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Capítulo V

Diseño de la Investigación.
Título: “La fertilidad-infértil: La vivencia del milagro de la vida y la ruptura de pareja
desde el enfoque Gestalt.”
a) Planteamiento del Problema.
Descripción de la situación problemática
La infertilidad hoy en día, es un problema que ha ido incrementando en las parejas
jóvenes que buscan tener hijos.
Se considera un problema de infertilidad, cuando después de 1 año la pareja con
frecuentes relaciones sexuales no logra el embarazo.
Hay muchos factores que afectan la infertilidad, físicos, biológicos, y principalmente
psicológicos, hablando de la parte emocional en las parejas, se ha comprobado que
es uno de los factores más importantes que afectan, tanto a la pareja como al
organismo de la mujer; la mujer, como la naturaleza nos ha enseñado, tiene su
organismo preparado para procrear, para poder embarazarse, cuando no logra
embarazarse, después de un tiempo, siente atacada su femineidad, lo siente como
una culpa y se siente y se hace responsable de que no suceda, comienza a aislarse
de su círculo social y de sus actividades de rutina, para evitar hacer contacto con
su alrededor y comienza aún más un fuerte desgaste emocional, tanto para la mujer
como para su pareja, sintiendo esa impotencia de no poder hacer nada y de no
poder lograr el objetivo deseado.
Se considera más afectada emocionalmente a la mujer, ya que ella es la que lleva
acabo todo el proceso de estar embarazada y no lo logra y lo desea con todas sus
fuerzas, aunque el hombre no lo demuestre tanto, también le afecta profundamente
ese proceso.
Así la infertilidad implica una crisis que genera intenso estrés, tanto individual como
con su pareja, aunque uno se apoye en el otro, ambos viven el mismo problema y
la misma situación de frustración e impotencia.
Aunque compartan sus emociones, varía por la diferencia de sexo, como cada uno
lo enfrenta y lo procesa, se vive bajo un alto grado de ansiedad y dependiendo
también del reloj biológico sobre todo de la mujer, ella se siente aún más presionada
y recorren juntos como pareja un camino con pérdidas dolorosas, muchas veces
afectados por la presión familiar y social, culturalmente hablando, hay países donde
esto llega afectar más en las parejas que en otros.
La creencia generalizada es que las mujeres de los países ricos cada vez tienen
menos hijos y las de los países pobres siguen teniendo numerosísima
descendencia. Sin embargo, los datos se encargan de desmontar este mito y
subrayan que la fertilidad también está descendiendo en países pobres. Esto ha
llevado a los especialistas en demografía a especular sobre la causa de esta caída
que, lógicamente, causa más estragos según donde se produzca.
Según un inorme de fertilidad de la ONU en 2013 que analiza este problema en
mujeres entre 40 y 45 años de diferentes países europeos y sudamericanos, España
es el país de Europa donde mas fertilizaciones invitro se hacen (2016) y es el país
con la tasa mas baja de fertilidad, chile se encontró en la tasa más baja para los
países de America Latina examinados.
Un estudio recién publicado en la revista Proceedings of the National Academy of
Sciences (PNAS), analiza qué factor es el más determinante en la caída de la
fertilidad de Bangladesh, cuyas mujeres han pasado de tener 6,7 hijos de media en
1976 a 2,6 en 2013. Según los autores del trabajo, las razones económicas son las
que más han pesado.
Sin embargo, no quiere decir que la crisis económica o una mayor pobreza
supongan un menor número de niños, como se podría deducir a primera vista. Por
el contrario, es el cambio de modelo económico de tradicional a capitalista el que
influye en que se tengan menos hijos.
"Aunque creemos que, en comparación, los modelos que enfatizan la
economía y las variables de inversión son los mejores predictores de la
fertilidad, nuestros resultados también corroboran investigaciones anteriores
que afirman que se necesitan muchas causas para explicar el rápido y
reciente descenso de la fertilidad tanto en el Bangladesh moderno como en
gran parte de los países en vías de desarrollo" (Nurul Alam, 2013).
Un informe actual basado en el promedio de clínicas especializadas en México para
tratamientos de infertilidad muestra que quienes acuden son parejas de clase media
y alta que gastan desde 1,500 pesos al mes en consultas y medicamentos hasta
$100,000 por un tratamiento de fertilización invitro. En México y Estados Unidos el
problema es cada vez es más común y cada vez hay más clínicas de infertilidad.
Un estudio publicado en 2016 (fórum libertas, diario digital)1 que examina la tasa de
fertilidad de los 33 países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos) ofrece pistas interesantes. Una primera cuestión es que, en
el caso de España, hay una cierta coherencia –negativa- entre el dinero que se
destina a ayudas a la familia y su tasa de fertilidad, en ambos casos ocupando
posiciones preocupantes: puesto 26 en ayudas y el 30 en tasa de fertilidad, con 1,36
hijos por mujer en edad fértil.
1http://www.forumlibertas.com/la-maternidad-en-los-paises-de-la-ocde-espana-

