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El Edipo:

*Una realidad: es la prueba que exp el niño de alrededor de 4 años , superado por un deseo
sexual debe aprender a sofrenar su ímpetu y a ajustarlo a los limites de su cuerpo inmaduro, a los
de su miedo y a los limites de una ley tacita que le ordena dejar de tomar a sus padres por objetos
sexuales. Esta es la esencia: aprender a canalizar un deseo que nos desborda. Por 1era vez en la
vida le decimos a nuestro deseo que se calme y que aprenda a vivir en sociedad. Por eso es el paso
de un deseo salvaje a uno socializado y la aceptación dolorosa de que jamás podremos satisfacer
totalmente nuestros deseos.
*Una fantasía: es una crisis sexual de crecimientos, la fantasía que esa crisis modela en el icc
infantil. Esta exp se graba en el icc del niño y perdura toda la vida como una fantasia que habrá de
definir la identidad sexual del sujeto , determinar rasgos de su personalidad y fijara su aptitud para
manejar los conflictos afectivos futuros. Si en la crisis edípica se exp un placer demasiado precoz,
intenso e inesperado, la fantasia resultante constituye la causa segura de una futura neurosis.
*Un concepto: es el concepto mas decisivo de todos los analíticos. El conjunto de sentimientos
que vive el niño durante esta exp sexual que llamamos Edipo conforma el modelo que nos sirve
para concebir el adulto que somos. Al igual que el niño edípico, experimentamos un aumento de
deseo hacia otro, nos forjamos fantasías, obtenemos placer con nuestro cuerpo y el de otro,
sentimos temor de vernos superados por nuestros impulsos y aprendemos a refrenar nuestro
deseo y placer para vivir en soc.
*Un mito: puesto que esta crisis real y concreta que se da en un nin@ de cuatro años es una
esplendida alegoría del combate entre las fuerzas impetuosas del deseo individual y las fuerzas de
la civilización que se le oponen. La mejor manera de resolver este combate es un término medio
llamado pudor e intimidad.
Es todo al mismo tiempo. No obstante, el Edipo continua siendo ante todo una fantasia y una
doble. Es por un lado, la fantasía infantil que obra en el icc del paciente, redoblada por la misma
fantasía, esta vez reconstruida por el analista. Por eso se dice que es el drama infantil que todo
analizando vuelve a repres en el escenario de la cura tomando como pareja a su psicoanalista.

Edipo en el niño:
A los 3 o 4, todos los niños varones focalizan su placer en el pene, vivido como un órgano, obj
imaginario y un emblema simbolico. La ZE dominante es el pene porque el placer que le
proporciona al niño se convierte en la referencia ppal de todos los demás placeres corporales.
Antes de esa edad, los lugares de placer eran la boca, ano y la actividad muscular.
Pero a los 4 el pene es el objeto mas amado y el que reclama toda la atención. La fuerza
imaginaria lo convierte en su objeto narcisístico mas preciado y se siente orgullosos de poseer.
Por estas mismas razones, el niño también lo siente frágil, expuesto a los peligros y por eso como
un símbolo, no solo de poder sino también de vulnerabilidad y debilidad.
El falo es el pene fantaseado, idealizado, símbolo de omnipotencia y de su reverso, la
vulnerabilidad. Este da nombre a la fase del desarrollo se produce la crisis edípica. La fase fálica.
En esta etapa, todos los seres del mundo están dotados de un potente Falo, esto es, todo son
fuertes como ellos. Tanto el niño y la niña elaboran esta ficción, el pene como atributo universal.
Esto aparece acompañada por la angustia de perderlo y en la niña el dolor de haberlo perdido. En
efecto, el niño ya ha tenido la exp de perder objetos vitales (pecho, chupete, muñeco de felpa, su
caca, perder el puesto de rey de la casa y hasta un ser querido). En suma, a la edad edípica, el niño
es capaz de representarse la pérdida de un objeto querido y de temer que vuelva a suceder.
La ficción de un falo universal y la referente capacidad del niño de imaginarse una falta (intuición
inherente al humano), son las premisas indispensables para comprender la fantasía de angustia
de castración y de dolor por la perdida.
Los 3 deseos incestuosos: su dinámica.
El niño ve en él una nueva fuerza, un ímpetu desconocido: el deseo de ir hacia el Otro, el ir al
