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PRESENTADO A:
JUAN CARLOS MONTOYA
El abono verde es un cultivo que se siembra en rotación o asocio con un cultivo comercial,
el cuál es incorporado al suelo in situ, con el fin de mantener, mejorar o restaurar sus
propiedades físicas, químicas y biológicas; y que además en algunas ocasiones puede ser
utilizado antes de su incorporación, como alimento de animales ó el consumo humano.
(Costa et al, 1992). Por otro lado el acolchado orgánico es una práctica agrícola que
consiste en mantener cubierto el suelo con un material orgánico, destinado tanto a
proteger como a fertilizar. Se práctica en horticultura y arboricultura, ya sea en periodos
de reposo del suelo como en periodos de cultivo y también en sistemas cerealistas,
actuando como acolchado el propio rastrojo. (Smith et al, 1987).
Para definir qué tipo de abonos verdes o acochados usar, es importante tener claro lo que
buscamos al utilizarlos, pues a medida que han ido avanzado las investigaciones, se ha
encontrado que no cualquier abono verde o acolchado es benéfico para el crecimiento y
desarrollo de los cultivos objetivo. Por ello se hace necesario continuar investigando y
determinando las potencialidades de muchas plantas o materiales orgánicos para su
posible uso como abonos verdes o acolchados orgánicos.
En este trabajo, a partir de una revisión bibliográfica se pretende deliberar sobre las
probables potencialidades tanto de la cascara de Coco, como de la Leucaena leucocephala
en torno a su utilización en el sentido antes mencionado.
OBJETIVOS
GENERAL
ESPECIFICOS
1.1. LEUCAENA
Clasificación Taxonómica:
Familia: Leguminoseae
Género: Leucaena
Nombre científico: Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit
Nombres comunes: Guaje, Tantan, etc.
Botánica:
Flor(es). Cabezuelas, con 100 a 180 flores blancas, de 1.2 a 2.5 cm de diámetro; flor de
4.1 a 5.3 mm de largo; pétalos libres; cáliz de 2.3 a 3.1 mm.
Raíz. Raíz profunda y extendida. La raíz primaria penetra en las capas profundas del
suelo y aprovecha el agua y los minerales por debajo de la zona a la que llegan las
raíces de muchas plantas agrícolas.
Distribución
Hábitat
Prospera en ambientes adversos. Se adapta muy bien a las tierras bajas, crece desde
sitios secos con 350 mm/año hasta húmedos con 2,300 mm/año y temperatura media
anual de 22 a 30 ºC. Es necesario un período seco de 4 a 6 meses. Crece en una amplia
variedad de suelos, desde neutros, hasta alcalinos, siempre y cuando sean suelos bien
drenados, no compactados ni ácidos. Los mejores resultados se obtienen en suelos con
pH de 6.5 a 7.5. Suelos inferiores a 5.5 pH no son recomendables.
Propiedades Fisiológicas
La Leucaena se siembra también para la mejora de los suelos. Su follaje se usa como un
abono orgánico, y su capacidad para fijar nitrógeno aumenta la provisión de nitrógeno en
los horizontes superiores del suelo. Se reporta que su comportamiento radical profundo y
agresivo aumenta la infiltración del suelo y disminuye la cantidad de desagüe superficial
en sitios con suelos pesados y aquellos con capas impermeables en el subsuelo. La
habilidad de la Leucaena para prosperar en pendientes escarpadas, en suelos marginales
y en áreas con estaciones secas prolongadas, la hacen útil en la reforestación de cuencas
denudadas, laderas y pastizales.
Composición de la planta
1
Elaborada con base en datos obtenidos de COSTA, 2010; DÍAZ, 2010 y SAAVEDRA 1987.
Teniendo en cuenta la composición bromatológica de la planta de Leucaena se puede
intuir la velocidad de descomposición de la hojarasca derivada de ésta. Así estudios
realizados por Jamaludheen y Kumar (1997) describieron el proceso de descomposición
de la hojarasca de la leucaena en la India, donde fue totalmente descompuesta a los ocho
meses, y lo correlacionaron con su alto contenido de nitrógeno. Por su parte, Vanlauwe et
al. (1997) señalaron que L. leucocephala, en condiciones subhúmedas tropicales, logró su
total descomposición a los 112 días. Así mismo, en otras investigaciones donde se
compara la velocidad de descomposición de la hojarasca de gramíneas y leguminosas, los
autores señalaron que las diferencias marcadas en la velocidad de desaparición de la
hojarasca entre las especies están estrechamente relacionadas con su composición
química, ya que por lo general en las gramíneas las relaciones C/N y lignina/nitrógeno son
mayores que en las leguminosas, lo cual hace más lenta la velocidad de descomposición.
