de caliente aliento. Miré hacia arriba para encontrarme con Garm jadeando hacia mi, su
lengua resbaladiza colgando como una gruesa manta mojada.

“¡Asqueroso!” Rodé en el piso justo cuando esa lengua trató de lamerme. Saltando sobre
mis pies, trepé fuera de la zanja y tomé carrera para saltar al cuello de Garm - e
inmediatamente me resbalé en su ensangrentado pelaje y bajé por el otro lado. Lo pinché

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con la flecha, aunque, debió haber sido irritante, porque se dejó caer sobre su trasero y
vigorosamente se rascó el cuello con la pata trasera.

Mientras tanto, corrí a través del campo y me escondí detrás de una peñasco de dos pisos
de alto, donde hice balance de mi situación. El ataque directo había fallado. Ocultarme
en una zanja había sido casi fatal. Así que quizás era tiempo de tomar terreno alto.

"Cierto." Gruñi. "Esto termina ahora."

Un lado del peñasco ofrecía huecos decentes para escalar. Silenciosamente agradecí al
hotel Valhalla por instalar un muro para escalar. Colgué mi rifle de mi hombro, enganche
la flecha en mi cinturón, y escalé a la cima.

"Oye, perro grandulón" bramé desde mi encaramado. "¿Qué hay sobre darse un rico
gustito saber a Tyr? ¿Si? ¿Quieres un poco de mi?"

Garm dejó de rascarse y empezó a gruñir. El caminó de manera sigilosa y rodeó el


peñasco. Él trató de escalar, pero sus patas no encontraron agarre.

"Parece que pasarás hambre esta noche" aventuré.

Él gruñó con frustración. Entonces, con sus ojos puestos en mí, se alejó y luego se agachó.

Yo también me agaché, agarrando la flecha de mi cinturón mientras lo hacía. Entonces


esperé.

No por mucho tiempo. Con un fuerte aullido, Garm cargó. Cuando llegó a la roca, saltó.
Sus musculosas patas traseras lo enviaron volando directo a mí. Patas llegando y hocico
bien abierto.

En el último segundo posible, hice un paso al lado. Entonces, grité con furia, apreté la
flecha directo por su garganta, liberando mi mano justo antes de que la masticara con sus
dientes. Mi ataque lo sacó de balance, y aterrizó con un golpe seco en la cima del peñasco.
Mientras él intentaba ponerse de pie, yo salté al piso y corrí de nuevo hacia el fondo de
Helheim donde lo vi por primera vez: el afloramiento rocoso que asumí que era su cueva.

Al principio, Garm me persiguió a toda velocidad. Me mantuve un paso al frente con una
combinación de maniobras zigzagueante que perfeccioné con siglos de entrenamiento de
combate en el campo de batalla del Valhalla. Eso, y pura suerte.

Pero lentamente, el sabueso del infierno quedó atrás. Me arriesgué a voltear para mirar.
El hocico de Garm empezó a echar espuma en reacción al veneno del muérdago. para el
momento en que llegamos a su cueva, él era un tambaleante, desastre quejumbroso.Yo
casi que me sentí mal por él.

Toda simpatía se fue cuando lo vi vomitar. Por suerte no me salpicó, pero el olor era
realmente asqueroso. Garm se bamboleó hasta su cueva, cayó en su perruna cama de
huesos molidos, y empezó a roncar.

Balder entró entonces. Ignorando el vómito, abrió las mandíbulas del perro, hurgó en su
garganta, y recuperó su flecha. “Así puedo lavarla antes de despertar con ella
sobresaliendo de mi pecho.” él explicó.

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Él estuvo a punto de decir algo más. Pero lo que sea que era, no lo escuché, porque Hel
eligió ese momento para mandarme de vuelta al Valhalla. No tenía idea de si ella
cumpliría su palabra de perdonar a mi madre.

Tube mi respuesta esa noche. La diosa de la muerte me visitó en sueños. “Un trabajo bien
hecho, hijo de Tyr.” dijo. “Tu madre está a salvo. Incluso puedo concederte que la visites
de tanto en tanto.”

Emociones en conflicto burbujearon hasta mi garganta - Enojo por como había sido
tratada mi madre y euforia porque un día podría verla de nuevo. La euforia ganó.

“Estaré esperando eso.” dije. “Y estoy feliz de que su perro esté de vuelta en casa, aunque
él esté destinado a matar a mi padre. Pero ahora, hágame un favor.” me giré y me cubrí
con el cobertor. “Váyase al Helheim.”

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¡También Tu Cara!
Por: Mallory Keen
Traducido por: Mare
Corregido por: BLACKTH➰RN

“Escamas de Dragón”.
De pie en el pasillo del piso diecinueve, con una caja de pizza medio vacía en la
mano, fulmino con la mirada a Halfborn Gunderson. Había abierto su puerta
solo un poco, "¿Enserio me estás diciendo que estás viajando a Vanaheim para
conseguir escamas de dragón?", pregunté. "¿Directamente de un dragón, nada
menos?"
"Es para un pequeño proyecto en el que estoy trabajando". El frenético sin camisa
evitó mis ojos, ¡cobarde!
Intenté abrirme paso pero mi novio, una y otra vez, puso su enorme pie contra
la puerta entreabierta, haciendo que nuestra relación este peligrosamente cerca
de acabar de nuevo.
"¿Así que quieres jugar? Bien".
Tomé una porción de pizza de la caja, le di un golpe en el pecho con ella y me
fui.
"¡Mallory! ¡Espera!"
Cuando no me detuve, Halfborn se enfureció y dió un golpe con la puerta. Tal
vez él estaba buscando la llave de su habitación, planeando seguirme.
Bueno, yo no quería verlo a él o a su pecho manchado de pizza nunca más.

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Así que pase mi habitación, abrí de un tirón una puerta al azar y la atravesé,
espiando a través, golpeando la detrás a de mí.
Entonces literalmente me congelé.
"Oh, Fimbulwinter".
El hotel Valhalla tiene innumerables puertas sin marcar. La mayoria son atajos a
otras zonas del hotel.
Algunas conducen a otros mundos.
Para mi suerte, había salido directamente a Niflheim, la tierra de interminable
aguanieve y hielo, y muchos gigantes de escarcha.
Para mi suerte, había una violenta tormenta de nieve a mi alrededor.
Maldiciendo, saque un pequeño cuadrado de tela de mi bolsillo hecho por
Blitzen, se desplegó en una gruesa parka con capucha infundida (con magia de
kenaz, fuego), cortesía de Hearthstone.
Desde que viaje a Niflheim para ayudar a detener a Loki, larga historia, me
aseguré de llevarla conmigo.
Acurrucada en mi cálido brazo , me di la vuelta y busque a tientas la perilla de la
puerta.
No había una, tampoco puerta.
En cambio, me encontré mirando a un alto muro de hielo sólido.
"¿Un glaciar? Tienes que estar bromeando".
Frote un círculo en la escarcha y miré hacia el glaciar para ver… más hielo.
Golpeé la losa.
Lo aflojé con mis dagas gemelas.
Lo pateé y grité, pero y si el hotel Valhalla estaba en algún lugar por otro lado,
no estaba volviendo por donde vine.
Envainé mis dagas, puse una mano sobre el glaciar y comencé a caminar,
arrastrando mis dedos en la pared helada para buscar una puerta, un pomo, una
ventana, algo.
Luego la pared terminó y mis dedos congelados se hundieron en una gran
ventisca.
Gruñendo de frustración, me metí las manos en los bolsillos y me di la vuelta.
El glaciar era la única conexión que tenía con el hotel y no quería perderlo de
vista, solo me moví unos pasos cuando escuche un ruido sordo en la distancia.
Me detuve.

