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HISTORIA DE LA EDUCACIÓN ARGENTINA Y LATINOAMERICANA

EL “MODELO DE LA EDUCACIÓN
POPULAR”
(1830-1870)
EL “MODELO DE LA EDUCACIÓN POPULAR”

Presentación basada en la lectura de:


WEINBERG, Gregorio (1995) Modelos educativos en la historia de América
Latina. Buenos Aires: AZ Editora. UNESCO-CEPAL-PNUD.
Capítulo 6: “Hacia la educación popular”

Apareció por primera vez editado por UNESCO – CEPAL – PNUD en 1981.
EL “MODELO DE LA EDUCACIÓN POPULAR”

Objetivo de la clase: Discutir el concepto de “estilo de desarrollo” o


“modelo de desarrollo” que el autor utiliza para analizar la difusión de la
educación popular en América Latina.
La noción de “estilos de desarrollo”

“… desde una perspectiva dinámica e integradora un estilo de desarrollo es,


por lo tanto, un proceso dialéctico entre relaciones de poder y confictos entre
grupos y clases sociales, que derivan de las formas dominantes de
acumulación del capital, de la estructura y tendencias de la distribución del
ingreso, de la coyuntura histórica y la dependencia externa, así como de los
valores e ideologías”. Todo esto se da en medio de otros condicionamientos
estructurales (tecnología, recursos naturales, población) que se presentan al
análisis como un conjunto integrado, el cual enmarca las posibilidades
históricas de un “estilo”. (Weinberg, pág. 10)

“Estilo de desarrollo” es un concepto que trata de explicar las diversas vías


que aparentemente han seguido distintas sociedades nacionales desde su
organización inicial. Trata de explicar las diferencias a partir de condiciones
semejantes. Es un concepto especialmente fuerte en los estudios sobre
América Latina que promovieron los organismos internacionales (UNESCO,
CEPAL) en las décadas de 1960 y 1970.
La noción de “estilos de desarrollo”

En otro sentido, “un desarrollo es la estrategia de una coalición de fuerzas


sociales que imponen sus objetivos e intereses hasta que se agota por sus
contradicciones implícitas”. Esto supone, como lo expresa el mismo
Graciarena, que “un estilo históricamente agotado es reemplazado por otro”
y que “la sucesión de estilos no entraña discontinuidad del sistema social
vigente”. (Weinberg, pág. 10)

¿Cómo se determina un “estilo de desarrollo” en particular? ¿Es el


resultado de la intención de un grupo social, una clase social por sí
misma, de sus intereses e intenciones? ¿Es el resultado de las
relaciones de poder entre clases? ¿Cómo se explica el cambio y la
continuidad en los “estilos de desarrollo”?
La noción de “estilos de desarrollo”

“… cuando se hable de diferentes modelos vigentes en épocas determinadas,


esto en modo alguno implica admitir que ellos sean modelos consensuales,
ya que no debe olvidarse que los actores sociales fueron pocos, es decir que
en modo alguno fueron todos (la estructura fue oligárquica, esto es
minoritaria, y nunca efectivamente democrática).” (Weinberg, pág. 11)
Preguntas para analizar un “estilo de desarrollo”

Poder: ¿Quién tiene el poder y cómo lo usa?


Generación del desarrollo: ¿Qué o quiénes promueven el cambio y con qué
objetivos?”
Protagonistas del proceso: ¿Quiénes son los agentes del desarrollo?
Oponentes: ¿Quiénes se resisten a ese estilo de desarrollo?
(Weinberg, pág. 11)
La noción de “modelo educativo”

“Si el concepto de ‘modelo’ o el de ‘estilo de desarrollo’ evidentemente


favorece la comprensión de las ideas enunciadas o de los procesos, y
también, por supuesto, la de las contradicciones ínsitas en ellos, esto no
justifca desatender ciertas especifcidades cuando se aplica, como en este
caso, a un campo determinado. Así, al abordar un tema tan amplio como el
educativo, tampoco pueden dejarse de lado la asincronía o el ‘desfasaje’ en y
entre los distintos planos de las ideas, de la legislación y de la realidad
educativa, que constituye un factor de distorsión cuyo examen suele
descuidarse, aun cuando, y por diversos motivos, sea sobresaliente su
importancia” (Weinberg, págs. 14 y 15)
La condición de adecuación de un “modelo educativo” a un “estilo
de desarrollo”