cuerpo de sus padres para hallar placer en ellos, para encontrar en ellos el conjunto de los
diferentes placeres erógenos conocidos en los años previos (la novedad del Edipo).
Que es el deseo? Es el impulso que nos induce a buscar placer en el abrazo con nuestra pareja.
Cuando uno desea, lo hace siempre en su carne. Desear es lanzarse fuera de uno mismo en busca
de la piel, para obtener el goce mas exquisito. Por eso todo deseo es un deseo sexual (algo mas que
genital).
Ese impulso irresistible cuyas fuentes son las excitaciones penianas, cuya finalidad es el placer y
cuyo objeto es el cuerpo de uno los progenitores.
El Edipo es el intento infantil de hacer realidad un deseo incestuoso irrealizable. Este deseo es uno
virtual, jamas saciado, cuyo objeto es uno de los padres y cuya finalidad seria alcanzar el goce.
(aquel que proporciona una relación sexual perfecta en la que los dos compañeros, niño y
progenitor desaparecerían en una fusión total y extática). El deseo incestuoso no tiene nada que
ver con esta miseria del abuso sexual cometido por un padre contra su hijo.
Pues bien, el único valor que tiene ese deseo insensato de mantener relaciones sexuales con la
madre y matar al padre que representa el deseo de retornar al estado original de beatitud
intrauterino.
Una vez que admitimos el carácter mitico del deseo incestuoso, en el varon hay 3 variantes. Son
como un condensado de componentes eroticos-agresivos. Estos son: el deseo de poseer
sexualmente al cuerpo del Otro-madre; el deseo de ser poseído por el cuerpo del Otro-padre y el
deseo de suprimir el cuerpo del Otro-padre (particularmente).
Al no alcanzar los 3 fines incestuosos e imposibles: ser su objeto-hacerlo gozar y suprimir al Otro,
el niño se inventa fantasías (es una escena, casi siempre no cc, destinada a satisfacer de manera
imaginaria el deseo incestuoso irrealizable o satisfacer todo deseo porque todo es expresión del
deseo incestuoso). Una fantasia es una escena imaginaria que cumple la función de reemplazar
una acción ideal por una fantaseada que reduce la tensión del deseo.
En suma, las sensaciones despiertan el deseo, este llama a la fantasía y esta se hace realidad a
través de sentimiento-conducta-palabra.
Ahora bien, para cada deseo 1 fantasia de placer. La fantasia de posesión se manifiesta por
conductas de jugar al papa y la mama, al doctor, decir malas palabras sin saber por que, etc. Pero
la mas fiel que expresa la idea de poseer al otro es el deseo del niño varon de acaparar a la madre
y de tenerla solo para sí. El Edipo es desearla y moderla (muerde la nalga).
-La otra es la de ser poseído por el Otro. La mas común es una escena en la que el niño obtiene
placer seduciendo a un adult para convertirse en su objeto. Si bien el niño imagina ser objeto de la
seducción, no es solamente victima pasiva de un padre perverso: es también seductor activo que
espera ser seducido. El niño seduce para ser seducido.
La última, la de suprimir al Otro, en particular al padre, el sujeto adopta posición sexual activa.
Sexual porque quiere destruir al Otro que provoca tanto placer sexual como otra fantasia edípica.
Asi se ve en la ausencia de su padre que partió de viaje para jugar al ser el jefe de flia, por ej.
3 fantasías de angustia de castración: la anteriores hacen feliz al niño, pero al mismo tiempo
desencadenan en él una profunda angustia: el pequeño teme ser castigado por donde ha pecado,
castigado con la mutilación de su órgano viril, símbolo de su potencia, orgullo y placer. Esta
fantasia es la de ``angustia de castración´´. Esta amenaza y angustia son fantaseadas e icc. En
suma, lo importante es que la angustia icc de castración habita en su interior. La angustia es el
reverso del placer. Dos gemelos engendrados por el deseo.
La medula espinal del psiquismo del hombre es la angustia de castración. Ese par esta en la base
de toda neurosis. El Edipo es la primera neurosis de crecimiento del humano, porque es ante todo
la acción simultánea de 2 sentimientos opuestos y porque el niño edípico sufre, el dolorosos tironeo
entre saborear el placer de fantasear y tener miedo de ser castigado si persiste en fantasear.