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El ruido sordo se hizo más fuerte y más cercano.
Un gigante de escarcha.
La posibilidad me golpeó como una bola de granizo en la cara. Sabía por
experiencia que algunos gigantes de escarcha eran amigables.
Ellos no eran por lo que yo estaba preocupada.
Una figura solitaria surgió a través de la nieve.
Mi primer pensamiento era:
¿Como puede no estar helado con esos pantalones cortos?
Mi segundo fue: ¡Saltar!
Salté a un lado cuando Thor pasó,
"¡Hey, espera!" comencé a seguirlo, pero de inmediato me detuve.
Thor estaba soltando pedos como el chisporroteo de un motor. Una nube de
gases nocivos me envolvió.
"¡Dioses de Asgard!" agite una mano delante de mi cara.
"¿Que se arrastró dentro de él y murió?"
Tosiendo, con los ojos ardiendo, yo casi fallé en reconocer las ventajas de esta
situación.
¿Alguna vez escuchaste la frase, como un cuchillo caliente a través de la a
mantequilla?
Bueno, sustituye torrente de pedos para cuchillo caliente y nieve para la a
mantequilla. El gas de Thor estaba derritiendo la nieve formando un ancho
sendero que hizo que caminar por Niflheim fuera cien veces más fácil.
Eventualmente pensé que él terminaría en Asgard, así que seguí su maloliente
rastro.
Desafortunadamente, Thor fue demasiado rápido para que yo le pudiera seguir
el ritmo.
Entonces la ventisca cubrió su rastro, borrándolo por completo.
Me trague mi creciente pánico y seguí adelante a través de la nieve punzante.
Por un tiempo, todo lo que escuche fue el gemido del viento y mi propia
respiración pesada. Pero entonces un nuevo sonido se mezcló. Un gorgoteo como
el agua.
Me detuve, pensando.
El agua podría significar un río o un arroyo.

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¿Quizás podría seguirlo fuera de Niflheim?
Con el rastro de Thor desaparecido, parecía mi mejor
opción. Me desvié y me dirigí hacia el sonido.
El aire se calentó gradualmente. Aceleré el ritmo.
La nieve que conducía cambió en hojuelas gordas y húmedas que dieron paso a
una espesa niebla gris.
Me quite la parka, la doblé de nuevo en un cuadrado y la metí en mi bolsillo.
El gorgoteo también cambió, a un burbujeo como agua
hirviendo. Me detuve, qué bueno que lo hice.
La niebla se separó momentáneamente para revelar un enorme cuerpo humeante
delante de mí. Unos pasos más y me habría caído a un despeñadero escarpado
con sus profundidades negras como la tinta.
¿Que es este lugar? Mi mente examinó mi conocimiento de los nueve mundos y
se le ocurrió la respuesta.
Es Hvergelmir, las aguas termales que rodean las raíces de Yggdrasil! ¡Si!
Hice un pequeño baile de felicidad.
Si pudiera llegar a las raíces del árbol para subir a Yggdrasil y así volver a Asgard
o ir a algún otro mundo más hospitalario.
Mirando a través de la niebla, pude distinguir las raíces retorcidas y jorobadas
sobresaliendo del agua negra como las rodillas de los cipreses, solo que mucho,
mucho más grandes. Vislumbré rápidamente el tronco de Yggdrasil
extendiéndose hacia el cielo desde en medio del árbol antes de que el vapor lo
ocultara de mi vista.
Entonces, mi salida de Niflheim estaba ahí hi afuera.
Llegar hasta ahí , sin embargo , presentaba algunos problemas.
Soy una buena nadadora, pero no estaba convencida de poder cruza Hvergelmir
sin ser hervida viva por las aguas termales.
Con mi poder einherji, podría intentar saltar toda la extensión, pero la niebla
hizo difícil ver dónde terminaba el agua y comenzaban las raíces. Si calculaba mal
la distancia quien sabía donde podría aterrizar.
Tiene que haber una manera, pensé.
Rodeé la piscina.
En el lado opuesto yo divisé una raíz ondulada que se extendía como una larga
sección de una montaña rusa.
Estaba traidora mente resbaladizo con humedad y musgo verde.

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Pero era el único puente que pude ver sobre el agua .
El sudor me goteaba por la cara y en las manos una sensación de agarre, me
arrastre a través de la raíz pulgada por pulgada.
Después de lo que pareció una eternidad llegue al otro lado.
Rodé sobre tierra húmeda y arcillosa. Me abrí paso a través de las raíces externas
y me senté contra una cerca de Yggdrasil para recuperar el aliento. La raíz se
crispó.
Jadeando, me apresuré a regresar.
Nada en mis archivos de memoria dijo que Yddgrasil podía moverse.
Miré más de cerca la raíz. Era marrón y verde, pero a diferencia de otras, las raíces
cubiertas de musgo girando a su alrededor, esta raíz parecía decididamente
escamosa.
Mientras mi mente procesaba ese hecho, escuché un sonido de masticación.
Mi corazón se hundió.
No es una raíz. Es la cola de Nidhogg.
En mi apuro por llegar a Yddgrasil, me había olvidado de Nidhogg, el dragón
que vive en la base del árbol del mundo.
Nidhogg pasa su días royendo la raíz del árbol y haciendo bromas comerciales
con un águila que anida en la copa del árbol.
Ratatosk, la ardilla del insulto gigante, actúa como intermediaria, entregando
mensajes desde la raíz hasta la copa del árbol y de regreso.
Ahora mismo yo soy fanática de las palabras hirientes.
Los insultos son útiles con un pez gordo como Halfborn.
Pero cómo hecen para lanzar calumneas el uno al otro durante milenios el águila
, el dragón , y la ardilla?
Nunca dejaría que nuestra relación alcanzara ese nivel de disfuncion .
El cuerpo verde y marrón de Nidhogg estaba enrollado alrededor de la base del
árbol.
Para trepar y salir de Niflheim a través de Yggdrasil, primero tengo que subir a
Nidhogg. Esa perspectiva no me emocionó, especialmente cuando vi las garras
de sus poderosas patas traseras.
Me moví para buscar la cabeza del dragón, siempre sé dónde son las partes
peligrosas de la boca de un dragón , ese es mi lema, y puse mi pie directamente
en una pila de huesos. ¡Crujido! Aparentemente, las raíces de Yggdrasil no eran
las únicas cosas que Nidhogg había roído .

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Desenvainé mis dagas, esperando que el dragón atacara al sonido.
En cambio, murmuró para sí mismo,
"ese águila cree que es todo eso. Bueno,
Mi insulto sera tan mordaz que mudara sus plumas. Ahora todo lo que tengo que
hacer es pensarlo".
Un destello de esperanza surgió dentro de mi. Nidhogg necesitaba un insulto?
Tengo millones de ellos.
Talvez podríamos llegar a un acuerdo.
Una paliza al águila seria fantastica para un pase seguro arriba del árbol
No hay garantía de que Nidhogg no me devore en el acto, porsupuesto , pero
era el único plan que tenía, así que lo hice.
Patee la caja torácica con mi pie y me moví alrdedor del árbol como si fuera la
dueña del lugar.
"¡Hola!"
Asustado, Nidhogg se detuvo a mitad de un murmullo, me miró con sus enormes
ojos amarillos parpadeando confundido.
Luego, con las fosas nasales peligrosamente dilatadas, dejó escapar un bramido y
se dobló como una impresionante exhibición de colmillos afilados.
Mi corazón vaciló, pero me tragué el miedo y seguí
adelante. "¿Se supone que eso me debería
intimidar?" Hice un gran espectáculo de rodar los
ojos.
"Escuche rugidos más s fuertes del trasero de Thor"
Nidhogg se encogió como si lo hubiera golpeado en la nariz con un periódico
enrollado.
"Eso no fue muy agradable"
Sonaba tan dolido que casi me dió pena.
En cambio, resople con burla.
"Amigo, insulto a todos"
Agite en mi mano las dagas.
"¿Ves esto? Son afiladas, pero no tan afiladas como mi lengua". O tus colmillos,
agregué para mí mientras el dragón se acercaba para inspeccionar mis espadas.
"Wow. Esos son puntiagudos.” Nidhogg parecía realmente impresionado.

