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2 _Frondizi, entre la proscripción


y la integración

Del entusiasmo desarrollista inicial a la pérdida de casi todos


sus apoyos, el gobierno de Frondizi cabalgó entre dos "factores
de poder" predominantes: los sindicatos peronistas y los mili-
tares. El delicado equilibrio que Frondizi buscó frente a ellos,
con políticas públicas innovadoras, no exentas de audacia y de
giros imprevistos, ni tampoco del recurso a dosis considerables
de represión, permitió que su presidencia fuera en muchos as-
pectos exitosa. De todos modos, la actitud fervientemente opo-
sitora de la UCR del Pueblo, la tensa relación con los sindicatos
y el tutelaje que cada vez más férreamente ejercieron las Fuer-
zas Annadas opacaron los logros del proceso de moderniza-
ción económica y la industrialización acelerada. Las presiones
externas, fruto de la Guerra Fria y la revolución cubana, fueron
otro compqnente decisivo del período. Mientras tanto, Augusto
Vandor, máximo líder gremial, chocó en su intento de construir
un "peronismo sin Perón" contra el líder en el exilio, a la vez que
las facciones en que se dividió el Ejército, la de los conciliado-
res y los antiperonistas duros, terminarían dirimiendo por las
armas sus diferencias.

El entusiasmo desarrollista y los "factores de poder"

Armro Frondizi asumió la presidencia de la república el l 2 d e


mayo de 1958 en medio de un gran enmsiasmo de la ciudadanía. Mu-
chos pensaron que, con él, la democracia finalmente lograría afirmarse ,
Y muchos más todavía, tanto en el campo del antiperonismo como en
el peronista, se ilusionaron con su audaz programa de modernización
y desarrollo, que promeúa sacar al país del "estancamiento y el atraso "
en que parecía sumido (para algunos desde la crisis.de 1951, para otros
desde la de 1930) y satisfacer velozmente las demandas d e todos los
Frondizi, entre la pro<'nipción y la im'>"¡Jrar,,16n 4 1

zi tuvo que batallar con tra estas tenden cias golpÍJlt.a1 y demostrar que
í?f!Jf){ft & ín1J.-rü, J7,-st,J, wbrc-valm ación de KUJS po11íbílídadc~ lle rc-vcl.aría e¡¡taba en condiciones de mantener e l orden y sostenerse en el poder.
pr,mw wmo un ;,,rma di: dobk fil<) para el nuL-vo gobierno, Conocedores de su situación, los militares no tardaro n en presionarlo .
P,n el t.ri1:nío anv:-ríf)r lo'I pe-roní,fülJ; habian de mo~t.rad.o su capaci- Pero Aramburu los con tu vo: r etirado d el servicio activo y al frente de
dad para blnqw:ar laJS tt~ntativa,s de CY.d uirl.oi; y gobernar sin cll 0s o su propio partido (UDELPA), el ex presidente disuadió a la oficialidad
r..nntra e))l)1>, ~S,:rfa p<J~íbl c go be rna r "con cll011"? Frond izi empezó por de ir más allá, De allí qu e los mayores d o lo r es de cabeza para Frondizi
ínU: nt.,Jrl1), pr,r 10 m.cnoo trarJJSítoriament.e: ha!lta que el cambio de e&- provinieran, en los primeros tiempos, del otro "factor de p oder" que lo
tru.cwra.11 d iera fruw y le pe-rmítíera líberar11e de ews molestos ali ados o forzaba a mantener un deli cad o eq uilibrio: el sindical,
bí.cn ab~rberlf)I> defínítí vament.e, Pero su traícíó n al pacto proscrípti vo En un principio, como adelantamos, e l presidente qui.so m ostrar su
enc0nLr/J omtáculo~ desde un principio: La de pendencia in disimulable disposición a cumplir con los compromisos asumidos con los gremios
<ie Jo¡¡ peroni_i,taJ!, cuya col.aboracíón explícita requería, y el rece lo del y el peronismo y tomó una serie de rápidas decisiones: concedió un
antipemní ~mo , c uyos sectorei; más duros, viendo l.a d.eslealt.ad en que generoso aumento de salarios (60%), sancionó una amplia amnistía y
había incurrídn, con,;íderaron il egítímo su gobie rno, Por esta razón, derogó las restricciones a la actividad política y.sindical, aunque esos
r.anw J.a UCRP como muchos milítares trabajaron, desde el momento beneficios no se extendieron a Perón ni al partido peronista, que si-
mismo de J.a.s elecciones, para alejarlo del poder. Balbín incluso lo ex- guieron proscriptos, cosa que Frondizí necesitaba para seguir siendo el
puso abiertament..e,justifi cándoise en que "la revolución es un derecho canal de expresión obligado de los votantes de ese sector (lo cual revela
normal de las wciedades" (J_.,r1, Nación, 9 de septiembre de 1958), la ~omplejidad de la situación). En agosto hizo aprobar además una
La apuesta de Fro ndizi era ambiciosa: consistía en superar la dicoto- nueva Ley de Asociaciones Profesionales (para regular la vida gremial),
mía peron í,5mo--antiperonismo -según él, "mal planteada"-y reordenar que confirmaba el modelo instaurado en 1945. Estas medidas bastaron
el sistema político formando una alianza que atravesara lo_s dos polos para que la UCRP denunciara "la entrega del país al totalitarismo" y
y aglutinara al grueso del empresariado, los sectores medios que nu- sólo lograron moderar momentáneamente los reclamos sindicales, El
trían a J.a UCR y los votos populares peronistas. Sin embargo, chocaba gobierno pronto descubriría los costos que acarreaba relegitimar el
contra La rigidez de los alineamientos preexistentes: La, fortaleza ~~ _la sindicalismo peronista: consciente de que la gestión frondizista pendía
UCRP, que re tuvo buena parte del voto radical y plan_teo una opos1c10n de un hilo, éste quiso aprovechar la ventaja obtenida para lograr otras
inclemente, y la autonomía del peronismo y de Peron, q~e ace~~ron más, Así, cuando el Ejecutivo implementó su reforma más importante
el pacto que se les ofreció , pero para persegui_r sus pro_p10s objetivos. -la apertura del sector petrolero y otras actividades a las inversiones
"Corregir" y rescatar dos revoluciones -la peromsta_ y la L~bertadora- de extranjeras-, la paz sindical se evaporó.
manos de sus "usurpadores" era quizás una tarea 1mpos1ble, ~orno ha
explicado Marcelo Cavarozzi en Sindicatos y política en_Arg~tina, Fron-
, · debió enfrentarse con una "fórmula política" ya cnstahzada:
d 1z1 , , el blo-
queo mutuo entre peronistas y antiperonisr.as, que no pod1~n i_m_p~n~r- El giro de Frondizi en la política petrolera
se definitivamente unos sobre otros pero sí detener cualqmer m1c1at1va Frondizi había criticado con dureza las concesiones petroleras otorgadas
que pretendiera arrebatarles sus recursos de poder., por Perón a empresas estadounidenses en 1954, E insistió durante la
La victoria electoral fue lo suficientemente ampha para darle al go- Ubertadora en esa posición nacionalista, sosteniendo que era posible
bierno el empuje inicial que necesitaba: obtuvo el 70% de las bancas de autoabastecerse y a la vez preservar la "dignidad nacional" , Por tanto,
diputados y la totalidad de las senadurías y las gobernaciones. Aunque, cuando anunció concesiones similares a las de Perón, la oposición lo
como ha mostrado Catalina Smulovitz en oposición y goúierno, Los años de consideró un traidor: la UCRP lo denunció por entregarse al imperialismo,
Frondizi, este poder también conllevaba un problema: el resto de los par- Y los nacionalistas, que hasta entonces lo habían apoyado, lo abandona-
tidos, casi totalmente excluidos del reparto de cargos, tendría un nuevo ron, Frondizi argumentó que la importación de combustibles representaba
motivo para desentenderse de la continuidad del sistema e impulsar la la principal erogación de divisas del país y que, en consecuencia, lograr el
caída del gobierno. En sus primeros meses en la presidencia, Frondi-
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autoabastecimiento era un paso decisivo para alcanzar todos los otros
objetivos económicos: importar maquinarias, acelerar la expansión También en el terreno universitario Frondizi encontró más proble-
industrial -en particular en bienes durables y de capital-, incrementar el mas de los que esperaba y sufrió la fuga de apoyos vitales. La iglesia
empleo en las áreas modernas de la economía y contener las pujas católica, otro de los "factores de poder" con que el gobierno necesitaba
distributiv~s: Planteó esta "batalla del petróleo" como la piedra de toque contar, reclamó una reforma que la izquierda y algunos sectores de
que penn1t1na acelerar el desarrollo del país y superar la dependencia. la UCRI objetaron. La polémica tenía como eje la posibilidad de que
Todo lo contrario de lo que decían sus críticos, y de lo que él mismo había las universidades privadas emitieran títulos habilitantes: hasta enton-
dicho. ,61" ces, sólo las casas de estudio públicas podían hacerlo, y los defensore;s
de la "educación laic.;a " pretendían que siguiera siendo así. Frondizi ya
Previendo que los legisladores de la oposición e incluso muchos oficia- había anunciado, enjunio de 1957, que apoyaría "la educación libre"
listas se opondrían a esa medida, el Ejecutivo negoció en secreto con las porque consideraba que el "monopolio estatal" restringía la libertad de
empresas petroleras, otorgó las concesiones por decreto y las anunció estudiar y el aporte de los sectores privados al desarrollo. No obstante,
por sorpresa. Suponía que los resultados pronto acallarían las críticas sus aliados de izquierda nuevamente se sintieron traicionados y pasaron
nacionalistas y procedimentales. Su plan, al menos en parte, funcionó : a engrosar las filas de la oposición cuando Frondizi confirmó esa deci-
las inversiones extranjeras permitieron elevar rápidamente la extrac- sión: las multitudinarias marchas a favor de "la laica" dejaron sentado
ción y refinación de combustibles. Pero en el ínterin provocó un pri- este distanciamiento.
mer enfrentamiento con los gremios: en septiembre Las 62 hicieron un
paro general por "incumplimiento del programa nacional y popular".
Y al mes siguiente, el sindicato de petroleros declaró una huelga por
tiempo indeterminado. El gobierno dispuso el estado de sitio y recurrió
a las Fuerzas Armadas para acallar la protesta y contrarrestar el intento
de la U CRP de convencer a los uniformados, d a da su simpatía con la
visión nacionalista, de que había llegado el momento de poner fin a las
"trai ciones de Frondizi ". Finalmente, la huelga fracasó porque el resto
del sindicalismo, temiendo perder su frágil estatuto de legalidad, dejó
d e apoyarla.
Ambas partes volvieron a medirse poco después, en un conflicto que
terminó d e liquidar el pacto con Perón: cuando el sindicato de la car-
ne inició otra huelga por tiempo indeterminado y ocupó el Frigorí~co
N a cional Lisandro de la Torre en enero de 1959, en contra de su pnva-
tizació n , el gobierno no dudó en enviar a los militares par~ reprimirla.
1
Las conducciones moderadas volvieron a privilegiar la legalidad Y levan-
taron el paro. Pero a pa~eció una línea combativa, en ese gremio Y en
o tros, qu e extendió la s protes tas y las volvió más audaces. Esta postura
¡ El frigorífico Lisandro de la Torre, ocupado por los trabajadores en huelga,
enero de 1959. Colección privada.
1
r ecibió e l ava l d e P e r ó n, que p a só a la ofensiva: formó un Consejo Co~r-
din a d o r y Sup e rvi sor p a ra p o ner orden entre las fuerzas neoperoms- 1 Este tema, mucho más que la preocupación por el petróleo , generó ten-
1
tas, los sindicali stas y los "ve rticalistas " (como se denominaba a quienes siones en el partido oficial. Algunos de sus diputa dos ya se h a bí~n re~is-
a c tua ba n directam e nte b aj o s u s ó rd e n e s), prepa rando el terreno p a ra tido a votar la Ley de Asociaciones Profesionales, de allí que e l EJecuo~o
revelar e l p acto firm a d o con motivo d e las e lecciones y su violación por 1 optara por gobernar por decreto, aun te niendo una amplisi_m :i mayo n ~
p arte d e l gobi e rn o . · · en te n d ia,
legislativa. Frond1z1 ' a d ema:s,
, - que p ara
e
po d e1· rned1:u- e nffe lo~
Frordzí. ~ .re la p<oscricóén '/ e •"'-%"3Cér 45

