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CURSO: SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN

LA RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURIDICAS EN EL DELITO

DE FRAUDE EN LA ADMINISTRACIÓN DE PERSONAS JURIDICAS

Alumna: Cristina Fernández Cáceres

Código: 20040455

2009-2
INDICE

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………….. 3

CAPITULO I: La responsabilidad penal de las personas jurídicas…………… 4

CAPITULO II: El delito de fraude en la administración de persona jurídica 10


 Antecedentes……………………………………………………………………
11
 Descripción Legal………………………………………………………………
 La administración desleal como delito societario del derecho Español 14

CAPITULO III: 18
 Jurisprudencia y análisis critico………………………………………………..

21
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………
23
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………………

2
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo es una investigación realizada en sobre la base de lo

que se entiende por la responsabilidad penal de las personas jurídicas, en

nuestra legislación, y si es que estas son susceptibles o no de imputárseles una

sanción penal. Ello junto a un delito que cada vez cobra mayor interés no solo en

nuestro ámbito penal nacional sino también en el ámbito internacional, en tanto al

delito de fraude en la administración de personas jurídicas, que en la doctrina

comparada es conocido como delitos societarios.

El trabajo ha sido dividido en tres capítulos que se desarrollan como

explicaremos a continuación. En el primer capitulo se analiza la responsabilidad

de las personas jurídicas y las teorías que la fundamentan. En el segundo

capitulo realizamos un análisis del delito del fraude en la administración de

personas jurídicas y el tratamiento de dicho delito en la legislación comparada,

haciendo referencia a la normativa Española. En un tercer capitulo desarrollamos

el tratamiento jurisprudencial del delito de fraude en la administración de

personas jurídicas y un análisis critico al respecto.

Finalmente se presentan las conclusiones que pretenden dar una solución

practica al tema planteado que hace referencia al tratamiento de la

responsabilidad penal específicamente en el delito de fraude en la administración

de persona jurídica.

3
CAPÍTULO I

La responsabilidad penal de las personas jurídicas

Desde hace ya unos años en la doctrina se discute si es que las empresas

(personas jurídicas) pueden ser o no, junto con las personas naturales, sujetos

activos de un delito en particular.

Por mucho tiempo, las posiciones mas tradicionales negaban la posibilidad de

que las sociedades puedan delinquir, en tanto éstas, no son personas físicas

individualizadas, sino que las mismas son una ficción legal creada por el hombre.

Es así que en el Derecho Romano, se hacía común el axioma societas

delinquere non potest que refiere a que las sociedades no pueden delinquir. Según lo

que expresa el citado principio, las sociedades corporativas carecen de la capacidad

para delinquir como las personas naturales. Es así, que tal como señala POLAINO

NAVARRETE(1) al comentar sobre responsabilidad de las personas jurídicas, dicha

postura en mención apoyaba diversos fundamentos jurídicos, encontrando entre

ellos:

A) incapacidad de acción de la Persona Jurídica

b) la incapacidad de culpabilidad penal

c) la incapacidad punitiva

(1)
Vid. POLAINO NAVARRETE, Miguel; Acción, Omisión y sujetos en la Teoria del delito (De la posición de
garante a la responsabilidad penal de las personas jurídicas), Editorial Grijley, 1ra edición, Lima 2009, Pág.108.

4
Sosteniéndose de ésta forma la imposibilidad de que una persona jurídica

tenga la calidad de sujeto activo en un delito.

Con los años y dada la vertiginosa velocidad de la economía de las

sociedades en general, por su necesidad de producir cada vez mas, surge una nueva

postura, contraria a la señalada líneas arriba, por el cual, se sostiene que las

personas jurídicas son sujetos idóneos para delinquir, admitiéndose así que dichas

empresas, pueden responder penalmente.

El penalista FRANZ VON LISZT, señalaba que es posible que las personas

jurídicas respondan penalmente, y criminológicamente dicho fundamento ha sido

demostrado a lo largo de los tiempos.