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"¿Son tus insultos realmente más agudos que eso? ".
" Señor, esa pregunta es tan tonta que me hace pensar que tu cerebro está como
el ojo izquierdo de Odin: completamente vacío".
Nidhogg hizo una mueca
"Wow. Eso realmente, realmente duele. Pero tienes razón, por supuesto ".
Golpeó una garra en forma de daga contra su cráneo. ". Mi cerebro está vacío .
De insultos, se insultos de todas formas".
Esa fue mi apertura. Envainé mis dagas y ladeé la cabeza hacia un lado como si
estuviera considerando algo. "Sabes, tengo algunas frases poderosas que nunca
dejan de enfurecer. Estaría bueno dispuesta a compartir algunas, pero ¿que hay
para mi?"
Nidhogg se rasco la barriga. "Bueno para empezar, no te comeré", el ofreció.
"Hmm. Te diré que. Déjame subir a Yddgrasil cuando hayamos terminado, y
tenemos un trato".
Nidhogg sacó una garra.
Pensé que me iba a cortar en pedazo, pero entonces me di cuenta de que quería
sacudirla.
Lo hice, con mucho cuidado.
"Está bien", le dije, "ahora escucha con atención".
Nidhogg barrió y presiono su oreja contra mi boca.
"No tan cerca"
"Lo siento" El retrocedió.
"Correcto. Comencemos con las cuatro réplicas clásicas:
Una: Se que lo eres, pero ¿que soy yo?
Dos: Soy de goma, eres de pegamento, lo que digas rebota en mi y se pega a ti.
Tres: Toma uno para conocer uno.
Cuatro: ¡Así es tu cara!"
Los ojos de Nidhogg se abrieron con asombro.
"¡Son Geniales! ".
Sopló hacia abajo y me voló el pelo.
"Probémoslos".
Me encogí de hombros. "Eres una serpiente fea".

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Nidhogg retrocedió, la expresión herida regresó a su rostro.
"Esa fue tu señal para usar una de las réplicas", le expliqué.
Su rostro se aclaró. "¡Oh sí! ¡Ja, ja!"
"Vamos a intentarlo de nuevo. Eres una
serpiente fea". "Se que lo soy, pero ¿tú qué
eres?" El sonrió con deleite.
Nunca saldré de aquí, pensé. En voz alta dije: "Vamos a repasar esa redacción de
nuevo".
Después de algunas rondas más de muestras, Nidhogg se acostumbró.
Para entonces ya estaba divirtiéndome , así que agregué algunas burlas simples
con temas de pájaros para que las use contra el águila: “¡Estás tan loco, los cucos
piensan que estás loco! ¡La pluma quedaría reunirse contigo!, y escuche que sabias
a pollo".
En retrospectiva, ese último podría haber sido un error. Cuando Nidhogg escuchó
eso, su estómago gruñó. Me dió una mirada de soslayo. "Entonces, hum, quieres
quedarte a cenar?"
Me alejé casualmente de la región de su boca. "Por mucho que me gustaría,
debería volver a Valhalla. ¿Esta bien si trepo por tus bobinas ahora?". "¡Soy de
goma, eres pegamento!" Lo tomé como consentimiento.
Nunca había estado más feliz de sentir el ladrido de Yddgrasil debajo de mis
dedos, me escabullí arriba del tronco, trepé entre las ramas y finalmente
encontré una abertura a otro mundo. No sabía cual era hasta que me caí al piso
diecinueve, justo a los pies de Halfbom. "¡Mallory!" él gritó. "Te he estado
buscando por todas partes, mujer" Me puse de pié y lo fulminé con la mirada.
Luego me arrojé a sus brazos.
"Oh ¿si?" murmuré contra su pecho desnudo".
Bueno…. Se necesita tomar uno para conocer uno.

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Bueno, Eso Fue Una Sorpresa
Por: Halfborn Gunderson
Traducido por: Lost Carstairs

Corregido por: BLACKTH➰RN

Alguien se detuvo en el pasillo detrás de mi puerta. Me tensé. Esperando.


Escuchando.
Knock-Knock. Knock. Knock-knock-knock.
Esa era la señal. Abrí la puerta. “Entra. Rápido.”
Alex Fierro me esquivo con una toalla enrollada en sus brazos. Miré a un lado y a
otro del pasillo, luego cerré la puerta. Me giré para encontrarme a Alex con sus
ojos en blanco.
“Todavía no me creo que me hagas usar una llamada secreta.” Me entregó la
toalla, luego se sacudió el suéter de cashmere rosa y sus pantalones verde lima.
Le mostré un trozo destrozado de pizza. “Mallory intentó entrar hace unos
minutos. Tenía que asegurarme de que eras tú y no ella viniendo a molestarme”
“Si, tu mirilla no serviría de nada”
“Oh. Me había olvidado de eso. Como sea.”
Lo llevé a mi cuarto de manualidades. Eso es manualidades. Había más para mí
que solo luchar hasta la muerte. Empecé con lo básico- Pintura de dedos y
esculturas de macarrones, purpurina en corazones de papel, arte de cuerdas y
colgadores móviles- y me abrí camino hacia trabajos artísticos más finos.

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Alex se quedó boquiabierto cuando miró mi último proyecto “Tío. Eso es enorme”
Me encogí de hombros “Hazlo grande o no lo hagas, ¿no?”
El proyecto era un mosaico para Mallory hecho de surtido de objetos reciclados
que encontré: fragmentos de armas, guijarros de los diferentes mundos,
fragmentos de cristal destrozado. Alex ,el alfarero del piso diecinueve, me había
traído trozos de cerámica rota, hecho a mano arrojando un poste insatisfactorio
contra una pared.
Desenrollé la toalla e inspeccioné los fragmentos. “Son perfectos. Gracias. Ahora
solo necesito escamas de dragón de Vanir.”
“¿Por qué dragones de Vanir?” Quería saber Alex.
“Son rojos, amarillos y naranjas- perfectos para las llamas de la batalla, sangre y
gore. Mira, estoy representando la primera batalla que tuvimos juntos Mallory y
yo”
“Aw, Halfborn.” Alex me golpeo debajo de la barbilla. “¡Eres romántico!”
“También estoy en la cuenta atrás. Quiero dárselo en el aniversario de la batalla
la próxima semana. Tengo que ir a Vanaheim y volver antes de que Mallory de
verdad tiré mi puerta abajo.”
Alex desenrolló su garrote del cinturón. “¿Quieres un compañero de viaje?”
“Nah. Está hecho” Abrí un armario lleno de armas y elegí un hacha y un escudo
de mi colección. “¿Puedes quedarte aquí, mientras, y asegurarte de que Mallory
no entre?
Alex hizo una mueca. “Prefiero luchar contra un dragón que plantarle cara a tu
furiosa novia, pero claro, me quedaré por aquí hasta que vuelvas.”
“Gracias. Te debo una”
Alex sonrió. “Te lo recordaré en algún momento.”
Las armas puestas seguras en su sitio encima de mi camiseta BARRO DURO- Me
encantaba esos retos de la carrera de obstáculos de Midgard- Empecé mi viaje a
través de los corredores del hotel hacia la cocina y a la enorme nevera en el área
de preparación de alimentos del salón de fiestas. El camino más rápido hacia
Vanaheim era a través de los productos frescos. Primero puse los pies en el
contenedor de patatas y aterricé al pie de una suave colina en Folkvanger, el reino
Vanir de la otra vida.
Examiné mi entorno. La colina estaba cubierta con un dulce olor de flores silvestres
y mariposas danzarinas inundadas en cálida y brillante luz- el poder de Freya,
Diosa y gobernante de Vanaheim, lavando el reino. En la cima, los guerreros de
Freya cuidadosamente seleccionados descansaban sobre mantas, riendo y
bebiendo chai.

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Fruncí el ceño. Paz, mariposas, chai: este mundo era horrible.
Eeeeeeeeeee!
Un agudo de trompeta perforó el aire de repente. ¡Una llamada a la batalla! Mi
instinto frenético me vino como si alguien hubiera pulsado un interruptor. Con un
poderoso rugido, me arranqué mi camiseta de BARRO DURO y subí la colina.
Nada que encontrara en Asgard me hubiera preparado para lo que venía ahora.
El toque de trompeta siguió en una suave melodía de jazz. Las baquetas de los
cepillos se callaron
un ritmo susurrado mientras que otros instrumentos - un piano, un clarinete, un
bajo -tejió una melodía de notas a través del aire. La música que se deslizaba sobre
mí como sirope caliente en una pila de tortitas para el brunch del domingo

Era horrible Era horrible, dejé caer mi hacha, caí sobre mis rodillas y me tapé los
oídos.
“¡Whoa, amigo! ¿estás bien?” Una chica morena con la parte de arriba del bikini
y un pareo me miraba fijamente preocupada. Le dio un codazo a su compañera
de manta.
“Heey. Creo que este tío necesita algún suplemento de hierba”
“! No ¡” Me puse en pie a trompicones. “Estoy bien. Solo señálenme hacia donde
esta Sessrumnir, y seguiré mi camino”
“Te perderás el solo improvisado de clarinete” Me advirtió.
Me estremecí” No, realmente no lo haré”
La chica se encogió de hombros. “Tú te lo pierdes. El palacio de Freya está bajando
la colina, pasando la cancha de volleyball.¡ Mantén la calma y bebe!”
“¿Quién era ese?” Oí preguntar a su amiga mientras me apresuraba.
“Por su aspecto, diría que alguien a quien le gusta”- Ella bajo la voz a un
avergonzado susurro- “la música de polka”.
(Ella no se equivocaba. Preferiría una buena banda acústica oompah sobre lo que
ellos estaban escuchando cualquier día).
Continué hasta Sessrumnir, el barco/palacio al revés de plata y oro de Freya, para
pedirle permiso a la diosa cazar a los dragones en su tierra. En el interior los
guerreros se aguarnecieron en el pasillo hasta el trono de Freya. Guerreros
dormidos en hamacas, eso es. El trono de Freya estaba vacío.
Sacudí a un hombre rubio dormido con una camisa hawaiana desabrochada,
andrajosa, bermudas y sandalias Berkenstock. “Despierta. ¿Dónde está Freya?”

