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INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA

(Nieves Soria Dafuncio)


Introducción al territorio de la neurosis

Nos dedicaremos al campo de las neurosis, centrándonos en el trípode freudiano de


inhibición, síntoma y angustia, que es retomado por Lacan desde la perspectiva de los tres
registros.

Articulando a la vez los conceptos de inhibición síntoma y angustia con los registros
imaginario, simbólico y real, especificando tipos de nudos muy distintos en las neurosis.

La clínica de la pregunta

Este primer Lacan va a abordar la estructura, sea neurótica o psicótica, bajo la modalidad
de lo que se plasma a la altura de Seminario III “clínica de la pregunta. El aparato
conceptual que mejor despliega la clínica de la pregunta es el grafo de la subversión del
sujeto en el Seminario V. En este grafo va a dar forma a esa pregunta por el deseo del Otro,
que es la pregunta que anima al sujeto neurótico.
Esta primera versión del grafo está anima por esta pregunta: ¿Qué quieres? Interroga
el deseo del Otro. Este grafo del deseo es el grafo que va a dar cuenta, y que va a intentar
desplegar la estructura de la pregunta por el deseo del Otro que anima al sujeto neurótico.

Diana Ravinovich dividía el grafo por la mitad, situando el lado derecho como el
lado de las preguntas y el izquierda como el de las respuestas.

En la psicosis esa estructura de la pregunta se aborta en el primer nivel, antes que


pueda llegar a ser planteada por el sujeto.

Del lado de la neurosis, la pregunta llega a plantearse pero no a desplegarse, ya que


el sujeto recurre al cortocircuito del fantasma como respuesta en lugar de continuar con el
recorrido que lo llevaría a la confrontación con ese agujero enigmático.

Finalmente, hay un tercer trayecto posible, que es justamente el que habilita la


experiencia analítica, que lleva la pregunta a desplegarse, y a que el sujeto se confronte con
este significante de la falta en el Otro, con la castración, lo que implica un atravesamientos
del plano fantasmático como nivel de respuesta a la pregunta.

En el grafo podemos ubicar en el primer nivel la psicosis, en el segundo nivel la


neurosis y finalmente, en el circuito más amplio, el análisis.

Se trata, de un aparato conceptual que está constituido a partir de la lógica


simbólica, de la lógica del significante, la estructura mínima es la de S1-S2.

El grafo del deseo es interesante para dar cuenta de la estructura de la experiencia


analítica, dar cuenta de la diversidad clínica, es un aparato que nos permite ubicar en sí
mismo estas diferencias de los tipos clínicos dentro de las neurosis. Este grafo es
fundamentalmente simbólico, lógica del significante pura, un intento de dar cuenta de lo
imaginario en el primer nivel y de lo real en el último nivel desde lo simbólico.

El trípode freudiano

El primer Lacan escribe el estadío del espejo, intentado dar cuenta del registro de lo
imaginario en tanto tal. En los últimos seminarios se va a apoyar en Inhibición, Síntoma y
Angustia.

Freud plantea la inhibición como una detención de todo movimiento con la finalidad
de evitar el desarrollo de angustia.

Cuando la angustia funciona como señal de la castración, promueve la formación de


síntoma. En este plano del síntoma, a diferencia de la inhibición, tenemos cierto desarrollo
de angustia, pero que lleva a la formación de síntoma, la cual podría llegar a desterrar
totalmente el desarrollo de angustia.
La angustia como señal de la castración va a ser evitada en la inhibición, se le va a
dar un tratamiento en el síntoma pero hay otra vertiente de la angustia que va a atravesar
todo el texto, no se limita a ser una señal, es la angustia de las neurosis traumáticas.

Cuando la angustia funciona como señal, acomoda al sujeto respecto de la


castración, respecto de la falta y entonces el sujeto o bien se inhibe, o bien hace síntoma o
bien hace un acto en relación al deseo, que es la solución no neurótica a la angustia.

La primera vuelta lacaniana

Lacan distingue tres niveles y en cada uno de ellos va a ubicar estos términos

La inhibición opera en el campo del movimiento, lo que hace es detener un


funcionamiento, el sujeto deja de poder realizar alguna función. Lacan va a distinguir dos
escalones más que son el impedimento y el embarazo. El impedimento es algo que se
detienen pero se juega en el plano del síntoma.