La postura de la legislación peruana acerca de la intervención de las personas

jurídicas como sujetos activos de los delitos, y la tipificación especifica en el Código

Penal, sobre delitos cometidos por personas jurídicas nos ha llevado a creer que la

responsabilidad penal de las personas jurídicas ya no es mas una utopía.

En nuestra legislación encontramos la sanción penal de los actos delictivos

que pueden cometer las personas jurídicas, en los artículos 198 al 199 del Código

Penal (en adelante CP).

5
Acerca de lo que debe de entenderse penalmente por el concepto de persona

jurídica GARCIA CAVERO lo define de la siguiente manera:

”la persona jurídica es definida como un grupo de personas (tipo


asociación) o una organización (tipo fundación), que constituyen unidades
cerradas herméticamente, con propia e inviolable zona intima; y, siempre
como la persona física, con la capacidad de ser sujeto de derecho y
obligaciones, participando como tal en el tráfico jurídico por medio de sus
órganos”(2)

Entendemos pues, a la persona jurídica, como una entidad colectiva, participa

en el tráfico jurídico a través de sus órganos de decisión y administración, dentro de

la libertad de una empresa. Por lo tanto, quienes la gestionan deben de hacerlo en

pro de la persona jurídica para que esta funcione y genere las ganancias

económicas, por las cuales la misma se constituyó.

La Criminalidad de Empresa o “Unternehmenskriminalität” en el término

alemán supone el comportamiento socialmente dañoso de una empresa, mientras

que la Criminalidad en la Empresa comprende los hechos delictuosos cometidos

tanto al interior como al margen de la empresa que atentan contra ésta misma. En

este punto, los problemas de imputación y de prueba que se originan por la

criminalidad en la empresa se basan esencialmente, en el hecho claro y notorio de

que son personas físicas las que actúan para la sociedad, mientras que la

criminalidad de empresa traduce la suma de todos los delitos que se cometen a partir

de una empresa o mediante entidades colectivas.

(2)
Vid. GARCIA CAVERO, Percy; Derecho Penal Económico. Parte Especia. Tomo Il; Editorial Grijley, 1ra
edición, Lima 2007, Pág. 360.

6
Como quiera que en el sistema jurídico peruano no existe precepto legal que

defina con exactitud en qué consiste la persona jurídica, por lo tanto recurriré a la

Doctrina para completar dicho vacío, encontrándome con dos teorías que intentan

fijar posiciones doctrinarias sobre la naturaleza de las personas jurídicas:

a) Teoría de la Ficción.-

Dicha Teoría es propugnada por Savigny quien sostiene lo siguiente:

“Todo derecho es la sanción de la libertad moral inherente al ser racional, y por esto

la idea de persona o sujeto de derecho se confunde con la idea de hombre

pudiéndose formular la identidad primitiva de ambas ideas en estos casos: todo

individuo y sólo el individuo tiene capacidad de derecho. Verdaderamente que el

derecho positivo puede modificar la idea primitiva de la persona, restringiéndola o

ampliándola, de igual modo que negar a ciertos individuos la capacidad de derecho

en totalidad y en parte, y además, arrancando por decirlo así, dicha capacidad del

individuo a estos seres ficticios se les llama personas jurídicas, es decir, personas

que no existen sino para fines jurídicos “.(3)

Según dicho criterio, Savigny, establece que la ficción viene a constituir un

instrumento técnico que sólo el legislador puede emplear, es decir, en su entender

fuera de la persona natural, no existe otra entidad titular de derechos y obligaciones,

por lo que la ficción considera a una asociación de personas o a un conjunto de

(3)
Vid. SAVIGNY, KARL, Citado por Iván Meini Méndez en La responsabilidad penal de las personas jurídica
Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, Lima 1999, Pág. 68.

7
bienes como una unidad, tratándola como una persona, y por lo tanto, como sujeto

de derecho.

