Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de
Michael Christopher
(Pausa)
ALICE: Creo que nunca lo dije en aquel momento. Pero cuando lo vi por primera vez, lo
supe.
STEVE: Lo supe inmediatamente.
ALICE: Supe que lo era.
STEVE: De verdad lo era.
(Se encienden las luces despacio, una cama en el centro. El cuarto de él y el de ella a cada
lado, compartiendo esa cama en común)
Escena 1
(Pausa)
ALICE: ¡No! Lo que pienso es que deberíamos parar esta relación. Dejar de vernos.
STEVE: ¿Y eso qué significa?
ALICE: Significa que de no deberíamos seguir juntos.
STEVE: ¡Dios!
ALICE: Eso es todo. Creo que deberíamos.
STEVE: ¿Así de fácil?
ALICE: Tenemos que dejar de hacer esto.
STEVE: Para.
ALICE: No está bien.
STEVE: ¡Rayos!
ALICE: Esto no está bien.
STEVE: ¿Tú me lo estás diciendo?
ALICE: Digo cosa, hago cosas. Siento que ya no soy yo. Soy otra persona. Me he
convertido en alguien que ni conozco. En alguien que ni siquiera me simpatiza. Tenemos
que parar.
STEVE: ¿Así como así?
ALICE: Eso quiero.
STEVE: ¿Dices algo así y ya? ¿Todo terminado?
ALICE: Alguien tiene que decirlo.
STEVE: ¡Tú dices se acabó, y entonces se acabó!
ALICE: Sí.
STEVE: ¿Y yo que he estado haciendo todo este tiempo? Debo estar loco. Debo ser un
idiota.
ALICE: Yo no sé qué más hacer.
STEVE: ¡Intentarlo! Se supone que debemos intentarlo. Se supone que debemos hacer
algún tipo de esfuerzo. Algo no funciona y tu simplemente huyes. ¿Qué es eso? Yo a
veces no quiero volver a verte, pero te veo.
ALICE: ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene?
STEVE: ¿El sentido somos nosotros? ¿No sabías eso?
ALICE: Explícame ¿Qué es nosotros?
STEVE: ¿No lo ves? ¿Por dos años, dos años y medio, qué hemos estado haciendo?
ALICE: Ya no sé.
STEVE: ¿Andando por ahí, divirtiéndonos, pasándola bien … es todo? Pensé que
estábamos construyendo algo. Pensé que esto importaba. Pensé que algo grande estaba
pasando. Debo ser putamente estúpido.
ALICE: Es difícil. Las cosas cambian.
STEVE: Claro, claro que cambian. Tu cambias. Yo cambio. Se supone que todos
cambiamos. Se supone que tú y yo cambiamos juntos. Cambiamos, crecemos,
mejoramos. Cada vez ser más unidos. Dos años. ¿Dónde mierdas estamos?
ALICE: No lo sé. Tú dímelo.
STEVE: Mira, yo me rendí hace muchísimo tiempo. Tenía una idea fija de lo que quería
que esta relación fuera. Tenía una fantasía. Tenía un futuro, lo podía ver. Lo podía ver
por kilómetros, por años. Nosotros dos juntos, lo veía y era perfecto. Está bien. Eso no
llegó a pasar. No ha pasado. Y no va a pasar. Está bien. Estaba equivocado. Expectativas.
Fantasías. Nada de lo que hicimos logró llenar esas expectativas. Fue un sueño. Uno
nunca puede dictaminar qué va a pasar con algo; así ese algo sea lo que uno más quiere.
¿Al fin y al cabo, quién nos asegura que de verdad queremos lo que nosotros pensamos
que queremos? Terminamos deseando tener lo que creemos que estamos supuestos a
tener. Lo que nos dice una canción, o las películas. Pues eso era lo que yo quería:
felicidad. Una mierda así por el estilo. Está bien, nunca logramos tener eso. Eso se acabó.
Pero no es el fin de nosotros. Es el fin de un sueño, eso es todo. Despiertas y te das cuenta
que el sueño se acabó. ¿Pero qué importa? Tú sigues aquí. Yo sigo aquí. Seguimos aquí.
