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El TDAH en Niños
El TDAH en Niños
Descripción general
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una afección crónica que afecta a
millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de
problemas persistentes, tales como dificultad para mantener la atención, hiperactividad y
comportamiento impulsivo.
Los niños con TDAH también pueden tener dificultades con la baja autoestima, las relaciones
problemáticas y el bajo rendimiento escolar. Los síntomas a veces disminuyen con la edad. Sin
embargo, algunas personas nunca superan por completo sus síntomas de TDAH. Pero pueden
aprender estrategias para tener éxito.
Aunque el tratamiento no cura el TDAH, puede ayudar mucho con los síntomas. El tratamiento
comúnmente involucra medicamentos e intervenciones conductuales. El diagnóstico y tratamiento
tempranos pueden hacer una gran diferencia en el resultado.
Síntomas
El TDAH ocurre con más frecuencia en los hombres que en las mujeres, y los comportamientos
pueden ser diferentes en los niños y las niñas. Por ejemplo, los niños pueden ser más hiperactivos
y las niñas pueden tender a ser menos atentas.
Un niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo presenta las siguientes
características:
No es capaz de prestar atención minuciosa a los detalles o comete errores por descuido en los
trabajos escolares
Tiene dificultades para seguir instrucciones y no logra terminar las tareas o los trabajos escolares
Evita o le disgustan las actividades que requieren un esfuerzo mental de concentración, como la
tarea escolar
Pierde los elementos necesarios para las tareas o las actividades, por ejemplo, juguetes,
asignaciones escolares, lápices
Se distrae fácilmente
Se olvida de hacer algunas actividades diarias, como las tareas del hogar
Hiperactividad e impulsividad
Está inquieto o da golpecitos con las manos o los pies, o se retuerce en el asiento
Habla demasiado
Lo mismo ocurre con la hiperactividad. Los niños pequeños son naturalmente activos; a menudo
todavía están llenos de energía mucho después de haber agotado a sus padres. Además, algunos
niños tienen naturalmente un nivel de actividad más alto que otros. Nunca se debe decir que un
niño tiene TDAH solo porque es diferente a sus amigos o hermanos.
Los niños que tienen problemas en la escuela, pero se llevan bien en casa o con los amigos,
probablemente tengan problemas con algo que no sea el TDAH. Lo mismo ocurre con los niños
que son hiperactivos o que no prestan atención en casa, pero cuyas tareas escolares y amistades
no se ven afectadas.
Si te preocupa que tu hijo muestre signos de TDAH, consulta con su pediatra o con el médico de
familia. Es posible que el médico te derive a un especialista, como un pediatra del desarrollo y el
comportamiento, un psicólogo, un psiquiatra o un neurólogo pediátrico, pero es importante que
primero se realice una evaluación médica para detectar otras posibles causas de las dificultades de
tu hijo.
Causas
Aunque la causa exacta del TDAH no está clara, las investigaciones continúan. Los factores que
pueden estar involucrados en el desarrollo del TDAH incluyen la genética, el medio ambiente o
problemas con el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo del trastorno por déficit de atención/hiperactividad se pueden incluir:
Nacimiento prematuro
Complicaciones
El TDAH puede dificultar la vida de los niños. Los niños con TDAH tienen estas características:
A menudo luchan en el aula, lo cual puede llevar al fracaso académico y al juicio de otros niños y
adultos
Tienden a tener más accidentes y lesiones de todo tipo que los niños que no tienen TDAH
Son más propensos a tener problemas para interactuar con sus compañeros y los adultos, y para
ser aceptados por ellos
Afecciones coexistentes
El TDAH no causa otros problemas psicológicos o de desarrollo. Sin embargo, los niños con TDAH
son más propensos que otros a tener afecciones como:
Trastorno de conducta, marcado por un comportamiento antisocial, como robar, pelear, destruir
propiedad y hacer daño a personas o animales
Trastornos del estado de ánimo, incluidos depresión y trastorno bipolar, que incluye depresión y
comportamiento maníaco
Trastorno del espectro autista, una afección relacionada con el desarrollo cerebral que afecta la
forma en que una persona percibe y socializa con los demás
Tic nervioso o síndrome de Tourette, trastornos que involucran movimientos repetitivos o sonidos
no deseados (tics) que no se pueden controlar fácilmente
Prevención
Durante el embarazo, evita cualquier cosa que pueda dañar el desarrollo fetal. Por ejemplo, no
bebas alcohol, no uses drogas recreativas ni fumes cigarrillos.
Limita el tiempo frente a las pantallas. Aunque todavía no se ha comprobado, puede ser prudente
que los niños eviten la exposición excesiva a la televisión y a los videojuegos en los primeros cinco
años de vida.