La nacionalidad española es la condición o cualidad de las personas
que son miembros de la comunidad española. Se regula en los artículos 17 a 26 del Código Civil. La determinación de quiénes son su nacionales corresponde a cada estado soberano, por lo que la ley española, solo establece los criterios de atribución para sus nacionales. Quien la ostenta es considerado español.
Las leyes españolas se ocupan también de aspectos que afectan a
quienes no son españoles, finalmente en relación al ejercicio de sus derechos en España, pero no determina cuál es su nacionalidad que en cada caso dependerá de los ordenamientos.
La distinción entre nacionales y extranjeros posee trascendencia en
relación al reconocimiento de los derechos recogidos en nuestro ordenamiento jurídico.
Respecto a los derechos y libertades, el ordenamiento los clasifica en
tres grupos.
– Primer grupo: según correspondan igual a españoles y extranjeros.
Por ser imprescindibles para la garantía de la dignidad humana. Por ejemplo, derecho a la vida, a la integridad física y moral, el derecho a la intimidad y al honor, así como la libertad ideológica, etcétera. – Segundo grupo: derechos que pueden pertenecer a los extranjeros según dispongan los tratados internacionales y las leyes, siendo –
admisible la diferencia de trato con los españoles en cuanto a su
ejercicio. Todo de conformidad con el artículo 13.1 de la Constitución Española desarrollado por la Ley Orgánica 4/2000 de 11 de enero sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social. La cual ha sido reformada en varias ocasiones. – Tercer grupo: derechos que se atribuyen únicamente a los nacionales, como son los derechos políticos, salvo en las elecciones municipales que los extranjeros residentes en España y sean nacionales de algunos de los países de la Unión Europea pueden participar en las elecciones municipales votando o acceder a cargos públicos. Se regula en los artículos 13.2 y 23 de la Constitución Española.
Por imperativo del derecho comunitario existe una ciudadanía de la
unión, en cuya virtud los nacionales de los estados miembros de la Unión Europea quedan equiparados en muchos efectos.
Además, la nacionalidad española determina la aplicación del
ordenamiento español en ámbitos fundamentales para el derecho civil. Como son: la capacidad de la persona, otros estados civiles, derechos y deberes de familia, y en las sucesiones por causa de muerte. En estas materias, los extranjeros se rigen por su ley nacional. Por ejemplo, dos peruanos residentes en España se divorcian, la ley que se les aplicaría sería el código civil peruano, pero la que rige el proceso sería la Ley de enjuiciamiento civil española.
La averiguación de si un sujeto posee o no la nacionalidad española
debe realizarse teniendo en cuenta exclusivamente nuestra legislación, la legislación española. Formas de adquisición de la nacionalidad
1. Adquisición de la nacionalidad española por nacimiento. Regulado
en el artículo 17 del Código Civil, que determina que son españoles de origen los siguientes: – Los nacidos de padre o madre españoles,
– Los nacidos en España de padres extranjeros, si al menos uno
de ellos hubiera nacido también en España (se exceptúan los
hijos de funcionarios o diplomático consular acreditado en España). – Los nacidos en España de odres extranjeros si ambos
carecieren de nacionalidad o si la legislación de ninguno de
ellos atribuye al hijo una nacionalidad. – Los nacidos en España cuya filiación no resulte determinada.
A estos efectos se presumen nacidos en territorio español los
menores de edad cuyo primer lugar conocido de estancia sea territorio español. Este es el caso por ejemplo, de mujeres que vienen embarazadas en pateras. – El artículo 17.2 indica que la filiación o el nacimiento en España
cuya determinación se produzca después de los 18 años de edad
no son por sí solos causa de adquisición de la nacionalidad española. El interesado tiene entonces derecho a optar por la nacionalidad española de origen en el plazo de dos años, a contar desde aquella determinación. – El artículo 18 dice la posesión y utilización continuada de la
nacionalidad española durante diez años con buena fe y basada en
un título inscrito en el Registro Civil, es causa de consolidación de la nacionalidad, aunque se anule el título que lo originó. 2. Adquisición de la nacionalidad española por adopción. Se regula en el artículo 19 del Código Civil. Y según determina este precepto, vamos a numerar tres supuestos – El extranjero menor de 18 años adoptado por un español, adquiere desde la adopción la nacionalidad española de origen. – Si el adoptado es mayor de 18 años, podrá optar por la
nacionalidad española de origen en el plazo de dos años a
partir de la constitución de la adopción. – Sin perjuicio de lo que se ha dicho en el primer apartado, si de
acuerdo con el sistema jurídico del país de origen, el menor
adoptado mantiene su nacionalidad, esta será reconocida también en España. 3. Adquisición por opción. Regulado en el artículo 20 del Código Civil. Conforme a este artículo, pueden optar por la nacionalidad española, las personas que estén o hayan estado sujetas a patria potestad de un español. Aquellas cuyo padre o madre hubiera sido originariamente español y nacido en España. Así como el adoptado mayor de 18 años, y aquel cuyo nacimiento o filiación que serían suficientes para la adquisición originaria, se determina después de aquella edad. La declaración de opción se formulará de la siguiente manera: 1. Por el representante legal del optante menor de 14 años o con la capacidad legal modificada. En este caso se requiere la autorización del encargado del Registro Civil del domicilio del declarante, previo dictamen favorable del Ministerio fiscal. Dicha autorización se concederá en interés del menor o de la persona con la capacidad legal modificada. 2. Por el propio interesado asistido por su representante legal, cuando aquel sea mayor de 14 años, o cuando aún estando con la capacidad legal modificada, así lo permita la sentencia que se la modificó. 3. Por el interesado por si solo si está emancipado o es mayor de 18 años. La opción caducará a los 20 años de edad, pero si el 3.
