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Beneficios del trasplante de microbiota fecal y

reducción de la mortalidad en pacientes adultos con


infección por Clostridium difficile
Pérez Forero, Ana María1
1Estudiante de octavo semestre de Medicina- Universidad Nacional de Colombia

Resumen: Clostridium difficile es una bacteria anaerobia grampositiva, formadora de esporas, la


cual es común en instituciones de salud, ambiente y alimentos, lo que permite su transmisión
nosocomial y comunitaria. Es causante de un espectro de enfermedad que va desde cuadros leves
de diarrea hasta eventos fulminantes asociados con la formación de pseudomembranas y megacolon
tóxico, 20% de los adultos hospitalizados son portadores asintomáticos y fuente de contaminación
para la diseminación de la enfermedad. Metodología: Se realizó la búsqueda en 2 bases de datos,
Pubmed y Scielo. Se utilizaron las palabras claves "C. difficile" "trasplante" "microbiota fecal" y
"antibióticos" para posteriormente aplicar los filtros correspondientes a los criterios de inclusión y
exclusión. El principal objetivo de esta revisión es destacar los beneficios del trasplante de microbiota
fecal respecto al tratamiento antibiótico convencional en pacientes con infección por C. difficile y el
impacto que tiene en la mortalidad de estos individuos, igualmente, se hará una descripción detallada
de este procedimiento. Conclusiones: Tradicionalmente se trata con Metronidazol o Vancomicina,
los cuales no resultan muy efectivos en ciertos casos y pueden tener un fracaso de hasta el 40% por
la generación de resistencia y el aumento de la tasa recurrencia. Numerosos estudios han
evidenciado que el TMF puede llegar a ser más efectivo que la terapia convencional con antibióticos
ya que contribuye a la regeneración de la microbiota, no sólo a nivel bacteriano sino también de otros
microorganismos tales como los virus. El reciente surgimiento de microorganismos multirresistentes
ha convertido al TMF en una excelente alternativa y ha permitido disminuir los genes de resistencia
en las bacterias comensales, mejorando así la calidad del microbioma local.
Palabras clave: Clostridium difficile, diarrea, colitis, trasplante, microbiota fecal.

1. Introducción
C. difficile es un bacilo grampositivo, anaerobio, esporulado y móvil, cuyos
principales factores de virulencia son las toxinas A (TcA), B (TcB) y la CTD, una
toxina binaria presente en el 5 a 25% de las cepas. Se encuentra extendido a nivel
global y forma parte de la microbiota intestinal normal del 1 a 3% de los adultos
sanos. 1 A través de diversos efectos en el epitelio del colon, produce un cuadro
diarreico de variable intensidad que abarca desde una diarrea leve auto-limitada
hasta una infección fulminante tipo colitis que puede comprometer la vida del
paciente. Es el agente principal de la temida colitis pseudomembranosa, causada
debido a un uso excesivo de antibióticos a nivel intrahospitalario que alteran la
microbiota intestinal normal.2 Además de la terapia antimicrobiana, otros factores
de riesgo conocidos son la edad avanzada, los largos períodos de tiempo de
estancia intrahospitalaria, severidad de la enfermedad de base, cirugía o
manipulación gastrointestinal, inmunocompromiso, ingesta de inhibidores de bomba
de protones y la polifarmacia. La infección se transmite principalmente por vía fecal
oral y se adquiere por la ingestión de esporas resistentes al medio ambiente y al pH

