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GARCÍA MORENTE, MANUEL. Lecciones preliminares de Filosofía. La

Albolafia. 18 (2019)

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María Luisa Pro Velasco

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LA ALBOLAFIA: REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA MARÍA LUISA PRO VELASCO

María Luisa Pro Velasco

Profesora en la Universidad Católica de Ávila y Universidad Pontificia de Salamanca

RESEÑA
MANUEL GARCÍA MORENTE. Lecciones preliminares de filosofía. Prólogo de Julián Marías,
Madrid, Ediciones Encuentro S. A., 2019, 399 pp.

acontece el hecho que dio un giro a su

La obra ante la que nos encontramos, Lec-
vida: su conversión o retorno a la fe cris-
ciones preliminares de filosofía, no es sólo
tiana, que había perdido a los nueve años
una mera recopilación de problemas filo-
de edad, también en Francia. Poco a poco,
sóficos importantes, destinada a estudian-
consiguió que sus hijas y nietos se reunie-
tes o principiantes en filosofía, como pu-
ran con él, y por fin pudo aceptar la cáte-
diera hacer creer su título, sino que es mu-
dra que le habían ofrecido en la Universi-
cho más. Este trabajo lo forman veinti-
dad de Tucumán (Argentina). Las casi cua-
cinco lecciones que impartió el profesor
trocientas páginas que componen esta
García Morente en la Universidad de Tu-
obra, expresan la basta sabiduría del pen-
cumán, en Argentina. Versan principal-
sador español, proyectada en el curso que
mente sobre la historia de la filosofía desde
impartió allí en el año 1937. En el Prólogo,
sus orígenes y, además, en los capítulos fi-
Julián Marías pone de relieve que éste bien
nales, Morente dedica algunas páginas a la
pudo ser el libro filosófico más importante
ontología, a la metafísica de la vida –de
de García Morente, pues se escribió en “la
corte claramente orteguiana–, y a hacer
fase crucial en que se produjo un giro de-
una introducción a la axiología. La pre-
cisivo” (p. 7), tal como hemos advertido
sente publicación de Ediciones Encuen-
ya, pues a partir de entonces sus escritos
tros es la versión más reciente de esta obra,
empezaron también a estar más influidos
que se ha venido editando en numerosas
por el pensamiento de Santo Tomás de
ocasiones, desde que en 1938 viese por
Aquino.
primera vez la luz.
La primera lección, El conjunto de la filo-
Cabe destacar la genealogía de esta obra,
sofía, pone de manifiesto un hecho singu-
pues las reflexiones de Morente en ella
lar y novedoso, pues en ella afirma el autor
fueron realizadas en el punto de inflexión
que, la filosofía necesita ser vivida o, de lo
más importante quizá de toda su vida: su
contrario, su definición carecerá de sen-
retorno al cristianismo. Es sabido que el
tido para nosotros. La segunda, El método
pensador jienense hubo de exiliarse a
de la filosofía, comienza advirtiendo dos
Francia en 1937, poco después del falleci-
disposiciones de ánimo requeridas para
miento de su yerno, tras haber recibido un
llevar a cabo la investigación filosófica: la
aviso y recomendación para ello, pues su
admiración y el rigor. Por otra parte, tam-
propia vida corría peligro. En París se en-
bién destaca distintos métodos que han
contraba solo, lejos de sus hijas y nietos,
sido utilizados a lo largo de la historia del
viviendo gracias a los favores de algunos
pensamiento. La tercera lección, La intui-
amigos. Así pasaba sus días, meditando en
la capital francesa. Es entonces cuando ción como método discursivo e intuitivo,

