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'TRATADO
DE

AiLISlS MATEMÁTICO
(ALGEBRA SUPERIOR)

POR EL

1)R. JOSÉ MARlA VILLAFASE Y VINALS


CATEDRÁTICO, .POR OPOSICIÓN, NUMERARIO DE DICHA ASIGNATURA
EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL

Primera parte: Teorías fundamentales

BARCELONA

TIPOGRAFÍA DE LA CASA PROVINCIAL DE CARIDAD


CALLS DB lI0>TaAl4aCHM, M." 6

1896
'^ Áj-r^ t-i yce/^/fTF^
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ANÁLISIS MATEMÁTICO
^ALCilíHRA SUIMÍRIOR;

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1)K. JOSÉ MARÍA VlLLAFAfiE- Y YlfÍALS


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Primera parte: Teorías fundamentales

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15ARCBLONA

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m jnlíÁit¿a¿ ¿ti (¡Mtiai
INTRODUCCIÓN fi
• r ^ ' '

El principal objeto, que nos proponemos en este Tratado, es


fijar el concepto que tienen del Análisis matemático los autores
extranjeros más notables, y concretar, á la vez, las distintas par-
tes que hayan de constituirlo. Nos bastará, para ello, y con lo-
grarlo quedaremos satisfechos, presentar una exposición metódica
de tan importante y trascendental asignatura, que facilite su apren-
dizaje en el momento actual de nuestra cultura científica, y la
despoje de toda forma nebulosa é intrincada, que pueda obscure-
cer sus principios.
Estas son, pues, nuestras aspiraciones; caminar únicamente
por lo conocido y exento de enojosas discusiones; recorrer la
senda trillada ya del Análisis matemático, propiamente dicho, en
las cuatro partes, en que lo hemos dividido: i.* Teorías funda-
mentales; 2.* Análisis infinitesimal; ^.^ Teoria general de ecuacio-
nes, y 4." Teoría de las formas algébricas, sin incluir en él las
Teorías coordinatoria y de las determinantes, que con sobrada razón
hoy no se consideran como una de sus partes esencialmente cons-
titutivas, sino sólo como un auxiliar poderoso y un instrumento
eficaz de cálculo.
Ya se comprenderá que, bajo el punto de vista expuesto, no
hemos de aceptar la división del Análisis matemático (álgebra su •
periorj eo los dos cursos vigentes en nuestras Universidades, puesto
que Ib que se explica en ellas, como primer curso, jamás puede
considerarse más que cual una mera ampliación de las llamadas
Matemáticas elementales de nuestros Institutos.
En la primera parte reunimos diversas teorías, que creemos
4 TRATADO DK ANALISIS MATBMA-IICO

indispensables tener presentes para facilitar el desenvolvimiento


de las otras tres, y en la segunda, de acuerdo con CAUCHY, LAU-
RENT, CoMBEROussE, y dcmás tratadistas modernos, traemos al
campo del Análisis matemático teorías, que han venido espigán-
dose en el terreno ajeno del Cálculo diferencial é integral, á fin de
que éste se posesione de sus naturales y legítimos dominios, y
pueda cultivarlos con mayor provecho y más amplitud, desemba-
razándose de algoritmos que, si bien debe manejar en sus apli-
caciones á la resolución de las diferentes cuestiones, que le com-
peten de un modo exclusivo, no forman en manera alguna partes
peculiares, que hayan de constituirlo. Deslinde que juzgamos
necesario para la mejor organización y marcha de ambas asigna-
turas, y para el mayor progreso científico.
La índole especial de este Curso nos hará que seamos todo lo
breve posible en la tercera parte, donde nos ocuparemos única-
mente de los principios de más inmediatas aplicaciones á la Teoría
general de ecuaciones y resolución de éstas, sin olvidar los que pue-
dan servirnos en la Teoría de las formas algébricas, en que tam-
poco daremos sino lo más necesario é indispensable dentro de
los estrechos límites de esta obra, y de las precisas condiciones á
que ha de sujetarse.
Se ve, por consecuencia, que nuestro objeto no es tratar el
Análisis matemático en todos sus menores detalles, ni mucho me-
nos apreciar sus distintas y múltiples materias bajo las tan diver-
sas formas y variados puntos de vista, en que'pueden ser presen-
tadas, sino dar á conocer solamente lo que urge no ignorar de
tan importante y trascendental parte de las Ciencias físico-mate-
máticas, y pueda tener inmediata aplicación á los usos de la vida
profesional y á la cabal inteligencia de los estudios ulteriores de
dichas Ciencias; dar á conocer todo lo más esencial, que sirva
para aclarar y hacer perfectamente comprensibles los interesantí-
simos trabajos de los que hoy impulsan el saber humano; dar á
conocer, en fin, todo lo que inicie en las ciencias, que actualmen-
te por sus especulaciones sublimes y admirables aplicaciones son
íiierzas potentes, que imprimen prodigioso; adelantos, perfeccÍQ -
ÍNTRODUCCIÓN 5

namiento indefinido á la inteligencia en este movimiento incesan-


te, en este agitar incansable, en la labor fecunda é inacabable de
la presente época.
Es indudable que el campo del Análisis tiene tal extensión,
esfera tan ilimitada que no permite que pueda hacerse figurar en
la enseñanza universitaria todo lo que sobre él se ha escrito. Y por
esta razón hemos tenido que circunscribirnos á sólo lo que quepa
dentro de la índole especial y del carácter esencialmente didác-
tico, que hemos querido díkr á la presente obra, eludiendo toda
excursión, que pudiera alejarnos del punto, en que con cuidadoso
intento nos hemos colocado. Tema obligado á que, gustosos, nos
hemos sometido, en bien de la instrucción y de sus sagrados in-
tereses.
Pero también es indudable, además, que toda obra de una
asignatura universitaria no ha de tener precisamente el solo ca-
rácter de servir de mero texto en su totalidad á los alumnos que
la cursen, sino que ha de dirigirse al mismo tiempo á propagar
todos los conocimientos, que convengan al progreso científico, y
deban ser adquiridos para el mayor beneficio y perfeccionamien-
to de la enseñanza, y á presentar el horizonte, en que debe es-
paciarse la inteligencia, dejando vislumbrar el objeto, á que debe
.ispirar todo el que ame el desarrollo intelectual y sienta entusias-
mo por el saber humano. Fecundar el terreno de las trascenden-
tales disquisiciones, que aporten progreso científico, progreso
social en todas sus más caras manifestaciones, es la noble labor,
la misión sagrada de todo verdadero profesor, que suspire por el
adelanto de la ciencia.
Por esto, no sólo consagramos el presente Tratado á servir
de texto en la asignatura de Análisis matemático, en lo que pueda
conexionarse con las demás de la Facultad de Ciencias de nues-
tras .Universidades, sino también al fin interesantísimo de ilustrar
á nuestra juventud estudiosa en todas aquellas teorías, que hoy
forman el más precioso caudal de los conocimientos, que funda-
mentan las ciencias físico-matemáticas. Para ello, además de iodo
lo esencial y necesario que haya de explicarse para satisfacer las
6 TRATADO t>R AHALISIS MAXKMÁtico

naturales y urgentes exigencias de la cátedra, que nos está enco^


niendada, consignamos en él todas aquellas teorías que conviene,
á la par, ir dando á conocer alternativamente en cursos sucesivos,
como la factorial, de las congruencias, etc., etc., para difundirlas
en provecho de nuestra patria. Y, por otra parte, ¿no importa
que se sepa que en el Análisis matemático existen teorías trascen -
dentalísimas, que interesa grandemente poseer, para ampliar,
completándola, la enseñanza de la cátedra, harto deficiente hoy
por la organización de nuestra Facultad de Ciencias?
Llamar la atención de los alumnos de Análisis matemático so-
bre las referidas teorías, que no pueden entrar como obligatorias
en los actuales programas, para que en ellas se fijen y las estu -
dien, si quieren completar su instrucción en esta asignatura, y
puedan presentir sus naturales límites, es, pues, el más poderoso
motivo que nos ha precisado á incluirlas en esta obra, y dar asi-
mismo alguna mayor extensión, que la que corresponde á una
clase alterna de Análisis matemático, á la mayoría de las explica-
das forzosamente en el Curso, como imprescindibles para poder
proseguir con verdadero aprovechamiento las sucesivas de la Fa-
cultad de Ciencias, cual hoy se halla constituida en nuestra ense-
ñanza universitaria.
Grande será nuestra complacencia, si hemos podido lograr lo
que con fe nos hemos propuesto al escribir este Tratado, que de-
dicamos con cordial afecto á nuestra juventud «estudiosa; pero, si
á ello no llegáramos, culpa será de nuestra modesta inteligencia,
y no de nuestro amor y entusiasmo por los adelantos de nuestra
cultura científica, en que tanto abundamos.
*•*••*•*•••*•••**•*••*

TRATADO
DE

ANÁLISIS MATEMÁTICO

NOCIONES PRELIMINARES

g 1. Fnnclene* en s«a«Ta]: ««• dlT«rs»« «!*•«•

1. Sabemos que, si se tiene una expresión de la forma


(I) ax-\-by = k,

para cada valor arbitrario, que demos á una de las incógnitas X,


por ejemplo, se obtiene otro valor para y, y que estos dos valo-
res simultáneos áe x é y forman una solución de la ecuación (i).
Los valores arbitrarios dados á x pueden estar sometidos en-
tre ciertos límites á una ley determinada, ó ser completatnente
independientes unos de otros; pero siempre, en general, para
cada valor de x resulta otro para y, con la condición necesaria
de que en estos valores de o; é j/ ha de existir Una dependencia
tal, que pueda cada conjunto de dos de ellos satisfacer simulídnea-
ntente la relación (i).
2. También sabemos que los valores, que toma y en la (i)
por los 'sucesivos dados á x, no sólo dependen de estos valores
de X, sino de la naturaleza de la relación ( i ) , ó mejor, de la re-
8 TRATADO DB AMALISIS MATBMATIÜO

lación de los coeficientes a, b, k, y que, s\ x = x, y = ^ satis-


facen á la ( I ) , no satisfarán, en general, á la relación distinta

La relación (i) determina, pues, en la actual hipótesis, la ley


de variabilidad de y por la de x, siendo evidente que lo que de-
limos de y, puede decirse de x al darse á y valores arbitrarios.
3. Cuando las incógnitas a; é y son susceptibles de recibir
valores sucesivos, como en la cuestión (i), se las llaman variables;
y como una de las incógnitas puede variar por valores arbitrarios,
y la otra por los valores que reciba la primera, se fas denominan
á la una variable independiente, y á la otra variable dependiente.
La «, en el concepto expuesto ( i ) , es una variable independiente,
y la y es una variable dependiente. Diremos que
4. Variable independiente, ó simplemente variable, es toda
cantidad susceptible de recibir sucesivamente en una cuestión va-
lores arbitrarios; y
Variable dependiente es toda cantidad, cuyos valores dependen
de los sucesivos, que se den á otra, con la cual se encuentra inti-
mamente ligada. También á la variable, cuyos valores dependen
de los arbitrarios, que recibe otra variable, se la nombra función
de esta variable.
Así, si en la (i) los valores de y dependen de los arbitrarios
que se den á x, será y función de x, siendo x, en este caso, la
variable independiente.
5. La función puede ser explícita ó implícita' es explícita^
cuando indica la serie de operaciones que deben efectuarse con
los valores de la variable independiente-, para obtener el valor de
la función^ y e§ implícita, cuando no manifiesta ía serie de opera-
ciones, que deben efectuarse cotí los valores de la variable, para
obtener el valor de la (unción. En la (t) la y es una función im-
plícita de X, y lo es explícita
k — ax
y^ r -•
NOCIONRS PRELIMINARES 9

6. La notación de la función explícita y de la variable x es


(2) y=^f{^),
y de las variables x, z , ii es

(3) !/=/'C^»z;, «).


que se leen respectivamente: y igual función x, la (2), é y igual
función X, f, , u, la (3), significando el símbolo f(x),
f {x, z,...., u) la serie de operaciones, que deben efectuarse con
los valores de las variables, para obtener el valor de la función y.
7. La notación de la función implícita de las mismas varia-
bles es
f (a-, ?/) = o,
fi'^, y, ^f ,u) = o,
que se leen respectivamente: función x, ij igual cero, y función
X, y, ^, , u igual cero.
8. La letra, que puede ser cualquiera, antepuesta al parén-
tesis, se llama característica de la función.
Cuando las funciones de las mismas variables son distintas
entre sí, se las denotan con características diferentes. Las fun-
ciones
y, =«F(a;), j / , =* 9 (os), etc.
de la misma variable x son distintas de la (2), y se leen: yi igual
(unción F grande de x; y^ igual función (p de o?, etc.
9. Para expresar que en una función se han sustituido nú-
meros particulares en lugar de lái/variables, se ponen estos nú-
meros en vez de las variables, dejando subsistente la misma ca-
tacteristica. Asi
y^fia,b, ,0
denota que se han sustituido en la (}) los nümefos o, b, /
en vez de las variables x, z , u.
10. Las funciones se dividen en algébricas y trascendentes,
subdividiéndose las pfimeras en racionales ó irracionales, eitteras
10 TRATADO OB ANÁLISIS MATBMAT!CO

ó fraccionarias, pudiendo ser, tanto las algébricas como las tras-


cendentes, simples ó compuestas, directas ó inversas, continuas
ó discontinuas, periódicas ó no periódicas, y funciones de fun-
ciones.
Estas son las principales clases de funciones, que más intere-
san i nuestro objeto presente, y de que especialmente nos ocu-
paremos en este Curso. Aquí sólo daremos de ellas unas previas
definiciones, dejando para lugar oportuno la clasificación de las
funciones en monodromas ó monotropas, holomorfas, meromor-
fas, etc.
. I I . Funciones algébricas son las que se componen de un nii-
niero limitado de términos de la forma A x"*, en que m repre-
senta una cantidad finita y A una constante. Las funciones que
no llenan estas condiciones, se denominan trascendentes: lo son
las series, y en especial las exponenciales, logarítmicas y circula-
res, como
O'", loga X , sena?, etc.
12. Funciones algébricas racionales son las que contienen las
variables sin radicales ni exponentes fraccionarios, é irracionales
son las que contienen las variables afectadas de radicales, ó éxpo-
nentes fraccionarios.
13. Cuando la variable no va como divisor ni lleva expo-
nente negativo, la función es entera, y en el caso contrario es
fraccionaria.
14. Función simple 6 elemental es la que está ligada á la va-
riable por una relación, que no es capaz de descomposición, como
y = x"',y==a'', y = logaX, y = sen o;, etc.

Función compuesta es la que está formada de diversas funcio-


nes simples, que inmediatamente dependen de una misma varia-
ble. La función
y == o'^-f- loga X— 2 sen o;
es tuu función compuesta.
NoCIONBS PRELIMINARES U

15. Función de función ó función doble es aquella, cuya va-


riable es otra función de una segunda variable. Así, si
(4) 2/==F(u),
(5) u = f(^),
la y es una función de función, pues lo es de u, siéndolo »* de x.
Se la puede expresar en la forma
y = F(/-(a;))=íp(x),

sustituyendo en la (4) el valor (5) de u, y llamando 9 (a;) el re-


sultado que se obtenga.
Función de función de función ó función triple es aquella, cuya
variable inmediata es una función de una segunda variable, que á
su vez es otra función de una tercera variable. Así, si
y = F (M),
u = f (z),
z = (p (ir),
la y es una función de función de función ó una función triple.
Se la puede expresar, por iguales consideraciones que anterior-
mente, en la forma

y = F ( r (9 (o:))) = F (W (x)) = Tc ( x ) .

En general, las funciones de funciones se llaman funciones


múltiples.
16. Si se tiene
(6) F (íc, y) = o ,
es evidente que para cada valor de una de las variables o; ó y, se
obtendrán uno ó más valores para la otra; luego cada variable es
una función de la otra. Por consecuencia, si resuelta la (6) con
relación á y da

í7) y-=A(^),
1-2 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

al resolverla con relación á x dará, en general,


(8) oc==^{y),
d no ser la (6) una función simétrica, de que se deduzcan dos
funciones idénticas de la forma

?/ = /•(«),
a,- = /(,v).
Cuando de la (6) se sacan las dos funciones distintas (7); (8),
se dice que las (7) y (8) son inversas una de otra. Las funciones
m

X = y y, x = loga y, x = are sen y, x = ay

son respectivamente inversas de


y = a;'", y— a"', y = sen a;, ?/ = loga •» .
17. Variable continua es la que no puede pasar de un valor
á otro sin pasar por todos los intermedios, y función continua es
la que varía de una manera continua al variar también de una ma-
nera continua la variable de que depende. La variable y la fun •
ción, que no llenan la antedicha condición, se llaman discontinuas.
18. Es periódica una función, cuando vuelve á tomar el mis-
mo valor, siempre que la variable aumente en una determinada
cantidad, que se denomina amplitud del período, ó sencillamente
periodo, y no periódica la que no llena esta condición. El sen x y
eos JJ son funciones periódicas, siendo 2 it la amplitud de su pe*
ríodo.
También la función de una variable puede ser impar 6 par^
según que ella cambie ó no de signo, conservando su valor abso-
luto, al cambiar de signo la variable. El sen x es una función tm*
par, y el eos £C lo es par de la.variable x .
19. La teoría de las funciones, que hemos indicado, y de que
vamos á ocuparnos en este Curso, se llama Análisis (CAUCHY,
BALTZER), y Análisis algébrico el estudio particular de las fiíncio-
NOCIONES PRELIMINARES 13

nes algébricas (LAURENT, BALTZER). Denominaremos, pues, Aná-


lisis matemático el estudio general de las funciones, ya sean estas
algébricas ó trascendentes, á pesar de que con frecuencia se haya
venido aplicando desde NEWTON y LEIBNITZ con alguna impro-
piedad el nombre de Análisis al Cálculo diferencial é integral^ casi
de un modo exclusivo.

§ ¡e.—BepreHentaclón seométrlca 4« las ftanclonea

20. Vamos á indicar cómo de una manera harto sencilla


puede representarse una función por simples consideraciones geo-
métricas, y con este objeto antepondremos unas brevísimas no-
ciones, que fijen los razonamientos y los aclaren.
21. Si tomamos un sistema de dos rectas indefinidas OX,
OY (fig. I."), que se corten en an-
Ji jy guio recto, es evidente que todo
J punto M del plano de las rectas OX,
jí, OY estará determinado, cuando se
I conozcan sus distancias MP, MQ á
i dichas rectas; pues siempre existirá
I jíM punto, y sólo uno, que sea ínter-
Q „ " J¿ sección de dos paralelas á las rectas
OX, OY, que disten respectiva-
mente MP, MQde las mismas rectas OX, OY.
Recíprocamente, también es evidente que, si se conoce el pun-
to M, quedarán perfectamente determinadas sus distancias MP,
MQ = OP á las respectivas rectas OX, OY.
22. Las rectas OX, OY se llaman eje de abscisas la primera
y eje de ordenadas la segunda, y ambas conjuntamente reciben el
nombre de ejes coordenados: su punto de intersección O se deno-
mina origen.
La distancia OP del punto M al eje de ordenadas OY se nom-
bra abscisa del punto M, y la distancia MP al eje de abscisas OX
se llama ordenada del mismo punto M; la abscisa OP y la orde-
Pilda MP se deaoxninan coorílen^das de M> Se consideraa positivas
14 TBATADO DB ANÁLISIS HATBUÍLTICO

las abscisas contadas á la derecha del eje de ordenadas OY, y las


ordenadas contadas hacia la parte superior del eje de abscisas
OX; las abscisas y ordenadas contadas en sentido contrario de
las expresadas direcciones positivas se consideran como negativas.
Luego, según lo manifestado en el número anterior, puede dejar-
se establecido que
La abscisa y la ordenada, ó las coordenadas de un punto, fijan
la posición de este punto deí plano de los ejes.
23. Se ve claramente que, si se tiene la relación

(I) fip¡,y) = o
entre las dos variables ac, y, y se toman estas variables como
coordenadas generales de cualquiera de los puntos de una linea si •
tuada en el plano de los ejes, y se van dando á una de las varia-
bles X, por ejemplo, valores arbitrarios, que vayan sucesivamen-
te creciendo en valor absoluto desde cero en el sentido positivo ó
negativo, los diferentes valores, que se obtengan para y conjunta-
mente con los respectivos de x, serán soluciones evidentes de
la ( I ) ; pero cada par de valores simultáneos de a; é y serán las
coordenadas de uno de los puntos de la línea propuesta, y el con-
junto de los puntos así determinados definirá perfectamente dicha
linea; y recíprocamente, las coordenadas de los puntos de esta
línea serán soluciones particulares de la (i).
24. Así, si se tiene la ecuación

(2) y3

y la relacionamos al sistema coordenado OX, OY (fig. 2,*) de


ejes rectangulares, considerando la OÍ y la y como abscisa y orde-
nada generales de los puntos de una línea situada en el< plano de
los ejes OX, OY, se tendrá para « = o, el valor de y = o.
Los valores siitiultáneos a? => o, y = o, corresponden evidente-
mente al origen coordenado O; luego este origen está en lá linea,
cuyas coordenadas son las variables ¿v é y de h ecuación (2), es
decir, que dicha linea pasa por el origen O.
NOCIONES PRELIMINARES 15
Haciendo ac = 2 en la (2), se obtiene 1/ = ± 2; luego, po-
niendo en el eje de abscisas OX desde O hasta P la distancia
05 = 2, y en una perpendicular PM al eje de abscisas desde P ha-
;
cia arriba y hacia abajo i/=2,
determinarán los puntos 7
N de la línea propuesta.
Haciendo x=% en la (2),
obtiene y = ± 4, cuyas
coordenadas llevadas sobre la
figura 2.*, como anteriormen-
te, determinarán los puntos
M', N'.
Al proseguir de la misma
manera, iremos obteniendo
cuantos puntos queramos, y
tan próximos como convenga para' determinar la linea, cuyas
coordenadas son los valores de las variables x k y, que satisfacen
á la ecuación (2).
25. Se ve, pues, que tomando una de las variables i/, por
ejemplo, de la ecuación (i) como orí/«Kíirffl ¿"enera/de una linea
plana, sus valores dependen de los que reciba la otra variable x to-
mada cual abscisa; luego las ordenadas de una linea pueden legí-
timamente considerarse como funciones de sus respectivas absci
sas tomadas como variables independientes, y por consecuencia, la
'.expresión ( i ) con las variables x é y define perfectamente una
-linea, en que x p y representan la abscisa y la ordenada de cada
uno de los puntos de dicha linea.
26. Lis formas especiales de la linea, que puede representar
una función, dependen no sólo de la naturaleza de esta función,
sino de li^aturaleza de los ejes coordenados, á que se refieran
las variables de la misma función. No es de este lugar ni de ta ín-
dole de esta obra el tratar detenidamente de la indeterminación
de esas formas dentro del actual concepta de la Geometría analí-
tica cartesiana. Dejemos asentada aquí ligeramente esta observa-
ción, y sólo convengamos en que dada una función
16 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

(3) y-fi.^\
puede representársela geométricamente, de modo que su repre-
sentación haga concebir una idea clara de la relación, que existe
entre dicha función y, y la variable x de que depende, y dé no-
ción distinta de la marcha y algunas propiedades importantes de
esta función.
• 27. Se deduce de todo lo expuesto que
Para construir aproxi-
madamente la línea repre-
sentada por la función (3),
se pone sobre el eje de
abscisas OX (fig. 3.*), á
partir del origen O, un
valor OP de x tomado en
una escala dada, y el valor
de X llevado á la (3) dará

y=^l{0?), •
ó el valor de la función y, que será la ordenada correspondiente,
cuyo valor tomado asimismo en la escala propuesta, se llevará
desde P en una perpendicular PB á OX hacia arriba ó hacia abajo,
según el signo de! valor de y sea -}- ó — , lo cual reducirá ma-
nifiestamente la (3) á la siguiente:
±PB=-/(OP).
El extremo B de la perpendicular PB, valor de lá función j / , de-
terminará el punto B del lugar geométrico, ó de la línea que re-
presenta la función (3).
De la misma manera se determinarán cuantos puntos se quie-
ran y tan próximos entre sí como convenga. La línea trazada por
estos puntos será la representación de la íunción propuesta.
El punto, en que la línea (3) corla al eje de ordenadas, se
halla haciendo .-r = o ea la (5), Jo que da, tomando en la escah
el valor, que resulta para y,
• • \

NOOIOHBS PEBLIMIIIARHS 17
• ¿/-

OA = /(o). ^,^ ^-^J^.


- "--'.ISSaS'-ií-''

El punto, en que la línea (3) corta al eje de abscisas, se halla


haciendo y = o en la (3), lo que da, tomando en la escala el va-
lor que resulta para x,
o^fiOQ).
28. Recíprocamente, si una línea ABCQF (fig. 3.*) repre-
senta una función (3), pueden hallarse gráficamente valores apro-
ximados de la función j/ ó de la variable x, es decir, las solucio-
nes de la (3).
Basta, para ello, tomar sobre el eje de abscisas, á partir del
origen O, una distancia x == OP, y levantar en P una perpendi-
cular á OX, para obtener el valor de PB = y, que será positivo
ó negativo, según encuentre la línea por la parte superior ó infe-
rior del eje de abscisas, habiendo tantos valores para y cuantos
sean los puntos, en que dicha perpendicular intercepte á la linea
propuesta.
Si quiere hallarse el valor de la variable x, conociéndose uno
particular de la función y, se pondrá este valor y = OM sobre el
eje de ordenadas OY, á partir del origen O, y se trazará la pa-
ralela MN' al eje de abscisas OX; las abscisas OK, OL, ON co-
rrespondientes á los puntos K', L', N', en que dicha paralela corta
á la línea propuesta, serán los valores de x relativos al valor
y « OM de la ordenada ó función y.
Es claro que los puntos K, L, N son los pies de las perpendi-
culares bajadas desde K', V, N' al eje de abscisas OX, y que los
valores de x serán positivos ó negativos, según encuentre la re-
ferida paralela MN á la línea propuesta hacia la derecha ó hacia
la izquierda del eje de ordenadas OY.
29. También por medio de la representación geométrica
pueden hacerse ostensibles ciertas propiedades de las funciones.
Así, por ejemplo, se ve de un modo claro y fácil que, si para un
valor ac = a de la variable x se obtiene por la (3) del n.* 26 un
valor y ==•-+- b positivo para la función y, y para otro valor
18 T E ATADO x>K ANÍLISIS MATEUITIOO

X = a, de la misma variable x se obtiene un valor negativo


y = — 6, para la función y, siendo esta función continua entre
los límites íc == a, as = a,, tiene necesariamente x que pasar por
un cierto valor ac = a, que anule la función y, y dé
o = f{x);
puesto que, si para x = OD (fig. 3.') se tiene y = -f DC, y
para x = OE resulta y = — EF, es evidente que para pasar la
línea (3) del n.° 26 del punto C situado en k parte superior del
eje de abscisas al punto F situado en la parte inferior de dicho eje,
siendo la línea continua, necesariamente ha de cortar en un punto
Q al eje de abscisas OX, donde la ordenada es igual á cero
(n." 27); luego X == O Q anula la función (3), y por tanto, la
(3) da
o = AOQ).
30. También la función de tres variables
(4) fi^^ y, z) == o
puede representarse geométricamente.
En efecto, tomemos tres planos
XY, XZ, YZ (fig. 4.*), que se
/ í ^ '* *" corten perpendicularmente en un
; -^ punto O, cuyas respectivas inter-
secciones OX, OY, OZ hagan
de ejes coordenados, siendo O el
f origen. Los ejes OX, O Y, OZ
•^ serán indudablemente p<»^end¡-
culares entre sí dos á dos, y los
•^ OX, OY determinarán el sistema
coordenado del n." 21.
Por consecuencia, si dando en la (4) valores aJ=OP, y = P Q ,
consideramos estos valores como coordenadas del sistema OX,
OY, podrá fijarse el punto Q en el plano XOY.(n.° aa); el valor,
que se obtiene para i por la (4) para x =-• OP, y *= PQ, puesto
NOCIONES PHBUMINABBS 19

en una perpendicular QM al plano XOY determinará el punto


M del espacio. Los valores simultáneos dex é y infinitamente prt^-
xmios entre si conjuntamente con los obtenidos para z, irán de-
terminando puntos del espacio tan inmediatos unos de otros como
se quiera, que estarán, en general, en una superficie, cuya forma
dará idea de la naturaleza de la función (4), y de la marcha se-
guida en sus valores. Esta superficie será, pues, representación de
la función (4), asi como esta función representará la superficie en-
gendrada por el conjunto de los valores simultáneos y sucesivos
de sus variables.
31. Puede decirse que hasta hoy la Geometría no puede dar
representación clara y distinta de las funciones de más de tres va-
riables, «aunque algunas investigaciones físicas, como dice MR. NA-
viER, dan lugar á considerar tres ó aun cuatro variables indepen-
dientes, y cuando pasan de este número, las cuestiones sólo
pertenecen al Análisis, cuya generalidad" no conoce limites, y es
capaz de abrazar todas las combinaciones á que puede llevar la
consideración de las magnitudes.^í
32. Lo manifestado basta para hacer comprender cómo pue-
den representarse geométricamente las funciones, y la importan-
cia que esta representación puede tener en el Análisis matemátuo,
al aplicarla al estudio de algunas propiedades de dichas funciones,
cual tendremos ocasión de demostrario en este Curso.

§ 8. Contlnaldad de laa faBclo«es

33. MR. CARNOT (•) divide la cantidad en determinada é itt'


variable, que es la que figura como constante ó dato en las expre-
siones analíticas; en variable ordinaria, como las coordenadas de
una línea (n." 23), y en siempre variable, que es la que se conserva
variable ó arbitraria hasta la resolución de la cuestión en que én-
Ue. La variabilidad de la cantidad no puede, pues, tomarse en
concepto absoluto.

(•) RtUtacionn lobre la metafUica (Í4l cálmlo infinihiimal.


20 TRATADO DB ANALISIS MATKMATICO *

Pero, no obstante que se la considere con frecuencia cual


constante, es indudable que la variabilidad es el carácter esencial
de toda cantidad por su propia definición. Esta variabilidad puede
ser por decrecimientos ó por crecimientos indefinidos.
34. Una variable, que decrece indefinidamente, puede llegar
A'ser menor que cualquiera cantidad dada por pequeña que ésta
sea, en cuyo caso se dice que el limite de esta variable es cero.
35. Se llama/íwi/í de una variable la cantidad ^/d, á que
esta variable se aproxima indefinidamente jiasta poder ser la di-
ferencia entre la variable y la cantidad fija menor que toda mag-
nitud tan pequeña como se quiera. Demostremos^que
El limite de toda cantidad a menor que cualquiera otra cantidad
dada es cero^ es decir, que

lím. a = o .

En efecto, si el límite interior de a no fuese cero, sino una


cantidad ^ distinta de cero, se tendría por la hipótesis

(O «<P,
y por ser ¡3 limite inferior de x

(2) «>?.
lo cual es absurdo, á causa de no poder subsistir simultáneamente
las desigualdades ( i ) y (2). Luegól
lím. a == o .

36. Toda magnitud variable, que tiene por límite cero, se


denomina cantidad infinitamente pequeña ó un infinitamente pe-
queño.
Dice MR. FREYCINET que la misma naturaleza sugiere la noción
del infinitamente pequeño, siendo tan legítima como la de varia-
ble, y que ella está en relación con los fenómenos naturales, CQ*
rrespondiendo á objetos, cuya consideración se presenta en si
¿M /.'
NOCIONES PRELIMINARES 21-

misma al entendimiento. Después veremos que su existencia es


demostrable.
37'Al contrario del «ro, ¿/í/w¿o/o — expresa una entidad
o
mayor que cualquiera cantidad dada A por grande que ésta sea, es
decir, que
a
— > A
o
cualquiera que sea la magnitud de A.
En efecto, supongamos en valores absolutos

(3) T^ '
que tiene evidentemente por trasformada

(4) T->^'
A
• •
Luego cualquiera hipótesis, que hagamos en la (4), subsistirá en
'* (3X y por consecuencia, haciendo fe = o en la (4), resulta
, . a
(5) -7->o;
A
lo cual nos dice que la (5) se verifica para cualquier valor de A
por grande que sea.
Se tendrá, pues, poniendo en la (3) la condición b = o,

siendo A mayor que cualquiera cantidad dada íau gi'ande como


se quiera.
o
38. E\ símbolo — tiene, pues, como carácter esencial/a ín-
o
?2 TRATAt)0 DB AifALlStS MAtBMA+lCO

variabilidad, lafilenaabsoluta; pero, no obstante, no puede servir


de limite de las variables, que crezcan indefinidamente, puesto
que éstas jamás pueden aproximársele, de modo que la diferencia
entre dichas variables y — pueda llegar á ser un infinitamente
o
a
pequeño. La entidad — , que también se representa por oo, se
o
llama infinito.
39. Sin embargo, podemos admitir que toda variable, que
a
tienda indefinidamente hacia el infinito — hasta ser tan grande
o
como se quiera, se la llame un infinitamente grande, ó bien que
La relación de toda cantidad finita á un infinitamente pequeño
es un infinitamente grande, asi como su relación á un infinitamente
grande es un infinitamente pequeño.
40. Las cantidades tan pequeñas como se quiera, en que
van disminuyendo ó aumentando las variables, que decrecen ó
crecen indefinidamente, se denominan incrementos de las varia-
bles. Por consiguiente, estos incrementos no son nTás que las di-
lerencias, que existen entre los valores sucesivos de dichas va-
riables.
Cuando estos incrementos, á pesar de que puedan ser tan pe-"
queños como se quiera, tienen jin valor fijo y determinado, se
llaman diferencias de la variable, y se denotan con la caracterís-
tica A antepuesta á la variable en la forma siguiente:
AJC,
que se lee: diferencia x.
Pero, si los referidos incrementos, además de poder ser tan
pequeños como se quiera, son por su, naturaleza esencialmente v<i'
riables y susceptibles de decrecer indefinidamente hacia cero, sin re-
presentar valor alguno particular, se denominan diferenciales^ y se
denotan con la característica d antepuesta á la variable en la forma
siguiente:
dx,
KOOIONBS PRBLIMINARBIS 23

que se-lee: diferencial x. Son, pues, estos incrementos cantidades


infinitamente pequeñas ó los infinitamente pequeños, de que hemos
hablado en el n." 36,
41- Dice MR. BRIOT que el carácter de la continuidad es el
de ser la variación menor que cualquiera cantidad dada. Por con-
secuencia, una cantidad es continua, cuando varía por incremen-
tos infinitamente pequeños, puesto que, en este caso, es evidente
que al pasar de un valor á otro lo hará por grados insensibles, ó
recorriendo, como veremos en el Análisis infinitesimal, todos los
valores intermedios.
42. La continuidad es condición esencial en las funciones,
para que se las puedan relacionar á los fenómenos naturales, ya
que en el orden físico todo se sucede de una manera gradual y sin
saltos bruscos. Poca importancia pueden tener en el Análisis ma'
temático las funciones, que de ella carezcan, á no ser en casos
particularísimos. En lugar oportuno "daremos medios precisos
para investigar, y mejor definir, la continuidad de las funciones,
y .sólo trataremos en estos momentos de fijar su concepto.
43. Hemos dicho (n." 17) que una variable es continua,
cuando no puede pasar de un valor á otro, sin pasar por todos los
intermedios, y que una función es continua, cuando al tomar valo-
res por la ley de continuidad la variable, de que depende, ella
también varía por continuidad, conservándose finita. La variable
y la función pueden ser continuas entre ciertos límites, y cesar
de serlo fuera de estos límites. ^
Para demostrar que una función es continua entre ciertos lí-
mites, basta probar, según lo antes manifestado'(n." 41), que
para incrementos infinitamente pequeños de su variable, sus in-
crementos correspondientes son también infinitamente pequeños,
conservándose siempre finita en sus valores sucesivos; porque, si
en la hipótesis propuesta no fuese continua, habría de pasar brus-
camente de un valor á otro por intervalos finitos, y no infinita-
, mepte pequeños, lo cual contradice el supuesto. Lo mismo puede
hacerse ver que la recíproca es evidente, es decir, que, si la fun-
- ción varía por la ley de continuidad, los incrementos de la va-
24 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÍTICO

fiable serán infinitamente pequeños, ó esta variable variará por


continuidad..
44. Un caso notable de una función continua es la expo-
nencial o'^, como veremos en lugar oportuno. También demos-
traremos en el Análisis infinitesimal que son funciones continuas
todas las simples ó elementales, así como la algébrica, racional y
entera de una variable, bajo el concepto que venimos fijando so-
bre la variabilidad por la ley de continuidad.
45. El mejor medio para dar perfecta idea de la c<?M/í«Mí<ifl¿
y de las soluciones de continuidad de las funciones son las consi-
deraciones geométricas.
En efecto, suponiendo representada una función
(6) y = /(«')
por la línea ABCQF (fig. 3.*) del n.° 27, es evidente que los
puntos de esta línea determinados por tas coordenadas a; é y de
la función (6) estarán tanto más próximos entre sí, cuanto meno-
res sean las diferencias consecutivas ó incrementos de las absci-
sas y de las ordenadas correspondientes; luego, si se imagina que
estas diferencias disminuyan indefinidamente hasta poder ser me-
nores que toda cantidad dada, se tendrá representada de una ma-
nera clara lá sucesión de los puntos infinitamente próximos entre
sí, que determina,la (6), cual si la línea ABCQF hubiese sido
engendrada por el movimiento continuo de un punto siguiendo la
ley trazada por la relación de las coordenadas ó valores simultá-
neos de o; é y en la (6), que la impone la condición necesaria de
tener que recorrer todas las posiciones intermedias para pasar de
una posición á otra, lo cual es el carácter que define la conti-
nuidad.
46. Pero, si para un valor particular a; =« rttie la abscisa se
hace infinita la ordenada V. de la linea, ó la función (6) que la re-
presenta, no haljrá punto para la abscisa o; a» a; luego, si para
dos valores de x próximos á a existen ordenadas finitas, es indu-
dable que para pasar de uno á otro de los puntos extremos de
estas ordenadas finitas, qae son punte» de la línea (6), será nece* .
NOCIONES PRBLÍMINARBIS 25

sario una especie de salto ¿>rusco, que salve el punto en el infinito


correspondiente á la abscisa x= a y i sa ordenada y = oo , y
que, por tanto, interrumpa la continuidad de dicha línea, ó de la
función (6). Habrá, pues, en este caso, la llamada solución de con-
tinuidad, es decir, que entre los valores de la variable correspon-
dientes á las referidas ordenadas finitas la función (6) es discon-
tinua.
47. Nos parece suficiente lo expuesto para dejar fijado él
concepto de la continuidad que más luego desarrollaremos debi-
damente, y en que con frecuencia hemos de apoyamos en este
Curso, para poder estudiar, bajo sus distintos aspectos, las pro-
piedades de las funciones, en lo que quepa dentro de los límites
de esta obra, sin que juzguemos necesario entrar en lo que haya
de discutible en el asunto. La ley de continuidad existe; de no
aceptarla, es evidente que no podrían relacionarse los fenómenos
naturales, que á ella están sometidos, 'ni el Análisis matemático
podría dar un paso. Debemos, pues, admitirla siquiera como un
hecho innegable, como un postulado indispensable al desarrolle
del Análisis, y que aclara sus más trascendentales teorías,

14.— Co«eet)to de fancltfn determinad» éa ttn InterVale dado

48. Hemos definido la continuidad de las funciones, é indi-


cado que por esta continuidad á cada incremento de la variable
corresponde un incremento de la función. Sólo nos falta ahora
para terminar estas Nociones preliminares dar una ligera idej de
lo que debe entenderse por función determinada en un interva*
lo de la variable. Para ello, antepondremos unas previas defini-
ciones.
49. Se llama conjunto de valores la reunión de sólo aquellos
valores, que satisfacen de un modo exclusivo una cierta condición^
ya sean estos valores racionales ó irracionales, iguales ó desigua-
les, en oúmero finito ó infinito, y se dice que es determinado este
conjunto, cuando puede reconocerse que cualquier otro valor dado
pertenece ó no á dicho conjunto. Los números enUrós, por ejem-
26 'pRATAbO DB ANÁLISIS MATBHATICO

pío, forman un conjunto, de que están inmediatamente excluidos


los fraccionarios y los incomensurables.
50. Limite superior L de un conjunto de valores es aquel á
que ningún otro del conjunto puede serle mayor, y limite inferior I
es aquel á que no puede ser menor ninguno de los expresados
valores.
51. Intervalo entre dos valores {x^, a;„ ) de íC es el conjun-
to de todos los valores comprendidos entre Xo y x„ , en que
Xo y x„ forman parte del intervalo. La diferencia íX/Q '• vOfi s e
nombra extensión del intervalo, siendo evidente que todo inter-
valo (x„ , íCg ) está contenido en el ( ), cuando los valo-
res x^ , x^ pertenecen al intervalo ( ÍCO , ín„).
52. Es claro que toda función y de la variable x está deter-
minada en un intervalo {xo , a;„), ó con relación á un conjunto
de valores comprendidos entre «o y íCn , siempre que á cada valor
de X representado por uno de los valores del intervalo ó conjun-
to corresponda un valor determinado de {/. Así una función

(O y==/"(^)
determinada en el intervalo (Xo , «« ) tiene un valor determinado
para cada valor de x comprendido en el intervalo (aco, Xn ).
33. También se dice que una función de a; es díí^rmínada
en un intervalo {xo, Xn ), cuando cualquier valor de la función en
este intervalo es menor en valor absoluto que un cierto valor po-
sitivo A (COMBEROUSSE).
54. Si la función ( i ) es jinita en el intervalo {Xo , ac„), in-
dudablemente admitirá, en general, en este intervalo un limite
superior hy un limite inferior 1; porque evidentemente dicha fun-
ción no podrá dentro del intervalo {xg, Xn ) ser mayor en valor
positivo que -f-A ni menor en valor negativo que — A, siendo A
sufícientemente grande; pero fácilmente se concibe que A puede
coincidir con L ó /, ó sólo diferir de estos límites en un infinita-
mente pequeño. Si L y / son del mismo signo, y con mayor ra-
zón, si lo tienen diferente, resulta claramente que
KOCIONBS PRdUMINARÉS 27

(2) L > l ; •
de donde •
L- / > o ;
lo cual prueba que L — /es siempre una diferencia positiva.
55. La diferencia L — /, que puede ser cero, se denomina
oscilación de la función (i) en el intervalo (xo , Xn), cuya oscila-
ción tiene indudablemente á 2A por limite superior, en el supues-
to de ser L y / de igual valor absoluto y de signos contrarios;
pero es también evidente que este límite puede ser mucho menor.
56. Si dividimos el intervalo (Xo, «n) en n intervalos/)flr-
ciales, y representamos por

\3) ^ 1 1 1^21 L 3 ) ) L»i)

(4) /) . hy h , /n,
los respectivos limites superiores é inferiores de la función (i) en
estos intervalos parciales, será L el mayor de los límites (3), y /
el menor de los límites (4). Luego
La oscilación de la función ( i ) en el intervalo {x^ , x^ ) conte-
nido en el {xo, Xn) es, á lo más, igual á la oscilación L — /.
57. Si la ( I ) es una función determinada en el intervalo
{•Vo, x„), y X,, £Cg son dos valores de X pertenecientes á dicho
intervalo, la función ( i ) ser.-i finita en el intervalo (íc„, x„), siem-
pre que se tenga
fix,)-fix,)<A,
siendo A una cantidad positiva dada, porque es claro que el valor
absoluto de la ( I ) se conserva en el indicado intervalo siemp'e
menor que
A(^o)-fA,
y su oscilación es al mismo tiempo, á lo más, igual á A (n." 55).
58. Recíprocamente, si la (i) es una función determinada en
el intervalo {x„ , x„) sin ser finita, cualquiera que sea el valor po-
sitivo A, habrá en el intervalo (x„, x«), á lo menos, un valor
de X, que haga el valor absoluto de f{x) mayor que A.
28 TRATAUO DE AMXLIBIS MATBMXTICÓ

En efecto, dividiendo el intervalo {xo , x„) en un número


cualquieta n de intervalos parciales, habrá, á lo menos, uno de
estos intervalos parciales (ÍC, , «,), por ejemplo, en que, en la hi-
pótesis admitida, la función no sea finita, y que, por tanto, se ten-
ga en valor absoluto

f{x,)-r{x,)>k.
59. Ocasión tendremos de aclarar en este Curso las nocio-
nes, que aquí sólo apuntamos, y que creemos suficientes^ por
ahora, al fin que nos hemos propuesto actualmente.

ji.-..--^
•f^

PRIMERA PARTE

TEORÍAS FUNDAMENTALES

CAPITULO PRIMERO
Princlpioa jcenerales sobre la diTislbilidad de !«•
fanciones alcébrieaa
^ 1.—PropIedMdeH taiportantea de Isa ranclones alg^brieaH
y de an divlaitfn

60. Hemos dicho (n.° 11) que toda función algébrica de x


se compone de un número limitado de términos: su forma gene-
ral es

(O F(íc)=A„ a;'»+A) í c ^ - i + A , x"'-^-}- + A m - i ae+Am,


en que m representa una cantidad finita, y los coeficientes Ae,
A| , Aj , , Am—t t Am cantidades constantes. La función, que
no llena estas co.ndiciones, la hemos denominado (n." 11) fun-
ción trascendente.
61. También hemos dicho (n.<" 12, 13) que las funciones
algébricas pueden ser enteras y fraccionarias, racionales é irracio-
nales, y hemos definido estas distintas funciones; pero ahora afta-
diremos que pueden ser enteras ó racionales, con relación á una
30 TRATADO DB ANÁLISIS HATBHÁTICO

ó varias de sus letras. Vamos á tratar en esta Primera parte de


algunos principios de las funciones enteras en x, y de otras teo-
rías de importantes aplicaciones en el Análisis matemático.
62. El cociente exacto de dos funciones algébricas no puede tener
más que un solo valor, porque, si A jí B representan estas dos tun-
A
cienes, y suponemos por un momento que su cociente —— pu-
B
diese admitir los valores Q, Q, , se tendría
A= BQ,
A=BQ.;

de donde, restando y separando e! factor común B, viene

o = B(Q-QO;
y como B no es cero, resulta
Q-Q,=o;
luego
Q=Q..
63, Si no es exacta la división de las funciones enteras A, B
ordenadas con relación á x de los grados m y r» < m, y lleva-
mos la división hasta obtener un cociente Q entero en x, y un
resto R también entero en x de grado menor que n, sabemos
que
A-BQ + R,
ó bien
A ^ +, —
= Q R •
B ^ ^ B
Demostremos que, aún en este caso, Q y R «o pueden tener
más que un solo valor, dentro de las condiciones del enunciado.
En efecto, si no resultara así, se obtendría

A==BQ+R,
A=BQ,-fR,;
TBOKIAS FUMDAMBNTALBS 31

de donde

ó bien
(2) B(Q-Q,) = R,-R.
Y por serQ, Q , cocientes enteros en x, su diferencia Q—Qi
también lo será, y su producto por B será, á lo menos, del gra-
do n de B; pero por hipótesis R, R , son de grado inferior á n
con relación i x, y asimismo su diferencia R, — R; luego la (2)
no puede subsistir, á no verificarse que sea

Q - Q . = o,
en cuyo caso se tendrá

R,_R=o;
de donde
Q = Q. y R= R..
64. En la división exacta de las funciones A, B de a; el co-
ciente siempre es, en realidad, el mismo, ya se ordenen A y B
con relación á x por potencias decrecientes, ora por potencias
crecientes; sólo resulta que la ordenación del cociente ap'arece
invertido en uno de estos casos respecto del otro.
65. Pero, si la división es inexacta, la igualdad (n." 63)

'B = Q + "^
^ ' B
puede tomar una infinidad de formas distintas, apareciendo en
cierto modo como indeterminada; porque al ser el primer término
del divisor independiente de a; ó constante, este primer término
siempre será un divisor exacto relativo del primero del dividendo
y de cada primero de los restos sucesivos, y por tanto, ordenando
por potencias crecientes de x, h división podrá detenerse donde
se quiera, ó prolongarse indefinidamente, puesto que el resto,
según hipótesis, jamás será uro. Asi se obtiene
32 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTIOO

= 1 — x-{- X* — ac' -f- rp .T"

(3) = i + x+5c' + x'H \-x" +


I —X I—X

' ' =1—a;-| x^-\- -~ x^ — -~ X*


3 + 5^^4-4a'' 3 3' 3
, I , 151 4- 188 ae
I j¡.5 _ 1 ! ^ .
3' 3 + 5 a s + 4 a;'
cuyos cocientes pueden afectar formas tan distintas como sean los
valores diferentes de n ó del término, en que la división se de-
tenga.
Fácilmente se comprende que, en este caso, el resto jamás
contiene término constante, y que es de la forma

en que R, representa una función de ac, y 0)" + ' la potencia de x


en el primer término del resto puesta por factor común, cuyo
exponente n -[- i indica que se han efectuado w - j - i divisiones
parciales, y que el cociente Q es de grado n.
Las (3) dan manifiestamente

i = = ( i ^ x) {1— x-{- X* — x^ -\- ±X")H-X'' + ' ;


«
i = ( i _ x ) ( i + x + :x;' + x='-f -|-x»)-|-x«+>;

3 + 2x = (3 4 - s x + 4 x ' ) ( i - x - f ~ - x « + - ^ x '

47 V. 151 + 188 X
— - ^ x M + x'^ .—i—Z: _ .

66. Si una función algébrica entera en-a de la forma

(4) Ao + A. as - f A, »• - f A , « ' -f- -f- Am « "


TEOBtAS FUNDAMBNTALBS 38

se anula por cualquier valor de \, tiene todos sus coeficien-


tes iguales á cero; puesto que, si para cualquier valor de x se
verifica que

(5) Ao + A, .c + Aa X* + A3 £c' - f Am «"" = o,


también se verificará al ser aj s= o, que anula en la (5) todos los
términos en x; luego
Ao=o.
Suprimiendo en la (5) Ao == o, y separando en la que resulta
el factor común x, viene

(6j a;(A, + A, o; + A3 x^ + -f- A,„ a » - ' ) = o .

Pero, si la (6) se verifica por cualquier valor de x, ha de te-


nerse necesariamente
A, -j- As aj + A3 ac* + -f- A„, íC"-' == o ;
de donde por lo dicho anteriormente

y así sucesivamente
A, = 0 ,
'%
A3 = 0 ,

O .

6j. Si dos funciones algébricas enteras de igual grado


en X de la forma (4) permanecen constantemente iguales
entre si para los mismo valores de x, los coeficientes de las
mismas potencias de x son respectivamente iguales; es de-
cir^ que, si

(7) Ao + A,a; + A,a;» + A3Íc'-f- + A™ a!-»


=» íi, 4 - «1 <* + "1 ^* H" **3 ^ ' 4 " -\-a„x^ ,
34 TRATADO DE ANÁLISIS MATBMATIOO

se tendrá
Afl = ííj, A| = df, Aj = flj. A, = Og, , Am = flm .
En efecto, la (7) da, trasponiendo todos los términos al pri-
mer miembro,
(Ao — a,) + (A, — a,)a; + (As — a,) ac' - f (A, - a,) x»
-f- + (Am — cí„, )a;'" = o ;

luego por el principio del n." 66


Ag — ag = o, A, —a, = o, Aj — a, = o, A3 — 0.,= o,
> An) — flm = Of '

de donde
Ae ^^^ ^'oi A , = O^, A j = ffj, A3 = O,-, , , Am í = CTm ,

Dos funciones, que llenan las condiciones del enunciado aca-


bado de demostrar, se llaman idénticas.
68. Si dos funciones f(x), ip(x) enteras en JL y de los
grados m ^ n < m se conservan constantemente iguales
para más de m palores de x, estas funciones son idénticas,
es decir, que tienen el mismo grado y las mismas potencias
de X con iguales coeficientes.
Supongamos
«
/•(a;) = A„-|-A,2;4-A,a;'+A3a;»-|- -|-A„ ¡c" + +A„a;"',
<f{x) = an-{-aiX + a,x*-\-a3x'-^ -f-rt„ a;" ," '

y restemos estas igualdades. Se tendrá

l[x)-fix) = (A,—fl,) + (A,—a,)a; 4-(A,—íi,)^*+(A,-r'a,)<B3


+ + (A„ — o „ ) a f + . . . . . + Ama;",
ó por la hipótesis de ser /"(») ==4J(C) para cualquier valor de x,

V
T B O R Í A S FlTNOÁMaNTALBS 35

o = (Ao' —ao) + (A, — a , ) í C + ( A 2 —a,)a:^ + (A, —o,)a;'


+ + (A„-«„)«" + + Ama-"*;
luego (n.° 66)

^0 — «o = O, A, — í/, = o, As — Oj = o, A , — 03 = o,
) An — ün = O, , Am = O J
<ie donde

A» = OQ, Al = = í l | , A j = flj, A,i = tt>3', ) An = On f

y por consecuencia,

f(x) = A, + A, ,x 4- A, a;^ + A3«' + + A„ X" ,


^{x) «= A„ + A, a; - f A2 a;' 4 - A... x' -\- + A„ ÍC" ,
<onforme el enunciado.
69. Para que el cociente de dos funciones algébricas
anteras en % sea independiente de la variable x, se necesita
y basta que las funciones sean de igual grado en x, JK la
relación de los coeficientes de las mismas potencias de x de
estas funciones sea constante.
En efecto, si

f{x) = Ao 4- A, a; + A, re' 4- - j - Am a;» i

y llamamos Q al cociente - • •••• de dividir á f(x) por ?I(ÍC), se


tendrá
A,-f A.-r-f A,^-*-í- + A„,x'"
*= («o + flíi a? 4-o»a?'-f- + Oníc")XQ
« a. Q + a, Q r + a, Qx* + + «« Q ^ " ;
<ie donde por lo demostrado anteriormenteXn." 68)
»i a= n ,
A» = o, Q, A, «= íi, Q, As ••» Ot Q, •' •• , Am = flfi Q í
86 TRATADO DB AH ALIBIS MATBÜATICO

luego
,o\ j ^ _ _ _ ^ _ . _ ñ l __ ___^_.o
flo <*i *s ''n
Reciprocamente, si la relación (8) de los coeficientes de
iguales potencias de x es constante, se tendrá

AQ J\^ X A^ X
•Oj a, X fltj a;'

_X por consecuencia,
A, + A, ac -f- A, a;' + + A™ ac"
=.Q
Co + O) O! -f- a, o;' 4 - + «m 05"
independientemente de los valores de x.
70. Busquemos la ley del cociente y la forma del resto de la
división de la (unción ( i ) por x — a, asi como la condición de
su divisibilidad.
Llamemos, para ello, f(_x) el cociente y R el resto de dividir
á I(a;) por x — a. Se tendrá (n.° 63)
V(x)^ix-a)f{x) + R',
pero f{x) es evidentemente de la forma
(9) /•Ca5)«=B,a;»-»-f-B,í»"-* + B»a;"'-»
+ -i- B„ ao-»-"-! H h B„,^\ X 4- B«-,;
luego

A, 05* H-A, *"*-*-f A, » " - • - f ..... + A„ ¿t*»-^


+ -t-Am-ia! + A„=(aj-a)(B,aj'»-»-hB,*-'»4-B,a5«-»
-|- 4-B-a^~^* + - " + Bm-í«4B«-i)+R
= B,a5'» + B, x"->4-B, ¡je"»—*-i-. ••• -4? Bn
— B, 0 — B, a „• — Bu-I a
V., - . Í ; ^
•+• -}-Bii»_i ja? — Bm—ia;
—Bm~»m\ + R
T B O R Í A S FUNDAMBNTALV8 37
<le donde (n.° 6-j)
Ao = Do ,
A, == B, — Bo a ,
Aj = Bj -— Bi a,

An = Bn — Bn—1 út ,

Am—2 = Bm—j - ~ 'Bm.-j O ,


Am-4 = "m—l — Bm—í * t
Am = — Bm—1 "T" R t
y por consiguiente.
Bo == A« ,
B, = Boa + A , ,
Bj = Bi o -j- A , ,

<io) B,, = B„_t a + A„ ,

Bm—t = Bm-s íl -f* A m - i ,


. Bn,_i =» Bm-í O + Affi-l I
R = B«_i a + Am .
Poniendo en el cociente (9) los valores de los coeficientes
Bo, Bj, B„ etc., en función Je Ao, Aj, A», etc., deducidos de las
<io), se obtiene
<n) /^(a!) = A,a5'"-> + A,a ;!;•"-•*-f-A o a* a?"-*
+ A, . + A,a
H-A.
+ + Ao a"»-»
-f- At a""-»
• • • •
-\-Am-»a
-f-Am_i.
71. Se ve, pues,fijándoseen la (i i), que el cociente f(x)
<<« dividir por X — a /a/unción F(x) de m grarfo en x es un
38 TRATADO DB ANAUSIB MATBMÁTICO

polinomio completo de m — i grado, cuyos coeficientes se


forman sucesivamente multiplicando el coeficiente del tér-
mino anterior por a, y añadiendo al producto obtenido el
coeficiente del término del dividendo del mismo orden, que
el del término del cociente que se forma; ó bien
El cociente f(x) de dividir por x — z la función com-
pleta de grado m

¥(x) = Ao a;™ + A, a!™-»-|- A, « " - » + .•••.+A„_ia; + A„

es un polinomio completo de m — i grado, cuyos coefi-


cientes se forman multiplicando el prin¡ero Ao por a, y
añadiendo al producto el coeficiente A, del término que
sigue, lo que da el coeficiente Ao a + A, del segundo tér-
mino del cociente; multiplicando la suma obtenida Aoa-f-A,
por a, y añadiendo al producto el coeficiente A, del tér-
mino que sigue, lo que da el coeficiente Ap a' -|- A, a -}- A»
del tercer término del cociente, y asi sucesivamente hatta
sumar el coeficiente Am-i del penúltimo término del divi-
dendo. El coeficiente del primer término del cociente es
claramente el primero A» del dividendo.
72. Es indudable, además, que al multiplicar las (10) res-
pectivamente por o™ , ft"*-*, a"^* a', a', a" = i, sumar
las que resultan, y simplificar, se obtiene
(12) R = A, 3 * " + A t O ^ - i - f AjO'"-»^- + A„a"'-*^
-j- . •. -f- Am-id + Am.,
qae es ia misma función V(x), en que se ha sustituido a por se}
luego ^,
El resio R de dividir por x — a /a función F(x) es el
valor, que resulta al sustituir en dicha función F(x) el va-
lor a en lugar de x. El valor F(o) asi obtenido se denomina
valor de la 9ustitución.
Pero es claro asimismo que el resto d¿ dividir á F(ír),po^.
X — a es el producto del último término del cociente (tt)f>eeib^
TEORÍAS FUNDAMENTALES 39

añadiéndole e! último término Am del dividendo, es decir, la ex-


presión (12)

A„a'" + A , a ' " - » + A a ' t ^ - ^ H - - f A„_ia + A,„ ,

que hemos hallado para el resto R. Se tiene, pues, que


73. Para hallar el valor, que ha de obtenerse al sus-
tituir en un polinomio completo en x el valor a por x, ó el
resto de su división por x — a, se multiplica su primer
término por a, y al producto se le añade algébricamente
el coeficiente del término siguiente; se multiplica esta
nueva suma por i, y al producto se le añade algébrica-
mente el coeficiente del término siguiente^ y asi sucesiva-
mente hasta añadir el último coeficiente.
74. Si el fa/or de la sustitución ó resto {12) es iganl á
cero, evidentemente la tunción F(*) será divisible por * — a, y
no lo será, cuando F(a) no es cero. También es evidente el recí-
proco de este principio. Por consecuencia,
La condición necesaria y suficiente, para que la fun-
ción F(x) sea divisible por x -^ a, es que el valor x = a
anule á dicha función F(x), es decir, que se tenga

F(a) = o ,
y reciprocamente, si
F(a) = o ,

será ^{y) divisible por x — a.


De este principio se deduce inmediatamente que
i." Siempre es divisible .Í;"* — a"" por x — a, pero nunca
será u?"* -}- a"* divisible por u: — a; puesto que, en el primer caso,
.7; = a anula á ;<?"* — o"*, y en el segundo caso, x = a da
«'" -f- C" = 20'" , que no es cero,
2." Es divisible a*" — a" por x-^a = x — (— a), cuando
*» es par, puesto que a? =f= — « anula á x"* — a."' , y no lo es,
cuando m es impar, puesto que, en este caso, ;f = — a da
— a*" — o" = — la'" , que no es cero.
40 TRATADO DB AKALISIS MATEMATIOO

3." Es T*" -f- a" divisible ó no por ^ •\- a, según sea m im-
par ó par, puesto que x =s= — a anula á x"' -\- a" al ser m impar,
y reduce a r" -}- a" á 2a al ser m par.
EJEMPLO. Hallar el cociente y el resto de la división de
^x* — 5a?' -{- A^' — 9 por ^ — 2.
3 Completemos, ante todo, la función pro-
y^ 2 puesta
6 ^x* — ^x' •\- 4x — 9 ,
,^r\ 3 r 7 introduciendo la potencia a;*, con coeficiente cero
y^ 2 ^o.\3i forma siguiente:
2 (13) 30^' — 5a;' + o • a?' -j- 4'^ — 9 >
+ o
/ /\ ~r I y apliquémosle las reglas de los principios de
+ 2
2 los n."' 71 y 73.
X Para ello, multipliquemos por 2 el primer
4
+ 4 coeficiente 3 de la función (13), y al producto
+
(3') ZL. 8 g 6 sumémosle el segundo coeficiente — 5; mul-
tipliquemos por 2 la suma + i obtenida (i'), y
X 2
16 al producto 2 sumémosle el tercer coeficiente
— 9 -f- o; multipliquemos por 2 la suma -f- 2 obte-
(4) + 7 nida (2'), y al producto 4 sumémosle el cuarto
coeficiente -I-4, y finalmente, multipliquemos por 2 la suma + 8
obtenida (3'), y al producto 16 sumémosle el último coeficiente
— 9, lo que da + 7> según la (4').
El primer coeficiente 3 del polinomio (13) y los resultados
( I ' ) , (2'), (3') son coeficientes de los términos del cociente, y -f- 7
es el resto de dividir por x — 2 la función (13), es decir, que

33?* -{- X* -{• 2x -\-^

es el cociente, y •\- "] e\ resto de dividir 3a?* — ja^ -f" 4* T* 9


por X — 2.
El valor 7 es el valor que se obtiene al sustituir en
3a^ — 5a;» 4-43? — 9 el 2 en lugar de a?, como lo comprueba
el resultado siguiente:
TflOaÍAS FUNDAMENTALES 41

3 - 2 * — ; . 2^ + 4 . 2 — 9 = 7 .
75- Según lo expuesto, podemos establecer que
'1.° Si una función F(x) entera y de m grado en x se
anula por m valores de x, será igual al producto de m fac-
tores de primer grado de la forma x — 3, y de otro factor
independiente de x.
En efecto, sean a, b, c, , k, I los m valores de ,T dife-
rentes entre sí, que anulan á F(.^).
Por anular o á FO/), será F(.T) divisible por a? — a (n.° 74);
luego
(14) F(,T) = . (x - a) V^ix),

llamando F,(.r) al cociente de dividir á F(a?) por x — o.


También b anula por hipótesis á F(a?); luego angla al segundo
miembro de la (14); y como no anula al factor x — o por ser b
diferente de a, ha de anular al otro factor F,(a?), y por tanto
(n-° 74)> ap — b divide á F,(»), lo que da
(15) F,(a^) == (^ _ 6) F,(í,),

llamando F , ( T ) al cociente de dividir á F,(.'Í) por x — b.


También c anula por hipótesis á F(.T), y por lo demostrado
ha de dividir á F,(a;), ó primer miembro de la (15), y por tanto,
i(x — 6 ) F,(a^); y como c no anula al factor x — 6 por ser c
diferente de b, ha de anular á Fj(a?); luego
F,(a;) = (x- c) F»(ÍP) .
Prosiguiendo de la misma manera hasta llegar al factor x — I,
se ohtendrá
F(x)=^(x~a)F,(T),
¥,ix) = (x ~ fe) F,{x).
Fiix) = (a? — c) Ft(x),

Fv,-,{x) =m{x — k) F™_, (a?) ,


F™_,(.T)=(a?-OQ;
42 TUATADO DED ANÁLISIS M A T B H A T I C O

de donde, multiplicando ordenadamente estas igualdades, y su-


primiendo en la que resulta los factores comunes á sus dos miem-
bros, viene

(16) F(./) = {.>• — a) (^ — b) (./• — c) .... {.c — A) (^ — i) Q .


Pero el producto de los m factores binomios de primer grado
en j; del segundo miembro de la(i6) es claramente un polinomio
de m grado en x {*); luego Q es un factor independiente de J),
puesto que, si fuese una función de .r, su producto por dichos
factores binomios sería un polinomio de grado superior al
m/""» é igual á F(.Í), que es de m grado, lo qqe es imposible.
La (I6) demuestra, pues, el principio enunciado.
Si el coeficiente de la mayor potencia de x en la función F(*)
es la unidad, el factor constante Q ha de ser evideiitemente igual
á t; porque Q es un factor común á todos los términos del dea-
arrollo del producto de los factores binomios x—a, x—h, ..., x— I,
y por consiguiente, habría de ser factor del término de la mayor
potencia de ./;, cuyo coeficiente suponemos iguala i. La(i6)
toma, en este caso, la forma

F(,c) = {x — a) {x — b) {x — c) {x — k) (x — l).

2.** Si una función F(x) de grado m en x se anula por-


más de m valores de x, será el producto de m factores de
la forma x — A, y de otro factor Q independiente de x é
igual á cero; puesto que , si además de los m valores
a, b, c, , k, I de x, existen otros distintos a, p, y, , X que
anulen á T{x), estos valores que no pueden anular á x — a,x — 6,
X— c , X — k, X — /, según hemos visto anteriormente, no
anularán á su producto; luego han de anular al otro factor Q tn
la (I6), que es independiente de x, y por consiguiente,

0 = 0.

(*) Eltmtnloi d$ tai leoriai coordmaloria y dt 2a> <f</«miin<mift, primen fWW, ea-
p(tulo III, g S
TEORÍAS FÜNDAMBNTALBS 43

76. Si en la función algébrica, racional y entera de J:


(17) \{x) = Ao X™ + A, ..;•"-' - f A, ..—^ + 4- A™_, *• + A ^
ponemos x - f /t en lugar de J;, lo que da
(18) ¡{xA^h) = A„(.*;-|-/t)"' 4 - A,(,/;+/»)"-' + A,(,i'-|-;i)"'-*'
+ + A„,_i(,/;-|-7i)4-A™,
y desarrollamos por la fórmula del binomio ¿e NEWTON (•)las
potencias indicadas en el segundo miembro de la (18), ordenando
el resultado por las potencias crecientes de h, se obtiene
(19) [{•^••\-h)
A 11
+ »i Aflx'm—I h_
»»(»»—l)Aoíc" A„/i"
V. 2!
+ (m—l)(»i-2)A,x'm—4
+ A, a;"^* + (JB_2) A.J £c'"~^
+ (ni-2)(»i-8)Aix'm—1
+ A „ - £B» +' 2 Am-S íc
"»—i + 3 • 2A X
•+-A X ' m-S
m-i
4-á A

Fijándonos en el segundo miembro de la (19) se ve claramen-


te que los coeficientes de las potencias de h desde o hasta m se
forman multiplicando cada uno de los términos del coeficiente
anterior por el exponente de x, disminuyendo en una unidad la
potencia de x. Y como el de la primera potencia de h se deriva
por dicha ley de la función primitiva (17), el de la segunda po-
tencia de h se deriva del coeficiente de la primera potencia de h
por la misma ley, y así sucesivamente, LAGRANGE llamó/trímera,
9egunda, etc., derivadas de la función /(x) i los polinomios de
esta manera formados, y designó estas derivadas sucesivas por
hs notaciones f\x), r(x), ./H^).

(*) Slenunlo» di lat liorlat coordinaloriaydeftudilerminaniu, primera parle, ca-


pitulo II S S, cap. III, g 3. ^
41 TRATADO DB AMALIS» MATBHÍTICO

Sustituyendo en la (19) estas notaciones y la de la función


independiente de h, que es la propia función (17), se tiene

(20) /'(r+h) = fix)+/'(.•) ^ + n ^ ' ) ^

+ +1""^^)
mi
Resulta, pues, que el desarrollo (20) de la función algébrica,
racional y entera (17), cuando se reemplaza x por x -\- h, es un
polinomio en h ordenado por las potencias de o á m, cuyos coe-
ficientes se forman por la ley de las derivadas sucesivas de la
expresada función. La (20) se denomina ley ó fórmula de TAY-
LOR, de la cual, así como de la teoría de las derivadas, nos
ocupamos detenidamente en el Análisis infinitesimal.
EJEMPLO. Las derivadas sucesivas de la función

f{x) == 237* 4 * ' -|- é.r» — ^X -f- 20

son claramente
f(x) = loa;* — i2íF* 4- 12* — 9 , -
' 40X' —• 24a?
n^) => + 12,
rw=- 240ÍP,
120ÍP* —• 2 4 .

ri^) =
rix) = 2 4 0 * ;
puesto que las derivadas de la constante ao, y de las sucesivas
constantes, que van resultando, son nulas, por ser cero en estas
constantes el exponente de a^.

i a. rttaetoBes alsékrlMMi *^lai«i

77. Admitidas las definiciones tradicionales de cantidades


primas y de cantidades primas entre si, y aceptando desde luego
que toda cantidad prima, que no divide á otra, es prima con día,
TEORÍAS FUNOAMENTALUS 45

vamos á demostrar el principio clásico de MR. LEFEBURE DE


FouRCY, que tanto se aplica en el Análisis matemático.
TEOREMA DE MR. LEFEBURE DE FOURCY. Toda cantidad
prima P, que divide el producto AB de dos funciones algé-
bricas enteras A _^ B, ha de diuidir á una de ellas.
Supongamos, ame todo, que el teorema se verifica, cuando
A, B, P contienen, á lo más, n letras, y demostremos que tam-
bién ha de verificarse, cuando las funciones A, B, P contengan
« + 1 letras.
Primer caso. Si A contiene n -f- i letras, y B, P, á lo
mis, n, y ordenamos á A por la letra x, que no se encuentre en
B ni en P, será A de la forma

(i) A=» Oo^^ + a, ji'^-'+ajj;'»-*-]- -f-a„_i d?-j-a» ,

en que los coeficientes o^, o,, Oj, ... ., «m-i i «m sólo podrán
contener, á lo más, n letras.
Pero al multiplicar la (i) por B, se obtiene
(2) AB == aoBit™ + o, Ba?™-! •+- o» Bíe"-»
4- + «ift-i Bíc - f Éfm B;
luego P, que divide i AB por hipótesis, y es independiente de x,
ha de dividir á los respectivos coeficientes a^ B, a, B, a, B,'
, am_iB, Om B de jc en el segundo miembro de la (2), y por
tanto, según el supuesto admitido, á B ó simultáneamente á
<*o> fli, « í , , flm-i, «I» .
Si divide á B, el teorema queda demostrado; pero, si no divide
á B sino á a „ a„ (¡f„ , a^r-x, "m » dividirá á A, según la (i);
El enunciado Á, pues, evidente en el cfso actual.
Segundo casó}. Si'A y B contienen n + i letras y P sólo n,
y Qfíjenamos á A y á B con relación á letra aa, que no se encuen-
tre en P, se tendrá
(3) • A = ttt x"" + <»f *"*•* -+- ^» *"'"'' + + ^m ,
(4) B = 6, a;» + i>. a?-> - f &, a,-» - f + ft, ,
46 TKATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

y multiplicando las (3) y (4), viene


(5) AB = a.¿»o.r'>+" + a, 60 .f•»+"-• 4 - -\-a„b,
+ üo b, .*'»+"-» + a, 6, ^í-"^»-» + 4 - a„ 6,

+ ao6„í-" +a,b„,T'"-> + + a„ 6„ .
Pero P divide á AB y es independiente de x; luego ha de di-
vidir á todos los coeficientes de x en el segundo miembro de la
(5), y por tanto, á todos los coeficientes de x en la (3) ó en la
(4); porque, si alguno de estos coeficientes a,, por ejemplo, de
la (3) no luese divisible por P, tendrían que serlo, por la hipóte»
sis, todos los de la (4), que son factores de o, en los coeficientes

de los términos del segundo miembro de la (5), que forman la


segunda columna, y si alguno de los coeficientes /»„ , por ejem-
plo, de X en la (4) no fuese divisible por P, tendrían que serlo,
por la hipótesis, todos los de la (3), que son factores de &« en los
coeficientes
« o í'n , « 1 &n , , flm b„

xie los términos del segundo miembro de la (5), que forma la


última fila.
Se ve, por consecuencia, en el presente caso, que, si P no di-
vide i todos los coeficientes Og, Ot, , Om de x en la (3), y
por tanto, á A, ha de dividir á todos los coeficientes 60, 61, »bn
de X en la (4), y por tanto, á B.
También el enunciado claramente se realiza en el actual su-
puesto.
Tercer caso. Si P y uno de los factores A, por ejemplo,
comienen n + i letras, y el otro B sólo n. y suponemos á B
descompuesto en sus factores primos F», F|, F», , FB , se
tendrá
AB = A F . F , F » .... F , ,
TEORÍAS FUNDAUBNTALUS 47

y llamando Q el cociente de dividir á AB por P, resulta

(6) AF, Ti F, F„ = PQ ;
lo que nos dice que la cantidad prima Fo, que divide al primer
miembro de la (6), dividirá el producto PQ; pero P contiene
n -\~ I letras y Q también n -\- i 6 sólo n; luego por lo demos-
trado en el segundo caso ó en el primer caso, F^ que sólo
contiene n letras, á lo más, ha de dividir á P ó á Q; y como F„ no
puede dividir á la cantidad prima P, habrá necesariamente de di-
vidir á Q.
Llamando Q, el cociente de dividir á Q por FQ, se obtiene
por la (6)
(7) AF, F, F„ = P Q , .
: Por la misma razón que anteriormente F, ha de dividir á Q, en
la (7), y llamando Q , el cociente de dividir á Q, por F,, se ob-
tiene
AF, .... F„ = P Q , .
Prosiguiendo de igual manera hasta llegar á dividir por F„ , y
llamando el respectivo último cociente Q», se obtiene, final-
mente
A = PQ„;
lo cual demuestra que P en el supuesto que nos ocupa divide á A.
Cuarto caso. Si A, B, P contienen n + i letras, y supo-
nemos que uno de los factores A, por ejemplo, sea de mayor
grado que P, y que P no lo divide exactamente, al dividir á A por
P, después de ordenar ambas funciones por una de sus letras x,
hasta llegar á un resto R de menor grado que P con relación á .r,
V reducir á un común denominadc r M al cociente Q y el resto ^
R, si tienen términos fraccionarios, se tendrá, representando res-
pectivamente por — , -rj- el cociente y resto que así resulten,
M M
(n." 63)
48 TBATADO DB ANÁLISIS UATCMÁTICO

de donde
(8) iMA = PQ, -f- R, ,

cuya igualdad (8) prueba que Kf no puede ser cero; porque, si


así sucediese, dividiría P á MA, y por ser M evidentemente in-
dependiente de X, y por tanto, sólo contener n letras, á lo más,
habría de dividir, por el tercer caso., i M, ya que hemos su-
puesto que no divide á A; lo cual no es posible, á causa de que
P, que contiene á x, no puede dividir á M, que és independiente
de x. No puede, pues, ser Ri igual á cero.
Multiplicando la (8) por B, viene

MAB = BPQ, + BR,,


ó bien

p - - ^ ^ p '
AB
pero M X —r-- yir BQ, son cantidades enteras; luego su diferencia
R H . <í

RR
— ^ l o es también, y por consiguiente, P divide á BR,.
P
Si R, es independiente de x, sólo contendrá n letras, á lo
más; y como B y P contienen » + i, habrá P de dividir á B por
el tercer caso.
Pero, si R( no es independiente de x, dividiendo á P por R,,
reduciendo á un común denominador M, los términos del co-
ciente y del resto, si no son enteros, y representándolos por
^ , ^ , se tendrá (n.o 63)
M, M(
P = R, X
M, ^ M, '
de donde
(9) Al.P-RiQi-f-R,,
T E O R Í A S FUNDAMENTALES 49

cuya igualdad (9) prueba que Rj no puede ser cero; porque, si


así sucediese, habría por lo dicho anteriormente de dividir R, qtie
depende de x á Mj, que no contiene á x, lo cual no es posiWe.
Multiplicando por B la (9), viene -. " *H .