Aquí podemos encontrar un argumento importante que nos va a ayudar a fijar

posturas posteriormente, y es el hecho que pese a la personificación del ente jurídico

en el sujeto físico, ello no debe hacernos olvidar la imposibilidad de tratar a la

agrupación o sociedad de la misma manera que a la persona física pues las

agrupaciones de hecho, tienen capacidad legal pero no capacidad para actuar. La

teoría de la Ficción en realidad, viene a excluir la responsabilidad penal de las

agrupaciones por razones muy similares a las que permiten descartar la

responsabilidad de las personas físicas incapaces.

b) Teoría de la Realidad.-

Según esta posición, la Corporación es una persona real colectiva formada por

hombres reunidos y organizados en una existencia conjunta que tiende a la

consecución de fines que trascienden de la esfera de los intereses individuales,

mediante la común y única fuerza de voluntad y acción. Este cuerpo social existe

independientemente de toda intervención del Estado y su reconocimiento no

proviene de la creación de un nuevo sujeto, si no que radica en la constatación de su

existencia, tiene un simple valor declarativo. De otro lado, la persona colectiva

expresa su voluntad a través de sus órganos y en este caso, no se trata de un

supuesto de representación pues así como el ser humano se extingue por la

8
destrucción de su organismo natural, la persona colectiva se extingue también por la

destrucción de su organismo social o por autoridad de sus estatutos.

Estas teorías lo que hacen es concebir a las empresas como sujetos sociales

autónomos y en consecuencia, se trata de desarrollar una concepción racional de la

regulación penal sobre las empresas partiendo de que los peligros no sólo provienen

del titular de la corporación sino del sistema empresarial en si mismo pues la

amenaza penal directa contra los bienes jurídicos protegidos proviene, en la mayor

parte de los casos, de comportamientos de personas situadas en el plano directivo y

no de los órganos de la persona jurídica y de otras personas con funciones de

dirección.1

1(4)
Vid. sitio web: http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/050114044633.html consultado el 05.09.2009

9
CAPÍTULO II
El delito de fraude en la administración de persona juridica

Antecedentes

El delito de fraude tiene como antecedente legislativo el articulo 248 del código
penal de 1924, que regulaba en su texto normativo el delito de falsos informes
societarios, sancionando a aquel que en su función de fundador, miembro del
consejo administrativo u órgano de vigilancia entre otros, hubiere intencionalmente
dado o hecho dar informaciones contrarias a aquel contenidas para ser destinadas a
la asamblea general o en las comunicaciones o demandas dirigidas al registro (5).

Con la entrada en vigencia del Código Penal de 1991 se amplia el ámbito punible
y tras su última modificación (por el Artículo 1 de la Ley N° 29307, publicada el 31
diciembre 2008) se señala lo siguiente: “Será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de uno ni mayor de cuatro años el que ejerciendo funciones de
administración o representación de una persona jurídica, realiza, en perjuicio de ella
o de terceros, cualquiera de los actos siguientes:

1. Ocultar a los accionistas, socios, asociados, auditor interno, auditor externo,


según sea el caso o a terceros interesados, la verdadera situación de la persona
jurídica, falseando los balances, reflejando u omitiendo en los mismos beneficios o
pérdidas o usando cualquier artificio que suponga aumento o disminución de las
partidas contables.

2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.

3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones,


títulos o participaciones.
(5)
Vid. GARCIA CAVERO , Percy; fraude en la administración de personas juridicas y delitos contra la
confienza y buena fe en los negocios; Editorial Palestra, 1ra Edición, Lima 2005, Pág 28.

10
4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona
jurídica como garantía de crédito.

5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.

6. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u


otro órgano similar o al auditor interno o externo, acerca de la existencia de intereses
propios que son incompatibles con los de la persona jurídica.