1
LA ALBOLAFIA: REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA
distingue entre intuición sensible, espiri-
tual, intelectual, emotiva y volitiva, y señala
los principales exponentes de cada una de
ellas.
En cuarto lugar, nos encontramos con la
lección Ingreso en la ontología, o teoría
del ser en general, donde se muestran dis-
tintas respuestas ante la pregunta, ¿quién
existe? Y es en esta lección donde co-
mienza Morente propiamente a abordar la
historia del pensamiento filosófico, alu-
diendo a los griegos más importantes al
respecto. En una quinta lección, La meta-
física de Parménides, se detiene a explicar
el pensamiento del eléata, destacando que,
el ser es, y el no ser no es –lo que los lógi-
cos actuales llaman el «principio de identi-
dad»–, destaca las cualidades del ser y dis-
tingue por primera vez en la historia de la
filosofía entre el mundo sensible y el
mundo inteligible. La sexta lección, El rea-
lismo de las ideas de Platón, lo centra en
los puntos clave del pensamiento de dicho
autor. El realismo aristotélico, versa sobre
su discípulo, y comienza con una oposi-
ción y superación de su maestro. Por su
parte, La metafísica realista, insiste en el
tema de las categorías como estructura del
ser en general, la estructura de la substan-
cia y la de su realización. Por otro lado, la
lección novena, Origen del idealismo, con-
trapone a la visión aristotélica la visión
idealista, que surge como un nuevo modo
de plantearse los problemas filosóficos.
De ahí que en la décima trate El sistema
de Descartes. Asimismo, en la siguiente
lección Fenomenología del conocimiento,
Morente comience haciendo especial hin-
capié en la primacía de la teoría del cono-
cimiento sobre la metafísica.
A continuación, se abre otro gran capítulo
filosófico que lleva por nombre El empi-
rismo inglés, que trata sobre la reducción
2
MARÍA LUISA PRO VELASCO
del pensamiento a la vivencia, cuyos máxi-
mos representantes fueron: Locke, Berke-
ley y Hume. En El racionalismo, destaca
especialmente Leibniz, con la distinción
entre las verdades de hecho y verdades de
razón. En la lección XIV, La metafísica del
racionalismo, se ocupa Morente de otros
puntos centrales en el pensamiento de este
autor, tales como el cálculo infinitesimal,
las mónadas y el optimismo. En cambio,
en la lección XV, El problema del idea-
lismo trascendental, se acerca la filosofía
de Kant, a quien están dedicadas un nú-
mero mayor de lecciones de este curso, de
la quince a la veinte, ambas incluidas: Es-
tética trascendental I y II, Analítica tras-
cendental, Dialéctica trascendental y, Fun-
damentos morales de la metafísica. Por lo
que el término «trascendental» se refiere,
cabe traer a colación a modo de anécdota,
la explicación que da Morente sobre dicho
término. Así, dice el jienense, que, en Es-
paña, los primeros en usarla fueron pensa-
dores republicanos entre los años 1870 y
1880. Al escucharlos unos y otros, el
vulgo, que no entendía qué quería decir
esta palabra– cuyo significado originario es
lo que existe en sí y por sí, independiente-
mente de mí–, la usó como sinónimo de
importante. Y así es como sigue utilizán-
dose la mayor parte de las ocasiones en la
actualidad.
En la lección XXI, Morente continúa con
su extenso recorrido por la historia de la
filosofía con El idealismo después de
Kant, refiriéndose especialmente a los ro-
mánticos e idealistas alemanes: Fichte,
Schelling y Hegel quienes, cada uno a su
modo y manera, parten de lo absoluto y
tomaron como método la intuición inte-
lectual. Pero las posiciones de estos filóso-
fos fueron contraargumentadas por el po-
sitivismo que, a su vez, encontró una
 LA ALBOLAFIA: REVISTA DE HUMANIDADES Y CULTURA MARÍA LUISA PRO VELASCO

fuerte oposición, especialmente en Alema- rente, conjugada con la profundidad, ri-

nia y en Francia. Por último, en las leccio- queza y, en ocasiones hasta con el humor,
nes XXII a XXV, Morente da un giro, de- con que son tratados los temas clave que
jando algo más de lado la historia, y cen- componen esta extensa obra, fruto de las
trándose, primeramente, en la teoría del conferencias y charlas impartidas en Ar-
ser en general, en la XXII, Entrada en la gentina, poco antes de su regreso a Es-
ontología, atiende a la distinción entre co- paña.
sas reales, objetos ideales y valores. En la
XXIII, De lo real y lo ideal, trata de su-
perar el punto de vista tanto del realismo
como del idealismo, por resultar parciales
y limitados, y siguiendo a autores de la talla
de Husserl y de Heidegger trata de escu-
driñar las distintas capas de profundidad
que constituyen la realidad. Por otra parte,
la lección XXIV, Ontología de los valores,
pone de manifiesto las peculiaridades de
los mismos: no son, sino que valen, son
objetivos, no demostrables sino mostra-
bles, poseen polaridad, una jerarquía y es
posible clasificarlos.
Por último, su lección XXV está dedicada
al estudio de lo que Heidegger llamaría «la
existencia del ente humano», y lleva por tí-
tulo Ontología de la vida. En ella se centra
en la necesidad de una lógica nueva, así
como de nuevos conceptos destinados a
categorizar la vida, y sus posibles contra-
dicciones. En palabras de García Morente,
estamos en disposición de “exigir, pedir,
demandar con ansia y con esfuerzo una ló-
gica vital o existencial, una razón vital o
existencial” (p. 386). Y destaca algunas
cuestiones esenciales y problemas existen-
ciales tales como la angustia, la nada, la
muerte y Dios.
En definitiva, es un libro fundamental y
básico tanto para el novel filósofo, como
para el avezado pensador, que no se can-
sen nunca de seguir tratando los proble-
mas de siempre. Ambos podrán disfrutar
de la claridad expositiva propia de Mo-

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