M, BP = BR,Q, 4- BR, ,
i> bien

RR '
pero M, B y ——^ X Qi son cantidades enteras, á causa de diví-
•dir P á BR, por lo dicho anteriormente; luego su diferencia
RR
—=— lo es también, y por consiguiente, P divide á BRj.
r
Si Rj es independiente de .r, sólo contendrá n letras, á lo más;
y como B y P contienen n -{- i, habrá'P de dividir á B por el
tercer caso.
Si R., no es independiente de .Í, proseguiremos dividiendo su-
-cesivamente á P por los restos Rj, R,„ etc., que se vayan obte-
niendo, hasta llegar á uno R„ independiente de x, y lograr por el
procedimiento que venimos empleando una igualdad de la forma

(lo) M„_i BP = BR„_i Q„ + BR„,


la que siempre es posible; porque los restos sucesivos R,, R,, R3,
etcétera, van constantemente disminuyendo de grado con relación
<i X, cuyo exponente es finito en las funciones propuestas,
Y como la (10) da
n
M„_, B = --—— X Q« +
P '
BR
>' M„_i B y — ~ - X Qnson cantidades enteras, pues se ha visto
•que P ha de dividir á BRn-i, se deduce forzosamente que tam-
RR
tién ha de ser cantidad, entera la diferencia ——- entre Mn_i B y
50 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

BR„_,
"~ X Qn ) y por consiguiente, P ha de -dividir á BR„ ; pero
P
por ser R„ independiente de ./•, no contendrá más de n letras,
mientras que B y P contienen n -\- i; luego por el tercer cas'>
P ha de dividir á B.
Quedan, pues, hechas todas las hipótesis posibles, en que P
pueda dividir al producto AB, ya que en el supuesto de que f con-
tuviese n -\- I letras, y A y B sólo n, no sería admisible que P
dividiese á AB, y en todas resulta evidenciado que al verificarse
el teorema para n letras, también ha de verificarse para n - j - • •
Pero el teorema propuesto está demostrado tx\\i. Aritmética,
cuando A, B, P son números enteros ó contienen cero letras;
luego también se verificará por el método de inducción de BER-
NocLLi (*), cuando A, B, P contengan i letra; si se verifica al
tener i letra A, B, P, se verificará, cuando contengan 2, y así su-
cesivamente hasta contener n letras.
Es, pues, cierto el teorema de MR. LEFEBURE DE FOURCY er>
el caso de ser P una función prima. Demostremos, además, que
78. Toda función algébrica entera P, que divide et
producto de otras dos funciones algébricas enteras A, B , ^
es prima con una B de estas funciones, divide necesaria-
mente á la otra A.
En efecto, si suponemos á B descompuesta en sus tactores-
primos F, , F, , , F„ , se tendrá

AB = AF, F, F„ , .

y llamando Q1 el cociente de dividir á AB por P, viene

(u) AF.F, F„=PQ,;

lo que nos dice que la cantidad prima F, , que divide el primer


miembro déla (i 1), dividirá el producto PQ ,', pero Fi no divi-

(•) Elemmioa dt leu troriai coordinaloria y áe la» dtlermitianleí, primera parle, Ctpt
lulo I, §1
TEORÍAS FUNDAMENTALES 51

de á P por ser B y P funciones primas entre si, ó no tener P el


factor primo F^ de B; luego por el teorema de MR. LEFEBURE DE
FouRCY, F, divide á Q , .
Llamando Q j el cociente de dividir á Q , por F, , se tendrá
por la ( i i )
(12) A¥, F„ = PQ.,.

Al proseguir dividiendo la (12), etc., sucesivamente por F^ ,


etcétera hasta dividir por Fn , siempre se llegará á una igualdad de
la forma (n.° 77, tercer caso)
A = PQ„;
la cual demuestra que P divide á A, conforme el enunciado.
79- Se evidencian, como en las cantidades numéricas, las si-
guientes importantes consecuencias del teorema de MR. LEFEBURE
DE FOURCY:
1.* Toda función prima, que divide el producto de varias
funciones enteras, divide á una de ellas, por lo menos.
2." Toda función prima, que divide la potencia de una fun-
ción entera, divide á esta función.
3.* Si dos funciones enteras son priinas entre ai, sus poten-
cias también lo son.
4.' Una función entera igual al producto de varias funcio-
nes enteras no puede tener otros divisores primos, que los de es-
tas funciones.
J.* Si una función entera es prima con cada uno de los fac-
tores de un producto, es prima también con el producto.
6.* Toda función entera prima con el producto de varios
factores enteros es prima con cada uno de estos factores.
7." Dos productos de factores primos no pueden ser iguales
entre sí, á no ser respectivamente iguales dichos factores.
8.» Si una función entera es divisible por Cada una de va-
rias funciones enteras primas entre sí dos á dos, es también divi-
sible por los productos binarios, ternarios, etc., de dichas fun-
ciones.
52 TRATADO DH¡ ANALISIS MATEMATICO

80. Hemos dicho (n.°» 12, 13) que una función algébrica es
racional y entera con relación á una ó varias de sus letras, cuando
estas letras no entran en la función debajo de radical ó con ex-
ponentes fraccionarios ni como divisores ó con exponentes nega-
tivos. Según esto, los divisores de una función pueden ser enteros
ordinarios y enteros relativos; son enteros ordinarios, cuando dan
cocientes exactos y enteros con relación i todas sus letras, y son
enteros relativos, cuando dan cocientes exactos, pero de términos
enteros sóio con ¡elación á una ó algunas de sus letras.
81. Se comprende fácilmente, se^ún esto, que para que un
divisor sea e/iiero ordinario es necesario que siempr£ el primer tér-
mino del divisor divida exactamente con cociente de forma ente-
ra al primero del dividendo y de los restos sucesivos; pero esta
condición no es indispensable que se satisfaga en el caso de los
divisores relativos, en <jue basta únicamente que el último resto
sea cero, y los téririnos del cociente sean enteros sólo con rela-
ción á una ó algunas de las letras consideradas como principales-
82. Dé la definición del divisor relativo se deduce que
I." Si una ¡unción entera de x es divisor relativo de otra fun^
ción entera de x, el producto de la primera por un factor independiente
de X es también divisor relativo de la segunda; porque, si

B<,a;" + B,,r'-'+ + B„
es un divisor relativo de

(13) Ao ./•'" + A , ,/•"-» + -fA'„.,

el cociente correspondiente será de la forma

Co./""-" - f C, j / " - " - ' - f + Cp ,


y se tendrá
A„ ./•'" + A , x " - - ! - f -1-A,„
(14)
Bol- - f B , x " - ' + • • • • + B„
Co x'"-" + C, a;"»-»-» + +Cp ;
TEORÍAS ruNDAMuNi'ALKfr 53

de donde, dividiendo la (14) por la función M independiente de ,r,


resulta
(•jj) y^„,/;"• 4 - A , . r " ' - ' - { - . . . . + A „ ,
M(B, .'•" +1^ -'+•••
, / • " - + B„ )

M
L ,.m-
^ M
. / • ' " •
-"-' +,...• + M
la cual demuestra que el cociente es, en efecto, una función en-
tera con relación ,-i ,/•; luego

M(B<,.r"-f B, j — i - f .... + B „ ) ,

es un divisor relativo de l.i función (13), coníorme el enunciado.


Y como M puede tener una infinidad de valores distintos,
conservándose independiente de J , la (15) prueba á la vez que,
s' la (13) tiene un divisor relativo, tendrá también otros en núme-
ro infinito.
2." Toda función entera de 1 "" grado en x, que divide el pro-
ducto de dos funciones enteras con relación á x, divide á una de es-
tas funciones.
En efecto, si aj-{-b, divide á AB, y no á B, se tendrá

representando Q el cociente y R el resto de dividir á B por


ax~\-b .
Multiplicando por A la (16), viene

AB = (aa; + 6 ) QA + A R ;

pero a.r-\^b divide evidentemente á {ax -\- b) QA, y por hipó-


tesis á AB; luego también dividirá á la diferencia AR entre AB y
( " í - ^ f t ) QA, y por tanto, según lo demostrado, K{ax-\-^)
por ser R independiente de x ha de dividir á AR, es decir, que

RA A
R (ct j-' + 6) a x -| - b
51 I TRATADO DK ANÁLISIS UATRMATICO

es un cociente entero en '•; luego a.r-^b divide á A, conforme


el enunciado.
83. S; evidencian, como en las cantidades numéricas, las
siguientes consecuencias del principio 2.° anterior:
1." Toda función entera de i.*''grado en .r, que divide el
producto de varias funciones enteras con relación á ,r, divide una
de estas funciones, á lo menos.
2.* Si una función entera de i.^' grado en ./• es divisor rela-
tivo de una potencia de una función entera en ./•, lo es también
de esta función.
3.* El producto de varias funciones'enteras £n í-no puede
tener más divisores relativos de i.®'grado con relación á ./• que
los de sus factores, ó éstos multiplicados por funciones indepen-
dientes de :r.
4.* Una función entera en ,v no puede descomponerse más
que en un solo sistema de factores primos de i.*"" grado en :c.

.^ S —Dfviaorea de una ranclón: iiüBieroM perfectos y a a l f a b l e a .


n e l numero ^ {y). Interpretación de los slinboloa
9 ( J»r A-, * , . . . . v„ ) y S 9 (rf) •

84, DIVISORES DE U N \ FUNCIÓN. Supongamos que una fun-


ción /(./•) pueda descomponerse en sus factores primos, y darle
la forma
(r) /Cf) = A°' B^ C^ K^*

representando A, B, C, , K funciones primas desiguales, y


a, p, Y, , X exponentes enteros y positivos. Siendo A, B, C,....,
K cantidades primas desiguales, serán primas entre sí dos á dos;
y como evidentemente

(2) i,A,A'.A% ,A"

son divisores de f{x) en la ( i ) , y también lo son


TBORÍAS FUNDAMBNTALBS 55

U) B, B % B ' , , B^
las combinaciones dos á dos de los a -|- i factores (2) con los p
de los (3) serán asimismo divisores (n.'' 73, 8.*) de /"(.i); luego
el número de los divisores de f{j;), en que entran A y B será
claramente

(4) ( a + i ) + ? ( a + i ) = (a-f-i)(P+i).

Combinando los factores (4) obtenidos con los y

L,, L , L. , , v> ,
resultan
(a + i)(P + i)Y
divisores de f{x), que sumados con los (4) darán

( a + 0 (;3-f-i)-}-(a + I) C3-f I ) r = (a + I ) ( t i + 0 (Y + O
divisores de f(jj), y así sucesivamente hasta obtener

(5) (« + 0 ( ! ^ I - 0 ( T + 0 (>^+0
para el número de los factores primos y compuestos de f{j.:), in-
cluyendo entre ellos la misma función /(.r), y la unidad.
85. Pero es indudable que todos los divisores de f{.v) serán
los diferentes términos del producto de las expresiones

A"+' — I
i4-A + A^ + .... + A«= - 7 - 3 7 - '

B^+' — I
I + B + B' + + B? = -Y^Z7~ '

Cr+' - I
1+C+O + -fa=--——-,
b(> TRATADO DB ANÁLISIS HATSMATICU

K^^^' - .
i + K+Iv^-}--. 4-K^ =

luego la suma de los valores de todos los divisores de f{j;) será

A«+i _ I B^+' - I a + t — I K^+' — I


(6)
A—I B— I C— I K— 1

86, Aplicando las fórmulas (5) y (6) al ejemplo numérico

360 = 2 ' . 3 ^ . j , .

se tendrá para el número de divisores de 360, incluyendo la uni-


dad y el mismo número 360,

(3 + 0 ( 2 + O (• + O = 4- 3-2 = 24,
y para la suma de los valores de todos los divisores

2'—I f—I S^—I


= 15 . 1 3 . 6 = H 7 0 .
2 — I 3 — I 5 — I

87. NÚMEROS PERFECTOS. Se denomina número perfecto


aquel que es igual á la suma de sus divisores.
El 6 es un número perfecto; porque

1 + 2 + 3 = 6.

Investiguemos su fórmula. Para ello, demostremos que


Si en la progresión geométrica

(7) -H- I : 2 : 2 ' : 2 ' : : 2 " - ' : 2'

se forma ¡a suma de los términos hasta que esta suma sea un número
primo, el producto de esta suma por su último término es UN NÚME-
RO PERFECTO,
Si llamamos S„ la suma de los n primeros términos de la pro-
gresión (7), se obtiene
TlCOlifAS FUNDAMBNTALES 67

(8) S„ = I - f 2 -I- 2-^ + 2-' + + 2"-' = 2" — 1 ,

y suponiendo que S„ = 2" — i sea un número primo, vamos á de-


mostrar que
(9) P = (2" — I) 2"-' = S„ X 2"-'
es un número perfecto.
En efecto, los ú:iicos divisores de P menores que P son cla-
ramente, según la (9),

í^ti , 2 J H , 2 0,1 , 2 Orí , , 2 Ofi ,

cuya suma es evidtmemenie


(10) 2" — I - | - ( 2 " - ' — i ) S „ ;

pero poniendo en la (10) en lugar de S„ su valor (8), viene


2" — I 4- (2"-' — 1) (2" — I) = (2" - 1) X 2"-' ;
que es precisamente el valor de P, según la (9); luego por defini-
ción
(u) P = (2" — l) 2"-'

es un número períecto, conforme el enunciado.


Haciendo en I.1 fórmuLi (11)
n = 2 , 3 , 5 . 7 ' 13 . ' 7 . 19 ) 31 . 61 ,
se hallan todos los números pufectos actualmente conocidos.
88. Nú.MEROs AMiG.\BLES. Númtros amigables son cada dos
números, que satisfacen á la condición de ser cada uno de ellos
igual á la suma de los divisores del otro. Lo son 220 y 284,
puesto que los divisores de 220 dan
i + 2 - | - 4 + 5 + i o - f 11+20+22+444-55 + 110 = 284 ,

y los de 284 dan


53 TRATADO DR ANALISIS MATBMATICO

1 + 2 + 4 + 7 1 + 1 4 2 = 220 .

EuLER halló 61 pares de números amigables; pero, á pesar de


sus trabajos, y de los de otros eminentes matemáticos, aún no se
conoce fórmula expedita y de aplicación inmediata, que sirva para
investigarlos.
89. NÚMERO cp(N): su CÁLCULO. El total de números pri-
mos con N no superiores á N se representa por el símbolo cp(K),
que se llama indicador de N, y fué propuesto por G^uss (BALTZER)»
Así por ser 4 el número de los enteros

1,2,3,4

primos con 5 no superiores á 5, la notación !p(N) significará, en


este caso,
<F(5) — 4•
También se tiene evidentemente

í(i) = i.

Si X es un número primo diferente de i, claramente se tendrá

(12) '^;(N) = N - i ,

cuya igualdad (12) deja de subsistir, cuando sea N = i , puesto


que es 9(1) == I y no 9(1) = o , como resultaría al ser aplicable
la (12), al caso de N = i .
90. Propongámonos hallar la fórmula del valor del núme-
ro ?(N).
Supongamos, con este objeto, que a, b, c, .Asoníos
factores primos con N diferentes de i y menores que N. Es
claro que, dentro de la actual hipótesis, se hallarán a, b, c, ,k
en la serie natural de los números

(13) 1,2,3,4, ,N.

Suprimiendo, pues, en la serie (13) todos los números divisi-


TEORÍAS FUNDAMENTALES 59

bles por n, b, c, , /,-, es indudable que sólo quedarán sin su -


pnmir en la (^13) los números primos con N menores que N.
Pero los números divisibles por a de la serie (13) son los múl-
tiplos de a

a ,2a , 3a , , a ==N ,
a
es decir, que -evidentemente sólo habrá en la serie (13)
a
N
múltiplos de a; luego, quitando de los N números (13) los
a
suprimidos, quedarán en la (13)

(14) N . ^ N - ^ - ^ N f i -)
a \ a /
números no divisibles por a .
De la misma m.anera, los números divisibles por b de la serie
(13) son los múltiplos de b

('5) 6,26,36, ,-—6 = N.

Pero por ser a y 6 primos entre sí, los múltiplos de b, que á


la vez lo sean de a, estarán en la serie

ü
í I 2 , 3 ) > L '

que resultan de dividir respectivamente por b los números (15), y


, N
que en conjunto serán .
ab
Se tiene, pues, que al suprimir en la (13) todos ios múltiplos
de s, habrá sólo que suprimir los que únicamente son múltiplos
de 6, es decir^
h ab b \ a )
(> I TllATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

Por consecuencia, suprimiendo todos los múltiplos con rela-


ción á los divisores a y b, quedarán en la (13)

N N / I \
a b \ a J

-(-T)-T(-V)-(-~)(-Í)-
Ue la misma manera, los números divisiWes por c de la (13)
son los múltiplos de c
. ^ N
(17) C, 2C, 3c, , C = N ;
c

pero por ser a, b, c, primos entre sí Jos á dos, los múltiplos que
á la vez lo sean de a y de 6 estarán en fa serie

(18) 1,2,3, , .
o
que resulta de dividir respectivamente por c los números (17).
Los números no divisibles por a ni por b de la serie (13) es-
tarán en la serie (iS), que contendrá, según lo dicho anterior-
mente,

v(^-v)('-T-)
múltiplos de c, que deben suprimirse de los números, que quedan
en la (13), después de suprimirlos múltiplos de a y de b. Se ten-
drá, pues, en la (13)

^•--T-f(-]-)-T(-v)('-T)
= 4-f)(-T)('-f) ,.:
números no divisibles por a, por b ni por c.
TKORÍA» FUNDAMENTALES 01

Prosiguiendo de la misma manera, se obtendrá, en general,


para el número de enteros primos con N y menores que N el valoi

<")'<'^)-(-V)('-Í)('-T) (-f)-
91. Si se tiene

/•(,r) = a"6'^ c^ k^,

resulta, haciendo íi" b 0^ /i == N en la (19),

.-i'-^yi'-Tyi'^v) "H-T)
- W - a'-) ( í , * - (,»-') ( c - - «•'-') ••••(/.^- O i
de donde

(20) ? ( N ) = ( a - , ) a « - ' X (/>-i) í-^"' X (c-Oc"^-'

X X(/.-i)^-^"' •
Si N es un número primo p = n' , la (20) dará

«P(p)«=(p— i ) / j ' - ' = p - I ,


como ya hemos dicho (n." 89); pero, si N es una potencia cual-
quiera p" de un número primo p, se tendrá

í(íí") = ( p - i ) p " - ' .


92. Aplicando la fórmula (19) ;il ejemplo numérico

60 = 2 ' . 3 . 5 ,
se obti ene
62 TRATADO DE AMALIBIS MATEMÁTICO

,(ío)=<ío(.-i)(-|)(,-j) = éo4-i-A_,6.
siendo, en efecto, i6 los números

J, 7, " . 13. 17. 19. 23, 29, 31. 37, 4 1 , 43, 47, 49, 53, 59

primos con 60 y menores que 60.


93. INTERPRETACIÓN DE LOS SÍMHOLOS (f(N. N, . N^ N,„)
Y 2 --fid), EN QUE N , N , , Na , , N„, SOK PRIMOS ENTRE SÍ DOS
Á DOS, Y d REPRESENTA LOS DIVISORES DE UN NÚMERO N . Por SCr N
y X | primos entre sí, los factores primos absolutos a, b, c , Z;
de N han de ser todos diferentes de los factores primos a, , 6, ,
c, , , A", de N, ; luego en el producto NN, no puede existir
ningún factor primo diferente de los de N y N, , y por consi-
guiente, según lo demostrado (n." 90), la fórmula (19) da

<^" "-•>=-{(-f)(-i)('-T) {'-T\


x((-i)(-i)(-^) (-i))^ '
pero evidentemente se tiene

»(-)=K-7)(-i)(-7) (-f);
'"',K,,=N.(,-i-)(,-^)(,-^):..(.-x),
y multiplicando ordenadamente las (22), viene

(2,),(NWM,)=NN,((.-i)(—i-)(--i:) (.-i-)J
T E O R Í A S FUNDAMENTALES C3

luego, según las (21) y (23), resulta


<p(N.N,) = cF(N)cp(\,);
Je donde

cp(N . N, . N,) = cf(N) cp(N, N,) = Í ( N ) ^ ( N , ) Í ( N , ) ,


y en general
f(NN, N, N,„) = 9(N) cp(N,) 9(N,) <t)(N„,).
Por consecuencia, el indicador de un producto de varios núme-
ros primos entre si dos á dos es igual al producto de los indicadores
de los factores.
94. Hallemos la suma 2 ^((i) de los indicadores'^(d,) ,
'^{d.2) , , '-({djn) de todos los divisores d del número N .
Supongamos, para ello,
X
(24) N = a" 6^ o"'•••••/,•
Hemos visto (n.° 85) que la suma de los divisores de N és
igual al producto

U+^-i-a'~\ ^a") (i+b + t H - ' + í^^

y además, sabemos (*) que un término cualquiera de este pro -


ducto es de la forma

a"'6^'/ /,-^';
luego podemos hacer

de donde (n." 93)

O t'/tnwníoi dt tas leoriaf coordmaloria$ y dt ¡os delerminantr', Pap. II, § S.


64 THATAUO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

í K ) = '-f(a''')í(/)'f(/) f(A-^').
Es evidente que la suma de los valores de 9 para los distintos
divisores de N en la (24) es igual al producto (n.° 85)

(25) (i+-^(a)+cp(a')4- 4-?(«"))(I+•t(/')^-••f(''^)+••• •

pero, poniendo en el corchete del primer factor del producto (25)


los valores délos indicadores (n.° 91), viene

' + ( « — ' ) + («—') (í + (íi—Oa'-f + (a— i)a"~'


a
a — I a
= I -f- a — I = a ,
ff — I

}• de la misma manera los demás corchetes de la (25) represen-


tan respectivamente los factores b , c^ , , /. de N ; luego

(26) ?(d,) 4 - cp((/,) + + :fi,l,„) = a' b^ c^ /.-^ ^ N ,


ó bien
S <p(rf) = N .
Se deduce, pues, que
TEOREMA DE GAUSS. La suma de los indicadores de todos los
divisores de un número es igual á este número, es decir, que

representando d los divisores deU .


95. Aplicando la fórmula {26) al número 12, cuyos divi-
sores son
I , 2 , 5 , 4 , 6, 12,
se obtiene
TaORtAS FUNOAMBNTALBS

puesto que : o, A, ^-^ /

cp(l) == I, 9(2) = I, 9(3) = 2, 9(4) = 2, 9(6) = 2 , <p(l2) ¿ i 4 ; - ' '

S 4. Háxiato camún divlaor y mínimo COIKIIB mültiplo da I«a


tanclone» alcébrloMi

96. MÁXIMO COMÚN DIVISOR. Es cosa sabida que toda fun-


ción, que no es prima, tiene divisores distintos de la misma fun-
ción y de la unidad, y que cuando dos ó más funciones algébri-
cas enteras no son primas entre si, siempre es posible hallar sa
, máximo común divisor. La investigación de este divisor tiene tras-
cendental importancia en el Análisis matemático, y de esta cues-
tión vamos á ocuparnos brevemente.
97. Se denomina máximo común divisor de dos ó más fun-
ciones algébricas el producto de las menores potencias de los
factores primos comunes á todas ellas, estén ó no estos factores
multiplicados por cantidades constantes. Se lo representa abre-
viadamente por la notación u. c. D. Es evidente, según esto, que
El m, c. d. de dos funciones algésicas no varia al mtUtiplicar •
o dividir una de estas funciones por una cantidad prima con la óíra;
pues con ello ni aumenta ni disminuye el número de los factores
comunes i las funciones, ni tampoco el grado de las potencias de
dichos factores.
9o> En la división inexacta de dos funciones algébricas enteras
A, B el m. c, d. de estas funciones es el mismo que el m. c. d. de la
de menor grado y el resto.
Si A es la de mayor grado, y ordenadas A y B con relación
á X, dividimos A por B, se tendrá (n.» 63)

(O A= BQ-hR,
suponiendo que Q es el cociente entero ordinario, y R el resto.
La ( I ) prueba que el m. c. d. de A y B, que llamaremos D,
pordi^dirá B, dividirá á su mültiplo BQ; luego, si D divide á A
y á BQ, ha de dividir á la diferencia R entre A y BQ.
Es, pues, D un divisor común de B y R, y además no puede
66 TBATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

existir otro factor a común á B y R dir.tinto de los de D; porque,


si así resultara, por dividir, en este caso, aD á R y á B, habría de
dividir á A, y en su consecuencia, no sería D sino oD el m. c. d.
de A y B, lo cual no está conforme con la hipótesis de que D sea
el m. e. d. de A y B. Luego D, que es el m. c. d. de A y B, lo
es también de B y R.
99. Si en la (i) el cociente Q no es entero ó contiene tér-
minos fraccionarios, reduciendo á un común denominador M
todos los términos de Q, y llamando Q , lá suma de los numera-
dores que así se obtengan, se tendrá

(2) A= BX-^-+R.

y por consiguiente, no puede afirmarse, en este caso, que todo


divisor D de A y B haya de dividir al múltiplo B X ~rr' ^^ B,
á causa de que en M puede existir alguno de los factores de D,
que se encuentre en B, y que por simplificación desaparezca del
producto B X ^ r j " • P""" tanto, no puede concluirse, en el caso
propuesto, que el m. c. d. D, que divide á A y B, haya de divi-
dir á B X ~rjr ! en lo cual nos hemos apoyado para deducir que
el m. c. d. de A y B es el mismo que el de B y R.
ICO. Pero lo expuesto no invalida el principio enunciado;
puesto que siempre podemos reducir el caso de la igualdad (2) al
caso de la igualdad (i), sin que se'altere el m. c. d. de A y B.
Basta, para conseguirlo, multiplicar el dividendo y los restos,
que vayan obteniéndose, por los factores del primer término del
divisor respectivo^ que no se encuentren en el primero del divi -
dendo, ó resto que haga de dividendo, ya que los términos frac-
cionarios del cociente Q de la (2) siempre provienen de no ser
divisible por el primero del divisor correspondiente el primer tér-
mino del dividendo ó de los restos, que se tomen como dividen-
TEORÍAS FUNDAMENTALES 67

dos. Con esto, no sólo se hacen enteros todos los términos


del cociente, sino que no altera el m. c. d., si la cantidad, por
la cual haya de multiplicarse el dividendo ó los restos, es prima
con el divisor correspondiente (n.° 97), como lo será siempre
que se cuide de que sean primos entre sí los coeficientes de todos
los términos de dicho divisor.
I o I . . Por consecuencia, si siempre puede hacerse que los
términos de Q en la (i) sean enteros, sin que altere el m. c. d,
Je A y B, ni el de B y R, podemos legítimamente dejar estable-
cido el principio enunciado (n.° 98),
102. Si se halla el m. c. d. de la primera de varias funciones
algébricas enteras y la segunda; el m. c. d. de este xa. c. d. hallado
y la tercera, y se prosigue de la misma manera hasta la última fun-
ción, el m. c. d. que al fin se obtiene, es el m. c. á. de las funciones
propuestas.
A, B, C, D; Supongamos que M sea el m. c. d.
t^\ M„ C, D; de las funciones algébricas enteras A, B,
M„ D; C, D del cuadro (3), y M, lo sea de A
M3. y B , M, de M, y C, M,, de M, y D; va>
fflos d demostrar que
M, = M.
En efecto, M, contiene los factores comunes á A y B; luego
•la de contener los del m. c. d. M de A, B, C, D, sin que nin-
guno de los factores de este m. c. d. M. pueda tener mayor po-
tencia que las de los factores de M,; puesto que, si así resultara,
M no dividiría á A y á B; lo cual nos dice que M ha de dividir á
M
Mi . Por igual razón, M dividirá á M, y á M3. Es, pues, ~ -
un cociente entero exacto.
Pero M;, divide á M, y á D por ser su m. c. d.; si divide á M„
dividirá d los múltiplos M, y C de M j , es decir, que M^ ha de
dividir á M, , C y D; si divide á M, dividirá á los múltiplos
A y B de M,; luego M^ divide claramente á A, B, C, D, y por
tanto, si es un divisor común de A, B, C, D, no ha de conté-
68 TKATADO DK ANÁLIBIB MATBMÁTIOO

ner factores distintos de ios de M, ni los mismos con mayores


potencias; lo cual nos dice que —— es un cociente entero
iVl.j
exacto.
Y como manifiestamente es
M3 M
M X M,
y —— y —— son á la vez cantidades enteras, ha de tenerse for-
M M,
zosamente
M3 M
í y -T7- = I
M ^ M,

y por consecuencia,
M, = M ,
conforme el enunciado.
103, Los cocientes de dividir respectivamente varias funciones
algébricas enteras por su m. c. d. son primos entre si.
A: M = A, , Vamos á demostrar que los cocientes
B: M = Bi , A,, Bj , C i , etc., en las (4), de dividir á las
(4) C; M = C, , funciones A, B, C, etc., por su m. c. d. M
etc. son primos entre sí.

A, = a A , , En efecto, si A , , B| , C , , etc., no son


B, = aB ü , primos entre sí, tendrán un factor común a
(i) C, == a C , , distinto de i, verificándose, entonces, las
etc. (5); luego, poniendo estos valores (5) en las
igualdades
A = MA,,
B = MB, ,
(6) C = MC, ,
etc.
T B O R Í A S rONDAMBNTALBS 69

sacadas de las (4), vendrá


A = MaA., ,
B = MaB,,
C = MaC^,
etc.,
es decir, que A, B, C, etc., tendrían un divisor común Mft con
más factores que su m. c. d. M, lo que por definición (n." 97) no
es posible.
104. Recíprocamente, si los cocientes A,, B,, C,, etc., (4)
de dividir por un divisor común M varias funciones A, B,
C, etc., son primos entre sí, este divisor M es el m. c. d. de
dichas/unciones; porque, si M no fuese el m. c. d. de A, B,
C, etc., habría en la'&íó) otro factor a distinto de los de M, que
dividiría á A, B, C, etc., y por tanto, á MA„ MB,, MC„ etc., y
por ser a primo con M, dividiría (n.° 78) á A,, B,, C,, etc.; luego
Al, B,, C , etc., no serían primos entre sí, lo que es contrario á
la hipótesis. Es, pues, M el m. c. d. de A, B, C, etc., conforme
el enunciado.
foj. Todo divisor D de varias/unciones algébricas
enteras A, B, C, etc., es divisor del m. c. d. de estas/uncio'
neS; pues, si D no dividiera en las (6) al m. c. d. M, habría de
dividir á A„ B„ C„ etc., (n.° 78), y A„ B„ C,, etc., no serí.in
primos entre si, lo que contradice el recíproco del n.» 104.
106. Se deduce inmediatamente de la definición (n.» 97) del
m. c. d. de varias funciones algébricas enteras que el m. c. d. de
dos monomios es el producto del m. c. d. de los coeficientes por
las letras comunes afectadas del menor exponente, que respecti-
vamente tengan ambos monomios. Así el m. c. d. de los mono-
mios i 2 o ' b V , iSo'fc'íc es
6a'b'x ,
puesto que 6 es el m, c. d. 4e 12 y 18.
Si los monomios son más de dos, se halla su m. C d., apli-
cando el principio del n." 102.
70 TRATADO DE ANÁLISIS MATHMATICO

107. Propongámonos hallar el m, c. d. de dos funciones al-


gébricas enteras A, B de una sola variable x, cuyos coeficientes
sean primos entre sí.
Es evidente que, si la de menor grado B, por ejemplo, divide
á la de mayor grado A, la B, que se divide á sí misma y á A,
será el m. c. d. de ambas funciones.
Pero, si B no divide á A, buscaremos el cociente entero Q y
el resto R de la división de A por B (n."' 99, 100), y se tendrá
(n.o 63)
A= BQ+R.
Y como hemos demostrado (n.° 98) que el m. c. d. de By R
es el mismo que el A y B, la operación queda reducida al caso
más sencillo de hallar el m. c. rf. de B y R.
Si R, que se divide á sí misma, divide á B, será R el m. c. d.
de B y R, y por consiguiente, el de A y B (n." 98).
Dividamos á B por R, haciendo que los coeficientes sean pri-
mos entre sí (n.""" 103, 106), y multiplicando á B por la cantidad
conveniente para que los términos del cociente sean enteros. Se
tendrá
B = RQ,-fR, ,

representando por Q, y R, el cociente y resto de la división.


Y como hemos demostrado (n,° 98) que el m. c. d. de
R y R) es el mismo que el de B y R, la operación queda redu-
cida al caso aún más sencillo de hallar el m. é. rf. de R y R,.
Si R,, que se divide á sí misma, divide á R.será R, el m. c.d.
de R y R„ de B y R, de A y B (n." 98).
Dividiremos á R por R,, haciendo antes que los coeficientes
sean primos entre si (n.°' 103, 106), y multiplicando á R por la
cantidad conveniente, si fuese necesario, para que los términos
del cociente sean ejiteros. Se tendrá

R= R.Q.-hR,,
representando por Qj y R, el cociente y resto de la división.
TEORÍAS PÜNDAMENTALBS 71

Prosiguiendo de la misma manera la división de cada resto


por el sucesivo, siempre llegaremos á un resto independiente de
X, puesto que el grado de cada resto va constantemente disminu-
yendo. Si este resto es cero, el último divisor es el m. c. d. de
las funciones propuestas A, B, y si no lo es, son A y B funciones
primas entre sí.
Se ve, pues, que el procedimiento, que hay que seguir para
investigar el m. c. d. de dos funciones algébricas enteras de X, es
el mismo de las divisiones sucesivas, que se sigue cuando las
cantidades son numéricas, con sólo las Kgeras modificaciones
que hemos indicado para hacer que los cocientes de las divisio-
nes no tengan términos fraccionarios.
io8. En general, se obtiene el m. c. d. de dos funciones al-
gébricas enteras cualesquiera A, B, hallando el m. c. d. mono-
mio A,, B, de los términos de A y B, lo que da, llamando A', B'
los respectivos cocientes de dividir á A y á B por A, y B,,
(7) A = A, A',
(8) B = B, B',
y después el m. c. d. A, y B, de los coeficientes de las funciones
A' y B' ordenadas con relación á una misma de sus letras, lo que
da, llamando A.,, B3 los respectivos cocientes de dividir á A' y á B'

A' = A. A3,
^^' B' = B, B3,
y sustituyendo estos valores (9) de A' y B' en las (7) y (8), viene

, , A = A, A, A , ,
^'") B = B , B, B3.
El .producto del m. c. d. d, de A, y B„ del m. c. d. d, de
A, y Bs, del m. c. d. ds de Ag y B,, es decir,

di dt dg,
72 I'RATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

es el m. c. d. de A y B; puesto que todo factor polinomio primo


dependiente de la letra ordenatriz, que divide á A y á B, siendo
evidentemente primo con A, y A,, B, y B,, ha de dividir á
A, y B, (n." 78), y por tanto, á su m. c. d. (¿/(o." 105); luego
dt es el producto de todos los factores polinomios primos, que
dependen de la letra ordenatriz, comunes á A y B. Y como lo
mismo se demuestra que d, es el producto de los factores mono-
mios primos comunes á A y B, y d^ es el producto de todos los
polinomios primos comunes á A y B, é independiente de la letra
ordenatriz, podemos concluir que, en efecto, d, i , d., es el pro-
ducto de todos los factores comunes á A y B, y por consecuen-
cia, el m. c. d. de A y B.
109. La determinación del m. c, d. monomio d, de A, y B,
se obtiene fácilmente por el procedimiento del n." 106.
También es fácil determinar el m, c. d. de A' y B' en las (7)
y (8), siempre que al tenern -f- 1 letras, sepamos hallar el m. c. d.
de funciones que contengan, á lo más, n letras; puesto que al or-
denar A' y B' con relación á una de sus letras, los coeficientes sólo
contendrán n letras, y podemos, en virtud de la hipótesis admi-
tida, hallar los respectivos máximos comunes divisores A,, B,
de dichos coeficientes, según el principio del n." 102, y por tanto,
el d, de Aj y Bj, cuyas funciones sólo contendrán n letras. Luego,
dividiendo A' por A, y B' por B„ se obtendrán las funciones
A», B3, en que sus coeficientes serán primos entre si (n." 103),
pudiéndose así aplicar á Aj y B, el procedimie^nto de las divisio-
nes sucesivas del n." 107, que únicamente exige que los coefi-
cientes de A, y B,, sean primos entre sí (n.« 100), y que sean en-
teros los términos del cociente (n.*" 99, 100), con lo cual se ob-
tendrá el m. c. d. de A, y B,.
Pero ya sabemos (n." 107) determinar el m. c, d. de dos fun-
ciones, que contienen van sola letra; luego también podremos
determinar el m. c. d. de las funciones, que contengan dos letras,
y si podemos determinarlo, cuando baya dos letras, lo podremos
determinar al haber tres, y así sucesivamente hasta tener n letras.
Se deduce, pues, de lo expuesto la siguiente:
TEORÍAS FUNDAMENTALES 73

lio. REGLA GENERAL. Para hallar el m. c. d. de dos


funciones algébricas enteras cualesquiera A, B, se deter-
mina ti m. c. d. monomio A,, B, de todos los términos de
A y de B, y después el m. c. d. d, ufe A, y B,.
Los cocientes A'. B' de dividir respectivamente á A ^' B
por A, j - B, se ordenan con relación á una misma de sus
letras, y después se determina el m. c. d. A» K B^ de los
coeficientes de A' )' B', y el m. c. d. d.^ de A, y K¡.
Se halla el m. c. d. ds de los cocientes Asy B3 de dividir
respectivamente A' y B' por A¡¡ j B4, empleando el proce-
dimiento de las divisiones sucesivas del n." 107.
El producto d| d^ d,, será el m. c. á. de k yB.
111. Cuando las funciones A', B'sólo contienen las varia-
bles a; é y, que es !o más frecuente, y lo de más aplicación en el
Análisis matemático, se ordenan A'y B' con relación á una
de sus letras x, por ejemplo, y se halla el m. c. d. Y, de los coe-
ficientes de A' y el m. c. d. Y, de los coeficientes de B', cuyos
coeficientes son funciones de sólo y, y después se dividen respec-
tivamente A' y B' por Y, é Y,.
^ Se ordenan con relación á y los correspondientes cocientes
A , B" de dividir A', B' por Y, é Yj, y se hallan de seguida el
"i- c. d. X, de los coeficientes de A" y el m. c. d. X, de los
coeficientes de B*.
Dividiendo A' por X, y B" por X„ y llamando A", B" los
respectivos cocientes, se tendrá
A' = Y, X, A",
B' = Y, X, B'.
El producto de los máximos comunes divisores de Y, é Y„
de X, y X5, de A* y B", fáciles de bailar por lo manifestado an-
teriormente, será el m. c. d. de A' y B'.
112. Si una de las funciones A', por ejemplo, contiene una
letra x, que po se encuentre en la otra B', se ordena A' con re-
lación á a;, y el m, c. d. de B' y de los coeficientes de w en A'
será claramente el m. c. d. de A' y B'.
74 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

113. EJEMPLO. Hallar el m. c. d. de las funciones


f{.r) = 20X* -)- Síc' — 23X' + 13ÍC — 3 ,
9(./) = I2ÍC* — Síc' — 2 i x ' + 23X — 6 ,

cuyos coeficientes son ya primos entre sí.


Como el coeficiente 20 del primer término de f{x) no es di-
visible por el coeficiente 12 del primer término de (f{x), multipli-
caremos á f{x) por 3, cociente de dividir á 12 por el m. c. d. 4
de 20 y 12, lo cual no altera el m. c. d. (n." 37) de /(.r) y ^(a'),
y el producto lo dividiremos por cp(a;). Se tendrá

(11) 60.T:'+24a;^- 69x'-f 3907— 9 12x*—8a;^—21a;«+23j;- 6


4-40a;'4-105a;'—115X-I-30
~64i"+- 36a;'— 76a;-f-21

donde el cociente es 5, y el resto

R = 64X'' -}- 36*^ — 7^^ + 21 ,

cuyos coeficientes son primos entre si.


Como el coeficiente 12 del primer término de <p(.r) no es di*
visible por el coeficiente 64 del primer término 6¿[i^ del resto R,
multiplicaremos á 9(3^) por 16, cociente de dividir á 64 por el
m. c. á. 4 de 12 y 64, lo cual no altera el m. c. d. de <P(.T) y R
(n," 97), y el producto lo dividiremos por R; y como el coeficien-
te 236 del primer término del primer resto

— 236J' — IO8J^^' 4 - 305c — 96

en la división de este resto por R no es divisible por el coeficiente


64 del primer término de R, multiplicaremos dicho primer resto
por 16, cociente de dividir á 64 por el m. c. d. 4 del 64 y 236,
lo cual no altera el m. c. d. de V{x) y R, y el producto lo dividi-
remos porR. Se tendrá
TEORÍAS KONDAMENTALKS 75

(12) 12.16a;''-128a;'- 33(),Í;'4- 3 6 8 Í ; - 9 6 64a;^'4-36x--76a;4-21


—108x''4- 2'28íc^— 63a; 3,T—59
—236x^— 108a;''4- 305a;—96
—236.16a-'-1728a;»+4880.c—1536
+2124a;'—4484a; 4-1239
396a;--f 396x-297

donde el cociente es }X — 59, y el resto


R, = 396a;' - j - 39éíc — 297 ,

cuyos coeficientes no son primos entre sí, y por esto los dividire-
mos por su m. c.d. 9.11 = m. c. d. 99, lo que no altera el
w. c. d, de R y R, (n.° 97). Y como este resto R( así modificado,
que es 4,x^ -j~ .^w — 3, divide exactamente á R

(13) 64a!'-f-36.7í»—76a;4-21 ' 4a:=+4a;-3


-64a;'-<^pa-' YG^^I '
—28a;'-28ír+21
-+-28a;—21
será ^ -
4.T' + 4,7; — 3

el m. c. d de;(,.) y ^(,).
' las funciones son más de dos, se halla su m. c. d., apli-
cando el principio del n.° 102.
4. bl máximo común divisor, de que nos hemos ocu-
pado en los números anteriores, se denomina máximo común
divisor ordinario, y el que sólo es entero con relación á una ó
algunas de sus letras, se denomina máximo común divisor re-
lativo, cuyas denominaciones están de acuerdo con lo expuesto
en el n.° 80. Se define este máximo común divisor relativo,
de la manera siguiente:
Máximo común divisor relativo de dos funciones algébri-
cas de X es la función de mayor grado en x, que divide á dichas
funciones (n." 81).
115. De esta definición se deduce inmediatamente que los
76 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

cocientes de dividir dos funciones algébricas de a; por su m. c. d.


relativo son primos entre sí, ó al tener algún factor coinún, este
será independiente de x; porque, si dicho factor común depen-
diera de X, su producto por el m, c. d. daría un divisor común
de las funciones de mayor grado en '; que el del m. c. d. pro-
puesto, lo que es contrario á la definición ya establecida (n." 114).
De aquí puede concluirse de una manera legítima que también el
m. c. d. relativo de dos funciones algébricas de ,;; se compone
del producto de todos los factores primos con menores exponeti-
tes en x comunes á las expresadas funciones.
116. Los principios, en que se funda el procedimiento para
hallar el m. c. d. relativo, así como su demostración, son aná-
logos á los empleados en el m. c. d. ordinario; pero, como
fácilmente se concibe, no precisa para su investigación el multipli-
car el dividendo y los restos sucesivos por cantidades convenien -
tes para hacer que los términos del cociente no sean fraccionarios,
ni hacer primos entre sí los coeficientes del divisor ni de los res-
tos, que hayan de ser divisores; basta únicamente para obtenerlo
que el cociente sea entero con relación á '• en las divisiones su-
cesivas, y llegar á un resto de grado menor que el respectivo di-
visor. Por consecuencia, como en la investigación dei m.c. d.
numérico, se halla por simples divisiones sucesivas el m. c. d.
relativo de dos funciones algébricas. Diremos, pues, que
117. Se halla el m. c. d. relativo de dos funciones algé-
tricas de -m, dividiendo la de mayor grado por la de grado
menor; el divisor por el resto obtenido; este primer resto
por el nuevo que resulta, y asi sucesivamente hasta llegar
á un resto cero ó independiente de x. Cuando el resto final
es cero, el último divisor es el m. c. d, de las funciones pro-
puestas; pero, si este resto no es cero, las funciones son
primas entre si.
118. MÍNIMO MÚLTIPLO COMÚN. Si Una función algébrica en-
tera es divisible por otras, se la llama, como sabemos, función
múltipla de estas otras. La primera maltiplicáda sucesivamente
por una infinidad de funciones diversas produce evidentemente
TEORÍAS FUNDAMENTALES 77

una infinidad áe funciones múltiplas de las segundas. Entre


todas estas funciones múltiplas de otras varias importa á veces
averiguar la de menor grado posible, la cual se denomina míni-
mo común múltiplo de las propuestas (*). Se lo representa por
la notación m. c. m.
119. Es claro que el mínimo común múltiplo de varias
funciones algébricas enteras ha de ser el producto de las maj-ores
potencias de sus factores primos diferentes, que todas ellas con-
tienen; porque indudablemente tiene que ser dicho producto di-
visible por cada una de las funciones propuestas por contener los
factores primos de éstas con iguales ó mayores exponentes, y es
el de menor grado posible, ya que no puede existir otro producto
ó función que, no conteniendo todos los expresados factores, ó
conteniéndolos con menor grado que el grado de los factores pri-
mos de las funciones, por las cuales ha de ser divisible, pueda di-
vidirse exactamente por los referidos factores. Diremos, pues, que
Mínimo común múltiplo de dos ó más funciones algébricas
enteras es el producto de las mayores potencias de los factores
Priiíios diferentes de todas estas funciones.
120. Hallemos, según esta definición, el mínimo común
inúltiplo de las funciones algébricas enteras A, B.
Dividamos, con este objeto, A y B por su m. c. d. D, y lla-
memos A,, B, sus respectivos cocientes. Se tendrá
A=A,D,
B, D = B;
de donde, multiplicando, viene
AB, D = A,DB,
y suprimiendo de ambos miembros el factor común D, resulta

(*} La palabra miiliiplo, qne aqnl aplicamos al producto de una función por
otra, no tiene la acepción, qne le hemos atribuido en las funciones de funciones
(»• i5); pero so distinto sentido en uno ú otro caso no puede producir confusión
•tisana, porque «en funoióii múltipla de otra,> y <en función m&ltiple de varias
uadae,» se percibe por el simple enunciado que la palabra múltiplo en el primer
?»so »lgniñ<¡m producto, y en el segundo caso función dt funeionet
78 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

AB, = A , B ;

la cual prueba que AB, es múltipla de A y de B.


Además, es AB, el mínimo múltiplo de A y de R; porque
cualquiera otra función M de menor orado que AB, ha de carecer
de alguno de los factores de A ó de B,, ó contenerlo con menor
exponente, en cuyo caso no será M divisible á la vez por A y
por B.
Es, pues, AB, el mínimo común múltiplo de A y de B.
V como lo mismo se demuestra que Aj B es el mínimo común
múltiplo de A y de B, se deduce que
El mínimo común múltiplo de dos funciones algébricas
enteras es el producto de una de ellas por el cociente de
dividir la otra por el máximo común divisor de ambas
funciones.
121. Si se halla el m. c, m. de la primera de varias fun-
ciones algébricas enteras y la segunda; el m. c. m. de este
m. c. m. hallado}' la tercera, _^ se prosigue de la misma
manera hasta la última función, el m. c. m. final, que así se
obtenga, será el m. c. m. de las funciones propuestas.
Supongamos que M sea el m. c. m. de las funciones algé-
A, B, C, D bricas enteras A, B, C, D del cuadro (14),
(14) M"C. D y que M, lo sea de A y B, M, de M, y
C, M, de M, y D; vamos á demostrar
M;,. que

M, = M.

En efecto, si M es múltiplo de A y B, lo será del menor


múltiplo M, de A y B; si lo es de M, y C, lo será del me-
ñor múltiplo M, de M, y C; si lo es de Mj y D, lo será del
menor múltiplo M3 de M, y D; luego M es múltiplo de M„ y
portante, - , , es un cociente entero exacto (n. 117).
M3
Pero Mg, que es múltiplo de M» y D, lo será de M, y C por
TaORÍAS FUNDAMBNTALKS 79

ser Mj múltiplo de M, y C; luego M3 es múltiplo de M„ C, D , y


por serlo de M,, lo será de A y B; lo que nos dice que M., es
múltiplo de A, B, C, D, y por tanto, del menor múltiplo M de

' A, B, C, D. Es, pues, —~~ un cociente entero exacto.


Al
n . . M M3 ,,
1 or consecuencia, si v —;—- son a la vez cocientes en-
M3 M
teros exactos, ha de verificarse forzosamente (n.° 102)
M3 = M ,
conforme el enunciado.
122. Se ve, pues, que para hallar el m. c. m. de varias fun-
ciones algébricas enteras, basta saber hallar su m. c. d. Así, por
ejemplo, si queremos hallar el m. c. m. de las funciones

l\x) = 2005* - j - Sx^ — 2}x^ -^ ^3^ — 3 >

<p(a;) = i2a¡* — Sx^ — 2i¿c' -f- 23a; — 6 ,

buscaremos su m. c. d. ^x^ -\- ^ — 3 ("•" 113)) y dividiremos


una de ellas '^{x) por este m. c. d.;t\ producto del cociente obte-
(15) 12a;*- Sx'~2lx^+2Sx-(i 4a!'-f-4a!-3 nido 3a/—5.X--J-2
— 1 2 J » + 9a;'
dx^-bx+2 ' de la división (15)
por la otra fun-
ea;»+'8x-6 ción/(ír) dará el
— 8a;-f-6 mínimo c o m ú n
" O ' múltiplo

(20£C* - j - SX^ — 23£C* + I3ÍC — 3) X (3a'' — 5:e -\- 2)


== óox' — 76a;' — 69X* -f- 170»^ — 11033» + 4'^'^ — 6

de las funciones /'(*) y T(a;).


80 TRATADO DB ANÁLIBIB MATBMATIUO

CAPÍTULO II
€;»ntid«des comensarables é incomenitarables: apro-
xlmaeién de las incomenaarables.—Teorenia de Le-
Jeane-Oirichlet.

125. CANTIDADES COMENSIÍRABLES É INCOMENÍJURABLES: APRO-


XIMACIÓN DE LAS INCOMENSURABLES. Medida de una cantidad es
su relación á otra de su
>- misma especie tomada
>/^.
como unidad. Así, si
Jl ^ y queremos hallar la me-
j^' " ^ ^ , , n ^^^^ de la magnitud AB
(tíg. 5."), tomando la
MN como unidad, llevaremos la MN sobre la AB, y si AB
contiene la MN un número exacto de veces 5, por ejemplo, se
tendrá
(O AB = 3MN;
lie donde
AB '
^^) M¥ = ^ •
El 3 en la (2), que expresa la relación de AB á MN, ó que
indica (i) las veces que AB contiene la unidad MN, es la me-
dida de la magnitud AB según unidad MN.
124. Pero si MN no cabe un número exacto de veces en AB,
buscaremos una medida común entre AB y la unidad MN, en
la acepción que hemos dado de medida.
Para ello, llevaremos la MN sobre AB, y suponiendo que
quepa 3 veces, por ejemplo, y deje el resíorB, se tendrá (fig. 5.*)
(5) AB = 3MN + r B .
Llevaremos el resto rB sobre MN, y suponiendo que^ quepa
i vez, por ejemplo, la rB en MN, y deje el resto sN, »e tendrá
TBORÍAS PUNDAMENTALF.S 81

(4) MN = rB + sN .
Volveremos á llevar el nuevo resto sN sobre el primer
resto rB, y suponiendo que sN quepa en rB un número exacto
de veces 4, por ejemplo, se tendrá, por último, r f'^'p

(5) rB = 4sN.
Poniendo en la (4) el valor (5) de rB, se obtiene.* ;
(6) MN = 5sN, "•
y en la (3) los valores (6) y (5) de MN y rB, resulta

(7) AB=i9sN.
Y como sN cabe exactamente en AB y en MN, según las
(7) y (^)t será sN la medida común entre la magnitud AB y la
unidad MN.
Dividiendo la (7) por la (6), y suprimiendo en el segundo
miembro de la que resulta el factor común sN, viene
AB 19
(8) ~IÍÑ=^Y-

La fracción irreducible — , que en la (8) expresa la rela-


ción de AB á MN, ó que indica las partes alícuotas de la uni-
dad, que contiene la magnitud AB, es la medida evidente de
dicha magnitud AB según unidad MN.
125. Se ve, pues, que el procedimiento, que hemos seguido
para hallar la medida 5 ó — de la magnitud AB según unidad
MN, es el mismo que se emplea para hallar el máximo común
divisor entre la magnitud propuesta y su unidad, cuyo máximo
común divisor sN, en el caso presente, no es más que la medida
común entre la magnitud AB y su unidad MN. Por consecuen-
cia, si la magnitud y su unidad tienen, en efecto, un máximo
6
82 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMJLTICO

comrin divisor, la magnitud propuesta será comensurable con


relación á su unidad, y el número entero, que expresa las veces
que la magnitud contiene la unidad, ó el número fracciona-
rio, que expresa las partes alícuotas de la unidad, que contiene
dicha magnitud, es al que hemos llamado medida de la magni-
tud propuesta,
126. De lo expuesto se deduce claramente que
Cantidad comensurable es aquella, cuya relación á su uni-
dad es un número entero ó fraccionario, ó está/'er/ec/amew/e.
determinada (n.° 62).
127. Con facilidad se concibe que, cuando una cantidad no
puede medirse de una manera exacta, ni por número entero ni
por número fraccionario, ó cuando no tenga una relación deter-
minada con su unidad, tampoco podrá tener medida común
con esta unidad. A las cantidades, que se encuentran en este
caso, se las nombran cantidades 'incomensurables, en contra-
posición á las comensurables, que acabamos de definir (n.° 126).
128. Son casos notables de magnitudes incomensurables
las raíces de cantidades, que no son potencias perfectas, pues es-
tas raíces no pueden medirse exactamente ni por números ente-
ros ni por números fraccionarios.
En efecto, vamos á demostrar que, si el número entero N no
es potencia n/»'™« perfecta, su raíz n.^'™" no será un número en-
tero ni fraccionario, que mida una magnitud A según unidad B.
Supongamos, con este objeto, que
n

(9) a= y/T
sea un número entero ó fraccionario, que mida á A según uni-
dad B. Por lo manifestado anteriormente (2) y (8), se tendrá
A »_
(10) — = « = VN.

Pero, si a es un número entero, elevando la (9) i la n.**~*


potencia, resulta
TEORÍAS FUNDAMENTALES 83

a» = N ;
lo cual es contrario á la hipótesis; y si a es un número fracciona-
P

no y hecho irreducible lo representamos por — , se tendrá

V ",—

de donde
r
Y como p Y q son primos entre si, también lo serán sus po-
p"
tenciasp" , q" (n," 79, 3/), y por tanto, —^ será una fracción
irreducible igual á un número entero N, ló que es imposible.
n
Queda, pues, demostrado que la raíz yN , dentro de las con-
diciones impuestas, no puede ser medida por un número entero
ni por un número fraccionario exactos, y que por ello en la (10)
es —- una cantidad incomensurable según unidad B,
129. En el cuadrado la relación de la diagonal al lado es in-
comensurable; porque se demuestra en Geometría, llamando d
la diagonal y ¿ el lado, que

También la relación del lado del triángulo equilátero al radio


del círculo circunscrito es incomensurable; porque, si / es el lado
y r el radio, se demuestra que

Otros muchos ejemplos de cantidades incomensurables pre-


81 T R A T A D O DB ANÁLISIS MATBMATICO

senta la Geometría, que no son necesarios exponer aquí por ser


harto conocidos.
130 Veamos, sin embargo, cómo puede definirse de una
manera precisa lo que ha de entenderse por medida de una can-
tidad incomensurable según unidad elegida, ó cómo puede apre-
ciársela con la aproximación que se quiera.
Supongamos, para ello, que la cantidad AB (fig. 5.') sea in-
comensurable según unidad MN, ó que AB y MN no tengan una
común medida, y que una magnitud m, tan pequeña como se
quiera, quepa p veces en AB, y deje un resto íB, y q veces en
MN, y deje el resto sN. Se tendrá evidentemente

AB -^ <B = m X P ,
MN — sN = ?»X q;
de donde
AB — ÍB p
(>•)
MN —sN g '

pero á medida que m vaya siendo menor, las cantidades variables


<B, sN, que por ser restos se conservan siempre menores que m,
van simultáneamente decreciendo con m, y por consiguiente,
tienen por límite cero, ó son infinitamente pequeños {n.°''T,^, 36);
luego, hallando límites en la (11), viene

,, AB —/B • . p AB
'™' MÑ"-«Ñ='™-T=MN"'
AB
es decir, que la relación de una magnitud AB incomensurable
con su unidad MN es el limite á que tienden las relaciones sucesivas
V
, que se o¿>tienen, cuando se sustituyen la magnitud AB y la uni-
dad MN por magnitudes comensuraMes p, q, que se las aproximan
indefinidamente.
131. Precisemos algo más el trascendental concepto de las
TBORIAS FÜSDAMBNTALKS fó

p
relaciones comensurables •, que tienden sucesivamente hacia
AB
la relación incomensurable v,vT ^^ decrecer indefinidamente la
MN
cantidad m.
Supongamos, para ello, que al dividir la unidad MN en q,
partes iguales, AB contenga p^ de estas partes sin llegar á con-
T) 19 - I I
tener p, 4- t . Es claro que las relaciones —'— y —' mcá'i-
rán dos magnitudes comensurables P y Q, que comprenderán á
AB, y por tanto, se tendrá

(12) P<AB<Q.;
pero evidentemente es

(<3) Q _ p = -i^í-T _'.L_ .

luego la diferencia de AB á P ó á Q será menor que , es


decir, menor que la q, .*''""' parte de la unidad MN, cuya Í/,/"'""
parte de MN puede ser tan pequeña como se quiera al hacer á q,
suficientemente grande.
Volvamos á dividir la unidad MN en otro número suficiente-
mente grande g, > q, de partes ¡guales, para que cada una de
ellas sea menor que la menor de las diferencias

AB — P <
1<

Q-AB<

en valor absoluto, y llamemos p, el mayor niimero de las que


A» r 1 1 I • P-' ?'»+' A-
contiene AB. fcs claro que las lelaciones y medí-
86 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

rán dos magnitudes comensurables Pi , Qi , que comprenderán


á AB, y por tanto, se tendrá

(15) P, < A B < Q , ,


siendo evidentemente
(t6) P, > P y Q,<Q.
y por consiguiente,

(17) — • > — y < •'


<h 'h 1. '/.
•Dividamos nuevamente la unidad MN en otro número sufi-
cientemente grande q^ > Í J > íi de partes, para que cada una
de ellas sea menor que la menor en valor absoluto de las dife-
rencias
AB — P , < - ^ ,
(.8) í'
Q . - A B < - ^ ,

y llamemos p^ el mayor número de las que contiene AB. Es cla-


ro que las relaciones '• y -^—- medirán dos magnitudes
comensurables P», Q , , que comprenderán á AB, y por tanto, se
tendrá
(19) P, < A B < Q , ,
siendo evidentemente

{20) : P.>P. y Q=<Q,,


y por consiguiente,

ís <h 9. í
TBOKÍAS FUMDAMBNTALBS 87

Prosiguiendo de la misma manera, resultarán dos series inde-


finidas de magnitudes comensurables (lé), (20), etc.
(22) P < P , < P, < ,

(23) Q>Q, >Q, > ,


entre "cuyos correlativos términos (12), (15), (i9)> etc., se hallará
comprendida la magnitud ¡ncomensurable AB, á que se acercan
indefinidamente los términos de la (22), creciendo, pero conser-
vándose siempre menores que AB, y los términos de la (23), de-
creciendo, pero conservándose siempre mayores que AB; luego AB
será limite común de las dos series (22) y (23), puesto que los
términos P, P, , P j , etc., y Q, Q< , Q « , etc., pueden aproxi-
márseles indefinidamente, y llegar á ser sus diferencias respectivas
(14), (18), etc. menores que cualquiera Otra cantidad dada por pe-
queña que ésta sea (n." 35). Y como asimismo las dos series (17),
(21), etc.

(24) --^._<^^^<-^<

q, (h i.<
de los números, que miden las magnitudes comensurables
(n.o 126) P, P, , P , , etc., y Q, Q , , Q , , etc., han de tener
un limite común, puesto que las diferencias de los términos, que
se corresponden en las series (24) y (25), pueden ser tan peque-
ñas como se quiera, se deduce que este límite común de las rela-
ciones comensurables (24) y (2$), que miden las cantidades co-
mensurables (22) y (23) y que se acercan indefinidamente á la
¡ncomensurable AB, es el que ha de tomarse legítimamente
como nudida de AB según unidad MN. Luego
La medida de una magnitud incomensurable AB con la unidad
MN, 6 sea el número incomensurable, que mide su relación á dicha
unidad, es el limite común de dos serias de números que miden ma¿'
88 TRATADO t>B AMALISIS MATCMATICO

niiudes comensurables, de que es también limite común la misma


magnitud incomensurable.
132. Las aproximaciqnes indefinidas por defecto y por exceso
de las series de las reducidas de orden impar y las de orden par
de las fracciones continuas ilimitadas, y las de sus intercalares
son ejemplos notables y harto claros de las series de números,
que miden magnitudes comensurables, cuyo limite común és la
generatriz irracional de la correspondiente fracción continua ili-
mitada.
133. TEOREMA DE MR. LEJEUNE-DIBICHLKT. En la serie de
¡as fracciones^ que tienen por respectivos denominadores los números
I, 2, 3, k, , n, existe, á lo menos, una de denominador
k < n, que difiere en menos de ——• por exceso ó por defecto de la
kn
irracional x.
En efecto, sean a, b,....., p, , q, , s, números ente-
ros crecientes inmediatamente mayores con respecto áx, 2x, ,
gx, , kx, , nx, y consideremos la serie
(I') a — £c, b — 2x, , p — gx, ,q — kx,...... s — nx
de valores menores que i.
Si hay, á lo menos, uno n{q — kx) de los productos
(2') n{a—x), n{b—2x),...., n{p—gx),....,n{q—kx) , n{s—nj;),
que tenga á o poY parte entera, lo que es posible por ser los va-
lores (I') menores que 1, se tendrá

n{q—kx)< I;
de donde
_j * I
k kn

Luego, en la hipótesis actual, -—- difiere por exceso de la


K
I
irracional x en menos de
kn
taORtAB rCNDAMBNTALSS $V

Pero, si ninguno de los productos (2') tiene á o por parte en-


tera, sino un número entero, que evidentemente no podrá ser
más que alguno de los números
I, 2 , 3 , . . . . , ( n — 1 ) ,

la exclusión del o, como parte entera, exige que una de esas par-
tes enteras sea igual á otra en dos productos diferentes; luego,
si m es esta parte entera, se tendrá, por ejemplo,
(V) n{q — kx) = m-\-a.,

(4'j • n{p — (íx)^m-{-p,

donde a y p representan cantidades positivas menores que i,


pero desiguales entre sí.
Suponiendo <"•> ^ y k > g, y restando la (4') de la (3')
viene
(5') «(í — ^••^) — "(p -9^) = <^ — P;
de donde
(6 ) — X
li ~ g n{/i — g)
y como
(7') *-?<!,
resulta claramente que

S\k<g, la (5 ') dará


p— q a —p
g— k n{g — A) '
de donde, según la (7'),

g— k n{g — k)
90 TRATADO DB ANXLISIS MATBMATICO
I
q—p
La (8') prueba que el valor de — es aproximado por
K g
exceso á la irracional x en menos de - ,, .- , y la (9') prue-
ba que el valor de es aproximado por defecto á la irra-
g—k
I
cional X en menos de
n(g~k) \
Se ve, pues, que en todas las hipótesis admisibles el teorema
de MK. LEJEUNE-DJRJCHLET es evidente, puesto que sea h \, g ,
siempre es /.• — .7 ó g—h menor que A < n , y por consecuencia,
el denominador de — — ó de — ha de hallarse dcn-
lí — 9 9—k
tro de las condiciones impuestas á la fracción pedida.
134. Se deduce del teorema demostrado que, por Ser n un
número cualquiera, siempre es posible obtener una serie de frac-
ciones comensurables convergentes hacia el valor de una irracio-
nal £C, tales que el error por exceso ó por defecto, que se cometa
al tomar una de estas fracciones por valor de la irracional x sea
menor que la unidad dividida por el cuadrado del denominador;
puesto que en la expresión —— es h, á lo más, igual á n, y por
consiguiente el limite de este error será, en genesal,
I

Volveremos d esta cuestión en el capítulo siguiente, valién-


donos de las fracciones continuas.
TBORIAS'FUNDAMBNTALBS 91

CAPÍTULOJIIII
Teorin ile las t'raccionesi contlnnaa
§ 1.—Kacionen preliminares

135. Fracción continua es toda expresión de la forma

(I) «.H
(h -\
' fíj -f- etc.
Su descubrimiento se atribuye á LORD BKOUNEKER; pero el es-
tudio de sus propiedades se debe á M. HUYGÜNS.
Nosotros no nos ocuparemos aquí de las fracciones continuas
en su forma general (i), que poca utilidad prestan al Análisis ma-
temático, sino de las que se presentan bajo la forma particular

(2) fli + ^

'^'3 +
í?i etc.

y esto sólo en su parte más elemental y de más inmediatas apli-


caciones. Diremos, pues, en este concepto que
136. Fracción continua es Ja expresión compuesta de un nú-
mero entero ó cero, más una fracción, que tiene por numerador
la unidad y por denominador un número entero aumentado en
una fracción, que tiene por numerador la unidad y por denomi-
nador un número entero aumentado en una fracción, , y asi
sucesivamente.
Los números a , , a^, O;,, etc., en la (2), se llaman cocientes
I I I
incompletos, y at , , , , etc., se llaman fracciones
a-i «3 a.i
integrantes.
93 TRATADO PB ANÁLISIS HATKMÍTICO

Las expresiones

«1 » «1 H . a,-\ — » «1 -\ ; ) etc.

a
convertidas en fracciones ordinarias se denominan reducidas ó
fracciones convergentes.
Las fracciones continuas se representan abreviadapiente^ po-
niendo entre dos barritas los cocientes incompletos, por la nota-
ción siguiente: '

I a¡, a¡, a¿, , a.. |-

137. El objeto de las fracciones continuas es hallar en frac-


ciones ordinarias irreducibles valores aproximados de una canti-
dad A, que no es entera. Esta cantidad A ha de ser, en su conse-
cuencia, comensurable fraccionaria ó incomensuraMe.
138. En la reducción á fracción continua de una cantidad
comensurable ó incomensurable se presentan dos casos: i." que
esta cantidad sea conocida, y 2.° que sea incógnita de una ecua-
ción.
Primer caso. Si A es una cantidad fraccionaria —^~ sien-
• A,
do Ao , A, números enteros, y se divide Ao por A, ^ represen-
tando por a, el cociente y por A, el resto, se tendrá (n.* 63)

Ao ., I "* I '

(3) 1:'" '"^'^''''•+A'


A,

en que evidentemente es A, < A,,


Dividiendo A, por A , , y representando por a, el cociente y
por A» el resto, se tendrá
TEORÍAS FUNDAMBNTALBS 93

A, A, I
(4) 77^^^+A;=''=+A7'
A,
en que A,, < Aj.
Dividiendo A, por A,, y representando por a, el cociente y
por A4 el resto, se tendrá
A, , A4 I
i)) A, A3 _A^
A,
en i^ue A< < A^.
Prosiguiendo de la misma manera, se llegará siempre, por ser
el procedimiento del máximo común divisor (n.° 107) aplicado á
los dos números Ao , A , , á un resto cero. Supongamos que la di-
visión ~7—dé «4 por cociente y cero por resto; se tendrá

(6) 4 ^ = «-
A4

Poniendo en la (3) el valor (4) de —*- ; en la que resulta el


A,
A A
valor (5) de —- , y en la que resulta el valor (6) de —-- , se
A.T A4
obtiene

4 e.d.
at -j

de donde

<..+-i
«,+-
<..+ '« .
94 TBATAUO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

Luego para reducir una fracción ordinaria de términos comensu-


rables y enteros á fracción continua se ejecutan con sus dos términos
las mismas operaciones, que para hallar su máximo común divisor, y
los cocientes obtenidos serán los cocientes incompletos de la fracción
continua.
EJEMPLO I. Convertir en fracción continua la fracción ordina-

ria 631 •
Se tendrá
I __5 I

753 631 122 21 17 4


122 021 •7 04 I 0
luego
753
631" = 1+ —
5+
5+
1+
4+
Si A es una cantidad incomensurable, y hallamos dos núme-
ros enteros consecutivos «1 y fl, +• i , que la í&MMÍttÍMllfio que
siempre es posible lograr, se tendrá .
I
A = o, + X

en que x es claramente un número incomensurable mayor que i.


Hallando dos números enteros consecutivos a» y iaj -f" ^ »
que comprendan á x, se tendrá

a? = «, +

en que y es un número incomensurable mayor que i.


TEORÍAS FUNDAMENTALES 95

Hallando dos números enteros consecutivos a, y «3 + i >


que comprendan á y, se tendrá

y = «. + ^ r •
Prosiguiendo así indefinidamente, puesto que siempre las frac-
ciones , — , —- , etc., serán incomensurables, se obtendrá
X y z
A = a, -I '
I '
' ' O;, - j - etc.

Los números fraccionarios

a,-\ , a.,-] , rr.-f— , etc.,

así como los obtenidos anteriormente

'''+ i - -,+ -^,etc.


A," A,
se llaman cocientes completos.
EJEMPLO H . Convertir la cantidad incomensurable

(7) A=-1±.V^
3
en fracción cÍJntmua.

Siendo -i-~t^-— ^ ^, se tendrá


3 <4

(8) • J±VE=3 + ^ .
3 íc
« *• *
donde £c > i. Luego, despejando á « en la (8), viene
96 TRATADO DH ANALISIS MATBMATIOÓ

J _ 3 (\/37 + 4) _ V37 + 4
T
V37-4 37-16 7

Siendo -''' A^ > i ¡^g tendrá


7 < 2

(9) . = V?ZÍ4,^, + J ^ ,
7 ?/.

donde ?/ > i . Luego, despejando á t/ en la ecuación

7 y '
que se saca de la (9), se obtiene

_2 7(V37^+ 3) VST'+S
!/ =
V37"—3 37 — 9

„. , V37 4 - 3 > 2 , , ,
Siendo — L_¿_ ^ se tendrá
. 4 <3

4
donde áf > i. Luego, despejando á r en la ecuatión

VW-\- 3 , ,j_
== 2 - f - >
4 ^
que se saca de la (10), resulta

z= 4 _ 4(VS7'-f 5) ^ Váf-f 5
V37"— 5 37 — 25 3
lo que nos dice qae
TBORÍAS FUNDAMENTALES 97

3
y por tanto, en la reducción de A á fracción continua los cocien-
tes incompletos 3 , 1 , 2 han de reproducirse periódica é indefini-
damente. Luego, poniendo eh la (8) el valor (9) de x; en la que
resulta el valor (10) de y; en la que resulta el valor (i i) de r, y
asi sucesivamente, se obtiene

3
'+•
2+-
I
14-
1

3 + etc.
i 0,Segundo caso. Si la cantidad, que quiere convertirse en frac-
ción continua, es desconocida, ó es el valor x de la incógnita
de una ecuación, se hallan dos números enteros consecutivos
a, y a, -f~ ' í 1"^ comprendan á ÍC, y se hace

(12) aj = rt,-] ,
y
en que y > i .
Sustituyendo el valor (12) de as en la ecuación propuesta se
obtiene otra ecuación en y, en la cual se hallan dos números en-
teros consecutivos a,yo,-^i , que comprendan á y, y se hace

y asi sucesivamente.
El valor de x será, pues,

x = a,-i •
a, -)- etc.
98 TRATADO OB ANÁLISIS MATEMÁTICO

EJEMPLO III. Hallar en fracción continua el valor de x en la


ecuación
(13) a;* + x — 2 0 = = o .

Por sustituciones sucesivas en la (13) de los números conse-


cutivos
05 = 0 , 1 , 2 , 3 •

"^ 2
se halla que x "^ . Luego claramente es
< 3
(14) *=2+—-,

en que j/ > i .
Poniendo el valor (14) de ae en la (13), se tendrá por la fór-
mula de TAYLOR (n.° 76)

(.5) f[^+-)^fi.).^-y •-•¥— . -^

pero (n.° 76)

f(íc)«3íc'+i,
f{x) = í a : ,

luego (n.o» 73, 74-Ei-)

r'(2)
= 13,
ii
- 6.

r(2)
TBORIAS FUNDAMBNTALBS 99

cuyos valores sustituidos en la (15) dan la ecuación en y

\ y) y ^ y' y'
de donde
{16) l o t / ' — 13?/^ — 6 / / — I = 0 .

También por sustituciones sucesivas en la (16) de los núme-


ros enteros consecutivos

y = 1 , 2 , 3.

se halla que y ^ ~ • Luego claramente es

(17) 2/=' + —»
en que z > i .
Poniendo el valor (17) de j / en la (16), se tiene por la fórmu-
la de TAYLOR

/,(>) I , /-.(O I
/•.•(-v)
i + ---)=MO+-V^
. I! z:- +
' 2 ! 2'

= 0 ,
' 3! 2'

y lo mismo que anteriormente

(18) 102'-j-22*—iSz—10 = 0 .

De la misma manera por sustituciones sucesivas en la (18) de


los números enteros consecutivos

. z==i , 2, 3 ,

se halla qire , y que, por tanto,


< 2
100 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTIUO

y asi sucesivamente llegaremos á un valor de x de la forma


I
a s = 2 -j-
.+'-
. + i-2 etc.
exacto ó tan aproximado al exacto como se quiera, y esto inde-
pendientemente del grado de la ecuación propuesta.
139. Basta lo manifestado en este § i para reconocer desde
luego la importancia y trascendencia, que ha de tener en el Aná-
lisis matemático el estudio de las fracciones continuas, que vamos
á hacer en sus partes más esenciales en los §§ siguientes,

§ %.—JtediietAas Ae l a s fraccloBes contfaiiBii: ans propiedades


•lAa taipvrtaBiea: e^ntlanaate.