bate-records-de-infertilidad/
El primer puesto lo ocupa Israel, con una tasa de fertilidad de 3 hijos por mujer, la
más alta del grupo, a pesar de que el dinero que destina a ayudas a la familia no
llega al 2,5% del PIB.
También destacan en este sentido México, con una tasa de 2,03 pero que ocupa la
última posición en cuanto a ayudas a la familia, sobrepasando apenas el 1% del
PIB. Y en menor medida Chile, 1,91 de tasa de fertilidad; Estados Unidos, con 1,89
de tasa de fertilidad, ambos cercanos a la tasa de reposición (2,1 hijos por mujer),
pero que ninguno de los dos llega al 1,5% del PIB destinado a ayudar a la familia.
En el otro extremo estaría Hungría, con un gasto en ayudas a la familia del 4% del
PIB pero que ocupa la última posición en cuanto a tasa de fertilidad (1,24), lo que
señala una preocupante anomalía.
También se pueden destacar algunos casos donde las tasas de natalidad son bajas
y que se corresponden también con ayudas escasas, como Canadá, por debajo del
1,5% del PIB y 1,61 de tasa; Suiza (menos del 2% y 1,52); Grecia (menos de 1,5%
y 1,42); Italia (2% y 1,42); o Japón (entre 1,5% y 2% y 1,39 de tasa).
Los datos anteriores nos llevan a identificar que el problema de infertilidad va al alza
en los países del mundo, independientemente de su condición económica, también
la información del estudio anteriormente citado nos permite percatarnos de la falta
de reconocimiento como promedio de los gobiernos de la OCDE en relación a la
gravedad del problema y la ausencia de recursos destinados para solventarlo. Cada
vez, es más caro y más difícil someterse a tratamientos de infertilidad, así como lo
indican las estadísticas a nivel mundial. No cualquier pareja puede pagarlo, los
seguros de gastos médicos no cubren tratamientos de infertilidad, muchas parejas
por cuestiones económicas o de religión no lo pueden hacer, pero existe información
que avala que cada vez más parejas que logran tener un bebe, es por haber
realizado un tratamiento de infertilidad, además de asistir a ayuda psicológica y
emocional.
El tema de la infertilidad en pareja, en relación con la sociedad, no se visualiza como
una enfermedad, sin embargo, la infertilidad es y debe ser considerada una
patología médica. Una patología implica que un órgano no funciona, es decir, que
el órgano no puede cumplir su función; por tanto, no hay dudas que la infertilidad es
una enfermedad. Recientemente, la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva
la catalogó como enfermedad (2012).
La mayoría de las personas en esta sociedad creen que saben sobre tener hijos,
pero no todos saben sobre cuando no se puede tener hijos y todo lo que implica el
vivir un proceso de infertilidad tanto para el hombre como para en especial, la mujer,
es fundamental recurrir a personas profesionales que sepan sobre este tema y
puedan ayudar a sobrellevarlo con la información más precisa. Una información que
comprenda también las cuestiones afectivas, las creencias, los mitos y fantasías de
la población en general y de la pareja en particular.
Cuando una pareja se encuentra con problemas para concebir un bebé y aparece
el concepto de infertilidad en sus vidas, pueden sufrir un impacto psicológico que
desencadene profundo malestar mental en ellos y en sus relaciones sociales.
Por eso en muchos casos es importante recibir soporte psicológico para intentar
llevarlo con optimismo, además de confiar en la medicina reproductiva y en los
profesionales de esta área.
En México y en muchos países, el estigma de la infertilidad frecuentemente lleva a
desarmonía marital, divorcio o aislamiento. Se vive un estrés constante para ambos
y, muchas parejas no son capaces de soportarlo. Para una pareja con problemas
de fertilidad, la decisión de decidir hacer un tratamiento más complejo como la
fecundación invitro, implica preparase y estar conscientes del tiempo, dinero y todos
los desgastes económicos, emocionales y físicos que pueden llegar a tener, las
posibles y frecuentes fallas en los tratamientos, hasta lograr o no el embarazo.
Cuando una pareja no logra el embarazo de forma natural, el proceso de desarrollo
de la pareja se detiene consciente o inconscientemente y no continúa sus fases de
desarrollo. La reproducción es algo central en la vida de los hombres y las mujeres.
Tener niños se considera en muchas culturas parte del significado de la vida. Este
deseo culturalmente moldeado parece ser extremadamente fuerte trascendiendo
sexo, raza, religión, etnicidad y clase social.
Por ese motivo, la infertilidad aparece como un problema gigante que genera
emociones intensas, desagradables y la aparición de mecanismos de defensa para
adaptarse a esa nueva situación con la que no se contaba. Algunas parejas quedan
atrapadas en este punto con las consecuentes heridas emocionales que pueden
