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Objetivo
Brindar información sobre el marco legal a nivel de Latinoamérica, sobre el Sistema de gestión de
Inocuidad de Alimentos, con el fin de poder contextualizar al participante sobre su cumplimiento y
aplicación.
Competencias
Distinguir los beneficios y posibilidades, que genera para una organización, establecer un
Sistema de Seguridad Alimentaria.
Introducción
En los últimos años la inocuidad de los alimentos ha adquirido gran relevancia, no solo por los
acuerdos establecidos sobre las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) y mediante los obstáculos
técnicos al comercio (Acuerdo OTC), sino por la preocupación que hoy en día existe entre los
consumidores, debido al incremento de las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), y por
qué está demostrado que los peligros que afectan la inocuidad de los alimentos se pueden presentar
en cualquiera de los eslabones de la cadena.
Por lo anterior a nivel de Latinoamérica, los países han venido desarrollando normas, decretos,
leyes, resoluciones, guías, con el fin de establecer medidas para el control de los procesos en las
fábricas de alimentos y poder garantizar la inocuidad de los mismos. Por ello es importante citar el
trabajo de la FAO y la OMS en materia de normas alimentarias, dado a que estas normas se han
convertido en la base de la pirámide para la normativa de algunos países.
Cada vez se hace más necesario establecer un sistema de gestión para el control de los alimentos a
nivel mundial, es por ello que cada uno de estos sistemas deben cumplir con algunos componentes
tales como:
Los sistemas eficaces de control de los alimentos requieren la coordinación normativa y operativa.
Si bien el detalle de estas funciones se determinará en la legislación nacional, debería preverse en
cualquier caso el establecimiento de una función de liderazgo y estructuras administrativas con
obligaciones claramente definidas de rendición de cuentas en relación con los siguientes aspectos:
Este sistema debe tener por objetivos principales los siguientes aspectos:
Legislación alimentaria
La legislación alimentaria es una expresión de voluntad del gobierno en cada país, para asegurar la
calidad e inocuidad y tomar las medidas para garantizar la protección del consumidor en materia de
salud pública. Por tanto, es su deber facilitar la comprensión y el cumplimiento de las
reglamentaciones emitidas, mediante materiales informativos, respuestas a interrogantes,
organización de seminarios, talleres de capacitación y formación.
Se ha identificado algunos países en América Latina, que cuentan con las instituciones encargadas
del control y la protección de alimentos. En algunos casos como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú,
República Dominicana, Trinidad y Tobago y Uruguay como función compartida entre los
ministerios o secretarías de salud y sus correlativos de agricultura o servicio de sanidad
agropecuaria. En México y Venezuela, el control y la protección de los alimentos están a cargo del
ministerio de salud.
En Paraguay la función es compartida entre salud e industria y comercio. Así mismo existen países
que han creado una agencia específica de control en el ámbito del ministerio de salud; tal es el caso,
por ejemplo, de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica
(ANMAT) en Argentina, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria en Brasil, el Instituto
Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) en Colombia y el Instituto
Nacional de Alimentos y Nutrición en Paraguay.
En los países de Latinoamérica, en relación con el control de calidad las normas presentan
discrepancia o variaciones. Pero ha sido posible identificar normas específicas sobre las Buenas
Prácticas de Manufactura, en Bolivia, Chile, Costa Rica, Colombia, Jamaica, México, Panamá,
Nicaragua, Perú, Venezuela, Trinidad y Tobago.
Con los controles se hace referencia, pero no se ha encontrado mención específica a ellos en las
normas revisadas en Argentina, Ecuador, Guatemala y Uruguay. En El Salvador y Honduras hay
referencia a los controles en el Código de Salud, más se requiere de una posterior reglamentación.
La función de dictar normas Sobre las Buenas Prácticas de Manufacturas (B.P.M.) en la mayoría de
los países corresponde al ministerio de salud con base en las del Codex Alimentarius. Para el caso
Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay forman parte del mercado subregional, como la
MERCOSUR (Mercado Común del Sur).
