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La difusión de innovaciones es el proceso por el cual una nueva idea o un nuevo producto
es aceptado por el mercado. La ratio1 de difusión es la velocidad a la que una nueva idea se
propaga de un consumidor a otro. Adopción es similar a difusión salvo que se refiere a los
procesos que atraviesa un individuo más que un proceso referido a un mercado agregado.
ℛ𝒶𝓉𝒾𝑜 𝒹𝑒 𝒹𝒾𝒻𝓊𝓈𝒾ó𝓃
De acuerdo con Everett M. Rogers, la ratio de difusión depende de diversos
factores:
𝓜𝓸𝓭𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓭𝓮 𝓭𝓲𝓯𝓾𝓼𝓲ó𝓷
Existen cuatro modelos para predecir la velocidad de difusión de una innovación:
El objetivo de una vocería, es preparar a los voceros para comunicar efectivamente sus
mensajes, considerando el tipo de medio con el que realiza el encuentro y los mensajes que
desea entregar a la audiencia. Constantes solicitudes de los medios de comunicación por
conseguir entrevistas sobre temas especializados, hacen necesario que se cuenten con un
staff de voceros oficiales, que sepan “enfrentar” a los medios con las habilidades
comunicativas para transmitir mensajes adecuados fortaleciendo la imagen institucional y
respondiendo a las expectativas de la población.
𝓥𝓸𝓬𝓮𝓻𝓸 𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮𝓼𝓪𝓻𝓲𝓪𝓵
El vocero empresarial es aquel funcionario de la organización que se encarga de proyectar
la imagen, filosofía y mensaje de la marca ante la audiencia o público de interés con el fin
de lograr su empatía. En la actualidad -y con los avances de la tecnología- no solo es
necesario que el vocero de la cara ante los medios de comunicación tradicionales sino
también a través de las plataformas digitales que se encuentran en Internet.
Vocero es un término que procede de voz y que hace referencia a la persona que habla en
nombre de otra o de un grupo, organización, etc. Puede decirse que el vocero lleva la voz
de la persona o del grupo que representa.
Vocero
Por ejemplo: “El vocero de la empresa aseguró que el servicio será reestablecido en las
próximas horas”, “En declaraciones a la radio local, el vocero del intendente dijo que el
gobierno cumplirá con lo pactado”, “Estoy muy contento: me contrataron como vocero del
club”.
El vocero, también conocido como portavoz, es el responsable elegido por una persona o
una organización para dirigirse a los medios de comunicación y, a través de ellos, a la
sociedad en general. Si la persona (un político, un artista, un deportista, etc.) o la
organización (una administración pública, una organización no gubernamental, una
empresa, un club) desean transmitir un mensaje, el responsable de hacerlo será el vocero.
Es habitual que el vocero interactúe con los periodistas para garantizar que el mensaje que
lleva llegue a la mayor cantidad de gente posible. De esta manera, el vocero de una
compañía de trenes puede comunicarse con un periodista para pedirle que difunda la
posición de la empresa respecto a una huelga de sus trabajadores.
Vocero* toda compañía que se relacione con los medios de comunicación debe
tener una serie de argumentos bien definidos con respecto a su imagen corporativa,
y el vocero debe conocerlos a fondo para poder transmitirlos;
todas las preguntas son importantes, incluso aquéllas que parezcan haber surgido
de la falta de conocimiento acerca del tema a tratar, y por eso nunca se debe
menospreciar ninguna de ellas, sino considerarlas como pequeñas oportunidades
de enriquecer la imagen de la entidad representada, de reflexionar acerca de su
situación y de sus intereses;
siempre se debe exigir una ficha en la que se especifiquen los detalles de una futura
entrevista, tales como el nombre de la persona que nos entrevistará, la empresa
para la cual trabaja, el enfoque que le dará al cuestionario y la duración aproximada,
así como cuestiones básicas tales como la fecha y la hora del encuentro, para reducir
al mínimo las sorpresas, ya que un paso en falso puede afectar considerablemente
la imagen corporativa;
la claridad debe ser una de las prioridades del vocero, así como la buena articulación
de las palabras y el uso de un ritmo ágil pero nunca demasiado rápido. Las
respuestas deben fluir con naturalidad, aunque se trate de argumentos que hayan
sido repasados muchas veces con anterioridad;
similar al punto anterior, una respuesta breve es siempre preferible a una extensa,
incluso cuando la pregunta dé pie a un profundo desarrollo, para evitar que la
persona que nos entrevista corte nuestra exposición por falta de tiempo y el
mensaje se vea afectado;
evitar los monosílabos y las respuestas del tipo «sin comentarios». En su lugar,
siempre es preferible aprovechar el espacio para mencionar un punto de interés
para la compañía o la persona representada, disfrazándolo de la respuesta
esperada.