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Ejemplo 1 de Diseño de Investigación
Ejemplo 1 de Diseño de Investigación
Diseño de la Investigación.
Título: “La fertilidad-infértil: La vivencia del milagro de la vida y la ruptura de pareja
desde el enfoque Gestalt.”
a) Planteamiento del Problema.
Descripción de la situación problemática
La infertilidad hoy en día, es un problema que ha ido incrementando en las parejas
jóvenes que buscan tener hijos.
Se considera un problema de infertilidad, cuando después de 1 año la pareja con
frecuentes relaciones sexuales no logra el embarazo.
Hay muchos factores que afectan la infertilidad, físicos, biológicos, y principalmente
psicológicos, hablando de la parte emocional en las parejas, se ha comprobado que
es uno de los factores más importantes que afectan, tanto a la pareja como al
organismo de la mujer; la mujer, como la naturaleza nos ha enseñado, tiene su
organismo preparado para procrear, para poder embarazarse, cuando no logra
embarazarse, después de un tiempo, siente atacada su femineidad, lo siente como
una culpa y se siente y se hace responsable de que no suceda, comienza a aislarse
de su círculo social y de sus actividades de rutina, para evitar hacer contacto con
su alrededor y comienza aún más un fuerte desgaste emocional, tanto para la mujer
como para su pareja, sintiendo esa impotencia de no poder hacer nada y de no
poder lograr el objetivo deseado.
Se considera más afectada emocionalmente a la mujer, ya que ella es la que lleva
acabo todo el proceso de estar embarazada y no lo logra y lo desea con todas sus
fuerzas, aunque el hombre no lo demuestre tanto, también le afecta profundamente
ese proceso.
Así la infertilidad implica una crisis que genera intenso estrés, tanto individual como
con su pareja, aunque uno se apoye en el otro, ambos viven el mismo problema y
la misma situación de frustración e impotencia.
Aunque compartan sus emociones, varía por la diferencia de sexo, como cada uno
lo enfrenta y lo procesa, se vive bajo un alto grado de ansiedad y dependiendo
también del reloj biológico sobre todo de la mujer, ella se siente aún más presionada
y recorren juntos como pareja un camino con pérdidas dolorosas, muchas veces
afectados por la presión familiar y social, culturalmente hablando, hay países donde
esto llega afectar más en las parejas que en otros.
La creencia generalizada es que las mujeres de los países ricos cada vez tienen
menos hijos y las de los países pobres siguen teniendo numerosísima
descendencia. Sin embargo, los datos se encargan de desmontar este mito y
subrayan que la fertilidad también está descendiendo en países pobres. Esto ha
llevado a los especialistas en demografía a especular sobre la causa de esta caída
que, lógicamente, causa más estragos según donde se produzca.
Según un inorme de fertilidad de la ONU en 2013 que analiza este problema en
mujeres entre 40 y 45 años de diferentes países europeos y sudamericanos, España
es el país de Europa donde mas fertilizaciones invitro se hacen (2016) y es el país
con la tasa mas baja de fertilidad, chile se encontró en la tasa más baja para los
países de America Latina examinados.
Un estudio recién publicado en la revista Proceedings of the National Academy of
Sciences (PNAS), analiza qué factor es el más determinante en la caída de la
fertilidad de Bangladesh, cuyas mujeres han pasado de tener 6,7 hijos de media en
1976 a 2,6 en 2013. Según los autores del trabajo, las razones económicas son las
que más han pesado.
Sin embargo, no quiere decir que la crisis económica o una mayor pobreza
supongan un menor número de niños, como se podría deducir a primera vista. Por
el contrario, es el cambio de modelo económico de tradicional a capitalista el que
influye en que se tengan menos hijos.
"Aunque creemos que, en comparación, los modelos que enfatizan la
economía y las variables de inversión son los mejores predictores de la
fertilidad, nuestros resultados también corroboran investigaciones anteriores
que afirman que se necesitan muchas causas para explicar el rápido y
reciente descenso de la fertilidad tanto en el Bangladesh moderno como en
gran parte de los países en vías de desarrollo" (Nurul Alam, 2013).