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ácido del estómago, que una vez están en el intestino delgado germinan a su estado
vegetativo. Cualquier factor que altere la flora bacteriana habitual del colon favorece
la colonización por C. difficile, ya que no hay otras bacterias con las cuales competir
por nutrientes, permitiendo así su crecimiento y multiplicación, y la producción de
toxinas. 3 La infección por Clostridium difficile fue descrita por primera vez en 1978
y desde ese momento ha sido considerada como la primera causa de diarrea
nosocomial y de diarrea asociada a antimicrobianos. Es un problema de salud
pública y una causa significativa de morbilidad y mortalidad en adultos mayores
hospitalizados. La recurrencia de la infección puede alcanzar hasta el 30% después
de un primer episodio y 65% en los episodios posteriores. 4 El tratamiento habitual
de la diarrea por C. difficile se basa en la suspensión del antibiótico asociado y en
el empleo de otros antibióticos como Metronidazol, Vancomicina, Rifaximina y
Fidaxomicina, sin embargo, debido a la alta tasa de recurrencia, se ha planteado
como alternativa terapéutica el trasplante de microbiota fecal, el cual consiste en
trasladar la materia fecal de un individuo sano a un individuo infectado con la
finalidad de recuperar la microbiota intestinal encargada de protegerlo. 5 El primer
trasplante de microbiota fecal fue realizado en el año 1958 por Eiseman y cols.,
mediante una infusión de materia fecal por enema a cuatro pacientes que
presentaron un cuadro de diarrea fulminante asociada a antibacterianos.
Posteriormente diferentes estudios han confirmado su efectividad con tasas de
respuesta entre 81-100%. Dada la importancia del tipo de microbiota, la
identificación de un donante fecal sano es el paso inicial esencial para obtener un
trasplante exitoso. Dentro de las características que se requieren cumplir para
calificar como donante sano, están el tener ≥ 18 y ≤ 60 años, con un índice de masa
corporal entre ≥ 18 y ≤ 30 kg/m2. Además, el donante debe ser estudiado
ampliamente, descartando factores de riesgo y enfermedades infecciosas. 6
2. Metodología
Se realizó la búsqueda en 2 bases de datos, Pubmed y Scielo. Se utilizaron las
palabras claves "C. difficile" "trasplante" "microbiota fecal" y "antibióticos" para
posteriormente aplicar los filtros correspondientes a los criterios de inclusión y
exclusión. Se obtuvieron en Pubmed 15 resultados, en Scielo 27 resultados. Se hizo
una primera selección por título y abstract, descartando en Scielo 18 artículos y en
Pubmed 4.

El principal objetivo de esta revisión es destacar los beneficios del trasplante de


microbiota fecal respecto al tratamiento antibiótico convencional en pacientes con
infección por C. difficile y el impacto que tiene en la mortalidad de estos individuos,
igualmente, se hará una descripción detallada de este procedimiento.

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2.1 Pregunta PICO
-P: Pacientes adultos con diarrea o colitis por Clostridium difficile.
-I: Trasplante de microbiota fecal
-C: Terapia farmacológica
-O: Beneficios y reducción de la mortalidad.

¿Cuáles son los beneficios del trasplante de microbiota fecal con respecto a
la terapia antibiótica en pacientes adultos con diarrea o colitis por C. difficile
y en qué proporción permite una reducción significativa de la mortalidad en
esta población?
2.2 Criterios de inclusión

 Pacientes mayores de 18 años


 Pacientes hospitalizados
 Pacientes ambulatorios
 Infección por C. difficile recurrente
 Colitis ulcerosa
 Colitis pseudomembranosa
 Artículos de 5 años de antigüedad
 Estudios en humanos
 Revisiones sistemáticas
 Ensayos clínicos
 Revisiones narrativas de la literatura
2.3 Criterios de exclusión

 Pacientes con cáncer


 Pacientes en estado de embarazo
 Pacientes pediátricos de 0 a 17 años
 Artículos de más de 5 años de antigüedad
 Estudios en animales
3. Desarrollo
3.1 Infección por C. difficile
Clostridium difficile es una bacteria anaerobia grampositiva, formadora de esporas,
la cual es común en instituciones de salud, ambiente y alimentos, lo que permite su
transmisión nosocomial y comunitaria. La incidencia de la infección ha aumentado
durante los últimos años, registrándose en los EE. UU cifras de 8,2 por cada 1,000
altas hospitalarias con gastos anuales que exceden el billón de dólares.18 Durante