He aquí el acontecimiento insoslayable: un dia el niño ve el cuerpo desnudo de una niña o de su


propia madre y comprueba, sorprendido que ellas no tienen falo. Asi el corre el riesgo también de
que se me prive de él. Este descubrimiento confirma la angustia de castración.
Asi hay 3 variantes de fantasia de angustia para las de placer: * si es la de poseer al Otro, la
amenaza de castración pende sobre el falo, parte mas catectizada. El agente es el padre que
prohíbe y le recuerda la interdicción del incesto al él y a la madre.
*para la de ser poseído por el Otro, la amenaza es sobre el falo. En este caso, el agente es el padre
seductor: el padre es un amante al que el niño desea pero de quien teme un exceso. En tal caso, la
angustia es perder su virilidad transformándose en mujer-objeto del padre. Es una fantasia
primordial en neuróticos.
*para la de suprimir al Otro, la amenaza es el falo considerado como la parte expuesta del cuerpo.
El agente, es el padre odiado que intimida al niño porque puede poner freno a sus impulsos
parricidas. Los padre: prohíbe, abusador, rival. Objeto: falo.
Resolución: la angustia es la que precipita la crisis edípica. En efecto dividido entre fantasías de
placer-angustia, regocijo-temor, el niño se desborda por el miedo. La angustia, mas poderosa que
el placer lo disuade de proseguir en esa busca incestuosa y lo lleva a renunciar el objeto de sus
deseos. Angustiado, deja a los padres como obj sexuales para salvar a su falo-proteger su cuerpo.
Con la renuncia y la sumisión a la Ley, el preserva el falo y renuncia a la madre. Asi, desexualiza a
los progenitores y reprime deseos-fantasías-angustia. Aliviado, se abre a objetos deseables pero
adaptables a sus posibilidades reales. Solo asi, podrá desear a otros fuera de la flia.
Comparado con la mujer es un cobarde. Asi en la crisis se identifica 3 momentos: amor al pene-
angustia de perderlo- renuncia a la madre. Ante la amenaza, el narcisismo fue mas fuerte que el
deseo o pulsiones de autoconservacion vencieron a las pulsiones sexuales. La angustia precipito
esta victoria del narcisismo. En la neurosis del adulto es angustia de castración mal reprimida.
La angustia, marca la condición masculina. De ello se decide hasta que punto ocupa la angustia el
centro de la vida de un hombre. El hombre es un cobarde, somos visceralmente cobarde.
Los frutos del Edipo: el SYO y la Identidad Sexual. La desexualizacion de los padres nunca es
completa y la angustia nunca que totalmente reprimida. Asi tendrá 2 consecuencias:
1-El syo gracias al gesto que el niño varon aparte de si a los padres entendidos como obj sexuales y
los conserva como obj de identificación. Se apropia de ellos como objetos de su yo; a la
imposibilidad de tenerlos como compañeros sexuales sigue el deseo icc de ser como ellos. Al no
haber podido poseerlos sexualmente, asimila la moral de los padres. El niño integra las
prohibiciones parentales que se impondrá entonces. El resultado de este paso de la sexualidad
moral se llama syo y lo sentimientos: el pudor, sentimiento de intimidad, vergüenza y moral.
El 2do fruto es la identidad sexual. Antes del Edipo, tenía un conoc intuitivo y rudimentario de la
diferencia de los sexos y no podía aun considerarse varón o niña. Al comienzo del Edipo, el niño no
logra identificar el sexo del padre, de la madre o de sus hnos y hnas. A los 3 años la línea divisoria
esta entre los que tiene falo y no, fuertes-debiles. Con todo esto, el contexto fliar-social-linguistico,
asi como las ZE que emanan de la región genital y el sent de atracción hacia el progenitor del sexo
opuesto, son los factores que instalaran las bases de una identidad sexual que solo se adquirirá
mucho después, a la edad pubertad. Poco a poco se forjara una ident sexual de hombre al tiempo
que ira descubriendo que la masculinidad y la feminidad son ante todo conductas que no
corresponden a la realidad fisiológica y anatomica de un hombre o de una mujer. Aprenderá que
todos poseen rasgos masculinos y femeninos. Desde el punto de vista del Edipo y no de rasgos
normativos.
Edipo en la niña: hay 4 tiempos.
En la niña de la misma edad, al comienzo hay un único deseo incestuoso: el de poseer a la madre,
seguido mas tarde por el de ser poseída por el padre.
La niña sexualiza en primer término a la madre. El varon, no tienen necesidad de pasar por esta
fase preliminar puesto que de entrada desea al padre del sexo opuesto, y continuara siendo el
único objeto de su deseo edípico. El varon desea un único deseo sexual: la madre. La niña dos.
Esta fase es esencial para la problematica de las neuróticas (mujer-madre; hombre-padre).
El niño entra porque desea de golpe a la madre y sale cuando desea a otra mujer. La niña, entra
cuando sexualiza a su padre, después de la fase pre-edipica durante la cual sexualiza a la madre y
luego la rechaza y sale del Edipo cuando desea a otro hombre. El varon desexualiza a los dos
padres de manera rápida y brutal y la niña 1ero a la madre y muy lentamente, se aparta del padre.
El varon sale del Edipo en un dia y la niña en varios años. Asi el niño se hace hombre de golpe y la
niña mujer progresivamente.
1-Periodo preedipico: adopta respecto a la madre la misma actitud que el varon edípico. Como él,
cree poseer un Falo y a través de su conducta, muestra que se deja guiar por fantasías de
omnipotencia fálica y de placer en las cuales desempeña un papel sexual activo en relación a la
madre. Se siente feliz-fuerte-orgullosa; es curiosa, a veces voyeutista, exhibicionista y agresiva. La
pequeña esta animada por el deseo incestuoso de poseer a la madre, tenerla completamente para
si, y adopta una posición masculina.
2-El tiempo de la soledad: la niña se siente humillada y sola:
En un momento se va a producir algo que eclipsara el orgullo de la dichosa. Del mismo modo en
que el varon descubre visualmente y con angustia la ausencia de pene en el cuerpo femenino, la
niña comprueba la dif del aspecto de su sexo y del varon. La reacción es inmediata: se siente
decepcionada por no tener el mismo apéndice que el varon. Después de ver el pene, duda de sus
sensaciones y que la fuente de poder está en el otro, en el sexo del varon. El impacto que produce
la visión del pene es mas fuerte que el que le producen sus sensaciones erógenas.
Ahora es el otro quien tiene el Falo en forma de un pene. Este es el momento en que se derrumba
brutalmente una inmensa ilusión y se produce un desgarro interno. Llamo a esta fantasia: fantasia
de privación o de dolor de privación.
No sufre una angustia, exp un dolor, el de haber sido privada de algo importante. ¿Qué dolor? De