Los sistemas legales, relacionados con los alimentos que se aplican en la mayoría de los países de
América Latina se basan en los sistemas de España y Portugal. Sin embargo, existen significativas
diferencias en sus leyes alimentarias a pesar de los esfuerzos realizados para armonizarlas. Con
excepción de lo que sucede en Argentina y Brasil, la mayoría de las disposiciones relacionadas con
la higiene en la producción, procesamiento y manipulación de alimentos se encuentran
comprendidas en los códigos sanitarios que tratan la mayoría de los aspectos de la salud humana y
animal, y dependen del ministerio de salud.
En América Latina, en los últimos años se ha establecido la certificación por terceros de las
medidas de calidad e inocuidad de los alimentos; de forma voluntaria, que a manera indirecta ejerce
control sobre la empresa comercializadoras y productoras de alimentos, entre ellos podemos
mencionar:
Norma ISO222000:2018
SQF 2000
Marco Legal
Más de 3700 límites máximos de residuos (LMR) para los diversos plaguicidas y medicamentos
veterinarios que se utilizan en la agricultura.
La FAO promueve acuerdos internacionales que ayudan a proteger los recursos naturales.
Los principales acuerdos son: El Código de conducta para la pesca responsable, que tiene como
finalidad asegurar la buena gestión de la pesca;
Las decisiones adoptadas en el 41º período de sesiones de la Comisión se publicarán más abajo, a
medida que se vayan produciendo.
Para obtener más información sobre la próxima sesión de Codex, haga clic en los enlaces que se
indican.
El Código de prácticas del Codex para el pescado y los productos pesqueros aporta directrices
sobre mejores prácticas para el cultivo, recolección, manipulación, producción, procesamiento,
almacenamiento, transporte y comercio minorista para garantizar la inocuidad y calidad de los
productos.
La Comisión del Codex Alimentarius ha adoptado revisiones a las directrices del Código para el
control de la histamina, que es una toxina que se forma en algunas especies de peces cuando no se
almacenan en condiciones adecuadas de tiempo/temperatura. La histamina puede desencadenar
síntomas similares a las alergias en los humanos.
Enlaces:
Código de prácticas para el pescado y los productos pesqueros (CXC 52-2003)
Para proteger contra la elevada exposición al cadmio, la Comisión del Codex Alimentarius ha
establecido nuevos límites para un contaminante que se encuentra de forma natural en el chocolate.
Los granos de cacao -usados en la producción de chocolate-, pueden absorber el cadmio del suelo y
del agua. En ocasiones, los granos de cacao pueden contener niveles elevados de cadmio, capaz de
almacenarse en el cuerpo humano durante mucho tiempo. Una ingesta elevada de cadmio está
relacionada con daños renales.
Limitar los niveles de cadmio en el chocolate puede garantizar que la exposición al contaminante
no sea demasiado alta.
Enlaces:
Documento relevante del Codex (párr. 67 (i) y (ii) y Apéndice III)
Más información sobre el cadmio como amenaza para la salud pública
Nivel máximo del metilmercurio en el pescado
ACORDADO - 3 de julio de 2018
Para proteger contra las exposiciones elevadas al mercurio, la Comisión del Codex Alimentarius ha
establecido nuevos límites para el metilmercurio contenido en los peces.
Los peces con una vida prolongada y con una posición más alta en la cadena alimentaria, acumulan
niveles elevados de metilmercurio. El mercurio puede tener efectos tóxicos en los sistemas
nervioso, digestivo e inmune de los humanos, y en los pulmones, riñones, piel y ojos.
Para reducir la exposición al metilmercurio, la Comisión estableció límites para varias especies de
peces, que van de 1,2 a 1,7 mg por kg de pescado.
Esto incluye no más de 1,2 mg de metilmercurio por kg de atún, 1,5 mg por kg de alfonsino, 1,7 mg
por kg de pez vela (espadón) y 1,6 mg por kg de tiburón.
