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Corte Constitucional y la desigualdad en la distribución de

la riqueza.

Mauricio Fernando Rey Hoyos, estudiante del programa de Derecho


de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad la
Gran Colombia sede Armenia.
Correo electrónico: reyhoymauricio@miugca.edu.co
Universidad la Gran Colombia sede Armenia
Carrera 14 N° 7 - 46
+57 (6) 7460400
Armenia – Quindío
Colombia

Resumen:

La Corte constitucional de Colombia en sus sentencias y en especial en la C-209

de 2016 manifiesta que para analizar la regresividad o progresividad del sistema tributario

se debe ver el conjunto y no un tributo en particular. Esto dado que todo ciudadano debe

contribuir en el financiamiento de los gastos e inversiones del estado dentro de los

conceptos de justicia y equidad. Y que el sistema tributario en conjunto vela por el

mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la distribución equitativa de

oportunidades y los beneficios de desarrollo. Por lo anterior, las reformas tributarias han

pasado sus exámenes de constitucionalidad hechos por este ente. Pero en los últimos 25

años la desigualdad en Colombia ha aumentado pasando el indicador de Gini en el año

1992 de 0.47 a 0.52 en el 2015, en la actualidad Colombia se encuentra en el puesto 8 de

países más desiguales del mundo según este mismo índice para el año 2016. Obliga a

preguntar si en conjunto el sistema tributario cumple con su propósito de retribución e

igualdad.
Articulo

Teniendo como base la sentencia C- 209 de 2016 que expone la línea

jurisdiccional que ha tenido la Corte Constitucional, en estas casi tres décadas, en relación

al sistema tributario en Colombia en especial con IVA. Este artículo plantea la necesidad

de replantear la concepción que al respecto se ha formado la Corte Constitucional sobre

la equidad del sistema tributario colombiano y el cumplimiento a las directrices de la

constitución política.

Lo primero que debemos conocer es que el congreso de la república tiene la

facultad impositiva de intervenir en la economía por medio de la Ley. Esto con el fin de

una sostenibilidad fiscal que cumpla con los objetivos de mejoramiento de la calidad de

vida de los habitantes, la distribución equitativa de oportunidades y los beneficios de

desarrollo. Lo anterior con el fin último de alcanzar los objetivos del estado social de

derecho. Para cumplir esta facultad, el legislador debe priorizar el gasto social que

conlleve a dar pleno empleo y de manera progresiva lograr que las personas de menores

ingresos tengan acceso al conjunto de bienes y servicios básicos. Todo esto encaminado

a disminuir la desigualdad. (Sentencia C-209/16, 2016)

Lo segundo, es entender la diferencia entre impuestos indirectos y directos. Siendo

el indirecto aquel en el cual no existe una verificación concreta y previa del sujeto

contribuyente. Por ende la capacidad de pago de este se determina por la propensión al

consumo, es decir, entre más consuma pagará más tributo y en concordancia con las leyes

económicas el que más ingreso tiene más utilizara bienes y servicios aportando más en

valor neto en este tipo de tributos. Lo difícil del tributo indirecto es determinar la

proporción del tributo en función del patrimonio e ingreso del sujeto pasivo. Por otro lado,
los impuestos directos identifican al contribuyente respectivo y es posible determinar su

capacidad de pago. Esto permite que a mayor patrimonio e ingreso se le pueda imponer

tasas progresivas con el objeto de aumentar el pago del tributo tanto neto como

porcentual. Con este impuesto es determinable la proporción del tributo en función del

patrimonio y el ingreso. Explicado lo anterior, los impuestos en su conjunto están

limitados por la constitución, pues estos no deben permitir la regresividad, no deben

afectar los derechos a la alimentación y al mínimo vital, así mismo, deben cumplir los

principios a la igualdad, equidad, progresividad y justicia. (Sentencia C-209/16, 2016)