Un informe actual basado en el promedio de clínicas especializadas en México para
tratamientos de infertilidad muestra que quienes acuden son parejas de clase media
y alta que gastan desde 1,500 pesos al mes en consultas y medicamentos hasta
$100,000 por un tratamiento de fertilización invitro. En México y Estados Unidos el
problema es cada vez es más común y cada vez hay más clínicas de infertilidad.
Un estudio publicado en 2016 (fórum libertas, diario digital)1 que examina la tasa de
fertilidad de los 33 países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos) ofrece pistas interesantes. Una primera cuestión es que, en
el caso de España, hay una cierta coherencia –negativa- entre el dinero que se
destina a ayudas a la familia y su tasa de fertilidad, en ambos casos ocupando
posiciones preocupantes: puesto 26 en ayudas y el 30 en tasa de fertilidad, con 1,36
hijos por mujer en edad fértil.
1http://www.forumlibertas.com/la-maternidad-en-los-paises-de-la-ocde-espana-
bate-records-de-infertilidad/
El primer puesto lo ocupa Israel, con una tasa de fertilidad de 3 hijos por mujer, la
más alta del grupo, a pesar de que el dinero que destina a ayudas a la familia no
llega al 2,5% del PIB.
También destacan en este sentido México, con una tasa de 2,03 pero que ocupa la
última posición en cuanto a ayudas a la familia, sobrepasando apenas el 1% del
PIB. Y en menor medida Chile, 1,91 de tasa de fertilidad; Estados Unidos, con 1,89
de tasa de fertilidad, ambos cercanos a la tasa de reposición (2,1 hijos por mujer),
pero que ninguno de los dos llega al 1,5% del PIB destinado a ayudar a la familia.
En el otro extremo estaría Hungría, con un gasto en ayudas a la familia del 4% del
PIB pero que ocupa la última posición en cuanto a tasa de fertilidad (1,24), lo que
señala una preocupante anomalía.
También se pueden destacar algunos casos donde las tasas de natalidad son bajas
y que se corresponden también con ayudas escasas, como Canadá, por debajo del
1,5% del PIB y 1,61 de tasa; Suiza (menos del 2% y 1,52); Grecia (menos de 1,5%
y 1,42); Italia (2% y 1,42); o Japón (entre 1,5% y 2% y 1,39 de tasa).
Los datos anteriores nos llevan a identificar que el problema de infertilidad va al alza
en los países del mundo, independientemente de su condición económica, también
la información del estudio anteriormente citado nos permite percatarnos de la falta
de reconocimiento como promedio de los gobiernos de la OCDE en relación a la
gravedad del problema y la ausencia de recursos destinados para solventarlo. Cada
vez, es más caro y más difícil someterse a tratamientos de infertilidad, así como lo
indican las estadísticas a nivel mundial. No cualquier pareja puede pagarlo, los
seguros de gastos médicos no cubren tratamientos de infertilidad, muchas parejas
por cuestiones económicas o de religión no lo pueden hacer, pero existe información
que avala que cada vez más parejas que logran tener un bebe, es por haber
realizado un tratamiento de infertilidad, además de asistir a ayuda psicológica y
emocional.
El tema de la infertilidad en pareja, en relación con la sociedad, no se visualiza como
una enfermedad, sin embargo, la infertilidad es y debe ser considerada una
patología médica. Una patología implica que un órgano no funciona, es decir, que
el órgano no puede cumplir su función; por tanto, no hay dudas que la infertilidad es
una enfermedad. Recientemente, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva
la catalogó como enfermedad (2012).
La mayoría de las personas en esta sociedad creen que saben sobre tener hijos,
pero no todos saben sobre cuando no se puede tener hijos y todo lo que implica el
vivir un proceso de infertilidad tanto para el hombre como para en especial, la mujer,
es fundamental recurrir a personas profesionales que sepan sobre este tema y
puedan ayudar a sobrellevarlo con la información más precisa. Una información que
comprenda también las cuestiones afectivas, las creencias, los mitos y fantasías de
la población en general y de la pareja en particular.