aparecer, ya que dedicaron tiempo, esfuerzo, dinero, mucho desgaste físico y
emocional y se dan cuenta que después de varios años no logran su objetivo de ser
padres, la herida queda marcada, ya no pueden intentar más, o deciden no intentar
más, por falta de recursos económicos o de ya no tener energías suficientes para
intentarlo, sin embargo, hay muchos casos en parejas que cuando ya se relajan y
dejan de pensar en eso, llega él bebe.
Cuando las parejas buscan ayuda profesional para sobrepasar estos sentimientos,
se lleva de manera más fácil o al menos existe la aceptación y comunicación en la
pareja, eso puede ayudar a reducir el estrés, la angustia y la ansiedad, también
promueve que el amor hacia la pareja y la atracción no se llegue a perder. De esta
manera, se desencadena el retorno de energía, bienestar, perspectivas, optimismo,
esperanza, el sentido del humor y se inician planes futuros. Se da entonces un
nuevo comienzo, donde quizás la pareja encuentra lo que tanto anhela, un hijo.
Así pues, es importante incorporar asesoramiento sexológico y psicológico dentro
del tratamiento de reproducción de las parejas. Y es que el aspecto emocional de la
infertilidad tiene un papel protagónico, no sólo en el resultado de los tratamientos,
sino también en la salud de la pareja que la sufre.
Aunque la infertilidad en la mayor parte de los casos se debe a cuestiones
genéticas, es posible que factores biológicos y algunos elementos sociales y
emocionales intervengan en mayor o menor grado.
Cuando una pareja decide comenzar a buscar un embarazo, su ilusión y su deseo
de concebir un hijo les llena de alegría. Sin embargo, cuando empiezan a pasar los
meses y ese embarazo no llega, la pareja empieza a preocuparse.
Cada vez que la mujer tiene el período, se convierte en una tremenda decepción,
desilusión y muchos sentimientos encontrados de frustración, tristeza y la ansiedad
se incrementa más y eso a su vez genera cortisol y afecta más para poder lograr el
embarazo, emocionalmente hablando.
Es considerado un problema en la mujer y en el hombre debido a todo lo que implica
el desear tener un bebe y que no llegue ya que, sigue existiendo la ilusión, el impacto
emocional es muy fuerte. Culpabilidad, baja autoestima, tristeza, se entremezclan
durante el duelo por la fertilidad perdida, el fuerte deseo de tener un hijo se ve
frustrado.
Hay casos, donde la infertilidad pasa a convertirse también en un problema
socioeconómico, enmarcado en una sociedad de consumo en la que sólo acceden
a determinados bienes quienes pueden permitírselo económicamente.
Desgraciadamente, muchas parejas con problemas de fertilidad ven frustrado su
deseo de ser padres por una cuestión económica.
El tema de la infertilidad, aun en estos días, sigue siendo un asunto difícil de tratar,
tanto para quienes la padecen como para la sociedad en la que viven, quienes
rodean a la pareja como sus familiares, amigos y gente cercana a ellos.
Hoy en día es más común de lo que piensa, cada vez se incrementa más el que las
parejas vivan problemas de infertilidad. Se define como infertilidad la incapacidad
de una pareja para concebir después de 12 meses de mantener relaciones sexuales
de manera frecuente sin utilizar métodos de planificación familiar.
Según datos de la OMS (2013), este problema de salud afecta al 15% de la
población global, es decir, a unas 48.5 millones de parejas, y muchas veces no se
atreven a buscar ayuda. Hay presiones sociales o creencias que evitan que se
busquen maneras de resolverlo.
En México, de acuerdo con datos del INEGI (2016), una de cada 4 parejas presenta
un problema relacionado con la fertilidad, hay aproximadamente 1.5 millones de
parejas que presentan este problema, y menos del 50% de éstas acude a un
especialista para buscar soluciones a este padecimiento.
Antes se consideraba que el factor femenino era el único importante en la
incapacidad de tener hijos. Ahora se sabe que aproximadamente el 40% de las
causas se dan en la mujer, el 40% en los hombres y hay un 20% restante que se
denomina “esterilidad de origen desconocido”. No se conoce la causa y eso genera
más impotencia y frustración en las parejas.
Las creencias que prevalecen en torno al tema de la infertilidad, muchas veces
provocan que las parejas que se encuentran en esta situación se sientan aisladas,
apenadas, o que comiencen a tener problemas entre ellos debido a la frustración
que este padecimiento puede causar. Esto afecta a la pareja y muchas veces hace
más difícil la búsqueda de soluciones.
Las siguientes preguntas son importantes para darnos cuenta de la problemática
que vive la pareja al desear tener un hijo y no lograrlo después de muchos intentos
y años. La psicoterapia gestáltica puede ser de amplia ayuda para las personas que
padecen este problema.