ALICE: Sí.
(Pausa)
ALICE: ¡Oh, Dios! ¡Oh, oh! Creo haber muerto por un momento. ¡Oh Dios! No, no te
muevas. ¡Jesús! ¡Dios! No te muevas. Por favor. Oh! Oh!
STEVE: Tu pierna.
ALICE: ¿Qué?
STEVE: Tu pierna.
ALICE: ¿Cuál pierna?
STEVE: Esta.
ALICE: No la siento. ¿Dónde está?
STEVE: Aquí.
ALICE: ¿Esa es mi pierna?
STEVE: Sí.
ALICE: Mi cuerpo entero. ¿Qué me hiciste?
STEVE: Drogas.
ALICE: Nosotros no tomamos drogas. ¿O sí?
STEVE: Claro que no.
ALICE: ¿Tomamos demasiado?
STEVE: Ni un solo trago.
ALICE: ¿Con la cena?
STEVE: No fuimos a cenar.
ALICE: Pensé que íbamos a cenar.
STEVE: No alcanzamos a salir.
ALICE: ¿Me estas queriendo decir que todo esto que siento es a causa del sexo?
(Steve enciende la luz de la mesa de noche, todavía tienen casi toda la ropa puesta)
ALICE: ¡Guau! Debí haber estado muy excitada.
STEVE: Sí, supongo.
ALICE: Ni siquiera la ropa nos quitamos. ¡Es maravilloso! ¿No crees? Todo lo demás se
está derrumbando – entre los dos. Pero el sexo se pone cada vez mejor.
STEVE: No quiero hablar del tema.
ALICE: Pero es la verdad. Piénsalo por un momento.
STEVE: Yo no quiero pensarlo.
ALICE: Al principio era malísimo. ¿Te acuerdas del mal sexo que teníamos?
STEVE: No.
ALICE: Malditos principiantes. Yo pensé que nunca íbamos a hacerlo bien hecho.
STEVE: Mira …
ALICE: Está bien, está bien. Sólo estaba haciendo una simple observación. ¿Sabes?
Mientras la relación se deterioraba …
STEVE: Ya entendí, ya entendí.
ALICE: De todos modos. ¿Dónde quieres comer?
STEVE: ¿Qué?
ALICE: Pensé que íbamos a ir a cenar.
STEVE: ¿Ya?
ALICE: Si, no está tan tarde. ¿O sí?
STEVE: No, no está tan tarde. No está tarde.
ALICE: ¿Acaso no tienes hambre?
STEVE: Creo que sí. No sé.
ALICE: ¡Bueno pues ese es el problema! Yo pensé que cuando me llamaste era para …
STEVE: Eso era antes.
ALICE: ¿Antes de qué?
STEVE: Antes de … esto.
ALICE: Sí, pero habríamos terminado en la cama de todos modos. Ya salimos de ese
asunto, y es mejor. Se va la tensión y disfrutamos el resto de la noche.
STEVE: ¿Porqué dices esas cosas?
ALICE: ¿Cómo así?
STEVE: ¿Qué quisiste decir con eso?
ALICE: No sé.
STEVE: ¡No te veía desde hace tres semanas!!!
ALICE: Lo sé.
STEVE: ¿Y entonces?
ALICE: Y entonces, ¿qué?
STEVE: ¿Entonces tenemos que hablar de esto como si se tratara de una visita al
dentista?
ALICE: Te dije que estuvo muy bueno.
STEVE: … para calmarte las ganas.
ALICE: ¡Yo no quise decir eso!
STEVE: Entonces ¿qué quisiste decir?
ALICE: Pues que …
STEVE: Pensé que te alegraba verme.
ALICE: Claro que me alegra. Simplemente …
STEVE: ¿Qué?
ALICE: Cuando estábamos juntos, cada que íbamos a salir por ahí, a cenar o bailar, o
cine; siempre sentí que la pasábamos mejor cuando teníamos sexo antes de salir. Para
mí era mejor.
