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Predicación Expositiva

Contenidos

1 La esencia de la predicación expositiva es la fidelidad al texto bíblico.

2 La predicación expositiva busca convertir al predicador y su congregación en


cristianos maduros.

3 Cinco los elementos que una predicación debe tener para ser expositiva

4 Para pensar en nuestros sermones:

5 La Predicación Expositiva nos ayuda a:

6 Videos Expositivo

7 Documentos

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¿Qué es la predicación expositiva?
Para comprender lo qué es la predicación expositiva nos valdremos del
esfuerzo que dos expertos en el tema han hecho por definir y explicar la
predicación expositiva. Leeremos la definición que Stephen Nelson Rummage
hace de lo que es un sermón expositivo y la definición que Haddon W.
Robinson hace de la predicación expositiva.

Stephen Nelson Rummage define un sermón expositivo así:

“Un sermón expositivo puede definirse como un sermón en el cual el tema y la

estructura del mensaje reflejan el tema y la estructura del pasaje bíblico. En

este tipo de sermón, el predicador dice la misma cosa que el texto bíblico. El

compromiso con el sermón expositivo requiere que el predicador exponga el

significado del pasaje bíblico en el sermón pronunciado.”

Haddon W. Robinson define la predicación de esta manera:

“La predicación expositiva es la comunicación de un concepto bíblico, derivado

de, y transmitido por medio de, un estudio histórico, gramatical y literario de

cierto pasaje en su contexto, que el Espíritu Santo aplica, primero, a la

personalidad y la experiencia del predicador, y luego, a través de este, a sus

oyentes.”

La esencia de la predicación expositiva es la


fidelidad al texto bíblico.
Stephen Nelson expresa que en la predicación expositiva “(…) el tema y
la estructura del mensaje reflejan el tema y la estructura del pasaje bíblico”. Es
decir, existe plena congruencia entre sermón y texto bíblico en cuanto a forma
y contenido. El sermón debe enseñar lo que el texto enseña y de la misma
manera en que lo enseña.

Esto implica que el predicador se sujetará en su sermón al texto bíblico.


Cuando un predicador lee un pasaje bíblico al inicio de su sermón, se espera

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que inmediatamente exponga la enseñanza de ese texto, y además, que
proporcione una aplicación práctica, fiel al texto y relevante para su audiencia.

Solamente hay una manera de permanecer fieles al texto bíblico, que


sea el texto quien gobierne el sermón en forma y contenido. Si algo debemos
exigir de la predicación, es que sea fiel al texto.

Nehemías 8.8 sirve de ejemplo para afirmar esta verdad: “Y leían en el


libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que
entendiesen la lectura.” (RVR60). Esdras y los levitas leían la Palabra y la
interpretaban para que el pueblo comprendiera su significado. Esto evidencia
que lo que enseñaban procedía del pasaje al que daban lectura.

A esto se refiere Haddon W. Robinson cuando expresa que “la


predicación expositiva es la comunicación de un concepto bíblico, derivado
del… pasaje en su contexto.” Quien predica no puede afirmar ser bíblico, si lo
que comunica no es lo que el texto verdaderamente enseña.

Desafortunadamente, algunos predicadores modernos se han alejado de


este modelo de predicación. Sus predicaciones se asemejan más a charlas
motivacionales, conferencias de ventas e incluso monólogos de cómicos
profesionales. Reemplazan, la explicación del texto por un mensaje que
entretiene a la audiencia, la verdad de Dios por sus propias ideas. Otros,
durante su exposición saltan de texto en texto sin sentido alguno u orden
lógico. Citan muchos pasajes, pero no exponen el contenido de ninguno.

¿Cómo podemos evitar caer en el error de predicar nuestras


propias ideas y no lo que el texto bíblico enseña?

Permitiendo que sea el texto quien hable y no nosotros quienes


hablemos del texto. De allí la necesidad de ser predicadores expositivos. La
predicación expositiva mantiene la vista y la mente anclados en el pasaje.
Minimiza el riesgo de dar rienda suelta a la imaginación y decir que el texto
enseña lo que nunca ha enseñado.

Solamente el estudio del texto bíblico permitirá al predicador descubrir


su enseñanza. Bien afirma Haddon, que es necesario un estudio histórico,
gramatical y literario del pasaje en su contexto. Además, afirma que la riqueza
del texto “solo se extrae mediante un arduo trabajo intelectual y espiritual
preliminar”[10]. Por esta razón, el apóstol Pablo instruyó a Timoteo sobre la
necesidad de esforzarse por presentarse delante de Dios como un obrero
aprobado que interpreta rectamente la palabra de verdad (ver 2 Tim. 2.15 NVI).

“Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene


de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”

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Contrario a lo que algunos suponen, este esfuerzo intelectual no excluye
la dependencia del Espíritu Santo. Al contrario, el Espíritu Santo nos capacita
para comprender el texto. William Barclay afirmó que…

Cuando más permita un hombre que su mente se vuelva negligente,


perezosa y débil, menos tendrá que decirle el Espíritu Santo. La verdadera
predicación ocurre cuando un corazón amoroso y una mente disciplinada se
ponen a disposición del Espíritu Santo.

El predicador debe depender del Espíritu Santo en el estudio de la


Palabra. Un estudio basado en la capacidad humana es un simple ejercicio
académico carente de todo poder transformador para la vida del predicador y
su congregación. La predicación expositiva no es un un método académico que
busca el conocimiento. Al contrario, procura la transformación a través del
conocimiento y aplicación del mensaje divino comunicado por las Escrituras.

