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Prólogo
Es un gozo para mí presentar este libro sobre cómo ser un mejor obrero de
altar. Una de las grandes necesidades que tenemos en América Latina es la de
capacitar a muchos para que ayuden a los que pasan al altar para que lleguen al
conocimiento de la victoria espiritual.
No es suficiente que las personas experimenten un cambio de mentalidad,
sino también un cambio definitivo del corazón al recibir una experiencia
profunda de salvación o entera santificación.
Tenemos un Altar
SU SIGNIFICADO BÍBLICO
El altar ha sido siempre un punto de encuentro entre Dios y el hombre a
fin de mantener y purificar la comunión entre ellos. Dios ha instituido esta
relación en su pacto. En el altar el pueblo se entrega a sí mismo en sacrificio a
Dios. San Pablo dijo en Romanos 12:1: “Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo,
agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. En el altar aceptamos a
Jesucristo como nuestro único Salvador, somos llenos del Espíritu Santo,
también llevamos nuestras peticiones, hacemos votos de fidelidad, gratitud, y
sentimos el llamado de Dios para un ministerio eficaz. Los grandes hombres de
la Biblia usaron el altar como lugar de reconciliación o donde ofrecían sacrificio
de alabanza y gratitud a Dios.
SU SIGNIFICADO HISTÓRICO
En la Iglesia Católica Romana el altar es el centro focal donde se elabora
la liturgia. Los sacerdotes guían a la congregación en la celebración del sacrificio
de Cristo en el altar, el cual contiene los elementos sagrados de la celebración
eucarística.
SU USO CONTEMPORÁNEO
Un lugar de oración
La alabanza nos eleva a reconocer a Dios por lo que El es. Esta llama
nuestra atención a sus atributos divinos. Su presencia es impresionante. Por ello
es natural honrarlo con adoración y alabanza.
Un lugar de encuentro
Los pastores han usado este llamado general al altar como el “altar
familiar” de la iglesia. De esa manera el altar se convierte en un lugar donde se
reúnen los amigos. Ellos pueden o no pueden ser miembros de la congregación
local. Lo importante es que ante Dios todos somos sus amigos y tenemos la
oportunidad de reunirnos con El tal cual somos.
Un lugar de salvación
Un lugar de sanidad
¡Qué lugar: el altar! Un lugar de encuentro donde Dios quiere ubicar cada
parte nuestra en perfecta armonía con su perfecta voluntad. El quiere que seamos
sanos y completamente suyos.
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Capacitemos a los que trabajan con las personas en el altar —la labor más
sagrada y solemne de todas nuestras actividades de la iglesia.
Siempre existe gran necesidad de esa oración general alrededor del altar
para ayudar a crear una atmósfera de fe.
Pero también es necesario el arte especial de ser capaz de tratar con tacto y
directamente con la persona en el altar para ayudarla en oración a que encuentre
al Señor.
Para ser obrero de altar eficaz, no necesita sentir usted que es un ganador
de almas experto. Si no se siente cómodo en otros ministerios, tal vez pueda
sentirse bien hablando en voz baja con alguien que siente hambre de conocer a
Dios.
Ama a la gente
Ahora suponga que esta persona, la cual tiene un interés tan superficial por
otros, sea un obrero de altar. Cuando ella acuda a orar con alguien que conozca
bien este defecto, tendrá la tendencia de preguntarse: “¿Cómo es que de repente
está interesado en mí?”
Qué mejor que citar aquí al hombre sabio del Antiguo Testamento,
Salomón: “(Hay) tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y
tiempo de bailar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer” (Eclesiastés 3:4, 8a).
El rey Salomón estaba hablando acerca de las cosas que son correctas
eternamente.
Es sabio
Es paciente
El Dr. Oke dice que se sobrecoge cada vez que escucha esta admonición
de Pablo al joven Timoteo: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso,
sino amable para con todos, apto para enseñar, (paciente frente a las
incomprensiones)”.3 Si tan sólo él no hubiera puesto “paciente”. Una de nuestras
grandes luchas siempre consistirá en ser pacientes.
Es sensible
Es compasivo
Es sincero
Gana a la gente
Es positivo
Es alegre
PREGUNTAS INMEDIATAS
¿Quién es el buscador?
Puesto que el tiempo que pasa en el altar es la ocasión para ofrecer ayuda
inmediata y específica, mucha información introductoria puede esperar. Acudió
al altar en respuesta a un llamado específico evangelístico y para tratar con una
necesidad crucial. La primera preocupación se establece cuando la necesidad es
identificada.