1) ¿Cuál es la vivencia de una mujer joven con problemas para concebir?

2) ¿Cuál es el impacto de la infertilidad en el desgaste de la relación de


pareja?

3) ¿Cuál es la vivencia de una mujer que luego de la concepción en


tratamiento de fertilidad pierde a su pareja?

4) ¿Qué relación existe entre la calidad de la sexualidad en pareja y el


problema de infertilidad?

b) Justificación.
En el mundo hay casi 50 millones de parejas infértiles, según indica un informe
reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que muestra que la
infertilidad no ha variado en los últimos veinte años. Teniendo en cuenta los grandes
avances en medicina reproductiva, hay que considerar los factores etiológicos.
La OMS (2014) publico una investigación basada en 277 encuestas realizadas a
parejas de 190 países de todo el mundo. En las parejas analizadas, las mujeres
estaban en edad fértil, tenían entre 20 y 44 años. No se contemplaron parejas que
no querían tener hijos ni aquellas que usaban métodos anticonceptivos, sino
aquellas que llevaban más de un año manteniendo relaciones sexuales sin
protección y no habían logrado el embarazo. Un 2% de las más jóvenes, de 20 a 24
años, no pudo conseguir el primer embarazo de forma natural, lo que se diagnostica
como infertilidad primaria. Un 10% no pudo tener el segundo hijo, lo que se conoce
como infertilidad secundaria. Estas tasas coinciden con los datos actuales y los de
los años noventa. Lo que sí ha aumentado es el número absoluto de personas con
problemas de fertilidad, pero esto es debido al crecimiento demográfico. Así pues,
si en los noventa había 42 millones de parejas infértiles, en 2010 había 48,5
millones.
La Asociación Nacional de Infertilidad de los Estados Unidos (2013) documentó que
alrededor del 11% de las parejas en edad reproductiva tienen dificultad para
concebir. Se considera que el 65% de las personas con problemas de infertilidad
podrían tener un embarazo exitoso luego de un tratamiento de infertilidad.
Las tasas de éxito a continuación son estimados basados en grupos grandes de
pacientes. Cada pareja es única, así que los datos corresponden a una muestra y
no a una predicción de las posibilidades de concebir en cada pareja.
El porcentaje de ciclos que tuvieron como resultado un nacimiento de un bebe o
más utilizando FIV (fertilización invitro) según la Asociación Nacional de Infertilidad
en los Estados Unidos es aproximadamente:
41% para mujeres de 34 años y menores
31% para mujeres de 35 años y 37 años
22% para mujeres entre 38 años y 40 años
12% para mujeres entre 41 años y 42 años

Cuando el médico puede diagnosticar un "problema de fertilidad no explicado" es


cuando no haya una explicación clara para la infertilidad, puesto que todos los
resultados de las pruebas son normales. Se llega a creer que el factor emocional y
psicológico juega un papel importante en no lograr concebir.

