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ENSAYO COMPONENTE DISCIPLINAR

¿cual es la influencia del conocimiento de los elementos intangibles en el capitalismo


y en las organizaciones públicas?

El sistema económico imperante en el siglo XXI se basa en la hegemonía del


capitalismo a nivel global. Este modelo económico posee la cualidad de encontrar
diferentes mecanismos para acumular grandes capitales en pocas manos. Durante
las últimas décadas el capitalismo ha sufrido múltiples transformaciones debido a los
crecientes adelantos científicos y tecnológicos, y por tanto el mundo evidenció la
importancia del conocimiento.

Entre los procesos que más se destacan en el sistema económico capitalista se


encuentran; los avances científico-tecnológicos, el desarrollo del sistema económico-
financiero, la mercantilización de la vida y para objeto del presente texto: la gestión
del conocimiento. Al respecto, (Drucker, 1994:8 citado en la investigación de Quijano,
2005:214-215) sentencia que “el valor se crea por la productividad y por la innovación,
ambas aplicaciones del conocimiento al trabajo. Los grupos sociales dominantes de
la sociedad del conocimiento serán los «trabajadores de conocimiento» -ejecutivos
instruidos que saben asignar sus conocimientos a usos productivos- así como los
capitalistas sabían asignar capital a usos productivos”.

En este orden de ideas, según la opinión de algunos analistas, la gestión de la vida,


el sujeto y del conocimiento cobró relevancia como factor estratégico para las
organizaciones. Dicha tesis se sostiene inclusive en la actualidad, sobre el particular
Aquiles Limone (1998:2-3) menciona dos efectos de la revolución intelectual, según
su análisis los cambios científicos y tecnológicos “generaron el nacimiento de una
“nueva manera de pensar” y permitieron el nacimiento de las nuevas disciplinas que
cambiarían el mundo”. En especial, después de la segunda guerra mundial la
expansión geográfica, económica, tecnológica y educativa, reconfiguraron las
instituciones científicas, permeando por su puesto las ciencias económicas y
empresariales.

Por otro lado, cabe mencionar también, que el capitalismo tiene una estrecha relación
con la política, es decir, se vincula directamente con los Estados o Naciones del
planeta. Bajo esta mirada, los grandes poderes Estatales y las corporaciones
multinacionales desarrollaron estrategias para gestionar el conocimiento de manera
insospechada al finalizar el siglo XX. En relación a la política económica, los estados-
nación occidentales pasaron de un estado Keynesiano al Neoliberal, ese cambio
basado en la liberalización económica se amplió por medio de la globalización. A
principios de los 80´s del siglo pasado este fenómeno se acentuó paulatinamente con
mayor ímpetu a escala mundial, originándose de esta manera una nueva fase de
acumulación de capital. Parafraseando algunas ideas de la cátedra de Enrique Peña
en la Universidad del Cauca (2018), tenemos que el capitalismo a nivel global
comienza a presenciar diversas transformaciones de orden hegemónico establecidas
por el poder de los Estados Unidos, las organizaciones financieras y comerciales (BM,
FMI, OMC).
En este sentido el concepto de biopolítica planteado por Foucault, según la
investigación de Hard y Negri (2000:28) cobra relevancia debido a que:

Foucault sostuvo en diversos trabajos a mediados de 1970, que no podemos entender el


pasaje desde el Estado "soberano" del ancien régime hacia el moderno Estado "disciplinario"
sin tomar en cuenta cómo el contexto biopolítico es puesto progresivamente al servicio de la
acumulación capitalista. "El control de la sociedad sobre los individuos no solo se lleva a cabo
mediante la conciencia o la ideología, sino también en el cuerpo y con el cuerpo. Para la
sociedad capitalista lo más importante es la biopolítica, lo biológico, lo somático, lo corporal.".