Tercero, el tributo está compuesto por los siguientes elementos: 1) Sujeto activo,

es la entidad estatal que bajo autorización de la ley tiene el derecho de exigir el pago. 2)

sujeto pasivo, persona de facto sobre quien recae la obligación. 3) Hecho generador,

suceso al que la ley le ha conferido obligación tributaria. 4) Base gravable, es el valor

determinado por la ley y sobre el cual se aplica la tarifa. 5) Tarifa es el porcentaje con el

que se determina el valor del impuesto a pagar. Así mismo, las características del sistema

tributario en general deben ser: el principio de equidad tributaria. Este principio se divide

en dos factores, el primero implica que el sistema tributario debe tratar de igual manera a

las personas que antes de tributar gozan de la misma capacidad económica y el segundo,

es la exigencia de progresividad que implica que a mayor capacidad mayor cuota de

impuesto. Otro rasgo del sistema tributario en Colombia, es que todo ciudadano debe

contribuir en el financiamiento de los gastos e inversiones del estado dentro de los

conceptos de justicia y equidad (Art.95 No. 9 (Asamblea Nacional Constituyente, 1991))

y por tanto da potestad de establecer las contribuciones fiscales y parafiscales por medio

de la ley, ordenanza y acuerdo. Siendo el tributo el principal instrumento con que cuenta
el estado para cumplir con sus obligaciones. Se debe agregar, que debe tener en cuenta

los principios de: (Sentencia C-209/16, 2016)

 Eficiencia tributaria: es el efectivo control de recaudación que asegura la justa

distribución de la carga fiscal.

 Igualdad: implica un trato igual frente a supuestos de hecho equivalentes y de

tratamiento disímil entre situaciones diferentes, siempre que resulte objetiva

razonable y justa.

 Solidaridad: es el socorro que se brinda a quien se encuentra en una situación de

necesidad, por ende, una parte de la sociedad está llamada a colaborar en la solución

de las necesidades de los más pobres.

 Generalidad del tributo: implica que la carga tributaria se distribuya entre todos las

personas con capacidad de pago. Para lo cual se arma de dos componentes. 1) sujeto

que implica la obligación de las personas con capacidad. 2) objetivo. Cuando se grava

el hecho.

Todo lo anterior con la finalidad de dar condiciones de dignidad humana que es el

merecimiento de un trato especial por el solo hecho de ser persona y la facultad de exigir

de los demás un trato acorde con su condición humana. Dichas exigencias se basan en

tres líneas: 1) ciertas condiciones materiales para vivir bien. 2) vivir sin humillaciones y

3) vivir como la persona autónomamente desee. Para concluir, los principios del sistema

tributario se sustenta en la Constitución Política de Colombia que enerva la equidad,

eficacia y la progresividad del sistema tributario, adicionalmente prohibiendo su

retroactividad.
Respecto al concepto de no retroactividad, la Corte Constitucional en

interpretación de la Constitución Política de Colombia ha referido que, el Estado por

medio de la actividad de las autoridades públicas no está obligado solamente a abstenerse

para el cumplimiento de ciertos derechos individuales, sino que debe ejecutar acciones

efectivas inmediatas y graduales para la realización progresiva de los derechos

promulgados en la constitución y pactos internacionales firmados, aplicables al respecto.

De donde se deriva la prohibición de retrocesos constitucionales frente al nivel de

protección alcanzado. Por lo que las medidas regresivas deben justificarse plenamente.

La Corte Constitucional también ha indicado que para aceptar la regresión primero debe

haber un mínimo de deliberación democrática especifica en el congreso y segundo

exponer argumentos que justifiquen de forma clara la regresión. En sentencia C-776 de

2003 se refiere al deber del legislador de no profundizar la desigualdad existente por

medio de medidas impositivas, colocando así límite al poder tributario estatal. En relación

al principio de equidad tributaria la Corte Constitucional en sentencia C-183 de 1998

expresa como la reparación de la diferencia de renta y riqueza existente en la sociedad,

de modo que por medio de la solidaridad social, el estado tome en cuenta la capacidad

tributaria de los sujetos y grupos y conforme a ellos determine la carga fiscal con el fin

de alcanzar mayores grados de redistribución del ingreso nacional. Equivalente a un

sistema tributario progresivo.