~n<iicat0~ :• los empresarios, entre e l peronismo y los antiperonist.as, y . , los del país para crece< y al mismo tiempo d'.str"ou'.r la W JBZ2 ,
los obstáCU . ·- . , de
formar u n amplio ª frente nacional~, debía tener las manos libres y ha- estabiíiz.arse y dísfrlf'..ar de la Hbatad política y sincfical. La identíf,caoco -
ceBe d e un lugar ~neutral " desde e l cual tomar decisiones. Y concibió la técnica como fuente de solucioneS presentaba un ~ ~
esa posición en los términos de una ~vanguardia tecnocrática ": según dar, innovador, pero también otro muy traólcional en la poi,~ argermria:
esca idea, e l desarrollismo no era e l ideario de ningún partido n i interés la técnica serv iría para disipar conflictos --supues<.amente, frutos de! 9ITO<,
específico sino una 1,-isión superadora y técnica de los problemas que , de la incomprensión de los problemas o de los "ínter~ políticos" de los
e n los casos en que careciera de consenso inicial, lo obtendría a través grupos dirigentes- y para hacer surgir un consenso ~ latente. Est~
de los resultados. Quien mejor expuso este argumento fue Rogelio Fri- perspectiva daba por sentado que la sociedad argentina era e n - ~ _
gerio, directo r de la revista Qué sucedió en 7 días, gestor del pacto con Pe- armónica y que, si había perdido esa armonía, era porque la política naoia
ró n , ah ora orientado r , desde la Secretaria de Relaciones Económicas y metido la cola B problema era que por esta vía , mient ras se daban por
Sociales, de las tratativas con empresarios y sindicalistas, y coordinador supuestos consensos inexistentes, se perdían oportunidades reales de
d e gran número de funcionarios profesionales extrapartidarios ubica- negociar y acordar polrtícas. En consecuencia, lejos de disiparse, los
d os en wáreas sensibles". Formó así una suerte d e "gobierno paralelo", conflictos recrudecían cada vez que eran atribuidos a una particular
CU}'a presencia generó más recelos e n la UCRI y entre los militares. perversión O negación de la realidad por parte de los adversarios . B
problema se agravó porque buena parte de la oposición también hacía
esa clase de razonamientos. La creciente preocupación por imponer el
orden -aunque fuera por la fuerza- que acompañó este discurso técnico
La revista Qué dejó en claro que la confianza en el "consenso subyacente" estaba

Qi .D!, EE!!I, : .-',. .e:~


debilitándose. De allí el rol que con el tiempo se les fue reconociendo a los
militares y la alarma frente al "peligro comunista" . Ello muestra cómo el
desarrollísmo fue abandonando su optimismo inicial y evolucionando
hacía una visión cada vez más autoritaria: sí pese a los resultados
positivos de la política económica, el conflicto entre intereses y partidos
no disminuía sino qÜe se agravaba, se hacía necesario un ejercicio del
poder que prescindiera de ambos y se impusiera desde arriba hasta q ue
los resultados fueran irreversibles y lo suficientemente claros como para
"sacar de su error" a los opositores . - " '