Entonces lo anterior parece indicar que el control de la vida de los sujetos en la


economía neoliberal, es la mejor fuente de acumulación de capital, y además la
manipulación de la vida, sirve como mecanismo no sólo para superar la crisis que
había causado el sistema de producción fordista, sino también como dispositivo de
regulación. Además, la gestión del conocimiento puesta al servicio del capital
desplazó la producción en serie, para dar comienzo a la manipulación de intangibles
para crear mayor riqueza en las organizaciones. Sobre este tópico, en la New
Economy Encyclopedia los redactores de Wired, a través de la investigación Berardi,
escriben:

Cuando hablamos de nueva economía hablamos de un mundo en el que la gente trabaja con
su cerebro en vez de con sus manos. Un mundo en el que la tecnología de la comunicación
crea una situación de competencia global. Un mundo en el que la innovación es más
importante que la producción en masa. Un mundo en el que la inversión compra nuevas ideas
en vez de máquinas. Un mundo en el que el rápido cambio es una constante. Un mundo tan
diferente que su surgimiento sólo puede ser descrito como una revolución. (Berardi,
2003:101).

Vale la pena resaltar el aporte del académico (Quijano, 2005:225) al argumentar que
la gestión del conocimiento y/o la aplicación del conocimiento al trabajo es una fase
del capitalismo, denominada como el capitalismo cognitivo, particularmente su
investigación revela que:
“trabajo cognitivo dotado de un cuerpo social y carnal, que es sometido conscientemente o
no al proceso de producción de valor y de mercancía semiótica, que puede ser sometido a
explotación y a estrés, que puede sufrir privación afectiva, que puede caer en el pánico, que
incluso puede ser violentado y muerto.. Cognitariado usual y sutilmente explotado por una
clase de especuladores ignorantes, pero hábiles en la expropiación y apropiación del
plusvalor cognitivo con el cual hoy se sostienen y fortalecen los capitales en el contexto
internacional.
En consonancia con lo anterior, la globalización desde la perspectiva económica
contribuyó a la transformación del capital, modificando la forma de productividad, el
trabajo y la distribución del ingreso que había sido anclado a la sociedad
manufacturera, a través del modelo de producción en serie fordista. Y por otro lado,
también colaboró en el proceso para regular las relaciones entre el capital y el trabajo.
Esta política conocida comúnmente por algunos estudiosos como el Neoliberalismo,
reafirmó el nuevo escenario del sistema-mundo, al respecto se destaca que:

A principios de los años setenta del siglo pasado se comienzan a materializar políticamente
los cambios que el desarrollo de las fuerzas productivas del mundo capitalista venía
imponiendo, aunados con la detección de las debilidades en la productividad y el desarrollo
de la industria militar de la Unión Soviética. Es así como los más connotados líderes del
capitalismo mundial, Ronald Reagan y Margaret Thatcher, declaran el fin del Estado de
bienestar y el inicio del libre mercado (paradigma dominante en los actuales momentos) como
política económica que regiría para el resto del siglo y comienzo del siglo XXl, siendo el
Consenso de Washington el organismo que institucionaliza esta política (Sierra, 2008: 118).

Ahora bien, lo descrito hasta el momento expresa una nueva concepción de Estado,
ya no benefactor como lo había considerado Keynes, sino en otro sentido en favor de
la economía Neoliberal, puesto que con el fin del Keynesianismo, el fordismo inició un
periodo de crisis, el cual se afrontó por medio de la liberalización económica. En este
orden de ideas, la soberanía de los Estados sobre todo de aquellos catalogados como
subdesarrollados, se desestabilizó porque los grandes capitales se aprovechan de los
recursos naturales, de las masas de mano de obra barata y de la nueva clase social:
cognitariado. A causa de ello, naciones desarrolladas como los Estados Unidos, así
como las organizaciones públicas y sobre de todo de carácter privado incrementan
sus capitales de forma rápida, aumentando al mismo tiempo su influencia global en
términos de poder, entre ellos se destacan el FMI, BM, OMC, BID, G7, G20 y otros,
los cuales determinan a través de la política Neoliberal la regulación y la forma de
producción en el sistema-mundo. (Peña, 2018).

En la esfera del corporativismo empresarial privado, se evidencian industrias en red,


que funcionan en el ciberespacio, a través del marketing y la innovación. Las grandes
corporaciones como Google, YOUTUBE, HERBALIFE, etc., comprendieron que el
nuevo contexto implica desarrollar estrategias orientadas a la calidad, la eficiencia y
la eficacia para ser competitivo en el mercado global. Por tal motivo, el éxito grandes
de las grandes corporaciones que se posicionan en el mercado, se debe en gran
medida al saber hacer, es decir, manipular y gestionar recursos estratégicos como los
intangibles o el capital intelectual.