haber sido privada de algo que creía poseer, pero sobre todo el dolor de desengaño. La
Todopoderoso le mintió. La madre hoy se revela incapaz de dar un Falo que no posee.
En ese instante, se aparta de la madre, y en su soledad, se exaspera por despojada y engañada. La
experiencia se vive como un golpe humillante al narcisismo. Asi el objeto narcisista por excelencia
no es una parte del cuerpo sino su amor propio, la imagen querida de sí misma. La reacción
inmediata a la herida de su amor propio es reclamar a la madre y quejarse del daño.
En la niña, la necesidad de consuelo despierta un nuevo deseo, el de ser poseída por su padre. Se
aparte de la madre y para ser consolada, busca a su padre con la esperanza de ser poseída por él.
En este caso, la imagen de si misma despierta el Edipo.
Anhelo envidioso de poseer el Falo:
Si retrocedemos descubre que se siente agraviada hasta exige lo que corresponde. Desde
entonces la niña esta dominada por un sentimiento ``envidia del pene-falo´´. Ansia el símbolo de
poder, le interesa y la apasiona es el poder que le atribuye y que le produce envidia, le hace
anhelarlo. La niña anhela-ambiaciona el falo, pero la mujer desea pene; El anhelo al falo es la
pretensión infantil y envidiosa de una niña herida, rencorosa y nostálgica que quiere recuperar el
símbolo del poder que cree que le han robado.
3-Edipo: la niña desea a su padre.
-Hay un personaje nuevo, padre maravilloso, gran portador de Falo. Se vuelve hacia él para
refugiarse y consolarse, pero reclamarle su poder y su potencia. El padre todopoderoso de su
fantasía opone una negativa: no, nunca te dare la antorcha de mi fuerza ¡pues le corresponde a
tu madre!. La niña recibe la negativa como una bofetada que pone fin a toda esperanza de
conquistar algún día el mítico Falo. (poseer al Otro)
- Se lanza, con todo el furor de su deseo infantil, en los brazos del padre, ya no para quitarle su
poder, sino para ser ella misma la fuente de poder. Si, la niña quería tener el Falo, pero ahora
quiere ir mas lejos, quiere serlo, ser el objeto del padre. Quiere ser la preferida del padre.
Con la negativa del padre, ahora, esta el deseo incestuoso de ser poseída por el, de ser el falo del
padre. Ahora desea y adopta una actitud femenina.
Asi es como la niña entra en el Edipo. Justamente, la fantasia de placer que ilustra este deseo
Edipo de ser poseída por el padre es el de ser su mujer: cuando sea grande, me casare con papa.
Esta entrada es el momento en que la madre, vuelve a la escena y fascina a la niña con su gracia y
feminidad. Se identifica con el deseo de la madre de gustarle a su compañero y ser amada por él.
Es la edad en que las niñas adoran mirar a su mama cuando esta se maquilla y se pone bonita, aun
cuando solo pueda asimilarse a una rivalidad: toda madre es para su hija tanto un modelo ideal
como una temible rival. Asi esta el 1er mov de identificación con el deseo de su madre, el de ser
la mujer del hombre amado y de darle un hijo.
4-Resolución: el padre le ha negado el falo a su hija, ahora se niega a tomarla como obj sexual, a
considerarla como su Falo, es decir a poseerla incestuosamente. La segunda negativa es ¡Yo no te
quiero como esposa! Puesto que la niña no puede ser el obj sexual del padre, quiere ser como él.
La niña acepta reprimir el deseo de ser poseída por el padre, sin que ello implique renunciar a su
persona. Mientras el niño edípico se resigna a perder a su madre por cobardia, la niña que ya no
tiene nada que perder, se lanza a apoderarse de su padre. Es todo lo que va a tolerar, ahora
quiere todo para si y lo tendrá Devorandolo. Incorporandolo y haciéndolo revivir en ella. La
desexualizacion es en el fondo un duelo: la pequeña llora a su padre sexualizado y lo hace revivir
desexualizado en su interior.
Termina por identificarse con la persona del padre real. Mata al fantaseado, pero lo resucita como
modelo de identificación. E incorpora la persona parterna a su yo. Identificada con los rasgos
masculinos del padre, después de haberse identificado con los rasgos femeninos de la madre, la
niña abandona el Edipo y se abre a los futuros compañeros de su vida de mujer.
Ante la avidez juvenil, la voluntad combativa de una niña pequeña que no cejara hasta realizar su
deseo de ser amada y llegado el momento concebir un hijo. Amar y transmitir la vida, es la misión
mas digna que la naturaleza asigna a la mujer.
No obstante, todos los autores convergen hacia la misma conclusión al declarar que la feminidad
es algo oscuro. Por mi parte, proponere una versión clara y detallada de esa historia.Las 3 claves:
dame tomame devoro.
Las mas femeninas siempre llevan en ellas a su padre:
Identificacion: es muy frecuente que una mujer adopte icc el mismo porte y el mismo andar que el
padre. El padre fantaseado, ocupa un lugar central en la vida de una mujer. Cuando esta
introyeccion no se compensa mediante la identificación con la madre, se instala la histeria de
amor. La mujer habitada por el padre fantaseado no puede comprometerse en una relación
amorosa duradera; todos sus receptores de amor están saturados por la omnipotencia paterna. En
suma, prefiere conservar a su padre interior antes que comprometerse en una relación afectiva,
siempre frágil, donde esta el riesgo de ser abandonada.
La niña combinara de diversas maneras los rasgos femeninos y masculinos que ha tomado tanto
de la madre como el padre. Es la salida mas frecuente del Edipo. En el fin, la niña, al transformarse
en mujer, adoptara rasgos masculinos y femeninos y cambiara su deseo de ser poseída por el
padre en deseo de ser poseída por el hombre amado. Se opera una lenta desexualizacion de la
relación edípica con el padre y la asunción de la identidad femenina.
Su desenlace ideal: la fantasia dolorosa de haber sido privada por un falo se ha desvanecido. Ahora
ya no mide su ser ni su sexo con la vara de un falo masculino. La niña descubre la vagina, el deseo
de ser penetrada y de gozar del pene en la unión sexual; asimismo descubre el utero y su deseo de
llevar dentro de si el hijo del hombre amado.
El sexo de una mujer no es modo alguno la falta de nada. La mujer tiene su propio sexo y esta
orgullosa de él; ya se trate de su vagina, ya de sus senos, de su piel o todo su cuerpo erógeno, la
mujer es feliz de ser tal cual es. El neurótico considera como ser inferior y es como si en su
fantasías el neurótico se dijeran: no me atraparan, no soy ningún afeminado. O que la mujer
dijera: no soy la sirvienta de nadie. Sin duda, el psicoanálisis postula que el falo existe y que la
mujer esta castrada pero, el falo es una ilusión y la mujer no ha sido castrada mas que en la
imaginación icc de los niños y de los neuróticos.

