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La construcción de la realidad que se posibilita a los niños, niñas y jóvenes en las instituciones
significaciones a partir de las propias experiencias de modo que puedan darle sentido y forma a
¨supone el máximo exponente del entendimiento humano a través del cual se manifiestan no sólo
los contenidos mentales, el sentido de las cosas y de los acontecimientos, sino también los
En relación con lo anterior, la teoría del signo de Peirce (1988), nos expone que el
símbolo es ¨aquello que al presentarse a la mente -sin parecido alguno con su objeto, y sin
referencia alguna a una convención previa- evoca un concepto¨(p.143), y que a partir de esto se
esta sujeto a tres condiciones:1) tiene que representar un objeto, o cosa informada y
realizable, y 3) tiene que ser traducible a otro lenguaje, o sistema de símbolos. (p. 143)
De lo anterior, se puede afirmar que cada condición hace alusión a uno de los elementos
que componen el signo en esa relación triádica, es decir, en primera medida al objeto; segundo,
Un símbolo crece. Llegan a ser por desarrollo a partir de otros signos, particularmente de
iconos. o de signos mixtos que participan de la naturaleza de los iconos y de los
símbolos. Pensamos sólo por signos. Estos signos mentales son de naturaleza mixta; las
partes-simbolo de ellos se llaman conceptos. Cuando un hombre hace un nuevo símbolo
lo hace mediante pensamientos que involucran conceptos. Por lo tanto, un nuevo símbolo
sólo puede surgir de símbolos. Su significación crece con el uso y la experiencia. (p. 157)
En consecuencia, se puede decir que los procesos de significación son procesos de inferencia, y
que en su mayoría, esa inferencia es de naturaleza simbólica, es decir que implica siempre una
interpretación que puede ser mejorada, corregida, enriquecida o rectificada.
Por otra parte, y haciendo alusión nuevamente a la relación triádica propuesta por Peirce,
en la cual se da un proceso de semiosis, es necesario aludir a las funciones semióticas que tiene
cada uno de los elementos de la triada. Por consiguiente, es válido afirmar que, en cuanto al
objeto corresponde la función sintáctica, sobre la cual Martínez (2004) dice que ¨es la que afecta
a las relaciones formales entre signos (cómo se expresa). Se puede observar cómo el niño es
capaz de discriminar un vocabulario estable con símbolos unitarios y unívocos susceptibles de
organizarse a partir de reglas combinatorias predecibles¨ (p.55), es decir, se comprende la
relación entre los signos con los objetos y los intérpretes.
De igual forma, en relación con el representamen, se atribuye la función semántica; sobre
la cual la autora agrega:
Es la que afecta a los contenidos (lo que se expresa). El niño opera de modo intuitivo con
significantes tácitos vinculados a la propia disposición formal y, ya en el plano de la
conciencia, con significados referenciales concretos que se corresponden con el nivel
icónico como resultado de los procesos de acomodación y que exigen símbolos literales
que pueden ser comunicados sin ambigüedad. (p. 55)
Esto hace referencia a la relación de asociación que se establece entre un signo y un referente, el
cual está sujeto a determinadas condiciones gracias a la existencia de unas reglas (semánticas en
este caso).
Por último, con respecto al interpretante, este debe cumplir una función pragmática, que
según Martínez (2004):
Es la que afecta al uso de los signos y símbolos con fines comunicativos (para qué, y para
quienes crea el niño un código organizado de signos). Es la función más dependiente e
inestable, no solo por la ambigüedad intrínseca a la imagen, sino también por la
indefinición del carácter comunicativo, siempre sujeto a variables aleatorias y a la
influencia de factores extrínsecos, en cualquier caso, al proceso de codificación. (p.55)
Esta función lo que busca es que el interpretante logre indagar en un hábito y no en una reacción
inmediata a la evocación de imágenes mentales; es decir, en lugar de ser una mera observación
del entorno, es un proceso de selección mediante el cual el sujeto comprende cómo debe actuar
en relación al mundo para satisfacer sus necesidades (Morris, 1985).