STEVE: ¿Y por qué?
ALICE: Porque yo siempre terminaba pasándola mejor.
STEVE: En la cama.
ALICE: No, en la cena, o en el bar. En el lugar que estuviéramos.
STEVE: No te entiendo.
ALICE: No es importante.
STEVE: ¿Cómo así?
ALICE: Pues, no es importante.
STEVE: No. Lo otro.
ALICE: No quiero hablar de eso. Ya no tiene importancia.
STEVE: ¿Porqué tener sexo antes de salir marcaba una diferencia?
ALICE: Porque yo ya no tenía que preocuparme. Podía hacer lo que quisiera. Me podía
divertir sin estar preguntándome ¿“Vamos a tener sexo esta noche”? simplemente
porque ya lo habíamos hecho.
STEVE: ¿Preocuparte? ¿Preocuparte por qué?
ALICE: Oh Dios.
STEVE: ¿Por qué?
ALICE: Porque era en lo único que podía pensar.
STEVE: ¿Durante la cena?
ALICE: Sí. O la película, o lo que fuera que estuviéramos haciendo.
STEVE: ¿O sea que sin importar lo que estuviéramos haciendo, tú estabas preocupada
preguntándote si íbamos a tener sexo cuando llegáramos a casa?
ALICE: No era en lo único que pensaba. Yo no soy una ninfómana. Además, mi
preocupación no tenía nada que ver con el sexo en sí. Yo me preocupaba por …
STEVE: ¿Qué era?
ALICE: No sé. Nosotros, supongo. Cómo te sentías tú, creo. Me hacía poner nerviosa. Si
hacíamos el amor antes, yo sabía que todo estaba bien. Creo que eso me reafirmaba
que me amabas. Es todo. (Pausa) Entonces me relajaba. (Pausa) Entonces sentía que
podía ser yo misma. (Pausa) Pensaba que cuando nos divertíamos después de tener
sexo era porque de verdad la estábamos pasando bien el uno con el otro, y no porque
estábamos preparando el ambiente para hacer el amor luego. En resumen, me hacía
sentir que nosotros éramos una pareja que la podía pasar bien dejando el sexo a un
lado.
(Pausa)
STEVE: Así no funcionan las cosas.
ALICE: Probablemente no. Entonces. ¿Quieres ir a cenar? ¿o no?
Escena 4
ALICE: ¿Te sorprende? ¿De verdad? Imaginé que te sorprendería. Bueno, yo también
estoy sorprendida. Me sorprendí a mi misma.
(Las luces se encienden, se ve ALICE en el teléfono. Está hablando con STEVE)
Te llamé, pero del servicio de mensajería me dijeron que estabas en San Francisco. Ah,
aguacates. Me imaginé que te ibas a hospedar en … Si, llamé allá, pero no estabas
registrado. Después intenté donde … exacto … pero no estaban en la ciudad. Ya no
insistí más. Luego me acordé de este lugar. Y pensé, que por nada del mundo estarías
ahí. Estaba segura. Pensé “él nunca volvería a ese lugar”. O sea, de todos los hoteles
que hay en San Francisco, él ni se debe acordar de ese … todo fue hace mucho tiempo.
Nunca regresamos todas las veces que dijimos que lo haríamos. ¿Sigue igual de
bonito? … sí. Y esa vista. Te estoy imaginando ahí en este momento.
Pero bueno, fueron buenos tiempos. Sí. (Pausa)
Te extraño. De verdad. Seis semanas son mucho tiempo. Son seis. Por eso te llamé. Sí,
sólo para eso. ¿Que repita qué? ¿Que te extraño? Te extraño.
No, no te preocupes. Tú no tienes que decirlo. Quiero decir, el hecho de que yo te lo
haya dicho no te obliga a … O sea, no lo dije para que tú lo dijeras también. No, no fue
por eso que lo dije …
¿En serio? ¿Tú también? Esto es lindo. Pues porque lo es. Porque lo siento. Porque
odio no poder verte. Porque es muy fácil por teléfono. Sí. Nos va mejor por teléfono.