En particular, para la sostenibilidad fiscal el Estado cuenta con tributos, uno de

los cuales es el Impuesto al Valor Agregado IVA. El IVA es un impuesto indirecto dado

que no existe una identificación concreta y previa del sujeto contribuyente. Por ende, la

capacidad de pago sólo se determina por la propensión al consumo de estos sujetos. En

otras palabras, grava la necesidad de consumo del contribuyente. Otra característica es


ser regresivo, quiere decir, que sí incrementa la capacidad de pago de la persona que

realiza el pago, menor será el impacto del impuesto en su economía. Para ejemplarizar:

dos personas con diferente capacidad de ingreso. En este caso, el pago del impuesto en

una persona con capacidad de pago baja, tendrá un impacto mayor en su economía, que

el impacto de una persona con una capacidad de pago alta. En este sentido la Corte

Constitucional de Colombia ha manifestado, en sentencia C-426 de 2005, que para

analizar la regresividad o progresividad del sistema tributario se debe ver el conjunto y

no un tributo en particular. La academia considera como ventajas teóricas del IVA las

siguientes: 1) desestimula el gasto e incentiva el ahorro; 2) genera ilusión de percepción

de menor pago por parte del contribuyente, por ende un efecto psicológico más favorable

que el generado por un impuesto directo; 3) menor tiempo de dilatación del recaudo del

tributo; 4) no hay correlación entre mayor ingreso y aumento en el pago del impuesto; 5)

el contribuyente puede disminuir el pago del tributo reduciendo el gasto; 6) el IVA no es

afectado por el tipo de persona jurídica que lo paga, por ende su efecto es neutro en

relación al sujeto pasivo tributario; 7) no estimula el endeudamiento, pues castiga el gasto

y a diferencia del de renta no estimula el endeudamiento para obtener beneficios

tributarios; 8) evita el desestimulo al ahorro y a la inversión que genera los impuestos

directos; 9) controla las distorsiones de mercado por demanda de bienes suntuosos, por

lo tanto proporciona mayor equidad al afectar la capacidad de gasto; 10) es más eficiente

en recaudación y en evitar evasión, dado que utiliza sistemas cruzados de información de

los diferentes sujetos pasivos. Por otro lado, para la misma academia, las desventajas son:

1) la regresividad del impuesto, porque mientras que los sujetos de menor capacidad

contributiva la propensión marginal a consumir es igual a uno, en las de mayor capacidad

es bastante inferior; 2) la no neutralidad real del impuesto, puesto que para lograrlo
debería ser gravado todos los bienes y servicios con la misma tasa lo que sería injusto e

inequitativo; 3) distorsión en el valor final del bien, implicando pérdida de competitividad

y disminución de la demanda. 4) tiene efectos deflacionarios, lo que va en contra de los

mismos ingresos fiscales. Dado que, el IVA fue implementado en Colombia en 1963 con

el decreto especial 3288 y en la actualidad es la principal fuente de ingresos tributarios

del país con un 39% de la participación y del 21% de los ingresos nacionales. La tasa

impositiva del IVA esta en 19% y se proyecta irla aumentando hasta el 22% que es el

objetivo de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo

Económicos (OCDE) del cual Colombia desea ser miembro. Superando así a un impuesto

directo y progresivo como la retefuente. (Plazas Vega, 2015) (Fino Serrano & Vasco

Martínez, 2001) (Vasco Martínez, 2002)

Joseph Stiglitz, premio nobel de la economía del año 2001 por sus análisis de

mercado e información asimétrica, en su libro del precio de la desigualdad del año 2012,

evidencia que los costos de la desigualdad son: altos índices de criminalidad, problemas

sanitarios, desigualdad en la educación, pérdida de cohesión social y menor esperanza de

vida. Estas consecuencias se dan por la ineficiencia de los mercados y la tendencia de

estos a acumular riquezas en manos de unos pocos. A esto se suma, una política

gubernamental que propende por acentuar ésta tendencia en detrimento de la democracia

y la ley, dado que hay una mayor concentración del poder en manos de unos pocos. Para

analizar estos factores Stiglitz usa el índice de Gine y la curva de Lorenz en relación a su

desviación entre sí, siendo el ideal cero y la máxima desigualdad. En Colombia en el año

1992 era del 0.47 y para el 2015 era del 0.52 con una aumento de 5%, en la actualidad

