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temor ante otro que transita frente a ellos; esta expresión se debe a que:
A. Mostrar que la gota es una enfermedad que afecta a toda la sociedad por igual, tanto a ricos como a
pobres y nadie hace nada al respecto.
B. Contrastar la lujosa vida de los ricos con la mísera vida de los pobres: los primeros sufren de un mal
insignificante y los segundos deben pagar impuestos.
C. Denunciar el hecho de que, a causa de que unos sufren de gota, a otros les cobran gota a gota: los ricos
se enferman y por ello los pobres sufren sus dolores.
D. Evidenciar las desigualdades sociales comparando de manera no explícita las causas de las
"enfermedades" que afectan a cada una de estas clases sociales.
En la anterior imagen de Mafalda se infiere que la madre de Mafalda le replica con:
Con el nombre de "falsos positivos" se conocen en Colombia los casos en los que presuntamente el ejército
colombiano se vio involucrado en el asesinato de civiles inocentes, haciéndolos pasar como guerrilleros
muertos en combate.
Teniendo en cuenta esta información, ¿cuál de las siguientes afirmaciones describe la intención del autor
de la caricatura?
A. El autor busca criticar al sistema de salud colombiano por haber presentado fallas en las transfusiones
sanguíneas.
B. El autor busca sentenciar a los generales del ejército que han asesinado a sangre fría a guerrilleros.
C. El autor pretende vincular a los integrantes de las Fuerzas Militares con los asesinatos denominados
falsos positivos (ejecuciones extrajudiciales).
D. El autor intenta describir a los militares colombianos, quienes solo pueden decir que son unos falsos
positivos.
A. Dar cuenta de que la guerra es
una estupidez porque, mientras
los comunistas son
despreciables y ateos, los
americanos tienen democracia.
B. Evidenciar que, como Hobbes es
un tigre y no puede hablar,
Calvin asume que este es
un despreciable comunista.
C. Exponer las dos tendencias
políticas de la Guerra Fría desde
la perspectiva de una persona
comunista.
D. Caricaturizar la forma en la que,
desde uno de los bandos, se
planteaba la diferencia entre las
tendencias políticas de la Guerra
Fría.
Y francamente los estadios y la televisión se prestan para ver partidos, pero muy poco para oír poemas. También debemos considerar
que por cada futbolista millonario, debe haber miles de futbolistas tan pobres como los poetas, o más. Además los poetas, por lo
menos, se pueden consolar pensando que serán famosos después de muertos. Lo cierto es que un buen futbolista está tan especializado
en su arte como un buen poeta en el suyo. Las dos actividades requieren las mismas horas de concentración y entrenamiento. El poeta
leyendo, escribiendo, corrigiendo, y el futbolista entrenando, pateando y aprendiendo. ¿Cómo lograr un mundo en que el futbolista
pueda ser rico, pero donde el sistema económico le reconozca también al poeta al menos medios de subsistencia decentes? Supongo
que un gobierno serio tasa con altos impuestos a los más ricos (incluido el futbolista) y subsidia de algún modo la cultura poética. ¿O
debemos cerrar las actividades no rentables que ya muy pocos frecuentan? ¿Hay que clausurar los teatros a los que no va mucha gente,
las orquestas de música clásica, el ballet, las bibliotecas? Sería una catástrofe cultural y un empobrecimiento de toda la sociedad. La
poesía no deja ver fácilmente su importancia en la vida cotidiana, pero hay otras actividades mentales, minoritarias y muy sofisticadas,
cuyas consecuencias prácticas son inmensas. Sin matemáticos, por ejemplo, no habría computadores ni internet. Sin físicos no habría
aviones ni televisión. Sin bioquímicos no habría medicina moderna. Hay gimnasias y artes de la mente que no atraen a multitudes
millonarias de público, y sin embargo son necesarias para el desarrollo humano, para la libertad de una sociedad, para que haya una
visión crítica y pensante de lo que ocurre.
