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Los factores productivos que se tienen en cuenta para calcular el ingreso nacional
pueden encontrarse físicamente fuera del país en cuestión, lo que importa para el
ingreso nacional es la nacionalidad del factor productivo (si se trata de trabajo) o
del dueño del factor productivo (si se trata de otro tipo de factor productivo). Por
ejemplo, si un trabajador de Alemania trabaja temporalmente y cobra un salario en
Estados Unidos, ese salario se incluye en el ingreso nacional de Alemania, pero
no en el ingreso nacional de Estados Unidos.
Algunos países, como Japón y Alemania, tienen ingresos netos del extranjero
positivos, porque durante años lograron acumular inversiones en otros países.
Esas inversiones están otorgando rendimientos a sus dueños.
Otros países, por ejemplo, muchos países africanos, tienen ingresos netos del
extranjero negativos, porque muchas actividades productivas realizadas dentro de
sus fronteras se llevan a cabo con capital extranjero.
Diferencia entre Ingreso Nacional y Producto Nacional Bruto
Si bien el uso del ingreso nacional o el ingreso nacional per cápita (ingreso
nacional dividido la cantidad de habitantes de un país) es extendido, exiten
algunas críticas al mismo, porque el ingreso nacional tiene algunas falencias como
medida de bienestar. Por ejemplo, no tiene en cuenta:
- Algunos factores sociales: factores que afectan el bienestar de las personas
pueden no estar incluidos, por ejemplo ditribución del ingreso o nivel de
criminalidad.
- Sostenibilidad en el tiempo: parte del ingreso nacional puede ser llevado a cabo
simplemente por el consumo de capital o recursos no renovables, lo que llevaría a
una situación de menor ingreso nacional en el futuro.
- Factores ambientales: polución, destrucción ambiental, utilización de recursos
naturales no renovables, etc.
Es por esto que se han elaborado medidas alternativas que buscan tener en
cuenta estos factores ignorados por el Ingreso Nacional. Algunas de estas
medidas alternativas son:
- Índice de desarrollo humano.
Teoría Keynesiana
Keynes trató de explicar en detalle por qué altos niveles de desempleo como los
existentes tras la gran recesión, no pueden ser autocorregidos por el propio
mercado, debido a la baja "demanda efectiva" que dificulta el aumento de la
actividad económica si solo se impulsa por el capital privado, y porque la
flexibilidad de precios y la política monetaria podrían ser inútiles (trampa de
liquidez).
Términos tales como "revolucionario" se han aplicado para el libro por su impacto
en el análisis económico.
Función consumo y función ahorro:
Trazaremos finalmente la línea que atraviesa estos dos puntos, derivando así la
función de ahorro. Tal como podemos apreciar hasta Y* la función discurre a lo
largo del cuarto cuadrante dado que para todos los niveles de renta el consumo es
mayor, la sociedad está desahorrando. En tanto que cuando el nivel de renta es
mayor que Y* la sociedad estaría ahorrando al ser su nivel de renta mayor que el
consumo efectuado.
Las inversiones bien sea a corto o a largo plazo, representan colocaciones que la
empresa realiza para obtener un rendimiento de ellos o bien recibir dividendos que
ayuden a aumentar el capital de la empresa. Las inversiones a corto plazo si se
quiere son colocaciones que son prácticamente efectivas en cualquier momento a
diferencia de las de largo plazo que representan un poco mas de riesgo dentro del
mercado.
Números Indices.
Según Rosembaum y Highland "un número índice es una forma especial de razón
utilizada para mostrar cambios durante el periodo. Se compara una cantidad
(venta, precio, producción, etc.) con el valor correspondiente en algún periodo
anterior al que se le conoce como la base."
Índice= X 100
Se puede definir como aquel número, cosa o característica, que engloba, un gran
contenido de información, la cual se expresa de manera simple.
Un Número índice es un valor representativo que indica las variaciones de una o
más variables en un periodo dado con respecto a un periodo base.
Agregados macroeconómicos
Rentas Mixtas.