80
El tipo parpadeo soñoliento “¿Quién eres?”
“Halfborn. ¿Dónde está la diosa?”
“Halfborn” El tipo dijo mi nombre como si lo estuviera probando. “ ¿ De qué es
abreviatura”
“ De nada.”
Se río con asombro. “ Halfborn es la abreviatura de Nada? Es tan raro cómo
funcionan los nombres, ¿no?” alargo la mano. “Soy Miles. Y siento ser el portador
de malas noticias, pero Freya no está aquí ahora. Estaría super entusiasmada de
ayudarte, sin embargo. Hablando de súper entusiasmado”, señaló mi abultado
bíceps y abdominales musculosos” ¿te has dejado llevar así por volverte
vegetariano?”
Ignoré su pregunta y fui directo a la mía. "¿De quién necesito el permiso para cazar
a sus dragones? Necesito algunas de sus escamas”.
Miles se rasco la cabeza en la confusión. “¿Cazar nuestros dragones? Amigo, ellos
duermen más difícil que nuestros guerreros, quiero decir, se necesitaría algo
bastante sustancial para despertarlos. Si quieres escamas, solo tienes que subir y
cogerlas”:
La mayoría de la gente se habría sentido aliviada cuando una tarea potencialmente
mortal se convirtió en una que no amenazan la vida. No soy la mayoría de la
gente. Prefiero ganar cosas, no que me las entreguen. Aun así, venía a por las
escamas de dragón, así que puse mi decepción a un lado.
“¿Dónde están las cuevas de estos dragones dormidos, entonces?”
“Cuevas” Miles ser rio. “Realmente no eres de por aquí, ¿verdad?”
“No”. Gracias a los dioses, añadí en silencio.
Miles extendió los brazos y miró hacia arriba. ” Nuestros dragones duermen bajo
el cielo abierto, disfrutando de la luz de Freya.“ Dejó caer sus brazos. “Vamos, yo
te llevaré allí”
“¡No! Quiero decir, podrías señalarme el camino.”
“No es un problema hombre. Sígueme”
Aprete los dientes “Super”
Miles me llevo a un distante cañón de suave arena roja y dorada. “Ya lo sé!
Aprovechemos esta oportunidad para conocernos mejor”
“No lo hagamos y digamos que lo hicimos”
“Yo iré primero” Continuó Miles. “Mi flor favorita e la margarita. Es tan ¡Maldito
alegre! ¿Tienes una flor favorita, Halfborn?”
“No”.

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“Oh, venga, ahora” Me miró de reojo. “Te deben de gustar los tulipanes. A todo
el mundo le gusta los tulipanes.¿Sabes por qué?”
“No.”
“¡Porque sin tulipanes, no se puede besar!” Él grito y me golpeó en el hombro.
“¿Lo pillas? ¿Tulipanes? ¿Como, dos labios?*”5 Hizo sonidos de besos.
Casi desaté una fuerte dosis de locura sobre él. En lugar de eso, dije, “Hay una
planta que admiro. La Venus atrapamoscas”.
Miles asintió con entusiasmo. “¡Interesante! ¿Por qué esa, exactamente?”
Me volví contra él. “Porque ataca a su presa y luego lenta y dolorosamente lo
consume”
Eso lo hizo callar.
Llegamos al cañón. El viento había tallado un lado en salientes ondulados que
colgaban del suelo como si fueran toldos de sombras. Cuatro dragones-uno
dorado, uno rojo, y dos anaranjados- en un hueco en el fondo, sus escamas
brillando en la luz de Freya. Sus alas estaban bien ajustadas a sus cuerpos
serpentinos. Humo blanco salió de sus fosas nasales como bolas de algodón.
En otras palabras, los dragones no eran una amenaza para la vida. Ayudándome
a conseguir sus escamas sería pan comido.
“Odio la tarta**”6 Murmuré cuando empecé a bajar la pendiente. Afortunado de
mi- Miles vino.
Estábamos a mitad de camino cuando una figura se deslizó sobre el bode del cañón
en el lado más alejado.
Miles parpadeo. “Oye, ese es Thor. ¡Y él esta-Oh!”
Thor cargó directamente a través de los dragones.
Aparentemente, ser pateado por un dios del trueno constituye algo bastante
sustancial. Los dragones se despertaron con fuertes resoplidos. El clan estalló en el
caos. Con poderosas alas batiendo, el cuarteto salió al aire, chillando con furia.
Me lance bajo un saliente de arenisca.
“Ooh, ¡qué bonito!” Miles le dio sombre a sus ojos y señalo a los dragones.
“¿Estás loco?” Grité. “¡Cúbrete!”
Miles agito su mano despectivamente. “No es necesario, amigo mío. Los dragones
nunca atacaran a los honrados muertos de Folkavanger. Hacerlo podría perturbar

*En inglés se diría Tulips por lo que Miles bromea como que se dice parecido a Two Lips (dos labios)
**En inglés pan comido se traduce como Piece of cake, así que por eso dice que no le gusta la tarta, no le
gusta no fácil.

82
la paz del reino. Solo volarán un poco y luego volverán a dormir.” Entonces una
mirada de leve preocupación cruzó su cara. “Por supuesto, no eres uno de los
asesinados elegidos de Freya. Si tienen hambre y te huelen-Oh, mira. Hay algo que
no se ve todos los días.”
“¿Qué?”
“Aliento de fuego”.
Arrojé mi escudo delante de mí justo cuando los dragones naranjas pasaron de
largo mi saliente. Sus llamas sobrecalentaron el metal, pero no me tocaron.
Volaron y dieron una vuelta para hacer otra pasada.
Esto ya se le parece más, pensé.
Salté y fui a arrancarme la camiseta de Tough Mudder. Entonces recordé que lo
había arrancado antes, así que fui directamente a volverme loco.
Corrí hacia el suelo del caño. Un dragón naranja aterrizo a mi lado. A unos pocos
giros bien colocados de mi hacha lo dejaron fuera de servicio permanentemente.
Esquivé una ráfaga de fuego del segundo naranja, luego se me lancé y golpeé su
cabeza.
“Apagada esa llama!!-Grité.
“¡Amigo!” Miles salía a toda prisa del cañón “¡Tienes problemas de ira!”
“¡Ya lo sé!”
El dragón rojo arándano dio un grito de rabia y me bombardeó en picado. Sé
acercó demasiado para su comodidad. Su comodidad, eso es. Le di un golpe de
gracia golpeando la nariz con mi escudo y luego le partí el cráneo en dos.
“¡Tráelo!” Brameé.
El último dragón era, de lejos, el más grande. Sus brillantes escamas doradas casi
me cegaron mientras se apresuraba a matar. Lo esquivé, salté sobre su espalda, y
lo monté en el molesto y hermoso cielo bañado en luz de Freya. El dragón se
agacho, se retorció, y rodó, tratando de desmontarme. Puse el mango de mi hacha
en su garganta y tiré con fuerza. Jadeó y se tiró del mango, pero yo me agarre
fuerte. Luego dejó de golpea y giró en una lenta espiral de muerte hasta el suelo
del cañón.
¡Boom! Su cuerpo levantó una nube de arena.
“Aaaahhrrrr!” Rugiendo en la gloria triunfante, salté y golpeé mi escudo con mi
hacha.
“Amigo. Vaya”
Levante la vista para encontrar a Miles mirándome con la boca abierta,
asombrado. A su alrededor había una multitud de guerreros de Vanaheim. Unos
pocos se movían y murmuraban con inquietud.

