Está en la página 1de 13

Presentación

La presente colección de Cuadernos de Ejercicios para la Enseñanza de los Derechos


Humanos responde a la sentida necesidad de contar con instrumentos adecuados
para que, tanto los docentes como los familiares y alumnos, puedan conocer y
practicar los Derechos Humanos en la escuela y en su vida diaria.

Este esfuerzo se enmarca como una actividad dentro del Decenio de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (1995-2004), así como en el seguimiento del
Plan de Acción Integrado de la UNESCO para la Educación para la Paz, los Derechos
Humanos y la Democracia, aprobado en 1995. Además, esta colección responde a
uno de los Focos Estratégicos del Proyecto Regional de Educación para América
Latina y el Caribe (PRELAC), que solicita el cambio de la cultura de las escuelas para
que éstas se conviertan en comunidades de aprendizaje y participación.

Sabemos que la práctica educativa está determinada por la forma en que los docentes
definen y asumen su rol y por las expectativas recíprocas de docentes, equipos
directivos, familias y alumnos. Mejorar la calidad y equidad de la educación pasa
por transformar la cultura y funcionamiento de las escuelas. Es, pues, necesario
promover sistemáticamente la transformación de la cultura escolar para construir
relaciones en donde se vivan de manera cotidiana los valores democráticos.
El desafío es promover una escuela autónoma, flexible, democrática, conectada con
su entorno cercano y el mundo global; una escuela que incluya a todos los niños y
1
niñas de la comunidad, que valore la diversidad y que propicie el aprendizaje y la
participación de alumnos, docentes y familias. Se requiere un cambio en el marco
organizativo y formativo que promueva nuevos tipos de gestión educativa; el
fortalecimiento del colectivo de docentes y el liderazgo compartido del director de
establecimiento; el desarrollo de comunidades de aprendizaje; el fortalecimiento de
la participación de los alumnos en la toma de decisiones para facilitarles el aprendizaje
de las competencias ciudadanas.

Todo ello promoverá un clima institucional armónico y propicio al desarrollo del


buen manejo de las emociones y las relaciones interpersonales.

Esta colección de Cuadernos de Ejercicios para la Enseñanza de los Derechos Humanos


busca favorecer el cambio de la cultura de las escuelas y promover así un aprendizaje
y participación ciudadana de cara a las necesidades del siglo XXI.

Ana Luiza Machado


Directora
Oficina Regional de Educación de la UNESCO
para América Latina y el Caribe
OREALC/UNESCO Santiago

Presentación
Introducción
Desde 1995, la UNESCO se encuentra empeñada en ejecutar el Plan de Acción Integrado
sobre Educación para la Paz, los Derechos Humanos y la Democracia, aprobado en
la Conferencia General; para lo cual es indispensable contar con materiales educativos
que apoyen esta labor.

En 1999, el Instituto Interamericano de Derechos Humanos y la Oficina de la UNESCO


con sede en Costa Rica publicaron un Manual de Educación en Derechos Humanos,
como contribución de la UNESCO al 50° Aniversario de la Declaración de Derechos
Humanos (10 de diciembre de 1998) y a la Década de las Naciones Unidas para la
Educación en Derechos Humanos (1995-2004).

La presente colección de materiales que se ha elaborado bajo el título Cuadernos de


Ejercicios para la Enseñanza de los Derechos Humanos no pretende reemplazar esta
importante contribución, sino más bien agregar, sumar y otorgar a las y los docentes
de la enseñanza básica y media de la región, nuevas lecturas, ejercicios y actividades
que les faciliten tan importante labor.

La presentación se hace a través de libretos, cada uno de ellos dedicado


exclusivamente a un sector o área temática: Ciencias Naturales, Ciencias Sociales,
Educación Artística, Educación Física, Lenguaje y Comunicación y Matemáticas.
2
Estos libretos están divididos, a su vez, en actividades y ejercicios para el conocimiento
y práctica de los Derechos Civiles y Políticos; y los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. Además, para facilitar la tarea se presentan según grupos de edad: existen
actividades para los tramos de edad entre 6 y 9 años; entre 10 y 13 años, y para
adolescentes de 14 a 17 años de edad.

La forma de inserción de estos contenidos responde a las nuevas concepciones


acerca de la transversalidad del currículo. Es así que las actividades prácticas de
formación en Derechos Humanos se han integrado a todas las asignaturas, pues
esta concepción obedece al sentimiento universal de que la enseñanza de los Derechos
Humanos debe constituirse en un referente común a todas las asignaturas, para, de
esta manera, crear en el educando conciencia de lo que significa ser persona.