Durante un tratamiento de fertilidad, muchas parejas tienden a vivir mes a mes


inmersas en ciclos de esperanza y desilusión que giran en torno a las fechas de la
ovulación y la menstruación.
Dado que todo transcurre con base en un estricto calendario de análisis y
tratamientos, algunas personas detienen por completo sus vidas: retrasan
vacaciones, posponen planes de educación y frenan su crecimiento profesional.
Otras parejas encuentran que el dolor, el enojo y la frustración que sienten debido
a problemas de fertilidad prolongados invaden todas las esferas de sus vidas,
afectan su confianza en sí mismos e incluso perjudican sus amistades.
Se debe reconocer en la pareja que tanto él como ella, tendrán altibajos, entre los
que habrá algunos momentos de alegría y, seguramente, una gran cantidad de
momentos de tristeza a medida que vayan enfrentando su problema de fertilidad.
Para algunas mujeres, la maternidad es una parte importante de su imagen de
mujer. Para otras, es su máxima ambición. Incluso aquellas mujeres que no
necesariamente quieren convertirse en mamás son conscientes de las expectativas
sociales en torno a la maternidad, algunas mujeres que no lo pueden lograr pueden
sentir que hay una terrible carencia en sus vidas.
Los hombres no reciben el mismo tipo de presión para convertirse en padres. Y a
muchos hombres se les enseña desde pequeños a reprimir sus sentimientos o al
menos a mantenerlos ocultos.
Es posible que un hombre sienta la misma frustración y decepción que su pareja
cada vez que ambos deban pasar por un nuevo tratamiento y que transcurre otro
mes más sin embarazo. Pero muchos sienten que su rol es mostrarse fuertes para
apoyar a su pareja. O puede ser que estén tan acostumbrados a contener sus
sentimientos que no entiendan lo que sienten o no se den cuenta de que pueden
pedir ayuda.
La Asociación Nacional de Infertilidad de EUA menciona que, como grupo, las
mujeres con problemas de fertilidad están tan ansiosas y deprimidas como lo están
las mujeres con cáncer, con enfermedades cardiacas o con VIH.
Una de las razones puede encontrarse en la exigencia física de los tratamientos de
fertilidad: los análisis de sangre, las píldoras, las inyecciones diarias de hormonas,
las ecografías (ultrasonidos), la extracción de óvulos y la cirugía pueden constituir
fuentes importantes de estrés y trastornos emocionales en las mujeres.
Asimismo, la sociedad no suele reconocer el dolor que causa la infertilidad, motivo
por el cual las personas privadas de la paternidad tienden a ocultar su sufrimiento,
lo cual sólo sirve para aumentar sus sentimientos de vergüenza y aislamiento.
Muchas parejas dicen que, una vez que comienzan a preocuparse por tener un
bebé, el sexo se vuelve más una obligación que algo placentero.
La mayoría de los tratamientos de fertilidad requieren hacer el amor en momentos
muy específicos, lo cual no es ideal para crear el clima de romance propicio o
disfrutar de la espontaneidad sexual. Se va muriendo y perdiendo la chispa en la
pareja. Aun en los mejores momentos, las preocupaciones económicas ejercen una
enorme presión en las relaciones de parejas. El deseo intenso y frustrado de una