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La chica de pelo oscuro en bikini se adelantó. “Están… muertos”. Una lagrima se
deslizó por su mejilla.
Se me ocurrió entonces que, aunque ella, Miles y el resto de los elegidos de Freya
eran técnicamente guerreros, puede que nunca hayan visto una batalla real, y
mucho menos han estado en uno.
“Bueno, sí, están muertos” dije cuidadosamente.” Pero si hubieran tenido éxito en
asándome y comiéndome, entonces estaría muerto. Para siempre”
La chica me miró con indiferencia.
“Porque soy un einherji”.
La chica todavía parecía desconcertada.
“Si muero fuera del Valhalla, me quedo muerto. A diferencia de los dragones que,
siendo criaturas míticas, se desvanecerán en Ginnungagap y eventualmente
renacerán.”
La cara de la chica se aclaró. “¿Los dragones renacerán?” Ella la agarró las manos
de un amigo y empezó a saltar y a chillar. “Tendremos bebes dragones pronto.
¡Son tan lindos!” Ella me transmitió.”Muchas gracias por matarlos”
“Sí. No lo menciones”.
Miles se presentó entonces. Miró desde la parte de los dragones y cuerpos
pulverizados hasta el hacha y un torso sudoroso y lleno de sangre. Luego miró
abajo en su propia estructura y de vuelta a los cuerpos. Asintió con la cabeza
entendiendo.
“Así que … tu secreto es la dieta del hombre de las cavernas, no el vegetarianismo,
¿eh?”
Me golpeé el pecho. “Hombre de las cavernas hasta el final, mi amigo. Ahora si
me disculpa”. Levante mi hacha y rastrillé algunas escamas de cada dragón en mi
escudo. “Tengo un mosaico que terminar”.

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Jugando Con Fuego
Por: Alex Fierro
Traducido por: Jeivi37

Corregido por: BLACKTH➰RN

“Aaah, ustedes dos son tan tiernos juntos que me dan ganas de vomitar. Así que
volveré a mi habitación.”
No estoy seguro de que Mallory y Halfborn me escucharan cuando me fui, ellos
estaban besándose duro. Verlos de ese modo casi me hizo extrañar a Magnus. Casi.
Él se había ido a visitar a su prima, Annabeth Chase. Ella le aconsejó que dejara su
espada Jack -aka Sumabrander, la Espada de Verano- conmigo. Así que mientras
Mallory y Halfborn se estaban besuqueando. Regresé a mi habitación para pasar
el rato con una espada parlante.
Jack estaba dormitando en el soporte de espada decorativa que Blitzen había
fabricado recientemente. Difícil de decir con una espada. No tiene ojos.
Estaba trabajando en una nueva maceta cuando Halfborn llamó buscando algunos
cascos. Ahora regresé a mi rueda. Mientras trabajaba la resbalosa arcilla giratoria
bajo mis dedos, me sentí sometido a un cambio sutil.
Me había estado identificando como hombre cuando estaba con Mallory y
Halfborn, y antes, cuando estuve con Samirah y su prometido, Amir. Ahora era
una mujer. Y si, el cambio es realmente simple a veces. Por eso el término género
fluido.
Estaba muy concentrada en mi maceta cuando Jack de repente saltó de su soporte.
Las runas a lo largo de su hoja pulsaban en un alarmante rojo.

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“¡Señor! ¡Señor!”*7 Llamó. Entonces hizo una pausa como si me estuviera mirando.
De nuevo, difícil de decir por toda la cosa sin-ojos. A pesar de todo, se dio cuenta
de mi cambio de género. “Disculpe. ¡Señorita! ¡Señorita!”
“Jack, cálmate. Toma un respiro. Espera… respiras?”
“¡No hay tiempo para eso ahora! ¡Acabo de escuchar el rumor vía red subterránea
de armas que Surt, el señor del fuego de Muspelheim, está tramando un nefasto
complot!”
“¡Por los dioses!” Imploré. “¿Hay una red subterránea de armas?”
“¡Claro que la hay!” Replicó Jack. “Piénsalo. ¿Cuál es la única cosa que los mueve
mundos tienen en común?”
“Las huellas de Thor y un persistente hedor a pedo.”
“Bueno… Si. Pero la respuesta que estaba buscando es armas. Y nosotros
hablamos. Chismes, en realidad, si quieres saber la verdad. Así que, escuché el
rumor sobre Surt de tu garrote, quien lo escuchó de una flecha en Alfheim, quien
lo escuchó de un mazo en Jotunheim, quien lo escuchó de un pelador de vegetales
en Vanaheim, quien…”
“¿Un pelador de vegetales?”
Jack se estremeció. “Espero que nunca tengas que oír a una zanahoria gritar
mientras está siendo desollada por ese instrumento de tortura, chica. Como sea,
La comunicación se rastrea todo el camino hacia Muspelheim.”
Por la forma en que cortaba ida y vuelta por el aire, pude ver que Jack estaba en
verdad agitado. Yo temía que fuera a romper una runa o algo si no empezaba a
tomarlo en serio. Además, Magnus confiaba en Jack con su vida - literalmente - lo
que significa que yo también confío en Jack.
Fui al baño a lavarme las manos. “Bien, ¿cuál es el complot de Surt?”
Jack hundió su empuñadura en mi sillón y apoyó su hoja contra los almohadones.
“No tengo los detalles. Pero si es Surt, no puede ser bueno.”
“Entonces, ¿qué estamos esperando?” Sequé mis manos en una toalla bordada con
las iniciales del hotel, HV, entonces la arrojé en dirección al cesto. “Desenfúndate
y vamos a golpear el árbol.”
“¡No! ¡Yo no puedo ir! Yo… Yo no seré capaz de resistir a El Negro.”
Jack sonaba miserable, y recordé algo que Magnus me había dicho, acerca de
como venga Ragnarok, El Negro estaba destinado a empuñar a Jack y liberar al
Lobo Fenrir. La última vez que ellos se enfrentaron a Surt, Jack sintió el tirón del

*Todas las frases de Jack en español que están con cursiva es porque las dijo en español originalmente.

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destino y prácticamente saltó del agarre de Magnus para unirse al señor del fuego.
Si Jack se acerca a Surt de nuevo sin Magnus ahí para decirle que vuelva…
“Hey, no, claro que no puedes.” Dije apresuradamente. “Tú quédate aquí,
tranquilo y seguro y libre-de-Surt. San regresó de su asignación especial, así que la
llevaré, y también a Hearth y Blitz y…”
Jack voló a unos centímetros en frente de mi cara, sus runas parpadeando en
discordantes luces de discoteca. “¡No! Surt puede detectar einherjar y elfos, enanos
y valquirias. Debes hacer esto solo.”
Sacudí mis manos en el aire. “Eh, ¿hola? ¿No estás olvidando un pequeño detalle?
Yo soy un einherji. ¿Qué puede evitar que Surt me huela?”
Jack se quedó quieto de nuevo. “Usa tus poderes para cambiar de forma. Estarás
bien si sigues cambiando de forma.” Dijo finalmente. “Además, tú fluidez de
género lo mantendrá alejado. Él no será capaz de atraparte.”
Levanté una ceja. “No te ofendas, pero no suenas muy seguro de eso.”
“¡Estoy seguro! Bueno, bastante seguro, de todos modos. Algo así.”
No inducía confianza exactamente. Pero no podía solo sentarme mientras El
Negro tramaba un plan siniestro de algún tipo. Ya tuve suficiente de eso en mi
vida del más allá, muchas gracias. Si había alguna posibilidad de detenerlo antes
de que empiece, tenía que tomarlo.
Así que coloque mi garrote dorado especial - el que la diosa Sif me ha dado -
alrededor de mi cintura. Me moví hacia mi atrio, con la intención de trepar por el
árbol de los mundos hasta encontrar una entrada a Muspelheim, pero Jack me
detuvo.
“Toma el ascensor de servicio.” Me aconsejó. “Escuché que la capitana de las
valkirias una vez se quemó cuando la puerta se abrió, así que debe guiar
directamente a Muspelheim.”
Esa pequeña información me dio una pausa. “Pregunta rápida, espada disco: ¿Qué
me detiene de convertirme en un einherji flameado cuando use ese ascensor? ¿O
cuando ande deambulando por Muspelheim, por ese asunto?”
“Eh… ¿Hay alguna forma de que ese suéter sea resistente al fuego?”
“No. Es de cachemira.”
“Oh. Bueno, estoy corto de ideas.”
También lo estaba, hasta que mi mirada aterrizó en mi horno. Alimentado con
gas, parecía un bote de basura de acero con patas bajas y una tapa emergente. El
interior podía alcanzar temperaturas arriba de dos mil grados - perfecto para
convertir macetas de arcilla blanda en loza de cocción dura. Una gruesa capa de
aislamiento de cerámico me protege a mi y a mi habitación del calor extremo.