Casi nadie puede ser espectador entretenido de un matemático que resuelve teoremas (su oficio no sirve como espectáculo), pero sus
piruetas y hazañas mentales son tan complejas, o más, que las piruetas y hazañas físicas de un futbolista. La sociedad del espectáculo
vuelve ídolos y millonarios a los cantantes, los futbolistas, las modelos, las actrices. Pero la sociedad, el Estado, tienen que entender
dónde se produce también el conocimiento que nos hace mejores seres humanos, mejores ciudadanos, que nos hace la vida menos
dura, más llevadera, y apoyarlo, imponiendo impuestos duros a la sociedad del espectáculo, que ni siquiera podría existir sin los
inventos científicos.
Yo entiendo que mucha más gente quiera ir, pagando, a un concierto de Shakira que a una lectura de versos o a una conferencia de
álgebra o de biología molecular, así los versos del poeta sean mucho mejores que los versos de Shakira (y conste que los de ella no
siempre me parecen malos), pero entiendo también que Shakira jamás habría podido escribir buenos o siquiera regulares versos si no
hubiera habido antes grandes poetas que se inventaron la mejor forma de hacerlos. Ella, incluso sin saberlo, forma parte de una
tradición letrada. Y ella misma debe saber que sin físicos no habría amplificadores para su guitarra ni señales electrónicas invisibles
para sus videos y conciertos.
Lo no espectacular, la medicina, la física, las matemáticas, la poesía, la música culta, tiene que tener también espacios y derechos.
Apoyos, plata. Tiene que ser financiada por el Estado tasando las ganancias de la sociedad del espectáculo. La educación, las
universidades, las academias, los congresos, los sueldos de quienes no son famosos pero son tan importantes como los famosos: eso es
lo que debe asegurar una sociedad justa. ¿Y a qué viene todo esto? Bueno, a que el fútbol recibe apoyos multimillonarios (y está bien)
mientras los recortes de presupuesto se están haciendo en ciencias y en cultura.
(http://www.elespectador.com/opinion/futbolistas-poetas-cientificos-columna-502598)
¿Es correcto inferir que el propósito del texto es exaltar la poesía y otros modos culturales como la música culta
y la ciencia por encima de toda la demás producción cultural humana?
A. No, porque no se diferencian mucho expresiones culturales modernas de expresiones culturales de
otros tiempos, según el autor.
B. No, porque el propósito del autor es llamar la atención sobre el apoyo económico que deben
Precirecibir las artes y la ciencias en justa proporción a los de los espectáculos.
C. Sí, porque el autor argumenta que vivimos en un mundo descompuesto intelectualmente por la clase
de especáculos a los que asistimos
D. Sí, porque el autor argumenta que sin poesía, música culta y ciencia no se puede hacer nada más.
“Tiene hoy más sentido que nunca la indagación de nuestro «dónde», puesto que se dirige al
lugar que los hombres crean para tener un sitio para poder existir como quienes realmente son. Ese lugar recibe
aquí el nombre de esfera, en recuerdo de una antigua y venerable tradición. La esfera es la redondez con espesor
interior, abierta y repartida, que habitan los seres humanos en la medida en que consiguen convertirse en tales.
Como habitar significa siempre ya formar esferas, tanto en lo pequeño como en lo grande, los seres humanos
son los seres que erigen mundos redondos y cuya mirada se mueve dentro de horizontes. Vivir en esferas
significa generar la dimensión que pueda contener seres humanos. Esferas son creaciones espaciales, sistémico-
inmunológicamente efectivas, para seres estáticos en los que opera el exterior”.
En el anterior párrafo de Esferas I, el filósofo Peter Sloterdijk describe su concepto de esfera. Del contenido, los
argumentos y las estrategias narrativas con las que construye el concepto, podría inferirse que la cuestión
central en las siguientes páginas del libro será:
A. Cuestionarse acerca de los métodos de inmunización a través de los cuales distintas esferas, como las
religiosas, se aíslan de agentes externos.