¿Has notado eso? Nos tratamos tan bien. No. Incluso antes. Cuando nos llevábamos
bien en persona. Aún en esa época, era mucho mejor la relación por teléfono. No lo sé,
pero es verdad. Y si uno de nosotros estaba fuera de la ciudad, era mucho mejor. Si
estuvieras en Australia, te pediría que nos casáramos. Es más sano, por un lado. Y no
es tan confuso. Eso es lo maravilloso del teléfono. Es sólo una cosa, una de cinco.
No, cinco sentidos. Te escucho, y nada más. No te veo, no te toco, o te huelo … esos son
cuatro. ¿Cuál es el otro? Son cinco.
(Sonríe)
¡Que mente tan sucia! Es sólo un recuerdo.
Bueno, uno debería hacer una sola cosa a la vez. Así sería menos confuso. No tan
bueno, eso lo sé. Pero uno nunca lo puede tener todo. A lo mejor esperamos mucho de
una persona. El uno del otro. De nosotros mismos. Así.
Sí, he estado pensando. Mucho. Es difícil. Pienso que antes existían razones para que
una pareja se quedara unida. Razones reales. Hijos, dinero. ¿De qué otra manera una
mujer podría tener un techo? Moralismos, excomunión, pecado, sexo, seguridad. Ya no
te necesito para esas cosas. Todas esas cosas las puedo hacer yo sola.
A ver, entonces si no existen razones reales para estar con una persona, te enfocas en
razones irreales. Cosas fantásticas como felicidad, buena compañía, comodidad,
entendimiento, confianza, apoyo moral. Bueno, pues ni a los santos se les pide tanto.
Ah, y después tienes a un sicólogo que te dice que todas esas cosas las debes buscar
dentro de ti mismo. Entonces le das vueltas a todo eso y te detienes a observar a tu
pareja y no puedes evitar preguntarte: ¿“Y entonces para qué mierdas me sirve este?”
¡No te rías! ¿Porqué te estas riendo? (Empieza a llorar)
¡Odio estar sin ti! ¡Odio esto! Nada de esto está bien. ¿Hagamos algo? Ya no aguanto.
Por favor.
Escena 5
(ALICE acostada, casi en completa oscuridad, STEVE fuera de la cama vistiéndose)
(STEVE y ALICE siguen sentados, pensativos, pausa larga, se apagan las luces)
Escena 6
ALICE: Él es amable. Sí. No lo conozco muy bien. Oh, sólo unas semanas. Bueno, tres o
cuatro – un mes más o menos. Mes y medio. ¿Y, tú cómo has estado? Ajá. Fue extraño
encontrarnos de esa manera. ¿Con cuanta frecuencia te encuentras de pura casualidad
con alguien en la estatua de la libertad? No, solamente estábamos jugando, nada serio.
Salimos un día y de repente, ahí estabas tú. Sí, sí, ella es bonita. ¿Quién es? Ajá. Ajá. Oh,
entiendo. Eso está bien. Sí, se le nota que es buena persona. Y … ¿es algo serio? Okay,
okay, es una broma.
Fue bonito verte. ¿Quién? ¿Yo? ¿él? No, no es nada serio. No … él habla francés. Eso me
gusta. No, es estadounidense.
No sé en qué trabaja. No, no sé. Va mucho al gimnasio. Se le nota, ¿no? Sí. Tres veces a
la semana y aeróbicos todos los días intermedios. ¿Vitaminas? Tiene una maletica
exclusiva para las vitaminas. Vitaminas, minerales, antioxidantes, aminoácidos. No,
pastillas no. Todos polvos, mezclas. Su cocina parece un laboratorio.
Cuando lo conocí pensé que consumía drogas. Se la pasaba metiéndose unas cositas a
la boca. Resulta que era salvado de trigo. Y tiene un doctor que le inyecta vitamina C
cada tres semanas. Lo acompañé una vez. Se la ponen vía intravenosa. Mientras el
fluido está entrando, el doctor toca el piano y le habla de Kant y de ser Zen y … (ALICE
ríe).
