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MARCO TEORICO
Las fechas señaladas también marcan la gastronomía, ya que tienen un impacto cultural
e histórico en las sociedades, por lo que también afecta a la forma de cocinar, las recetas y
la forma de interactuar con los alimentos:
Gastronomía de Navidad: durante el periodo Navideño nuestra forma de comer
cambia, adaptándonos a las tradiciones de estos días señalados y creando menús
navideños para la ocasión.
Gastronomía de Semana Santa: lo mismo sucede durante la cuaresma y la
Semana Santa, donde podemos llegar a no comer carne durante determinados días.
Gastronomía medieval: hay una serie de costumbres gastronómicas que se
remontan a la Edad Media y que vuelven a hacer acto de presencia en las
festividades relacionadas con el medievo.
2.1.3 Ejemplos de gastronomía según la religión
Las últimas corrientes culinarias que consiguen hacerse un hueco en los hábitos de la
sociedad también son consideradas como un tipo de gastronomía:
Slow Food: una defensa de los productos orgánicos, las recetas ecológicas y la
cocina local
Ecogastronomía: tiene en cuenta el impacto medioambiental de los alimentos
cocinados
Gastronomía molecular: los cocineros han conseguido aplicar procesos
científicos a la forma de preparar algunos ingredientes y crear nuevos platos.
Fast Food: esta forma de cocinar y comer se basa en la rapidez de preparación y
de consumo en puestos callejeros.
Mood Food: la energía, la vitalidad y la felicidad son el objetivo de esta nueva
forma de preparar los alimentos y comerlos.
Si a todos los tipos de gastronomía anteriores, les sumamos que cada región del mundo
tiene unas costumbres a la hora de comer y cocinar, la ecuación se complica. La historia,
el clima, la disposición de unos alimentos, el cultivo... influyen en la gastronomía. Como
resultado podemos encontrar 3 grandes grupos, de mayor envergadura a menor:
La gastronomía por continente
La gastronomía por país
La gastronomía por localidad.
unidades o elementos.
Antes de proceder a conocer el significado del término almuerzo lo que vamos a hacer es
descubrir cuál es su origen etimológico. En este caso, hay que decir que se trata de una
palabra que deriva del árabe, en concreto de “al-morsus” que puede traducirse como “el
mordisco” (Longo,2002, pág. 87).
Se denomina almuerzo a la comida que se ingiere en la mitad del día. Esta acción se
conoce como almorzar. Por ejemplo: “Todavía falta para el almuerzo, pero ya tengo
hambre”, “En el almuerzo comí una pizza riquísima”, “No te olvides de llevarte la comida
para el almuerzo”.
Algunas horas después del desayuno, que es la primera comida del día, llega el momento
del almuerzo. Lo habitual es que se tome al mediodía o en el comienzo de la tarde. Por
eso es frecuente que el almuerzo se realice en el entorno laboral o en la escuela, ya que
supone una pausa en medio de las obligaciones diarias.
Hay que exponer que dependiendo de los países el almuerzo se realiza a una hora u otra.
Así, mientras que en naciones de Centroeuropa es muy frecuente que el mismo se lleve a
cabo en torno a las 12:30 o 13 horas, en España ese se realiza, por regla general, a partir
de las 14 horas o incluso más tarde.
Las características del almuerzo suelen depender de factores culturales y sociales. Un
jubilado posiblemente tome el almuerzo en su casa, dedicando tiempo a la elaboración de
los platos y al acto de comer en sí mismo. El almuerzo, en este caso, incluso puede estar
formado por una entrada, un plato principal y un postre.
Las claves para poder llevar a cabo un almuerzo saludable son las siguientes:
-Hay que apostar siempre por lo que son productos frescos en lugar de los congelados o
preparados.
-De la misma manera, es fundamental que los productos que se tomen sean de temporada.
-Es recomendable planificar semanalmente el almuerzo para que en el mismo existan no
solo alimentos saludables sino también variados. Es decir, que cobren protagonismo tanto
legumbres como verduras, carne o pescado.
-Hay que ser consciente de que hay que rechazar o reducir al máximo la ingesta de
productos con mucha grasa y con azúcares.
-A la hora de preparar las distintas recetas es recomendable decantarse siempre por
métodos de cocinado más saludables. Así, en lugar de freír los alimentos hay que
decantarse por prepararlos al vapor, a la plancha e incluso al horno.