B. Teorizar sobre los estados nacionales como esferas.
C. Describir las complejidades de los espacios en los que se circunscriben nuestras prácticas y evaluar
las maneras como estos espacios van siendo producidos y acobijándonos.
D. Realizar una teoría sobre dónde se encuentra la conciencia humana.
“El problema era que costaba dinero mantener el programa de erradicació n del mosquito, pues exigía pruebas
perió dicas para comprobar que el mosquito no comenzaba a reproducirse de nuevo, así como campañ as de
fumigació n si se descubría que lo hacía. No mucho dinero, pero debido a los programas de austeridad
impuestos por el FMI, el gobierno había tenido que recortar el programa de monitorizació n. Murieron diez mil
personas. Me encontré con madres llorando por la muerte de sus hijos. Uno puede pensar que es difícil
argumentar que la pé rdida de diez mil vidas humanas está realmente justificada para asegurarse de que
Citibank no tuviera pé rdidas por un pré stamo irresponsable que, de todas maneras, ni siquiera era
importante en su balance final. Pero he aquí a una mujer perfectamente decente, una mujer que trabajaba en
una fundación caritativa, nada menos, que pensaba que era evidente. Al fin y al cabo, debían el dinero, y uno
ha de pagar sus deudas.”
Tomado de: “En deuda: una historia alternativa de la economía” (David Graeber, 2014).
El texto anterior forma parte del prólogo del libro En deuda: una historia alternativa de la economía de David
Graeber. El autor cuenta una anécdota en la que en un cóctel una señora defendía el imperativo de que toda
deuda debe ser pagada, y que todo deudor debe ajustarse, sea como sea, para pagarla. Desde una posición crítica
podría pensarse sobre el imperativo moral de la “obligación de pagar las deudas” lo siguiente:
A. Es una causa de muerte y dolor que debería ser repensado. Tomar el principio del pago de la deuda
como objetivo moral significa desvalorar la sistemática muerte de humanos por el corte de programas
de salud.
B. Hay que pagar las deudas, pues uno tiene que cumplir con los acuerdos que acepta. ¿Sino uno para qué
pide préstamos?
C. Es importante pagar las deudas. Pero los programas de gobierno para prevenir la muerte por
mosquito no deberían ser cortados. Hay que negociar entre ambos puntos y no ser tan radicales.
D. Las fumigaciones de los mosquitos no eran efectivas.
“El problema aquí es la obvia solución de tolerancia (el respeto mutuo a las sensibilidades ajenas), de forma
no menos obvia, no funciona: si a los musulmanes les resulta «imposible soportar» nuestras imágenes
blasfemas y nuestro humor irrespetuoso (que nosotros consideramos parte de nuestra libertad), a los
liberales occidentales también les resulta «imposible soportar» muchas prácticas (la subordinación de las
mujeres, etc.) que son parte de la «relación viva» musulmana»”.
En el fragmento anterior el filósofo Slavoj Žižek cuestiona el concepto de tolerancia. En síntesis ¿qué
problematiza?
A. Que los medios de comunicación occidentales se han excedido maltratando a los musulmanes, y que por
lo tanto ellos no deben ser tolerantes con el mundo liberal.
B. Que los occidentales liberales han sido incapaces de aceptar la subordinación de la mujeres por parte de
los musulmanes, y que estos últimos no entienden que por la libertad hay que permitir cualquier
maltrato.
C. Que los musulmanes no han comprendido que las mujeres deben ser empoderadas, y que por eso la
libertad de prensa occidental está en todo su derecho de decir lo que quiera.
D. Que el concepto de tolerancia, de “yo te acepto y tú me aceptas”, no evita los conflictos. Siempre habrá
puntos irreconciliables. Tanto en liberales occidentales como en musulmanes hay cosas que resulta
imposible soportar.