140. REDUCIDAS DE LAS FRACCIONES CONTINUAS. Ya hemos


dicho (n," 136) que se nombran reducidas de una fracción

a,

; I

Ó bien
(O Ifli.o, ,«3, a„\,
las expresiones
el^,a^'\ , a. H — , etc.

convertidas en fracciones ordinarias. Son, pues,


TEORÍAS FONDAMBMTALBS 101

I <t. g . + I
a, - j — - - = ,

fllfls í'3+a',+«3
(2) a, +
, 1 , 1 . a, O, + I
¿f, -) a, - |

(a, «5 + 1 ) a, 4 - o ,
_ ^ ^ etc.
(Ijflt;,+ 1

las reducidas 1.*, 2.*, 3.*, etc. dé la (i).


141. Ciarameme se observa al fijarse en las (2) que la i." re-
ducida la forma inmediatamente el primer cociente incompleto a,;
la 2 * el número mixto a, -j -convertido en fracción ordinaria;

la 3." la anterior reducida —-—^—^-— al poner en lugar del último
cociente incompleto a, este cociente aumentado en la integrante
— que le sigue, es decir, a¡-\ ; 134.* se formará, poniendo
en la reducida 3.* en lugar del último cociente incompleto a,, este
cociente aumentado en la integrante que sigue, es decir,

íi:, -I , lo que da

aí(a3«4+ 0 + «*
"•(''•+7:)+'
= ((«' ^y+ O fa+ «O «4 4- q. «<+ t
( a í a , + 1 ) a<4-a,
y asi sucesivamente.
102 TRATADO DE ANÁLISIS MATBMXTICO

142, Pero se ve de seguida, al compararlos últimos miem-


bros de las (2) y (3), que cada reducida, á partir de la 2.*, se for-
ma multiplicando los términos de la anterior por el cociente in-
completo correspondiente á la reducida propuesta, y sumanda
respectivamente á sus productos los términos de la reducida, que
está dos lugares antes. Vamos i demostrar por el método dt in-
ducción de BERNOULLI (*) que esta ley de formación es cierta cual-
quiera que sea la reducida que se considere.
Supongamos, para ello, que se realice en la n/'""" reducida
—;:—, en cuyo caso se tendrá
0.1
Pn ==Pn-4 a„-}-P«-!,
^"^^ Qn = Q „ _ i a„ -f Q n - t ,
ó bien
. , Pn Pn—I 0.n -\- P n - l
(5) Qn ~ Q n - I fln + Qn-t


siendo a» el cociente incompleto correspondiente á
Qn
I
Pero, poniendo en lugar de a» el número mixto an -f
se obtiene evidentemente la siguiente reducida del orden n -}- *

(6) p„_/f»„-f-^)H-p„_;
í n+l \ fln+t /

( Q n - 1 On - f Q n - » ) « n + l " f Q " - I

(*) CbtiMiKM 4i iof ItorUu coordinaloria y ii leu Mirmtnantet, Primera parla, o«-
pitalo I, g I.
TEOBIAS FUNDAMENTALES 1Ü3

luego, sustituyendo en el último miembro de la (6) los valo-


res (4) de los paréntesis, viene

Pn+l Pn ^«+1 + P«-I


Qn+J Q n Oln+1 + Qn-Í

la cual prueba que, si la ley de formación recurrente se verifica


en la n/"'""' reducida, ha de verificarse necesariamente en la
(n-\-1)*»'"»'»; pero hemos visto (2) y (3) que se verifica en las 3.*
y 4.*; luego también se verificará en la 5.», y si se verifica en la
5.*, se verificará en la 6^", y así sucesivamente hasta lan,*'™". Es,
pues, general dicha ley recurrente cualquiera que sea la reducida
que se tome. Podemos, por consecuencia, dejar establecido que
143. Se forma una reducida cualquiera, á partir de la segunda,
multiplicando cada término de ¡a anterior por el último cociente in-
completo, y añadiendo á los respectivos productos el término corres-
pondiente de la reducida, que está dos lugares antes.
Si el primfer cociente incompleto es cero, la i .* reducida cero
se pondrá bajo la forma , y se aplicará la regla precedente,
como al ser el primer cociente incompleto un número distinto de
cero.
EJEMPLO I. Si la fracción continua es

I h 1,5. 3, 2 | ,
sus reducidas serán

I , , J Í_ .25 + 1 _ ít "3 + 2 35
I I I 1-5 + I I 6 6y-f-1 19
' ' 35-2~f- II 81
19.2 + 6 44 '
EJEMPLO II. Si la fracción continua es

| o , 3 , I, 7 , 3 | . ,
5US reducidas serán
104 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

0 I i.i-f-o ' !?+• 8


1 ' 3 ' 3 ' + I ~ 4 • 4 7 + 3 ~~ 31 ' .
«•3 + 1 _ 25
31-3-f 4 97
144. Toda cantidad comensurable convertida en fracción con-
tinua la produce limitada; porqué dicha cantidad hade ser precisa-
mente una fracción ordinaria de términos comensurables y ente-
ros (n.° 137), y para convertirla en fracción continua ha de apli-
carse á sus dos términos (n." 138, i.^' caso) el procedimiento del
máximo común divisor, que da forzosamente un número limitado
de cocientes incompletos.
145. Reciprocamente,/a/rflCíi^K í-on/íMHa limitada, ó de un
número limitado de fracciones integrantes, es equivalente á una can-
tidad comensurable; porque al íormar todas sus reducidas, que son
en número limitado por serlo el de los cocientes incompletos,
ha de llegarse necesariamente á una última reducida, que por la
ley de su formación (n." 143), es una fracción ordinaria de tér-
minos comensurables y enteros, que da el valor total de la frac-
ción continua propuesta.
146. Toda cantidad incomensurable reducida á fracción conti-
nua la produce ilimitada; y
Recíprocamente, la fracción continua ilimitada proviene de una
cantidad incomensurable.
Ambos principios se demuestran por reducción al absurdo, i
causa d# ser respectivos contrarios de los dos precedentes
( n . " 144, 145) (•)•
147. De lo expuesto en los teoremas 144, 145, 146 se de-
duce que las fracciones continuas pueden ser limitadas i ilimitadas,
subdividiéndose las ilimitadas en periódicas y no periódicas, así
como las periódicas en puras y mixtas.
148. Es/>erí<>¿ica una fracción continua, cuando un cierto
número de cocientes incompletos, denominado período, se repite

(*) El*mmto$ de tat lioriat coordinaloria y á» lot dtlerminanlm, Inlrodnceióo.


T B O K Í A S FCMDAMBNTALB8 105

periódica é indefinidamente; si el periodo comienza desde el pri-


mer cociente incompleto, la fracción continua es periódica pura,
y cuando el periodo no comienza en el primer cociente incomple-
to, la fracción continua es periódica mixta, llamándose parle irre-
gular ó no periódica en la mixta la parte distinta del periodo, ó que
no se repite.
La fracción continua

J + -Í-
.+ — 1

.+^
3+-^

' 3 -f-etc.

del n.* 158, E). II, es periódica pura, y es periódica mixta la si-
guiente:

I
2+
4+-
5+ -^
3+-
1
I
3+ 1

.+ 3 '-h etc.
149. To¿a fracción continua periódica es una de las raices de
una ecuación de segundo grado de coeficientes racionales.
En efecto, la fracción periódica pura
106 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

I
^+
«,+ «3 +

a.+
Cti-
«3-j-

a„ -)- etc.
puede ponerse bajo la forma siguiente:
I
(7) x= a,+
«2 +
«^3 +
4-

puesto que, si x representa la fracción continua de un número


infinito de períodos, aunque se quite uno de estos infinitos perío-
dos, siempre el resto se compondrá de un número infinito de
períodos.
Luego, si — , —— son las reducidas Correspondientes á
Q»—1 Qr»
los dos cocientes incompletos a»-!, a„ anteriores inmediatamente
al X en la (7), se tendrá (n." 143) para la última reducida de la
fracción continua (7) •
^ ?„x -i- P,_i

de donde
(8) Qn a;' + (Qn-r — ?n)x — K-i = * o ;
la cual prueba que el valor x de la fracción continua propuesta es
TaonlAS FUNDAMENTALES 107
una de las raíces de la ecuación de segundo grado (¡S) de coefi-
cientes racionales.
Si la fracción continua es la periódica mixta
(9) y = \m,n,p,...,ii, V, a„ a^,..., a„ , a„ a^,.. , a„ , . . . | ,
y hacemos
(10) a; = a,-f--i—-

+ I

I
a,,
X
se tendrá
(n) ij = m-\

" + 1T
"+ I

U V .
luego, si - r ! 7 , -rrr son las reducidas correspondientes á los dos
cocientes incompletos u, v anteriores inmediatamente al x en la
(11), se tendrá (n.» 143) para la última reducida de la fracción
continua (11)
. . Vx + U
(-) v-Y^-fíF-

Y como por lo manifestado precedentemente, la (10) da

eliminando la x entre las (12) y (13), resulta claramente también


108 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

una ecuación de segundo grado en y de coeficientes racionales,


en que una de sus raíces será el valor de la fracción continua (9).
150, PROPIEDADES DE LAS REDUCIDAS. El numerador de la di~
Pn ' ii+l
ferentia de dos reducidas consecutivas —-— , —-^— de los órdenes n
Qn Qn+1
y n -\- \ es giual á ± i, según sea n par ó impar.
En efecto,
, , Pn Pn+l Pn Qn-i-i — Pn4-1 Q n
('4) 7;;
Qn Qn+1 Q n Qn 4-1

Pn+l PnJ-2 Pn+l Q n + 2 Pn+| Qn+l


(•5)
Qn+1 Qn+» Q n + l Qn+»

pero hemos demostrado (n." 143) que

, •. PH+I = Pn+l Cln+2 -|- Pn ,


Qn+l = Q n + l <fn+J + Qn ;

luego, eliminando por sustracción en las (16) el cociente incom-


pleto a„-!-2, resulta

(I 7) Pn+l Q n + 2 Pn+t Qn+l = Pn-^l Q n Pn Q n + l


= — (PnQ„+l — P n + l Q n ) .

Se ve, según los miembros extremos de las (17), que el nu-


merador
Pn Q n + l — P n + l Q n

de la diferencia de las dos reducidas consecutivas (14) de los ór-


denes n y n -f- I es. igual en valor numérico, pero de signos con-
trarios, al numerador

P n + l Q n + í — ^ n+í Q n + l

de la diferencia de las reducidas consecutivas (i j ) de los órdenes


n 4 - I y « -f- 2; lo que prueba qae el expresado namerAdor es
TEORÍAS FUNDAMBNTALBS 109

constante en valor absoluto, cualesquiera que sean los órdenes de


las reducidas consecutivas.
Pero en las reducidas

(19) - ^ = " ' + -:!-'

resulta al restar la (19) de la (i 8)

Pi _ P . __ - I
Q. Q. o, '
ó bien
P. Q« - P. Qf ^ - I

es decir, que el numerador P, Qj — Pj Q, de la diferencia de las


P P
dos reducidas consecutivas —r—, —~- es igual á—i; luego por lo
Qi Qfl
P P
demostrado también se verifica en las reducidas —— , -—— que
Qs Q3
(20) P,Q,-P3Q, = + i ,
P p
y si se verifica la (20) en las reducidas ——- , - ~ , también se
Qs Q3
P P
verificará en las consecutivas —— , —— que
Q3 Q4

Ps Q4 - P« Q3 = - I ,

y asi sucesivamente hasta las reducidas consecutivas —— , ;^~,


Qn Q.n+1
en que se verificará, en general, que
lio TRATADO OB ANALISIS MATÜIIÁTICO

(2l) Pn Q n + l — Pn-fl Q n = (— l ) " ,

conforme el enunciado.
151. Las reducidas son fracciones irreducibles; porque, si una
p
cualquiera no lo fuera, tendrían sus términos Pn , Qn algún
factor común distinto de i, que habría de dividir á la diferencia
± I entre P„ Qn+i y Pn+i Qn , según la (21), lo que no es po-
sible.
152. Si una fracción ordinaria se convierte en fracción conti-
nua, y después se forman las reducidas correspondientes, la última
de estas reducidas será, según el principio anterior (n.° 151), el va-
lor totalmente simplificado de la fracción propuesta.
133. La diferencia de dos reducidas consecutivas cualesquiera
\.es igual á ± I dividido por eíproducto de los denominadores de ¡as
mismas reducidas, y por tanto, dicha diferencia va disminuyendo sin
i\ cesar en valor numérico, á medida que aumenta el orden de estas re-
, ^ducidas, siendo alternativamente positiva ó negativa, conforme sea
\ par ó impar el orden de la reducida minuendo; porque hemos visto
\'\ (n.° 150) que

Pn Pn+l P" Q n + t — Pn+I Q «


Qn Qn+t Q n Qn+1 Q n Qn+1

De aquí se deduce que la diferencia entre dos reducidas con-


secutivas es igual en valor absoluto á la unidad dividida por el
producto de los denominadores de estas reducidas.
154. Las reducidas de orden par son mayores y las de orden
impar son menores que la fracción continua total.
P
En efecto, si —— es una reducida cualquiera de la h^tíón
Q"
continua *
(22) a; = I a,, a„ «3, .. .., a» , a»f i , a»4.» , ..... | ,
y representamos por
TEORÍAS FUNDAMENTALES 111

1
y = a„+i +
O-n-í-2 4"
a„a.»-|- etc.
á todo el resto de la (22), á partir del cociente incompleto a„+i,
se tendrá (n,° 143)

^^^ QnlJ + Q..-, '


pero
Pn y -f- P n - t Pn ^ Pn Q n - 1 - Pn-1 Q»
,,,>, . Qn y + Q«-« Qn 0 „ (Qn y + Qn_l) '
P» y 4 - P n - l _ Pn-1 _ ( Pn Q n - 1 - P n - 1 Q » )>/ .
Q„y + Q„_x Q«-i Q.-i (Q„ y + Q«-.) '
y como al ser n par se tiene

P,. Qn-1 — Pn-l Q„ = + I ,


resulta, según las (23) y (24), que será negativa la diferen\:ia

_ ^ ^ I

' Qn Qn (Qn V -\- Q,._,) '

es decir, que

lo que da
(25) * < 7 p '
y será positiva la diferencia
_ P"-' ^ _y
* Q.._i Q»-i (Qn y + Q«-ií '
«s decir, que
OH — - r > o ,
v¿n-l
112 TRATADO DE AKÁLISIS MATEMÁTICO

lo que da

(26) ^ > ^ ^ ^ -

Pn
Se ve, pues, que, si n es par, la reducida -—— será de orden
p
par, y la —^— de orden impar, en cuyo caso, la (25) prueba que
p
toda reducida —r— de orden par es mayor que la fracción conti-
Qn
p
tinua total x, y la (26) prueba que toda reducida de orden
Qn-l
impar es menor que la fracción continua total x, conforme el
enunciado.
Si la fracción continua es limitada, la última reducida es evi-
dentemente igual á dicha fracción continua.
155. De este principio se deduce inmediatamente que
Pn-l / . P»
Qn-l Qn
de decir, que
El valor X de toda fracción continua total está comprendido entre
P P
do: reducidas consecutivas cualesquiera —^^^— v —— •
^ Q„-i ^ Q„
156. Una reducida cualquiera se aproxima'más ala fracción
continua total que la reducida anterior] porque hemos demostrado
(n.° 154) que en valor absoluto es
(27) *•
Qn-l Q„-i (Q„ y + Qn-l) '

Pn I
(28) jv -
Qn Qn(Qny + Qn-.) '

pero evidentemente es
T E O R I A S FUNDAHE1NTALE8 113
• •""•'•'•"•*-,

0,-1 < Q n , - •
Ó bien, multiplicando por Qn y + Qn-i > • '
5- ,_

(29) Q«-i (Q„ y + Qn-0 < o . (On y + Qn-O , v " I


y también
(3c) y > I
de donde, dividiendo la (30) por la (29), viene en valor numérico

(30 ' ^ - . . ^ ^ ^ - T ^ >


Q n - . (Qn y + Qn-l) Q" (Q« í/ + Qn-l) '

y poniendo en la (31) los valore^ (27) y (28), se obtiene

(32) JT —• -— > W
Qn-, ^^ Qn '
Pn
luego, si !a diferencia de—— á .*' es menor que la diferencia de
Qn
"n—I , . , "n "n—1
— a X, se aproxmíara —— í x más que -— , como nos
Qn—l Qn Qn—l
propusimos evidenciarlo.
J57. Demostremos, además, que «n ioda fracción continua
ilimitada la serie de las reducidas de orden impar, las cuales van
aumentando con el grado, y
fj la serie de las de orden par,
/c4- ^ que van disminuyendo con
dicho grado, tienden ambas
, • . • , . .¿o ^ "« mismo ¡imite, que es el
O ^•^i'^g. •^t'^t'^*-^í ^ valor total de la fracción con-
tinua propuesta.
En efecto, para evidenciar esta notable propiedad, tomemos
sobre la recta indefinida OL (fig. 6,»), á partir de un punto fijoO»
p
el valor OA, «= —— de la primera reducida, y desde el mismo
8
114 TRATADO DB ANALISIS MATBMATICO

punto O el valor OA, = -—- de la segunda reducida, que es ma-


yor que la primera (n.° 154). Se tendrá, pues, en valor numérico

de donde

Pero en valor absoluto es (n.' 153)

P, P3 P. P,

P P
luego la diferencia — - ^ que es positiva (n.'* 150), y po-
demos representar por x^ será en valor numérico menor que
A, Aj, según las (i') y (2'), Y como,de

P, P3
-—-= X .
Q. Q3
se saca
JP, __P?!_

P
resulta que, si restamos de — - = OA, la diferencia x, que su-
pondremos igual á A, A3; la tercera reducida será igual á OA»,
estando evidentemente el punto Aj, que la determina, entre A, y
A, por ser, como hemos visto, según la (3')» A, A, < Ai A,.
También se tiene en valor numérico (n/ 154)

P, _Pl- <- Z« ^
^'^'^ 03 ' Q« Q. Q. '
TBORÍAS FUNDAMENTALES 115

P- P
luego la diferencia —r^ FT"' ''^^^ ^^ negativa (n.° 150), y po-
demos representar por — .r,, será en valor numérico menor que
A , A3, según la (4'). Y como de

Q3 Q,
se saca
P3 , _ P4

resulta que, si sumamos á —~- == OA,, el valor numérico de la

diferencia a;,, que supondremos igual á A, A4, la cuarta reducida

—r'-será igual á OA4, estando evidentemente el punto A4, que la


0.4
determina, entre A3 y A, por ser, como hemos visto, según la
(4 )j A4 A3 -«C Aj A3.
Prosiguiendo de la misma manera, iremos viendo que los pun-
tos Ag, A5, etc., determinados por las reducidas sucesivas

L- A.
Q, ' Q. ''''"
«stán entre A3 y A., A, y A5, etc., y que, por consecuencia, se
tiene claramente
OA, < OA3 < ÓA, < ,
OA, > OA4 > OA„ >
)
es decir, que
P P P
(5') _Ll-<^<il_<.
^^- • Q> Q3 Q.

' Q, Q4 Q,
116 TRATADO DB ANÁLISIS MATBHÁTICO

Se ve, pues, que las reducidas de orden impar (5') van cre-
ciendo en A) A3, A3A,, etc., pero conservándose siempre me-
nores que las de orden par (n." 154), y por tanto, tienden á un
límite finito representado por la distancia de O á un punto X
comprendido en los intervalos A, A.^, A3A,, etc., que van es-
trechándose cada vez más.
También se ve que las reducidas de orden par (6') van decre-
ciendo en A.2 Al, A4 A^, etc., pero conservándose siempre mayo-
res que las de orden impar (n." 154), y por tanto, tienden hacia
un límite finito representado por la distjncia de O á un punto K
comprendido en los intervalos precitados A, A,, A, A4, etc., que
van estrechándose cada vez más.
Pero la diferencia en valor absoluto (n.° 153)

P-. P
Q= Qr, Q.Qa
y en general,
P«-l P« I
Qn-1 Qn Q.n-1 Qn '

que representa dichos intervalos, decrece indefinidamente al


aumentar n también indefinidamente, tendiendo hacia cero; y,
además, el valor total OX de ¡a fracción continua está siempre
comprendido entre cada dos reducidas consecutivas (n,° 155);
luego las dos series de reducidas (5'), (6') tienden hacia el mismo
limite finilo y único OX, valor total de la fracción continua ¡limi-
tada, conforme el enunciado.
Por esta notable propiedad de las reducidas se las nombran
fracciones convergentes (n.° 136).
a
158. Una fracción ordinaria — , que se aproxima más al va^
P
Pn
lor de una fracción continua que una de las reducidas ——, tiene sus
Qn
dos términos respectivamente mayores que los de esta redééida.
TBORÍAS FUNDAMENTALES 117

En efecto, -7-está necesariamente (n.° 155) comprendida en-


P
P P
tre las dos reducidas consecutivas — y -—— ; luego, si n es
Qji—i Qjt
par, se tendrá (n." 154)

(7') l!Ld_<^< P"


de donde
a P„_, P„ P„_i
|3 Q„-i Qn Q.._, '

y por tanto (n.° 153),

(8') gQn-, — pP„-i ^ I


PQn-l ^ Qn-1 Q„ '
Ó bien
• (9') aQ„_, - pP„_i < -f-,
suprimiendo en la (8') el divisor común Q n - i , y pasando la P al
segundo miembro de la que resulta; pero, siendo por hipótesis

« Pn_l ^

el número a Q n - i — P Pn-i de la (9') será entero y positivo, y


por tanto, la (9') da

y por consecuencia,
P>Qn. I
También de las (7') se saca

P„ a P„_i '
118 TRATADO DE ANÁLISIS ;HA'rSMÁTICC

de donde
Qn Qn-1 ^ P Qn-1
Pn Pfi—1 a Pn—1

es decir (n." 153),


I ^ aQ„_i - P Pn-1
(ro')
P„_i Pn a P„—1
ó bien
a
-—- > a Q„_, — P Pn- 1 »

suprimiendo el divisor común Pn-i en la (lo')i y pasando a al


primer miembro de la que resulta, y por consecuencia, como an-
teriormente, .
a > P« .
Pn
159. Una reducida cualquiera —^ se aproxima más á
Qn
la fracción continua total que cualquiera otra fracción
a.
—-, cuyos dos términos son respectivamente menores que
P
¡X
los de dicha reducida; porque, si — s e aproximara más á la
Pn
fracción continua total que la reducida — ^ , tendría sus dos tér-
Qn
Pn
minos respectivamente mayores que los de la reducida ~ - , se-
Qn
gún el principio anterior, lo cual es contrario á la hipótesis.
léo. El error, que se comete al tomar una reducida
cualquiera por valor de la fracción continua total, es me-
nor que 1 dividido por el denominador de esta reducida
multiplicado por la suma de este denominador y el de la
reducida precedente; también es menor que i dividido por
el cuadrado del denominador de la reducida propuesta, y
TKORÍAS FUNDAMENTALES 119

asimismo es menor que i dividido por dicho denominador


multiplicado por el anterior.
En efecto, hemos visto (n.° 154) que en valor numérico es

( " ) -V
Qn QniQ.y + Qn-^) '
pero por ser y > i , se tiene

^'""'^ Qn (Qn y + Q n - O ^ " Q : : ^ ™ + Qn-O '

luego, sumando las (11') y (12'), y simplificando, viene

Q. Q. (Q. + Q.-.) •
También es evidente que

(•50 7^7ÍT-:V7^<
Q . ( Q . y + Q.-i)

Q ; •

luego, sumando las (11') y (13'), y simplificando, viene

(14) ^—-7^<
Q" Q :
Y como lo mismo se tiene

I I
Qn (Qn y + Q„-0 <
^ Q„ Q„-i '
resulta por la (11') que

P„ I
35 ^
Q„ ^ QnQn-l
Es, pues, el enunciado cierto en todas sus partes; pero el lí-
120 TRATADO DB ANALISIS IIATBMÁTIOO

mite de error, que generalmente se usa, es el —— dado por

la (14').
i6i. Del principio anterior se deduce que
Para hallar el valor de una fracción continua en me-
nos de -;;-, basta llegar hasta la reducida, que tenga un
o
denominador igual ó mayor que V S .
Es evidente que, si la fracción continua es limitada, su última
reducida es su valor exacto (n." 152); pero, si es iliqíitada, siem-
pre podremos llegar á una reducida, en que se tenga

lo que da

de donde
I I
(15') T > ' ^ >

y puesto que (n." 160, 14')

I P„
(16') 7^'>'=
Q: Q" ' .
resulta, sumando las (15') y (16'), y simplificando.

I P«
> «
Pn
lo que demuestra, según el enunciado, que la reducida -:—- es un
valor aproximado i la irracional, ó cantidad incomensurable a?
(n.° 146) con un error menor que - — .
5
T B O R Í A S PUMDAHBNTAbBS 121

162. CONTINUANTE DE MR. MUIR. M R . MUIR llama coníi-


nuante á la matriz, que tiene todos sus elementos nulos, á ex-
cepción de los principales y de los que los rodean, de los cuales
unos son constantes é iguales á — i, y los demás variables. Es,
pues, una continuante la matriz

«1 ft. o 0 0
I a» b. 0 0
(16') o -1 a^ ^3 0
0 0 • I «4 K
0 0 0 -1 «5

La diagonal menor i>,, 61, fc,, 61 se denomina diagonal


menor variable, y la compuesta de los elementos — i se nom-
bra diagonal menor invariable.
Sólo vamos á ocuparnos aquí de la continuante de la forma
pseudo-simétrica (*)

0, I 0 0 0
I a, I 0 0
(17') 0 -1 as I 0
0 0 -1 «4 I
0 0 0 -I flts

que es la que más interesa á nuestro actual objeto.


163. Desarrollando las continuantes de 2°, 3.°, 4.°, j -
etc. orden de la forma (17'), se obtiene

08')|.:-^J=a.a,+ .;
a, I o
(19') -I a, I <í,a,a3-|-a,-|-fl3'==Kfl5 4 - i K + « i ;
•o - 1 a .

(*) Elemental de ¡ai teoría» coordtnatoria y de lai delerminanlti, segunda parte, ca-
pitulo II, o." Igí, (tercera edición)
122 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

a, I 0 0
-I a. I o
(20')
o -I «3 I
o o -I a ((«iOt + i)a3 + ai^a^ -\~ a,a2-f-1;
a^ 1 o 0 0
-I flj I o o
(21') 0-1 «3 I 0 = a, a, a, o^ a^ + a, o^ a, + «i «j '¡'s
0 0 - 1 «4 I
o o 0 -I a.
[ ( ( a , a , + i ) r t 3 + a O " « + " ' ^ » + ' ] '^^

etc.
Se ve, puesi que los desarrollos de las matrices (i8'),:(i9'),
(20'), (21') etc., no son más que los numeradores de las reduci-
das sucesivas {n.°' 140, 141, 142, 143), á partir de .la 2.*, de la
fracción continua
(22') I a,, Oj, a „ «4, tts, I ,
en la cual los cocientes incompletos son los elementos principa-
les de la continuante de MUIR de la forma (17')-
Y como lo mismo puede probarse que los respectivos deno-
minadores de las reducidas de la (22') son las menores comple-
mentarias correspondientes al elemento Oj, ó primer cociente in-
completo, en la continuante de MUIR, podemos legítimamente
concluir que ,
I." El desarrollo de toda continuante de la forma (17')
es numerador de la reducida de una fracción continua de
la forma (22'), tomando por cocientes incompletos los ele-
mentos principales de la continuante.
Reciprocamente, el numerador de la reducida de una
fracción continua de la forma (22') puede traducirse en
continuante, tomando los cocientes incompletos de la frac-
ción continua como elementos principales y completando
la continuante, según la (17').
2.° El desarrollo de la menor complementaria del pri-
TfDORÍAS FÜNOAMENTALES 123

mer cociente incompleto es el denominador de la reducida


de una fracción continua de la forma (22').
Reciprocamente, el denominador de la reducida de una
fracción continua de lajorma {22) puede traducirse en la
menor complementaria del elemento a, de la continúan-
te {17').
Así, las reducidas de la (22') son

I «1 «i I i «1 (fj «31 I g, a, «3 «4 \ {a, 0^03^4 «51


etc.
I aj a's I ' I Oj 03 a41 ' \ a¡ a., a, a¡ |

164. Pueden, pues, hallarse por medio de la continuante


de MUIR de una manera fácil y pronta cualquiera de las reducidas
de toda fracción continua, sin necesidad de tener calculadas las
anteriores. Así las últimas reducidas de las fracciones continuas
de los ejemplos I y II del n.° 143 son respectivamente

I I 0 0 0 o I o o o
-1 I o o
I -I 3 I 0 o
o • r 5 I o o -I I 1 o
o o I 3 I o o -I 7 I
o o 0-12 0 0 0 •I 3
I I 0 o 3 0 o
-I 5 1 o -I 1 o
o -I 3 I o 7 I
o o •I 2 o •I 3
165. Pero al suprimir del producto de los elementos princi-
pales de toda continuante pares de elementos consecutivos^ se obser-
va que evidentemente se obtienen los términos del desarrollo de
dicha continuante, que siguen al término principal, que es el pri-
mero del desarrollo, es decir, que, si del producto
«1 a , Og «4 fls

de la (17')» por ejemplo, se suprimen, sucesivamente \os pares de


los elementos consecutivos
124 TRATADO DB ANALISIS MATEMÁTICO

resulta el desarrollo de la (17'). ó de la (21'),


o, CÍ2 a, «i cr-, - j - a, a, n.^ -\- Ui o, flj + ^1 ^4 ^5 ~l~ ^3 '^t ^^

y si del producto
a , fjj flj « 4

de la (20') se suprimen sucesivamente los pa'res de elementos con'


secutivos
a, fl^, a, fla, o, flj, (03 a 4 , a^ a^),

contando con el factor implícito i del producto a, 0% a^ 04, re-


sulta el desarrollo de la (20')

o, a, a3 tti -f- fli «2-1- <íi ^"4 + «3 O4 - j - J

Luego podemos establecer la sencillisima regla siguiente:


Para hallar el desarrollo de una continuante de la forma (17'),
que es el numerador de la reducida de una parte de una fracción
continua de la forma (22'), se toma el término general de la conti- -
nuante, que es el producto de los cocientes incompletos correspondien- .
tes á la expresada parte de fracción continua, y se procede como que-
da indicado anteriormente.
Por el mismo procedimiento se obtiene el denominador de
toda reducida, partiendo de los elementos printipales de la menor
complementaria del primer cociente incompleto.
166. También la continuante de MUIR de la forma (16') pue-
de desarrollarse en una fracción continua de ia forma

«3 + at-\- etc.,
de que no hacemos uso en el Análisis matemático (n.° 135).
TEOUIAS FUNDAMENTALES 125

S.—Fracclonea Intercalaren. Inversión de fraeclonea contlnnaa


limitadas: fracciones continnaiii slmétricaa

167, FRACCIONES IKTERCALARES. Hemos visto (n," 138,


E). III) que al convertir en fracción continua una cantidad desco-
nocida a", que sea incógnita de ana ecuación, se obtiene una ex-
presión de la forma

(I) x = a¡-\-
«s H
«3-f- a, -|- etc.

en que a, , « , , «3, «i , etc. son los cocientes incompletos.


También heñios visto (n." 157) que al ser la (i) ilimitada,
en cuyo caso x es una irracional ó cantidad incomensurable
(n.° 146), sus reducidas de orden impar y las de orden par for-
man respectivamente dos series indefinidas de términos crecientes
la pr'mera y de términos decrecientes la segunda, y que ambas
tienen por límite común el valor total ,/• de la fracción continua.
p
168. Evidentemente la reducida -—- puede ponerse bajo la

forma

Q. \Q. Qi/ \Qs QJ

luego (n," 153)

(-0"

que, como luego veremos en el Análisis infinitesimal, es una se-


rie Convergente, que da al crecer n indefinidamente un valor de
126 TRATADO DB ANÁLISIS MATBHÁTIOO

la irracional x tan aproximado como se quiera. El estudio de la


convergencia de las fracciones continuas se reduce, en su conse-
cuencia, al estudio de la convergencia de las series.
169, Si tomamos dos términos consecutivos

. , Pn-i P714-S
(2)
Qn-, ¿n+1

de una de las dos series de reducidas de orden impar ó de orden


par, pudiendo ser n = i , y llamamos a„ el cociente incompleto
n.*"'"", los valores de las reducidas (2) estarán dados por la fór-
mula general
K.P„ -f- Pn—)
KQ„H-Qn-, •
í
ue para K == 0 , K = a„ resulta
KP„ + P„_, P„_,
KQ„ - f Q,_, • Q„_, '

KP„ + P„_, P„ a„ + P„_. Pn+I


KQ„ + Q„_i Q„ a„ + Q„^,

Si damos, pues, á K los valores sucesivos


K=i ,2,3 , , (a„_i)^,

la (3) produce independientemente de las reducidas (2) otras


On — I fracciones, cuyos denominadores están comprendidos cla-
ramente entre Qn-i y Qn+i. Las fracciones, que así se sacan de
la (3), se díenominan fracciones convergentes intercalares, de que
vamos á ocuparrfos aquí brevemente.
170. Haciendo en los términos de la (3)

KPn 4" Pn-l =» RA ,


^"^^ ' KQ„ + Q„_, =- S*,
TEORÍAS FUNDAMBNTALBS 127

y reemplazando K -I- i en lugar de K en las (4), viene legítima-


mentef-'
R,+, = ( K 4 - I) P„ + P„_, = KP,. + P„ + Pn-i ,
^^^ S,+, = (K + I) Q,. + Q„_, = KQ„ + Q„ + Q„_, ;
de donde al sustituir en los últimos miembros de las (5) los valo-
res Ri , S/c de
KP„ + Pn-t y KQ„ + Qn_i
dados por las (4), resulta
/z) • ' R*+i ^ Rft - ) - Pn >

Sfc-H == Sfc - ) - Q„ ,

y eliminando por sustracción en las (6) á RA- y SA- , se obtiene

(7) Rt+i Sfc — Rk SA-HI = Pn SA- — Q n RA ;


luego, poniendo en el segundo miembro de la (7) los valor:s de
RA y Sfc , según las (4), viene (n.° 150)
(8) RA-+, SA — RA SA+1 = P„ Q „ _ , — P„_, Q„ = (— i ) " ,

y por consiguiente, ¡nr^tin lat (8), —^

(9) Rfc+i Sft — RA SA+, = (— 1)" ,


(/o) P„SA—Q„RA =(-!)".
Se deduce, pues, dividiendo la (9) por St+i SA y la (10) por
Qn Sk , que
Rfc+i _ ^ ^ (—1)"
5*4-1 S* Sk+i SA
P„ R* ( - I)"
Q» S* Q„S*
171. Esta propiedad de dos reducidas consecutivas de las
fracciones convergentes intercalares da lugar* á principios análogos
128 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

á los deducidos de la misma propiedad de las reducidas consecu-


tivas de cualquiera fracción continua, los cuales se demuestran de
la misma manera que dichos principios. Así diremos que
I." Las tracciones convergentes intercalares son fracciones
irreducibles.
2.° La diferencia entre dos fracciones conver-gentes interca-
lares consecutivas es igual á la unidad dividida por el producto
de los denominadores de las dos fracciones propuestas.
3.° Si entre cada dos términos de la serie de las reducidas
de orden par y de las de orden impar se interpolan todas las frac-
ciones convergentes intercalares formadas de manera que sus de-
nominadores constituyan una serie creciente,' se obtendrán dos
nuevas series, la primera creciente y la segunda decreciente, que
convergerán ambas sin cesar hacia el valor de la fr.icción conii-
nua^íotól.
se
4.° Si una fracción ——• está comprendida entre dos fraccio-
•' " . R/t Rt-t-i ,.
nes convergentes consecutivas —— , -— correspondientes a
1 1 - 1 1 "»i-l "n+l , ,
las reducidas, de que y — son extremos, el denomma-
Q.n-1 Qn+l
dor ^ será mayor que el denominador de cualquiera de las frac»
clones convergentes que la comprendan.
172. De lo expuesto se deduce que siempre puede determi-
n.irse entre las fracciones de denominador, que no exceda de un
, .cierto I^Ktit'k, la que más se aproxima á una irracional dada x,
por medio de las tracciones continuas; cuestión que ya hemos re-
suelto por el teorema de MK. LtjEUNE-DiRicHLET.
En efecto, al formar con las reducidas de la fracción continua
y las intercalares las dos series antedichas, una creciente y otra
decreciente, que sabemos (n." 157) que ambas convergen Jiacia
el valor de la irracional x, de que procede ia fracción continua
ilimitada, si una de estas reducidas tiene el denominador Qn igual
p
al limite Ar, la fracción i)uscada será —;:— •
>*•

t * •
TBOBtAS rONDAMBNTALUg 129
Pero, si esto no sucede, se formarán las series de reducidas
de orden impar y las de orden par con sus correspondientes frac-
ciones intercalares. Cada una de las fracciones, que en las referi-
das series tenga mayor denominador inmediatamente inferior á /.',
será la fracción pedida. Las dos fracciones así obtenidas com-
prenden (n." 155) á la irracional x, y dan los valores más aproxi-
mados por defecto y por exceso de esta irracional x entre todas las
fracciones de denominador menor que k.
173. Se ve, pues, que siempre debemos emplear las fi-ac-
ciones continuas, cuando haya de buscarse la fracción más sim-
ple y aproximada posible al valor de una irracional dada, ó ai
valor de la. relación de números demasiado grandes. En la aproxi-
mación de las raices incomensurables de una ecuación numérica
por el método de LAGRANGE se emplean en la forma precitada las
fracciones continuas, como veremos en lugar oportuno. 'i-¿-'>'
174. INVERSIÓN DE FRACCIONES CONTINUAS LIMITADAS: FRAC-
CIONES CONTINUAS SIMÉTRICAS. SÍ SC tiene una fracción irreducible
——— mayor que i, y de términos racionales, ^u desarrollo dará
una fracción continua limitada (n.° 144) de la forma
l j ^ ! ' /$• ^ h
P ,A.
(") = | a , , a^^üt^ an|,

siendo la última de sus reducidas

P. P, P«-i P«
(")
Q. ' Q, ' Q, ' ' Qr-l ' Qn

igual á -~- (n° 152), y su penúltima

n—1
= 1 a , , a,, Oa, , an~\ \
Qn-I
Pero sabemos (n." 143) que
130 TRATADO OB ANÁLISIS MATBMÁTICO

P,. = P„_, a„ + P„_2;


de donde
Pn , P„- 1
(12) "B
P „ _ i - " " ^ P "5
= « « + „ _ , - =' ^« " ^ P ^ , •
Pn-2
y de la misma mañera

(13) -5 =a„_, + —-

(14) Un—1
' P , '
Pn—S
P„-4

P3
= (
P.
(15) P.
P„ = a , «. + I .
P, = « 1 5

luego poniendo en la (12) el valor (13), en la que resulta el valor


siguiente (14) de ~ , y así sucesivamente*hasta poner los va-
lores (15), se obtendrá

Pn
(lé) — — = 1 a„ , a„_i, fln-i, , a s , flt, <«il,
Tn—I

en que se ve que los cocientes incompletos de la fracción conti-


nua (11) están en orden invertido en la (16). La (16) es, pues, la
inversa de la (i i), y la operación por la cual se obtiene la (16) se
denomina invertir la íracción continua (11).
TEORÍAS FUNDAMBNTALBS 131

Por análogo procedimiento se halla al convertir la fracción


-— en tracción contmua que
Q.n-1

('?) -^ " = I «n , a„-i , ,an,«sl) .

en que la fracción continua del segundo miembro de la (17) ter-


mina en el cociente incompleto a^por ser evidentemente (n." 140)

Q, = a,, y Q, = I .

Podemos, pues, concluir que una fracción continua invertida


es igual al cociente de dividir el numerador de la última reducida por
el numerador de la anterior, y que la penúltima reducida de la frac-
ción continua invertida es igual al cociente ele dividir los denominado-
res de las dos últimas de la fracción propuesta.
175. Si se tiene
(18) Bn-i^Q.»,
las fracciones continuas ÚM y (16) evidentemente serán idénticas
entre sí, porque una frawón cualquiera sólo puede desarrollarse
en fracción continua de « a única manera; luego habrá de verifi -
carse claramente que seaÉ «' .^_ /i _ _ - -
a^ = a„ , a^= a„_i,..... , a, = a„_i, etc.,
es decir, que al subsistir la hipótesis (18), los cocientes incom-
pletos equidistantes de los extremos son iguales entre sí dos á
dos. La fracción continua, que llena esta condición, se nombra
fracción continua simétrica (CARNOY), ó periódica (SERKET).
Pero (n.° 150)

P„Q„_,-P„_,Q„ = ( - i ) » ;

de donde, según la (18),

P„Q„_,-Q^ = ( - i ) » ,
132 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

lo que da

ln
luego f
Ql ± I
(20) — - — — = número entero.
P
Pn
De aqui se deduce que, si una fracción irreducible —r— es de-
sarrollable en fracción continua simétrica, el numerador P» ha
de dividir á Q* + i , ¿ á Q ' — i .
176. Recíprocamente, sidos números enteros "PyQ < P JA-
P
tisfacen á la condición (20), la fracción —podrá convertirse en ¡rae-
eión continua simétrica.
P . .
En efecto, desarrollemos — en fracción continua, y hagamos
par el número de los cocientes incompletos al dividir Pn á Q^ -f-i»
é impar al dividir P,, á Q„ — i , lo que es posible lograr, reem-
plazando a„ por a„ — i -f-
Llamando Q' al número entero (20), se tendrá

Q* ± I
P„
de donde
(21) PnQ.'~Q* = (~l)».
p _ p^ p
Pero, si —~— es la reducida que precede á —— = —,
viene (n." 150)

(22) P„ Qn~i - ?n-i Q« = ( - I)" ;


TEORÍAS FUNDAMKNTALKS 133

luego, restando la (22) de la (21), se obtiene

^r, (Q' - Qn-l ) - Q„ (Q,. - P„_l) = O ,


ó bien
Q„ (Qn — Pn-i)
(23) Q'-Qn-.=
Pr.
lo que prueba que por ser Pn y Qn primos entre sí (n." 151),
ha de dividir P» á Q» — Pn-i, lo que es imposible, pues
P > Q„ — P„_i por hipótesis.
Por consecuencia, para que subsista la (23) deberá tenerse
necesariamente
(24) Qn—P»-i = o ,
es decir,
(25) Q ' - Q „ _ i = o.,
y según las (24) y (25),
(26) P„_, = Q„,
. Qn-, = Q ' .
Pn Pn
Pero hemos visto (n.° 175) que la inversa -— Pn-I de — — —
convertida en fracción continua es simétrica al satisfacerse la con-
P P
dición (26); l u e g o — ^ ===—— es desarrollable en una fracción
Q.» Q
continua simétrica, siempre que se verifique la hipótesis estable-
cida.
Se ve, además, que, cuando el numerador de la fracción pro-
puesta divide al cuadrado del denominador, más la unidad, el
número de los cocientes incompletos es par, y si divide al cua-
drado del denominador, menos la unidad, este número de cocien-
tes incompletos es impar.
EJEMPLO. En la fracción , cuyo numerador 450 divide
199
á 199' — I , sé ve, en efecto, que su desarrollo da una fracción
134 TRATADO D E ANÁFISIS MATBMJITICO

continua simétrica con un número impar de cocientes incomple-


tos; puesto que

— — - = I 2, 3, I, 4, I, 3, 2 I .
^99

CAPITULO IV

Teorias de las f«etori»les y de las faealtsdes


S !•—F*et<»rl»lefi. n á x t m a potencia de um •dMero priaio p conte-
nido^ ea mi Condición de la divisibilidad de m! por a! ^! y!

177. FACTORIALES. Hemos indicado (n." 84) que al poderse


descomponer una función /(*) en sus factores primos A, B, C , R
toma la forma
/(a;) = A* B^C^ R^,
y que las funciones múltiples de otras dadas no son más que me-
ros productos (n." 118). Además del producto notable, que se de-
nomina mínimo común múltiplo de varias funciones, existen otros
de condiciones especiales, como son los nombrados factoriales y
áfacullades, de que vamos á ocuparnos en este capítulo, y pro-
ductos infinitos de que trataremos en ocasión 0{)ortuna.
178. ARBOGAST llamó factorial al producto de diversos facto-
res, que difieren cada dos consecutivos en una cantidad constan-
te. Por ejemplo,

(1) a ( a ± r ) (a J : 2r) (a i 3r).....(o±(n—i)r)


es una factorial. Diremos, en su consecuencia, que
Factorial es un producto de factores, que son términos de una
progresión aritmética.
La cantidad a se denomina hase, ±: r incremento y exponente ó
grdáo el número n de los factores ( I ) .
TBORÍAS FUNDAMENTALES 135

179. La factorial (i) de a según exponente n é incremen-


to ± r la representó VANDERMONDE por la notación

(a, ± r)" ,

y WRONSKI por la notación


n|± r

que se leen: factorial a de incremento ± r según exponenente n ó de


grado n. La más sencilla

(2) • I. 2. 3. 4 n
la designó KRAMP por el símbolo n\ , y la llamó facultad «/'""«.
Los ingleses denotan la (2) por | ^ ; luego se tiene

(I, I ) " = I " ' ' = |:L = «!

En la notación n! de KRAMP, la n se nombra ¿ase, pues que


esta factorial puede representársela por

n " == n{n — i) (n — 2) 3. 2. i,
siendo entonces iguales la base y el exponente.
De estas distintas notaciones emplearemos en este Curso la de
WRONSKI para la factorial de la forma (i), y la de KRAMP para la
factorial de la forma (2), dejando desde luego establecido que

(3) o ' ' ' * ' ' = a ( o ± r ) ( a ± 2 r ) ( a ± ^r) {adz{n— i)r),


n! = i . 2 . ¿, 4 n.

• 180. El desarrollo explícito de la factorial

(4) fl'*'''=a(a + r) (a + 2r) (a + 3r) (a + ( » - i ) r )


es, al efectuarse las multiplicaciones indicadas en el segundo
miembro de la (4),
186 TRATADO D» ANÁLISIS MATEMÁTICO

«"»••= a" + I ^t.-i>4-i.2+1.3+. ,."—1 r^2


''+..... + l.2.j (n—i)ar
+ 2.5+2.4-*-.
5 + 5.4+3.5-*-.

-f-n—r (n—2) (n—1)

Ó bien (*)
gn\r = (j" + s, a"-i r -f S, a"-* r= -f- S, a"-^ r' -\-
+ S„_, ar"-' ,

representando S,, S,, S.,, , Sn_i la suma de los productos


ó combinaciones i á i, 2 á 2, 3 á 3, , n — i á n — i de
los n — I coeficientes i, 2, 3, , n — i del incremento r
en el segundo miembro de la (4).
También la factorial a'''''da claramente, separando en su des-
arrollo (4) la o como factor común

a " ! ' = a(rt-f-r) (a-|- 2r) (a-j-3'') (a-|~(n— i)r)

= ,...,(• + ^)(,+.^)(,+3^).....(.+(»-)i-);
de donde
a"'*" = a" X I " l ~ •

181. Pero, si en vez de ser la base factorial una constante a,


es una función f{x), la representaremos por la notación

en cuyo caso se tendrá , , ,

(^(^))"»' = /W(/0';)4-r)(/(:r)-|-2r) (/(^)-}-(„_,) r ) .

EJEMPLO. Sea la función

<*} Er«in«n(M <1< tiu «oriot coordinaton'a y da ¡at (hterminanie». Primera pafte, c«pi-
lulo III, g 3. (Tercer* edición).
TEORÍAS FUNDAMENTALES 137

f(x) = a;'' -f- a: — 20 .


de incremento r = 4 7 exponente n = 3.
Se tendrá
(5) (/•(,T)y»'=(*-^+..-2oy"'
= (.c^ + £C — 20) (x' + aj — 16) {x^ 4- j ; — 12).
Si en la factorial (5) hacemos el incremento igual á cero, re-
sulta manifiestamente
(/•(x))'»" = iXx) (/•(.;) - f o) (/(x) -f o)_
= /•(•'•)/W/•(.'•) = (/•(.'•))%

es decir, que las potencias no son más que factoriales de incre-


mento cero.
182. Evidentemente se tiene por definición
(6) (a±(«—i)r)''l'''»'==(a±(w—i)r) (a±(«—2)r)
(ffl ± 2r) (a ± r) a .
Pero es indudable que los segundos miembros de las (3) y (6)
son ¡guales, pues el orden de los factores no altera el producto;
luego los primeros miembros también lo serán, y por tanto, po-
demos legítimamente concluir que

(7-) a'»'±^ = ( a ± ( r t - i ) r ) " l T ' -

La (7) prueba claramente que el valor del desarrollo de toda


factorial se obtiene siempre por el mismo procedimiento, cual-
quiera que sea el signo del incremento en los factores de expo-
nentes positivos.
183. FÓRMULA FUNDAMENTAL. En la teoría factorial es fun-
damental la fórmula
(8) ^fn+nlír_^m\±r ^ ^^ ^ ^^)«|±r
138 TRATADO DB AHÁLISIS MATBMATICO .

que vamos á demostrar, suponiendo primeramente el exponente


positivo.
En efecto, el desarrollo de a*" "' ^ da por definición

(9) «"*"'''•'*'• = «(o ±r){a-h 2r) {adsz{m— i)r.)


X {adrztnr) (a±i{m-\-\)r) (a±(m-f-n—i)f)j

pero claramente es (n." 179)

a{a±: r)(a.±: 2r) (a±:{m— i)r) ~a^^^ ,

{a±,mr)(^a±{m-{-\)r\ ( a ± ( m + n — i ) r ) =(a±mr)''ͱ''^

luego, sustituyendo estos valores en la (9), viene

Y de la misma manera se obtiene


^m+n\±r ^ ^n+m|±r ^ ^«l±r ^ („ ^_ „^)ml±r

184. Si hacemos
(10) m = h-\-n ,
*
resulta por la (9) ya demostrada

(11) a'»«±'' = a*+"»±" = a'^«±'- X (« ^-t Ar^'^^",

y poniendo en el último miembro de la ( i i ) el valor de h=m—n


sacado de la (10), se obtiene

o"*«±'' = í i ' " - " ' ± ' ' X (a±(»»—n)r)««±'-.

de donde al despejar á ^"»—'*l±»' viene la importante fórmula


TBORÍAS FONDAMBMTALBS 139

nil + r
, N Tn~n\±r ^
(12) a " =

de que vamos á deducir algunas consecuencias.


185, Haciendo »» = m en la (12), resulta

asi como la identidad

para n = o , y
(13) «-"i±^
(a qi nr)"l=f
para m = o.
186, Interpretemos el símbolo a~"'±''. Recordemos, con este
objeto (n."* 179, 182), que

(14) (a qi nr)"l±''== (a =F nr) (azf{n~ i)r) (a ^ r),

y que
(I J) (a q: r)"«=F'- = (a :p r) (a qr 2r) (o q: n r ) .

Por consiguiente, siendo idénticos los segundos miembros


de las (14) y (15), se tendrá

(16) (o T nr)"l±'- = (a :p r)"»'^''

Poniendo en la (13) el valor (o qp r)"»'^'- de (a qp nr)"'^,


que dala (16), viene

El ííwío/o a-"l±'' significa, pues, según la (15),


I I
a—n|±'- = (a q: r)»!'^'' (a q= r) (a q= 2r) (a =F nr)
140 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

Podemos, en consecuencia, dejar establecido, sin objeción


razonable, que
a"!*'' = I ,

a-nli'-:
(a z^ r)"!^'- ' • .

como también sabemos (*) que

o ! = I . 5

187. Las fórmulas (13) y (17) dan

(18) a-"!*-- X (« H= n r ) " ' ± ' - = 1 ,

(19) «-"li-- X (a ^ r)"»^'- = I ,


así como el cambiar en la (17) la n en — n produce la expresión

(20) a"'*^ = ^—::_- .

188. Si en la fórmula fundamental (8) hacemos la hipótesis


m = — n , lo que es admisible, puesto que con ello su primer
miembro se convierte en
a»!*' = I ,
se obtiene
I = «-"li-- X (« ^ nr)"1±'-,.
1

que es idéntica á la (18); luego por la (8) en la hipótesis m== — n ,


se tendrá
fl(-"-H.|±r = a-"!*-- X («q:nr)"l±' = a-"+"'±''
—^(«-«Irf = an|±r X ( i ± ñr)-"l±'- = I ,
es decir, que
ít«l±'' X (a ± nr)-"«±'' = i ;

(*) Elemmiloii di la$ teorUtu coordinaloria y de ta» dtierminanUt. Primera parla, ca-
pítulo l i l i 1- OTercera edición).
T B O R Í A S FUNDAMBNTA1.E8 141

de donde al despejar á a"l±'', resulta

I
(21) a"'±'- =
(a ± nr)~ ri|±r

Las fórmulas (13), (17), (20), (21) trasforman las factoriales


de exponentes negativos en factoriales de exponentes positivos,
y al contrario.
189. Demostremos, en segundo lugar, que la fórmula fun-'
dameníal (8) también se verifica al ser negativos los exponentes
m y n.
. Supongamos, para ello,

(22) m -\- n = h ,
la cual da *"
(23) - (//«-^rt} = ~ h .
Se tendrá

pero hemos visto (n." 185, (13)") que

(a + hrfi^'-
de que se deduce al poner los valores (22), (23) de A y —h

I
(24) a-<'"+^)l±''
(a=F(m-f-n)r)"'+"l±'' '

luego, sustituyendo en el denominador del 2.° miembro de la


(24) su valor (n.' 183)

(aqr(m4->i)r)'»+'''±^ = (a:T:(m-f-n)r)'"»±'' X. (a=Fnr)"«±'-,


viene

^ ^^ • '(a=F(m+n)r)'»»±' (aq:«r)"i±'
142 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMATIOO

Y como, según la (13) del n." 185, es


I
a-"l±'- =
(a qr nr)"*^''

{a + nr) (^a + {m + n)r)'"l±^

poniendo estos valores en la (25), se obtiene

(26) a-('"+""±'' = ft-"'±'- X (a + nr)-"'l*f ,

y de la propia manera

(27) a-("'+'')l±'' = a-"'*^ X (a + mr)-"i±''. .

Se ve, pues, que las fórmulas (26) y (27) son las fórmulas,
que resultan al aplicar la (8) al caso de ser negativos los exponen-
tes m y n. Luego la fórmula fundamental (8) también es
cieña al ser negativos los exponentes m y n.
190. Toda factorial, cuya base menor que el expo-
nente es un múltiplo del incremento, es igual á cero, siem-
pre que la base é incremento tengan signos contrarios.
En efecto, sea la factorial ,

(28) + ar"'"'"" = + ar{±ar+r) {±ar+2r) (ar^{n—i)r),


»
que cumple las condiciones del enunciado.
Se tendrá, separando en el segundo miembro de la (28) el
factor común r,

(29) ±ar"»'f''' = r» X ± a ( + a + i ) ( ± a + 2 ) (+a+(n—1))


= r" (± a"f^);

pero evidentemente al ser a < n, alguno de los factores de los


paréntesis en el 2.° miembro de la (29) ha de anularse, y por
tanto, el producto ± ar"^^''; luego
TBORÍAS FUNDAMENTALES 1*3

+ ar"P'' = 0,
conforme el enunciado.
191. También aplicando á las factoriales + ar"l±'' y
+ a"l±'"' el procedimiento, que indican las (28) y (29), resulta
claramente
+ ar"'^'' = r" (± a"í±>),

192. Si en el cociente implícito

hacemos
(31) , m = n + ;^,
y ponemos esta hipótesis en la (30), se tiene

de donde por \ÍÍ fórmula fundamental (8)

(3 2) —-7 = ÍÍ:^_=I—i = (a + nr)''l±r.

y reemplazando en- los dos miembros extremos de la (32) el va-


lor m de tt -}- ft, y el m — n de ft que se saca de la (31), re-
sulta

Síes
(33) n= m4-ft,
la (30)" dará
144 TRATADO DK ANÁLISIS MATEMÁTICO

y reemplazandp en los miembros extremos de la (34) el valor


n de m -}- ft, y n — m de h, que se saca de la (33), resulta
a">l±'- _ I
«"lir ~ (í7+mr)"-'"»±''

de donde por la fórmula (13) del n.° 185 viene


0»nl±'-

193. Si en la factorial
(35) a"«^ = a(<, + /•) ( a - h 2 r ) ( a + 3/-) (a-\-{n - i)r)
hacemos
o = a^T
se tendrá al poner este valor en la (25)

(36) («PY- )""• =«?T-(apT-+r)(apY...+2r)...(aPY...+(n-i)r),


es decir, la factorial del producto a^Y--
194. La factorial de un producto es menor que el pro-
ducto de las factoriales de los factores.
En efecto, se tiene

a"'' = a(a + r) (a -|- 2r) (« + (« — i)»*) ,


P"lr = p(p + r).(P + 2T) (P + (« - i)r) ,
y l r = Y(r + »•) (Y + 2r) (r + (n - T)r) ,
etc.;

de donde, multiplicando ordenadamente, viene

(37) a"»-- X P""- X Y""" X == a^r («-h^) (P+í") (Y4-'-)


X («+2r) (H-2r) (y+2r).....

X («-Kw-OO (P+(»-i)r) (Y+(M-0'-) ;


TBOKfAS FUNDAMENTALES 145

pero evidentemente es t, * "^i


( a P r - + r ) < (a-f-r) (P+r) H+r)...,
(?8) (apY...4.2r) < (a+ar) (p+2r) (Y+2r) ...,
(«pY-+(ñ-i)'-)<(a+(n-i)r)(p+'(n-i)r)(Y+(n-i)r)!.!>
luego, multiplicando las (38) é introduciendo en los dos miem-
bros de la desigualdad que resulta el factor apy ...., se obtiene
(39) « P T - («Pr-+r")(aPY."+2r)... (apY...+(n- i)r)
<aPY...(«+r)(P+r)(Y-}-r)...
X(«+2r)(P+2r)(Y+2r)...

X ( a + ( n - i ) r ) ( p 4 - ( n - i ) r ) ( Y + ( n - i ) r ) ...,
y reemplazando en la (39) los valores (56) y (37) de sus 2.°*
miembros, viene
(40) (a^Y )"•'• < a"""" X P"'^ X r ' ' X
conforme el enunciado.
195. RESULTADOS OPERATIVOS DÉLAS FACTORIALES. La suma
algébrica de las íacioriales se obtiene claramente por la regla or-
dinaria de la adición algébrica, así como la sustracción.
El producto de varias factoriales es igual al producto de los
desarrollos de estas factoriales, como lo indica la (37); pero no
es, según acabamos de demostrar, y lo manifiesta la (40), la fac-
torial de un producto igual al producto de las factoriales de los
factores.
El 'cociente de las factoriales a™''' y a">'' de igual base é in-
cremento es (n." 192)

según sea m = n.
<
Í (a + nr}"' -"•'•,

{a -f- mr)"-'"f
lU
146 TRATADO DB ANÍLISIS MATBJIATICO

La potencia de una factorial es igual á ia potencia de su des-


arrollo, pues evidentemente es

(a"!')"» = (aia -f r) (a + 2r) (« -f- (n — i)r))'" .

Lo mismo sucede que la raíz de una factorial es la raíz de su


desarrollo.
196. El logaritmo de una factorial a"!' es

logfc a"l'- = log6 a -f- log* {a-{-r)-\- log6 (a + 2r) -\-


+ log(,(o + ( n — i ) r ) .

197. Se tiene por definición


(41) ¿""'I'" = a{a-\-r) ( a + 2 r ) (a+(w—i)r)
X {a-{-mr) (a-)-(ní-|-i)r) (a-j-(2m—i)r)
X (a-f-2»ir) (a-|-(2W-}-i)»*) («+(3»»—OO

X ( a + ( n — i ) m r ) (a+((n—i)m-{-i)r)
^«+((n—i)m-f-m—/)r) j
ñero

a{a-\-r) (a-{-2r) (a+(wi—i)»*) == «'"''"»


(«-(-'"'•) («-H"*-fi)'') (o4-(2>n—i)r) => (a+twr)'"''",
(a-f-2mr) (a-|-(2m-)-i)r) (a-[-(3"*—OO = (<H-2mr)'"l'" ,

(a-}_(n—i)mr)(a+((n—i)»n-|-i)r) . ,.. = (a-f-(n—i)mr)"'i'';

luego, sustituyendo estos valores en el 2.° miembro de la (41)»


viene
amnfr _ „m|r ^ (a -j-»!»•)"'•'• X (« + 2mr)»l'- X
X (a + (n —Omr)""!'. ~
Lo mismo resulta al considerar en columna^ los factores del
2.* miembro de la (41) que__—-
TEORÍAS FUNDAMMNTALBS 147

a'""'-- == a"!""- X (« + r)"!"'' X (a + ar)"'"" X


X (rt + {m — I)?')"'""";
pero no se tiene
(l»"'lr = ^(jii|mr-)m|r^
ni tampoco

puesto que la factorial'de un. producto no es el producto de las


factoriales de los factores.
198. BINOMIO DE VANDERMONDE Ó DE LAS FACTORIALES. La
fórmula del binomio de VANDERMONDE es

(I') (./•-}-a)'»l'-=.í'''l'--| a;'"-'i'"a»'''H ^ 'x"'-^i'-a-t'+-..


I! 2!
, m(m—I) (m — n + i ) '
ni
ptnlr
' jl|l ' j»|r '

m"l-'
H _ _ , 7 , . m - n | r ^».|r I I ^mlr
' jn|l ' ' '

es decir, que
El desarrollo de toda factorial binomia de grado m es
un polinomio formado por factoriales de exponentes con-
secutivamente decrecientes de m á o del /."" término bino-
mial y crecientes de o á m con relación al 2." término,
cuyos coeficientes son los números combinatorios de m
objetos o á O, I á I , 2 íf 2, , m á ni.
La fórmula simbólica es (*)

(*) Blmunlot it la» Itoriai rooriinaloria ¡/ dt t(u yteíertninanttt. Primera parle, ca-
pitulo li, § 1, cap. III, S s. (Tareera edición.)
148 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

ó bien
\r^n=m mi
^ ^ ' Z - r . ^ nl{m — n)\ '

cuyas fórmulas (i'), (2') se reducen á las respectivas del binomio


de NEWTON al ser el incremento r = o, como fácilmente se com-
prende.
Vamos á demostrar por el método de inducción de BEKNOU-
LLi que, si la fórmula (i') es cierta al ser d exponente binomial
m, también lo será, cuando el exponente sea m -j- i, y de aquí
concluir que es general para cualquier valor entero del exponente.
En efecto, se tiene por la fórmula fundamental (8) del
n.° 183 en la hipótesis de n = i

(3') {.V + a)'»+'l^ = {x 4- a)»»!^ X (.'• + « + mr);


pero de la igualdad idéntica

(j; + i'H^ — n)r) -f- (a + nr) = ' r -|- « -{-mr ,


se deduce al sustituir este valor en la (3') que

(4') (a;+a)'"+»'- = (x+a)'"!^ X ((a;-}-(w—n)r) + {a-]-nr)) ;.

luego, reemplazando en el segundo miembro de la (4') el valor


admitido (2') de {x - j - a)'"''', se obtiene
*
(./• 4 - a)'"+'i'" = > ¡— (.r™-"!'- o"'')

X ((« -}-(»» — ")'•) + (« -f- "?•)),


ó bien
(5) {X + a)™+'l'-

4- (j'"-"!'- a"!--) (a -}- nr)) ;


TEORÍAS FUNDAMBINTAMCS 149

y como por definición (n." 178) es


,.m-!-i_.,|r _ j.m-n¡r s^ ( , _ j _ (-,„ _ „),.) ^

resulta al poner estos valores en el último miembro de la (5')


que
(6') {x -\- a)'"+'«^

(.^m-fl-nlr w ^nfr I j;m-H|r v a''+"'') .

Por consecuencia, dando en la (6') sucesivamente á n los va-


lores de o á m, y teniendo presente que la suma de los coeficien-
tes de los términos semejantes han de dar

m»'-' m"+"-' (m - j - t)"+Ji-i

puesto que ¿abemos (*) que

rn-fl

se tiene para el desarrollo de la {6')

(,,,.|_ft)"'+'l''=,r"'+'l''+ ^-—^ a;'"l'"a"'"4--—-|-"*.í;"'-"''aM'--|-...

( m 4 - i ) m ( m - i ) . . . ( m 4 - i - ( n - i ) ) ,,„,+,_„,.„„,. , . , , „ „ . x . , .
^ (n+i)!
en que se realiza la ley de VANDERMONDE.
Y como evidentemente se tiene que

(•) Elenunu» dt la» téorU» coorHinalorta y de ¡ax delerminanlex. Primera parle, ca-
pitulo 1(1, % i. (Tercera edicfúD.j
150 ^ TRATADO DB ANALISIS MATEMÁTICO

(íc-|-a)"'' = (*•+«) (./•+«+»•) = •4''-{-'') + ^«•a -{-a(a-\-r)

= •'•*»' H i r - *'''• a*" + a*" >

se deduce que la (i') es cierta al ser el exponente i y 2; luego,


si lo es al ser el exponente 2, lo será cuando el exponente sea 5;
si lo es al ser el exponente 3, lo será cuando el exponente sea 4,
y asi sucesivamente hasta llegar al caso general,, en que el expo-
nente sea un número cualquiera entero y positivo.'
199. Se ve, pues, que la fórmula de VANDERMONDE reduce
el caso de las factoriales binomias al caso de las factoriales mono-
mias, y que para calcularlas basta saber calcular las de la forma

También se comprende con facilidad que por un procedimien-


to análogo al empleado en la elevación á potencias de los polino-
mios, puede hacerse depender el desarrollo de las factoriales de
bases polinomias del desarrollo de las binomias.
Por consiguiente, vamos á ocuparnos del desarrollo explícito
de la factorial monomia a"''' bajo la forma (n.° 180)
(7') a-I' = fi"> -f S,a"'-»r - j - SjO"—*r'-j- Saa"*-» r' -f .....
+ S™_, ar-"-»,

investigando, para ello, las fórmulas que dan el vaFor de cada uno
de los coeficientes S,, Sj, S,, etc. Consideraremos los casos, en
que el exponente m sea un número entero positivo ó negativo, ó
que sea fraccionario.
200,' Haciendo n === i en la fórmula fundamental (8)
del n.» 183, viene

flin+iir^ (,"•"• ( a 4 - m r ) = a X ( a + »•)"'''•;


de donde
(8') a{a -f r)"'!'- = a'»»'- (a + mr);
TnORfAS FUNOAHBNTALBS 151

luego al sustituir en el segundo miembro de la (8') el valor (7')


dea™!'", se tendrá
(9.') aX(o+r)'"l'-=(a'"4-S, a"'-*r-l-S,a"'-«r'+S3 o'»-3r'+
H- S„ a"-" r" -)- -}-S;„_í o' r"-« + S„_, ar'"-') X {a+mr)
= a"'+' + S, ,m—1 r ' + S3 iin—1 r'-f.
4-mS,
+ S„ ja'"-"+>r''+ 4- S „ _ , [ a ' r ' » - » + Sm_,' a'r^-*-f- S«-i mar";
4-wS„_,| 4-wS,^| -Í-mS„_,
pero, poniendo en la (7') a-\-r en lugar de a, y multiplicando
por a la que resulta, se obtiene
(10') aX(a+r)'»»'-=a(a+r)'"-4-S,ar(o-fr)'»-»4-S,ar'(a-i-r)'"-*-
+ S3 ar^{a + r)™-» + + S„ a»-" (o + r)"'-" - j -
4-Sm_3 ar-»-» (a-^ry +S„._2 ar"-?(a-f r)'+Sm-i ar'»-» (a-|-r),
y desarrollando en el 2.° miembro de la (10') por la fórmula del
binomio de NEWTON (•) las distintas potencias de (a -f- r), efec-
tuando las multiplicaciones por a indicadas, y ordenando por po-
tencias decrecientes de a y crecientes de r, viene

(11') aX(a+'*)'"'''=o'"+' + m m{m — I)


a™ r-|-

+ (m-i)S,
+ S,
tw(w—I) (>n—2) (m—3) a^-sr*-}-..,
+ m{m— I) (m—2)

, (m—i)(m—2) g (m—I) (m—2) (m—3)


S,
2! 3!
.+ (m-2) (m—2) (m—3)
+ S,

+ (»»-3) S,

(') BUmenloi dt l<u («oriat cooriHnaforta y dé Uu dettrminantn. Primera parte, «-ap. III,
g a, D.* IH. rfarcera edición.)
152 TRATADO VB ANÁLISIS IIATBMÁTIOO

Y como \is (9') y (i I') son idénticas entre sí, se deduce


(n." 67), á partir de los terceros términos inclusives de los últi-
mos miembros de las (9') y (11')» que

mS,+S = ^"^l +(„»_,) s.-fS,;


m{m—i)(m—2) {m—i) (rn—2)
,„S,+S = .^^^^^^-^^^^^- + i4íí=if)^:=^^S,+(m-2)S,+S,;
tM(m-i)(m—2)(m—3) (m—i) (m—2) ( m - 3 )
mba-f-b,= ^ —j 1 ""^Tl ~' '

+ - < — ^ — " : S , + («-;) S.+S.;


etc;
de donde, despejando á S, , 83, S „ etc., se saca

c _ m{m—i) _
2!
• 1 /rM(m—i)(m—2) (m—i)(m—2) \
(.2) S, = —^ -~-^-, + ^ S,j, ^
I /w(ín—i)(m—2)(m—5) (»»—i)(w—2)(/w—3) ^,

-t- ~ 2I " ^v •'


etc.;
y en general,
t ( m{m~\) {m—n) ' (fn-i)(m—2) {m-~n)
?n = 1 —: i t ;——rr S,
n V «I
i_ ("'-2)(m—3)... (w—n) (tt—I)'
( , „ _ « + 1 )(>» - n ) \
+ (¡íZ^i S,+....+ -^-- S„_, j .
cuyas fórmulas por ley recurrente dan evidentemente cada uno de
TEORÍAS FÜNDAMBNTALBS 168

los coeficientes S en función de los anteriormente obtenidos.


Así en la factorial a'*'', por ejemplo, la (7') da
(13') a í l ' - ^ o í + S , a^r + S, ar« ;

de donde por las (12')

S. =
3(3-0 _ __ .
2I >>

2 X 3 ! 2! /

y por tanto, se tiene para la (13')

rt'l'' = a' -J- 3aV T{- zar* .

Si a = I, r =* I, la factorial se reduce claramente á la suma


de los coeficiente? S aumentada en i, es decir, que (n.° 179)

i'''|t = ' , - f s. + S, + S3 + •••• + S,„_i = m!

La (13') da, en este caso, ^


i3H= , 4-3-f-2 = 6==3 !

201. Supongamos que en la (7') sea negativo el exponen-


te w.
Haciendo m =*= — »i, n = i en la fórmula fundamental (8)
del n," J83, viene

a-m|r ^ o-m|r ( « _ ^ , . ) = fl, X ( « + r) "'•••;

de donde

(14') a X (« + '"T"'"*' =«= «"""' X (« — »>r);


luego al sustituir en el 2° miembro de la (14') el valor
154 TRATADO DK ANÁLISIS MATBMÍTICO

(15') a-'"l'"=a-'«4-S, a - " - ' r+S» o-"-« r ' + S , o-"-» r » +


que da la hipótesis m =¿ — m, se tendrá
(16') aX(a + »•)-""• = (a-"' + S.o-""-» r + S, o-"-» r»
+ S3a-»-»r'+ )
X (a—mr)=o-'»+i -f-S, a~'"r-\- S, rt-"^' r»
—m —rnSí
-m—t «V —m—1 r*
+ S3 « •

—mS, —mS,

pero, poniendo en la (15') a -f-»" en lugar de a, y multiplicando


por a la que resulta, se obtiene
(17) oX(a-{-r)-"I'' = a ( a 4 - r ) - " ' + S, o K a + r ) - " - »
+ S, ar^ (a-fr)-"-* + S, ar'(a-}-/)-"-» + ,

y desarrollando en el 2.* miembro de la (17') por la /¿rmíí/a


del binomio de NEWTON, cuya generalidad demostraremos en el
Análisis infinitesimal {n,^ 1072 al 1077), las distintas potencias
de (a -4- ^)i efectuando las multiplicaciones por a indicadas, y
ordenando por potencias crecientes de r, viene
m{m-\-i) -m—I «t
(18') aX(a+í-)'""''" = «~'"^* — w
2!

+: s,
»i(m+i) (m-f-2) —m—I ..3
• —m—3
r*4-
a w(m-|-i)(m-f2)(>n+3)
I (>»+0(w+2)g
2!
(»i-{-i).(>n+2)(m+3)
(m4-2)Sí, (m+2) (m+3)
+ S. + 2!
S.
(m+3)S.
+ S4
TEORÍAS FUMDAHBNTALBS 1B5

Y como las (16') y (18') son idénticas entre sí, se deduce


(n." 67), á partir de los términos terceros inclusives de sus últi-
mos miembros que
„ TO(m+l) 1 ^ c 1 C .
S, — m S , = -' (m-f i ) S , 4-S, ;
2!
S3-mS,= _ "'(^±i)J»M:i) + (^!^)p±l^ s.-(m+2)S,-f S,
3! 2!
c ^c w(m-i-i)(m;f2)(m+3) (m+i) (m+2)(m+3)^


etc.;
de donde, despejando á S,, S,, S3, etc., saca

2I '
I / m(>n+i)(m42) (m+i)(>«-H2) \
.9') ^^^'~ 31 + 2! ^ ' j ;
I / « ( m + i ) (m4-2) (m+3) ()w-H)(m+2)(m4-3)
«3 =_ 1 _ , 3,
3 V 4' 3I
(m+2)(m-j-3) \
etc.;
y en general,
I / m(m+i) (m-f-n) (/<i+i) (w4-2) (m-|-n)^

(m + n ^ i)(m + n) g \
± d: ; — an_i I .
2I /
Se ve, pues, que el desafrollo de la factorial a"*'*" bajo la for-
15fi TRATADO DB ANÁLISIS MATBMATICO

ma (7) también es aplicable al caso en que es negativo el expo-


nente m, puesto que aún siendo m negativo, pueden hallarse los
valores de S , , S,,, S3 , etc., que sustituidos en

+ S3 a-*"-» r' 4-
den el desarrolla de a""*''', pero en número indefinido de térmi-
nos, cuya suma puede no tender á un límite .determinado. Así,
aplicando las (19') á la factorial 9~''*, se halla

729 6561 59043


mientras que, como hemos visto en el n." 1S6, es
1 I I
-3|? _ _
(9—2)"* 7»»-* 105
valor exacto de la factorial 9—'I* de exponente negativo — 3 .
202. Cuando el exponente es fraccionario, bastará para ha-
llar el desarrollo de la factorial a"*'' ponerla bajo la forma

,„.„„„(,+s,^+s,-5-+S.,^+S.-Í;+ ).
que se obtiene al separar á a*" como factor común en el 2°
miembro de la (7') del n.* 199. Los valores d e | p s coeficientes
r
S, , S , , S3 , etc. de las potencias enteras y conocidas de •— se
a
determinarán fácilmente por las fórmulas (12') del n." 200. Así
hallaremos param = • 2
I
T'' Tí
\
'
8
^
a
+ 128- a'

^
X+ 1
1034 • ^ " ^ /'
1034
TBORIAS FDNDAMBNTALBB 167

cuyo desarrollo se compone de un número indefinido de térmi-


nos.
203. No podemos insistir en este momento en el desarrollo
de las factoriales de exponenies negativos y fraccionarios, porque
es esta cuestión, que se relaciona íntimamente con la teoría de
las series, que no tiene cabida natural en este lugar. Sólo hemos
querido indicar que el desarrollo de toda factorial puesta bajo la
forma
a"'i'- = a"' -f- S, a"'-' r + S, a'"-* r' + S3 a"*-^ r' +

es general para cualquiera que sea el exponente m, y que, en su


consecuencia, siempre es posible aplicar la fórmula del binomio de
VANDERMONDE para determinar el valor de cualquiera factorial de
base • binomia y polinomia, que en definitiva depende, como
hemos visto, de factoriales de bases monomias, fácilmente des-
arroUables, cual hemos probado suficientemente. Y no obsta en
todo lo expuesto que las expresadas bases sean de forma fraccio-
naria; porque este caso se reduce al de base entera de una mane-
ra harto sencilla.