7. Asumir indebidamente préstamos para la persona jurídica.

8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica. (6)"

Descripción Legal

El bien jurídico protegido es el patrimonio, tanto de l apersona física como la


persona jurídica, el mismo que tal como señalan los profesores BRAMONT ARIAS
TORRES y GARCIA CANTIZANO, requiere del engaño con la finalidad de perjudicar
(7)
el patrimonio de una persona jurídica o el lesionar el patrimonio de un tercero Es
decir se entiende al patrimonio social que no solo refiere al patrimonio de la persona
jurídica sino también al patrimonio de los accionistas y de los terceros que se
vincularon con la misma. El agente, al actuar de forma fraudulenta, perjudica el
patrimonio de la persona jurídica como del conjunto de accionistas y los terceros que
quieren contratar con ella.

Un sector minoritario de la doctrina como MEINI MENDEZ considera como


bien jurídico protegido además del patrimonio social al orden económico, ya que a su

(6)
Cfr. Articulo 198 del código Penal, modificado por ultima vez en el año 2008.
(7)
Vid. BRAMONT ARIAS TORRES, Luis Alberto y GARCIA CANTIZANO, María del Carmen; Manual de
Derecho Penal, Editorial San Marcos, 4ta Edición; Lima 1998, Pág. 361.

11
entender la conducta delictiva se enmarca dentro de las sociedades mercantiles
proyectadas al mercado, demostrándose la relevancia para el sistema económico.

Por otro lado GARCIA CAVERO señala que lo que se protege con el tipo penal
de fraude a la administración de personas jurídicas es una expectativa, de que el
administrador no abusara de las facultades que le fueron conferidas, sobre la base
de la confianza que se le depositó, para perjudicar al patrimonio social, los
accionistas y los terceros.

Es así que el administrador de la persona jurídica, debe de procurar que


dentro del cumplimiento de sus funciones, no se generen daños a terceros así como
evitar que terceros dañen el patrimonio de la misma.

En tanto al sujeto activo, este estará conformado por cualquier persona que reuna la
cualidad que determina el tipo penal, esto es ya sea ejercer funciones de
administración o representación de la persona jurídica. Recordemos que nos
encontramos ante un delito especial propio, esto quiere decir que solo determinados
sujetos podrán realizar la conducta delictiva. Dejando en claro esto, en principio, solo
los administradores o representantes de la persona jurídica, que administren bienes
que conformen el patrimonio social, podrán ser autores de dicho delito. Los terceros
que participen en este tipo de delitos serian considerados participes, o como los
llama la doctrina penal: extraneus. El sujeto pasivo puede estar compuesto por la
persona cuyo patrimonio se administra, ello es, la persona jurídica y también los
socios, o terceros que se vinculan con la persona jurídica.

En el caso del aspecto subjetivo es necesario la existencia del dolo, es decir el


conocimiento de que con su conducta creará un perjuicio en el patrimonio social, más
nada mas, dado que no se señala en el dispositivo legal que sea requisito esencial el
animo de lucro por parte del sujeto activo, pero en la mayoría de los casos puede
que concurra. Más aún, respecto al perjuicio patrimonial que se genera de la
administración desleal, el tipo penal no exige que la conducta del autor del hecho

12
cause de forma material el perjuicio al patrimonio social, ya que, para que se
configure el delito bastará con poner en peligro el patrimonio, esto es que con la
acción delictiva tendría que existir una posibilidad real de lesión del patrimonio, ello
es que el administrador tendrá que ocasionar un peligro concreto al patrimonio (8).

Lo señalado cobra sentido, de acuerdo a PAREDES INFANZÓN al señalar:


“La regulación del fraude en la administración de las personas jurídicas no establece
la protección de un interés colectivo, sino de intereses patrimoniales concretos. Por
esta razón, y en virtud del principio de lesividad (consagrado en el Art. IV del Titulo
preliminar del CP) no podrá sancionar las conductas que no pongan en peligro
cuando menos intereses patrimoniales del a persona jurídica, socios o terceros
vinculadas patrimonialmente a esta” (9). Esto debe dejarse en claro en tanto ya la ley
general de sociedad prevé en su normativa una sanción para los actos de deslealtad
por medio de remociones de cargo etc.