Todo lo mencionado hace referencia a la gestión de intangibles en favor de los


grandes capitales, es decir del capitalismo cognitivo. Y debido a este desarrollo de lo
económico apareció una amplia gama de intangibles que pueden vincularse con el
desarrollo no solo económico privado, sino también con el del sector público (Romero
y Jiménez, 2004:87), señalan cuatro tipos de capitales: simbólico, humano, capital
social y capital social comunitario.

El primero se refiere parafraseando la tesis de (Romero y Jiménez, 2004:91) a la


riqueza inmersa en la cotidianidad, es decir, el saber, el poder, confianza, estatus,
prestigio, saberes tradicionales, etc., lo cual no tiene que ver estrictamente con lo
económico sino con la forma de organización social. El segundo capital humano son
las habilidades y el conocimiento de las personas en función de la producción de
bienes y servicios, cuanto más alto sea este índice en la población, se podrá ser
eficiente en la asignación y producción de recursos en la economía, acelerando de
este modo el cambio tecnológico y la innovación en la procesos productivos (Romero
y Jiménez, 2004:91). El tercero según los autores anteriormente referenciados está
aún en construcción: “por capital social se entiende el conjunto de relaciones sociales
observables, cuyo estímulo permite mayor cohesión social y aumentar la
productividad” (Romero y Jiménez, 2004:94). Y el cuarto capital social comunitario va
un poco más allá del capital social, es una forma de evolución, sintéticamente es: “la
institucionalidad formal e informal que integra las normas culturales de confianza entre
los individuos, con las prácticas de cooperación entre todos los miembros de un
sistema social, donde los aspectos individuales y colectivos se compenetran”
(Romero y Jiménez, 2004:97).

Lo anteriormente ilustrado sirve para la identificación de intangibles en las


organizaciones de carácter público, no para crear valor como en las corporaciones
privadas, sino para la toma de decisiones de forma eficaz, eficiente y con eficiencia
en los procesos productivos. De ahí el rol de los administradores públicos para el
devenir de la institucionalidad del sector público, porque la gestión del capital
intelectual en el siglo XXI “se considera básica en el éxito de las organizaciones, pues
supone gestionar factores como el capital humano, la imagen o la organización
interna, tradicionalmente no se ha prestado importancia a su identificación,
catalogación, medición y reflejo en documentos” (Bossi, et al, 2001:213).

En consonancia con los intangibles, tenemos que no existe una definición


generalmente aceptada sobre la naturaleza económica y clasificación de estos
elementos estratégicos en la organización, sin embargo según la literatura revisada
se rescatan algunas teorías que ayudan a su compresión; Teoría del capital humano,
Teoría de la innovación, Teoría de la inversión en capital intelectual, Teorías del
crecimiento, entre otras (Cañibano et al., 1999:23-25).

Para iniciar debemos entender el elemento intangible como activos, los cuales
generan un gran valor para cualquier empresa, y sin sus aportes no aumentará su
producción ninguna empresa, debido a que son los cimientos de la creación,
planeación, innovación y visión de la entidad.

Tenemos que prestar gran atención a que estos activos no son monetizables, porque
en su esencia no se puede tasar económicamente, pero si son susceptible de un valor
el cual nos va a incrementar o disminuir de acuerdo a los aportes relevantes que se
origine en una nuestra empresa. Conociendo que son los elementos intangibles
iniciaremos a desarrollar lo concerniente a la manipulación del conocimiento en las
organizaciones de carácter público, lo cual es de vital importancia, ya que sin una
planeación, un presupuesto una distribución, una buena organización y sobre todo y
no menos importante una gran responsabilidad de los funcionarios, que siempre
deben tener un sentido de propiedad tanto con sus funciones como de las
instalaciones y recursos de las entidades, que representan tanto encargados como
directivas. Cabe decir que en ocasiones se aplican de forma errónea y esto conlleva
a un detrimento patrimonial para las entidades gubernamentales como;las alcaldías,
gobernaciones y otros entes públicos, estas organismos están conformados por
funcionarios que en ocasiones cometen faltas disciplinarias y terminar inmersos en
investigaciones, que a la final son solo litigios inoficiosos, que podrían ser evitados a
tiempo, pero a causa de malos manejos y poco o nulo conocimiento algunos
escenarios e incluso de sus funciones conlleva a que la administración sea lenta e
inoperante. Una adecuada gestión de los intangibles y un buen conocimiento sobre
ellos y aplicarlos a las entidades públicas los convierten en un recurso competitivo de
primer orden para estas organizaciones, lo cual permite mejorar la prestación de los
servicios públicos.

