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Ficha Técnica

Tribunal: Cámara del Trabajo, San Carlos de Bariloche


Juan A. Lagomarsino – Carlos M. Salaberry – Ariel Asuad

Autos: "Bastias, Analia V. c/ Stepa, Silvana y otros s/ Sumario"

Sentencia Nº: 20

Fecha: 13/02/2007

EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE


TRABAJO
DESPIDO INDIRECTO. Deuda salarial. INJURIA. Procedencia de la demanda.
TRANSFERENCIA DEL ESTABLECIMIENTO. Continuador de la explotación
de la empresa. SOLIDARIDAD. Limitación de la responsabilidad a los valores que
surgen de los recibos de sueldos

1– La existencia de deuda salarial y su incumplimiento, previa intimación, constituye


injuria suficiente que impide la prosecución de la relación laboral. Ello autoriza el
autodespido de la actora en los términos del art. 242, LCT, toda vez que el pago de la
remuneración constituye la obligación principal a cargo del empleador en el contrato de
trabajo.

2– En el sub lite, además de la titular de la relación laboral deberá condenarse


solidariamente al codemandado conforme lo previsto en el art. 225, LCT. El
codemandado continuó con la explotación del establecimiento aunque con distinto
nombre y, consecuentemente, la solidaridad ha de alcanzarlo, pero con el límite de los
montos que surjan de los valores registrados en los recibos de sueldo.

3– Si la relación laboral terminó antes de que adquiriera el establecimiento su nuevo


titular, las consecuencias del contrato de trabajo que no surjan de sus libros y
documentación no pueden alcanzar al adquirente sin afectar la seguridad jurídica que
debe proteger las transacciones comerciales. Tampoco corresponde aplicarle las
sanciones previstas en los arts. 1 y 2, ley 25323, y art. 80, LCT, desde que no habiendo
sido empleador de la actora mal pudo constarle que la relación estuviese mal registrada,
ningún control pudo ejercitar al respecto ni tampoco extender la certificación de
servicios.

CTrab. San Carlos de Bariloche. 13/2/07. Sentencia DF Nº 20. "Bastias, Analia V. c/


Stepa, Silvana y otros s/ Sumario”

San Carlos de Bariloche, 13 de febrero de 2007

¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?

El doctor Juan A. Lagomarsino dijo:

I. Antecedentes: Se inician las presentes actuaciones con la demanda interpuesta por


Analía Valeria Bastias, contra Silvana Stepa, a fin de que se la condene al pago de la
suma de $ 46.713,45, con más el accesorio de los intereses y las costas del juicio, en
razón de los hechos y el derecho que invoca y a cuya lectura me remito por razones de
brevedad. Después de realizada la medida cautelar amplía la demanda contra Carlos
Raúl Flores. Practica liquidación y ofrece prueba. Corrido el traslado de ley, Silvana
Stepa no comparece a contestar demanda y Carlos Raúl Flores contesta negando los
extremos de hecho en los que se basa la pretensión. Ofrece prueba y pide el rechazo de
la acción, con costas. Abierta la causa a prueba se produjo la agregada al expediente, se
celebró la audiencia de vista de causa, alegó la parte actora y quedaron los autos en
condiciones de recibir sentencia. II. Los hechos: Conforme lo dispuesto por el inc. 1 art.
49, ley 1504, habré de referirme en primer término a las cuestiones de hecho que –
relevantes para la resolución de la litis– considero probadas y las que no lo están. Así,
con los elementos constitutivos del proceso, demanda, contestación, documentación con
ellos adjunto –en tanto no fueran objeto de expreso desconocimiento– tengo por
probado: Que Analía Bastías trabajó en el establecimiento denominado Sizó Gerard,
ubicado en la calle Mitre 764, desde el 31/1/04, primero en la categoría de asistente,
para hacerlo posteriormente como peinadora. Así surge de los recibos de sueldo
acompañados la categoría, y de los testimonios de Fana y Palacios, la antigüedad.
Cumplía horario de 8 a 16, de lunes a viernes, y los sábados de 8 a 21. En efecto, el
horario de trabajo es el único de los hechos que no negó la empleadora al contestar la
intimación del 6/1/05, y fue confirmado por los testimonios de Fana y Palacios. Durante
la vigencia de la relación laboral su empleadora era Silvana Stepa como representante
de la firma Sizó Gerard. El 10/2/05 se consideró despedida por falta de pago de salarios
adeudados. Carlos Raúl Flores continuó con la explotación del establecimiento con
posterioridad a que lo abandonara Silvana Stepa y Sizó Gerard dispusiera que se retirara
el cartel con su nombre. Así surge también de los testimonios brindados. III. La
decisión: La documentación acompañada, el intercambio telegráfico, el acta celebrada
ante la Delegación Zonal de Trabajo y los testimonios brindados por Fana y Palacios
han permitido establecer la veracidad de los hechos invocados por la actora en cuanto a
la existencia de la relación laboral, la fecha de ingreso, el horario realizado y las causas
del distracto. De ello se sigue que la actora trabajaba jornada completa y no media
jornada como surge del recibo de haberes, y cinco horas extras, en más de las 48 horas
semanales. La existencia de deuda salarial y su incumplimiento, previa intimación,
constituye injuria suficiente que impide la prosecución de la relación laboral,
autorizando el autodespido de la actora en los términos del art. 242, LCT, toda vez que
el pago de la remuneración constituye la obligación principal a cargo del empleador en
el contrato de trabajo. Ahora bien, no surge de autos un salario promedio de $ 2.431,
como el que reclama la actora al tiempo de practicar la liquidación. En efecto, en el acta
celebrada ante la Delegación Zonal de Trabajo la actora reclamó por el mes de
diciembre un sueldo de $ 1.927, y se trata probablemente del período de más intenso
trabajo para una peluquería. De modo que, ante la inexistencia de cualquier otra prueba,
fijo prudencialmente la mejor remuneración en la suma de $ 1.927. Las diferencias
salariales reclamadas deberán ajustarse al sueldo consignado en el párrafo precedente,
del mismo modo que los rubros que conforman la liquidación final, la integración del
mes de despido, la indemnización sustitutiva del preaviso, la indemnización por
antigüedad, la prevista en el art. 80, LCT, y lo dispuesto en los arts. 1 y 2, ley 25323.
Ahora bien, además de la titular de la relación laboral, deberá condenarse
solidariamente a Flores conforme lo previsto en el art. 225, LCT. En efecto, no cabe
duda de que Flores continuó con la explotación del establecimiento, aunque con distinto
nombre y, consecuentemente, la solidaridad ha de alcanzarlo conforme lo previsto en el
art. 225, LCT, pero con el límite de los montos que surjan de los valores registrados en
los recibos de sueldo, conforme jurisprudencia de este Tribunal y doctrina del STJ, al
respecto. En este sentido, si la relación laboral terminó antes de que adquiriera el
establecimiento su nuevo titular, ha entendido esta Cámara que las consecuencias del
contrato de trabajo que no surjan de sus libros y documentación no pueden alcanzar al
adquirente sin afectar la seguridad jurídica que debe proteger las transacciones
comerciales. Por el mismo motivo tampoco corresponde aplicarle las sanciones
previstas en los arts. 1 y 2, ley 25323, ni la prevista en el art. 80, LCT, desde el
momento que no habiendo sido empleador de la actora mal pudo constarle que la
relación estuviese mal registrada, ningún control pudo ejercitar al respecto, ni tampoco
extender la certificación de servicios. Mi voto.

Los doctores Carlos M. Salaberry y Ariel Asuad adhieren al voto emitido por el Sr.
Vocal preopinante.
Por todo lo expuesto, la Cámara del Trabajo de la III Circunscripción Judicial,

RESUELVE: I) Hacer lugar parcialmente a la demanda, y consecuentemente condenar


Silvana Stepa a pagar la suma que surja de la liquidación que deberá practicar la parte
actora en los términos de los considerandos que anteceden y en el plazo de diez días,
bajo apercibimiento de hacerlo la parte contraria; y solidariamente a Carlos Raúl Flores,
hasta el límite establecido. II) Costas a la parte accionada vencida.

Juan A. Lagomarsino – Carlos M. Salaberry – Ariel Asuad

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