Es gracioso, yo sé. Se hace de todo, manicura, pedicura, faciales, limpieza del colon. No
existe una parte de su cuerpo a la que alguien no lo haga algo por lo menos una vez a
la semana. Sí, tiene un horario. Si quisiera trabajar, no tendría tiempo.
Tiene dinero. Se la pasa yendo a Suiza a revisar unas propiedades y a hacerse algo en
la sangre.
No debería estar diciendo todo esto. No es justo. Sí, me gusta. Yo veo lo que él está
haciendo. Está peleando. Peleando por no envejecer. Y cuando estamos juntos lo noto.
El ama la vida, y pelea por ella. Es egoísta. Deshonesto. Creo que me miente. No es muy
astuto. Cree que tiene talento, pero no es así. Y tiene un look chistoso. Pero ama la
vida. Eso es difícil de encontrar, y es muy contagioso. Estar con alguien que ama la
vida. ¿No te parece increíble? (Pausa) Aló … ¿Estas …? (Pausa) … ¿Aló?
(ALICE cuelga el teléfono)
Escena 7
(La decisión final. Ellos dos mirándose el uno al otro. Entonces …)
ALICE: Einstein.
(Pausa Larga)
STEVE: ¿Sí?
ALICE: Teoría de la relatividad.
(Pausa Larga)
(Pausa)
1Nota de la traductora: El texto original usa el Marco Alemán. Moneda alemana antes del
Euro.
Escena 10
(ALICE empaca su ropa en una maleta. STEVE la mira)
STEVE: Te voy a extrañar. (ALICE sigue empacando) Siento que te vayas. Te amo.
ALICE: ¿Te di las llaves?
STEVE: Si.
ALICE: Dejé el número donde me puedes encontrar. Hasta que encuentre un
apartamento.
STEVE: Está bien.
ALICE: ¿Alguna otra cosa?
STEVE: No sé.
ALICE: Oh, sí. Mi mamá ya está devolviendo todos los regalos del matrimonio. Le dije
que no importa lo que cueste, partimos los gastos. La comida, los meseros …
STEVE: Claro que sí. La llamaré.
ALICE: Si yo fuera tú, no la llamaría.
STEVE: ¿Y por qué no?
ALICE: Esta bien, llámala. Pero no te sorprendas si no se porta muy amable contigo.
Ella piensa que todo esto es tu culpa.
STEVE: ¿Porqué piensa eso?
ALICE: Porque fue lo que yo le dije.
STEVE: Okay. Okay. Está bien.
ALICE: No pude decirle la verdad.
STEVE: ¿Por qué no?
ALICE: Porqué ni yo sé cuál es la verdad.
STEVE: Está decepcionada.
ALICE: Decepcionada es poco. Ella ya estaba contando con los nietos.
STEVE: Lo siento.
ALICE: Ya deja de decir eso. ¡Por favor!
STEVE: Es en serio.
ALICE: Pues yo también lo siento. Siento haber puesto los ojos en ti, que existas. Lo
siento por cada minuto que desperdicié contigo. Tengo una lista larguísima de “lo
siento”. Pero ahora no quiero entrar en esos detalles. Porque ninguno de ellos es
importante. Excepto por uno. El más grande, estúpido y e increíble error. Ese fue
haber entregado mi apartamento para venirme a vivir contigo. Eso, eso si de verdad lo
siento.
STEVE: Te puedes quedar aquí.
ALICE: Sí, claro.
STEVE: Claro que podrías.
ALICE: Podría. Pero, ¿Tú donde te quedarás?
STEVE: Aquí. Somos dos adultos.
ALICE: No, no lo somos. ¿Estás loco? ¿A este comportamiento le llamas “adulto”? De
todos modos, en este momento lo último que quiero es verte la cara. ¿Puedes por
favor entender eso?
