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3.1.2.

ROL DEL JUEZ DE PRIMERA, DE LOS JUECES SUPERIORES Y


SUPREMOS.

 Jueces de primera instancia

Juzgado Civil Transitorio

En los considerandos de la sentencia emitida por este juzgado se aprecia


que el juzgado, únicamente ha tomado en consideración dos puntos
controvertidos, cuando en realidad en el presente caso se presentan
alrededor de seis a más puntos controvertidos. Frente a ello nos
preguntamos. Acaso para la resolución de este tipo de caso que es
complejo, bastaría para el juzgador, exponer y resolver dos puntos
controvertidos; pues es evidente que no. Pues ello se refleja en la carencia
de motivación de la decisión que se aprecia en la sentencia.

En la sentencia emitida se puede observar la clara vulneración del principio


de inmediación. Por principio de inmediación se entiende que el juez tiene
que encontrarse en permanente vinculación personal con los sujetos y
elementos que intervienen en el proceso, recibiendo directamente las
alegaciones de las partes y las aportaciones probatorias, de los cuales va a
depender su decisión.

En el a quo, se aprecia que el juez únicamente toma de consideración lo


aportado por la parte demandada respecto a la Partida Registral del
inmueble (Partida N° 02001845) y, su decisión se respalda solamente en
ello. Frente a ello donde queda lo alegado por la parte demandante. Uno de
los puntos que el juez debió tomar en consideración seria la posesión
legitima del bien materia de litis que vienen ejerciendo Pedro Quiñones y su
esposa desde setiembre de 1997 a raíz de una cesión efectuada por don
Mansueto Solis y su esposa; pues con ello se vería justificada su
legitimidad para accionar.
Otro punto a destacar es que la deficiencia de la resolución emitida por el
juzgado se refleja también en la mera transcripción de las pretensiones de
la demanda como puntos controvertidos, cuando en lo correcto en ese
apartado debió exponer los puntos controvertidos (lo alegado por la parte
recurrente y demandada) y, estando en contacto directo con las pruebas
resolver tales puntos controvertidos, para finalmente emitir una decisión
debidamente motivada.

En este caso el Juez en su pronunciamiento omite puntos controvertidos o


cuestiones planteadas por las partes, los cuales resultan relevantes. En ese
desde esa observación sentido, nos atreveríamos a calificar su decisión en
su resolución como sentencia Citra Petita; puesto que esta figura se
presenta en las decisiones judiciales, en donde el juez incurre en la omisión
de ciertos puntos de controversia. En el caso se presenta claramente
cuando el Juzgado emite su sentencia netamente respaldándose en lo
desarrollado en el considerando Quinto, donde no se refleja la presencia de
varios puntos controvertidos notados en la demanda.

Tercer Juzgado Civil

En la sentencia emitida por este juzgado se evidencia una valoración


insuficiente de los medios probatorios, pues como se observa en los
considerandos donde centra su desarrollo, no llega a dar mérito de los
documentos probatorios acerca de la minuta de compraventa de 20 de
febrero de 1991, en cuanto cuestiona la no existencia de fecha cierta y la
falta de certificación por parte de los otorgantes. Más allá de la cuestión
acerca de la efectuación de dicho acto jurídico, el juzgador debe tomar en
cuenta la posesión que vinieron ejerciendo dichos antiguos compradores
(Marcelo Solis Zavala y esposa) incluso antes de la realización de dicho
contrato y que había de por medio una promesa de compraventa; por tanto
deviene como una consecuencia de dicha promesa de venta la efectuación
del contrato del año 1991. En referencia a ello lo presentado como medio
probatorio por los demandantes (PEDRO QUIÑOES Y ESPOSA) en este
caso merecen una valoración por parte del juzgador; lo que constituye el
núcleo del razonamiento probatorio; es decir, del razonamiento que
conduce, a partir de las informaciones aportadas al proceso a través de los
medios de prueba. De la valoración razonable y suficiente respecto al acto
jurídico mencionado –contrato de fecha 20 de febrero de 1991- se inclinaría
el sentido de su decisión hacia la parte demandante en el caso y la
satisfacción de sus pretensiones.