Esta serie de libretos está precedida por la presentación de un Marco Teórico, donde
se da a conocer la postura de la UNESCO en relación con los Derechos Humanos y
con los principales instrumentos internacionales en los cuales basa su quehacer,
introduciendo los cuatro pilares para la educación para el siglo XXI y el foco estratégico
del Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe (PRELAC) que
promueve un cambio en la cultura de la escuela, para que ésta se constituya en un
semillero donde germinen los futuros ciudadanos.

Introducción
Se ha elaborado un libreto con una serie de ejercicios pensando en los docentes y
en los familiares, (para que éstos a su vez conduzcan esta labor desde sus respectivos
ámbitos de influencia). Las actividades prácticas que aparecen en esta sección tienen
como propósito re-descubrir en ellos a los seres sociales responsables, poseedores
de deberes y derechos para con ellos y con la sociedad, por una parte, y por la otra,
la de crearles conciencia sobre el papel primordial que deben cumplir en el desarrollo
del espíritu humano integral de la niña y del niño.

Asimismo, esta colección incluye referencias bibliográficas de apoyo y los textos


completos de la Convención de los Derechos del Niño y la Declaración Universal de
los Derechos Humanos.

Van nuestros agradecimientos a Gladys Alejandra Matus Sánchez, Licenciada en


Ciencias Políticas y Administrativas, quien elaboró esta primera versión para la UNESCO,
bajo la eficiente conducción de Yayoi Segi-Vltchek, Especialista de la UNESCO, y
revisada por Natalia Johanson, Licenciada en Ciencias Políticas.

Deseamos agregar que esta versión ha sido muy bien acogida y considerada por
representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, la Organización Mundial para la Salud y por la UNICEF.

Esperamos sinceramente que esta colección de ejercicios y actividades sirva de


apoyo a los docentes, en su labor cotidiana de entregarle a los niños y niñas de
nuestra región las herramientas adecuadas para la construcción de su propia felicidad,
dentro del marco del respeto a los Derechos Humanos, para que a su vez se conviertan
en defensores de esta ideología de la paz.

María Luisa Jáuregui


Especialista Regional
Educación para la Paz
Oficina Regional de Educación de la UNESCO
para América Latina y el Caribe
Marco Teórico:
La Educación En Derechos Humanos

La necesidad de educar en Derechos Humanos figura ya en la Declaración Universal


de los Derechos Humanos, que en el artículo 26 señala:

“La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la persona humana y el


fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales:
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”.

La educación no sólo es un derecho para todos, sino que ella tiene por objeto el
fortalecimiento de los derechos humanos. La educación en derechos humanos forma
4 parte de la misión esencial de la UNESCO. En su propia Constitución se encuentra el
mandato de contribuir al entendimiento entre los pueblos para que nunca se repitan
los horrores de la guerra. Pero sólo en los años 90 se avanzó hacia una traducción
política de dicho mandato al proclamar el Decenio de las Naciones Unidas para la
Educación en Derechos Humanos (1995-2004).

Existen dos instrumentos internacionales aprobados por la comunidad internacional


para que los Estados miembros de la UNESCO lleven a la práctica la educación para
los Derechos Humanos:
1. La Declaración de la 44ª Reunión de la Conferencia Internacional de Educación
en Ginebra, Suiza, de 1994;
2. El Plan de Acción Integrado sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos
y la Democracia, aprobado por la Conferencia General de la UNESCO, en
noviembre de 1995.

Además, en octubre del 2001 se diseñó en México un Plan Latinoamericano para la


Promoción de la Educación en Derechos Humanos.
En la Declaración de la Conferencia de Ginebra se fundamenta por qué es necesario
que los sistemas educativos avancen en esta dirección. La Declaración comienza con
el siguiente texto:

Marco Teórico
Cuaderno de Ejercicios par a l a Enseñanza de los Derechos Humanos

“Profundamente preocupados por las manifestaciones de violencia, racismo, xenofobia


y nacionalismo agresivo, y las violaciones de los derechos humanos, por la intolerancia
religiosa, por el recrudecimiento del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones,
y por la profundización de la brecha existente entre los países ricos y los países
pobres, factores que ponen en peligro la consolidación de la paz y la democracia,
tanto en el plano nacional como en el internacional, y constituyen otros tantos
obstáculos para el desarrollo”.