( a X"*!''
-—j .resulta claramente

(TF"
=T(T+-)(fH(i+-):-(T+<"-')^)
_ aja -f- br) (a -f- 2br) {a -f ^br) {a-{- {m —• i)6r)

de donde
/ a yi' I

—) de base (r^^cio-
158 THATADO DB ANÁLISIS MATBHATIOO

o
naria -— depende del desarrollo de la factorial a'"!'"' de base en-
b
tera a.
204. Ya que conocemos la teoría factorial en su parte fun-
damental, examinemos brevemente las cuestiones, que en ella
pueden presentarse.
Es evidente que en toda factorial existen, como elementos
esenciales, la base, el incremento y el exponenie ó grado. Vea-
mos, pues, cómo pueden determinarse unos de estos elementos
en función de los otros.
Puede suceder que se desconozca la base, el incremento ó el
exponente, ó conjaiitamente dos de estos elementos, y aún los
tres.
205. Si la base es la desconocida, su investigación se.nom-
bra extracción de la base de la factorial propuesta. Así, si se tiene
(20') x"^"" ,

hallar el valor de x es extraer la base de la factorial (20'). Esta


operación se representa con la notación
mlr

que por deñnición da lugar á la identidad siguiente:


mlr

lo que significa que hay que hallar el valor de x que dé


x{x -j-r) (x -j- 2r) (x -{- $r) (x -{-(m — i)r) *= a'"'''

al ser x"**^ una cantidad conocida.


El problema actual, tiene, por tanto, por objeto determinar
el valor de x al conocerse el de la factorial o^*'', donde este va-
lor de a;™!', el de m y el de r son los datos.
Supongamos que dicho valor de a^l'" sea conocido, y lla-
mémoslo a. Se tendrá (n.* 180)
TBOKÍAS FUNDAMBNTALBS 159

(21') a;'"l''==x'" -j-S,ra!"—'4-Sjr2x"'-*-j-Sjr3j?"'-»-j- ==a,

en cuya ecuación son cantidades conocidas directamente m, r, a,


y por las fórmulas (12') del n,' 200 los coeficientes S, , S,, S, ,
etc. La cuestión se reduce, pues, á resolver la ecuación (21') de m
grado
Sea
(22') x^^ = 10.

La fórmula (21') da

£c^|3 = x^ ~\-S, . yx = io ;

pero (n.* 200, 1 2 ' ) -

2! «
luego
37* - j - 3 a; — 10 = 0;
de donde
_ — 3 ±: V3» + 4.10 —3^7.
2 2

dará la base a; = 2 Ó a ; = —•5dela factorial (22'), como es fácil


comprobarlo; puesto que

2»!' = 2(2 + 3) = 10;


-jtp j( _ 5 -f- 3) = 10.

Sea la factoría!
x-m 5
de expedente negativo — 2
Se tendrá (n.» 186)

x-ni ==
(a;_3)t|-3 (a;_3)(a;_6) '
160 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

luego
I
= 5;
(•'' - 3) (•'• - 6)
de donde
S{jr — 3) {r — 6) = I ,
ó bien
5^.^ _ 45 X -f 89 — o ,

y por consiguientfc,
45 ± V24r
X
10
Si la factorial es
/'l-« • = _ 3 ,
se tendrá
^^1-1 _ 3.3 4_ s . . -- 23* + S,• 4a = — 3 ;

pero (n.** ^00, 12')

-
' 2! ^ '

c I / 3(3 — I ) (3 — 2) , (3-0(3-2) ^;
, ) = .
' 2 \ 3! ' 2l ^

luego
.T'I-* = x^ — 6.T» -f- 8,T r= _ 3 ;
de donde
3?' — 63;* 4" 8* + 3 === O »
y asi se irán obteniendo ecuaciones de grados, que aumentan con
el exponente de la factorial de base incógniu, de cuya solución,
que da el valor de esta base, no debemos ocupamps aquí.
206. Por un procedimiento análogo al empleado para de-
terminar la base, se halla el incremento incógnito. Por ejemplo,
TaORtAS FUNDAMBNTALBS 161

si se tiene la factorial de valor conocido, pero incremento igno-


rado,
(23')
k^i; i'l" =
z"!" = 24,
24. y-/ ' r T s ^
resulta ^ '^?\ ' ^ « « ^
2m == 2« 4H-- SS,. 2*x +
. . 2«cp +• S,. 205* = 2244 i, ^^v
' % -^A^^^'
X X |
• • • , ' 'f

y poniendo los valores (n.* 200, 12') \ ^ fc-

2I

viene
231a: 5= 2' 4- 3.2'a; + 2.20!* •=• 24 ,
ó bien
X* -\- }x — 4 = 0 ;
de donde
^ _ -3±V-9+ i 6 _ - 3 ± 5
a °^ 2

dará el incremento x = \ 6 x = — 4 de la factorial (23'); lo


cual es evidente, porque ,
2»" -«3(2 + I) (2 + 2) ^ 2 4 ,
2»!-* = 2(a ~ 4) (2 — 8) = 24 .

207. Si el exponente es desconocido, se tiene

a-^f «= íi"" -f- Sia«^»r -f- S , a ' ^ V -f ....«= o ;

de donde (o." 202)

( 1 + S i -r- 4 - S , - r*~ 4 - S » —r*7 + \

—«,
. t* • o a /
u
162 TB&TADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

y por consiguiente,

(24') a^ =
^ + ^'T+^'^ + ^'Í^ +
Y como, según veremos en el Análisis infinitesimal, si el
denominador del 2° miembro de la (24') es una serie conver-
gente, puede buscarse un valor p, que lesea tan aproximado
como se quiera, después de haber determinado á S„ Sj, Sj, etc.
por las fórmulas (12') del n.» 200, se deduce que la (24') dará
aproximadament;

(25') ''' = J'


Tomando los logaritmos vulgares de los dos miembros de la
(25'), se obtiene
X log fl i == log & — log p ,
es decir,
log a — logp
íC -1—
log a
y por tanto,
log; a — log p
|r
log a
a == á .

lOBflt— los S
El valor — ^ de x será la solución de la factorial
log a
a"^, ó el valor del exponente factorial x con la aproximación
que se quiera, en el supuesto de ser el denominador de la (24')
una serie convergente.
Pero á veces puede hallarse el valor exacto del exponente a;
por un n\étodo práctico, que se infiere del carácter de toda fac-
torial.
En efecto, se tiene por definición
TBORÍAS FDMOAHBNTALEB 163

o'^lr = a{a 4- r) (a 4- 2r) (a + (^ — i)r) = a ;

luego, si al dividir á a por a; el cociente obtenido por a - j - r; el


nuevo cociente obtenido^por a -f- 2r, y prosiguiendo asi sucesi-
vamente se llega á un cociente exacto igual á i^ el número de
divisiones efectuadas será precisamente el valor del exponente x.
EJEMPLO. Sea la factorial

(26') 5-^1' = 210 .


Se tendrá

5"" = 5(5 H-O(s + 2) = s.6.7 ;


pero, efectuando la división de 210, y de los^ cocientes sucesi-
vos respectivamente por 5, 6, 7 en la forma propuesta, re-
sulta
210 5
42 6
7 7
I

4uego £c = 3 es la solución de la {26'), como es íácil compro-


barlo; porque
•5»!' =r j(5 + í) (5 - f 2) = j . 6 . 7 = 210 . •

208, Si dos ó los tres elementos de la factorial son desco-


nocidos, la resolución de la ecuación factorial correspondiente
•dependerá de la de una ecuación cop dos ó tres variables, que se
resolverá, al ser posible, por el método <^ue explicjirémos en la
ieoria de las ecuaciones indeterminadas.
2 0 9 . MAXIMA POTENCIA DE UN NÚMERO PRIMO p CONTENIDA EN
« i ! CoNDjciÓN DE LA DIVISIBILIDAD DE m ! POR ft! 81 fl De-
m o s t r e m o s que
I," El exponente de la máxima potencia de un número
primo p contenida en la factorial m! es igual á la suma
4e los cocientes enteros, que'se obtienen al dividir por p la
164 TRATADO D B AKALUIB MATBMÁTIOO

base m, y los cocientes sucesivos, hasta llegar á uno me-


nor que p.
En,efecto, si m, es el cociente entero de dividir á m porp, se-
tendrá
. (I') »J,P < m ;
pero
(2*) I .2. 3 im=9m\

contiene evidentemente los números enteros desde i hast»


m > niíp: luego todos los múltiplos de p
P, 2p, ?p, , nj,p
comprendidos entre i y mjp < tn (i') estarán forzosamente ei>
la serie de los números (2*), y por consecuencia, no habrá nin-
guno de los números p, 2p, 3p, , tntp, que no esté en mi
El producto
p . ap . 3p m,p = iM,! p™»
estará, pues, contenido en mi
Si mt es el cociente entero de dividir á m, por p, se tendrá
(3') »".?<;»«.;
pero / , . •
(4*) 1.2.3 m, ea= m,l
contiene evidentemente todos los números enteros desde i hasta
Wi > mju luego wdos los múltiplos de p
v^s P, ap> 3P» »»»4»
comprendidMjEtítre i y m,p < wi, (3') ^starán forzosamente en
la serie de lofc números (4'), y por consecuencia, no habrá nin-
guno de los números p, 2p, 3p,....., ín#, que no esté en m^l
El produjo
j3.2p.3p m,p —m,lp*«.
estará, pues, contenido en m,l
TlORtAS FUNDAHBHTALE8 165

Prosiguiendo de la misma manera la división por p de los co-


cientes enteros sucesivos, que vayan obteniéndose m,, m,, etc.,
se irá viendo que Wis! p"^, m,! p"*», etc. estarán respectivatiiente
contenidos en m,!, m,!, etc.
Pero los cocientes implícitos

(5 ) , , , , etc.
P P P P
van constantemente decreciendo, y como lo son en número finito,
stempr« se llegará á uno

P
que dé •
m„ < p ,
y por tanto, un cociente entero igual á cero.
Supongamos que se llegue á epte caso, en que el cociente
«ntero v
JÜL
P . '
sea cero. Resultará, entonces, razonando en orden inverso, que
«starán contenidos
p . 2p . 3P m,p = Wj! p"»
en factorial iWjl;
p . 2p . 3P m^p ==s m,! p"^

«n factorial m j , y
p . 2p ."3p miP — m,! p'»«

«n .factorial m! Luego mi contiene claramente los factores


pm,^ pm,^ pm»^ y por consccucncia, al producto (n.* 79, 3.* y 8,')
166 TBATADO DB ANÁLISIS MATKMÁTICO

que será la máxima potencia del número primo p contenida e»


m!, cuyo exponente tn^ -j- m, -|- m, es la suma de los cocientes
enteros «ij, m,, ntg, que se obtienen al dividir por el número
primo p la base factorial m, y los cocientes sucesivos basta llegar
á uno nti < ' p , conforme el enunciado.
Los cocientes enteros de las divisiones (5') se representan por
la notación

(f)'(T)'(t)'(t)'-
EJEMPLO. Hallar la máxima potencia del número primo 5
contenida en 40!
Se tiene

. _ ( ^ ) _ . , < 3 ;
3
luego
, i j-H+i

es la máxima potencia de 3 contenida en 40!, cuyo exponente es

1 3 + 4 + I•
2." La factorial m! es divisible por

«! P! Yl . . . . . . ,
siempre que se tenga
(6') a + jj + y - l - <m.

En efecto, supongamos como divisor del producto

al p! Y1
T B O R I A S rUNDAMBNTALBB 167

un número primo p, y dividamos la (6") por p, lo que da

(/) ™ > i + i_ + Í4.....


P P P P
Si llamamos respectivamente

(O m,, a„ Pi, Yi,


los cocientes enteros

<'•' (f)'(7)'(})'(7)'
y sustituímos en (7') estos cocientes enteros (8*) obtenidos por
las divisiones (9"), se tendrá

(10") m, > a , 4 - p , + Y . + ;•
de donde, dividiendo la (10") por p, viene

(ii) - — ^ — r
p p p P
Si llamamos respectivamente
(12') w „ a „ p5, Y„ .....
los cocientes enteros

<•'•' (^)'(7)'(^)'(7)
y sustituímos en (11") estos cocientes enteros (12') obtenidos por
las divisiones (13'), se tendrá

(H*)" ^ »w«^«. + P. + Y, + ;
de donde, dividiendo la (14') por p, viene
168 TRATADO DB AKÍU«IS MATSMÁTICO

(151
üb_>A4.li4_Ii^
p P P p
Si llamamos respectivamente

(I6') W3, a„P3,r3, ,


los cocientes ehteros

i
'-•) (^)'(7).e).(f).
p / \p/ \p/ \p
y sastitoimos en (15') estos cocientes enteros (16') obtenidos por
las divisiones (17'), se tendrá

(18-) m3 > o a - f Ps-f r . +


Prosigaiendo.de la misma manera hasta llegar a cocientes en-
teros menores que p , y sumando ordenadamente las expresiones
(10'), (14'), (18'), ere, se obtendrá

(19-) m . + m . + m , + >(a,+a,-h«a+ )+(Pi+P,+P3+--.-)


+(Yi+r.+T,+ )+
Pero las sumas
Wi 4- m, + m, + V...,
o, -f o, -I- «3 + ,
P. -<- P. + §3 + ,
TI + Y« + Ya + • — ,
etc. , t
expresan respectivamente, según lo demostrado eii el principio
1,°, los exponentes de las máximas potencias de p contenidas en
mi y en o! pi yí ; luego no habrá en la hipótesis (-6*), que
conduce al resultado (19'), ningún factor primo p en «I pi Y! ,
qué no esté contenido con mayor ó igual exponente en mi, y en
su consecuencia, como es sabido, el número a! p! y! .•'.•• ha de
dividir á m! al satis&cerse la condición (6').
T B O R I A S FUKDAHBNTAL.BB 169

Se ve, pues, que la relación (6") es la condición de la divisi-


bilidad de w! por al p! y!
21 o. De este importante principio se deducen las conse-
cuencias siguientes:
I.* Toda factorial
(20') (m-f r)"!! = (m-f I) {m-\-2) (m+3) {m4-n)
es divisible por factorial n!
En efecto, multiplicando la (20') por m!, resulta
(21') «¡(m+i)"»' =m!(m-fi)(m-f-2)(ín4-3),..(m4-n)=(m4-n)!,

y al dividir la (21') por w! n! viene

(m-f-í)»*! _ (OT-fi) (wt+2) (OT-I-3) ..• (m-i-n) (w+w)! _


n! ni mi n! '
(tn 4- n)\
pero —-— llena la condición (6") para ser un número en-
"^ w! ni "^
tero; luego también lo será su igual

' (m -f i)"ii (»n4-i)()n-4-2) (ín4-3) («»+•«).


,n! n!
lo cual demuestra que ni divide á la factorial (20").
2 . ' Toda factorial

(22') m"í-' = m{m — i) (w ^— 2) (m — n -f- O


M divisible por n!
En efecto, multiplitando la (22') por (m — n)!, resulta

(23') (m•—n)!jn"l-'=»i(m— i)(m—2)...(m—n-f-i)(»w—n)!s=m!,

y al dividir la (23*) por n! (m — n)!, viene


m"i~' m(m—i)(in—2)..... (tw—tt-f-i) m!
~~ñ\ ~ ni ~n\ {m-n)l'
170 TRATADO DB ANÁLISIS MATUMÁTICO

pero

(24")
«! {m — n ) !
llena la condición n-\-m —n = mds la (6*) para ser un nú-
mero entero; luego también lo será su igual
m"'~' m(in — i) (m — 3) (m — n-}- i)
n! ni

lo cual demuestra que ni divide á la factorial (22').


3.* Toda factorial m! contiene todos los factores primos de las
factoriales de bases complementarias según m de la forma de KRAMP;
puesto que por ser la expresión (24") un número entero, ha de
contener m! necesaria y claramente todos los {actores primos de
n! (m — n)\

g ». PsenltAAea

21 {. Llámase facultad el producto de los valores sucesivos,


que toma una función, cuya variable recibe consecutivamente
valores en progresión aritmética, ó que difieren en una cantidad
constante ±r. El producto de los m factores

(I) f{x).f{x + r).f{x-\-2r).f{v-\-y) f(x-^{m-i)r)


es, pues, una facultad.
212. En las facultades se denominan, como en las factoria-
les, base la'función /"(a;), incrementóla, diferencia'constiatc ±r, y
exponente el número m de factores. Para simMiiarlas suelen em-
plearse las notaciones

/a;"'l±'',/'(a?j+r)™,

de las'Cuales asaremos, como más clara, la segunda, propuesta


por el ilustrado profesor ,SR. GERMÁN Y MORENO. Asi se tendrá
por definición
TBORÍAS FDNDAHEÍNTALBS 171

(2) f{^\± r)"- == f{j'). I{x ± r). f{x ± 2r)....f{x + {m - i)r),


que se lee: facultad f{x) de incremento ± r según exponeute m.
213. Hay, por consiguiente, distinción esencial entre la fa-
cultad y la factorial, puesto que en la factorial los factores for-
man progresión aritmética, mientras que en la facultad no la
forman los factores sino los valores sucesivos, que toma la varia-
ble independiente de la función dase. La (i) es una facultad, pero
para que f{x) fuese base de una factorial de incremento ±r según
exponente m, habría de tenerse (n." 181)
(/•(^)mi±r =f{x).mx)± r) . if{x)±2r) {f{x)±{m - i)r) .
214. Las facultades se dividen en algorítmicas ó aritméticas
y exponenciales, según que el incremento y exponente sean cons-
tantes ó funciones de una variable. La (2) es una facultad algorít-
mica, y es exponencial la siguiente:

l{x[(f{x))
También las facultades pueden ser algébricas y trascendentes,
según sea la base una función algébrica ó trascendente.
~ Sólo vamos á dar en este § 2 unas breves nociones de las
algorítmicas, que sirvan para hacerlas conocer en su parte más
fundamental.
215. Pero, no obstante que las facultades difieran (n.* 215)
esencialmente de las factoriales, gozan unas y otras de propieda-
des análogas, que son las que aquí vamos á estudiar á la ligera.
Es evidente que
I." El valor del desarrollo de toda facultad se obtiene siem-
pre por el mismo procedimiento, cualquiera que sea el signo del
incremento, cuando el exponente es positivo; porque por defini-
ción se tiene
ifix±(m — i)r13^r)*"'-/'(a?±{m—i)r). f(x±(rít — 2)r)...
f{oo±2r).f{x±r).f{x),'
cuyo 2.* miembro es igual al 2.° miembro de la (2); luego
172 TRATADO DB AMÍLIBIB UATBMÍTICO

f{x \± r-)"" ==fix±{m — \)r\T r)-.


2." FÓRMULA FUNDAMENTAL. En la teorla de las facultades
es fundamental la fórmula

(3) f{^ I 0"*+" == f{x I r ) - X f{x + «*»• I O"


= f{x\rY X/"(a; + nr I r)-».

Demostrémosla, pues.
Se tiene por definición
(4) f{^ Ir)-"-^ =/"(a;). /-(a: + r ) . /"(o; -f 2r) {fx + (m - i)r)
X f{x-\-mr). f(x + (m-f i)r) fix-^itn -f » - i ) r ) ;

pero evidentemente es
f{x). f{x + r) ./-(^ -i- 2r).... f{x + ( « - i)'-) =f{^ I r-)- /
/•(ar+wr) ./•(.x+(m-|-i)r) fix-{-im-^a—iy)=fix-\-mrÍr)'';
luego, sustituyendo estos valores en la (4), viene '

f{x Ir)'*+» =-/'(j;Ir)"» X/"(a; - f «tr I r)" .~

Y' de la misma manera obtendremos

f{x I r)'»+'» «/-(a; | )•)'•+'» == f{x I r)"* X /"(« -f- »r I r ) " .

De h fórmula funiammtal (3) se deduce la importante ^rela-


ción siguiente: .

/•(x-f ( m - - n ) r j r ) »
¡

En efecto, segün la (5),

f{x i'rf-^" ^f{xi rf X /•(« -h A»" I &;


de donde, despejando á /"(a; I r ) * , viene
TaoBtAS FDNDAMKNTALBS 173

(6) /C^^ !*•)* =


f{x + hr I r)" '
luego, haciendo
(7) h+n = m,
lo que da
(8) h= m—n,
y poniendo en la (6) los valores (7) y (8), resulta

f{x i »•)"•-" = •
f{x-{ (m — n ^ I r ) "

, la. cual demuestra la (5).


La (5) da, además, para m = n

f(x I r)"*

y para m = o
(10) ((xlr)-"^
f{x — nr I r)"

3.' La facultad de un producto de varias facultades del


mistno incremento y exponente es igual al producto de las facul-
tades de los factores.
En efecto, se tiene claramente

(n) (/"(aJir) . <f{xir)r = (/(«) • wi^)) • Cía^+r). f{w-\~r))


(f{x-\-{m~i)r) .<p{x-\-{m~i)r)
-=/:(«). f{x + r ) . f{x+ 2r) /•(aP + (m - i)r)
X (f{x). %{x + r ) . 9(3; - f 2r) f{x + ( m — i)r) ;

luego, sustituyendo en el último tniemtra de la (11) sus valores


evidentes f{x | r)*", (f{x I r ) " , viene
(/•(a; I r ) . ?(«I r ) " = f{x I r ) " X f («1 r)"*;
174 TRATAOO DB ANÁLISIS HATIMÁTICO

de donde
(f{x I r ) . 9{x I r) . 4»(a; | r))« = /(a; (r)™ . (<f(x \ r ) . <^(x | r ) ) "
= /"(j; I r)-" X ?(« I r)™ X +(:«; I r)»-,
y en genera),
(/(x I r) . <p(ar I r) . t};(a; | r) r.{x | r) ) "
= f{x j r)-" X ¥(a; I O™ X «KaJ I r)"" X X «(ÍF| r ) " ,
conforme el enunciado.
4 . ' En la facultad f{x\ r) "•" se verifica que
(12) f{x ) r)'»" = f{x I wr)" I r)'" == /"(as | r)" | mr)" .
En efecto, según la fórmula fundamental (3), se tiene
(13) /'(a? I r)'»+íH-í «=/-(aj J r)'» X f{x -\- mr \ r)P+«,
suponiendo n^p-^-q; pero por la misma fórmula fundamen-
tal (3) es
(14) f{x-\-mr I r)P+? = /'(«-4- w r | r)? X /"(<» + {m +?)»• I O * ;
luego, suponiendo q=-t-\-s, resulta
(15) /•(«+(W4-J>)r I r)'+'
== f{x + (mr + p)r | r)' x A* + ( » » + P + O^ I r)' ,
y asi sucesivamente.
Multiplicando ordenadamente las ( n ) i ('4), (15), etc., y su-
primiendo los tactores ^omunes en los dos miembros de la que
resulta, después de haber puesto los valores q=t-\-s , s=a-\-v,
etc., se obtiene
(16) ^(a, I y)^+P+(f. .....
=¡\x I r)"" X f{x-\-mr \ rf X f{x + («n + p)r \ r ) '
X / ( ^ + (m + p - f ; ) r | r ) ' x
Por consecuencia, al hacer m = p^^t=Bz $ = en la (i 6),
se tendrá
TBOHÍAS FUMDAVBNTALBS 175

(17) /-(x I r)'»+'"+'»+


== f{x I r ) " X /(a' 4- mr \ r)-" X /(a? + amr \ r)"*
X/'(a: + 3wr|r-)"'X ;
pero, si n es el número de los términos de la suma m-\~ m
+ m ~\- , es decir, si en la (17) es m -|- »" + » » + = WH,
resulta
(18) f{x\r)'"? = f{x \ r)™ X f{x-]-mr \ r)"» x f{x-}-2mr | r) "•
X/•(x-|-3 mr I r)"»X X/"(a'4-('*—O ""* I ^)"')
cuyo 2° miembro no es más q*ue el desarrollo de una facultad,
en que la base es f{x \ /)"•, el incremento mr y el exponente n,
es decir, f{x | r)"" | mr)" ; luego

/•(:c I r)"" =/"(a; | r)™ Imr)" .

Lo mismo se demuestra que


/•(a;|r)""' = /(a;|r)"'"=/'(,T|mr)''rr)"'. ,
216. Se ve, pues, que la (18) es el desarrollo de la facultad
f(x I r)""' de una facultad f{x \ r)™ . Por esto la expresión [{xlr)"""
se denomina facultad de facultad. ^
Se ve asimismo que para obtener el desarrollo de una facul-
tad de facultad f{x\r)"'", que toma la forma /'(a;|r)'"|mr)'' , se des-
arrolla la facultad de f{x) con el incremento r y el exponente m,
y después cada factor del desarrollo se toma por base de la facul-
tad de incremento mr y expónente n, cuyo producto será el
valor de fix\r)'" | mr)" .
Por análogo procedimiento, como con facilidad se concibe,
podrá obtenerse el desarrollo de todas las facultades de facultades
de la forma
/•(xlr)-1 «)''1P)P.....) .
21J. Terminaremos este § 2 diciendo únicamente dos pala-
bras sobre la extracción de bases de las facultades, sin que poda-
176 TRATADO OV AXALISM MATaMÁTico

mos tratar detenidamente esta cuestión, que depende de la reso-


lución de ecuaciones, que no deben^os esturliar aquí.
La extracción de bases de una facultad /"(«jr)"* se indica con la
notación
mlr

que significa que hay que buscar una función f{x), cuya facultad
de incremento r y exponente m produzca /(a;Ir)"; luego por
definición se tiene la identidad siguiente:

(19) V / w r " *==/•{•r) •


Hemos demostrado (n.^aij, 4.*) que
(20) fi^x\ r)"» ¿= f(x I mrf jr)»;
luego, si extraemos de los dos miembros de la (20) la base de la
facultad de incremento r y exponente m, se tendrá por la (19)

. mir m|r
(21) V^xlr)"» == V/í* !«»•)" !•')'"« f(x\mrY
Por consiguiente, si .en la (21) hjcemos
(aa) mn: « I ,
lo que da
I
(23) n = 1
m
y ponemos en los miembros extremos de la (at) los valores (aa)
y (33) de mn y n, resulta
mlr J_
\f\x)-^^ f(x[mr)m ,

que poede ser aplicada á cualquiera hmción ?(^')t dando, por


tamo, ia fórmula
T20BÍA8 FaHOAHENTALES 177

m|r 1
y<p{x) = (p{xlmr)~m ,

que fué propuesta por WRONSKI para la extracción de bases de las


facultades.
-rué*

CAPÍTULO V
An&lisi» Indeterminado
J*
218. ANALISIS DE LAS ECUACIONES INDETERMINADAS DE JPllíw"''
MÉR GRADO. Hcmos visto (n." I ) que, si se tiene una función
impliciu de la forma
(I) •aa;-{-bf/=k,

para cada valor de una.de hs variables se obtiene, en general, un


valor para la otra variable, y que cada dos valores simultáneos
de x é y satisfacen conjuntamente á la (i), ó constituyen ana so-
lución de la ( I ) .
Cuando no se imponen restricciones á los valores de £c é y,
se concibe con facilidad que la (i) ha de tener una infinidad de
soluciones; pero también es íácil de comprender que el número
de estas soluciones puede limitarse, y aún no existir ninguna so-
lución para la (i) al sujetarse los valores de ^ é y á ciertas con-
diciones.
Entre todas las condiciones, que pueden imponerse á los va-
lores de X é y para que hayan de satisfacer á la relación (i), las
que más importan á nuestro propósito aaual son las de que sean'
enteros y positivos los expresados valores.
219. La presente teoría, que aqui seguiremos llamando con
su nombre tradicional de análisis indeterminado, no obstante de
que esta deoominación sea algo impropia, tiene, pues, por obje-
to hallar las soluciones enteras y positivas de un sistema de ecua-
ciones, en que el número de. éstas es menor que el de sus variá-
is
178 TBATADO DB ANÍLISIB MATKMATICO

bles. En general, es indeterminado tal sistpma, es decir, tiene


una infinidad de soluciones. /
220. Busquemos, ante todo, la condición «««jam )» JH/Í-
cietíle qae debe llenar toda ecuación de i . " grado con diversas
variables, para que los valores de estas variables que la satisfagan
sean enteros. Demostremos, para ello, que
El máximo común divisor de los coeficientes, racionales y enteros,
• de una ecuación de i/^ grado con dos 6 más variables ha de dividir
al té) mino constante, para que dicha ecuación tenga soluciones en-
teras.
Sea la ecuación

(2) ax -{• hy -\- cz -\- \- í t t . = k ,'

y llamemos 5 el máximo común di^r^r de los coeficientes


a, b, c, , Z, y Oi, &i, Ci,....., h los respectivos cocientes de
dividir estos coeficientes por 5. Se tendrá _
j¿ '
(3) ' a,x-{ 6í y + c, z 4- - f i, tt = -— ;

lo cual demuestra que para valores enteros de x, y, z, , tt,


el I.*' miembro de la (3) ha de ser forzosamente una cantidad
J{
entera^^luegoel segundo -—también ha de serlo, y por tanto, S
5
ha de dividir á k. Se deduce, pue$, que
Sí el máximo cojnún divisor de los coeficientes de una
ecuación (2) no divide al término constante k, dicha ecua-
ción no tiene soluciones enteras; porque, si verificándose la
(3), el máximo común divisor. 5 no dividiera i k,\i cantidad en-
tera, que representa el i.*' miembro de la (3), sería igual á la
fraccionaria -r-del 2." miembro, lo que es imposihle.
221. Los coeficientes a,, 6|, c,, , í, de la (3) son pri-
mos entre sí (n." 103), y hemos demostrado que para que los,
THORtAS FnKOAMBNTALBS i 79

calores de las variables en la (3) sean enteros es necesario que


k
^r"sea también entero; luego
Es condición necesaria, para que una ecuación de i."grado
<on diversas variables tenga soluciones enteras, que los coeficien-
tes de las variables sean primos entre sí. Además,
222. Es condición suficiente, para que la ecuación
<4) oa? + fet/ = A

tenga soluciones enteras, que los coeficientes a, b de las


variables x é y sean primos entre si.
En efecto, suponiendo positivo el coeñciente b, hipótesis
siempre admisible, la (4) da

(5) a;= •
a .
pero los restos de dividir
(6) k,k—b,k—2b,k—$b,...,l{—Zb,...,k—xb,...,k—{a—i)b
por a son todos diferentes entre si; puesto que, si así no resulta-
ra, sino que dos fuesen iguales, llamando r estos dos restos
iguales, y q, qt los cocientes correspondientes de dividir k — 56,
k — yb, por ejemplo, por o, 5e tendría (n.** 63)

A- — tb = aq -4- r ,
A —Y6 = ag,-fr;

de donde, restando, viene

Kr — 5) = n(q —q,),
•ó bien
6(r-8)
==í — ? .
180 TSATADO DB AülUBIB HATUfÁTICO

luego a, que es primo con 6, dividiría (n.» 78) if — B, que es


evidentemente menor que a, lo que es imposible.
Son, pues, diferentes entre si los restos de dividir respeaiva-
mente las expresiones (6) por a, y menores que a; y como eV
número de todos ellos es a, estos restos no podrán ser sino I0&
a números
(7) o. I. 2, 3, , a — 1,

y por consiguiente, uno de ellos ha de ser forzosamente cero.


De aquí se deduce que al dar á j/ en la (5) los valores (7) de
una manera sucesiva, habrá claramente uno P, por ejemplo, que
haga que k — b^ dividido por a produzca un resto cero, ó un
cociente entero exacto a, verificándose la igualdad

de donde
aci -\~ bp = k ;
lo cuál demuestra que los valores enteros x = %, y s=: ^ satisfa*
cen la (4), conforme el enunciado.
223./ Hemos visto qus, si a y b son primos entre si, la (4)
siempre tiene solución en números enteros. Demostrttnos, por
último, que
Si la (4) admite una solución entera x = a, y = ^, /a
admitirá en número infinito, ó habrá una infinidad de
pares de valores enteros de las variable^, que satisfagan
á la (4).
En efecto, ú x = a, y *= ^ ts una solución entera de la (4)^
se tendrá
oa + bp = *, ^*
que restada de la (4) da
a(ar,— «) + b{y — p)«» o ;
de donde
T B O R Í A S FDNOAMBNTALBa 181

(8) íB — a =
a
y como X — a ha de ser un número entero, también lo será
— ; pero por ser a y 6 primos entre sí, a dividirá (n.° 78)
a
j/ — 8
á y — P; luego, representando el número entero por la
indeterminada t, viene

= í,
ó bien
(9) y-^=.nt,
y poniendo este valor (9) en la (8), resulta
(10) £c'—a = -^bt.
Las (9) y (10) dan
£C =* a — 6 í ,
^"^ ¡/ = P 4 - a í ,
y puesto que la indeterminada { es un número entero cualquiera,
positivo ó negativo, podrá dársele los valores

t= , —3, —2, —I. o, I, 2, 3,


comprendidos (n.° 51) en los intervalos {—00, o), (o, -4- 00),
teniéndose por las (i i) las infinitas soluciones de la (4)

a» = , a—•- 2b, a — ¿, a, a -|- ¿>, a-f- 26,.


^'^^ y = ..... , P + 2a, P + a, p, p - a, p - 2a,
Fijándose en los valores (12) se ve que las soluciones ente-
ras de la (4)- son los términos de dos progresiones por di-
ferencia, en que la ra^án de la que determina los valores
de X es el coeficiente de y tomado con su signo ó signo con-
182 TBATADO DB AMÁLiais MATSMATICO
trario, y la ra^ón de la que determina los valores de y es:
el coeficiente de x tomado con signo contrario ó el suyo.
224. Hallemos la condición, que debe satisfacer la (4), para,
que sus soluciones, además de ser enteras, sean positivas.
Las únicas hipótesis, que pueden hacerse respecto de los sig-
nos de los coeficientes y término constante de la (4), son las si~
guientes:
ax -\- by = k ,
ax~by = k,
^ ^^ ax-j^by = — k ,
ax —-by = — k ',

donde se ve claramente que la tercera de las ecuaciones (13) no-


puede satisfacerse por valores positivos de las variables a? é y, y
que la cuarta al cambiar los' signos á sus dos miembros toma la
misma forma
by — ax = k
de la segunda, puesto que lo mismo es que sea negativo el coe*
ficiente b que el a. Sólo hay, en su consecuencia, dos casos dis-
tintos que examinar: el de la ecuación
(14) ax ^by = k,
y el de la ecuación
(15) ax — by = k.
Hemos demostrado (n," 223) que al str a; 3= a, .v == ^ un*
de las soluciones enteras de la (14), resulta •
X = OL — b í ,

y al tener la (15) la. misma solución ent«ra at = a, {/ = p, se


obtiene
* = a -f 6í ,
TEORÍAS FDNDAHBNTALKS 163

luego para que las soluciones enteras de la (14) sean positivas, es


necesario X suficiente que en tas (16) se satisfagan simultánea-
mente las desigualdades

a — 6< > 0 ,

i3 + ai > 0 , ^
ó bien

(18)
• '<T y * > - a
por un mismo valor entero de t; y para que las soluciones ente-
ras de la (15) sean positivas, precisa y basta que se tenga en
las (17)
a 4- 6í > o ,

p + aOo,
6 bien
a B
(19) í>—

Las (18) prueban que sólo son positivas las soluciones enteras
de la (14), para los valores de í comprendidos en el intervalo

H-f)- no teniendo solución entera positiva al no exis-


tir ningún valor'entero de t en dicho intervalo, ó que simultánea-
mente satisfágalas (18), es decir, que sea mayor que el límite in-
8 a
ferior , y menor que el límite superior-r-. Al tener la (14)
a o
soluciones enteras positivas serán, pues, en número limitado.
Las (19) prueban que todos los valores enteros de í mayores
• , . « P
que el mayor de los límites —-, darán valores enteros
o a
positivos para ac é 1/ en la (15). Tiene, pues, una infinidad de
soluciones enteras y positivas toda ecuación de la forma (15) de
184 TRATADO DK AHÁLISIS HATBMÁTIOO

coeficientes primos entre sí, asi como las tiene en número limi-
tado, ó no tiene ninguna toda ecuación de la forma (14).
225. Se ve, según lo demostrado, que la resolución com-
pleta de la ecuación
(20) ax + by = k
se reduce á sólo hallar un valor entero de a; y otro de y, que si-
multáneamente la satisfagan. Veamos, por consiguiente, cómo
puede hallarse esta primera solución.
Sabido es que por operaciones conocidísimas puede reducirse
toda ecuación con dos variables a; é y á la forma
(1') Aaj + By = K,
en que A, B, K representan números enteros. Vamos á simplifi-
car la ( r ) , y ponerla en condición necesaria x suficiente, para
que pueda tener solución entera. Para conseguirlo, dividamos,
ante todo, los coeficientes A, B de os é y, y el término constante
K por su máximo común divisor, si no son primos entre sí, y
llamemos Aj, B,, K, los respectivos cocientes. Se tendrá

(2') A,íP + B.iy = K,.


Los coeficientes Ai, Bi de .-c é y en la (2') han de ser forzosa-
mente primos entre Sí (n." 222), para que la (2') tenga soluciones
enteras; pero dichos coeficientes pueden tener factores comunes
con K,. Si A| y K, tienen un m. c. d. 8, por ejemplo^ represen-
tando por A», K, los respectivos cocientes de dividir á A, y Ki
por 5, viene

Y como —f—
S
ha de ser un número
.
entero, y^ 8 no divide \(n." 10?)
j/
i B,, dividirá (n." 78) á y, cuyo cociente tiamaremos y^•, luego la
(5') da
A,a?-I-Biy» = K,.
TflORf A8 FUNDAMBNTALBB 185

De la misma manera, si B) y K» tienen un m. c. d. y, se ob-


tendrá
(4') . A,a;, + Bsj/, = Ka,
donde
x==•^x^ é y = 5y,,
cuyos valores de a; é y, después de poner los de a;, é {/, obteni-
dos por la (4), darán la solución de la (i').
Los coeficientes A,, B, y la constante K3 en la (4') son pri-
mos entre sí dos á dos (n." 103)-, luego, llamándolos respectiva-
mente o, 6, A, vemos que siempre, por las operaciones indicadas,
podrá reducirse toda ecuación (i') con dos variables ac é y á la
forma
(5') aa5, + fcj/, = /:,

en que a, b, h sean primos entre sí dos á dos, y dé, por tanto,


las soluciones enteras (n." 222) de la (i'). La ecuación, que llena
las condiciones de la (5'), se denomma ecuación totalmente
simplificada.
226. Es evidente que, si uno de los coeficientes a, por ejem-
plo, de la ecuación
(6') aaj + by = A-
es igual á I, la (6') dará
¡B » A: — &y ,
resultando claraniente que para cada valor entero y = p de y, se
obtendrá otro valor también entero x'=^ a para x. L» solución
general en números enteros de la (6') será, por consecuencia, eu
tal caso.

La cuestión se reduce, pues, á hallar una ecuación de la forma

(70 a; + 6y«»fc,
186 TBATADO D B ANÁLISIS MATBMÁTICO

de que dependa la resolución de toda ecuación


(8') ax + by = k
totalmente simplificada
Con objeto de llegar á la expresada ecuación de la forncsa (7'),
de que dependa la solución de la (8') en números enteros, des-
pejemos en la (8') la variable de menor coeficiente. Suponien-
do a < í»! se tendrá

(9) « = •—-—•
a
Si el coeficiente a no es demasiado grande, hallaremos por
tanteo en la eerie de los números (n." 222)
o, I, 2; j , , a — I

el valor de y, que haga i k — by un múltiplo de a, y este valor


de y con el qoe resulte en la (9') para x, será la primera solu-
ción de la (8') que buscábamos.
Pero al ser a demasiado grande, siendo el tanteo propuesto
harto penoso, habrá que recurrir al procedimiento, que es asunto
de la cuestión presente. En este caso, dividiremos á 6 por a, y
llamando q el cociente y r el resto, se tendrá
5 === ag -j- r ,

cuyo valor sustituido en la (9') dará


* k — aqy — ry • k*—ry
(10) a!«s» r-i^ s= — qy-\ .

Y como el valor de x ha de ser entero, habrá umbién de ser


' k -"~ i*ty
entero el de ; luego habrá de verificarse que sea
TBOBÍAS FDNDAMBNTALBS 187

para valores enteros de y, representando la indeterminada t un


número entero cualquiera.
Se tendrá, pues, que la (lo'), que toma por la hipótesis (ii')
la forma
(12') ar = - qij + t ,
dependerá de la ecuación

(13') ry + at^k
sacada de la (i i'), y que por ser r < a, a < 6 es, por tanto,
más sencilla que la (8').
Los valores enteros de y y í, que satisfagan á la (13'), dan
asimismo valores enteros en la (12) para x, y estos valores de
X é y en función de la indeterminada t, resuelven la (8').
La cuestión queda, pues, así reducida á resolver la (13')» que
se acerca al fin que nos vamos proponiendo, ^es decir, á la
forma (7').
Fácilmente se comprende que la división de b por a ha de
efectuarse por defecto ó por exceso para que el rfesto sea menor
que la mitad del divisor, y resulte de esta manera más sencilla
la (13') con el coeficiente de y el menor posible, lo cual conti-
nuaremos haciéndolo siempre en las divisiones, subsiguietnes.
También conviene efectuar, siempre que se pueda, la divi-
sión por defecto ó por exceso del término constante por el divisor
respectivo, para ir simplificando cada vez más todo lo posible la
ecuación correspondiente.
Despejando la y en la (13')» se obtiene

, ,. k — at
(•4) , J/ = • — : : — •

Dividiremos á a por r, y llamando g^ el cociente y r, el res-


tó, se tendrá
a == rtjF, + r , ,
cuyo valor sustituido en la (14') dará
188 TBATADO DB ASÁLIBIS KATBHÁTICO

k— rq,t — r^t A — r,í


(,5 ') y = i- = _ g,í _|- _ —

Y como el valor de y ha de ser entero, habrá también de ser


entero el de — ; luego habri de verificarse que sea

(.0 . -^^^='..
para valores enteros de í, representando la nueva indeterminada
ti un número entero cualquiera.
Se tendrá, pues, que h (rj'), que tom» por laliipótesis {16')
la forma
(17') y^y.q,t-{-t,

dependerá de la ecuación
{18') r,t-\-rt, = k

sacada de la (t6')> Y ^^^ Por ser r^ <i r, r <i a es, por tanto,
mis sencilla que la (i3')-
Los valores enteros de t y t,, que satisfagan i la (iS*), dan
asimismo valores enteros en la ( i / ) para y, y estos valores de
y y de i en función de la indeterminada ¿, resuelven la (13').
La cuestión queda, pues, así reducida á resolver la (i8')i que
se acerca más aún al ñn que vatnos proponiéndonos, es decir, á
la forma (7'). ,
Despejando la t eb la (18'), se obtieíie

(„r ,.±^^. •
Dividiremos á r por r,, y llamando g,, el cociente y r, el
resto, se tendrá
TBORÍAS FUMDAUBNTALBS 189

cuyo valor sustituido en la (19') dará

(20 ; t = = — g,<, -j .

Y como el valor de t ha de ser entero, también habrá de ser-


lo el de —; luego habrá de verificarse que sea

(„., ±:zlh^-i.
para valores enteros de í,, representando la nueva indetermina-
da-íi un númérp entero cualquiera.
Se tendrá, pues, que la (ao'), que toma por la hipótesis (21')
la forma
(22') . í = _ g,í, 4 . í,

dependerá de la ecuación
(23') r,í, + r.í, = A

sacada de la (ai'), y que por ser r, ^ Í * ! , r, < r es, por tanto,


más sencilla que la (18').
Los valores enteros de ^1 y de t^. que satisfagan á la (23'),
dan asimismo valores enteros en lá (22') para t^, y estos valores
de í y í, en función de la indeterminada ¿, resuelven la (18').
La cuestión queda, pues, asi reducida á resolver la (25'), que
se acerca más aún al ñn que nos vamos proponiendo, es decir, á
la forma (7').
Pero, fijándonos en las ecuaciones (13')» (tS')» (23'), se ob-
serva, sin necesidad de proseguir más adelante, que los coefi-
cientes r, r^yr^, que han ido obteniéndose para las indetermi-
nadas sucesivas í, í , , U son los restos que resultan al aplicar á
los númei-os b, a el procedimiento del máximo común divisor; y
como ay h sqn primos entre ú, siempre se llegará i un resto
190 TRÍITADO DB ARALISIS MATBMATIOO

igual á I, que será coeficiente indudable de la penúltima indeter-


minada.
Suponiendo que hemos llegado i este resto r, «= i ^ que será
el coeficiente de la penúltima indeterminada f, , la (23') tomará
la forma

de la (7'); de donde
ti =h — rj^,
que será la resolvente del sistema

y^ — qxt -f-í,,
t =r — q^t, -f í„
<i= * k — níí,
de que sé deducirán por la eliminación de t, li los valores enteros
de a? é y en función de la indeterminada (,, cuyos valores con-
tendrán, en general, un término independiente de í, y otro fun-
ción de í , , como es fácil comprobarlo al efectuar dicha elimina-
ción. Serán, puer, de la oiisma forma

que ya hemos hallado (n.° 223) para los valores generales ente-
ros de a; é y, siendo evidentemente A y B primos entre si, pues •
to que, si no resultara asi, sino que tuviesen un factor común S,
se verificaría que * -
X = a -\- A,Sí,,
y = P + B.5/,,
serian valores enteros de » é J/ para el fraccionario -— de íi, lo
cual no es posible por ser siempre enteros los valores de las in-
determinadas í, según las hipótesis, que nos haní llevado á las
fórmulas (24').
TBORÍAS FUNDAMENTALES 191

227. Los valores (24') son idénticos á los ya obtenidos


(n.' 223)

En efecto, sustituyendo en la (8') los valores (24') de J: é y,


viene
(26') ax + Aat, + ¿>p 4- B6í, = A-;
pero
(27') aoL + bp = k ,

i causa de ser a? = a , y == P una solución de la (8*); luego,


restando la (27') de la (26'), resulta"
(Aa -4- B6) í, = o ;
de donde
Aíi + B& = o ,
y por tanto,

B ~ a '

y como -r— y son fracciones irreducibles» ha de tenerse ne-


B a
cesanamente
A- = — 6 ,
,B = a ;
lo cual prueba la identidad de las fórmulas (24') y (áj')
228. Cuando en alguna de las expresiones (11'), (14')) ( ' O .
{21'), etc., que se obtienen al aplicar el procedimiento, que nos
lleva i lasJórmulas (24'), tienen k y alguno de los restos r al-
gún factor común, puede simplificarse la ecuación correspondien-
te, como vamos á indicarlo de seguida.
Supongamos, por ejemplo, que en la (i i') tengan A; y r un
factor común m. Resultará, poniéndolo de manifiesto,
, , . mk' — mr'y m (k' — r'w)
(28') ^¿=—í^- =^.
192 T B A T A D O D B A B Á U S I B MATnUTIOO

Y como en la (28') m, factor de k, es primo con a por estar


la (8') totalmente simplificada (n.* 225), habrá de dividir a á
k' — r'y, lo que dará

k'-r'y ^

de donde en vez de la (13'), se obtendrá la ecuación más sen-


cilla
r'y -|- af = ¿ ' ;

con la cual se podrá 'prc»^uir el procedimiento expuesto, tenien- .


do presente que, en este caso, la (12') es la ecuación
x = — gy + mí.
229. También la teoría de las fracciones continuas da un me-
dio directo para hallar una primera solución entera de la ecua-
ción (8').
a >
En efecto, si convertimos la fracción irreducible - r - en frac-
0
ción continua, y hallamos por cualquiera de los métodos explica*
«
dos en el cap. III que la penúltima reducida es , se tendrá
(n.»» 150, 152)
aq — bjj ase ± I ;

luego, multiplicando esta igualdad por ±: k, se obtendrá

o X ( i qk) — 6 X ( ± pk) « * ;
lo cual demuestra que x ===> de qk, y «= ± pk es m)a solución
entera de la (8'), 7 por tanto, será su solución general
x=^ázqk — bt,
• y =se zt pk -{• at.

EJEMPLO I. Resolver en números enteros la ecuación


TEORfAS FUNDAHBNTALB8

(29') 3.7; -k- 7t/ = 23 . .

Despejando la x, viene

23 — ly .
3
pero el valor entero de y, que lo dé entero para ,r, ha de hallar-
se (n.° 222) en la serie de los números
0 , 1 , 2 = 3 — 1,

y buscando por tanteo el número de esta serie que haga 33 — ']y


un múltiplo de 3, resulta que el valor de y = 2 satisface esta
condición, puesto que

23 — 7 . 2 = 9 ;
luego
23—7.2"
3
3
conjuntamente con «/ == 2 dan una primera solución de la (29'), y
por tanto,
a.' « 3 — 7¿ ,

y = 2 + 3Í

son las soluciones generales enteras de la (29'). Y como de


3 — 7< > o ,
2 + 3Í > o '
se saca

« f y ,>-f.
se deduce que la (29') sólo tiene la solución entera y positivii

EJEMPLO II. Resolver en números enteros la ecuación


13
19i TRATADO DB ANÁLISIS MATBMATIOO

(50') I;?:'-—'28?/.= 9 j ,

cuyos coeficientes de x é y son primos entre si dos á dos.


Despejando la y en la (30'), viene

= lyy'^' — 95 _^ — ( 9 5 — 177-0
^ 128 128

y como el valor de x, que haga á 95 — ijyx un múltiplo de 128


ha de hallarse en la serie algo crecida de los números (n." 222)
0,1,2,3 , , 127 = 1 2 8 — I ,

y buscarlo por tanteo serla harto penoso, emplearemos el proce-


dimiento del n." 226 para hallar las soluciones enteras de la (30').
La (50') da

(3T) y- ^8 . -

pero, efectuando la división de 177 por 128, se obtiene

1 7 7 = 128 + 4 9 ;

luego, sustituyendo este valor en la (31')» viene


liSx -{- AQX — Qí . 49a; — 95

haciendo *
(»') J 2 128
ir^_,. '
La(j;')(ia
490;^ — laSí a- 95
de donde
9J + I28Í
49
. pero, hallando el cociente entero por exceso, para mayor simpli-
ñcación, de i 2 & p o r 4 9 , se tiede
TBOKÍAS FUNDAMENTALES 195

128 = 4 9 . 3 — 1 9 ;
luego, sustituyendo este valor en la (34'), viene

_ 95 + 49-3^— '9< . , I 95 — '9<


•'' — , • — ) ' ' \ •
49 < 49
95 ~^ '9^
y separando en el factor 19 común á los dos térmi-
49
nos del numerador, se obtiene
19(5-0
<35') • .^• = 3Í +
49
sieíido preciso para que el valor de'J:sea entero que también !o
vaU — l)
5eji pafa valores enteros de t;s como 19 y 49 son
49
primos entre sf Cn." 228), habrá de dividir 49 á 5 — í , y por
<onsiguient^,
X ~ 3Í,-f ic)í, ,
4iaciendo

49
xle donde
,; «= 5—49'i
•será la r^ío/ví«<í del sistema

<30 íP = 3¿ + I9<i,
í » 5 __ 49<^ ,
de que se deducirán por la eliminación de (los valores enteros
de o; é y en función de la indeterminada t^, como vamos á verlo
^ie seguida.
Pooietido en la íegunda de las (36') el valor "de í, y el de ¡F
•que resulta y el mismo de I en la primera, se obtiene
Ni
196 TRATADO DB ANALIBIS MATEMÁTICO

a^-» 3 ( 5 — 49Íi)-}-i9'« = 15 — 128Í,,


y = 15 — I28t, 4-5 —49Í, = 20—177Í,.

Al dar sucesivamente á í, todos los valores desde — 00 á


4* •» en las lórmulas generales
X = 15 I28Í, ,
y = 2 0 — 177Í, ,• '
se deducirán las infinitas soluciones enteras de la (30'). Las ente-
ras y positivas se hallarán, dando á í^ únicamente los valores
enteros, que satisfagan las desigualdades (n.** 224)

15.—128Í, > o ,
20 — 177Í, > o ;
de donde

128 177
Todos los valores de í, corñprendidos en el intervalo (o,— 00)
darán dichas soluciones enteras y positivas.
EJEMPLO IIL Resolver en números enteros la ecuación

(37') 177 a?— 1281/ — 228..


Los coeficientes 177 y 128 de las variables x éy en la (37') •
son primos entre sí, pero no con el término constante 228^ que
tiene con 128 el factor común 4 y con 177 el factor 3. Haremos, '
pies» ^
(38') x = 4a;, é y = 31/».
y se obtendrá
i77.45Fi — 1 2 8 . 3 y , » - 2 2 8 ,
y simplificando, viene

(39') %9^x — 32^1 = 19 .


que está totalmente simplificada.
TEORÍAS FUMDAUBNTALBS 197

Resolviendo la (39')) como la anterior (30'), resulta

^1 — 9 + 32^1 ,
y, — 164- 59<, ,

y poniendo en éstas los valores (38'), se tiene, por último,


oc
— = 9 4-32<,
4

<le donde
a? =='36 4- 128 ^ ,
y = 48+i77<, .
Los valores de U, que satisfagan tas desigualdades
36 -}- 128 í, > o ,
48 + 177 tt > o ,
es decir,
,,>_-4- . , , > _ 48
128 177

darán las soluciones enteras y positivas de la (37')- Y como di-


chos valores de í, están comprendidos en el intervalo (o, + « ) ,
ias soluciones enteras y positivas de la (37') son infinitas.
Se ve que, como hemos manifestado en el n." 224, las ecua-
ciooes de la forma (29') tienen soluciones en número limitado,
y las de la forma (30'), (37') las tienen en número infinito.
EJEMPLO IV. Resolver en números enteros por el método
de las/racciones continuas la ecuación (39').
QoDvtrtamos, para ello, enfí-accióncontinua la fracción irre-
S9 -4
dacible , la cual dará la penúltima reducida ——; lueao
<n.o« 150, 152)
198 TRATADO DB AKALISIS MATEMÁTICO

5 9 . 13 — 32 • 2 4 = " — I •>

de donde, multiplicando por — 19, viene

59 X (— 13 • 19) — 32 X ( ~ 24 • 19) = 19 •
Es, pues, .r, = — 13 . 1 9 = —247, y, = — 2 4 , 19 = - 4 5 6
una primera solución de la (39'), y su solución general
a;, = — 247 + 32 í ,
!/, x= — 4 5 6 - J - 5 9 Í . •

Para el valor de í = 8, se vuelve á los valores del ejemplo


anterior ar, = 9,1/, = 16.
'230. Si se tiene ¡a ecuación
(T) ^ ax -{- by + cz == h

coa tres variables x, y, z, en que haremos que los coeficientes


a, l>, c de estas variables sean primos entre sí, sin lo cual la ( i ' )
no podrá tener soluciones enteras (n.° 220), y sucede que a y fr
son primos entre sí, pero que c tiene un factor común con ti 6
con 6, traspondremos al 2.° miembro el término de coeficiente c.
Se tendrá
ax -\- by s= k — cz , ,
ó bien I I
(?•) az-hby = k,,
haciendo previamente •'
(3*) k-~cz=-k,.
Resolviendo la (2"), como anteriormente, se obtiene
a; » a — W ,

en función de Aj-, luego, restableciendo en las (4*) ei valor (3*)


•A — cz de Al, vendrán valores de a; é y de la forma
TEORÍAS FUNDAMENTALES 199

•«'• = Y + Ti= — bt ,
!/ = S + 5,j 4- «í ,
cuyas fórmulas darán valores enteros para ./• é »/ por los valores
enteros que reciban z y t, y estos valores de .r é y conjuntamente
con los correspondientes dados á : satisfarán simultáneamente
h (I").
231. Si los coeficientes de .1 é ij en la (i') no son primos
entre sí, ó tienen el factor común m, serán de la forma ma, mi',
y la (I") dará
(5') may; - j - hnin = fc — c:,

es-decir, que k — c: será un múltipld de m; luego


(6") k — c: = mt,

(7*) ax -f- ''.'/ =íJ •


La (6") dará
: = Y — mt^,
(8')
y la (7")
X' = a — hf, ,
(9*)
/y = ? + " ' » '
donde a y P son funciones evidentes de t, cuyos valores enieros
con otros enteros de z, según las (8')-, han de satisfacer á la (6').
Poniendo, pues, el valor S -f- tíí, de í dado por la segunda de
las (8*) en los de x é y de las (9"), se obtendrán para .'; //, : ex-
presiones de la forma
« =a= A -f- A, í, — / » / , , ,
?/ = B + B, í. -h «^ .
2= Y — wí,.

Se ve, por consecuencia, que al no ser primos entre sí los


coeficientes del i . " miembro de la (i"), hay que resolver una
200 T B A T A D O D B AMÁU8I8 MATBMÁTICO

ecuación más que al ser estos coeficientes primos entre sí. Por
esto siempre conviene dejar en el i . " miembro de la (i') los tér-
minos de coeficientes primos entre si, y trasponer el término de
coeficiente que tenga factor común con alguno de los antedichos,
cual lo hemos efectuado al trasformar la (i") en la (2').
232. Si se tiene, en general, la ecuación

(10') ax -f- % -f- c: + -|- iu = A-

con diversas variables x, v, -, , u, en que los coeficientes


a, b, c, , i de las variables sean primos entre sí, pero entre
los cuales existan dos a, b, por ejemplo, que tengan factores co-
munes, los dividiremos por su máximo común divisor 5, y lla-
mando a,, bf los respectivos cocientes, que serán primos entre sí
(n." 103), se tendrá
k — cz — — lu
üiX -f- 0,¡f =

y haciendo
k — cz — — lu
= 1,
5
resulta
(I I') CI + 5Í + + ÍM = A-,
que es una ecuación con una variable menos que la (10').
Procediendo de la misma manera con la (ii*)» obtendremos
otra ecuación con una variable menos, y continuaremos así su-
cesivamente hasta llegar á una ecuación con sélo dos variables,
fácil de resolver, y cuya solución se sustituirá en h anterior, y de
la propia manera, retrocediendo de ecuación en ecuación hasta
la propuesta, iremos hallando los valores de todas las variables
en función de una misma indeterminada.
Se ve, de un modo manifiesto y daro,^ que la resolución de
una ecuación con más de dos variables' se reduce fácilmente, eá
definitiva, al Caso de una ecuación sólo con dos variables, en lo
cual no creemos necesario insistir.
TBORIAS FUNOAHBNTALBS 201

233. Si no son las soluciones enteras de una sola ecuación,


sino de un sistema de varias ecuaciones con más incógnitas que
ecuaciones, las que tratan de hallarse, podrá fácilmente reducirse
este caso á alguno de los anteriores. Vamos á ocuparnos breve-
mente de esta cuestión, ya el número de variables exceda en una
unidad al de ecuaciones, ora en más de una unidad. Seguiremos
haciendo previamente que los coeficientes de las variables en
las ecuaciones propuestas sean primos entre .sí, sin lo cual his so-
luciones no podrán ser enteras (n.** 220).
Sea el caso más sencillo de dos ecuaciones con tres variables
a,x 4 - ('iii -(- Cj2 = ¿,,
(12')
o,.r 4- l)%¡i 4- c,i ==• kt.

Eliminando la :, se tiene (')

la cual dará.al serlos coeficientes de x é y primos entre si

('3')

cuyos valores enteros de ÍF é ?/ conjuntamente con los de z resol-


verán las (12'). i
Los valores correspondientes de z se hallarán, sustituyendo
105(13") en cualquiera délas ecuaciones (12'), y resolviendo la
que resulte en I y í. Poniendo los~valoreí (13') en la jpriffiera,
por ejemplo, de las (12'), se tendrá

(14*) (a, I í», c, I — 6,1 a, c» \)f. -<- c,: = A; — a,« — 6,? ,

que deberá satisfacerse por valores enteros de z y de t; luego, si


los cdeficientes de ( y z en la (14') son primos entre si, ó su má-

(*) El*m»nto$ di lai teorlai coordinatoHa y át la$ dttetmitiantn, Sagttilda parte, e*-
pitolo III, 0.0 m. (Tercera edioión ) .
202 TRATADO DK ANÁLISIS MATBMÁTICO

ximo común divisor divide al término constante k — Oi» — />,3,


la (14") tendrá la solución
; = 7 — (a, ] /;, c, \ — b,l a, c, \)t, ,
/ = 5 -f- c, í,,
Sustituyendo en las (13") este valor 5 -4- c, /, de í, obtendre-
mos en (unción de í| expresiones de la forma
,r =x (j6 4 - Pf, ,
?/ = P + Qí, , •

para los valores enteros de a?, y, z, que satisfarán el sistema (12*).


El procedimiento expuesto indica claramente la marcha^ que
debemos seguir en el caso general de m ecuaciones con m -j- i
variables. Basta eliminar una variable en las m ecuaciones pro-
puestas, lo cual dará m— i ecuaciones con m variables; después
otra variable en las m — 1 ecuaciones obtenidas, y asi sucesiva-
mente hasta llegar á dos ecuaciones con tres variables, las cuales
se resuelven como queda explicado, cuya solución se sustituye en
cualquiera de las ecuaciones del sistema anterior, -y asi se prosi-
gue retrocediendo hasta llegar á obtener los valores de todas las
variables en función de una misma indeterminada.
234. Si el sistema consta de un numero de variables que
exceda en más de una unidad ai número de ecuaciones, traspon-
dremos i los segundos miembros un número suficiente de varia
bles basta reducir el sistema propuesto al caso "snierior, y le apli-
caremos al que resulta el procedimiento ya explicado (n.» 233)»
como es fácil inferir.
335. Para qué las soluciones enteras sean á la vez positivas,
haremos eá todos los casos tratados que sean los valores genera-
les de las variables mayores que cero^ y resueltas las desigualda-
des que resulten con relación á la indeterminada í» , se obtendrán
los límites, que comprenden los valores 4* ^n , que den las solu-
ciones enteras y positivas de las ecuaciones propuestas. Y de la
TEORÍAS FIINDAMENTA^BS 208

misma manera que en el n.° 224, podremos deducir si las solu-


ciones son en número infinito, en número limitado, ó no hay
ninguna.
236. AKÁLISIS D E LAS ECUAC10NEÍ5 INDETERMINADAS DE
2." GRADO. Una de las cuestiones mds difíciles del Análisis ma-
temático es la investigación de las soluciones enteras de las
ecuaciones indeterminadas de 2° grado, y según LAGRANGE, la
resolución general, cuando el grado pasa del 2.°, es imposible.
Nosotros sólo trataremos aquí los casos más frecuentes, que
hasta hoy han incluido en el Algebra superior los autores más
notables; aquellos casos en que la ecuación indeterminada carece
del cuadrado de una. de las variables, ó de este cuadrado y del
producto de las dos variables en la ecuación de 2." grado con dos
variables de la forma

(I*) flíc* -}- ^^!i + ^.'/' + <^ H~ *y 4" A = o •


237. Si en la (1") es c ==• o, se tendrá la ecuación de
I.*' grado en ?/
(2*) {hx + e) ?/ 4- ax* -{- dx + f = o ,

de la cual se saca

(3) ,,^ i;^^T7'^-

Pero al dividir «os* + áx -\-f por hx -V- e, se obtiene


n. ae — bd bde — af» — /;*/"
(4) •'/=----'^ + --i;r~-+—^,7qp^-'
y multiplicando la (4*^ por b*, viene

(n „.„ = - »ta + ae - M+ í ^ ^ ^ f ^ :

luego por deber ser x é y números enteros, ha de serio también


201 TRATADO DB AMALISIB HATBUATICO

bde — aé' — b*f


(6-)
hx -\- e
y por tanto, bx -f- « h»' de dividir á bde — ae* — b^f.
Busquemos, pues, uno de los divisores del número conocido
y determinado bde — ae* — h*f, y supongamos que sea S. Ha-
ciendo
bx -r e = ±5,
se tendrá ,
—e+ 5
(7-) . jr-: •

lo que nos dice que, si los valores (7') de x son enteros, susti-
tuidos en la (5*) conjuntamente con el + 5 de ¿>ÍC 4- e darán va-
lores enteros para y. -.
De lo expuesto se deduce claramente que las soluciones de la
(2') son en número limitado, y que aún puede no existir nin-
guna.
Para hallar los divisores 5, observemos que, según la (5*), se
tiene
{b*!f 4- abx — ae + bcC) {hx 4- e) = hie — ae* — b*f ;
lo que prueba que, si bde — ae* — b*f es divisible por bx 4- e,
también lo será por números de la forma b*y -\- abx — ae-^ bd,
y que, por consiguiente, como dice BALTZER, «habremoí de bus-
car entre los divisores de bde — oe* — h*f los que sean de la
iorma bx •\~ e; ó entre los números de esu forma, los que se
hallen contenidos en bde — ae* — b*f.> Asi, por ejemplo, si se
tiene la ecuación
(8") au' 4- xif — 2x — $y =«= 29
puesta bajo la forma
{X — 3) // 4 - X* — 207 =* 2 9 ,
nos dará
— X* 4- 20? + 29
^= ^=1—•
TBORIAS FUNDAMBMTALBS 205

Dividiendo — a ' 4- 2./; -f- 29 por a; — 3, resulta

,1 •— — X— 1 -\ ;
a,- — 3
de donde
(.'/ + .'• 4- i ) ( í r — 3 ) = = 2 6 .
Y como
+ 1, ± 2 , ± 1 3 , + 2 6

son los divisores de 26, se tendrá

(9") j — 3= I, 2, 13, 26, — 2, — 13, — 26,

('o') ,'/ -f íc + I = 26, 13, 2,' I, — 13, — 2, — I ;

pero las igualdades (9*) dan

(u") x = 4, 5, 16, 29, 2, 1,-10,-23;

luego, poniendo sucesivamente estos valores ( u " ) de x en las


respectivas igualdades (10*), se obtiene

(12') ?/ = 2 1 , 7, — 15, — 2 9 , — 2 9 , — 15, 7, 21 .

Los valores ( I I " ) de O! con los correspondientes (12") de»/


son las soluciones enteras en número limitado de la (8*)
238. Si el resto
hdi; — ae* — b*f
b^ '

es igual á cero, según las (3*) y (4"), se tendrá

/ a ae — bd\
!t(bj[-\-e) == — o*» — dúí—t = {iu-\-e) ( — x -f — - — j ,

de donde
(bx -\~ e) {b*y -\- abx + 6d — ae)=o .

Luego habrá de verificarse separadamente


2!M) T R A T A D O 0 B ANÁLIBIS MATJMÍATICO

bx -\- e = o ,
b^!/-\-(ilx--{-bd—ae=o,

y por consecuencia, la ecuación (2*) no tendrá más que una y


sólo una solución en números enteros.
239. Si en la (i") es c = ^ o , ¿> = o , se tendrá

, ms —ax* — áx — f
(¡3) y - --•
e
Si suponemos que ar = ada una solución entera para la (13*),
V hacemos
(14') ./.• = a + e í ,

representando t una indeterminada de valor entero, se obtendrá


al sustituir el valor (14") de tr en la (13'), y simplificar

IJQl,* — ¿(X f
(15") t / = - ( a a a - f £/)í — a e í ^
e
pero por hipótesis es
— auí* — d a — /'

un'número entero; luego, si ÍC = a da un valor entero para y,


dará necesariamente la ( 1 4 ' ) otro nuevo valor entero para y,
y por tanto, la (13*) admitirá, en este caso, una infinidad de solu-
ciones enteras.
La resolución de la (13') se reduce, en definitiva, sólo á ha-
llar, si es posible, una de sus soluciones enteras. Investiguémosla,
pues.
Para ello, al ser conocida a, determinaremos á t, de mpdo
<jue el valor de
X =»a-\- et
e e
«sté comprendido entre — y -| , y por lanteos, que no
2 2
TEORÍAS FUNDAMENTALES 207

pasarán de e, iremos viendo cuál valor de ,/• comprendido en el


intervalo í , + •—I puesto en la (13") 'a satisface, dando
valor entero para y, en cuyo caso tenJrá una infinidad de solu-
ciones; pero, si no existe ese valor de ai, que dé otro valor entero
para y. no habrá ninguna solución entera para la (is").
EJEMPLO. Si se tiene la ecuación

(lé") 3./' — 2 , r — 3 y + I = 0 ,
resulta
í,r' — 2.r' 4 - !
3

El valor de x, que da valor entero para y, estará entre


3
y -j ; luego ensayaremos los valores 1 , 0 , — i . Y como
2 •«
para x = — i, se obtiene ?/ «» 2, la (16") tendrá una infinidad
de soluciones, siendo la fórmula general de los valores enteros
de J-
X =z — 1 — 3Í ,
Sustituyendo este valor de x en la (lé"), hallaremos para la'
fórmula general de los valores enteros de y
y = 9l« -|_ 8t -H 2 .
240. Resolvamos, por último, la ecuación pitagórica de
EUCLIDE
(17") a;»4-i/'»2*.
Hagamos, con este objeto,

y eliminemos la z entre las (17*) y (18'), lo que da


208 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

V«' + tf* = -\—C-^' + y)»


ó bien, elevando esta igualdad al cuadrado,

^., + j^. _ J^ _ ,.J,(,; + y) 4. (., _^ yy .


4
pero, desarrollando el cuadrado {J; -f y)^ y simplificando, viene •

o =- — a-.'yí'*' + w) + 2uy = «yl —: (J;4-Í/)+2 ) ;


4 \ 4 ''
luego, suponiendo que xh y sean diferentes de cer^o, resulta

í-^- + y) + 2 = o;
4
la cual resuelta con relación á y produce
Acc — 8

y efectuando la división de J\X — 8 por u? — 4, se obtiene

Por consecuencia (n.° 237), igualando a; — 4 á los divisores

± I, ±2, ±4, ±8 •
•de 8, se tiene
a: _ 4 = ± I , + 2 , i 4 , i 8 ;
de donde
*• = 5 , 3 » 6 . 2 , 8 , o , 12 , — 4 ,
y = 12,-4 » 8 , o , 6 , 2 , 5, 3,
cuyos valores sustituidos en la (17') dan los correspondientes
THOHÍAS FUNDAMKNTAliBS 209

de z, fáciles de deducir, como lo es comprobar todas las solucio-


nes enteras, que se obtengan. ««««««sjafc^

CAPÍTULO VI ''^ t \
i • • - ••

Teorin de las eoncraenciaH

241. Según lo manifestado en el n.° 107, se concibe f3ciP


mente que, si al dividir dos cantidades A, B por otra M se ob-
tiene el mismo resto R, siempre que M y R tengan una común
medida (n." 125), ésta será también medida común de A y B con
relación á la unidad M; puesto que hemos demostrado (n.* 98)
que el máximo común divisor de M y R es el mismo que existe
entre A, M y B, M. Luego la comensurabilidad de A y B con re-
lación á M depende necesariamente de que M y R tengan una
común medida, ó un máximo común divisor (n.* 125).
242. Las cantidades A, B, que llenan la condición de tener
el mismo resto R con relación á M, y que, por tanto, tienen una
común medida, relativamente á M, las han llamado congruas ó con-
gruentes GAUSS (*), y equivalentes CAUCHY, y la M, que se toma
cual tipo de comparación para relacionar las A y B, la han llama-
do módulo. Por consiguiente, el módulo, en este caso, no es más
que im divisor ó unidad de medida (n.° 123).
243. Para expresar que A y B son congruentes con relación
á M, se emplea generalmente la notación de GAUSS

(I) A = B(mód. M ) ,

que se lee: A congruente con B según módulo M.


Los íiranceses usan la notación

A = B ± un múltiplo de M,
•s decir,

o La palalir* UUn* mtigrutre ligDiBca convmir ó concordar.


aiO TRATADO DB AKÍUSM MATUIÍTICO

A - B ± kM .
La expresión
A ^ B ( m ó d . M)
significa que A y B tío son congruentes según módulo M, ó que di-
vididas respectivamente por M no dan el mismo resto. ,
Las cantidades A y B se nombran primer miembro y segundo
miembro de la congruencia (i).
244. , Son corolarios de la definición de las cantidades con-
gruentes (n.° 242) los principios siguientes:
I.* Das cantidades guales entre si son congruentes con relación
á cualquier módulo, es decir, que
a^a (módm)
cualquiera que sai el valor .entero de m; puesto que es evidente
que su división por una misma cantidad m ha de dar siempre el
mismo resto (n.* 63).-
2." Si una canttíad a es múltipla de otra m (*), será a con-
gruente con o s^ún módulo m, es decir, que
0 ^ 0 (mód. m);
porque al ser a divisible por m, et resto de la división ha de ser
claramente cero, y también o dividido por m da o de resto.
Reciprocamente, si una cantidad a es congruente con o s^ün
móduloffl,será a múltiplo de ro; porque el resto de o flividido por
m es cero\ luego para que a sea congruente con o según módulo
m, precisa que también sea o el resto de dividir á o por m; lo
cual prueba que a ha de ser múltiplo de tn.
3 . ' Dos cantidades am, bm múltiplas de una tercera m son
eongrumtes con relación á esta tercera m, es decirr 1^

am ^ ftm (mód. m ) ;
porque la división de am, hm por m ha de dar el mismo resto o.
(*i InUéndaM <ia» «o Mte capitalo tubltramM tlenpre d« cantidadM «BtorM,
•1 no adTMtlrM to cootrktio.
TBOBIAS FUMDAUBHT&LBS 2t{

4.° La diferencia entre dos cantidades congruentes a, b es divi-


sible por el módulo m, 6 es un múltiplo de m; porque, Uamando
c, c, los respectivos cocientes de
{3) o = c . »n -|- r , dividir á a y á 6 por m, y r el
{4) 6 = c, . m -|- r ; mismo resto de ambas divisiones
(5) a — ft = (c — Cy).m (n." 242), se tienen (n.° 63) las (3)
y (4), y restando las {3) y (4), viene
la (5), que demuestra el enunciado. Se deduce, pues, que, si
0 ^ 6 (mód. m),
ha de tenerse necesariamente, según la (5), por el principio 2.°
(6) a — 6 ^ 0 (mód, m).

Recíprocamente, si la diferencia de dos cantidades a, b es un


múltiplo de m, estas cantidades son congruentes según módulo m;
porque, si a y 6 no
a = " C . * ? ! + »•. ' fuesen congruentes
\1) 6 = c,. m 4- r,; según módulo m, los
(8) a —b =» (c — c^) . m -f- (r — r,). restos r, r, serían di-
ferentes en las (7), y
la sustracción de éstas daría la (8), y por tanto, no siendo cero
r — r ^ ó r = r , , no sería a—b múltiplo de m, lo cual contradi-
ce la hipótesis. Luego, si ha de ser r = Vt , serán a y b con-
gruentes según módulo m. Se tiene, pues, que, si se verifica la
(6), también se verificará por el presente recíproco que ,

(9) a^h (mód. w) ,

lo que ya sabemos (Recíp. del cor. 2.°).