90
Con un poco de magia, pensé, juraría que puedo transformar algunas de esas fibras
en algo que me protegerá del fuego de Muspelheim.
No era una maestra de las runas como Hearthstone, pero no era una extraña en
la magia, tampoco. Cuando estaba viva, mi mamá, Loki (no preguntes), me enseñó
un encantamiento que cambia mi cortante de arcilla en un mortal garrote. Más
recientemente, traje a un guerrero de cerámica a la vida con solo un toque de mis
dedos.
Para crear mi escudo cambiante de forma contra el fuego, combiné un puñado de
fibras con mi firma el símbolo Urnes - serpientes entrelazadas que representan la
flexibilidad - y una piedra algiz que precipitadamente tomé prestado de la bolsa
de runas de Hearthstone. (Si él no quería que lo tomará, entonces ¿por qué dejó
la puerta de su habitación sin llave?) me concentré en volver las tres cosas en una
membrana invisible que me envolviera como una segunda piel.
Para mi deleite - okay, asombro - funcionó. Incluso mejor, la membrana cambio
de forma cuando yo lo hice. En la última prueba, encendí el horno, lo convertí en
una mosca, y, con Jack revoloteando cerca ansiosamente, me sumergí en el
interior.
Emergí intacta.
Era momento de ir yendo. “Mantente a salvo, espada disco.”
Jack se balanceó hacia la maceta de mi planta víbora y se escondió en lo ancho de
las hojas con formas de espadas. “Tú también.”
Me cambié a una hormiga en el corto paseo en ascensor abajo hacia Muspelheim.
Una explosión de fuego me envolvió cuando las puertas se abrieron. De no haber
sido por mi membrana, yo hubiera explotado como un grano de maíz.
“Linda bienvenida” murmuré.
Juzgando por los opulentos alrededores - paredes de paneles de oro y ébano,
techos abovedados que brillaban como brasas, y varios tapices rojos, anaranjados
y negros que representaban al mismo hombre guapo y cruel enseñoreado sobre
demonios de fuego danzantes - no había aterrizado en algún oscuro
Nowheresville, sino en el corazón del palacio del mismísimo Surt.
Hinché mi tórax con determinación. Bien, ¡Tiempo de escabullirse!
Después de haber avanzado cinco pies en diez minutos, volví en mis sentidos y
cambié a una mosca. Hice un mejor tiempo después de eso.
Encontré a El Negro en un gran salón de reuniones. Elegante, manos con largos
dedos cruzados en su nuca, ni un solo cabello negro fuera de lugar, él permaneció
viendo a una enorme ventana panorámica hacia el fiero paisaje debajo. Sentados
a la mesa había varios dioses y diosas que no reconocí. Así que, ¿Cómo sabía yo

91
que era deidades? Ellos no estaban cubiertos en llamas, por lo que no eran gigantes
de fuego o demonios.
No les molestaba el calor, tampoco - nada de gritos, chisporroteo o quemaduras
hasta el punto crujiente. ¿Conclusiones lógicas? Ellos eran inmortales.
Surt se volteó, y yo tuve que aguantarme la risa. Con su negro, sobre negro, sobre
negro atuendo, igualmente rasgos negros, y fiera expresivo negra, él debería haber
sido intimidante. Pero su nariz era tan pequeña - el estaba desarrollando una
nueva, Magnus le había cortado la anterior en un encuentro previo - que se volvió
más ridícula que temerario.
El señor del fuego se movió con la gracia de un bailarín de salón hasta la cabecera
de la mesa. El presionó las puntas de sus dedos en la superficie. La habitación
quedó en silencio. Entonces Surt habló- y de repente él dejó de parecer ridículo.
Su profunda voz penetró en mi mente, empujando todos mis pensamientos como
tratando de reemplazarlos con los suyos. Influenciándome a su modo de pensar.
No es de extrañar que Jack estuviera tan desesperado por ir a él, pensé, Si las
deidades caen bajo su hechizo…
Afortunadamente, mi fuerza de voluntad ha resistido incluso a un mayor
manipulador: mi madre, Loki. (De nuevo, no preguntes.) Cuidadosamente, para
no llamar la atención hacia mí misma, empuje contra la voz de Surt. Su poder se
desvaneció lentamente hasta que mi mente fue nuevamente mía, y pude escuchar
sus palabras.
“Odín, Thor, Frey, Loki” dijo Surt. “Todos ellos están tan concentrados en la
venida del Ragnarok que han olvidado lo que viene después . ¡Un nuevo mundo!”
Él levantó sus manos y permaneció de pie contra la ventana panorámica. “¡Un
nuevo mundo emergerá cuando las aguas de la inundación retrocedan, el fuego
se apague, las tormentas de hielo se derritan y los terremotos cesen!”
Él bajó sus brazos y su voz, y se inclinó sobre la mesa de nuevo. “Ese mundo
necesitará dioses, mis amigos. Ustedes pueden ser esos dioses. Ustedes, a quienes
Odín y sus muchos han olvidado, pueden tomar sus lugares… Si los considero
dignos de pelear en el lado correcto de la guerra por venir Ragnarok. Mi lado.”
Mientras Surt hacía su oratoria, estudié a las deidades. Ellos eran bastantes surtidos,
algunos se veían viejos y en unos tradicionales trajes vikingo, otros más jóvenes y
vistiendo ropa de siglos más recientes. Sus apariencias no dan indicios de sus
identidades, haciéndome querer las etiquetas de nombres del personal del hotel
Valhalla. Quienquiera que fueran, ellos estaban colgados de cada palabra de Surt.
Entonces Surt dejó de hablar abruptamente. Frunciendo el ceño, levantó la
barbilla. Sus fosas nasales se dilataron. Luego giró su cabeza y se concentró en mi
punto de escondite.

92
Juré en silencio. Había olvidado seguir cambiando de forma, y el señor del fuego
me había olfateado. No podía cambiar de forma ahora, no con Surt mirándome
directamente.
Una silla se arrastró por el piso. “¿Qué rayos azules es eso?” Gritó una diosa
estupefacta. Asumí que ella me había localizado, pero entonces ella y los demás se
apuraron a la ventana. Uno empujó a Surt. Cuando se volteó a ver al ofensor,
cambie a una pulga y cambie de localización.
Desde mi nuevo punto de ventaja, tenía una perfecta vista del disturbio de afuera.
Thor estaba corriendo a través de balas de sudoración y gritando “Ow-ow-ow-
ow-ow” con cada pisada. Y no es de extrañar - el suelo en Muspelheim está
cubierto de lava (y no la de mentira como en el juego de saltar en los muebles
para no tocar la lava en el suelo).
Surt se acercó a la ventana. Yo esperaba que la abriera y le arrojara a Thor una
bola de fuego, pero él solo jaló de las cortinas de seda negras. “El show terminó.”
Ladró. “Si pudieran retomar sus asientos, podrían establecer ahora su dignidad
para unírseme en el Ragnarok.”
El primer dios se paró. Calvo, sudoroso, con un estómago que sobresalía de su
cinturón, él me recordaba a un capataz en un proyecto de infraestructura de bajo
presupuesto.
“¡EL NOMBRE ES HOLLER!” Bramó. “¡DIOS DE LA ENFERMEDAD,
DESTRUCCIÓN, Y DESASTRE! ¡DÉJEME ESTAR EN SU EQUIPO, Y VOLTEARÉ A
LAS MASAS CON DEVASTANTES RESFRIADOS! ¡ENTONCES SEGUIRÉ CON UNA
EPIDEMIA DE GRIFOS QUE GOTEAN Y UNA ERUPCIÓN DE BACHES QUE
HACEN CRUJIR LOS DIENTES!”
“Interesante.” Surt tomó algunas notas en un bloc amarillo legal. “¿Siguiente?”
Un tipo de solterona de cara pellizcada con postura recta se levantó de su silla y
alisó su delantal. “Yo soy Snotra.”
Una vez más, casi me delató por la risa. Cambié a una cucaracha - por alguna
razón estaba decidiéndome por insectos - y me deslicé debajo de un mueble.
Snotra le recordó a los otros que ella era la diosa de la prudencia y autodisciplina.
“Me aseguraré de que los gigantes ataquen en una forma ordenada. Sin cortar la
línea. Nada de andar cabalgando por ahí. Nada de - ella paro y apretó sus labios
delgados en desaprobación- goma de mascar. Y voy a organizar una tabla de tareas
post-Ragnarok.”
“Mmm.” Murmuró Surt. “Un poco… Fastidioso de tu parte.”
Las otras deidades se pararon en turnos. Algunos, como Snotra y Holler, tenían en
realidad planes para proponer. El resto estaba preparados para tirar hacia Surt
porque tenían quejas contra los actuales dioses en el poder.