STEVE: Mira, ya te lo dije. Estaba confundido. Tenía miedo. No sabía lo que estaba
haciendo. Mientras miraba a toda esa gente me preguntaba: ¿Qué están haciendo
aquí? ¿Qué es lo tan importante que está pasando aquí? Antes pensaba, bueno, vamos
a divertirnos. Es una gran fiesta. Muchos amigos y familiares. Pensaba que todos la
iban a pasar muy bien y disfrutar la fiesta. Al final cuando la fiesta acabara, nos
iríamos a casa, tomaríamos una aspirina y a dormir.
ALICE: Hasta que la muerte nos separe.
STEVE: ¡Esta bien! ¡Está bien!
ALICE: ¡Fue tu idea!
STEVE: Lo sé. Pero algo pasó. Creo que fue el arroz.
ALICE: No alcanzamos a comer el arroz. Ni siquiera llegamos al “ahí viene la novia”.
STEVE: No, pero lo vi. Vi a la gente repartiéndose el arroz. Quiero decir, la iglesia fue
algo horrible, no sé porque se nos ocurrió hacerlo en una iglesia. ¿Y la carrosa?
¿Cuándo fue la última vez que te montaste en una carrosa?
ALICE: De verdad, daría lo que fuera porque no estuvieras tratando de dar estas
explicaciones. Sólo estas empeorando las cosas.
STEVE: Es que no era correcto. Nada. Era como estar en otro planeta. Fracs, arroz,
carrosas e iglesias - ¿Qué tiene eso que ver con nosotros?
ALICE: Es una simple ceremonia. Es un símbolo. La idea era no tomárselo tan en serio.
Sólo hacerlo y ya.
STEVE: Por lo menos en los sesentas la gente tenía alternativas. Se iban a casar al aire
libre, en la hierba, con dos testigos y ya. Por lo menos esa gente tenía esa opción.
¿Nosotros qué tenemos?
ALICE: Okay. Tal vez tengas razón. Tal vez debimos ir donde un juez o un notario y ya.
Tal vez debimos hacerlo en un banco, con un banquero y dos abogados expertos en
impuestos. En lugar de champaña pudimos dar soda y vitaminas, y todos pudieron
trotar hacia el gimnasio y en lugar de bailar pudimos todos tomar una clase de
aeróbicos. Pudimos hacer lo que nos diera la gana, pero el punto es que no hicimos
nada. ¿O si?
STEVE: No.
ALICE: Exacto. (Pausa, ALICE cierra la maleta) Okay, terminé. El resto de las cosas las
recojo el sábado.
STEVE: No te vayas.
ALICE: Pienso venir temprano. ¿Vas a estar aquí?
STEVE: Por favor. No.
ALICE: ¿Vas a estar aquí o no?
STEVE: No te vayas así.
ALICE: “Así” ¿Cómo?
STEVE: Así. Así.
ALICE: No empieces. Por favor.
STEVE: No está bien.
ALICE: El sábado te llamo. Si estas, estas. Si no estás, lo puedo hacer el domingo.
STEVE: Mira, siéntate un minuto.
ALICE: No hagas eso. ¡No me toques!
STEVE: Siéntate para que hablemos.
ALICE: No quiero hablar.
STEVE: Esta bien. No hables. Sólo siéntate.
ALICE: No me quero sentar.
STEVE: Okay, no te sientes. Quédate ahí parada. Quédate ahí un minuto.
ALICE: No tengo tiempo. Debo irme.
STEVE: ¿Porque tienes que ser tan jodidamente difícil?
ALICE: ¿Yo?
STEVE: Sólo dame un minuto.
ALICE: ¿Para qué?
STEVE: Para pensar.
ALICE: ¿Qué va a pasar en un minuto?
STEVE: Sólo dame un minuto.
ALICE: Llevamos tres años con esta historia. ¿De verdad crees que va a cambiar en un
minuto?
STEVE: Es sólo un minuto. No es tan grave.
ALICE: ¿Crees que va a ocurrir un milagro?
STEVE: ¡Dios mío! Ves a lo que me refiero …
ALICE: … piensa por un minuto …
STEVE: Ves a lo que me refiero.
ALICE: … el mundo entero va a ser diferente.
STEVE: Tu no le das la oportunidad a nada.
