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Pablo Delconte.
? Había estado en un romance con Cris.
? Hijo de Ana.
? Dueño de ?La Rana?, antigua camioneta de su abuelo.
? Tiene mucha fuerza. Rasgos imperfectos. Tiene un halo de
misterio. Su risa concuerda con su voz seductora.
? Novio de Mariana.
Mónica
? Físicamente: Largo y grueso cabello ondulado y enrulado.
? Ropa: Extraña. Se viste como hippie.
? Tiene olor a sahumerios.
? Varios aritos diminutos le bordean la oreja.
? Le puso el nombre a la quinta: ?Palma Sola? (Ver 1º capítulo.)
? Vivió en España.
? Habla como española.
? Trabaja con barro.
? Personalidad fuerte y misteriosa.
? Tía de Mariana.
? Hermana de Mercedes.
? Hija de Ángela
Ana
? Madre de Pablo.
? Besó a Sergio.
Sergio
? Besó a Ana.
Ismael
? Estaba en algo con Mónica en España.
Mauricio y Mercedes
? Padres de Mariana.
? Mercedes es hermana de Mónica e hija de Ángela.
? Mercedes no puede tener hijos.
? Mauricio anda en silla de ruedas.
? Mauricio trabajaba en la Marina. Militar.
Leotina
? Madre de Ana.
? Sufre mal de Parkinson.
Primer Capítulo:
Fue la mañana en la que Mariana y Mónica llegaron a la quinta.
Dirigiéndose hacia esta, chocaron a Pablo. Él estaba andando en
moto. Su moto se le escapó yél se estrelló contra el tronco de un
árbol. Ahí conoció a Mariana y a Mónica. Mónica le pareció una
hippie, y Mariana le pareció muy linda, salida de una foto
publicitaria. Mónica juntó los plantines que se le habían caído de
la moto a Pablo, y le preguntó si estaba bien. Este le dijo que sí
y ella le ofreció dinero. Ahí, Mariana le dijo en tono despectivo
que la culpa era dePablo y que no había que pagarle nada.
A Pablo le empezó a caer mal Mariana desde ese momento.
Mónica empezó a comparar la quinta ?Palma Sola?, con sus recuerdos
de hacia 20 años. Mariana también compara la casa con sus
recuerdos. El narrador describe la quinta. Mónica le cuenta a
Mariana que la quinta se llama así debido a una palma que la casa
posee. Mónica cuenta que la palma le recordaba a un poema de
Guillén, el cual solía recitarle a la palma. De tanto que lo
recitó, sus padres aceptaron ponerle ese nombre a la casa. Por
primera vez, en esas minis confesiones que Mónica le contó a
Mariana, las dos se sintieron más cercana una con la otra.
Segundo Capítulo:
Mariana leyó una parte de su diario, lo último que escribió, en
Agosto de 1994, contando que extraña a su papá, que le gustaría
que todo sea como antes, que lamenta la muerte de su abuela, que
le gustaría ver a sus amigos, que va a volver con sus papás si la
operación de su padre resulta, pero que mientras tanto se va a
tener que quedar con su tía.
Mariana empezó a recordar el día en que acompañó a su mamá para
buscar a Mónica al aeropuerto. Que sintió desprecio por ella, por
ser tan excéntrica. Toda su ropa era extraña, y tenía olor a
sahumerios. Lo que menos soportaba era que hablara como española.
Mónica se le acerca e interrumpe sus pensamientos. Le ofrece tomar
unos mates y hablar sobre la infancia de la mamá de Mariana.
Mariana la rechazó y dijo que tenía mucho que estudiar.
Pablo y Mariana se solían ver en la parada del colectivo. Mariana
lo ignoraba. Un día ella se encontró con un amigo de Pablo, Nano,
y a este ella le pareció muy hermosa.
Su mamá le escribió una carta, donde le comentó las primeras
novedades de su viaje. Describe el hospital (donde se atiende
Mauricio) como un lugar cómodo, lujoso y le advierte que evite
murmuraciones de la gente y que intente tener una buena
convivencia con su tía.
Tercer Capítulo:
Se hace la presentación de los nuevos amigos y compañeros de
Mariana. Pablo y Nano (mejores amigos) iban a una escuela mixta
con Gastón, Loli y Cris. Mientras que Betiana, Débora y Mariana
iban a una escuela religiosa. Pablo había mantenido un romance con
Cris, pero ya no estaban juntos. Nano se enamora de Mariana. En el
vivero de Ana (madre de Pablo) se presenta un cliente misterioso,
con la intención de comprar 30 espinos de fuego.
Cuarto Capítulo:
Mariana es invitada a salir el domingo al río con sus nuevos
amigos. Se lo cuenta a Mónica y ella le cuenta cosas de su
infancia. Eso las acercaba lentamente.
Mónica se dirige al pueblo a buscar unos papeles y deja a Mariana
sola. Ella aprovecha y aprende a amasar barro. Mientras no se
decide si ir o no el domingo.
Cuando Mónica estaba caminando por las calles, observó a una
persona que fingía mirar el paisaje, cuando en realidad la estaba
espiando.
Quinto Capítulo:
El domingo Mariana estaba lista para ir con sus amigos, aunque
estaba lloviendo.
Ana, la madre de Pablo, se sentía sola porque su hijo no estaba.
Sergio la llamo y la invitó a almorzar.
Debido a la lluvia, no fueron al río. Fueron, en la ?Rana? a un
rancho. La Rana era una camioneta Ford A muy antigua, de Pablo.
Mónica leyó una carta que tenía de Ismael.
Ana le negó un beso a Sergio porque dijo que era mejor mantenerse
como amigos.
Mariana tiró la guitarra de Pablo al río, aunque Pablo lo rescató
después de 10 minutos de nado.