 Jueces de segunda instancia

Sentencia de la Primera Sala

En la sentencia de la sala se detecta el error de confusión a que incurre la


Sala sobre Legitimación y Titularidad.

La legitimidad es entendida como una atribución que tiene el interesado


para accionar.

En tal sentido Montero (2011) Define como:

La posición habilitante para formular la pretensión, o para


que contra alguien se formule, ha de radicar necesariamente
en la afirmación de la titularidad del derecho subjetivo
material y en la imputación de la obligación. La legitimación,
pues, no puede consistir en la existencia el derecho y de la
obligación, que es el tema de fondo que se debatirá en el
proceso y se resolverá en la sentencia; sino simplemente en
las afirmaciones que realiza el actor. (p. 14)

Por ellos la legitimidad está relacionada íntimamente con el ejercicio


del derecho subjetivo material; con lo cual el demandante afirma ser
el titular de un derecho lesionado, y dirige su pretensión contra
quienes él considera han lesionado ese derecho.

Por otro lado la titularidad está referida a la posesión legal del algo,
es decir sea de un bien inmueble, mueble. Esto se concretaría con la
tenencia de un título de propiedad.

En el presente caso, al encontrarse en ese estadío del proceso, el


juzgador incurre en un error, al referirse a la a la legitimación y
titularidad, puesto que ese se ha tenido que ver en la etapa de
saneamiento procesal. Encontrándose en esta etapa lo que el
Juzgador debió pronunciarse es sobre el fondo de la controversia, es
decir sobre las pretensiones de la demanda.

Sentencia de vista de la Primera Sala Civil


En la presente resolución se destaca el rol protagónico del juez, en
sentido de que se efectuó una evaluación de fondo sobre la
controversia.
Lo que destaca el juzgador, es en cuanto a la finalidad del acto
jurídico celebrado con fecha 9.12.1999. En donde la realización del
acto jurídico no ha perseguido necesidades propias del negocio, sino
un interés como lo es de promover el proceso de tercería de
propiedad.
El principio a destacar en este estadio es el de buena fe. Lo cual
condena a los señores codemandados en razón del contrato de
9.12.1999. Pues en el citado acto jurídico se evidencia la vulneración
de la buena fe, debido a la actuación contraria a las buenas morales
por parte de los codemandados.

 Rol de los Jueces Supremos

Luego de las observaciones efectuadas sobre los fundamentos del recurso


de casación, consideramos que la Sala Civil Transitoria de la Corte
Suprema VÍA AUTO CALIFICATORIO, debió declararla INPROCEDENTE;
puesto que de plano se observa que el recurso no cumple con los requisitos
de procedencia estipulados en el Artículo 388° inciso 2.

En referencia a la infracción material – artículo 140°- en razón de este


articulado el recurrente no ha dado una explicación clara respecto a la
existencia de la infracción de dicha norma, pues no se ha desplazado en su
fundamentación más allá de una simple mención en decir que el acto
jurídico de las escrituras públicas de fechas 8.3.2000, 30.12.2004 y
20.6.2006 cumplen con los requisitos que establece el artículo 140°.

Respecto a la infracción normativa procesal, en los fundamentos de la


casación se observa, que lo alegado por los recurrentes no tiene un
sustento razonable y se advierte la ausencia de los mismos en la resolución
impugnada, de esta forma no se llega a percibir la vulneración del debido
proceso.

Por tanto en nuestra apreciación concluimos en decir que en un plano de


mejor cumplimiento de sus roles, la Corte Suprema debió declararla
improcedente el recurso de casación vía auto calificatorio, por la presencia
de incumplimiento de requisitos de procedencia.

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