LOS INTANGIBLES EN EL SECTOR PÚBLICO

Los intangibles en el sector público o las entidades públicas son diversos y dependen
de cada administración (velar por la seguridad nacional, impartir justicia, elevar el nivel
cultural de la población)
Pero, en general, son más intangibles que los que predominan en el sector privado,
preocupado por la obtención de rentabilidad y creación de valor para el accionista.
Independiente del objetivo concreto que tenga la entidad, el cómo llevarlo a cabo es
una constante en todas las administraciones, y se caracteriza por aspirar a la máxima
calidad de servicio al usuario con una gestión excelente. Que los objetivos sean
intangibles es, por tanto, un elemento favorecedor de la aplicación de las teorías del
Capital Intelectual en el sector público.
En cuanto a la valoración de los bienes tangibles, se han desarrollado sistemas de
costes que permiten conocer la productividad, analizar el coste-volumen-beneficio,
gestionar las existencias, controlar la calidad del producto o los procesos de
fabricación.
Respecto a la valoración de los servicios, muchos de los conceptos desarrollados
para activos físicos no pueden aplicarse siendo clave el papel de los indicadores de
calidad. Cabe señalar que los controles de calidad son diferentes para bienes
tangibles que para los servicios, lo que invita a aplicar procedimientos específicos de
valoración de intangibles, como las encuestas sobre el grado de satisfacción.

GESTIÓN DE LOS INTANGIBLES COMO ESTRATEGIA EN LA ADMINISTRACIÓN Formatted: Font: 12 pt


PÚBLICA:
Como se ha señalado, una adecuada gestión de los intangibles, esencialmente del
conocimiento, en las entidades públicas se torna en un recurso competitivo de primer orden
para estas organizaciones, que le permiten mejorar la prestación de los
servicios públicos.
Entre los factores que han facilitado la aparición del concepto de “gestión del conocimiento”
podemos enumerar, por un lado, el desarrollo tecnológico, que facilita
enormemente la gestión de los activos intangibles y lo hace factible desde un punto de vista
financiero, por otro, la creciente concienciación por parte de las entidades, empresas y
organizaciones, ya sean privadas o públicas, de que la información y el
conocimiento son recursos claves. Finalmente la aparición y expansión de Internet ha
supuesto un elemento favorecedor de la utilización del conocimiento.
El Aprendizaje Organizativo es un enfoque que da sentido y continuidad al proceso de
creación de valor o de intangibles, El aprendizaje es la clave para que las personas y la
organización puedan ser más inteligentes, memorizando y transformando información en
conocimiento.(Serradell y Juan,2003).

Las organizaciones públicas que lideran los distintos sectores de actividad son las que
adoptan como visión estratégica "la necesidad de actuar antes y mejor que los demás". En
ese contexto, el conocimiento se transforma en un aprendizaje continuo que es vital para el
funcionamiento sostenible de las organizaciones, que asumen el tener que "reinventarse cada
día", concluyendo que la gestión de los intangibles es una cuestión estratégica, que les
permitirán cumplir con el objetivo último de creación de valor público para los usuarios, los
empleados y los ciudadanos en general.
El capital intelectual y el conocimiento organizativo es fundamental para el sector público
(Rodríguez et al. 2005: 10).En las administraciones públicas el poseedor clave de información
es el empleado. La experiencia de las personas se valora esencialmente al ofrecer una visión
precisa para superar los problemas concretos. Esta circunstancia se ha agudizado en la
actualidad al acentuarse las limitaciones presupuestarias y aumentar el número de directivos
públicos que abandonan la Administración al ser captados por el sector privado. El desarrollo
estratégico del conocimiento organizativo es la única opción que permite a las organizaciones
públicas prestar más servicios con menos recursos.

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