Neurosis obsesiva- Amalia Baumgart


La n.o. no ha sido tan popular como la histeria porque no es tan estridente en sus
manifestaciones; más bien como un asunto privado y renuncia a manifestarse en el cuerpo,
apareciendo en el “ámbito del alma”. Son reticentes a reconocer y a dar a conocer su enfermedad.
La sintomatología principal, son ocupados por pensamientos que no les interesan, sienten
impulsos que les son extraños y son movidos a realizar acciones que no pueden evitar. Esforzada
actividad de pensamiento en contra de la voluntad del sujeto y la especulación se constituye como
una tarea vital. Podríamos decir que se trata de una “neurosis de obligaciones”.
Freud aisla a la “n.o.” como cuadro neurótico entre los años 1894 y 1896, hasta entonces
estudiaba las “representaciones obsesivas”. A lo largo del conocimiento psiquiátrico, Pinel se
refirió como “manía sin delirio” porq se pone de manifiesto un pequeño grupo de fenómenos que
fijan al enfermo de un modo parcial, es una “locura de duda”, el acento en la lucha mental.
Griensinger pone acento en la “alteración intelectual” y Janet en un déficit en la función de lo real.
Las ideas e impulsos que dominan se viven como extraños, las personas que los padecen quedan
horrorizados, protege mediante prohibiciones y renuncias: las acciones obsesivas. Consisten en
floreos ceremoniosos de la vida cotidiana. El suj no puede hacer otra cosa que “lo que se siente
obligado a hacer”, por más que cualquiera lo invite a abandonar su actividad. Freud plantea que lo
único que puede hacer el paciente en estos casos es desplazar la obligación pero no ser suprimida,
la capacidad de desplazamiento de los síntomas es no de los principales caracteres de esta
neurosis. Junto a la obsesión aparece la “duda” que se extiende sobre las cosas más ciertas y
seguras provocando una creciente indecisión, una creciente restricción de la libertad y del obrar.
En “obsesiones y fobias” 1894 freud relata observaciones: una muchacha que se reclama haber
robado, un joven que se reprocha múltiples actos criminales, una mujer que se queja de una
obsesión de tirarse por la ventana, entre otros. Los sujetos se espantan ante la “idea” de haber
realizado actos sin darse cuenta.
Las personas neuróticas obsesivas tienen en gral un carácter enérgico, son testarudos, con dotes
intelectuales superiores, generalmente alabadas en el plano moral y ético por una extrema
corrección.
A diferencia de la psiquiatría, el psicoanálisis muestra que los síntomas y acciones obsesivas son
ricas en sentido.En el acto obsesivo así como en el sueño, figura un deseo realizado en una acción
presente.
Para trabajar la sintomatología para que una idea sin sentido y una acción carente de fin nos
remitan al pasado en que la idea queda justificada y la acción responde a su fin, para posibilitar
una interpretación histórica del síntoma.
Freud postula una etiología traumática para las n.o. que es la consecuencia de un placer presexual
activo que más tarde se transforma en autorreproche, plantea que las ideas obsesivas son
autorrepoches. En el manuscrito K, la vivencia primaria reprimida fue acompañada de placer, pero
que al ser recordada convoca displacer y se transforma en autoreproche. El recuerdo activado y el
reproche hacen un síntoma antitético o reactivo con cualquier matiz de escrupulosidad. En la fase
del retorno, el rdo aparece deformado en el tiempo y en el tema y el afecto del autorrepoche
puede ser transformado en otros afectos: en forma de angustia, de hipocondría, de persecución o
de vergüenza. En la n.o. la fase de la enfermedad es ocupada por la lucha del Yo con la idea
obsesiva que, a su vez produce nuevos síntomas: los de la defensa secundaria. Entonces hay 3
clases de síntomas: (f.canonica)
1- Los síntomas primarios de la defensa
2- Los síntomas transaccionales de la enfermedad: ideas y/o afectos obsesivos
3- Los síntomas de la defensa secundaria: como pueden ser ciertos ceremoniales protectores.

