Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Es decir, si decide dedicar todos sus recursos a producir alimentos, podrá producir
como máximo 100 toneladas, pero en ese caso no podrá producir ningún vestido.
En cambio si decide producir solo vestidos, podrá producir 300000, pero no podrá
producir alimentos. El resto de posibilidades pasan por combinaciones entre
ambos bienes.
Las teorías clásicas del crecimiento
Las primeras preocupaciones de los economistas clásicos se dirigieron
precisamente hacia el problema del crecimiento económico. El modelo elaborado
por Adam Smith y desarrollado por Malthus tenía un substrato esencialmente
agrarista. Mientras hubo tierras libres, la humanidad pudo crecer sin ningún límite.
El exceso de población, cuando se producía, tenía una vía de escape en la
emigración y en la roturación de nuevas tierras. Todos los individuos podían así
obtener con su trabajo el producto suficiente para su subsistencia y para el
mantenimiento de su familia.
Pero cuando todas las tierras fértiles fueron ocupadas, el proceso de crecimiento
empezó a mostrar sus limitaciones. Al continuar aumentando el número de los
pobladores, los nuevos terrenos agrícolas requerían un mayor esfuerzo y
proporcionaban menor cantidad de producto. Las mejores tierras tenían que
alimentar a una población creciente y la mayor cantidad de trabajo que se les
aplicaba conseguía muy menguados resultados en la producción. En otras
palabras, cuando la tierra se convirtió en un factor limitativo, la ley de los
rendimientos decrecientes empezó a actuar y la productividad del trabajo a
disminuir.
Poco después de publicarse el informe del Club de Roma los precios del petróleo
y de las materias primas se dispararon y los países occidentales se hundieron en
la crisis económica más grave y prolongada que habían conocido desde la
Segunda Guerra Mundial. Muchos pensaron que aquellas sombrías previsiones
estaban a punto de cumplirse, antes de lo estimado. Fue la época del nacimiento
de un gran número de organizaciones ecologistas y de teorías sobre el
crecimiento cero. Los libros del tipo "Cómo sobrevivir una familia explotando dos
hectáreas de terreno" alcanzaron los puestos más altos en las listas de ventas.
Sólo recientemente las aguas han vuelto a su cauce. La crisis de los años setenta
fue mala pero no fue la última. Los precios del petróleo y las materias primas
subieron y volvieron a bajar. La subida de los precios estimuló la explotación de
nuevos yacimientos y la investigación de técnicas ahorradoras de energía. El
aumento de la oferta y la contracción de la demanda han hecho desaparecer el
fantasma del agotamiento de los recursos. En el año 1973 la producción mundial
de petróleo fue de 2.836,4 millones de toneladas mientras que las reservas
estimadas eran de 86.096 MT por lo que se podía calcular mediante una simple
división que sólo durarían 30,35 años, es decir, hasta el 2003. En el año 1990 el
ritmo de extracción de petróleo había aumentado, pero como las reservas
conocidas eran mucho mayores, 136.478 MT, el plazo hasta su agotamiento había
aumentado a 42 años más, es decir, hasta el 2032. Y los descubrimientos de
nuevos pozos y reservas no cesan. hasta los 3.257 MT
El petróleo no se agotará nunca. Es cierto que la cantidad de petróleo existente en
el planeta es limitada y fija. Es cierto que el consumo de petróleo ha estado
creciendo ininterrumpidamente desde su descubrimiento. Pero esas dos
certidumbres no se contradicen con la certidumbre de que es imposible que el
petróleo se agote. Imagínese una situación en la que sólo quedara un litro de
petróleo en el mundo; resultaría tan caro que estaría dedicado a un uso no
consuntivo, por ejemplo, a ser contemplado en algunos museos. Imagínese que
sólo quedara un pozo de petróleo en explotación; su dueño estaría cobrando tanto
por cada barril que sólo podría utilizarse para algo muy importante y en lo que
fuera absolutamente insustituible, quizá en la fabricación de alguna medicina
exótica. Imagínese que sólo quedaran una decena o un centenar de pozos en el
mundo; por supuesto que los coches tendrían que funcionar con baterías o con
alcohol.
Es más, mientras el petróleo siga sometido a las leyes del mercado, no escaseará
nunca y toda su demanda será satisfecha. La paulatina contracción de la oferta
provocará una lenta subida de precios y el consiguiente ajuste de la demanda. Al
estar repartidas las reservas petrolíferas por varias zonas del globo, su mercado
puede funcionar de forma eficiente. Los movimientos bruscos en su precio se han
debido a razones políticas coyunturales por lo que han resultado temporales. En
cualquier caso las técnicas alternativas de producción de energía están ahí. Si
algo se puede deducir de la historia de la tecnología es que no hay ningún factor ni
ningún recurso insustituible. Hay sólo factores productivos y bienes intermedios
cuyo precio es más elevado que el de otros. Nada más. Y las producciones se han
adaptado y seguirán adaptándose a esa realidad.