Fundándose en este principio define MR. CARNOY los núme-
ros congruentes, de acuerdo con la escuela francesa, de la manera
siguiente:
«Números congruentes ó equivalentes según módulo m so»
dos enteros a, 6, tales que su diferencia a — 6 es un múltiplo
de m,» es decir, que, si
212 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTIOÓ

o —b
m
ay b son congruentes según módulo m. Por esto suele emplear-
se la notación (n." 243)
(10) a = h ±. km

para expresar la congruencia (9) puesta bajo la notación de GAUSS^


Poniendo la congruencia (9) bajo la forma (10), se ve inme-
diatamente que
5." Todo divisor de los números ayh, lo es también del módu-
lo m, es decir, que ¡os números congruentes tienen un> máximo divi-
sor común con el módulo.
6." En toda división el dividendo D y,el resto r son congruen-
tes con relación al divisor m, eí decir, que

D ^ r (mód. m);
puesto que es sabido (n.° 63) que
D = gm -|- r ,
representando q el cociente de D dividido por m; de donde
D — r — gm ,

lo cual demuestra, por el recíproco* del principio 4.**, que D y r


son congruentes según módulo m.
y." Dos cantidades a, b congruentes con utia tfrcera n según
un mismo módulo m sm congruentes entre si, es decir, que, si se
tiene
a^n (mód. m),
b ^ n (mód. m),
6 bien
a^n(mód. m),
/n^b (mód. m),
TBOBIAS FUNDAMENTALES 218

también ha de tenerse
a^b (mód. m).
En efecto, la congruenda de a y n según módulo m da
<n.°63)las(ii)y(i2), y la congruencia de 6 y n según módulo m
da las (I 3) y (12); luego a yb, que di-
{i I) a = C . m - j - r , vididas respectivamente por m produ-
{12) n = c, .m-\-r , cen el mismo resto r, como lo prue-
{13) b-=Ct.m-\-r ban las (11) y (13), son congruentes
entre si según el módulo m (n.° 242),
conforme el enunciado.

g * —Beaaltad** operattTos de laa eoncrnenela»


245. Si se tienen las congruencias
(I) 0 ^ 6 (mód. m ) ,
(2) a, ^ 6, (mód. m)
resulta
(3) a rt: a, ^ 6 ± 61 (mód. m) ,
es decir, que las congruencias (1) y (2) según un mismo módulo
m pueden sumarse ó restarse miembro á miembro, ú ordenada-
mente.
En efecto, hemos demostrado (n.° 244, 4.°) que, si por las
( I ) y (2) son a y b, a, y ¿>i congruentes según módulo w, las
diferencias a — b y a, — bt serán múltiplos de m, y por tanto,
, . a — 6 »=a . w ,
(4)
Oi—&,«=«,. m ;
itiq|o, sumando y restando las (4), viene
(o ± a,) — (b± b.) -= (a ± a,) . w ;

de donde (n." 244, Recíp. 4.°)


a ± Oi = b ± b, (mód. m).
su TRATADO DB ANÍLISIS MATBMATIOO

Se deduce que
246. Si se suma ordenadamente una serie de congruencias se-
gún un misn:o módulo, se obtiene una
(5) a, ^ bf (mód. m) , congruencia según dicho módulo; pues-
(6) a, ^ 6, (mod. >n) , to que, si además de las (r) y (2),
etc. se tienen las (5), (6), etc., la suma
de las (1) y (2) dará
a -\- at^b -\-bt (mód. m);
samando á ésta la (5), viene
a -f «1 -|- a, ^ 6 4- &i f 6, (mód. m\;
volviendo á sumar á ésta la (6), viene
a + o, 4- í7, 4- fla = 6 -f fc, f 6, -+- 6« (mód. íw) ,
y así sucesivamente.
247. Una congruencia no varía al sumar ó restar i sus dos
miembros una misma cantidad; puesto que, siendo la diferencia de
dos cantidades congruentes
(7) a^b (mód, \n) , un múltiplo, del módulo
(8) a — b «- c. m\ (n.? 244. 4.°), la (7) da la
(9) (a±k)~{b ±k) '^ c, m. (8), de la caal evidente-
mente se saca la (9); luego
por el reciproco del principio 4.° del n.° 244, la (9) demuestra
que
a±k^b ±k (mód. m) ,

conforme el enunciado.
248. Una congruencia no varia al aumentar 6 dismú
nuir uno de sus miembros ó ambos en un múltiplo dé su
módulo; por-
i'a±km) — b =aí c. m.± km =•=> {e ± k). m, que de la (8) se
^'°^ a — (&±km)«=c. wi T üm»= (cTk).m. sacan las (10),
y ' por tanto ,
por el recíproco del principio 4.» del n." 244
, TBORIAB FDHOAMBHTALHS 916

a ±km^b (mód. m ) ,
a^b ±km (mód. w ) ,
y también por lo mismo, ó por lo demostrado en el n<.*> 247 an-
terior,
a±km^b ±Atitn (mód. m).
249. De este principio se deduce que ,
Una congruencia de la forma

(11) ax^b (mód. m)


no varia al sustituir en lugar de z y\> los respectivos res-
tos de dividir 4 a >* b por el módulo m; pues, si suponemos
que q, qt son los cocientes de dividir i a y b por m, y r, r, los
restos correspondientes, se tendrá

a = mq + )• ,
, b = mqx -f- ''n
y sustituyendo estos valores en la (i i), viene
(mg -f- r)x ^ mq, -f- r, (mód. m) ,
6 bien
mqx -\-rx^ mg, -j- r, (mód. m ) ;

de dónde (n.» 248)


ras ^ r, (mód. m) .

Este principio proporciona medios para efectuar grandes sim-


pUficaciooes en una congruencia de miembros demasiado creci-
dos, ctítaé tendremos ocasión de verlo más adelante.
250. Una congruencia no varia al multiplicar susdM¡;~
miembros por una misma cantidad k; porque de la (7)'SÉ*
saca la (i^, y multiplicando la (8) por k, resulta NÜ

ak — bk»* c. k. m;
216 TRATADO 0B ANALISIS MATHMATIOO

luego (n." 244, Recíp. 4 ° )


ak ^ bk (mód. m) .
251. Si se multiplican ordenadamente los dos miem-
bros de dos congruencias según un mismo módulo, resulta
una congruencia según dicho módulo; ó bien
El producto de dos congruencias de iguat módulo es
otra congruencia según el mismo módulo, es decir, que, si
, ^ a ^b (mód. m) ,
Oi^bt (mód. m) ,
se tendrá
aa, ^ bbt (mód. m). -

En efecto, las (12) dan (n.° 244, 4."*) las (13), de las cuales se
deducen lás (14);,
a — b = c. m , pero multiplicando
^'^^ Oi — 6 , = c , . m ; '»» (14), resulta
la (15), ó bien la
a = 6 -f-c. m , (<6); Juego (n.°
^'"^^ a» = i,-{-6-,. m ; 244, Redp. 4.'»)

(15) aa^mabb^-\-(h^c-\-bc^-{-cc^m).m, aa^^bb^


(Ié) aa^ — 66, = (6|C-j-bCt -\- cCim). m . (mód. m),

conforme el enunciado.
Y en general, el producto de varias congruencias según
un mismo módulo es una
(17) o, ^ 6, (mód. m ) , congruencia según el mó-
(18) Oj, ^ 6, (mód. m) , du/o comtin; puesto que, si
etc. además de las (12), se tienen
las (17), (I 3), etc., el producto
de las (12) dará, como hemos visto anteriormente,
aot ^ 66, (mód. m),
TBORÍAS FÜNDAMKNTALBB ^7

y multiplicando esta por la (17), viene


oa,o, ^ bb,bt fmód. ni) ;
volviendo á multiplicar esta por la (18), viene
(19) aa^a^a^ ^ bbfi^^ (mód. m) ,

y asi sucesivamente.
252. Si los dos miembros de una congruencia se elevan á
una misma potencia, resulta una congruencia; ó bien
La n.*"™» potencia de una congruencia es otra con-
gruencia; puesto que las (12), (17), (18), etc. subsisten al ser
a==n^ = a^ = a3 = ,
b = b^ = 6^ = 63 = ,

en cuya hipótesis se trastorma la (19) ,en la congruencia


'aaaa ^ bbbb (mód. m) ;
es decir,
a" ^ 6 " (mód. m) .
Luego, si
f{x) — Aa;*" -|- Ba?" 4- .*....
es una función racional y entera de x con coeficientes enteros, y
se tiene
a^b (mód. m ) ,

también se tendrá evidentemente


fia) =f{b) (mód. m). .
En general, six éy, a^y 6„ a, y 6„ etc. son congruentes se-
gún un módulo cualquiera k, se tendrá claramente

««ar" + fl,a!"-> -+- + a^^ feoíT + ^«y"""' +


+ 6m (mód. k) ;
218 TRA.TAOO DB ARÁLtSU MATKltlTtOO

luego, si
f{x) = AoO!" 4- AIOJ^T' 4"

es una función racional y entera de x con coeficientes enteros, y


se tiene
a^b (mód. k),
umbién se tendrá
m~mimbá.k),
253. Si los dos miembros y el módulo de una con-
gruencia tienen un factor común, puede suprimirse este
factor, sin que varié la congruencia, es decir^ que, si
' (20) ak ^ bk (mód. km) ,
se tendrá
a^b (mód. m).
En efecto, la (20) da (n." 244, 4.°)
ak — bk =¡= c. k. m;
de donde
a — b =: c. m; ,
luego, según ti. reciproco del principio 4.* del n.* 244,
á^b (mód. m).
EjEiiPto. En la congruencia
120?^ 3 (mód. 15)
puede suprimirse en sus dos mieoibres tacey $, y en el, módolo
15 el factor común 3, obteniéndose
40; ^ I (mód. 5) . '
254. Si se tienen dos cantidades a, b congruentes se-
gún módulos diferentes mi, nit, m„ etc.
TaORÍAS FUNDAMBNTALBe 019

a^b (mód. m,),


(21) a = 6 (mód. n»,),
a^b (mód. m,),
etc.,
serón a j ^ b congruentes según un módulo común igual al
mínimo común múltiplo m de m,, m», m„ etc., es decir, que
a^b (tnód. m ) .
En efecto, las (21) dan (n." 244, 4.') las (22), que prueban
que o—b es divisible por wi„ «li,
a —b rwa, etc., y por consiguiente, por
" el mínimo común múltiplo m de
^a — b ^ m„ m„ms, etc. (n." ii9);luego
m. *™ ^i" en la (23) es entero el cociente
a—b exactQ k de dividir a — b por
Cj, m, es decir, que a — 6 es un
múltiplo de m. Se tiene, pues,
etc.
por la (24), que sale de la (23)
, , . _ a — b. . (n" 244. Redp. 4.")
"» a = 6(mód.m),
(24) a — 6 = A. m.
• conforme el enunciado.
255. Si se tiene la congruencia
(25) a ^ r (mód. m = m¡. m , ) ,
y otras dos
(26) a ^ r, (mód. mt),

(27) a = r,(mód, m,)

correspondientes á cada uno de los factores m„ m, del módulo


w de la (25), siendo r, r „ r „ los respectivos testos de dividir á
a por tn, m„ m„ también se verificarán entre los restos r, ri, r,
de las (25), (26), (27) las congruencias
220 THATAUO D E ANÁLISIS HATBUATICO

r ^ r^ (mód. m,) ,
r ^ r, (mód. m,) .
En efecto, las congruencias (25), (26), (27) dan (n.* 244, 4.*)
las (28), (29), (30);
(28) a — r == c. nii m,, pero, restando res-
(29) a — r, = c,. m, ,
a — r, = Cj. m , ;
pectivamente de la
(30)
(28) las (29) y (30),
, , r,-r^(c.m,-c.)m., resultan las (31);
(^') a,-r = (c. m. - c ) m , . '-^^g"' «^g^f^^ÍBi),
^ ^ se tienen las con-
gruencias (n." 244, Recíp, 4.')
r ^r^ (mód. m,) ,
r ^ rs (mód. m,),
conforme el enunciado.
256. No siempre pueden dividirse los dos miembros
de una congruencia por uno de sus/adores comunes, sub-
sistiendo la congruencia según el mismo módulo, es decir,
que, si
(32) ak ^ bk (mód. m) ,
no siempre se verificará que sea
»
(33) rt^6(mód. m).
En efecto, la (32) da (n." 244, 4.') la (34); luego, si supo-
nemos que 5 sea el mdximo común divisor de ^ y m, dividiendo
la (34) por 5, y llamando kt y
(34) ak — bk = e.m , tñt los cocientes de dividir res-
(35) ak, — bk^ a» c. m, , pectivamente á A: y á m por 8, se
(36) (o — b)k^ =• c. m, , tendrá la (35), 6 bien la (36), la
(37) a — í» = c,. »w, cual prueba que m,, que es fac-
tor de su 2.* miembro, ha de di-
vidir al primero (a — b)k,\ y como m, es primo con ¿, (n.* 103),
ha de dividir (n,* 78) á a — 6, y por consiguiente, represen-
TKORIAS FÜNDAMENTALBS 221

undo por c^ el cociente de a — h dividido por w,, se obtendrá


la (37)> de que se deduce (n." 244, Recíp. 4.*)
(38) a = 6 (mód. m,) .
Resulta, pues, que de la (32) sólo puede, en general, sacarse
la(38), y nola(33).
Pero, si el factor k común á los dos miembros de la congruen-
cia (32) es primo con el módulo m, por dividir en la (34) al
I." miembro, habrá de dividir al segundo c. m, y por ser primo
con m, dividirá (n." 7S) necesariathente á c. Luego, designando
por c, el cociente de c dividido por k, la (34) dará

a — h = d. m \

de donde (n." 244, Recíp. 4.°)


a ^b (mód. m ) .
Podemos, pues, concluir legítimamente que
257. Puede dividirse una congruencia por cualquier
factor común á sus dos miembros, que sea primo con el
módulo.
EJEMPLO. La congruencia

128 ^ 102 (mód, 13)

dividida por el factor 2, común á sus d»s miembros 128, 102, y


primo con el módulo 13, da
64 ^ 51 (mód. 13) .

258. Se puede dividir una congruencia por otra de


módulo común, siempre que los dos miembros de la segun-
da sean primos con el módulo, es decir, que^ si'se tienen
las dos congruencias
(39), . ak^ bkf (mód. m),
(40) k^ki (mód. m ) ,
222 TRATADO DB AHÁUNS MATSMÁTIOO

y k, k, son números primos con m, se verificará, dividien-


do ordenadamente la (39) por la (40), que
(41) a ^b (mód. 1»).
En efecto, moltiplicando por b los dos miembros de la (40),
viene (n." 250)
(42) bk ^.bk^ (mód, w») ;

pero las (39) y (42) dan (n." 244, 7.0)


ak ^ bk (vaód. m);

luego por ser k primo con m, se obtiene (o." 257)


a^b (mód. m), '
conforme el enunciado.
. A la misma demostración se llega al multiplicar por a los dos
miembros de la (40), lo que da
{43) ak ^ aki (mód. m),
y comparando la (43) con la (39), resalta
ak, ^ bk, (mód. m);
de donde, como anteriormente,
a^b (niód. m).
g t. FrlmelvlMi ftaAsanMitalcs 4e IMI mtrrmtitétñM

259. Hemos visto (n." 118) que, si a es un múltiplo de la


cantidad entera a, el producto de a por cu^^lquier número entero
m será taq^bién múltiplo de a. Y como toda cantidad es clara-
mente múltípto de si misma, la notación
a.m
representará todo múltiplo de a.
Tw^mlAB FUNDAMBMTALBS 228

260. También hemos visto (n." 63) que toda cantidad N,


que no es divisible por m, puede ponerse bajo la' forma
(O N=«a. m-f-r,
donde m representa un divisor, a el cociente y r el resto de la
división de N por m.
Vero, forjando la unidad en el cociente a, la (i) da erid^n-
temente
N =- (o -j- I) . m — (tn — r);
luego también puede tomarse á — (m ^-r) por resto de la di-
visión de N por m.
Hay, pues, en toda división inexacu dos restos, uno positivo
-f-i" y otro negativo — (m — r), según se efectúe la división
por defecto ó por exceso, siendo en valores numéricos la suma
de estos restos
r 4- m — r = tn
igual al divisor m. La forma general de los restos positivos es,
como sabemos,
(N — am),
y de los restos negativos

_((a4.i)m-N),

hallándose, en este caso, comprendido el número N entre los dos


múltiplos consecutivos ow, (o -f i)m del módulo ó divisor m. '
261. Todo resto, positivo ó negativo, menor en valor abso-
luto <iue el módulo m, se denomina resto mínimo, y se en-
cuenda el positivo en la serie de lo$ números
O, I, a, 3,.....,(wi-- 1),
y el negativo eií la serie de lo* números
o , — I , — 2,— 3 ,-T(m—I).
224 TRATADO DB ANALISIS MATBHÍTIOO

m
262. Si el reslü positivo r es igual á , también el r e -
2

gativo —(m — r) será igual en valor numérico á ; pero, si

r > ,
2

ha de tenerse necesariamente en valor absoluto


m —r < m
2

Por consecuencia, en la división de un número cualquieM N


por m, siempre existe un resto positivo ó negativo menor en va-
lor absoluto que la mitad del divisor ó módulo. Este resto se
llama resto ó residuo mínimo absoluto, y está comprendido al ser m
par en la serie de los números
m m —2
í » 2 , ? i'.—i i ~ t ,...,.,— 3 > ' * ~ 2 , I,
2 2

y al ser m impar en la serie de los números


m—I m—I
^>2 , 3 » ) > 1 f ~~ 3 I 2 > ^ •
2 2

EJEMPLO, El resto 3 de ijíégún modelo 7 es un^ resto mi-


nimo^, y también lo es minimo absoluto; el resto 2 de 17 según
módulo 3 es un resto minimo, pero no lo es minimo a6solutOf sino
el — 1.
263. Si el resto r se considera en su sentido más general,
puede tomar en la congruencia '

a^r (mód. m)
la serie de vaíores <
TEORtAS FUNDAMENTALES 225

{a , a — m , a — im , a — 3m ,.
r = ( a-{-m , a-\-2m, a-\-^m y

y en general, el valor
(2) r ± am ,
verificándose siempre (n." 248) la congruencia
' a ^r ± ém (móJ. m). \

EJEMPLO, Si se tiene

(3) i7 = r(mód. 3), ^ ^,,^


la congruencia (3) no varía al ponerse sucesivamente én lugar
de r la serie de los restos
'•"•rí>
17 , 17 _ 3 « 14, 17 — 6 = 11 , 17
17—12=5, 17—15=2, 1 7 — 1 8 = — ! , 17—2J=—4 ......

264. DtaíDién en to<h» congruen^


.. -a.^ 6/(iÁód. m)
se consideran"es;f^«vámente (n.* 244, «.*) los números a y 6
cooÉio restos el uno del otro (CARNOY).
2^5. Se ve, pues, que al dar á a en U fórmula ( ^ la serie
de valores ^
a s = o , 1 , 2 , 3 , 4> » ^
va obteniéndose una infinidad de i^útneros'fbngruentes con a se-
gún módulo m. Los números no comprendidos en la fórmulí^b
son mcongrutniú txxí a, ó nor/e'Aos de a, según módulo m. v
266. Es claro que el reko de todo número a según módu-
lo m sólo se haOá una ^ (n.^ ^*^n la serie de los números

(4) 0 , 1 , 2^'3 ,..•., ( m - I ) ;


IB
226 TRATADO DM AM ALIBIS HATEMÁ-nco
luego todo número a es congruente (244, 6.°) con uno y sólo con
uno de los números (4) según módulo m.
El sistema de los números'(4) se nombra sistema completo de
restos ó de números incongruentes según módulo m (JIMÉNEZ),
267. Si los números ÍCJ , a?, , x, , , Xn soh incongruentes se-
gún módulo tt'f y b ts primo con k, los números
(5) a'-j-bae,, a + ^a?,, a-j-bx^, jü-^-bxn

forman tamdiin un sistema completo de números incongruentes según


módulo k; puesto que, si dos cualesquiera de los números (5)
a - j - bXj^, a -{-fcíCp, por ejemplo, fuesen congruentes, se ten-
dría
a -f bx^^ a -)-feíPp(mód. k) ,
ó bien (n.* 247)
6x„ ^ bx^ (mód. Ar) ;

de donde por ser b primo con fc, vendría (n.' 257)


a ? „ ^ x^{ta6d. k) ,

lo cual es contrario á la hipótesis. Luego todos los números (5)


son dos á dos incongruentes entre si según módulo k.
268. Además, la fórmula (n.» 63) '
(6) N « am + r ,
puede representar todos los números N según módutb m al dar
indefinidamente valores sucesivos á a, y sólo una vez; 6 bien,
determina completamente cída número N, siempre qué r pueda
tomar los m valores

r = o, 1,2,3 > »(»«— O-


Así, suponiendo »» = 5 , y dando á a los valores
o, I , 2, 3
TBOR(AS FUNDAMENTALES 227

la igualdad (6) producirá las (7) siguientes:

0 . 54-0 = 0, En efecto, es indudable que entre


0 . 5 + I == I , cada dos múltiplos consecutivos de
0 5+ 2 = 2, m siempre habrá m números
0 5 -+-3 = 3 .
am, am -\- i, am -\- 2, ,
0 5 + 4 = 4;
am-{-{m — i),
5 + 0 •= 5 .
5 + 1 = 6, y que en la (6) corresponden m va-
(7) . 5 + 2 = 7. lores de r desde o á m—i para cada
5 + 3 = 8. valor de a; luego, dando á a sucesi-
•5 + 4 = 9; vamente todos los valores compren-
didos entre —00 y -j-00, la (6) ha
2 . 5 + 0 = 10, de producir todos los números N
indicados en las expresiones (7).
2 •5 + 1 = II ,
2 . 5 -1- 2 = 1 2 , Y la (6) no pliede producir por
2 • 5 + 3 = •3 . el procedimiento indicado más que
2 . 5 + 4 "^ 1 4 ; una sola vez cada número N; por-
que, si dos valores distintos a^, r,
etc. de a y de r produjeran un mismo
número N, la (6) y la siguiente:

N — Oj m -4- »•,

subsistirían simultáneamente, lo que no esi posible, según lo de-


mostrado en el n.° 63.
269. Si ios números N y m ion primos entre si, los restos obte-
nidos al dividir por m ¡os m — i múltiplos sucesivos de N

(8) N, 2N, 3N, (m—i)N

son todos diferentes; puesto que, como hemos visto (n.° 222), si
en los múltiplos (8) de N existieran dos ^N, «N, por ejemplo,
que al dividirlos por m diesen el mismo resto R, se tendría, re-
presentando por Q , Q í los cocientes correspondientes.
228 TBATAOO DE ANÁLISIS HATBMÁTICO

pN — Q . m -I- R ,
aN = Q , . m + R ,
y estando,
(P-«)N-(Q-Q.,)'«,
ó bien
(? - a)N
Q - Q . ,
m
y por ser m primo con N, dividiría (n." 78) á p — a, que es evi-
dentemente menor que m, lo que es imposible; luego .todos los
restos propuestos son diferentes.
270. De este principio se deduce inmediatamente que ,
Si en una expresión ax, en que a es primo con m, damos á la
variable x sucesivamente los valores de un sistema de cantidades in-
congruentes según módulo m, los valores correspondientes de los múl-
tiplos'zx de a formarán también un sistema de cantidades incon-
gruentes según módulo m.
271. Si se multiplican los términos de la serie de los números

(9) « . 2 . 3, ("»— O
por una cantidad entera a prima con m, ¡os múltiplos de a
(10) a , 20, 3a, , (m—i)a
tienen números congruentes según módulo m en la serie (9); porqués
por el principio antarior del n." 269 iodos l«js múltiplos sucesi-
vos (ic) de a divididos por m han de da^ restos diíerentcs evi-
dentemente menores que el divisor m, los cuales no puédeo ser
otros que los números de la serie (9); luego el múltiplo de a de
la serie (10), que dé uno de los restos (9), será congruente coa
dicho resto según módulo m (n.* 244, 6/), conforme ,el éntm-
ciado. j
272. Si ¡a cantidad m es prima con a, los términos de la pro-
gresión aritmética

(I O b , b 4- a , 6 4- 2 0 , 6 + 30 ,• •-.. 6 + (m — i)a
TBOSÍAS FUNDAUBMTALES 229

son respectivanteute congruentes con los números .

<I2) ^ 0,1,2, 3 ,(m — I )


según módulo m, cualquiera que sea el entero b; puerto que por el
principio anterior (n." 271) los términos de la (11) son claramen-
te congruentes con los de la serie
(13) 6 , 6 4 - I , 6 + 2 , fe + 3 , ,b + {m~i)

según módulo m, y á la vez los términos de la (12) lo son con


los de la (13) según el mismo módulo m (n.° 244, 7.°).
273. TEOREMA DE EULER. Si a es un número primo con m, la
potencia a^. M congruente con la unidad según módulo m, es decir,
que
a^'í") = I (mód. m) ,
ó bien
aTí") — I s o (mód. m) ,

y por tanto a ' — 1 es divisible por m.


En efecto, hemos visto (n.° 270) que, si a es primo con m,
y damos en el producto ax valores sucesivos á x incongruentes
según módulo m, los valores correspondientes de los múltiplos
ax de a formarán también un sistema de cantidades incongruen-
tes s^ún módulo m; luego, si sustituimos en ax en lugar de x
un sistema de valores
<»i » « t í «3,

primos é incongruentes con m, loi múltiplos

(14) oOi, ofli, aa^,


serán también primos é incongruentes con w (n." 79, 5.'), y
por consiguiente, tos respectivos restos

(15) n , r,, r,,


230 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMXTICO

de dichos múltiplos según el módulo m darán los mismos nú-


meros
(ií>) <T, , a , , « 3 , ,

aunque en orden diferente (n." 271); lo cual prueba que el pro-


ducto de los números (16) es igual al producto de los restos (15).
Pero los restos (15), que son los mismos números (16) pri-
mos con m, serán menores que f/j; luego el número de los m,úl-
tiplos(i4), equivalente al de los restos (15) ó (16), será igual
(n.° 89) al indicador de G^uss ^{m).
Por consecuencia, multiplicando ordenadamente las con-
gruencias concebidas ya formadas con los números (14), y sus
congruentes respectivos en la (15), se tendrá
aa^ . aa.^ . aUi ^ Vi r, r, (mód. m) ,
ó bien
g<p('") ^ ^^ ^^ j(^ ^ ^^ y^ ^^ (nj¿¿_ ^ ) .

de donde á causa de ser ios productos «i a, flts y r^ r, r,


iguales entre sí, y primos con el módulo m, resulta (o." 257)

of^"" = I (mód. m ) ,
ó (n.*» 244, 4.", 248)

o'P^'"^ — 1 = 0 (mód. m) ,

conforme el enunciado.
TEOREMA DE FERM\T. Si el número entero a no es divisible por
el número primo m, la diferencia a""' — I será divisible por m, es
decir que,
a""' — 1 ^ 0 (mód. m ) ,
ó bien
am-i ^ , (nj(W. m ) .
En efecto, por ser a y m primos entre sí (n.» 77), los miilti-
plos de a
T B O B Í A S raKDAMBNTALBS 281

(>7) a , 2a, 3a, , ( m — i)a


tendrán números congruentes según módulo m en los restos
(n.» 271)
(18) . 1 , 2 , 3,....., ( w — I),-
luego el producto de los números (17) es congruente con el pro-
ducto de los (18) según módulo m, y por tanto, evidentemente
se tendrá que
(m — I ) ! X a*""''^ {m — \)\ (mód. m ) ;

de donde por ser (m — i) I primo con el módulo m por hipóte-


sis, viene (n.° 257)
a*""'^^ I (mod. m ) ,
6 bien (n." 247)
¿jBi-i — 1 ^ 0 (mód. m ) ,

conforme el enunciado,
275. TEOREMA DE WILSON. Si va es un número primo, la
suma
(m — I ) 1 + I
es divisible por m, es decir, que ,
(m — 1 ) 1 4 - 1 ^ 0 (mód. m ) ,
ó bien
(m — 1)! ^ — 1 (mód. m ) .
Hn efecto, sí a es uno cualquiera de los números

(«9) I . *> 3 ,(*»»-I),


habrá en los múltiplos de a

o , 2a, 3a, , (m — j)a

uno congruente :con 1 según módulo m, y solamente uno (n.***


2 7 ' . 63).
2S2 TBATADO DB AMÁUSIS MATBHÁTIOO

Supongamos que este múltiplo congruente con i sea aat Se


tendrá
xa TS I (mód. m) .
Los números aya son, en general, desigualen, y sólo pue-
den ser iguales entre si, cuando sea a = », ó a = m — i, es
decir, a igual á uno de los extremos de la serie (19); puesto que,
si a = a, resulta que

a' — I = (fl — I ) (a H- I )

será divisible por m (n.° 244, 4."); y como m es primo, dividirá


(n." 79, I.*) i a — I ó a -j- I ; lo cual por ser a < W, no pye-
de verificarse, si no se tiene necesariamente
a «. I ,
ó bien
a -j- I .=• w ,
es decir,
a = m — r.
De aquí se deduce que, abstracción hecha de i ó w — i, los
números
2,3,4 , (w — 2)
pueden tomarse dos á dos, de modo que el producto de cada dos
qne se tomen sea congruente con l según módulo m, y por con-
secuencia, multiplicando ordenadamente las congruencias así
formadas, se tendrá claramente
2 . 3 . 4..... ( w — 3 ) ^ I (mód. w ) ,

cuyo producto por (nt— i) da (n.* 350)

(m — i ) I s w - r - 1 (mód. m);

de donde (n.° 248)

*. ( w — I ) ! = — 1 (mód. m),
TaORiAS FUNDiLMBHTAIiBB 283

Ó bien (n.** 247)


(m — I ) ! + I ^ o (mód. m),
conforme el enunciado.
§4. PrtaelploB de ! « • eoncmenelsH en ( « a e r a l

276. Hemos definido hasta aquí lo que debe entenderse por


números congruentes según un módulo dado, y hemos llamado
congruencia á b expresión que liga á estos números (n.* 243);
pero conviene advertir que la congruencia propiamente dicha es
la que, como en las ecuaciones, contiene una ó más incógnitas,
y bajo este concepto vamos á estudiarla en adelante. Son con-
gruencias en este sentido
. . ax ^ h (mód. m),
ax* -j- hx ^ c (mód. m ) ,
y en general.

a^x'" 4 " Oi*"-* + + o„ ^ b^x" -f- btX"-^ -f-


-ffc„(mód. M),
la cual, fundándonos en el principio del n." 247, puede reducirse
á la forma
(2) Atüf^ + Aiar"*-' + + Am ^ o (mód, M ) ,
suponiendo m > n, y que los respectivos exponentes de x sean
enteros y positivos, y los coeficientes Ag, A, , A» sean
constantes y determinados. La (2) se la representa, como sabe-
mos (n."* 6, 7, 8), por la notación

(3) F(a:) :==* o (mód. M ) ,

expresando la (3) que a sólo puede tomar valore» enteros, qae


hagan divisible el i . " miembro de 1* (2) por el módulo M
(n.*244, 2.'Recíp.).
277. El grado de una congruencia puesta bajo la fortna (z)
284 TRATADO DK AN;LU8IS MATEMÁTICO

es el grado de la función de su i . " miembro. Las (i) son respec-


tivamente de i.° y 2 ° grado, y la (2) de m grado.
278. Toda congruencia puede trasformarse en otra, cuyos
coeficientes estén siempre comprendidos entre o y w, ó entre
y -\- — t siendo m el módulo.
2 * 2

En efecto, si se tiene la congruencia


ttoX" -j- üiX"-^ -\- -j- a„ ^ o (mód. m) ,
no alterará al restársela un múltiplo del módulo m (n.* 248); luego
a^x" -\- OiíF"-» -{- - j - <*" — "* ('»*" + íi*""' +
-\-t„)^o (mód. m ) ;
de donde

(Oo — mtt) x" 4 - (a, — mí,) au»-» -}-


-{-{a„ — mtn) = o (mód, m) ,
representando los coeficientes t^, íi, , t„ números indetermi-
nados cualesquiera. Por consecuencia, si damos á te, tt, , t„
respectivamente los valores de los cocientes, que resultan de di-
vidir por m los coeficientes ÜQ, a^, , a« , y llamamos
9u, ji, , jn estos cocientes, y ro, r^, , r„ los restos co-
rrespondientes, se tendrá

(4) K — wg.) 0^ 4 - (a, - mí,) a ^ i +


- | - ( o , — wig„ ) s o (mód. m) ,

y poniendo en la (4) en lugar de los coeficientes a, — tnq„,


Ot — mqu , On — mq„ sus valores (n.°» 260, 263), viene
r,a5"-|-riaj"-*-j- -{-r„^o(mód. m),

estando r entre o y m ó entre y -| .


2 2
Así las congruencias
TBOaiAS FaNDAHENTALHB 235

1237a; — 4 0 9 6 ^ O (mód. 27),


ijar* + I2ÍF' + 25ÍP' -4- 20a; -f- 49 ; s o (mód. 12),
sustituyendo sus coeficientes por los restos respectivos, se tras-
forman en las siguientes:
— 505 + 8 ^ o (mód. 27) ,
$x* -\- o . x" + x^ — 4» + I ^ o (mód. 12),
ó bien
^x* + X* — 405 4- I ^ o (mód. 12) .
279. Sf en la (2) el módulo M es primo, y hacemos por lo
dicho anteriormente que los coeficientes A„ A,, , A,„ sean
números enteros comprendidos entre o y M, siempre podrá ha-
llarse un número A, que multiplicado por Ao dé un producto
A,A, cuyo resto según módulo M sea i, ó que satisfaga á la
congruencia
AoA =~ I (mód. M) .
Multiplicando en esta liipótesis la (2) por A, viene
AoAíC^-j- AiAa?*"-*-!-A,Aa;'"-»4--—+ Am A ^ o ( m ó d . M);
luego, llamando

los restos de dividir por M los coeficientes A,A, AjA, , AmA,


siendo i por hipótesis el resto de AQA dividido por M, se tendrá
(n.» 249)
íí"»4-P,a?"—«-f-P,a?"—»+ -f P m = o ( m ó d . M),
#
que es la forma ordinaria de una congruencia, siendo la (2) su
forma general.
280. Toda congruencia de módulo compuesto puede ha-
cerse depender de congruencias de módulos primos, fundándose
en trastormaciones, que tienen su apoyo en el principio del
n." 254. Por esto nos referiremos, en general, á las congruencias
de módulos primos.
2ü6 TRATADO DB ANAUBIB MATBMATIOO

281. Se denomina congruencia idéntica la que se satis-


face por cualquier valor de la incógnita, y congruencia imf>o-
sible la que no puede satisfacerse por ningún valor entero de la
incógnita. Es indudable que será idéntica toda congruencia, cuyos
coeficientes son divisibles por el módulo, y que será imposible,
cuando los coeficientes de la incógnita son divisibles por factores
del módulo, que no dividen al término independiente ó constan-
tejí puesto que, en este caso, no es posible que reducida á la forma
(3) sea su I . " miembro un múltiplo del módulo (n * 244, 4.°).
282. También la congruencia (3) puede ser imposible, no
por la condición predicha, sino por la misma naturaleza de la
función F(ÍF).
En efecto, es evidente que, si en la función F{x) damos á x
todos los valores enteros posibles, los restos que se obtengan se-
gún módulo m se hallarán (n.° 266) en la serie de los númeroí

(5) 0,1,2,3, ,(w» — 0 .


que claramente se reproducirán periódicamente de m en m al dar
á X valores sucesivos de una manera indefinida; pero es fácil de
concebir que por la naturaleza de la función V{x) dichos restos,
en general, no darán de modo forzoso todos los términos de U
serte ( j ) , para que siempre sea posible satisfacer en nümerdl^to-^
teros una congruencia dada. Si se tiene, por ejemplo,
V{x) =X* — 2X+ $ ,
los restos según módulo 5 de F(T) son

3, 2, 5, I, I
para valores de ,
a? «= o, 1, 2, 3, 4*= 5 — 1,

cayos restos se reprodaciráti periódicamente por los valores inde'


finidos que socesivamente reciba x, y ninguno será o; luego F(x),
en tíAcciso, no podrá ser un múltiplo de 5 por ningún valor de
:r, y poir tanto, será imposible la congruencia •
TüORÍAS FUNDAMENTALBS 237

F(a-) = X* — 2íc + 3 ^ o (mód. 5).


283. Es raíz de una congruencia
(6) F(x) ~ o (mód. w)
el número entero a, que sustituido en lugar de x en F(ar) hace á
F(a;) divisible por el módulo m. Así £C = 2 es raíz de la con-
gruencia
1107 — 2 ^ 0 (mód. 5) .

Si a; = a es raíz de la congruencia (6), se tendrá

(7) F(a 4- f<m) ^ o (mód. m ) ,


donde k es un número entero cualquiera.
En electo, desarrollando el i . " miembro de la (7)por la^dr-
mula de TAYLOR (n.' 76), viene
k.YYí h^ttí^
(8) F(« + A:m)=F(«) + F ' ( a ) - ^ + F ' ' ( « ) - ^ + • • • • • . ;

pero el módulo m divide á F(aypor ser a raíz de la (é), asi como


á todos los términos, que siguen después de F(a) en el 2." miem-
bro de la (8); luego dividirá al i . " miembro F(it -j- km), y por
tanto (n.° 244, 4.*'),
F(a -f- ^•"í) ^ o (mód. m).
Y coipo k es un número entero cualquiera, se deduce que, si
una congruencia tiene una raíz x ¡^ a^ tendrá una mfinidad de
raices dadas por la fórmula

(9) a? a= K -[- ^w .

Es claro que sieáipre puede dársele á la indeterminada k en


la (9) un valor conveniente para que resulte el valor de x com-
prendido entre o y'ni. El valor de x, que asi se obtiene, es ¿1
único que se toma por raíz de la (é); los demás que salen de la
388 TBATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

fórmula (9) se consideran como equivalentes i la raíz menor que


el módulo m. Diremos, pues, que
Raices de una congruencia (6) son los valores de x com-
prendidos entre o y m, ó menores numéricamente que el mó-
dulo m, que satisfacen á la (6), ó hacen á F(a;) divisible por este
módulo m.
284. Una congruencia de módulo primo no puede te-
ner más raices que unidades tenga su grado.
Sea, en primer lugar, la congruencia de i . " grado de módulo
primo p
ax^h (mód. p),

y supongamos que los coeficientes a, b sean menores que el mó-


dulo p, hipótesis siempre admisible (n." 278).
Puesto que por definición (n," 283) es a; < p, los restos se-
gún módulo p de los múltiplos de a

(10) ax = a, 20, 30, , (p — i)a


siempre se encuentran una vez, y sólo una vez, en la^erie de los
números (n.°» 269, 271)

(11) I, 2, 3, ,b, , (P— I ) ;


luego no puede existir más que un solo valor de x, que haga que
el número ax contenido en la serie (10) sea congruente con uno
de los números 6 de la serie (11); lo cual se verifica, no sólo
cuando p es primo absoluto, sino también cuando p es simple-
mente primo con a.
Demostremos, en segundo lagar, que la congruencia de n
grado, y de módulo pñmo p

(12) f{x) = floO?" -f- aiX"~' -f- •{- a„ ^jo (mód. p)

00 puede tener más que n raices.


Supongamos, con este objeto, que la (12) pudiera tener n-^ i
raíces.
TBORÍAS FUNDAMBNTALBS 289

(13) :» = ai, a „ a „ , a„ , a^u


y que a^ sea la menor entre todas ellas.
Haciendo en la (12)
(14) x = y-\-a,,

y desarrollando por la fórmula de TAYLOR (n,° 76) la que re-


sulta, se obtiene

(«5) F(«.+y)=F(a,)+F'(«.)-^^F'(aO | - + --+F""Í«.)-^


^ o (mód. p) ;

pero F(«,) es evidentemente (n.° 283) congruente con o según


módulo p, ó múltiplo de p; luego (n.° 248), suprimiendo F(a,) en
la (15), viene

(lé) J/Ctoí/"-' + í'ty"-' -I H /^n-<) = o (tf>ód. /)),

representando por b^, b„ , 6„_i las respectivas derivadas ó


coeficientes de la (ij).
La (16) claramente de n grado en y ha de admitir tantas raí-
ces cómo la (12), y además, la ( M ) da
y == a; — a, ,
ó bien, poniendo en ésta los n -|- i valores (13) de x, resulta
?/ = o, a, — a„ 1X3 —va,, , oin+i — a, ,

que son las n - j " * raices de la (16),


Por consecuencia, el i " miembro de la (16) será divisible por
p al sustituir en él los n valores
(17) «, — ot,, ttj — 05|, , a„+i — a,

de »/; y como los nymeíos (17) son primos con p, será también

6.Í/"-' 4-6,?/-* + + bn-,


240 TBATADO DB ANÁLISIS MATBMATICO

primo con p; luego los valores (17) serán las raices de la con-
gruencia
(18) b^af^' + ft.y'-a - f + ¿„_, s o (mód. p).

Se ve, pues, que, si la congruencia (12) de n grado tiene más


de n raíces, puede deducirse otra de n — i grado que tenga más
de » — I raíces, de la cual podrá deducirse otra de n — 2 grado
que tenga más de n — 2 raices, y así sucesivamente hasta llegar
á una de i . " grado con más de una raíz, lo que hemos visto que
no es posible. Luego, M es absurdo suponer que la congruencia
(12) de n grado tenga más de n raices, sólo podrá tener tt, con-
forme el enunciado.
285. De este principio se deduce inmediatamente que la no-
table congruencia de módulo primo p '

xP-^ — ISO (m ód. p)

se satisface, según el teorema de FERMAT (n.° 274), por todos


los números
I. 2, 3,4. ,(P - I ) .
que son menores que el módulo p.
28é. Si el t .'^ miembro F(x) de la congruencia
(19) F(x) ^ o (mód. p)
divide á
(20) se^^ — I + P /"(a^)»
la {i<3¡) tendrá tantas raices como unidades haya en su
grado, siempre que sean los grados de F(x) y í(x) menores
que p.
En efecto, llamando <f{x) el cociente de dividir la (20) por
F(a;), viene /
(21) a^-^^t•\-p fia;) = F(«Í) X <f(x);
pero, por lo manifestadD anteriormente (n.» 285) al hacer
TEORÍAS FUMDAHBNTALES 241

(22) x = - i , 2 , 3, , ( p — I)
en ací*"* — i, cada uno de los resultados que se obtengan serán
divisibles porp, así como el i . " miembro de la (21) (n." 248);
luego el 2." miembro de la (21) también será divisible por p al
poner en él cada uno de los valores (22) de x, y por consiguietitf , ^ ^ ^ ,
la congruencia- de p — 1 grado '^\ ' " * ^ X
'•y. .-^ ' ^ %
F(j) X (p(x') ~ o (mód. p) ," ' 'A'^»'
admitirá/) — i raíces (22),
Y como, si la (19) tuviese menos raíces que unidades áú
grado, la congruencia

(p(aj) ^ o (mód, p)

habría de tener mayor número de raíces que unidades su grado,


lo que es imposible, se deduce que la (19), dentro de las condi-
ciones del enunciado, ha de tener necesariamente tantas raíces
como unidades su grado.
287. Las raíces comunes de las congruencias
(25) l-(.') ?s o (mód. p) y , /(J;) == o (mód. p)

son las rajces de la congruencia ,


D ( * ) = o (mód. p),

donde D(x) representa el máximo común divisor de F(./;) y f(:c).


En efecto, llamando Q. el cociente y R el resto de dividir á
F(x) por /•(*), se tiene

,F(«)-Q/(a;) + R;
lo cual prueba que, siendo F(x), f\x) divisibles por p para cada
raíz común de las (23), también lo será R. Y siendo en estas
condiciones divisibles R y f{j;) por jo, \Q será asimismo F(a-).
Luego las raíces de las congruencias
Í6
242 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

(24) [{x-) = o (mód, p) y R ^ o (mód. p)

serán raíces de la (23).


Llamando Q, el cociente y R, el resto de dividir á f{x) por
R, se tiene
f{x) = Q.R + R,;
lo cual demuestra, como anteriormente, que las raices de
(25) R ^ o (mód. p) Y R, ^ o (mód. p)

serán raíces de las (24), y por tanto, de las (23).


Prosiguiendo de la misma manera hasta llegar al caso, en^
que el último resto sea el máximo común divisor D{x), que su-
pondremos sea el correspondiente al residuo R, anterior á V{x),
y el cociente Q , , se tendrá, finalmente,
R = Q , R . + D(./);
lo cual prueba, como anteriormente, que las raíces de
R, ^ o (mód. p) y D(a;) ^ o (mód. p)

serán raices de las (25). Y siéndolo de las (25), lo serán de las


(24), y por tanto, de las (23). Luego las raíces de la congruencia
(26) Dix) 5s o (mód. p)

son las raíces comunes de las (23), conforme el enunciado.


Por consiguiente, para hallar las raices comunes á dos con-
gruencias de la forma (23) con una incógnita, se determina el
máximo común divisor de sus primeros miembros F(a;), /"(se), y
las raíces de la congruencia formada con este máximo común
divisor serán las raíces comunes de las congruencias propuestas.
La (26) expresa, pues, la condición de compatibilidad de las
congruencias (23).
288. Resulta de lo expuesto que las raíces menores que el
módulo p de la congruencia
THOnlAS FUNDAMENTALES 243

(27) F(a.') s o (mód. p ) , - •


lo son también (n." 285) de la congruencia
;,/'-i — I =a o (mód. p) ,

y, que, por tanto, para hallar las raíces de la (27), se determina


el máximo común divisor, D{x) de ¥{x) y ;CP-' — i » y la con-
gruencia
D{x) r= 0 (mód. p) ,

que tendrá tantas raíces como unidades su grado (n." 287), por
dividir D(ar) á XP~^ — i , dará las raíces de la (27).
289. El producto de dos funciones í(x), ^(x) de x enteras y de
coeficientes enteros, es congruente con o según módulo primo p, siem-
pre que uno de los factores sea congruente con o, y sólo lo es en este
caso.
En efecto, es evidente (n." 281) que para que no sea el pro-
ducto /'(a) X ^{p») congruente con o según módulo primo p, se
necesita y basta que uno, á lo menos, de los coeficientes en cada
una de las dos congruencias
*\x) = a„ a;" + rt, ,T"-' + -f-rt„ -, ,r -f Í?„ = o (mód. f) ,
<f(x) = h„.r''-{-b^x"-*-\- 4-6„_, 3 - + í>„ = o (mód. p)

no sea divisible por p; puesto que, por ejemplo, si rtn_a es el


I ,•' coeficiente de ¡'(x) que no es divisible por p , y fc» _ p # el
I."' coeficiente de (p{x) que tampoco lo es, siendo divisibles
todos los coeficientes de índices superiores á n — a y n — ¡3 en
ambas funciones, se tendrá que el coeficiente del término en
ír*+p del producto f{x) X 9(3) será claramente

(28) fl„_p . fc„_« - f «n-a-f-l • ^Ti-p-1 +

es decir, que por hipótesis todos los términos del coeficiente (i8)
244 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

de. .f*"*"f .son divisibles por p, pero no el primero (^n-a • ^n-;.,


pues ninguno de sus factores es divisible por el número primo p
(n.»79, 5.='};iuego(n.° 244,4.»)

« n - a . bfi-f + «n-a-t-l • ^n-^—1 + +


a „ _ a - | í'n-p-t-l+ ^ « n - a • ''n-p (n^ó'^- P) •
Se tiene, pues, que no todos los coeficientes del producto
f{x) X f{x) son divisibles porp, y por consiguiente, no puede
verificarse (n.* 281) la congruencia

f{x) X 9(.'-) ^B o (mód. p ) .

Pero, si se verifica que sea


l'(x) SH 0 (mód. p),
ó bien
9(a;) =i o (mód. p) ,

el producto /(a;) X <?(•*) será múltiplo (n.*^ 2.^, 4.°) de p por


tener siempre uno de sus factores, á lo menos, múltiplo (n." 118)
de p;luego
(29) /(.t) X tp(') ^- o (mód. p) ,
conforme el enunciado.
La (29) se llama congruencia con cero del producto de dos (un-
ciones (JIMÉNEZ).
290. El I."" miembro de tina congruencia de n grado con n raí-
ces y módulo primo p, reducida á su forma ordinaria (n.° 2jg),'es
igual al producto de n factores binomios, que se obtienen restando de
la variable x cada una de las n raices diferentes a , p , y , , X,
es decir., que
/•(.,•) = (a; — a) {x - p) (x - y) {x-l)^o (mód. p)

en la congruencia de grado n

(30) , /(x) ^ Q (mód. p) .


TEORÍAS FUNDAMENTALES 246

En efecto, dividamos á /(./;) por ./• — a, y sean /i(.') el co-


ciente y r, el resto, que evidentemente será independiente dé '.
Se tendrá (n.° 63)
(3 0 /•(') = (•'-«)/•,(•'•) + n ;
pero al ser /• = a, la (31) se reduce á

lo que prueba (n." 283) que r, es un múltiplo del módulo/?, ya


que a es una raíz de la (30), es decir, que (n." 24^, 2.°)
r, =5 o (mód. p) ;
luego, si r, es un múltiplo de /», la (31) da (n.° 248)
(32) (./•_a)A,(./)E^o(mód./?), ' .

puesto que por las (30) y (31) es


{'• — ^)[<('•) + rr=^o (mód. p).
Poniendo en la (31) la raíz'¡ide la (30), se obtiene (n." 283)
m ===(§-0^) l\Q) + r,~ o (mód. p);
de donde (n." 248)

(P - a)/•,(§) ^ (mód. i?).


Y como el número primo p no divide á p — a, ha de dividir
(n.» 77) á f,(p), y por tanto (n." 244, 2.")

/•,(P)-o(mód.p);
lo que prueba que p es raíz de la congruencia

(33) /X/)H5o(mód./)).
Dividamos á /,(.') por .'• — p, y sean /,(.';) el cociente y r, el
resto independiente de ./•. Se tendrá (n." 63)
246 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

(34) /.(•'•) = ( . ' - i ^ ) A C ' ' ) - f ^ « ;


pero al ser c = ^, viene por la (33)

A(P)=^;
lo que prueba (n.» 283) que r, es un múltiplo del módulo p, ya
que P es una raíz de la (33), es decir, que (n." 244, 2.")
r, 53 o (mód. j)) ;

luego, si r, es un múltiplo de p, la (34) da (n,° 248)

(,f-?)A(.i)^o(mód.p),

puesto que por las (33) y (34) es

(•<-P)/X/-) + »-. = o(mód.]>).

Poniendo en la (31) el valor (34) de /i(a;), se obtiene


(35) /•(.^)-(,>;-«)(.t-P)A(x) + (.-a).-,-í-r. = o(mód. p) ,
y sustituyendo en ésta la raíz y de la (30), se tiene (n.° 283)
r a ) = (Y - «) (Y - P) l'Á'Ó + (Y - «) '-.-f r,^Q (mód. p);
de donde por ser r, y r, múltiplos de p, resulta (n." 248)
( r - a ) ( Y - P ) A ( Y ) = o(mód.p).;
«
y como el número primo p no divide ¿Y — * ni á Y — l^j ha de
dividir (n,° 79, i . ' ) á A(YX Y Por tanto (n.' 244, 2.°)
A(r)^o(mód.p);
lo que prueba que y es raíz de la congruencia
(36) A(*)«o(mód,p);
Dividamos á /,(;/;) por T — y, y sean ^(J^) el cociente y r, el
resto independiente de x. Se tendrá (n." 63)
TBORIAS FÜNDAMBNTALBS 247

(37) /»=C'--r)A(.íO + r,;


pero al ser x = y en la (37), viene

A(Y) = *•,•.

lo que prueba (n." 283) que r.i es un múltiplo del módulo p, ya


que Y es una raíz de la (36), es decir, que (n.° 244, 2.°)

r3 = o (mód. p ) ;

luego, si r, es un múltiplo de p, la (37) da (n.° 248)

(« —"OísC^O^oCmód. p),

puesto que por las (36) y (37) es

(^ — Y) U{3;) + r, = O (mód. p ) .

Poniendo en la (35) el valor (37) de (^{x), se obtiene


(38) f{x) = {x-a) {x-^) (x-^) /•,(.;) + {x-<¿) {x -p)r.
+ ( r — a ) r , + r,-,

en que la suma de los términos en rg, r,, r,, del 2.* miembro de
la (38) es múltiplo dep.
Prosiguiendo de la misma manera, siempre llegaremos en el
factor correspondiente á la raíz X á la igualdad'cvidente

(39) AC^)==C^—*) ('^ —P) (^~Y) (íT—X)-f un múltiplo de p,

puesto que f(^x) es de grado n, y el coeficiente de x" es la uni-


dad (n.» 75, i.«).
La (39) dará, pues, (n:" 248)

(x—a) (.T —p) (* —Y) (x — X)==o (mód. p ) ,

como nos propusimos demostrar.


248 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMATICO

.^ 5.—Coavraencias de í." erado coa nna 6 mAH i«eécaltáa

291. Toda congruencia de i .*"• grado con una incógnita


puede reducirse á la forma
(I) a.i=b (mód. r»),
que evidentemente se satisface por todo valor de x, que haga á
ar — h múltiplo de m (n." 244, 4.*).
Si en la (i) es a primo con m y divide á /', se tendrá
(n." 257)
:/; ^ — (mód. m),
a '
cuya fórmula ha sido propuesta por GAUSS.
292. Hemos visto (n." 284) que la (i) no puede tener más
que una raíz, cuando a es primo con m. La (i) da por el princi-
pio 4." del n." 244

(2) ax = h-\-my,
representando y un número entero cualquiera, cuya ecuación (2)
no podrá satisfacerse por valores enteros de *• é y, si a y m tie-
nen algún factor común d, que no divida á h (n.* 220).
Pero, si el máximo común divisor o de a y m divide á h, la
congruencia (i) sipiplificada ó reducida

<„ ^.^(„,,^)
sólo admite una raíz a (n." 284). Los valores (n.° 283) de ÚP, que
satisfagan á la (3), se deducirán de laiórmnla general

(4) *'=a+^-í
sacada de la ecuación
TBORtAS F U N D A M E N T A L E S 249

a h m

i r - a m .
en que Jos coehcientes enteros—:;r > son primos entre si,
o rj
y í en la (4) es una indeterminada, de que puede disponerse, de
tal modo que tenga x siempre un valor comprendido entre o y m,
es decir, que sea
^ = 1 , 2 , 3 , , o— I ,

lo que da las o raíces

m, 2m , m
(5) a, a 4 - - ^ r - , a + - v - , .... « + " r - ( 5 — O

menores que el módulo m, y todas enteras por dividir 5 á m.


293. Se ve, pues, (\ue para que una congruencia de i." gra-
do {\) se satisfaga por valores enteros de x, se necesita y basta que
el 2." miembro b sea divisible por el máximo común divisor 5 del
coeficiente 3. de x y del módulo m, y que, si 5 divide á h, existirán 5
valores (5) de x, que verifican la congruencia ( i ) .
Así en la congruencia

(6) 9 ^ ' ^ 6 (mód. 15),

el máximo común divisor 3 de 9 y 15 divide á 6; luego la con-


gruencia reducida
3.f ^ 2 (mód. 5) ,

cuya raíz es >;; = 4 < 5 , dará para la (6) las 3 raíces menores
que 15 '
I '5 I 2 . 15

3 3
ó bien
.t = 4 , 9 , 14.
260 TRATADO DB ANALHIS HATBMATICO

Los otros valores de J;, que satisfacen á la (6), se deducen de


la fórmula

294. Es indudable que la resolución general de la congruen-


cia de I.*' grado (i) depende de la resolución de la ecuación (2)
de I."' grado con dos variables x é y, y asi todo valor entero
de -r obtenido por los enteros de y en la (2) satisfará la congruen-
cia (i). En su consecuencia, si a y m son primos entre sí, siem-
pre se hallará (n.°' 222, 223) un valor de x de la forma

(7) 'j=ct~\-mt,

que satisfaga á la (i), empleando cualquiera de los métodos ex*'


pilcados en el Análisis indederminado (n."* 226, 229). Los valores
de X menores que el módulo m de la (7) serán las raíces de la ( i ) .
a
Convirtiendo, por ejemplo, la fracción — en fracción continua,
m
n
y buscando la penúltima reducida — , se tendrá (n." 150)
aq —pm = {— i)" ;
de donde
aq—{—])" = mp;

luego (n." 244, 4.° Recíp.)

07 ^ ( — i)"(mód. m),
ó bien
(8) i—i)" aq ^ 1 {mód. m) ,
y multiplicando la (8) porh, viene
ít X (— O"/»? ^ '' (mód. m).
Se ve, pues, que
* = (— lyhq

es el valor de x, que satisface la ( i ) .


Í^EOKÍAS> FUNDAMENTALES 251

EJEMPLO I. Resolver la congruencia


(9) 31 .r ^ 2 (mód. 13).

Convirtiendo la fracción en fracción continua, se halla


(n.0 138, Ej. I)
= ( 2 , 2, i, t, 2) ,
'3
y determinando la penúltima reducida por la continuante de MUIR,
se tiene
2 1 0 0
-I 2 I o
o -1 I I
00-1 I 12
2 I o
I I I
o -1 1
de donde
31 , 5 — 12 , 13 = — I ;
luego
31 . 5 =s - I (mód. 13),
ó bien
—31 . 5 =5 1 (mód. 13),

y multiplicando por 2, viene

31 X (— 5. 2 ) ^ 2 (mód. 13),
es decir, que
íc = — 5 . 2 = — 10
y por consiguiente
o; saa — 1 0 - | - 13 < ;

la cual da o; ass 3 < 13 para la única raíz positiva de la congruen*


cia (7) al hacer ( s= l.
2B2 TRATADO DB ANXLISIS MATBMATICO

EJEMPLO II. Hallar la raíz de la congruencia

(lü) I237./' ^ 4096 (mód. 675).

Descomponiendo el módulo 675 en sus factores 27 y 25 para


aplicar á la (10) el principio del n." 254, se tendrá

(I I ) I237.'' ?^ 4096 (mód. 27 . 25) .

Hallemos la raíz de la (i i). Sustituyamos, para ello, en lugar


de los coeficientes 1237 y 4096 los restos mínimos absolutos
(n." 2éí) según módulo 27 (n." 278), lo que da la congruencia
reducida
— 5a; ^ s — 8 (mód. 27) ,
ó bien
(12) . yv s?? 8 (mód, 27) .

De la (12) se saca (n." 244, 4.")

ja; = 8 + 27y ;
de donde

5 '
Determinando (n." 226) en la serie de los números

o, I, 2, 3, 4 = 5 — I

el valor de '/, que dé un valor entero para .';, se halla que para
// == í, se obtiene
x^ 8 + ^7 __ .
luego
(•3) .<' = 7 + 2 7 Í .

Poniendo en la (i l) el valor (13) de x, resulta

1237 , 27Í - f 1237 . 7 ^ 4096 (mód. 27 . 25)


TBORfAS FUNDAMENTALES 258

Ó bien
(14) 1237 . 27Í = —4563 (mód. 27 . 25) ,
y dividiendo por 27 los dos miembros y el módulo de la (14),
viene (n.° 253)
(15) 1237Í SE; — i69(mód. 25),
la cual se reduce, como anteriormente, á la congruencia de coe-
ficientes menores que el módulo 25
«
12Í s s 6 (mód. 2^) ,

ó dividiendo por 6, que es primo con el módulo 25, se obtiene


(n.« 257)
2t ^ I (mód. 25);
de donde {n.* 244, 4.»)

2t= 1 -\- 25//,


y por tanto,
I + 25.'/
t =

que da para // = i el valor entero de


í = 13;

luego, poniendo este valor 13 de í en la (13), se obtiene

•' = 7 + , 27. 13 = 358,


y para la fórmula general

•'• = 358 + 675/,.


Cuando el módulo m de la congruencia (i) no es demasiado
grande, se busca directamente en los restos según módulo m los
múltiplos del coefí^ente a
254 TRATADO OS ANÁLISIS MATBHÁTIOO

a, 2a, 3a, , <xa, ,{tn — 1)0

el que sea igual á b. Si es el múltiplo aa, por ejemplo, el que


produce el resto b según módulo m, será claramente a? = a la
raíz de la congruencia ( I ) .
EJEMPLO III. Sea la congruencia

(16) 17a; ^ 5 (mód. 9).

Entre los múltiplos del coeficiente 17

17, 2 . 17, 3 . 17, 4 . 17, 5 . 17, 6 . 17, 7 . 17, 8 . 17

el que da el resto 5 según módulo 9, es 4 . 17 =« 68; luego

:f = 4
será la raí? de la (16).
También por meras trasformaciones de la congruencia pro-
puesta se halla á veces su raíz.
EJEMPLO IV. Sea la congruencia

(17) 35a; Hs 78 (mód. 97).


Sustituyamos en la (17) en vez del coeficiente 35, su resto
negativo ó por exceso — 62 según módulo 97. Se tendrá
— 62a s s 78 (mód. 97) ,
y dividiendo por 2
— 3IX = 39 (mód. 97);

pero, sumando las ('7) y (18), viene

4 x ^ 117 (mód. 97),

y poniendo en lugar de 117 el resto 20 según módulo 97, resulta


4a; ^ ao (mód. 9 7 ) ;
de donde
T B O B I A S rüNDAMBNTALBS 255

,í = 5 (mód. 97),
y por consecuencia,
X = 5

es la raíz de la (17).
295. Si se tiene un sistema de n congruencias de 1." grado
con n incógnitas, y se las reducen i la forma (n." 276)
a,x-j- h, 11 ~j- c, z -}- -{- ki u -\-¡, E^o\
(,^^ «, r + /-/// + c , z + •••• +A-.U + i , ^ o I ^ ^ ^ ^ ^ ^

a„ X 4-^" .'/ + <?« 2 + + A„ M -f- /„ Sí o j

sabemos (*) que al multiplicar cada una de las congruencias (19)


por las respectivas complementarías de los coeficientes de w, por
ejemplo, en la determinante de los coeficientes de x, y,;, , u,
dando á los productos el signo correspondiente, y sumar las que
resultan, con todo lo cual no se altera la congruencia (n."' 246,
250), después de separar faaores comunes, quedan eliminadas
todas las incógnitas, á excepción de r , y se obtiene
(20) I a, ¿», c, A» I ur — I i, ¿, c, /,„ I s s o (mód. m).

Y como lo mismo se obtendrá

I «, ¿« e. k„ I // — I rt, /, O3 A„ I ^ o (mód, m) ,
(21)
I a, lii c, A„ I u — I a, /ij C3 ?„ | ^ o (mód. m) ,

se deduce que, si la determinante Ifl) ^', c, k„ \ del sistema


es prima con el módulo m, y divide á las determinantes de las
incógnitas, se tendrá (n.* 257) .

.í'^-J—; —-(mód. w),


I a, ¿, C3.... k„ I
(*} Bitmtniot dt Uu Itoriai «oortlinaloria y it la» dtltrmmctnui. Segunda parW, c t -
pitulo IX. f f. (T»rc«rt •4<ctón)
250 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

_ I íi, /, c, /••„ I , ,, .
I « I l'i C3 /•„ I

I «1 l>i C3 i» \ , ,j s
I «1 ''i C:, /.„ I ( m o d . m ) ;
de donde

t ¿. ^ C3 An I
I «I /', C3 A„ I '
I a i ^ C; k„ I
I a. /', C;, Á-„ I

I a , /'j C3 ..... l„ {
?t
l a , l>i C3 /.„ I

serán la raíces del sistema (19).


Si la determinante del sistema no divide á las determinantes
de las incógnitas, se resolverán las congruencias (20) y (21), como
queda explicado en el n." 294,
EJEMPLO I. Sea el sistema congruente

(.2) •' + ^"==-'¡(mód.i4).


^ •' 7.*; 4 - 2?/ s = — 3 ^
Se tiene

l i H : , :|<-^^--^)'
[7 2l\y^\l
|
"Icmód. 14),
|7 - 3 |

ó bien, hallando los valofes de las determinantes,

— 1 9 . / ^ ^ 7 (mód. 14),
— 19*/ E^ 4 ( m ó d . 1 4 ) ,
TKORÍAS FUNDAMBNTALDS 2S7

es decir (n." 278),


(23) 5x = — 7 (mód. 14) ,
(24) 5v = — 4 (mód. 14).
La (23) da (n.» 244, 4")
50; = — 7 + 14Í;
de donde
^. ^ _ 7 — '4t
5 '
y haciendo í = 3, viene
X = 7.
La (24) da (n.» 244, 4.°)

5.'/ = — 4 + i4<;
de donde
4 — 14Í
5
y haciendo t = i, viene
?/ = 2 .

Las raices del sistema (22) son, pues, x = j , ij = 2.


EJEMPLO II. Hallar las raíces del sistema congruente de
GAUSS
5^' + 5.V+ '^ = 4 i
(35) 2-í' + 3^ H" 2: ^ 7 : (mód. 12) .
^
5J;-|- «/ + 3:
Se tiene
3 5I 45I
232 X S^ 7 3 2 (mód 1 2 ) ,
5 I 3 Í61 3
3 5 J 34 I
2 3 2 í/ = | 2 7 2 (mód. 12) ,
5 I3 563
17
258 TRATADO DB ARÁLIBIB MATBHÁTICO

5 5 II 13 5 4
2 3 2 | : ^ J 2 3 7 (mód, 12) ,
J I 3I I5I6
ó bien, hallando los valores de las determinantes,
(26) 28cí ^ — 28 (mód. 12),
(27) 28?/ ^ 20 (mód. 12),
(28) 28--= 96 (mód. 12).

I.a (26) da (n.» 253)


7-p ^ — 7 (mód^ 5) ,
es decir (n." 257),
(29) X ^ — i (mód. 3).

La (27) da (n." 253)


(30) jii = s (mód. 3) .
La (28) da (n.» 253)
7; ^ 24 (mód. 3) ;
de donde (n.* 278)
7c = o (mód. 3),
es decir (n.* 244, 4."),
(31) í = o (mód. 3)
«
Queda, pues, reducido el sistema (25) de GAUSS al formado
con las congruencias (29), (30), (31), las cuales resueltas dan las
raices del sistema (25). Así se saca de la (29)
X = — I + 3Í,

la cual da para í == i la raíz cr = 2, y por ser en la (26), de que


se deduce la (29), 4 el máximo común divisor del módulo 12, y
de los coeficientes 28 y — 28, se tendrá (n."» 292, 293)
TEORÍAB FUNDAUKMTALBS 259.

ÍC = 2, 5, 8, II ,
De la (30) se saca
7//== S + 3 Í ;
de donde
5 + 3<

la cual^da para < = 3 la raíz «/ = 2, y por tanto, como para el


valor de a;.
? / = 2, 5. 8, II .

Pero puesta la (30) bajo la forma

7 » / s 5 (mód. 1 2 ) ,
resulta
7.'/=5 + i2í;
de donde

7
la cual da para í = 6 la raíz única 1/ = 11 ó 1/ = — 1, puesto
•que 7 es primo con el módulo 12 (n." 284).
La (31) da directamente la raíz - = 3, y por lo ya dicho

' = 3. 6, 9, o .
En consecuencia, los valores
ce = 2 , 5 , 8 , 1 1 ;
?/ = 2, 5, a, 11;
• = 3, 6, 9, o;
ó bien
^ = 2, 5, 8, II ;
;/ = n , u , 11, 11 ;
- = 3> 6, 9, o-
resuefven ef sistema.(25).
260 TBATADO D B ANÁLISIS MATEMÁTICO

296. Se ve, pues, que la resolución de un sistema congruen-


te cualquiera de i . " grado con varias incógnitas, se reduce con
suma facilidad, y, en definitiva, á la sencilla resolución de con-
gruencias de I.»' grado con una sola variable. Cuando estas con-
gruencias son posibles, el sistema también lo es, y en el caso
contrario, el sistema es imposible.
297. La condición para que un sistema de n congruencias
de 1.**' grado de la forma (19) con n — i incógnitas tenga raíces
comunes, ó sea compatible, es que la determinante formada
con sus n' coeficientes sea congruente con o según el módulo de
congruencia. Así, para que el sistema (19), que supondremos den
congruencias con n — i incógnitas, sea compatible es necesaria
que se tenga (*)
.. A-, /,
a, ft, c, ..
(32) ^ 0 (mód. m ) .
0» b„ Cn .. .. A'n ífi

La determinante (32) se llama eliminante ó resultante del


sistema (19), y de ella nos ocupamos en la Teoría general de
ecuaciones, y lo que allí digamos tendri, en general, aplicación
en la teoría de las congruencias. Aqui no es oportuno traur
detenidamente esta cuestión; sólo presentaremos dos problemas,
que se la relacionan.
298. Sean las congruencias

(!') X ^ a (mód. m ) ,
•X ^ h (mód. » ! , ) ,

y busquemos su condición de compatibilidad, y su raíz común.


Es evidente que todo valor de x, que satisfaga á la (i') segúa
módulo m, ha de satisfacer á la (2') según m,, para que el siste-
ma de las congruencias C»') y (2') tenga raíz común.
(*1 EXtmenUf U la» letrUu ecorimaloria y ái lia itterminanit». Segunda parta, ca-
pitDlo IX, |g i r B. (Tareera edi«l«D).
TBOBt&S FUNDAMBNTALB8 261

Pero sabemos (n.° 244, 4.°) que la raíz de la (i') es de la


forma
(3') x = a-\-my;
luego, si el valor (3') de x ha de satisfacer á la (2'), sustituyén-
dolo en la (2'), se tendrá la congruencia

a -f- my ^ b (mód. m,);
de donde
{4') my^b — a (mcjd. w , ) ,
la cual dará un valor de y, que por la (3') dé el de x, que ha de
satisfacer simultáneamente á las (i') y 2').
Y como la (4') será posible siempre que el máximo común
divisor 5 de m y m, divida (n,"* 281, 284) á 6 — a, se tendrá

a — i (mód. S)

será la condición de compatibilidad de las (i') y (2').


Si t/ = a es una solución de la (4'),

dará los valores de y que puestos en la (3') determinarán los dis-


tintos valores de x, que satisfagan á las (i') y (2'), es decir, que
la forma de la fórmula, que da la solución general del sistema
propuesto, será

o
ó bien, llamando
a-\-mct = Xi,
la congruencia
íc^or,Imód. -1

será la resolvente de las (i') y (2').


262 TRATADO DB AKÁLISIS UATBMATIOO

EJEMPLO. Hallar los números, que divididos por 12 y por 15


den los respectivos restos 7 y 4.
Las raices de las congruencias
{5') ^ = 7 (mód. 12) ,
(6') X ^ 4 (mód. 15)

serán claramente los números pedidos. Resolvamos, pues, el sis-


tema de las congruencias (j') y (6').
El máximo común divisor 3 de los módulos 12 y 15 divide
á 4 — 7 = — 3 ; luego
7 = 4 (mód. 3)

es la condición de compatibilidad de las (5') y (6').


La (5') da
x=7-\-i2y,
y poniendo este valor en la (6'), viene
(7') i2i' = —3 (mód. 15),
la cual es posible, puesto que el máximo común divisor 3 de 12
y 15 divide á — 3 .
Dividiendo por 3 los dos miembros y el módulo de la (7')» se
obtiene (n.° 253) la congruencia reducida
4 7 ^ — i (mód. 5) ;
de donde
4// = — 1 + 5'.
ó bien
.. - i + 5<
4
y.para í = i, resulta 1/ = i, es decir, que
12 . 15
ae = 7 -f-12 . I-i í, = 7 - j - 12 4- éoí, ;
luego
TEORÍAS FUNDAHBMTALBS 263

(8') ;/; ^ 19 (mód. 6o)


es la resolvente del sistema de las congruencias (5'), (6'). La raíz
X = 19 de la (8'), y todos los valores deducidos de la fórmula

al dar valores enteros á í, resuelven la cuestión propuesta.


299. Sean las congruencias
:v ^ o (mód. m) ,
(9') '; ^ l> (mód. w , ) ,
./; ^ c (mód. m,).

Resolviendo las dos primeras, como anteriormente, se obten-


drá la resolvente
(10) ,c ^ x, í mód. —j ,
que dará
(n ) jj = x,-] ~ t,

y sustituyendo este valor (11') de x en la tercera de las (9'),


viene,

^1 H ; — í ^ c ( m ó d . Wj);
o
de donde
(12')^ — ; — í = c — :f, (mód. m,) .
o
La (12') sólo será posible, cuando el máximo común divisor
- , mm, , , ,
^, de ; — y W j , divida (n.»» 281, 284) á c —;r, . Se ten-
5
diá que
x\ =. f. (mód. Sí)
será la condición de coippatibiUdad de las (10') y (12'), y por
tantOjdel sistema (9').
264 TEATADO DB AMALISIS MATBMÁTIOO

Si í = 3 es una raíz de la (12'),

dará los valores enteros de t, que puestos en la (i i') determina-


rán los distintos valores de x, que satisfagan á las (9'), es decir,
que la forma de la fórmula, que da la solución general de las (9'),
será

y poniendo el valor a - j - w a de fl'i , resulta

x=^a + m%-\ — p -f —^ í,.


La congruencia
/ ,, mm, Wí, \

llamando

será la resolvente de las (9').