“Pero quizá no sea menos signifcativo el caso de las ideas educativas


expuestas al servicio de ‘modelos’ que, por diversas razones, no tuvieron
pleno éxito o se desvirtuaron en la práctica; en suma, las ideas se anticipan
casi siempre, pero no necesariamente, a los requerimientos que plantea la
realidad postulando objetivos de difícil logro por carecer, a veces, de
‘agentes’ para su concreción. Pero como la lógica parece indicarlo, y la
historia lo confrma, en otras circunstancias las ideas suelen retrasarse con
respecto a las exigencias que eventualmente puede suscitar un ‘modelo de
desarrollo’, sobre todo cuando a raíz de su adopción se registran
modifcaciones muy aceleradas.” (Weinberg, pág. 15)

El “modelo educativo” es aquí entendido como el sistema de ideas


educativas sostenido por un grupo social o político, y la clave de su
éxito o fracaso es su adecuación a los ritmos de un “estilo de
desarrollo”.
A mediados del siglo XIX se difundió entre distintos miembros de los grupos
Dirigentes la idea de que los nuevos gobiernos tenían como responsabilidad
educar al pueblo. Eso es lo que Gregorio Weinberg llama “educación popular”.

México: Benito Juárez


(décadas de 1850 y 1860) Brasil: Constitución
Liberal – Pedro II
Venezuela: Antonio Guzmán Blanco (década de 1830)
(décadas de 1860 y 1870)

Chile y Argentina: Uruguay: José P. Varela


Domingo F. Sarmiento (décadas de 1860 y 1870)
(décadas de 1840 a 1860)
CONDICIONES POLÍTICAS DEL PERÍODO
La “larga espera”

“En 1825 terminaba la guerra de Independencia; dejaba en toda América española un


legado nada liviano: ruptura de las estructuras coloniales, consecuencia a la vez de
una transformación profunda de los sistemas mercantiles, de la persecución de los
grupos más vinculados a la antigua metrópoli, que habían dominado esos sistemas, de
la militarización que obligaba a compartir el poder con grupos antes ajenos a él… En
Brasil una transición más apacible parecía haber esquivado esos cambios
catastrófcos; en todo caso, la independencia consagraba allí también el agotamiento
del orden colonial.
De sus ruinas se esperaba que surgiera un orden nuevo, cuyos rasgos esenciales
habían sido previstos desde el comienzo de la lucha por la independencia. Pero éste se
demoraba en nacer.” (Halperín Donghi, 1998:135)

Condiciones de inestabilidad política como consecuencia del ciclo


de las revoluciones de independencia. Militarización de distintos
grupos sociales que impedía a los grupos dominantes ejercer el
control de los medios de coerción.
CONDICIONES POLÍTICAS DEL PERÍODO

“Repúblicas sin Estado”

“Las décadas posteriores a la independencia se caracterizaron por un grado elevado de


inestabilidad política y por un escaso dinamismo económico. En el plano político,
prevaleció la fragmentación del poder: de los despojos del imperio español surgieron
numerosas repúblicas, cada una de las cuales se encontró a su vez desgarrada por
largos y violentos confictos entre centro y periferia, entre capitales y provincias
empeñadas en reivindicar la propia soberanía a costa de las otras. Las constituciones
sobre las cuales se fundaron los diversos órdenes políticos padecieron una volatilidad
crónica y pusieron en escena, una y otra vez, la visión del mundo liberal, que buscaba
erradicar el orden corporativo de la era colonial, o bien la conservadora, que pretendía
mantener gran parte del esqueleto colonial, empezando por el rol tradicional de la
iglesia católica.” (Zanatta, 2012:53)

Ejes de confrontación e inestabilidad:


a) centro – periferia (¿cuál debe ser el núcleo geográfco del poder?)
b) liberales - conservadores
CONDICIONES POLÍTICAS DEL PERÍODO
De sociedad estamental a sociedad de clases