Sexto Capítulo:
Al estar mojada, Mariana tuvo que aceptar que Betiana le preste
ropa seca, ajustada. Y como no tenía dinero, tuvo que volver
con Pablo y Nano. Aceptó la invitación de Nano de ir a buscarla a
su escuela el lunes para ir a tomar algo, y le dio un beso en la
mejilla al bajar, mientras que a Pablo ni lo saludó.
Al llegar a su casa, leyó una nota de Mónica que decía que se
había ido al departamento de la abuela a buscar unos papeles y que
capaz dormiría en la ciudad. Que Mariana podía ir si quería.
Pablo y Nano hablaron sobre Mariana y Pablo se dio cuenta de que
no podía parar de pensar en ella.
Mariana fue hasta el departamento de la abuela y ayudó a Mónica a
buscar los papeles. Revisando, encontró una cadena de plata con
una llavecita minúscula. Sabía que en el fondo del ropero había un
cofre, así que lo abrió. Había cartas, que su abuelo le había
escrito a su abuela. Las leyó junto a Mónica. Encontraron fotos
amarillentas, estampitas de bautizo, mechones de cabello atados
con cintas manchadas de óxido. Leyó una carta en la que la mamá de
ella, Mercedes, le contaba a su abuela, la mamá de Mercedes, que
nunca podría tener hijos porque al operarle, vieron unas
ramificaciones raras y se las sacaron. Así que Mercedes decía que
iba a adoptar. Por lo tanto, Mariana es adoptada. Y Mónica no
sabía nada.
Séptimo Capítulo:
Mariana leyó todas las cartas que había en el sobre y se enteró de
que había tenido una infección cuando era beba, en la oreja
derecha, por eso no tenía lóbulo. También comprobó que Mónica no
sabía nada sobre el engaño. Mariana estaba deprimida por el tema.
Mónica se lo contó a Ana, ya que se estaban haciendo amigas. El
domingo por la mañana vinieron las amigas de Mariana para llevarla
al río con el resto del grupo de amigos, aunque estuvieron media
hora y no lo lograron.
Mónica le recomendó a Mariana leer la carta que su mamá le había
enviado desde Washington. Mariana la ignoró y Mónica se enojó y le
dijo que era una nena de mamá y que se derrumbaba delante de
cualquier problemita. Mariana se enojó, saltó sobre ella y empezó
a pegarle y a insultarle. Mónica esquivó los golpes y trató de
tranquilizarla, acariciándola como a un bebé. Ella se largó a
llorar.
Los chicos se encontraron y hablaron sobre cómo estaba Mariana y
cómo poder ayudarla.
Mariana leyó la carta y la rompió. No le importaban. Le comentó a
Mónica lo que sentía y Mónica le dijo que no le importaban los
lazos de sangre, que lo que sentía por ella era autentico. Las dos
se sintieron muy cercanas.
Octavo Capítulo:
Mónica le enseñó a tejer con crochet a Mariana. Ella tejió un
punto. Luego fueron a caminar y pasaron frente al vivero de Ana.
Mónica habló unos minutos con ella. Mariana se dio cuenta de que
Ana la miraba con insistencia.
Pablo se encontró con Mariana y le preguntó si podían caminar un
rato. Él se mostró preocupado por su repentina ausencia de la
escuela y todo. Además, la invitó al río el domingo. Fueron al
cementerio. Pablo se paró frente a una lápida y Mariana se empezó
a reír del muerto, hasta que Pablo le dijo que era su padre.
Entonces Mariana le contó que ella no sabía quiénes eran sus
papás, que era adoptada.
Ana fue a pedirle a Mónica que hable con Pablo, porque ella no
sabía cómo manejar la situación. Mónica propone invitarlo a unas
clases de cerámica. De paso, Ana comenta que Mariana le resulta
familiar, conocida.
Mariana y Pablo subieron al osario para ver, y en un
momento Pablo sintió la piel de la cintura de Mariana y se
estremeció por la sensación. Fueron descubiertos por un hombre y
se largaron a correr.
Noveno Capítulo:
Pablo descansaba al lado de un Ybirá-Puitá que plantó su padre,
así lo recordaba.
Mónica le recomendó a Mariana abrir las cartas de sus padres, ya
que, aunque no fueran sus padres biológicos, Mariana seguía
sintiendo cosas por ellos.
Mónica estaba manejando y vio a Pablo y a Nano y se ofreció a
llevarlos. Aprovechó para quedar un día con Pablo para la clase de
cerámica.
Al llegar a su casa, a la noche, leyó las cartas de sus papás y se
enteró de las últimas novedades. Se puso a escribir en su diario,
y contó que se sentía sola, que solo le había dicho lo de la
adopción a Pablo y sentía que solo tenía a Mónica.
Décimo Capítulo:
El sábado, Pablo fue a Palma Sola por las clases de cerámica.
Luego, Mariana también se animó, Mónica puso música y Mariana
y Pablo se enfrascaron en su propio mundo, amasando barro, guiados
por las inspiradoras palabras que había dicho Mónica.
Un señor, el de los bigotes recortados y la cabeza rapada, fue a
visitar a Ana y a reclamarle porque Pablo pasaba por el camino de
su casa, aunque sea público. Le recomendó que haga que Pablo se
abstenga, por su bien y el de ella.
Mariana y Pablo se recostaron sobre las baldosas frescas de la
galería y se pusieron a charlar. Pablo le ofreció ayuda para
averiguar sobre su adopción.
Pablo le dio una carta de Sergio a Ana. Era para una cena. Ana
trata de hablar con Pablopero él la evade. Luego, aclara que le
cae mal Sergio, y que no pensaba ir a la cena con él.
FIN