Poda de la leucaena, para no interferir el desarrollo del cultivo de maíz. EE.”El Porvenir”.
El aporte de nutrientes que hace Leucaena al suelo puede ser o por la fijación de
nitrógeno al suelo para que luego sea aprovechada por las plantas que allí se encuentran;
así como por la descomposición, fundamentalmente de la hojarasca que aporta, además
de nitrógeno otros nutrientes al suelo.
Respecto a lo anterior, podemos citar un estudio realizado en Peru, por medio del cual se
evaluó el efecto de la leucaena como elemento de conservación del suelo y como fuente
de nitrógeno, asociado a diferentes niveles de nitrógeno químico sobre la productividad
del maíz. En este estudio, encontraron que la Leucaena influye positivamente en el
rendimiento de grano de Maíz, pues con ésta como abono verde se obtiene obtiene 4,0
t/ha con un nivel de 80 N, lo que equivale a 118 % del rendimiento obtenido con el nivel
cero de nitrógeno sin Leucaena que dio 3,4 t/ha (Cuadro 2). Además la materia seca que
incorpora la leucaena es entre 7,4 a 7,8 t con promedio de 7,5 t/ha/año, (promedio de
cuatro años), es decir es una planta muy buena en producción de biomasa lo que
garantiza tener abono verde constantemente en el cultivo. (Cuadro 3). También
encontraron que el nivel de algunos elementos del suelo sufre cambios como el N, P y
M.O.; la materia orgánica en el suelo con la incorporación de sólo rastrojo de maíz se
incrementa en 0,5 %; mientras que con la incorporación de materia seca de leucaena más
rastrojo de maíz se incrementa en 1,3%. Es decir la Leucaena incorporada aumenta la
materia orgánica a una profundidad entre 0 a 20 cm del suelo, y además se muestra
como una buena protectora del suelo evitando la proliferación de malezas, pues tiene
efectos alelopáticos que inhiben el crecimiento y desarrollo de las mismas. (Cuadro 4)
Cuadro 2. Productividad Media de Maíz en (t/ha) en Cuatro Años, en Función a la
Presencia y Ausencia de Leucaena Asociada a Cuatro Niveles de Nitrógeno EE. El
Porvenir (Juan Guerra, San Martín) 1998 - 2001.
Sistema N P K
Leucaena + pasto 22 1 0
Pasto solo -9 -6 -17
Fuente: Ruiz, 2008
1.2 COCO
Clasificación taxonómica
Familia: Arecaceae
Género: Cocus
Nombre científico : Cocus nucifera
Nombre común: coco, palma de coco.
Planta y fruto de Cocus nucifera
Su nombre está compuesto por el portugués, coco= máscara y del latín Nucífera, nucifer-
a-um = que emite nueces; el origen de esta palmera son las islas del Pacífico.
Botánica:
Cáscara de coco
Distribución y hábitat:
La palma de coco se encuentra a lo largo de todo el trópico entre las latitudes 26° N. y 26°
S. (Parrotta). Las principales regiones productoras de coco –en el mundo- son el
archipiélago Malayo, suroriente de Asia, India, Sri Lanka, islas del Pacífico, oriente de
África, centro y sur América.
Clima: Es ideal tener temperaturas estables alrededor de los 27°, con variaciones de 7
a 5ºC, un régimen de precipitación anual media de 1500mm, pero puede soportar
hasta 5000mm mientras que periodos de tres meses con menos de 50mm son
perjudiciales para el cultivo. La altitud óptima está entre los 0 a 400 metros.
En cuanto a humedad relativa lo ideal es que sea mayor al 60%, el clima cálido y húmedo
es más favorable para la palma de coco, vientos moderados fueres y una intensidad
lumínica de 2000 horas anuales.