93
Forseti, el fumador de cigarros dios de la justicia, se quejó de no ser parte del
círculo íntimo de Odín. “El Padre de Todo me mantuvo fuera de las decisiones
importantes, como por ejemplo dónde y cómo atar a Loki, ¿sabes? Estoy contigo,
aún así, un mundo nuevo viene, y entonces ¡boom! Seré el gran queso a cargo - la
presente compañía excluída, por supuesto, mi señor.” Agregó apresuradamente
cuando Surt frunció el ceño.
La diosa Sombría, que se veía y sonaba exactamente como su nombre, era una de
las doncellas de Frigg. “Estoy tan cansada de estar a su sombra todo el tiempo,”
dijo. “Quiero tener la oportunidad de brillar.”
“¿Y qué harías dada la oportunidad? Presionó Surt.
Sombría lo miró. “¿Hacer?”
Una diosa en una camisa desaliñada y una falda sin forma acuñó la cara de Sombría
entre sus manos y le dio una sacudida afectuosa. “Cosa tan linda y joven como tú,
no necesita hacer. Necesitas a alguien que haga por ti. ¡Un esposo!” Dio una
mirada a Forseti, entonces se acercó a Sombría. “Soy Lofn,” susurró. “Diosa de los
matrimonios arreglados.” Le extendió su tarjeta de negocios. “Llámame.
Hablaremos.”
Más dioses y diosas se presentaron. No había escuchado de ninguno de ellos, lo
que me puso un poco triste. Se lo que se siente estar a un lado. Apesta.
Y aún así, con cada deidad que hablaba, mi tensión crecía.
Ellos podrían ser una multitud variada, me recordé, pero aún así aumentan el
poder de Surt.
Tenía que hace que ellos volverán a nuestro lado. O al menos que no se unieran
al suyo. ¿Pero cómo?
Surt empezó a detallar sus planes para el orden de su nuevo mundo. Una vez más,
las deidades cayeron bajo el hechizo de su voz hipnótica. Tenía que encontrar la
forma de romper ese hechizo.
Entonces me golpeó: pondría un bicho en sus oídos. Literalmente.
Cambié a un mosquito y volé cerca de Snotra. “Surt prospera en el caos,” susurré
en su oído. “¿De verdad piensas que te dejará crear orden?”
A Holler, murmuré, “¿Qué lugar tendrá un dios de la destrucción en un nuevo
mundo donde la meta es construir?”
“Surt esperará algo de ti” respire en el oído de Sombría. “¿De verdad quieres ese
tipo de presión?”
Alrededor de la mesa fui, sembrando semillas de disensión susurradas. Cuando
hube terminado, las deidades estaban mirando a Surt con sospechas.

94
El Negro presintió el cambio de actitud. Él lentamente se levantó de su asiento.
“Mis amigos, ya han esbozado lo que tienen para ofrecer. Ahora quizás necesiten
un recordatorio de lo que yo traigo a la mesa.”
Él extendió su mano en el aire y llamó a su espada de flama blanca pura. Los dioses
y diosas se acobardaron. Echando la cabeza atrás y riendo, Surt creció a su gigante
tamaño completo. “¡Ustedes menores, olvidadas, patéticas deidades! Tan fáciles
de atar a mi voluntad. ¡Ninguno de ustedes se atrevería a desafiarme!”
Elegí ese momento para cambiar a una abeja, zumbé hasta la pequeña nariz de
Surt y lo piqué con mi aguijón.
Con un aullido de dolor, Surt soltó su espada y se encogió a su tamaño previo. Yo
cambié a mi verdadera forma.
“Yo me atrevo.”
Batí un extremo de mi garrote dorado alrededor de su cuello y tiré fuerte. Entonces
le arrebaté su llameante espada y con un movimiento ascendente corté su nariz
puberta. “Jack y Magnus mandan sus saludos.”
Surt embistió hacia mí. Me transformé en un borrego cimarrón y le golpeé con la
cabeza justo donde solía estar su nariz. Entonces cambié de nuevo a humano, estiré
mi garrote hasta sus ojos hinchados, y lo amenacé con su propia espada.
“Ven a mí de nuevo,” le advertí. “Y te arrepentirás.”
Estudié a las aturdidas deidades. “Si un einherji puede hacer esto, imaginen lo que
todos nosotros podemos hacer. Y lo haremos, cuando venga el Ragnarok. No
estamos destinados a ganar, pero pelearemos con honor. Serán bienvenidos en
nuestro lado de la pelea. Pero, si se ponen de su lado” Le di al garrote un vicioso
tirón y fue recompensada con un googleo de Surt. “Sepan esto: personalmente los
cazaré en el Último campo de batalla de Vigridr y veré que sean enviados derecho
a Ginnungagap. La elección es suya.”
Las deidades se desvanecieron.
Asentí. “Si, eso es lo que pensaba.”
Lo admitiré: me estaba sintiendo un poco bien conmigo misma. Entonces me di
cuenta de mi apuro. No podía regresar al Valhalla, no con Surt envuelto en mi
garrote. Odín frunce el ceño a traer molestias como él en su reino. Y si dejaba ir a
Surt, él me atacaría -la mirada flamante en sus ojos dejó eso en claro.
Estaba entrando en pánico - solo un poco - cuando escuché un distante ding. Sam,
Hearth, Blitz, Halfborn, T.J., y Mallory cargaron dentro, armas alzadas y listas,
solo para detenerse cuando me vieron con Surt en una correa y su espada en mi
mano.
“Hola chicos,” dije, “¿Cómo es que no se han quemado?”

95
“Un pequeño escudo mágico elfico” Sam asintió hacia Hearth. Brazos alzados muy
por encima de la cabeza, la cara del elfo se contorcionó con esfuerzo. “Es bueno
que él tenga una runa de algiz de repuesto, o todos estaríamos tostados.”
“Aún así, ¿Por qué vinieron?” Pregunté. “No es que no esté agradecida de verlos.
Solo confundida.”
“Jack nos dijo que estabas en problemas.” dijo T.J. “Lo escucho de un Billy del
club, quien lo escuchó de una honda, quien lo escuchó de tu garrote.”
“Y hablando de garrotes” agregó Mallory, mirando el cable cavando en la
garganta de Surt. “Parece que no necesitas nuestra ayuda después de todo.”
“De hecho, podría necesitar algo de ayuda.” Admití.
“Tengo lo que necesitas justo aquí.” Blitzen dió un paso adelante sosteniendo una
delgada cuerda plateada. “Ni de cerca la misma calidad del Gleipnir o la nueva
cuerda que tiene atado al Lobo Fenrir, pero lo haré en un segundo.”
Mientras él ataba a Surt con unos movimientos de cuerda de vaqueros, Sam se
volvió hacia mí. “¿Qué en Helheim pasó aquí de todas formas?”
“Larga historia. Te lo diré en el ascensor.”
“Entonces si hemos terminado aquí, después de ti, pequeña… Em…” Halfborn me
miró. “¿Señorita?”
Sonreí. “En un minuto.”
Nos encaminamos a la puerta. En el último momento, liberé mi garrote de la
garganta de Surt. Luego sostuve su espada. “Me quedaré con esto. Como recuerdo
de nuestro momento especial juntos. Y una cosa más. La próxima vez que trates
de complotarte contra nosotros, recuerda esto.” Gesticulé hacia mis amigos.
“Estaremos listos.”