“Si eres cuerpo vivo nadie puede decirte cómo has de sentir el mundo. Y nadie
puede decirte qué es la verdad, pues tú mismo la sentirás. El cuerpo no miente”
S. Keleman
De acuerdo con Jahoda, entre los Ashanti, cuando un niño nace (no ocurre lo
mismo con las niñas), se le pone el nombre del día en el que ha nacido. El nombre
se refiere al kra, el alma del día. Este implica disposición hacia cierto tipo de
comportamiento.
Los que han nacido en Lunes se supone que son más tranquilos y pacíficos. Los
chicos llamados Miércoles tienen una tendencia de comportamiento agresivo e
impulsivo. Un análisis de Jahoda sobre los registros de delincuencia en un tribunal
de menores indicaba un número significativamente más bajo de lo esperado entre
los jóvenes llamados Lunes.
Había también evidencias de que los que se llamaban Miércoles tenían más
tendencia a cometer crímenes en contra de otras personas (peleas o asaltos).
Aunque las relaciones eran débiles y las replicaciones de los estudios podían
haber sido deseadas para establecer la validez de los resultados, las conclusiones
de Jahoda parecen indicar que «las correspondencias parecen muy importantes
para ser obviadas fácilmente» (1).
Este inventario se utiliza para medir la personalidad. Pero, ¿tiene una validez
universal? Varios autores se plantearon esto y obtuvieron que los análisis
factoriales sobre los conjuntos de datos nacionales muestran factores similares
entre naciones.
Parece, pues, que existe una estructura universal entorno a este inventario.
¿Quiere decir esto que las diferencias entre culturas quedan invalidadas?
¿Podemos decir entonces que no hay relación entre la cultura y la personalidad?
Además, parece que la diferencia de las medias entre las culturas son pequeñas
en comparación con las diferencias interindividuales dentro de una cultura. Así, la
variabilidad en las puntuaciones medias entre países es menor que las medias
intrapaís.
1. La personalidad en la cultura: La persona en contexto
Así pues, podemos decir que, dependiendo del lugar, la cultura tiene mayor o
menor influencia en la personalidad. El individualismo también tiene mucho que
ver con esto, marcando las grandes diferencias entre las culturas.
«La perspectiva cultural asume que los procesos psicológicos, en este caso, la
naturaleza y el funcionamiento de la personalidad, no están solo influenciados por
la cultura sino también constituidos básicamente por ella».
Sin embargo, nos sorprendería saber cuántos de los aspectos que conforman
nuestra personalidad (percepciones, pensamientos, sentimientos y conductas)
vienen prácticamente determinados por un simple binomio cultural: haberse
desarrollado en una sociedad individualista o colectivista.
1. Los factores biológicos básicos que incluyen la herencia y los factores maternos
prenatales.
2. Los factores bioambientales que están en la base del desarrollo neuropsicológico y
dónde están inextricablemente unido lo biológico y lo ambiental.
3. Y los factores puramente ambientales que incluyen el aprendizaje por contigüidad,
el instrumental y el vicario.
Las experiencias tempranas de la infancia son las más determinantes para la construcción
de la personalidad. Éstas están muy unidas a los aspectos biológicos y darán la base para
los futuros aprendizajes a lo largo de la vida.
En las últimas décadas esto significa que el término temperamento se ha usado para hacer
referencia a la genética de cada uno, la parte heredable de la personalidad, lo cual significa
que el temperamento de cada cual permanecería más o menos inalterado
independientemente de las cosas que nos sucedan, el modo en el que aprendamos a
gestionar nuestras emociones, etc.
Pero... ¿cómo nace la idea de que los seres humanos disponemos de diferentes tipos de
temperamentos que nos diferencian los unos de los otros? La respuesta está en la teoría de
los 4 temperamentos básicos, que parte de la idea de que nuestra manera de ser depende de
varios tipos de sustancias, o "humores", que circulan por nuestro cuerpo.
Una de las primeras personalidades históricas en desarrollar la teoría de los 4 humores que
más tarde daría paso a la de los temperamentos fue el médico griego Hipócrates.