Entendemos con lo antes señalado, que el perjuicio debe de estar dirigido


tanto a la disminución del patrimonio social, como en el caso en el caso que iba a
darse un aumento en el patrimonio social, pero por la falta de cumplir con su deber y
obligación con la representada, deje de obtener beneficios a favor de ésta para
convertirlos en propios.

Como vemos debe de haber un abuso de las facultades de administración,


para la cual se le confirió el cargo.

Otro punto importante a analizar es que estamos ante un tipo penal doloso, el
sujeto activo tiene que tener el conocimiento de que su conducta creara un perjuicio
al patrimonio social de la persona jurídica. Ahora bien no es necesario que con tal
conducta el agente activo busque su propio beneficio, solo basta con que se cree un

(8)
Vid MARTINEZ HUAMAN, Raul; “El delito de administración desleal del patrimonio de la persona juridica”
in Revista de DErechi Penal y Procesal Penal Especializada, Gaceta Juridica, Nº1, Julio, Lima 2009, Pág. 179.
(9)
Vid PAREDES INFANZON, Jelio Opcit pag 180.

13
perjuicio patrimonial a la persona jurídica, así evitar que la misma funcione
adecuadamente en el mercado.

Respecto a la pena prevista para el autor del delito, es una pena privativa de
libertar no menor de 1 a cuatro años, además, como señala García Cavero, una pena
de inhabilitación, que puede ser impuesta como medida accesoria a la conforme al
articulo 39 del CP. Siempre que se trate de una violación de un deber inherente a la
profesión o comercio industrial.

La administración desleal como delito societario del derecho Español

Los delitos societarios en el Código Penal Español, haciendo especial


referencia a la figura de la administración desleal , restringiendo su ambito de
regulación con la aparición del cógigo penal español de 1995. Ello dado que por
mucho tiempo, antes de 1983 dicho delito se encontraba bajo el tipo penal del delito
de estafa.

Actualmente dicho delito lo encontramos regulado en el articulo 295 del código


penal español cuyo texto es el siguiente:

Artículo 295. Los administradores de hecho o de derecho o los


socios de cualquier sociedad constituida o en formación, que en
beneficio propio o de un tercero, con abuso de las funciones propias
de su cargo, dispongan fraudulentamente de los bienes de la
sociedad o contraigan obligaciones a cargo de ésta causando
directamente un perjuicio económicamente evaluable a sus socios,
depositarios, cuenta partícipes o titulares de los bienes, valores o
capital que administren, serán castigados con la pena de prisión de
seis meses a cuatro años, o multa del tanto al triplo del beneficio
obtenido.(10)

(10)
Vid. Código Penal Español en : http://www.jhbayo.com/abogado/framecp.htm revisado el 16.11.2009.

14
Según señala BACIGALUPO “ el legislador ha caracterizado ambas formas de
administración desleal distinguiendo <<la disposición fraudulenta de los bienes de la
sociedad>> y la acción de contraer acciones a cargo de la misma, causando un
perjuicio económicamente evaluable(11).”

Como podemos darnos cuenta el Derecho Español limita su accionar al ámbito


societario a diferencia del derecho peruano en el que refiere a las personas jurídicas
en general y no solo limitado a las figuras societarias que presenta nuestra ley
general de sociedades. Esto es importante resaltar en tanto que el derecho español,
le es indiferente si la sociedad se encuentra constituida en si como persona jurídica o
no, bastará con que se encuentre desarrollando o en vías de formación.

Siguiendo la línea de ideas presentada por BACIGALUPO (12) el delito en


mención hace distinción a dos formas delictivas por un lado el tipo de abuso y por
otro el tipo de infidelidad. Por el tipo de abuso se entiende a las obligaciones a cargo
de la persona jurídica, cuando el administrador o apoderado de la sociedad celebra
negocios jurídicos que obligan a la sociedad abusando de los poderes que le han
sido otorgados. Lo que en la doctrina se conoce como los actos “ultravires” Ahora
bien dichas obligaciones contraídas deben de recaer sobre el patrimonio social
administrado, y produciendo un perjuicio al mismo, además se señala que para la
consumación del delito dicho negocio jurídico que genera una obligación deberá de
ser valida, dado que de ser nula, quedaría como tentativa.