F muestra que los sucesos que contienen el germen de las neurosis se desarrollan en el período de
inmoralidad infantil. A este período le pone fin la madurez sexual, y entonces, al recuerdo de los
actos placenteros se enlaza el reproche. Los recuerdos y el reproche no pasan a la conciencia sin
ser alterados, aparecen en la conciencia como representaciones y afectos obsesivos que sustituyen
al recuerdo patógeno. Existen 3 formas en las que el complejo psíquico recuerdo + reproche puede
retornar como síntomas transaccionales:
1- Si pasa a la cc es el contenido de recuerdo que se reprimió se pondrán en relieve en el cuadro
las ideas obsesivas, doblemente deformadas porq se sustituye lo pasado por lo actual y lo sexual
por algo no sexual. Son obsesivas típicas.
2- Si es el reproche, el afecto correspondiente al reproche puede transformarse en cualquier otro:
formaciones reactivas, vergüenza, miedos religiosos, hipocondríacos, miedo social.
3- Junto a los síntomas de compromiso aparecen otros de origen distinto: Si el Yo intenta
defenderse de las ramificaciones del recuerdo, lucha contra ellas y crea “síntomas de la defensa
secundaria”: que son las medidas preventivas, produce una tercera forma de n.o.: los actos
obsesivos, en los cuales parece ocurrir una especie de transferencia de las obsesiones a los
ceremoniales, las conductas características son: la duda obsesiva, una acción mental y la
compaulsión a pensar y examinar.
En Acciones obsesivas y prácticas religiosas (1907) Freud asemeja el ceremonial neurótico a las
acciones sagradas de los ceremoniales religiosos. La diferencia está dada porque el ceremonial
neurótico es individual mientras que las acciones religiosas son comunitarias. El ceremonial
privado y un sentido para él, el religioso tiene significado y un sentido públicos. La religión está
basada en el amor al Padre y en el rechazo de la hostilidad hacia él: desdicha típica del obsesivo ya
que su ansia de liberación del padre no logra consumarse. El obsesivo se niega a crecer, a terminar
sus estudios, a curarse por el riesgo de igualarse con su ideal y destruirlo. A causa de la regresión
queda sometido al imperativo paterno que trata de eliminar.
Bajo el imperio del sentimiento inconciente de culpa del que no tienen noticias. La culpa es un
sentimiento que tiene su raíz en la vida pulsional, en procesos anímicos tempranos que por su
actualización y por influjo de la pulsión reprimida pueden generar expectativas de desgracia y
temor a un castigo. Entre la raíz pulsional y la aparición de la culpa, es por eso que el ceremonial
comienza gralmente como una medida protectora, como una acción de defensa. Tmb la religión a
nivel universal busca sofocar lo pulsional y renunciar a la satisfacción egoísta. Freud concibe a la
n.o. como el correspondiente patológico de la formación religiosa, ya que busca promover una
sucesiva renuncia de lo pulsional y esta renuncia es base de la cultura. F tmb establece diferencias
ya que la religión reprime no solo los componentes sexuales sino tmb los egoístas e induce a las
personas a sacrificar su placer a la divinidad. El neurótico obsesivo se sacrifica a su culpa.
En los ceremoniales retorna la fragilidad de la defensa, cuando en el retorno de lo reprimido
aparecen desplazamientos y no alcanzan a mantener a raya lo reprimido, empiezan a desarrollarse
acciones denominadas “actos obsesivos”.

Si una persona no tiene la capacidad de defenderse se operará un divorcio entre la representación


y afecto. Sin embargo este afecto permanece en el ámbito mental adhiriéndose a otras
representaciones a través de un FALSO ENLACE como la idea primaria debe remplazarse, ésta es
sustituida por otra idea que parece ser el motivo de la obsesión. Estas aproximaciones van
constituyendo la teoría traumática de las representaciones obsesivas.
En nvas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa F pone el acento en la prevalencia de
la actividad sexual y de agresiones ejecutadas con placer, esto es con una participación gozosa;
esto es afín a la idea de que este tipo de neurosis aparece con frecuencia en los sujetos del sexo
masculino.

En La disposición para la neurosis obsesiva (1913) F se preocupa por el origen de las


predisposiciones. Dicha cuestión nos remite a una etiología traumática y pone énfasis en los
factores cronológicos, es decir en la época de la vida en que ha comenzado la acción defensiva. El
estudio de los distintos tiempos en los que se crea esta disposición le permite el nexo con su teoría
sexual. Explicita los lugares de fijación en lo que un proceso puede quedar detenido: puntos de
fijación a los que es posible regresar. Se dedica al nexo entre “fijación” y “elección de neurosis”.
Asi las organizaciones de la libido, en una fase llamada “anal-sádica”, el esquema de desarrollo
libidinal requiere la creación de un nuevo fragmento teórico: una fase en la que las pulsiones
parciales se han reunido en la elección de un objeto ajeno a la propia persona pero donde todavía
no está instituido el primado de los genitales, dominan dicha fase las pulsiones anal-erótica y
sádica y la oposición entre masculino/femenino no está presente.
F en su texto Carácter y erotismo anal (1908) había concluido que el erotismo anal era uno de los
componentes de la pulsión y que la educación cultural actual instauraba el asco, el orden y la
escrupulosidad como formaciones reactivas, el interés por la defecación está destinado a
extinguirse y es conducido a nuevas metas. La sublimación aparece bajo la forma de cualidades de
carácter tales como: orden, ahorratividad y tenacidad. Los rasgos de carácter pueden ser
continuaciones de lo pulsional, sublimaciones o formaciones reactivas. Con El hombre de las ratas
F vislumbra el particular nexo entre erotismo anal y neurosis obsesiva. De esta manera se agrega
una nva fase anal-sádica. Busca el origen de la predisposición, en las causas constitucionales y
accidentales (series complementarias).
En la n.o. las pulsiones erótico-anales y sádicas asumen la subrogación de las pulsiones genitales
Winger dijo que organizan analmente la realidad.
Para buscar el origen de esta predisposición se repara en las funciones psíquicas que entran en
juego: 1- Función sexual 2-Funciones yoicas.
Estas son escrupulosas, ahorrativas, metódicas no manifiestan nada del orden sexualidad fálica. F
Por un lado postula la fijación a la fase y también que la predisposición histórico genético queda
completa cuando se toma en cuenta el desarrollo del Yo en el que sobreviene la fijación. Sostiene
un apresuramiento del desarrollo del Yo respecto al desarrollo libidinal.  Winger dijo: el
neurótico obsesivo organiza su sexualidad en deber-ser.
Hay fijación dominada por la analidad y el sadismo; y apresuramiento en el tiempo del desarrollo
del Yo, que obliga a la elección de objeto desde las pulsiones yoicas W: las pulsiones yoicas son
pulsiones sexuales pero no obstante de eso están al servicio de la autoconservaciónel narcisismo
es la oposición de deseo frente a la imagen del otro el neurótico es lo que quiere hacer pero no
lo logra (el deseo de matar al padre) tiene una culpa descomunal, elige desde el ppio de
realidad, del yo.
El apresuramiento del desarrollo yoico respecto del libidinal resulta una “hipermoral”: estos se
vuelven morales y buenos porque tienen que defender el amor del sadismo, del odio, esto es: la
hipermoralidad es efecto de un odio intenso, para defender su amor de obj de la hostilidad que
tras el amor acecha.
Regresión a la fase pregenital anal-sádica que había sido precursora de la genital infantil, hace que
las pulsiones parciales anales y sádicas subroguen a las genitales. En la fase pregenital anal-sádica
privilegia la oposición entre aspiraciones de meta activa-sadismo, y meta pasiva del erotismo anal.
Respecto a la diferencia entre histeria y n.o , la histeria tiene un vínculo con la última fase libidinal
que sucumbe a la represión, pero no hay regresión a una fase pregenital, se observa en la histeria
la reactualización de la problemática de la fase fálica, mientras que en la n.o. ocurre una regresión
a la fase pregenital.