El sujeto que está embarazado, está un poquito angustiado, hay algo con lo que no
sabe muy bien qué hacer, está en una situación embarazosa. Tanto la flecha del dificultad
como del movimiento parten de la inhibición. La emoción va a estar en sintonía con el
síntoma y la turbación. Es un esquema tríadico a diferencia del grafo que es binario.

Del dos al tres

En el seminario 22 RSI, Lacan aborda la estructura como nudo borromeo, tomando


estos tres nombres. Inhibición, Síntoma y Angustia y sus tres nominaciones: Imaginario,
que va a ser la inhibición. Simbólico que va a ser el síntoma y Real la Angustia.

Esta relación borromea entre los registros es siempre fallada y la reparación de esa
falla es la que va a dar cuenta de los distintos tipos clínicos.
Estos tres registros están relacionados con otro por la mediación de un tercero. Ej
Imaginario y Simbólico vía lo Real. Finalmente va a decir que Inhibición, Síntoma y
Angustia son nombres del padre en su vertiente imaginaria, simbólica y real.

La segunda vuelta lacaniana

El lenguaje es simbólico, puede ser una recta infinita, lo que le pone límite es la
nominación imaginaria, el sentido. En la cadena significante el sentido es imaginario, es lo
que detiene el desplazamiento metonímico. Es necesario que en algún momento lo
simbólico pare para constituir la estructura neurótica. Es por eso que para Freud la primera
operación que se realiza en el ser hablante es el narcisismo. El primer anudamiento va a ser
una función imaginaria, la constitución del yo.

La nominación de lo simbólico es la función del significante amo, del S1 que


ordena, que media entre imaginario y real, que le pone un nombre a las cosas. La cosa que
es ala vez una imagen, va a estar mediada por un nombre. Pero hay otra nominación que es
cuando ese agujero, puro sinsentido, S1 que no remite a un S2, remite a sí mismo o en todo
caso remite a un objeto a “yo soy el que soy, esa cosa, eso”. La nominación de lo real queda
ubicada entonces en ese momento angustias en el cual algo surge de la nada.

Lacan ubica a la represión primara como nominación de lo real, por fuera del
sentido. Podría decir que lo real es eso que vuelve siempre al mismo lugar, es lo que uno no
puede cambiar aún cuando uno quiera.

El nudo borromeo de tres no existe, o vienen otro tipo de anudamientos o bien va a


venir un cuarto a anudar a esos tres que están sueltos, a anudarlos borromeamente. Ese
cuarto puede ser imaginario, simbólico o real. Lo que va a dar lugar a los diferentes tipos de
neurosis.

La histeria como estructura borromea anudada simbólicamente, la neurosis obsesiva


como estructura borromea anudada imaginariamente y la fobia como anudada por el
registro de lo real, por la angustia, que no anuda mucho. Ese cuarto nudo puede duplicar
alguno de los tres registros y va dar distintos efectos. No es lo mismo una estructura que
este anudad por lo imaginario, inhibida, que sea el síntoma o sea la angustia.
Del texto al Seminario de la Angustia
Una defensa radical contra la angustia

La inhibición se definirá como una renuncia a una función, ya que a raíz de su


ejercicio se desarrollaría angustia. El yo renuncia a estas funciones, a fin de no verse
precisado a emprender una nueva represión, a fin de evitar un conflicto con el ello.

El yo renuncia a estas funciones para evitar, ya sea un conflicto con el ello, ya sea
posteriormente un conflicto con el superyó. Freud termina por plantear una distinción
fundamentalmente síntoma e inhibición. El síntoma no le sucede al yo, mientras que la
inhibición es un suceso que le sucede al yo y en el yo.

Una respuesta a la señal de angustia

En el síntoma, el yo se revuelve contra un proceso pulsional del Ello, emite una


señal de displacer y el resultado es el síntoma.

Freud propondrá cierta tensión entre el yo y el síntoma. Dirá “El yo está dispuesto a
la paz y querría incorporarse el síntoma” . Esa tensión proviene del síntoma, que a
diferencia de la calma de la inhibición, es como un cuerpo extraño. El síntoma es una
resistencia al yo.

Lacan dirá que el síntoma es una resistencia del deseo. El deseo se resiste a la
captación que propone el yo, es una pequeña revolución del sujeto neurótico.

Cuando la angustia no es señal de la castración

Freud propondrá que el punto de arranque de las tres neurosis (histeria, fobia,
neurosis obsesiva) es la destrucción por completo del complejo de Edipo, ubicando el
motor de la renuncia del yo en la angustia de castración. La función de la castración
consiste justamente en limitar el goce, pero hay cierta versión de la angustia en la que esa
defensa se quiebra, de modo que hay una invasión de goce en el cuerpo.