ALICE: ¿Yo no le doy la oportunidad a nada?
STEVE: Todo lo vez de una sola manera.
ALICE: Compré el vestido. ¿O no? Repartí las invitaciones, hice la fiesta, escogí el
menú. ¿Y que no le doy oportunidades a nada? Creí en ti. ¿O no? Y la loca soy yo.
Porque debería saber de qué estás hablando. Porque debería escucharte. Y tratar de
entender toda esta mierda. La verdad es que tú no tienes idea de lo que estás
hablando. Eres estúpido y ciego. Insensible con todo menos con tus malditos
aburridos problemas. No eres el centro del universo.
STEVE: Uno y uno son dos, dos y dos son cuatro. No todas las cosas funcionan de esa
manera. Es todo. ¿Y cuál es el problema tan grande? ¿Cuáles son las reglas en estos
casos? ¿Todo tiene que pasar de cierta manera? ¿Qué clase de mierda es eso? Eso tú no
lo sabes. Tú no sabes nada. Pero siempre tienes que tener la razón. Siempre tienes que
ser tan jodidamente perfectita. Yo no soy estúpido. Yo tengo ojos, y veo lo que está
pasando. Tú no eres la única persona en el unvierso.
ALICE: ¿Podrías escucharme?
STEVE: No, tú me escuchas. Tú a mí.
ALICE: “a mí, a mí, a mí”. Todo tiene siempre que ver contigo. Y yo parada por ahí,
esperando como una idiota. ¿Esperando qué? ¡Pues vete, vete, vete de mi vida!
¡Lárgate de mi vida hijo de puta! ¡Quédate bien lejos! Ni siquiera me vas a extrañar, no
te darás cuenta que no estoy aquí. Al fin y al cabo, yo soy sólo la que te follas en los
intermedios de tus crisis de nervios. Eso es lo que yo soy para ti. ¿Verdad? ¡Verdad!
STEVE: Tú, tú, tú, tú. ¿Porqué siempre es todo tú? Y yo siempre estoy equivocado, y
todo es mi culpa. Todo lo que digo, lo que hago. Puedes hacer lo que quieras. Me tienes
cansado, estoy enfermo de todo esto. Estoy enfermo de intentarlo. Tu no ves nada y
nada te importa. Ya eres nada para mí. ¿Querías la verdad? Ahí la tienes. Tu no eres
nada. ¡Nada! No eres nada para mí. ¡Nada!
(ALICE se sienta, y mira el reloj)
ALICE: Okay, un minuto.
(Se quedan sentados en silencio un momento largo, ALICE toma la maleta y se va)
Escena 11
(Ultimas llamadas. Steve levanta el teléfono, marca. El teléfono timbra en el
apartamento de ALICE. Ella contesta)
ALICE: Alo.
STEVE: Hola. Soy yo.
(ALICE cuelga – Las luces se apagan)
(Se encienden las luces. STEVE marca otra vez. El teléfono suena en el apartamento de
ALICE. Ella contesta, pero no dice nada.
STEVE: Alo.
(Se vuelven a encender las luces. STEVE vuelve a marcar. El teléfono suena en el
apartamento de ALICE. Ella ya no contesta)
Epílogo
(STEVE cuelga el teléfono, se voltea a mirar a la audiencia. Se ilumina a ALICE. Los dos
están alejados)
(Pausa)
ALICE: Un día desperté y caí en la cuenta que hacía semanas que no pensaba en él. No
sé qué estaba haciendo. Cómo lo estaba logrando. No estaba haciendo nada en
particular. Lo que sea que estuviera haciendo, me ayudó a no pensar en él.
STEVE: No sé cuándo pasó. Un día simplemente se me ocurrió.
ALICE: Como si nada, caí en la cuenta.
STEVE: Así lo comprendí.
ALICE: Ahí supe que ya de verdad se había acabado.
STEVE: Todo estaba acabado.
ALICE: Si.
STEVE: Si.
(Pausa)
(Más risas)
(Se chocan el uno con el otro en la oscuridad. Gritan y se caen y vuelven a reírse)
ALICE: Perdón.