“Cada vez que el perdón está al servicio de una finalidad, aunque ésta sea noble y espiritual (liberación o
redención, reconciliación, salvación), cada vez que tiende a restablecer una normalidad (social, nacional,
política, psicológica) mediante un trabajo de duelo, mediante alguna terapia o ecología de la memoria,
entonces el “perdón” no es puro, ni lo es su concepto. El perdón no es, no debería ser, ni normal, ni normativo,
ni normalizante. Debería permanecer excepcional y extraordinario, sometido a la prueba de lo imposible”.
A. no debemos fijarnos tanto en la finalidad que persigue el perdón sino solo si éste es o no moral.
B. el concepto puro del perdón es el único que vale verdaderamente la pena.
C. es preferible no perdonar que perdonar solo con el propósito restablecer una relación social, nacional
o política.
D. la “pureza” y el valor del perdón dependen enteramente de su carácter extraordinario.
“No estamos en absoluto fuera de la filosofía, y ello no porque acaso contemos ya con ciertos conocimientos
de filosofía. Aun cuando no sepamos nada de filosofía, estamos ya en la filosofía, porque la filosofía está en
nosotros y nos pertenece y, por cierto, en el sentido de que filosofamos ya siempre. Filosofamos incluso
cuando no tenemos ni idea de ello, incluso cuando “no hacemos” filosofía. ¡No es que filosofemos en este
momento o aquél, sino que filosofamos constantemente y necesariamente en cuanto que existimos como
hombres. Existir como hombres significa filosofar. El animal no puede filosofar. Dios no necesita filosofar. Un
Dios que filosofase no sería Dios porque la esencia de la filosofía consiste en ser una posibilidad finita de un
ente finito”.
A. La condición de seres finitos implica que somos humanos y, en tal sentido, necesariamente “filósofos”.
Dios es infinito y no necesita filosofar.
B. El hecho de que seamos seres humanos implica que seamos seres filosofantes, pues ser humano y ser
filósofo son una y la misma cosa.
C. Filosofar no es más que hacer valer nuestras diferencias frente a Dios y los animales.
D. El hecho de que seamos seres humanos ya implica que tenemos que filosofar, a diferencia de Dios y de
los animales, en todas las circunstancias de nuestra vida.
“Ser-hombre significa ya filosofar. La existencia humana está ya como tal en la filosofía, pero por esencia, no
en ocasiones sí en ocasiones no, unas veces sí y otras no. Pero porque el ser-hombre tiene diversas
posibilidades, múltiples niveles y grados de lucidez, puede el hombre estar en la filosofía de formas diversas.
Correspondientemente, la filosofía puede permanecer oculta como tal, o anunciarse y manifestarse en el mito,
en la religión, en la poesía, en las ciencias sin ser reconocida como filosofía. Pero como la filosofía como tal
puede desarrollarse también de forma expresa y propia, parece como si aquellos que no se implican en el
filosofar expreso estuviesen fuera de la filosofía”.
A. se suele creer que la filosofía solo corresponde a quienes se dedican “profesionalmente” a ella.
B. los hombres tienen diversos grados de lucidez y ello impide que los “menos entendidos” comprendan
alguna vez en qué consiste la filosofía.
C. aunque el mito, la religión, la poesía y las ciencias tienen que ver de algún modo con la filosofía, no
reconocen la deuda que tienen con ella.
D. los que se dedican a la religión, a las ciencias o al mito, no tienen la misma lucidez que tienen los
filósofos.
Futbolistas, poetas, científicos
Y francamente los estadios y la televisión se prestan para ver partidos, pero muy poco para oír poemas.
También debemos considerar que por cada futbolista millonario, debe haber miles de futbolistas tan
pobres como los poetas, o más. Además los poetas, por lo menos, se pueden consolar pensando que serán
famosos después de muertos. Lo cierto es que un buen futbolista está tan especializado en su arte como un
buen poeta en el suyo. Las dos actividades requieren las mismas horas de concentración y entrenamiento.