Este enunciado continúa vigente, por cuanto los males que se denunciaban entonces
se han agudizado.

La Declaración parte de la base que las políticas educativas deben contribuir a


fomentar el entendimiento, la solidaridad y la tolerancia entre los individuos y entre
los grupos étnicos, sociales, culturales y religiosos, y entre las naciones, de modo
de consolidar así una cultura de paz y de democracia en el mundo.

Para ello, se está convencido de la gran responsabilidad que le incumbe no sólo a


los padres, sino a la sociedad en su conjunto, de colaborar con los actores del
sistema educativo; de la necesidad de buscar sinergias entre el sistema educativo
formal y no formal, para hacer realidad una sociedad que se base en una cultura de
paz y en la búsqueda de un desarrollo sustentable.

La Conferencia de Ginebra termina la Declaración haciendo un llamado al Director 5


General de la UNESCO a que someta a la próxima Conferencia General un Plan de
Acción al respecto. Al año siguiente es aprobado el Plan de Acción que fija los
objetivos de esta educación, las estrategias y las políticas para la acción, todo lo
cual exige la transformación de los estilos tradicionales de la acción educativa.

Los objetivos de la educación para los derechos humanos son los siguientes:
• Fomentar el sentido de los valores universales y los tipos de comportamientos
en que se base una cultura de paz.
• Apreciar el valor de la libertad. Esto supone preparar a los jóvenes para manejar
situaciones inciertas y difíciles y prepararlos para la autonomía y la
responsabilidad individuales con el objeto de trabajar por una sociedad justa,
pacífica y democrática.
• Desarrollar la capacidad de reconocer y aceptar la diversidad de los individuos,
los géneros, los pueblos y las culturas, y desarrollar la capacidad de cooperar
con los demás.
• Aprender a resolver los conflictos con métodos no violentos.
• Cultivar la capacidad de tomar decisiones basadas en el análisis de las situaciones
presentes, pero con visión de futuro.
• Enseñar a respetar el patrimonio cultural y a proteger el medio ambiente.
• Nutrir el sentimiento de solidaridad y equidad.

Marco Teórico
C ua d e r n o d e E j e r c i c i o s pa r a l a E n s e ñ a n z a d e l o s D e r e c h o s H um a n o s

¿Qué implicancias tienen estos objetivos?

Aquí hay dos temas relevantes: la gestión de la escuela, por un lado, y el enfoque
pedagógico, por el otro.

Una escuela que se gestiona democráticamente es más eficaz respecto al fomento de


actitudes de cooperación y de respeto porque ello se enseña a partir de la experiencia.
La escuela está llamada a convertirse en un ejercicio práctico de democracia y respeto
al otro. En una escuela democrática el poder y la autoridad se desplazan del
profesorado al alumnado, en cuanto a la forma de gestionar la institución, al contenido
de la enseñanza y a las formas en que ésta se imparte. Además, investigaciones de
UNESCO han demostrado que las escuelas que se gestionan democráticamente son
más eficaces porque logran mejores aprendizajes, medidos éstos en forma tradicional.

En el plano de la gestión, es necesario promover el intercambio de los profesores y


alumnos con escuelas vecinas o más alejadas. Es importante también elaborar
proyectos institucionales conjuntamente con otras escuelas del país o de otros países.
Este es uno de los programas que se propone la Red de Escuelas Asociadas de la
UNESCO. Este nuevo tipo de gestión escolar tiene, además, la ventaja de reducir el
fracaso escolar, estimular la autoestima de los alumnos y de los profesores, así
como de toda la comunidad educativa.

6 Con respecto al enfoque pedagógico, aunque el currículo considere a la diversidad


cultural como un valor, en la práctica cotidiana en la mayoría de las escuelas se está
muy lejos de considerarla como un valor por la enorme discriminación que se da de
hecho. No basta con educar en los contenidos de los derechos humanos. Más que
una enseñanza teórica, la educación en los derechos humanos debe convertirse en
una forma de enseñar a adquirir las competencias básicas que se requieren para
desenvolverse en la vida social, respetando los derechos humanos.

Se debe tener conciencia de que los derechos humanos se enseñan en todas las
materias y a través de todo el personal de las escuelas. Es un desafío metodológico
de enorme trascendencia, porque los currículos nacionales no están diseñados para
enseñar competencias, sino que están formulados en forma de objetivos a alcanzar,
la mayoría de ellos de tipo cognitivo. En nuestros países se privilegia una evaluación
centrada en el saber, más que en la capacidad de desempeñarse o actuar, que es lo
que debiera procurar una enseñanza en derechos humanos.