Logros económicos y asedio político

Con sólo un año en funciones, el gobierno de Frondizi ya había podido


Portadas de la revista Qué sucedió en 7 dfas. A la Izquierda: año 4, núm . comprobar la fragilidad de sus apoyos. Y también reconocer lo dificil
177, 15 de abril de 1958 , y a la derecha: núm. 181, 13 de mayo de 1958. que le resultaría convivir tanto con la UCRP como con un p e ronismo
que, pese a sus disensos internos, reclamaba al unísono un rol más am-
B discurso técnico fue el recurso de legitimación que se desplegó en la plio que el adquirido por intermedio de la UCRI , y mucho mayor que
revista Qué, publicación en la que intelectuales del peronismo y el el que los otros partidos y los militares estaban dispuestos a tolerar. En
nacionalismo (Raúl Scalabriní Ortíz y Arturo Jauretche entre ellos) conver- lo inmediato, la UCRP había visto frustrados sus planes de voltear algo-
gieron con o tros proceden tes de la izquierda y el radicalismo. El punto de bierno con el concurso de los cuarteles. Pero no desistió y siguió echan-
encuentro era la expec tativa de que las políticas desarrollistas sortearan do mano a las prácticas parlamentarias que había usado bajo el ré gime n
1 •Pnrli;I flnlrv l, 1 P'D'lU•P< t6n y lo 1t1 tO(JtnnOn ,i 7

rcsc 1.-as. En resp u es ta . Pt·ró11 reve lú t·I p,,nn linn ,1do c- 11 1958 y V(1l.ic-ru 11
pn, ' 11ist.1: dc·111111\'i:1 ~l, ,tx1l de L\:; p,, litk,1:; , ,tk bk:-, ab:m,k,1H, :;iste111:i.- u pn,life rnr los pedidos de rc mrn ci.t del prcsid emc v los llamados a In,
ri,·,, dt· 1.1:; :;c·:-i,,m·:; ,. ,·u,·:; ti,,n:nn it'l\t\, de b k ~i timid:1d 1.k b:- k·yt'S que militnres prira que lo d e r rocm-::rn . Pcm FwndiLi c1,tab.l preparado p.:u-.i
::-c:- ,,,1.1h.m c·n ::-11 .rn::-c'1Ki.1. ~¡ bkn s,,h., h a bi:1 ,, btt-·nid,, b fülh t·:-iC,11 de o frecer o trn a lt e rna tiva n los uni fo nn:1dos: d comien 1C>--" de 1960. v tra5
1111.1 ,·11.1 rt.1 p,n te del dc-..:t,,1-:1,h,. c·::-ta e :-tr:1tt·~·i.1 k p c nn itia pn,Kl:mi:ir-sc de nunciar una conspiració n e nt1-c pe ronistas y comunistas. implan tó el
1't'j..lt't'sc· n .. mtt· dt' ~h ,.\\1::--1 dt' tDd0 el pn eblü" c t", 11U-:.1 im p1..,dt· r fundad,, Pl.ui d e Conmoció n Inte rna d e l .Esr:td o (Co n intes) . que o torgó a las Fuer-
c-n c- l en~u1,,. " ,11~1.unt' nt:lr qut' "'t-:1 r:rn h:• giti m,, n:·bd :ll':;e co nu-:1 e:;e zas Armad as :i.mplins fun cion es re presi,-as e incluso les permitia juzgar a
p,.,.:kr ,,>nh' en su llh'lllc'11t,, ,·,, nt r.1 l't't'\.' 11 t & 1..lbin :lfirmarü. tras una hudg uistas O m.ilit:tntes r eYo ltosos. i\Iie nlras el Co nin le.s estu·, o ,.,gente
Hllt'\".\ (1(.'ITl."lf.l de~:t,--.r:d dt' :;u ¡xlrtido t:'\l b c~pita l .F edc-1-:-tl. que ''una -su a plicación conclu..il'Ía e n agosto d e 196 1-. las protestas clism in u,·cron
'--"--'llstn1,--..:-ión nh,r:.1.l n,, pu"'tie se r de n '\."lt:1da nunca"). (los d os millones d e j o rnad as laborales pe rd id:is por huelgas en 1959 se
\ !it· nu-:1.s t.m r,, . b s p,., litic.1s 1.k~u,-ollisn s ft1e 1-c,n d an do :tlg unos bue- redtueron a tma d éci ma pa rte ) ). las cúpub.s gremiales siguieron acorra-
n,\:' n :·sul,.,d(,, e n d tccrn:> no "-..:on0m ico. Las irn-ersio n es extern as. au.ú- b d as emre la pt-esió n d e bs b.,ses y los secto r es combativos..,.. el riesgo de
d.t!- ¡:x, r l.<$ 1.'.\..")ndi,·i,--.nt's favDr::1bles que se lt:'s o frec.ian. incn: m e nt:::u·on b perdei- la legalidad que les pe.rm itia ejercer sus cugos..
.._·.tp-.Kid.1d pn.xiuctiY:1 t'n b indu:mi:1 de b...1.se :• fo m e n r:u-on b. instalació n
1..ic:· pl.uu-.1.S m ...,iem:.1.s en bs princip:tles ciudadcs. L, susti tu ció n d e im-
1-"-"':,.Ki,.m ~-s :-e ex ~ndio :ts. i :i. seerores en los que e l capiral n acion al no
h..1.b1.1 he..:ho p ic h :i..s □ e11tc,nccs. L, pn:xiucc.ió n de a u to mó,iles. acern y
C'--1:nbustib!es ere-ció :i.cd er.1d.:unente. El see tor público ca.m bién attm en-
:ó su i...,,-e~ió::i. sobre wdo en grandes repre:;3..:; ~- caminos. f.s05 logros..
Cs.'i1 re>d0. no b.:i.s::ili:m ¡::un d estrabar el proceso politico: para mante-
:::c.r 12- ¡_:1n:c ~0::1es era m e n escc.r gar>...J1tiz:ar rasas de ganancia estables ~-
e:t'."'2G2..., ,_ cici :2 &-3.gilid:J.d de las bases dc 3.po yo del gobierno y las
:...--::p c:..;;::12c.::mes 2 s-:..: ieg-i tirnidad desde io.s dos bandos que más graú ra-
b.l., e~ ¿_ luc.h2 polio;_ 2 f rondizi le resultaba mu~- dificil resistir las
~:-e::-io ;::es si.:J.c..:G.'.e5 ~uc ::i.coraban ~-\--Ohían inc.ierra.s esas ganancias. La
,e2.c c-.z.c:ió:2 de l2. eeonomia, el aumemo de los salarios prm·oca.ron un
sz.! :o eL t2 m.:lac::ó :: 'del :?:? ..5 Cé de 1958 pa....~ a..l 129,5 9é al año siguien-
te. :ocio u:: réco .:-ri . hecho que a su \·ez causó una ma~·or inquietud
:;:-c-r i- - :El recur::..o 2 lz represión podría ser. más allá de su u tilidad
c::.:-c.:.....7.5::znci2.L t.:.."12 solución duradera: ...\ esw se sumó el proble ma del
dé..=c:: come.:-ci::::-- ~ i..n.dusrrÍ2.S en exp2.r1:sión nece-:siraban cada \·ez más
:moort2L: o r:.e:s. [)c:O n.: ellz.s ni el a.:,uro a ume nraban sus e x portaciones a
ci5::n2
:..Z , e:ocid.c..é.. A r2i.z de ello. l.as resen-as de dólares ca,.·e ron a 200 Desde el ba.lcxxl de ta Casa Roszca. e; pres,oer:e _.\'7_"'J =-::r-::= ~ .3
:ni.llonc= 2 :ine:5 áe 1958. Acc.e<ler a crédiws externos pare óa la única una ma.Mestación 3 fa\.U de 12 enseñanza laca c:?QS:::- ::e · ~-3.. ~--:::-.-.. ::
soluciór:: inmoo.Í.212. 2 lz esczsez de cmisas. General de la Nación .
A. media.dos ¿e 1959, el gobierno decidió endurecer.se todana más Y
p :-o :iL,cliZ2.I los C2.mb:os: en junjo lanzó un plan anriinflacionario a cargo El C-0nintes tu\"O ouos e fec tos mis amplios.: fu e el p rime r p:lS<-) e n d
de'. nl!.e\·o ~ísu-o de Economía, _-\.lvaro Al.sogaray, defensor de un or- rránsito de lo s desarroUisr.a.s ~- ou-os grupos de opinión d esde b tes.is
I.r..>C0xo zj'..:.s:.e e:--tre g'"<'-SüJS e íngreYJS y gran im p ulsor de las in,·ersion"es que e m p aren c.ab a d em ocraci:i y d e :~ arro llo h :icü l.:l que ,i ncublxl d
em?:-e52Jizs con e l respaldo del f on do \fonec.ario fn temacionaJ , organis- d esarrollo con la seguridad . Al pennitirk a Frondi.ti u ti.liur .l los m i-
m o 91.1e O!.O:só un cré dito par.:. cubrir el déficit e x l.émo )' aume ntarlas
48 Historia de la Argentina, 1955-20 1o