pareja de tener un niño, sumado a los altos costos de los tratamientos de fertilidad
y el conflicto en torno al dinero pueden conjugarse hasta alcanzar niveles
intolerables.
La Asociación Nacional de Infertilidad en Estados Unidos (2013), reconoce a catorce
estados (Arkansas, California, Connecticut, Hawaii, Illinois, Maryland,
Massachusetts, Montana, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio, Rhode Island, Texas y
West Virginia) que exigen que las compañías aseguradoras brinden cobertura para
los tratamientos de fertilidad e incluso si tienes una buena cobertura, tus finanzas
probablemente sufran por un tiempo.
En México, tristemente como en la mayoría de los países, no existe ningún seguro
que cubra problemas de infertilidad, esto se vuelve cada vez más difícil para las
parejas que intentan tener un bebe.
Hay parejas y familias que sacrifican incluso su patrimonio con tal de cumplir su
sueño de ser padres, pero las estadísticas muchas veces fallan y no los favorecen,
se ha vuelto cada vez más común las parejas que se someten a tratamientos de
infertilidad, los cuales son muy costosos, arriesgándose a la falta de éxito. Al final
se quedan también sin parte de su patrimonio, por querer lograr un sueño hoy en
día costoso y para la mayoría de los doctores se ha convertido en un gran negocio,
“hacer bebes de probeta”, los bebes tratados bajo estos tratamientos costosos se
llegan a llamar “million dollar babies”, los bebes de millones de dólares.
Tristemente hoy en día muchas personas piensan que el no poder embarazarse y
recibir atención especializada en tratamientos de fertilidad solo es para la clase con
grandes recursos. Si alguien tiene su seguro social no contara con apoyo.
Esto genera un fuerte impacto en la sociedad en la que vivimos, sobre todo en
nuestro país, muy poco humano, se ha hecho y tratado la infertilidad como una
enfermedad costosa, para gente con nivel adquisitivo medio o alto. Es fundamental
instaurar apoyo con los seguros y en el área médica para que estas medicinas no
fueran tan caras, ni los tratamientos, ya que estamos hablando de un bebe, de crear
una vida, donde la medicina no debería ser negocio para ayudar a la mujer o a la
pareja a cumplir un sueño de ser padre o madre.
Las clínicas de fertilidad asistida se han hecho hoy en día como fábricas de crear
bebes, de qué color, de que sexo y cuantos quiere el consumidor, incluso existen
manuales para poder escoger un donador de esperma, en caso de no tener pareja.
Renunciar a un sueño es difícil y la cantidad de tecnologías médicas disponibles
hoy en día hace que muchas parejas sigan intentando mes tras mes, año tras año.
Pero alrededor de un tercio de las parejas tratadas por problemas de fertilidad no
logran que el embarazo llegue a término y por lo general deben aceptar esa realidad
para poder seguir adelante con sus vidas. Muchas siguen juntas y muchas parejas
no.
La psicoterapia Gestalt puede ayudar a estas parejas a afrontar su realidad, primero,
a darse cuenta que están pasando por un proceso difícil, bajo un estrés e impotencia
que no depende de ellos. Recibir asesoría en psicoterapia es reconocer y aceptar
que tienen el problema de no poder concebir a un bebe. Esto les ayudara a
