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Castillo Morales definió el complejo orofacial como un sistema de órganos que está formado

por un conjunto de varios elementos anatomo-fisiológicos que sirve para desenvolver de


manera conjunta las siguientes funciones: alimentación, respiración y fonación, a las que
añade la mímica.

2 El equilibrio postural y la función orofacial. El esquema de Brodie El sistema orgánico recibe


permanentemente estímulos del exterior, por eso precisa de numerosos mecanismos
reguladores que se encargan de filtrar, procesar y responder adecuadamente a esos múltiples
estímulos. Esos mecanismos regulan todo el proceso con el objetivo de garantizar un equilibrio
entre las distintas partes del complejo orofacial y los destinos sistemas, y en definitiva entre la
persona y el mundo que le rodea. El complejo orofacial puede verse afectado por las distintas
patologías. Estas perturban el equilibrio descrito anteriormente, por lo que la función se ve
alterada no siendo correcta y eficiente, dando lugar a la aparición de compensaciones,
adecuaciones y finalmente de fijaciones.

Por otro lado cada órgano está diseñado para desempeñar una función, y se desarrolla y se
forma a sí mismo a través de dicha función cuando se realiza de manera armónica. Por ejemplo
la forma cóncava del paladar es necesaria para que la lengua pueda desempeñar su función,
mientras que a su vez, la forma del paladar esa modelada por la actividad de la lengua. (11) El
sistema de Brodie constituye un esquema postural. Considera el cráneo como un elemento
fijo, que se apoya sobre la columna, la cual facilita su movimiento. Encontramos otros
elementos móviles, como la mandíbula y el hioides que alteran constantemente su posición y
se adaptan a las posturas y movimientos del cráneo. La mandíbula y el hioides están a su vez
directamente conectados por medio de varios grupos musculares e indirectamente con la
cintura escapular, cuyos movimientos o posturas también los influencian. Los músculos
torácicos y abdominales ligan la cintura escapular con la cintura pélvica a través de los
músculos del cuello y de la columna vertebral. La acción conjunta de todos estos elementos
produce una acción en cadena que tiene como consecuencia una actividad o función
adecuada.

La coordinación de los elementos orofaciales es una condición previa para una correcta
función orofacial, por lo tanto el objetivo de tratamiento será modificar las distintas posiciones
del cuerpo y movimientos para aproximarlos a la normalidad, y permitir un buen equilibrio
entre todas las estructuras que componen este sistema para asegurar así una función
adecuada.

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