lit. ares
. _ co mo
s1c1on go _
. co ntrapeso
lpist a, ab n
._
o la
"tra nsitorio" frente a, \os si· n e¡·tea t os y ¡a opo-
puerta a la legitimac·
·
d e .garante s d e l ord e n que por sí mismos tencl'ian
10- n y a mp 1·iac1on
, a
· - d e ¡ rol
a 1 uirse mue h os
trºb ·
r Frondizi, entre la proscripción y la Integración 49

mente se impuso un método de lucha que permitía a las dirigencias


usar su capacidad de perjudicar al gobierno tanto como su poder de
presión sectorial sobre los empresarios para obtener ventajas políticas,
uniforma . d os . El pla n
_ . permitía un uso limitado
. d e l a f uerza. p ero en en términos de legislación laboral y sindical, y concesiones salariales y
relaci ó n co n las practicas habituales de los gobi'e rnos argentinos · (ºin-
de condiciones de trabajo. Este método, que se conocería como "gol-
cluida
_ la Libertadora),
. _ . que emplearon la , viºolen cia· para imponerse
·
pear y negociar", daba continuidad y profundizaba las pautas coyun-
solo e n forma ep1sod1ca, fue un cambio abrupto·. ya, no se b uscanan ·
turalistas que habían regido la acción obrera ya durante los gobiernos
consensos;_ la c~erción extendida y prolongada los reemplazaría. Por de Perón. Grandes gremios de sectores modernos de la industria, favo-
o tro la do , 1mphcaba que el gobierno reconocía que el vínculo con las recidos por las políticas desarrollistas -en particular la Unión Obrera
Fue rzas Armadas -dominadas por los antiperonistas más duros- sería Metalúrgica (UOM), que adquirió un papel cada vez más destacado
d ecisivo para mantenerlo en funciones. El propio presidente declara- en la orientación de Las 62 y la CGT-, se destacaron en su ejercicio.
ría poco después que las Fuerzas Armadas "son la columna vertebral Augusto Timoteo Vandor, el líder de la UOM, fue un fino cultor de
del orden, la paz y la cohesión nacional"(P de mayo de 1960). este método.
Frondizi aceptó esta situación hasta que pudiera obtener otro sostén, A pesar de todo, como ya insinuamos, la posición privilegiada de los
electoral o corporativo, que seguiría buscando con ahínco. Con este fin, gremios se vio afectada por las tensiones entre dos opciones políticas:
insistió en su idea de convertir la UCRI en un vehículo para reabsorber la de quienes "golpeaban y negociaban" con. vistas a mejorar la situa-
al peronismo dentro del sistem~ político. Sólo que ahora lo intentaría sin ción del sector que representaban -lo que suponía llegar a acuerdos
el aval de Perón, de cuya persistente y desafiante capacidad de liderazgo con el gobierno y con otros factores de poder (como los militares), y
ya había tenido pruebas suficientes. Las elecciones,de renovación parla- que cabe denominar por ello "participacionismo", posición que tenía
mentaria, en marzo de 1960, fueron una prueba de fuerza entre ambos como referente a Vandor-y la de los "combativos", que subordinaban
líderes. Frondizi usó -sin éxito- todo tipo de recursos para convencer la satisfacción de los intereses sectoriales a la reinstauración del orden
a los neoperonistas de aliarse con la UCRI en las provincias. La UCRP, peronista. Estos últimos, fuertes en las comisiones internas de las em-
por su parte, le devolvió el favor que aquélla le hiciera dos años antes y presas, siguieron ligados a los grupos de la Resistencia que fomentaba
cuestionó la proscripción: reclamó que la levantaran !?ara atraer votos pe- Cooke -incluso se asociaron a corrientes de la izquierda revoluciona-
ronistas y complicarle aún más las cosas al gobierno. Este respondió, pre- ria- y se congregaron en torno a Andrés Framini, dirigente textil que
sionado una vez más por los militares, disolviendo el Partido Peronista, presidió la CGT durante esos años. La ruptura de la unidad sindical
lo que bastó para que el llamado de Perón a votar una ~:z más_ en blan~o que en ocasiones resultaría de las pujas entre estas dos posiciones era
superara las resistencias de los neoperonistas. La opc10n se ~mpondna alentada por el gobierno y también por el propio Perón, interesado en
con el 25,2% de los votos, un poco más que en 1957, y condeno a la UCRI que el sindicalismo no adquiriera excesivo poder y autonomía. Pero ni
al tercer lugar con sólo el 20,4%. Aunque pudo rete~er la ~ayoría en uno ni otro tendrían mucho éxito: las fronteras entre los dos sectores
Diputados, los resultados mostraron que casi nada babia cam~iado desde se mantuvieron fluidas y la "burocracia sindical" vandorista utilizaba
la elección de convencionales. Frondizi, aun controlando ferreamente con frecuencia a los combativos y la "presión de las bases" como eficaz
el gobierno y con logros económicos que mostrar, no pod~a ~estrabar amenaza en la mesa de negociaciones.
la situación. Y otra vez, debido a la disputa entre los dos rad1cal1smos, la Esto generó aún más problemas al gobierno, que, en su búsqueda de
apoyos en los factores de poder, cortejó a sindicalistas con concesiones
resistencia cerril de los militares antiperonistas y la habilidad de Perón,
que no alcanzaron para cooptarlos y en cambio sí lo distanciaron d e los
el esfuerzo por integrar a los neoperonistas mediante acuerdos con otras
empresarios, en principio más dispuestos a colaborar con él. Algo simil~r
fuerzas o sus propias listas había fracasado.
sucedió en el terreno partidario: el oficialismo se fue quedando solo, . a
Una vez más, también, los sindicatos vieron fortalecido su rol como
medio camino" entre las fuerzas más sólidas y gravitantes. Los n eoperoms-
únicos actores legalizados del arco peronista. De los sabotajes y la Resis-
tas se convencieron, tras su frustración en las elecciones parlam entaiias,
tencia se había pasado a un activismo más gremial, en el que gradual-
50 Historia de la Argentina, 1955-201 O
Frondizi, entre la prosc ripción y la integración 51
de que n o podían esperar nada de Frondizi; los otros partidos, invitados a
sellar un "pacto de unidad nacional" después de las mencionadas eleccio- en pueblos y ciudades del interior. Esa mano de obra disponible se tras-
nes, vie ron en ello una mera distracción y rechazaron la idea. ladó a las grandes urbes, donde se concentraban las nuevas inversio nes
y actividades. Pero al llegar a las metrópolis, estos trabajadores poco o
nada calificados descubrieron que sus ingresos se alejaban cada vez más
Los complejos efectos sociales de la modernización: de los que obtenían los más calificados. A los recién llegados se les hizo
"los ejecutivos" y "las villas" cada vez más dificil alquilar una vivienda digna, e impensable adquirir-
la, o acceder a los bienes y servicios que la modernización ofrecía. La
La modernización supuso también más problemas sociales de los que el consecuencia fue la rápida expansión, en los anillos periféricos de las
gobierno había esperado: el consenso inicial se debilitó como consecuen- grandes ciudades, de las villas de emergencia, claro testimonio de lo in-
cia de una creciente polarización entre quienes reclamaban mayor velo- justa, insegura y conflictiva que podía ser una "sociedad en desarrollo"_
cidad en los cambios, un control más férreo de la inflación (que apenas Y, por lo tanto, eje de la denuncia del orden vigente.
bajó al nivel previo del 2 o 3% mensual con el plan de Alsogaray), ma-
yores alicientes a las inversiones privadas y más obras públicas de infraes-
tructura, y menor permeabilidad por lo tanto hacia las demandas sindica-
les; y quienes desde estos sectores exigían que se respetaran sus derechos "Correntada de cabecitas negras"
adquiridos y se les diera participación en los beneficios del desarrollo. Marcelo dormía ... el cansancio lo había rendido (venía de Posadas, des-
En términos objetivos, las políticas desarrollistas se estaban llevando pués de un largo viaje, con su familia) . A la mañana siguiente ya estaba
adelante en el marco de un considerable respeto por los derechos sindi- bien. Enseguida salió a explorar el lugar. Una vecina le indicó dónde
. cales y las pautas de equidad social heredadas: como venía sucediendo estaba el baño que necesitaba, una casillita de arpillera deshilachada .
d esde hacía tie mpo, la participación de los asalariados en el ingreso total Volvió a su vivienda y desde la puerta contempló el amontonamiento de
cayó en estos años, aunque en forma acotada y sin impedir que el poder casillas de madera, ranchos y casuchas de lata. Desilusiónado, le dijo
adquisitivo de los salarios, en promedio, subiera. Pero lo más importante a la madre y a las hermanas , ya despiertas : -¿ Y esto es Buenos Aires?
fue el impacto en las percepciones, y en última instancia, en la política. [... ] Una mañana ~ualquiera Buenos Aires descubrió un espectáculo
La apertura al mundo, las inversiones externas y el consiguiente cam- sorprendente: al pie de los empinados edificios de su moderna arqui-
bio en los modos de producción, intercambio y consumo produjeron tectura se arremolinaban infinidad de conglomerados de viviendas mise-
profundas alteraciones en la vida de todos los sectores sociales y en su rables, una edificación enana de desechos inverosímiles. Podía creerse
modo de percibirse a sí mismos y a los demás. El paso de una activi- en la resurrecci~n de las tolderías indianas , a las que se asemejaban .
d ad industrial en la que predominaban los pequeños talleres a otra de Nr desde los mas altos rascacielos se habían podido divisar hasta
grandes plantas con maquinarias y métodos modernos, que requerían entonces esos rancherías. ¿O se había preferido no verlos? ... Creería-
servicios hasta entonces inexistentes, hizo que se crearan nuevos puestos se_ que habían venido desde sus pagos provincianos para recordar su
d e trabajo; pero otros desaparecieron d ebido a la desigual competencia exrSt encra. [ ... ] Venían caminando [.. .] en un fluir de río . Pero el río ¿no
e ntre las unidades modernas y las tradicionales. Este proceso produjo se gaS t a? Su fuente ¿no se agota? Corre sin fin y su cauce existe y se
una cre ciente diferenciación en los ingresos, que se extendió a las condi- aho nd a Y existe también el rumbo de esa corriente . Así es esta corren -
cio n es d e trabajo y las posibilidades de ascenso, calificación y estabilidad lada de cabecitas negras .
labo ral, y que muchos consideraron injusta y excluyente.
Ésta fue la ac titud pre dominante en los grnpos que p erdieron su Bernardo Verbitsky (1957), Villa Miseria también es América, Buenos
seguridad y estabilidad tradicionales d e bido a los acelerados cambios Arres, Sudamericana, 2003. , . -
e n cu rso . La m o d e rniza ción de la agricultura destruyó empleos en las
zo n as r u rales y la compe te n cia d e la industria moderna hizo lo propio También para los profesionales se abrieron nuevas oportunidades d e
empleo, de progreso material y por lo tanto de difere ncia ción entre
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' · :~ 1t1u.,3 t.-r, h,--8 que c~índ dfan h,,'I proclam as an tícapi talis ta.5 -{_J uc s0<1- la in vestigació n , cn.-án d ose e quip()s d e trabaj o e institu tos q ue pro n to
tr.:..--r,,,,_n que (."T';,_n la q umt.ae:rencia de Ja M,pJo •--~-io- n y ¡-- · -- se d estaca ro n e n e l p i.a n o ín teTTiacíon aJ. In telec tual.es de g ra n prestigio,
~u: • ~ ✓• .:1 c n aJ e n ac ro n
.......