Los distintos nudos en las neurosis: Perdida de amor en la histeria. Amenaza de


castración en la fobia y angustia frente al superyó en la neurosis obsesiva.

Freud hace una distinción entre la angustia realista cuando se vive una situación de
peligro exterior y la angustia neurótica donde el peligro es una pulsión, un peligro interior.
El le da el mismo valor de real a este peligro interior que a cualquier peligro exterior.
Entonces ubica al goce pulsional como lo que hace real a la angustia.

El dolor es la genuina reacción frente a la pérdida de objeto, mientras que la


angustia lo es frente al peligro de la pérdida de objeto mientras que la angustia lo es frente
al peligro de la pérdida de objeto.
De la inhibición a la angustia

En este esquema parten de la inhibición distintas declinaciones en dos ejes: el eje de


la dificultad y el eje del movimiento. La inhibición se trata de la detención del movimiento,
en el eje horizontal nos encontramos con la dificultad. Efectivamente la inhibición es la
mejor manera de no tener problemas. Cero movimiento, cero dificultad.

En el impedimento el sujeto no está exactamente inhibido, ya que hay cierta


confrontación con la dificultad. Lo que interfiere en el impedimento es el sujeto mismo, de
modo que en el impedimento está puesto en primer plano el sujeto.

En la inhibición gana lo imaginario por partida doble, en el impedimento, hay cierta


detención que promueve el yo peor el primer plano esta el sujeto.

En el impedimento el sujeto avanza hacia su goce y se encuentra con esa ruptura de


la propia imagen. El sujeto del inconsciente le pone un límite al yo, al dominio yoico.

El tercer término, el embarazo. Es donde Lacan ubica la máxima barradura. El


sujeto embarazado está absolutamente barrado, hay cierto efecto angustioso, cierta
manifestación de lo real de la angustia.

El obsesivo es un sujeto impedido, no puede hacer ciertas cosas para sostener su


imagen narcisista y eso se manifiesta en su división subjetiva. El que esta embarazado
realmente no sabe qué hacer, esta angustiado, esta mas atravesado por la castración. En el
eje del movimiento, la emoción ya implica un movimiento respecto a la inhibición.
En la inhibición esta todo detenido salvo episodios de emoción violenta. Un sujeto
inhibido de repente va a y mata a alguien y nadie lo puede creer porque era tan tranquilo.

La turbación Lacan va a poner el acento en la perdida de la propia fuerza, perder el


poder, perder el dominio, siempre en la línea yoica.

Lacan agrega al cuadro el pasaje al acto y el acting out

La doble vertiente de la angustia

Hay una vertiente de la castración en Freud que es pura pérdida, el peor peligro.
Lacan agrega que también posibilita otra concepción de la cura, la castración como
conquista en el análisis. La castración como cura de la neurosis.

Se da una dimensión de la angustia cuando no está funcionando la castración


simbólica. Lacan lee la angustia como la amenaza de la presencia del objeto. Que el objeto
se haga presente en el lugar de la falta.

Lacan propondrá que en lo referente a la pulsión se trata de un objeto de otra índole-


El objeto a que parte de los objetos perdidos del cuerpo. El seno materno vendría a ser la
primera presentificación del objeto a. Luego vendrán anal, el objetos escópicos, el objeto
invocante.

En la histeria se trata del objeto oral o del objeto invocante.

El objeto a es ese resto que no puede ser tramitado por lo simbólico. Es un objeto
heterogéneo a lo simbólico. Es un objeto real.

El fantasma sería el aparato mediante el cual el sujeto logra mantener cierta


distancia más o menos homeostática para su goce con el objeto a. Cuando esta operatoria se
suspende lo solemos llamar con Lacan “vacilación del fantasma”.

Una erotología de la angustia

Lacan va a proponer que la angustia es la verdad de la sexualidad, porque la


castración es la verdad de la sexualidad. Dice que el falo, cuando se lo espera como sexual,
aparece como falta. Ahí donde se lo espera al falo como sexual siempre hay angustia.
Incluso en la perversión la angustia no deja de estar en la escena, pero el perverso se dedica
a angustiar al otro para no angustiarse él.

En los primeros seminarios encontramos el Otro del significante, el Otro de la la


ley, que esun Otro simbólico. En el Seminario de La angustia Lacan abordara cierta
vertiente real del Otro. Planteara la constitución del nudo a través de identificaciones, a lo
imaginario del Otro real, a lo simbólico del Otro real, o a lo real del Otro real. Ubicará la
angustia en relación con la identificación a lo real del Otro real.