STEVE: Te ayudo …
(Pausa)
(ALICE pone las fotos en el piso, los dos se sientan en el piso a verlas)
ALICE: Es hermosa.
STEVE: ¿Lo crees?
ALICE: Lo es. Lo será. No puedo creer que hayas hecho esto.
STEVE: No fue difícil.
ALICE: (Mirando las fotos) Sí, lo es. Es muy gracioso ¿no lo crees? Después de hacerlo
te preguntas porqué me tardé tanto. Oh, ¿esta es … ? Es igual a la beba.
STEVE: Sí, ella es.
ALICE: Pues si la beba crece y se parece a ella …
STEVE: Si.
ALICE: Dios.
STEVE: Son iguales.
ALICE: Gracias a Dios.
STEVE: Suficiente.
ALICE: No quieres que se parezca a ti. ¿O sí?
STEVE: ¿Y por qué no?
ALICE: Estoy bromeando … suficiente. (ALICE pone las fotos en su bolsa) Es un asco.
¿Verdad?
STEVE: Sí. Lo sé. No se las muestro a nadie. La gente las mira, pero sé que odian
hacerlo.
ALICE: Es aburrido. Sentimental. A no ser que los bebes sean tuyos. Has pasado por lo
mismo. ¿Ella es buena contigo?
STEVE: La beba.
ALICE: La esposa.
STEVE: Sí.
ALICE: Pregunta tonta.
STEVE: Entiendo tu pregunta.
ALICE: Solía preguntarle a la gente, si estaban con alguien nuevo, les decía ¿Estas feliz?
Ya no hago esa pregunta. Primero que todo, no es de mi incumbencia. Y segundo, eso
no significa nada. No se trata de ser feliz.
STEVE: Yo lo estoy. Yo estoy feliz. Me preocupo mucho. A veces pienso que lo hice todo
mal, que debí ser más inteligente. Que debí … no sé … a veces me asusto.
ALICE: ¿Asustarte por qué?
STEVE: No sé. Si les estoy dando lo que necesitan. Ni siquiera sé si de verdad conozco
qué es lo que necesitan. Lo intento, y me gusta. Pienso que está funcionando. Pero a
veces pienso que no. A veces pienso que es mejor no pensar el asunto.
ALCIE: Sólo hazlo.
STEVE: Es gracioso. Ahora me siento más solo. Más que antes. Eso me sorprende.
Quiero decir, ahora tengo más. Más personas. El trabajo, la beba. Se siente bien ser
parte de todo eso. Pero me siento solo.
ALICE: Bueno, la cosa no se pone mejor. Siempre pensé que con los años mejoraría,
pero no.
STEVE: No.
ALICE: Eso me sorprendió. Y lo del tiempo también. Piensas que vas a tener más
tiempo.
STEVE: Sí, lo sé.
ALICE: Si lo observas con cuidado, si tienes suerte, treinta años más. Si no tienes
suerte, solo veinte …
STEVE: Si, pero, yo no creo que vaya a morir (ALICE ríe) En serio. Me lo tengo que
recordar todo el tiempo.
ALICE: Sí, sí. Lo sé.
STEVE: Me tengo que decir hey.
ALICE: Te lo tienes que recordar todo. Todo el tiempo. Una guerra nuclear. Sequia.
Terremotos.
STEVE: Enfermedades. África.
ALICE: El medio oriente. Irán.
ALICE: No lo sé. Creo que hago lo que puedo. Aunque no signifique nada.
STEVE: Pero significa.
ALICE: No creo. No creo que signifique nada. Creo que así es la cosa … (Los dos miran
al suelo, la espalda recostada en la cama, se toman de la mano) Es tarde.
STEVE: Mejor que nos movamos.
ALICE: Mi vuelo sale temprano.
STEVE: ¿Sales mañana?
ALICE: Sí.
STEVE: Me gustó verte.
ALICE: También me gustó verte. (ALICE recuesta su cabeza en el hombro de STEVE)
Voy a tener la peor resaca.
Fin de la obra