Suelo: Los mejores suelos son aquellos con texturas livianas es decir de francos a
arenosos, profundos (más de un metro) y con una capa freática superficial de uno a
dos metros de profundidad. Estos suelos se encuentran en las costas, en donde el
coco satisface sus exigencias de cloro (obtenido del agua de mar) es d ecir que se
adapta a capas freáticas salinas.
Cuando hay un buen manejo de riego el cultivo se puede desarrollar en suelos arcillosos y
limosos.
Otras características
Los cocos permanecen activos todo el tiempo, incluso pueden iniciar la germinación en la
palma, pero generalmente pasan 4 meses desde la caída de la fruta madura hasta la
emergencia. El fruto puede permanecer flotando 3 y 4 meses sin perder su viabilidad, y
por lo tanto pueden ser desplazadas y diseminadas por grandes distancias con las
corrientes marinas
Usos:
Se derivan principalmente del fruto: el agua que se utiliza como bebida refrescante y
como promotora de crecimiento, la copra o carne de coco (endospermo) se usa como
insumo para confitería y el aceite se aprovecha de diferentes formas (cosmética,
consumo humano y animal).
Otros usos provienen de la cáscara de coco (mesocarpo) en forma de fibra para colchones
y escobas, además tiene características deseables para ser utilizada como sustrato o
compost pues induce un crecimiento más rápido de raíces, a continuación se presentan
con más detalle sus usos agrícolas y particularidades. Del peso total de la semilla de coco,
el 65% lo constituye la nuez y el 35% restante corresponde a la parte fibrosa.
Los beneficios agrícolas del coco se dan a partir del polvo de coco (material corchoso de
poros abiertos) y de las fibras cortas pues tienen altos contenidos de ligninas y celulosas
(Tabla 1), y de otros componentes orgánicos como la hemicelulosa, pectina y ceras. Sí
bien este material es orgánico, su descomposición tiene tasas muy lentas con periodos de
vida entre 4 a 6 años en el trópico y 8 a 10 años en países como Holanda.
pH 5
N total 0,51%
P Total (P2O5) 0,20%
K total (K2O) 0,6%
Ca total CaO 1,4%
Mg total MgO 0,20%
Na total (NaO) 0,187%
Fe total 0,206%
2
Tomado de http://www.scribd.com/doc/29715787/Fibra-de-Coco
Antecedentes del uso de fibra de coco en manejo orgánico de cultivos
El primer indicio de tal uso lo referencia Hume en 1949, quien habla y experimenta con
fibra de coco como sustrato de hortalizas; después de obtener resultados favorables en
este sentido se han dado ensayos en pro de demostrar los beneficios en el desarrol lo de
diversos cultivos. Un ejemplo de ello son estudios realizados en especies recalcitrantes
para favorecer el enraizamiento, en el Cuadro 10 se pueden apreciar los resultados
obtenidos en ruda (Ruta graveolens), en donde se tuvo un comportamiento favorable de
las estacas en fibra de coco, debido entre otras cosas, a las diferencias en las relaciones
aire: agua entre esta y los otros sustratos.
Fuente: ALVARADO et al
Abono Verde
Teniendo en cuenta que un abono verde incrementa y/o conserva el contenido de materia
orgánica, que mejora la estructura del suelo al favorecer una buena agregación, propicia
la fijación biológica de nitrógeno, estimula la actividad biológica del suelo, al
suministrarse un sustrato para el desarrollo de los organismos (marco y micro), aumenta
el contenido de nutrientes del suelo y su capacidad de intercambio catiónico, mejora la
capacidad del suelo para retener humedad, favorece el ciclaje de nutrientes, cuando se
corta forma una cobertura vegetal que contribuye al control de la vegetación arvense e
igualmente tal cobertura impide el impacto directo de las gotas de lluvia sobre el suelo,
disminuyendo de manera significativa los niveles de erosión (Martin Praguer y Marina
Sanchez, etc), se puede aseverar que si bien la Leucaena leucocephala no es una planta
herbácea (característica de una abono verde) sí es una especie que se puede considerar
como un abono verde, pues las características referenciadas anteriormente, nos
demuestran que ésta ha sido ampliamente utilizada para diversas situaciones, entre ellas
para aportar nutricionalmente en a un sistema de producción, bien sea agrícola o que
involucre animales, como por ejemplo un sistema agrosilvopastoril. Esto debido a que la
hojarasca derivada de la planta, cuenta con una gran velocidad de descomposición así
como aporta nutricionalmente al suelo, cumpliendo las veces de fertilizante, pues su
contribución por lo menos en cuanto a N,P y K no es para nada despreciable, afirmación
detallada en el cuadro antes fijado. Igualmente, esta planta, mediante procesos de
fijación biológica, aporta al suelo cantidades considerables de nitrógeno que contribuyen
directamente en el crecimiento y desarrollo del cultivo donde se plante, según sea el
sistema establecido.