El poeta leyendo, escribiendo, corrigiendo, y el futbolista entrenando, pateando y aprendiendo. ¿Cómo
lograr un mundo en que el futbolista pueda ser rico, pero donde el sistema económico le reconozca también
al poeta al menos medios de subsistencia decentes? Supongo que un gobierno serio tasa con altos
impuestos a los más ricos (incluido el futbolista) y subsidia de algún modo la cultura poética. ¿O debemos
cerrar las actividades no rentables que ya muy pocos frecuentan? ¿Hay que clausurar los teatros a los que
no va mucha gente, las orquestas de música clásica, el ballet, las bibliotecas? Sería una catástrofe cultural y
un empobrecimiento de toda la sociedad. La poesía no deja ver fácilmente su importancia en la vida
cotidiana, pero hay otras actividades mentales, minoritarias y muy sofisticadas, cuyas consecuencias
prácticas son inmensas. Sin matemáticos, por ejemplo, no habría computadores ni internet. Sin físicos no
habría aviones ni televisión. Sin bioquímicos no habría medicina moderna. Hay gimnasias y artes de la
mente que no atraen a multitudes millonarias de público, y sin embargo son necesarias para el desarrollo
humano, para la libertad de una sociedad, para que haya una visión crítica y pensante de lo que ocurre.
Casi nadie puede ser espectador entretenido de un matemático que resuelve teoremas (su oficio no sirve
como espectáculo), pero sus piruetas y hazañas mentales son tan complejas, o más, que las piruetas y
hazañas físicas de un futbolista. La sociedad del espectáculo vuelve ídolos y millonarios a los cantantes, los
futbolistas, las modelos, las actrices. Pero la sociedad, el Estado, tienen que entender dónde se produce
también el conocimiento que nos hace mejores seres humanos, mejores ciudadanos, que nos hace la vida
menos dura, más llevadera, y apoyarlo, imponiendo impuestos duros a la sociedad del espectáculo, que ni
siquiera podría existir sin los inventos científicos.
Yo entiendo que mucha más gente quiera ir, pagando, a un concierto de Shakira que a una lectura de versos
o a una conferencia de álgebra o de biología molecular, así los versos del poeta sean mucho mejores que
los versos de Shakira (y conste que los de ella no siempre me parecen malos), pero entiendo también que
Shakira jamás habría podido escribir buenos o siquiera regulares versos si no hubiera habido antes
grandes poetas que se inventaron la mejor forma de hacerlos. Ella, incluso sin saberlo, forma parte de una
tradición letrada. Y ella misma debe saber que sin físicos no habría amplificadores para su guitarra ni
señales electrónicas invisibles para sus videos y conciertos.
Lo no espectacular, la medicina, la física, las matemáticas, la poesía, la música culta, tiene que tener también
espacios y derechos. Apoyos, plata. Tiene que ser financiada por el Estado tasando las ganancias de la
sociedad del espectáculo. La educación, las universidades, las academias, los congresos, los sueldos de
quienes no son famosos pero son tan importantes como los famosos: eso es lo que debe asegurar una
sociedad justa. ¿Y a qué viene todo esto? Bueno, a que el fútbol recibe apoyos multimillonarios (y está bien)
mientras los recortes de presupuesto se están haciendo en ciencias y en cultura.
(http://www.elespectador.com/opinion/futbolistas-poetas-cientificos-columna-502598)
De acuerdo con lo planteado por el texto, ¿cuál sería una forma plausible de que los Estados incentiven
económicamente todo tipo de creaciones de la cultura?
Según el propósito del texto se podría decir que la expresión “La poesía no deja ver fácilmente su importancia en la
vida cotidiana, pero hay otras actividades mentales, minoritarias y muy sofisticadas, cuyas consecuencias prácticas son inmensas”
tiene la función de:
“El poder supremo no puede arrebatar ninguna parte de sus propiedades a un hombre sin el consentimiento
de este. Siendo la salvaguardia de la propiedad la finalidad del gobierno, y siendo ese el móvil que llevó a los
hombres a entrar en sociedad, se presupone y se requiere que para ello esos hombres puedan poseer”.