1~ - corpur~.ciur,es e mpresa ria,¡ pro d ucía n e n la "p e qu e ñ a bu r•, ue-


corno e l his to riador J osé Luis Romero, e l sociólogo C ín o Cenna ni y e l
"''.ª - ~ n loo d1scursos tr a dí d o nalísta.5, segú n lo s cualcs la~ vill as ; los escri to r J o rge Luís Borges, e inves tigado res e n ciencias médi cas corn o
CJC:-U trv(JS, era ~ ~ ra Y con tra.cara d e l mís m o proceso d e ruptura d e un a Fede ri co Le lo ir y Be rn a rd o Ho ussay (a ñ os d espués, a m bos recibirían t: I
S:OCI~ tr ad1c1onal su puestamen te arm ó ni ca e in tegr ada que estaba p remio No be l) d ieron cátedra, dirigiero n program as de in vesti gació n
P(."Td 1endu sus valon:s r e lig iosos y so lidari o s a co nsecu e ncia dc Ja "e ntre- y ll egaron a conduci r los d estin os d e la U n iver sidad d e Bu e n os Air es,
ga" aJ decadente o rd en o ccidental , dom in a do p o r la li bre com p e te n cia, convertida e n e l tje d e un a puja nte vida académi ca y cultu ral.
los deseos materiales y el re la tivism o m o ra l.

Debates en la universidad
Efectos de la modernización Apenas el debate "laica o libre" se hubo ac allado, estallaron otros, aún
[Los ejecutivos fo rm an] la c lase q ue "siempre elige lo mejor". Recorde- más int ensos y duraderos, sobre los fi nes de la educación superiO( y su
mos e l slogan : "no se conforme co n m enos" [ ... ] Tam bién elige lo m ejor relación c on la política. Frondizi aumentó la inversión en las universidades
para su futuro, en el que debe "triunfar". La actitud es com petitiva: se y respetó su gobierno autónomo por med io de las comunidades académi-
debe sobresa lir, "realizarse plena mente" [.. .] El ejecutivo no ti ene pasado cas, algo que apenas se había puesto en práctica desde la reforma de
[ ...] Es la h istoria d el "hombre hec ho d esde abajo" [... ] es una imagen 19 18. Pero la t écnica y la política entraron igualmente en conflicto: si la
de la cultura norteamericana de exportac ión, es el "self-made m an" [...] universidad era un instrumento de cambio, los profesionales allí formados
v a u n ida a una act itud favo rable al c ambio, a lo nuevo, a la creación y debían asumirse como agentes promotores y difusores de las novedades
no a fa conservación [ ... ] La nec esidad de una efic iencia m áxima [...] Su en su medio social. La pregunta clave era si debían hacerlo en tanto
profesionales, a través de su trabajo específico, o también y sobre todo
castigo es estar s iempre "superocupad o " y su felicidad (el d inero) es al
como ciudadanos que tomaban posición a favor de una u otra ideología,
m ismo ti empo su p ersegu idor, p o rque al querer obtener siempre más no
uno u otro interés. Esta cuestión pronto traspasaría los límites de la
le perm ite d escansar.
retórica. Miles de estudiantes se volcarían a participar en la convulsionada
vida política y, al hacerlo, asumirían el desafío que ésta por entonces
Alfredo Moffat. Es trategias para sobrevivir en Buenos Aires, Buenos Aires,
afrontaba: c omprender el fenómeno del peronismo y sentar posición
Jorge ÁJvarez, 1967. ,I/IT
frente a él.~

