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Derecho
Medellín
2019
El presente, estará encaminado a una consecución de hechos que pueden ser considerados cruciales
para la formación de esta maravillosa disciplina, como lo es la psicología jurídica. Se pretende narrar de
manera breve y prudente esta historia.
Ahora bien, para comenzar, es necesario mencionar la idea de que, a pesar de los existentes
antecedentes de la vinculación entre la ley y el comportamiento humano, los comienzos de esta disciplina
se remontan desde los años 1800 hasta los 1900, principalmente en Alemania, lugar donde por primera
vez se propone el uso de la Psicología en el terreno legal, como una ayuda o peritaje necesario en ámbitos
de testimonio, dado a los grandes trabajos –sobre este tema- de la época. Necesario nombrar a Stern, Bidet
y Müstemberg, pioneros en los procesos psicológicos del testimonio.
Melton, Monahan y Saks sentencian que la historia de las ciencias sociales, en el ámbito de la Ley,
se inicia a principios de la década de los 20, de la mano del movimiento del realismo legal. Tanto así, que
el período transcurrido hasta los años 20 marcó un resurgimiento de la Psicología Jurídica, aunque se debe
destacar el predominio de las aportaciones de los profesionales del Derecho.
Cabe mencionar a parte importante para este periodo, Willian Marston, que, en 1922, se convirtió
en el primer profesor americano de Psicología Legal. Éste, llegó a investigar sobre la mentira y los
juzgados, jugando un papel importante para el conocimiento retratado. Fue incluso más aceptado que otros
por su gran conocimiento en el campo legal, pero no existe prueba de que sus investigaciones hayan sido
aplicadas. Las décadas siguientes, la psicología jurídica se instaura con fuerza incluso aparecen textos
como “Legal Psychology”, publicado por Burtt (1931), el cual es considerado como el primer libro de
texto en el área.
Los servicios de los psicólogos en cuanto a escenarios correccionales, no tuvieron fuerza real hasta
finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Psicología clínica se estableció como una profesión.
“Entre los años 1940 y 1950 se reconoció la Psicología como una ciencia importante en el campo jurídico
probatorio (en las áreas penal y civil) y los psicólogos empezaron a testificar regularmente en el sistema
de justicia (Soria, 1998)”. (Diversitas: Perspectivas en Psicología, 2010, pág. 243) A pesar de este
reconocimiento, en este periodo también se encuentra el “mutismo psicológico”, en el cual no se
escribieron libros ni artículos sobre con referencia al área. “Ogloff (2000) apunta, como posibles factores
explicativos de este retraso, la inexistencia de una organización formal e institucionalizada de psicólogos
interesados en la ley, el reducido número de personas dedicadas a la investigación en esta área, así como
la carencia de programas de formación” (Sociedad Española de Psicología Jurídica Y Forense, 2005, pág.
34). Pese a la “infertilidad literaria” Loh (1984) considera que en la década de los cincuenta, se produce
la consolidación de la psicología forense, al incluir al psicólogo entre los expertos que testifican en los
tribunales, en casos penales y civiles.
En septiembre de 1968, en San Francisco, ocurre uno de los sucesos más importantes para la
disciplina tratada. A la celebración de la reunión “American Psychological Association”, acuden Eric
Dreikurs y Jay Ziskin, por separado, con el objetivo de encontrar otras personas interesadas en crear algún
tipo de asociación de Psicología y Ley. Se encuentran y logran reunir trece personas con las que
organizaron su sociedad; en un mes pusieron un boletín, y a los nueve meses (junio de 1969), se constituyó
formalmente la American Psychology-Law Society (AP-LS).
“Los años setenta se caracterizaron como la edad de oro de la Psicología Jurídica, hubo mayor
cantidad de publicaciones, conferencias y congresos internacionales” (Diversitas: Perspectivas en
Psicología, 2010, pág. 244). Igualmente, este periodo supuso la aceptación de la Psicología Jurídica por
parte del Derecho, también se vislumbra un crecimiento de la investigación en el mismo campo. Por otra
parte, se produce un elevado crecimiento en la oferta de asignaturas y cursos de postgrado en Psicología
Jurídica. “…en 1982, solamente nueve años más tarde, una cuarta parte de los programas de postgrado en
Psicología ofrecían, al menos, un curso avanzado en Psicología Jurídica (Kury, 1998). Esta explosión, que
tuvo lugar en Estados Unidos, alcanzó a la mayoría de los países occidentales.” (Sociedad Española de
Psicología Jurídica Y Forense, 2005)
A continuación, se van a mencionar algunas otras fechas y sucesos como complemento de las ideas
centrales:
Aparición de las revistas Issues in Criminological and Legal Psychology en 1973; Law and
Psychology Review en 1975; Law and Human Behavior en 1977, etc.
Conferencia del Lake Wales, celebrada en 1973, en Florida.
En los años 80 se produce el reconocimiento oficial de la Psicología Judicial.
En 1981, tuvo lugar, en Estocolmo, un encuentro importante para el futuro desarrollo de la
Psicología Jurídica en el continente.
En 1992 se funda la European Association of Psychology and Law (EAPL)
En Julio de 1993, se funda la asociación Iberoamericana de Psicología Jurídica (AIPJ)
Bibliografía
Diversitas: Perspectivas en Psicología. (2010). Psicología Jurídica: quehacer y desarrollo. Bogotá: Universidad
Santo Tomás.
Sociedad Española de Psicología Jurídica Y Forense. (2005). Colección Psicología y Ley n.1. Psicología Jurídica.
Santiago de Compostela: University of Santiago de Compostela.