Sin embargo, sería bueno saber qué lo trajo a este punto de entrega. Si la
persona puede decirle lo que hay en su corazón, la oración específica se
cristalizará en su pensamiento. Quizá ha pasado por alguna experiencia, o algún
pasaje bíblico ha tocado su corazón, lo cual nos guiará para que el consejo o la
oración puedan ser de más ayuda. Es importante que el obrero de altar haya
puesto atención a la predicación para aclarar, si es el caso, alguna duda o
incomprensión.
La oración inicial debe ser hecha por la persona que pasa al altar y
mientras esté orando no debemos interrumpirla. El buscador debe ser animado a
orar a su manera al mismo tiempo que el obrero de altar está orando. La
respuesta puede llegar durante la oración. Si es así, se da la seguridad y podemos
ofrecer una oración de agradecimiento.
PUNTOS PRÁCTICOS
Apariencia Personal
Los olores ofensivos de nuestro cuerpo y el mal aliento crean barreras que
eliminan la oportunidad de ayudar a las personas. Para ser específico, la ducha
diaria, la crema dental, los desodorantes y las mentas para el aliento, son una
necesidad en nuestra cultura. Tenemos que estar conscientes de todo ello para no
ofender a otros si queremos influir positivamente en ellos para llevarlos a Cristo.
Evite la confusión
Respete la distancia
Necesitamos tener cuidado cuando trabajamos con una persona del sexo
opuesto. La comunicación verbal o no verbal dará la señal de sinceridad y
confianza sin violar la comunicación especial entre el buscador y el Señor.
Naturalmente es preferible que los hombres ayuden a los hombres y las mujeres
ayuden a las mujeres. Esta buena costumbre evitará riesgos innecesarios y
también las malas interpretaciones de otras personas.
Sea amable
Uno de los actos más nobles del ser humano es el de presentar a otra
persona a Jesucristo. ¡Cuán fácil es descuidarnos cuando nos rodean
circunstancias tranquilas o las ocupaciones de la vida!
Ninguna persona es salva por sus lágrimas, pero de hecho, las lágrimas
son casi una parte universal del proceso de arrepentimiento. Así que esté listo a
proveer de pañuelos desechables al buscador. No espere hasta que se los pidan o
hasta que las lágrimas que caen lo avergüencen. De antemano coloque algunos
pañuelos en su mano, para que el esté listo cuando el Espíritu Santo conmueva
fuertemente su espíritu.
COMPRENSIONES IMPORTANTES
EL SIGNIFICADO DE LA SALVACIÓN
Usted necesita saber expresarse de tal manera que una persona que no
tenga antecedente religioso pueda entender lo que le está diciendo. Nos
acostumbramos tanto a hablar con otros cristianos acerca de nuestras
experiencias religiosas sin tener que explicar nuestros términos, que pensamos
que un inconverso sin ningún trasfondo evangélico también nos va a entender.
Ser restaurados.
Un pecador está “sin esperanza y sin Dios” (Efesios 2:12). El hijo pródigo
“estaba muerto”, y vivió otra vez; “estaba perdido y fue encontrado” (Lucas
15:32). Eso es ser salvo.
Jesús dijo: “He venido para que tengan vida y para que la tengan en
abundancia” (Juan 10:10). Recibir su vida es el significado de regeneración.
Significa recuperar la vida que perdimos debido al pecado. Estamos vivos
nuevamente. O podemos decir que hemos “nacido de nuevo” (Juan 3:3, 7).
El ser incluidos.
Si nuestras raíces nos han sido negadas y no sabemos quiénes son nuestros
padres, nos sentimos solos y rechazados.
EL SIGNIFICADO DE LA SANTIFICACIÓN
La entera santificación.
Después de la regeneración.
¿Por qué la necesidad de una segunda bendición? ¿No podría hacer Dios
todo en una sola obra de gracia? La respuesta es que El podría si nosotros
pudiéramos. Siendo los pecadores que somos cuando buscamos la reconciliación
con Dios no tenemos nada digno de consagrarle a El. Para ser completamente
santificados tenemos que consagrarnos completamente.
Usted puede ver que disfrutamos de una vida separada del pecado, puesto
que hemos sido inicialmente santificados en la conversión. Sólo así puede ser
aceptable la consagración a un Dios santo. Presentamos nuestras vidas salvadas
—salvadas del poder del pecado— en consagración total a El para que podamos
ser limpiados de la naturaleza del pecado.
Antes de ser salvos no lo podríamos haber hecho. “Mas ahora que habéis
sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la
santificación, y como fin, la vida eterna” (Romanos 6:22). Una experiencia
gloriosa.
CRECIMIENTO EN LA GRACIA
Si nos negamos a separar un tiempo a solas con Dios nos negamos los
elementos espirituales de supervivencia. Tenemos que hablar con El y escucharlo
a El. No podemos ignorarlo sin sufrir una pérdida de conciencia de Dios. La
realidad de su presencia se desvanece en las sombras de las preocupaciones
materialistas, y se pierde el gozo de conocerlo a El.