todos aportar a esta, pues es en este contexto en el que los seres humanos se forman y gran parte
de su tiempo conviven en ella. Por esto, en este semillero la construcción de paz está vinculada
del país desde una perspectiva ética, política y de desarrollo humano integral y
ayuda a que esta sea una construcción que se empiece desde el aula de clase, en una relación
recíproca de maestro- estudiante, formando de esta manera, un conjunto que se preocupe por su
logro, pues todo comienza por reconocer que todos somos diferentes en una sociedad diferente y
que el otro en su diferencia aporta en mi formación personal que me hace crecer como un ser
humanizado y humanizante.
construcción de ciudadanos (jóvenes, niños y niñas) que se interesen por crear un ambiente de
Por otra parte, (Mellizo & Vásquez Cruz, 2018) dicen que para construir paz, se requiere
de “equidad y justicia social” (p. 137), lo cual hace referencia a la necesidad de construir una
sociedad en el que se tengan en cuenta las particularidades de cada individuo, con el fin de
fomentar el desarrollo de las capacidades y/o habilidades que el ser humano tiene. Sin embargo,
no sólo se enfoca en buscar una justicia social en el que prime que se acaben grupos que generen
algún tipo de daño, sino que esta se de a través del reconocimiento de la inclusión social. Por
consiguiente, las diferentes expresiones sociales de justicia y equidad encierran la noción de paz
cual es pensada operativamente y en la Colombia de hoy en día. Por esto, según …… dice que
continuación del conflicto armado. Es decir, se opta por un significado moderadamente amplio y con
múltiples actores y campos de actividad que busca resultados a corto, medio y largo plazo. A su vez, la
distinción entre las grandes dimensiones de la construcción de la paz: como lo es la política, la estructural
(causas profundas y diversas), y la social, orientada a mejorar las relaciones entre personas, grupos de
causas .
Colombia ha estado inmersa en el conflicto hace más de 50 años, por lo que implica una
necesidad de estudiar y entender su significado, que va más allá de saber que dos partes están en
oposición, debido a que son muchos los significados que se le asignan, y a su vez son muchos los
conflictos que han afectado de una u otra manera al país, marcando de esta manera su desarrollo
histórico,
En primer lugar, el conflicto según entelman (citado en Morales Benítez & Eastman
Barona) es:
Un proceso dinámico, sujeto a la permanente alteración de todos sus elementos. A
medida que se desarrolla su devenir cambian las percepciones y actitudes de los actores que, en
consecuencia, modifican sus conductas, toman nuevas decisiones estratégicas sobre el uso de los
recursos que integran su poder y, a menudo, llegan a ampliar, reducir, reparar o fusionar sus
objetivos. Pág 67
De esta manera, se hace necesario comprender el conflicto para erradicarlo a medida que
pasa el tiempo, ya que en la escuelas se ha visto afectada las nociones de los estudiantes frente a
al conflicto, pero también su actitudes y percepciones sobre su visión de mundo, puesto que este
sociedad.
Dentro de esta teoría, el conflicto se ha dado en distintos tipos, que se diferencian por sus
características y formas en cómo se manifiestan. Los principales que se dan en la escuela como
● Conflicto armado: en el que este da cuenta de los actos internos que se presentan
de ver el mundo, el cual se da entre los actores que conforman una sociedad, bien
los estudiantes.
bastante, debido a que este abarca diferentes significaciones, dependiendo del contexto en el que
se ha estudiado y el tiempo en el que se ha presentado. Aunque aún falta por analizar bien su
comportamiento, ya lo dicho nos da una visión general del mismo, dejándonos entender el
conflicto como la lucha social, política y/o económica entre actores buscan un beneficio propio y
no colectivo.