Enlaces:
Documento relevante del Codex (párr. 91 (i), (ii) y (iv), y Apéndice IV-PARTE A)
Más información sobre el metilmercurio como una amenaza a la salud pública
Código de prácticas para reducir las dioxinas y bifeniles policlorados (BPC) análogos a las
dioxinas y los BPC no análogos a las dioxinas en alimentos y piensos
ACORDADO - 3 de julio de 2018
Estas sustancias químicas son contaminantes orgánicos persistentes (COP) en el medio ambiente
que pueden entrar en la cadena alimentaria y tener efectos negativos en la salud humana. Estos
contaminantes pueden acumularse en tejidos de animales productores de alimentos -incluido el
pescado-, y encontrarse en productos como leche y huevos. De hecho, las personas están expuestas
a las dioxinas y a los compuestos relacionados sobre todo a través del consumo de alimentos de
origen animal, con aproximadamente un 80-90 por ciento de la exposición total a través de las
grasas en pescado, carne y productos lácteos. El código de prácticas se ha actualizado para incluir
disposiciones para la gestión de BPC (bifeniles policlorados) no análogos a las dioxinas, tras un
detallado análisis de riesgos de la JECFA. La revisión abarca toda la cadena alimentaria, incluidas
las buenas prácticas en el uso de piensos. El código del Codex está destinado a las autoridades
nacionales, incluidos agricultores, fabricantes de piensos y alimentos y los consumidores, para
prevenir o reducir la contaminación por dioxinas y BPC en los alimentos y los piensos.
Algunos países de Latinoamérica, toman como parte de su normativa legal las Buenas Practicas de
Manufacturas y la Aplicación del HACCP Ej: Colombia BPM están regidas por el Decreto
3075:1997, Resolución 2674:2013, y el HACCP regido por el Decreto 60:2002, en Perú Ley de
Inocuidad de los Alimentos Decreto Legislativo 10622:2008, en Chile Reglamento Sanitario de los
Alimentos RSA Nº 977:1996, en Argentina Código Alimentario Argentino Ley 18.284
reglamentada por el decreto 2126:1971. En Bolivia la Ley 2062: 2000, Establece el control y
garantía de la inocuidad de los alimentos en los tramos productivos y de procesamiento del sector
agropecuario, Decreto Reglamentario 25729.
La empresa con visión a certificarse en ISO22000:2005 debe cumplir con los requisitos dispuesto
en esta norma, en sus numerales 5.6.1. y 5.6.2. en función de establecer, implementar y mantener
una comunicación asertiva con el fin de verificar los cambios y actualizaciones en materia de
requisitos legales y reglamentarios. Así mismo debe identificar los requisitos legales aplicables a la
empresa y demostrar su cumplimiento, para ello debe elaborar una matriz de identificación y
cumplimiento de requisitos legales o también llamado normo grama.
Ejemplo
NOTA: Teniendo en cuenta que la normatividad colombiana para este aspecto es extensa solo se
mencionaran en el ejemplo algunas de ellas.
Es importante el resaltar que cada uno de los países parte de Latinoamérica o de cualquier lugar del
mundo, emiten sus propias regulaciones basados en los lineamientos internacionales, ponemos el
ejemplo de Colombia, pero cada uno aplica la legislación de su región basada en las mismas
normas internacionales.
Historia del Marco Normativo
Época empírica Las primeras prácticas de higiene alimentaria las realizó el hombre primitivo
cuando aprendió a distinguir aquellos alimentos tóxicos o contaminados que, como indicaba
Hipócrates, su consumo era con frecuencia causa de disturbios gastrointestinales. De hecho, tal vez
fuese la mujer, que en épocas primitiva era la encargada de la recolección de frutos y bayas para la
alimentación, la primera en realizar un control de los alimentos, diferenciando de forma intuitiva
los alimentos dañinos de los que no lo eran y estableciendo una relación causa-efecto entre la
ingestión de un alimento determinado y el malestar digestivo producido al cabo de cierto tiempo.