“la ruptura del nexo colonial abrió el camino para un proceso de desestructuración /
reestructuración social, el de pasaje de la sociedad estamental a la sociedad de clases,
proceso, por cierto, también complejo, confictivo – estructural y culturalmente – y
largamente extendido en el tiempo. Ese pasaje en el plano estructural tenía su
correspondencia en otro, en el plano jurídico-político: de los fueros a los derechos, de la
condición de súbdito (titular de obligaciones) a la de ciudadano (titular de derechos y
obligaciones). A lo largo de esa transición – y de su desarrollo en el siglo XX –, la
tensión entre líneas de continuidad y líneas de ruptura fue muy fuerte y fue notorio el
peso de las permanencias. Durante el período, entonces, se mantuvo buena parte de la
legislación de castas y, en consecuencia, las distintas clases distaron de conformarse
plenamente.” (Ansaldi y Giordano, 2012:392)

Ejes de confrontación e inestabilidad:


a) centro – periferia (¿cuál debe ser el núcleo geográfco del poder?)
b) liberales – conservadores
c) del súbdito al ciudadano (la cuestión de los derechos)
EL MÉXICO DE BENITO JUÁREZ
- Predominio conservador (en las guerras de independencia, no perdieron el poder los
herederos de la Colonia)

- Las décadas de 1830 y 1840 estuvieron marcadas por la independencia de Texas y la


guerra contra Estados Unidos, y la fuerte gravitación del ejército sobre las rentas.

- 1854 – revolución liberal “REFORMA”:


“La Reforma golpeaba sobre todo a la Iglesia y sus propiedades; la Ley Juárez despoja a
los eclesiásticos de su fuero privilegiado, la Ley Lerdo prohíbe el mantenimiento de la
propiedad inmueble en manos de comunidades (lo que perjudica a la Iglesia y las
órdenes, pero también a las comunidades indígenas).”

- Guerra civil (conservadores / liberales)


- Constitución de 1857
- 1862-3 invasión francesa y 1864 instalación de la monarquía de Maximiliano
- 1866 retiro francés – caída de Maximiliano
- Triunfo defnitivo de la Reforma liberal
LA VENEZUELA DE GUZMÁN BLANCO
- 1830 – Disolución de la Gran Colombia. Venezuela queda bajo infuencia de los jefes
de milicias (mestizos, arribistas).

- Década de 1840: nace en Caracas una oposición liberal encarnada por los grandes
señores. Guzmán (padre) logra que la facción liberal sea apoyada por la plebe de
Caracas.

- 1846: triunfo de Monagas con apoyo liberal. Gobierno de un clan familiar por 12
años. Este gobierno de clan se interrumpe por una rebelión combinada tanto de
conservadores (Paez) como de liberales – federales (Guzmán Blanco).

“La revolución amarilla fue la de la plebe rural (1870), que encontró un inesperado
empresario en Antonio Guzmán Blanco, hijo del reputado periodista liberal, y dispuesto
como él a hacerse vocero de la protesta popular. En su prédica, Guzmán Blanco había
unido al liberalismo intransigente una hostilidad constante a los ricos, a los
hacendados del azúcar y de las haciendas ganaderas, a los grandes comerciantes del
café, sin olvidar a los banqueros de Caracas, representantes locales de la fuerza
misteriosa de la coyuntura y responsabilizados de las devastaciones que ella
EL BRASIL IMPERIAL
Hay que partir de las diferencias políticas que presenta la independencia del Brasil. Se
produce en 1822 y se mantiene un régimen político monárquico de inspiración liberal (la
independencia es resultado en parte, de la rebelión liberal de los militares en Portugal).

- 1824. Constitución que concentra poder en Pedro I. Crea una división de poderes con un
poder “moderador” ejercido por el Emperador. Además, pone a la Iglesia bajo la tutela del
Estado.

- 1831. El retiro de Pedro I a Portugal marca el inicio del “Imperio parlamentario”. Se


reforma la Constitución en 1832 y se otorga mayor autonomía a las provincias. Se inicia
un ciclo de rebeliones regionales, alimentadas por el liberalismo, algunas de corte
republicano.

- El liberalismo se arraigó sobre todo en los grandes propietarios de ingenios del norte y
en los terratenientes ganaderos del sur. Ambos buscaban intensifcar la apertura
comercial. El gobierno buscó durante todo el período moderar los confictos entre
conservadores (restauradores) y liberales evitando el giro republicano.

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