Teniendo en cuenta que un acolchado orgánico es una práctica agrícola que consiste en
mantener cubierto el suelo con un material orgánico, destinado tanto a proteger como a
fertilizar(Smith et al, 1987), se considera pertinente el uso de la hojarasca de leucaena con
este fin, pues sus potencialidades nos demuestran que luego de una poda selectiva, sus
ramas y hojas podrían estar destinadas a proteger el suelo y al mismo tiempo a fertilizarlo
en razón a su descomposición. Bajo esta lógica, se piensa que con este fin, la leucaena
podría cumplir diferentes funciones a la vez, es decir es un árbol multipropósito, pues por
ejemplo podría ser plantada en una finca como barrera o cerca viva y a la vez sus ramas y
hojas ser aprovechadas como acolchado orgánico, pues se ha demostrado su amplia
capacidad de producción de grandes cantidades de biomasa, lo que además asegura
disponibilidad constante de acolchado, lo que contrarresta su gran velocidad de
descomposición.
Todo esto bajo la premisa de que el lugar donde se vaya a utilizar como acolchado sea en
el mismo predio donde se está utilizando como barrera, pues de lo contrario la estrategia
tendría que ser repensada porque muy seguramente se generarían costos de transporte
que a lo mejor no sean beneficiosos para el agricultor.
En sentido general las bondades de la fibra de coco son de destacar pues contribuye no
sólo al mantenimiento de cultivos para la alimentación sino al uso racional y cíclico de los
elementos de la naturaleza al minimizar el uso de recursos externos a un agroecosistema
y de la energía invertida en este a la vez que no se afectan otros ecosistemas ni se
generan desechos. Sin embargo es necesario hacer ciertas consideraciones en su uso
pues pueden convertirse en limitantes: este material al ser cultivado en regiones
tropicales puede verse limitado su uso por costos de transporte y en ciertos caso s el
mercado lo ofrece en presentaciones prácticas (para facilitar su uso) pero costosas lo cual
eleva los costos de los insumos.
De este material se puede decir que tiene dos usos posibles para el uso en
agroecosistemas con manejo orgánico:
o El otro es como acolchado orgánico. En este caso las ventajas son: su gran capacidad
para retener agua, el alto porcentaje de porosidad que puede proporcionarle a un
suelo pesado desde su capacidad para equilibrar la relación agua-aire, la tasa de
infiltración, se aumenta la disponibilidad de nutrientes pues como su descomposición
es lenta se da un acumulado de ácidos húmicos (a partir de la lignina) que luego van a
ser aprovechados por la plantas y sin lixiviación.
Ya que tiene altos contenidos de K y de forma asimilable puede ser acolchado de cultivos
exigentes en este elemento como de gramíneas, leguminosas, verduras, tomates,
manzanas, uvas o remolacha; cubriendo un rango de cultivos más amplio que cuando se
limita a sustrato.
Como contiene polifenoles puede disminuir la presencia de plantas que compitan con
cultivos principales (por efectos alelopáticos) a la vez que está cubriendo la superficie lo
cual impide la acción de la luz solar y por ende la fotosíntesis de estas planta s no
deseadas.
Puede aplicarse como fibra fresca o como polvo que es en partículas más pequeñas y con
un grado de descomposición menor, esto puede depender del objetivo que se tenga pues
sí es el de mejorar un suelo con bajo porcentaje de poros, baja aireación es adecuado el
polvo pues puede mezclarse más adecuadamente y obtener resultados más eficaces y
rápidos mientras que sí es para acolchar las calles de un cultivo con el fin de mantener
humedad, disminuir arvenses y brindar algo de nutrientes pues es adecuada la fibra corta.