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MODO ESPÍRITU PARTE 1.pdf Versión 1 PDF
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Introducción
¡Qué privilegio saber que la vida de Dios vive en nosotros! Los que nacimos de nuevo
recibimos un nuevo ser, un nuevo espíritu, donde la vida de Cristo, la Palabra, ha
hecho habitación.
El gran desafío es darle muerte al alma, renunciar a su gobierno, decirle “No” a la vida
humana gobernando nuestro ser. De allí que el apóstol Pablo decía: “Ya no vivo yo”.
Cuando renuncia a su propio gobierno, es decir, cuando pasa por la cruz, el alma
muere. Morir significa que ya no nos gobierna. Es entonces que la vida del espíritu es
liberada. Es entonces que Cristo fluye tomando nuestra alma, nuestro pensamiento,
voluntad y emociones, resucitándolos y utilizándolos como una forma de expresión. El
alma es ahora sirviente del espíritu, expresa la vida de Dios. Es Cristo quien nos
gobierna y es Su Palabra, Su vida, la que hace todas las cosas a través de nosotros.
Cuando Dios sopló Su aliento, el hombre que era barro recibió la vida de Dios
y, entonces, se transformó en un alma viviente. Es decir, materiales: el polvo de
la tierra más el soplo de Dios. De la unión de ambos creó el alma.
Principio #2
“Cuando Adán y Eva pecaron, Dios retiró Su vida
zoe, y el espíritu del hombre murió”.
Cuando Adán y Eva pecaron, Dios les retiró Su vida. Ahora Adán y Eva vivirían
de afuera hacia adentro, y no de adentro hacia afuera. Ellos comenzaron a vivir
con el mundo externo dado que su mundo interno, su espíritu, había muerto.
Su biopsiquis (vida humana) comenzó a morir hasta el día de hoy.
Principio #4
“Cuando recibimos a Cristo, la vida zoe viene a
nuestra vida, y Él crea un espíritu nuevo”.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
Esta es una nueva creación. Ahora tenemos un espíritu nuevo, eterno, donde
podemos escuchar y entender a Dios.
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré
de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y
pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra”.
“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la
vida”.
La Palabra asegura que el que tiene al Hijo, tiene la vida. Nosotros morimos, es
decir, nuestra biopsiquis (vida humana) muere, pero el que cree en Él, aunque
esté muerto vivirá.
Principio #6
“Es en nuestro espíritu que funciona nuestro
sexto sentido, la fe”.
Para entrar en el Reino se debe nacer en ese Reino, puesto que lo que nace
de la carne —primera semilla natural—, carne es; pero el que nace del Espíritu
—semilla espiritual— espíritu es. La palabra “semilla” en el griego es sperma,
de donde proviene la palabra “esperma”. Cuando una persona nace en el reino
animal, vegetal o humano no puede cruzar fronteras de reinos, pero cuando
BERNARDO STAMATEAS – MODO ESPÍRITU
nacemos y recibimos a Cristo, la Palabra, que es la semilla, esta crea en
nosotros un espíritu nuevo. No es nuestra alma ni nuestra mente, tampoco es
algo material, sino que es nuestro nuevo ser.
La expresión “de nuevo” en el griego es anozen que significa “de lo alto” o “de
nuevo”. Es interesante notar que el apóstol Juan utiliza palabras que tienen
más de un sentido, y juega con ellas. En este caso, expresa que este nuevo
nacimiento es de lo alto y de lo nuevo.
Principio #7
“Nuestro espíritu se alimenta solamente
de la Palabra de Dios”.
“No solo de pan vivirá el hombre”, dijo Jesús en Mateo 4:4. Nuestro espíritu
nuevo ahora anhela, ama y desea el Pan de vida. Cuanta más Palabra
creemos, más se ensancha nuestro espíritu y más vida abundante de Dios hay
dentro de nosotros.