El otro tipo regulado es el tipo de infidelidad, que alcanza a aquellas conductas


lesivas del patrimonio que no se manifiestan a través de negocios jurídicos, sino
mediante la administración incompatible exigida para el patrimonio y la confianza
depositada en el administrador. Ello implica en otras palabras una disposición

(11)
Vid, BACIGALUPO, Enrique; Derecho Penal economico, Editorial Hammurabi, 1ra Edición, Buenos Aires
200, Pág. 146
(12)
Cfr. BACIGALUPO, Opcit. Pág 149 y siguientes.

15
indebida de los bienes sociales, y en palabras de BACIGALUPO “concierne a la
defraudación de la confianza depositada en el administrador” (13).

Tal como ocurre en nuestra normativa nacional, el derecho penal español,


exige que la conducta genere un perjuicio patrimonial, ya sea disminuyendo el
patrimonio social de la persona jurídica, como en los casos en los que generándose
un aumento del patrimonio social, el autor no haya ejercido las obligaciones o
derechos para el aumento de dicho patrimonio.

En el ámbito de la tipicidad subjetiva encontramos que al igual que el


tratamiento penal peruano, el español, considera al presente delito como doloso. Sin
embargo le añade una nota característica que es el de que si conocimiento de causar
un daño patrimonial a la sociedad, también esté acompañado de un propósito de
enriquecimiento ilícito, personal o de tercero. Aspecto criticado en la doctrina
española:

“Es un error político criminal, haber restringido la protección


del patrimonio social a los casos en los que el autor
persigue la obtención de un beneficio. Como dijo, no debe
ser éste centro de gravedad la desaprobación jurídico penal,
sino la infracción consciente de los deberes del cargo de
administrador o de la posición del socio que puede realizar
la acción típica.” (14)

Cómo hemos podido analizar al comparar la situación de la legislación


española con la peruana respecto al tratamiento de la administración desleal de las
personas jurídicas, ambas buscan en que la función de confianza que les fueron
delegados a los administradores, como representantes de las personas jurídicas o
sociedades, sea preservado, y por lo tanto sancionan la falta de lealtad con la
sociedad. O en el caso peruano, el posible riesgo de lesión a al patrimonio social.

(13)
Ibidem.
(14)
Ibidem

16
Además ambas regulaciones de las citadas figuras delictivas tienen como
punto de partida el delito de estafa, tal como se reguló en el código penal alemán, en
cual no es materia de análisis en la presente investigación.

17
CAPÍTULO III

Jurisprudencia

Respecto al delito de fraude en la administración de personas jurídicas no


existe mucha jurisprudencia relevante, pero para efectos prácticos citaremos la
sentencia no vinculante Exp. Nº 813-98-Lima (15) dónde se establece entre sus
fundamentos que debe entenderse por el delito de fraude en la administración de
persona jurídica.

En el fundamento segundo se establece lo siguiente; (…) en el delito de


fraude en la administración de personas jurídicas, es necesario que el sujeto activo
en calidad de fundador, miembro del directorio o del consejo de administración o del
consejo de vigilancia, gerente, administración o liquidador de una persona jurídica
realice cualquiera de los siguientes comportamientos (…)

En base a la redacción del articulo antes de la modificación de la misma por


por el Artículo 1 de la Ley N° 29307, publicada el 31 diciembre 2008 señalando en los
casos en que podía ser aplicables este tipo de delitos.