Alrededor de los siglos V y IV a. C., en la antigua Grecia que habitó Hipócrates, tenía
mucha importancia la creencia de que todo lo que existe en el mundo estaba compuesto por
unos pocos elementos combinados entre sí. Hipócrates adoptó este punto de vista al
defender la idea de que el cuerpo humano está formado por 4 sustancias básicas, también
llamadas humores.
Para este médico griego, los niveles en los que están presentes cada uno de los humores en
un cuerpo humano explican los estilos de personalidad y temperamento de este, lo cual
significa que observando las cantidades de estas sustancias se podría saber el estilo de
comportamiento de una persona, cómo expresa sus emociones, etc.
Los 4 temperamentos básicos propuestos por Galeno fueron los siguientes:
1. Temperamento sanguíneo
Las personas sanguíneas se caracterizan según Galeno por ser alegres, optimistas y buscar
siempre la compañía de los demás.
Muestran calidez a la hora de tratar con otras personas, su modo de actuar obedece más a
los sentimientos que a las conclusiones generadas por el análisis racional. Además, cambian
de parecer con facilidad y son poco dadas al comportamiento disciplinado, porque se guían
por la búsqueda del placer inmediato. Por eso frecuentemente dejan cosas sin terminar. Su
elemento asociado es el aire.
2. Temperamento flemático
El temperamento flemático expresa una propensión a un modo de comportarse sereno y
tranquilo y un modo de acercarse a las metas perseverante y basado en la racionalidad.
Según la teoría de galeno, las personas que destacan por este tipo de temperamento valoran
mucho la exactitud a la hora de pensar y de hacer las cosas, raramente se enfadan y no
muestran demasiado sus emociones, llegando a parecer algo frías. Además, suelen
mostrarse algo tímidas y evitar ser el centro de atención o sostener un rol de liderazgo.
Según la teoría de los 4 temperamentos, a estas personas les correspondía el elemento agua.
3. Temperamento colérico
Las personas que destacan por su temperamento colérico son especialmente enérgicas,
proactivas e independientes. Muestran una tendencia a estar siempre dedicándose a una
actividad o emprendiendo proyectos y defienden con ahínco sus opiniones y posturas ante
las diferentes situaciones que viven.
Además, confían en su propio criterio y no temen entrar en confrontación con los demás,
por lo que son asertivas y no rehúyen las posiciones de liderazgo. Sin embargo, si este tipo
de temperamento es muy extremado puede dar pie a la aparición de muchos conflictos y
hostilidades. El elemento con el que se las relacionó era el fuego.
4. Temperamento melancólico
Las personas con temperamento melancólico se caracterizan, según Galeno, por ser
emocionalmente sensibles, creativas, introvertidas, abnegadas y perfeccionistas. De algún
modo, este tipo de temperamento puede relacionarse con el concepto reciente de Personas
Altamente Sensibles (PAS), aunque definido de modo mucho más ambiguo.
Aunque encuentran placer en las tareas que requieran esfuerzo y sacrificio personal, les
cuesta decidirse a la hora de iniciar proyectos justamente por ese espíritu perfeccionista y
por la preocupación que produce la inseguridad de no saber lo que va a pasar. Su humor
varía con facilidad y muestran una propensión a la tristeza. Su elemento es la tierra.
La obra de Galeno ha sido un referente durante muchos siglos de historia, pero hoy en día
no se considera válida ni en la medicina ni en la psicología.
Los motivos son que, por un lado, no se formuló sobre ideas y posturas filosóficas
aceptadas hoy en día (la teoría humoral) y por otro lado, que el modo en el que se describen
los diferentes temperamentos es muy ambigua. Eso significa que aunque pueda ser
inspirador ver reflejada la propia personalidad en alguno de estos tipos temperamentales, es
muy posible que parte del interés que nos produzca este sencillo sistema de clasificación se
deba al efecto Forer, tal y como ocurre por ejemplo con el eneagrama de la personalidad.