2.2.1 La Comida
La sociedad hoy en día busca encontrar un alimento balanceado y nutritivo, pero a su vez
se tiene personas que no se dan cuenta de la mala combinación que hacen al consumir
legumbres y cereales; y siguen dañando su salud por buscar alimentos más económicos:
“A la hora de comer tenemos una ensalada y carbohidratos, legumbres y cereales no se
deben mesclar porque son más bien proteínas. Si mesclamos en la misma comida un
cereal con una legumbre aunque el perfil sea perfecto con respecto a los aminoácidos, el
mero hecho de la mescla hará una digestión lenta, causar, fermentación e hinchazón en el
colon” (Powell, 2013 , pag.11).
Diversas patologías se dan en unas horas determinadas del día y existen desajustes que
predisponen a desarrollar enfermedades como la obesidad o la diabetes, entre otras. Para
prevenir, se pueden tomar pequeñas pero correctas decisiones en el día a día, como
escoger los alimentos adecuados o hacer ejercicio físico. No obstante, si esto es
importante, no lo es menos la hora en la que se come y el momento en el que se va al
gimnasio. De todo ello habló esta semana la investigadora y profesora de la Universitat
Rovira i Virgili (URV), Mònica Bulló, en la conferencia La cronodieta: adaptar els àpats
a l’hora del día, última tertulia de esta temporada de Ciencia a La Cantonada.
Mònica Bulló arrancó la charla con los relojes, los que tenemos en nuestro mecanismo y
cómo nos pueden ayudar a tener salud. Una de las claves es nuestra condición de
«lunáticos», como aseguró la investigadora, lo que quiere decir que funcionamos con una
serie de ritmos «y uno de los grandes marcadores del ritmo biológico es la diferencia entre
día y noche». Es lo que se llama ritmo circadiano. Y esto que parece tan obvio, puede
traernos muchos problemas si lo alteramos.
La cronobiología es una ciencia joven aplicada en humanos que estudia una serie de
factores en relación a los relojes internos, que están regulados por el cerebro. No obstante,
«este reloj no está solo ya que básicamente tenemos uno periférico en cada uno de los
órganos», apuntó Bulló. Añadió que «para ir bien, deben ponerse de acuerdo y evitar
enfrentarse».
Algunos estudiosos se han dedicado a investigar este campo y así, se sabe por ejemplo
que hacia las seis o las siete de la mañana se dan con más frecuencia enfermedades de
tipo cardiovascular, algo que está relacionado con el cortisol, una hormona que se segrega
a primera hora y que sirve para activar el corazón y, por ende, para aportarnos la energía
necesaria para afrontar el día.
Se sabe también que la melatonina aparece por la noche para prepararnos para ir a dormir.
Asimismo, en cuanto a las horas del día, el estado de máxima alerta se da un poco antes
de las doce del mediodía. Por contra, a partir de las tres o las cuatro de la tarde es cuando
se tiene el peor tiempo de reacción y a partir de las cinco, el mejor rendimiento
cardiovascular.
¿Pero cómo funciona el sistema circadiano? Bulló explicó que hay variables que ayudan
a sincronizarlo y otras que tienen el efecto contrario. Así, se sincroniza con actividad
física, siguiendo el ritmo natural de día y noche y con la alimentación. La
desincronización se da sobre todo en las personas que trabajan a turnos, cuando se asalta
la nevera de madrugada, con las tabletas y dispositivos con luz artificial y si se trasnocha
habitualmente. Es aquí cuando el cerebro se confunde y ya no sabe en qué momento del
día o de la noche se encuentra.
Respetar las tres grandes comidas diarias es primordial. Entre ellas, el almuerzo,
momento clave del día, en donde una persona puede estar en una situación o ambiente
que le imposibilite ingerir algún alimento. Sin embargo, para los que sí tienen esa chance,
no hay excusas. Existe un horario –según la ciencia– en que se debe llevar a cabo el
almuerzo: a las 15 o preferentemente antes de este horario.
Es muy importante hacer una ingesta de alimentos cada cuatro horas (Shutterstock)
El informe también sostuvo que sería óptimo desayunar a las 11 de la mañana, dejar pasar
4 horas hasta el almuerzo, y cenar a las 19, sin ingerir alimentos hasta las 11 del día
siguiente. La explicación radica en que de esta forma se quema -de noche- la llamada
grasa marrón o parda y se controlan los niveles de glucosa y colesterol.
La Universidad de San Diego también aseguró que "limitar las horas a las que comen a
un período de 12 horas diarias protege sus corazones del envejecimiento, lo que podría
explicar por qué en estudios con humanos se ha detectado que cenar muy tarde aumenta
el riesgo de cardiopatías".