Prosiguiendo de la misma manera, si son más las congruen-
cias, y observando que (n.°" 120, 121)
mm, mm^ Wj
•» e t c .
5 55i

son los mínimos múltiplos comunes de los módulos m, m , , Wi,


etc., siempre llegaremos á ana congruencia de la forma

X ^ Xn (mód. M ) ,

que será la resolvente del sistema propuesto, representando N( el


mínimo múltiplo común de los módulos, y Xn una íunbiór co.
nocida.
TxORtAB PCNDAKBNTALBS 2^5

El procedimiento indicado resuelve, en general, el problema


de hallar los números, que divididos respectivamente por varios
módulos dados produzcan restos determinados.
P
300. Descomponer la fracción —— en la suma de otras frac-
ciones más sencillas.
Supongamos descompuesto el denominador Q en sus íacto-
res diferentes a, b, c, k. Se tendrá
Q = ahc .... k .
Haciendo

(•3) -f^ = -r + -,—1-^ + + ~r'


la cuestión quedará reducida á determinar los valores de los nu-
meradores X, y , z , , u de las fracciones del 2.° miembro
de la ecuación (13'), que la satisfagan.
Reduzcamos, con este objeto, las fracciones del 2." miembro
de la (13') á un común denominador, que será claramente el valor
de Q. Se tendrá
P he k.r ar. hi nb kz abe u
Q abe A- T ¡
abe rk + T 7abe
T kT H r abe k
de donde
(14') V='hc...:.kx-\-ac k]i-\-ab kz-\- -{-abe u.
Todos los términos del z° miembro de la (14')» á excepción
del primero, son múltiplos de a; luego (n.° 248)
(15') be Ax = P (mód. a ) .
Por la misma razón, se obtiene

ac A»/^ P (mód,/;),
/^,'^ ab A t ^ P ( m ó d . c),

abe u ^ P ( m ó d . A:).
266 TRATADO DB ANÁLISIS HATBHÁTIOO

Y como por hipótesis los coeficientes de J: , fi, S ^ , u son


primos (n.° 79, 5.*) con los respectivos módulos a , b , c , , k,
las congruencias posibles (15') y ( l é ' ) forman un sistema de con-
gruencias, que determinarán los valores de los numeradores
^, II, - , , «•
EJEMPLO. Descomponer la fracción — en la suma de
840
fracciones más sencillas.
Los factores diferentes del denominador 840 son 3 , 5 , 7 , 8 .
Hagamos, pues,

840 3 "^ 5 7 8 '


y determinemos los numeradores x , ij , 2 , u .
Se tiene
840 „ 840 „ 840 840
— ^ = 280 ; — í — = 168 ; - — í — = 120 ; —~- =105 ;
3 5 7 ^
de donde
280a? ^ 5 2 3 (mód. 3),
1681/ ^ 5 2 3 (mód. j) ,
I20S ^ 523 (mód. 7 ) ,
l O j U ^ 523 (mód. 8) ,
y sustituyendo los restos minimos absolutos (n.° 249), viene
X ^ I (mód. 3) ,
// = I (mód. 5) ,
z ^ —2(mód. 7) ,
11 ^ 3 (mód. 8) ;

luego (n.** 295) JT = 1, 1/ = ' » z = — 2 . « = 3 , y por con-


siguiente
523 _ J _ ^ _ L _ A . 4 . X
840 3 5 7 8
como es fácil comprobarlo.
TKORÍAS FUNDAMBNTALBS 267

§ 6.—Restos potenclalea.—Concmeneiaa binonitaa

301. RESTOS POTENCIALES. Se denominan restos potenciales


los que se obtienen al dividir las potencias sucesivas de un núme-
ro cualquiera por un módulo dado. Cuando las potencias son la
segunda, tercera, etc., se llaman estos restos cuadráticas, cúbicos, etc.
Es evidente que el resto de un producto es igual al producto
de los restos de los factores, y el de una potencia es la potencia
del resto^de la base; puesto que, si r, r, son restos de a y 6 según
módulo h, se tendrá (n.° 244, 6.").
a^r (mód. k) ,
h ^ r, (mód. /.) ;
de donde (n." 251)
ah ^ rí-j (mód. /.) ,
así como de
a^ r (mód. /.) ,
se saca (n." 252)
a " ^ r " ( m ó d . /.) .
302. Si o es un número primo con el módulo p, todas las
potencias de a
(I) O , a*, a ' i a" , a""*"' ,
son primos (n." 79, 3.*) con p; pero sabemos (n.* 266) que
siempre habrá alguna congruente con alguno de los restos del
sistema completo
(2) 1 , 2 , 3 ,....., (p - O ,

en que ninguno puede ser o, pues p no divide á las potencias (i),


y por tanto, no es posible que existan más de p — 1, lodos dife-
rentes entre sí (n." 269); luego el sistema de los números (2) es
evidentemente limitado; lo cual prueba que en la serie indefinida
( I ) siempre podrán hallarse dos potencias de «j que tengan en
la (2) un mismo número por resto, ó sean congruentes según
268 TRATADO JDB ANÁLISIS UATEKÁTIOO

módulo p. Asi, si dichas potencias son a* y a*"*""", se tendrá


claramente
0*+" = a« (mód. p);

de donde por ser a* primo con p, viene (n.' 257)


(3) a " ^ 1 (mód. p ) .

Todos los números a, que satisfacen á la congruencia (3), se


llaman raices n.**''""dí la unidad según módulo p, y pueden cx-
presarse (JIMÉKEZ) por el símbolo \ .
303. Es claro que para determinar los restos potenciales de
la serie (i) según módulo p, no precisa formar las potencias (i);
puesto que, si r es el resto de a*" según módulo p, se tiene
(n." 244, 6.»)
(4) o"' = r (mód. p ) ,
y multiplicando la (4) por a, viene (n." 250)
„m4-i j= ar (mód. p) ;

lo que prueba que el resto potencial de a™-*-' según módulo p es


igual al resto de ar según el módulo p.
Se obtendrán, en su consecuencia, los restos potenciales de
los números 2 , 4 , 8 , 9 según módulo 13
2 , 4 , 8 , 3 , 6 , 12, II , 9 , 5 , 10, 7 , I

de las respectivas potencias

2 , 2 « , 2 S 2 * , 2 ' , 2 % 2 \ 2 ' , 2 » , 2 " , 2«« , 2 " ;


los
4 , 3 , 1 2 , 9 , 10, I

de las potencias
4 , 4», 4% 4*, 4 ' , 4»;
los
TEORÍAS FUNDAUBNTALBS 269

8 , 12, 5 , I

de las potencias
8,8'.8',8S
los
9.3.1
de las potencias

9 . 9*. 9 ' .

multiplicando el i . " resto de la base potencial, según módulo


dado, por esta base; el' producto obtenido por la misma base, y
así sucesivamente hasta llegar al resto i; pero dividiendo por el
expresado módulo cada producto que pase del valor del módulo.
Asi el número 8, por ejemplo, da el mismo 8 por i . " resto se-
gún módulo 13; este resto 8 multiplicado por 8 da 64, que divi-
dido por 13 produce el resto 12; este resto 12 por 8 da 96, cuyo
resto es 5, y el 5 X 8 = 40 al dividirlo por 13 da el resto l.
Fácilmente se comprende por lo manifestado, y en especial
por lo dicho en el n.° 282, que, después de i, los restos se repro-
ducen en el mismo orden de una manera indefinida por periodos,
que terminan en la unidad.
304. Los números de la serie (2), que son congruentes se-
gún módulo p con cuadrados de números dados, se llaman, como
hemos dicho (n." 301), restos cuadráticas de p, y los que en la
serie (2) no son congruentes con los expresados cuadrados, se
denominan no-restos cuadráticos de p (EULER).
De la igualdad evidente

(p dzx.y — X* ~ p' dz 2px,

que prueba que {p d= x)* — ¿c* es divisible por p, se deduce


(n.o 244, 4.«) que
(p ±.x)« = .Tí(mód p ) ,
/
270 TBATADO DB ANÁLISIS MATBMÍTICO

es decir, que, para obtener los restos cuadráticos de p no hay más


que hallar los restos de los cuadrados de l o s — (p — i) ó — p
2 2
primeros números de la serie (2), conforme sea p impar ó par.
También de la igualdad evidente
( « + 0 ' = a ' + (2a+i)
se deduce que para formar todos los cuadrados sucesivos de la
serie de los números naturales, basta agregar los números impares
á los cuadrados que se vayan obteniendo. Por ejemplo,

1»; 2' = I' + 3; 5' = 2» + 5; 4' = 3' -h 7; etc.


Los restos de los cuadrados de dichos números, según módulo
dado, se determinan por análogo procedimiento. Asi los restos de
los cuadrados

según módulo 11, son respectivamente

1; I + 3;4 + 5; 9 + 7 0 5;5 + 9 0 3 •
Serán, pues, restos cuadráticos de 11

h 4» 9, 5» 3-
y no-resíos
<5) 2, 6, 7, 8, 10,
cuyos últimos números (5) jamás podrán ser restos cuadráticos
según módulo 11.
Se ve que por simples adiciones de los números impares me-
nores que el módulo se determinan íácilmente los restos cuadra*
ticos sucesivos de cualquier módulo por medio de los restos ya
obtenidos.
305. Poniendo la congTMencia de FERMAT

xP-^ — 1 ^ 0 (mod. p)
TBOBÍAS FUNDAMENTALES 271

bajo la forma evidente


( rzl W ÍZÍ \
V^; * — 1/ V^' * + i / ^ o ( m o d . p),
resulta
(6) ./• ^ — 1 ^ 0 (mod. p),
p-i
{-) j ' * 4- I = o (mod. p),

p—I
que ambas tienen raíces. Las raíces de la (6) son restos
1
cuadráticos de p, y las de la (7) son no-restos cuadráticos
de p.
Un número a será resío ó no-resto cuadrática del mó-
dulo p , según satisfaga i la (6) ó á la (7), es decir, según sea
P-'
-j- I ó — t el resto de dividir á a * porp. LEGENDRErepresenta
este resto ó np-resío por el símbolo I — J = d: i (SERRET).
•^06. Siempre existe una potencia de cualquier número a
primo con el módulop, que es congruente con la unidad, es de-
cir, que siempre habrá para el número a un exponente ,7, que
verifique la congruencia
(8) a ' ^ I (mod. p ) ,

siendo a primo con p .

Y como es claro que las potencias

(9) 1, «, a\ a\ , «»-'
dan restos todos diferentes entre sí, resulta que de la congruencia
a* ^ I (mod. p)
se sacarán legítimamente (n.' 303) las siguientes:
TRATADO DB ANALISIB MATBMÍTICO

«9+» ^ O (mod. p ) ,
0»+* = a»(mod. p ) ,

«•^« = I (mod. p),

Y asi sucesiva é indefinidamente se irá viendo que las diferentes


potencias de exponentes múltiplos de g
. a'9, a*s, etc.

son, como a» y á^, congruentes con la unidad según módulo p


primo con a.
Lqs restos correspondientes á las potencias (9) forman lo que
se nombra un periodo de restos para el exponente g.
307. Se ve por lo expuesto que en la congruencia de
FERMAT (n.» 274)
oP-' ^ I (mod. p)
ha de ser p — i un múltiplo del exponente g.
Cuando g es el exponente minimo, que verifica á la con-
gruencia (3), se dice que el número a pertenece al exponente
g según módulo p. También la g se nombra el gaussiano de
a según módulo p. Diremos que
£1 gaussiano de un número a es el exponente minimo de a,
que satisface á la congruencia (3) según módulo p primo con a.
Se deduce, pues, que el gaussiano de un número a según
módulo p es siempre un divisor de p — i.
Asimismo en la congruencia de EÜLER (n.** 273)

a"^^^^ s I (mod. p)

el gaussiano g de a según módulo p es siempre divisor del in-


dicador 7(p).
Los gaussianos de los números 2, 4, 8, 9 según módulo 13
son respeaivamente 12, 6, 4 y 3, como lo ponen de manifiesto
los ejemplos del n.° 303, de los cuales se sacan las congruencias.
TEOBÍA8 FUNDAMENTALES ** . 'A ^ 3 ^

a'-* ^ I (mód. 13).


4* ^ I (mód. 13),
(lo)
8* = I (mód. 13),
9* ^ I (mód. 13)-

Cuando el exponente n de la (3) es el gaussiano de a según


módulo p, nosotros llamaremos á la (3), para mayor simplicidad
de lenguaje, congruencia gaussiana.
308. Hemos visto (n." 306) que, si g es el gaussiano de a
según módulo p, se tiene

a» ^ I (mód. p) ,
fls+i :=. a (mód. p ) ,
0»+* = «^ (mód. p ) ,
('0
o»" = I (mód. p ) ,
flíff+i ^ (í (mód. p) ,
ftíe+í = a* (mód. p ) ,
etc.
«
Se deduce inmediatamente de las ( n ) que, si se tiene un ex-
ponente a s= mg *f- r, siendo r resto mínimo según el gaussiano
g de a, se verificará que

a" = a"*^ ^ a*" (mód. p ) ;


luego todo exponente a, de una potencia cualquiera de a puede
sustituirse por el resto mínimo r de « según el gaussiano de a,
309. También se deduce que, si en dos potencias a , a" de
a sustituimos los exponentes §, a por sus restos mínimos r , r ' s e -
gún el gaussiano ^ de a, se tendrá

a" = ffl'^ (mód. p ) ,

y por ser a*"' primo con p, viene (n." 257)


(la) 0*^-''= 1 (mód.p);
18
274 TRATADO DB ANÁLISIS MATUIIÁTICO

pero r, r' son menores que g, y con mayor razón r — r' < g;
luego, sejgün las ( i i ) , la congruencia (12) sólo podrá verificarse
al ser r = r', y por consiguiente (n." 242)
P = a (mód. g) ,

es decir, que las potencias a , a sólo podrán ser congruentes


según módulo p, cuando ^ y a sean congruentes según módulo g.
310. Si las dos potencias de a son a y a' = i, de la con-
griftncia
' a^ ^ a' (mód. p)
se sacará
a ^ 0 (mód. g) ;

luego el exponente de toda potencia congruente con la uni-


dad según módulo cualquiera es siempre divisible por el
gaussiano de la base de dicha potencia según el mismo mó-
dulo; ó bien
Toda rai^ n.*'*"* de la unidcid pertenece á un exponente
que divide á n.
De aquí se vuelve á la misma conclusión del n." 307, estoes,
que en las congruencias de FERMAT y de EULER el gaussiano
de a según módulo p siempre es divisor de p ^— i y de f{p).
311. CONGRUENCIAS BiNOMiAS. Se denomina congruencia
binomio la que tiene la forma general

(13) ax^^ b (mód. p) ,

representando a, b números enteros, y el exponente n un número


entero y positivo.
312. Ya hemos visto (n.° 279) que toda congruencia bino-
mia (13) puede reducirse á la forma

(14) Jf ^ OL {mód. p),

determinando i|^ un número enterq^'que satisfaga á la congruencia


TBORÍAS FONDAMBNTALBS 275

(íA ^ I (mód. p).


Así en la congruencia
(iS) iix^ ^ 13 (mód. 72)
haremos
<i6) iiy = I (mód. 72),
y multiplicando la (15) por el valor y = — 13, que da la fór-
mula (n.° 244, 4.°)

^ II

•deducida de la (16) al Hacer í = — 2, se obtiene


— I43.r^ ^ — 169 (mód. 72),
ü bien, poniendo los res ios minimos absolutos (n.» 262),
x^ ^ — 25 (mód. 72),

que es de la forma (14).


Por consiguiente, sólo nos ocuparemos aquí de las con-
gruencias binomias reducidas á la forma (14).
Siempre supondremos, además, que en la (14) es a primo
con p, siendo p un número primo absoluto; pues, si a no es
primo con p, dividirá (n." 79) p á a, y se tendrá (n.° 248)
íc" ^ o (mód. p) ,

es decir, que (n.'J 79, 2.') será x múltiplo de p. En este caso,


poca impdrtancia puede tener la (14), y por esto consideraremos
. únicamente las congruencias (14), en que a es primo con p .
313. Si g es el gaussiano de a según módulo p, se verifica
la congruencia (n.* 307)

(17) a» S I (mód. p ) ;
luego a será raíz de la congruencia binomia
276 TRATADO OB ANÁLISIS MATHMÁTICO

(i8) x-y ^ 1 (mód. p ) .

También será raíz de la (i8) cualquiera potencia de a, cuyo


exponente sea uno de los restos

(19) í, 2, 3, . ( ^ — I)

con relación al gaussiano g; pues, si k es uno de los restos (19)^


se tendrá al elevar la (17) á la potencia k

a»^ ^ I (mód. ;>),


ó bien
(20) ( a* y =. I (mód. y);

la cual prueba que, en efecto, a* es raiz de la (i8).


Si r es resto de a* según módulo í?, viene

(21) a * ^ r (mód. p ) ,

y elevando la (21) á la potencia </, resulta

(22) ( a* )9 ^ r» (mód. p ) ;

luego, según las (20) y (22), se tiene (n.° 244, 7,")

r» ^ I (mód. p ) ;

lo que prueba que el resto de la potencia a^ es asimismo raiz de


la (18).
314. Resulta de lo expuesto que las raices de la congruen-
cia binomia (18) son las diferentes potencias de.a

-í.a.a^o? ,a9-',

ó de sus restos. Así son raíces de la congruencia

jfi ^ I (mód. 13)


todos los restos
1, 10, 9, 12, 3, 4.
TBORIAS FDNDAMBNTALBS 277

y de la congruencia
x^ H= I (mód. 13)
Jos restos
I, 3, 9;
porque (n.* 303) es 6 el gaussiano de 4, y 3 es el gaussiano
de 9.
315. Si el grado n de la congruencia
(23) x"^ I (mód. p)
es primo con p — i, lo será con el gaussiano, de que p — i es
un múltiplo (n." 310); luego, si n no es múltiplo del gaussiano
g, no podrá (n.°' 301, 302) ser x" congruente con i, sino en el
único caso de ser ar = i, y por tanto, la (23) no tendrá más raíz
•que la unidad, y ninguna otra distinta de i, que pertenezca al
cxponenie n según módulo p.
El estudio de las congruencias binomias se reduce, en conse-
cuencia, al de las congruencias, cuyo grado divida i p — i, re-
presentando p el módulo de la congruencia.
316. Si llamamos g un divisor de p — i, y « un número,
cuyo gaussiano es g según módulo p, las potencias

(24) a, «S x\ , a"
representarán (n." 113) la raíces de la congruencia
(25) .f» = I (mód. p) ,
y si existe cualquier otro número, que pertenezca al exponente 3,
ha de ser congruente con alguna de las potencias (24), Vamos á
demostrar que sólo existen potencias de exponentes primos con
3, que pertenezcan al exponente g, y que las otras pertenecen á
exponentes menores que g.
En efecto, si /; es un número primo con g, y determinamos
(n.' 279) un número A, qutí satisfaga á la congruencia
(26) k\ ^ I (mód. g),
278 TBATADO DB ANÁLISIS MATUITÁTIOO

se tendrá claramente (n.* 309) para este valor de A


(27) a** ^ al (mód. p) .
Supongamos que OÍ'' pertenezca á un exponeute e que dé
(28) (a* )' = I (mód. p);

de donde, elevando la (28) á la potencia A, viene


(29) a**« ^ i (mód. p);

pero al elevar la (27) á la potencia e, se obtiene

(30) a**' = a' (mód. p),

y por tanto, las (29) y (30) darán (n.° 244, 7.*)

(31) a « s i ( m ó d . p);

luego a'' ha de tener el exponente A- primo con e para que pueda


obtenerse de la ecuación
kA = i -]- et
un valor entero de A, que satisíaga la (26), de que se deduce la
(27), que lleva á la (31), no siendo e más que el gaussiano £f
(n.« 309).
Pero, sí hay un factor 8 común i k y i g, por ser

«9 ^ I (mód. p)

k
evidente por hipótesis, y -— un número entero, la congruencia de
o
exponente múltiplo del gaussiano g
k
— 9
a. ^ I (mód. p)
será también evidente (n." 306), ó su idéntica
TEORÍAS FUNDAHBNTALES 279 *
* •

A.
( a'') ' = 1 (mód. p ) ;
g
la cual demuestra que a* de la (28) pertenece á un exponente -7-
menor que el exponente e = g, cuando k [no es un número
primo con g.
317. Se deduce, pues, que entre las potencias

« , « ' , «', «"


han de tomarse como raices de la congruencia binomia (25)
aquellas de exponentes priinos con g, para obtener los números
que pertenecen á los divisores de p — i, cuyo número es ? (g)
de enteros primos con g y menores que g.
318. Demostremos, además, que, si es posible la con-
gruencia
(1') ít" = a(mód. p ) ,
se \eriñca que
»-'
(2') a " ^ I (mód. p ) ,
y reciprocamente, que, si la (2') se verifica, la (i') es posible, ó
tiene n raices.
Elevemos, para ello, la {i') i la potencia , lo que da

(3') x'-'=a-{m6á.p);
pero por el teorema de FERMAT (n." 274) es
(4') «P-» = I (mód. p)
para todo valor de x primo con p ; luego, según las (3') y (4')
P-'
« " ^ I (mód. p).
La (2')> admitida por el reciproco, da (n." 244, 4.')
28(1 TRATADO o a ANÁLISIS MATBMÁTIOO

p-i
(5') a«—i = mp;

luego, restando ./''-' — r de la (j')» resulta


p-í
a " — fp-» = mp — r''-' -(- i ;
de donde
p-i P-' p-t
(6') . r P - ' ~ 1 — wp = .rP-» — a " =(:c'') " — « " ;

y puesto que la diferencia de las dos potencias semejantes de ios


números a?" y a del último miembro de la (6') siempre es divisi-
ble (n.* 74) por la diferencia ./•" — a de dichos números, ha de
dividir c" — a al último miembro de la (6'). La (6') puede, .en
consecuencia, ponerse bajo la forma
(7') .rP-" — I — mp = (.í?" — a) Q ,
p-i p-i
llamando Q el cociente de dividir i (x" ) " — a " por s" — ¡r.
Y como por el teorema de FERMAT S''~^ —. i es congruente
con o según módulo p, se tendrá (n.° 248)
s''-' — I — mp ^ o (mód. p ) ;

de donde, según la (7') ,


(«" — a) Q ^ o (mód. p) ,
y por consiguiente,
X" — a ^ o (mód. p) ,
ó bien
•r" ^ a (mód. p) ,

conforme el enunciado.
EJEMPLO, En la congruencia

(8')' íc' = 8(mód. 13)


TnORfAS FUNDAHENTALBS 281

se satisface la condición
15—1
8 » = 1 (mód. 13) ,
ó bien
8 * = I (mód. 13),
puesto que hemos visto (n." 307) que el gaussiano de 8 es 4;
luego la (8') es posible.
319. Sabemos (n.° 310) que el exponente de la (i') y el
gaussiano de toda congruencia binomia son divisores del módulo
disminuido en una unidad. Veamos ahora de que manera puede
reducirse toda congruencia ((') á otra, cuyo exponente divida
á p — I.
.Supongamos que, siendo 5 el máximo común divisor de n y
de p — 1, sea P un número, que satisfaga á la congruencia _

(9') n? = 5 ( m ó d . ( p - i ) ) .
Se tendrá (n." 309)

(10') «"^ = ./í (mód. p ) ;

puesto que en la (9') es p — i un múltiplo del gaussiano según


módulo p, conforme el teorema de FERMAT.
Pero, elevando la (T) á la potencia ^, viene

(11') a;«P = a^ (mód.p);


luego, según las (10') y (11'), resulta (n.° 244, 7.*)

(t2') . r ' = a3 (mód. p ) .


Hay, pues, que buscar un valor de x, que elevado á 5 dé el
de a elevado á P, cuyo valor p se determina fácilmente por la (9'),
que se reduce á la siguiente:

n' p = I (mód. p ' ) ,


282 TBATADO DK ANÁLISIS MATBMÁTIOO

representando «' y p' los cocientes de dividir respectivamente


á n y á p — i por su m. c. d. 5.
EJEMPLO. En la congruencia

a ? " ^ 2 (mód. 31)

el máximo común divisor de 21 y de 31 — i = 30 es 3; luego

2 i § = 3 (mód. 30),
ó bien
7 ^ ^ I (mód. 10),

la cual da (n." 292) el valor P == 3, y por tanto,

« ' ^ 2 ' ( m ó d . 31),

cuyo grado 3 divide 331 — 1 = 3 o.


La cuestión queda así reducida, después de la trasíormación
(12'), á buscar las congruencias según módulo p, cuyos grados
sean divisores de p — i.
320. La congruencia
(13') . x" = a (mód./c)

será posible, siempre que se verifique que

(14) a « ^ I (mód. A),

siendo A' un módulo cualquiera, y S el máximo común divisor


del exponente y del indicador de GAUSS ?(ft) (n.°" 89, 90).
Cuando n y ^(A) son primos entre sí, la (14') no es más que
ta fórmula de EULER (n.° 273)

a'''-''^ = I (mód. *) ,

en cuyo caso la (12') tendrá la única solución


T K U R Í A S rUNDAMBNTALBB 283

í / ^ a ^ ( m ó d . k) , •

donde el valor de p se saca (a,° 316) de la congruencia


(15') np = i(mód. 5),
representando g el gaussiano de a según módulo k, y en que
han de ser necesariamente n y g primos entre sí (n.° 222), para
que se obtenga por la (15') solución entera para p.
Si la (13') es posible, podrá reducirse á la forma

(I6') a!'' = a(mód. A)


de menor grado que f(k), y poniendo en la (16') los ^(k) nú-
meros
(17') I , /í, , A-,,.... ,(A- — I )
primos con A, y menores que k, tas potencias d,""'"»«* de los núme-
ros (17) dardn —-—grupos, cada uno de los cuales producirá
a
d números congruentes.
EJEMPLO. Si se tiene la congruencia
(18') iiíP*»^—13 (mód. 72),
la reduciremos á la forma (n.° 312)
. a ; " ^ 2 j (mód. 72),
que puede descomponerse (n.° 294, Ej. K) en las dos siguientes:
a?** = 2j (mód. 9 ) ,
• o?»» s 25 (mód. 8 ) ,
y poniendo en los 2."* miembros sus restos mínimos absolutos se -
gún los respectivos módulos 9 y B, se tiene

(19') »•• = - - 2 (mód. 9 ) ,


(20') « • • = — I (mód. 8).
284 TRATADO DBAHÁLISTS HATBMÁTIOO

Como en la (19') es (n.° 92)

9(9) = 6 ,
la (19') se rebajará al 2." grado, obteniéndose
(21') x * ^ — 2(mód. 9) ,
y lo mismo la (20') se rebajará al 2.°, obteniéndose

(22') . r * = i (mód. 8).

g 7—Raicen prlnUlTsa

321. En la congruencia
(I) X"^ I (mód. p) ,
donde el módulo p es un número primo, hemos demostrado
(n.°'316, 317) que existen n raices, las que llamaremos ratc^i
propias de la (i) de acuerdo con DOM EULOGIO JIMÉNEZ; pero
entre estas n raíces de la ( i ) hay 9(n) especíale?, que satisfacen
á la congruencia
T'^^''^= I (mód.p),
y que se denominan ralees primitivas de la congruencia (r)
(SERRET), aunque, hablando con propiedad, las raices primitivas
son las que satisfacen á la congruencia de EULER (n." 273)

(2) ^ ' ^ ^ = 1 (mód.p).

MR. CARNOY nombra raices primitivas los <p{p — i) números


enteros, que tienen por¡¡aussiano ip — i según módulop. G)mo
quiera que se conceptúeb, es evidente que
322. Raít^es primitivas según módulo p son los números,
que satisfacen i ia coag:ruencia de gaussiano (f{p) según módulop.
Por consecueoda, todo número entero a primo con p es rai^
TBOKÍAS FUNDAMENTALES 285

primitiva de la (2), siempre que para cualquier valor de n <?•(?)


sea
(*" f^ I (niód. p ) .
Luego, si a es una raíz primitiva de un número p , se obtendrán
las otras formando las potencias de a, cuyos exponentes sean
primos con I ? — i ; puesto que estas potencias pertenecen (n.°*
316, 317) al mismo exponente que a. Asi, como 2 es una raíz
primitiva de 13 (n," 307) por tenerse
2 " ^ í-(mód. 13),

donde p = 13 , if(p)=-p— 1 = 12 (n.° 91) , resulta que

(3) 2», 2 ' , 2 " ,

ó sus restos mínimos según módulo 13

6,7,11
serán las raices primitivas de 13, pues en las potencias (3) los
exponentes 5 , 7 , 11 de la raíz primitiva 2 son primos con p—i
= 13—1 = 12, como es fácil comprobarlo en las congruencias
6'*= I
7 " = ; i'(mód. 13).
i i " = i^

323. Las raíces primitivas no existen sino en casos limita-


dos, según vamos i verlo de seguida.
Para ello, en la congruencia

(4) x ' ^ ' ' ^ = i (mód. A)


descompongamos el módulo k «n sus factores primos desiguales
entre si p , q , r , etc., y supongamos que se tenga

(5) ^ - ^ P 9 <*
286 TRATADO DB AMALISIS MATSMÁTIOO

Es indudable en esta hipótesis que todo número entero <i pri-


mo con k será primo (n.» 79, 6.") con p , q , r , etc.; luego por
el teorema de EULER (n.° 273) se fendrá

a^(/'")^i(mód.p"),
(6) a'(*^'=i(mód.,^),

a^^'' y I (mód./),
etc.
Si llamamos M el mínimo común múltiplo de los números
(n.°9i)
9(p«) = ( p _ , ) p « - l ,
(7) <P(gP)"=(í-t)9^-^
^(rV) = ( r — I )r^~^,
etc.,
, y elevamos cada una de las congruencias (6) á la potencia indi-
cada por el (actor, que falta á cada exponente (7) de a para ser
igual al mínimo común múltiplo M, resulta claramente

a" = I (mód, p ' ) ,


fl" = I (mód. q^ ) ,
a" = 1 (mód. r^) ,
etc.;

pero (n.» 244, 4.°) a* — i es divisible por p* , q^\ r^ , etc.;


luego también lo será (n.° 79, 8.») por su producto k, según la
(4), y, por consecuencia (n.* 244, 4.» Recíp.),

<t*~i (mód, k) .

Y como evidentertiente ?(p*), f{q^ ), f(f(), etc., son núme-


ros pares, al no ser pmmq=isr3= a« 2, y flt=»ps=>Y"= ==«> IÍ,
TBORIAS FUNDAMBNTALBS 287

se deduce que, en general, los números (7) tienen algún factor


común, y que, en consecuencia, su mínimo común múltiplo M
será menor que su producto <í>(/c) (n.° 93). Luego

M.<9(/0;
lo que prueba (n.* 322) que el número a, que satisface á la con-
gruencia
o" ^ I (inód. k)

no es raíz primitiva según módulo k.


Si k no contiene ningún factor impar, será de la forma

de donde (n." 91)

, ( / • • ) = 2 ^ - ^ .

Vamos á demostrar que tampoco, en este caso, la (4) tiene


raíces primitivas al ser v > 2 .
Supongamos, con este objeto, que el número a sea impar, y
representémoslo por la íórniula

(8) a = = ± i + 2^X/',
lo que siempre es admisible.
Elevando al cuadrado la (8), viene
a » = 1 + 2. 2\h-\-2* . 6 ' = i + 2'(/> + 26'),
ó bien
(9) a» = I -f- 2 ' . 6, ,
haciendo

Elevando otra vez al cuadrado la (9), y así sucesivamente las


que vayan resultando, se obtiene por análogo procedimiento que
el anterior
288 T B A T A D O D E A N A L I S I S UATaMÁTIOO

a*" = I -f- 2 ' h^,


(10) «*' = ! + 2' h,,

pero (n." 91)


(n) T ( 2"') = 2'-\
y dividiendo la ( I I ) por 2, se tiene

2
cuyo valor sustituido en la última de las (10) da

a » = 1 + 2 6y_j ;
de donde (n." 244, 4.')

(12) a * == I ( m ó d . 2 ' ) ;

luego, si V > 2, no será o raíz primitiva; pero, si v = 2, en cuyo


caso es A" = 4, se tiene qj(Ar) = 2, siendo, entonces, evidente-
merite — i ó 3 raíz primitiva de la congruencia
— <pik)
a * ^ I (mód. k),
en que se trasíorma la (12) por la hipótesis 4 = A'.
Se deduce, pues, que sólo pueden existir ratos primitivas en
los tres casos siguientes (SERRET, JIMÉNEZ):
I.' Al ser el módulo k un número primo impar, 6 una po-
tencia de este número;
2." Al ser el módulo k igual al duplo de una potencia de un
número impar primo; y
3.° Al ser el módulo A igual á 4.
324. Pero, si el módulo p es un número impar primo, en
cuyo caso será (n.* 91)
TsOBtAS FUNDAMENTALES 289

siempre existirán raíces primitivas en la congruencia '

.r*('-^=^i(mód.p).

El número de estas raíces lo determina el siguiente:


TEOREMA DB GAUSS. Si p es un número primo, y n re-
presenta un divisor cualquiera de p — i, hay precisamente
<p(n) números, que pertenecen al exponente n.
Este teorema ya lo hemos demostrado (n,°* 316, 317), y de
él se deduce inmediatamente que
Existen <5p(p — i) números que pertenecen al exponente
p — I según módulo p; ó bien, hay ^(p — i) raices primi-
tivas según módulo p. .
325, Ocupémonos, pues, de la investigación de las raíces
primitivas de las congruencias de módulo primo, demostrando,
ante todo, el principio siguiente, que es fundamental en esta in-
vestigación:
Si dos números a, b pertenecen según módulo primo p
á dos exponentes m, n primos entre sí, el producto ab per-
tenecerá al exponente mn, ó tendrá por gaussiano á mn.
En efecto, se tiene por hipótesis (n.* 307)
(13) a " ^ I (mód. p ) ,

(14) / * " ^ I (mód. •p);

de donde, elevando la (13) á la potencia n . ^ * " , y la (14) á la


potencia m***^, viene
a"*" ^ I (mód. p),

luego, multiplicando, se obtiene


{ab)'»" = I (mód. p ) .
aiK) TKATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTIOO

Llamando g el gaussiano de ali, se tiene


{aby = 1 (iiiód. p) ;
de donde
(a/>)'"9 = I (inód. p ) ,
ó bien
(15) o"^ X '''"* s^ I (mód. p) ;
y como la (13) da
(16) 0 " ^ = I (mód. p),

dividiendo la (15) por la (lé), resulta (n." 258)

irn 5= I (mód. p);

pero b pertenece al exponente n según moduló p; luego n ha de


dividir (n." 310) á mg, y por ser m y n primos entre sí, dividirá
(n." 78) n i g. De la misma manera se prueba que m divide á g,
y por consiguiente, si m y n, primos entre sí, dividen á g, su
producto mn ha de dividir (n." 79, 8.") á g. Luego mn no puede
ser mayor que el gaussiano g; lo cual demuestra que mn es el
exponente á que pertenece ab, conforme el enunciado.
326. De este principio se deducen las dos consecuencias si-
guientes:
I.» Si los números a, b, c, pertenecen respectivamente
según módulo p á los exponentes m, n,r, , primos entre sí
dos á dos, el producto abe pertenecerá al exponente mnr
2 . ' Si el número p — i es igual al producto 2 q'^r ,
siendo q, r, primos desiguales entre sí, y a, b, c, . ... re-
presentan números, que pertenecen respectivamente á los expo-
nentes 2 , ^", r , , el producto flí/c , ó su resto, pertene-
cerá al exponente p —> 1, y por tanto, es rai^ primitiva según
módulo p.
327. También del principio demostrado en el n.* 318 se
deduce inmediatamente qae
Si p es un número primo, y al descomponer á p — i en sus
factores primos, resulta
THORÍAS FUNUAMIONTALBS 291

p— 1=2 q r s ,

las raíces no primitivas de la congruencia

;fP-i — 1 ^^ o (mód. p ) ,

que todas pertenecen á una, á lo menos, de las congruencias


p-i
a; * ^ 1

X 'I = I
(17) J'-il ) (mód. i>),
. r *• ^ I

a; ' ^ I /'

son restos de cuadrados, de potencias q, de potencias r , . . . . . . ó


de potencias s\ y recíprocamente, todo resto de cuadrado, de po-
tencia q, de potencia r, . . . . ' , ó de potencia s es raíz de alguna
de las congruencias (17), y no rai^ primitiva del número pri-
mo p .
Además, entre los números •

I, 2, 3. ..... , ( / ) — ! )

hay la mitad, que son restos cuadráticos de jf), la q.*»*^<^ parte, que
son restos de potencias g, la r.^'""* parte, que son restos de po-
tencias r , , la «.<'»'»» parte, que son restos de potencias s.
En efecto, los números, que son á la vez restos de cuadrados,
de potencias q, etc., satisfacen á las congruencias (17); luego son
raíces (n.* 283) de

.T;-'"- ^ I (mód. p),

/)— I
y por tanto, su numero es
2qr
292 TRATADO DB ANÍLIBIB MATBHÁTICO

De la misma manera, el número de los restos, que son al


mismo tiempo restos de potencias s, es . Este número es,
2qr...8
por consecuencia, la s,*«™<» pane del anterior •P —' ^
2qr ...
328. En la determinación de las raices primitivas distin-
guiremos tres casos: i.° que el módulo sea número impar primo;
2," que sea una potencia de un número impar primo ó el duplo
de esta potencia, y 3-* que sea una potencia 2^ de 2,
329. I . " CASO. Se comprende fácilmente, según lo hemos
manifestado (n.* 327), que, si p es un número prímoj y los fac-
tores primos de p — i diferentes entre sí son 2, g, r, , s, al
suprimir de la serie de los números

(18) 1 , 2 , 3 , 4, , (p— O
todos los restos de cuadrados, de potencias 9, de potencias r, ,
de. potencias s, se obtendrán en los números no suprimidos en la
(18) las raíces primitivas de p, ó que satisfacen á la congruencia

x'P(í'^ = i(mód.p).

Así, para hallar las raíces primitivas de 13, suprimiremos de los


números
(19) I. 2» 3. 4, 5» 6, 7, 8, 9. 10, II, 12 = 13 - I
los restos
(20) I, 4, 9, 3, 12, 10

de los cuadrados de los 6 números primeros (n?" 327)

I» 4. 9. »6i 25, 36,


y quedarán los 6 números
(21) 2,5,6,7,8,11.

Los números (20) son raíces de la congruencia


TBORÍAS FONBAMBKTALBS 293

./:'•• i= 1 (mód. Ji).


Suprimiremos de losftúmeros(21) los restos diferentes entre sí

de los restos
(22) 8,8,8,5,5,5,
que dan los cubos
8, 125, 216, 343,512, 1331
de los 6 números (21), y quedarán los números sin suprimir en
la (21)
2, 6, 7, II,
que son precisamente las raices primitivas de 13, ó que satis-
facen á la congruencia

^ W 3 ) ^ , (mód. (13),
es decir (n." 91),
,f'* =s I (mód. 13),
como es fácil comprobarlo.
Los restos potenciales (ao), (22), etc. de los números no su-
primidos se hallan con suma facilidad, multiplicando cada uno de
dichos números por su resto potencial d^ orden inmediato infe-
rior ya obtenido (n." 303). Así hallaremos, por ejemplo, los res-
tos cúbicos (22) de los números (21), multiplicando cada número
(21) por su resto cuadrático, es decir, que el 2 por su resto cua-
drático 4 obtenido en .las (20) da el resto cúbico 8; el 7 por su
resto cuadrático 10 obtenido en las (20) da su cúbico 5» y así su*
cesivamente.
330. Pero hay otro método más expedito para hallar una
de las raices primitivas de un módulo primo, el cual se debe á
GAUSS, pudiendo deducirse las demás por el procedimiento ya ex*
pilcado en el n.* 322. Vamos, pues, á determinar una rai{ pri'
mitiva de la congruencia de módulo primo p
x*^^ ^ i (raód.p)
294 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

por el método gaussiano, que se funda en el principio demos-


trado en el n." 325.
Este método se reduce á tantear los números de la serie
«
(23) 2, 3,4, , (-jr? — i) ,

donde se hallan las raíces/Jrimjíivas del módulo/>, hasta en-


contrar un resto potencial igual á i, ó el gaussiano k, por ejem-
plo, del número que se tantea; si resulta k =^p — i, dicho
número será la rai!{ primitiva buscada. Hay que determinar,
pues, entre los números de la serie (23) aquel, cayo gaussiano
sea p — I.
Si el número ensayado a, por ejemplo, da el gaussiano
k <C p — I, se tantea otro b, que no se encuentre entre los
restos de las potencias de a, hasta determinar su gaussiano A';
si // = p — I, será b la raí^ primitiva de p, y no lo será, si
/.' < / > - ! .
Es evidente (§. 6, cap. VI) que la serie de los restos de a con-
tiene todos los números, que pertenecen al exponente /•', así
como los que pertenecen á un exponente sub-múltiplo de /.•; pero
el número h no está entre los restos de a por la condición con
que se elige b; luego k' no será un divisor de k, y por consi-
guiente, podrá k' ser un múltiplo de k, en cuyo caso b pertenecerá
á un exponente mayor que el de a, lo cual nos acercará á la so-
lución apetecida, es decir, á encontrar el número, que tenida el
mayor gaussiano p — i.
Supongamos que no sea A' un múltiplo de k, y que d sea
mínimo común múltiplo áe k y k'. Descomponiendo á d en dos
factores a, a' primos entre sí, tales que a divida á A y a' á A', lo
cual siempre es posible, se tendrá

( -Y
Vrt » / ^ a* = 1 (mód. p),

[h «' / ^ A*' ^ I (mód. p),


TBORÍAS FONDAMENTALKS 295

puesto que por hipótesis es


a* ^ : I (mód. /*),
//•' s s I (mód. p) .
k k'
Las (24) prueban que a " y /; '^ pertenecen respectivamente
á los exponentes a y a'; luego (n.° 325)

(íi/y)''''' = {ahf = I (mód. p).

Al proseguir el mismo procedimiento que va dando exponen-


tes que van, creciendo, se llegará á un número P, que pertenezca
al exponente p — i, ó que satisfaga á la congruencia

ó bien
a-í—• ^ 1 (mód. ;*).
El número ^ asi obtenido será la ra/^ primitiva de p. Las
demás raices primitivas se determinan, como queda indicado
en el n.* 322.
EJEMPLO. Hallar la rai^ primitiva del número primo 73
por el método gaussiano.
Tanteemos los números de la serie
2, 3. 4, 5. 72 = 73 — I ,
comenzando por el 2.
El período (n.* 306) de los restos potenciales del 2 según
exponente 73 lo forman los 9 números
(25) 2» 4. 8, 16, 32, 64, 55, 37, I .
Es, pues, A- = 9 el gaussiano de 2 según módulo 7 j , es de-
cir, que 2 satisface á la congruencia
(26) íc»= I (mód. 73);
296 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

lo que prueba (n,* 322) que 2 no es rai^primitiva de 73, puesto


que 9 < 73 — i-
Ensayemos el 3, que no se encuentra en los restos (25). El
período de sus restos potenciales según módulo 73 lo forman los
12 números
3, 9, 27) 8, 24, 72, 70, 64, 46, 65, 49, 1 .
Es, pues, k' = 12 el gaussiano de 3 según módulo 73, es
decir, que 3 satisface á la congruencia
(27) a:i2 = I (mód. 7 3 ) ; • •

lo que prueba que tampoco 3 es rat!( primitiva de 73, puesto


que 12 < 73 — I.
El mínimo múltiplo común de 9 y 12 es 36; luego, descom-
poniendo el 36 en sus factores 9 y 4 primos entre sí, que dividen
respectivamente á los exponentes 9 y 12 de las (26) y (27), cuyos
cocientes son i y 3, se tendrá

1 (mód. 7 3 ) ,

(mód. 74);
9 1»

lo que prueba que 2 ' = = 2 ' y 3 * = 3 ^ pertenecen á los expo-


nentes 9 y 4, y por tamo (n.* 325)
(2' X 3 ' r = 54** ^ 1 (mód. 73) .
Aún no es 54 rai^primitiva de 73, puesto que 36 < 73 — i.
El periodo de los restos potenciales de 54 según módulo 73
lo forman los 36 números

54, 69, 3, 16, 61, 9, 48, 37, 27,


(28) 71. ?8, 8, 67, 41, 24, 55, 50, 72,
19, 4» 70» 57, 12, 64, 35, 36, 46,
2, 35, 65, 6, 32, 49, rS, 23, I,
T E O H I A S FDNDAHKNTAtKS 29T

que se determinan fácilmente, operando en los restos de lugares


impares con sus complementos á 73 en vez de operar con los
mismos restos; puesto que, por ejemplo,

73 — 5 4 = 19
da (n.» 248)
( - 5 4 ) » " = i 9 * " ( m ó d . 73),
ó bien
54'"' = 19»" (mód. 73) .

Así 19^ = 361 da el resto 69; 69 X 19 = 1311 da el resto 70,


cuyo complemento á 73 es 3; 70 X '9 == 1330 da el resto 16;
16 X 19 == 304 da el resto 12, cuyo complemento á 73 es 61;
12 X «9 = 228 da el resto 9; 9 X 19 = 171 da el resto 2jj
cuyo complemento á 73 es 48, y así sucesivamente.
En el cuadro (28) se observa que 25 = 5* ocupa el lugar 25
de los restos potenciales de 54 según módulo 73; lo que prueba
que 25 es resto de la potencia 25 de 54, es decir, que (n.» 244, 6.")

54»—25 (mód. 73);


pero (n." 306)
(29) (54»5)»«s(54»«)«6=,(mód. 73).

luego, poniendo (n.° 249) en vez de 54** su resto 25 en el


I . " oMembro de la (29), viene

2 5 « = i (mód. 73),
ó bien
(sT=S"=i(mód.73).
Es, pues, 5 rai¡( primitiva de 73, puesto que satisface á la
congruencia (n.** 321, 322)

.»;'»-» = I (mód. 73).

33 j . 2." c\so. Si a. es una raii{ primitiva según md-


298 TRATADO DB ANADSIS MATBMATICO

dulo p^, siendo p un número impar primo, será también a,


ó su resto mínimo, raí¡{ primitiva de p, ó según módulo p.
Supongamos que g sea el gaussiano de a según módulo p.
Se tendrá (n.° 307)
a'' ES 1 (mód. p) ;

de donde (n."" 244, 4.», 294)

(I') a''= I +ni/;,

representando m un número entero cualquiera.


Elevando la (1') á la p.*>•»"» potencia, viene por la fórmula
del binomio de NEWTON

(3') ».,. ^,j^]Lmp+ ^tZiA m^ ^/ _!_....,


I! 2!
ó bien
(3) a;^P ^,+,.(^+.Mzr^)„.. + ),
separando en el 2 . ' miembro de la (2') á p ' como tactor común
á los términos, que siguen al primero.
Haciendo en la (3')

/m p(p— 1) , , \

donde m, es un número entero, se obtiene

(4') a»" = I - f rn, p*.

Elevando á la p.«»'»»" potencia la (4'), y las que vayan resul-


tando sucesivamente, viene (n." 323)

asp" = . i 4 - m , p ' ,
TBORÍAS FUNDAMBNTALBS 299

cuya última igualdad da (n." 244, 4.")

(5') a«"^- = I (mód.y;);


pero a no puede ser rai¡[ primitiva según módulo p^ sino al ser
;i = p — I, en cuyo caso es

(6') j,/-' = (p_ O//'-';


luego la (5') dar4 (n." 91)

0^-^^^'' = 1 (aiód. /O,

y por tanto, será a rai^ primitiva de p, conforme el enunciado.


332. La raiz primitiva a según módulo impar primo
p será rai{ primitiva según módulo p'-^ , siempre que
aP~' — I
__ fiQ sea divisible por p, y al contrario, no lo sera
P
ap-i — I
según módulo p al ser divisible por p.
P
Sea g el gaussiano de a según módulo p^. Se tendrá
*!' s= I ( mód. p ' ) ;
de donde (n." 323)
(7') a" s s I (mód. p).
Pero a es por hipótesis raís^ primitiva de p; luego en la (7)
ha de ser g múltiplo (,n." 31o) de p — i; y como g, según la (6'),
es divisor de .
?(/) = (/'-')/"',
resulta que
.'/ = (;' -.- O P ' I
donde es 5 ^ v — i.
Llamando {í el exponente de la máxima potencia de p, que
divida á aP-' — i, se tendrá
300 TRATADO DB ANALIBIS MATBMÁTICO

(8') aP-' = I -{- mp ,

representando m un número entero no divisible por ¡i.


Elevando á la p.'*^'** potencia la (8'), y las que vayan resul-
tando sucesivamente, se obtiene, como anteriormente,

a P'íp-') = I -f- m, p^'^~


(9')
^ ; . V i ; ^ j _ j _ ^ ^, ft+e

donde m,, w,, , m^ son enteros no divisibles por p, y ^ di-


ferente de o.
Se deduce de la última de las (9') que

«'•'*'-" ^ I (mód.p^+^0,
y por consiguiente,
o = v —^
es el menor valor que puede tener o para que se satisfaga la con-
gruencia
. p'(p-i) _ _
(10') s I (mód. p^ ).
Luego
5 = 7— 1,
si es p = 1.
Cuando 5 = v — i, la (10') da (n.° 91)

("') «'^^'>^i(mód./),
siendo a raii^ primitiva de p^, y si 5 < v — i, pertenece a á
un exponente menor que ?(p^), no siendo, por consecuencia, «
raí^primitiva de p^ .
En su consecuencia, si «, según h {11'), es rai^ primitiva
TaOBÍAS FCMDAMRNTALBS 301

de ¡i^f lo|?«rá, en el caso actual, de p por el teorema anterior


(n.° 321), y se tendrá

(12') a^(P'^^i(mód./»;
y como también es
a^íí'í^iímód.p).
es decir (n.° 91),
aP-» ^ I (mód. p),
resulta que (n.* 294)
aP-' = \-\-mp\
de donde
aP-V — I
= m:

aP~» — I
lo que 4)rueba que al ser divisible por p, lo seria m,
af'-i — I
lo cual no es posible; pero, si p no divide á — — — - , tampoco
dividirá á m, que es la condición, que han de satisfacer las (9'),
para que pueda deducirse la (ii'). Luego el principio enunciado
es evidente.
333. Á cada rai!{ primitiva según p corresponden
(p — I ) P^~* raices primitivas según módulo p^ .
En efecto, si a es una raíz primitiva de p tomada en el inter-
f valo (o, p — I ) , la fórmala de las raíces primitivas congruentes
con a será
!i = a-\-mp;
de donde, elevando á la potencia p — i , y restando i de los dos
miembros de la que resulta, viene

(13') aP-« — I = (aP-» — I) - f - í - ^ ^ ^ tíP-* mp


302 TRATADO DB ANALISIS MATEMÁTICO

Si a ' - ' — I no es divisible por p ' , será el i,*' miembro


tuT'-t — I iJe la (13') divisible ó no porp', según lo sea ó no por
p la expresión
, P—I
aP-«—1-^ —aP-^mp
(14) í' ap--»—I , ,
p p
Llamando § el resto mínimo de la expresión (14') según mó-
dulo p, y haciendo
m = p -f m, ,
representando m, un número entero no divisible por p , todos los
números a dados por la fórmula
(15') a = a-{-(fj + m,)/'

serán (n.* 332) raíces primitivas de p^ .


Si oP~' — I es divisible por p ' , no será ixP~^ — i divisible
por p", sino cuando m lo sea por p; luego, en este caso, la fór-
mula
(16') a -^ rt -f- W( P ,
donde m, representa un número entero no divisible por p , sólo
dará raices primitivas de p^ .
Para determinar únicamente los valores de a diferentes entre
sí según módulo p \ sólo deberán darse á wi, en las (15') y (Í6')
los f (p^*"') = (p — O p^~' valores distintos, resultando así un
número igual á ( p — i)p'''"*de raices primitivas según mó-
dulo p ^ .
Se deduce, pues, que el número de las raices primitivas
según módulo p^ es igual á f ?(p^); puesto que (n.° 531) cada
rai^ primitiva de p^ es ra/^ primitiva de p ; luego, por el teo-
rema anterior, cada una de las 9(p— i) raices primitivas dep
dará "PÍP^""') raices primitivas ie p"*, y por ttmo, su número
será (n.° 93)
T E O R Í A S rONOAMHrNTALBS 303

T(P'-') 9(/' - O = TCP""-' ip - 0 ) = niP") •


334. 5 i p ís un número impar primo, toda rai{ pri-
mitiva impar de p*, lo es también de 2p^; y reciproca-
mente, toda raii^ primitiva de 2p' lo es asimismo de p^ .
Sea a un número impar primo y 7, g' los gaussianos de a se-
gún los respectivos módulos p% ip'. Se tendrá

(17') 0 » = I (mód. jp'),

(18') a''' ¿ - 1 (mód. 2¡>'') .

De la (18') se saca (n." 247, Ej. II)

(19') a « ' = I (mód. 2),

(20'), a''' = ! ( mód. p ' ) ;

luego las (17') y (20') prueban (n." 307) que g' es múltiplo de g.
Por ser a impar, se tiene claramente
(21') »'' z^ I (mód. 2),
y pof tanto (n." 323), las (17') y (21') dan

(22') a" — I (mód. 2p'');

luego, según las (18') y (22'), también es g múltiplo de ji'. Por


consiguiente, si g' es múltiplo áe g, y g lo es, á la vez, de g\ ha
de tenerse (n.* 121) necesariamente g == g'; lo que demuestra que
el número a pertenece al mismo tiempo al exponente ff = g se-
gún módulos p* y 2p'' .
Y como evidentemente es (n.°* 91, 95)

T(2P") — ?(2)9(p") = %{p-) = (p - OP'^S

resulta que, si a es rai^ primitiva según uno de los módulos


p', 2/)*, lo será también según el otro módulo.
304 TRATADO DK ANÍLLISIS MATBMÁTIOO

Se sigue inmediatamente de lo expuesto que hay tantas raíces


primitivas de 2p' como de p" .
335- 3 - " CASO. Cuando el módulo es 2' = 4, evidente-
mente (n." 323) son raices primitivas — i y 3 de la con-
gruencia

r^ = I (mód. 4),
ó bien
.r* =E I (mód. 4),

puesto que (n."" 89, 95) es ^»(4) = 2. Examinemos, pues, el caso


en que sea v > 2 en la potencia 2" .
Es indudable que en la hipótesis de v > 2 el gaussiano de
un número impar cualquiera según módulo 2" es una potencia de 2
de exponente igual ó menor que v — 2 (n.* 323). Fácilmente se
concibe que en esta hipótesis no han de existir raices primiti-
vas propiamente dichas; pero los autores denominan así á los nú-
meros de gaussiano — <p( 2"^) según módulo 2' , es decir, que
satisfacen á la congruencia (n." 323 ( n ) )

x*^^ -^ = .í.'*-* = I (mód. 2").

Es claro que el único número de gaussiano i es el mismo


número i. No nos ocuparemos, por tanto, más que de los nú-
meros impares mayores que i, los cuales pueden representarse
por la fórmula

(23') a = 2^"^^ ód= i ,

donde b es impar y ^ un entero cualquiera que pueda ser o.


Elevando al cuadrado la (23'), y las que vayan resultando su-
cesivamente por igual procedimiento que el empleado en el
n." 323 é indicado en ej n.* 331, se obtiene
TBORIAS FUNDAMENTALES 305

ft' = 2'^ ''1 + I, . ••K. •-! N \

(24') , - ''•^-+-''

siendo /',, /'j, , /' números enteros no divisibles por 2.


Pero la última de las (24') da (n." 244, 4.°)

«^'^.(mód.2^-^^+');
luego, si 2 es el gaussiano de a, se tendrá
^ _f_ 2 -I- 5 ^ y ,

cuya desigualdad no puede verificarse más que al ser 5 > i; por-


que, si así no resultara, sería o — i divisible por 2 ' , según
las (24'), y el gaussiano de a sería menor que 2 , lo cual es
contrario á la hipótesis. Luego
P+ 2=V-S,

cuyo valor sustituido en la (23') da

(25') a = 2 ' " h á= i ,

de que se saca para a, dando á /^ los 2 — i valores .

1.3.5 .(2'-!)»
dos series compuestas cada una de 2 — i valores.
Deducimos de aquí, de acuerdo con MR. SERRET, que
Si 5 representa uno.de los números
2,3,4. ,(v — 2 ) ,
existen 2 ' números, que pertenecen al exponente 2 según
módulo 2".
306 TR&TADO DB ANÁLISIS HATEHÁTIOO

336. Si a pertenece al exponente 2, se tendrá por la primera


de las (24')

ó bien
p+ 2= V - ,,

y si p 4" 2 = V, por ser a < 2 ' , habrá que hacer en la (23')


h = I, y sustituir el signo ± por —, lo que dará los tres nú-
meros •
(2é') 2'->~i; 2''-'+'; 2'-i,

que pertenecen al exponente 2.


Los números del mayor exponente v — 2, se obtienen ha-
ciendo S = V — 2 en la (25'), y poniendo 26 -f-1 en lugar de 0.
Se tendrá
a = 8/> + 4 ± I ;
de donde
(27') a = 8/; + 3 , a = 8// + 5 ,

^ cuyas fórmulas darán las raíces de la congruencia

(28') ^T^^^'^ 2'"' f Ai \

^ •' á; * = .r ^ I (mod. 2 )

al ser V > 3, puesto que, si v = 3, la congruencia que resulta

x^ ^ i (mód, 2^),
da los números (26') ó las raices del módulo 2" = 2', las cuales
son evidentemente
2»-< — 1 = 3 ; 2»-' - j - I = 5 ; 2» — 1 = 7 .
EJEMPLO. Sea V = 5. Se tendrá (n," 92)

2
TaORfAS FUNDAHBMTALBS 307

La (28') será, pues,


./•" ^ I (mód. 2"'),
es decir,
.<•' = : 1 (mód. 32) ,
cuyas raíces se obtendrán por las fórmulas (27'), las cuales dan
X = 1 1 , 19, 27, 13, 2\, 29
para A = 1,2, 3.

S H. Teoría de l*s fadlees. Beaoloeióo de ! • • coDcmencian


per el C«Bon «rUhai^rlens

337. TEORÍA DE LOS ÍNDICES. Sabemos (n." 302) que entre


las rf{p) = p — I potencias sucesivas de una raí^ primitiva a
del módulo primo p
(I) « " = t, a', a% a', , a''-^
siempre existe una, y sólo una, que es congruente con c^alquier
número a primo con p. Llamando, pues, a" esta potencia, la con-
gruencia
(2) a = a" (mód. /»)
*
siempre podrá satisfacerse.
Los diferentes valores del exponente n, que determinan los
números a congruentes con las potencias a" déla rai^primitiva
« según módulo primo p, se denominan índices de los números
o, y la raii^ primitiva a se npmbra base.
Es claro que á Cada valor de n corresponderá un valor de a,
y que á cada valor de a ha de corresponder otro para n, siempre
que en la congruencia (2) según módulo p subsista y permanezca
constante la base o; pero también es claro que al variar la base a
pueden corresponder á un mismo índice números distintos, y al
contrario, y aun conservándose fija la base a, á un mismo nú-
mero puede corresponder una infinidad de índices, á causa de la
periodicidad (n." 302) de los restos potenciales congruentes con
308 TRATADO DB ANÍLISIS MATEMÁTICO

dicho número según módulo p. Para limitar esta multiplicidad in-


definida de los índices, que pueden correlacionarse á un mismo
número, se considera únicamente, como Índice, el mínimo de
cada número, que es uno de los números

o, I, 2, 3, , ^{p)— I .
El conjunto de los índices de una misma base con sus correla-
tivos números, según un módulo dado, constituye un sistema de
índices, que goza de propiedades análogas á las de los sistemas
de logaritmos; pero dicho sistema difiere de los logarítmicos por
ser su base siempre una rai'f primitiva de un número esencial-
mente primo.
Si la base a está determinada, para expresar que un número a
es congruente con la potencia n de a, se emplea la notación
Ind. a = n .
a
33$, Los índices de -)- i y — i son constantes, cualquiera
que sea la base; puesto que, cualquiera que ella sea, siempre se
verificará la congruencia de FERMAT
(3) a''~' ^ I (mód. p);
y poniendo en lugar de i su igual a", viene

de donde para cualquier valor de la rai^ primitiva ó base a, se


tendrá ( n / 309)
Ind. I == /) — I = o (mód. (p — i)) ;

lo cual demuestra quf el índice de - j - i en todos los sistemas es


siempre o.
La (3) da

«p-1 _ , = (a » — 1) (a » + 1) s o (mód. p ) ;
TnoutAS PUNDAMBNTALBS 309
pero por ser p — i el gaussiano de a, no puede verificarse
(n.» 322)

a * — I =5 o (mód. p) ;
luego habrá do ser

a ^ -f I sís o (mód, p) ,
ó bien
til
a * ^ — r (mód. p),
y por tanto, por definición
p— -í _
Ind. (— I) =
2

lo cual demuestra que el índice de — i en todos los sistemas


siempre es igual á .
2
559., Dado un sistema de índices puede pasarse á otro sis-
tema distinto ó de base cambiada.
En efecto, sea a la base de un sistema de índices dado, y
propongámonos pasar á otro sistema de base p.
Llamando g el índice de la nueva base § en el i."'' sistema
Ind. , se tendrá por definición
(4) P r^ o» (mód. p);
luego, si m y « son los índices de un mismo número tomados
respectivamente en los sistemas de base a y ^, se obtendrá cla-
ramínte
(5) P" = «'" (mód. p) -,
y como la (4) d.i
(6) p"sa»"(mód, p ) ,

se deduce (n.» 24-4. 7-°) ^^ 1« (5) y (6)


*»" ^ ^ a'" (mód. p) ,
310 TRATADO DB ANÁLISIS HATDMATICO

y por consecuencia, ha de tenerse necesariamente (n." 309)

wj = m (mód. ?(/J)) ,

y por ser g primo con «f(/)) (n." 237)

m (mód. if (;i)) ;
n= —

lo que demuestra que los nuevos Índices n se obtienen, dividien-


do los antiguos m por el Índice g de la nueva base ¿on relación
al primer sistema.
340. Es propiedad fundamental en la teoría de los índi-
ces la siguiente:
El índice de un producto de varios factores tomados
según módulo primo p es congruente según módulo
ij!(p) =; p — I con la suma de los índices de estos factores.
En efecto, si a es la base y g, g,, g^, etc. son los respectivos
índices de los números a, h, c, etc., y p el módulo de congruen-
cia, se tendrá (n.* 337)
o ;= a'' (mód. 2>),
(7) /; = aSi (mód. p ) ,
c ^ «3» (mód. p),
etc.;

de donde, multiplicando las congruencias (7), viene (n." 251)


ahc ^ a" +».+?»+• • (mód. p ) , .
ó bien
abe = a'"^ "+'"'••''+""' '+•• • (mód. p);
pero por definición se tiene
ahc =5: «'»<>•(<''«•-^ (mód. p ) ;
luego (n." 244, 7.")
jjiDd. (.fcc ... .) = j(lDd. a+lnd b+Utá f-i-.... (tn¿d p ) , .
TBORÍAS FUNDAMBNTALBS sil

y por consecuencia (n." 309),

Ind. (a6c ) ^ I n d . a - | - Ind. h -f-Ind. c-\- (mód. <({p)) ,


puesto que a pertenece al exponente T(p).
341. De este principio se deducen las consecuencias si-
guientes:
!.• El índice de un cociente de dos números a, b según
módulo p es congruente según módulo 'ip(p) con la diferen-
cia de los índices del dividendo y del divisor; puesto que se
tiene evidentemente

y por el principio fundamental

Ind. — + Ind. h = Ind. a (inód. <f(^)) ;


de donde
Ind. - r - s ^ Ind. a — Ind. h (mód. f(/>)) .

2.* El índice de una potencia de un número según


módulo p es congruente según módulo <p(p) con el producto
del exponente potencial por el índice del número propues-
to; puesto que, si la potencia es

se tendrá por el principio fundamental (n.* 340)

Ind. ( a" ) ^ Ind. a + Ind. a + Ind. o - | (mód. <p(p)) ;

de donde por ser n el número de los sumandos Ind. a, viene

Ind. ( a» ) ^ - n X Ind. a (mód. SP(p)) .

3.' El índice de la raí^ de un número según módulo


312 TRATADO DB AKAUSIS MATEMÁTICO

p es congruente según módulo ^(p) con el cociente de divi-


dir el índice del número por el exponente radical^ siendo
este exponente primo con (f (p); puesto que se tiene evidente-
mente
(VV)" = a ;
de donde por lo demostrado anteriormente
n

luego w X Ind. y/'a' ^ Ind. a (mód. <f(p)) ;

Ind. Va
";_
^ Ind. a (mód. 9(p))
n
342. Se ve, pues, que, si se tienen tablas de índices con sus
números correspondientes, pueden hacerse de la teoría de los
índices análogas aplicaciones que con la teoría de los logaritmos.
Si tomamos por base de un sistema de índices la raíz primi-
tiva 2 según módulo 13, se tendrán las TABLAS siguientes:

a I 2 3 4 S 6 7 8 9 10 II 12
I."
Ind. a 0 I 4 2 9 5 ri 3 8 10 7 6

Ind. a 0 I 2 3 4 5 6 7 8 9 10 II

I 2 4 8 3 6 12 11 9 5 10 7

Estas Tablas para cada uno de los distintos módulos pri-


mos, que convengan elegirse, se llaman Tablas de índices ó
Canon Arithmeticus. JACOU publicó algunas de estas Tablas.
' 343. RESOLUCIÓN OE LAS CONGRUENXUS DE I."" GRADO, Y
DE LAS BiMOMiAS POR EL CANON ARITHMETICUS. Sea la congruen-
cia de Legrado
(8) 50; — 6 (mód. 13),
TEORÍAS FUNDAMENTALES 313

Se tendrá (n.° 340)

Ind. 5 -f- Ind. ./, : = Ind. 6 Tmód. 9(13) = 12") ;


de donde
Ind. j ; = Ind. 6 — Ind. 5 (mód. 12);

luego tomando índices en la i." Tabla de índices del sistema,


cuya base es la raíz primitiva 2 según módulo 13, se obtiene

Ind. . í = 5 — <-) ^ — 4 (mód. 12),

es decir (n." 248),


Ind. ./• = 8 (mód. 12).

Tomando número en la 2.' Tabla, que da 9 para el índice de


8, resulta
7 = 9 (mód. 13),

y por tanto, .< == 9 que satisface á la (8), como es fácil compro-


barlo
Si la congruencia binomia es

(9) •'•'*^ 3 (mód. 13),

se obtiene (n." 34 Í , 2.")

8 X Ind. .»• = Ind. 3 (mód. 12),

y tomando en la i.» Tabla el índice de 3, que es 4, viene

8 X Ind. X =s 4 (mód. 12);

de donde (n." 253)

2 X Ind. x ^ I (mód. 3 ) ,

y por tanto (n." 312),

Ind. x ^ 2 (mód. 3 ) ,
311 TRATADO DB ANAMSIS MATBMATICO

la cual da (n." 293) las cuatro soluciones


Ind. a' = 2, 5, 8, u (mód. 12).
Tomando en la 2." Tabla números para los índices 2, 5, 8,
11, se obtiene
•'' = 4i 6) 9. 7.
cuyos valores satisfacen á la congruencia (9).

CAPÍTULO Vil

Fonciones clrcalarea ó IrijcononaétrlcAH

544. Vamos A tratar brevemente de las llamadas lineas


trigonométricas consideradas como funciones de sus arcos, ó
funciones circulares, con e\ único propósito de recordar no-
ciones, que suponemos ya estudiadas, y de que hacemos aplica-
ciones en este Curso. Las que importan á nuestro objeto son el
seno, coseno, tangente, cotangente, secante y cosecante,
que al ser x su arco se expresan respectivamente por las nota'
dones

»/=..en d, //=cos .<•, //=tg .<•, ¿/=cot ./•, ?/=^sec ./•, í/=cosec x .

Las funciones circulares se dividen en directas, que son las


antedichas, é inversas de éstas, que son las siguientes: •

X = are sen //, x == are eos y, a; == are tg y , -


X ==• are cot »/, a = are sec y, x = are cosec y.

34J. Definiremos, en primer lugar, \is funciones circula-


res directas; pero tengamos presente que arcos complemen-
tarios son los que sumados dan un cuarto de circunferencia •—,
2
y suplementarios son los que sumados dan una media circun-
TBORÍAS FUNDAMENTALES 315

ferencia n. Así cl complemento del arco x, por ejemplo, es


jr
X, y el de — r/ es 1- x, así como el suplemento de ./'
2
2
es n
- •/•, y el de — a; es ;: -f- .r.
Si el arco es menor que — ó JC, su complemento 6 suplemen-
to es claramente positivo^ y si el arco es mayor que — ó TI, su
2
complemento ó suplemento es negativo.
346. Seno de un arco w es la longitud de la perpendicular
desde uno de los extremos del nrco al diámetro que pasa por el
otro extremo, con el signo -\-b —,
según cl sentido en que se le tome.
La + MP (fig. 7) es el seno posi-
tivo del arco AM, y — N' P ' es el
seno negativo del arco A B C N'.
Es evidente que, si el arco AM,
que llamaremos w, varía de o á
— = AMB, el seno crece de o á
2
BO, ó bien, de o ;l + i, suponien-
do el radio OB = R igual á la uni-
dad, en cuyo caso el circulo ó cir-
cunferencia se denomina circulo
trigonométrico, y cuando el arco
varía de — á n = ABC, el seno decrece de 4 - i á o.
2

Si el arco w continúa creciendo de « á 3« ABCD, el


seno decrece de o á — OD =Í= — R = — i, y si varía de
3« , , ,
a art, el seno crece de — i d o .
2
Si el arco sigue variando de an á ^n, de 4« á fia, etc., los va-
lores anteriores del sen w se reproducen periódica é indefinida-
mente.
316 TKAT/IDO DB ANALISIS MATEMÁTICO

Resulta, pues, que el seno es evidentemente una función


periódica del arco correspondiente, siendo la amplitud de
su período 2n (n." i8).
También es evidente que, si el arco ti) aumenta ó disminuye
en un número cualquiera de circunferencias 2ji, el seno no al-
tera; luego
sen (zfíiz -\- lú) = sen w ,

siendo k un número entero cualquiera y lo < 2n .


347. Se ve que el valor del seno está comprendido entre
— I y + I, y qi:e en cada período pasa dos veces por el mismo
valor; pues de o) = o á w = — . el seno crece de o á -}- 1; de
TZ
(I) = — á <i) = ' ' ^ decrece de -f- i á o; de (o TI á O) =
2 2
decrece de o á — i, y de w = a 2^ crece de — i a o, pa-
sando asimismo una sola vez por el valor máximo -f- i y el mí-
nimo — I.
348. Si por un punto cualquiera M (fig, 8) de uno délos
lados OM de un ángulo MON se
traza al otro lado ON una perpen-
dicular MN, y desde el vértice O,
como centro, coa el radio O B = i,
se describe el «co AB = w, la BP
será el seno del arco AB, ó el sen 10.
Se tendrá
BP MN
OB OM

MN
sen (I) OM
Luego el seno de un arco ó de su ángulo, tomando el
radio del arco correspondiente como unidad (n." 123), es
TEORÍAS FUNDAMHNTALES 317

la relación entre la longitud de la perpendicular trabada


desde un punto cualquiera de uno de los lados del ángulo
al otro lado, y la longitud de la distancia desde dicho
punto al vértice; ó bien, refiriéndonos al sistema coordenado
rectangular OX, OY,
El seno es la relación de la ordenada MN de ur} punto
lA á su distancia MO al origen O, según el ángulo co.
349. Coseno de un arco w es el seno de su complemento,
con el signo - j - ó — , según el sentido en que se tome. Así
+ MQ (fig. 7) es el coseno positivo de AM, y — NQ es el
coseno negativo de ABN. Y como QM = OP, QN = OF,
también se tiene que
Coseno de uñ arco es la distancia del centro al pié del seno.
Es claro que, cuando el arco m varía de o á — , el coseno

OP •= QM decrece de OA = i á o, y cuando varía de — ajc,


el coseno se hace negativo, y sigue decreciendo de o á — i.
Si el arco oa continúa creciendo deTCá -^-^ = ABCD, el co-
2

seno crece de — i á o, y si varía de ~— á 2jc, el coseno se hace


2
positivo, y crece de o á - j - i-
Si el arco w sigue variando de 27i á 471, de 47c á 6it, etc., los
valores anteriores de eos (o se reproducen periódica é indefinida-
mente. '
Resulta, pues, que el coseno es evidentemente una función
periódica del arco correspondiente, siendo su período 2J1.
También es claro que, si el arco to aumenta ó disminuye en
un número cualquiera de circuníerencias 2JC , el coseno no altera;
luego
eos {2kn -f- w) = eos ü),

siendo k un número entero cualquiera y w < 2»Í.


350. Se ve que el valor del coseno está comprendido entre
318 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

— I y -(- I > y que en cada período pasa dos veces por el mismo
valor, y una sola vez por el valor máximo -f-1 > y e' mínimo — i.
351. La fig. 8 da asimismo

OP _ ^ ^

de donde
ON
(2) eos (J) =
OM

Luego el coseno de un arco ó de su ángulo, tomando el


radio del arco correspondiente como unidad (n.* 123), es
la relación entre la proyección de la distancia de un punto
cualquiera de uno de sus lados al vértice sobre el otro
lado, y la expresada distancia del punto al vértice; ó bien,
El coseno es la relación de la abscisa ON (fig. 8) de
un punto M á su distancia MO del origen, según el án-
gulo tú.
352. Nosotros llamaremos aquí arg-MWien/o de un punto
sobre el plano de los ejes coordenados rectangulares al ángulo
formado con el eje de abscisas por la distancia del punto al origen
coordenado, y módulo de dicho punto á su distancia al referido
origen. El módulo lo representaremos por r, y el argumento
por w. Así r^j será el vector del punto M (fig. 8). Podemos,
pues, dejar establecido que
El seno y el coseno del ángulo w no son más que las
respectivas RELACIONES de la ordenada y abscisa de un
punto al módulo de este punto segiin argumento w.
353. Por lo expuesto, las (1) y (2) trasformadas en

(O sen lü =
r
X
(4) eos <ú =
r
TEORÍAS FUNDAMENTALES 319

dan las fórmulas


(5) ?/ = '• sen ü) ,
(6) ./ = r eos (1) .
354. Tangente de un arco w ó de su ángulo es la tangente
al arco en uno de los extremos de este arco comprendida entre
dicho extremo y el radio prolongado, que pasa por el otro extre-
mo, y afectada del signo -\- ó —, según el sentido, en que se la
tome. Es - j - AT (fig. 7) la tangente positiva del arco AM, y
— AT' es la tangente negativa del arco ABN. El punto A es el
origen de la tangente AT, y el T es su extremo.
Es evidente que, cuando el arco w varía de o á— la tangente

crece de o á -)- co , y cuando varía de — áTC,pasando brusca-


2
mente la tangente áe -\- co i — 00, crece de — 00 á o.
Si el arco o) continúa creciendo de Ji á, la tangente vuel-
2
ve de o á -f- =* > y si varía de —— á 2IT , la tangente cae otra
vez bruscamente de -f- 00 á — 00 para crecer de — ::« á o.
Si el arco w sigue variando deTCá 2TC , de 2^ á 371 , etc., los
valores anteriores de tg m se reproducen periódica é indefinida-
mente.
Resulta, pues, que la tangente es evidentemente una fun-
ción periódica del arco correspondiente, siendo su periodo
7t; de donde se deduce inmediatamente que

tg {kn -j- (o) = tg ü) ,

siendo A- un número entero cualquiera j (o < n , es decir, que,


si el arco to aumenta ó disminuye en un número cualquiera de
semicircunferencias n , la tangente no altera.
355. Se ve que el valor de la tangente está comprendido
entre — -x \ -\- M , pasando claramente en cada período por un
320 TRATADO DR A N Í U S I S MATBMATÍCO

mismo valor; pues de w = o a w = — pasa la tangente por to-

dos los valores positivos de o ii -{- 'x ^y de w = — á w == jr


pasa por todos los valores negativos de — ce á o, reproducién-
dose indefinidamente estos períodos.
3)6, La fig. 7 da manifiestamente
AT MP
OA OP
de donde
sen O)
(7) tg 0)
eos w

Luego la tangente es la relación del seno al coseno.