Por eso no debiera hablarse de una enseñanza de los derechos humanos o sobre los
derechos humanos, sino de una enseñanza desde la vivencia y para el ejercicio de
los derechos humanos. En este punto, lo más importante es que se cree en la
escuela un buen clima de convivencia humana: es una condición sine qua non para
que los estudiantes adquieran las competencias básicas en esta materia.

Marco Teórico
Cuaderno de Ejercicios par a l a Enseñanza de los Derechos Humanos

Entre las recomendaciones que hiciera el Plan latinoamericano para la promoción de


la educación en los Derechos Humanos se encuentra la siguiente:

“Diseñar, construir y ejecutar, con la participación de la sociedad civil, políticas


sociales y educativas que potencien la educación en derechos humanos como factor
de democratización, no sólo de la sociedad, sino también del propio sistema educativo.
Es necesario que las prácticas educativas promuevan la formación de ciudadanos
con capacidad crítica, dialógica y participativa”.

La educación de los derechos humanos debe basarse en métodos en donde predomine


el diálogo, y se respete la participación, la diversidad cultural y el intercambio. No se
puede separar el valor de la acción o la acción del valor. No hay que enseñar el valor
por una parte y a actuar por otra. Se enseña a actuar y esa acción refleja un
determinado valor. No es que tener un “concepto” de valor ayude a actuar, sino que
el actuar nos permite entender un valor determinado.

La educación en derechos humanos contribuye a mantener la exigencia de una


sociedad libre y segura y le proporciona a la población instrumentos para ejercer la
solidaridad. Contribuye a la disminución real de la violencia. No hay posibilidad de
construir un proyecto sustentable de ciudadanía si no se acompaña, al mismo tiempo,
de un esfuerzo serio y sostenido de educación para la paz, los derechos humanos y
la democracia.
7
En el año 1996, la UNESCO publicó “La Educación Encierra un Tesoro”, conocido
también como el Informe Delors, donde reafirma que ya no es suficiente, aunque
sigue siendo fundamental, que la educación proporcione las competencias básicas
tradicionales, sino que también ha de proporcionar los elementos necesarios para
ejercer plenamente la ciudadanía, contribuir a una cultura de paz y a la transformación
de la sociedad. Desde esta perspectiva, la educación tiene una función cívica liberadora
del ser humano.

Los denominados “pilares del aprendizaje del siglo XXI” definidos en esta publicación,
constituyen una excelente guía para interrogarse acerca de los sentidos y contenidos
de la educación:

Aprender a ser para conocerse y valorarse a sí mismo y construir la propia identidad


para actuar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad
personal en las distintas situaciones de la vida.

Aprender a hacer desarrollando competencias que capaciten a las personas para


enfrentar un gran número de situaciones, trabajar en equipo y desenvolverse en
diferentes contextos sociales y laborales.

Marco Teórico
C ua d e r n o d e E j e r c i c i o s pa r a l a E n s e ñ a n z a d e l o s D e r e c h o s H um a n o s

Aprender a conocer para adquirir una cultura general y conocimientos específicos


que estimulen la curiosidad para seguir aprendiendo y desarrollarse en la sociedad
del conocimiento.

Aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión y valoración del otro, la


percepción de las formas de interdependencia, respetando los valores del pluralismo,
la comprensión mutua y la paz.

En el año 2002, los ministros de Educación de los países de América Latina y el


Caribe acordaron el lanzamiento de un Proyecto Regional de Educación (PRELAC),
que adopta los pilares del aprendizaje y promueve como uno de sus focos estratégicos,
el cambio de la cultura de las escuelas para que éstas se conviertan en comunidades
de aprendizaje y participación:

“Es necesario promover sistemáticamente, con acciones diversas, la transformación


de la cultura escolar para construir un conjunto de relaciones signadas por la vivencia
cotidiana de los valores democráticos, entendiendo que sólo su práctica puede
formar ciudadanos competentes, activos y comprometidos”.

Esperamos que estos Cuadernos de Ejercicios para la Enseñanza de los Derechos


Humanos apoyen la consecución de los “pilares del aprendizaje del siglo XXI” y, por
ende, los objetivos del Plan de Acción para la Educación para la Paz, los Derechos
8 Humanos y la Democracia.

Marco Teórico

También podría gustarte