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esta década ha incrementado de forma alarmante la severidad de la infección,
presentándose una mayor cantidad de casos recurrentes y refractarios con una
inherente elevación de la morbilidad y mortalidad7
Esta bacteria coloniza el intestino, liberando dos exotoxinas proteicas, A y B.12 La
toxina A incrementa la permeabilidad gastrointestinal mientras que la B es la
encargada de la citotoxicidad, produciendo inflamación.17 Posee una gran
resistencia a los antibióticos y sus esporas tienen la capacidad de germinar en
formas vegetativas, perpetuando así la infección. Los pacientes que más resultan
afectados por Clostridium difficile son adultos mayores con múltiples comorbilidades
quienes reciben antibióticos de amplio espectro, sin embargo, hay que tener en
cuenta que incluso individuos jóvenes y sanos no están exentos de adquirirla.8 Los
principales antimicrobianos relacionados a la infección son Clindamicina,
Cefalosporinas y Fluoroquinolonas12 y en menor medida los macrólidos y
sulfonamidas.18 En un estudio prospectivo realizado en México se determinó que las
cefalosporinas de tercera generación son los antibióticos más utilizados de forma
previa al diagnóstico de la diarrea por C. difficile, en una proporción del 47%,
seguidas de las fluoroquinolonas en un 33% y la clindamicina en un 23%. 11 Otro
factor de riesgo importante para la aparición de la infección lo constituyen los
bloqueadores H2.15
En una revisión sistemática realizada en el año 2015 en Portugal, definen la
presencia de infección por C. difficile basada en 2 criterios, diarrea en número de 3
o más en un tiempo de 24h o menos y una prueba positiva para la presencia de la
toxina o demostración de colitis pseudomembranosa a través de colonoscopia o
biopsia. La infección recurrente fue definida en el mismo estudio como tres
episodios de infección de leve a moderada con un fallo en el tratamiento antibiótico
en 6 a 8 semanas o como dos episodios de infección severa que han requerido de
hospitalización.8 El gold standard para el diagnóstico es el cultivo de las cepas
toxigénicas junto con la detección de las toxinas a través de un ensayo de
citotoxicidad, considerando que estas pruebas de laboratorio no permiten distinguir
entre colonización o infección no se recomienda realizarlas en pacientes
asintomáticos. 21
El espectro de la enfermedad va desde cuadros leves de diarrea hasta eventos
fulminantes asociados con la formación de pseudomembranas y megacolon tóxico,
20% de los adultos hospitalizados son portadores asintomáticos y fuente de
contaminación para la diseminación de la enfermedad.12

El colegio Americano de Gastroenterología clasifica la infección por C. difficile según


la severidad:17
-Leve: Sólo diarrea, sin otros síntomas.

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-Leve a moderada: Los síntomas más comunes son fiebre, diarrea con o sin
disentería, deshidratación, náuseas, vómitos, anorexia, distensión abdominal
marcada y dolor abdominal leve o severo.
-Severa y complicada (colitis pseudomembranosa fulminante): Diarrea puede
o no estar presente debido a la posibilidad de aparición de íleo intestinal. Pueden
surgir complicaciones como megacolon tóxico y perforación

Se considera que existe resolución de la infección cuando se cumple mínimo tres


de los siguientes criterios:16
-Reducción en la escala Bristol de al menos 2 puntos.
-Disminución del 50% en el peristaltismo.
-Resolución de la fiebre.
-Desaparición o disminución significativa del dolor abdominal.
-Leucocitosis resuelta o en resolución.
Se establece fallo terapéutico si no se cumplen con al menos 3 de estos criterios
durante las próximas 72h después de la administración del tratamiento.