Cuando una pareja se encuentra con problemas para concebir un bebé y aparece
el concepto de infertilidad en sus vidas, pueden sufrir un impacto psicológico que
desencadene profundo malestar mental en ellos y en sus relaciones sociales.
Por eso en muchos casos es importante recibir soporte psicológico para intentar
llevarlo con optimismo, además de confiar en la medicina reproductiva y en los
profesionales de esta área.
En México y en muchos países, el estigma de la infertilidad frecuentemente lleva a
desarmonía marital, divorcio o aislamiento. Se vive un estrés constante para ambos
y, muchas parejas no son capaces de soportarlo. Para una pareja con problemas
de fertilidad, la decisión de decidir hacer un tratamiento más complejo como la
fecundación invitro, implica preparase y estar conscientes del tiempo, dinero y todos
los desgastes económicos, emocionales y físicos que pueden llegar a tener, las
posibles y frecuentes fallas en los tratamientos, hasta lograr o no el embarazo.
Cuando una pareja no logra el embarazo de forma natural, el proceso de desarrollo
de la pareja se detiene consciente o inconscientemente y no continúa sus fases de
desarrollo. La reproducción es algo central en la vida de los hombres y las mujeres.
Tener niños se considera en muchas culturas parte del significado de la vida. Este
deseo culturalmente moldeado parece ser extremadamente fuerte trascendiendo
sexo, raza, religión, etnicidad y clase social.
Por ese motivo, la infertilidad aparece como un problema gigante que genera
emociones intensas, desagradables y la aparición de mecanismos de defensa para
adaptarse a esa nueva situación con la que no se contaba. Algunas parejas quedan
atrapadas en este punto con las consecuentes heridas emocionales que pueden
aparecer, ya que dedicaron tiempo, esfuerzo, dinero, mucho desgaste físico y
emocional y se dan cuenta que después de varios años no logran su objetivo de ser
padres, la herida queda marcada, ya no pueden intentar más, o deciden no intentar
más, por falta de recursos económicos o de ya no tener energías suficientes para
intentarlo, sin embargo, hay muchos casos en parejas que cuando ya se relajan y
dejan de pensar en eso, llega él bebe.
Cuando las parejas buscan ayuda profesional para sobrepasar estos sentimientos,
se lleva de manera más fácil o al menos existe la aceptación y comunicación en la
pareja, eso puede ayudar a reducir el estrés, la angustia y la ansiedad, también
promueve que el amor hacia la pareja y la atracción no se llegue a perder. De esta
manera, se desencadena el retorno de energía, bienestar, perspectivas, optimismo,
esperanza, el sentido del humor y se inician planes futuros. Se da entonces un
nuevo comienzo, donde quizás la pareja encuentra lo que tanto anhela, un hijo.
Así pues, es importante incorporar asesoramiento sexológico y psicológico dentro
del tratamiento de reproducción de las parejas. Y es que el aspecto emocional de la
infertilidad tiene un papel protagónico, no sólo en el resultado de los tratamientos,
sino también en la salud de la pareja que la sufre.
Aunque la infertilidad en la mayor parte de los casos se debe a cuestiones
genéticas, es posible que factores biológicos y algunos elementos sociales y
emocionales intervengan en mayor o menor grado.
Cuando una pareja decide comenzar a buscar un embarazo, su ilusión y su deseo
de concebir un hijo les llena de alegría. Sin embargo, cuando empiezan a pasar los
meses y ese embarazo no llega, la pareja empieza a preocuparse.
Cada vez que la mujer tiene el período, se convierte en una tremenda decepción,
desilusión y muchos sentimientos encontrados de frustración, tristeza y la ansiedad
se incrementa más y eso a su vez genera cortisol y afecta más para poder lograr el
embarazo, emocionalmente hablando.
Es considerado un problema en la mujer y en el hombre debido a todo lo que implica
el desear tener un bebe y que no llegue ya que, sigue existiendo la ilusión, el impacto
emocional es muy fuerte. Culpabilidad, baja autoestima, tristeza, se entremezclan
durante el duelo por la fertilidad perdida, el fuerte deseo de tener un hijo se ve
frustrado.