El almuerzo es una comida diaria muy importante y además de gran relevancia cultural,
gracias a ese pequeño descanso podemos comer algo para reponer energías, porque desde
el desayuno no se han ingerido más alimentos y con el paso de las horas el cuerpo necesita
más energía para afrontar de forma satisfactoria las actividades que se vayan a realizar,
en el caso de los niños, les ayudará tanto físicamente como mentalmente durante el
horario escolar.
Incluso, cuando parece que no tienes fuerzas y te puedes sentir sin ganas de hacer algo,
con un pequeño almuerzo esa sensación cambiará y renovará tus fuerzas.
Como en todas las comidas del día es muy importante que los alimentos tengan un
equilibrio entre los diferentes grupos de alimentos, proteínas, verduras, frutas,
carbohidratos y productos lácteos.
Algunos ejemplos son un sándwich de pavo con pan integral, frutas y yogurt
descremado.
El almuerzo es una comida diaria muy importante y además de gran relevancia cultural
en nuestra sociedad. Gracias a ese pequeño descanso, podemos comer algo para reponer
energías. “Desde el desayuno no se han ingerido más alimentos y con el paso de las horas
el cuerpo necesita más energía para afrontar de forma satisfactoria las actividades que se
vayan a realizar, en el caso de los niños, les ayudará tanto físicamente como mentalmente
durante el horario escolar”( Salinas, 2000,pág.65. ).
Almorzar aporta la energía que el cuerpo necesita para no desfallecer y afrontar cualquier
actividad, además ayuda a mantener el metabolismo activo, ya que hacer varias comidas
de tamaño moderado evita los largos periodos de hambre que son negativos para mantener
los niveles adecuados de azúcar en el cuerpo.
En el caso de los niños en edad escolar, el almuerzo cobra gran importancia. Si han
desayunado antes de salir de casa hacia el cole, cuando llegue la hora de la comida, debido
a la gran cantidad de energía que han usado y todo el tempo que ha pasado, el almuerzo
les ayudará a no llegar a la hora de la comida con un hambre excesivo, y va a mantener
su metabolismo activo y los niveles de azúcar correctos.
Según Ballabriga, realizo estudios sobre , el almuerzo puede llegar a constituir un tercio
del aporte nutricional diario para los escolares, de modo, que se convierte en una comida
fundamental que les ayudará en un crecimiento y desarrollo sano y saludable.(2003)
Mantener una alimentación saludable durante la infancia es uno de los factores más
importantes para contribuir a un adecuado crecimiento y desarrollo de los niños. La
adopción de hábitos alimenticios saludables en los niños ayuda a prevenir el sobrepeso y
la obesidad; la desnutrición crónica, el retardo del crecimiento, la anemia, entre otros.
Es en esta etapa de la vida de nuestros hijos cuando aprenderán los hábitos y las
costumbres que predominarán a lo largo de su vida, de ahí la importancia de que
adquieran hábitos de alimentación saludables.
Para Olveira, (2007) Un niño bien alimentado tiene más energía para un mejor desempeño
escolar y en la actividad física. Para facilitar la adopción de buenos hábitos de
alimentación, es importante que consideres como tus responsabilidades:
En este sentido, las responsabilidades de tus hijos consisten solamente en decidir si comen
o no y, la cantidad de alimento que comen.
Estás sentado en clase y el estómago te empieza a hacer ruido. Al final, suena el timbre.
¡Es hora de comer! ¡Bravo! Después de tantas horas de clase, te mereces pasar un rato en
el comedor del colegio, sentarte, relajarte y disfrutar de la compañía de tus amigos durante
el descanso de la hora de comer. Pero espera un minuto —¿qué vas a comer exactamente?
Sin embargo, Soriano, sugiere que a mayor medida que en otras comidas principales, los
niños tienen mucho más control sobre lo que comen a la hora de la comida cuando están
en el colegio. Un niño puede elegir comerse las judías verdes que le ha preparado su
madre o tirarlas a la basura. Un niño también puede elegir entre comerse una manzana o
un helado. (2006)
A la hora de elegir qué comer, es muy importante hacer una elección saludable. He aquí
por qué: comer una variedad de alimentos saludables te aportará la energía que necesitarás
para hacer cosas, te ayudará a crecer como deberías e incluso es posible que impida que
enfermes.