Es importante tener en cuenta lo difícil que es sancionar efectivamente estos


delitos. Tal como señala CARO CORIA: “pocos de estos delitos son efectivamente
conocidos, perseguidos y reprimidos judicialmente; los demás engrasan la tasa de la
llamada cifra negra o criminalidad oculta”(16). Por lo pronto es difícil encontrar una
jurisprudencia que se ajuste a desarrollar en su totalidad este complejo tipo de
delitos.

(15)
Emitida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima.
(16)
Vid. CARO CORIA, Dino Carlos. “La responsabilidad penal de las personas jurídicas en la reforma penal de
1991”; En Themis, Nº 24, 2da época, 1992, Pág. 69.

18
Teniendo como referencia lo señalado por el profesor ECHAIZ MORENO en
tanto a como se toma en la practica el delito materia de análisis tenemos lo siguiente:

“El 2 de diciembre del 2001, es decir diez años después de haberse


promulgado nuestro Código Penal, el mundo corporativo se
estremecía con la solicitud de sometimiento a la legislación de
protección por bancarrota de la hasta entonces monstruosa compañía
estadounidense Enron, la misma que era resultado de la fusión
protagonizada en 1985 entre Houston Natural Gas e InterNorth,
empleaba a más de 21 mil trabajadores, actuaba en cerca de 40
países y poseía unas envidiables credenciales corporativas en
Estados Unidos de América: la séptima empresa más grande, uno de
los 100 mejores empleadores y la empresa más innovadora durante
cinco años consecutivos (1996-2000).

Nadie se explicaba cómo una corporación con tales características


podía quebrar, lo que finalmente sucedió. En el posterior juicio seguido
a los ejecutivos de la firma se determinó el fraude financiero
sustentado en ilegales prácticas contables, como el maquillaje de las
pérdidas y la exageración de los beneficios. No se habían observado
las prácticas de gobierno corporativo que años atrás venían
difundiéndose en Europa (como el Informe Olivencia, de España), en
cuanto a, por ejemplo, no aglutinar en las mismas manos la propiedad
y la administración de la empresa. El fallo judicial resultó histórico: el
ex presidente ejecutivo de Enron, Jeffrey Skilling, una de las
emblemáticas figuras de Wall Street, fue condenado a 24 años de
prisión en el 2006. Es de precisar que Kenneth Lay, fundador de la
firma, falleció tres meses antes de la sentencia; él arriesgaba una
pena de hasta 45 años de prisión.(17)

Tras transcurrido el citado caso en los Estados Unidos de América originó que
en Perú se dicta la Resolución CONASEV de Gerencia General N° 096-2003-
EF/94.11 del 27 de noviembre del 2003 reguló, respecto a las sociedades anónimas
emisoras de valores inscritos en el Registro Público del Mercado de Valores,
teniendo como exigencia principal el de presentar “Información sobre el cumplimiento
de los Principios de Buen Gobierno Corporativo para las Sociedades Peruanas”. Por
otro lado ello abrió los ojos de los legisladores peruanos y en el ámbito penal, se
dictó la Ley N° 28755, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 6 de junio del
2006, mediante la cual se modificaron los artículos 198 y 245 del Código Penal para
incorporar a los auditores (internos y externos) como sujetos activos de los delitos de

(17)
Vid. ECHAIZ MORENO En: http://www.derechoycambiosocial.com/revista016/responsabilidad%20legal
%20de%20auditores.htm

19
administración fraudulenta y de ocultamiento, omisión o falsedad de información,
respectivamente. Con la entrada en vigencia de la nueva modificación a finales de
diciembre del año 2008, se retira, en los delitos de fraude en la administración de
personas jurídicas, a los auditores externos e internos, en tanto para incorporar como
hemos señalado con anterioridad a los administradores y representantes de las
personas jurídicas.

20
CONCLUSIONES

El derecho penal interviene dentro del ámbito de la persona jurídica en tanto,


la sociedad exige seguridad de que los administradores no defrauden las
expectativas normativas de una correcta y leal administración del patrimonio ajeno.
Entendamos que se sanciona el abuso de poder que ejercen en la sociedad por el
control del capital social.

