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El signo cognitivo ¿Cuál es la lógica y el desarrollo del signo dentro de los modelos de Charles S.

Peirce y Umberto Eco?

Para empezar a hablar del signo tenemos que decir qué es el signo, y una de las mejores
definiciones existentes es la del teórico Charles Sanders Peirce.

A sign or representamen, is something which stands to somebody for something in some


respect or capacity (El signo o representamen, es algo que está para alguien por otra cosa
en cierto sentido o capacidad). (Peirce, Charles S. The Philosophy of Peirce: 99)

Sin embargo, también es importante remitirnos al pensamiento saussuriano, ya que el otro autor
que se abordará en este ensayo lo considera un parteaguas dentro de la semiótica, diciendo que
es quien “ha servido para desarrollar una conciencia semiótica”, este autor no más ni menos, que
Umberto Eco.

Pero, regresando a Saussure, el definía al signo como una entidad u organismo vivo de dos caras,
una conceptual y otra acústica, dependientes una de la otra, desde aquí se puede ver como
influyó en la semiótica cognitiva ya que habla de los referentes mentales que el signo crea en el
individuo/emisor/ interpretante (aunque en este último concepto, el interpretante no es
necesario el o un individuo per sé, esto lo abordaremos más adelante con las concepciones de
Umberto Eco).

Saussure desde un principio concibió al signo cómo un artificio usado para la comunicación
humana, pero veremos que es más que eso, el signo se puede encontrar en todos lados y en todo
lo que nos rodea, siempre y cuando exista una proceso de semiosis, en el cuál tenga una finalidad
interpretante, finalidad de modo relativo, ya que Umberto Eco, explica cómo este fin es relativo
gracias a que se puede interpretar de otro modo creando un infinitum de interpretaciones que
dan lugar a una nueva y así consecutivamente.

El precedente de Saussure en este caso es Charles S. Peirce, quién construyó la teoría biplanar de
un modo más complejo, Peirce acuñó la semiosis; la semiosis nos deja en claro que nada puede
ser signo hasta no ser interpretado y esta tiene tres componentes dependientes uno de otro:
Signo, objeto e interpretante.

Eco, explicando a Peirce, menciona que los componentes de la triada peirciana, “No son
necesariamente sujetos humanos, sino tres entidades semióticas abstractas” (Eco, Umberto.
Tratado de Semiótica General: 33)
El interpretante que no es necesariamente humano, funge como otro signo al darnos lo creado
en la mente de un posible interprete, es importante recalcar la parte de la posibilidad, porque un
signo debido a su mutabilidad tiene posibles y distintas interpretaciones, dando pie al infinitum
mencionado anteriormente.

La importancia del modelo de Peirce, acorde a Umberto Eco no es sólo el desmenuzamiento que
hace al hablar del signo, si no que Peirce comienza a analizar el signo a partir de fenómenos, no
sólo de signos producidos con una intencionalidad humana, aunque el interprete bien sea
humano, sin embargo, por ello no se debe de caer en las inferencias, que bien podría ser una
especia de hermenéutica.

No sólo se trata de la suposición, se trata de las experiencias previas y el conocimiento que se


tiene del signo en cuestión, sin importar que el signo sea natural o artificial; no se puede ver un
huracán y saber qué es un huracán, sin experiencia o conocimientos previos respecto a lo que es
un huracán, aunque este nunca haya sido tangible para nosotros, pero sin aquella experiencia o
conocimiento no podríamos estar certeros de lo que es, aunque bien para cada individuo pueda
significar cosas distintas, miedo, devastación, muerte y ahí inicia de nuevo el ciclo de la semiosis,
pero estos nuevos signos no implican que no haya ya una convención social y conocimiento de lo
que es un huracán, para que sea interpretado de ese modo y no se infiera respecto a él.

Con los distintos conceptos de signos aclarados, ahora, es importante abordar lo que Umberto
Eco dice del signo. Umberto Eco divide en planos en signos cómo los demás teóricos, al igual que
Hjelmslev, se refiere a dos planos, el plano de la expresión y el plano del contenido, los cuales son
dependientes y corresponden a lo visto en modelos semióticos anteriores, Umberto Eco, además
menciona que el signo no es una entidad física, así como que no es fijo, retomando de nuevo a
Hjelmslev y hablando de la función semiótica como producto de una función y sus respectivos
funtivos, que, de nuevo crean a su vez otras funciones, que estarán regladas por el código que las
rija, no es lo mismo negro en una gala Black & White, qué negro en un funeral.

Lo mismo ocurre con Peirce de un modo un tanto distinto, Peirce identifica los signos con base a
distintos lineamentos y momentos, comenzando por la primeridad y su representamen (signo) y
lo divide en subcategorías: cualidades (cualisignos), representaciones de la realidad (sinsigno) y
leyes que surgen de las convenciones sociales (legisigno). El siguiente es la segundidad y la
transformación en objeto, de nuevo, sus subtipos, Icono (semejanza), Índice (hay rastros y/ o
experiencias previas) y Símbolo (una convención). Para finalizar viene la terceridad, que es donde
se encuentran las posibles interpretaciones; este nivel se divide por Rema (posible concepto),
Dicisigno (un hecho) y el Argumento (es una razón) este último se considera la interpretación
“final”, porque de nuevo esto puede generar un nuevo signo.

Dentro de las limitantes que podemos encontrar en el signo, es que, si bien se presta a muchas
interpretaciones, el signo está limitado a su unidad cultural y las convenciones sociales de ese
continuum, de ahí dependen muchas cosas, inclusive los sistemas semánticos que le acuñemos
para su desarrollo.

En conclusión, el signo si bien tratado por distintos teóricos, es una entidad con variantes que son
dependientes del universo que lo rodee y que puede ser tratado a partir de diversas perspectivas.
Esto es lo que lo hace tan rico de analizar, el poder ahondar en sus posibilidades y hasta el poderlo
malear para formar una interpretación pensada previamente con base a un signo artificial, claro
usando los modelos correctos y entendiendo su complejidad por completo.

Ejemplos:

Icono: Índice: Símbolo:


Modelo Eco:

Contexto: Foto tomada por mí en una exposición en Jardín del


Arte Casa Frissac llamada God Save the Kids por Erik Rivera, en
donde aborda el niño interior dentro de los personajes que pinta,
sin embargo, lo hace de un modo satírico.

Signo: La infantidad

Plano del contenido: Hitler representado de niño

Plano de la expresión: Pintura

Marca Sintáctica: La organización de los elementos, partiendo de


que las casas que se encuentran detrás están en llamas, tal como ocurrió durante la Segunda
Guerra Mundial, cuando judíos eran concentrados en casas para ser quemados, exceptuando de
aquellos elegidos para ir al campo de concentración, de igual modo es la devastación de los
pueblos quemados hasta las cenizas por los nazis.

Semema: El nazismo.

Marcas Semánticas

Denotativas: La esvástica nazi, Hitler per sé.

Connotativas: Lo ocurrido en la segunda guerra mundial a los pueblos representado de un modo


infantil, cómo un Halloween infernal.

Código: La segunda guerra mundial, no sólo es ver a Hitler de niño, si no las consecuencias de la
supuesta infantilidad.
Bibliografía

PEIRCE, Charles Sanders. 1940, The Philosophyof Peirce: Selected Writings, California University:
ed. Hartcourt, Brace and Company.

ECO, Umberto. 1976, A Theory of Semiotics, Indiana: ed Indiana University Press. (tr. Esp. Tratado
de Semiótica General, Ciudad de México: ed. DeBolsillo, 2005)

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