3.2 Tratamiento farmacológico

El tratamiento tradicional consiste principalmente en el uso de Metronidazol por vía


oral 500mg por un período de 10 a 14 días para los casos más leves y en aquellos
en los que no haya tolerancia a la vía oral se puede administrar por vía intravenosa
cada 6h.22 Debido a que la absorción de este medicamento ocurre principalmente
en el tracto gastrointestinal superior, no es efectivo contra todas las cepas. En casos
más severos, se considera el uso de Vancomicina oral, 125 a 500mg 4 veces al día
por 10 días, siendo otras vías alternativas de administración el enema y la sonda
nasogástrica. Se debe vigilar de cerca el tratamiento con Vancomicina debido al
riesgo que existe para hacer resistencia a la misma. Como tercera línea se
encuentra la Fidaxomicina, un medicamento de alto costo que es administrado por
vía oral en una dosis de 200mg, 2 veces por día y que en numerosos estudios ha
demostrado ser más efectivo para reducir la tasa de recurrencia17, sin embargo, en
un meta-análisis se demostró que no hay diferencias estadísticamente significativas
entre Vancomicina y Metronidazol respecto a la tasa de recurrencia.13 La infección
recurrente es considerada un reto ya que el tratamiento habitual con cursos
prolongados de antibióticos fracasa hasta en un 40% de las veces. 14 y se ha
determinado que existe entre un 20 a 30% de posibilidades de recaída con el uso
de Metronidazol y Vancomicina.18
El uso de antibióticos para el tratamiento de la diarrea por C. difficile favorece a la
aparición de genes de resistencia en la microbiota local. En un estudio de cohortes
realizado en Canadá se determinó que un grupo de pacientes sanos tenía un
número considerablemente menor de cepas resistentes a antibióticos a

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comparación de un grupo de pacientes infectados, estos últimos aún después de
finalizar el tratamiento desarrollaban cepas multirresistentes con gran capacidad de
transferencia horizontal de genes.16 Otro punto importante a tratar hace referencia
a la capacidad que tienen los antimicrobianos para exterminar parte de la microbiota
que se encarga de metabolizar los ácidos biliares primarios en secundarios,
favoreciendo de esta forma el crecimiento de C. difficile ya que son precisamente
los ácidos secundarios los responsables de evitar la germinación y colonización por
parte de este germen. 10

4.3 Trasplante de microbiota fecal (TMF)

El trasplante de microbiota fecal fue reportado científicamente por primera vez en el


año 1958, cuando fue empleado para tratar de forma exitosa a 4 pacientes con
colitis pseudomembranosa, pero a pesar de su aparente éxito no fue incorporado
en la práctica clínica hasta los últimos 10 años.10 Consiste en la infusión de una
suspensión de líquido de heces de un individuo sano en el tracto gastrointestinal de
un receptor con la finalidad de curar una patología específica. Se puede llegar a
considerar como un trasplante de órganos simple ya que no requiere de
compatibilidad entre donante y receptor ni supresión inmunológica después del
procedimiento.8
El donante preferido es un familiar del paciente, aunque puede ser igualmente un
tercero.17 La clave es identificar a un donante sano a través de algunas pruebas de
cribado, observadas en la tabla 1.10,15 La elección del mejor donante aún es
controversial. Las opciones abarcan desde heces congeladas de donantes
anónimos recolectadas en un banco, hasta la donación de heces frescas de un
familiar que vive bajo el mismo techo. La primera tiene las ventajas de la seguridad
debido a un extenso cribado de enfermedades infecciosas y no infecciosas,
procesamiento estandarizado y rápida disponibilidad. Sin embargo, son escasos los
centros que actualmente disponen de estos bancos de deposiciones.15
Las principales rutas de administración son enema, sonda naso-yeyunal y
colonoscopia, siendo esta última la más utilizada.19 El enema ha demostrado una
alta tasa de resolución de la sintomatología, además de ser fácil de administrar y de
poder ser suministrado en el hogar del paciente. La sonda naso-yeyunal si bien
también es de fácil administración, genera discomfort en muchos pacientes sobre
todo en aquellos de edad avanzada. La colonoscopia es la ruta más empleada y
tiene la ventaja de ofrecer visualización del área afectada, sin embargo, necesita de
sedación en la mayoría de los casos y se corre el riesgo de perforación. 10
La vía más adecuada para realizar el trasplante no ha sido definida. Aunque algunos
autores han señalado que la vía de administración por colonoscopía-enema parece
ser más efectiva que por vía alta, otros no han demostrado que existan diferencias