identificar sus diferentes emociones como la tristeza, frustración, soledad, angustia,
ansiedad y a aceptar la realidad por la que están pasando.
Se trata de enfocar el problema y buscar las posibles soluciones con la mejor
actitud, ya que los pensamientos negativos no dejan avanzar cuando se está
pasando por una dificultad. Y entre más se obsesiona la pareja más estrés vive. El
cambiar la actitud a positivo y el enfocarse en las cosas positivas en la vida diaria
dará más fuerza para seguir adelante, enfocarse en lo bueno y eso reducirá la
ansiedad.
El hacer conciencia de lo que se vive, muchas veces son los pensamientos y el
adelantarse a las circunstancias lo que más provoca la ansiedad.
El ser realista ayuda mucho a la pareja y el tener expectativas sobre la situación
real, no auto engañarse, el ser consciente de que probablemente se tarde tiempo
en lograr el embarazo, así no se crean falsas esperanzas y es elemental buscar un
equilibrio; tomar las decisiones importantes en momentos en los que no estén
aflorando emociones intensas, hay que tratar de controlarlas y emplear el tiempo
que sea necesario, sin precipitarse ni angustiarse.
Hay que buscar mucho apoyo en la pareja, aunque cada uno interprete y afronte la
situación a su manera, es fundamental permanecer unidos con amor y mirar hacia
delante juntos. Se debe respetar y validar las emociones del otro sin juzgarlas para
animar la unión de la pareja.
Estudios confirman que las mujeres con altos niveles de ansiedad tienen un
porcentaje más elevado de sufrir abortos espontáneos. Aunque el estrés en
pequeñas dosis es beneficioso, pues nos ayuda a estar alerta y afrontar situaciones
en las que debemos responder rápido, cuando se prolonga en el tiempo en muy
perjudicial, y en este caso puede impedirnos el embarazo.
El compartir las experiencias vividas con otras parejas en la misma situación genera
tranquilidad y mucha esperanza e ilusión a la pareja, ellos pueden entender mejor
que nadie, por lo que la pareja está pasando y viviendo emocionalmente. Además
de buscar apoyo en esas personas desconocidas que viven lo mismo, ayuda abrir
mucho el panorama y la mente tomar en cuenta que se tiene otro tipo de apoyo
como la familia, amigos, terapeutas, sacerdotes en muchos casos, o cualquier
persona donde exista un vínculo de confianza, respeto y amor.
Muchas parejas que no resuelven este problema después de ser tratadas por
médicos y tratamientos y además con la ayuda psicológica y emocional, pues se ha
estudiado que aproximadamente un tercio de las parejas tratadas por problemas de
fertilidad no logran tener un hijo biológico, deben tener en cuenta la posibilidad de
adopción siempre y cuando los dos esté de acuerdo. Pero el saber que existen más
alternativas de ser padres y lograr el objetivo, relaja y ayuda a tener confianza.
Del mismo modo que al principio puede haber ocurrido que uno de los dos estuviera
más ansioso por hacer el tratamiento que el otro, puede también suceder que uno
de los dos esté listo antes que el otro para aceptar una vida sin hijos o recurrir a la
adopción. Estas son decisiones puramente individuales y pueden ocurrir en
diferentes momentos para cada uno, cada individuo vive su diferente proceso.