Constituye un elemento esencial y distintivo de este delito en particular, la


consideración del ámbito de la empresa como cauce de la comisión del ilícito, dado
que por sus caracteres particulares la sociedad ofrece formas propias de actuación
que no se presentan en otros niveles de la colectividad.

El incremento de la intervención del Derecho Penal necesariamente va de la


mano de una política criminal determinada por la especial posición que el legislador
tenga con respecto a la naturaleza jurídica de la sociedad y la intervención del estado
en la órbita de las contrataciones particulares.

Existe poca sanción penal al respecto es tanto un aspecto que se ha venido


trabajando como la autorregulación empresarial, ello para no llegar a recurrir al
ámbito de la sanción penal, por medio de una serie de sanciones privadas a las
conductas desleales.

Dicha autorregulación muchas veces se genera dado que al denunciar un


delito de fraude, traería consigo perdidas mayores perdidas económicas de las ya
originadas por los administradores en tanto se genera un desprestigio de la persona
jurídica y el rechazo de la misma en el mercado. Además en la misma persona
jurídica originaria un ambiente de inseguridad para los trabajadores de la misma, y
por ende una reducción en la producción de su giro social.

21
Por otro lado, la aplicación del presente tipo penal conlleva a generar
confusiones, por parte del Ministerio Publico que tiene desafortunadamente poco
conocimientos del manejo del sistema de las personas jurídicas y el ámbito
societario, confundiendo así muchas veces este tipo penal con delitos como estafa,
apropiación ilícita entre otros.

Establecer una responsabilidad accesoria a la de los integrantes de los


órganos de la persona jurídica, permitiendo que ésta responda como Tercero
civilmente responsable para aquellos casos en que hubo un menoscabo del
patrimonio de terceros.

22
BIBLIOGRAFIA

BACIGALUPO, Enrique; “Derecho Penal económico”, Editorial Hammurabi, 1ra


Edición, Buenos Aires 200, Pág. 146

BRAMONT ARIAS TORRES, Luis Alberto y GARCIA CANTIZANO, María del


Carmen; Manual de Derecho Penal, Editorial San Marcos, 4ta Edición; Lima 1998,
Pág. 361.

CARO CORIA, Dino Carlos. “La responsabilidad penal de las personas jurídicas en
la reforma penal de 1991”; En Themis, Nº 24, 2da época, 1992, Pág. 69.

GARCIA CAVERO, Percy; “Fraude en la administración de personas jurídicas y


delitos contra la confianza y buena fe en los negocios”; Editorial Palestra, 1ra
Edición, Lima 2005, Pág. 28.

GARCIA CAVERO, Percy; “Derecho Penal Económico. Parte Especial”. Tomo Il;
Editorial Grijley, 1ra edición, Lima 2007, Pág. 360.

MARTINEZ HUAMAN, Raúl; “El delito de administración desleal del patrimonio de la


persona jurídica” in Revista de Derecho Penal y Procesal Penal Especializada,
Gaceta Jurídica, Nº1, Julio, Lima 2009, Pág. 179.

MEINI MÉNDEZ, Iván en “La responsabilidad penal de las personas jurídica”


Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, Lima 1999, Pág. 68.

POLAINO NAVARRETE, Miguel; “Acción, Omisión y sujetos en la Teoría del delito


(De la posición de garante a la responsabilidad penal de las personas jurídicas)”,
Editorial Grijley, 1ra edición, Lima 2009, Pág.108.

Herramientas de Internet

En Sitio web: http://www.tuobra.unam.mx/publicadas/050114044633.html consultado


el 05.09.2009

En Sitio web: http://portal.uclm.es/descargas/idp_docs/doctrinas/schunemann.pdf por


Schnemann Berhn. consultado el 06.09.2009

En sitio Web: ECHAIZ MORENO En:


http://www.derechoycambiosocial.com/revista016/responsabilidad%20legal%20de
%20auditores.htm

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