Durante esta época, los conocimientos sobre Higiene, Inspección y Control Alimentario se basaban
en las creencias religiosas y en las conclusiones obtenidas de la observación y experiencia. Esto
supone una inspección de alimentos empírica, poco científica y en numerosas ocasiones no exenta
de supersticiones. No se producen cambios importantes hasta el nacimiento de la propia profesión
veterinaria, cuando los veterinarios fueron sustituyendo a los “veedores”.
Etapa científica Para tener una visión general sobre la influencia de los conocimientos científicos
en el desarrollo histórico de la Higiene, Inspección y Control Alimentario, se comentará
brevemente aquellas investigaciones más interesantes en los distintos campos científicos
relacionados con esta disciplina. No es hasta el siglo XIX cuando el veterinario adquiere la debida
importancia como higienista e inspector de alimentos, ya que es a partir de esta época cuando
comenzaron a sucederse hechos que identificaban la relación entre la alimentación y el estado de
salud. A medida que se profundiza en el conocimiento de la patología humana y animal, se llega a
la conclusión de que ciertas enfermedades podrían transmitirse de los animales al hombre por el
consumo de carnes procedentes de animales enfermos. A este respecto, fueron de primera
magnitud los hallazgos en Parasitología y Bacteriología. A partir de los siglos XVII y XVIII, la
mayor preocupación social frente a la teniasis, triquinosis y tuberculosis, junto con los avances en
Química y Microbiología, originó una etapa sanitaria en el control de los alimentos y un importante
empuje al desarrollo de esta disciplina.
La disciplina de Higiene, Inspección y Control Alimentario se concibe bajo dos puntos de vista;
control de los productos y control de la aplicación tecnológica. Es decir, la inocuidad de los
alimentos depende del óptimo control de todas las operaciones realizadas desde su obtención hasta
su distribución, venta y consumo. Tradicionalmente, la inspección y control de los alimentos se ha
centrado en la toma de muestras y análisis del producto final como prevención de riesgo. Este tipo
de inspección no es factible en la situación de un Mercado Único, puesto que los alimentos circulan
libremente sin someterse a inspección durante el comercio y distribución, siendo necesario un
exhaustivo control en el origen de la producción. Por otra parte, los problemas higiénicos, con
frecuencia, son debidos a errores en los procedimientos de manipulación o procesado.
ISO22000:2018
Inocuidad de los alimentos puede definirse como el conjunto de condiciones y medidas necesarias
durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de alimentos para asegurar que
una vez ingeridos, no representen un riesgo para la salud.
Para cumplir con un control integral de la inocuidad de los alimentos a lo largo de las cadenas
productivas se ha denominado de manera genérica la expresión: de la granja y el mar a la mesa.
Los productores, por su parte, son responsables de aplicar y cumplir las directrices dadas por los
organismos gubernamentales y de control, así como de la aplicación de sistemas de Aseguramiento
de la calidad que garanticen la inocuidad de los alimentos.
Los transportadores de alimentos tienen la responsabilidad de seguir las directrices que dicte el
Gobierno para mantener y preservar las condiciones sanitarias establecidas cuando los alimentos y
productos estén en su poder con destino al comercializador o consumidor final.
Los comercializadores cumplen con la importante función de preservar las condiciones de los
alimentos durante su almacenamiento y distribución, además de aplicar, para algunos casos, las
técnicas necesarias y lineamientos establecidos para la preparación de los mismos.
Los consumidores, como eslabón final de la cadena, tienen la responsabilidad de velar que la
preservación y/o almacenamiento y preparación sean idóneos, de modo que el alimento a ser
consumido no presente riesgo para la salud. Además, deben denunciar faltas observadas en
cualquiera de las etapas de la cadena, pues finalmente todos somos consumidores.
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