optante no estuviera emancipado según su ley personal, al
llegar a los 18 años, el plazo para optar se prolongará hasta que transcurran dos años desde la emancipación. 4. Por el interesado por si solo dentro de los dos años siguientes a la recuperación de la plena capacidad. Se exceptúa el caso en que haya caducado el derecho de opción conforme a lo que hemos dicho en el supuesto de los emancipados. Respecto a lo dispuesto en el segundo apartado, el ejercicio de derecho de opción, no estará sujeto a límite alguno de edad porque puede haber modificaciones en la sentencia. 4. Adquisición por naturalización. Se regula en el artículo 21.1 del Código Civil. La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, la cual se otorga de forma discrecional por el gobierno mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales. Por ejemplo, un extranjero sin papeles que salva la vida de personas en un atentado terrorista arriesgando la suya. 5. Adquisición por residencia. Regulado en el artículo 21.2 del Código Civil, donde dice que la nacionalidad española también se adquiere por residencia en España mediante la confesión otorgada por el Ministerio de Justicia. Que podrá denegarla por motivos razonados de orden público o interés nacional. El tiempo requerido de residencia es el de diez años, pero será suficiente cinco años para los que hayan obtenido asilo o refugio, y dos años cuando se trate de nacionales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal o Sefardíes. Un año para los relacionados con España por nacimiento, sangre, sujeción a guarda legal o matrimonio, artículo 22 del Código Civil. La residencia siempre ha de ser probada, legal, continuada y pacífica e inmediatamente anterior a la petición. Pérdida de la nacionalidad española
Artículo 24 del Código Civil. Pierden la nacionalidad español los
emancipados que residiendo habitualmente en el extranjero, adquieran voluntariamente otra nacionalidad o utilicen exclusivamente la nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes de la emancipación o renuncien a la nacionalidad española. La pérdida de producirá una vez que transcurran tres años a contar respectivamente desde la adquisición de la nacionalidad extranjera o desde la emancipación.
La adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra,
Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal no es bastante para producir la pérdida de la nacionalidad española de origen debido a los tratados internacionales.
Tampoco se pierde la nacionalidad española si España se hallará en
guerra.
La vecindad civil y régimen jurídico
A efectos de la sujeción al Código Civil o un derecho foral, el artículo 14
del Código Civil, que tienen vecindad civil en territorio de derecho común o en uno de los de derecho especial o foral los nacidos de padres que tengan tal vecindad.
Si los padres no tienen la misma vecindad civil, el precepto les otorga el
breve plazo de seis meses para atribuir al hijo la de cualquiera de ellos. No haciéndolo, tendrá la vecindad civil del lugar del nacimiento y en último término la del derecho civil común. En ningún caso el posterior cambio de vecindad civil de los pases modifica la del hijo, a quien se le permite optar a partir de los 14 años y hasta un año después de su emancipación o mayoría de edad. El matrimonio no altera, en principio, la vecindad civil. No obstante, cualquiera de los cónyuges no separados legalmente o divorciados o separados de hecho, podrá en todo momento optar por la vecindad civil del otro.
Finalmente, según al artículo 14.5 del Código Civil, la vecindad civil se
adquiere de dos formas: 1. Por residencia continuada durante dos años, siempre que el interesado manifieste ser esa su voluntad. 2. Por residencia continuada durante diez años sin declaración de voluntad en contrario durante ese plazo. Ambas declaraciones se harán constar en el Registro Civil y no necesitan ser reiteradas.