¿Qué opinaría el autor sobre las confiscaciones del gobierno venezolano a la empresa privada?
Teniendo en cuenta el contexto del artículo de opinión, podría afirmarse que un “estado serio” como el que allí
se menciona debería:
Teniendo en cuenta que el autor sugiere que dificilmente un gran grupo de gente puede entretenerse con
actividades como la propia del matemático, que se ocupa de hallar teoremas, podría decirse del espectáculo
que:
A. Es un conjunto de actividades que entretienen sólo a las masas sin educación.
B. Nunca ha sido algo más que una industria que no beneficia en absoluto a la ciencia.
C. No puede ser para individuos sino para sociedades.
D. Es incompatible con actividades como las matemáticas o la poesía.
"Si otros tienen esta maravillosa facultad de abstraer sus ideas, ellos podrán decirlo; en cuanto a mí, reconozco
que puedo imaginar o representarme las ideas de las cosas particulares que he percibido y de combinarlas y
separarlas de muy diversas maneras. Puedo imaginar un hombre de dos cabezas, o la parte superior de un
cuerpo humano unida a un cuerpo de caballo; y puedo considerar en abstracto, o separados del cuerpo, un ojo,
o una nariz, o una mano. Pero sea cual sea el ojo o mano que yo imagine, siempre tendrán determinada forma y
color. De igual modo, la idea que yo me forme de un hombre ha de ser de un hombre blanco, o negro, o moreno;
derecho o encorvado; alto, bajo o de mediana estatura. Por mucho que se esfuerce mi pensamiento, no puedo
concebir la idea abstracta de hombre tal y como antes la he descrito."
(Tomado de Tratado sobre los Principios del Entendimiento Humano, de George Berkeley)
El hombre, por ejemplo, tiene relación con todo lo que conoce. Necesita lugar para contenerlo, tiempo para durar,
movimiento para vivir, elementos para componerlo, calor y alimentos para nutrirlo, aire para respirar; ve la luz,
siente los cuerpos; finalmente, todo se alía con él. Para conocer al hombre es preciso, pues, saber de dónde viene el
que tenga necesidad de aire para subsistir; y para conocer el aire, saber por dónde tiene éste relación con la vida
del hombre, etc. La llama no subsiste sin aire; por tanto, para conocer la una es preciso conocer al otro. Siendo,
pues, todas las cosas causadas y causantes, ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas, y manteniéndose todas
por un nexo natural e insensible que liga las más alejadas y las más diferentes, tengo por imposible conocer las
partes sin conocer el todo, así como conocer el todo sin conocer particularmente más partes.
La eternidad de las cosas en sí mismo o en Dios tiene también que pasmar a nuestra pequeña duración. La
inmovilidad fija y constante de la naturaleza, la comparación con el cambio continuo que acontece en nosotros
tiene que producir el mismo efecto.
Y lo que remata nuestra impotencia para conocer las cosas es que ellas son simples en sí mismas, y nosotros
estamos compuestos de dos naturalezas opuestas y de distinto género: alma y cuerpo. Porque es imposible que la
parte que razona en nosotros no sea sino espiritual; y si se pretendiera que fuéramos simplemente corporales, ello
nos excluiría mucho más del conocimiento de las cosas, puesto que nada hay tan inconcebible como decir que la
materia se conoce a sí misma; no es posible conocer cómo habría de conocerse a sí misma.
Y así, si somos simplemente materiales, no podemos conocer nada en manera alguna, y si estamos compuestos de
espíritu y de materia, no podemos conocer perfectamente las cosas simples, espirituales o corporales.
“La crónica de sucesos es una especie de sucedáneo elemental, rudimentario, de la información, muy
importante, porque interesa a todo el mundo, a pesar de su inanidad, pero que ocupa tiempo, un tiempo que
podría emplearse para decir otra cosa. Ahora bien, ocurre que el tiempo es un producto que va
extremadamente escaso en la televisión. Y si se emplean unos minutos tan valiosos para decir unas cosas tan
fútiles, tiene que ser porque esas cosas tan fútiles son en realidad muy importantes, en la medida en que
ocultan cosas valiosas”.