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significativas en la vía utilizada.14 Recientemente, el desarrollo de cápsulas FMT
orales ha despertado interés. La seguridad y la tasa de resolución de la diarrea
después de la administración de FMT congelado en cápsula oral se evaluó en un
estudio de viabilidad con 20 pacientes (edad media 64,5 años; rango intercuartil
53.5–78.3). La resolución de la diarrea se logró en 14 pacientes (70%; IC del 95%:
47% a 85%) después de un régimen basado en cápsula simple y en el 90% de los
pacientes después de que se retiró a los no respondedores.25
Las indicaciones para realizar trasplante de microbiota fecal en pacientes con
diarrea por C. difficile son infecciones recurrentes, infección moderada que no
responde a la terapia convencional después de una semana y casos severos que
no responden al tratamiento convencional en un período de 48h.10
La cantidad de heces administradas y la dilución de las mismas aún no está
estandarizado. Usualmente se emplea solución salina no bacteriostática como
diluyente pero otras soluciones como agua y leche pueden ser usadas para su
administración sin diferencias significativas en el efecto. Se suelen diluir entre 50 a
60g de heces tanto frescas como congeladas, suspendidas en 250 a 300mL de
solución.7
Los efectos adversos menores a corto plazo son comunes e incluyen dolor
abdominal, distensión, flatulencia, diarrea o fiebre transitoria. Los efectos adversos
graves, muy poco frecuentes, son los secundarios al procedimiento usado para
realizar el TMF e incluyen: perforación, hemorragia, depresión cardio-respiratoria
por la sedación en caso de colonoscopia, además de bacteremia y neumonía
aspirativa en algunos casos. Por otro lado, los efectos secundarios a largo plazo
están relacionados con el potencial que tiene la microbiota intestinal de regular la
aparición de ciertas enfermedades como la obesidad, diabetes mellitus,
ateroesclerosis, hígado graso y enfermedad inflamatoria intestinal.15 Respecto al
fallo terapéutico del TMF, en un ensayo clínico aleatorizado realizado en Dinamarca
en el cual se comparó el TMF vs Fidaxomicina, se determinó como único factor de
riesgo considerable para fallo terapéutico con TMF, la presencia de anemia, con un
incremento de 6,3 veces el riesgo de falla en aquellos individuos con valores de
hemoglobina inferiores a 6,7mmol/L.17

3.4 Beneficios y efectos en la mortalidad

Los pocos resultados obtenidos con el tratamiento farmacológico convencional han


motivado la investigación de otras alternativas terapéuticas como lo son el uso de
probióticos, moléculas de unión a toxinas e inmunoglobulinas, resultando todas
estas poco efectivas, inseguras y muy costosas. Sólo el TMF ha demostrado ser
altamente efectivo además de muy económico y seguro para tratar la infección por
C. difficile.8 Numerosos estudios de casos, retrospectivos y ensayos clínicos

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aleatorizados han reportado una tasa de curación de aproximadamente entre el 80
y 90% e incluso del 100% en algunos trabajos10 ,sin embargo, en algunos casos es
necesario la repetición del procedimiento para obtener resultados. En un estudio de
cohortes realizado en EE. UU entre 2012 y 2014 se incluyeron 20 pacientes con
infección recurrente por C. difficile para ser sometidos a TMF, presentándose una
tasa de curación del 100%, sin embargo, 9 de estos pacientes presentaron fallo
terapéutico con la primera infusión y fue necesaria una segunda para observar
resultados positivos.23 En un ensayo clínico aleatorizado doble ciego en donde se
utilizó el TMF como primera línea de tratamiento para C. difficile vs Vancomicina
oral, se reporta que el TMF demuestra ser un tratamiento más seguro y eficaz contra
la infección recurrente que el uso prolongado de antibióticos, haciendo énfasis en el
mantenimiento de la integridad de la microbiota fecal. Igualmente en este estudio
se demostró que una exposición previa o concomitante a antibióticos tiene
repercusiones negativas sobre el TMF ya que disminuye su efectividad con sólo una
infusión, haciendo necesaria la administración de una segunda para superar fallos
terapéuticos.16 En una revisión sistemática en la cual se planteó el papel del TMF
en pacientes con colitis y diarrea por C. difficile, se analizaron una serie de estudios
observacionales que evidenciaron una tasa de curación del 80% con la primera
infusión del tratamiento y del 90% con una segunda infusión, atribuyendo el fracaso
de la primera infusión en la mayoría de los casos al uso previo de antibióticos de
amplio espectro.24 Por otro lado, en un ensayo clínico aleatorizado realizado en
Dinamarca, se compararon los efectos del tratamiento con Fidaxomicina vs TMF y
se concluyó que el TMF en combinación con dosis estándares de Vancomicina oral
era superior a la Fidaxomicina y a la monoterapia con Vancomicina. 17