Antecedentes
La escuela tiene un papel importante en la construcción de la paz, por ende esta debe comprender
la concepción que se tiene de la paz, ya que esta ha sido la mayor preocupación en nuestro país y
mundo, pues esta se le ha dado distintos significados, porque cada cultura la ha concebido de
distintas maneras, gracias a las vivencias y/o experiencias que han tenido, es decir, su significado
ha dependido de lo que cada población ha tenido que pasar. Lo mejor de todo es que la paz no ha
sido conceptualizada o no se ha quedado sólo en el hecho de que es quitar la guerra del medio
para vivir una vida feliz, al contrario, como lo dice Palacios (2003):
la mayoría de estudios teóricos actuales acerca del pacifismo coinciden en afirmar que la
paz no debe ser considerada tan sólo en su aspecto negativo. es decir, como ausencia de
guerra, porque la idea de paz negativa lleva a una visión demasiado estrecha e interesada,
que apenas repercute en los individuos sociales concretos, pero, los modernos estudios
van más allá y consideran la paz en su sentido positivo. De esta forma aparece un tipo de
persona y se respetan los derechos fundamentales del ser, tales como: la libertad, la
justicia, el derecho a la vida, una calidad de vida suficiente y repartida con equidad. (p.
11)
Gracias a esta diversidad conceptual de paz, ha ayudado en gran parte a los educadores,
ya que se crean nuevos materiales para educar en la paz, la cual se puede utilizar tanto con
jóvenes como con niños. sin embargo, los educadores deben tener presente que esta se deber dar
de forma creativa y dinámica en la que no se vea la misma noción que se ha tenido de enseñanza,
pues se necesita en estos casos o en todos, que los estudiantes o alumnos no vean al educador
como el que simplemente educa, pues si no se elimina eso, no se podrá llevar a cabo una
Pues aunque la educación para la paz también haya sido considerada como, siguiendo a
Palacios (2003):
una ciencia angelical q ue tiende a enmascarar los conflictos que surgen en la relación
cotidiana entre las personas, el educador para la paz, debe partir de la convicción de que
los conflictos existen. La realidad muestra que el conflicto es algo muy concreto y
enraizado en nuestro quehacer diario y que este es consciente de los conflictos humanos
que se generan a diario e intenta buscar y compartir formas creativas para resolver estos
debido a que todo educador para la paz, tiene la responsabilidad de actuar de la manera más
Además, se ha resaltado que “los niños que entran en contacto con la educación para la paz, se
sumergen en una realidad peculiar y característica que condiciona el aprendizaje”, puesto que
está, “en primer lugar, se halla condicionada por una serie de contenidos conceptuales a
también por una ¨concepción pacifista dominante en el entorno social donde se produce el hecho
educativo, en la que la realidad de la paz va más allá de cualquier sistema conceptual que afecta
Todo lo dicho, debe estar relacionado con una educación para la vida, en la que “prime lo
contenido”, por eso, es que se deben abordar las diferencias conceptuales de la paz presentadas
NO-VIOLENTA
acción popular.
desembocar en acciones.
de competitividad y selección.
generar acciones
transformadoras.
actividades propuestas por Palacios (2003) que conforman un programa de educación para la
paz, actividades que favorezcan y permitan generar diálogos y reflexiones, todo esto partiendo
del accionar de los mismos estudiantes. Por esto se hace necesario pensar una educación para la
paz que se de desde el propio entorno, la cual se constituye por una serie de actividades
relacionadas con el ser interior, el cuerpo, el ámbito familiar y escolar, el barrio, etc., de manera
que se pretende desarrollar una toma de conciencia más amplia. Para esto se puede hacer uso de
cartografías corporales y/o sociales que permitan revelar las relaciones que tienen los estudiantes
Por otra parte, la construcción de paz en noción de (Flórez, 2017) “es un proceso de largo plazo,
dinámico, no secuencial, con altibajos y que implica diversos retos y frentes de acción paralelos”
(p.12), pues por el hecho de ser un proceso, conlleva a que, en este caso como maestras, nos
propongamos a buscar una cultura de paz en la que se nos permita construir paz, por medio de la
educación, Por esto, Flórez(2017) nos presenta tres tipos de violencia en especial: 1)la violencia
directa, que es aquella que se da de manera intergrupal e interpersonal, la cual no permite que se
deje de lado el rencor y egoísmo; 2) la violencia estructural, que está enmarcada más por la pelea
que se ha dado dentro de un marco territorial social y político; y por último, 3) la violencia
cultural, que es la más fundamental para trabajar, pues se ha encargado de olvidar el respeto que
se debe tener o dar a las demás personas. Por lo tanto, este es el gran desafío para la educación
por una paz, porque si no quitamos del camino todas estas violencias, no se podrá fomentar el