Hay casos, donde la infertilidad pasa a convertirse también en un problema
socioeconómico, enmarcado en una sociedad de consumo en la que sólo acceden
a determinados bienes quienes pueden permitírselo económicamente.
Desgraciadamente, muchas parejas con problemas de fertilidad ven frustrado su
deseo de ser padres por una cuestión económica.
El tema de la infertilidad, aun en estos días, sigue siendo un asunto difícil de tratar,
tanto para quienes la padecen como para la sociedad en la que viven, quienes
rodean a la pareja como sus familiares, amigos y gente cercana a ellos.
Hoy en día es más común de lo que piensa, cada vez se incrementa más el que las
parejas vivan problemas de infertilidad. Se define como infertilidad la incapacidad
de una pareja para concebir después de 12 meses de mantener relaciones sexuales
de manera frecuente sin utilizar métodos de planificación familiar.
Según datos de la OMS (2013), este problema de salud afecta al 15% de la
población global, es decir, a unas 48.5 millones de parejas, y muchas veces no se
atreven a buscar ayuda. Hay presiones sociales o creencias que evitan que se
busquen maneras de resolverlo.
En México, de acuerdo con datos del INEGI (2016), una de cada 4 parejas presenta
un problema relacionado con la fertilidad, hay aproximadamente 1.5 millones de
parejas que presentan este problema, y menos del 50% de éstas acude a un
especialista para buscar soluciones a este padecimiento.
Antes se consideraba que el factor femenino era el único importante en la
incapacidad de tener hijos. Ahora se sabe que aproximadamente el 40% de las
causas se dan en la mujer, el 40% en los hombres y hay un 20% restante que se
denomina “esterilidad de origen desconocido”. No se conoce la causa y eso genera
más impotencia y frustración en las parejas.
Las creencias que prevalecen en torno al tema de la infertilidad, muchas veces
provocan que las parejas que se encuentran en esta situación se sientan aisladas,
apenadas, o que comiencen a tener problemas entre ellos debido a la frustración
que este padecimiento puede causar. Esto afecta a la pareja y muchas veces hace
más difícil la búsqueda de soluciones.
Las siguientes preguntas son importantes para darnos cuenta de la problemática
que vive la pareja al desear tener un hijo y no lograrlo después de muchos intentos
y años. La psicoterapia gestáltica puede ser de amplia ayuda para las personas que
padecen este problema.
b) Justificación.
En el mundo hay casi 50 millones de parejas infértiles, según indica un informe
reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que muestra que la
infertilidad no ha variado en los últimos veinte años. Teniendo en cuenta los grandes
avances en medicina reproductiva, hay que considerar los factores etiológicos.
La OMS (2014) publico una investigación basada en 277 encuestas realizadas a
parejas de 190 países de todo el mundo. En las parejas analizadas, las mujeres
estaban en edad fértil, tenían entre 20 y 44 años. No se contemplaron parejas que
no querían tener hijos ni aquellas que usaban métodos anticonceptivos, sino
aquellas que llevaban más de un año manteniendo relaciones sexuales sin
protección y no habían logrado el embarazo. Un 2% de las más jóvenes, de 20 a 24
años, no pudo conseguir el primer embarazo de forma natural, lo que se diagnostica
como infertilidad primaria. Un 10% no pudo tener el segundo hijo, lo que se conoce
como infertilidad secundaria. Estas tasas coinciden con los datos actuales y los de
los años noventa. Lo que sí ha aumentado es el número absoluto de personas con
problemas de fertilidad, pero esto es debido al crecimiento demográfico. Así pues,
si en los noventa había 42 millones de parejas infértiles, en 2010 había 48,5
millones.
La Asociación Nacional de Infertilidad de los Estados Unidos (2013) documentó que
alrededor del 11% de las parejas en edad reproductiva tienen dificultad para
concebir. Se considera que el 65% de las personas con problemas de infertilidad
podrían tener un embarazo exitoso luego de un tratamiento de infertilidad.
Las tasas de éxito a continuación son estimados basados en grupos grandes de
pacientes. Cada pareja es única, así que los datos corresponden a una muestra y
no a una predicción de las posibilidades de concebir en cada pareja.