El proceso de modernización también impac_t~ _en l~ _industrias cu~tu-


La época se caracterizó, en suma, por la mutación a celera d a d e las
rales y los medios de comunicación . La teleVJs10n deJO de ser un b1~n expectativas, el abandono de viejas costumbres , la diferenciación so-
de lujo y se masificó, y los artistas y periodistas debieron adaptar~e . D10 cial y, a raíz de todo ello, la incertidumbre . Esto produjo un h ondo
lug ar a nuevas formas de socialización y ofreció productos acces_1bles a impacto en la percepción del mundo y d e la situa ción que v; vía la
todas las clases sociales, pero también generó nuevas formas de diferen- sociedad argentina, hasta entonces estable y cerrada . En líneas ge n e-
ciación social y cultural. y debido a ello fue objeto de las crític~s ya_seña- rales, las reacciones pueden agrupa rse en d o s g ra ndes campos: por
ladas. Cabe decir otro tanto del prestigio y el desarrollo de la c1enc1a Y la

1
Frondizi , entre la proscripción y la integración 55

54 f-'.istoria de la Argentina, 1955-201 O


tentan d o una po l1, u·ca autónoma respecto de Washington . , y sobrevalo-
un lado, el conformismo de quienes, por experiencia o expectaúva, , d ºt electoral que podría extraer de la simpaua local con el
ran d o e l re 1 o . . •al· Alfr d
se plegaron al nuevo orden de cosas apropiándose de sus valores y · ( d tal vez por la amplia victoria de 1 soci 1sta e o
casmsmo cega o .,
apoyando a sus promotores; por el otro, el inconformismo de los que -
Palacws en las e ecc10n 1 · es porteñas de 1960)- se reumo con Ernesto
se consideraron perjudicados o bien estimaron que el país iba en la "Che" Guevara y ord en ó abstenerse en la votación en la que la ,OEA .
dirección equivocada, porque estaba perdiendo un orden tradicional - - , la expu 1s10n
deod1na ·, d e la isla de su seno, la prensa y . los , pobucos .
valioso o porque la modernización que se estaba instrumentando era conserva d ores· l o acus aron de complicidad con. la, subvers1on .. comums-
innecesariamente injusta. ta. La reacc10n ·, en los cuarteles fue tal ' que obhgo a Frondizi, a romper
Las transformaciones en la estructura social y en las conciencias se ·
relaoones con as c tro una semana después. Una vez mas, el resultado
.
vieron reforzadas, además, por las novedades que se sucedieron en · 1am1en · to del gobierno·· para los conservadores era pehgrosa-
f ue e 1 a1s . _
los escenarios regional e internacional con el cambio de década: el mente u·b·10 fr en t e al comunismo·, para la izquierda y los nac10nal1stas. ,
triunfo de la revolución cubana, en enero de 1959, despertó expecta- era dócil frente a las presiones imperiales, y para los peromstas pod1~
úvas en las fuerzas de izquierda -deseosas de replicar el experimento ser tanto una cosa como la otra. En el plano externo, mientras Brasil
insurreccional-y temores en las Fuerzas Armadas y los políúcos de de- y Chile sacaban provecho de la "Alianza para el Progreso " prom_o~da
recha -no tanto por el accionar de esos grupos como por un posible por John F. Kennedy (por la que los Estados Uni~os dab~ cre_dnos
~giro a la izquierda" del peronismo-. En verdad, la primera reacción para infraestructura y ventajas comerciale~ a cambi~ de almeam1e~to
local ante la toma del poder por parte de Fidel Castro fue bien dis- en el combate del comunismo) , la Argentina resulto en gran medida
tinta: cuando visi tó Buenos Aires en mayo de 1959, fue celebrado con excluida de sus beneficios.
entusiasmo por los anúperonistas, incluidos los de derecha, quienes,
queriendo ver en su experimento una réplica del que ven~an prota-
o-onizando desde 1955, destacaron las similitudes entre el Urano que
~a guerrilla cubana había depuesto , Fulgencio Batista, y Perón, a la El impacto local de la revolución cubana
sazón huésped de varios dictadores caribeños antes de mudarse a Es- El giro a favor de la "vía armada" y el desprecio hacia la contienda
paña. Pocos meses después, cuando Castro comenzó a nacionali~ar la electoral como camirio para conquistar el poder, que el ejemplo cubano
economía. se enfrentó con los Estados Unidos y abrazó el comunismo, estimuló en toda la región , tuvieron un especial alcance en la Argentina
todo cambió: Cuba se transformó en modelo paradigmático de los pe-
debido a que el triunfo de Castro coincidió con las frustraciones de la
ligros que corría coda la región, y en particular un país como la-~gen-
izquierda local ant e el curso adoptado por el gobierno de Frondizi, de
tina, si se permióa que un caudillo de masas confluyera con las 1de~
los militantes y dirigentes peronistas por la proscripción de su líder par-
\. e l programa de la izquierda revolucionaria. Desde e:ta p~rspecu-
tidario, y de ambos grupos ante la permanente intervención m ilitar en la
\a. podía parecer que la Argentina estaba en la zona mas cahen~e de
vida política. Al modelo ofrecido por el argentino Guevara a los jóvenes
la Guerra Fría, canco por las características populares del peromsmo
militantes de izquierda y del peronismo, se sumó la presencia de John
como por la creciente ~infiltración " en sus filas de las izquierdas, en
W. Cooke. Radicado en Cuba desde 1960, bregó desde allí por la con-
particular la comunista (preocupación que, como ya mencionamos,
fluencia de todos los revolucionarios , la formación de guerrillas y -dada
Peró n quiso usar en su fayor cuando señaló que el peligro no radicaba
la renuencia de Perón a romper con la derecha del movimiento- la nece-
en su persona sino en su proscripción) .
sidad de "superar al querido jefe" , "desactualizado" ante la velocidad de
Estos temores continuaron siendo particularmente intensos. Y aun-
los cambios q ue se producían en la región y en el m undo. Las ideas de
que Washington de cidió , tras el fracaso del intento de inYasión en
Cooke fomentaron un primer intento guerrillero en Tucum án (Uturunco)
Bahía de Cochinos en abril de 1961 , privilegiar las democracias como
ese mismo año . Ese foco se desarticuló muy pronto, pero le seguirían
m ejor barrera contra la propagación del -modelo cubano ", muchos
iniciativas mucho más ambiciosas, q ue encontrarían un suelo más fértil a
en la Argen tina pensaban que el gobierno ci,il era demasiado débil e
medida que avanzaba la década.
inestable para desempeñar ese papel. De allí que cuando frondiz.i -in-
Frondizi . entra la proscripción y la integración 57