Piensa en la comida que haces en el colegio como en el combustible con el que llenas el
depósito de tu cuerpo. Si eliges un combustible inadecuado, es posible que te quedes sin
energía antes de acabar el día. ¿Y cuál es el combustible adecuado? ¿En qué consiste una
comida saludable? A diferencia de aquella respuesta asesina que te pusieron en el examen
de matemáticas, hay muchas respuestas correctas a estas dos preguntas.
Según la investigación reciente,” la típica comida que se sirve en los colegios sigue
teniendo un contenido en grasas más alto del recomendable. Esto no significa que no
debas comprarte la comida en el colegio, sino que es mejor que analices el contenido del
menú del comedor. Léetelo el día antes. Si sabes con antelación que habrá para comer,
¡podrás decidir si quieres comértelo o no! Llévate a casa una copia del menú o entérate
de cómo encontrarlo en la página de Internet de tu colegio” (Contreras, 2005,Pág. 89.)
Si quieres llevarte la comida de casa, necesitarás que tus padres te echen una mano.
Coméntales qué te gustaría llevarte para comer a fin de que haya provisiones de esos
alimentos en casa. Es posible que tu padre o tu madre se ofrezcan a prepararte la comida.
Es un detalle de su parte, pero tal vez quieras ver cómo lo hacen y preguntarles si puedes
empezar a preparártela tú. Es una forma de demostrarles que te estás haciendo mayor.
2. Conoce los datos sobre las grasas. Los niños necesitan incluir algo de grasa en sus
dietas para estar sanos —las grasas también ayudan a sentirse saciado— pero no
necesitas comer muchas grasas. La grasa se encuentra en la mantequilla, el aceite, el
queso, los frutos secos y la carne. Entre los alimentos de alto contenido en grasas se
incluyen las patatas fritas, los perritos calientes, los bocadillos de hamburguesa con
queso, los macarrones gratinados con queso y el pollo rebozado. ¡No te preocupes si te
gustan estos alimentos! No hay ningún alimento malo de por sí, pero tal vez quieras
comerlos menos a menudo o en menor cantidad. Los alimentos que tienen menor
contenido en grasas suelen estar hechos al horno o a la plancha. Algunos de los mejores
alimentos bajos en grasas son la fruta, la verdura y la leche desnatada o semidesnatada.
3. Apuesta por los cereales integrales. Los cereales incluyen el pan, los “cornflakes” del
desayuno, el arroz y la pasta. Pero, conforme vamos aprendiendo más cosas sobre la
buena nutrición, tenemos más claro que los cereales integrales son mejores que los
refinados. ¿En qué se diferencian? El arroz integral contiene la cáscara, mientras que el
blanco no. Del mismo modo, el pan integral, a veces llamado negro, se elabora con
harina de trigo u otros cereales con cáscara, mientras que el 100% del pan blanco está
elaborado con harina refinada.
4. Bebe con sentido común. No solo importa lo que comes —¡también es importante lo
que bebes! La leche ha sido la bebida favorita para la hora de la comida durante mucho
tiempo. Si no te gusta la leche, elige el agua. Evita los zumos y los refrescos.
7. En la variedad está el gusto. ¿Comes lo mismo cada día? Si siempre comes un perrito
caliente, es hora de cambiar tu rutina. Evita que tus papilas gustativas se mueran de
aburrimiento y prueba algo distinto. Comer muchos tipos distintos de alimentos aporta
una mayor variedad de nutrientes.
8. Olvídate de la máxima que no hay que dejar nada en el plato. Puesto que la hora de
la comida puede ser un momento de bastante ajetreo, tal vez no te detengas a pensar si
ya estás lleno. Intenta escuchar lo que te dice tu estómago. Si estás lleno, no hace falta
que te lo acabes todo.
9. Come con buenos modales. A veces los comedores de los colegios se parecen a un
parque zoológico. ¡No seas maleducado! Sigue esas reglas simples que siempre te
recuerdan tus padres: mastica con la boca cerrada. No hables mientras comas. Utiliza
bien los cubiertos. Ponte la servilleta en la falda. Sé educado. Y no te burles de lo que
coma otra gente.
10. ¡No bebas leche y te rías al mismo tiempo! Hagas lo que hagas a la hora de la comida,
no les cuentes un chiste a tus amigos cuando estén bebiendo leche. Antes de que te des
cuenta, se empezarán a reír y les saldrá leche por la nariz ¡Qué asco!
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BIBLIOGRAFÍA
Nivel Secundario
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