Universidad Pedagogica y Tecnologica de Colombia

Facultad de Ciencias Básicas

Escuela de Ciencias Biológicas
Etica y Politica

“Humanos resistentes al VIH, un debate moral”

Rodrìguez-Rìos, M.J. y Sotelo-Caballero, A.L.

En el país asiático China, el científico He Jiankui, investigador de la Universidad de Shenzhen,

modificó genéticamente a embriones tratados para estudios de fertilidad, haciendo uso de la
herramienta de edición genética CRISPR-cas9, una técnica genética que permite cortar un
segmento específico del ADN pudiendo identificar y modificar una secuencia de interés, fue
de esta manera es que Jiankui ”cortando” de la secuencia genómica el gen CCR5 que codifica
para los receptores proteicos del virus del VIH modificó los embriones, creando así un
organismo resistente a dicho virus. Estos embriones se implantaron en diferentes madres y en
una de ella dos embriones se gestaron con éxito, es así que gemelas serán las primeras en arrojar
resultados con este estudio. Sin embargo este gen no sólo codifica para estos receptores sino
que cumple muchas más funciones en el organismo, estos efectos sólo podrán evidenciarse a
medida que las niñas se desarrollan. Ahora bien, aunque este representa un importante avance
para el desarrollo de la biotecnología moderna que repercute directamente en la medicina y por
tanto, en la vida de todos, no lo exenta de los dilemas morales que conllevan intervenir en la
vida de un ser humano desde el desarrollo temprano de la ontogenia. Por esta razón a
continuación se expondrán los pro y contras que acarrea esta noticia, pero no serán expuestos
en forma de paralelo, en cambio será un poco más dinámico.

Luisa es una estudiante de Biología, aunque su carrera la apasiona, no es lo único que la

representa, una de sus partes más íntima es su espiritualidad, ella es catolica y siente que aunque
a veces es difícil es algo que también hace parte de ella, le gusta y siente que le hace ser más
empática; después de todo fue criada en un ambiente altamente creyente y practicante. Cuando
Luisa leyò aquella noticia sintiò admiración por el proceso molecular de última generación con
el que se llevó a cabo, pero después de esa primera impresión, un pensamiento llegó a su cabeza
generando desazón y un diálogo interno: ¡Què barbaridad! ¿Què están dispuestos a hacer el
gobierno chino con tal de ganar la carrera en la investigación genética? ¿Acaso el paìs no tiene
legislaciones que velen por las cuestiones bioéticas que conllevan la investigación?, dejando
las cuestiones polìticas un poco de lado, le comenta a Ana, quien vive con ella, todo lo que
está mal con este acontecimiento. Comienza expresando que uno de los principios de la bioética
para la experimentación en humanos (que puede ser de dos tipos: Terapéutica y no terapéutica),
es el consentimiento del individuo, el cual debe aceptar los procedimientos que se llevarán a
cabo, teniendo presente las consecuencias y posibles riesgos , entonces ¿quien eligiò por los
embriones?, menciona que de hecho, deben ser consideradas individuos, sujetos, ciudadanas
ya que empezaron con éxito el proceso gestacional, por esta razón, queda reducido su valor a
la vida ya que como lo mencionaba la noticia, era incierto el futuro desarrollo de las niñas, de
los seres que quedan reducidos a experimentos, sujetas ya no a los derechos que nos cobijan a
todos sino por el contrario sujetas a probabilidades de error o acierto, violando por completo el
segundo punto que se propone para la experimentación con humanos, la no exposición al valor
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de la vida y principalmente la posibilidad de detener el procedimiento, ¡no es acaso evidente!-
exclama mientras Ana escucha- Esto deja una ventana abierta a la experimentación cruel,
estaríamos hablando de grupos de personas relegadas a se conejillos de indias, reducidos a esos,
un futuro distópico como aquella película, nunca me abandones, donde un grupo seleccionado
de la población era educado y criado con el único fin de ser donadores de òrganos. Después de
los comentarios hechos por Luisa, Ana quien también estudia biología, expresa su punto de
vista: Partiendo de la premisa que en la medicina deben seguirse los principios de beneficencia
y no maleficencia, y que este procedimiento fue hecho pensando en las 37.9 millones de
personas que padecen de VIH, los cuales ven el deterioro de sus capacidades, además del
escarnio y rechazo público que este conlleva, deben proponer tratamientos eficaces que solo
serán demostrados en su aplicación sobre los sistemas que se ven afectados. ¿Acaso no fue así
como empezó a desarrollarse la medicina, psicología, psiquiatría? ¿No será que de nuevo
estamos en un medievo pero con Internet? donde se seguine interponiendo ideales éticos que
no permiten el desarrollo a nivel de población, que desde luego prima sobre el individuo, ¿No
es acaso nuestra función biológica dejar condiciones que garanticen la supervivencia para la
descendencia?.

Esta conversación y muchas otras sobre temas tan bivalentes como este, el aborto, la migración,
son pan de cada dìa en nuestra sociedad. Y quizás el “problema” es que somos una Ana Luisa
o Luisa Ana (como se prefiera), con opiniones opuestas sobre un mismo tema.