Perón cambiara de actitud: con Vandor a la cabeza ,.,;ajaron a Madrid y


prá cticamente le impusieron concurrir a los comicios como "Frente Jus--
ticialista ~, dejando en libertad a cada distrito para que lo hiciera junto
a la izquierda, a través de fuerzas neoperonistas, o incluso volviendo a
negociar con la UCRI. Esta vez no hubo proscripciones generalizadas.
fue más bien el propio Perón el que hizo un último intento por provo-
carlas: cuando se presentaron las listas en la pro"incia de Buenos Aires,
promovió sorpresivamente la fórmula Framini-Perón para la goberna-
ción; pero la justicia sólo objetó su nombre , no el.resto de las listas, y el
propio Framini optó por reemplazarlo por otro vice más "potable".
En los comicios de marzo de 1962, Framini y otros ocho candida-
John William Cooke fue designado por Perón como su representante en
tos justicia.listas se alzaron con la victoria. En la totalidad del país, la
Argentina a partir de 1955. Cu ba, 1961.-"" Unión Popular sumó el 17% de los votos y el resto de las listas neope-
ronistas el 15 %. Varios de los dirigentes electos eran verticalistas (en-
tre ellos Deolindo Bittel, quien ganó la gobernación del Chaco). Pero
La caída de Frondizi y el gobierno' de José María Guido los principales triunfadores fueron Vandor y el sindicalismo , que se
consagraron como factor autónomo en la competencia electoral al
En las elecciones de 1962, que renovarían la mitad de los diputados traducir en votos su potente organización y capacidad de movilización
y los cargos de gobernadores e intendentes de todo el país, Frondizi sectorial. A partir de entonces, independizarse de Perón se le presen-
se propuso lograr lo que no había podido dos años antes: la parcial taría no sólo como una opción atractiva para consolidar su liderazgo
reincorporación del peronismo al sistema político a través de fuerzas sino como un medio necesario para defender los intereses del gremia-
neoperonistas, con el objetivo de quitar gravitación al liderazgo del ex lismo y del movimiento.
presidente exiliado y permitir que la UCRI actuara como intermedia- Sin embargo, las cosas no se acomodaron de momento tan fácilmen-
ria necesaria y moderadora del conflicto entre peronismo y antipero- te a los intereses de Vandor y su gente. Las victorias de sus listas resulta-
nismo . Para ello debía conseguir dos cosas: que los líderes locales del ron intolerables para el arco peronista, en parte porque eran demasia-
movinúento proscripto antepusieran sus intereses a los de Perón, y que do poco "neoperonistas": Framini, un combativo verticalista, era el caso
los civiles y núlitares tozudamente antiperonistas no los impugnaran más irritante. Pero también influyó la percepción del clima externo: las
de nuevo . Pero además debía aprovechar el temor de los peronistas al asociaciones entre el peronismo y el comunismo y el temor a la amena-
triunfo del antiperonismo virulento, y viceversa. Es decir, debía lograr za revolucionaria estaban a la orden del día. En parte por la presión de
que las listas oficialistas fueran consideradas el "mal menor" por unos y los militares y en parte porque él mismo consideró necesario hacerlo,
otros. Todo dependía, como se ve, de una alquimia muy compleja. Frondizi intervino cinco de las provincias donde habían triunfado los
Las victorias locales de la UCRI en Catamarca, San Luis, Santa Fe, peronistas, para evitar que asumieran sus cargos. Para alivio de Perón,
Formosa y La Rioja entre marzo de 1961 y febrero de 1962 alentaron al el vandorismo no podría por tanto traducir en recursos institucionales
presidente: parecía que esta vez sí podría capitalizar el voto peronista su triunfo electoral.
o parte de él sin necesidad de acordar con su líder natural, porque la Pese a esa rápida decisión de Frondizi, ya nada alcanzó a impedir su
opción por el voto en blanco o la abstención perdía convocatoria entre caída. El debilitado presidente intentó que Aramburu volviera a ejercer
los sectores populares. Ello lo incitó a hacer una apuesta arriesgada un rol moderador, pero los demás partidos, en particular la UCRP, se
e_n l?s distritos centrales. En el ínterin, sin embargo, los líderes pro- negaron a transigir: Ricardo Balbín, secundado por los líderes de la
vinciales del movimiento y los sindicalistas se las ingeniaron para que Democracia Progresista, el socialismo y la Democracia Cristiana, afirmó
que no habría acuerdo si el presidente no renunciaba. A raíz de ello la
r l:..' 1 u~1l1q lu ,1c 1 11I /\ llJ1l 1t1111 c1, l ' J¡ I ! ... , , ,, , 1 f l Jl l • l l : I , tllll/t l 111 ¡11 1 1,¡ 1 , 1 11 11 , l'H I y,., 1111 • ,~ jl " ' l ' l 'I -, , ,

1 ro nrl/11, nri tm In (lro'lc rlpclón y In ln to{lrnc ló n DO


lltl l llti l,1 1lr1 , 1.~ la A 1u t-i1\ lll\ <1, l llh,"l .' t) lll

permitía aludir lo Impugnación que éstos lmponfnn n dirigen tes com o


.-\ 1111 11t l,1, y lt1 eg-n el l ~ji> , c ito, 1t' r'Xigiernn r¡11 e In hi c lern . Fro nd bd inLi> 11 - Fromlnl. con la Unión Popular convertid a en su p la ta forma elec toral, on
10 ,1 1111 rt-> 1c- 1wr a lg ,1 de p o d e r: acord ó cn nJ osé Mnría G uid ü, pres id r-n te
1g 61 y 1962 v ondor logró buenos resultados en varios elocclones
prnvisin 11 ul d e l Sr•n a d n y hrnnbre n e utral e n b dis puta , q11 e as umi e ra e l · provinciales y legisla tivas. Tal vez d emaslaclo bueno s: d esp ertó el recelo
,·¡11·g,1 r 11 s 11 l11g nr, y n r go c io con los mili tiu es una d e te n c ió n que no le de Perón, quien, viendo en él la peor amenaza para su liderazgo, se
impidi e ra sep;uir !:: ie rc ie ncl o influ e n c ia sobre s u p a rtido y s us ministros .
abocarra a d ar a las a Otros sectores gremiales, en particular a los llama -
Pe ro tambi é n es tos es fu e rzos resultarían inú ti les. Los co m a nd a nte s e n dos "combativos ". ,i///T
jrle k r-xip;ir-ron a G uid o qu e anu lara los com icios de m arzo , proscribi e-
ra a l pero nismo e n todas su s ve rsion es e incluso cliso lvie1·a la CGT.
Anle es ta amenaza, e l Pel·onismo volvió a dividirse . E l sector
. reunido
_ . _e n
wrno a su e o n seJO· st iperior, respaldado por Vandor, mten to el d1aJo- . .
go, mie · ntras que e l grueso d e l sindicalismo -enca
. . b ezado
.. _ por . Framm1
. d o a un n u evo actor , la militancia juve nil- m1c10 el vanas
y a l1a . veces.
Un peronismo sin Perón · d " · a la izquierda" y lanzó una nueva ola de Res1stenc1a
a nuncia o giro . ._ _ . .
(lajuve ntud P eronista, que hizo por entonces su ap~~c10n publica: 1~s-
tó a "la insurrección para lograr el retorno incondic10nal de. Pe~~n ) .
Ante esta situación, para evitar el endurecimiento de la proscnpc10n, el
Consejo Superior se acercó al resto de los partidos con el propó~ito de
convencerlos de que, dado que el peronismo había probado ser merra-
dicable d e la sociedad, tarde o temprano, mejor no demasiado tarde,
h abía que legalizar su existencia. La iniciativa no cayó en oídos sordos,
en parte porque la intervención militar amenazaba ahora con negarle
sus derechos también al resto de los partidos: así se logró por primera
vez un diálogo entre la UCRP y el peronismo, bajo la elocuente denomi-
nación de Asamblea de.la Civilidad (diálogo al que , en marzo de 1963,
se sumarían la UCRI, los conservadores populares, los socialistas, los
demócratas progresistas y los demócratas cristianos) . De todos modos,
este reconocimiento de la "inevitabilidad" del peronismo tardaría toda-
vía varios años en decantar.
Otro efecto de la nueva situación creada por ese hecho inevitable
fue que otras fuerzas políticas replicaron los intentos de Frondizi y bus-
Augusto Timoteo Vandor, dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica, 1962. caron coaligarse con sectores del movimiento proscripto. Y, en conse-
cuencia, se repitieron en ellas los desprendimientos y cismas debidos al
Vandor no era sólo el más hábil de los jefes gremiales que renovaron sus choque entre quienes optaban por este camino y quienes seguían fieles
títulos tras la Ubertadora, sino también el más ambicioso. Desde que a las tesis antiperonistas. Parte de los intransigentes, los democristianos
lograra el control de la UOM secundado por figuras como José Rucci y y los conservadores populares depositaron sus esperanzas en la forma-
Lorenzo Miguel -y a partir de ello, de Las 62 Organizaciones-, trabajó ción de un Frente Nacional, en busca de una nueva salida electoral que
para someter a la dirigencia política peronista y neoperonista y crear un evadiera las proscripciones, mientras que desprendimientos socialistas
partido de base obrera capaz de ganar elecciones, por lo menos provin- y comunistas, anticipando el fracaso de esa opción, se inclinaron por
ciales. Invirtió abundantes fondos de los gremios para promover las candi- coaligarse con los gremios combativos y acelera r el "giro a la izquierda -
daturas de los dirigentes sindicales o políticos que le respondían. Su del movimiento. Ambos intentos expresaban la común frustración de
posición anticomunista lo hacía aceptable para muchos militares y le
"T