El porcentaje de ciclos que tuvieron como resultado un nacimiento de un bebe o
más utilizando FIV (fertilización invitro) según la Asociación Nacional de Infertilidad
en los Estados Unidos es aproximadamente:
41% para mujeres de 34 años y menores
31% para mujeres de 35 años y 37 años
22% para mujeres entre 38 años y 40 años
12% para mujeres entre 41 años y 42 años
Se cuenta con todos los recursos humanos, materiales y de tiempo necesarios para
llevar a buen término la presente investigación.
El investigador posee disponibilidad de los participantes requeridos para llevar a
cabo la triangulación de los datos. De acuerdo a la Ley General de salud 2018, título
quinto, investigación para la salud, capítulo único, nuestra investigación, al manejar
modalidad historia de vida autobiografía y no utilizar procedimientos que alteren o
dañen la salud psicológica en terceros, cuenta con los criterios éticos indispensables
que avalen su realización.
En el apartado siguiente se hará un estimado tentativo de los tiempos de trabajo
hasta la entrega del manuscrito final de la tesis.
c) Objetivos:
GENERAL:
Analizar desde el enfoque gestáltico la vivencia de una mujer joven con problemas
de fertilidad, quien intentó por más de cuatro años con tratamientos embarazarse y
que tras concebir, pierde a su pareja.
ESPECIFICOS:
Comprender desde el contexto social y personal la vivencia de una mujer con
dificultades para concebir en pareja (infertilidad).
Analizar el impacto de la infertilidad en el desgaste de la relación de pareja y el
desgaste físico, emocional y económico durante el proceso.
d) Delimitación metodológica:
Participantes:
Se va a estudiar a una mujer de 39 años de edad, con 9 años de casada, un bebe
de 2 años de edad, 1.60 m de estatura, pesa 52 Kg, tez blanca, pelo largo, castaño
y lacia. Originaria de México, D.F., vive en la ciudad de San Luis Potosí actualmente.
Tiene una licenciatura en Administración de Empresas Turísticas con especialidad
en gestión hotelera y gastronomía.
Estudió una maestría en psicoterapia Gestalt durante casi 3 años en San Luis
Potosí, con la escuela de Integro de Guadalajara, habla dos idiomas, es la hija
menor en su familia, tiene solo una hermana 4 años mayor, sus dos padres casados
viven juntos, son de religión católica.
Tiempo:
Se revisará la historia de vida de esta mujer y su periodo de vida actual viviendo el
proceso de la separación con su esposo.
Espacio:
La presente investigación se realizará en la ciudad de San Luis Potosí, SLP. Donde
actualmente vive la participante.
Métodos:
El presente estudio se realizará a través del método de historia de vida, la
descripción de historia de vida se realizará con el método fenomenológico y la
interpretación de dicha historia se llevará a cabo a través del método hermenéutico-
dialéctico.
Modalidad:
Autobiografía, historia de vida.
Técnicas e Instrumentos:
Para la descripción de la historia de vida se emplearán documentos personales,
dentro de los que se encuentran informes médicos, resúmenes de libros, reportes
de la maestría de terapia Gestalt, resúmenes del diario personal durante los cuatro
años, a partir del ingreso al tratamiento de fertilidad.
Se realizarán entrevistas a médicos especialistas en tratamientos de fertilidad y a
mujeres que han vivido la misma situación emocional en pareja, así como a
miembros de la familia de la participante como recurso de investigación para la
triangulación de datos.
Procedimiento:
Para la realización de la historia de vida, se escribirá una primera versión de la
autobiografía basándose en el continuo de la memoria de la participante,
incorporación de sus recuerdos a través de diarios de vida.
Durante la segunda parte se realizarán entrevistas a familiares de la participante, a
algunos médicos especialistas en tratamientos de fertilidad y a parejas en
condiciones similares como estrategia de triangulación de datos para la
investigación.
En la parte final se elaborará la interpretación hermenéutica de todos los datos
recabados, para finalmente llevar a cabo el análisis cualitativo.