Pero, dividiendo la (5) por la (6), se obtiene

(8) JL=i£L_r,
X e o s O)

y según las (7) y (8), viene


(9) fs'"=ir-
X

Es, pues, la tangente la relación de la ordenada de un


punto á su abscisa, según el argumento w.
357. Cotangente de un arco w, ó de su ángulo, es la tan-
gente de su complemento con el signo -\- ó —, según el sentido
en que se tome. Asi -\- BS (ñg. 7) es la cotangente positiva de
AM, y — BS' es la cotangente negativa de ABN. El punto B es
el origen de la cotangente BS, y el S es su extremo.
71
Es claro que, cuando el arco to varia de o á — , la cotangcn-
2
7C

te decrece de -f- 00 á o, y cuando varía de — á n , la cotangen-


te pasa de positiva i negativa, decreciendo de o á — ao .
TBORIAS FUNDAMENTALES 321 >

Si el arco to continúa creciendo de n á , la cotangente,


.2

pasando bruscamente de — co d -|- oo, decrece de -j- co á o,,


y si varía de á 2 it, pasa la cotangente de positiva i nega-
2
tiva , y decrece de o á — oo.
Si el arco (o sigue variando de u á 2;: , de 27i á 311 , etc., los
valores anteriores de cot to se reproducen periódica é indefinida-
mente.
Resulta, pues, que la cotangente es una función periódica
del arco correspondiente, siendo su periodo n • de donde se
deduce inmediatamente, como en la tangente, que
cot {kn -f- «) = cot (O .
358. Se ve que el valor de la cotangente está comprendido
entre — 00 y -|- 00, pasando claramente en cada periodo por un
mismo valor; pues deco = o d c o = — pasa la cotangente de

-}- 00 á o, y de (O = — á w = TC pasa de O á — 00, reprodu-


2
ciéndose indefinidamente estos periodos.
359. La fig. 7 da evidentemente
BS OP
OB ~ MP '
de donde
eos (ü
(10) cot (1) :
sen tí)
Luego la cotangente es la relación del coseno al seno.
Pero, dividiendo la (6) por la (5), se obtiene

X eos 0)
(")
sen 0)

y stgún las (10) y («0, viene


81
322 TRATADO DE ANÁLista HATBMATICO

(12) COt (O = .
y

Es, pues, la cotangente la relación de la abscisa de un


punto á su ordenada, según argumento w.
360. Multiplicando las (9) y (12), resulta
tg ü) X COt Ü) = 1 ,
ó bien
I
COt Ü) = r
tgw
lo que prueba que la cotangente es recíproca de la tangente.'
561. Secante de un arco (i>, ó de su ángulo, es el radio
prolongado hasta el extremo de la tangente de dicho arco con el
signo -f- ó —, según encuentre á la tangente positiva ó nega-
tiva. ASÍ-}-OT (fig. 7) es la secante positiva de AM, y
— OT' es la secante negativa de ABN.
ir
Es evidente que, cuando el arco w varía de o á — , la secante
2
15

crece de -f- i á -f- °°. y cuando varía de — i n, pasa la secante


bruscamente de -j- 00 á — 00, creciendo de — 00 á — i.
Si el arco (o continúa creciendo de « á , la secante vuel-
2
ve á crecer de -f- i »á + «», y si varia de á 2it, la secante
2
«
cae otra vez bruscamente de + °° ^ — 00 para crecer de
— 00 á — I.
Si el arco © sigue variando de 2« á 47c, de 4» á 6*, etc., los
valores anteriores de sea (o se reproducen periódica é indefinida-
mente, no pudiendo jamás la secante tomar ninguno de ios valo-
res comprendidos entre — i y + i» esto es, que en valor namé-
ñco nunca puede ser menor que i.
Resulta, pues, que la secante es evidentemente una fun-
TBORÍAS FUNDAMENTALES 323

<:ión periódica del arco correspondiente, siendo su periodo


2n; de donde se deduce inmediatamente que
Sec (llir. -\~ tí)) == SCC W .

362. Se ve que la secante es una función, que en cada pe-


ríodo toma dos series de valores, unos de 4~ i ^ "f" °°> }' otros
de — I á — 00, exceptos los comprendidos entre — i y -|- i,y
que pasa dos veces por cada uno de ellos; pues de w = o á
<i) = — , pasa la secante de -)- i á -f- 00, y de to = — á w=rt
. 2 2
pasa de — 00 á — i, reproduciéndose indefinidamente estos pe-
ríodos.
363. La fig. 7 da
OT OM
OA ~ OP '
de donde
I
ec 0) =
eos (ü

Luego la secante es reciproca del coseno.


364. Cosecante de un arco o), ó de su ángulo, es la secante
del complemento con el signo - j - ó —, según encuentre á h co-
tangente positiva ó negativa. Así,+ OS (fig 7) es la cose-
cante/^ost/iVa de AM, y — OS' es la cosecante negativa de
ABN.
ir
Es claro que, cuando el arco Ü) varía de o á — , la cosecante
1T

decrece de + 00 á -j- i^ y cuando varia de — i %, la cosecante


decrece de — i á — 00. «
3^
Si el arco (o continúa creciendo de nw á , al pasar la co-
2
secante de w salta bruscamente de — 00 á -|- 00 para decrecer
de + 00 á -f- 11, y si varía de - ^ á 2«, decrece la cosecante de
2
de — 1 i — 00
324 TRATADO DE ANALISIS MATEMÁTICO

, Si el arco (o sigue variando de 2ir á 47c, de 4» á 61c, etc., los


valores anteriores de la cosecante w se reproducen periódica é
indefinidamente, no pudiendo tomar jamás la cosecante ninguno
de los valores comprendidos entre — i á -}- i.
Resulta, pues, que la cosecante es evidentemente una fun-
ción periódica del arco correspondiente, siendo su período
2i:; de donde se deduce inmediatamente que
cosec {iki: -}- w) = cosec w .

365. Se ve que la coseca«/e es una íunción, que en cada


período toma dos series de valores, unos de -J- i á -|- 00, y otros
de — I á — ce, exceptes los comprendidos entre — i y -}- 1>
pasando dos veces por cada uno de ellos; pues de w s^ o á <i) = —
2
pasa de-f- o o á - ) - i , y d e ü ) = — á w = ir pasa de — i á — 00^
2
reproduciéndose indefinidamente estos períodos,
366. La fig. 7 da
OS OM
OB ~ MP '
de donde
I
cosec ü) : = .
sen ti)
Luego la cosecante es recíproca del seno.
367. Si los arcos contados en el sentido AMB (fig. 7) se
toman como positivos, los contados en el sentido contrario A M D
serán negativos. Hallemos los valores de las lineas trigonométricas
de un arco negativo en función de las del mismo arco tomado pO'
sitivamente.
Llamando, con este objeto, — o) el arco AM', será-}-<«> el
arco AM. Se tendrá
(13) sen ( — w ) = — M'P;
; pero
TEORÍAS FUNDAMBNTALHS 325

sen(-f ü)) = MP,


ó bien
(14) • —sen ( + w ) = — MP ;

luego por ser evidentemente — M ' P = — MP, las (13) y (14)


dan
sen (—' w) = — sen ( + w) .

También (n.° 349)


eos (— tü) = OP ,
eos ( + w) = O P ;
de donde
eos (— tú) = eos (-)- w) ,
Y como
tg(_ü))=—AT',
tg(+a,)= AT,
ó bien
-te(+cü) = -AT,
se tiene
tg(—ü)) = —tg(-f-ü)),

por ser — A T ' = — AT.


Lo mismo se prueba que

cot (— (1)) = — cot(-|- 10),


see (— M) = sec(-)- w),
cosec (— to) = — eosec(-f- w ) .

368. Por definición (n.°« 345, 349, 357, 364) se tiene

sen! 1- ü ) j = cos(—tü),

cosí 1- ( ú j = sen (—^),

t g ( - ^ + ü)j= cot(-ü)),
326 TRATADO OB ANÁLISIS MATBMÁTIOO

coi í - ^ + tój= tg(—m),

sec: I (- <i) I =cosec(—w),

cosecl f- ti)j= sec(—tó);

luego por lo dicho anteriormente (n.° 367), resulta que

sen I 1- (ú j = eos o),

eos ( — f- (I) I = — sen Ü) ,

tg í — + ' " ) = — COt ü) ,

cot í 1- tú I = — tg ti),

sec \ ^ (I) I = — cosec to .

cosec I h- (O I = sec (I) .

369. Puesto que 7: — to = f-í (Ú), resulta asi-


2 V2 /
mismo que

sen ( „ _ ü ) ) = = s e n í - ^ + ( ^ ü))j== c o s ( - ^ - ü ) ) ;

luego
sen (TC — «fl) = sen w .
Por análoga razón
eos (it — (ü) = — eos w ,
tg (« — (ú) = — tg (1) ,
T E O K I A S PUNDAMENTALB8 327

COt (TC Cú) = COt (1) ,


sec (n — tú) = — sec ü) , .
cosec (TC — (o) = cosec w .

370. Haciendo ;t -|- w = — ^ + ( ' " " + ' ^ ) ' ^e obtiene

de la misma manera
sen (r + w) = — sen (j) ,
eos (s -f- **) = — eos ti) ,
tg (^ 4 - «") = ^g «^ '
. cot (ií - h w) = 1 _ COt (1) ,
sec (15 -{- tj)) == — sec ti) ,
cosec {n -{- <¡>) = — cosec u) ,

asi como al hacer 1- to = TC -}- {~~ "H tj)), se obtiene

sen I 1- ü) j = — eos e» ,

cosí \- t o J = sentó ,

tg ^ — ^ - { - ( D J = — cot to ,

secí --1-10 1 = cosec to ,

cosec I f- (ú\ = — sec to .

371. Es indudable que la magnitud y signo de todo arco


define perfectamente sus lineas trigonométricas, y que estas lineas
son funciones de los arcos correspondientes. También es evidente
que, inversamente, los arcos son funciones de sus lineas trigonomé-
328 T R A T A D O D E A N Á L I S I S MATÍIMATICO

tricas respectivas; pero, así como á todo arco corresponden lineas


trigonométricas determinadas, ¿son los arcos funciones determina-
das de sus Uneas trigonométricas! Vamos á examinarlo.
372. Sea la /unción circular inversa
(15) y = arctg.*',
loque expresa (fig. 9) que 1/= AM es arco de la tangente
¿P= A T , Ó que Cn." 16)
j? = t g í/

en el circulo trigonométrico O (11.° 346).


Si AT (fig. 9) es un valor
cualquiera de la tangente x, y
trazamos el diámetro que corres-
ponde al punto T, no sólo serán
los arcos AM, ABN' valores evi-
dentes de >i, sino todos los infi-
nitos arcos que partan del origen
A y terminen en M ó N'(n.° 354)
serán también valores de y, no
existiendo otros distintos de los
expresados que lo sean. Se ten-
drá
'jc = tg{y = AM, ABCDAM, etc., ó ABN',
ABCDABN', etc.).
Llamando, pues, u uno de estos arcos y^ los demás estarán
claramente comprendidos en la fórmula
y= k^-\-w,
donde k representa un número entero cualquiera, positivo ó ne-
gativo (n." 354). Así á un valor de la variable 'x corresponde
una infinidad de valores para la función y en la (15),
373. Si la función circular inversa es
(16) y = are sen x,
TEORÍAS FUNDAMENTALES . 32»

y PM ó PiW (fig. 9) es un valor cualquiera del seno x menor


que la unidad OA (n." 346), trazando la MN ó M'N' paralela al
diámetro AC, según el signo sea -+- ó — , quedarán determina-
dos los puntos M, N ó M', N', que darán no sólo los arcos
AM, ABN, ó ABM', ABN'M', que serán valores evidentes de ;/,
sino todos los infinitos arcos que partan de A y terminen en M, N
ó M', IN', según el seno sea positivo ó negativo, que también
serán valores de ;/, no existiendo otros distintos de los expresa-
dos, que lo sean, y estando siempre el seno entre — i y - j - i .
Se tendrá
x = sen (//= AM, AN, etc., ó ABN', ABN'M', etc.) .

Llamando, pues, w uno de los arcos que terminan en M, el


otro que termina en N será T, —w. Si o) termina en M, termina-
rá it— (D en N, ó inversamente. Todos los arcos, que terminan
en el mismo punto que w, estarán comprendidos en la fórmula
// = 2/í- 4 - w ,

y todos los que terminan en el mismo punto que '^ — w , esta-


ran comprendidos en la íórmula
y = 2A";r -\-K — w == (2/c -f- i) TC — w .
Al ser j ; == -f- I ó X' = — I, los dos puptos se confundirán
«n B ó D, reduciéndose las fórmulas anteriores á las siguientes:
75 Tí
2/f7t -f- Ó 2Art .
2 . 2
Así á un valor de la variable x corresponde una infinidad de va-
lores de la función // en la (16).
374. Si la función circular inversa es
(17) ¡/ == are eos JO ,
y OP ú OP' (fig. 9) es un valor cualquiera del coseno JC, menor
que la unidad O A, trazando la perpendicular PM ó P'N al diá-
83^» T R A T A D O D B ANÁLISIS MATBMÁTIOO

metro AC, según el signo del coseno, quedarán determinados los


puntos M, M' ó N, N', que darán no sólo los arcos AM, ABDM'
ó ABN, ABN', que serán valores evidente^ de y, sino todos los
infinitos arcos que partan de A y terminen en M, M' ó N, N',
según el coseno sea positivo ó negativo, que también serán valo-
res de J/, no existiendo otros distintos de los expresados que lo
sean, y estando siempre el coseno «ntre — i y -f- i. Se tendrá
X = eos (y = AM, ABDM', etc. ó ABN, ABN', etc.).
Llamando, pues, (n un de los dos antedichos arcos, todos los
que terminen en el mismo punto, estarán comprendidos en la
íórmula
)/ = ikr. áz tí) .

Así se necesita y basta, para que dos arcos tengan el mismo


coseno, que su suma ó diferencia sea un múltiplo de zit.
375. Si la función circular inversa es
(18) !/ = are sec x ,
y OT ú OT' (fig. 9) es un valor cualquiera de la secante x,
mayor que la unidad OM, describiendo con el radio OT el arco
TRT', que cortará á la tangente indefinida T T ' en 'dos puntos
T, T', y trazando los diámetros correspondientes á T y T', que-
darán determinados los puntos M, N' ó M', N, según el signo
de la secante, que darán no sólo los arcos AM, ABN'6 ABN,
ABDM', que serán valores evidentes de y, sino todos los infini-
tos arcos que partan de A y terminen en M, N' ó N, M', según
sea -f- ó — el signo <ie la secante, que también serán valores de
y, no existiendo otros distintos de los expresados que lo sean.
Llamando, pues, <«> uno de los dos antedichos arcos, todos
los que terminen en el mismo punto, estarán comprendidos en la
fórmula
y = 2A7S ± 1 0 .

376. Y como lo mismo puede demostrarse de las demás


funciones circulares inversas, se deduce que, en efecto, ellas son ,
en general, indeterminadas.
TaORtAB FUNPAMKHTALB8 , 331

377. Pero puede precisarse el sentido de toda función circu-


lar inversa, si al darse á la variable x un valor particular Xg y
obtenerse otro ?/„ para el arco función y, haciendo variar á a; de
una manera continua desde x^, se toma para y un ;irco, que
varíe también de una manera continua desde .Vo • Así, si se su-
pone, por ejemplo, que en la (15) el arco es nulo al mismo tiem-
po que la tangente, la función ¡/variará evidentemente de o á'—•
2
al variar o; de o á -4- 00, y de o á al variar £c de o á — 00.
2
Si en la (16) el arco y se anula al mismo tiempo que el seno,
variará y de o á -— al variar a; de o á -4- i, y de o á ,
2 • 2
cuando ÍP varia de o á — i.
Mas, si al crecer x de o á -f- '» se le hace decrecer después
de -|- I á o, la función 1/, que habrá aumentado primero de o á
, podrá, conservándose continua, aumentar de áw, ó
2 2
disminuir de —- á o. Habrá, pues, incertidumbre en la marcha
2
de la función y en el caso de la (16).
Observemos, además, que, si to y to' son dos arcos, que tie-
nen el mismo seno, resulta (n.* 373) que
íi)' = 2A:jr -f- Ü) ,
ó bien

de donde Oí' = (2fr 4- i) w — to , •


ó bien

(1)' -{- (I) = (sAr -f- I ) t ;


lo que prueba q*ue se necesita y basta, para que dos arcos tengan
el mismo seno, que la diferencia de los arcos sea un múltiplo par
de «, 6 su suma sea un múltiplo impar de n.
Lo mismo podrá precisarse el sentido de las demás funciones
332 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

circulares inversas, determinando el valor /y,, de la función y para


un valor particular a?o de la variable x, y haciéndola después Va-
riar de una manera continua por los valores continuos de x.
378. Se comprende ficilinente, en consecuencia, que las
funciones circulares inversas
are sen x, are tg x, are cot x, are cosec x

son sólo determinadas, cuando se les impongan la condición de


que sus valores se conserven constantemente coirrprendidos

entre — — y H ; lo mismo lo serán las funciones circulares


2 2
inversas
are eos x, are sec x^
cuando sus valores estén comprendidos entre o y n.
379. Conocidas ya las funciones circulares, como las hemos
definido, propongámonos iiallar las relaciones que entre ellas
existen, y determinar, en definitiva, sus fórmulas fundamentales;
pero, ante todo, demos aquí unas ligeras nociones sobre algunos
de los principios, que hemos estudiado en la Geometría analí-
tica (*), para dejar establecidas con toda generalidad dichas
fórmulas,
380, Proyección ortogonal
de un punto A (fig. 10)
sobre una recta indefinida
X'X,'denominada Í ; V ¿ Í pro-
yección, es el pie A' de la per-
pendicular A A' bajada desde
A á la recta X'X. La perpen-
dicular AA' se llama la pro-
yectante del punto A.
ProyecciúA ortogonal de
una recta limitada AB sobre otra recta indefinida X'X, situadas
ambas en un mismo plano ó en planos distintos, es la parte

(•) Eltmentot dt Otomttria analHici. introdircclón §3.


TEORÍAS FUNDAMENTALES 833

A'B' de la recta indefinida X'X comprendida entre las proyeccio-


nes ortogonales A', B'de los extremos A, B de la recta pro-
yectada AB.
381. La proyección de una leaa se considera como una
cantidad algébrica. Si se supone que un punto A (fig. 10) reco-
rre de un extremo al otro la recta AB, y que al mismo tiempo su
proyección A' también recorre la A'B', y se cuenta la proyección
positiva de A' á B', la proyección negativa deberá contarse de B'
á A'. [Asi la proyección de una recta deberá cambiar de signo,
según el sentido en que se considere el movimiento del punto
rhóvil. Admitiremos conforme este convenio que

proyec. AB = — proyec. BA.

382. La proyección de una rata AB (fig. 10) sobre un eje


indefinido X'X a algébricamente igual al producto de la longitud de
esta recta por el coseno del ángulo, que ella forma con la parte posi-
tiva del eje de proyeccián.
En efecto, si la recta dada y el eje de proyección están en un
mismo plano, trazando por A la A F paralela al eje X'X, se ten-
drá (n.o 353, (6)) que
AF -= AB eos BAF,
ó bien
A ' B ' = AB eos BAF ,
y representando el ángulo por las rectas que lo forman, viene
proyec. AB = AB eos (AB, X'X) .
Lo mismo se verifica, cuando el ángulo (BC, X'X) (fig. 10)
es obtuso, pues, en este caso, la proyección B'C de BC sobre
X'X será negativa é igual á — B'C ; pero
B'C = BG = BC eos CBG ,
y además
CBG = n —áng. (BC, X'X);
luego (n.* 369) .
334 TRATADO DK ANÁLISIS MATBMATICO

B'C = — BC eos (BC, X'X),


ó bien
- B'C = BC eos (BC, X'X);
de donde
proyec. BC = BC eos (BC, X'X).
Si el eje de proyección X'X (fig. i i ) y la recta AB situada
en el espacio están en distin-
tos planos, trazando por B un
plano P perpendicular al eje
X'X, y por A una- paralela
AC á dicho eje X'X hasta que
encuentre en C al plano^ P,
la AC será perpendicular al
plano, y por tanto, á la CB,
así como á la CB', que une
los pies en el plano H de la
recta AC y él eje X'X. Se
tendrá, pues, (n.° 353, (6))
AC = AB eos BAC,
ó bien
A'B' = AB eos BAC;
de dónde
proyec. A B = A B eos (AB, X'X)
por ser A'B' proyección de AB sobre X'X.
383. La suma algébrica de las proyecciones de los lados de un
polígono cerrado sobre un mismo eje es igual á cero, ya estén el po-
ligono y el eje en un mismo plano ó ¿n planos distintos.
En efecto, supongamos que el perímetro ABCDEA (fig. 10)
del polígono propuesto se recorra en el sentido indicado por d
orden de las letras, y proyeaémosle sobre el eje X'X.. Se tendrá
proyec. AB == A'B',
proyec. BC = — B ' C .
(19) projec. CD == — C'D',
proyec. DE == * D'E',
proyec. EA = — E'A',
T B O B Í A S FUMDAMBNTALE8 335

y sumando ordenadamente las (19), viene


(20) proyec. AB + proyec. BC-f- proyec. CD -\- proyec. DE
+ proyec. EA = A'B' — B'C — C D ' + D'E — E'A';
de donde, poniendo en el 2." miembro de la (20) en lugar de
A'B' su igual A'E' + E'B', en lugar de — B'C su igual —E'B'
— E'C, y en lugar de D'E' su igual D'C + CE', resulta

(21) proyec. AB -f- proyec. BC -f proyec. CD - j - proyec. DE


+ proyec. EA = A'E' -|- E'B' — E'B' — E ' C — C D ' - j - D'C
-f-CE' —E'A',

y simplificando el 2.° miembro de la (21), viene, finalmente,

proyec. AB + proyec. BC-f- proyec. CD + proyec. DE


-+• proyee. EA = o . ^ '
«
Y como el mismo razonamiento puede aplicarse á todo polí-
gono, cualquiera que sea el número de'susLladoSy .se deduce que
el principio enunciado es evidente. '-^
Luc^o, llamando a, h, c, , I los.valores absolutos délos
lados de cualquier polígono, y a, ^, y,...^,'^ los respectivos án-
gulos, que estos lados forman con la parte positiva del eje de
proyección, se tiene que
a eos a -f-'^ cosp -|- c eos Y + "h I cosX= o,
ó más sencillamente (*)
S a eos a «• o ,
designando 22 unJisuma
384. En toda línea poligonal no cerrada se nombra resultan-
tt la recta que une sus extremos. De aquí se deduce inmediata-
mente que
('} Eltmmlo$ d* bu ttoHat coordinatoria y <U lat iMerminantu. Primera ptrte, Ciipf-
tulo II, §3. (Tercera adicióo.)
336 TRATADO DB ANÁLISIS MATKMATICO

Dos linas poligonales, cuyos extremos se confunden, tienen la


misma lesuUante.
385. TEOREMA DE LAS PROYECCIONES. La proyección de la
resultante de una linea poligonal no cerrada es igual á la suma algé-
brica de las proyecciones ¿le todos sus lados.
En efecto, siendo ABCDE (fig. 10) la linea poligonal pro-
puesta, y AE su resultante, se tendrá por lo ya demostrado
(n.» 383)

proyec. AB -\- proyec. BC + proyec CD -j- proyec. DE


-f- proyec. EA = o ;
pero (n." 381)
— proyec, HA = proyec, AE ;
luego, sumando y simplificando, viene
proyec. AB + proyec. BC -\- proyec. CD -|- proyec, DE
= proyec, AE,
conforme el enunciado.
386. De aquí se deduce inmediatamente que
Son iguales las proyecciones de las resultantes de las lineas poli-
gonales, que tienen los mismos extremos, y están proyectadas sobre un
mismo eje; ó bien, son iguales las ¿umas algébricas de las respect{vas
proyecciones de dos lineas poligonales, que tienen los mismos extremos,
y están proyectadas sobre el mismo eje.
387. Hemos visto (n.° 373) que, si trazamos la MN (fig. 9)
paralela al diámetro AC, corresponderán al mismo seno PM=P'N
dos series de arcos que, partiendo de A, terminan unos en M y
otros en N, y que estos arcos tendrán asimismo dos cosenos
iguales y de signos contrarios (n.° 374), asi cómodos tangentes,
dos cotangentes, dos secantes y dos cosecantes también iguales
y de signos contrarios (n.*" 373, 376). Es, pues, evidente, que al
darse el valor de un seno, quedan por este solo hecho determi-
nadas cada una de las otras cinco funciones circulares, ó que, á lo
menos, cada una de estas funciones admitirá uno ó dos valores
TsCRfAS FUNDAMENTALES .'537

determinados para un mismo seno. Por consecuencia, existen


claramente cinco relaciones distintas entre las seis funciones cir-
culares (n.* 344) de un mismo arco. Vamos, por tanto, á inves-
tigar de una manera general estas relaciones, algunas de las cuales
ya hemos indicado.
j88. Considerando el triángulo rectángulo formado por el
seno y coseno, se tiene por el teorema de PITAGORAS, c ^ ^ q í j ^ * *
que sean los signos del seno y coseno, f 'H
(22) sen' (I) -j- eos' o = i , >
supuesto que (n." 346) el radio del circulo trigonométrico es igual
á la unidad. ...
Si es (I) = — , resultan evidentemente iguales por defini-
4
ción sen la y eos la, dando la (22)
7t r I
sen —• = eos
4 4 V2
389. Si el arco o) termina en M (fig. 7), la secante será k
longitud positiva -j- OT. Proyectando + OT sobre CA, se ten-
drá (n.° 382)
proyec. OT = OT eos TOA ;
de donde
,OA = OT eos (1),
ó bien
(23) OT eos (1) = I ;
•rc 1
y puesto que el arco positivo w, que está entre o y , tiene el
mismo coseno que todo are x, que termine en M, resulta que por
ser (n." 574!)
(24) X = 2kn ± ü),

la (23) dará para cualquier valor de x


sec X X eos aj •=» I .
Si el arco (o termina en N, la secante será la longitud negativa
338 TKATADO DE ANÁLISIS MATBMATICO

— OT'. Proyectando la longitud — OT' sobre AC, se tendrá


(n." 382)
(25) proyec. OT' = — O T ' eos to ;
n
y puesto que el arco w, que está entre y u, tiene el mismo
coseno, que todo ar^ a. (24) que termina en N, la (25) daiá para
cualquier valor de x
(26) — OT' eos a; = i ,
y por ser
secJí- = — OT',
poniendo este valor en la (26), viene
sec X X eos X = i . ^
Luego la relación
(27) • sec X = ,
eos X
que hemos ya hallado en el n." 363, subsiste en todos los casos.
390. Es indudable que al proyectar la longitud absoluu de
la secante sobre DB (fig. 7), tomando como positivo el sentido
DB, se obtiene la tangente con su signo correspondiente.
Pero para todo arco (1) terminado en M es secante la longitud
positiva -{- OT; luego, proyectando la OT sobre DB, se tendrá
(28) O T eos B O T = tg O);

y puesto que el arco del ángulo BOT ó BOM y el arco w


2.
tienen el mismo coseno, resulta que (n ° 349)

eos B O)M
M == CCS í( (I) IV= sen (O ,

y sustituyendo este valor y el de OT en la (28), y recordando


la (24), viene
sec X X sen ac = tg a;.
Si el arco eo termina en N, la secante será la longitud nega-
tiva — OT'; luego, proyectando la — OT' sobre DB, se tendrá
TEORÍAS FUNDAMENTALES 339

<29) — O T ' eos B O T ' = — tg tó ;


y puesto que BOT' es suplemento de BOM, que tiene el mismo
coseno que el arco — — Ü) , resulta que (n.°' 369, 349)
2

eos B O T ' = — cosBÜN = — cosí Ü ) | = — sen w ,

<uyo valor y el de — O T ' de sec ti) puestos en la (29) dan


sec tú X sen tú = tg (j),
ó bien, según la (24),
sec X X sen x = tg o;;
<ie donde para cualquier valor de x
, ^ sen X
(30) Ig X
eos X '

I
por ser sec x = '\y\..« 389) .
eos X

391. Si en la (27) ponemos a; en lugar de ,r, r.e


2
tiene
^'0 secí x\ =
eos(^-^x)
pero (n.»» 349, 364)

cosec íT = sec I J' I ,

sen X = eos I x \ ;

luego, sustituyendo estos valores en la (31)» ^^ obtiene

•(32) cosec 05 =s=í — .


sen .V
340 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

También, si en la (30) ponemos a; en vez de x, se tiene


2

tg 1 X =
sen
(f--^)
\ 2 ' / TC \
c o s ( ^ — - xj
luego (n •" 349, 357)
eos X
(33)
sen ,p
3912. Las relaciones

(i') sen' a? -}- eos' .*• = i ,


sen r
(2') tg * — ,
eos cf
eos X
(3') cot «• í = ,
sen X
1
(4') » SCC X •^— - ^
eos a,'
I
(5')
sen X
son las cinco que existen entre ¡as funciones circulares de un m i s -
mo arco, fundándonos en las cuales vamos á sacar otras de fre-
cuentes aplicaciones en el Análisis matemático. .
Elevando al cuadrado la (2'), se obtiene
tgi X sen* X
I eos' X
ó bien
tg' X sen' X
i -(- tg* r eos* a; -}- sen* x '
• ~l~ tg' 05 sen* X -f- eos* £C
1 eos' X
TBOBÍAS FÜNDAMBNTALBS 341

-de donde, poniendo el valor <i'), y despejando el sen',/' y el


eos* X,

<6')
I + tg' as
I
<7') coi' X
i-htg»a,-
Asimismo al elevar la (3') d cuadrado, resulta

i 1
I
sen X
ó bien
COt' X eos* X
I + coi' X sen' X -\- t o s ' x
I + COt^ X cos^ a? -}- sen' x
I sen*' 05
•de donde, como anteriormente,
col' '
(8') eos'' X
I - ) - coi' X
I
<9')
I - | - COt' X

Multiplicando las (2') y (3'), viene


(10') tg £C X COt O! = I .

De las (7') y (9') se sacan las siguientes:


1
I -I- tg'x =
cos'i»
I
I Ar coi*ír =
sen'35

de donde, poniendo los valores (4') y (5'), se obtiene


<ii') I + tg'a; = sec'ac ,
342 TRATADO DB ANALISIS MATBMXTICO

(12') I -(- cot' X == cosec* X .

Además, al elevar al cuadrado las (4') y (5') puestas bajo las


formas
I
eos X =
sec X
I
s e n X ••
cosec X

y sumar las que resultan, se tiene-

eos' X -f- sen' X = 1


sec* X cosec' x
de donde, según la ( i ' ) ,

:'3')
sec' X
+ cosec' fic
• = X

393. También nos serán útiles en este Curso las fórmulas,


que dan los senos y cosenos de la suma de arcos en función de los
senos y cosenos de estos arcos, y vamos por ello á deducirlas.
Tomemos, con este objeto, en la circunferencia O (fig. 12)
de radio i, desde A, y en el senti-
do, que indique el signo, un arco
a, que supondremos que termine
en M, y desde M en el sentido con-
veniente pongamos otro arco b, que
supondremos que termine en Ñ . El
arco (a -f- ¿>), que así resulte, par-
tirá de A, y claramente terminará
en N. S e tendrá, pues,

a -{• b = ikn ± AMN .

Tomemos desde M en el sentida

directo un arco MR , en cuyo caso el diámetro RS será


2
TEORÍAS FUNDAMENTALES 313

perpendicular á MQ. La perpendicular NP á MQ con el signo


-f- ó —, según esté el punto N en la semicircunferencia MRQ
ó MSQ, será sen b, y OP con -\- 6 — , según P caiga sobre
OM ó sobre OQ, será eos b.
Proyectando sobre AC el perímetro cerrado OPN, se tendrá
(n." 582)
proyee OP = OP eos MOA ,
proyee PN = PN eos AOR ,
pioyee NO = — KO eos AON ,

y sumando (n.» 383),


o = OP eos MOA + PN eos AOR — NO eos AON , ^
6 bien
(14') NO eos AMN = OP coi AM + PN eos AMR ,
poniendo en vez de los ángulos sus arcos correspondientes.
Y como el arco {a -\~ h), que termina en N, es igual á
2Air ± AMN, el eos (a -f- h) es el mismo (n." 349) que el de
AMN, siendo el radio OA = i. Se tendrá
(i5') NOcos AMN = c o s ( a - f 6).

Si OP se cuenta sobre OM, será

a = ikr. ± AM ,
siendo el coseno de a el mismo que el de AM. Por consiguiente,

(lé') eos AM = eos rt ;


pero
(ty') OP = cosft;

luego, multiplicando las (16') y (17'). v:ene


(18') OP eos AiVÍ = eos a eos b.
344 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

Si OP se cuenta sobre OQ, será AQ suplemento de AM,


siendo (n.° 369)
eos AQ = — eos AM == — eos a ,
y por ser '
— OP = — eos h ,
se tendrá también
OP eos AM = eos a eos h .
Al estar N en la semicircunferencia MRQ, será asimismo el
arco I a -) 1, que termina en R, igual á 2kn á= AMRj siendo
(n." 368)

(19') eos AMR = eos la -\ ) = " *^n ^ t


pero
(20') PN = senfc;
luego, multiplicando las (19') y (20'), viene
PN eos AMR = — sen a sen b .
Si N está en la semicircuníerencia QSM, será PN del mismo
signo que OS, siendo (n.°* 369, 36S)

(21') eos AMCS = — eos AMR == — c o s í a - } - — ) = seno

porserín.o" 3Í7, 368, 369) AMR=AMCS—t=-(TC—AMCS);


pero
(22') PN = — sen 6 ;
luego, multiplicando las (21') y (22'), viene asimismo
(23') PN eos AMR = — sen a sen b .

Resulta, pues, poniendo en la (14') los respectivos valores


(150, (18'), (23'), que
TEORÍAS FUNDAMENTALES 346

(24') eos (a -|- 6) =3 eos a eos 6 — sen a sen 6 .


394. Si en 1.1 (24') sustituímos — b ea vez de b, se obtiene
eos (a — b) = eos o eos (— b) — sen a sen (— b);

de donde (n." 367)


(2/) eos (a — b) = eos o eos b -{- sen a sen b .

395. Se tiene (n.o 349)

sen (fl + b) = cos(— - (a + b)\ = eos ^(-IL _ a ) — b\

. pero por la (25') es

(26') eosíí ^ — a ] — f t W e o s í ^ ^ ^ a jeos^-(-sení — —&jsen6;

luego, poniendo en la (26') los valores (n.° 349)

eos I a | = sen o, sen I aj=cosa,

viene
(270 sen (o -j- í») = sen a cosb-\- eos a sen b ,
y al reemplazar 6 por — 6, resulta
(28') sen (a — 6) = sen a eos 6 — eos a sen b .
396. Dividiendo la (27') por la (24'), se obtiene evidente-
mente (n." 390)
sen g eosfc-|- '^°^ ^ ^^" ^
ig ('t + '') == eos acosb — sea a s e ñ T '

y dividiendo los dos términos del 2> miembro por eos a eos b,
viene
346 TRATADO DH ANÁLISIS MATEHÁTIGO

, , , I ,V te a + tg 6

I + tg a tg fe
al poner —feen vez de fe.
Si dividimos la (24') por la (27'), y por sen a sen h los dos tér-
minos del 2." miembro de la que resulta, se obtiene (n." 391)
, ,^ cot a cot fe — I
cot (« 4 - ") =
cot o 4- cot fe
de donde también
I -t- cot o cot fe
cot (a —fe)^
cotfe— cot a

397. Fácilmente se comprende cómo podrán hallarse las


fórmulas de la suma de varios arcos al conocerse las de la suma
de dos arcos.
398. Haciendo a = fe en las (24'), (27'), (29'), resulta

(31') eos 2a = cos'a — sen*a ,

(32') .'•en 2a = 2 sen o eos 'i ,

/ ,x 2 tg a

y llamando A á 2a, viene claramente

eos A =« eos* — A — sen* — A ,


2 2

(34') sen A = 2 sen — A eos— A ,


2 2.
TEORÍAS FUNDAMENTALES 347

I
2tg A
. 2
tg A =
I —tg'— A
2

399. Sumando y restando las (27') y (28'), así como las (24')
y (25'), se obtiene

sen (a -j- b) -f- sen (a — b) = 2 sen a eos h ,


, ,. sen (a -|- h) — sen (a — b) = 2 eos a sen b ,
eos (a -}- 6) -f- eos (a — 6) =^ 2 eos a eos b ,
eos {a -\- b) — eos (a — '') = — ^ ^^^ ^ ^^" '' >

A + B
y llamando o -|- 6 = A, a — 6 = B, lo que da a =
2
A - B
y f) = j resulta

A L D A + B A - B
sen A -|- sen B = 2 sen 2 eos 2
A+ B A —B
sen A — sen B == 2 eos sen ,
(30
» . ^ A+ B A —B
eos A -4- eos B = 2 eos eos ,
2 fi
A-fB A - B
eos A — eos B = ; — 2 sen sen —

400. Dividiendo la primera de las (36') por la segunda, se


saca la importante fórmula

tg — ( A + B)
sen A + sen B ^ 2^ • '
(j? ) ' ==•
sen A — sen B i ,. «v
348 T R A T A D O D B AiiALisrs M A T B H Á T I U O

401. Demostremos el siguiente principio, que es fundamental


en la resolución trigonométrica de los triángulos rectilíneos:
En todo triángulo los lados son proporcionales á los senos de sus
ángulos opuestos.
Sea un triángulo cualquiera
ABC(fig. 13), y designemos
sus ángulos por las letras
A, B, C de sus vénices, y los
lados opuestos á los ángulos
A, B, C respectivamente por
las letras o, 6, c.
Trazando el diámetro
BD = 2r del círculo O cir-
cunscrito al triángulo ABC, y
con un radio DM = i el arco trigonométrico MN, será PM el
seno (n." 346) del ángulo BDC igual al A. Se tendrá manifiesta-
mente
PM BC
DM BD '
ó bien
sen A a
I 21'
de donde
(I*) a = 2r' sen A ,
y de la misma manera
(O h = 2r sen B ;

luego, dividiendo las (1 ') y (2"). viene


n sen A
b sen B
Lo mismo se demuestra que
a sen A
(7'\
sen
TEORÍAS FÜNDAMENTALBS ^49

/' sen B
(4")
c sen C
402. De este principio se deducen las consecuencias si-
guientes: -
I." En todo triángulo se verifica que
a' = fc' -|- c* — 2I1C eos A .

Para demostrarlo, eliminemos los ángulos B y C en el sistema


de las ecuaciones
n sen A
. (5') /' sen B
a sen A
(6')
c sen C
(7*) A -f B + C = 2R ,
representando R un ángulo recto.
La (7') da
B = 2R — ( A + C ) ,

y poniendo este valor en la (5"), viene (n.* 369)


/O.V (^ __ sen A _
^ ' h sen (A H- C) '
pero (n." 395)
sen (A + C) = sen A eos C -|- eos A sen C ;

luego la (8') se trasforma en


a sen A
b sen A eos C + eos A sen C
ó bien
b sen A eos C + eos A sen C
a sen A
850 T B A T A D O D B A N Á L I S I S IfATBHÁTlCO

de donde
... b _ , eos A sen C
(9 ) —
a = eos C + sen A
La {6') da
c sen A
(Io') sen C =
a

y por tanto, según la (i') del n." 392,

, ,, < \ l c* sen* A yj a* — c* se;n* A


(u ) c o s C = ± V i -. = ^ - '•
» a' a
Sustituyendo en la (9') los valores (10'), (i i*) de sen C y
eos C, resulta
// V ti*— c' sen* A , eos A c sen A
a a + TsenzA
:^x—-—.
ó bien
t == ± V «' — c' sen' A -|- c eos A ,
es decir,
(12*) b= ± yj a" — (? (I — eos* h) 4- c eos A
por ser sen' A = i — eos' A, seguir la (i') del n." 392.
La (I2') da
«

(13') h — c eos A = ± y o* — c* -f- c* eos' A ;

luego, elevando al cuadrado la (13') y simplificando, se obtiene

(14') o' = i)'-j-c* — 2Í»c eos A ,


y lo mismo
/j* == a ' -f- c* — 2ac eos B ,
c» = o» + 6' — lab eos C ,

2.» De la (3') se saca


OKI
TEORÍAS FUNDAMBNTALBS *»"

a-\-b sen A + sen B .


^5; Q /, sen A — sen B

luego, según la (15') y la (37') <lel n.° 400,

tg-^(A + B)
(16-)
a 7^h tg—(A-B)

3.' Si A = 90°, la ( I O da
(17") a^ = /.« + , \

así como l;i (15") da


a I
(i8'), — = ^ .
^ ^- b sen B
y la (4*) (...» 3^9)
h sen B sen B = tg B
^ ^ c sen C eos B

ipletnentaños C y B, deduciéndose de la (18')


por ser comf
b = a sen B ,
(20') , tj
^ ^ /( == a eos B ,
y de la (19')
(21O 6 = c t' 6g B

Las relaciones (5-), (.4-). (t5') - '^^"^''^'^^^t!^:


los triángulos rectilíneos oblicuángulos, y las U7 h K^ ''^
la resolución de los triángulos rectilíneos rectángulos.
352 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

CAPÍTULO VIII
Expresiones Ini«cinarl««
S 1. Moeioaes («aérale*

403. Es cosa aceptada generalmente que las expresiones


imaginarias provienen de raíces pares de cantidades negativas, y
es fácil hacer ver que
3» in in

En efecto, si representamos por a el valor absoluto ó determi'


in
nación aritmética de VA , se tiene

(0 a=^\Jh.
ó bien
(2) a*" = A ;
pero, llamando

(3) ., x=^y—A
la magnitud, cualquiera que ella sea, que elevada á la potencia
zn produzca la cantidad sub-radical — A, de acuerdo <on la de-
finición de la raíz zn.***** de cualquiera cantidad, viene también

(4) ar»" = - A ;

luego, nombrando ^ á la expresión por la cual ha de multiplicarse

el valor aritmético a de V A para obtener la expresión x de



V — A en la (3), es decir, haciendo

(5) ar = o.v,
TaORtAa rUMDAMBNTAI'BB 353

de que se saca

rcsulu por las (4) y (6) • '?-.'';';"'';


a*" f = —A, / <v

que dividida por la (2) da


;/*" = — I;
de donde

««_

Poniendo .este valor de //, y los (3) y (i) en la (5), se obtiene

(7) V ^ = VXxV-i,
conforme el enunciado
404. Pero evidentemente es

luego, desarrollando el 2." miembro de esta igualdad por la fór-


mula del binomio de NEWTON (*), cuya generalidad demostraremo*
eh lugar oportuno (n."» 1072 al 1077), y llamando a, la suma de
los términos reales, y 6, la de los coeficientes de V — i en la que
resulta después de desenvolver las potencias de i — V — i» y
efectuar las correspondientes mulúplicaciones que se presenten,
se d)tiene, de un modo manifiesto,
»n "
(8) V^=^ = a, +fe,V - í .
no apreciaiub aquí en estos momentos la multiplicidad de los va-
lores de V — I , de que trataremos más adelante (n."» 441,456).

pUttlo II, 1 1 , c«p-III, 1 1 . (BUdóB t9r9«r«.)


354 TRATADO DB ANÁLISIS MATBHJLTIGO

Se ve, pues, al llevar este valor (8) á la (7), y representar á


a, V A y f*iV A por a y j3, que toda imaginaria V — A puede
ponerse bajo la forma

Y si se tiene V—B, por lo demostrado, resulta que

ó haciendo V ^ = P »

(9) V=^ = ííV-i,.


y añadiendo á los dos miembros de la (9) la cantidad real a, po-
drá asimismo dejarse establecido que

a -I- VZri = a -f- p V ~ •


405. Por consecuencia, diremos que
Expresión imaginaria es loda cantidad afectada del coeficiente
yj— l , 6 que contenga cantidad de esta forma, es decir, toda cantidad
de ¡a forma

cuya definición adoptamos desde luego, sin que entremos á dis-


cutir su rigorismo, acomodándonos, por ahora, sólo á su acep-
ción tradicional.
406. La legitimidad, con que hoy ocupan estas expresiones
imaginarias campo definitivo en el Análisis matemático, es in-
controvertible, después de los importantes trabajos de KHÜN,
FRANCOIS*, CAUCHY, REY y HEREDÍA, y en especial ^e GAUSS,
Bu¿E, MARIE, MOUREY y ÁRGANO. NO entraremos aquí en discu-
siones penosas ¿ innecesarias sobre su existencia y constructibili-
dad; ambas son evidentes desde el momento, en que admitamos
las cualidades positivas y negativas de las cantidades.
365
TBORtAS FUNUAMBNTALB8

En efecto, si admitimos que la magnitud b puede ser positiva


y negativa, es claro que la media geométricas entre + 0 7
ha de ser

,. _ yzTT; x T - - - V ^ ^ ' = ^ V - • ;

luego, poniendo sobre una recta indefinida X,X (fig. H)^ » P^^-
^ ' ^ tirdeO, enelsentidopoíi-
Zi-w X.X la longitud

y en el sentido negativo la
longitud
• -2:7 -^z ^ *^ OA, = - b,

será claramente la perpendicular OB á X,X la representación de


Ja media geométrica u=^by/-i entre + 6 y - & •
No se puede actualmente negar á la expresión 6V7- ' ^Ica-
rácter dado por ButE de perpendicularidad á las d.recc.ones -^>
1 " con u'n valor absoluto igual d la media S-rne.r.a.m^
b y h que le damos con WALL.S, á pesar de que MR. BAmHR
califique esta afirmación de mera hipótesis puesto ^^l^f'^Hl
nes en que ARGAND la apoya son irrefutables, y en vez de cons
tituir una suposición nueva, se enla.a, al contrano completa-
mente con las nociones y definiciones hoy ^^^.-j^^J^^^^^^^^^ió,,
Existe, pues, con su carácter de constructibihdad toda expresio.
de U forma b \ l ^ , no siendo más que la m«i.a geométrica^ entre
+ f c y - b , es decir, entre los y.\or.sposittvo y negativo del coeh
cierne real de V ~ . Por consecuencia, puede legítimamente m-
terprmrseV=^ como signo ó simMo natural de \. perpendtcula-

A, .km ñor W. H. L. J»»*»»" ^^^ •***"'


(•) Sobr. loJ conMAiá»» Íma9.ruiri.« «i álgtbrn, por W. n. i-
irch»,, du MM,4, TeyUr, P , , ! . , GAOTHiM-VltL»!».
356 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

ridad con relación á la dirección en el sentido de lo positivo y


negativo de las magnitudes denominadas reales (*).
407. Si á la expresión b \— i le sumamos la cantidad real
a, se tendrá el binomio imaginario ó cantidad compleja (CAUCHY)

(10) a 4- b V _ I ,
que lácilmente puede interpretarse por consideraciones geomé-
tricas; puesto que la
íg (10) puede significar
que á la magnftud
OA = a (fig. 15)
debe añadirse la ine-
. ' \ci)
dia geométrica b V—J
Ú-- ^
^ -=AB entre AC=-f/<
y AD^ — — 6 con
su sentido cualitativo
% de perpendiculañdad,
La quebrada OAB
así obtenida puede, pues, representar, sin objeción razonable, h
imaginaria (10), pudiendo decirse, si sólo se trata de fijar en un
plano la posición de un punto B por medio de las magnitudes
ay b V— I , á partir del panto O en el sentido positivo X,X ,
que hay equivalencia entre la quebrada OAB, y la distancia OB
en su dirección AOB.
. 408. Y como por el teorema de PITAGORAS se tiene en valor
numérico en el triángulo rectángulo BOA (fig. 15).

OA' + AB*: OB
ó bien

;*) Bn eale Tratado dt Aniliñ» maUmática sepiireinos asando el SIROO V— I , y


DO lo reemplaiarxiDoi por í, que nada «Ignlflca en realidad ni Indica au proceden-
cia; porque V ~ \ ea el coeflcieote ntaUtaHro á aftciim, que reaulia nataralmente
al tratar de modalir lia inia|loaria!t, lo cual no le revela con claridad en el timbólo
^ notación i, •
TBOKIAS FUNDAMBNTALKS 357

resulta que
OB == Vn» + b*
será en la acepción tradicional (n." 352) el módulo de h comple/u
(Io), que no es más que en valor absoluto la distancia de O á B.
Pero, llamando w el ángulo AOB, viene (n." 356)
AB
tg ü ) ,
OA
ó bien
b
--=tgü);
a
lo que xlemuestra que la parte real fl y el coeficiente // de V— i
de \a. compleja (10) determinan perfectamente'el ángulo w, que
define la dirección del módulo OB, al ser ü)<27t. El ángulo w es
el argumento (n." 352) de la imaginaria (10).
Luego podemos legítimamente concluir que, según el trián-
gulo rectángulo OAB, es (n.* 353)

. a = V*' + b^ eos (O ,
b = Va' -f- b' sen w ,

ó bien, haciendo V«' -f- 6* = r ,


, , a = r eos (O ,
(12 .
b ~ r sen ta ,
cuyos valores sustituidos en la (10) dan

a-^b V— í = r eos 10 -)- r V— i sen w ,


es decir,
(13) « - f /' V-—^ == »" (eos ü> + V^—^ s^" '^) •
409. La forma
(14) r(cos ü) - j - V— I sen w)
858 TRATADO DB AMALIBIB MATBHÁTICO

se denomina forma trigonométrica áúhmomió imaginario (lo).


410. De las (11) y (12) se deduce inmediatamente que
("•" 353)
a n
eos ti) =:
h b
sen w =
y/a' +b' r
cuyas relaciones determinan el coseno y el seno del argumento w.
411. Se ve, pues, que, según la (13), el módulo r =V<í'+^'(
esencialmente positivo, expresa la cuantidad de la distancia al
origen O del punto imaginario B, y eos o)-|- V— ' sen w , función
evidente del argumento ó ángulo (o, expresa la dirección -del mó-
dulo OB, no siendo esta dirección más que la cualidad ó coefi-
ciente cualitativo ó afectivo de la imaginaria (10). Por tanto, la
forma (14) representa una recta de magnitud r y dirección (o con
relación al eje real X,X, que fija perfectamente un punto del pla-
no de la imaginaria y es decir, que la magnitud ó cuantidad áe toda
imaginaria se aprecia por la longitud absoluta de la recta OB que
la representa, ó por la magnitud de su módulo Va* -|- ^' según
argumento o). Por esto el matemático JUSTO BELLAVI ns llama
cantidades geométricas á las imaginarias. Así toda cantidad geomé-
trica determinada por su módulo y argumento puede representarse
por la notación

que se nombra (n." 352) con frecuencia radio vector; pero que
nosotros llamaremos, de acuerdo con el ilustrado catedrático
DON • ATANASÍO LASALA Y MARTÍNEZ (•), imaginaria en su forma
módulc-argumental, y bajo cuya forma estudiaremos las imagina-
rias en § aparte. >

Vi Elle dltlinf aido profesor ha pabllcado no precioso trsbsjo sokre U Ttartá


de las cantidades imagmariat, digno de ser cODsnltado por lo* alamno* de U FkcoItMl
de Ciencias de B«estr*s (7Dlversidadesa
TBORIAS FUNDAMENTALES 359
412. Al ser admitidas la existencia é interpretación de las
imaginarias complejas con su representación de linea quebrada pro-
puesta por MR. BÜÉE, se hacen posibles soluciones consideradas
como absurdas, con sólo dar mayor extensión y generalidad á
muchas cuestiones, cuya resolución restringía la única admisión
de las cantidades positivas y negativas, Y en comprobación de
este aserto, indicaremos someramente la solución del problema
siguiente, entre los innumerables de que hoy se ocupa la Geome-
tría analítica moderna:
Conocidos los lados A B = i 2 , B C = i o > ' e / ángulo A = 60°
opuesto á BC del triángulo ABC, hallar el tercer lado.
Llamando x el lado desconocido, se tiene (n.» 402, i.")

BC* = AB* - f a;' — 2AB X J' cos éó",


es decir,
100 = 144 + •<' — 120? ,
ó bien
x^ — 1 2 ^ - j - 44 = o ;
de donde
a; = 6 ± 2 y l - V I;
lo que nos dice que sobre la recta AE (fig. 16), que forma con
el lado AB—12 el ángulo A = í o °
debe ponerse el valor AD = 6,
y sumarle 2V2 . V— i (aten-
diendo solamente al signo-|-), es
decir, llevar el valor 2VT'en una
parpendicular i AE en D, de
modo que su punto extremo C
unido con B dé BC = 10.
El valor AD == 6 se deter-
mina, bajando desde B una per-
pendicular á AE, por la rela-
ción (n." 353)
AD = AB cos 60" ,
360 TRATADO DS ANIUSIS MATBHATICO

ó bien
AD == 12 eos 60° ,
y la imaginaria
CD = 2 V ^ . V~i
se obtiene con las condiciones impuestas por un procedimiento,
cuya explicación pertenece á la Geometría analitiea moderna (*).
El lado imaginario ADC en el triángula imaginario ADCB
resuelve el problema propuesto^ que no tiene solución en el con-
cepto tradicional; porque el lado BC == 10 es menor que, la perr
pendicular BD, como es fácil comprobarlo por la fórmula

BD = 12 sen 60".

413. El módulo r tiene en la imaginaría (13) el sólo valor


positivo perfectamente definido V»' -f- b* comprendido entre o y
- j - 00 ; pero el argumento w puede tener una infinidad de valores,
que satisfagan la relación (13) sin alterarla, al no ser o» ^ en
que sólo podrá tener uno y únicamente uno; piuesto que sabemos
(cap. Vil) que el valor de las funciona circulares no varia, cuando
sus arcos varían en un múltiplo de 2c. Por consecuencia, si lla-
mamos «*o ^ 2 *^' ''*' ^*''"'' ^''^^ puede tomar «a, se tendrá la
fórmula general del argumento
U) = 5 tO„ - } - iks ,

represenundo k un número entero ctialqaiera capaz de variar


de — oB á 4- » •
414. Por poco que nos fijemos en la (10) del n." 407,
comprenderemos que ella es la fórmula general de toda expre-
sión analítica, que representa no sólo las cantidades complejas sino
las imaginarias puras, y las nombradas reales; puesto que al ser
a = o , la (10) toma la {orma
(*) CanHdada inu^tiMHtu «t dlgtbra, W. ||. U lAüNimi VAH Rjuiit Paria, 6*tv
rain-TiLLAU.
T B O R I A S rUNDAHBNTALBB 381

de las imaginarias puras, y al ser ?> = o, la (lo) toma la íorma

a
de las cantidades reales.
415. Esto podemos verlo también por medio de la forma
trigonométrica (14) de la (10); porque es evidente que para cual-
quier valor del módulo r, se tiene sucesivamente

r (eos o -}- V— I sen o) = r X + •,

ricos — 4- V ~ sen ~ ^ l == r X V— i >

r'( eos it 4- V— I sen Tt ) = r X —i »

r^cOs-^-fV^^sen ^ j - r X - V ^ »

ó bien

(15) a -{-() V— I = r (eos o + V— i sen o ) = a,

(16) a 4 - / ' V ^ = ' ' ( c o s — + \ C r i s e n — 1 = & V—^.

(17) a-{-b V— 1 = r (eos it + V — ' s e n n ) = — a ,

(18) a + fr\Crí = r ( c o s - ^ + V " s e n - ^ ) = - ¿ > V ^ ,

pues, según las (12),

« = r X 4- ' »
& = rX + I,
a = r X —I,
&==r X — i t
362 TRATADO DB ANALISIS MATBNÁTICO

cuanao '•> = o , — , « , ; lo cual es evidente, porque supo-


ner (1) = o ó anu-
lar el ángíilo BOA
(fig. 17), es ha-
cer coincidir la
OB = r c o n O A ,
= a, en que AB
= h se anula, ó se
hace /' = o ; de
donde la (15) se
reduce á

a -|- oV— í = «; •

suponer o) == —
es hacer girar la OB — r un ángulo recto, ó hacer coincidir la
OB con OC = /; V— i , en que OA — a se anula, ó se hace
o -= o ; de donde la (16) se reduce á

0-1-6 V—^ = i> \ ' ~ ;


suponer w = ,5 es hacer girar la OB = r un ángulo igual á dos
rectos, ó hacer coincidir la OB con OA, "=— a, en que AB = h
se anula, ó se hace 6 == o ; de donde la (17) se reduce á

— rt -|- o V— I = — a ;

y por último, suponer w = —^ es hacer girar la OB = r un án-


2
guio igual á tres rectos, ó hacer coincidir la OB con OC, «= —h
V— I , en que OA = a se anula, ó se hace fl =• o ; de donde
la (18) se reduce á
o — & V—^' s=~ h V ^ .
La (1 j) nos dice que toda cantidad real positiva a puede ser
TKORÍAS PDNDAMRNTALBS M$

considerada como una compleja de argumento o, y la (i 7) qqe la


real negativa — a puede considerarse como una compleja de ar-
gumento n.
El módulo I con argumento o se llama unidad ¡nevoluble (LA-
SALA MARTINE/).

416, También es evidente que, si se tiene \- tú para va-

lor del argumento, siendo lo = BOA < — , resulta (n.° 368)


2

eos / j_ 0) j = — sen (!) ,


•9)
sen ( — -f- w I = eos w ;
*
pero (tig. 17) -
rt = r sen w ,
¿> = r eos w ,
ó bien
— rt = — r 5en o),
h = r eos w ;
luego (n." 408, (13))

— a -\-b V— 1 = r (— sen o) -f- V^ITÍ eos w),

y sustituyendo los valores (19) de — sen w y eos w, viene

— rt 4-6 V Z T = r í eos r ~ - f - ( 1 ) ^ 4 - V ^ ^ s e n ^ - í - - | - ' ' > ) ) .

que detetmina el punto D (fig. 17) por medio dd módulo O D = r


y el argumento f- o).
Si se tiene « -f- '^ P'*''^ ^^'of «^^ argumento^ resulta (n." 370)
, , eos (r. -f- w) = — eos tó ,
seti (ft -f- to) = — sen ti>;
364 TiiATADO OK ANÁLISIS HATBMXTICO

pero (n." 408, (12)) (fig. 17)

a = r eos (I),
b = r sen tu,
ó bien
— a = — r eos w ,
— b = — r sen tó ;
luego (n.» 408, (13))

— « — 1) V— 1 =^ r {— eos to — V—1 sen w),

y sustituyendo los valores (20) de — eos vi y — sen <o, viene

— a — A V— 1 = ^ (eos (n -{-'*) 4" V— 1 sen (Jt -f- w)) ^

es decir, "^

(21) — (a -f-¿/ V ^ ^ ) = r (eos(;c4-<«)-f- V ^ ^ sen(« + «))?

que detemiina el punto D, (fig. 17) por medio del módulo


ODi =« r y el argumento-K ~\- w.

Si se tiene - ^ -f" *^ P"* v*lor ^*l argumento, resalta (n." 370)


2

cosí ,-|" <* I = sen <o

sení-^^. -f- **) == — eos ft>;

pero (n." 408, (I2)> (fig. 17)

a = r sen (1),
6 == r eos ü> ,
ó bien
a ss= r seo <o ,
— 6 -=> — r eos 40;
TBORÍAS FÜNDAMBNTALBS 366

luego (n.° 408, (13))

a — I) V— 1 = r (sen m — V — 1 eos w)
y sustituyendo los valores (22) de sema y — eos «o, viene

(23) a — 6 V ~ l = r ( c o s ( - ^ 4 - ( o ) + V ^ s e n ( ^ ^ + w ) V

que determina el punto B, por medio del módulo OB, = r, y el


argumento 1- w .
417. La compleja (23), que sólo se diferencia de la (13) del
n." 408 en el signo de 6 ó coeficiente de V— i , se la denomina,
como es sabido, conjugada de la (13); en su forma trigonométrica
se ve que la (13) y (23) tienen módulos igusries y argumentos que
difieren en .
2
418.. Pero se concibe claramente que, si al conservarse el
valor absoluto del argumento ca en la (13), le cambiamos de signo
sin alterar e\ módulo OB = r, la expresión imaginari;; (n." 367)
r (eos (— ü)) -j- y U l sen (— tú)) = r (eos w — V ^ sen w)

estará representada por OB„ y será la misma conjugada a-~b\ — 1


puesto que de
a = r cós M ,
--• 6 = — r sen 6»
se deduce
(24) a — h V—i = T (eos (I) — V ^ sen ü)).
Luego, en este caso, dos imaginarias conjt^adas (ij) y (24)
están represcoudas, de una manera general, por dos segmentos
de recta OB, OB, iguales y simétricos, ó igualmente iocKnados
con relación al eje real X, X, ó por un mismo modula con argut
mmtos 4e signos contrarios.
366 TRATAUO DB ANALISIS MATBMÍTICO

419. La compleja (21) es indudablemente igual á la (13) y de


signo contrario, así como es igual y de sentido contrario su re-
presentación geométrica O A, D, con respecto á la OAB de la
(13); luego podemos considerarla como negativa. Es, por conse-
cuencia, legitimo el admitir que las imaginarias pueden ser positi-
vas y negativas, y que sus signos dependan únicamente de los va-'
lores que reciba el argumento.
420. Pero se comprende fácilmente que el aumentar en w el
argumento w en la (13), para deducir la imaginaria de signo con-
trario (21), equivale á prolongar el módulo OB en la!.(i3) en sen-
tido contrario en una magnitud OD, = OB.
Luego dos imaginarias (13), (21) iguales y de signos contra-
rios están representadas, de una manera general, por dos segmen-
tos de recta OB, OD, iguales, paralelas y de sentidos cotttrarios.
421. Se ve, pues, que la exresión

crfs 9 + V— 1 sen 6

determina, no sólo la dirección del módulo, Ó la realidad é ima-


ginarismo de las complejas, sino también el sigtu) de estas com-
plejas, según los valores que tome el argumento 6. Es, por tanto,
el coeficiente afectivo de toda cantidad de la forma (13).
422. Vemos asimismo ppr lo expuesto que, si conservándose
constante el módulo r = OB, se van dando valores sucesivos por
la ley dé continuidad al argumento 6 entre — «o y -|- 00, irán
determinándose los puntos de una circunferencia descrita desde O
con el radio r, ó que todos los puntos imaginarios de la compleja
(13), para los distintos valores del argumento 6, están en esta cir-
cunferencia. Y con facilidad se concibe que, en general, dando
simultáneamente valores convenientes al módulo y al argumento,
podrán determinarse todos los puntos del plano de la compleja, (13).
423. De la significación, con que venimos definiendo las
imaginarias, se deducen inmediatamente los corolarios siguientes:
I." Una cantidad compleja de la foniu a ^ ¿> V ~ 1 sólo
puede ser real, cuando es 6 « s o.
TBOBtAS ruNDAMBNTALRB 367

2." Una cantidad compleja de la forma a ± b V — 1 sólo


puede ser una imaginaria pura, cuando es o = o.
3.° Una compleja de la forma a ± h \J — \ es igual á cero,
cuando simultáneamente es a = o y /< = o, siendo también, en
este caso, su módulo V^- + TÍ'' igual á cero.
4.° Si üm compleja a ± /; \/ _ 1 es igual á cero, se tendrá
también a = o, 6 = o; pues, si

a ± ¿ V"^^ = o ,
resulta
a = H= ¿> V ^ - ^ ;
la cual no puede subsistir sino al ser simultáneamente 0 = 0,
í> = o. Luego
5.° Si una compleja a ± fe V — 1 es igual á cero, su módulo
\ / " í i H ^ * también lo es.
6." Si el módulo de una compleja a ± b \l ~l es igual á
cero, esta compleja también lo es; porque de la hipótesis

se deduce
a' 4- 6« = o ;
la cual nb puede subsistir sino al ser simultáneamente a = o,
// = o, y por consiguiente, ha d? tenerse

a ±h V ^ ^ == o .

7." Si en la compleja a ±:h \J— i, cuyo módulo es \ a*-\-b*,


resulu 6 = 0, la compleja se reduce á la cantidad real a, y su
módulo i V«*^— + « ("•" 4 H ) ; lo que nos dice que ^
El módulo de toda cantidad real es el valor absoluto de esta can-
tidad.
8." Dos complejas o - } - 6 V — t, a, + <», V — 1 «guales en-
tre si son idénticas; porque de
368 TRATADO D B AHÁLIBIS iiATaMATloo

se saca
a — a, = (/>, — h) y/^^;

la cual no puede subsistir sino ai ser


c( — at = o ^
bi — 6 = 0 ,
es decir,
a = a, y h = h. .

9." IJai imaginaria representada por OB == r {6g. 17), ó


mejor, por su forma módulo'argumental ó vector r^ , no altera ni
en su magnitud ni en su signo afectivo, si se traslada su módulo pa-
ralelamente á sí mismo i O' B'; porque este trasporte no altera ni
el módulo r ni el argumento 6; sólo cambia el origen O á O' dicha
imaginaria. Oe donde se deduce que
10.^ Dos segmentos rectilineos iguales, paralelos y del mismo
sentido representan dos imaginarias igualéis; y reciprocamente.
11." Dos segmentos rectilíneos iguales, paralelos y de sentidos
contrarios representan dos imaginarias iguales, pero de signos con-
trarios; y reciprocamente.
424. Modular una cantidad cualquiera es poner de manifiesto
sus {actores <uantitativo y cualitativo (n." 411). Así las expresiones

están moduladas al tomar las respectivas formas, que les son idén-
ticas,
m «•
(25) ' a X ± I, V A - V — i . I" (eos « -f- V " ^ sen » ) .
m
En las (25) los módulos son a, V A , r, y los coeficientes afecti-

twí son ± I, V — 1, eos w - ^ V — I seo » .


f^.%
X o

TBORIAS FUMDAMBNTALKS d69


n
?, ,• r-
425. Hemos visto en lo que precede qae hs imá¿inaria!t\ ;: ,
• • ' . . . - ^ ' ' - .

pueden interpretarse legkímamente por consideraciones geomé-^ ^ 5 /


tricas; pero ¿deberán por esto ser conceptuadas como meras can-
tidades geométricas, según ha pretendido BELLAVITIS, sin inter-
pretación aritmética posible? V^amos i examinarlo brevemente.
Parece natural que al encontrarse en una cuestión el símbolo
in
V— A, no lo sujetemos á las estrechas limitaciones, que le hayan
impuesto previas definiciones, sino que lo interpretemos, investi-
gando su significado lógico y racional en la cuestión que lo ori-
»n
gina, ¿Sé pretende que del símbolo ^—A salga una determinación
aritmética, que satisfaga á dicho símbolo, según definición, porque
así, y sólo porque así se ha impuesto en el concepto estricto de la
extracción de raíces, y porque esto no se obtenga, habrá derecho
para negarle toda otra interpretación? ¿Por qué, entonces, no pro-
cedemos lo mismo con ^b ,a x — i, etc;, como resultado de un
problema, en que se pide una solución comensurable, positiva, etc.?
o a
¿Por qué no procedemos lo mismo con los símbolos — , — ,
o O
•"^m » ^ ' ' ^ 1 « ^^^-^ Viene resultando con el símbolo de imagina-
rismo,\ó que sucedió con las cantidades negativas. ¡Es la historia
de todo progreso científico!
Ya hemos indicado (n." 404) que toda expresión de la forma

V— A puede reducirse á la forma a -f- P V — ^ » X P*"" consi-


guiente, siempre puede hacerse depender, en definiti\a, de un
radical de la forma V— P* toda expresión imaginaria, es decir,
que admitida la cualidad positiva y la negativa de la cantidad, no
in
es desrazonable suponer que toda expresión de la forma y—A
sea una media geométrica entre el iaaor positivo y el negativo, que
producep á — A, cuya media geométrica está determinada numé-
ricamente y en dirección de uii modo claro.
Hay, pues, que admitir forzosamente el sentido y — al ad-
370 TRATADO DE ANÁLISIS MATBMÁTICO

mitir el sentido + y el — en las cantidades. Así lo vienen acep-


tando hoy los nías notables analistas, fundados en las nuevas in-
vestigaciones de GAUSS, BUÉE, ARGAND, etc. Y no puede decirse,
en el actual momento de nuestros adelantos analíticos, que el.
signo V — sólo pueda interpretarse como mera categoría de per-.
pendicularidad; hay que hacérsele significar una cualidad dis-
tinta de la perpendicularidad.
Dice M. BUÉE que, «aunque la perpendicularidad sea propia-
mente dicha la sola cualidad indicada por el signo ^ — I , se
puede hacer que V — 1 signifique otra cualidad del todo dife-
rente, con tal de que se pueda razonar sobre esta cualidad como
se razona con la perpendicularidad. Por ejemplo, si -+- » expresa
una suma poseída y — s la misma suma debida, puede repre-
sentar misma suma no poseída ni debida; porque se
puede razonar sobre esta última suma relativamente á las otras
dos, como sobre la línea oV — 1 relativamente i-]- a y — a.
t En efecto, lo mismo que un punto cualquiera de la linea
aV — 1 está igualmente distante de los extremos de -|- o y — a,
de la propia manera una parte cualquiera de la suma, que no es
poseída ni debida, está en igual situación relativamente á las,
partes iguales de la íuma poseída y de la debida. Expresándose,
pues, por - j - la posesión activa', y por — la posesión pasiva,
la negación, no de la suma, sino de que la posesión sea activa
ó pasiva, puede siempre expresarse por V — !•» *
Bajo 'este concepto, interpretemos la solución imag inaria
del siguiente problema, que tomamos de M. JAK&SEM VAN RAAIJ,
y cuya discusión únicamente indicaremos á la ligera, conforme al
objeto que aquí nos proponemos:
Un comerciante compra unapie^^a de seda por 68 fran-
cos, y después de haber empleado 2 metros, se ve obligado
á vender el resto con una pérdida de i franco por metro,
recibiendo así por lo pendido sólo 5o francos. ^iCuántos
metroi tenía la pie^a de seda, y cU¿¡ fué el precio, á que
compró el metro!^
TBORÍAS FUNDAMBNTALBS 371

Representando por x el número de metros de la pieza de seda,


•st tendrá claramente

I )(j; — 2 ) = 5 0 ,
( • X /
•ó bien
X^ — 20X-\- 136 = 0;
de donde
<26) a; = 10 ± 6 V— I •
Será, pues,
68 34
10 ± 6 V— I 5 ± 3 V—I

•ó multiplicando los dos términos de la fracción — 34


__ 5±3V-i
por 5 qr 3 V - i .

<27) ^t/ = 5 =F 3 V ^ T francos


5 ± 3 V— ,
•el precio del metro de seda.
Es evidente que los 10 ±: 6 V— i metros de géneros com-
prliós por el comerciante á 5 q: 3 V— lítíncíJS el metro, pro-
ducen •• "•
(io±6V=:íX!r=F3V~i)j
ó bien
<28) 1 0 X 5 + 6 X 5 = 68 francos,
•que fueron los que dio por la compra que expresa el enunciado.
Pero también es claro que, si en realidad compró 10 metros
•de seda á 5 francos metro, como indudablemente han de expre-
^sarlo los números reales 10 y 5 de las complejas (26) y (27), y
'sólo vendió 10 — a = 8 metros de seda á 5 — 1 = 4 francos el
metro, á causa de la pérdida de i franco por metro, habrá reci-
bido por la seda 8 X 4 francos, y además, 6 X 3 » producto
S72 TRATá.DO DH ANÁLISIS MATCHÁTIOO

innegable de d: 6 V—i por q: 3 y—i , que forman el total de


la venta
(29) 8 X 4 - f - 6 X 5 = = 5 0 francos.
Luego ¿no podemos afirmar legítimamente que el comercian-
te había comprado, en efecto, 10 metros de seda á 5 francos me-
tro, y 6 metros de otro género á 3 francos metro, que no apre-
ciara en el enunciado, cuyo importe total de 68 francos de la
compra atribuyera solamente al valor de la pieza de seda, como
lo expresa la (2S), siendo asi que en realidad lo que hizo fué
vender 8 metros de seda de precio 5 francos el meuo, con la
pérdida de i franco por metro, que le produjo 8 X 4 franco?, y
ceder por su precio de 3 francos metro los otros 6 metros de gé-
nero distinto que la seda, es decir, por ± 6 y — i X T 3 V ~ i
= 6 X 3 francos, recibiendo por ambos conceptos los 50 fran-
cos de la negociación, cual lo dice la (29)?
Podría, pues, manifestársele al comerciante, corrigiéndole s»
error, que no fué sólo seda lo que compró por 68 francos, ni lo
que solamente vendió con 2 metros menos por 50 francos, y
pérdida de i franco por metro, sino que tenía 10 metros de seda
de 5 francos metro, y después de emplear 2 metros, vendió los 8
restantes á 4 francos metro juntamente con otros 6 metros de
otro género á su precio de 3 francos metro, cuya venta le produjo
en total los 50 francos que recibió.
Verdad es que la solución (26), (27) no responde directa-
mente, y con todo rigor, al problema como está propuesto.
Pero ¿acaso los números negativos, los irracionales ó los enteros,,
cuando se piden soluciones positivas, racionales ó fraccionarias^
responden á las cuestiones así propuestas? ¿Lo hacen siempre aún
los mismos números positivos, racionales ó enteros en todos los
casos? Si los problemas no se proponen con toda la generalidad
posible ¿podrán siempre satisfacerse las condiciones iísicas de sus
enunciados? ¿Tienen culpa las soluciones, si á los problemas,.'
que deben resolver, se les imponen condiciones restrictivas, que
no pueden llenarse?
TaORtAS FUNDAHBKTALBS 373

Según todo lo expuesto, no podemos menos que convenir en


<jue, como dice M. JANSSEN VAN RAAIJ, »la solución propuesta es
perfectamente racional, aunque no sea la deseada, por ser esta
imposible, y que muestra, no obstante, cómo siempre puede res-
ponderse á la cuestión enunciada ai dar extensión conveniente á
las condiciones, que debe llenar la solución con relación á los
<latos del problema,» y nosotros añadiremos que pone, además,
de manifiesto la equivocación del enunciado, é indica el modo de
corregirla ó deshacerla, cual sucede con las soluciones negativas,
á veces, y todas aquellas que no se acomodan á las condiciones
estrictas del problema, á que dan indudablemente resolución al-
gébrica, á causa de la forma poco veraz con que se propone.
<Quién lia dicho lo cierto en la cuestión presente? ¿El comercian-
te ó la solución (26), (27)?

% S.—BesnltBd*» operatlTos de IB* ezpreslonea Inacinarlaa

426. Recordemos, ante todo, que

(yrrr -+,,

y que los resultados operativos de las cantidades de la forma

son, en general, fuera de casos excepcionales, de la misma forma.


Se comprende, por consiguiente, que, dando esta forma á los ex-
presados resultados, atendiendo, cuando sea necesario, á lo que
indica el cuadro (i), pueden también representarse geométrica-
mente dichos resultados operativos.
No insistimos, en este lugar, en las operaciones calculatorias
374 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

de las imaginarias de la forma (2) tratadas algébricamente, que


suponemos sabidas, y sólo nos ocuparemos brevemente en este
§ 2 del cálculo de las imaginarias puestas bajo la forma trigono-
métrica (n.* 409),
427. Pero, antes de proseguir, observemos que entre los
casos «xcepcionales que hemos indicado (n." 426), en que los re-
sultados de las operaciones con imaginarias de la forma (2) son
cantidades reales, se encuentran los notables productos siguientes:

(3) («+?V^=T) ( a - ? V=T)=a« + P',

(4) (^ - («+ P V=^)) (^ - (« - ? V=^))


= (a? — a ) ' - f p ' = a^^ — 2aa;-jr (a» + P') .

Él (3) nos dice que el producto de dos imaginarias conjugadas


es igual al cuadrado del módulo.
Él (4) nos dice que un trinomio de 2." grado en x de coeficien-
tes reales y raices imaginarias puede descomponerse en el producto
de los factores de i."" grado en x correspondientes á sus raices ima-
ginarias; ó bien, que el producto de estos factores es siempre un tri-
nomio de 2.' grado en x de coeficientes reales.
428. El cuadrado a' -f- P' del módulo V*' 4 " P' se denomi-
nan norma (CAUCHY) de las complejas conjugadas a^f- p V— i ,

i.° La norma del producto de factores complejos es el pro-


ducto de las respectivas normas de estos factores; puesto que la
norma del productt)

( a + p y r i ) ( a . + p . y l Z l ) = ( a « , - p p , ) + (ap,+«,p) y^CT^
es evidentemente

lo cual demuestra el enunciado.