Estos no son los únicos versículos que usted puede usar, pero son
representativos. Bien puede reemplazar algunos de éstos con otros que Dios
ponga en su corazón en esos momentos.
El regalo de Dios
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).
La necesidad de la salvación
“Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos
es perfecto” (Mateo 5:48).
El medio de la salvación
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios... Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su
gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan
1:1, 14).
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).
Confianza en Jesucristo
Arrepentimiento
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual
será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7).
La certeza
“De cierto, de cierto os digo El que cree en mí, tiene vida eterna” (Juan
6:47).
Un regalo de Dios
La necesidad de la santificación
“No entrará en ella (el cielo) ninguna cosa inmunda, o que hace
abominación y mentira” (Apocalipsis 21:27).
“Seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al Señor”
(Hebreos 12:14).
El medio de la santificación
Confianza en Jesucristo
“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre: el Espíritu de verdad” (Juan 14:16).
Consagración
La certeza
¿Teme ser incapaz de llegar hasta el fin? “Porque yo Jehová soy tu Dios
quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: no temas, yo te ayudo” (Isaías
41:13).
“Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero” (1
Pedro 1:5).
¿Desanimado?
¿Tentado?
¿Ansioso?
¿Afligido?
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti”
(Isaías 43:2).
¿Difícil de perdonar?
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús” (Filipenses 4:19).
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual
será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7).
“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los
impíos. Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:6, 8).
“Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al
mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Timoteo
1:15).
También lea: Isaías 1:18; Hechos 13:38-39; 1 Pedro 3:18; Romanos 10:12-
13.
¿Cree que puede lograrlo por usted mismo? “Concluimos, pues, que el
hombre es justificado por la fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28).
¿Necesita confirmación?
“No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú” (Isaías
43:1).
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora;
porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5).
¿Sin sentimientos?
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).
También lea: Filipenses 4:13; 1 Corintios 10:13; Judas 24; Salmos 27:10.
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”
(Romanos 10:13). “Todo aquel” no tiene la menor indicación en esta promesa
que se refiera solamente a aquellos que van al altar por primera vez.
“Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel,
dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice
Jehová, no guardaré para siempre el enojo” (Jeremías 3:12).
“Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó
de ellos” (Oseas 14:4).
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1). Aquellas personas que están inclinadas
a depender de sus sentimientos es bueno preguntarles: “¿En quién está usted
confiando para su salvación?” o “¿En quién está anclada su fe?” En vez de
preguntarle: “¿Ya se siente mejor?”
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora
manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).
Por lo general la persona que llega al altar está bajo la convicción del
Espíritu Santo, por tanto, está consciente de su condición espiritual. Pero algunas
personas van al altar más por simpatía que por buscar la salvación y estos
pasajes le ayudarán a mostrarle su condición perdida:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).
“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias
como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras
maldades nos llevaron como viento” (Isaías 64:6).
“No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué dará de sí el día”
(Proverbios 27:1).
Tal vez surja algún problema que no se haya mencionado aquí; sin
embargo, se espera que un consejero de altar dispuesto a servir, lea la Biblia
diariamente y mantenga buenas relaciones con Dios. Encontrará, entonces,
soluciones insospechadas, fruto de la inspiración del Espíritu Santo.
Únase a la celebración.
¿Por qué una dramatización? Este procedimiento asegura que los obreros
de altar están siguiendo buenos procedimientos. La dramatización también los
ayuda a sentirse cómodos con las nuevas habilidades y a tener la seguridad de
que están haciendo el trabajo correctamente. Puesto que la sesión es sólo una
dramatización, los obreros de altar pueden concentrar su atención en el
aprendizaje y librarse de las tensiones de una situación real.
LECCIÓN
Oración final
c. Copias de las hojas de repaso para que todos lleven a sus casas.
¿Cuáles son las actitudes que nos gustaría ver en nuestra iglesia cuando
alguien va al altar? (Enumere cuatro o cinco).
¿Cuáles piensa usted que son algunas de las calificaciones básicas para que
una persona sea un obrero de altar eficiente? (Enumere cuatro o cinco).
¿Cuándo debemos ir a ayudar a alguien que está orando en el altar? (Nuevo
en la iglesia, un miembro de toda la vida, un niño, un visitante).
Pídales a los miembros del grupo que compartan un nuevo concepto, una
nueva habilidad, o algo que les ha sido de beneficio de la sesión/demostración
que ellos puedan utilizar cuando ayuden a alguien en el altar.
Cuando una persona comparta una conducta o acción específica, haga los
comentarios apropiados como: “Sí, esa es una parte importante de trabajar con
alguien en el altar. ¿Por qué piensa usted que es importante?”