En el anterior fragmento el sociólogo Pierre Bourdieu critica la crónica de sucesos, que es uno de los tipos de
noticia más usado por la prensa sensacionalista, puesto que con sus altas dosis de sangre y sexo vende muy
bien. La razón por la cual está en desacuerdo con la crónica de sucesos es:
El hombre, por ejemplo, tiene relación con todo lo que conoce. Necesita lugar para contenerlo, tiempo para durar,
movimiento para vivir, elementos para componerlo, calor y alimentos para nutrirlo, aire para respirar; ve la luz,
siente los cuerpos; finalmente, todo se alía con él. Para conocer al hombre es preciso, pues, saber de dónde viene el
que tenga necesidad de aire para subsistir; y para conocer el aire, saber por dónde tiene éste relación con la vida
del hombre, etc. La llama no subsiste sin aire; por tanto, para conocer la una es preciso conocer al otro. Siendo,
pues, todas las cosas causadas y causantes, ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas, y manteniéndose todas
por un nexo natural e insensible que liga las más alejadas y las más diferentes, tengo por imposible conocer las
partes sin conocer el todo, así como conocer el todo sin conocer particularmente más partes.
La eternidad de las cosas en sí mismas o en Dios tiene también que admirar a nuestra pequeña duración. La
inmovilidad fija y constante de la naturaleza, en la comparación con el cambio continuo que acontece en nosotros
tiene que producir el mismo efecto.
Y lo que remata nuestra impotencia para conocer las cosas es que ellas son simples en sí mismas, y nosotros
estamos compuestos de dos naturalezas opuestas y de distinto género: alma y cuerpo. Es imposible que la parte
que razona en nosotros no sea sino espiritual; y si se pretendiera que fuéramos simplemente corporales, ello nos
excluiría mucho más del conocimiento de las cosas, puesto que nada hay tan inconcebible como decir que la
materia se conoce a sí misma; no es posible conocer cómo habría de conocerse a sí misma.
Y así, si somos simplemente materiales, no podemos conocer nada en manera alguna, y si estamos compuestos de
espíritu y de materia, no podemos conocer perfectamente las cosas simples, espirituales o corporales.
A. La naturaleza dual del ser humano (alma y cuerpo) nos permite conocer, pero también nos lo dificulta.
B. La materia se conoce a sí misma, del mismo modo que el hombre se conoce a sí mismo.
C. El hombre es un ser en constante cambio, pues una misma alma reencarna en cuerpos distintos.
D. En la época de Pascal consideraban que el alma y el espíritu no podían relacionarse.
“La libertad política, en un ciudadano, es la tranquilidad de espíritu que proviene de la opinión que cada uno
tiene de su seguridad; y para que se goce de ella, es preciso que sea tal el gobierno que ningún ciudadano
tenga motivo de temer a otro”.
“El poder supremo no puede arrebatar ninguna parte de sus propiedades a un hombre sin el consentimiento
de este. Siendo la salvaguardia de la propiedad la finalidad del gobierno, y siendo ese el móvil que llevó a los
hombres a entrar en sociedad, se presupone y se requiere que para ello esos hombres puedan poseer”.
A. La propiedad.
B. El Estado.
C. El Gobierno.
D. La capacidad de poseer.
“De lo que precede se deduce que la voluntad general es siempre recta y tiende siempre a la utilidad pública:
pero no se deduce que las deliberaciones del pueblo tengan siempre la misma rectitud. Se quiere siempre su
propio bien, pero no siempre se ve cuál es ese bien. Al pueblo no se le corrompe nunca, pero con frecuencia se
le engaña, y es solo entonces cuando parece que quiere lo que está mal.
Se podría inferir que en unas elecciones democráticas, la elección de los candidatos será