TBORIAS FUNOAMBNTALKS 376

2.° El cociente de dividir una compleja por su norma es la


recíproca de su conjugada; porque de la (3) se saca

a 4. p V ^ I I
«' + P' a-pV^=^
3." La división de una cantidad por una compleja puede re-
ducirse á multiplicar la cantidad por la conjugada de la compleja,
dividiendo el producto por la norma de dicha compleja; pues

a + pVZTÍ *' + ^'


429. También recordemos aquí que toda rai^ 2" de una
imaginaria es de la forma (2).
En efecto, haciendo

(é) y a + £V=^ -yJa-bV^i =y,


y elevando al cuadrado las (5) y (6), y simplificando las que re-
saltan, se obtiene
2a-\- 2 y/a* 4- b' = X» ,
20 — 2 Vo* + 6' = v';
las cuales nos dicen. claramente que cualquiera que sea el signo
de a, el valor de x* es siempre positivo, y el de y* es negativo;
luego

(7) ^ = Y 2 a + 2 Vft' + f'*,


y (n." 403) __^
(8) y = \ / — ift + 2Va»-}-6*. V ^ ;
376 TRATADO D I AMÁUSIS MATBMÁTIOO

de donde, sumando y restando las (7) y (8), viene

(9) as ± y = Y 2a4-2 V á * + ^ ± y — 2 a + 2 V a H ^ . V ^ i

pero las (5) y (6) dan

(10) X áz y = 2 y a ± 6 V— • ;

luego, según las (9) y (10)7

2 ya±b'\/~i = y 2a+2VaM^± y-20-f-2VaM^V^


y por tanto,

Y a-f-fcV~ = — y 2a-4-2V«*+'>'

+ — y—2a+2Va«+//» . V ^ ,

y a — ftvdT=—^2/1 + 2 Vfl'+**

— — \/—2a-f2V«* + ¿'* . V ^ ,
es decir,

(11) ya±/y V^==A±BV^ .


Volviendo á extraer la raíz cuadrada de la ( ( i ) , y prosiguien-
do sucesivamente las extracciones de las raices cuadradas de los
resultados que vayan obteniéndose hasta llegar i la raíz de indi-
ce 2" , se verá que, en efecto, todas estas raices y la de índice
2" inclusive, tendrán la forma propuesta, es decir, que
«" ______
TaOBtAS FDMDAMBHTALBS ST7í

430 S i la imaginaria es V — i , haciendo

(,2) yv^+yzv==T=a.,

y elevando al cuadrado las (12) y (13), y simplificando, se tendrá

X* = 2 ,
y» = — 2 ;
de donde

y sumando,
X-{-!, = VT-f VT. V~ ;
pero las ( 1 2 ) y (13) dan

<» + y = 2Y V ^ ;
luego

2 \/v~i=V^H- VT. V - í . .
es decir,

yyr;=.-i_vT+J-VT.v^

Ó bien

que tiene la forma propuesta, y á la cual, aplicándole las extrac-


ciones sucesivas de raíces cuadradas hasta la rai^ de índice 2» in-
clusive, siempre resultará que
378 TBATADO DB ANÍLISIS MATBIIATICO

431. También vemos en los resultados obtenidos que las


raíces de índice 2" de dos imaginarias conjugadas son asimismo
de formas conjugadas.
432. Fácil es ver que de la misma manera la w.*^""" poten-
cia de dos imaginarias conjugadas son imaginarias conjugadas;
puesto que, elevando á la m.**™" potencia el binomio a -{-b
V— I (*), y separando la parte real y la imaginaria en el des-
arrollo, y teniendo presente el cuadro (i) del n." 426, resulta

(14) (a+fey—)"'=(«'"- - ? ? ^ í ^ a-H*


I >»(»»-i)(»»-2)(w-3)^,_t^ \

, / m . m(m—i) (m—2) ,, , \ ,
+ I-—a^-ift í^ y U""-^ h'-\ jV— I
w(m—I) . . . . m(in—i)(m—2) (m—3) . , \
(
2! 4! /
• I m ' , m(jn — \) (m—2) , .^ . \ , ^,—-
+ l-Y-a"'-' ^= Y ^a"-»^^^- IftV- «
= A + B¿/V^ ;
pero los valores A y B de los paréntesis del 3."'' miembro de la
(14) conservan sus signos para cualquier valor positivo ó negativo
de b; luego al poner en los miembros extremos de la (14) — beti
en lugar de b, se tendrá evidentemente

(o_fcy'i~r)'"=A—BfrV^rr, .
SlmwnlM 4* ku Utria» coordinaioria y it la» (lcl«rm<(i<mln, Primera parU, ca-
pilnlo III. g t. (EdicMn tercera.)
TBORÍAS FONDAMBMTALES 379

y haciendo en esta y en la (14)


Bb = C .

se obtienen los dos resultados conjugados

( a + b\/^^T = A + C V^^^.

433. Lo mismo haremos ver que, si en la función algébrica,


racional y entera de coeficientes reales

f{x)=^„x•"-\-A-, «"•-> + A, 0!"-»+ 4- A™_,.r + A^

ponemos sucesivamente a - j - 6 V— i y a >— b V— • en lugar


de X, se obtendrán dos resultados-cow/K^aíiíoí de las fotmas

^(a _ j - t V - ^ ) = P + Q V ^ ^ '
f(a — ¿ V ^ ^ ) = P - Q V ^ ^ -
434. Si se tienen las dos imaginarias

(15) r(cos (1) -f- V— I sen (a) , ri(cos u, -|- y/— i sen w,) ,

su suma ó diferencia será evideitemente

(16) r(cos ti» -f- V— I sen u ) ± r , ( c o s ( o , + V - i s e n (o.)


= r eos ü) ± r, eos o), -j- ('' sen w d: r, sen w,) V— i >
ó bien

{17) r(^cbs O) -f- V— • sen O)} ± r^i^cos w, -\~ V ~ i sen w,}


= ( a ± fl.) 4 - ( * ± *,) V ^ T — A + B V^^^^,
poniendo en el 2.° miembro de la (16) los valores (12) del
n.* 408; pero es indudable que
380 TRATADO DB ANÍLISIB MATaiiATiüo

(,8) A+BV^ = V A ^ ( v = i + ^ V ^ ) ;
luego, llamando R el módulo VA* + B' y <p el argumento, viene
(n.» 410)

A -}- B V— I = R(cos qp -\- V— I sen 9),

la cual comparada con la (17) da

r(coso)-f-V— ' sen Ü ) } ± r,(cos(i)i -j-^— i sen w,)


=« R(COS <P -{- V— I sen y ) i

cuya igualdad demuestra que la suma y la diferencia de las ima*


ginarias (15) son de la misma forma.
435. El módulo de hi suma ó diferencia de las imaginarias
• (15) es (n.* 408), según la (16),

(19) R =:\/(r CCS ti)±r, eos «,)' + (''sen «fl ± r, sen <"i)'
= V r ' ± 2rr, eos («» — w,) + r] ;

pero por estar (n.' 350) el valor de todo coseno entre — i y - j - i,


se tiene claramente
«
r*-\-2rr^cos{tíi—^a^)-\-r\'^ r*-|-2rr,-|-rj = (»'+»',)*,
(20) , -
r*—2rr, eos (ti)--<!),)-[-rj ^ r'— 2 r r , - j - r ' = (''—»'i)';

luego por la (19), según las (20),

(21) R^VCr + r O ' ^ r + r.,

(22) R^V(í^^=^' = r-r,.


Los resuludos (21) y (22) prueban que el módulo R de la
suma de dos imaginarias (15) no puede ser mayor que la
. TBORIAS FUNDAMHNTALES 381

suma T •{• T, de los módulos de estas imaginarias(i^), niel


módulo R de la diferencia de las mismas {i^} menor que la
diferencia r — x^ de dichos módulos.
436. El producto de las imaginarias (15) es (n.°" 593, (24'),
395, (27'))

r (eos (I) -j- V - ^ sen w) x r, (eos w, -f- V—^ sen toj


=rr,((cos(0);osci)i—senwsenw J-|~ V— 1 (senü)cos(i),-f-cos{i)sen(i),)^
= rr^ (eos (ü) + w,) - j - V— 1 sen (u + w,)) ;

y como lo mismo se hallará el producto al ser mayor el número


de los factores imaginarios, se deduce que
I .** El producto de cualquier número de factores ima-
ginarios, puestos bajo l(nforma trigonométrica, esotra
imaginaria de la misma forma, cuyo módulo es el produc-
to de los módulos de los factores, y el argumento es la
suma de los argumentos de estos factores; de don'de
2." El módulo de un producto de factores imagina-
rios es igual al producto de los módulos de estos factores.
3.° El orden de los factores imaginarios no altera el
producto.
437, El cociente de las imaginarias (15) es

r (eos M + V ^ s e n u ) ) r . ^ i A/—r 7 A
(23) — ——r: = —(cos(to-ü),)-{-V-lsen(w-(ú,));
r,(cos,ti)-f V—Isenw,) fi
*
porque al multiplicar el 2." miembro de la (23) por el divisor
r, (eos (I), -\- V— í sen w,) por la regla del 11.*' 436 anterior, se
obtiene el dividendo r (eos w -f- V— 1 sen w).
La (23) prueba que
1,° El cociente de dos imaginarias, puestas bajo la for-
ma trigonométrica, es otra imaginaria de la misma forma,
cuyo módulo es el cociente de los módulos de las propues-
382 TBATADO DK ANÁLISIS MATBMATIOO

liis, y el argumento es la diferencia de los argumentos del


dividendo y divisor; de donde
2.** El módulo de un cociente de dos imaginarias es el
cociente de sus módulos.
438. Cuando el módulo de una imaginaria en su forma tri-
gonométrica se supone igual á la unidad, se denomina esta ima-
ginaría expresión reducida de la imaginaria propuesta
(CAUCHY).
La reciproca de una expresión reducida de toda ima-
ginaria es igual á su conjugada, es decir, que

j:z=: = eos (1) — V— 1 sen (o;


eos tú - j - Y — 1 sen (I)
puesto que (n.» 388)
(eos w-j-V' — 1 sen w) (eos w —V— 1 sen to)=cos* to-f-sen' <i)=i ,

439. Identifieando en un produeto de m faetores imaginarios


en su forma trigonométrica todos estos factores,' y multiplicándo-
los sucesivamente, se obtiene
( r (eos ü) -f- V - í sen ti))^*" = r™ (eos mw -}- V— i sen mw);
la cual prueba que
I." La m.*»'™» potencia entera de una imaginaria en
su forma trigonométrica es otra imaginaria de la misma
forma, cuyo módulo es la m.*""" potencia del módulo de
está-imaginaria, y el argumento es el producto del expo-
nente potencial por el argumento de dicha imaginaria; de
donde
2." El módulo de una potencia de una imaginaria es
la misma potencia de su módulo.
Si el módulo es igual á la anidad, resulta
(eos ü) -}- V—1 sen g))" = eos m<a -f- \/-IIi sen rma ,
que es h fórmula de MOIVRE.
TEORÍAS FOHOAUBNTALBS 883

440. Si suponemos que

p (eos a -\- V—1 sen a) •


es la rai^ m.***^^ de una imaginaria
r (eos (j) -f- V—T sen w)
reducida á la forma trigonométrica, se tiene evidentemente
(n.°4?9)

(24) r (eostú-f- V ~ 1 sen w) = p"' (eos nía -|- V— 1 sen tn<x.);

pero para que las imaginarias de los dos miembros de la (24) sean
iguales, precisa y basta que sus módulos^ lo sean, y también
sus argumentos sean iguales, ó sólo difieran entre sí en un número
«xacto de circunferencias-(lü" 413); luego
p" = r y ma =s w -|- 2kv:;
de donde
w + 2kK
m
y por consecuencia,
m
(25) y r (eos w-j-V—í sen tü)
m
/ (I) -f-2AJI , ,— to + sAnX
r (eos ! hV-lsen - ^ );
\ m m /
la cual prueba que
I.» La rai^ m.*""» de una imaginaria en su forma
trigonométrica es otra imaginaria de la misma forma,
cuyo módulo es la m.**'"* rai)( del módulo de la imagina-
ria propuesta, y el argumento es el cociente de dividir por
el índice radical el valor general (n.° 413) del argumento
de dicha imaginaria; de donde
384 TBATADO DB ANÁLISIS MATBMÁTICO

2.» El módulo de una raí^ de una imaginaria es ¡a


misma rai^ de su módulo,
441. Demostremos que el 3." miembro de la (25) produce
m valores diferentes, y sólo m, para la rai^ m.*""" de su
!.•' miembro.
En efecto,.al dar á la indeterminada k de la (25) los m valo-
res sucesivos
o, I, 2, 3, ..... , (m— I ) ,
se obtienen los m valores particulares
, ,> w ü) . 21S u) , 4TC u) 2(m — i)it
m m m m m m m
104- sArJt
del argumento .
Todos los valores (26) son claramente diferentes entre sí, y
menores que la circunferencia 2%; puesto que el mayor
(O 2 ( m — l)rt <D 2ÍC
1 ~= ^ 2K
m m m m
es evidentemente menor que 27t por ser por hipótesis (o < 2Jt.
Luego, si todos los arcos (26) menores que 2ít son diferentes
entre sí, DO podrá tener simultáneamente ninguno de ellos el
mismo seno ni el mismo coseno que cualquiera dé los demás.
Y como el módulo r es esencialmente positivo, y lo mismo debe
m

ser positivo el módulo V r , y de un valor tínico y determinado


(11° 413), se deduce que el producto de V r por cada uno de los
m valores diferentes, que .toma
(1) + ikn , , (0 4- 2Ar7t
eos \-\ — isen
m m
por los (26), dará sucesivamente m valores diferentes entre sí
para el i . " miembro de la (25).
TKORIAS FUNDAMENTALES 385

Además, tampoco puede existir otro valor distinto de los asi


obtenidos para

V' r (eos (I) - j - V — I sen lo)

por los que reciba A" superiores á m — i, puesto que al hacer

A = m, m -f- I, rn + 2, etc., í
J
resultan los argumentos
ü) + 2W7C ü)
m m+ 27:,

ü) -\- 2{in + OTI ü) 27r

m m ín
ü) -(- 2(m + 2)7t
= h 27:,
m m m
etc.,
que sólo difieren de los (26) en un número exacto de circunferen-
cias, y que producirán los mismos valores para los cosenos y los
senos obtenidos ya en el 2." miembro déla (25) por los argumen-
tos (26), y por tanto, para el r.*' miembro de la misma (25). Se
hallarán, pues, peri.Sdica é indefinidamente los mismos valores
para el 2 ° miembro de la (25), dándose á k los valores compren-
didos entre o y -f- °°-
Y como lo propio sucede, aunque en un orden invertido, si
hacemos sucesivamente
/'• = — I. — 2, — 3, , — =» ,

queda demostrado que la (25) da m valores diferentes entre si, y


sólo m, para

V /• (eos w + V — ' sen tü),

y por consi»5UÍente, podemos concluir legítimamente que


25
386 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

La ral^ de toda imaginaria tiene tantos valores dife-


rentes como unidades su índice.
442. Y puesto que las imag^marias complejas compren-
den á las cantidades reales, como uno de sus casos particulares,
queda asimismo establecida para éstas la propiedad anterior.
443. Se concibe también fácilmente por lo manifestado en el
n.° 440 que la raíz de cualquier índice de una imaginaria
r (eos (1) -(- y — 1 sen Ü))

es de la misma forma que ésta, y que, en su consecuencia, cual-


quiera que sea el grado de-la raíz de las imaginarias, siempre po-
drán reducirse estas raíces á la forma

p (eos !p + V — I sen 9) = a -}- p V — J.


según indicamos en el n." 404.
444. Si en la (25) hacemos r = i, w == o, se obtiene
m
2 AJÍ , 2 A're
V" eos
m
h- V — 1 sen
fíi

cay i fórmula da las m raíces de la unidad positiva.


Si en la misma (25) hacemos r = i, y w = TT, en cuyo caso
es eos ü) = eos Tí ^ — I y sen to = sen IÍ = o, se obtiene

Í2k±ih . ,/ (2A- -f- IV


V eos m f- V — I sen m
«
la cual da las m raíces de h unidad negativa.

§ S. lBt«rpreteeitfB «eoMétrlea de IMI res«itado(i «perstlT»»


de ! • • ezppesieaee b a s ^ a s r l a a

445. Vamos á interpretar geométricamente los resultados


operativos de las expresiones imaginarías. Operemos, con este
objeto, con las complejas
TEORÍAS FUNDAMENTALES 887

(O a+ M - y a, -f A, \ ' — I
cuyas representaciones en su forma módulo-argumental
(n - 407, 411) sean (OA)„ , (OR)„^ (fig. 18).
Recordemos que para corre-
lacionar el punto A, denominado
punto imaginario, y la com-
pleja a + /' \ — I hemos ad-
mitido (n." 407) que la suma de
OC = a y CA ==/< \ ' ^ 7 re-
presente á dicha co/Jí^/e/a; luego,
- si la referimos á un sistema coor-
denado (n." 21) de ejes rectan-
gulares X, X, Y, Y situados en
el plano de la compleja, y cuyo origen sea el O de las imagi-
narias ( I ) , la proyección OC = a del módulo O A = r sobre el
eje de abscisas OX será la abscisa del punto imaginario A,
y la proyección OD = l> del mismo módulo OA == r sobre el
eje de ordenadas OY será la ordenada de dicho punto imagi-
nario A, y por consiguiente, podemos decir, según esto, que
toda compleja es la suma de la abscisa y de la ordenada con
coeficiente V — 1 de' punto, que ella determina.
' Porconsecuencia.construiremcis spbre las imaginarias (OA)^, ,
(OB)j^ , que representan las (i), el paralelogramo OARB, y por
el conocido teorema de las proyecciones (n." 385), se tendrá
que la suma de las proyecciones de OA y AR = OB sobre los
respectivos ejes coordenados será igual á la proyección de la re-
sultante OR; luego, si la proyección de OR sobre X, X es igual
á a -|- a,, y sobre Y, Y es igual á /» -f" ^i> '* OR que representa
la compleja
(2) (« + «.) + (i* + b,) V"=^
será la suma de las imaginarias (i).
388 TRATADO DE ANALISIS MATBMATICO

La relación (n.° 408)

- ¿ - ^ = tg ROX = tgqp

determina el ángulo tp, ó argumento de la compleja (2), y .a

OR = V I M - «.)' -fWTf^' = p
el módulo OR = p de la misira compleja.
Se tendrá (n." 434)

(a + // V^=^) + («. + /', VP^) = (a + a,) + (/> + A,) V ^


= (OR):p == p (eos «p -f- V - l sen 9) .

Las OA y OB se llaman ías componentes de la resultan-


te OR.
446. Se ve, pues, que para sumar las imaginarias (i), basta
construir el triángulo OAR, ó el paralelogramo OARB, que dan
en OR la suma de dichas imaginarias; puesto que, en este caio,
es evidente que
rt + Oi = OC + c e , ,

(/' + ''OV^l = (C. B, + B, R) \^~i


son las coordenadas del punto imaginario R.
El triángulo y el paralelogramo de las imaginarias
son análogos á los de las fuerz^is de la Mecánica.
Y como los módulos OA, OB de bs (i), y el. módulo OR
de su suma son lados del triángulo OAR de dichas imaginarias,
resulta inmediatamente que
El módulo^ de la suma de dos imaginarias no puede ser
mayor que la suma de los módulos de estas imaginarias
ni menor que su diferencia, es decir, que

> OA — OB.
TKORtAS FCNDAMBNTALBS 339

447. También podemos hallar la suma de dos imaginarias


( I ) sin necesidad de construiré! triángulo ni dparalelogramo
de las imaginarias, fundándonos en que una imaginaria represen-
tada por su módulo OB (fig. 18) no altera ni en magnitud ni
en argumento, si se traslada este módulo paralelamente á sí
mismo de OB á AR (n." 423, 9.°). Según esto, para sumar á la
OA la OB, basta trazar por A el segmento AR = OB paralelo
á OB y en el mismo sentido, lo que da la OR para el módulo
de la suma de las imaginarias OA y OB, y por tanto, como an-
teriormente (n.°' 445, 446), la OR representará la suma

(a+a,) + (/.+ />,)V^1


<le las imaginarias (1), deduciéndose el argumento y valor del
módulo de la imaginairi' (^^^SÜe las fórmulas
b-\~b,
tg?,

OR = V (a + a,)' + C' + '•'.)'- .


448. Si las imaginarias son más de dos, v las representamos
(n.M07)por(OA)^,-(0B)^^,
(OC),,, COD) (fig. >9),
S 3

bastará formar el contorno


OAB,C,D, con sus lados res-
pectivamente paralelos é igua-
les á las OB, OC, OD, y
en su mismo sentido, para
obtener (n ° 423, 10 ") en la
resultante ODjla suma geo-
métrica de las imaginarias
propuestas.
449. También e\ polígono de las imaginarias OAB,C,D, prue-
ba claramente que
El módulo de la suma de varias imaginarias no puede ser mayor
390 TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

que la suma de los /nodulos de dichas imaginarias; puesto que evi-


dentemente es

OD, < OA + AB, + B.C,+C,D,,


y sustituyendo los valores OB, OC, OÜ de AB,, B,C, , C,D|,
resulta
OD, < OA 4- OB + OC + OD.
450. La sustracción de i'.naginarias, como operación inversa
de la adición, se efectúa con suma facilidad. Así, para restar de
la imaginaria (2) representada por su módiilo-argtiinentado (O R)„
(fig. 18) \A '/, -\- //, \ — I representada por su módulb-argtimen-
tado (OB)(¡), , basta construir la RA igual y paralela á OB, pero
de sentido contrario, para obtener (n." 425, 11.") en la OA==RA
la diferencia a -{- b \ — i ; puesto que de

(« + «,) + (// + //,) \ / - 7 = (a + h \ / ^ ) + (a, -f- h, V'^)


se deduce inmediatamente

(a + a,) + ( / . + //,) V'=T - (a, + h, \'~,) = a +1, y/^i ,

es decir, que la suma de (OA)^^ y (06)^^^ da claramente (OR)


(n." 445), según hemos visto en los n."' 446 y 447.
451. Si nos fijamos (n." 436) en que el módulo del producto
de dos imagi^arias es igual al producto de los módulos de las mis-
mas imaginarias, y que el aigumento de este producto es la suma
de los argumentos de los factores, fácil será representar el pro-
ducto de dos ó más imaginarias. Así, para multiplicar las imagi-
narias (i) representadas respectivamente (n." 407) por sus módu'
los-argumentados iO\)y^, (OB)^^ (fig. 20), multiplicaremos OA
por OB, y su producto O A x O B será el módulo del producto;
pero multiplicar la magnitud geomiétrica OA por la magnitud
geométrica OB equivale á multiplicar la longitud OA por el
TEORÍAS FUNDAMBNTALKB SOI

número abstracto, que mide la Jonoitud OB, lo cual se consigue


evidentemente tomando sobre OX, á partir de O, una longitud
Ou igual á la unidad lineal,
uniendo B con u, y trazando
por Al la A,C paralela á Bíí.
La OC = OA X OB será el
viódttlo de! ^roAucio de las
imaginarias (i); puesto que

"^OET OC '
y por tanto, sin género de
duda,
OC = O A X O B .

Luego, haciendo girar la OC un ángulo igual á w, argumento de


la imaginaria (OA) , lo cual dará

(3) áng. ROX = áng. AOX + áng. BOX = ? ,

ia (OR)^ representará ía imaginaria producto (OA)^j X (OB)^


de las ( I ) (n." 436).
452. Si se multiplican las jmaginarias conjugadas (n." 418)
representadas por (OA)^ , (OA')_j^ (fig. 20), en que sabemos
que OA == OA', se obtendrá para el módulo del producto el cua-
drado del módulo de dichas imaginarias (n." 427), ó la norma de
estas imaginarias (n.» 428), puesto que los módulos de éstas son
iguales. La msgmtuá de) módulo del producto serÁ, pues, el cua-
drado de OA, que se construye tomando sobre OX una longitud
Ou igual á la unidad lineal, uniendo A con «, y trazando por Í1,
la A,(;' paralela á A(t. La O C será el módulo del producto de las
conjugadas (O.A ) ^ y {0^')_^^ ; puesto que

Ou= I OA, = QA
OA OC
a92 TRATADO DH ANAUSIS MATBHÁTICO

y por tanto,
OC = 67^ .
Luego, haciendo girar !a O C un ángulo negativo igual á A O X = Ü ) ,
la O C coincidirá con OX, ó el argumento del producto, suma
de los argumentos o) y — w de los factores, se anulará, es
decir, que
(oc)„ = (ÓÁ' )O

será el producto de las conjugadas {/^O)^ y (OA') ^. lo cual


prueba que este producto (OC)o de ias conjugadas propuestas es
una cantidad rea/poíi/ii'fl (n.° 415). Se deduce inmediatamente
de aquí que
El producto de dos imaginarias Conjugadas es, en efecto, como
hemos visto en el n.° 427, el cuadrado positivo de su módulo común.
453. La división de dos imaginarias, como operación inver-
sa de la multiplicación, se efectúa con suma facilidad. Asi, para
dividir la imaginaría representada por el módulo-argumentado
(O R) por la representada por (OB)^ (fig. 20), basta dividir
'9
la OR por el número abstracto que mide ia OB, lo que dará la
OD = OA, y hacer girar la OD en el sentido negativo un ángulo
igual al ángulo BOX = — w, ,'para que resulte (a." 437, i."),
según la (3),

Se obtendrá (n.* 437, i.°) la imaginaría (OA)jjj, que repre-


sentará el cociente de las imaginarias propuestas.
454. La elevación á potencias de las imaginarias, cuando el
exponente potencial es un número entero y positivo, es un caso
particular de la multiplicación, en que los factores resultan igua-
les entre sí; luego, identificando las imaginarias factores, siempre
podremos por el procedimiento de las multiplicaciones sucesivas
llegar á ia representación geométrica de las potencias de una
TaORtAS FUNDAMBNTALBS 393

imaginaria dada; pero nosotros vamos á aplicar un procedimiento


más directo para obtener la w/*""" potencia de la imaginaria

(4) a + /' V— I •
Para ello, hallemos (n.° 407) la representación (OA,)jjj
(ñg. 21) de la imaginaria (4), que designaremos por r^ , y pon-
gamos la unidad lineal positiva
desde O hasta A sobre el eje
^, X^X. Resultará así el triángu-
/Ty. 2i Jo OAA,, que tendrá el lado
OA = I, siendo O A , = r el
módulo de la (4) y ü)=áng. A, O A
su argumento.
Construyendo sobre OA, el
J?;-^ ~^ triángulo OA,A, semejante al
OAA,, cuyos lados homólogos
sean OA y OA,, OA, y 0 A „
AA, y A, A,, y haciendo lo mismo sobre las lados, que vayan
resultando OAj , OA3 , OA, , etc., se tendrá claramente

0A = OA. OA, ^ 3

OA, OA5 OA3 OA,

de donde

OA.^OA.* = (rcoy.

OA3= OA, . OA, ==0"A;' == ( r w ) ' ,

O A , = OA3. OA, - d X ; * = ( r ü,)*,

OA„. = OA,'"=(r^y
394 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

que serán las potencias sucesivas de la imaginaria a -\- h \— i


= r^^ hasta Ta m.*"'""
455. Las potencias de V — i = (OC) (fig. 17), en que
2
la recia OC es igual en valor absoluto á la unidad ó el módulo
de la imaginaria V^— ' 1 tienen también fácil representación geo-
métrica.
En efecto, v \ — i ) = — i (n." 426) está representada por
(OA,);, - - I ;(V^^)' = - V^=Tlo está por (OC,) ^^

= — \'— I ; ( \ — I ) = + 1 lo está por (OA,)gT == + 1 ,


reproduciéndose periódica é indefinidamente por giros sucesivos
los mismos valores para las potencias subsiguientes de y— i ;
lo que prueba que
Multiplicar por y — i cualquiera longitud geométrica es hacerla
girar un ángulo recto al rededor de su origen.
456. Hemos visto (n." 440) que, si ponemos la imaginaria
a-\-h\'—I bajo la forma trigonométrica r (^cos to -f-V— i
sen ü)} , se obtiene para su m.*'""" raíz
m

y ^ (eos tü -f- V'— I sen w}

la cual da los m valores diferentes para las m raíces de a-\-h\/—i,


haciendo sucesivamente

/í = o, 1,2, 3, (m— i);


TBORfAS FUNDAMENTALES 395
y ahora vamos i representar geométricamente estas m raíces. -
«. Para ello, desde el ori-
Á).. ^^ • gen O (fig. 22) de la ima-
ginaria

= )'\coíW-j-\ —I sen cu}

describamos una circuníe-


m
rencia con el radio \ r ,
módulo de la raíz H;.^»'""'
(n." 440, 2."), y á contar
de A tomemos en ella un
0)
arco AAo = •
(n." 440.
m
i.°), y á partir de A^ dividamos la ^misma circunferencia
en m partes iguales entre sí AoA, , A,A-j, A5A3, A„,_i AQ.
Las imaginarias
(OAJ ,_^ (OA.) ., (0A„,_,)
(ü to
+ ÜL ü)
+ 2,'.>i—])-

representarán las respectivas m raíces de módulo \ r , y de ar-


gumentos

<D 2- tí) 2{m — i)ff


in .^+-'-,.
<j)

m ' m m m m m

que resuelven la cuestión propuesta,

§ 4.—Ia(»slnarlas b«Jo la forma módnlo-arKnBiental

457, Hemos dicho (n.° 411) que toda imaginaria'puede re-


presentarse por la notación
ü),
396 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

donde r es el módulo w |[ el argumento, y que r^ se denomina


/orma módulo-argumental de la imaginaria propuesta. Así

r^ = r(co5 0) -\- y—I sen w} .

458. Ya hemos definido (n."' 408, 411) el módulo y el ar-


gumtnto de toda expresión imaginaria, y ahora añadiremos que se
toma por unidad argumental al ángulo, cuyo arco rectificado es
igual al radio con que se traza. Su valor aproximado es eviden-
temente
180" , .
—-—- = 57» ,7 44 .

459. También hemos dicho (n.''4i5) que toda cantidad


real y positiva r puede ser considerada como una compleja de ar-
gumento o, y que la real negativa — r puede considerarse como
una compleja de argumento r . Por consiguiente, las cantidades
reales positivas estarán representadas (n." 415) por

/ , r , r ,r , , r

y las reales negativas por

cuyas notaciones expresan, las (i) módulos llevados sobre la parte


positiva del eje real, después de haber efectuado o, 1^2, , k re-
voluciones.i\ rededor del origen de las imaginarias, y las (2) módu-
los llevados sobre la parte negativa de dicho eje real, después de
haber efectuado 1,3,5 , , aA-j-i semi-revoluciones al rededor
del origen.
460. Si r = I, las notaciones

' o ' l 2 « ' '4ir ' ' ' * ' ' ' '"

f , I , 1 , , I
TBORIAS FUNDAMENTALES 397

expresarán respectivamente unidades reales positivas y negativas,


que sólo difieren entre sí por el número de revoluciones.
La

es la unidad inevülttble, ó que no ha efectuado ninguna revolu -


ción, y la
n

es la unidad negativa, en que se trasforma la inevoluble al efec-


tuar una semirevolución.
461. Las expresiones con argumentos distintos de los argu-
mentos de las ( I ) y (2) son propiamente las nombradas imagina-
rias, siendo estis'puras, cuando su argumento es un número impar
de cuadrantes (n.* 415), y complejas, cuando el argumento no es un
múltiplo del cuadrante.
462. La forma módulo-argumental

<( -|- Tt

denota claramente que se ha pasado de la imaginaria r^ á la


r ^ por una semirevo'ución en el sentido positivo, y la forma

-que se ha pasado de la r á la r por una semirevolución en


el sentido negativo.
463. Es evidente que las operaciones con las imaginarias
puestas bajo la forma módulo-argumental han de efectuarse por
las reglas indicadas en el § 2. Así se tendrá, por ejemplo,
(n." 43<'0

y (n." 437)

A^ : B^^ = (A : B)^_„, .

EjiMPio. Hallar el valor


398 TRATADO DB ANÁLISIS MATEMÁTICO

V^
de la raíz cuadrada de \ — i "
Por ser — ^ = ' 7 1 ("•" 4^o)> resulta (n." 440)

v ' v ' ~ = V •.-=••,.


donde i es el nióJiílo y el argínrento de la imaginaria i
4 7t

Pero (n." 388)

I I
eos = sen —-=z-~^ = — \/ ^
4 4 V 2 2 ^ '

y además (n,"*409, 459)

I alíeos }-V—I s e n — I ;
JL \ 4 4 /
luego

VV^" .^= . (f VT +^v'T. V^)

como hemos hallado en el n." 450.


464. Qaramente se ve que
TEORÍAS FUNDAMENTALES 399

expresa la unidad modular con un argumento igual á — de cir-


o
cunferencia. Y como

1 í

< 4
resulta que

expresan respectivamente la unidad modular con un argu-


mento igml á—,—, ó - ^ de circunferencia, cuyo valores
o o o
fdcil de obtener. Asi, por ejemplo, en

' 5.

se tiene
5n
sen — = — sen 45 ,
4

eos — = — eos 45° ,


4
y por consiguiente (n." 457)

— V ^ ~ ' = ~ <^os 45° — V—' sen 45" ;

de donde, como anteriormente,


400 TRATADO DB ANALIBIB MATEMÁTICO

-Vv^ = - - v ~ - - v ~ • v=^.
V 2 2
465. Con suma facilidad se concibe la manera de pasar de
la forma binomia ó compleja á l a / o r m a módulo-argumen-
tal, y al contrario, de ésta á h forma compleja, con sólo tener
presente lo expuesto en el n.° 408. Asi, si se tiene la forma com-
pleja

(3) --VT4--V^,
2 2

resulta para el módulo (n.° 408)

V(-TVTy+(f) = 1

y para el coseno y seno del argumento (n.° 410)

eos ü) =
I
I
2 i_
sen ü) I 2 )

es decir, que eos w es negativo y sen w es positivo; lo que


prueba (n.°* 346, 349) que el arco w termina en el 2," cuadrante.
Pero (n.» 408)
I

T 1 VT
tg w == ; = ^^^ = ;—;
-LvT VJ 3
2
luego
TBORÍAB FUNDAMENTALES 401
Se tendrá, pues, '<•>;: % • > • %

V3 + - V - I •-•y

•:n ^
para la forma módulo-qrgumerUal de la compleja (3).
Y recíprocamente, al tenerse la forma módulo-argumental

resulta (n.* 408)


a = I eos
6

6 = I sen
6
pero
eos — = — eos 30° =
6 2
511 I
sen - - = sen 30° = —
6 2
luego

qíie es la forma compleja de la imaginaria (4).

CAPÍTULO IX
De»e«mp«sielón de u n a fr»eeióB • I s é b r i c a raeion»!
en fKMcelOBea s l a p l e *

466. Todk función racional de la forma

(O
¿6
402 TRATADO OB AKALISIS UATBUÁTICO

puede reemplazarse por otra función enteta de x, que puede ser


cero^ más la fracción complementaria del cociente, que re-
sulta al dividir Y{x) por f{x). Esta fracción complementaria,
en que el grado de su numerador es inferior al de su denomina-
dor con relación á a, se llama, en especial, fracción racional.
Vamos á hacer ver que toda/racci¿n racional así definida puede
siempre descomponerse en la suma algébrica de fracciones aiás
simples, ó mejor, en fracciones simples. Supondremos, pues, que
la ( I ) sea desde luego {3. fracción racional, que hemos definido,
hecha ya irreducible por la supresión en sus dostérminos de su
máximo común divisor (n.<" 103, 107).
467. Hemos visto (n." 75., 1.°) que toda función algébrica,
racional y entera f{x) de una variable, que se anula por m \'i\o-
les X = a, X = b, X = c, ..... , x = I, es igual al producto de
los m factores binomios x — a, x — b, x — c, ...... x — i, y
que, en su consecuencia, al ser f{x) de la forma ordinaria, como
siempre supondremos en este Capitulo, ha de tenerse
(2) f{x) = {x-a) (x - 6) (x - c) {x-l),
siendo evidente que, si a = b = c = == i, ó si f{x) se
anula por el valor x = a, así como sus cocientes sucesivos hasta •
el (m — I).*»'*"' , ha de verificarse que
(3) /•(«•) = (=^'-«)" .

También hemos visto (n." 427) que, si uno de los factores,


en que se descompone el trinomio de 2.° grado en a^ es de la
forma ^
(x - (« + ? V-'i)) ,
el otro será de !a forma conjugada
(;, _ (a _ i3 yZl)) ,
en cuyo caso el producto de dos íactores {x — a), {x — i>), por
ejemplo, de la (2), toma la forma

(4)(x~(a-f?V^l))(^--(«-?V^l)) = (^-«)* + P'.


TBORIAS FUNDAMÉNTALOS 408

Y puesto que demostraremos en la Teoria general de ecua-


ciones que toda función f{x) de m grado puede descomponerse
en la forma (2) con factores de la forma (3), y que, en general,
para cada valor de

que anule á /(a;), ha de haber necesariamente otro conjugado

X= a - p V ^ ,
que también anule á /(a), anticiparemos aquí desde luego que,
no sólo son posibles las descomposiciones (2) y (3), sino asimis-
mo la siguiente:
(5) /•(x) = ((.T-«)-^^p-0'".
Esto admitido, distinguiremos dos casos en la descomposición
de h fracción racional (i) en fracciones simples: i.' que los
valores de o, i>, c, , /, reales ó imaginarios, de x que anu-
len á f{x) sean todos desiguales entre si, y a . " que no sean todos
desiguales.
468. PRIMER CASO. Efectuada en la (i) la descomposición
F(x)
del denominador f{x) bajo la forma (2), es claro que —j:,—r po-
drá descomponerse de la manera siguiente:

^' fir) j - a ^ x~b ^ x - c ^ ^ x - l

al ser /"(») de la forma ordinaria, puesto que al sumar los términos


del 2.* miembro de la (6), el denominadot de la suma obtenida
será f(x), y el numerador una función de x de menor gi ido que
Y(x), y de coeficientes indeterminados A, B, C, , L, pero
constantes, la cual podrá hacerse igual á F(ac5, buscando valores
convenientes para dichas constantes A, B, C, , L. Deter-
minemos, pues, los numeradores A, B, C, , Lcon las con-
diciones impuestas por la (6).
Multipliquemos, con este objeto, la (6) por /(x), lo que da
404 TRATADO DE ANÁLISIS HATEHATICO

A/(.-) B/(.r) C/(x) L/•(.•)


b(x) -- -
.!• — il
4- X —
-y+ ,
h X - I
+ + X .— í
,
y dividamos a f\x) en el i.®' término del 2." miembro por ÍC — a,
llamando (^{x) el cociente exacto correspondiente (n/ 74). Se
tendrá
(7) ,,., = A,,(.! + liM. + M-í-+ + -í*>-.
X — o X — c X — t

luego, haciendo x = a en la (7), se anulan todos' los numerado-


res de las fracciones del 2." miembro por anularse por hipótesis
f{x), pero no sus denominadores ni ¡\{x)^ y por consecuencia,
Y{(,) = A/;(a);
de donde
F(«)
/•(«) '
ó bien (n." 76)

(8) A- ^^^")

pues, como se demuestra en el Análisis infinitesimal {n." 751,


2.* edic.)
/.(a) = / ' ( « ) •
Lo mismo se obtiene

(^> ^-"m' tW '7(0"'


Puestos en la (6) los valores perfectamente conocidos (8), (9)
se tendrá la descomposición de la (i) en sus fracciones simples
en función de los valores a, b, c, , I que anulan á /"(x).
£1 procedimiento, que acabamos de indicar, es aplicable, no
sólo al ser reales todos los valores a, b, c, , I que anulan á
f{£), sino aún cuando sean imaginarios, con la única diferencia de
que pueden ser, en este último caso, imaginarias las respectivas
fracciones simples.
T E O R Í A S FUNOAMBNTALrcs 105

469, Ya hemos dicho (n° 467J que, cuando son imagina-


rios los valores a, h, c, , I, lo son conjugados dos á dos, y
por consiguiente, se comprende, según lo manifestado en el
n." 467, que las dos fracciones simples imaginarias, que co-
rresponden á dos valores conjugados que anulan á fiJc), pueden
reemplazarse por una sola fracción simple real de la forma
R
(••r • - a)-^ + ¡íi'
representando R una función de i.*"" grado en x, puesto que, si
las constantes A, B, por ejemplo, son numeradores correspodien-
tes á los valores conjugados á -j- ,3 V — i , a — j3 \ — 1 de a y /',
se tendrá •
^ _ i ( a f ^\;£i)

difiriendo los valores de A y B únicamente en el signo de 'p \—i,


y siendo, como sabemos (n." 433), conjugados de las formas

A= P—QV-1
B=P+QV^,
donde P y Q son funciones reales y racionales de a y ^; luego
las fracciones simples correspondientes serán

(oc _ (a -f- ,'3 V ^ l ) ) ^ {^- (« - ^ V ~ J ) ) '


y su suma,
, - . 2pír-a)-|-2Q,i

lo que prueba que la suma de cada dos fracciones de la (6)


4(t« TRATADO DH ANÁLISIS MATBHATICO

A B
X— a X — h

donde los valores de a y de 6, que anulan á f{x), son imaginarias


conjugadas, es una fracción simple real, cuyo numerador
2P(íE — a) 4- 2Q3 es de i.*' grado en x, y el denominador
(x — a)' -|" P' de 2." grado, teniendo dicha fracción (lo) la
forma
Míc + N , lAx-\- X
{•'•' — a)' + ?' ^ ' 4- Pa.- 4- 7
470. SEGUNDO CASO. Si uno de los factores x — a de la
(2) está repetido n veces enf(x), se tendrá claramente
(n) l(.L) = ( x - nj" t\(.r),

eq que /"iCa;), cociente de ^(.r) dividida por {x — a)" , es eviden-


temente una función racional entera de x, que no se anula por el
valor ac = a. Y como x = a tampoco anula á F(a;), puesto que
¥{x) y /"(./;) son primos entre sí, es decir, no pueden tener (n.* 74)
el factor común x — a, podemos hacer

(12) j^~~=.A,

siendo A una constante finita. Se tendrá manifiestamente por


la (12)
¥{a) — A/',(a) = o ;
lo que nos dice que l-(x) — A/,(¿c) se anula por el valor x= a, y
que, por tanro, es divisible (n.* 74) por x — a. Luego, si reprc-
_, . , . F(x) - l^f,{x) , . .
sentamos por r,(a;) el cociente •, se obtendrá
X—a
(13) F(,r)-/i/;(^)=(.,;-a)F,(.a),

en que F,(a:) claramente es una función racional entera de x.


Dividiendo por la (i 1) la ^^13) puesta bajo la forma
THORÍAB FUNDAMENTALES 407

F{x) = A/-,(r) + (x - - a) ¥,{x) ,


resulta

/•(r) (.X- - a)" "^ (x - a ) - ' /•,(,/;) '

471. Demuestra, pues, la (14) que


Toda fracción (i), cuyo denominador í(x) contenga el
factor (x — a)" , puede siempre descomponerse en otras
dos, una que tenga por numerador una constante^ y por
denominador el factor (x — a)" , j)' la otra que tenga 'por
numerador una función entera T¿%), y por denominador
(x — a)"~' jnultiplicado por t,(x) que es el cociente exacto

(x - a)° •
Aplicando este teorema á la última fracción del 2,» miem-
bro de la (14), y lo mismo á las análogas, que vayan resultando
sucesivamente hasta llegar á una última, cuyo denominador no
contenga ya el factor x — a, se tendrá, en definitiva, la descom-
posición

" ({•r) (.r-a)" "*~(.x-o)-->'^ "^ .'•"-a'+'/. (,r)'

en que A, A^, , A„_i son constantes por determinar, que no


son infinitas.
472. Si, además de {x — a)" , existe en el denominador
f{x) el factor {x — b}', se tendrá, en vez de la (i i), la siguiente:

(í 6) /"(.T) «= (ar — a}" (./• - b)r'l\{:r).

en que /"«(x), cociente de dividir á f{x) por (áC — a)" {x — by ,


es una función racional entera de x ligada á la función {¡(x) de la
(15) por la relación evidente

/•.(•O = ( • ' • - / ' ) " A(-r).

Aplicando el teorema anterior (n.» 471) á la fracción


40R TRATADO DB AKALISIS MATEMÁTICU

/n_(f) _ /•n(.T)_

que es el último término del 2." miembro de la (15), se la des-


compondrá en p fracciones simples correspondientes al valor h,
que anula á función f(x), y otra función, que no contenga ya i h,
en la forma siguiente:

^ ' ' - /,(.,•) (.,-/,)/' "^ ( . , - / , y - ' "+" '"^ ,-b "^ /,(r) •

Prosiguiendo sucesivamente de la misma manera, si hubiese


en f(v) más factores de la forma {x — a)" , hasta quitar todos
los factores correspondientes á los valores de x que anulan á/frr),
sienjpre se llegará á una fracción final, cuyo denominador no con-
tenga ningún factor en x, es decir, á una función entera E{x)
de la forma
• E(.r) = (,,•-/r) (.r-/),

la cual podrá descomponerse por la regla del i.*' caso.


Sumando los resultados (15), (17), etc., así obtenidos, y
simplificando, vendrá para la descomposición de la (i)

'^ ^ f(x) (x — a}" ^(jr; - a)"-' ^ " ^x —a


4.—?—j^.-J!^—, 4.1^1,

' X— k ' ' X—I


4 7 3 . Si a, h, c, , / son valores imaginarios que anulen
á f(x\ podrá procederse al existir en f(x) factores de la forma
(x — (a ± pv/—j ) Y á la descomposición de — - en sasfrac-
^ '' l(x)
cienes simples, como si dichos valores fueran reales; porque en la
TBOBÍAS FUNDAMENTALES 409

descomposición anterior nada se ha expuesto que no sea aplicable


al caso aquí indicado; pero, como las constantes A, A, , A,, etc.,
serian, entonces, imaginarias, conviene efectuar la descomposición
pi-opuesta de modo que no dependa sino de factores reales.
Es indudable, cual después aclararemos más en la Teoría ge-
neral de ecuaciones, qae, si /(ac) tiene el factor {x—(a-f-^y--!)/
siendo los valores imaginarios de rr, que anulan á /"(.r), conjuga-
dos dos i das, también /"(.r) tendrá el factor

(•-r-(=c-pv'~))";
luego f{x) será divisible por

( x - f a + 3 V - o ) " (•'•-{y-- P V - " " , ) ) "


= ( ( . ; . _ a - - 3 V ~ (.r-a+,íl\;i:7))",
y por tanto, se tendrá, cualquiera que sea el valor de .r; (n,°
427» 4-*)>
(19) /(.r) = ((.r-a)*+pO"/,(•'•).

en que f,ÍT), cociente de dividir á f(a;) por ((j — a)' -)- .'i')", es
una función real entera de x.
• Haciendo (n.° 469)

(20) 1)*±1>-^^ _ N -h Mú+'fix'-i) '

el 2." miembro de la (20) será una imaginaria de la forma (n."


237. !•')
P + Q V^^,
que no podfá ser infinita, puesto que ,7; » a -f- P V—' "o anula
á f,(x); luego

N - h M (a -}- p V - ' i ) = P + Q V '1


4iü TBATADO DB ANÍLISIB MATKHÁTICO

dará (n.' 424, 8.°) al igualar las partes reales y los coeficientes
deV^
Ma + N = P y Mp = Q,
las cuales siempre determinarán valores reales y ñnitos para
MyN.
Puesta la (20) bajo la forma

l.(a-^pVr7) - (M(a-hpV^) 4- N) /-X'+PV^) •= ° '


se ve evidentemente que el valor Í- = a -)- §^— i anula á ¥{x)
— (Mx -f- N) ft(x); y como esta expresión es de coeficientes
reales, también se anulará por el valor conjugado x=a—py-- i
[Teoria general de emaciones), es decir, que será divisible por

luego se tiene para cualquier valor de x

(21) F(.r) - (M.r + N) íXx) = ({X - a)' + p«)F, {x) ,

siendo F,(.T) una función real y entera de x, puesto que es el


cociente exacto de dividir á F(x) — (Mx -|- N) fi{oc) por
((X-«)* + ?').
Dividiendo por la (19) la (21) puesta bajo la forma

^x) = {Ux -+- N) /•,(./•) + {{x - a)* + p') [••.(«;).


resulu

, , \'{x) Ma--hN - F,(x)


(22) «= r* - — • .

474. Demuestra, pues, la (22) que


Toda fracción racional (i), cuyo denominador f(x) contenga el
factor
TaORtAS FONDAMaNTALBB 4U

(.r-(«-}-pV~í))" (,r-(a-PV'=V))" = ((x-a)'+,3')" ,


puede siempre descomponerse en otras dos^ una que ten?a por numera'
dor una función de i." graio en x, y por denominador el factor
({x—a)'-j-p*y , y otra que tenga por numerador una función ente-
ra ¥,(-¡Í), y por defwminador ((,<• — * / - f - P ' ) " ' multiplicado por
f,(x), que es el cociente exacto

tu-)

Aplicando este teorema á la última fracción del 2.° miembro


de la (22), y lo mismo á las análogas, que vayan resultando su-
cesivamente hasta llegar ,á una última, en cuyo denominador ya
no exista el factor ((í*—a)'+P*), se tendrá," en definitiva, la des-
composición propuesta.
475. Vamos ahora á ver cómo pueden determinarse, en este
2° caso, los valores de A, A, , A , , etc.
Tomemos, con este objeto, la (15), y multipliquémosla por
la ( n ) . Se tendrá

(23) F(.r) = A/-,W + A,(x-<')/•,(«) -h A,(./' - fl)7,(.r) -f .....


+ A„_, {.c - a)"-' /•,(.'/•) + i-r - a)" 9 (f) ,
representando p«r (f(x) la función entera, que se obtiene al multi*
plicar por f,{x) el último término del 2." miembro de la (15).
Verificándose la (23) por cualquier valor de .r, también se
satisfará por el valor x=sa, que no anula el i."" término del
2.* miembro de la (23), pero si d todos los subsiguientes; luego

¥{fí) =, Al\{a);
de donde .

. ~ fM '
en que queda determinado el valor de A.
412 TRATADO DB ANÁLISIS MATBMXTICO

Hallando las derivadas (n." 76) de los dos miembros de la


(23), y haciendo .r = a en la que resulta, todos los términos de
su 2." miembro se anulan, exceptos los dos primeros; luego

(24) i . > ) = A / » + A,/.('i),


en que por ser ya conocido el valor de A, quedará determinado
el de A , .
Hallando las derivadas segundas de los dos miembros de la
(23), y haciendo x = a en la que resulta, se obtendrá análoga-
mente, cómo en la (24), una relación entre A, A , , A , , en que
por conocerse ya los valores de A y A| quedará determinado
el de A , . g>
Prosiguiendo de la misma manera, =^^e comprende fácilmente
que después de n — i derivaciones sucesivas de la (23), siempre
bajo la hipótesis de w = a, quedarán determinados en los resul-
tados sucesivos los valores de A^ , An-i .
Por igual procedimiento aplicado á la (17) del n." 472 se de-
terminarán los valores de B, B, , B, , , Bp_i , y así sucesiva-
mente todos los de los numeradores de la (18).
La misnftj^marcha se seguirá para determinar los numerado-
res del desam)llo de la (22) del n.' 473, que se obtenga por me-
dio de la regla del n.° 474, cuando sean de formas imaginaria;
conjugadas los valores, qué anulan á f{x).
476. Claramente se ve que, combinando los teoremas 47)
y 474 con los procedimientos indicados en los n.°* 468 y 469, siem
F(x)
pre podrá descomponerse la fracción racional irreducible - 7 , ^ e 1
fracciones simples, ya sean los factores de f{x) de la forma 3: — a
((x—«)»+?«) ó de la forma ( r - a ) " , (fj _a)'+p»)" ,
477. La descomposición de toda fracción racional en sus sim
pies es única; porque, si para cada una de las constantes A, A,, A,
etc., no hubiese un solo valor sino varios, el método expuest
deberia darlos todos, y resultaría que cada una de las ecuacionc
de I . " grado en Ji, A,, A^, etc., que sirvan para determinarlo;
tendría varias raíces, lo cual no es posible.
TKOKIAS FUNDAMBNTALBS 413

478. EJEMPLO I. Descomponer la fracción

¡W) •••'' -¥' •^•>- '"• 'í- • - ^


en sus simples.
Se tiene evidentemente
/•(.T) = JC^ -f 2.r- — .<• — 2 = (c + 2) (.r -|- 1) (.c — 1);

luego, haciendo (n." 46S)

^•'^ ' /(x) x'+2.r* - X - 2 ,/-1-2 "^ -' + 1 "^ .f - 1 •

, se tendrá (n.° 468, (8, 9)) y (n."» 73- 76)


l-'(-2) _ 21 _ .

/•'(•y 6 3 \
Sustituyendo en la (25) los valores obtenidos por las {26)
para A, B, C, resulta

^{^ _ 2^*-3-^g+9 _ 23 _ _7 , 1
f{x) ~ a;'4-2<—X—2 "~ 3(,7;-j-2) a + i 30''"-')'

EJEMPLO II. Descomponer la.fracción


y{.r) _ ./•'-f.r'+2

en sus simples.
Se tiene evidentemente
(27) /(>•) = X- — 2.r' + v - - ./• (x — I y- U- -h 1)';
luego, haciendo (n."» 471, 472)
414 TRATADO DB ANALIBIS MATBMÁTIOO

(,8^ P(-^)^ a^^+.r'+2 __ A B B.

se tendrá (n." 475) al multiplicar la (28) por la (27), y simplificar,

(29) j - ' -f ,/'-• -|- 2 = A(x — I /^ (x + 1)^ + Br(x 4 - O*


+ B,.i{x - i){x + iy + Cr{x - 1)^ + C,./(A--if (a + i ) .

El valor ./ = o anula á /(x), según la (27); luego, poniendo


este valor a- = o en la (29), viene

El valor x = i también anula á /(«), según la (27); luego,


poniendo este valor .r = i en la (29), viene

B= I.

Hallando la derivada de la (29), y haciendo después u «= i


en la que resulta, se obtiene
5=88-1-48.;
de doDiie
B. =. - -i- .
4
El valor X == — I anula asimismo á f{x), según la (27);
luego, poniendo este valor a; = — 1 en la (29), viene

Hallando la derivada en la (29), y haciendo después a-=s —1


eo la que resalta, se obtiene

, ^ 8 C —4C, = - — . 8 — 4C, ;
2
TaORfAS FUNDAIiBNTALBa 415

de donde

4 •
Sustituyendo en la (28) los valores obtenidos para A, B ,
13,, C, C,, resulta

F(x)_ .r^+^-'+2^ _ J- . _ J I L___


/•(.i) /•'—2x''+.í' .f " ^ ( . í - I ) * 4(r-i) 2(.T-l-i)»
5

EJEMPLO 111. Descomponer la fracción

F(.7) .'•' — 1
i{x) ,r* - 2..' + 8.'>* — 1 ^.r -h 8
en sus simples.
Se tiene evidentemente

(30) ¡\j) = ,(» — 2.1' - f 8./.- ~ 12r - f 8

^(-f:^)((.-(: +V-0) (.'-(.-V=^)))'


= (u4-2) ( ( , r - l ) ' + l ) * = (:r + 2) (.x- - 2.r + 2)' ,

en que debe suponerse nula la parte entera E(*'); luego, haciendo


("•** 473. 474) •

(3U tf. — . »..» I ü .« . - 1 0 = T"i - +

j^*—aa^-{-2

y multiplicando la (31) por la (30), resulta después de simplificar


(32} x^- i = A ( i * T 2a;-f j)*-f (MJ7-I-N) (a^-f-2)-f(M,a?+N,)
416 TRATADO DE ANÁLISIS MATSMÁTIOO

El valor .t= — 2 anula á /(u-), según la (30); luego, ponien-


do este valor . / = — 2 en la (32), viene

— 9 = 100 A ,
de donde
9
A= —
100

El valor x = i -j-V—i anula á /"(x), según la (30); luegoi


poniendo este valor x = i -J-V— i en la (32), viene

(,+VZ:Ty ^ (M+K-^-MV=T) ( i + V ^ ) ,
y efectuando operaciones é igualando en la que resulta las partes
reales y los coeficientes deV—i , se obtiene (n.* 423, 8.")
— 3 == 2M -|- 3N ,
2 = 4M 4 - "N,;
de donde

I 2 ti —S
* 2 3j —10 10
4 i
2 -3
4 21 ' 16 8

:'l -10
)

Hallando la derivada de la (32), y haciendo después x = i


-|- V—• en la que resulta, recordando que

.--2.+2== ((.C-(I+V=^)) ( x - ( l - V = l ) ) ,

se obtiene al simplificar
TBORÍAS FDNDAHBMTALBS 417

6V-~i =4M+N—8M,—2N,4-(2M+4M,-1-6N,)V^ ;
luego (n." 423, 8.') >,''^^^C^
4M + N — 8M, — 2N, = o , '• "^ ;
2M -f4M, + 6N, = 6 , .. ' ,^^|
9 8 • . • . *«' .,!'/
y sustituyendo los valores y de M y N, se tiene df*- . --*'
10 5
pues de simplificar
4 M.+ N,= I ,
20M, -f 30N, = 21 ;
de donde
I i

9
M.=
4 11 100
20 30 í

4 " I
20 21 I 64 16
N,
4 II 100 25
20 30 I

Poniendo en la (31) los valores obtenidos para A, M, N,


M,, N , , resulta "

F(x) a'— I • 9
j\j:) x'—2a-*+8£r'—i2,T-|-8 100 (3;+2)
I

io(a'*—2x-\-2y 100(3*—23;+2)
que es la descomposición pedida,
418 TRATADO DB ANALIBIS MATBMÁTICO

CAPITULO X
Principio de 91 onr(ne: su aplicación * dos caaos
importantes

479. Tiene importantes aplicaciones en el Análisis materna'


tito el siguiente
PRIKCIPIO DE MOURGUE. Si en las cantidades

(O "o 1 A, , A2 , A, , , An ,

tres términos consecutivos cualesquiera están ligados entre si y con la


constante k por la relación
(2) A„ = /cAn_i — A„_í,
cada término de la {i) se forma de los dos anteriores en función de
los dos primeros AQ, A^ y de la constante k, según la ley (2), siendo
el coeficiente de Ag igual en valor absoluto al de A, ¿n la expresión
del término anterior al que se forma.
Para demostrarlo, supongamos que el principio se realiza en
los términos consecutivos

, , An—1 = Pn—í A l — Pn—S A o ,

"11 = "n—1 A I "ri—2 A o , ,

y pongamos estos valores (3) en la relación

(4) An-i-i =5: kA„ — A„_,


deducida de la hipótesis (2).
Se tendrá ^

(5) A „ x i a = k ( P „ _ i A , — Pn_2 Ao> — ( P n - Í A , — A n _ S A » ) ,

Ó bien

(6) A ^ , = (fcP„_i — P»-.;,) A, — {kPn-, — P«-í) A , ,


TBORÍAS PDNDAMBNTALKB 419

que se satisfará por cualquier valor entero de n; luego, reempla-


zando n por n-j~ i en los dos miembros de la (6), viene
(7) A„+8 = (AP„ —;P,,->) A, — (/.?„-, — P„_8) A„;
lo que demuestra que, si el enunciado se verifica en el término
A„j-i, también se verificará en e^érmino An+2.
Pero al dar á n los valores SKsivos

n - = 2, 3, 4, 5, ,

se deducen de la (2) las siguientes relaciones:

(!') A, = A-A,-A.,,
(2') A3 = A - A , - - A , ,
iV) A,==AA,-A, , .
(4') A, = AA,-A,,
etc.,

y poniendo en la (2') el valor (i') de A,; en la (3') el de A, ha-


llado y el (I') de A,; en la (4) los hallados de A, y A4, y así su-
cesivamente, se obtiene
A, = A'A, Aj,
A , = A-(AA, — A , ) — A , = (A^— i) A, - A A „ ,
A, = A((A-' - O A, - A-A„) ~ (A'A. - A„)
= (A-3_2/,)A,-(/;*- .)A„,
A, = A((A' - 2A)A,)--((A* - I)A„)-((A-* - i)A, ~ AA.)
= (/••' - 3 A* + ') A, - (A-^ - 2A-) A„,
etc.;
luego es indudable que el principio se realiza eti los términos
A„ A3, A^, A„ y que, por tanto, también ha de verificarse en
los términos, A,, A,, etc. hasta el n."*"'
480. Si los coeficientes de A, ó Ao, de los valores (8) de
A,, A3, etc. los colocamos en la disposición siguiente:
420 TBATAOO DE ANÁLISIS UATBMÁTICO

i.° Todos los términos de los 2.** miembros de las (9), al-
ternativamente positivos y negativos, son con relación á k de
grado par ó de grado impar.
2." Los coeficientes en columnas de las potencias de /.-, á
partir defe*=?= i, son en valor numérico las filas del triángulo
de PASCAL, y uno cualquiera es igual en valor numérico al situado
encima, más el inmediato superior á éste colocado á si) izquierda
en la serie de las relaciones (9).
3 .** Cada coeficiente de k es igual asimismo á la suma de los
coeficientes de la columna anterior á la que contiene el coeficiente
considerado, á contar desde i hasta el de la fila en dos lugares
antes de la fila, que corresponde al coeficiente propuesto.
Para demostrar la generalidad de los dos primeros corolarios
del principio de MotWGUE por el método de inducción de BER-
MOULLi, supongamos que, según la ley de formación de los coefi-
cientes P„ Pi, Pj, etc., resulte
P—» = k"-* - a„_8 A-"-* + h„_, k"-* - c,._i k"-^ + ,
^ ' ° ^ P , ^ , = fc»-' — o„_, /.•"-» 4- b„.¡ k"^ - Cn-x A-'-' 4 -
Según las (5), se tiene
(11) P„ = AP,^, — P , _ , ,

y poniendo los'valores (10) de Pn-í y P«-i en el a." miembro de


la (11). se obtiene
TEORÍAS FONDAMBNTALBS 421

(,2) P„ = /."• - (or„_ , + I ) /.-"-^ + {h„_, -f «„_,) A-"-*-


- (c„_, -I- //„_,)/,•"-"-f ;
la cual está conforme con los dos primeros corolarios, y nos dice
que, si estos son ciertos para P„_8 y P„_i, lo serán para P„ ; y
como se ha visto que se verifican hasta Pg y P7, sa verificarán
para P,, y así sucesivamente hasta Pn , cualquiera que sea el nú-
mero entero n.
La generalidad del corolario tercero se demuestra fácilmente,
considerando que, según las (10), se tiene "

(I 3) P„ -= /.•" — a„ /."-^ - f //„ I,"-* — c, /,-'-" -I- ;

luego al identificar las (12) y {13), resulta (n," 67)


a„ = a„_i 4" I; ''n = ''n-i 4- ««-2; c„ = c„_i + /»n_»; etc.;
de donde claramente se sigue que'
«„ = n„_y -{- I ,
a„_, = a„_2 4- 1 ,
(14) ( rtn-2 = i^„~:\ + ' ,

('5) \ I>„-1 = l>„--¿ 4" ''"-• '

''„ — •
'•„- -• + /'„-- i 1

C'„- -1 == <•„- •.. + l>n-- » I


(16) fn í = <•«- -»4-''" i.

etc. ,
y asi sucesivamente, subsistiendo la última de las (14), porque,
según las (9), es a, == o.
Luego, sumando ordenadamente las respectivas igualdades
422 TRATADO DB ANÁUSIS MATBMÍTIGO

(14), las (15), las (16), etc., y simplificando los términos comu-
nes á ios miembros de las que resultan, viene

o „ = I + 1 4- 1 + I + ,•
(17) /',. == «;,-í 4 - f'n—•! + C"-i +

etc.;
las cuales evidencian el corolario tercero.
481. Hallemos, pues, el valor del término generaf An de la
serie (i). Determinemos, para ello, ante todas cosas, los valores
de P„_2 y P„_i.
En las (14) hay clar^^mente n — i igualdades, como lo indi-
can los sub-indices de a en los 1.°' miembros, y por tanto, el
2." miembro de la primera de las (17) es igual á n — i = — — ,
es decir, <jue
, n—I

pero la primera de las (14) da


a„_i = n„ — \ ;
luego
n —2
(18) o„_i = .
I!
Por la segunda de las (17), se tiene

b„-t — <ín-S + rt"-4 - j - Or.-i, + -{- ^1 t


en"cuyo 2.*miembro hay evidentemente n — 4 términos; luego,
poniendo en este 2.* miembro los valores de a„-i, a^-*, OB-S,
, Ot, según las (18). y la ultima de las (14), viene

(,o) /,„_,=(«-4)-t-(n-5)-f(«-6)f +'


2!
TEORÍAS FUNDAMENTALES 423

De la misma manera se obtiene

(20) c„_,=//„_3-j-/A,_,-f/>„_,,-) =
(«—4) (w—5) ( « - 6 )
3!

ro,^ ^ (^_5)(„_6)(n-7)(n-8)
(21) rf„_i = - —
4!
etc.
Llamando N,, Nj, N3, etc. ios valores (18), (19), (20). (21),
etc., y sustituyéndolos en los coeficientes de la segunda de las
(10), resulta

(22) p„_, = A-"-'- N,/,-"-» + I^,/,"-6 —N3/."--'-f . '


Si en las mismas (18), (19), (20), (21), etc. reemplazamos
n — I en vez de n, se tiene

in-3)
a„_a = : <
(n — 4 ) ( n ~ 5)
bn-3 =
2!
(23) („ _ 5) (n _ 6) (.1. - 7)
C„_2 --^ ,
3!
(n _ 6) (n - 7) (n - 8) (/i - 9)
4!
etc.;
• „ . 2M, 3M, 4M,
luego, llamando respectivamente , —-—. —z-—, etc. los
Mi M| M,
n
valores (23), en que M,N= — , y sustituyéndolos en la primera
de las (10), viene

Por consecuencia, reemplazando en la segunda de las (3)


424 TRATADO OB ANÍLIBIB MATEMÁTICO

An = "n -1 A, Fn—j A,
los coeficientes de A, y A, por los valores (22) y (24), resulta,
finalmente,
(25) A„ = (A-"-' — N,A"-» -f tij;"-- - N / " - ' + ) A,

^* M, '' ^ M, ^ M, '^ +^ ^^'^<"

que es el valor del término general An de las cantidades propues-


tas (i) en función de n, A,, A< y de la constante k.
482. Apliquemos la ley de MOURGUE para sacar de ella dos
fórmulas importantes en la Teoría general de ecuaciones.
Consideremos primeramente las dos conocidas relaciones
(n.- 395, 27' y 28')
sen (9 -)- 9) = sen 9 eos <p -|- eos 9 sen y ,
sen (O — <f) = sen 9 eos ? — eos 9 sen 9 ,

y restémoslas. Se tendrá

sen (9 -f- <p) — sen (9 — 9) = 2 eos 9 sen <p ;


de donde
(26) sen (9 -}-?) = 2 eos 8 sen (p + sen (9 — ? ) ,

y haciendo 9 = (n — i) 9 = n6—• 9 en la (26), viene

(27) sen n9 = 2 eos 9 sen (n — i) 9 — sen (n — 2) 9 .

Luego, si relacionamos la (27) con la ley de MOUROUE

(28) An = kAn-1 — A„-t,


y reemplazamos en la (27) sen n9, sen (n — 1) 9, sen (n — 2) 9>
sen 6 y 2 eos 9 respectivamenteen la (28) por A», An-i, A»_j, A„
y la constante k, siendo A, = o, la (25) se trasfórina en la si-
goieote:
TBORIAS FUNDAMBKTALBS 425

sen nG = ((2 eos O)"-» — N,'(2 eos 6)—» + N, [2 eos 6)"- *


— N, (2 eos •))"-'' + ) sen 6,

donde el número de términos de la cantidad del paréntesis en el


2." miembro será limitado al poder llegar á ser o el exponente de
2 eos 6, lo que dará (2 eos 6)" = i, y en euyo caso resulta

sen 7i6
(29) ^ = (2 eos e)"-' — N, (2 eos e)"-* -j- N, (2 eos e)"-^
sen 8
— N, (2 eos •)"-' 4-
la cual es evidente para cualquier valor entero y positivo de n.
También si sumamos las relaciones conocidas (n." 39^, 24',
394. 25')
eos (9 -|- 9) == eos 9 eos 9 — sen 9 sen <p ,
eos (9 — f) = eos 9 eos I? 4- sen 9 sen «f ,
se tiene
eos (9 -|- 9) 4 - eos (9 — T ) = 2 eos 9 eos 9 ;
de donde
(30) eos (9 + T ) = 2 eos 9 eos <p — eos (9 — 9 ) ,
y haciendo 9 = (n — i) 9 = n9 — 9 en la (30), viene

(3 I ) eos ne ==» 2 eos o eos (n — i) e — eos (n — 2) 8,

en la cual reemplazan eos we, eos,(" — O 8, eos (n — 2) 6, eos e y


2 eos e respectivamente en la (28) á A» , A„_i, An-i, Aj y la
constante k, siendo A, = i; luego la (25) se trasformará, al du-
plicar los dos miembros de la que resulta, en la siguiente:

a eos nh — (2 eos 0)" =» — N, (2 eos e)."-' + N, (2 eos ne)- *


M
— N, (2 eos 6)"-« - f — 2 (2 eos«)"-« + 4 Í T (* eos e)"
M,
M
_ 6 ^(2eos())»-« + ,
426 TBATAOO DE ANÁLISIS MATEMATIUO

en que ios coeficientes de las potencias iguales de 2 eos O son del


mismo signo. Se tendrá, pues,

(32) 2 cosne=(2 eos 0)"—M,(2 eos 6 ) " - ' 4 ~ M Í (2 eos 6)"~*— ,


cuyo 2.* miembro termina al ser o el exponente de 2 eos O, cuando
n es par; ó al ser i el exponente de 2 eos O, cuando n es impar.
Si n es impar, podrá dividirse la (32) por 2 eos 9, poniendo el ex-
ponente — í al factor 2 eos O en el último término del cociente
de dividir por 2 eos O el desarrollo (32). Así la (32) podra tomar
la forma

(33) " = (2 eose)"-*—M,(2 eos 6)"-'4-M5(2 eos e)"-*


eos 6
EJEMPLO. Haciendo n = 8, las (29) y (32) dan
*
= 128 eos' o — 192 eos^ o -}- 80 eos' 9 — 24 eos 9 ,
sen 9
eos 80 = 128 eos'o — 256 eos" 9 | - 160 eos* O — 32 eos' 9 -|- i -

483. También h fórmula fundamental de MOURGUE (28)


da inmediatamente

(«) ---ir -(-- - -:,¿,)('^+i)-('^"^'- ;¿)'


Las fórmulas (29) y (32) se emplean en la resolución numé-
rica de las ecuación^ por el método de GRAFFE, y las (34), (33)
para reducir una ecuación reciproca i otra-de grado inferior.

FIN .
TRATADO DE ANÁLISIS MATEMÁTICO

Introducción 3

§ I. Funciones cii general: sus diversas clases


» 2. Representación geométrica de las funciones ly
» 3. Continuidad de las funciones 19
» 4. Concepto de la función determinada en un intecvalo dado. . . 25^

Tcorias fnndamen tales

CAPITULO I

Principios generales sobre la divisibilidad de las funciones


algébricas
§ I. Propiedades importantes de las funciones algébricas y de su divi
sión 29
» 2. Funciones algébricas primas. 44
» }. Divisores de una función: números perfectos y amigables: del
número ?(K). Interpretación de los símbolos Í'(N Ni N j " " "
N » ) y S y (d) . 5t
» 4. Máxiipo común divisor, y mínimo común mú'tiplo de l.is fun-
ciones algébricas í'í

CAPITULO 11

Cantidades comensurables é incomensurables: aproximación de las in-


comensurables. Teorema de Lejeune-Dirichlet -« 80
438 ÍNDICE

CAPITULO III

TeoHa de las fraccioneg continuas

§ I. Nociones preliminares , 91
> 2. Reducidas de las fracciones contiuuab: sus piupieuadcs roas im-
portantes: continuante i(x>
» ). Fracciones intercalares. Inversión de fracciones continuas limi-
tadas: fracciones continuas simétricas. . , . ° 125

CAPÍTULO IV

Teoría* de las factoriales y de las facultades

§ I. >• Factoriales. Máxima potencia de un número príirto p contenida


eo m! Condición de la divisibilidad de mi por a! ^1 y! • • . i )4
» 2. Facultades 170

CAPITULO V

Análisis indetermimado 177

CAPÍTULO VI

Teoría de lat congruencias

§ I. Nociones generales 209


» 2. Restiltados operativos de las congruenciüb '., . 21;
> j . Principios fundamentales de las congruencias. Números incon-
gruentes 222
> 4. Principios de las congruencias en general 3;;
» 5. Congruencias de 1. *' grado con una ó más incógnitas. . . . 348
» 6^ Restos potenciales. Congruencias binomias 267
» 7. Raíces primitivas 284
* 8. Teoría de los índices. Resolución de las cougruenctas f or el Ca-
non Anthmeticus. ^

CAPITOU) Vil

Funciones circulares ó trigonométricas.. . . . . . . . . . . )I4


tNDICB 429

CAPÍTULO VIH

Expregiones imaginarias

§ I. Nociones generales • ?S2


» 2. Resultados operativos de las expresiones imaginarias. . . . . 575
» ;. Interpretación geométrica de los resultados operativos de las ex-
presiones imaginarias 386
» 4. Imaginarias bajo la forma módulo-argumental ^93-

CAPÍTULO IX

»_ Descomposición de una fracción algébrica racional en fracciones sim-


ples 401

CAPITOLO X

Principio de Mourgue: su aplicación i dos casos importantes. . . . 418


Erratas observadas en una lectura rápida
Pág. Un. T>ioe Deba decir

9 ^4 los variables, las variables.


•M '9 r ( a - ) = 24o.r; ./•v(,r) = 24o;
69 13 la (6) las (6)
—6^x^ —28./' — 64x^+48»
—28íc' — 28¿C+2> —28.x;'—28x-|-2I
75 8 + 28íC—21
+28r—21
0
p,
I'5 '21
Q
»34 7 nido en m\ nida en mi ;^
134 í6 y facultades facultades '
nli ' ni— I
'35 '4 n *
n •
142 16 (+fif>•+(??—I ) r ) , .
«42 21 = r » (+a'"''F'-}; =r''(+rt">'f'');
(m-}-2)(m+3) \ (/H-f¿) (m-f 3) \
155 •3 2! / •^ 2! ^V'
171 29 (/•(•ciOn—i)r|±0"' = (/•(.T±(m—OrlqPr)'»^
240 H o:*'-^ — 1 0 (mód. p) a-P-i — 1 ^ 0 (mód. p)
243 21 y 6„ _ p y el . y *» - p el
274 29 determinando A un nu- determinando un núme-
mero entero, ro entero A,
299 2 ^ I (mód. p*; ^ I (mód. p*);
301 1 los era, lo será,
335 23 un suma. una suma.
tg X tg»a;
340 I)
I I
356 '^. yAD, = —& yAD=—ft ,
396 I ?• es el módulo (o y el ar- r es el módulo y to el ar-
• gumento, gumento.
LIBRERÍA DE D. V l C T O R L \ N O S U Á R E Z
PRECIADOS, 48, M A D R I D

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Hlemenliiíi de Matemáticas
lieometriu analítica de dos y tres dimensiones.
Teoría de las delerminanles.
Elementos de las teorías coordinatoria // de Ia^determinantes.
Tralailo de Análisis matemático ¡Algebra superior/.
Miscelánea.—Uu tomü.
Colección de Memorias, discursos // diversas composiciones.—
Dos tomos
La mujer y su educación literaria. ^
Las cuatro edades de la vida (poema).
Influjo del Orador en la moralidad y civilización de los pue-
blos, y cualidades que requiere
Dos juguetes iterarios: La Virijen del bosque y Carlos.
Catalina, Novela cubana ,
Consideraciones subre la educación escolar (folleto).
Discurso inau'/ural leído ea la apertura del curso académico
de iSTi á 73 del ln0tuto de Huesca.

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