Duplique las siguientes instrucciones para todos los que están asistiendo a
la sesión, y repáselas después de la dramatización/demostración.
INSTRUCCIONES BÁSICAS PARA TRABAJAR EN EL
ALTAR
Haga una pausa y ore por la dirección de Dios antes de hablar.
Preséntese y pida el nombre de la persona, si no la conoce.
Pregunte si puede compartir con usted la razón por la que está en el altar.
Repita lo que la persona dijo para asegurarle que la entendió.
Dé una instrucción o guía sencilla de la Biblia respecto a lo que la persona
debe hacer.
Pregúntele a la persona si quiere hacer lo que la Biblia le pide.
Si la respuesta es positiva, anímelo y déle más instrucciones acerca de
cómo orar por lo que le está pidiendo a Dios.
Invítelo a orar en voz baja, pero que usted pueda oír. Después ore usted
también con él teniendo en cuenta la petición que hizo la persona.
Asegúrele a la persona que Dios la ha escuchado y que ha contestado su
oración. Ofrezca más ayuda de la Biblia si es necesario.
Recalque la importancia de dar testimonio público sobre las decisiones que
ha tomado y de la respuesta a la oración que Dios le ha dado. Que testifique
públicamente la salvación.
Arrodíllese en el lado opuesto del “altar”. Haga una pausa para una
oración mental antes de hablarle a la persona. Utilizando su mano opuesta a la de
la audiencia, toque el hombro de la persona por la que está orando para captar la
atención de ella. Cuando la persona lo mire, preséntese diciendo: “Hola, mi
nombre es _________ . ¿Cómo se llama usted?” Después que la persona le ha
dado el nombre, diga: “[Nombre de la persona], ¿puede usted compartir conmigo
lo que le está pidiendo a Dios que haga por usted?”
El “buscador” debe decir algo como: “Quiero que Jesús venga a mi vida y
perdone mis pecados”.
Pastor: _________, usted está aquí porque está listo para pedirle a Jesús
que le perdone sus pecados y que venga a su corazón, para que usted sea
diferente. Usted está dispuesto a seguir a Jesús.
Buscador: Sí.
Dios, la Biblia, cómo Dios puede perdonar sus pecados y cómo puede
usted invitar a Jesús a su corazón? (Después que el “buscador” esté de acuerdo,
abra la Biblia y haga como si estuviera hablando y explicando el pasaje por
algunos segundos, utilice pasajes sugeridos en el libro. La persona debe
continuar respondiendo, indicando que ha entendido lo que usted le ha
explicado).
LECCIÓN
Oración final
Busque a alguna persona fiel para que haga el papel de “buscador” para
esta dramatización/demostración. Practiquen con anticipación.
Haga una copia de esta dramatización, “Sé lleno con el Espíritu”, para
cada uno de los participantes de la sesión. Esta presentación es un plan básico
para explicar el camino hacia la entera santificación. Anime al grupo a seguir la
demostración.
DRAMATIZACIÓN, SESIÓN II
SEA LLENO CON EL ESPÍRITU SANTO
POR FE
(Cristo está hablando) “...para que reciban, por la fe que es en mí, perdón
de pecados y herencia entre los santificados” (Hechos 26:18).
Las siguientes preguntas le ayudarán a saber si usted está listo para pedirle
al Padre que lo limpie y lo llene con el Espíritu Santo.
BUENAS NUEVAS
Si usted responde “sí” a todas estas preguntas, ha descrito lo que se
entiende por “consagración”. Para que Dios pueda actuar en favor nuestro y nos
pueda llenar con su Espíritu, debemos estar dispuestos a consagrarnos totalmente
—rendirnos completamente en cada área de nuestra vida—a El.
LA PREGUNTA CLAVE
¿Cuál es el profundo deseo de su corazón?
¿Es esto lo que usted quiere hacer? Si es así, usted puede hacer la
siguiente oración:
Dios escucha y responde la oración de fe. “Por tanto, os digo que todo lo
que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Marcos 11:24).
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Notas
CAPÍTULO 1
1 Purkiser W.T., R. Taylor y W. Taylor, Dios, hombre y salvación (Casa
CAPÍTULO 2
1 Norman R. Oke, We Have an Altar, (Nazarene Publishing House, Kansas
CAPÍTULO 3
1 Material del Dr. Louie Bustle 2 Citado por Oke, p.37 4 Las citas
siguientes fueron provistas por el Dr. Louie Bustle de una de sus conferencias
sobre e) tema. 5 Material del Dr. Louie E. Bustle 6 Versión Latinoamericana
CAPÍTULO 4
1 Citado en Wilbur W. Brannon, It's Altar Time, (Beacon Hill Press of
APÉNDICE II
1 Utilizado con permiso de un artículo que apareció en The Preacher’s