Pero la diferencia entre los pobres y los ricos sigue aumentando y sigue
habiendo poblaciones sin mejoras perceptibles de su nivel de vida con
respecto a los primeros agricultores de hace diez mil años ¿Por qué?
¿Qué podemos hacer para ayudarles? ¿Qué o quiénes lo impiden?
Lazo cultural-económico:
Es muy frecuente intentar romper este círculo vicioso por el eslabón del ahorro-
inversión, alentando las inversiones muy por encima de los límites que impone el
ahorro. El resultado inevitable es que la demanda nacional supera a la capacidad
productiva y que se generan fuertes tensiones inflacionistas. Las elevadas tasas
de inflación que han azotado frecuentemente Latinoamérica y otras zonas
subdesarrolladas del mundo se deben en parte a esa pretensión. La inflación
finalmente produce los efectos contrarios a los buscados: la incertidumbre impide
la iniciativa empresarial y la inversión busca rentabilidades en la especulación en
vez de en la producción.
Los tres círculos viciosos están fuertemente conectados entre sí. Partiendo del
último punto que hemos tratado, como las bajas rentas tienen que ser destinadas
al consumo de subsistencia -a satisfacer las necesidades básicas o primarias- no
queda nada para la educación de los jóvenes. La educación pública no llega a
todas las zonas en los PMD y muchas veces se limita a una formación elemental,
lo justo para reducir los índices de analfabetismo. En cualquier caso, el trabajo de
los jóvenes es necesario, por lo que se les sacará muy pronto de la escuela. La
insuficiente formación profesional incidirá negativamente sobre la productividad
des trabajo y las bajas rentas durante el resto de sus vidas. Otra consecuencia de
la falta de formación de los jóvenes, especialmente de las mujeres, es su efecto
manteniendo las elevadas tasas de natalidad. Se ha encontrado que la educación
femenina es la variable más significativa en correlación estadística con las tasas
de natalidad. Incluso en algunos países islámicos que han conseguido un notable
crecimiento económico pero que por razones de cultura tradicional mantienen a
sus mujeres con niveles educativos bajos, las tasas de natalidad siguen siendo
muy altas.
Por otra parte, la ausencia de un sistema de seguridad social hace que los padres
procuren tener muchos hijos para garantizarse los cuidados que necesitarán en la
vejez. Este fenómeno se produce especialmente entre los agricultores. Los hijos
no son vistos como algo "costoso" sino "rentable" ya que desde muy pequeños
empiezan a ayudar en las labores del campo y a ganarse el sustento. Además, la
cultura tradicional en muchos PMD valora el número de hijos como expresión del
éxito en la vida. En otros casos el control de la natalidad es considerado un
pecado religioso o una falta social grave, indicativa de una forma de pensar
diferente de la tradicional.
Barreras comerciales al desarrollo
Afortunadamente los países del tercer mundo no constituyen sistemas aislados.
Mientras no existían vías de comunicación ni países avanzados con los que
comunicarse, las sociedades primitivas tuvieron que conformarse con la lenta
acumulación local de conocimientos y de capital, un proceso milenario. Pero hoy
día una quinta parte de la humanidad ha conseguido adquirir la cultura y la
tecnología que están disponibles para su uso mundial y pueden permitir el
despegue de las sociedades más atrasadas.
Pero en el pasivo hay que anotar que la teoría de la dependencia fue utilizada
para justificar un proteccionismo comercial que cerraba las vías de comunicación
con el exterior. Los dirigentes políticos dictatoriales adoptaron la teoría de la
dependencia como una explicación del fracaso de sus políticas y la base teórica
de un nacionalismo xenófobo que aglutinaba disciplinadamente a sus súbditos. La
retórica que acompañó a esta teoría impidió una discusión seria que buscase
soluciones locales a los problemas locales, aunque las condiciones externas
pudieran ser parcialmente responsables de los problemas o restringieran las
soluciones.
Barreras políticas al desarrollo
A finales de los setenta los PMD latinoamericanos y africanos iniciaron una espiral
de endeudamiento. La deuda externa creció en muchos países a un ritmo superior
al 20% anual durante más de una década. Y las exportaciones, sofocadas por el
proteccionismo, no aumentaron a ese ritmo. La subida de los tipos de interés en
los mercados financieros internacionales durante los años setenta hizo crecer los
costes de una deuda que había sido contraída en más del 60% con bancos
privados y a muy corto plazo. La llegada de gobiernos democráticos a
Latinoamérica y su apertura a las inversiones externas unidas a una rigurosa (y
dolorosa) política monetaria ha conseguido que muchos de estos países hayan
conseguido recuperar el crédito internacional. Pero el problema persiste en otras
zonas, principalmente en África. No se trata ya de ver si la deuda se va a devolver
o no.
Las deudas pueden condonarse fácilmente, lo difícil es recuperar el crédito
perdido; cómo conseguir nuevos préstamos; cómo obtener nueva financiación
para los países que han sido tan malos pagadores.
DIARIO PEDAGOGICO