Independientemente de la forma de administración de la materia fecal al paciente,


en varios ensayos clínicos se ha determinado su superioridad respecto al
tratamiento antibiótico. En un estudio prospectivo en donde se seleccionaron 27
pacientes con infección recurrente por C. difficile para que se les administrará una
infusión de microbiota fecal por enteroscopia y colonoscopia, se concluyó que todos
los pacientes experimentaron una disminución en el peristaltismo y una
neutralización de las toxinas, observándose una mayor tasa de resolución en
aquellos con la terapia realizada a través de las dos rutas.10
En un estudio realizado en EE.UU por la Asociación Americana de Microbiología,
se realizó una caracterización detallada del microbioma fecal en pacientes
sometidos a TMF y se encontró que aquellas bacterias esenciales para el control de
la infección son las que tienen la capacidad de producir ácidos biliares secundarios
y de aumentar la concentración de los mismos en las heces. 18 Un estudio
longitudinal en donde se analizó la microbiota intestinal de los donantes y receptores
de trasplante fecal un año después del procedimiento, se determinó que todos
habían quedado exentos de C. difficile, corroborando que efectivamente el

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trasplante favorece a la rápida restauración del metabolismo de los ácidos biliares
primarios en secundarios, contribuyendo así a la eliminación de la bacteria y a la
restauración de la flora nativa.10 Teniendo en cuenta que la flora intestinal viral
interactúa con la flora bacteriana y que en el TMF no sólo se transfieren bacterias
si no también virus y otros microorganismos, especialmente bacteriófagos, en un
estudio observacional realizado en la ciudad de Hong-Kong se analizó de forma
detallada el impacto que tiene el trasplante de microbiota fecal sobre el viroma
estableciendo como conclusión la necesidad de tener en cuenta para un futuro el
análisis del viroma de los donantes ya que la colonización por ciertas familias de
virus juega un papel fundamental en la resolución o recurrencia de la infección luego
del TMF. 20
El TMF ha sido recomendado en muchas publicaciones, haciendo énfasis en el
Consenso Nacional realizado por la Sociedad Americana de Infectología y
Gastroenterología con un nivel débil y el Consenso Europeo con un nivel de
recomendación fuerte, basándose en la mayor evidencia que se tiene en la
actualidad respecto a la efectividad del procedimiento. Si bien no se recomienda el
TMF en casos refractarios muy severos, existen reportes de casos y series con
estudios favorables. Un estudio observacional realizado en un período de 4 años
con pacientes que presentaban ICD recurrente y refractaria a Vancomicina e
inmunoglobulinas, se mostró una respuesta del 100% al tratamiento con TMF. 7
En el año 2013 Nood et al publicaron un estudio clínico aleatorizado demostrando
la efectividad del TMF en pacientes con colitis recurrente y establecieron que se
trata de una alternativa segura y logísticamente manejable, notablemente superior
a la Vancomicina, la cual tiene muchos efectos secundarios.7, 8. Respecto a los
efectos adversos, la mayoría de los mismos documentados son leves, autolimitados
y de origen gastrointestinal14 e incluso se ha demostrado que este trasplante es
seguro en pacientes inmunosuprimidos, evidenciando así su seguridad y la
aplicabilidad en el medio.15
El beneficio terapéutico y el impacto que este tratamiento tiene en la reducción de
la mortalidad en pacientes con ICD ha motivado a ampliar el campo investigativo y
explorar la posibilidad para tratar otro tipo de enfermedades gastrointestinales como
lo son el síndrome de intestino irritable, alteraciones metabólicas y otros trastornos
inmunológicos. En un estudio de larga-data se documentó que el 97% de los
pacientes que fueron sometidos a TMF se realizarían nuevamente el procedimiento
en el futuro de ser necesario y que el 53% lo prefiere en vez del tratamiento
antibiótico.9, 26