La realización de investigaciones sobre la infertilidad en pareja desde un enfoque


cualitativo promueve el respeto y la comprensión de la experiencia de los
participantes, también permite identificar los aspectos sociales, culturales, médicos,
familiares, sistemas de creencias y de contexto eje que inciden en el estrés que
estos viven y contribuyen a crear sus emociones dolorosas. A través del
discernimiento progresivo de la estructura del fenómeno del problema mediante
investigaciones análogas se sientan las bases para la conciencia social y la
generación de estrategias de solución desde los niveles en que esto sea posible.

Se cuenta con todos los recursos humanos, materiales y de tiempo necesarios para
llevar a buen término la presente investigación.
El investigador posee disponibilidad de los participantes requeridos para llevar a
cabo la triangulación de los datos. De acuerdo a la Ley General de salud 2018, título
quinto, investigación para la salud, capítulo único, nuestra investigación, al manejar
modalidad historia de vida autobiografía y no utilizar procedimientos que alteren o
dañen la salud psicológica en terceros, cuenta con los criterios éticos indispensables
que avalen su realización.
En el apartado siguiente se hará un estimado tentativo de los tiempos de trabajo
hasta la entrega del manuscrito final de la tesis.

Capítulo a entregar Fecha


Capítulo I. Marco metodológico Diciembre del 2017
Capítulo II. Marco teórico Febrero 2017
Capítulo III. Marco contextual Marzo 2018
Capítulo IV. Marco referencial Mayo 2018
Capítulo V. Diseño de la Julio del 2018
investigación
Capítulo VI. Descripción Agosto 2018
fenomenológica
Capítulo VII. Análisis cualitativo Septiembre 2018
Conclusiones, recomendaciones Octubre 2018
Entrega de manuscrito final Octubre 2018

c) Objetivos:

GENERAL:
Analizar desde el enfoque gestáltico la vivencia de una mujer joven con problemas
de fertilidad, quien intentó por más de cuatro años con tratamientos embarazarse y
que tras concebir, pierde a su pareja.
ESPECIFICOS:
Comprender desde el contexto social y personal la vivencia de una mujer con
dificultades para concebir en pareja (infertilidad).
Analizar el impacto de la infertilidad en el desgaste de la relación de pareja y el
desgaste físico, emocional y económico durante el proceso.

Identificar la relación que existe entre la sexualidad y el problema de infertilidad en


la pareja.

d) Delimitación metodológica:

Participantes:
Se va a estudiar a una mujer de 39 años de edad, con 9 años de casada, un bebe
de 2 años de edad, 1.60 m de estatura, pesa 52 Kg, tez blanca, pelo largo, castaño
y lacia. Originaria de México, D.F., vive en la ciudad de San Luis Potosí actualmente.
Tiene una licenciatura en Administración de Empresas Turísticas con especialidad
en gestión hotelera y gastronomía.
Estudió una maestría en psicoterapia Gestalt durante casi 3 años en San Luis
Potosí, con la escuela de Integro de Guadalajara, habla dos idiomas, es la hija
menor en su familia, tiene solo una hermana 4 años mayor, sus dos padres casados
viven juntos, son de religión católica.
Tiempo:
Se revisará la historia de vida de esta mujer y su periodo de vida actual viviendo el
proceso de la separación con su esposo.
Espacio:
La presente investigación se realizará en la ciudad de San Luis Potosí, SLP. Donde
actualmente vive la participante.
Métodos:
El presente estudio se realizará a través del método de historia de vida, la
descripción de historia de vida se realizará con el método fenomenológico y la
interpretación de dicha historia se llevará a cabo a través del método hermenéutico-
dialéctico.
Modalidad:
Autobiografía, historia de vida.

Técnicas e Instrumentos:
Para la descripción de la historia de vida se emplearán documentos personales,
dentro de los que se encuentran informes médicos, resúmenes de libros, reportes
de la maestría de terapia Gestalt, resúmenes del diario personal durante los cuatro
años, a partir del ingreso al tratamiento de fertilidad.
Se realizarán entrevistas a médicos especialistas en tratamientos de fertilidad y a
mujeres que han vivido la misma situación emocional en pareja, así como a
miembros de la familia de la participante como recurso de investigación para la
triangulación de datos.
Procedimiento:
Para la realización de la historia de vida, se escribirá una primera versión de la
autobiografía basándose en el continuo de la memoria de la participante,
incorporación de sus recuerdos a través de diarios de vida.
Durante la segunda parte se realizarán entrevistas a familiares de la participante, a
algunos médicos especialistas en tratamientos de fertilidad y a parejas en
condiciones similares como estrategia de triangulación de datos para la
investigación.
En la parte final se elaborará la interpretación hermenéutica de todos los datos
recabados, para finalmente llevar a cabo el análisis cualitativo.

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