El nudo borromeo
El lapsus del nudo

El nudo es para Lacan la estructura de ser hablante, no la representa, no es una


figuración, no es una metáfora, es efectivamente la estructura del ser hablante. Se trata de
una estructura que está fallada, que está agujereada. En la medida en que es un ser viviente
único, tomado por el lenguaje, esa estructura va a contar con dimensiones o con registros
distintos que los de los demás animales.

El anudamiento borromeo consiste en que cada uno de los tres registros se relaciona
con los otros dos en una relación de terceridad. El nudo borromeo introduce la función de la
mediación.

En la clínica de las psicosis encontramos la interpenetración y en la clínica de las


neurosis la mediación

El trípode freudiano en el nudo

Nudo borromeo en RSI, donde va a retomar el trípode freudiano de inhibición,


síntoma y angustia.

Lacan plantea que los nombres del padre son lo real, simbólico e imaginario ya que
son los nombres que constituyen la estructura del ser hablante. Y para que estos registros se
anuden es necesario un acto, el acto de nominación. Lacan propone que la nominación es
una acto cuya consecuencia es el anudamiento

Lacan propondrá la inhibición como nominación de lo imaginario, el síntoma de lo


simbólico y la angustia de lo real.

El registro imaginario va a tener efectos en el campo de lo simbólico. Cuando él


habla de la inhibición habla de la intrusión de lo imaginario en lo simbólico.

Lacan va a introducir la característica de lo imaginario que es la consistencia.

Va a definir lo simbólico como agujero. Dirá que para que algo exista es preciso que
exista un agujero. Este agujero ¿no está simulado por el “yo pienso” puesto que Descartes
lo vacía? Que no importa cuáles sean los pensamientos, se trata del yo pienso, vaciado de
cualquier pensamiento, acto mismo de pensar. Descarte constituye un agujero y que “es
alrededor de ese agujero que se sugiere la existencia”.
Lacan habitualmente ubica al inconsciente entre imaginario y simbólico. Si al
inconsciente lo ubicamos en lo simbólico, el síntoma es lo que ex siste pasando de lo
simbólico a lo real que será definido por Lacan como ex sistencia. El síntoma es entonces
lo que del inconsciente pasa a lo real. El síntoma será definido como una letra, como lo que
del inconsciente puede traducirse por una letra. La distinción entre el nivel más simbólico
del significante y el nivel más real sería de la letra, que es lo real de la lengua. El
significante es lo simbólico de la lengua, el sentido es lo imaginario de la lengua y la letra
es lo real de la lengua.

La angustia como nominación de lo real

Lacan plantea que la angustia parte de lo real y que va a dar un sentido a la


naturaleza del goce que se produce ahí. Hay una relación estrecha entre la angustia que da
sentido y el goce fálico. El punto de partida es lo real que tiene efectos sobre lo imaginario,
sobre el campo del sentido

La inhibición va de lo imaginario a lo simbólico, el síntoma de lo simbólico a lo real


y la angustia de lo real a lo imaginario.

Las identificaciones en el nudo

Lacan lleva las tres identificaciones freudianas centrales al nudo. Hace una lectura
muy singular de las identificaciones freudianas. Lacan concibe las identificaciones como
nominaciones, de modo que las identificaciones, que le posibilitan al sujeto nombrarse,
cumplen una función de anudamiento, de constitución del nudo.

Según a qué punto del Otro real nos identificamos, va a se real va a ser el tipo de
identificación. La identificación a lo imaginario del Otro real es la identificación del
histérico al deseo del Otro. La famosa identificación del pensionado de señoritas.
Se trata del tipo de identificación que da cuenta de la constitución de la masa. El
segundo tipo de identificación lleva a la formación del síntoma neurótico. Se trata de la
identifican propia del complejo de Edipo, ya sea con la persona rival, ya sea con el objeto
amado.

Lacan desarrolla este punto en su seminario sobre la identificación, en el que se


centra en la constitución del sujeto de lo simbólico a través de la repetición de una marca,
que es el rasgo unitario. El tercer lugar vendrá la identificación primaria, que es previa a
cualquier elección de objeto. Se trata de la behajung del padre, en la que entra en juego
cierta dimensión amorosa. El caníbal solo se como a aquellos que admira. Si no lo ama, no
lo admira no hay identificación, hay forclusión del nombre del padre.

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