El pensar obsesivo tiene los más diversos actos psíquicos: deseos, tentaciones, dudas,
mandamientos, prohibiciones. Ya ha sufrido una transformación, pues, la vivencia placentera que
al ser recordada más tarde provoca displacer, se reprime y en su lugar se forma en la conciencia
un síntoma antitético con escrupulosidad.
Este pensar se caracteriza por la incertidumbre y la duda.
Las repres obsesivas desfiguradas respecto del texto original, llevan las huellas de la defensa
primaria. El suj no tiene noticias de el texto de sus representaciones obsesivas.
La formación de los síntomas tienen su vínculo con lo infantil, que se articula con una suerte de
querella “contra la voluntad del padre”.

Las características ceremoniales y expiatorias tienen la analogía entre estos neuróticos y la vida de
ciertos pueblos primitivos. En Totem y Tabú (1913) se desarrolla la hipótesis de la horda
primordial y el asesinato del padre como mito de origen de las instituciones sociales y culturales.
El pasaje de la horda primordial paterna al sistema totemista marca el nacimienato de la cultura,
de la “Ley” que funda la prohibición en la culpabilidad de los hijos después de la muerte del padre.
Las dos prohibiciones tabú son: no matar al tótem, y evitar las relaciones sexuales con los
individuos del sexo contrario que pertenezcan al mismo tótem. Winger dijo en el catolicismo se ve:
no morder la hostia no comer al padre.

El tótem puede ser una planta, un animal, una fuerza natural que mantiene una relación con toda
la estirpe, el tótem es el punto de cohesión. Ej católica la gente se nuclea c/ Dios. Pequeños clanes.
El neurótico en su vida icc queda fijado a los deseos incestuosos del Edipo y proclama al vínculo
con los padres gobernado por las apetencias incestuosas como nucleo de las neurosis. Así los dos
deseos del niño, tienen que ver con las prohibiciones del totemismo.
El tabú es lo sagrado-consagrado se manifiesta en restricciones y prohibiciones, de origen
desconocido e incomprensible. Los enfermos obsesivos se considera muy adecuado el nombre de
enfermedad del tabú. Las analogías entre neurosis obsesivas y las prohibiciones tabúes son:
1. Ambos carecen de toda motivación y hay un enigma sobre sus orígenes. Surgen
repentinamente y el individuo se ve obligado a observarlas bajo la coerción de una angustia
irreflenable.
2. La convicción interior de que violar la prohibición traería consigo una terrible desgracia,
pero son incapaces de precisar la naturaleza de esa desgracia. El temor al contacto recae el tabú es
su carácter distintivo, queda prohibido no solo el contacto físico sino todos aquellos actos que
implican cosas consideradas impuras. Si lo hacen deben realizar actos expiatorio para
contrarrestarlo.
3. Son su facultad de desplazamiento, a cada nuevo avance de la libido reprimida responde la
prohibición de una nueva exigencia: las prohibiciones se extienden de un objeto a otro
tornándolos imposibles.
4. Causan actos ceremoniales y prescripciones que emanan de las prohibiciones mismas. Por
eso se habla de desplazamiento: los objetos se tornan-intocables. Esto es lo que lleva a LACAN a
plantear la fórmula del deseo obsesivo como deseo imposible.
Winger dijo que un tabú actual: la infancia no se los puede encarcelar, antes los griegos
mataban a los hijos con discapacidades. F menciona el tabú de la virginidad Estamos haciendo
un rompimiento de los tabúes.