4. Conclusiones
La infección por Clostridium difficile ha aumentado de forma importante durante los
últimos años, sobretodo a nivel nosocomial, en donde afecta de forma significativa

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a los pacientes más vulnerables. Tradicionalmente se trata con Metronidazol o
Vancomicina, los cuales no resultan muy efectivos en ciertos casos y pueden tener
un fracaso de hasta el 40% por la generación de resistencia y el aumento de la tasa
recurrencia. El trasplante de microbiota fecal es un tratamiento que si bien se
empezó a implementar hace muchos años, ha tomado auge durante la última
década, al demostrarse una favorable relación costo-beneficio del mismo. Este
método se ha empleado principalmente en casos recurrentes de infección por C.
difficile por lo que la terapia antibiótica sigue siendo la primera línea de tratamiento,
sin embargo, algunos estudios demuestran superioridad del TMF como terapia
inicial y no se descarta que logre desplazar de forma considerable el uso de
antibióticos para esta entidad. Tiene varias vías de administración, las principales
son el enema, la sonda nasoyeyunal y colonoscopia, adicionalmente se está
explorando en algunos estudios la posibilidad de crear comprimidos de heces para
un tratamiento vía oral que resulte más cómodo y con menos efectos secundarios.
Respecto al donante ideal, se establece que podría ser un familiar o un tercero y se
enfatiza la importancia de las pruebas de cribado para descartar algunas patologías
virales y bacterianas que podrían ser transmitidas vía fecal, incluso en algunos
ensayos se plantea la posibilidad de crear bancos de heces para facilitar la
disponibilidad de la materia prima.
Numerosos estudios han evidenciado que el TMF puede llegar a ser más efectivo
que la terapia convencional con antibióticos ya que contribuye a la regeneración de
la microbiota, no sólo a nivel bacteriano sino también de otros microorganismos
tales como los virus. Se debe destacar que algunos autores recomiendan el empleo
del TMF en combinación con antibióticos, de manera tal que se pueda disminuir el
uso de los mismos y potenciar así el efecto neutralizador. Ciertos ensayos
demostraron la necesidad de utilizar más de una infusión de TMF para lograr una
efectividad del 100%, sobretodo después de la administración de antibióticos de
amplio espectro, lo cual podría interpretarse como una desventaja, sin embargo esta
terapia ha sido bien recibida en varios grupos de pacientes y se ha evidenciado la
preferencia de la misma sobre la terapia antibiótica ya que los efectos secundarios
reportados son infrecuentes y mínimos.
El reciente surgimiento de microorganismos multirresistentes ha convertido al TMF
en una excelente alternativa y ha permitido disminuir los genes de resistencia en las
bacterias comensales, mejorando así la calidad del microbioma local. Es necesario
la realización de una gran cantidad de ensayos clínicos que evidencien el impacto
que el TMF tiene sobre la mortalidad intrahospitalaria, especialmente a nivel
nacional. Posiblemente en un futuro el TMF comience a ser implementado en
numerosos centros de salud a nivel mundial, contribuyendo así a la disminución del
uso de medicamentos y siendo una herramienta beneficiosa para la era post-
antibiótica.

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5. Anexos

Tabla 1- Ponte, A., Pinho, R., Mota, M., Silva, J., Vieira, N., Oliveira, R., Carvalho, J. (2015). Initial
experience with fecal microbiota transplantation in Clostridium difficile infection: transplant protocol
and preliminary results.

6. Bibliografía
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