Colombia se encuentra en el puesto 8 de países más desiguales del mundo según este

mismo índice para el año 2016. Esto hace que se pregunte sí realmente el sistema
tributario en Colombia es progresivo y cumple con los propias afirmaciones de la Corte

Constitucional en la C-209 de 2016. Es aquí donde se valida el postulado de Stiglitz del

que el Estado debe propender porque las rentabilidades privadas y los beneficios sociales

estén en armonía, buscando la productividad marginal. Es decir las personas con una

productividad mayor, recibirán un ingreso más alto. Para lograr esta armonía el Estado

debe intervenir para solucionar las fallas del mercado como son: la competencia

imperfecta la existencia de externalidades, asimetrías de información y el cubrimiento de

riesgos. La no regulación de estos factores genera desigualdad.

De igual manera, Thomas Piketty, economista Francés galardonado con el premio

Yrjö Jahnsson (2013) por sus aportes sobre desigualdad económica y distribución de la

renta, en su libro el capital del siglo XXI de 2013 sostiene que los ingresos salariales

crecen más despacio que las rentas obtenidas por la acumulación de capital. En Colombia

entre los años 1992 a 2016 el PIB pasó de $99.899 a $283.500 millones de dólares

equivalente a un aumento de 184% y se pasó de un PIB per capital anual de $2.479 a

$5.898 de dólares, pero el salario mínimo legal vigente en Colombia paso de 1992 de

$1.200 a 2016 $2.950 dólares anuales, equivalente a un aumento 146%. Pero comparado

con el aumento del PIB hay una diferencia de 38 puntos porcentuales siendo evidencia de

un aumento en desigualdad que se ve reflejado de igual forma en el índice de GINI.

Por otro lado, Piketty sustenta el fenómeno que el déficit público no incrementará

la demanda actual de bienes de un país porque el ciudadano sabe que el gobierno a cambio

tendrá que subir los impuestos. A esta situación se le conoce como equivalencia ricardiana

situación que ha hecho que en Colombia se realicen reformas tributarias con el fin de

cubrir el déficit estatal. El desarrollo de la deuda pública en Colombia, ha presentado un


aumento progresivo desde comienzo de siglo XX dónde osciló entre el 10% y el 20% del

PIB con un mínimo de 2.5% en 1926, para estar en el 2016 en un máximo de 56%.

Mientras que los impuestos recaudados pasaron de un 4% del PIB a comienzos de siglo

XXI a 22.8% del PIB para 2016. El gasto público, que es la compra de bienes y servicios

o de inversión, paso de estar a comienzos de Siglo XXI en el 3% a un 19% en el 2016. Es

un claro ejemplo Colombia de este fenómeno.

En conclusión, Piketty sustenta que mientras las rentas de capital superen su

inflación y el aumento del asalariado se mantendrá la desigualdad de la sociedad. Para

corregir esta situación propone establecer un impuesto de capital de hasta el 10% anual y

la restricción de salida de capitales.

Para finalizar, el análisis hecho en este artículo apoyado en los desarrollos

académicos y teóricos sobre desigualdad y redistribución de riqueza demuestra que: los

impuestos indirectos cada vez ganan mayor participación del recaudo tributario; el gasto

público no ha permitido que el país logre mejorar su coeficiente de desigualdad en la

distribución de la riqueza; la política tributaria esta en contravía de una adecuada

redistribución de la riqueza y de la equidad en la distribución de esta. Estos factores

aumentan la perdida de legitimidad al Estado, por cuanto no asegura la convivencia

pacífica y un sistema social justo. Ello indica que la mayoría de los colombianos están

privados de una justa redistribución de la riqueza.

Es por todo lo anterior y en cumplimiento de los mismos principios que la Corte

Constitucional de Colombia ha plasmado en estos 25 años en sus sentencias, que dicha

corte debe hacer un llamado al gobierno para realizar acciones efectivas de retribución de

riqueza, un reajuste del sistema tributario en Colombia para que sea realmente progresivo.
Y hacer un llamado a la rama legislativa de la necesidad de reformar el marco tributario

para que cumpla con los fines del Estado. Esto sin dejar a un lado de control de

constitucionalidad de las normas que se profieran y que vayan claramente con los

objetivos del Estado.

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