La predicación expositiva busca convertir al


predicador y su congregación en cristianos
maduros.
La predicación expositiva tiene como propósito producir cristianos
maduros. Note el énfasis añadido en la definición de Haddon:

La predicación expositiva es la comunicación de un concepto bíblico,


derivado de, y transmitido por medio de, un estudio histórico, gramatical y
literario de cierto pasaje en su contexto, que el Espíritu Santo aplica, primero, a
la personalidad y la experiencia del predicador, y luego, a través de este, a sus
oyentes.

El primero en ser “transformado” por la Palabra de Dios debe ser el


predicador. El predicador debe aprender a escuchar a Dios antes de hablar en
nombre de Él. En caso contrario, sería un fariseo más que expresa aquello de
“haz lo que digo, no lo hago”.

Cuando el predicador entra en contacto con la Palabra de Dios, a través


del estudio bíblico, se expone al obrar del Espíritu, quien lo moldea para ser
ejemplo vivo de la veracidad del mensaje que proclama. El predicador debe ser
confrontado, animado, exhortado y quebrantado antes que su congregación.
Debe encarnar en su propia vida las verdades de proclama. El predicador se
nutre espiritualmente mientras estudia.

En la predicación expositiva…

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El predicador debe, primero que nada, permitir que el mensaje que se está
desarrollando se filtre a través de su manera de pensar, así como a través de su
vida, antes de poder predicarlo. Esdras proveyó el modelo perfecto: “Porque
Esdras había preparado su corazón “Porque Esdras había preparado su corazón
para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus
estatutos y decretos”.

La predicación expositiva tiene como meta la transformación de la


congregación. En Nehemías 8.12 el pueblo hebreo, tras la exposición de la
Palabra, se marchó feliz de haber comprendido lo que se les había enseñado. Y
es que la exposición de la Palabra deber ser fiel al texto bíblico pero también
relevante para la audiencia contemporánea.

La predicación expositiva mantiene en perfecto equilibrio los dos


principios de la predicación bíblica: fiel al texto y relevante para la audiencia
moderna. Cuando se predica bíblicamente las vidas son transformadas por la
Palabra, empezando por el predicador y luego con su audiencia.

Cinco los elementos que una predicación debe


tener para ser expositiva
(Richard Mayhue):

1. El mensaje halla su única fuente en la Escritura.

2. El mensaje es sacado de la Escritura mediante una exégesis cuidadosa.

3. La preparación del mensaje interpreta correctamente las Escrituras en

su sentido normal y en su contexto.

4. El mensaje explica claramente el significado original que Dios procuraba

para la Escritura.

5. El mensaje aplica el significado actual de la Biblia.

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Para pensar en nuestros sermones:

Debe ser primordial descubrir el tema que trata el


texto que predicamos, y además, debemos ser
¿El método de capaces de discernir lo que el pasaje “dice” sobre el
estudio que aplicas tema.
extrae la enseñanza
principal del pasaje?

Cada pasaje puede ser entendido en su propio


contexto. Si nos vemos en la necesidad de explicar
¿Te ves en la el texto con otro, seguramente no hemos
necesidad de citar comprendido lo que pasaje quiere enseñar. Los
otros textos bíblicos textos paralelos son útiles si se usan
para explicar el adecuadamente. Antes de saltar a otro texto,
pasaje? debemos asegurarnos de agotar todo lo que
podamos la enseñanza del pasaje en su propio
contexto. Aunque otro pasaje aborde el mismo
tema, seguramente lo hará desde otro contexto y
con otra perspectiva.

El método de estudio que aplicamos debe


permitirnos permanecer en contacto con el texto
¿El tiempo que bíblico, lo suficiente para que el Espíritu Santo
dedicas a preparar pueda hacernos comprender el mensaje y a la vez
tus sermones es “tocar”nuestra propia vida. Prepara el sermón o
suficiente como para estudio un día antes, seguramente no es suficiente.
que el Espíritu Santo
afirme en tu vida la
enseñanza del texto?

Además de ser fiel al texto, un sermón debe


proporcionar a la audiencia, el significado o
¿Tus predicaciones relevancia del texto para hoy. Todo sermón debe
son relevantes para estimular al oyente a hacer un cambio, ya sea en
tu audiencia? su manera de pensar, creer o actuar.

Después de leer este Si pretendes ser un predicador bíblico, debes ser


artículo ¿Te un predicador expositivo.
consideras un
predicador
expositivo?

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La Predicación Expositiva nos ayuda a:

1. Mantener la integridad de lo que Dios ha revelado.


Nos ayuda a recrear la idea original, y llegar a la inspiración que el Espíritu Santo le
dio al autor.

2. Nos da autoridad a la hora de predicar porque sabemos que


ésta está basada en la opinión de Dios y no la nuestra.
Buscaremos la respuesta original de primera audiencia para
nosotros hoy.

3. Nos ayuda a predicar de una forma objetiva haciendo uso del


texto que tenemos por delante en vez de traer una idea para hacer
que el texto apoye lo que queremos decir.
La autoridad permanece en el texto y no en el interprete.

Es como si Dios mismo estuviera hablando hoy, por esta razón es que la Biblia es
"viva y eficaz", y esto es lo que traerá la convicción del Espíritu Santo, estaremos
hablando, predicando y ensenando lo que el Espíritu Santo inspiro.

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