Todos esos penosos escrúpulos de la conciencia moral son síntomas reactivos frente a las
tentaciones inconcientes y se desarrollan a partir de dichos escrúpulos.
Están dominadas por la omnipotencia de pensamiento, como pensamiento animista cuyo
principio es la magia. El animismo es un sistema intelectual que subsiste bajo supersticiones.
En la infancia se atraviesa un período animista en la aprehensión de la realidad, tal organización no
desaparece nunca por completo y ciertas fijaciones patológicas, los neuróticos obsesivos se
encuentran obligados a pensar en ciertas fórmulas mágicas, a llevar a cabo ciertas acciones porque
de lo contrario un infortunio les ocurrirá.
Las convicciones que tiene el neurótico son vividas como supersticiones y no pueden ser
refrenadas por el pensamiento racional, porque justamente la neurosis obsesiva constituye una
recaída de la vida mental en ese estadio del desarrollo en el que el desear es equivalente al actuar:
así domina la omnipotencia de pensamiento, el pensamiento y la palabra toman poderes mágicos.
Siempre que el sujeto piensa algo del orden de su deseo, surge el temor de que “algo terrible
suceda”, ese algo subraya la indeterminación. Ej. “si deseo ver a una mujer desnuda, mi padre
morirá” o “si gozo en el momento del coito no podré tener hijos”. Esto está ligado al sentimiento
de culpa que atormenta al sujeto pero es icc, o sea el suj siente la culpa pero no sabe a qué lo
remite la culpa. Estas consideraciones permiten reformular las primeras formulaciones freudianas
que afirman que “las ideas obsesivas son siempre autorreproches”. F creía que las
representaciones obsesivas eran reproches que vienen por obra de la represión a partir de actos
cometidos con placer, pero, los reproches quedan ahora referidos a los deseos edípicos: el incesto
y parricidio. El Edipo y la castración, el padre desempeña un papel importante: es el adversario
temido frente a los intereses sexuales del niño que lo amenaza con un castigo, y el carácter
principal de esta constelación psicológica es a ambivalencia. Son estas tentaciones las que causan
acciones ceremoniales que expresan esencialmente prohibiciones y limitaciones.

En Inhibición, síntoma y angustia (1925) retoma las n.o. plantea que en gral estas neurosis son de
dos tipos: prohibiciones por un lado, y medidas punitivas y de penitencia, a éstas se las llama
“síntomas negativos” o “satisfacciones sustitutivas disfrazadas”. En las n.o. la formación de
síntomas alcanza su triunfo cuando se consigue amalgamar la prohibición con la satisfacción de
modo tal que el mandamiento defensivo adquiera tmb la significación de una satisfacción.
F estudia ya la formación de síntomas desde la segunda tópica y plantea que el resultado de la
formación del síntoma en la n.o. testimonia la tendencia del Yo a la síntesis y su lucha constante
con lo reprimido. Por otra parte el yo y el s.yó desarrollan un papel importantísimo. Lo que
sobresale en lo síntomas es prohibición-expiación. El Yo es escena de la formación del síntoma.
El s.yó se comporta como si le fuera conocido el verdadero sentido de los impulsos: los síntomas
significan, satisfacciones de impulsos masoquistas (masoquismo no asumido está en el fantasma).
Procuran satisfacción sustitutiva a costa del renunciamiento. El tremendo conflicto entre el Ello y
el s.yó puede extenderse a todas las operaciones del yo paralizándolo. (W: el suj hace todo lo que
los otros quieren menos su deseo, es matar al padre).
Hay síntomas en 2 tiempos: al acto que ejecuta cierto mandato le sigue otro que debe suprimirlo.

La situación inicial de la n.o. no es distinta de la de la histeria, la defensa contra las exigencias


libidinales contra el c. de Edipo, el motor de la defensa en el temor a la castración. No obstante la
forma y configuración de la enfermedad es diversa. F plante una “factor constitucional”: considera
que en las personas posibles de evolucionar hacia esta enfermedad hay una “debilidad” de la
organización genital correspondiente a la fase fálica que se acompaña de una regresión a la fase
sádico-anal. Esta regresión determina el curso del proceso. El pto en el que un proceso patológico
se orienta hacia la n.o. ya ocurrido una desvalorización de la vida genital y se produce entonces un
regresión a la organización sádico anal, el s.yó se muestra especialmente sádico.
Una afección grave son: la repetición y subordinación de las acciones obsesivas de aquellos actos
que habrían de realizarse automáticamente como acostarse, lavarse, vestirse, etc.

La pubertad es decisivo en el desarrollo. Los impulsos libidinosos emprenden los caminos trazados
por la agresión y surgen en forma de intenciones agresivas y destructoras, el yo intenta
defenderse sin darse cuenta de que en realidad se está defendiendo de sus deseos eróticos. Lo
que en realidad se está luchando contra el deseo libidinal, contra el erotismo. Los impulsos
eróticos y las reacciones del Yo hacen que lo sexual aparezca contra el nombre de la ética.

La tendencia gral del síntoma es procurar cada vez una mayor satisfacción sustitutiva a costa de la
renuncia, se pide más renuncias hasta llegar a la paralización de la voluntad y al dominio del
pensamiento por la duda. Dos actividades dedicadas a la formación de síntoma: aislamiento y
anulación, variantes clínicas de la represión.
Se refiere a la esfera motora. Consiste en que luego de un suceso desagradable o un acto
importante, se interpola una pausa. Es equivalente a la amnesia en la histeria. No es olvidado en
sí, es despojado de su afecto y queda suprimida las relaciones asociativas. Queda así separado lo
que debería unirse por asociación, esto es un enorme obstáculo para la cura.
-Es una magia negativa que tiende a suprimir por simbolismo motor el suceso mismo. El
ceremonial consiste en una evitación de que algo suceda o se repita y en suprimir o evitar lo
acontecido. El obsesivo multiplica así las barreras contra la percepción de un deseo inaceptable. El
primer acto es un impulso y el segundo, una prohibición. El suceso no es olvidado es “aislado”, lo
que produce contacto con los pensamientos de deseo “indeseados” es suprimido, se le cortan los
vínculos asociativos.

El beneficio narcisista del síntoma: son los más buenos, escrupulosos, educados, puntillosos.

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