96
97
98
¡Meta Completada! O Algo
Así…
Por: Thor
Traducido por: BLACKTH➰RN

Asgard. Midgard. Nidavellir. Alfheim. Jotunheim. Helheim. Niflheim. Vanaheim.


Muspellheim. Practicar trekking*8 a través de los Nueve Mundos para acumular
diez millones de pasos no fue fácil. Solamente el roce y las ampollas casi terminan
mi búsqueda para conseguir un cameo en mi show de televisión favorito de
Midgard. Pero lo haría todo otra vez si tuviera qué.
Lo que, aparentemente, tendré que hacer, porque olvidé encender mi FitnessKnut.

*Trekking
es una modalidad de excursionismo que consiste en recorrer a pie largas distancias o zonas determinadas,
generalmente en alta montaña.

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Glosario
Traducido por: BLACKTH➰RN

Aesir: Dioses de la guerra, cercanos a los humanos.

Alfheim: El hogar de los elfos de luz, gobernado por el dios Frey.

Árbol de laeradr: Un árbol en el centro de la Sala de Fiestas de los muertos en


Valhalla, conteniendo animales inmortales que tienen trabajos específicos.

Asgard: El hogar de los aesir.

Balder: Dios de la luz, el segundo hijo de Odín y Frigg, y hermano gemelo de Hod.
Frigg hizo que todas las cosas terrenales juraran jamás lastimar a su hijo, pero se
olvidó del muérdago. Loki engañó a Hod para que matara a Balder con un dardo
hecho de muérdago.

Bear Grylls: Un aventurero británico, mejor conocido por su serie de televisión


Man vs Wild.

Bifrost: El puente arcoíris que lleva de Asgard a Midgard.

Boudica: Una reina de la tribu celta Iceni que encabezó una revuelta contra los
romanos ocupantes en el año 61 d.C.

Einherjar (Einherji en singular): Grandes héroes que han muerto con valentía en
la Tierra, soldados en el ejército eterno de Odín, entrenan en el Valhalla para el
Ragnarok donde los más valientes se unirán a Odín contra Loki y los gigantes en
la batalla del fin del mundo.

Fenris: Un lobo invulnerable nacido del affaire de Loki con una gigante, su
poderosa fuerza infunde miedo incluso entre los dioses, quienes lo mantienen
atado a una roca en una isla. Está destinado a liberarse en el día del Ragnarok.

Fimbulwinter: Tres años de un invierno sin fin justo antes del Ragnarok.

Folkvanger: El más allá de Vanir para héroes asesinados, gobernado por la diosa
Freya.

Forseti: Dios de la justicia.

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Frey: El dios de la primavera y verano, el sol, la lluvia y las cosechas, abundancia y
fertilidad, crecimiento y vitalidad. Frey es el hermano gemelo de Freya y, como
su hermana, está asociado a una gran belleza. Es el señor de Alfheim.

Freya: La diosa del amor, hermana gemela de Frey, soberana de Folkvanger.

Frigg: Diosa del matrimonio y la maternidad, esposa de Odín y reina de Asgard,


madre de Balder y Hod.

Garm: El perro guardián de Hel.

Ginnungagap: El vacío principal, una niebla que oscurece las apariencias.

Gjallar: Horno de Heimdall.

Glamour: Magia de ilusión.

Gleipnir: Una soga hecha por los enanos para mantener al lobo Fenris atado.

Glum: Una diosa menor, criada de Frigg.

Gugnir: Personal de Odín.

Heidrum: La cabra en el Árbol de Laeradr, cuya leche es fermentada para el aguamiel


mágico del Valhalla.

Heimdall: Dios de la vigilancia y guardián de Bifrost, la entrada a Asgard.

Hel: Diosa de la muerte deshonrosa, nacida del affaire de Loki con una gigante.

Helheim: El inframundo, gobernado por Hel y poblado por aquellos que murieron
en maldad, por vejez o por enfermedad.

Hladgunnr: Hija de Hel, nieta de Loki, una valkiria que gastaba bromas en sus
víctimas.

Hlidskjalf: El Gran Trono de Odín.

Hod: El hermano ciego de Balder.

Holler: Dios nórdico de la enfermedad, destrucción y desastre.

Honir: El dios aesir de la indecisión, evitación y misterio.

Hulder: Un duende de bosque domesticado.

Hvergelmir: Las calientes ballestas alrededor de Yggdrasil.

101
Jotun: Gigante.

Jotunheim: Reino de los gigantes de tierra.

Lofn: Diosa de los matrimonios arreglados.

Loki: Dios del engaño, magia e ingeniosidad, hijo de dos gigantes, Farbauti y
Laufey, experto en la magia y cambiar de forma. Es alternativamente malvado y
heróico para los dioses asgardianos y para la humanidad. Debido a su rol en la
muerte de Balder, Loki fue encadenado por Odín a tres grandes rocas con una
serpiente venenosa enroscada alrededor de su cabeza. El veneno de la serpiente
irrita la cara de Loki y el retorcerse provoca los terremotos.

Lyngvi: La Isla de Brezo, donde el Lobo Fenris está atado.

Midgard: Reino de los humanos.

Mimir: Un dios Aesir quien, junto con Honir, intercambiaron lugares con los dioses
Vanir Frey y Njord, al término de la guerra entre los Aesir y los Vanir.

Mjolnir: El martillo de Thor.

Muspellheim: Hogar de los gigantes de fuego y los demonios.

Nábrók: Pantalones hechos con la piel de un cadáver.

Nidavellir: El hogar de los enanos.

Nidhogg: El dragón que vive en el fondo del Árbol del Mundo y mastica sus raíces.

Niflheim: El mundo de hielo y niebla.

Odín: El “Padre de Todo” y rey de los dioses, dios de la guerra y la muerte, pero
también de la poesía y sabiduría. Al intercambiar un ojo por beber de la Fuente
de la Sabiduría, Odín adquirió sabiduría incomparable. Tiene la habilidad de
observar todos los Nueve Mundos desde su trono en Asgard; en adición a su gran
sala, también reside en el Valhalla con los más valientes de aquellos que mueren
en batalla.

Ragnarok: El Día del Final o del Juicio, cuando los más valientes einherjar se unirán
a Odín contra Loki y los gigantes en una batalla al final del mundo.

Ratatosk: Una ardilla invulnerable que constantemente corre de arriba a abajo del
Árbol del Mundo, llevando insultos del águila que vive hasta arriba hacia Nidhogg,
el dragón que vive en sus raíces.

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Saehrimnir: La bestia mágica del Valhalla, todos los días es asesinada y cocinada
para las comidas y todas las mañanas es resucitada, sabe a lo que el comedor quiere
que sepa.

Sessrumnir: La Sala de los Muchos Asientos, la mansión de Freya en Folkvanger.

Siersgrunnr: Trasero de queso en noruego.

Sif: Diosa de la Tierra, madre de Uller con su primer marido; Thor es su segundo
marido, el serbal es su árbol sagrado.

Snotra: Diosa de la prudencia y la autodisciplina.

Sumarbrander: La Espada del Verano.

Surt: Señor de Muspellheim.

Thane: Un señor del Valhalla.

Thor: Dios del trueno, hijo de Odín. Las tormentas eléctricas son los efectos
terrestres del gran carruaje de Thor pasando a través del cielo, y los relámpagos
son provocados por lanzar su gran martillo, Thor.

Tyr: Dios de la valentía, ley y pruebas en combate, perdió una mano por una
mordida de Fenris cuando el Lobo estaba siendo retenido por los dioses.

Utgard-Loki: El hechicero más poderoso de Jotunheim, rey de los gigantes de


montaña.

Valhalla: Paraíso para los guerreros a servicio de Odín.

Valknut: Un diseño noruego de tres triángulos intersectados, la palabra viene de


vair, que significa guerreros asesinados, y knut que significa nudo.

Valkiria: Las siervas de Odín, quienes escogen héroes asesinados para llevarlos al
Valhalla.

Vanaheim: El hogar de los Vanir.

Vanir: Dioses de la naturaleza, cercanos a los elfos.

Vigrir: Una llanura que será el campo de batalla entre los dioses y las fuerzas de
Surt durante el Ragnarok.

Yggdrasil: El Árbol del Mundo.

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