60 Historia de la Argentina, 1955-201 o


Frondizi. entre la proscripción y la integración 61

n o haber podido seducir a porciones significativas del electorado desde los recursos políticos decisivos -es decir, los armados- podría desequi-
1955 , y también una revisión de lo que el peronismo había significado librar la situación y habilitar una solución para los problemas del país.
y su posible orientación futura. Por lo pronto, el efecto más notable Así, la caída de Frondizi y la puja que desató en las Fuerzas Armadas no
fue la fragmentación del campo político y la dificultad creciente para sólo expresaban disensos; también manifestaban un nuevo y peculiar
formar una mayoría de cualquier signo. consenso sobre lo que era necesario hacer: una auténtica revolución
Las disidencias también se agravaron entre los seguidores de Perón. que cambiara de raíz a los actores, sus alineamientos y comportamien-
Mientras el Consejo propalaba su Plan para la Concordancia y la Paci- tos, porque sólo llevando al extremo los conflictos se podría terminar
ficación Nacional, los sectores duros se lanzaron a organizar huelgas y con ellos. El problema era, claro, que la "revolución necesaria" se pin-
protestas. La CGT realizó varios paros generales en mayo y junio de 1962 taba con colores muy distintos según la proclamara un partido político
denunciando los acuerdos con el FMI de Álvaro Alsogaray, quien · nueva-' u otro, una u otra facción militar.
mente ocupaba _el. cargo de ministro de Economi'a . Las 62 , 1mpu· lsad as Con todo, dado que de los enfrentamientos entre facciones militares
ahora por Framm1 y otros combativos como Amado Olmos, se reunieron no surgió de momento un claro ganador, el "empate" se prolongó, y
enjulio. de 1962
.
en Huerta .
Grande ' Córdoba ' para 1,,~zar
a.u
un programa con él cierto equilibrio. Se habían formado dos bandos: por un lado, los
revoluc1onano que a partir de entonces sería la expresión del afán trans- llamados "azules", que apostaban a una salida electoral que intentara
formador del peronismo y de su afinidad creciente con las ideas socialis- por nuevas vías la integración de los peronistas, tr3.-nsitoriamente impu-
tas. Perón, por su parte, siguió dejando hacer a unos y otros. sieron sus puntos de vista; por el otro, los "colorados", que controlaba n
Proscripción más pacto más participación acotada del peronismo fue la Armada pero eran minoría en el Ejército, · estaban convencidos d e
una fórmula que demostró no poder funcionar. ¿Se intentaría ahora que había que excluir definitivamente a los peronistas, como asimismo
una proscripción más amplia, una vuelta al proyecto de noviembre de a todos los partidos que estuvieran tentados de negociar con ellos. Las
1955? Tampoco esta vez los militares lograron ponerse de acuerdo. tensiones recrudecieron en abril de 1963, cuando un levantamiento d e
Aunque los antiperonistas duros habían ganado posiciones en los cuar- la Armada desató combates encarnizados, que incluyeron el despliegue
teles, a medida que se frustraban los intentos de Frondizi por hallar una de tanques en Buenos Aires y otras ciudades y provocaron un número
vía para la integración y Aramburu perdía capacidad de contenerlos, considerable de muertos. Nuevamente, los azules se impusieron. Y con-
no lograron eliminar la resistencia de otros grupos castrenses, que pre- firmaron las eleccion~s convocadas por Guido para julio.
tendieron orientar al gobierno de Guido por una vía media para evitar
la radicalización del peronismo. A consecuencia de ello, desde abril de
1962 se produjeron sucesivos conflictos entre facciones militares, cada
El Comunicado 150 (septiembre de 1962}
uno de ellos seguido por un cambio de ministro del Interior y de pla-
Redactado por el periodista Mariano Grandona, el texto fue adoptado
nes políticos, hasta que en septiembre la tensión desencadenó violentos
como programa de acción por el jefe azul, general Juan Carlos Onga-
choques armados.
nía. Justificaba así el rol de garantes del orden que los militares ya se
Todo esto reveló que la irresolución del "problema peronista", la
arrogaban abiertamente: "Creemos que las Fuerzas Armadas no deben
disputa sobre las reglas de juego -que, debido al bloqueo entre los ban-
gobernar. Deben, por lo contrario, estar sometidas al poder civil. Ello no
dos en pugna, se extendía también dentro de las Fuerzas Armadas- y la
quiere decir que no deben gravitar en la vida institucional. Su papel es, a
desinstitucionalización de los conflictos políticos llevaban a que cada vez
la vez, silencioso y fundamental: ellas garantizan el pacto institucional que
más se confiara sólo en las armas como vía para crear y ejercer el poder.
nos legaron nuestros antecesores y tienen el sagrado deber de prevenir
Este hecho, naturalmente, iba en detrimento de la vía electoral. Dado
y contener cualquier empresa totalitaria que su~a en el país, se~ desde
que los vencidos en cada com pulsa no consideraban que el resultado los
el gobierno o desde la oposición . Quiera el pueblo argentino vivir libre~
limitara o les impidiera r ecurrir a otros medios para tomar revancha y pacíficamente la democracia, que el Ejército se constituirá[ ... ] en soSlen
recuperar poder ( como sucedió con la UCRP durante el gobierno de la
de sus derechos y en custodio de sus libertades"•
UCRI), se fue propagando la convicción d e que sólo la movilización de
62 Historia de la Argentina, 1955-201 O
Frondizi , entre la proscripción y la integración 63

apenas un recurso transitorio hasta tanto se resolvieran las diferencias


allí donde realmente se definiría el futuro del país: en los cuarteles y
en los términos revolucionarios que reclamaba la hora. De modo que
las elecciones de 1963 no sólo fueron objetadas por quienes votaron
en blanco, sino también por muchos otros que dudaban más o menos
abiertamente de que fueran el procedimiento adecuado para estable-
cer un orden institucional duradero y reencaminar el país. Y es que a
esa altura ya eran muchos los que creían que la Argentina no ofrecía las
condiciones necesarias para que la promoción del desarrollo económi-
co, que requería controlar la puja distributiva y asegurar un orden esta-
ble, fuera compatible con la democracia electoral y la libertad sindical
(aun unas acotadas). Se estaba preparando el terreno para que , tanto
en el campo civil como en el militar, se impusiera una desconfianza
generalizada hacia el gobierno de los partidos y se asumiera que sólo
las Fuerzas Armadas podían gobernar y asegurar el progreso. El plan
Azules y colorados. Tanques de los azules en la base naval de Punta Conintes había abierto la puerta a esta postura, y el fracaso de Frondizi
Indio, abril de 1963. Archivo General de la Nación.~ la había legitimado en los cuarteles, en círculos empresarios, sindicales
y políticos y en amplios sectores de la opinión pública.
Pero , si bien los azules lograron que en esas elecciones se permitiera la
participación de los ''.justicialistas", los colorados no quedaron con las
manos vacías: se mantendría la proscripción de los "adictos a Perón".
La UP de Vandor fue autorizada a participar y formó para ello un fren-
te con la UCRI y otros partidos menores. Sin embargo, cuando Perón
anunció que apoyaría a Vicente Solano Lima -un conservador popular
que se declaraba su fiel seguidor- como candidato a presidente de ese
frente, la Justicia optó por impugnar sus listas. Perón logró entonces
que la UP y los gremios lo acompañaran en su tercer llamado a votar
en blanco, al que respondió el 19% de los votantes. El candidato de la
UCRP, Arturo Illia (único dirigente de ese partido que había triunfado
e n las elecciones a gobernador del año anterior), se impuso con poco
menos del 26% de los votos frente a la UCRI, que obtuvo el 16% (Aram-
buru y los neoperonistas alcanzaron porcentajes menores).
Así fue que , en el momento en que en las Fuerzas Armadas se im-
pon ía la visió n "integracionista" que había impulsado Frondizi, en la
p olítica civil triunfaba la postura contraria, la misma que entre 1958 y
1962 había vetado d esde los cuarteles los in ten tos del líder desarrollista.
P eor aún, las ten siones qu e habían signado la suerte de la Libertadora
volvían a hacerse prese ntes. Y esta vez la salida electoral no sería ni
para los m il itares n i para muchos civiles, una solución superadora :ino

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